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*** w02 1/12 págs. 22-23 párrs.

17-18 El estudio personal nos


prepara para ser maestros ***
Satanás conoce las debilidades de la carne caída, y por ello,
sus maquinaciones son insidiosas. Una de las maneras como
propaga su influencia nociva es haciendo que la pornografía esté
más asequible que nunca a través de la televisión, Internet,
vídeos y publicaciones impresas. Algunos cristianos han permitido
que este veneno atraviese sus debilitadas defensas, lo que ha
provocado la pérdida de sus privilegios en la congregación o
incluso ha tenido repercusiones más serias (Efesios 4:17-19).
¿Cuál es el antídoto para el veneno espiritual del Diablo?
No descuidar el estudio personal y constante de la Biblia, las
reuniones cristianas y la armadura completa que proviene de
Dios. Todos estos elementos juntos nos proporcionan la
capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo y de odiar lo que
Dios odia (Salmo 97:10; Romanos 12:9).
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Si mantenemos buenos hábitos de estudio de la Biblia,
no solo tendremos la robusta defensa que nos proporciona el
conocimiento exacto de la Palabra de Dios, sino, además, la
capacidad de una buena ofensiva mediante “la espada del
espíritu, es decir, la palabra de Dios”, la cual es “más aguda que
toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y
espíritu, y entre coyunturas y su tuétano, y puede discernir
pensamientos e intenciones del corazón” (Efesios 6:17; Hebreos
4:12). Si nos hacemos hábiles en el manejo de dicha “espada”,
cuando afrontemos tentaciones no nos engañará lo que tal vez
parezca inofensivo, o hasta atrayente, sino que descubriremos
que es una trampa mortal de Satanás. El conocimiento y
entendimiento bíblico almacenado nos impelerá a rechazar lo que
es malo y a hacer lo que es bueno. Por tanto, todos hemos de
preguntarnos: “¿Está mi espada afilada o embotada? ¿Me cuesta
recordar textos bíblicos que puedan reforzar mi ofensiva?”.
Mantengamos buenos hábitos de estudio personal y resistamos al
Diablo (Efesios 4:22-24).

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