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Sinopsis: Eres mi religión.

Es el año 1939, en Berlín, Alemania. El señor Styles ha recibido un nuevo


cargo importante, ha pasado a ser general. La 2da guerra mundial está
comenzando y Hitler comienza con su plan anti judíos. La familia Styles
debe mudarse a Auschwitz (Polonia) para que el señor Styles pueda
hacerse mejor cargo del nuevo campo de concentración que abrirían.
La familia está conformada por el señor y la señora Styles y su hijo Harry.
Harry es un joven de 16 años con las mismas ideas de su padre: los judíos
no son personas reales.
Es un joven grosero y prepotente, que no se preocupa por el bien de los
demás, sólo por el suyo.
No tiene idea de lo que es ganarse algo o luchar por algo, porque sus
padres siempre le facilitaron todo.
-------
Por otro lado la familia Tomlinson la pasa muy mal por la guerra, son una
familia judía de muy buena posición económica, el abuelo de Louis era un
fuerte empresario de café.
Louis es un joven de 19 años recién egresado a la carrera de mecánica
automotriz, generoso y muy responsable con su familia.
Su vida se rompe cuando los obligan a irse a un campo de concentración,
que es el lugar a donde se llevan a todos los judíos durante la guerra.
Ahí los soldados nazis los maltratan y los obligan a hacer trabajos
excesivamente pesados para poder sobrevivir.
---------
Harry y su familia se acaban de cambiar de casa y su vida da un giro de 180
grados, ahora viven en el campo y Harry no tiene a nadie con quien hablar o
divertirse (ya que en la ciudad él tenía muchos amigos y una novia)
Su padre al ver que su "tesoro" no tiene nada con que divertirse, decide
comprarle 2 motocicletas descompuestas para que el arreglé durante sus
días. El problema se da cuando Harry no tiene ni la menor idea de cómo
repararlas ya que es un inepto bueno para nada. Su padre decide
"regalarle" un judío que sepa de mecánica para que lo ayude.
A Harry se le presentan aproximadamente 25 judíos que saben de
mecánica, todos son hombres mayores y desagradables... Y entonces lo
ve... Y no puede hacer nada contra lo que siente... Le atrae demasiado esos
ojos azules y esa mirada, además que el joven tenía muy buen físico y era
el menos viejo de todos. Decide que ese será su nuevo "esclavo" y claro su
papá lo acepta con gusto.
Louis tenía que obedecer a Harry en todo lo que él le pidiera si es que
quería sobrevivir. Los nazis mataban con cualquier error.
El problema se da cuando ambos comienzan a pasar mucho tiempo juntos
y... Comienzan a sentirse excesivamente atraídos el uno por el otro.
Intentado no caer en la gran tentación de querer probar al otro.
Nadie decide a quien amar.

-Escapa conmigo.- dijo el pequeño rogándole a su amado.


-¿Estás loco? ¿De qué viviríamos?- Louis era más realista, sabía que no
sería fácil.
-¡De amor! Escapa conmigo ahora.- dijo convenciéndolo de tomar el riesgo.

Una historia de amor llena de prejuicios y obstáculos, obstáculos que sólo el


amor puede vencer. Eres Mi Religión.
CAPITULO 1
Era el año de 1939, Gerad Styles acababa de recibir un nuevo cargo como
general de una zona nazi.
Harry se encontraba en su nueva habitación, observando todo
detenidamente e intentando adivinar qué es lo que haría todo ese tiempo
ahí.
-¿Quieres que te ayudé a desempacar mi niño?- pregunto Sofía, una mujer
de edad avanzada que era como la madre de Harry, ella había sido su
niñera desde que él estaba muy pequeño y Harry la quería mucho.
-por favor Sofy.- le dedico una sonrisa y continúo observando la habitación.
-¿No te gusta?- pregunto Sofía mientras sacaba la ropa de las maletas y las
acomodaba en un cajón.
Harry se acercó a la ventana que estaba en la habitación.
- Pues... Es muy bonito.- dijo mirando atreves de ella- Pero... Nadie vive por
aquí, ¿¡Que haré el tiempo que estemos aquí!?
- Pues puedes leer, tú nunca lees o también puedes... Explorar o algo así.
- En primera a mí no me gusta leer y en segunda ya no soy un niño... Ya no
me gusta explorar Sofy.- dijo quejándose y aventándose a la cama.
Ella sólo río en silencio y continúo con su trabajo.
Harry estaba a punto de decir algo cuando su madre apareció entrando a la
habitación.
- Harry tu padre quiere verte en su despacho.- mencionó la señora Styles,
Anne Styles.
- Claro mamá.- dijo levantándose y caminando hacia donde se encontraba
su padre.
Durante el camino siguió observando la casa.
Era una casa grande, un poco vieja pero muy hermosa. Tenía un aspecto
aterrador y Harry temía por el miedo que sentiría en la noche.
Llego hasta donde se encontraba su padre.
La puerta estaba entreabierta y se podía escuchar la conversación que su
padre tenía con alguien.
- Entonces tenemos 3000 nuevos judíos, ¿ya los registraron a todos?-
preguntó la voz grave de su padre.
- Si señor, el fin de semana pasado que los reclutamos los registramos a
todos.
- Muy bien, necesito que me mandes a alguien para que limpie aquí. De
preferencia alguna mujer seria y que sirva para esto.
- Esta bien señor.
- Papá... ¿Me necesitabas?- preguntó Harry entrando al despacho.
- Hijo, ¡qué bueno que vienes! Necesito hablar contigo siéntate.- le indicó.
- Así que 3000 nuevos judíos eh...- dijo sonriendo mientras se sentaba.
-Si hijo, parecen plaga, salen hasta por debajo de las rocas.
- Bueno pero al menos debe haber una cuántas judías que estén buenas
¿no?- pregunto mirando al soldado con el que su padre hablaba. –A ver
cuando me mandas unas para divertirme un poco.- comenzó a reír.
- ¡Harry! ¡No digas tonterías! Ellos no son humanos, no puedes ensuciarte
metiéndote con una judía.- dijo su padre hablando serio.
- Pues sí papá pero para algo deben de servir - dijo haciendo que los tres
hombres presentes soltaran una carcajada. -No papá, ya hablando en
serio.- limpió las lágrimas de risa que le habían salido. - ¡Necesito algo que
hacer! Si me quedo todo el día aquí me volveré un obeso ocioso.
Su papa pensó unos segundos.
- Tengo una idea, y así podrás tener un judío a tu disposición si es lo que
quieres. -dijo con una sonrisa de maldad.
- Muy bien, te escucho. -mencionó Harry poniendo mucha atención a las
palabras de su padre.

--------------

- ¡CAMINEN!- gritaba un soldado nazi ordenándole a todos que volvieran a


sus habitaciones.
La semana pasada Louis había presenciado como mataban a golpes a un
hombre que se molestó porque un soldado lo empujó. Él no podía quejarse
de nada si quería sobrevivir, la única razón por la cual quería vivir era por
sus hermanas y su madre, que ya habían sido reclutadas también.
En ese lugar los trataban peor que a los animales, los obligaban a hacer
trabajos pesados, los molían a golpes por cualquier error y les daban de
comer una vez al día un pequeño pedazo de pan.
Tenían separados a los hombres y a las mujeres, esa era la razón por la
cual Louis no sabía nada de su familia.
Por fin llegó al lugar donde dormían (estaba tan mal que ni siquiera se le
podía llamar habitación) era un cuarto con muchas literas, sin colchón o
cobijas, era una simple tabla en donde se podía recostar, pero después del
largo día de intenso trabajo, Louis la sentía como el cielo.
Él había perdido todo gracias a la guerra, antes de ser reclutado estudiaba,
tenía una hermosa residencia en Berlín, Alemania.
Tenía amigos, tenía amor, tenía comida diaria. Y lo más importante de todo,
era feliz.
Se recostó en su "cama" y descansó la espalda que sentía que se le iba a
deshacer del dolor.
- ¡TOMLINSON!, ¡CARLO! ¡Acompáñenme!- gritó exigiendo un soldado
nazi.
Louis se sorprendió, él nunca había dado problemas, le parecía muy
extraño que lo llamarán.
Se puso de pie y caminó hacia la puerta, todos los miraban con pena, y se
escuchaban sollozos.
- Los van a matar.
- Seguro estos no vuelven.
Louis paso saliva y continúo caminando detrás del soldado.
- ¿Para qué crees que nos necesiten?- preguntó Carlo nervioso.
- No lo sé... No ha de ser nada importante, no te preocupes.- dijo intentando
de no entrar en pánico.
Llegaron hasta una habitación completamente vacía, en ella se encontraban
aproximadamente 20 hombres más, todos se veían preocupados esperando
la respuesta.
Todos se formaron en línea en posición de firmes.
Entonces entró el general acompañado por tres soldados más y su hijo,
Harry.
Todos se quedaron en silencio, nadie hablaba ni se atrevía a hacer el menor
sonido posible.
- Verán.- habló uno de los soldados.- Ustedes están aquí porque hemos
revisado su expediente y descubrimos que tienen habilidades para la
mecánica, ¿Cierto?- preguntó.
- Cierto.- respondieron todos en unísono.
-Pues uno de ustedes será el gran afortunado de servir para el comandante
y su familia... Estará todo el día en la casa del comandante y por las noches
regresará aquí a dormir.
La cara de los reclutados se llenó de esperanza, todo era mejor a estar en
ese horrible campo de concentración.
Sin embargo Louis no reaccionó igual, él no quería estar fuera de ahí, él
necesitaba encontrar a su familia y afuera nunca lo lograría.
- Papá...- susurró Harry. -cuando dije que quería un esclavo judío, ¡no me
refería a esto! Yo quería una mujer...- mencionó enojado.
Su padre y los soldados se controlaron la risa.
- Les presentó a mi hijo.- habló el general Styles - ustedes servirán para él,
tendrán que hacer todo lo que él les pida, ayudarlo enseñándole sus
conocimientos sobre mecánica, así que si alguien no quiere este trabajo, dé
un paso al frente. - dijo en broma, era obvio que todos matarían por ese
trabajo.
Louis dio un paso al frente haciendo que todos se sorprendieran.
Fue ahí cuando Harry lo vio por primera vez, tenía el cabello alborotado y
vestía el uniforme rayado por obligación.
Estaba sucio y su ropa rota, pero aun así se veía extremadamente atractivo.
- ¿Estás jugando conmigo?- preguntó en señor Styles al ver que Louis no
aceptaría el trabajo.
- No señor.- dijo serio.
El general comenzó a reír haciendo que los demás soldados también lo
hicieran.
-Judíos tan tontos, uno que trata de ayudarlos y te desprecian, como se
nota que no piensan. - continuó riendo.
- Señor... Yo no quiero servir para su hijo, yo prefiero quedarme aquí.-
mencionó Louis mirándolo a los ojos.
El señor Styles se sintió humillado por la actitud del chico e intentó golearlo
con su pistola.
-¡No papá!- mencionó Harry deteniéndolo.- lo quiero a él, él será quien
trabaje para mi.- dijo acercándose a Louis, lo suficiente para intimidarlo.
-quiera o no.- mencionó con una sonrisa malévola.
- Muy bien hijo, tú lo pides, tú lo tienes.- comenzó a reír de nuevo y se
acercó a sus soldados para darles las últimas indicaciones en voz baja.
- entonces...- dijo Harry acercándose más a Louis. -vuelve a decir que no
serás mi esclavo, a ver si no te matan aquí mismo.- dijo con una mirada
desafiante.
Louis se quedó en silencio, sabía que si hacia algo mal podría arruinarlo
todo, y el esfuerzo que llevaba haciendo por sobrevivir se iría a la basura.
Harry dejó salir una risita burlona.
- Maldito judío de mierda.- dijo caminando hacia su padre.
Louis cerró los ojos al notar en el problema en el que se había metido,
ahora tendría que trabajar para un niñito caprichoso y su asquerosa familia
nazi.
Por otro lado Harry se sentía raro, no podría creer lo que le estaba pasando,
se sentía extremadamente atraído por ese joven, pero nunca le importo que
Louis fuera un hombre, él ya había tenido a sus cortos 16 años de edad,
sexo con muchas mujeres, pero siempre tuvo curiosidad por probar a un
hombre, Harry era de las personas que no le importaba un carajo nada, algo
en Louis le excitaba demasiado. Definitivamente ya había encontrado su
diversión.
CAPITULO 2
Al día siguiente en la mañana Harry se arregló desde muy temprano, tenía
muchas ansias por ver a su nuevo esclavo.
- Mi niño tu padre me ha avisado que tu pedido ya está en el patio trasero, y
que "la persona" llegara a las 8:30. -mencionó Sofía mientras tendía la
cama de Harry.
- Bien.- comento arreglando los últimos detalles de su cabello y mirando el
reloj, eran las 8:25. -¿Podrías llevarme el desayuno al patio por favor? -
salió del cuarto y bajó para encontrarse con dos motocicletas, estaban
viejas y oxidadas, pero a él le alegró porque así pasaría más tiempo con su
esclavo.
Se sentó a un lado de ellas y comenzó a examinarlas, no tenía no una puta
idea de cómo arreglarlas.
Paso el tiempo y pronto ya eran más 8:45 y no había llegado nadie.
Se hicieron las nueve y entraron dos soldados aventando a Louis para que
caminara.
Harry se puso de pie y caminó hasta ellos.
-¿qué les pasa?- preguntó enojado -¡Llevo 30 minutos aquí esperando!
¿Saben lo que mi padre les puede hacer si se entera de esto?- a Harry le
gustaba sentir el poder sobre las personas, así que lo ponía claro cada que
podía.
- Perdón señor, es que esto nos ha dado problemas, no quería venir.-dijo un
soldado refiriéndose a Louis.
Harry observó a Louis, que estaba con mirada en el suelo.
- Muy bien, tienen suerte que por ahora no le diré a mi padre, ¡retírense!-
indicó fingiendo enojo, la verdad es que esa situación le divertía mucho.
Los soldados asintieron con la cabeza y salieron de la casa.
Louis se quedó en silencio y Harry comenzó a caminar alrededor de él,
observándolo detenidamente. Realmente era hermoso.
-¿Puedo comenzar?- preguntó Louis señalando las motocicletas.
- Comienza claro, me encantaría.- dijo Harry colocándose enfrente de él y
elevando los brazos.
Louis lo miró extrañado y se agachó para poder observar las motocicletas
de cerca.
Harry comenzó a reír.
Louis comenzó a trabajar en silencio, estaba muy concentrado y Harry solo
lo veía atento.
- ¿Puedo pasar?- pregunto Sofía antes de entrar al patio con una charola
con el desayuno de Harry.
El patio en donde estaban era como un garaje, era cerrado y para entrar
tenían que abrir una puerta.
- Claro Sofy pasa.- mencionó Harry levantándose para quitarle la charola
con comida.
- Gracias mi niño.- dijo y se retiró del lugar.
Harry se sentó a un costado de Louis y comenzó a comer, seguía atento en
lo que Louis hacía.
Él se tensó mucho y dejo de moverse.
-¿Qué pasa? ¡Sigue!- ordenó Harry con la boca llena de comida.
Louis tragó saliva y continúo con su trabajo.
Mientras Harry comía con la boca abierta y bebía jugó sin haber pasado la
comida.
Louis cerró los ojos y se recargó en la moto.
-¿qué pasa? ¿Te sientes bien?
-Si.- Louis habló muy bajo apenas abriendo la boca. - Mira lo que tienes que
hacer aquí para reparar esta parte es mover esta tuerca hasta que truene,
así podremos reponerla con otra nueva.- el trabajo de Louis era enseñar a
Harry, así que tenía que actuar como un maestro con él.
Harry se acercó a la moto y comenzó a hacer lo que Louis le ordenaba.
Paró unos segundos y le dio otra mordida a su desayuno, un trozo de
mermelada resbalo por fuera de su boca.
Al intentar limpiarse la cara notó como Louis lo veía demasiado, haciéndolo
sentir incómodo.
Limpió su boca e intentó seguir con su trabajo, pero no lo logro por sentir la
mirada de Louis encima.
- ¡Puedes dejar de hacer eso!- exclamó molesto.
Louis reacciono de sus pensamientos.
-¿Hacer qué?- preguntó hablando muy bajo.
- Mirarme de esa manera, es muy incómodo.
-Perdón.- susurró Louis bajando la mirada.
Harry lo observó, llevaba el cabello crispado por el polvo, la ropa muy sucia
y rota, los labios resecos y los ojos muy rojos con unas ojeras enormes.
Aun así ese chico le seguía pareciendo extremamente sexy. Y eso llegaba a
incomodarlo.
Notó la mucha comida que tenía en su plato, seguro ni la mitad se comería.
-¿Tienes hambre?- preguntó Harry.
-¿Perdón?- Louis no podía creer lo que escuchaba, ningún nazi había
intentado ayudarlo.
-¿Que si tienes hambre? Yo ya he terminado con esto y creí que tú lo
querrías...- mencionó Harry acercándole la charola.
Louis lo miró con los ojos muy abiertos y acercó su mano dudando a la
charola para tomar una pieza de pan.
-Vamos tómala.- dijo Harry atento a cada uno de los movimientos de ese
chico.
Louis tomó el pan y comenzó a comerlo con desespero, haciendo que
trozos de comida saltaran de su boca. Harry se sentía raro al ver esa
imagen, sabía que ese chico se estaba muriendo de hambre y aun así no
eliminaba sus pensamientos pervertidos "oh dios, si tan sólo me la comiera
a mi así"
Miraba a Louis maravillado hasta que él sintió su mirada y paró.
-Woah... Tenías hambre.- sonrió.
Louis bajó la mirada avergonzado.
-Soy Harry.- mencionó el menor extendiendo su mano.
-Soy Louis.- Louis la tomó, se presentaron formalmente.

CAPITULO 3.

Narra Harry.

-¿cómo te fue con las motos hijo?- preguntó el señor Styles durante la cena.

Estaban en el gran comedor de la hermosa residencia, con ellos los


acompañaban algunos colegas de su padre, su madre y su abuelo.

Harry lo pensó por un tiempo, Louis le había caído muy bien, de hecho le
había parecido muy tierno. Era raro, a Harry no le parecía nadie tierno, sólo
se fijaba en el cuerpo, pero esta vez era diferente.

-bien, Louis es muy bueno en la mecánica.- mencionó tomando un sorbo de


su copa de vino.

Todos se quedaron en silencio atentos a las palabras de Harry.

-¿Louis?- preguntó su padre dejando de comer -¿tan rápido le has puesto


nombre a tu mascota?- dijo provocando una risa en todas las personas que
se encontraban con ellos.

-si.- mencionó cortante.

A Harry comenzaba a incomodarle demasiado que hablaran de Louis. Pero


su padre tenía razón, Louis sólo podría ser su mascota, así que tenía que
sacar los comentarios negativos de su cabeza.
Lo siguiente de la charla estuvieron hablando sobre la situación de la
guerra, algo que a Harry le interesaba mucho pero esta vez no puso
atención.

Estaba tan perdido pensando en los ojos de Louis y en la manera que había
devorado la comida, que se estremecía.

Sin darse cuenta de que un sirviente le servía más vino en su copa, movió
su cabeza provocando que todo el vino cayera encima de él.

Se puso de pie rápidamente y comenzó a limpiarse.

-perdón señor, perdón ha sido mi culpa perdón.- rogaba el sirviente


intentando limpiarlo con una servilleta de tela.

-¡imbécil! ¡Obviamente ha sido tu culpa!- mencionó Harry aventando al


hombre lejos de él.

-¡estúpido!- gritó uno de los soldados acercándose al hombre y sacándolo


a la fuerza de la habitación.

Harry continuó limpiando su ropa y todo se quedó en silencio.

Se comenzó a escuchar golpes y llantos que le provocaba el soldado al


hombre.

La señora Styles tapó sus odios con las palmas de su mano y cerró los ojos
para no presenciar esa situación.
-lo que están haciendo tu padre y sus hombres es historia, Harry.- habló el
abuelo rompiendo el silencio. -es historia aún no escrita, tu padre estará en
los grandes libros de la historia por haber defendido al mundo de esa plaga
de bichos que son los judíos.

El abuelo tenía razón, su padre era muy valiente al enfrentarse a su trabajo,


él estaba defendiendo a Alemania, y Harry no se tenía que preocupar por el
trato que les dieran a los judíos.

-------------------

A la mañana siguiente se repitió la historia, desde muy temprano Harry


estaba esperando a Louis en el garaje ansioso.

Esta vez sí llegó puntual.

-gracias.- comentó Harry a los hombres que habían llevado a Louis.

Ese día Louis no se veía tan cansado, se veía limpio y recién afeitado, su
ropa no estaba sucia y su cabello estaba sedoso y peinado.

Louis se quedó en silencio en espera de las indicaciones de Harry mientras


él solo lo veía.

-¿y tú no hablas, o qué?- preguntó Harry alejándose de él para ir hacia las


motocicletas.
-estoy esperando sus órdenes, señor.- mencionó Louis provocando una risa
en Harry.

-¿ahora me respetas? Y no me digas señor, que aquí el viejo eres tú,


¿cuántos años tienes?- preguntó tendiéndole una herramienta para que
comenzara a trabajar.

Louis se acercó y se hincó a un lado de Harry para comenzar con las


motocicletas.

-23 señor... ¡Digo, niño!- dijo rápidamente.

Esta vez los dos comenzaron a reír.

-tampoco soy un niño, tengo 16.- mencionó el menor aun riendo.

-de donde yo vengo a esa edad siguen siendo unos niños.- comentó Louis
atento en su trabajo sin mirar a Harry.

-según yo sé, en los campos de concentración a partir de los 15 te


consideran un hombre.- dijo Harry pero al instante reaccionó de lo pesada
que había sido su broma.- lo siento, no quise decir eso.

Louis lo miró confundido, un nazi pidiendo perdón a un judío, que situación


tan extraña. -no hay problema.- continuó con su trabajo en silencio. Harry
continuó observando a Louis y no a lo que hacía. –de hecho no nací en un
campo de concentración, nací en Berlín.

Harry sonrió al escuchar su voz de nuevo, definitivamente le encantaba


escucharlo hablar.
-¡yo también soy de Berlín! ¿En qué colegio estudiabas antes de esto?-
preguntó emocionado refiriéndose a la guerra.

Louis soltó una carcajada y luego miró a Harry. -a los 22 años no estudias
en los colegios.- dijo sonriéndole.

Harry intentó devolverle la sonrisa para que no se diera cuenta de su


nerviosismo.

-cie...cierto.- balbuceó.

Louis lo miró divertido y se acercó a la caja de herramientas.

-eres un buen hombre Harry... De 16 años... Pero hombre.- mencionó


haciendo que Harry soltara una sonrisa.

Louis también lo era, su padre le había dicho unos años atrás que si
encontraba un sólo judío bueno sería el mejor explorador del mundo,
definitivamente él era el mejor explorador del mundo.

¿Qué pasaría si su padre se enteraba de esa situación? Definitivamente los


mataría.

Pero era algo que quería intentar, quería tomar ese riesgo.
CAPITULO 4

Eran las 9 de la mañana y Harry esperaba ansioso la llegada de Louis,


desde que Louis había llegado a su vida se pasaba esperando el tiempo de
sus lecciones de mecánica.

Su cuerpo se había convertido en un reto para Harry.

Cada vez se ponía más ansioso, movía los pies de arriba a abajo.

Él había decidido que ese día se le insinuaría a Louis para ver qué tan difícil
la tenía.

La puerta se abrió haciendo que Harry diera un brinquito de la silla para


recibir a Louis. Parecía una niñita enamorada.

-¿Papá? ¿Qué haces aquí?- preguntó Harry confundido, su padre nunca


estaba en casa a esa hora.

-Eh si hola hijo yo también me alegro de verte.- mencionó el padre entrando


a la habitación y buscando algo con los ojos -¿Y el judío?

-No lo sé, no tarda en llegar.- mencionó Harry algo nervioso porque su


padre estuviera buscando a Louis.

Antes de que el señor Styles pudiera decir algo más, entró Louis junto con
un soldado por la puerta.
- Gracias.- comentó Harry haciéndole una seña al hombre que se
encargaba de llevar a Louis.

- Buenos días.- mencionó Louis mirando al señor Styles.

El padre de Harry se sentó en una silla sin decir nada.

Harry esperó alguna palabra de su padre, pero él sólo lo veía con una
sonrisa.

-¿Y bien...?- preguntó Harry.

-¿Y bien qué? ¡Comiencen!- indicó señalando las motos.

Louis se movió muy rápido y comenzó a trabajar.

Intercambió una mirada con Harry, provocándole una sonrisa.

-Muy bien joven, lo que trabajaremos hoy serán los frenos...- Louis comenzó
a hablar sobre la mecánica.

Harry intento prestar atención a sus palabras para que su padre no


sospechara nada, pero simplemente no podía.

Todo el tiempo se pasó observando la boca de Louis y olvidándose de que


su padre estaba ahí, mencionó.

-No puedes ser real... Eres hermoso...- susurró haciendo que Louis tirara
todas las herramientas que tenía en sus manos al escuchar eso y lo mirara
con los ojos muy abiertos. Rápidamente Harry reaccionó de lo que había
dicho. -La mecánica es hermosa… ¿no crees padre?- preguntó intentando
hacer que su anterior comentario fuera interpretado de otra manera.

Su padre lo miró confundido.

-¿Hermosa? Hermosas son un par de tetas, así que continúa.- Harry lo miró
con cierta repugnancia y continúo "con su clase"

Después de eso Louis permaneció muy tenso y evitaba la mirada de Harry


lo más posible hasta que la clase de dio por concluida.

- Muy bien joven, espero haberle sido de ayuda, creo que paso a retirarme.-
mencionó Louis con gran respeto.

Harry asintió e iba a llamar a un soldado para que acompañara a Louis de


regreso al campo, pero su padre se lo impido.

-No, no, no, aquí el que indica a qué hora te vas soy yo, o que ¿Piensas que
nos estás haciendo un favor?- preguntó el padre con gran autoridad,
mirando a Louis desafiante.

-No, perdón señor pero es que pensé que...- mencionó Louis pero fue
interrumpido por el comandante.

-Pues no pienses, los judíos no piensan.- dijo el padre y Louis bajó la


mirada.

-Papá, Louis ya puede irse, ya hemos terminado.- salió a la defensiva Harry.


-Tú ya has terminado, pero yo no.

Harry se preocupó al escuchar eso, si su padre quería a Louis seguramente


no sería para algo bueno.

-A partir de ahora ya no te iras de aquí.- mencionó el general haciendo que


ambos lo miraran confundidos.- en las mañanas ayudarás a mi hijo con la
mecánica y en la tarde servirás en la casa como sirviente.- su padre miró a
Harry.- necesitamos uno nuevo, ya que él de ayer no resistió el pequeño
castigo que le dimos.- mencionó riendo.

Harry tragó saliva al escuchar eso.

Por una parte le alegraba, pero por otra temía por la seguridad de Louis con
su padre cerca.

-Pero señor yo no puedo hacer eso.- dijo Louis preocupado.

-Es que no te estoy preguntando, he dicho que servirás para mi familia


quieras o no...- se acercó a Louis y sacó su arma del bolsillo.- o te vas a
negar.- comento amenazándolo.

Louis cerró los ojos al sentir el arma recargada en su cintura.

