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AGRADECIMIENTOS ........................................................................V
LOS AUTORES ................................................................................. VI
INTRODUCCIÓN ................................................................................2
PARTE I: PERSPECTIVA HISTÓRICA Y COMPARATIVA:
BOLIVIA, COLOMBIA Y MÉXICO ..................................................5
De qué forma la liberalización permitió el surgimiento de las
microfinanzas................................................................................5
Experiencias de los países...........................................................11
Bolivia.....................................................................................12
Colombia.................................................................................17
México ....................................................................................22
PARTE II: CREACIÓN DE UN MARCO REGLAMENTARIO DE
APOYO A LAS MICROFINANZAS ................................................28
Condiciones previas en el entorno del sector financiero y las
microfinanzas..............................................................................28
Promoción de la eficacia en la industria microfinanciera ...........33
Normas para las instituciones microfinancieras..........................42
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................48
iii
LISTADO DE TABLAS
iv
AGRADECIMIENTOS
v
LOS AUTORES
vi
1
Supervisión y regulación de las microfinanzas
en el contexto de la liberalización del sector
financiero1
Las experiencias de Bolivia, Colombia y México
INTRODUCCIÓN
En todos los países latinoamericanos, las microfinanzas se han
convertido en parte importante del sector financiero. Si bien pequeñas en
términos monetarios, las instituciones microfinancieras prestan servicios
a gran cantidad de personas, incluso, en algunos países, a más clientes
que las instituciones financieras tradicionales. Las autoridades
reguladoras a cargo del sector financiero han respondido de diversas
formas ante el surgimiento de la "industria" de las microfinanzas, y
dichas respuestas han contribuido a generar las variaciones que ahora
existen entre los sectores microfinancieros de los diferentes países. El
sector microfinanciero de América Latina, tal como existe en la
actualidad, es resultado tanto del impulso de la propia industria
microfinanciera como de las decisiones adoptadas por las autoridades
reguladoras.
3
internacionales que proponen marcos reguladores para las microfinanzas
deben tomar en cuenta esta realidad.
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PARTE I: PERSPECTIVA HISTÓRICA Y
COMPARATIVA: BOLIVIA, COLOMBIA Y MÉXICO
Hasta los años 80, los países tenían, en su mayoría, sistemas financieros
reprimidos, que comenzaron a liberalizarse a mediados de la década. En
este documento se sostiene que la experiencia de la liberalización del
sector financiero ha sido positiva (si bien no necesariamente fácil o libre
de dolorosos ajustes). Los sistemas financieros liberalizados funcionan
mejor que los que hacen uso del viejo modelo de la represión financiera,
aun incluso en términos de cómo llegar a los sectores pobres y
vulnerables de la sociedad. Si bien esta actitud puede ya no ser
controvertida por la mayoría de las autoridades reguladoras del sistema
bancario, es evidente que algunos países se han embarcado en programas
de liberalización que tienen más alcance que otros. A continuación
analizaremos diversas características de importancia de la liberalización
y describiremos la forma en que cada una afecta a las microfinanzas.
6
servicios financieros y constituye un factor de importancia dentro de la
liberalización del sector financiero que contribuye a la existencia de un
fuerte sector microfinanciero.
Aun cuando estos problemas de los bancos estatales eran cada vez más
evidentes, los pequeños ahorristas continuaban depositando en dichos
bancos, en la creencia de que el gobierno respaldaría a dichas
instituciones y protegería sus ahorros. Esta circunstancia socavó el
desarrollo de la movilización de los depósitos por parte de los agentes
comerciales e hizo que el público se apartara de los bancos comerciales
(que de hecho estaban sufriendo una grave crisis).
