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Belleza

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Este aviso fue puesto el 3 de julio de 2018.
Para otros usos de este término, véase Belleza (desambiguación).

Rosetón estilo Gótico radiante de la Catedral de Notre Dame (París). En la


Arquitectura gótica, la luz es considerada la más bella revelación de Dios.
Belleza es una noción abstracta ligada a numerosos aspectos de la existencia
humana. La belleza se estudia dentro de la disciplina filosófica de la estética,
además de otras disciplinas como la historia, la sociología y la psicología social.
Vulgarmente, la belleza se define como la característica de una cosa que a través
de una experiencia sensorial (percepción) procura una sensación de placer o un
sentimiento de satisfacción. Proviene de manifestaciones tales como la forma, el
aspecto visual, el movimiento y el sonido, aunque también se la asocia, en menor
medida, a los sabores y los olores. En esta línea y haciendo hincapié en el aspecto
visual, Tomás de Aquino define lo bello como aquello que agrada a la vista (quae
visa placet).

La percepción de la «belleza» a menudo implica la interpretación de alguna entidad


que está en equilibrio y armonía con la naturaleza, y puede conducir a sentimientos
de atracción y bienestar emocional. Debido a que constituye una experiencia
subjetiva, a menudo se dice que «la belleza está en el ojo del observador».1 aunque
tal relativismo es exagerado y suele asociarce a cosmovisiones y modas, lo concreto
es que existen objetos y seres que dan la impresión de belleza ya desde su
objetividad natural porque se corresponden con los requisitos naturales del Homo
sapiens, por ejemplo: el sabor dulce es preferido al amargo porque el amargo suele
corresponder a tóxicos, lo mismo que la fragancia de muchas flores se prefiere
naturalmente en gente psíquicamente sana al hedor pútrido.

Índice
1 Historia de la belleza
2 Belleza humana
3 Fealdad
4 Belleza en el arte
5 Véase también
6 Referencias
7 Enlaces externos
Historia de la belleza

El Taj Mahal es un ejemplo de la simetría en la arquitectura.


Podría remontarse a la propia existencia de la humanidad como una de sus cualidades
mentales. La escuela pitagórica vio una importante conexión entre las matemáticas y
la belleza. En particular, notaron que los objetos que poseen simetría son más
llamativos. La arquitectura griega clásica está basada en esta imagen de simetría y
proporción. Platón realizó una abstracción del concepto y consideró la belleza una
idea, de existencia independiente a la de las cosas bellas. Según la concepción
platónica, la belleza en el mundo es visible por todos; no obstante, dicha belleza
es tan solo una manifestación de la belleza verdadera, que reside en el alma y a la
que solo podremos acceder si nos adentramos en su conocimiento. Consecuentemente,
la belleza terrenal es la materialización de la belleza como idea, y toda idea
puede convertirse en belleza terrenal por medio de su representación.2

La belleza, generalmente, se ha asociado con el bien. De la misma manera, lo


contrario de la belleza, que es la fealdad, a menudo se ha relacionado con el mal.
A las brujas, por ejemplo, con frecuencia se les atribuyen rasgos físicos
desagradables y personalidades repulsivas. Este contraste aparece representado en
cuentos como La bella durmiente, de Charles Perrault.3 En su obra Las afinidades
electivas, Goethe declara que la belleza humana actúa con mucha mayor fuerza sobre
sentidos interiores que sobre los externos, de modo que lo que él contempla está
exento del mal y sienta en armonía con él y con el mundo.4

La simetría es importante porque da la impresión de que la persona creció con


salud, sin defectos visibles. Algunos investigadores han sugerido que rasgos
neonatales son intrínsecamente atractivos. La juventud en general se asocia con la
belleza.

Hay pruebas que hacen intuir un rostro hermoso en el desarrollo infantil, y que las
normas de atractivo son similares en culturas diferentes. El promedio, la simetría
y el dimorfismo sexual para determinar la belleza pueden tener una base evolutiva.
Los metaanálisis de la investigación empírica indican que las tres características
producen atracción tanto en caras masculinas como en femeninas y a través de
diferentes culturas. El atractivo facial puede ser una adaptación para la opción de
compañero, posiblemente porque la simetría y la ausencia de defectos señalan
aspectos importantes de la calidad física del compañero, como la salud. Es probable
que estas preferencias sean simplemente instintos.