-No señor, será un placer servirle a su familia.- susurró sin remedio.

-Bien.- comentó y guardó el arma. -que tengas buen día hijo, tengo cosas
que hacer.- dijo mientras salía del garaje cerrando la puerta. Harry se quedó
en silencio esperando a Louis.
Louis comenzó a guardar las herramientas, muy fuerte, haciendo notorio su
enfado.

-¿En serio es tan malo trabajar aquí?- preguntó Harry acercándose para
ayudar a Louis.

-Déjalo, puedes lastimarte, deja que lo haga yo, que igual y al cabo no
siento porque no soy persona.- comentó quitándole las cosas a Harry de las
manos y guardándolas él.

-Louis... Yo no he sido él que te ha obligado a quedarte aquí.

-¡Si, pero tú eres uno de ellos Harry! ¡No intentes ser bueno! ¡Porque no lo
eres! ¡No intentes ser mi amigo! ¡Porque no lo eres! ¡Sólo déjame hacer mi
maldito trabajo en paz!- gritó enojado y cargando la caja pero tropezó
haciendo que todo cayera de nuevo al suelo. Harry insistió y comenzó a
ayudarlo de nuevo. -No debemos ser amigos Harry...- susurró Louis
haciendo que Harry lo mirara atontado directamente a los ojos.

-¿Por qué?

-Porque debemos ser enemigos.

Louis se levantó del piso y colocó la caja sobre una barra.

Harry se acercó por detrás hacia él y susurró en su oído.

- ¿Es mi presencia la que te molesta? ¿No quieres estar aquí porque yo lo


estoy?- preguntó hablando bajo.
Louis se alejó rápidamente de él al sentirlo tan cerca.

-No, no es eso... De hecho estar contigo me hace bien.- mencionó pero al


instante se dio cuenta que sus palabras no habían sido las indicadas. -me
refiero a estar aquí y no en el campo de concentración... Todo es mejor que
estar ahí.

Harry se acercó, esta vez dejando buena distancia entre ellos.

-Entonces ¿porque te opusiste hace rato…?

-Por...- bajó la mirada.- Por mi familia, no puedo estar yo aquí, viviendo


mejor que ellas, ellas puede que estén sufriendo demasiado, simplemente
no puedo quedarme aquí sin hacer nada.- miró a Harry con los ojos
cristalizados.

Louis en serio se preocupaba mucho por su madre y hermanas, él había


perdido a su padre desde muy pequeño y siempre había tenido que ver por
ellas.

-No te preocupes, yo te llevare mañana mismo con ellas para que te


asegures que están bien.- mencionó Harry acercándose a Louis.

-¿En serio?- preguntó emocionado.

-Te lo juro, a mí me dejan entrar y salir de ahí las veces que quiera,
encontraremos a tu familia y te asegurarás de que están bien. -dijo y Louis
lo rodeó con sus brazos acercándolo a él y recargando su cabeza en el
hombro del rizado.

-Gracias Harry, ¡en serio gracias!- comentó mirándolo muy emocionado.


Harry reaccionó y le devolvió el abrazo rodeándolo por la cintura, respirando
su adorable olor.

-De nada Louis- Listo, pasemos. - comentó sonriendo.

Comenzaron a caminar dentro del campo y Louis notó como había cuerpos
sin vida en algunos rincones de aquel lugar.

Luego miró a Harry, que caminaba como si nada, definitivamente él tenía


que estar acostumbrado a eso, él era uno de ellos de igual manera.

- ¿Cómo es que has conseguido esto?- preguntó Louis refiriéndose a que


los hayan dejado entrar a esas horas de la noche.

-He cobrado algunos favores.- mencionó Harry para luego mirarlo con una
gran sonrisa.

No podía evitar sonreír estando con Louis.

-Ser el hijo del comandante te da muchos beneficios, ¿verdad?

-Sí, demasiados, tanto para hacer realidad esto...- dijo Harry parando en
una de las oficinas principales e indicando a Louis que pasara.

Louis lo miró extrañado y luego entró al lugar.

En cuanto se adentró a la oficina sintió unos brazos estrujarlo hacia ellos.


Todas sus hermanas y su madre se encontraban ahí.

Louis les dio un fuerte abrazo a todas al mismo tiempo.

Temblaba de la emoción y ellas lloraban al verlo.

Harry sonrió al ver aquella imagen, era hermoso ver como las personas no
perdían la fe, aunque estuvieran sufriendo mucho.

Le alegraba demasiado ser él quien le había ayudado a conseguir esa


felicidad para Louis.

Él se separó del abrazo y limpio unas lágrimas que salían por sus ojos.

-¿Cómo están?- preguntó Louis a su madre.

-Pues, se podría decir que bien, hemos tenido suerte, eso es todo.-susurró
la mujer que se veía realmente cansada.

-Fizzy y yo tenemos buenos trabajos, nos encargamos de separar las


pertenencias de las personas de recién ingreso, no es tan pesado como el
trabajo de mamá…- mencionó una joven de aproximadamente 15 años.

Louis miró a su madre extrañado. -¿Qué es lo que te ponen a hacer,


madre?- preguntó muy preocupado.

-No es importante Louis... Déjalo...- susurró su madre mirando al suelo.

-¿Que es mamá?- casi gritó alterado.


- Tengo que llevar todos los cuerpos muertos hacia unos hornos donde los
incineran...- mencionó la mujer aun mirando al suelo.

Louis intento calmar su rabia al escuchar eso, pero no pudo controlarse.

-¡Estúpidos nazis!- gritó enojado.

Harry sólo bajó la mirada al escuchar eso. Él pensó que Louis tenía razón...
Eran unos malditos al poner hacer eso a las señoras. No había derecho.

-Joven, la revisión de media noche está por comenzar, necesitan salir de


aquí ya.- comentó un soldado que ayudaba a Harry.

Al escuchar eso Louis le dio un beso a cada una en la frente y antes de


salir, comentó. -Van a estar bien, les juro que las voy a sacar de aquí, sólo
denme tiempo para ver cómo le haré.- le dio un último beso a su madre y
salió de la oficina sin siquiera mirar a Harry.

Harry comenzó a seguirlo. Esta vez Louis caminaba más rápido de lo


anterior.

Ya habían salido del campo así que ya podían hacer ruido.

-¡Louis! ¡Louis espera! ¿Qué es lo que pasa?- preguntó Harry corriendo


para alcanzarlo.

Louis paro y lo miró acercarse con la respiración agitada y muy preocupado.

- Lo siento...- susurró.- pero es que me frustra demasiado esta situación.


Harry logro llegar hasta él y paró a una corta distancia.

- Lo sé, pero te prometo que te voy a ayudar...- susurró intentando animarlo.


No le gustaba verlo triste.

Louis le dio una sonrisa triste y continuaron caminando de vuelta a la casa.

Las luces del patio trasero comenzaban a distinguirse, se estaban


acercando a la casa.

Cada vez hacia más frío.

Harry dio un pequeño grito de dolor, haciendo que Louis lo mirara y notara
que había resbalado con un tronco que se encontraba pegado a la tierra.

-¿Estás bien?- preguntó Louis acercándose a él.

-Déjalo... Está bien.- comentó apenas pudo hablar. Se había lastimado


mucho pero quería mostrarse fuerte.

Louis no hizo caso y con su mano levantó la tela del pantalón de Harry,
notando que se había raspado más de media pantorrilla.

-Harry... No está bien...-comentó poniéndose de pie y ayudando a Harry,


colocando sus manos en la cintura del menor y levantándolo. -¿está bien?-
preguntó Louis mientras lo ayudaba a caminar.

Harry estaba atontado por su tacto, sentirlo tan cerca de él lo estaba


matando…
CAPÍTULO 6

A la mañana siguiente Harry despertó y tomó un baño con agua caliente,


ese día era domingo. Los domingos su padre estaba todo el día en casa y
desayunaban en familia.

Mientras tomaba una ducha en la bañera observó su herida.

La acarició y recordó como Louis lo había ayudado limpiándola.

Estaba enloqueciendo por ese hombre.

Pero no lo preocupaba, él creía que era sólo una clase de curiosidad por
probar lo diferente.

En parte era cierto, lo que comenzaba a sentir Harry era diferente a lo que
había sentido por todas sus amiguitas con la que sólo había tenido una
aventura.

Harry estaba más nervioso que nunca. Le preocupaba la idea de que su


padre le pudiera hacer algo a Louis si cometía algún error durante el
desayuno.

Su padre era muy exigente, bueno, la verdad es que sólo aprovechaba


cualquier error para deshacerse de algún judío, y por desgracia Louis era
uno.

Salió de la bañera y se alistó para bajar a desayunar.


Entró al comedor y ahí ya se encontraban su madre, su abuelo y su padre
esperándolo.

- Buenos días - les dedicó una sonrisa y se sentó en la mesa.

Nadie le contesto, todos seguían embobados en lo que hacían, su madre


observaba sus uñas, su abuelo leía un libro y padre el periódico.

Harry suspiró y decidió ignorarlos.

-Señora, Harry ha llegado, ¿sirvo la comida ahora?- pregunto discretamente


Sofía.

-¿Eh?- preguntó la madre saliendo de sus pensamientos. -¡hola Harry!-


mencionó con una sonrisa.-Si Sofy, por favor sirve ya.

Sofía asintió con la cabeza y entro de nuevo a la cocina.

-Muy bien, buenos días familia.- mencionó el señor Styles dejando el


periódico en la mesa, haciendo que el abuelo hiciera lo mismo.

Harry sólo lo miró indiferente y continúo en su mundo.

Él comenzaba a dejar de sentir ese orgullo que sentía por el trabajo de su


padre, comenzaba a desagradarle demasiado.

Obviamente no diría nada sobre eso.


Louis salió de la cocina con el mismo traje blanco con rayas azules que los
obligaban a vestir.

-¿Le sirvo jugo señor?- preguntó tímido al comandante.

-¿Crees que yo lo voy a hacer o qué? ¡HAZLO!- mencionó con gran tono de
autoridad.

Louis comenzó a servir el jugo, se podía notar su intenso nerviosismo, ya


que le temblaban las manos mientras servía el jugo.

Harry no podía dejar de mirarlo, se sentía demasiado necesitado de


saludarlo y hasta por abrazarlo.

Por otro lado Louis no había tenido una buena noche, se la había pasado
pensando en las últimas palabras de Harry, él se las había dicho mirándolo
a los ojos... Eso lo asustaba demasiado. El hecho de que Harry se estuviera
enamorando de él le asustaba.

¿Cómo mierda es que eso podría pasar? Harry era un niño, y por si fuera
poco, era hijo de un general nazi.

De alguna manera Louis se sentía halagado porque alguien se sintiera


atraído por él, alguien tan roto y vacío. Pero igual, sólo eran imaginaciones
suyas, así que tenía que dejar de pensar en eso.

Intentaba a toda costa no cruzar miradas con él, pero sentía la mirada de
Harry encima y no lo dejaba concentrarse, término de servir el jugo en todas
las copas y se retiró.

Entró de nuevo a la cocina, casi huyendo de la miraba de Harry.


-¿Está bien joven?- preguntó Sofy al notar su extraña actitud.

- Si, lo siento solo que me siento un poco mal y no quiero cometer ningún
error con ellos.-mencionó Louis tomando una charola con platos llenos de
comida.

- Déjalos, mejor tu quédate aquí dentro, es muy peligroso que salgas así, el
señor puede molestarse.- mencionó Sofy tomando la charola y saliendo de
la cocina.

Louis se sentía verdaderamente mal, llevaba horas sin comer y además no


había dormido bien.

Sofy salió y repartió los platos para después retirarse.

-Hijo, terminando de desayunar iremos a casa de los Malik, a pasar el día


con ellos. -mencionó su madre mientras daba un bocado a su comida.

-¿Iremos?- preguntó Harry algo molesto. Él no quería salir de su casa,


quería quedarse todo el día cerca de Louis.

-Si Harry, iremos.- dijo su madre un poco confundida por la pregunta.

A Harry le encantaría la idea de ir a casa de los Malik, ya que su mejor


amigo Zayn vivía ahí y tenía tiempo sin verle. -Madre yo no quiero ir...
Quiero quedarme aquí a... Leer.- dijo algo nervioso con sus palabras siendo
cortadas por su propia lengua.

-Harry he dicho que vamos y es porque vamos ¿Que no quieres ver a Zayn
o qué?- su madre era una mujer muy buena, pero siempre era muy fuerte
con sus decisiones.
- Pero lo veré el martes en la cena - se quejó Harry al no conseguir lo que él
quería.

Sus padres habían organizado una cena para que sus conocidos
conocieran la nueva casa y para festejar el ascenso del comandante.

-Harry te he dicho que...- su madre fue interrumpida por su padre.

-¡Para mujer! ¡Si él no quiere ir, no irá y ya! ¿Que no has oído que quiere
leer?

Su madre bajó la mirada y Harry sonrió al sentirse el ganador. Siempre


ganaba.

-------------

Sus padres se habían ido, Sofía se encontraba en su habitación


descansando, ya que ese era su día libre.

Los únicos en la casa eran Harry, Louis y Eliot, el soldado que vigilaba la
casa por la parte de afuera.

Louis se encontraba en la cocina pelando una gran cantidad de papas.


Harry había dejado el libro que "leería" para comenzar a planear como haría
para conseguir a Louis esa misma tarde, aprovechando que ni sus padres ni
Sofy estaban cerca.

Decidió ir a la cocina a hacerle compañía.

-Hola Lou.- mencionó entrando y sentándose en la barra que se encontraba


a un lado de la estufa.

Louis estaba sentado en un pequeño banco, justo abajo de la alacena.

- Hola joven.- susurró Louis sin siquiera mirarlo.

-¿Qué pasa? ¿Porque me hablas así?- preguntó Harry divertido, le gustaba


eso de que Louis se mostrará respetuoso enfrente de sus padres y cuando
estuvieran solos hablaran como su fueran amigos.

- Porque así es como te debo de hablar. - seguía demasiado cortante.

- Bien...- mencionó al no comprender- ¿qué haces?- sonreía.

Louis soltó una risa, se encogió de hombros y le mostró sus manos con el
pelapapas y las papas. - Pues no sé, supongo que corro un maratón Harry.-
mencionó sarcástico riendo del menor.

-Sabes tú sarcasmo duele...- susurró Harry sin poder evitar dejar de sonreír.

Louis le devolvió la sonrisa y continúo pelando papas.


-¿quién lo diría no?- pregunto Louis.

-¿qué?

-pues que hace un año yo tenía empleados trabajando para mí, y ahora yo
trabajo para una familia de menor posición económica a la que yo tenía...-
mencionó sin dejar de pelar.

Harry bajo la mirada.

- Lo siento... Siento que estés pasando por esta situación. - susurró bajo.

- Neeh, igual yo siempre quise ser un pelador de papas.- mencionó riendo


provocando lo mismo en Harry.

-¡Basta! ¡No puedes utilizar tanto sarcasmo en menos de un minuto!- Harry


reía y movía sus piernas de adelante para atrás.

-Tienes razón.- dijo Louis mirándolo.

Sus miradas se conectaron unos segundos, pero Louis después de un


tiempo evitó su mirada e intento abrir de nuevo la plática.

-¿Por qué no has salido con tus padres?

-Porque quería quedarme aquí.


-Si yo pudiera salir, saldría todos los días de mi vida, no me quedaría
encerrado en mi casa con un judío pelador de papas- a Louis le gustaba
bromear demasiado acerca de su situación.

-Créeme que quedarme a solas contigo es un placer...- Louis se tensó al


escuchar eso y de nuevo comenzaron a venirle las extrañas ideas sobre
Harry a su cabeza.

-Sabes lo que haría tu padre si tu escucha decir eso...- susurró Louis


mientras comenzaba a pelar las papas de nuevo.

-Sinceramente lo que diga mi padre me vale una mierda....- mencionó con


un tono seductor haciendo que a Louis se le resbalará la papa de la mano.

Sonrió al notar que sus palabras lo ponían nervioso.

-Verás...Tal vez tú has pecado pero yo no he tenido oportunidad...-dijo


mientras recogía la papa del suelo.

-¿quieres que te ayude a pecar...?- Louis se tensaba cada vez más al


escuchar a Harry.

Lo peor de todo es que le gustaba la forma en la que lo ponía ese niñito.

-Si... No comamos nuestros vegetales juntos... Seremos chicos malos...-


habló Louis recordándose a sí mismo la edad de Harry.

-O podríamos comer nuestros "vegetales" juntos.- comentó Harry


poniéndose de pie y sacando una jarra con agua de la nevera. Louis se
sentía un pervertido al haber tenido miles de imaginaciones con esa última
frase.
Harry se acercó a él y dejó la jarra en la barra que se encontraba justo
arriba de Louis.

Louis estaba sentado casi en el piso, así que cuando se acercó, la cadera
de Harry daba justo en su cara.

-¿Harry que haces? - comentó intentado escapar.

-Cálmate Louis, sólo intentó tomar un vaso.- mencionó mientras se


acercaba más para tomar el vaso de la alacena.

Louis se quedó quieto sin siquiera respirar, tenía demasiado cerca el cuerpo
de Harry quería evitar cualquier rose.

Cuando Harry tomó el vaso "sin querer" movió la jarra haciendo que se
cayera sobre los pantalones de Louis.

-¡Ahhhh!- gritó Louis al sentir el líquido frío sobre su piel.

-¡Lo siento! ¡Lo siento!- Harry tomó una servilleta de tela y comenzó
"limpiar" el agua de la ropa de Louis, presionando con su mano la
entrepierna de Louis.

-¡Déjalo! No es nada.- se alejó huyendo de Harry.

-No Louis, en serio lo siento....- comentó Harry "arrepentido" por su error.

-Déjalo no es nada....
-Vamos a mi cuarto.- mencionó haciendo que Louis abriera los ojos como
plato. -para darte ropa seca, claro....

Louis comenzaba a volverse loco, ¿cómo es que tenía esos horribles


pensamientos por las palabras de Harry?

Para él, Harry era un tierno e inocente niño incapaz de darle indirectas
sexuales. Y para Harry, Louis era una presa a punto de caer.

-En serio así está bien...- susurró Louis hablando muy bajo.

-No...-Harry lo tomó de la mano y comenzó a jalarlo hacia su cuarto. –Te


daré ropa seca y fin de la discusión.

A Louis no le quedó más remedio que seguir a Harry hasta su habitación.

Cuando entraron a ella, notó perfectamente como discretamente Harry le


ponía seguro a la puerta para que nadie entrara.

Cada vez se tensaba más.


CAPÍTULO 7

-Veamos... Que te puede quedar...- mencionó Harry mientras sacaba miles


de camisas y pantalones de su closet.

-Harry no es necesario en serio...- susurró Louis intentando salir de ahí lo


más rápido posible.

-¿Quieres callarte ya? Comienzas a irritarme...-mencionó sin mirarlo. -creo


que esto está bien... Aunque dudo que tu enorme trasero entre en estos
pantalones.- Harry sostenía unos pantalones negros y una camisa color
salmón en las manos.

Se las lanzo a Louis en la cara y después caminó sentándose sobre la


cama.

Louis las tomó aún sin decir nada y comenzó a buscar con la mirada un
lugar donde pudiera cambiarse.

-Louis no seas... ¿No me digas que te da pena?- mencionó Harry con la


mirada fija en él -somos hombres... Tenemos exactamente lo mismo.-
finalizó con una gran sonrisa, con la mirada fija en la entrepierna de Louis.
La cama estaba demasiado cerca de donde Louis se encontraba parado,
así que prácticamente estaba parado frente a él.

Louis tragó saliva al seco.

Cada vez comenzaba a ponerse más nervioso por la actitud de Harry.


Se dio la vuelta para darle la espalda, pero pronto notó que eso era aún
más incómodo gracias al anterior comentario que había hecho sobre su
trasero.

No sabía porque se sentía de esa manera, Harry era sólo un niño y Louis no
tenía que sentirse nervioso por estar encerrado en su habitación junto a él.

Por otro lado Harry estaba disfrutando demasiado esa situación, le ponía
demasiado ver lo nervioso que estaba Louis. Eso significaba que él también
quería algo con Harry.

Se bajó el pantalón y al instante se colocó los que Harry le había dado,


subiéndolos en menos de un segundo y abrochándolos al momento.

Louis dio un gran respiro y se concentró en terminar rápido con esa


incómoda situación, comenzó a desabrochar la camisa de su traje de judío,
dejando su pecho al descubierto.

Sentía la mirada de Harry clavada en su cuerpo, pero evitaba mirarlo para


no ponerse más nervioso.

No tenía un muy buen cuerpo, de hecho se le notaban demasiado las


costillas por la falta de comida en su cuerpo.

Tenía la piel muy reseca y también tenía muchos moretones por toda la
cadera.

Retiró lentamente su camisa, ya que tenía un gran golpe justo arriba de la


cadera que lo lastimaba mucho con tan sólo el rose de la tela.

-¿Que tienes ahí?..- mencionó Harry señalando el gran moretón.


Louis volteó hacia su cuerpo, como si no supiera de qué hablaba Harry y
miró su morete.

-Ah... No es nada... Sólo es un simple golpe que me dieron en el campo...-


susurró.

La verdad era que ese golpe no era nada a comparación de otras cosas que
a Louis le había tocado presenciar que le hicieran a sus compañeros.

-¿ellos te hicieron eso?- preguntó Harry cambiando de expresión a triste y


preocupado, esta vez mirándolo a los ojos.

-si...- menciono Louis mirando al suelo.

Harry ya no podía seguir aguantando más... Sentía la inmensa necesidad


de protegerlo.

Las manos de Harry rodearon la cintura de Louis, atrayéndolo hacia él


suavemente.

Louis se sorprendió demasiado al sentir esas manos abrazándolo, pero aun


así no hizo nada para impedirlo.

Pronto las piernas de Louis se encontraban entre las de Harry y su cintura


estaba muy cerca de su cara, ya que Harry seguía sentado en la cama.

Louis lo miró, él observaba atento sus moretones.

Comenzó a acariciar cada uno de ellos con demasiado cuidado.


Louis no entendía por qué no lo detenía, pero tenía miedo de que sus
hormonas comenzarán a alborotarse y Harry se diera cuenta.

Harry pronto comenzó a dar cortos y suaves besos sobre ellos.

Louis cerró los ojos al sentir los húmedos labios de Harry sobre su piel.

Sus hormonas ya estaban alborotadas.

Harry lo hacía demasiado lento, ya que tenía miedo de lastimar a Louis si


comenzaba a hacerlo más rápido, aun así no le molestaba, de hecho le
encantaba tratarlo como si fuera una pieza única que se podía deshacer en
cualquier momento.

Pronto los besos comenzaron a hacerse más húmedos y comenzó a


ponerse de pie mientras subía por el abdomen de Louis, sin separar sus
labios de la piel.

Llego hasta su barbilla y paró.

Louis aún tenía los ojos cerrados.

Subió su mano a la mejilla de Louis y la acarició, recorriendo el cabello que


se encontraba sobre su cara. Louis comenzó a sentir la respiración caliente
de Harry sobre sus labios y rápidamente despertó a la realidad, se alejó de
él.

Se abrochó de nuevo la camisa e intento salir del cuarto, pero la puerta


tenía llave y Harry la tenía.
Harry tapó su boca con la palma de su mano y cerró sus ojos.

-¡déjame salir!- gritó Louis alterado por la situación que acababa de ocurrir.

A Louis le asustaba tanto la idea de que eso estuviera pasando, ya que en


su religión era algo de lo más prohibido, otra razón era que Harry tenía 16 y
la más importante... Harry era un nazi.

-Discúlpame... No he podido aguantar las ganas de tocarte...- susurró


mirándolo a los ojos.

-¡Ese no es mi puto problema! ¡Ábreme carajo!!- Louis intentaba abrir la


puerta desesperadamente.

-¡Hey! ¡Cálmate vas a romper la puerta!- mencionó Harry enojado por la


actitud de Louis.

-¡Pues abre! ¡No quiero estar más con un marica encerrado!- al mencionar
eso Louis dio directo al punto de Harry.

Harry era muy necio, y siempre tenía que obtener lo que quería, si no lo
hacía... Comenzaba una guerra sucia por conseguirlo.

Harry no dejaría que un judío lo ofendiera, y en su propia casa, él no era un


marica, ni nunca lo sería.

Lo miró subiendo la ceja al escuchar esas palabras.

-¿Cómo me has llamado, estúpido?- preguntó Harry desafiante


acercándose cada vez más.
Louis reacciono a lo que había hecho, había ofendido a un nazi que tenía en
sus manos a su familia y a él, pero sobre todo había ofendido a la única
persona que lo había tratado bien y que lo había ayudado.

-Lo siento… Es que...- Louis intento disculparse con Harry pero ya era
demasiado tarde.

-¡No! ¡Dilo!- gritó haciendo que Louis bajara la mirada.- ¡DILO!-Comenzó a


reír al ver a Louis intimidado por sus gritos.

-¿Pues sabes qué? Este "marica" te va a enseñar quien es el que manda


aquí, que al parecer comienzas a olvidarte de la mierda de judío que eres...-
mencionó con una sonrisa malvada y abrió la puerta saliendo corriendo de
la habitación.

-Harry espera...- mencionó Louis.

Las cosas se le habían salido de control, Louis estaba muy confundido por
lo que había sentido, que lo único que quería era huir, pero después se
sintió muy arrepentido por haber tratado así a Harry.

No se dio cuenta de cuando Harry apareció de nuevo en la habitación con


dos soldados atrás de él.

-Observen ustedes mismos, el judío está intentado robar mi ropa.-mencionó


mirando a él al escuchar eso lo observó demasiado confundido.-Cuando
entré a mi cuarto ya tenía puesta esa ropa y ha intentado ocultarla...- Harry
tenía una gran sonrisa y miraba fijamente a Louis.

-¿Qué? ¡No! ¡Harry diles la verdad!- mencionó Louis alterado cuando los
soldados lo tomaron a la fuerza y comenzaron a jalarlo fuera de la
habitación. -¡Harry! - gritó por última vez pero no obtuvo respuesta del
menor.

-Un favor... No lo vayan a matar como al otro, solo déjenle claro que de la
familia Styles nadie se burla...- mencionó Harry despidiendo a Louis con un
movimiento de manos y sin dejar de sonreír.

Los soldados se llevaron a la fuerza a Louis fuera de la casa.

Nadie antes se había atrevido a rechazar a Harry y Louis no se libraría de


eso intacto.

Harry le quería dejar bien claro quién era quien mandaba ahí. Al día
siguiente Harry comenzó su rutina, tomar una ducha para después bajar a
sus lecciones de mecánica.

Esta vez Louis no estaba ni en su habitación ni en el garaje, Harry pensó


que tal vez estaría en la cocina o en el patio de enfrente, así que decidió
buscarlo. Entró a la casa y se dirigió a la cocina pero al entrar sólo estaba
Sofía cocinando el desayuno.

-Sofy ¿Has visto a Louis?- preguntó al instante de no verlo, después fue a la


ventana para mirar si estaba en el patio.

-Hola mi niño, no, no lo eh visto desde ayer, vi que unos soldados se lo


llevaban pero después de eso no. -Harry sintió un escalofrío recorrer su
cuerpo al escuchar eso ¿Qué tal que los soldados habían golpeado muy
fuerte a Louis y lo hubieran dejado en el bosque? O en el peor de los casos
lo hubieran matado...