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Colombia como en México se han clausurado algunas de estas
instituciones. En vez de clausurarlos, los responsables de la banca oficial
han procurado más bien reformarlos. Si bien el análisis del éxito o
fracaso de estas reformas supera los límites de este trabajo, sí cabe que
veamos las implicancias de esta situación para las microfinanzas. Tanto
en Colombia como en México, las entidades que ingresan a las
microfinanzas tienen que competir con los bancos del sector público que
operan con tasas preferenciales. En general, cuando los bancos del sector
público operan bien, los inversores privados se muestran renuentes a
entrar a una competencia directa con dichas instituciones.
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el 30 por ciento.2 Esta caída de las tasas de interés se produjo sin que
existiera ninguna presión de parte de las autoridades reguladoras de la
banca y sin que se otorgaran subsidios insostenibles a las tasas de interés
del sector público. Por el contrario, en Colombia los topes de las tasas de
interés han hecho que las instituciones microfinancieras disimulen los
débitos como comisiones, lo que reduce la transparencia en la fijación de
precios para el consumidor. Esta falta de transparencia en la fijación de
precios no solo es dañina para los clientes microfinancieros sino que
también dificulta el ingreso de nuevos competidores al mercado.
Asimismo, y con mayor importancia aún, esta situación ha hecho que las
ONG, en su afán por evadir los controles de las tasas de interés, no
ingresen al mercado financiero. En resumen, en Colombia las
restricciones de las tasas de interés han retrasado el desarrollo de las
microfinanzas.
3
Ahora que las microfinanzas forman verdaderamente parte del sector
financiero, se ven cada vez más afectadas por sus crisis, como lo demuestran
los efectos de las recientes crisis de Ecuador y Bolivia sobre el segmento de
las microfinanzas.
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Iniciativas en el campo de las microfinanzas. Si bien las políticas y las
condiciones del sector financiero han ejercido una fuerte influencia en el
desarrollo de las microfinanzas en cada país, el desarrollo natural de la
industria microfinanciera en cada país también ha constituido un factor
determinante. En algunos países ha habido numerosos ingresos de
operadores dinámicos al campo de las microfinanzas, que se han ido
empujando entre sí hacia adelante en forma competitiva. Un elemento
que puede ayudar a explicar el ingreso de operadores dinámicos es la
presencia de financiación internacional por parte de organismos donantes
durante los años de formación de las microfinanzas, que fue mucho más
abundante en Bolivia que en México, por ejemplo, y de un nivel
moderado en Colombia.
Los tres países que se analizan en este trabajo presentan tres métodos
diferentes de supervisión y regulación de las microfinanzas. En Bolivia
se creó un sistema de regulación y supervisión especializado para las
microfinanzas. En México, por intermedio de la Ley de Ahorro y Crédito
Popular (LACP), se dio inicio a un sistema delegado que prevé la
autorregulación de federaciones de representantes de las instituciones
microfinancieras. En Colombia no existen reglamentaciones específicas
para las microfinanzas, si bien recientemente el gobierno ha comenzado
a considerar iniciativas centradas en dicha actividad.
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vez protege contra los riesgos a las instituciones microfinancieras que
reciben depósitos y a los consumidores.
Bolivia
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ambigüedad en el marco reglamentario durante la etapa de formación.
Esta exclusiva combinación de una política no intervencionista para el
sector financiero y un fuerte respaldo (no intervencionista) a las
microfinanzas resultó en la presencia de una industria microfinanciera
madura y competitiva en el país. Sin embargo este enfoque permisivo
también contribuyó a permitir (o no lograr impedir) el problemático
ingreso y salida de préstamos al consumo en el mercado de las
microfinanzas, lo que ejerció fuertes tensiones en la industria
microfinanciera boliviana a fines de la década del 90.
13
Lo que ocurrió en Bolivia dependió esencialmente de la respuesta del
sector privado (en una primera instancia el sector de las ONG) ante las
oportunidades creadas por la liberalización. Los principales avances se
lograron gracias a que hubo alguien allí dispuesto a aprovechar las
oportunidades que creaba la liberalización. Las primeras entidades que
ingresaron al campo de las microfinanzas en Bolivia fueron las que lo
modelaron, primero a través de la transformación de la ONG Prodem en
el banco comercial BancoSol y luego a través de la creación de los FFP.