Los artistas griegos y romanos también tenían el estándar de belleza masculina en


la civilización occidental. El romano ideal fue definido como un jefe alto,
musculado, de piernas largas, con un pecho lleno de pelo grueso, una alta y amplia
frente -un signo de inteligencia-, grandes ojos, una nariz fuerte y perfil
perfecto, boca pequeña, y una mandíbula poderosa. Esta combinación de factores
produciría una mirada impresionante de hermosa masculinidad. Con las excepciones
notables del peso corporal y los estilos de moda, las normas de belleza han sido
bastante constantes en el tiempo y el lugar.

En el chino antiguo se escribe un signo que significa "hermoso", pero hoy se


combina con otros dos signos que significan "grande" y "oveja". Posiblemente, la
oveja grande era representativa de belleza.

La cultura maya consideraba que tener estrabismo era bello, y para conseguirlo, las
madres ponían jarras delante de los niños para que crecieran con este defecto; el
concepto de belleza puede variar entre culturas.

Belleza humana

Proporciones ideales del cuerpo humano esquematizadas en el Hombre de Vitruvio, de


Leonardo da Vinci.
La caracterización de una persona como «bella», ya sea de forma individual o por
consenso de la comunidad, a menudo se basa en una combinación de belleza interior,
que incluye los factores psicológicos —tales como congruencia, elegancia, encanto,
gracia, integridad, inteligencia y personalidad —, y belleza exterior, es decir,
atractivo físico, que incluye factores físicos —tales como juventud, medianidad,
salud corporal, sensualidad y simetría—.

Comúnmente se mide la belleza externa con base en la opinión general o el consenso


de un grupo de personas. Un ejemplo de ello son los concursos de belleza, como el
de Miss Universo. La belleza interna, sin embargo, es más difícil de cuantificar.
Un importante indicador de la belleza física es la «medianía». Cuando las imágenes
de rostros humanos se promedian para formar una imagen compuesta, esta se acerca
progresivamente cada vez más a la imagen «ideal» y se percibe como más atractiva.
Este fenómeno se notó por primera vez en 1883, cuando Francis Galton, primo de
Charles Darwin, construyó imágenes compuestas por superposición de fotografías de
vegetarianos y delincuentes en búsqueda de una apariencia característica para cada
uno de ellos. Al hacerlo, se percató de que las imágenes compuestas resultantes
eran más atractivas en comparación con cualquiera de las fotografías individuales.

La investigación moderna sugiere también que las personas cuyos rasgos faciales son
simétricos y poseen la proporción perfecta son más atractivas.

Fealdad
Artículo principal: Fealdad
La fealdad es una propiedad de una persona o cosa que no es agradable de mirar. En
muchas sociedades el juicio de ser considerado "feo" equivale a ser poco estético,
repulsivo u ofensivo. Al igual que su opuesto, la belleza, la fealdad implica un
juicio subjetivo y esta por lo menos en parte, en el "ojo del observador", tampoco
se debe olvidar la influencia ejercida por la cultura del "observador". Así, la
percepción de la fealdad puede ser errónea o miope, como en el cuento de El patito
feo de Hans Christian Andersen.

A pesar de que la fealdad es normalmente considerada como una característica


visible, también puede ser un atributo interno. Por ejemplo, una persona se puede
considerar atractiva por fuera pero por dentro irreflexiva y cruel. También es
posible estar de "mal humor", que es un estado interno de desagrado temporal.

La fealdad tiene su origen en la consideración del "ojo observador" y de la


autoestima que se desarrolla en las personas al ver los estereotipos de hombres y
mujeres agradables a nuestros sentidos de percepción.

Belleza en el arte
En la Grecia clásica, uno de los temas principales de la primera mitad de la obra
Fedro de Platón es la Belleza.5

Véase también
Apariencia física
Arte
Atracción sexual
Belleza matemática
Argumento de la belleza
Estética
Glamour
Historia de la estética
Moda
Referencias
Martin, Gary (2007). «Beauty is in the eye of the beholder» (en inglés). The
Phrase Finder. Archivado desde el original el 30 de noviembre de 2007. Consultado
el 4 de diciembre de 2007.
Platón. El Banquete.
Perrault, Charles. La bella durmiente.
von Goethe, Johann Wolfgang (14 de mayo de 2016). Las afinidades electivas. ISBN
9786050438321. Archivado desde el original el 28 de agosto de 2017. Consultado el
28 de agosto de 2017.
Garrido, Manuel (2013). «La filosofía platónica del amor». En Sacristán, Manuel;
García Bacca, David, eds. Los diálogos eróticos: Banquete y Fedro (Manuel Sacristán
y David García Bacca, trads.). Madrid: Tecnos. p. 11. ISBN 9788430958207.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Belleza.
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre belleza.
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Belleza.

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