-¿Te llevo en desayuno al garaje?- preguntó Sofía sacándolo de sus


pensamientos.
-Yo me lo llevo.- comentó quitándole la charola de las manos y caminando
de nuevo hacia el lugar donde se encontraban las motos.

Cuando entró se quedó en silencio, no podía dejar de pensar sobre Louis.


Decidió que lo mejor sería esperar, seguro sólo estaba cumpliendo algún
deber fuera de la casa o algo así. Comenzó a dar pequeños bocados a su
comida, lo que provocó que se sintiera satisfecho demasiado rápido y dejara
más de la mitad de la comida.

Estaba desesperado, tenía que saber de Louis. Esta vez no quiso esperar y
decidió ir a buscarlo, costara lo que costará.

No fue necesario ya que en cuanto se puso de pie Louis llego al lugar.


Harry sintió un gran alivio al verlo.

Louis se veía pésimo, tenía un gran moretón en el ojo izquierdo, el labio


muy hinchado, el cual aún sangraba un poco y también tenía todo el cabello
y ropa llena de tierra.

-Buen día señor, en un momento comenzamos con sus lecciones. -habló sin
ánimos y sin mirarlo. Harry no sabía que decir, él había sido el culpable de
cualquier cosa que le hayan hecho a Louis. Pero él continuaba creyendo
que lo había tenido bien merecido, ya que en su familia siempre lo educaron
así.

Louis salió de su habitación y rápidamente comenzó a hablar sobre la


mecánica.

-¿Te encuentras bien?- preguntó Harry interrumpiéndolo.

Louis lo miró enojado pero pronto comenzó de nuevo con su clase.


-Hey te pregunte si estabas bien.- dijo Harry esta vez tomando su hombro y
girándolo hacia él. Louis estaba cada vez más molesto, pero se limitó a ser
grosero, no podía arriesgarse a que lo volvieran a golpear por culpa de ese
niño.

-Sí señor, estoy bien.- contestó fríamente.

-¿Estás enojado?- Louis tragó saliva al escuchar eso, ¿¡Como rayos no iba
a estar enojado después de lo que Harry le había hecho!? Aun así tenía que
controlarse

-No señor.- mencionó sin mirar a Harry.

-Entonces ¿Por qué me hablas así?- Harry estaba con una actitud
preocupada, eso hacía que Louis se frustrará más ¿Cómo es que podía
fingir que se preocupaba por él, cuando él había sido quien ordeno que lo
golpearán?

-¿Cómo señor?- preguntó fríamente.

-Louis basta...- susurró Harry intentado acariciar su mejilla.

-¡No! ¡TU BASTA!- gritó enojado separándose de Harry.

-¡Ves! ¡Si estás enojado!- mencionó intentando arreglar las cosas.

-¿Co..como carajos quieres que no esté enojado? ¿Después de lo que


hiciste ayer quieres que siga fingiendo lo que no somos y nunca seremos?
No somos amigos...- dijo trabándose con las palabras por su enojo.
-¡Louis supéralo! ¡Sabes perfectamente que yo no quiero ser tu amigo!
¡Sabes lo que quiero de ti! ¡Pero está bien! ¡No volveré a tocarte si es lo que
quieres!- estaba ya molesto, aunque en una parte le dolía que Louis lo
rechazara de tal manera.

-¿Que? ¡No! ¡No es por eso Harry! ¿Qué no recuerdas que "intente" robar tu
ropa y gracias a eso tuve la peor noche de toda mi puta vida?- Harry se
quedó en silencio pensando, Louis tenía razón en estar tan molesto, se
notaba claramente que la había pasado mal, y lo peor es que Harry había
tenido la culpa por haber reaccionado como un niño cuando lo rechazó.

Pero es que él lo ponía mal, enserio comenzaba a frustrarse demasiado al


no poder tocarlo, deseaba hacerlo, deseaba protegerlo de todas las
personas que quisieran hacerle daño.

-Creí que eras diferente Harry...- comentó un poco más calmado...- No


sabes lo que me alegraba que hubieras llegado a mi vida, me ponía feliz
darme cuenta que aún había personas buenas en esta época, creí que eras
bueno e intentarías ayudarme. Pero me di cuenta que eres peor que todos
esos soldados, porque al menos ellos son valientes y arriesgan su vida, y
tu... Tú sólo mueves un dedo y puedes destruir todo lo que se te plazca.

Harry se sentía como una mierda, Louis lo hacía sentirse como una mierda.
Tenía tanta razón en sus palabras, que dolían. -¿Qué puedo hacer para que
me perdones?...- comentó mirando al suelo con una voz muy baja.

Louis cada vez le confundía más la actitud de Harry, a veces era de una
forma buena y humilde, pero a veces era un monstruo.

-Sólo déjame en paz... Deja de hablarme tanto, limítate a sólo hablar


conmigo sobre mecánica. Harry lo miró preocupado.

-Pero... No Louis... No quiero.


-Sólo hazlo Harry...

-No. -dijo dándose la vuelta y mirando hacia la ventana.

-¿Porque no?-preguntó Louis acercándose a él.

-No tengo la fuerza para mantenerme lejos de ti.- mencionó y se dio


lentamente la vuelta, Louis lo miraba sorprendido por las sus palabras. -¡Es
que mierda! Soy terrible expresando mis sentimientos pero... no es porque
yo no los tenga.- mencionó desesperado.

Louis lo frenó. -No Harry... Entre nosotros no pueden existir sentimientos...


Ni siquiera de amistad... Nada. -él se dio la vuelta y golpeo la ventana con
su puño. -Prométemelo... Prométeme que te alejarás de mí y matarás
cualquier clase de sentimiento que exista...- susurró tocando el hombro de
Harry que se encontraba recargado en la ventana. -Prométemelo.

-No.

-¡HAZLO!

-De acuerdo... Lo prometo.

-Bien.

-Bien.

El lugar se quedó en un incómodo silencio, ninguno de los dos sabía que


decir. Harry miró la charola con comida.
-¿Tienes sed?- preguntó acercándose y tomando el vaso con jugo para
después ofrecérselo. Louis no se podía negar, en serio estaba muerto de
sed, toda la noche había tenido que recoger los cadáveres del campo de
concentración y acomodarlos en los hornos.

Eso había sido duro, y sobretodo cansado. Movió su cabeza en señal de sí.

Harry se acercó a él y Louis intento tomar el vaso, pero Harry se lo negó.


Acerco el vaso a labios de Louis y lo inclinó para que pudiera tomar. Louis
comenzó a beber sin dejar de observar a Harry, que se encontraba tan
cerca de él.

Cuando Louis terminó con el líquido del vaso Harry retiró el vaso de los
labios de Louis, pero se quedó en el mismo lugar. Comenzaron a acercarse
lentamente, estaban a una muy corta distancia y se seguían mirando a los
ojos. Harry esperaba a que Louis lo frenara pero esta vez no lo hizo.
Cuando sus respiraciones se combinaron Louis cerró los ojos y abrió un
poco la boca. Harry se sorprendió pero sonrió por eso y se acercó decidido
a besarlo.

-Mi niño...- se escuchó abrirse la puerta y se separaron rápidamente. -tienes


visita...- susurró Sofía al ver la actitud tan extraña de ambos.

-¿Quien?..- mencionó Harry mirando hacia otro lado. Louis estaba


"trabajando" con las motocicletas.

-¿Como que quien estúpido? ¡Pues yo! ¡Tu amigo el más guapo!- dijo un
joven entrando al garaje rápidamente. Sofía dejo salir una pequeña risita y
se retiró.

-¿Zayn? ¿Qué carajos haces aquí?- mencionó Harry frustrado por el


momento que le acababan a de arruinar.
CAPITULO 9

-¿Como que qué hago aquí? ¿Pues hay una fiesta no?- preguntó Zayn
caminando alrededor de la habitación observando todo -Hola.-dijo mediante
una sonrisa a Louis.

- Hola...- susurro este hablando muy bajo e intentado salir de esa incómoda
situación en la que estaba.

-¡Zayn! ¡Aquí no hay ninguna puta fiesta!- Harry estaba a punto de explotar
por la imprudencia de su amigo.

-¡Si, es lo que notó!- comentó Zayn acercándose a Louis. -¿qué haces?-


observaba lo que hacía Louis de una forma demasiado acosadora.

- Le enseño al joven mecánica.- dijo Louis cortante.

- ¿Para qué?

- Pues porque me lo han pedido...- susurró Louis.

-¿y si aprende o sólo se hace tonto?

-¡Zayn!- gritó Harry acercándose y levantando a Zayn, alejándolo de Louis y


llevándolo hacia una esquina del garaje. -¿Que carajos haces aquí?- habló
muy bajo para que Louis no los escuchara.

Louis intentaba no mirar, pero siempre terminaba mirándolos de reojo.


-¡Uyy! ¿Que no te da gusto verme o qué?- grito Zayn apropósito al ver que
Harry no quería que Louis escuchara.

-¡Sí! ¡Si pero no hables tan fuerte!- habló despertado por controlar a su
amigo.

Zayn comenzó a reír muy bajito.

- Bueno, la verdad es que he venido porque me pareció muy extraño que


ayer no hayas asistido a mi casa, creí que estabas enfermo o algo así.-dijo
Zayn esta vez hablando serio.

- No es eso... Simplemente quería quedarme aquí a descansar...- susurró


Harry mientras se embobaba en Louis, que se encontraba en trabajando
con la motocicleta.

Zayn noto eso y automática una sonrisa de hizo presente en su rostro.

-¡MALDITO ENFERMO! ¡Ya sé porque no quieres salir de tu casa! ¿Te


gusta tu... Maestro?- gritó durante una carcajada provocando que Harry se
pusiera colorado.

Zayn era bisexual, siempre había sido el más loco de su grupito de amigos,
ligaba hasta con las rocas y eso era algo que Harry le envidiaba.

Louis fingió no escuchar a Zayn y continúo trabajando.

Harry mientras sufría un gran momento incómodo.

-Cállate.- dijo Harry furioso intentando no gritar.


Zayn seguía riendo, doblándose por la mitad al ver la cara de su amigo que
estaba más rojo que un tomate.

Se calmó y comenzó a observar a Louis detenidamente, de arriba hacia


abajo, una y otra vez.

-Oye...- susurró muy bajo Zayn acercándose a Harry y colocando su brazo


en los hombros de su amigo. -Está muy bueno...- comenzó de nuevo a reír.

Harry lo empujó enojado, pero eso no detuvo las burlas de Zayn.

Se acercó de nuevo a Louis.

-¿Cómo te llamas?- pregunto sentándose aún lado de él.

-Louis...- habló muy bajo.

Estaba demasiado intimidado por la mirada acosadora de Malik.

-Louis eh...- comenzó a bajar su mirada por todo el cuerpo de Louis,


haciendo que él se tensara más. -¿y cómo te apellidas?

-Tomlinson...

Zayn se sorprendió demasiado al escuchar ese apellido y miró a Harry muy


extrañado, después miró de nuevo a Louis.

-¿Tomlinson? ¿De los Tomlinson de Berlín?


-Si...- contesto Louis un poco extrañado por su pregunta.

-¿Cómo sabes de donde es?- preguntó Harry acercándose a ellos.

-Pues porque Tomlinson no hay muchos...- dijo sin dejar de mirar a Louis.-
¡carajo Harry tienes a un Tomlinson trabajando para ti! ¿Acaso el general
sabe esto?- preguntó preocupado Zayn.

Harry cada vez se extrañaba más, ¡¿qué rayos le importaría a su padre que
Louis fuera un Tomlinson!?

-No... Bueno eso supongo... ¿Cuál es el problema?

-¿cómo que cual es el problema? ¡Dios Harry! - dijo alterado y miró a Louis.
-¡tienes que irte de aquí lo más rápido posible!

- Lo sé.- susurró Louis.- eso es lo que estoy planeando pero la verdad es


que aún no encuentro ninguna manera, hay soldados por todas partes.

- En que lío estas metido Tomlinson...- susurró Zayn.

-August no se ha dado cuenta aún, dudo que lo haga.- mencionó Louis.

Harry se sorprendió demasiado, ¡¿por qué rayos Louis sabía el nombre de


su padre!? Como siempre él no entendía nada.

- Pero no puedes arriesgarte... ¿Tienes familia?

- Si, pero están en el campo.


-¿Y qué vas a hacer con eso?

-No lo sé.

-Pues suerte con eso.

-¡Esperen, esperen, esperen! ¿Qué demonios pasa?- preguntó Harry


deteniendo la conversación entre ellos.
Ese día Zayn y Harry pasaron la tarde jugando fútbol en el jardín de
enfrente, mientras Louis ayudaba al personal a acomodar la casa para la
cena de la noche siguiente.

De vez en cuando ellos dos cruzaban miradas y cuando nadie los veía se
sonreían discretamente.

Cuando se hizo de noche cenaron con su padre, fue una cena corta y sin
intercambiar palabras, se fueron de la mesa lo más rápido posible, Harry no
estaba preparado para ver a su padre después de lo que acababa de
enterarse.

Fueron directo a su habitación para dormir.

-¿Te gusta?- preguntó Zayn mientras se quitaba la camisa para acostarse y


se metía a la cama.

-¿Quien...?- preguntó fingiendo no entender la pregunta de Zayn, entrando


también a la cama.

Ambos estaban acostados mirando al techo.


-Louis...

-Pues tú lo has dicho, está muy bueno.- contestó Harry queriendo no hacer
notar sus verdaderos sentimientos hacia Louis.

-¿En serio?- lo miró sorprendido.

- En serio, ¿que no viste ese cuerpo o qué?... que cuerpo...- dijo mediante
suspiros.

-No me refiero a eso si no a que me ha sorprendido, creí que tu puras


mujeres...

-Sí, pero la verdad es que Louis tiene algo... Que me atrae...-mencionó y se


quedaron en silencio, pensando.

- Su trasero...- mencionó Zayn después de unos minutos.

-¿Qué?- preguntó al no entender.

-Eso es lo que te atrae de Louis, su enorme y hermoso trasero...- dijo


mientras miraba al techo.

- Tal vez...

Zayn se paró de la cama y caminó hacia la ventana, miró algo y después


comenzó a colocarse la camisa de nuevo.

-¿Qué pasa?- preguntó Harry.


- Vamos.

-¿A dónde?

- A comprobar si es lo que más te gusta de Louis, se está bañando y podrás


verlo sin esos horribles pantalones que parecen pijama.- abrió la puerta y
comprobó que nadie se encontrase afuera. -vamos- indicó señalando con la
cabeza.

Harry sabía perfectamente que el trasero de Louis no era lo que más le


gustaba de él, le encantaba su sonrisa, sus ojos, sus labios, todo. Pero aun
así la propuesta de Zayn era demasiado tentadora.

No lo pensó ni dos veces cuando ya iban caminando hacia la habitación de


Louis.

-No vayas a hacer ruido, no queremos que lo vaya a notar.- susurró Zayn
mientras abría la puerta para entrar al garaje.

Harry asintió con la cabeza y siguieron su camino, entraron a la habitación


de Louis discretamente y luego se acercaron al baño, que se encontraba
con la puerta entreabierta.

- Para ser un judío reclutado tiene muchos lujos...- comentó Zayn mirando la
habitación.

-Lo sé, pero aun así él prefiere estar en el campo para estar cerca de su
familia....

- O lejos de la tuya....
Harry se quedó pensando, tal vez Zayn tenía razón.

-Oh Dios mío...- se escuchó a Zayn decir muy bajo al asomarse hacia
dentro del baño.

Harry de acercó y asomó discretamente la cabeza.

Louis tomaba una ducha, el agua corría por su cuerpo desnudo. El pasaba
el jabón por todo su cuerpo haciendo que Harry deseara ayudarle.

Eso era lo más erótico que había vivido Harry, había tenido sexo miles de
veces, pero nunca antes había espiado a alguien mientras se bañaba, ni
tampoco le había gustado tanto como eso le gustaba.

Por alguna razón Louis nunca se percató de los dos curiosos que lo
observaban desde fuera.

Harry quería tocarse, en serio lo deseaba pero tenía que controlarse al


encontrarse su amigo ahí.

Zayn comenzó a notar la tensión sexual que sufría su amigo, así que
decidió hacerle un favor, y divertirse un rato.

-Tenemos que ser cuidadosos y no hacer ruido porque si Louis se entera


que estamos aquí se molestara y.... ¡ENTRAAAAAAAA!- gritó lanzando a
Harry dentro del baño y atorando la puerta para que no pudiera salir.

-¿QUE MIERDA?- gritó Louis intentado cubrir su cuerpo con sus manos.
-¡Perdón! ¡Zayn me ha empujado! -mencionó muy nervioso intentado
desviar la vista a otro lado que no fuera Louis.

-¿QUE MIERDA HACIAN AQUÍ?- Louis estaba que se moría de coraje.

-Sólo íbamos pasando

-¿Pasando? ¿Iban pasando por mi baño? ¡Harry por favor! Sólo esto me
faltaba- apagó la regadera e inmediatamente se cubrió con una toalla.
Caminó hacia la puerta eh intentó abrirla a la fuerza, pero eso fue imposible.
-¡Mierdaaaa!- gritó furioso. Harry se encontraba callado en una esquina,
muy asustado.

Louis se recargó en el lavabo.

-¡No puedo creer que sigas con esto Harry, tienes 16 años! ¡Tienes que
madurar!- comentó un poco más tranquilo.

-Louis yo no he sido él que...- fue interrumpido por Louis.

-No puedes seguir haciendo esto, yo soy un hombre, tú eres un hombre. Yo


soy judío y tú... Tu nazi, yo soy Tomlinson y tú eres Styles... No hagas esto
más difícil. -mencionó rogándole por un poco de paz.

-¿Y qué? ¿Qué tiene de malo si ambos lo deseamos he?- dijo Harry
cambiado de actitud y acercándose a Louis.- ¿O qué? ¿Me vas a decir que
tú no lo deseas?... He visto perfectamente cómo te tensas cuando me
acerco a ti. En la mañana querías que te besara. Me hubieras besado si el
idiota de Zayn no nos hubiera interrumpido.
-Tú qué sabes...- susurró Louis alejándose de él.

-Louis, no se necesita ser un genio para saber que te atraigo, de la misma


manera que tú me atraes a mí, si ambos queremos....- comenzó a acercarse
de nuevo, esta vez acorralándolo contra la pared con sus brazos. -porque
no sólo lo disfrutamos sin prejuicios...- se acercó a su boca intentado
besarlo, Louis lo evito violentamente.

-Yo no voy a hacer nada contigo, ni voy a disfrutar nada.- dijo enojado.

-¡Es porque no eres lo suficientemente fuerte para lidiar con esto! ¡Es por
eso que actúas como un cobarde!- grito enojado.

-¡No vuelvas a decir que soy débil! No tienes ni una puta idea de cuantas
veces tuve que dejar de llorar y seguir con una sonrisa que no era mía. -
grito amenazándolo.

-Lo siento, lo siento si están follando pero hay un problema.- entro Zayn a la
habitación cubriendo sus ojos con su manos. Después de unos segundos
los miró. -¿No están follando? Qué raro... Yo me los imaginaba...- fue
interrumpido por Harry.

-¡¿Que coños quieres ahora?!

-¡Tu padre te busca!- comentó haciendo que Harry saliera corriendo de la


habitación y él lo siguiera.

Louis se quedó sólo y suspiro de alivio cuando esa situación término, tenía
que salir de esa casa ya, no sabía cuánto más aguantaría estar cerca de
Harry sin que ocurriera algo…
CAPITULO 11

Esa noche en realidad el padre de Harry no lo buscaba, Zayn había


decidido interrumpir gracias a los gritos que se escuchaban salir de la
habitación, temía que gracias a eso los descubrieran.

Harry volvió a su habitación y se acostó muy enojado, Zayn intentó hablar


con él pero le fue imposible.

A la mañana siguiente las clases de mecánica fueron canceladas, ya que


Louis tenía que arreglar el jardín para la cena que abría en la noche.

Zayn y Harry se acostaron en los camastros del jardín y se dedicaron a


acosar a Louis.

Mientras Zayn se divertía por esa situación, Harry ni siquiera se había dado
cuenta y Louis estaba a punto de ir a golpearlos.

-¿No te preocupa esta situación?- preguntó Zayn sacándolo de sus


pensamientos.

- ¿Eh? ¿Qué?- dijo distraído.

- Pues que Louis esté aquí... Si tu padre se entera...- Zayn fue interrumpido
por Harry, que reaccionó dramáticamente.

- ¡Él no se va a enterar! ¡Y si se entera no le pondrá una sola mano encima!


¿Te queda claro?- habló alzando la voz con actitud amenazadora.

Zayn dejo salir una pequeña risita.


- Estas mal amigo...- dijo riendo.

- ¿Por qué?- pregunto Harry aún enojado.

- Por Louis...- eso provoco que una enorme sonrisa se formará en su cara y
comenzara a negar con la cabeza.

-Es que…- susurro.

- Es que nada, te estás enamorando- hablo Zayn haciendo que Harry se


levantará sentándose en el camastro.

-¿Por qué dices eso?

- conozco esa mirada, la mirada de “enamorado”

Zayn tenía razón, Harry nunca lo había pensado de esa manera, pero Zayn
le había hecho ver que lo que comenzaba a sentir por Louis no era normal,
había dejado de ser sólo ganas de probarlo, a convertirse en ganas de estar
con él todo el día, aunque Louis se lo negara, igual ya le había dejado claro
quién mandaba en esa casa.

- Creo que tienes...- Harry fue interrumpido por la voz de su madre.

-¡Zayn, Harry! ¿Que no ven la hora que es? ¡Los invitados están por llegar!
¡Anden a arreglarse!!- ordenó la madre de Harry a los chicos que llevaban
toda la mañana y parte de la tarde en el mismo lugar del jardín, perdiendo el
tiempo.
Obedecieron a la madre de Harry y corrieron a arreglarse, sólo se colocaron
ropa limpia y casi todo el bote del perfume para no oler mal.

Estaban enfrente el espejo mientras se arreglaban el cabello.

- Oye...- habló Zayn sin dejar de mirarse en el espejo y levantando su


cabello con el peine

-Eh...- mencionó desinteresado.

- Vendrá Nohemí esta noche...

-¿QUE?- Zayn brincó del susto gracias al volumen alto del rizado.

-¡Carajo Harry! ¡Me asustas!

-¿Como que vendrá Nohemí?

-Sí, tu madre la ha invitado... ¿Y aparte que tiene de malo?

-¿Como que qué tiene de malo? ¿Eres idiota o qué?- grito haciendo que
Zayn se quedará en silencio pensando.

Después de unos minutos respondió.

-No… bueno supongo...- susurró al no entender.


-¡Zayn! ¡Reacciona! ¡Louis! ¡Nohemí! ¡Harry! ¡Trasero de Louis!- habló Harry
rompiendo en risas al mencionar eso.

-¿Que tiene que ver el trasero de Louis en esto?

-¡Idiota me refiero a planeaba lanzármele de nuevo a Louis esta noche!

-¿y?

-¡Pues que con Nohemí aquí no podré!

-¡Espera! ¡Te le vas a lanzar a Louis! ¿Y de nuevo? ¿Te le has lanzado ya


enfermo?- habló Zayn riendo como tonto.

-¡Nohemí! ¡Zayn! ¡Nohemí! ¡Concéntrate! –se le notaba preocupado.

-Cálmate Hazza, yo la mantendré alejada, mientras tú te revientas a Louis. –


dijo cortante y saliendo de la habitación.

-¿Reventar? ¿Qué clase de enfermo usa esa palabra?- mencionó Harry


mientras seguía a Zayn por el pasillo de la casa para bajar a la cena.

Cuando bajaron la habían varias personas que los saludaron educadamente


con la mano.

Harry buscaba con la mirada a Louis mientras daba falsas sonrisas a los
invitados.
Sintió unas manos cubrir sus ojos y por alguna extraña razón creyó que era
Louis.
Se dio la vuelta emocionado, pero no, no era Louis.

-Nohemí...- susurro con desagrado.

-¡Harry!- la joven brinco a sus brazos muy emocionada por verlo.

Nohemí era la novia de Harry, a la quien había tenido que dejar de ver
cuando se cambió de casa, él la quería, pero de una manera diferente a la
que le gustaba Louis. Ella era 10 centímetros más baja que él, tez blanca,
tenía el cabello rizado un poco más abajo de los hombros, era una chica
con curvas y parecía una joven de descendencia árabe.

Mientras Harry le devolvía el abrazo seco, vio a Louis caminar por la casa
ofreciendo bocadillos a los invitados.

-Woah...- susurró al ver la vestimenta de Louis.

Iba vestido con un traje ajustado de las piernas, se veía extremadamente


sexy y diferente a como se veía con su uniforme de judío.

Era obvio que su madre no permitiría que anduviera por la casa con ese
uniforme rayado.

-¿Mande?- preguntó la chica ingenua separándose de los brazos de Harry.

Él la miro recordando que estaba ahí, pero antes de que pudiera decir algo
Zayn llegó corriendo hacia él, aventando a Nohemí de los brazos de Harry.
-¡NO PUEDE SER, NO PUEDE SER, NO PUEDE SEEEERR! ¿Ya lo viste?
¡¿Me dejas reventármelo a mí?! ¡Por favor Harry! - habló desesperado
Zayn.
Harry mantuvo las ganas de carcajearse y con la mirada señalo a Nohemí
para que Zayn la notara.

-Ah hola...- habló cortante.

-hola....- susurró ella.

-Oye amor, tengo que ir a saludar a unos invitados, ¿te importaría quedarte
un rato con Zayn mientras vuelvo?- preguntó mientras le hacía señas a
Zayn para que recordara el plan sobre Louis.

- Pero amor...- intento hablar pero Zayn la interrumpió.

-Vamos Naomi, ¡Tenemos mucho de que platicar!- dijo con tono femenino
mientras colocaba su brazo en los hombros de la chica.

-Es Nohemí...- susurró ella viendo raro a Zayn.

-Me da igual... Camina.- dijo alejándola de Harry.

Harry sonrió discretamente y comenzó a buscar a Louis con la mirada.

Estaba decidido, esa noche Louis sería suyo, de cualquier modo, pero lo
lograría.

Y ni Nohemí, ni Zayn ni el propio Louis se lo impediría.


CAPITULO 12

Harry buscaba desesperadamente por todo el lugar a Louis.

Simplemente parecía que la tierra se lo había comido.

Necesitaba hacer las cosas rápidas, no tenía ni la menor idea de cómo


conseguiría que Louis aceptara acostarse con él, pero eso no le importaba,
lo principal en esos momentos era encontrarlo.

Lo vio caminar lejos de él con una charola llena de copas de champagne.


Intento correr para alcanzarlo pero la voz de su padre lo frenó.

-¡Harry! ¡Qué bueno que te encuentro! Quisiera presentarte a...- su padre


notó que él buscaba algo con la mirada y no se interesaba en lo más minino
por lo que decía. -¡Harry! ¿Me estas escuchando?- gritó el comandante
enfadado.

-Eh… ¿Qué? ¡Sí!- balbuceó un poco y miró a su padre que se encontraba


con un joven de aproximadamente 20 años de edad.

-Te decía Harry, déjame presentarte a Daniel Mazzollini.