BancoSol presentó a las microfinanzas de forma dramática ante la SBEF
cuando registró su petición para convertirse en parte del sistema
financiero. Si los fundadores de BancoSol no hubieran actuado de esta
forma, la evolución de la regulación de las microfinanzas en Bolivia
podría haber sido bastante diferente.
5
Decreto Supremo 24000 de mayo de 1995, que se convirtió en ley en 2001
(Ley 2297).
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reguladas. Sin embargo, pocos bancos tradicionales han participado
directamente (aunque algunos de ellos otorgan préstamos a las ONG
microfinancieras) y a nivel regional se ha destacado la importancia
de algunas cooperativas.
• Las instituciones microfinancieras reguladas registran un buen
desempeño en relación al sector financiero tradicional.
• El sector de las ONG continúa operando en el extremo inferior del
mercado y atiende a un gran número de clientes.
• La penetración en el mercado rural sigue siendo baja. También se ha
rezagado el desarrollo del microahorro.
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Una vez reconocida la magnitud del problema, la SBEF actuó
rápidamente para imponer restricciones en materia de administración de
los riesgos a los prestamistas al consumo (por ejemplo limitar el servicio
total de la deuda de una persona empleada al 30 por ciento o menos de su
salario e intervenir las instituciones cuyo capital se había erosionado), lo
que hico que los prestamistas al consumo se vieran obligados a
abandonar la industria. La crisis se resolvió antes de que se viera
amenazada la solidez de los prestamistas microfinancieros. Sin embargo
podría argumentarse que la SBEF debería haber reconocido las
diferencias existentes entre la metodología de préstamos a
microempresas de las instituciones microfinancieras y la metodología
basada en el salario que utilizaban los prestamistas a consumidores. Si
las autoridades reguladoras hubieran reconocido que cada una de dichas
metodologías era apropiada solamente para los tipos específicos de
clientes de cada segmento, hubieran mantenido fronteras más nítidas
entre ambos sectores (es decir prohibir que los prestamistas al consumo
tuvieran acceso a clientes microempresarios) o se hubieran movido más
rápidamente para integrar las oficinas de control del crédito de las
microfinanzas y de la banca tradicional. La lección que debe extraerse de
este episodio es que una actitud reglamentaria no intervencionista pero
abierta, tal como la de la SBEF de Bolivia, implica ciertos riesgos, y que
es extremadamente importante que los organismos reguladores
comprendan en profundidad las metodologías específicas de préstamos
de las microfinanzas y de las demás instituciones a las que están
supervisando.
Colombia
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financiero regulado. El contraste con Bolivia es extraordinario, en
especial cuando se ve que en un país con una población que es cinco
veces mayor que la de Bolivia y una economía que es once veces mayor
(incluyendo un enorme sector informal), la cartera total de los préstamos
microfinancieros de Colombia es inferior a la cartera de Bolivia.
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En la actualidad, el perfil del sector de las microfinanzas en Colombia es
notoriamente diferente del boliviano, y sus diferencias están
directamente relacionadas con las diferencias del marco reglamentario.
En Bolivia, las instituciones microfinancieras reguladas especializadas
prestan la mayor parte de los servicios en tanto las ONG y las
cooperativas desarrollan importantes actividades y los bancos
comerciales casi ninguna. En Colombia hay solo dos instituciones
reguladas especializadas, las CFC. Las cooperativas no son activas y las
entidades dominantes son las ONG y, en forma creciente, los bancos.
6
Akerman, p. 6.
7
Ibíd.
19
• la restricción de que las CFC solamente pueden recibir depósitos
a plazo fijo (no en caja de ahorro o cuenta corriente).
21
debería integrarlas en mayor profundidad al sistema financiero, lo que
contribuiría a generar un sector más competitivo y de mayor alcance.
