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ARMAS DE GUERRA E INTERCESION

Hay dos cosas que Satanás tratará de sacar de nuestras vidas: la oración y
la Palabra.

Si nos quita la oración perderemos la relación con Dios y su poder. Y si nos


quita la Palabra quedaremos fácilmente expuestos a sus engaños y
mentiras. Dile a Dios: “Alumbra mi mente y aclara mis pensamientos con
tu Palabra. Líbrame de todo engaño y mentira”.

¡Vence con la Palabra las mentiras del diablo!

Jeremías compara a la Palabra con fuego. El fuego consume y quema, pero


también purifica. El oro es purificado con fuego. Sus impurezas son
quemadas a altas temperaturas y el oro derretido queda puro y por lo
tanto incrementa su valor. Sin fuego no valdría lo que vale. La Palabra es el
fuego usado por Dios para aumentar el valor de nuestras vidas. Nos señala
lo que está mal, nos muestra lo que Dios quiere, nos revela las decisiones
que tenemos que tomar. Y cuando respondemos a ella con fe y obediencia
somos purificados. ¡No nos gusta ser quemados, pero lo necesitamos!
Introducción:
«Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros
por un tiempo en su luz”. Juan 5:35

Nuestro Señor Jesús al hablar de Juan el bautista le recuerda como una


antorcha con dos características muy especiales que son:

1. Ardía
2. Alumbraba

Es interesante saber y conocer estas dos características y examinarnos


como creyentes si las dos se cumplen en nosotros; claro está que para que
se cumplan primero debemos ser antorchas.

Para entender éste principio tenemos que remontarnos hasta el Génesis;


cuando nuestro creador pacta con Abraham en el desierto y en su visión
Abraham ve como una antorcha encendida pasa entre los animales
muertos.

Génesis 15:17

Y sucedió que, puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando,


y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.
El horno y la antorcha representan la presencia de Dios, el cual se
compromete, con juramento, a mantener la promesa hecha a Abraham.

Un horno humeante, y una antorcha de fuego: Una figura del lenguaje, una
frase en la que un sustantivo modifica al otro, de manera que no dos, sino
un solo fuego ardiente, el propio Shekiná, pasaba por entre los animales
divididos.

La cualidad de la antorcha como cualquier otra luz es que solo se encienden


cuando está oscuro es decir para iluminar el lugar sobre el cual está. Un
cristiano antorcha es un cristiano que en los malos momentos de los demás,
no llega a ser tropiezo sino a hacer ayuda. Es una persona que en los
momentos difíciles es lo que llama la Biblia que posee domino propio y
templanza.

Segunda de Timoteo 1:7

Arder (Mateo 3 ss. Lucas 24:32)


Dicho de alguna parte del cuerpo: Experimentar ardor. Estar muy agitado
por una pasión o un movimiento del ánimo. Arder DE, o EN, amor, odio, ira

El decir que Juan ardía define su carácter como cristiano; un predicador que
ardía como mensajero de Dios.

La antorcha estaba encendida pero no era suficiente, tenía que iluminar,


tenía que alumbrar a los que a él se acercaran.

Juan 18:1-3

Podemos contemplar la diferencia de adoradores cuando vemos que la


misma luz que recibió Juan, recibió Judas; pero la gran diferencia es que
solo Juan el bautista iluminaba, alumbraba a los demás mostrándole el
camino de la salvación que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Usted puede arder de diferentes maneras; por celos o envidias (Santiago


4:2)
Alumbrar (Mateo 5:16 – Juan 1:6-9)
“Llenar de luz y claridad”.

El Evangelio de Juan recoge varios testimonios sobre Cristo, mostrando que


la fe en él está basada en la evidencia. El testimonio de Juan el Bautista, así
como otras evidencias, hace inexcusable el rechazo de Jesús por parte del
mundo. La frase venía a este mundo (v. 9) se refiere a Cristo, no a todo
hombre. Con su venida, él se ha convertido en la luz verdadera para
aquellos que creen; además, él también es esa Luz que, en sentido general,
alumbra la conciencia humana y hace de esa manera responsable a toda la
humanidad ante Dios (Romanos 1:19-20).

Las Escrituras hacen una alta referencia de aquel que se preocupa de ser
luz; tanto así que en el libro de Daniel hay una declaración y sobre todo la
revelación de ¿cómo ser luz?

Daniel 12:3

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