Harry miró al joven desinteresado. -Ah ok, hola. -comentó mientras


intentaba no perder de vista a Louis.

-Buenas noches joven Styles. -habló Daniel haciendo que Harry lo mirara
algo extrañado por el tono y la forma en la que hablaba, demasiado formal
para ser normal.
-Verás hijo, Daniel acaba de llegar de Italia y ha conseguido ser mi asistente
con las sólo 19 años de edad. ¿No crees que es increíble?

-Si padre.- comentó, sólo quería salir corriendo hacia donde estaba Louis.
La plática de su padre no le importaba un carajo.

-Él vivirá con nosotros a partir de esta noche.- dijo su padre captando la
atención de Harry. - quiero que lo trates bien y estés a sus órdenes por si te
necesita, ¿queda claro?

Harry miró al joven con expresión de desprecio.

Lo que le faltaba, tener que lidiar con soldadito y aparte tener que atenderlo,
sólo era tres años mayor que él, para Harry era una ofensa tener que
atender a alguien y más si era de esa edad.

-¿Para qué? si tenemos sirvientes.- susurró mirando a los ojos a Daniel,


dejándole claro que no contara con él.

-¡Harry!- exclamó su padre molesto.

-No se preocupe señor Styles, ya veo que aquí hay sirvientes que me
podrán atender mejor que este niño...- susurró Daniel señalando a Louis
con la cabeza y luego miró a Harry con una sonrisa malvada, era obvio que
él ya se había dado cuenta del interés de Harry por llegar a Louis.

Harry lo miró desafiándolo, él sólo seguía con una estúpida sonrisa en la


cara.
-¿Te refieres al judío? ¡No, él es inútil! Mejor apóyate en Sofía y Clara, que
son las sirvientas de la casa.- mencionó el general mediante risas, risas que
pronto se contagiaron a Daniel.

Harry los miraba enfurecido, pero sería mejor que se calmara, no quería
hacer una escenita a media reunión.

-Pues bien... "Daniel" espero que la pases bien. Con permiso. –habló Harry
haciendo muchas expresiones, haciendo notorio su hipocresía.

Comenzó a caminar en busca de Louis, pero de nuevo lo había perdido de


vista.

Pronto vio como Zayn y Nohemí se acercaban.

-¿Qué haces todavía por aquí?- susurró Zayn intentado no abrir mucho la
boca para que la chica no lo escuchara.

-No lo encuentro.- susurró Harry de igual manera.

-¿No puedes esperar hasta que lo veas para irte? ¡Esta chica me está
matando! No habla de otra cosa más que de su perrito "coco"

Harry dejó salir una pequeña risita y se sentó en una silla, indicándoles a los
chicos que hicieran lo mismo.

Nohemí se sentó aún lado de él y Zayn al otro.

Harry volteó hacia Zayn, dándole la espalda a la chica.


Ella estaba acostumbrada a que Harry fuera de esa manera, pero ese día ni
siquiera la había mirado.

-Zayn...- susurró hablando muy bajo.

-¿Qué?- contestó de igual manera.

-¿Cómo le hago para tirarme a Louis?

Zayn volteó a mirarlo y comenzó a reír. Los músicos tocaban muy fuerte así
que era imposible que la chica escuchara la conversación. -¿Por qué no se
lo propones?- comentó ingenuo.

Harry dejó salir un suspiro.

-En serio que no sé por qué hablo contigo...- susurró.

-¡Louis viene para acá, actúa normal!- se mostró alterado y al terminar se


quedó quieto como una roca, mirando hacia enfrente, sin siquiera respirar.

Harry lo miró extrañado pero antes de que pudiera decir algo Louis llegó.
-buenas noches, ¿Les ofrezco un bocadillo?- comentó extendiendo la
charola.

Nohemí lo miró, tomó uno y lo colocó en su plato.

Harry repitió tal acción sin dejar de observar a Louis. -Zayn ¿no vas a
querer nada?- preguntó.
Zayn seguía en la misma posición y comenzaba a ponerse morado por no
estar respirando.

-¿Joven? ¿Está bien?- preguntó extrañado por la actitud del chico.

Zayn sacó un suspiro enorme. -ah... Louis... Qué raro, no te vi llegar.. ¿Que
necesitas?- preguntó fingiendo extremadamente asombro, después miró a
Harry y le guiñó el ojo.

Harry se dio un leve golpecito en la frente.

-¿Gusta algún bocadillo?- preguntó sin dejar de observarlo raro.

-No gracias, pero supongo que Harry está muriendo por que le des uno-
comentó y sintió un codazo de parte de Harry.

Antes de que la conversación pudiera continuar llego Sofía a la mesa.


-Louis, puedes irte a descansar, has estado todo el día trabajando, debes
estar cansado. -le susurró al oído.

-No Sofy, estoy bien, no se preocupe, además usted necesita ayuda.-


respondió amablemente, como siempre.

-No, es en serio, vete a descansar aunque sea media hora, el brindis está
por comenzar y no nos necesitarán en ese tiempo.

-está bien.- respondió sonriente entregándole la charola.

Salió de ahí y Harry lo siguió con la mirada.


-Bien Zayn, creo que tengo media hora para encargarme del "asunto",
entretén a Nohemí. - mencionó mientras se paraba de la silla y salía
corriendo del lugar en busca de Louis.

Comenzó a buscarlo por el jardín trasero, pero rápidamente notó una luz
que se encendía en el garaje, era obvio que Louis estaría en su habitación.

Entró a ella caminando lentamente. No tenía ni una puta idea de lo que


estaba a punto de hacer.

Louis lo miró sorprendido cuando él entró a su habitación. - ¿A qué viniste?

-A verte- susurró Harry cerrando la puerta tras él.

-Pues ya me viste, ¿ahora qué?

Harry se sentía verdaderamente nervioso, pero en serio deseaba a Louis y


tenía que arriesgarse cuantas veces fueran necesarias.

Louis sabía perfectamente las razones de Harry para estar ahí, entendía
que ese niñito lo deseaba, y estaba convencido de que seguro era porque
tenía ganas de probar algo nuevo o algo así.

También sabía que si Harry era bueno con él era porque estaba intentando
conseguirlo, así que si él se entregaba rápido, Harry perdería su interés por
él.

Decidió que si Harry quería jugar con fuego, le costaría.


-Dime que es lo que quieres... Sé directo.- susurró acercándose demasiado
a Harry, provocando que este se tensara.

-A... A ti...- balbuceó el menor mientras temblaba.

Louis lo acorraló contra la pared. A pesar de que él era más bajito le era
fácil controlarlo.

-¿Para qué?- preguntó en su oído y al término mordió suavemente la piel de


Harry.

Harry se estremeció al sentir eso y comenzó a ponerse duro.

-So...Sólo para verte...-susurró nervioso.

Harry nunca se había puesto tan nervioso en una situación así, pero Louis
lo intimidaba tanto que no razonaba las cosas.

-Tenemos media hora... ¿Estás seguro que sólo quieres verme...?- volvió a
susurrar frotando su rodilla contra la (ya notoria) erección de Harry.

-sss... ¡NO!- confesó por fin.

-¿entonces qué quieres hacer? Pídemelo Harry.... Sólo pídemelo-


comenzaba a frotar más fuerte su rodilla contra Harry, haciendo que él
dejara salir pequeños gemidos.

-Déjame follarte...- susurró con la voz ronca por la excitación. Louis


comenzó a deslizar sus manos dentro de la camisa del chico.
-¿Quieres follarme pequeño? ¿Quieres hacerlo?

-Si...- tembló al decirlo.

Louis se alejó de él con una gran sonrisa.

-Qué lástima, no podrá ser hoy, tengo trabajo, y tú tienes que escuchar el
discurso de tu asqueroso padre... Así que ya será otro día.- dijo sin dejar de
sonreír.

Harry lo miró confundido.

Louis le dedicó una última sonrisa y salió de su habitación.

Harry se quedó en silencio, ¿Qué mierda acababa de pasar? Louis lo había


calentado y después lo había dejado así. Sin nada.

No sabía qué demonios ocurría, pero le había encantado esa situación. Le


había encantado que Louis se lo dejara como reto. Eso lo hacia 10 veces
más excitante.
CAPITULO 13

Daniel estaba en una esquina de la casa observando todo detenidamente,


desde el personal, hasta los invitados que conformaban esa reunión,
políticos, personas del ejército, algunas celebridades.

Todos eran personas muy importantes, personas que tenían toda su


confianza en el general Styles. Daniel tenía planes de ser el siguiente.
Daniel quería ser el siguiente “gran general” de Alemania, pero eso solo se
conseguía si el general actual te nombraba su sucesor. Él tenía que hacerse
la mano derecha de August Styles, lograr que él depositara toda su
confianza y entusiasmo en él.

También había notado que Harry era un gran estorbo, su padre al parecer lo
adoraba y tenía puestas todas sus esperanzas en que él podría ser el
siguiente.

Daniel tenía que lograr que el general terminara con esa estúpida idea de su
hijo y lo comenzara a adorar a él, a Daniel.

No le importaba lo que tendría que hacer para conseguirlo, no le importaba


la manera, simplemente lo conseguiría y para conseguirlo tenía que domar
a Harry, tener el poder sobre él, así las cosas se le facilitarían.

Para poder domarlo, tenía que conocerlo, descubrir su punto débil.

Comenzó a buscarlo con la mirada, no le fue difícil encontrarlo, ya que se


encontraba en una de las mesas sentado con una joven y un chico que al
parecer intentaba divertirlos con sus bromas. No lo lograba, la chica lo
miraba con miedo y Harry ni siquiera le prestaba atención.
Daniel siguió la mirada de Harry para ver qué era lo que lo tenía tan
embobado, llegó hasta el sirviente más joven de todos.

Un montón de ideas se le cruzaron por la cabeza, pero después él mismo


se lo negó, no podía ser que a Harry le gustará ese sirviente. O tal vez si...
Era algo que tenía que averiguar.

Comenzó a caminar hacia donde se encontraba aquel chico que robaba la


mirada del hijo del general y decidió hacer algo para ver si Harry se celaba,
si esto ocurría, Daniel había encontrado la manera perfecta para controlarlo.

- Hola...- habló Daniel fingiendo un tono amigable hacia Louis. Se colocó en


un lugar donde pudiera ver a Harry.

Louis lo miró y respondió amablemente, como siempre. -Hola joven...


¿Gusta algo de beber?

-No... De hecho quería presentarme, soy Daniel Mazzollini.- comentó


extendiendo su mano, ofreciéndosela a Louis. Miró de reojo a Harry y pudo
notar como los veía muy atento.

Louis la miró un poco dudoso pero luego la tomó.

-Soy Louis Tom... -paró al recordar lo peligroso que era mencionar su


apellido. -Wales, Louis Wales.

-Bien.- Sonrió y mordió su labio inferior, él tenía los labios delgados y de un


color bajito, provocando que al morderlos se tornaran a un color rojo
intenso.
Buscó a Harry de nuevo con la mirada, pero él ya no se encontraba en su
asiento.

-Hola Daniel, veo que estas muy solito...- comentó Harry tomándolo del
hombro y mirando a Louis fijamente. –por qué no vienes con nosotros, creo
que será más divertido a que estés aquí, hablando con los empleados. –no
dejó de observar a Louis, después miró a Daniel y mencionó
sarcásticamente. -puedo presentarte a mi novia, es muy guapa y tiene un
perrito llamado coco, te encantara la historia sobre como coco la molesta
durante las noches...- dijo mirándolo con cierta molestia en su rostro. Daniel
sonrió al descubrir que efectivamente, Harry celaba a Louis. -Y tu Louis...
¿No tenías mucho trabajo?-

-si… O tal vez simplemente no quise perder mí tiempo haciendo lo que tú


proponías...- susurró Louis con una sonrisa sarcástica y se retiró del lugar.

Cuando se dio la vuelta Daniel pudo apreciar el signo judío que llevaba
bordado sobre una tela que tenía enrollada arriba de su codo.

"Es un judío" pensó "¡El nazi está babeando por un judío! Woah esto vale
oro"

Harry y él comenzaron a caminar hacia la mesa en donde se sentarían.

Daniel siguió pensando en las consecuencias que podrían tener esos dos si
el general Styles se enteraba de lo que pasaba.

Pero antes que nada, tenía que asegurarse de que no fueran imaginaciones
suyas, y también, por lo que había notado, Harry estaba a los pies de Louis,
así que si él quería controlar a Harry tenía que controlar a Louis. Simple.
Pronto se hizo de madrugada, los invitados comenzaron a irse de la casa y
Zayn junto con la novia de Harry se habían ido. Louis quedó recogiendo
todo, aunque fuera muy tarde eso no le importaba al general Styles y le
había dicho que quería todo recogido para la mañana en cuanto despertara.

Estaba enojadísimo, pero esa no fue razón suficiente para que no cumpliera
con su trabajo. Odiaba con toda sus fuerzas a August Styles.
Quería asesinarlo, desasease de él.

Hacerle pagar por todas las horribles cosas que había hecho, quería vengar
a su abuelo y a cada persona muerta por culpa de ese hombre.

Pero él no encontraba la manera de hacerlo, ya que las tenía de perder en


todos los sentidos.

Por otro lado, Harry no podía conseguir dormir, no podía dejar de pensar en
el cambio de actitud de Louis. ¡Qué va! No podía dejar de pensar en lo
erótica que había sido su situación. Tenía que tranquilizarse y conciliar el
sueño.

Se levantó de la cama y bajo a la cocina por un vaso de agua, eran las 4 de


la mañana y todos se encontraban dormidos.

Mientras bebía el agua notó que Louis se encontraba en el jardín, aun


limpiando, tomó el vaso con agua y salió de la casa para acercarse a él. -
¿Qué haces a estas horas trabajando?- preguntó bajo mientras Louis se
sorprendía al verlo fuera de la cama.

-Por tu padre... Quiere que termine de limpiar todo para antes de que
amanezca...- susurró con actitud cortante.
-Deberías irte a dormir... Ya es muy tarde...

Louis lo miró.

Harry llevaba unos pantalones de pijama y un sweater muy flojo que cubría
sus manos por completo, llevaba el cabello despeinado y los labios un poco
hinchados.

Louis estaba en el jardín a las 4 de la mañana, muriendo de frío y de estrés,


pudriéndose en el odio que le tenía a August Styles.

Fue ahí cuando lo descubrió, se dio cuenta de cuál sería la manera perfecta
de joderse a esa persona, sería jodiendose a su hijo, literalmente.

También él tenía que aceptarlo, Harry tenía algo que lo excitaba demasiado,
esa noche, en ese momento, Harry se convertiría en su propiedad, lo haría
suyo.
CAPITULO 14

-¿Tan pronto dejaste de soportar estar lejos de mí?- preguntó Louis


acercándose a Harry.

-Solo baje a ver quién estaba aquí…

-¿Estás seguro?-preguntó dejando los trapos sucios con los que limpiaba el
suelo. –Por qué no me dices exactamente qué es lo que quieres de mí… –
preguntaba acercándose demasiado a él, al grado de juntar sus cuerpos.

-sólo veté a dormir y ya.- indicó Harry cortante y se dio la vuelta para irse.

Louis rápidamente lo tomó de la cintura y lo acerco a él, pegando su cuerpo


a la espalda de Harry. -¿Por qué no te vienes conmigo?-preguntó en el oído
de Harry.

Harry se estremeció al sentir el caliente aliento de Louis en su piel.


La verdad, él no creía que Louis iba a ceder tan rápido, pero si ya estaba
ahí, ¿por qué no disfrutarlo?, De cualquier manera era lo que él quería.

Poco a poco Louis sintió como Harry comenzaba a relajarse. Comenzó a


guiarlo hacia una obscura esquina del jardín. Seguía abrazándolo por
detrás.

Cuando llegaron hasta aquella esquina, Harry quedó recargado contra la


pared. Se dio la vuelta para quedar frente a Louis y muy tímidamente intentó
besarlo, Él se negó al instante.

-¿Qué haces?- le preguntó evitando sus labios.


-déjame besarte...- susurró Harry desesperado, intentando de nuevo
besarlo.

Louis lo observó, el pequeño en serio parecía desesperado por besarlo,


miraba sus labios de una manera demasiado extraña: parecía que le dolía
no poder tenerlos.

Ya tenía dos puntos a su favor, Harry quería besarle y también follárselo,


obviamente no le sería fácil conseguirlo.

-¿Quieres besarme?- preguntó con un tono seductor.

-sí, déjame hacerlo, te lo ruego, sólo dame un beso, no te pido más. -rogó
mientras observaba los labios de Louis y humedecía los suyos con su
lengua.

Louis se sorprendió al escuchar eso, era raro, él creía que Harry sólo quería
adentrarse en él, para luego dejarlo y concentrarse en otras cosas. Pero la
actitud del pequeño le confundía, parecía que lo que quería de Louis no era
sólo sexo, parecía que... No eso era imposible, tenía que dejar sus locas
ideas y concentrarse en hacer que Harry se convirtiera en su títere.

-si quieres un beso… tendrás que ganártelo pequeño... Pero esta vez te
daré un regalito.- comentó y comenzó a besar el cuello de Harry, dejando
chupetones por toda su piel.

Harry recargo su cabeza en la pared para que Louis tuviera más espacio.

Se separó y le indico que se quitara el sweater, Harry obedeció


rápidamente.
Dio un pequeño brinquito al sentir la lengua de Louis delinear sus pezones,
lo hacía de una manera increíble.

Comenzó a sentir como el sólo roce de Louis sobre su miembro dolía.


Tenía que liberar su erección, sus pantalones provocaban que le lastimara.

Louis descendía por todo su abdomen, besándolo desesperadamente. Al


llegar a la parte donde comenzaba el pantalón de Harry frenó.

-¿Quieres que continúe bebé?- preguntó mirándolo a los ojos. Harry sólo
asintió con la cabeza mientras mantenía los ojos cerrados y mordía su labio.
-Pídemelo, ¡pídeme que te toque!- ordenó autoritario.

Harry abrió los ojos y lo miró extrañado. -¡No lo haré!- comentó molesto.
Harry no se degradaría de esa manera, rogarle a Louis para que lo
atendiera… Eso ya era excesivo.

-¿Estás seguro?- susurró levantándose hasta su oído mientras que con su


mano rozaba suavemente el miembro de Harry por encima de su ropa.

Se estremeció y entrecerró los ojos. -¡Hazlo, ¡Te lo ruego! ¡Tócame!- habló


con demasiada excitación.

Louis le dio una sonrisa falsa y adentro su mano en la ropa de Harry.

Jugaba con sus dedos mientras evitaba tocarlo mucho, Harry cada vez se
ponía más duro y desesperado.

-vamos Louis me estas matando...- Apenas podía mencionar.


Louis sonrió, lo tenía a su merced. Bajó los pantalones de Harry con todo y
su bóxer para liberar por completo su latente miembro.

Se hincó frente a él y comenzó a chupar su propia mano, para después


comenzar a masturbarlo, primero de manera lenta y después de forma
violenta y rápida.

-¡Métetelo a la boca! ¡Vamos chúpalo quiero sentir como crece dentro de ti!-
habló Harry mientras empujaba sus caderas hacia Louis.

Louis lo miró con cierto disgusto, ese niño estaba a punto de explotar de
placer. Decidió que esta vez sí cumpliría con sus súplicas.

Se metió de miembro de Harry a la boca y comenzó a succionar, besar y


lamer cada parte de él. Tenía que aceptarlo, sentir las marcadas venas de
Harry sobre su lengua lo estaban poniendo increíblemente caliente.

Chupaba cada parte de la hombría del menor, desde los testículos hasta la
punta. Él nunca antes había hecho eso, pero por alguna razón, estaba
disfrutando demasiado ese momento.

-Louis me...me corro.- gimió Harry.

Louis separó su boca de él y siguió masturbándolo con la mano.

-Vamos pequeño córrete para mí, dime que te gusta.

-Me…me enn…encanta- apenas pudo hablar, Louis no paró hasta lograr


que el pequeño Harry llegara al orgasmo. Cuando Harry se corrió en su
mano, espero un poco para continuar.
-Lo has hecho bien...- comentó dándole un corto beso muy cerca de los
labios. -pero yo aún no he terminado...- susurró mientras tomaba la mano
de Harry y la colocaba sobre su dura erección.

Harry entendió eso de una manera equivocada y se hincó frente a Louis,


desabrochando su pantalón.

-¡No. no, no!- dijo rápidamente mientras lo levantaba de piso.

Harry lo miró confundido, no sabía a lo que Louis se refería.

Louis lo volteó contra la pared, haciendo que Harry recargara su mejilla en


ella.

Le dio un guantazo en los glúteos y le susurró al oído. -Quiero entrar a ti.-


mencionó mientras comenzaba a masajear el trasero de Harry.

-N...no.- mencionó Harry temblando.

-¿Por qué no bebé? Me lo merezco... Tú ya tuviste lo tuyo, déjame tener lo


mío...- mordía la oreja de Harry para excitarlo de nuevo.

-Tengo miedo...- confesó hablando muy bajo.

Louis se separó de su oreja y lo miró, odiaba las ocasiones en las que Harry
actuaba tan tierno, él estaba intentando follárselo y la actitud temerosa de
Harry no se lo opondría.

¿Cómo es que alguien podía tener tanta lujuria a sus cortos 16 años? Y
aparte de todo tener “miedo”.
-Te prometo que te encantara...- susurro y comenzó a besar su cuello,
Harry se puso duro de nuevo.

-Está bien...- gimió.

Louis sonrió y le dio un corto beso en la nuca. -Chúpalos.- le indicó


acercando sus dedos a su boca del menor.

Harry obedeció rápidamente, lo hacía mientras disfrutaba el sabor de la piel


de Louis.

Cuando ya estaban lo suficientemente húmedos, los bajó y lentamente fue


adentrando uno a Harry. Con la otra mano se desabrochaba el pantalón y lo
bajó un poco, lo suficiente para que su miembro saliera.

-¡No!- pidió Harry intentando separarse de él. -me duele mucho Louis.

Louis tomó el miembro de Harry y comenzó a masturbarlo para disminuir el


dolor, haciendo que el placer creciera. –ssshhhhh… tranquilo bebe…
relájate…

Después de unos segundos Harry ya estaba preparado y gimiendo de


placer.

-Hazlo, métemelo ya, te necesito...- gemía cada vez más.

Louis se sorprendió al escuchar eso, Harry se estaba comportando como


toda una zorrita.
Colocó la punta de su miembro en la entrada de Harry y lentamente
comenzó a adentrase en su cuerpo.

Harry masturbaba su miembro para disminuir el dolor.

-¿Te gusta?- pregunto Louis ya que se encontraba completamente dentro


de él.

-S…si... Vamos párteme en dos...- gemía Harry excitado.

Louis intento no reír con las peticiones del menor, era un maldito pervertido.

Encajo sus manos en las caderas de Harry y comenzó a embestirlo de


manera muy rápida.

Ambos gemían y frotaban sus cuerpos sudorosos.

La petición de Harry lo había puesto más caliente. Lo embestía cada vez


más sintiendo un cosquilleo indicándole que estaba a punto de correrse.

No tuvo que esperar mucho tiempo para venirse dentro del chico.

Harry se encontraba recargado en la pared, recuperándose del orgasmo y él


respiraba agitadamente.

-Haz estado muy bien, demasiado diría yo...- susurró Harry mirándolo con
una enorme sonrisa.
Louis se acomodó la ropa y luego tomó la de Harry del suelo y comenzó a
colocársela. -Ya veté a la cama, es muy tarde.- habló mientras le
acomodaba su sweater a Harry.

Notó como Harry comenzaba de nuevo a observar su boca.

-Buenas noches...- susurró Louis y se acercó dejando un beso en su frente.

Se fue dejándolo ahí sólo y se metió a su habitación.


CAPÍTULO 15

Narra Harry.

Subí corriendo a mi habitación, antes de llegar a ella noté como Daniel me


observaba desde el marco de su puerta, sólo lo ignore y me adentre a mi
cuarto sin mencionar nada.

No sé porque me sentía así, corrí al baño lo más pronto que pude y


comencé a vomitar. De alguna manera me sentía sucio.

Me sentía la persona más humillada que existía en la tierra.

¿Cómo rayos había llegado a la situación que acababa de pasar? ¡Louis ni


siquiera me había permitido besarle! ¡Me había tratado como su títere! ¡Y lo
peor era que yo lo había disfrutado! ¿Cómo es que ahora le vería los ojos
después de haberme comportado como una puta? En serio que lo había
hecho, me había comportado como un maldito pervertido.

Limpié mi boca quitando los residuos de vómito que habían quedado en mi


piel.

Me desvestí y me metí a la regadera, comencé a tallar mi cuerpo


fuertemente con la esponja llena de jabón, quería quitarme cada residuo de
Louis que quedara en mi cuerpo. Mi piel comenzaba a ponerse
extremadamente roja por mi manera agresiva de tallarme.

Ni siquiera sé porque comencé a llorar, las lágrimas descendían por mi cara


mientras yo estaba a punto de sacarme sangre de mi piel.

No sabía, no tenía idea de lo que estaba ocurriendo conmigo.


Sólo sabía que me había dolido la forma en la que Louis me había tratado,
pero no podía explicar por qué, me había dolido simplemente por el hecho
de que me hubiera tratado como yo solía tratar a mis ligues de una sola
noche. Yo no lo quería para una sola noche... Eso es todo, lloraba porque
simplemente yo no quería a Louis para un rato, eso me frustraba y me
preocupaba a la vez.

Maldita la hora en la que me había comenzado a interesarme por él, en


definitiva tenía que hacer algo para matar cualquier sentimiento que
comenzaba a crecer dentro de mí.

Yo siempre he sido una persona fuerte y dura, nada me daba miedo, nada
me lastimaba, ni me perjudicaba. Pero ahora tenía miedo de Louis, tenía
miedo en lo que me convertía cuando estaba con él, tenía miedo también a
la manera en la que me hacía sentir con solo una mirada o también a la
forma excesivamente celosa en la que me sentía si él hablaba con alguien
que no fuera yo.

Tenía miedo de perderlo, aun sabiendo que él no era mío.

Fin de la narración.

------------

A la mañana siguiente Sofía le avisó a Harry que su padre quería desayunar


con él, que estarían varios colegas y todos desayunarían juntos.

Harry tenía unas ojeras enormes y aún seguía con la piel un poco irritada
por la ducha de la noche anterior.

Mientras se ponía ropa notó las marcas que Louis había dejado por todo su
abdomen y cuello, marcas que no había podido limpiar. Mirándose al espejo
pasó las yemas de sus dedos suavemente por ellas, recordando cada
momento de la noche anterior, llegó hasta su cuello y notó que ahí las
marcas eran más grandes y notorias, si salía así todos se darían cuenta de
que él había estado con alguien.

Se vistió con un sweater de tejido blanco que cubría su cuello por completo
y unos Jeans ajustados negros.

Cuando bajó al comedor, notó que ahí se encontraban aproximadamente 10


personas vestidas con uniformes de soldados nazis, entre ellas su padre, su
abuelo y Daniel.

-Buenos días.- comentó sentándose en la mesa y automáticamente


debiendo un vaso con jugo que tenía a su disposición.

Todos los colegas contestaron lo mismo en voz baja.

-¿Harry me puedes explicar que hacías fuera de la cama anoche?- preguntó


su padre con tono autoritario haciendo que todo el comedor quedara en
silencio.