México
Entre los tres países que analizamos, México es el que tiene el sector de
microfinanzas menos desarrollado y el que históricamente ha prestado
menos atención a la regulación de las microfinanzas. La estructura
reglamentaria específica de las microfinanzas recién se está
desarrollando en este momento, a partir de una decisión de la
administración del presidente Fox de darle a las microfinanzas
considerable atención y recursos, y de la promulgación de la LACP en
2001, a los efectos de regularizar el sector de las microfinanzas. La
administración ha incluso creado una unidad para las microempresas
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dentro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y ha encomendado
al principal asesor sobre políticas de orden público del Presidente que
actúe como coordinador de las iniciativas del gobierno en materia de
microfinanzas. Estas reformas se hicieron necesarias debido a que los
programas microfinancieros del gobierno mexicano se encuentran en su
mayor parte descentralizados y no cuentan todavía con una buena
coordinación.
9
Incluyendo Compartamos, que es una SOFOL.
10
Los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA)
constituyen un programa del gobierno mexicano que actúa como entidad
financiera de segundo nivel centrada en el desarrollo rural.
23
Conforme a la nueva legislación, la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores (CNBV), que es la autoridad reguladora de la banca mexicana,
está intentando organizar a los dispares proveedores de servicios
microfinancieros (existen al menos nueve categorías institucionales
diferentes) para conformar instituciones reguladas que se conocen como
Entidades de Ahorro y Crédito Popular (EACP). Las EACP pueden ser
de propiedad de cooperativas, en cuyo caso operan como Sociedades
Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAP), o pueden ser de
propiedad de capitales privados, es decir Sociedades Financieras
Populares (SOFIPO). En términos cuantitativos, la vasta mayoría de las
instituciones corresponde a la categoría de las SOCAP, si bien el alcance
de las SOFIPO puede ser mayor.
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Tabla 4: Categorías de las EACP mexicanas (en US$)
Nivel I Nivel II Nivel III Nivel IV
Activos Más de De US$ De US$ 16,25 Más de US$
US$ 24 243.750 a millones a 91 millones
3.750 US$ 16,25 US$ 91
millones millones
Capital US$ US$ 81.250 US$ 1,625 US$ 8,12
mínimo 32.500 millones millones
25
de prudencia, manuales y otros procedimientos de supervisión11 a los
efectos de mantener la coherencia y la calidad de los controles.
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PARTE II: CREACIÓN DE UN MARCO
REGLAMENTARIO DE APOYO A LAS
MICROFINANZAS
Aprovechando la experiencia de los tres países analizados, pasemos
ahora a examinar los principales elementos de un marco de regulación y
supervisión de apoyo a las microfinanzas y los pasos que los gobiernos
deberían dar para desarrollar e implementar dicho marco. Nuestro
análisis se centra en tres principales aspectos: 1) las condiciones previas
para el desarrollo de un marco microfinanciero en términos de política
del sector financiero y la industria de las microfinanzas, 2) creación de
un marco reglamentario y capacitación de sus supervisores, y 3) normas
específicas para las instituciones microfinancieras. Las comparaciones
entre Bolivia, Colombia y México pueden servir para ilustrar muchos de
estos aspectos.
Quizás sea sorprendente que las crisis del sector bancario que han
sacudido a cada uno de los países hayan contribuido al desarrollo de la
voluntad política para encarar el tema de las microfinanzas. Estas crisis
hicieron que las autoridades se volvieran más temerosas en relación con
los riesgos que asume el sector financiero, y se podría esperar que ello
hiciera que evitaran por completo el tema de las microfinanzas. Más aún,
las autoridades reguladoras de los bancos, para quienes las microfinanzas
son un campo totalmente nuevo, generalmente creen que el sector es por
su propia naturaleza extremadamente riesgoso. Con todo, las crisis
financieras brindaron una oportunidad a las microfinanzas, porque en el
comienzo de las crisis las autoridades y los legisladores vieron la
necesidad de abrir el marco del sector financiero a reformas generales, lo
que dio cabida a las microfinanzas en la agenda de sus reformas.