Harry miró a Daniel de reojo, él tenía una leve sonrisa mientras tomaba un
sorbo a su taza de café.

Harry volvió la mirada a su padre y justo en ese momento Louis salió de la


cocina y comenzó a entregar platos con comida a los soldados.

-Verás padre...- comenzó a explicar un poco nervioso por la presencia de


Louis. -anoche tenía mucha sed así que bajé por un vaso con agua y me
quede un tiempo vagando por la casa, eso es todo.- mencionó evitando
mirar a Louis.
Louis continuo con su trabajo hasta que término de entregar y se retiró
hacia la cocina.

-Bien.... -susurró su padre mirando a Daniel. -ahora dejemos el tema de


Harry y comencemos lo importante, que era lo que querías tratar conmigo
¿Alfredo? - preguntó el general a uno de los soldados que se encontraban
con ellos. Harry suspiro de alivio al ver que su padre le había creído y había
dejado el tema por la paz.

Después miró a Daniel con una sonrisa de ganador y él lo miró enfadado.

-Verás August, creo que debemos tomar otra opción en los campos de
concentración...- mencionó el hombre mientras el padre de Harry lo
escuchaba atento.

-¿A qué te refieres?

-Me refiero a que no podemos seguir perdiendo tanto tiempo con las
mujeres mayores de 30, hay mucho trabajo y que ellas se dediquen a llevar
los cuerpos a los hornos las desgasta mucho y se pierde mucho tiempo.
-habló el hombre logrando captar la atención de Harry, recordó aquella
noche donde Louis se había molestado porque obligaban a su madre a
llevar los cuerpos.

-¿Y cuál es tu solución?

-Pues podemos... Dejar de matarlos por todo el campo, tener un lugar en


especial para desasearnos de ellos.- Harry miró a su padre en busca de que
él se negara y castigara al hombre por decir tales barbaridades.

Sin embargo su padre no dijo nada, quedo pensando mucho tiempo. -¿Te
refieres a llevarlos a los hornos vivos?- preguntó por fin el general.
Alfredo se encogió de hombros en respuesta a la pregunta.

-Creo que eso nos podría traer problemas con los otros países, más de los
que ya tenemos.- mencionó Daniel atento a las pláticas.

-Tienes razón, pero no tienen por qué enterarse, haremos que ni los propios
judíos sepan que es lo que pasa ahí adentro. -dijo el padre de Harry
haciendo que él sintiera un puñetazo en el estómago por la frialdad con la
que decían todo eso.

Sintió un remolino de palabras venir por su garganta, intentó controlarse


para quedarse callado, pero no lo logró. -¡NO PUEDES HACER ESO
PADRE! -gritó levantándose de la mesa.

Todos los soldados (incluyendo a su padre) se miraron extrañados, todos


menos Daniel, él veía la escena divertido.

El general comenzó a reír, todos imitaron la acción.

Harry sentía como su sangre comenzaba a calentarse más. -¡No es una


maldita broma! ¡No puedes hacer eso padre!

El padre de Harry se levantó molesto y golpeó la mesa fuertemente.

-¡No te estoy pidiendo permiso! ¡Ni me importa tu maldita opinión!- gritó


haciendo que Harry diera un paso hacia atrás un poco asustado.

-¡No puedo creer que seas tan frío!- se sintió decepcionado.

-¡Soy un soldado! ¡Los soldados luchan en la guerra!


-¡Esto no es una puta guerra! ¡Ellos no te están dando guerra!

-¡Ellos son el enemigo Harry!

Todo el lugar estaba en silencio, nadie se atrevía a hablar. Sólo se


escuchaban las respiraciones agitadas de ambos.

Harry estaba a punto de decir algo cuando notó que Louis estaba mirándolo
desde la cocina y con un movimiento de labios le dijo. -Tienes que parar.

Harry azotó la servilleta de tela contra la mesa y salió de ahí.

Louis espero unos segundos y después lo siguió por toda la casa hasta
llegar a su habitación.

Lo tomó del brazo y lo estrelló contra su cuerpo para envolverlo en un


abrazo.

-Está bien, está bien...- susurró mientras acariciaba su cabello.

Harry tenía su cabeza encajada en el espacio entre el cuello y los hombros


de Louis. Él sintió la humedad que había en ese espacio gracias a las
lágrimas de Harry. -Tranquilo pequeño...- volvió a susurrar.

Harry se despegó de sus brazos violentamente.

-¡Déjame! ¡NO TE QUIERO VER!- gritó enojado empujado a Louis lejos de


él.
-¿Harry que pasa?- preguntó muy confundido intentado tocarlo.

-¡Déjame!- lo empujó por última vez y se metió a su habitación azotando la


puerta.

Ya adentro se sentó en el suelo mientras abrazaba sus rodillas y lloraba por


la frustración.
CAPÍTULO 16

-¿Estás bien mi niño?- preguntó Sofía entrando lentamente a la habitación


de Harry, llevaba ahí dentro toda la mañana y comenzaba a preocuparle.

-Si.- contestó mientras se daba la vuelta y se enrollaba en las cobijas.

Sofía se acercó a él y se sentó en su cama. -¿Seguro?- preguntó


acariciando sus rizos.

-Es simplemente que estoy muy cansado.

-Pero Harry son las 3 de la tarde...

-Pero mis horas han sido muy largas.

-¿Qué es lo que alarga las horas de Harry?

-No poseer lo que podría acortarlas.- Harry esperó unos segundos y


después la miro, a ella no podía mentirle, lo conocía mejor que su madre.
-Sofí... ¿Qué haces cuando comienzas a sentir algo que no está bien?-
pregunto mirándola.

Sofía frunció el ceño por tal pregunta, le parecía demasiado extraña


viniendo de parte de Harry.

-El único sentimiento prohibido es el odio... ¿Sientes odio por alguien?-


contestó atenta.
-No... Creo que es lo contrario...- susurró haciendo que Sofía se
sorprendiera más.

-Lo contrario del odio es el amor.

-Lo sé, y si es cierto que siento amor, está muy mal.- dijo enterrando su
cabeza en la almohada.

Sofía pensó por unos segundos... Ella sabía perfectamente a que y a quien
se refería Harry. Hace días que lo comenzaba a notar en su mirada, pero no
se atrevía a preguntarle.

-¿Estás enamorado de Louis, Harry?- preguntó finalmente.

Harry la miró de nuevo y después se sentó en la cama para abrazarla.

Pronto los sollozos de Harry comenzaron a llenar el silencio.

Sofía le devolvió el abrazo.

-Está bien amor, no te preocupes, está bien. -susurró acariciándole la


espalda.

Ella sabía que no estaba bien, sabía perfectamente lo que podía pasar si
sus padres se llegaban a enterar de eso. Sabía que su relación no podía
tener futuro alguno, pero aun así, decidió apoyarlo.

Harry la miró con los ojos cristalizados. -¡No, no está bien Sofí! Imagínate lo
que pasaría si mi padre se entera. ¡Nos mataría!
-No te preocupes por eso, encontraremos una solución, ¿okey?- habló
fuerte mientras volvía a abrazarlo.

Harry solo necesitaba a alguien que le dijera que lo que sentía estaba bien,
alguien que lo apoyara y no lo juzgara, alguien que le demostrará aunque
sea un poco de amor.

------------

El general Styles se encontraba en su despacho con los mismos colegas del


desayuno, seguían hablando sobre el mismo asunto.

Harry entró a la oficina sin tocar la puerta.

-Padre iré al lago...- hablo rápido. Llevaba unos bermudas largos y una
camisa de manga corta.

-¿Sólo?- preguntó su padre.

-¿Pues con quien quieres que vaya o qué?- habló molesto, seguía enfadado
por el enfrentamiento de la mañana.

-El judío sería buena opción...- susurró Daniel mirándolo con una sonrisa.

-Tienes razón Daniel, ¡JUDÍO! ¡JUDÍO VEN ACÁ!- gritó el padre de Harry.

Louis entró apurado a la oficina.

-¿Si señor?-preguntó en espera de una orden.


-Acompaña a mi hijo al lago, asegúrate de que no le falté nada.

Harry se preocupó por eso, él no quería estar sólo con Louis después de lo
que había pasado la noche anterior. -¡No! ¿Por qué tiene que ir él conmigo?
¿Me tomas de niño o qué?- preguntó gritando a su padre.

-No voy a discutir contigo ahora, así que o va él contigo o no vas. Eso es
todo, ahora retírate y cierra la puerta. -Harry se quedó callado, estaba muy
enojado pero no tenía ánimos de pelear.

Se dio la vuelta enojado y miro a Daniel.

-Me debes una...- susurró Daniel sonriéndole malvadamente.

Harry salió de la oficina seguido por Louis. Tomó una maleta con ropa y
salió de la casa apurado.

Louis intentaba alcanzarlo.

-¡Harry espera!- gritó Louis al comenzar a perderlo de vista entre los árboles
que se encontraban en el bosque. -¡Harry!- gritó haciendo que esta vez sí
frenara.

-¡Puedes apurarte! Dios que fastidio...- mencionó molesto.

-No es mi culpa que tu padre me haya obligado a venir- dijo Louis al llegar
hasta Harry y parando para tomar un respiro.

-Ok.- habló y comenzó a caminar de nuevo.


Louis lo tomó del brazo, frenándolo. -¿Puedes decirme que te pasa? ¡Estas
así desde la mañana!

-Nada, es simple, no he tenido un buen día. -mencionó cortante en intento


zafarse del agarre de Louis, pero no tuvo éxito.

-Mientes... Estas así por lo que pasó anoche...

Harry pasó saliva en seco al escuchar eso. Luego lo miró y le sonrió. -Louis,
¿por qué debería estar mal? Fue solo un simple sexo, ni que no lo hubiera
tenido antes, no te sientas especial. -habló logrando que Louis lo soltara.
Comenzaron a caminar en silencio.

Louis tenía que aceptarlo, eso solo había sido un simple sexo, no había
razón para creer que Harry estuviera mal por eso, aunque él en serio
quisiera eso.

Llegaron al lago, era un lugar hermoso metido entre el bosque, tenía una
pequeña cascada y muchos árboles al rededor, haciendo que fuera un lugar
extremadamente íntimo.

Harry dejó su mochila en una orilla y se quitó los zapatos, se sentó


metiendo sus pies al agua.

Se estiró hasta su mochila y saco una cajetilla de cigarros de ahí dentro.

Tomó uno y lo colocó entre sus labios, después sacó un encendedor y lo


prendió, comenzó a inhalar y exaltar el humo.

Miró a Louis que se encontraba recargado en un árbol. -¿Quieres?-


preguntó ofreciéndole el cigarro.
-No sabía que fumabas- mencionó Louis acercándose a él y tomando el
cigarro para fumarlo.

-Sólo cuando algo me mortifica o cuando me siento triste. - susurró Harry.

Louis lo miró extrañado. -¿Estas triste o preocupado por algo?- preguntó


mientras le devolvía el cigarro.

Harry lo tomó y lo apago contra el piso.

Se puso de pie y comenzó a caminar sobre un tronco que se encontraba


cruzado entre el lago.

El tronco se movía mucho y Harry se encontraba justo en medio, muy


alejado de la orilla.

Estuvo a punto de resbalar.

-Harry baja de ahí, te más a caer. -mencionó Louis mirando en la situación


tan peligrosa que el pequeño se encontraba.

Harry lo ignoró y siguió caminando.

-Hablo en serio, baja de ahí.-volvió a exigir.

-A quién le importa un carajo si me caigo...- habló mirando a Louis y


comenzó a brincar sobre el tronco.
-¡Basta Harry!- Louis comenzaba a frustrase por verlo tan divertido mientras
bromaba arriba del tronco.

Harry comenzaba a reír. -¿Si me caigo me salvarías?- preguntó parando y


mirándolo fijamente, comenzó a acercarse a la orilla.

Louis estiró su brazo para ayudarlo a bajar, pero justo antes de tomar su
mano Harry se volvió a alejar.

-¡No me has contestado! ¿Si me caigo me salvarías?

-¡Si Harry sí! ¡Si te salvaría ahora baja de ahí por favor!- mencionó casi
gritando.

Harry sonrió al escuchar eso.

Louis lo esperaba en la orilla aún con el brazo estirado hacia él.

-Veamos si no eres un mentiroso.- mencionó y dio un brinco al lago.

Louis abrió los ojos como plato y comenzó a preocuparse al ver que el
pequeño no salía del agua.

Entró en pánico después de treinta segundos que no salía y se metió al


agua con un clavado.

Comenzó a buscar a Harry con los ojos abiertos dentro del agua y
comenzaba a desesperarse al no encontrarlo.
Cuando por fin logro verlo lo tomó de la cintura y lo jaló junto con él hacía la
superficie.

Flotaban en el agua mientras recuperaban el aliento.

Harry comenzó a reír como un loco.

-¡Que mierda te pasa!- gritó Louis enojado mientras tosía gracias a que
había tragado mucha agua. Harry seguía riendo sin parar. -¡Basta Harry!
¡Me has asustado!

-¡Sólo quería ver si no mentías!- habló el pequeño riendo aún.

Louis le lanzó agua en la cara e intento salir del lago, pero Harry se lo
impido. Lo tomó de la cintura y lo acercó hacia él violentamente.

Ambos se quedaron en silencio, sólo se podía escuchar el sonido de las


aves y del agua al moverse.

Sus bocas estaban muy cerca, Harry sentía la necesidad de besarlo, como
la había sentido desde la primera vez que lo vio.

Esta vez no permitiría que nada, ni nadie arruinara ese momento.

Mató el espacio que los separaba y unió sus labios, Louis rápidamente le
correspondió el beso, se besaban como desesperados, ambos luchaban por
ver quién era él que penetraba con su lengua más la boca del otro.

Harry colocó sus manos en el cuello de Louis y este lo atrajo hacia él por la
cintura.
Después de unos segundos se separaron por falta de oxígeno. Volvieron a
mirarse a los ojos.

Louis intento decir algo pero Harry lo frenó.

Se acercó rápidamente a su oído y le susurró. -Fóllame, hazlo hasta que se


me olvide porque estoy triste…
CAPÍTULO 17

-Fóllame, hazlo hasta que se me olvide porque estoy triste.-susurró Harry


entre el beso, haciendo que Louis perdiera el control.

Rápidamente lo jaló hasta la orilla, dejando a Harry recostado en la tierra y


él posicionado encima del menor.

Por unos segundos se miraron a los ojos, Harry decidió volver a besarlo.
Esta vez lo hizo muy lento, podía disfrutar a la perfección el sabor de la
boca de Louis.

Louis colocó sus manos en las mejillas de Harry, acariciando su piel con las
yemas de los dedos.

Narra Harry.

Me sentía completamente feliz en esos momentos, no podía describir


exactamente qué era lo que sentía cuando Louis me tocaba y besaba.

Cada vez me sentía más necesitado de él, de sentirlo dentro de mí, pero no
quería arruinar el momento.

No habíamos salido lo suficiente del lago, el agua seguía mojando mi


espalda.

Esta vez yo quería complacer a Louis, tenía ganas de hacerlo, de hacer que
disfrutara cada momento que le estaba regalando. Quería hacerlo sentir lo
que yo comenzaba a sentir por él, transmitirle eso sentimientos mediante
mis acciones.
Rodeé por encima de él, haciendo que quedara abajo de mí.

Abracé su cuerpo con mis piernas y comencé a besarlo, esta vez siendo un
poco más intenso.

Sus manos me rodearon por la cintura y automáticamente una sonrisa se


formó en mi rostro.

Ya no me asustaba la forma en la que comenzaba a sentirme por él, ahora


me gustaba.

Me gustaba mucho sonreír porque me tocara, me gustaba poder tomarme el


tiempo necesario para descubrir cada parte de su cuerpo, me gustaba
sentirlo cerca.

Fin de la narración.

Narra Louis.

Había dejado que Harry se encargara de la situación, no había podido evitar


que me besara, pero me estaba gustando, de hecho me había encantado
besarlo.

Él hacia las cosas muy lento, pasaba sus manos acariciando todo mi
cuerpo, me besaba y sonreía constantemente. Su forma de tratarme
comenzaba a incomodarme.

No quería que él me tratara como si yo fuera alguien importante para él, yo


no podía ser importante para él, así como él tampoco podía ser importante
para mí.
La forma en la que me tocaba me estremecía, hacía que sintiera calambres
por todo mi cuerpo. El roce de su piel con la mía me comenzaba a matar.
Me encantaba sentirlo así.

"¡Qué demonios dices!" Me dijo una voz en mi interior "¿Que no recuerdas


con quien estas? ¡Es el hijo del hombre que le está haciendo tanto daño a tu
familia y amigos!" Seguía atormentándome mientras yo intentaba
concentrarme en Harry "¡Deja de tratarlo como tu maldita novia y fóllatelo de
una vez!" Mi voz interior tenía razón, no podía tratar a Harry como una
novia, porque lo que a él y a mí nos unía era solo la pasión y el deseo. Nada
más. No había, ni podía haber nada más.

Fin de la narración.

Louis cambió de actitud drásticamente.

Comenzó a actuar violento, hizo un movimiento para quedar por encima de


Harry y de un jalón le arranco las Bermudas.

Harry intentaba volver a besarlo, pero él no lo permitía.

Después le sonrió e intentó acariciar su mejilla, pero de igual manera, Louis


lo impidió.

Actuaba extraño, parecía frustrado, estaba frustrado.

Tomo el miembro de Harry y comenzó a masturbarlo fuertemente.

Harry abrió mucho los ojos y enterró sus dedos en la espalda de Louis.
Sintió una lágrima salir por su ojo izquierdo. La manera en la que Louis lo
hacía comenzaba a lastimarle. -Louis me duele.- mencionó cuando sus
gemidos dejaron de ser de placer para convertirse a dolor. Louis seguía
haciéndolo esta vez un poco las fuerte. -¡Louis para me duele!- gritó
aventándolo lejos de él.

-¿No era lo que querías? ¿No era eso lo que me pedías la otra noche?
¿Qué te lastimara? ¡QUÉ TE HICIERA SANGRAR!- gritó logrando intimidar
a Harry.

Harry se volvió a acercar a él, esta vez atrapando sus manos y entrelazando
sus dedos, volvió a besarlo.

Se besaron por unos segundos más, Harry estaba encima de las piernas de
Louis mientras lo abrazaba por la cintura con sus piernas.

-Dime que es lo que quieres de mi pequeño, porque enserio que no


entiendo. -susurró Louis más tranquilo intentando no mirarlo.

Harry observaba como él evitaba su mirada.

Volvió a sus labios y le susurró entre el beso. -Quiero que me hagas el


amor.- habló bajo.

Después miró a Louis a los ojos, él lo miraba sorprendió y a la vez


asustado.

Harry comenzó a desabrochar los botones de la camisa de Louis.

-¡No!- grito quitándolo de encima de él y volviéndose a abrochar la camisa.


-No puedo. -mencionó por última vez y salió corriendo de aquel lugar.
Harry se puso de pie y se acomodó la ropa lo más rápido que le fue posible,
después tomó su maleta y corrió intentado alcanzar a Louis.

Louis era muy rápido corriendo, y Harry había tardado en comenzar a


seguirlo gracias a su ropa, así que le fue imposible alcanzarlo.

Al llegar a la casa Daniel se encontraba en el jardín lavando un coche.

-¿Has visto a Louis?...- le preguntó observando a su alrededor buscándolo


con la mirada.

-Sí, llego corriendo todo moja... Veo que tú también estas todo mojado... Le
he puesto un trabajo- mencionó riendo.

-¿hacia dónde se fue? ¿A dónde lo mandaste?-preguntó Harry


desesperado.

-Tranquilo niño, ¿para qué lo necesitas?- Daniel seguía con su estúpida


sonrisa de siempre.

-¿Que carajos te importa? ¡Sólo dime a donde se fue!- gritó ya enojado.


Ese tipo llevaba muy poco tiempo en su casa y ya comenzaba a colmarle la
paciencia.

Daniel dejo salir una carcajada. -Ah ya lo veo, al parecer ese judío hace de
todo, ¿Lo quieres para que te ayude con eso?- mencionó señalando un
bulto enorme que salía de los pantalones de Harry. Él había tenido que salir
tan apresurado que no le había dado tiempo de bajar su erección. -¿Y dime,
es bueno? Porqué a veces yo también tengo ese serio problema... Pero no
me gustaría utilizar a ese judío... ¿Qué tal tu madre? ¿Está mejor no?-
preguntó Daniel rompiendo el último pedazo de cordura que le quedaba a
Harry.

Se lanzó encima de él y comenzaron a golpearlo.

Harry ya le había tronado el labio, mientras que él le había tronado la ceja.


La sangre salía de sus cuerpos.

Louis vio la escena y llegó corriendo para separarlos. Logro separarlos


deteniendo a Harry para que dejara de golpear a Daniel.

-¡Maldito bastardo! ¡Mi padre se va a enterar de lo que has dicho! ¡Te vas a
morir imbécil!- gritó furioso intentando zafarse del agarre de Louis.

Daniel seguía en el suelo.

-¡Vamos! ¡Hazlo! ¡Díselo! ¡Qué si tú haces eso yo le diré lo que tienes con
este!- gritó poniéndose de pie y señalando a Louis.

Louis lo miró sorprendido y soltó a Harry.

-A mí no me metan en sus problemas...- habló bajo intentado fingir que no


sabía a lo que se refería Daniel.

- ¿Creen que soy estúpido? ¡Los dos llegaron excitados y completamente


mojados! Seguro estaban jugando a las escondidas en el bosque...

Harry intentó golpearlo de nuevo, pero Louis lo frenó.


-Ahora ya lo saben... Los tengo en mis manos.- mencionó limpiando la
sangre de su labio, amenazándolos.

Después se metió a la casa azotando la puerta.

Harry y Louis se quedaron en silencio.

-Él no va a decir nada, no te preocupes.- susurró Harry al ver a Louis tan


preocupado. Intento tomarle la mano, pero Louis se lo negó al instante.
CAPÍTULO 18

La tarde fue muy incómoda para ambos después de eso.

Harry se fue a dormir muy temprano para evitar encontrarse con Louis, o en
el peor de los casos, con Daniel.

Durante el desayuno evitaban mirarse mientras que Daniel los estuviera


viendo.

-Sírveme más jugo. -ordenó el general a Louis, que se encontraba en una


esquina del comedor para poder atender a la familia con mayor rapidez.

Louis se acercó e inclinó la botella sirviendo el jugo.

Al terminar pregunto. -¿Alguien gusta más?

-Harry... Creo que desde ayer se quedó con ganas de más.- menciono
Daniel en modo burlesco y mirando a Harry con una sonrisa.

A Harry se le enrojecieron las mejillas y sólo indico con el dedo que no.

Lo que restó del desayuno se sentía lo incómodo en el ambiente.

Narra Daniel.

Descubrir que mis sospechas eran ciertas había sido lo más fácil del
mundo, ellos mismo lo habían demostrado con su silencio, no pensaba que
las cosas serían tan fáciles.
Había pasado el día anterior pensando en cómo lograr que Louis me
temiera, ya que si lograba eso con él, automáticamente haría que Harry lo
hiciera también.

Había encontrado la manera perfecta, y ya tenía todo listo, sólo me faltaba


conseguir que Louis saliera conmigo esa tarde.

Lo cual no sería difícil.

Fin de la narración.

-General Styles, ¿cree que sería mucho pedir si me permite llevarme al


judío hoy para que me ayude con algo en el campo?- preguntó Daniel
mientras miraba la reacción de Harry.

Harry obviamente lo miró atento, ¿para qué Daniel quisiera llevarse a


Louis?

-Claro, no hay problema.- habló August con la boca aún llena de comida.

-Muy bien.- sonrió Daniel. Su sonrisa solo era presente cuando hacía algo
malo, lo que restaba del tiempo era callado y se la pasaba observando todo.

-¿Para qué lo quieres?- preguntó Harry sin notar que había hecho que su
padre lo mirara raro.

-Para lo que lo quiera hijo, ese judío lo pueden usar para lo que quiera.-
habló el padre de Harry mientras comía de una manera muy desagradable.
-Sólo quiero mostrarle algo Harry... No te pongas celoso.- al oír a Daniel
mencionar eso a Sofía casi se le caían los platos que llevaba en las manos.

-Sa...sabes que no me refería a eso.- balbuceó nervioso -pero terminando el


desayuno tiene que darme mecánica, no estará disponible.- artículo Harry
justificando sus preguntas.

-No tardáremos mucho... Sólo le enseñare unas cositas... Si quieres puedes


ir, te gustarían a ti también. -habló haciendo que Harry se molestará más.

Louis se encontraba parado escuchando toda la conversación, de una forma


le había preocupado mucho, ya que seguro si Daniel quería llevarlo al
campo sería por algo de su familia, pero no podía negarse, sabía
perfectamente que Daniel lo tenía en sus manos.

-Si Harry, si Daniel dice que no se tardará mucho puedes tomar la clase
cuando regresen.- habló su madre intentando hacer que su hijo se quedara
callado de una vez.

Su madre había cambiado mucho desde que la guerra había empezado, ya


no era la mujer de antes, amorosa y atenta.

Se había convertido en alguien fría y temerosa por el padre de Harry, ella


estaba en total desacuerdo con lo que le hacían a los judíos, pero de
cualquier forma su voz no importaba.

Harry extrañaba mucho a su madre de antes, él quería contarle lo que le


pasaba, quería contarle que estaba... Tal vez... Enamorado.

A Harry no le quedó más remedio más que aceptar, no podía arriesgarse a


que Daniel siguiera tirando indirectas sobre lo que le pasaba con Louis, no
le convenía en lo más mínimo que su padre se enterara de eso.
Si quería proteger a Louis tenía que hacer todo lo que Daniel le pidiera con
tal de que guardara silencio.

Harry se levantó de la mesa intentado no mostrar su lado molesto y salió del


comedor.

Daniel delineó sus labios con su lengua y sonrió demasiado satisfecho con
lo que había logrado.

Luego él se levantó. -Bueno, con permiso, mejor me apresurare antes de


que Harry se enoje más.- mencionó caminado hacia la puerta e indicándole
a Louis que lo siguiera.

Narra Louis.

Salí de la casa junto con Daniel y me indicó que subiera al auto junto con él,
me pareció normal ya que para llegar al campo caminado tenías que ir por
el bosque, que obviamente tenía un camino difícil e incómodo. Lo miró
fulminándolo con la mirada y se fue del lugar fríamente…

-¿Por qué tan serio Wales?- me preguntó colocando una mano en mi


hombro mientras conducía el coche.

Al principio no reaccione a ese nombre, pero después recordé que le había


dado un apellido falso.

-Porque si.- mencioné moviéndome para que no me tocara.

Comenzó a reír.
-No te preocupes... Yo no soy marica como Harry.- dijo haciendo que me
hirviera la sangre, que ofendiera a Harry me había molestado mucho.

Respire muy hondo e intente tranquilizarme, lo que Daniel quería era


claramente sacarnos de las casillas para que explotáramos y así poder
amenazar con decir lo que me ocurría con Harry.

-Dime para que me has traído.- mencioné.

-Tranquilo... Ya lo veras cuando lleguemos al campo.- habló sonriente.

Me quede en silencio lo que restó del camino, sólo quería que eso terminara
de una vez, y que fuera lo que fuera a pasar, pasara de una vez.

Entramos al campo por la parte trasera, del lado en donde se encontraban


los hornos.

Daniel detuvo el coche y bajó indicándome que me quedara dentro.

Se acercó a un soldado dándole una indicación y rápidamente se acercó a


mí para que saliera.

Salí y sentí como me temblaban las rodillas, no sabía lo que me harían,


pero debía ser algo malo. Intentaba tranquilizarme para mostrarme fuerte,
pero sinceramente no servía para nada.

Llegaron varios soldados al lugar acompañados de 3 judíos, todos se veían


jóvenes, al menos de menos de 30 años.

Los soldados los formaron en frente de nosotros.


Me quedé esperando, no entendía nada de lo que pasaba.

Daniel miró a los judíos y luego me miró a mí, de arriba para abajo.

No decía nada, su silencio me comenzaba a matar.

Sacó un cigarrillo del bolsillo de su traje.

Lo prendió y comenzó a fumarlo, seguía observándome.

Caminó y se colocó atrás de mí, demasiado cerca.

Después me acerco el cigarro a la boca ofreciéndomelo, lo rechace al


instante.

-¿Y bien?- preguntó muy cerca de mi oído.

-No entiendo.- comenté muy incómodo.

-¿No entiendes?- pregunto y luego comenzó a reír como un loco.

Me mantuve en silencio.

-¿Sabes que tienes en común tú con estos hombres Louis? Aparte de que
son judíos -me preguntó después de unos segundos. Lo miré negando. -
¿No sabes?- fingió asombro. –A ver Louis, seré bueno contigo y te dejare
escoger, ¿cuál te gusta?- fumaba constantemente su cigarro. Esto tenía
que ser una puta broma. Yo seguía sin hablar. -¿Ninguno?- habló
acercándose de nuevo a mí por atrás y colocando su mano en mi barbilla,
después comenzó a caminar empujando mi cuerpo con el suyo. -¡Míralos
bien! ¿Estás seguro que no te gusta ninguno?- me acercaba demasiado a
los hombres.

Negué con la cabeza.

-¡No te preocupes! ¡Harry no se va a enterar! ¡Yo no le diré nada! Te estoy


dando la oportunidad de follarte a cualquiera de ellos tres... ¡A ellos le va a
encantar he!- menciono aventándome.

Volví a negar con la mirada en el suelo.

-Bien, yo te los ofrecí.- habló y sacó su arma, apuntándola hacia la cabeza


de uno de los hombres.

-¿Qué haces?-grité por instinto.

-Digamos que... Quiero enseñarte que les pasa a los maricones en estos
lugares.-sonrió y disparó rápidamente a los tres hombres.

Mi cuerpo se paralizó al ver como Daniel mataba a esos hombres en frente


de mis ojos.

Por un momento sentí como si me fuera de desmayar, mi cuerpo se debilitó


en instantes, en mi cabeza seguían las miradas de los hombres al ver que
Daniel había sacado el arma.

Los cuerpos sin vida se encontraban justo enfrente de nosotros y la sangre


comenzaba a llegar a mis zapatos.
Yo seguía en estado de shock.

Daniel se acercó a mí y me tomo de la camisa empujándome hacia dentro


del coche.

Luego él les dio unas indicaciones a los soldados y subió al coche.

Sentía como mi corazón latía fuerte. No podía olvidar aquella escena.


Sentía unas tremendas ganas de llorar. Aunque lo haya intentado
controlarme, mis lágrimas comenzaron a descender por mi rostro.

No entendía porque esa persona me quería hacer daño, no entendía porque


le importaba que yo estuviera liado con Harry.

No podía borrar los rostros de los hombres de mi mente. Nos dirigíamos a la


casa y Daniel se mantenía en silencio. Cuando por fin me miró solo se
dedicó a seguir dañándome. -¿Estas llorando?- preguntó fingiendo tristeza.
-¿Te has arrepentido de no habértelos follado? ¡Si quieres podemos
regresar! Supongo que sus cuerpos aún no se han enfriado.

No tenía cabeza para escuchar sus palabras, seguía costándome mucho


respirar, por cada segundo que pasaba reaccionaba más, y el miedo
comenzaba a apoderarse de mi mente.

Pensé en Harry, no permitiría que Daniel le hiciera algo, no permitiría que él


le mostrara lo que me había mostrado a mí.

-No te atrevas a meterte con Harry.- mencioné con un hilo de voz.

-¿Por qué? ¿Te interesa acaso?- preguntó y luego me miró.


Yo bajé la mirada.

Si, Harry si me interesaba, lo suficiente para no querer verlo sufrir por culpa
de ese idiota.

Llegamos a la casa y estacionó el coche.

Intente bajar lo más rápido que pude, pero Daniel me lo impido


deteniéndome, tomándome del brazo.

-¡Te he hecho una pregunta! ¡Contesta!- gritó. Lo mire fulminándolo. Él


comenzó a reír a carcajadas. -¿No me digas que estás enamorado?

Ya no soportaba eso, me solté a la fuerza de su agarre y salí corriendo del


coche, después corrí hacia mi habitación y me encerré en ella, corrí hacia el
inodoro al sentir una náusea tremenda.

-Sí, si estoy enamorado.- susurré después de unos segundos mientras me


sentaba en el piso del baño.
CAPÍTULO 19

Harry observó desde su ventana como Louis salía corriendo del auto de
Daniel.

Seguro Daniel le había hecho algo.

Bajó corriendo, intentando averiguar qué pasaba con Louis.

Antes de salir de la casa se encontró con Daniel mientras entraba riendo.

Se acercó violentamente. -¿Que le hiciste?- gritó empujándolo con las


palmas de sus manos.

-Tranquilo Harry, si yo apenas voy llegando.- dijo desentendido.

-¡No te hagas el idiota!- gritó Harry aún más enojado.

-Compruébalo tú mismo...- mencionó dándole espacio para que saliera a


buscar a Louis.

-¡Te lo advierto, si le hiciste algo te mato!- dijo Harry mirándolo a los ojos y
amenazándolo.

Salió de la casa mientras lo empujaba bruscamente.

Se dirigió al garaje para comprobar que Louis estuviera bien, lo había visto
bajarse del coche muy alterado y le aterraba la idea de que Daniel le
hubiera hecho algo a él o a su familia.
Tocó la puerta y nadie respondió.

Continuó tocando por unos minutos, pero nadie contestaba. Sabía que él se
encontraba adentro porque lo había visto entrar.

Al no obtener respuesta abrió la puerta de la habitación y entró.

-¿Louis?- gritó Harry buscando dentro del cuarto. -¿¡Louis!?- preguntó


impresionado cuando miró que él se encontraba en el piso del baño en
posición fetal.

-¿Louis que tienes?- Harry se había alterado más cuando notó que él
lloraba, gracias a que sus ojos estaban muy rojos y cristalizados.

Louis se puso de pie sin contestarle a Harry y limpió sus lágrimas.


Luego intentó salir de la habitación, pero Harry se lo impidió.

-¿Que te hizo?... ¿Qué te hizo Daniel?- susurró mientras lo detenía por el


brazo.

Louis dio un gran suspiro y se quedó quieto por unos segundos.

-Dímelo Lou.- Louis se sorprendió al escuchar con el apodo con el que


Harry lo había llamado, así sólo lo solían llamar sus hermanitas.

Harry casi tenía la edad de su hermana Lottie, mirando sus ojos recordaba a
sus hermanas. Recordaba que antes de la guerra siempre estaban como
Harry, sonrientes e inquietas.
Tal vez era por eso que Louis sentía cariño por él. Pensó que lo que sentía
por Harry era solo cariño, como el cariño que sentía por su familia.

Harry se acercó más a Louis sin soltar su mano.

-Daniel no te volverá a hacer daño, te lo prometo...- susurró envolviéndolo


en un abrazo.

Louis succionó el aroma de su piel al estar tan cerca del pequeño.

Esta vez, Harry no podría hacer nada para protegerlo, esta vez Louis era el
que tenía que protegerlo de Daniel.

Si Daniel le había mostrado eso era porque seguro era una forma de
advertirle que se alejara de Harry, si no quería que terminara de igual
manera que a los otros hombres.

"Tengo que protegerlo" pensó Louis.

Se soltó del abrazo de Harry y comenzó a caminar por la habitación.

No había mencionado una sola palabra en todo ese tiempo, pero era hora
de que comenzara a arreglar el lío en el que estaba metido.

-Harry...- habló bajo mirando a otro lado. Harry lo miró atento y un poco
confundido. -Tenemos que olvidarnos de lo que pasó.- mencionó después
de unos segundos.

Harry creía que no entendía a lo que Louis se refería.


-No sé de qué hablas.- habló en forma dudosa. Comenzaba a pensar lo
peor, y lo único que hacía era rogar por qué no fuera lo que pensaba.

-¿No sabes a lo que me refiero?- preguntó Louis elevando su tono de voz.

-No.- Harry se negaba a entender, lo que claramente ya había entendido.

Louis seguía con los ojos llorosos.

-¡Tenemos que terminar con esta mierda! ¡Con este jueguito que tenemos!-
gritó explotando por completo.

-¿Para ti es eso?- preguntó también subiendo su tono de voz. -¿Para ti es


sólo un juego de mierda?-Harry lo miraba con desespero en los ojos, no
entendía la actitud de Louis.

Louis caminó por la habitación intentado no cruzarse con los ojos de Harry,
lo único que quería era borrar esa mirada de su mente, aceptar de una vez
que él no sentía amor por Harry.

-¡DIMELO!- gritó desesperado al ver que Louis no reaccionaba. -¡Hazlo!


¡Dímelo! ¡Dime que esto solo es un juego! ¡Dime que lo que me pasa
contigo se va a acabar pronto como se acaban los jugos!

-A ti no te pasa nada conmigo ¿okey? Simplemente lo que nos une es la


pasión de aquella noche en el jardín, eso es todo.- habló Louis amenazando
a Harry.
CAPÍTULO 20

Louis salió de la habitación corriendo.

Se escondió detrás del garaje, no quería que nadie lo viera.

Narra Louis.

Mis rodillas temblaban de manera excesiva, no podía definir lo que sentía


en esos momentos, quería regresa y abrazar a Harry lo más fuerte posible,
no quería que esto se acabará. No quería alejar lo de mí. Mi puto miedo era
el culpable de todo.

Pero no había esperanzas de nada, yo no podía estar enamorado de ese


niño, era completamente imposible.

Respiraba agitadamente y apenas podía mantenerme pie.

Poco a poco las fuerzas que tenía se debilitaban más.

Ya no quería seguir luchando, ya no quería vengar a mi abuelo, ya ni


siquiera quería proteger a mi familia. Lo único que quería era largarme de
ese lugar, alejarme de esas personas que sólo me dañaban.

El amor, la más mortal de todas las cosas mortales; te mata cuando lo


tienes...Como cuando no lo tienes.

A mis 23 años de edad se podía decir que estaba muriendo de miedo.


Miedo de todo, pero sobre todo de Harry. Miedo de sentirme así estando
con él.
Lo único que podía esperar era que alguno de ellos decidiera matarme, que
toda esta mierda de vida que tenía terminara.

Fin de la narración.

Harry salió del garaje después de unos minutos, se había tomado tiempo
para calmarse.

Las cosas definitivamente se le habían salido de control, él no planeaba


eso, no planeaba derramar una sola gota por Louis, ¿Por qué lo hacía
entonces?

Pero para él era inevitable quitarle a su cuerpo las ganas de llorar.

Entró a la casa evitando a toda costa encontrarse con alguien.

Su padre y Daniel se encontraban en el despacho, así que no tuvo


problema con ellos, que prácticamente eran más personas que más odiaba
en esos momentos.

Subió a su habitación para encerrarse en ella y olvidarse del mundo, pero


su plan se fue a la mierda cuando encontró a Sofía haciendo la limpieza ahí
adentro.

-hola mi niño, ¿cómo estás?- preguntó sofí sin haber notado sus ojos
llorosos.

Harry no contesto, se tiró a la cama quedando boca abajo. Se sentía


verdaderamente cansado, lo único que quería era dormir, dormir hasta que
se olvidara de todo lo que pasaba. -¿Harry?- preguntó acercándose a él.
Harry seguía sin contestar. -¿Harry estas bien?
Sofí se sentó en la cama y comenzó a acariciar el cabello de Harry, eso
siempre lo tranquilizaba.

Ella se quedó ahí hasta que Harry decidió mirarla. Ya no lloraba, pero sus
ojos estaban muy rojos.

-hola.

-¿Dime que ocurrió?- preguntó ella hablando suave.

-Ya no quiero "estar enamorado" -mencionó haciendo que Sofí dejara salir
una leve risita.

-¡Hablo enserio sofí!

-Está bien amor.- comentó ella con una sonrisa.

-¿Qué? ¡No, no está bien!

-Ok, ¡no está bien!- Harry la miro molestó y luego se dio la vuelta muy
enojado. -Verás amor, digo que está bien porque simplemente lo está. Yo
no te puedo decir que sentir, ni siquiera tú mismo lo puedes decidir. Uno no
es culpable de los sentimientos, pero si puede decidir qué hacer con ellos.

Harry la miro, ¿por qué demonios sofí siempre tenía razón en todo lo que le
decía?

-Está bien.- mencionó Harry de manera dudosa.


Sofía se acercó a él y le dio un gran abrazo. -Tú vas a saber qué hacer,
sólo tienes que pensar en lo mejor para ustedes, no para los demás.
-mencionó durante el abrazo.

Al menos Harry ya no se sentía tan mal.

--------------

Así pasaron 20 días, Harry había dejado sus lecciones de mecánica, de


hecho ya ni siquiera se veía con Louis si no era en las comidas, evitaba
mirarlo a toda costa.

No se podía decir exactamente que Harry había vuelto a su vida de antes,


porque ahora solo salía de su habitación para desayunar, comer y cenar.
Tenía días sin poner un solo pie fuera de la casa.

Su amigo Zayn estaba en Suecia, sus padres lo habían mandado a pasar


una temporada allá mientras que la guerra se calmaba un poco.

Harry estaba completamente solo, la única persona con la que a veces


hablaba era con Sofí, pero él siempre la evitaba, ya que ella solo quería
convencerlo de saliera al jardín. O algo así.

Harry se mantenía ocupado en libros, había decidido leer todos los libros
que se encontraran en su casa. Los libros lo ayudaban, eran como una
clase de amnesia para él, pero en cuanto dejaba de leer alguno, le venían a
la mente imágenes de la noche en el jardín con Louis. Así que por eso, no
dejaba de leer ni por un segundo. Por otro lado, Louis estaba sobreviviendo.
Tenía que aceptar que las cosas sin Harry no eran fáciles, sin las lecciones
de mecánica tenía toda la mañana libre, así que los soldados lo obligaban a
ir al campo a trabajar, para después en la tarde servir en la casa. No tenía ni
un solo momento libre, apenas dormía. Había días que pasaba sin comer
nada, había perdido mucho peso. En una ocasión se encontró con Harry en
la cocina, y él solo lo ignoró y se fue.

Eso era lo que él quería, que Harry se alejara de él, pero en una forma le
dolía que lo ignorara de esa manera.

No había visto a su familia desde el día en el que Harry lo había llevado al


campo, no tenía ni idea de cómo iban las cosas para ellas.

Daniel y el padre de Harry se habían hecho inseparables, siempre estaban


juntos y siempre molestaban a Louis juntos. Parecía que tenían algo
personal contra él.

No quedaba nada para Louis, sólo esperar, seguir esperando el momento


en el que todo se acabara para él.

Era un domingo por la noche, la familia Styles se encontraba por tradición


cenando en el comedor principal.

-¿Y dime hijo, como van tus lecciones de mecánica?- preguntó August
intentando hacer hablar a Harry. En todo ese tiempo él no había dicho ni
una sola palabra y apenas había probado la comida.

Harry jugaba con los cubiertos.

-Lo he dejado padre.- habló sin mirarlo.


-¿Por qué?- preguntó interesado su padre, la verdad es que sólo quería
sacarle plática a Harry, no le gustaba que él se encontrara perdido durante
toda la comida.

En ese momento Louis salió de la cocina y se colocó en la esquina de


siempre para estar al servicio de la familia.

-Porque me he dado cuenta que la mecánica no es lo mío, me aburre


mucho. -mencionó Harry intentado no mirar a Louis.

-Qué raro he, yo juraba que te encantaba "la mecánica"- dijo Daniel
refiriéndose obviamente a Louis.

Harry tragó saliva al ver que Louis lo miraba.

-No, es muy aburrida, eso es todo. ¿Me puedo retirar padre?- habló
poniéndose de pie de la mesa y prácticamente huyendo del lugar.

-pero hijo, no has comido nada...- habló su padre intentando frenarlo.

Harry iba tan apresurado hacia la puerta, huyendo de sus propios


pensamientos que no notó cuando su pie se atoró en la pata de una silla,
así que calló de frente.

Louis se acercó rápidamente a ayudarlo.

-¿Está bien?- preguntó agachándose y levantando su cuerpo junto con el de


él.
Al hacer eso provocó que hubiera contacto visual entre ellos, algo que no
habían tenido desde hace semanas.

Se miraron a los ojos por unos segundos. Louis seguía teniendo a Harry
entre sus brazos.

-¡Suéltame!- exclamó Harry molesto. - judío de mierda.- mencionó saliendo


del comedor azotando la puerta.

Daniel comenzó a reír a carcajadas, mientras que todos los demás se


quedaron algo confundidos por esa acción.

Louis de disculpo y entró a la cocina, seguía exaltado por lo que acababa de


ocurrir.

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Narra Harry.

Corrí a mi habitación y me encerré dentro de ella.

¿Has estado alguna vez enamorado? Es horrible, ¿verdad?, te hace tan


vulnerable. Abre tu pecho y abre tu corazón y significa que alguien puede
meterse dentro de ti y echarte a perder. Construyes todas esas defensas, te
fabricas toda una armadura para que nada te pueda hacer daño, y entonces
una persona estúpida, que no es diferente de cualquier otra persona
estúpida, entra como si tal cosa en tu estúpida vida… Les das un trozo de ti.
Ellos no lo pidieron. Hicieron algo estúpido un día, como besarte o sonreírte,
y entonces tu vida deja de ser tuya. El amor toma rehenes. Se mete dentro
de ti. Se alimenta de ti y te deja llorando en la oscuridad, una frase tan
simple como “quizá deberíamos ser sólo amigos” o en ni caso "debemos
terminar con esta mierda" se convierte en un trozo de cristal introduciéndose
en tu corazón. Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Es un
dolor en el alma, un verdadero “se mete dentro de ti y te destroza” dolor.
Odio el amor. Si es que se puede decir que lo que siento por Louis es amor.
-¿Harry puedo pasar?- preguntó Sofía abriendo lentamente la puerta.
Harry suspiro y se volteó hacia la ventana. -¿Harry que es lo que pasa?.....-
susurro acercándose a él.

Harry no contestaba, seguía observando la ventana.

Sofía colocó su mano sobre el hombro de Harry.

Harry se volteó a mirarla.

Ella le dio un abrazo.

-Está bien amor.- hablo mientras acariciaba su espalda.


-Me gustaría decir que lo está Sofí, pero no lo está.

-Pero lo va a estar, sólo tienes que esperar.

Harry sabía perfectamente que la solución a cualquier problema era el


tiempo, pero él no quería esperar, sólo quería que Louis desapareciera lo
más pronto posible.

Bajó la mirada y negó con su cabeza. Después de unos segundos Sofí lo


tomó de la barbilla haciendo que la mirara. -Al final el amor que recibes es
equivalente a el amor que das... ¿Por qué has tratado así a Louis cuando él
solo intento ayudarte?

Él dejó salir un suspiro. -No lo sé... Es sólo que me frustra demasiado esta
situación... Y también me frustra tener que esforzarme tanto para que él con
solo una mirada me vuelva a tener a sus pies....-Harry volvió a bajar la
mirada.

-A veces, uno cree que todo lo ha olvidado, que el óxido y el polvo del
tiempo ha destruido ya completamente lo que, a su voracidad, un día
confiamos. Pero basta un sonido, un olor, un tacto repentino e inesperado,
para que, de repente, el aluvión del tiempo caiga sin compasión sobre
nosotros y la memoria se ilumine con el brillo y la rabia de un relámpago, y
recuerdes exactamente el porqué de las cosas.

Harry sonrió al escuchar esas palabras, ella tenía tanta puta razón en cada
frase que decía.

-Ahora ve y discúlpate con Louis por lo que pasó. - ordenó sofí de manera
amable y sonriente.
Harry lo dudó por unos segundos, definitivamente eso iba en contra de
todos sus principios, mira que pedirle perdón a un judío por tratarlo mal.

Tenía que aceptarlo, para él, Louis no era solo un judío, de hecho eso era lo
que menos era para él.

Sofí le dedicó una sonrisa y salió de la habitación para darle espacio, que
pensara las cosas, ella sabía que no sería fácil para Harry hacer eso.

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-¡Wales!- le gritó Daniel a Louis que se encontraba en el jardín regando las


plantas.

Eran las 8 de la noche y la familia Styles había salido de la casa, incluyendo


a Harry.

-Dígame señor...- habló Louis sin mirarlo.

-El general me ha encargado unos trabajitos extra para ti...- mencionó


Daniel con una sonrisa de maldad.

Louis rodó los ojos, llevaba toda la mañana y la tarde sin parar, estaba
demasiado cansado, y regar el jardín era su último deber.

-Tranquilo... Te encantara. Debes ir a la habitación de Harry y reparar la


tubería de su bañera antes de que vuelvan del pueblo, así aprovechas y te
pones a fantasear con la ropa sucia de Harry...- Louis ya estaba
acostumbrado a las faltas de respeto de Daniel, así que sólo lo ignoró y se
dedicó a terminar su trabajo para después reparar lo que le pedían.
Después de unos minutos terminó su trabajo en el jardín y entró a la casa
para subir a la habitación del pequeño Harry.

Entró dudoso, por alguna razón temía encontrarse con él, aun sabiendo que
Harry se encontraba en casa de su abuelo.

Al notar que nadie se encontraba ahí dentro, cerró la puerta quedando sólo
en esa habitación.

Rápidamente entró al baño y comenzó a reparar la tubería, sin pensar en


nada más que en su trabajo, no le tomó mucho tiempo cuando ya había
terminado, sólo había sido necesario atornillar algunas tuercas que se
encontraban sueltas.

Después recogió las herramientas y se dirigió a la salida de aquella


habitación.

Hasta ese momento se percató de que ahí se podía respirar el aroma de


Harry por todos lados, su cama estaba perfectamente tendida, y al igual que
su ropa, todo estaba ordenado. Bajó la caja de herramientas.

Louis caminó por la habitación tocando todo con las yemas de sus dedos.
Sentía como sí Harry estuviera ahí con él. Aunque intentara no hacer lo que
Daniel le había propuesto, no pudo evitar tomar una camisa y llevársela a la
cara para aspirar todo su olor.

Narra Louis.

Me sentía como un enfermo haciendo eso, pero se sentía tan bien poder
sentirlo tan cerca.
Cada cosa en ese lugar me recordaba al pequeño travieso que yo había
conocido, al que me había echado una jarra de agua en los pantalones o al
que se había metido a mi baño mientras yo me duchaba.

Poco a poco sentí como mi mano comenzaba a deslizares suavemente


sobre mi abdomen, me quedé en silencio y comencé a sentir como si esas
caricias me las estuviera proporcionando el mismo Harry.

Sentía un calambre llegar a mi entrepierna.

Cuando mi mano ya estaba a punto de llegar a mi miembro noté que en el


escritorio de la habitación se encontraba una máquina de escribir.

Saqué mi mano de mi pantalón y me acerque a ella.

Extrañaba tanto a una como esa, antes de la guerra me gustaba mucho


escribir mis pensamientos cuando estaba abrumado o confundido, por
alguna razón el sonido de las letras al ser aplastadas por mis dedos me
tranquilizaba.

Me senté enfrente de ella y la toqué suavemente.

No pude evitar colocar una hoja en ella para comenzar a escribir.


Necesitaba liberar mis sentimientos.

Apenas mi dedo apretó la primera letra, no pude parar hasta ya haber


escrito una frase completa.

Escribí exactamente lo que mi corazón sentía en esos momentos.


"No he podido dormir últimamente, necesito decirte que te extraño, aunque
suene muy cursi. Aunque no lo creas has llenado mi vida de luz, aunque
suene religioso. Me gustaría pasar cada segundo de mi vida contigo,
aunque suene soñador. Quiero llenarte de mí en todos los sentidos (siendo
sincero, hoy casi me masturbo pensado en ti) aunque suene enfermo. Te
odio, aunque suene satánico. Te amo, aunque suene estúpido y prematuro."

Sonreí al ver lo que había escrito, escribir siempre me hacía liberarme de


todo, aunque no quisiera aceptarlo con mis palabras.

Fin de la narración.

-¿Louis que haces aquí?- preguntó la voz de Harry, haciendo que Louis
saltara de la silla y se volteará a mirarlo.

-So...Sólo eh venido a reparar unas cosas, ya me voy.- balbuceó nervioso y


con sus manos tentó la máquina de escribir hasta encontrar la hoja que
había escrito para esconderla.

Después intentó salir lo más rápido posible, no quería que Harry se diera
cuenta que llevaba eso en sus manos.

-Louis necesito hablar contigo.- susurró Harry mirándolo algo confundió por
su actitud.

-Ehm... Si quieres luego, es que Daniel me necesita...- habló y salió casi


corriendo de la habitación cerrando la puerta tras él.

Harry sólo suspiró.

Se quitó la ropa y se metió a la cama para dormir.


El gran problema es que Louis nunca se percató de que la hoja que él había
escrito seguía exactamente en el mismo lugar de donde él la había dejado,
o sea alado de la máquina de escribir de Harry. Y la hoja que él se había
llevado era una hoja completamente en blanco. Louis llegó hasta su
habitación sin parar un solo instante, había escuchado la voz de Daniel
hablarle, pero eso no lo había detenido, corrió hasta poder encerrarse en su
habitación, lo único que deseaba era deshacerse de ese escrito que
revelaba sus sentimientos hacia Harry.

Al estar ahí dentro desdobló el papel que gracias a sus nervios había
quedado hecho bola. Al desdoblarlo se llevó una enorme sorpresa al notar
que estaba completamente vacío, comenzó a revisar el papel
desesperadamente, creyendo que solo era un error y que aquel texto
aparecería en el papel en cualquier momento. Pero no, no apareció.

Louis se recargó en la pared tratando de asimilar lo que acababa de pasar,


había dejado aquella hoja en la habitación de Harry, y Harry se encontraba
ahí adentro, eso significaba que en cualquier momento podía leerla, o ya la
había leído.

Miles de ideas, de pensamientos de Harry comenzaron a inundar su


cabeza, preguntándose en cómo reaccionaría el pequeño a leer ese escrito,
se dio un leve golpe al recordar lo que había hecho, definitivamente tenía
que volver a la habitación y recuperar el papel.

Se asomó hacia la casa, notó que las luces de la habitación de Harry se


encontraban apagadas, pero las luces de la habitación de Daniel seguían
prendidas, ahora solo le quedaba esperar hasta que todos durmieran para
poder entrar y recuperar sus sentimientos escritos, literalmente.