30
el sector público (incluyendo como norma general a los bancos estatales)
no debe prestar directamente servicios microfinancieros a nivel
minorista.
31
servicios microfinancieros por parte de los bancos estatales13. A los
efectos del presente trabajo solamente resulta pertinente mencionar que
la abundancia de intentos fallidos en la reforma de bancos estatales
debería hacer que las autoridades lo pensaran dos veces antes de decidir
emprender ese camino.
13
Robinson, 2001.
32
promedio, pues las instituciones que deben enfrentar topes en las tasas no
otorgarán préstamos por bajos importes. Las instituciones
microfinancieras reguladas de los países con fuertes restricciones en las
tasas de interés solamente pueden atender a la capa más alta del mercado
de las microempresas.
14
Por una discusión más detallada sobre las normas de prudencia y otras normas
no vinculadas a la prudencia, ver Christen, Lyman y Rosenberg, 2003.
33
• competencia para crear eficiencia y calidad en los servicios
• crecimiento de la cobertura para que alcance a más personas
• expansión e innovación en la oferta de productos, especialmente de
servicios vinculados al ahorro
• independencia entre la industria y los subsidios públicos
• tratamiento justo para los deudores
34
servicios vinculados al ahorro y a nivel institucional para lograr un
mayor acceso a las fuentes de financiación comercial.
36
desplazamiento de la institución a un nivel de habilitación institucional
más elevado.
37
negligencia o las irregularidades de parte del directorio y los
administradores de la organización.
38
legítimamente prestatarios- sugiere que puede ser aceptable que se
otorguen algunos préstamos a partes relacionadas, pero la administración
del riesgo y las prácticas de una conducción sólida deberían apuntar a un
nivel muy inferior al 50 por ciento que se permite en la actualidad.
Muchos países (y también el Comité de Basilea) proscriben o limitan
rígidamente los préstamos a partes relacionadas, al menos en el caso de
las instituciones de propiedad de accionistas, dado que dichos préstamos
son una causa principal de quiebras de bancos.
39
requisito de capital es más bajo, la agencia de supervisión deberá
supervisar a muchas instituciones en tanto que si el capital es mayor, el
número de instituciones que se deberá supervisar será menor, y por ende
la supervisión será ciertamente más eficaz.
40
acerca de los hábitos en la toma de préstamos por parte de sus deudores.
Los gobiernos y quienes apoyan a las microfinanzas deberían dedicar
recursos al desarrollo, facilitación o mejora de las oficinas de control del
crédito, y a asegurar que incluyan a los deudores de las entidades
microfinancieras.
41
proveedores y en el futuro podrán recoger información sobre los
servicios públicos. En México operan oficinas de control del crédito
privadas, pero solamente atienden al sector formal. Estas oficinas no
incluyen a los clientes de las ONG o las asociaciones de ahorro y crédito.
44
de Nivel I y Nivel II respectivamente) con préstamos máximos más
pequeños, en tanto las instituciones de mayor tamaño están sujetas a un
límite del tres por ciento.
45
por la institución logre un equilibrio apropiado entre mitigación del
riesgo y acceso a los pobres.
46
Tanto Bolivia como México tienen niveles adaptados a las
microfinanzas. Estos comienzan elevando las previsiones para los atrasos
de uno a dos meses. La reglamentación de Colombia, que solamente
comienza a aumentar las previsiones después de los dos meses, no toma
plenamente en cuenta el perfil de riesgo de los micropréstamos.
47
BIBLIOGRAFÍA
Jansson, Tor con Mark Wenner. 1997. Financial Regulation and its
Significance for Microfinance in Latin America and the
Caribbean. Washington, D.C.: Banco Interamericano de
Desarrollo.
Rock, Rachel y Maria Otero, eds. 1997. Jugando en las Ligas Mayores:
Reglamentación y Supervisión de la Microempresa.
Monograph Series No. 11. Washington, D.C.: ACCION
International.