Se sentó en el suelo y esperó impaciente hasta que las luces de la casa se


apagaran por completo. Por unos momentos estuvo a punto de mandar todo
al carajo y subir por la puta carta de una vez, pero siempre lograba
controlarse, no podía arriesgarse lo más mínimo.
Los minutos pasaron como días, Louis estaba a punto de explotar de estrés
por los nervios. Solo habían pasado 15 minutos desde que había vuelto a su
habitación, las luces de la casa aún seguían prendidas.

La combinación del estrés y la preocupación provocó que le se le


comenzaran a cerrar los ojos, estaba demasiado cansado por todo el
trabajo que tenía que hacer últimamente y no pudo evitar mantenerse
despierto al sentir sus parpados cerrarse lentamente.

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Eran las 3 de la mañana y el frio de la noche comenzaba a congelarle los


huesos, se dio cuenta de que todavía no había cumplido su misión de
recuperar el papel de la habitación de Harry. Obviamente todos en la casa
ya se encontrarían dormidos así que no tuvo que esperar ni un minuto más
para poder entrar.

Se puso de pie y limpió los restos de saliva seca que se encontraban en la


esquina de su boca. Caminó hasta la casa y abrió la puerta muy lentamente,
lo que menos quería era que alguien despertara y pensaran que estaba ahí
para robar algo o para hacer algo malo. Al principio le fue difícil, ya que las
escaleras de madera provocaban que hiciera demasiado ruido al subirlas.

Cuando llegó hasta el piso de arriba, que era en donde se encontraba la


habitación de Harry suspiró al notar que nadie se había percatado de su
presencia en la casa.

Se acercó a la habitación del chico y abrió la puerta lentamente para no


despertarlo. Cuando ya se encontraba adentro, cerró de nuevo la puerta, no
quería arriesgarse a ser visto por alguien.

Escuchó los ronquidos por parte del pequeño, no pudo evitar acercarse para
poder observarlo mejor. Se veía tan adorable con la boca entreabierta y los
ojos completamente cerrados, acarició su cabello con una sonrisa y
después movió la cabeza en señal de que debía de concentrarse en
recuperar la hoja rápido para poder salir de ahí.

Se acercó a la máquina de escribir y se dio cuenta que en serio había


cometido un gran error, ya que la hoja seguía exactamente en donde
terminaba el texto, eso significaba que ni siquiera la había sacado de ella.

Tomó la hoja y sin darse cuenta de que seguía aun sujeta en la maquina la
levantó, provocando que la maquina cayera de nuevo sobre la mesa,
haciendo un ruido bastante fuerte.

Tragó saliva y rogó porque no hubiera despertado a Harry, pero sus rezos
no sirvieron para nada.

La luz se encendió.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Harry más asustado que confundido. Se


encontraba sentado sobre la cama y frotaba sus ojos para poder comprobar
que Louis era quien se encontraba en su habitación.

-So... Solo eh venido por algo que olvide cuando arreglaba la tubería-
balbuceó Louis intentado esconder el papel. Harry notó eso y se puso de pie
para acercarse.

-¿Que tienes ahí?- preguntó intentando tomar el papel de las manos de


Louis, pero él reaccionó asustado, negándoselo a Harry.

-¡No, no es nada!- habló Louis mientras sentía que sus rodillas temblaban al
no poder alejar a Harry de él y evitar que leyera el papel.
-Solo déjame verlo, para comprobar que no es nada.

-No, tengo que irme.- mencionó intentando salir como fuera posible.

-¡Déjame verlo!- hablo Harry tomándolo del brazo y acercándolo a él


mientras lo miraba a los ojos. –No saldrás de aquí hasta que me des ese
papel.

Louis temblaba de miedo por el simple hecho de pensar que Harry leyera
eso, en especial la parte de “siendo sincero, hoy casi me masturbo
pensando en ti” no habría forma de que él le entregara ese papel, preferiría
hacer cualquier otra cosa, estaba deseando hacerlo.

Hicieron silencio y los besos hablaron.

Louis se acercó a su boca y comenzó a besarlo, pensó que esa sería la


forma perfecta de hacer que Harry olvidara el maldito papel.

Al principio fue un beso lento y tímido, pero en cuanto Harry reaccionó de lo


que pasaba lo convirtió en un beso lleno de pasión, era como si quisiera
comunicarle mediante ellos todo lo que lo había extrañado.

Soltó su brazo para tomar su cintura y así acercarlo más a él. Louis perdió
en control apenas Harry tocó su piel, era algo que no podía evitar, había
extrañado tanto esas benditas manos que no pudo evitar ponerse duro solo
en segundos.

Ambos se besaban desesperados, pensaban que en cualquier momento


alguno podía desaparecer y arruinar el momento que vivían. El sabor de la
sangre se hacía presente durante el beso. Louis recargó a Harry contra la
pared y se separó de sus labios, haciendo que se miraran a los ojos, eso no
provocó que frenara, al contrario, provocó que deseara más intensamente el
cuerpo del menor.

Comenzó a frotar su cuerpo contra el de Harry, desesperado por sentir que


eran solo uno. Harry por otro lado pasaba sus manos por todo el abdomen
de Louis por dentro de la camisa, hasta llegar al momento de comenzar a
desabrocharle los botones para retirársela, haciendo que su abdomen
quedara desnudo.

Louis se retorció al sentir el frio sobre su piel desnuda, esa noche hacia
demasiado, pero eso no le importaba.

Harry se separó de sus labios y lo miró para intentar adivinar el motivo de


aquel movimiento, notó que su piel se encontraba muy fría, indicándole que
seguro Louis moría de frio, le dio una sonrisa y se quitó su sweater de tejido
con el que dormía.

-Mío.- susurró en los labios de Louis mientras le colocaba el sweater


encima.

Louis era más chico físicamente que Harry, eso hacía que el sweater le
quedara grande y sus mangas cubrieran por completo sus manos.

Louis colocó sus manos alrededor del cuello de Harry y se dejó ser
controlado por él. Al sentir eso Harry lo comenzó a guiar por el cuarto,
intentando llegar hasta la cama, pero en vez de eso chocó contra el
pequeño escritorio en donde se encontraba su máquina de escribir.

Recargó a Louis contra el escritorio y siguieron besándose, Harry sintió las


manos de Louis desabrochando su pantalón y adentrándose para tocar su
miembro.
Dejo salir un pequeño gemido por tal acción y comenzó frotarse contra
Louis para provocar que su tacto fuera más intenso.

Estaba tan necesitado de él que quería hacerlo suyo ahí, en aquella mesa,
sin importarle nada.

Se separó de los labios de Louis y con su mano tiro todas las cosas que se
encontraban en el escritorio, incluyendo la máquina de escribir, que hizo un
gran ruido al estrellarse contra el piso.

Subió a Louis al escritorio y se colocó entre sus piernas.

Louis paró al escuchar ruidos fuera de la habitación, miró por la ventana y


pudo notar como la luz de la habitación de Daniel se encontraba prendida.

-¡Para! Alguien viene.- susurró alejando a Harry de él, que al principio se


negaba a retirarse, terminó aceptando.

Louis entró en pánico, había estado tantos días evitando que Daniel lo viera
cerca de Harry, y la única noche en la que podían estar juntos los
descubriría.

Recordó la carta. Comenzó a buscarla desesperado entre todos los papeles


que se encontraban en el piso. Pero fue inútil, el tiempo se le acababa y
necesitaba salir de ahí. Abrió la ventana y saltó hacia el jardín justo en el
momento en el que Daniel abrió la puerta de la habitación, Harry se sentó
en la cama y rápidamente tapó su erección con un cojín.

-¡¿Qué quieres Daniel?!


-Se ha escuchado un gran golpe... Quería asegurarme de que todo
estuviera bien…- mencionó Daniel confundido por todo el desorden que se
encontraba en el cuarto de Harry.

-Pues como ves todo está bien, estaba escribiendo y sin querer tiré mi
máquina, ¡ahora lárgate!- Daniel no dejó de observar raro a Harry, pero
estaba más dormido que despierto, así que solo salió de la habitación y
cerró la puerta.

Harry suspiró al ver que se lo había tragado todo, después se asomó por la
ventana para ver si Louis se encontraba bien, pero él ya no estaba ahí.

Lanzó una maldición por haber sido interrumpido en el mejor momento y


lanzó el cojín violentamente a la cama.

Después se resignó y se agachó para comenzar a recoger todos los


papeles que había tirado al piso.

Notó que una hoja no le era familiar y recordó que era la misma que
Louis intentaba esconderle, luego la abrió para leer su contenido.

"No he podido dormir últimamente, necesito decirte que te extraño, aunque


suene muy cursi. Aunque no lo creas has llenado mi vida de luz, aunque
suene religioso. Me gustaría pasar cada segundo de mi vida contigo,
aunque suene soñador. Quiero llenarte de mí en todos los sentidos (siendo
sincero hoy casi me masturbo pensado en ti) aunque suene enfermo. Te
odio, aunque suene satánico. Te amo, aunque suene estúpido y prematuro."

Al día siguiente, Harry despertó casi a las 2 de la tarde, había pasado gran
parte de la noche intentando entender aquel texto que se encontraba en la
hoja. Por esa razón no había podido dormir bien. No entendía nada.
¿Por qué los cambios de actitud tan drásticos de Louis? Primero le había
dicho que no quería nada con él y que todo era un juego. Pero en la hoja
decía claramente que lo amaba, aunque también que lo odiaba.

Decidió que la mejor forma de salir de esa duda seria hablarlo con Louis.

Tomó un baño y se puso ropa limpia, al terminar bajó a buscar a Louis.


Todo se encontraba en silencio, como si no se encontrara nadie en la casa,
entró a la cocina y ahí dentro estaban Sofía y Louis cortando una gran
cantidad de verduras.

-Buenos días...- susurró Harry para hacerles saber que se encontraba ahí.

-¿Días? Mi niño ya son tardes, son las 2- mencionó Sofía acercándose a él


y plantándole un beso en la frente.

Louis no contestó nada, ni siquiera lo miró. Tenía su mirada en lo que hacía.


Harry lo observó por unos segundos. Sofía notó claramente lo que pasaba.

-Tengo que irme a hacer… una cosas.-mencionó guiñándole el ojo a Harry,


después se acercó y susurró muy bajo.-somos los únicos en la casa,
siéntete seguro de cualquier cosa.- salió de la cocina con una sonrisa.

Harry siguió observando a Louis, pero no sabía qué decir. Por otro lado
Louis se veía bastante nervioso, suponía que Harry ya había leído la carta,
él no podía permitir que Harry se diera cuenta de lo que pasaba, bueno, al
menos lo único que quedaba era negarlo.

-Sobre lo de ayer…- mencionó dejando de cortar la verdura, Harry lo


interrumpió.
-Ha sido increíble.- habló haciendo que Louis se ruborizara y mirara al
suelo.

-No, ha sido un error, nunca debí haberte besado, lo siento mucho.

-¡Ah!… eso, también ha sido bueno, me refería al escrito.-mencionó Harry


con una sonrisa tímida.

Louis abrió los ojos excesivamente y tragó saliva.

-se supone que no debías haber leído eso.- comenzó a cortar de nuevo.

-¿Por qué? He amado cada palabra de esa hoja.- Louis lo miró sorprendido,
pero después recordó la situación en la que se encontraban, sobre todo lo
que tenía que ver con Daniel.

-No encuentro razón para que te haya gustado.

-ni yo, eso es porque me gusta tanto, porque no hay razones para amarla y
aun así la amo.

Louis se quedó en silencio unos segundos, cada segundo que pasaba


sentía que el tiempo lo aplastaba, cada cosa que hacía por alejar a Harry la
hacía también para protegerlo y protegerse a él mismo de cualquier cosa
que Daniel lo hubiera querido amenazar con lo que le mostró.

-Pues ahora solo supéralo, no es nada importante.- habló el mayor mirando


hacia otro lado.
-¿Cómo puedes decir eso? Ahora no me queda duda de que sientes algo
por mí, ¿por qué te niegas a aceptarlo?- Harry comenzaba a reaccionar de
una forma desesperada, era solo que la actitud de Louis le frustraba
demasiado, él no entendía un carajo de esa situación.

-Harry ese papel era solo mierda, no lo tomes como algo importante.
Louis seguía sin mirarlo.

Un silencio incomodo inundó la habitación.

Harry no decía una palabra. De hecho no lo hacía porque sabía que si abría
la boca diría cosas que no debía decir. Su enojo subía cada vez más. Pero
su esfuerzo por mantenerse callado no duró mucho.

-¿Estas orgulloso de decir lo que dices?- habló buscando la mirada de


Louis. Él no entendió el sentido de su pregunta así que se quedó callado.

-Esto es solo un juego que no va a terminar hasta que me vaya de aquí, o


que el peor de los casos me maten.-habló Louis después de unos minutos.

-Ya te dije que no te van a hacer nada, no lo permitiré.

-No quiero que lo hagas, solo quiero que te alejes de mí.

Harry lo miró realmente enfadado. -¿Cuantos putos años tienes? ¡Sabes


que necesitas que te ayude! ¿Por qué carajos te niegas a cualquier cosa
que venga de mí? ¿Tienes miedo?..- habló Harry subiendo su tono de voz y
acercándose a Louis. – ¡Dime porque si tienes miedo yo te lo puedo quitar!
Solo pídemelo, pídeme que este contigo y te juro que en un segundo
dejaras de sentir miedo.- Harry ya se encontraba demasiado cerca de Louis.
Louis se encontraba demasiado tenso y sentía que su corazón estaba a
punto de salirse por su boca. -Solo olvídalo por favor…. –susurró intentando
evitar su mirada.

-¿Por qué?- preguntó el rizado aún más cerca, notaba perfectamente la


incomodidad de Louis.

-Porque yo no quiero tenerte cerca.- habló Louis sin dejar de mirar al suelo.

-“Nunca” vas a amarme, así que… ¿de qué sirve? ¿Cuál es el punto en
jugar un juego que vas a perder? ¿Cuál es el punto en decir que me quieres
lejos? -Harry lo miraba con fuego en la mirada, él solo quería una
explicación de parte de Louis. Él no decía nada, se sentía demasiado
presionado, Daniel, Harry, su familia, todo. - Estás demasiado orgulloso en
decir que cometiste un error, Eres un cobarde. – mencionó mirándolo con
decepción y enojo a la vez. – ¡No quiero volver a escuchar tu mierda! ¿De
acuerdo? Hablare con mi padre para que te regrese al campo, y le pagare a
algún soldado para que se encargue de que no les pase nada ni a ti ni a tu
familia.- dejó salir un gran suspiró y comenzó a caminar hacia la puerta.

-Harry…- susurró Louis frenándolo, tomándolo del brazo.

-¡No Louis! ¡BASTA QUIERES! ¡Estoy cansado de esto! ¡En serio que no
entiendo ni una mierda de tu actitud! Simplemente ya no quiero seguir
ilusionándome con cada cosa que haces... Porque si, si me ilusiona saber
qué me quieres. ¿Pero de qué sirve? Si de todos modos me vas a negar
todo.-habló mirándolo con los ojos muy abiertos y un poco cristalizados.

-Lo siento.- susurró Louis bajando la mirada.

-¿Por qué? ¿Que no era lo que querías desde el principio? ¿Qué te


regresaran al campo? Eso es todo. Te vas y todo se acaba.
-Está bien.- habló Louis cortante.

-Solo te pido una cosa...-susurró y Louis lo miró. –dime por favor que lo que
decía esa carta era verdad… entenderé si no me quieres cerca, lo hare
perfectamente, pero no me quites esa idea, la idea de pensar que alguien
siente eso por mi.- dijo suplicándole con la mirada. Louis lo miró sin saber
que decir. -Hazlo, te lo ruego, solo dilo…- rogó.

Louis abrió la boca, pero sus palabras no podían salir. Intentaba encontrar
la manera perfecta para decirlo.

Antes de que alguien pudiera decir algo la puerta de la cocina se abrió y 3


niñitas corrieron hacia Harry para abrazarlo.

-¿Carina? ¿Mili? ¿Diana? ¿Qué hacen aquí?- preguntó sorprendido y


agachándose para abrazarlas.

-¿No te alegras por vernos?- preguntó un joven muy parecido a Harry


mientras entraba con los brazos abiertos en busca de un abrazo.

-¿Matt? ¿Qué hacen aquí?- dijo entre emocionado y confundido a la vez.

Su primo se acercó y lo abrazó fuertemente dándole unas palmadas en la


espalda.

-¿Qué hacemos aquí? ¡Harry hoy es la cena de aniversario de los abuelos!


¿No lo recuerdas?- mencionó Matt mirándolo divertido.

Harry había olvidado la cena de aniversario, era la noche más importante de


su familia, aún más que cualquier otra. Todos los años celebraban en
alguna casa que sus abuelos siguieran vivos y amándose. Este año su casa
había sido la elegida. Pero Harry no tenía cabeza para pensar en eso. Él
sólo quería estar solo para olvidarse de lo que le ocurría, él quería mucho a
sus primas y también a Matt, pero antes de conocer a Louis, él siempre
hablaba mal de los judíos con Matt, así que era obvio que trataría mal a
Louis. Y lo que menos quería era pelear con su familia por culpa de Louis.

-¡Claro! ¿Cómo olvidarlo? ¡Me da gusto que estén aquí!- habló fingiendo
entusiasmo. – ¿Quieren conocer la casa? ¡Vamos, los llevare a recorrerla!-
indicó con señas que salieran de la cocina y todos lo hicieron, después se
acercó a Louis que fingía estar muy concentrado en su trabajo. -No pienses
que esto se queda así, tienes que responderme.- Louis no lo miró, solo
asintió con la mirada y Harry salió de la cocina para seguir a sus primos.
Louis seguía volteando hacia el gran libero que se encontraba en aquella
oficina, no sabía qué hacer. Tenía que darle a Harry una explicación sobre
lo ocurrido con Daniel, sin embargo sabía perfectamente que no podría
seguir un solo segundo más con ese niño sin hacerle saber lo que sentía
por él.

-Solo dímelo.-habló Harry acercándose a él.

Louis comenzó a sentir como su corazón se aceleraba cada vez más. No


entendía cómo es que un niño como Harry podía causar esos efectos en él,
simplemente era inhumano.

Harry colocó su mano en el hombro de Louis, lo giró hacia él y lo miró a los


ojos por unos segundos.

-No debería decírtelo…- habló mediante un susurro.

-Solo dímelo.-contestó de nuevo Harry.

Louis dejó salir un suspiro.


-Me ha amenazado. Eso es todo.

-¿Amenazado? ¿De qué? ¿Con que?- Harry se acercó más a Louis.

-No lo sé… creo que tu padre lo ha enviado, porque si no, no encuentro el


motivo.

-¿Mi padre? ¿Qué te ha hecho Daniel, Louis?- Louis bajó la mirada y Harry
no lo presionó para que hablara.

-A mi nada.- habló después de unos segundos. – me mostró como mataba a


unos hombres en el campo, creo que porque eran homosexuales.

Harry abrió los ojos demasiado y comenzó a caminar alrededor de la


habitación sin mirar a Louis.

-¿Por qué no me lo dijiste?- mencionó con el tono de voz un poco más


alterado pero aun sin mirarlo.

-No encontré una razón para hacerlo.

Harry lo miró molesto. -¿Que no encontraste una razón? ¿Hablas enserio?


¡Si esto pasó es por mí! ¿Crees que a ellos les importa un carajo tu
orientación sexual?- habló muy enojado, Louis lo miró sorprendido, después
Harry dio un golpe a la pared y recargó su cara en ella.

-Si les importa mi religión, no veo porque no les importe mi orientación


sexual, que para tu información es heterosexual.- habló después de unos
segundos.
-Está bien. - Mencionó ya calmado. –pero debiste habérmelo dicho, yo
podía haber hecho muchas cosas para frenarlo.

Louis lo miró sin ánimos e intento darle una sonrisa. -Yo lo sé, solo que no
quería exponerte a nada, no soportaría saber que por mi culpa te hicieran
daño.- confesó.

Harry se sorprendió al escuchar eso. -¿Es por eso que me alejaste de ti


Lou? ¿Fue por eso?

Louis sintió un calambre recorrer su cuerpo. Ya no tenía pretextos para


ocultarle la verdad a Harry, pero tampoco estaba preparado para decirse,
sobre todo tenía miedo a que el sentimiento no fuera mutuo.

-Por eso y por otras cosas más…..- susurró mirándolo.

-Dímelas…- rogó Harry.

-No puedo. Solo olvídalo.

-Puedo olvidar lo ocurrido, pero no que siento. Dímelas, dime tus razones.-
Harry se acercó y lo tomó de hombros. –quiero escucharlas, necesito
escucharlas.

-¿No lo sabes? ¿No sabes porque no te quería cerca? ¿Ni siquiera lo


supones? ¿No sabes porque me aterré el día que me pediste que te hiciera
el amor? ¿O porque escribí lo escrito en aquella hoja desde tu maquina?–
habló fuerte y bajo la mirada, Harry notó como una lagrima resbalaba por su
mejilla.

-¿Por qué lloras?-preguntó y Louis lo miró.


-¿No lo sabes?

-Sí, sí que lo se.- colocó sus manos en las mejillas de Louis y lo acercó a él
haciendo que sus labios se rozaran. – pero quiero escucharlo salir de tus
labios, dímelo por favor.

Louis temblaba al tener tan cerca a Harry. Lo miró a los ojos y no pudo
controlar su impulso de besarlo. Comenzó como un beso muy lento, dejo de
importarle lo que podía pasar si alguien entraba a esa habitación, ya no era
fuerte ante Harry.

Harry mantenía sus manos en las mejillas de Louis mientras se besaban,


ambos sentían perfectamente el sabor del beso, que era como a alcohol y
olivos, gracias a que Harry estaba ingiriendo eso.

Louis colocó sus manos en el cuello de Harry y se colgó de él. Harry lo


recargó en el librero mientras seguían besándose.

-Solo dímelo.- susurró el rizado entre el beso, Louis profundizó más el


momento metiendo su lengua a la boca de Harry. Él podía sentir
perfectamente como su cuerpo se debilitaba más al estar con él.

Las cosas comenzaron a hacerse más fuertes cada vez, había dejado de
ser un beso lento a ser un beso necesitado y lleno de pasión.

Después de unos segundos Harry se separó de Louis para poder dejarlo


respirar, le dio una sonrisa y él se la regreso. Se volvió a unir a sus labios,
pero pronto comenzó a descender por su mejilla, lentamente, Louis se
dejaba mover por él, dejó que Harry tomara el control de las cosas, al fin y
al cabo lo necesitaba demasiado. Bajó por su cuello hasta toparse con el
horrible uniforme de rayas que obligaban a vestir a Louis, comenzó a
desabrochar lentamente los botones, Louis miraba a Harry desde arriba, y
acariciaba su cabello, no podía creer lo que le hacía sentir esa persona.
Harry retiró la camisa de Louis y observó su abdomen por unos segundos,
estaba muy delgado, con la piel llena de rasguños y moretes a causa del
maltrato que le daban. Harry pasó sus dedos por ellos, como la primera vez
que había visto ese cuerpo.

Se sentía culpable en parte, él quería proteger a Louis de todos, y le dolía


que los que más podían lastimarlo eran su propia familia y amigos.

Se acercó y comenzó a depositar suaves y cortos besitos, Louis se


estremecía con esa acción, seguía acariciando su cabello. Amaba ese
cabello.

Se separó para volver a subir a sus labios, y pasar sus manos suavemente
por el cuerpo de Louis, él comenzó por quitarle el saco a Harry, para
después comenzar a desabrochar su corbata y finalmente deshacerse de su
camisa.

Comenzó a caminar sin separarse de él atreves de la habitación, hasta


llegar a un gran sofá que se encontraba en ella.

Harry cayó hacia atrás al llegar a él, Louis enredó sus piernas alrededor de
su cadera mientras estaba sobre el menor.

Besaba cada espacio del abdomen de Harry, mientras él se movía por


debajo de Louis para hacer fricción entre sus cuerpos.

Pronto sintieron como la ropa les comenzaba a estorbar a ambos. Louis


bajó sus manos y comenzó a desabrochar el pantalón de rizado, él lo
observaba embobado, tenía los ojos llorosos, los labios muy hinchados y en
cabello en la cara.

-¿Quieres que pare?- preguntó Louis al notar como Harry lo observaba.


Harry se acercó a su cara y retiró el cabello de ella, después le sonrió y
comenzó a besarlo, rogando porque continúe.

Louis siguió el beso y también terminó de desabrochar el pantalón de Harry,


después sin separarse, comenzó a bajarlo, hasta poder quitarlo por
completo.

Se miraron por unos segundos al tener miedo de continuar, sabían lo que


hacían y también sabían en lo que terminaría. Harry se levantó de abajo de
Louis y se giró haciendo que esta vez Louis quedara debajo de él.

Comenzó a hacer lo mismo, a deshacerse de su pantalón. Cuando lo logró


volvió a sus labios y Louis colocó sus manos alrededor del cuello de Harry.

Ambos se encontraban ya en solo ropa interior, y Harry deseaba con todo


su ser hacer suyo a Louis, pero no sabía cómo dar el primer paso para
dárselo a entender.

Fue Louis quien se lo pidió con sus movimientos y sus manos. Comenzó a
frotarse contra Harry y a tocar tímidamente su miembro intentado sacarlo
del bóxer de Harry.

Harry entrecerró sus ojos al sentir las calientes manos de Louis sobre él,
comenzó a moverse de adelante hacia atrás, sin soltar por un momento los
labios de Louis.

-Hazlo por favor, quiero sentirte…- susurró Louis con la voz muy ronca de
excitación.

Eso termino con el poco control que le quedaba a Harry.


Arranco el bóxer de Louis y se colocó entre sus piernas. Louis se levantó un
poco para alcanzar la cadera de Harry y quitar el bóxer de este, ya que él,
no hacía nada por hacerlo más rápido.

Comenzó a estimular el miembro de Harry con sus manos, Harry se


estremecía por eso y dejaba salir leves y bajitos gemidos de su boca.

Le parecía gracioso como no sabía qué hacer, él había tenido antes cientos
de experiencias sexuales con personas, pero definitivamente esta no era ni
poquito parecida a las demás.

Louis soltó suevamente el miembro de Harry y lo abrazó por la espalda


fuertemente.

Harry tuvo que seguir, muy tímidamente acercó su miembro a la entrada de


Louis, este dio un gemido con el rose. Harry sonrió al escucharlo y acomodó
su miembro en Louis.

Se esperó unos segundos para continuar. Después comenzó a moverse


lentamente, empujando con su cuerpo a Louis, él encajó sus manos en la
espalda de Harry, haciendo que sus dedos quedaran marcados sobre esta.

Cerró los ojos y su boca se mantenía abierta mientras dejaba salir leves
gemidos cada vez que Harry se movía. Sin dejar de moverse busco los
dedos de Louis, después los entrelazo con los suyos y apretó su mano
contra del mayor.

Louis encajó sus labios en el cuello de Harry y con la mano que no estaba
atrapada por él, masturbaba su miembro para elevar el placer.

La frente de Harry se encontraba bañada de sudor, seguía moviéndose


contra Louis cuando sintió que llegaría al clímax en cualquier momento.
-Te amo- mencionó abriendo los ojos y empujando por última vez muy
profundo, provocando que se corriera dentro de él.

Louis mordió su cuello al sentir eso y también llegó a su cima.

Sus respiraciones se combinaban y todo lo que se escuchaba era el fuerte


latido de sus corazones y respiraciones.

Harry pasó su mano temblorosa por la mejilla de Louis mientras salía de él.

Se miraron por unos minutos.

-Gracias.- mencionó Louis al recuperar el aliento.

-¿Por qué?- preguntó ingenuo Harry.

-Por quererme.- habló acercándose de nuevo a su boca y dándole un beso


corto pero tierno.

En la mañana siguiente Harry despertó en su habitación, no recordaba


cuando había subido, ni cuánto tiempo había pasado con Louis después de
lo ocurrido, pero eso no le importaba, estaba extremadamente feliz, no
sabía por qué, pero se sentía feliz.

No se preocupó por tomar un baño, sentía que si lo hacía quitaría los restos
de Louis de su piel.

Se colocó ropa limpia y un poco de loción, antes de salir dio un suspiro


enorme y una enorme sonrisa se formó en su rostro.
Se sentía nervioso de volver a ver a Louis, demasiado de hecho. Sentía
nervios porque todo lo vivido haya sido un sueño, o que Louis lo rechazara
como antes.

Recorrió la casa observando que ya se encontraba limpia, caminó a través


de ella buscando señal de alguien, escuchó unos quejidos provenientes de
la sala y se acercó para ver de qué se trataba.

-¿Puedes hacerlo con más cuidado?- habló Daniel mirando enojado a Sofía
que se encontraba limpiando la sangre seca de su labio.

Harry rio bajo al ver que él sostenía una bolsa de hielo sobre su cabeza,
seguro era el efecto de la noche anterior.

-¡HOLA!- mencionó Harry hablando muy fuerte, Daniel se retorció ante el


grito.

-¿Puedes callarte? ¡Me siento horrible para aguantar tus gritos!- habló
molesto y mirándolo con fuego.

Harry comenzó a carcajearse.

-¿Y QUIEN TE HA HECHO ESO?- gritó señalando la herida de su labio-


¡DEBIO SER UNA PERSONA MUY FUERTE PARA LASTIMARTE DE ESA
MANERA!- seguía gritando mientras Daniel se retorcía con sus gritos.

Sofía bajó la mirada intentando que su risa no fuera notoria, luego miró a
Harry y ambos comenzaron a carcajearse.

-¡Malditos! ¡Váyanse a la mierda!- gritó Daniel enojado tomando la bolsa de


hielo y saliendo de la sala.
-¡ALLÁ NOS VEMOS DANIEL!- habló fuerte sin parar de reír.

-Creo que lo hemos hecho enojar mucho- dijo Sofí después de poder
controlar su risa.

-Da igual, es un imbécil, es lo menos que se merece.

-Lo sé. –susurró y Harry la miro sorprendido, después ambos comenzaron


a reír de nuevo.

Después de unos segundos calmaron sus risas.

-Oye sofí…. ¿Has visto a Louis?- preguntó con una sonrisa tímida, Sofía
sonrió al escuchar eso.

-Está dormido amor, de hecho hace unas horas que se fue a acostar, tu
padre le ordenó que limpiara todo y se quedó toda la madrugada limpiando,
hace rato tus papás salieron a llevar a la ciudad a tu familia, así que le dije
que se fuera a descansar antes de que volvieran tus padre.

-Oww gracias sofí, es bueno ver que en esta casa no todos son unos
idiotas.- mencionó Harry depositando un beso en la frente de la mujer.
Después sonrió y comenzó a caminar hacia el patio trasero.

-¿A dónde vas?- preguntó Sofía antes de que Harry pusiera un pie fuera de
la casa.

-Con Louis.
-¡Harry! … ¡esta dormidito!

-¿y? me gustaría verlo dormir.- sonrió malvadamente y salió de la casa.

Llegó al garaje y después entró sin hacer ruido a la habitación de Louis,


obviamente no lo despertaría, seguro estaría extremadamente cansado.

Se encontraba tirado en el viejo colchón, sin sabanas o alguna cobija, nada.


Se había dormido hasta con los zapatos rotos que vestía diario, seguro en
cuanto entró a la habitación había caído dormido.

Leves ronquidos salían de su boca cada vez que respiraba. Harry sonrió al
ver esa tierna imagen y cerró la puerta tras él. Se acercó a Louis y poco a
poco se fue acostando cerca de él, no quería hacer ningún movimiento que
lo despertara.

Después de unos cuantos movimientos logro posicionarse lo


suficientemente cerca de Louis, como para escuchar los latidos de su
corazón.

Pasó su brazo por encima de los hombros de Louis y se relajó.

-------------------------------------

Había pasado una hora y media desde que Harry había llegado a la
habitación de Louis, y este seguía profundamente dormido, los minutos
habían sido segundos para Harry. Estaba verdaderamente embobado
viendo como Louis dormía.

Se dio cuenta que comenzaba a hacerse tarde, y que sus padres no


tardarían en llegar, así que decidió levantarse para tomar un baño.
Movió lentamente su brazo de Louis, pero este se despertó al sentir que
algo le faltaba.

Abrió los ojos como plato al notar que Harry se encontraba a su lado.
Frotó sus ojos y limpió la saliva que salía de su boca. -¿Qué haces aquí?-
preguntó mirando hacia otro lado, sus mejillas se encontraban
completamente rojas.

-No lo sé.- mencionó Harry con una sonrisa al verlo tan avergonzado.

Louis soltó una muy pequeña risa. – ¿Y al menos sabes cuánto tiempo
llevas aquí?- preguntó sonriendo y negando con la cabeza.

-Poco más de 1 hora.

-Se nota que no tienes nada que hacer.- mencionó Louis poniéndose de pie
de la cama y acomodando su ropa.

-En parte es cierto, pero es que no sabes lo hermoso que es el sonido de tu


corazón.- Louis bajó la mirada sonriendo y se acomodó un mechón de
cabello que cubría su rostro. – Lo siento, eso ha sonado demasiado cursi-
Mencionó Harry riendo.

-Está bien…- susurró – Harry… ¿qué vamos a hacer?

Harry lo miró, sabía perfectamente a lo que Louis se refería.

-Ahora mismo haría cualquier cosa que me pidieras.- mencionó con una
sonrisa traviesa, intentado no entrar a ese tema que tanto le atormentaba.
-Harry, sabes a lo que me refiero… ¿Que pasara ahora?

-No pasara nada, nadie se tiene porque enterar de lo nuestro- Louis abrió la
boca para decir algo, pero Harry lo frenó- antes de que empieces con tus
prejuicios déjame decirte que pase lo que pase no pienso dejarte. Ahora
que te encontré no te dejare. ¿Lo entiendes?- mencionó mirándolo a los
ojos.

-Ojalá fuera tan fácil como lo dices…

-Lo será, siempre y cuando te quedes conmigo. Vamos a solucionar las


cosas, juntos. ¿Estás dispuesto a intentarlo?

Louis lo dudó por unos segundos antes de contestar, sabia claramente en lo


que se metía al aceptar lo que Harry le proponía, después lo miro, y se dio
cuenta que todo valdría la pena. Igual ya no tenía absolutamente nada que
perder.

-Juntos no parece que estemos tan rotos…- habló Louis mirando al suelo.
Harry se acercó y lo atrajo hacia él por su cintura.

-Lo vamos a lograr, te lo prometo. Solo necesitamos un poco de tiempo y


que las cosas se arreglen, pronto los nazis se darán cuenta del error tan
grande que cometen y dejaran libres a todos los judíos.- Harry miraba a
Louis.

Louis era más grande que Harry, y por lo tanto más maduro, para él no era
tan fácil decir que las cosas se arreglarían pronto, sabía que sería difícil,
pero lo haría, lo intentaría, por él y por Harry.

Se quedaron unos segundos mirándose.


-¿Me dejas darte un beso?- preguntó Louis tímidamente a Harry, quien
rápidamente reaccionó y besó a Louis.

Comenzaron a besarse apasionadamente después de unos segundos,


Harry comenzó a bajar por el cuello de Louis.

-Harry...- susurró Louis abrazado al cuerpo de Harry.

-¿hmmm…?- preguntó este sin dejar de besar la piel de Louis.

-Deberíamos parar, alguien puede entrar, tus padres ya están por llegar.-
susurró cerrando los ojos al sentir la calidez de Harry.

Harry siguió por unos segundos pero después paro.

-Tienes razón…- paró dejándole un corto beso en los labios. – ¿ya


desayunaste?

-Eh no… no suelo desayunar, recuérdalo.- habló Louis con una sonrisa

-Pues hoy desayunaras conmigo, antes de que lleguen mis padres…


¿vamos?- habló Harry jalándolo de la mano.

Louis sonrió y lo siguió. -Vamos… pero suelta mi mano… Daniel puede…

-Está bien, pero antes…- Harry calló.

-¿Antes que?
-Antes dame otro beso.- habló pegándose de nuevo a su boca y colocando
sus manos en sus mejillas. –Listo.- sonrió al separarse y caminó fuera de la
habitación.
Las cosas iban muy bien. Ya habían pasado dos semanas desde que Louis
y Harry habían comenzado una “relación”.

Era diciembre, el clima era cada vez más pesado, igual que la guerra.
Estados Unidos había declarado la guerra a Alemania después de que Italia
se la declarara a ellos. EUA era un ejército muy fuerte, y comenzaba a
complicarle mucho la batalla a Alemania.

El padre de Harry había tenido que viajar a Italia, para encargarse de unos
asuntos, Daniel, siendo su asistente, había tenido que acompañarlo.
Llevaban 10 días de viaje, y tenían planeado regresar la semana próxima.

Louis y Harry continuaban con sus “clases de mecánica” que en realidad no


hacían otra cosa que no fuera besarse, y si las cosas se les salían de
control, terminaban en la cama. Ellos decidían como llevarlo, podían tener
un simple sexo, o terminar demostrándose todo su amor mediante esto.

Esa tarde la madre de Harry había decidido pasar la tarde en el jardín, le


encantaba trabajar con las plantas y las flores. Ella nunca había notado lo
que le ocurría a su hijo con el judío. Parecía que no tenía ni una sola idea
de lo que pasaba en la casa, de un tiempo a acá, había dejado de
expresarse, siempre se mantenía en silencio y era muy fría.

Harry se encontraba con Louis en el garaje, estaban por terminar las


motocicletas que los había unido. Louis estaba componiendo los últimos
detalles para asegurarse que todo estuviera listo, y evitar cualquier tipo de
accidente.
-Amor, ¿podrías pasarme ese desarmador?- mencionó a Harry señalando
unas herramientas que se encontraban al final de la habitación.

Harry sonrió y se levantó del lugar desde donde observaba a Louis atento.

-¿Este?- habló señalando unas pinzas oxidadas.

-Amor… he dicho desarmador. ¿Que no has aprendido nada o qué?-


mencionó Louis con una sonrisa.

Harry se encogió de hombros. –Si…- dijo con una sonrisa traviesa.- pero no
sobre mecánica.- hizo un puchero falso.

-¡Cállate y pásame un desarmador!

-¡no me grites! ¡No te pasare nada hasta que me pidas perdón por gritarme!-
a Harry le gustaba jugar fingiendo que estaba molesto con Louis para que él
terminara haciendo lo que le pidiese para “contentarlo”.

-Harry… no caeré en eso de nuevo… pásamelo ya.- dijo Louis mientras


observaba la motocicleta y arreglaba unas cuantas cosas, ni siquiera le
había prestado atención a Harry. -¿Harry…?- preguntó al ya llevar tiempo
con la mano extendida en espera del desarmador, se volteó a mirarlo. –
¡Amor no estoy jugando! Debemos de terminar estas motocicletas para
antes de que vuelva tu padre. – se puso de pie y comenzó a caminar hacia
él. –Harry, dámelo.

Harry lo miró y después escondió el desarmador atrás de él.

-Nunca lo tendrás si antes no te disculpas.- mencionó con una sonrisa.


-Amor, vamos. Deja de jugar - Louis intentó arrebatárselo, pero en vez de
eso consiguió que Harry lo escondiera bajo su ropa.

-¿No quieres disculparte? Tendrás que tomarlo tu.-miró a los ojos a Louis y
esperó su respuesta ansioso.

Louis negó con la cabeza mientras sonreía. – ¡Tienes que dármelo!- habló
poniéndose serio.

-Entonces pídeme perdón.

-Está bien Harry.- habló rindiéndose. –perdóname por haberte gritado…

Harry sonrió de oreja a oreja y se colgó del cuello de Louis.

-¡Di que eres un tonto y yo soy el mejor del mundo!- hablo mirándolo
divertido.

-¡No diré eso! ¡Ya dame el maldito desarmador!- habló ya fastidiado


intentado escapar de los brazos de Harry.

Harry siendo más grande que él, le parecía muy fácil controlarlo. Lo giró y
siguió con su brazo alrededor del cuello de Louis. -Dilo Louis…- susurró en
su oído. –hazlo ya mismo…- terminó de decir dejando un pequeño beso en
la oreja del mayor.

Narra Louis.

Esa situación me parecía demasiado cómica, no pude evitar reír. Harry me


impresionaba, era increíble como de parecer un niñito inmaduro que quería
que dijera que yo era tonto podía pasar en segundos a seducirme por
completo con solo unas palabras.

Cada día me volvía más loco, más enfermo, lo único que quería es que todo
terminara, para que él y yo pudieras irnos lejos, muchas veces pensé en
pedirle que me sacara de aquel lugar, que huyéramos juntos, pero después
recordaba el compromiso que tenía con mi familia, yo no podía dejarlas ahí,
solas. Cada segundo que pasaba me enamoraba más de él, no sabía si
estaba bien, que va. Obvio que no estaba bien, pero eso era lo que menos
me importaba. ¡Lo tenía! Eso era lo importante.

Muchas veces pensé en arrancarme el corazón. Así dejaría de pensar en él.


Después lo miraba… y me daba cuenta que todo lo que podía pasar, valdría
la pena.

No habían pasado más de tres meses desde que lo había conocido, y ya lo


amaba incluso más que a mi propia piel. Podía sonar muy ilógico, pero era
cierto.

Giré mi cabeza hacia él, para poder verlo, el asomó su cabeza y me sonrió.

-Estoy esperándote Louis, dilo.

Mire sus labios y dije lo primero que me vino a la mente.

-Te amo, más que a nadie que algún día he amado.- mentí, la verdad es
que nunca había amado a nadie de la forma en la que lo amaba a él.

Él me miro sorprendido, era la primera vez que se lo decía con palabras.


Me acerqué a su boca y uní nuestros labios. Giré mi cuerpo hacia él y lo
abrasé por la cintura. Le di un húmedo, pero lento beso.

-Más que a nadie.- mencioné entre el beso y pude sentir sus dedos
encajarse en mi cuello. –más que a todos… -seguí hablando.

Me separé del beso y lo abrasé fuertemente, encajando mi cara en su


cuello.

Después de unos segundos me tomó del mentón y me miro a los ojos. Con
eso me dijo todo, su respuesta era evidente.

Me volví a acercar a sus labios, esta vez mas violentamente, lo empujé


hacia la pared y comencé a tocarlo mientras lo besaba.

Harry enredó su pierna en la mía, después lo cargué haciendo que enredara


sus piernas en mi cadera y lo recargué en la pared para ayudarme a mí
mismo.

Comencé a moverme contra él mientras le besaba. Me urgía tenerlo. No era


falta de amor, era falta de él.

-¿Harry?- se escuchó una voz femenina tras nosotros.

Ambos nos congelamos al escuchar esa voz. Sentí como el cuerpo de mi


pequeño comenzaba a temblar.

Fin de la narración.
Louis bajó a Harry de su cuerpo. Ambos se acomodaron la ropa, después la
miraron.

Ella los miraba confundida y con cara de asco.

-Mamá déjame explicarte…- susurró el rizado sin poder verla a los ojos.

Anne seguía con la boca abierta y los miraba de arriba hacia abajo.

-Yo lo hare Harry, yo le voy a explicar.- mencionó Louis tomando su papel


de mayor en la relación.

-Déjame a solas con mi hijo.- dijo Anne mirando al suelo, sin siquiera
atreverse a mirarlo a los ojos.

-Señora déjeme explicarle por favor…- Louis fue interrumpido.

-¡DIJE QUE ME DEJES A SOLAS CON MI HIJO!- grito haciendo que ambos
pegaran un brinquito.

Louis miró a Harry y él asintió con la mirada, después salió de la habitación.

Anne cerró la puerta tras él.

Un silencio incomodo inundó la habitación.

-Mamá déjame decirte que…- Anne interrumpió a su hijo.


-¡Esto no va a volver a pasar, Louis se va a ir de aquí! Y esto nunca habrá
pasado ¿okey? ¿Porque es la primera vez que pasa verdad hijo?- mencionó
mirándolo con desesperación.

Harry bajó la mirada. -No mamá, esto lleva casi un mes pasando.-la miró y
habló orgulloso.

Su madre se veía tan confundida, las palabras de Harry provocaron que


tuviera que sostenerse contra la pared, sentía que en cualquier momento
podía caer.

-¿Por qué Harry? ¿Es para llamar la atención? ¿QUE ES LO QUE TE


OCURRE?- gritó enojada.

-¡No mama!...- calló, lo dudó por unos segundos, después se dio cuenta que
tenía que decirlo. –Lo amo.- dijo mirándola a los ojos.

Sintió una mano golpeando fuertemente su mejilla, haciendo que por la


fuerza cayera al suelo.

-¡NO VUELVAS A DECIR ESO! ¡NO LO HAGAS!- gritó la mujer aún más
fuerte.

-¿Por qué no mamá?- preguntó Harry con la mano sobre su mejilla y


mirándola con tristeza. – ¿Porque es un judío o porque es un hombre?

-¡Tú no lo amas Harry!

-¿Cómo carajos vas a saber lo que me pasa? ¡Si has estado encerrada en
tu mundo desde que papá mató a ese hombre!- gritó Harry levantándose del
piso y acercándose a ella.
-No se de que hablas.-mencionó fingiendo. –He dicho mi última palabra,
Louis se va de aquí.- comenzó a caminar hacia la puerta.

-No intentes fingir mamá, lo sé todo, y no sabes cómo me atormenta no


poder haber hecho nada para evitarlo.- dijo Harry con un tono de voz más
calmado. Su madre se detuvo justo enfrente de la puerta, y una lágrima
comenzó a descender por su mejilla -Se perfectamente que papá no mató a
William Tomlinson porque no quiso meter su mercancía a América, lo sé
madre…- susurró. Su madre se volteo a mirarlo.

-Tú no sabes nada, eso es algo que nunca vas a entender.- habló limpiando
las lágrimas que corrían por su cara. –no vuelvas a mencionar ese nombre
en esta casa.

-¿Lo amabas? ¿Lo amabas tanto como yo amo a Louis?- Harry comenzó a
llorar cuando notó lo mal que le ponía eso a su madre. –Mamá lo siento
tanto… pero yo no permitiré que me arranquen mi felicidad como te lo
hicieron a ti. Yo si voy a luchar por él.

-Basta Harry… deja de hablar…- rogó su madre.

-¡No puedo! ¡Tienes que hablarlo con alguien! ¡Quiero a mi madre devuelta!
¡Quiero a la madre que hablaba conmigo! ¡Que me apoyaba! ¡Que al menos
parecía que estaba viva!- los ojos de Harry estaban inundados de lágrimas.
Anne bajó la mirada intentado ocultar sus lágrimas. -Te amo mamá, por
favor vuelve.

Ella comenzó a caminar de nuevo a la puerta.

-Deberías estar avergonzado de lo que haces.

-¿Sabes? No me avergüenzo, ni me arrepiento de nada.


-Pues yo si estoy decepcionada de ti.

- Querer a alguien no es malo, el amor está bien. Deberías saberlo, el odio


es lo único enfermizo. Créeme, que si hay alguien decepcionado aquí, soy
yo.

Su madre lo miró y con los ojos cristalizados. -Yo no pude hacer nada para
ser feliz Harry, no me juzgues. –dijo saliendo de la habitación.

Harry sentía como si fuera a caer en cualquier instante, nunca antes había
experimentado tantos sentimientos negativos en tan poco tiempo.
Pero sobre todo, se sentía muy mal por su madre. -¿Estás bien?- preguntó
Louis acercándose a Harry. Había entrado de nuevo a la habitación cuando
vio a la madre de Harry adentrarse a la casa.

Harry seguía con su cabeza escondida entre sus piernas.

-¿Amor? Contéstame. – Louis comenzó a acariciar la espalda de Harry. –


Está bien amor, encontraremos una solución, dijiste que todo estaría bien si
me quedaba contigo, aquí estoy pequeño, aquí estoy.

Harry lo miró con los ojos cristalizados, después rápidamente lo abrazó por
su cuello.

-No Lou… no está…bien, mi….madre me ha….dicho que te va…a regresar


al… campo.- habló cortado por su llanto, paraba constantemente para
respirar.
Louis lo abrazo más fuerte. -Tranquilo pequeño.- hablaba acariciando sus
rizos. –Encontraremos una solución.
Louis estaba aterrado. No podían hacer eso, no lo podían alejar de Harry
así porque sí, bueno, sí, si podían, pero no lo permitiría.

Intentó no mostrar su miedo frente a Harry, que se veía sumamente


aterrado y preocupado.

Harry miró a Louis por unos segundos. –Tomlinson…- susurró sin dejar de
mirarlo.

-¿Perdón?- preguntó Louis algo confundido.

- Louis Tomlinson… William Tomlinson…- susurró de nuevo.

Louis creyó entender a lo que Harry se refería.

-Ah, eso. No pasa nada Harry, se perfectamente que ese fue problema
entre tu padre y mi abuelo, nosotros no tenemos la culpa…- intentó
acercarse a sus labios, pero el menor se lo negó mirando hacia otro lado.

-No Lou, yo tuve la culpa de todo… por mi culpa mataron a tu abuelo y con
eso maté a mi madre también…- volvió a esconder su cabeza en sus
piernas.

Louis se confundió al escuchar eso, no entendía que tenía que ver Harry en
todo eso.

-¿Quieres contarme bebé?- habló Louis sentándose a un costado y


entrelazando sus dedos con los de Harry. –puedes hacerlo, no te juzgare.
Harry miró sus manos entrelazadas, y sonrió. Se llevó las manos a su cara y
deposito un pequeño besito en la mano de Louis, luego comenzó a hablar
sobre lo que había ocurrido años antes.

FLASHBACK

“Harry tenía solo 13 años. Era un niñito arrogante y necio, no entendía


muchas cosas, pero no lo necesitaba hacer, tenía todo y él pensaba que las
cosas siempre serian así para él.

Se encontraba en la oficina de su padre, que en esa época tenía un cargo


político importante, le gustaba escuchar como él hablaba con sus colegas,
soñaba con que un día podría ser como August.

Imitaba todo de su padre, sus movimientos, su lenguaje, su forma de tratar


a las personas, todo.

En ese tiempo su papá se dedicaba a meter cosas ilegalmente a América


para obtener más dinero, a Harry le parecía algo asombroso, él veía a su
padre como el hombre más valiente del mundo.

-Tenemos que hacer que Tomlinson acepte, él tiene muy buena reputación
en América, no sería problema para él meter la mercancía- habló un hombre
de un gran bigote, al que Harry nunca recordaba su nombre con claridad.

-Sí. Lo sé. Pero el marica teme que las fuerzas armadas lo atrapen. Me ha
amenazado con avisar a las autoridades si sigo presionándolo. ¿Qué
podemos hacer?- mencionó el padre de Harry molesto.

-Si no enviamos eso estaremos en graves problemas, prometimos


entregarlo hace semanas.
-¡Lo sé! ¡Lo sé! ¡Pero no encuentro una solución! ¡Tenemos que conseguir a
otra persona que pueda hacerlo!

-¿Por qué no hablamos por última vez con Tomlinson?, a ver si lo


conseguimos, y si no, buscamos un comerciante principiante que se
arriesgue de último momento.

-Bien, sigue ahí afuera, Harry ¿podrías llamarlo?- preguntó August a Harry,
que obviamente se sentía extremamente importante cuando su papá le
encargaba algo.

Se puso de pie y salió de la oficina corriendo en busca del hombre que su


padre necesitaba.

En la sala de espera no se encontraba nadie, a Harry le pareció extraño, ya


que su madre se encontraba ahí también, esperando a que Harry decidiera
volver a casa, pero esa vez, ella no estaba.

Comenzó a caminar a través del edificio, buscando a su madre y al hombre.

Le pareció extraño cuando escuchó voces desde una oficina que se


encontraba muy escondida, se acercó a ella y notó que la puerta estaba
entreabierta.

-No puedo.- mencionó Anne, que se encontraba muy cerca del hombre al
cual su padre buscaba.

-¿Por qué no? ¡Hazlo por mí! ¡Hazlo por ti!- rogó el hombre tomándola de
los brazos.
-¡No puedo! ¡No puedo dejar a Harry!- a Anne se le comenzaban a
cristalizar los ojos.

-¡Llévatelo con nosotros! ¡Te juro que hare que tenga una mejor vida de lo
que ya la tiene! ¡Y mi nieto Louis será como su hermano mayor! ¡Y Lottie y
las demás chicas como sus hermanitas! ¡Solo tienes que darme una
oportunidad para hacerlos felices!

Los ojos de Anne se llenaron de esperanza al escuchar esas palabras, ella


había soñado toda su vida en poder alejar a Harry del mal ejemplo que era
August, y sobre todo, ya no soportaba sus maltratos hacia ella.

-¿Hablas en serio? ¿En serio aceptarías a mi hijo en tu familia?

-¡Claro que sí! ¡Nada me haría más feliz que hacerte feliz! ¡Y yo sé que
Harry es tu felicidad!- el hombre abrazó fuertemente a Anne.

Anne comenzó a brincar y a sonreír como loca. Creía que su infierno por fin
terminaría.

-¡Te amo, te amo, te amo, te amooooo!- seguía brincando y dejando cortos


besos por toda la cara del hombre.

William la cargó y comenzó a girar con ella en sus brazos mientras reía al
ver la actitud de Anne.

Harry estaba observando todo desde fuera.

Estaba con la boca abierta al no creer lo que veía.


¡Su madre quería separarlo de su padre!

¡Obviamente él no se iría de con ese hombre! ¡Ella no podía separarlo de su


padre! ¡No tenía derecho! ¡Él no quería otro padre, no quería vivir con ese
hombre 20 años mayor que su madre y tampoco quería tener un hermano
mayor o hermanitas!

Él quería continuar con su vida. Quiera que todo siguiera igual. Él no


permitiría que su madre le hiciera eso.

Corrió lo más rápido que pudo a la oficina de su padre y al llegar cerró la


puerta tras él, respiraba agitado. Su padre y sus colegas lo miraron
extrañados.

-¿Estás bien hijo?- preguntó su padre observando su extraña actitud.

-¡Papá tienes que ayudarme!- gritó desesperado.

August se levantó de su silla y se acercó preocupado a su hijo.

-¿Que ocurre Harry?

-¡Papá! Ese hombre…- Harry apenas podía mencionar las palabras.

- ¿Qué hombre Harry?

-¡Papá! ¡Ese hombre nos quiere llevar a mí y a mama con él! ¡Ese hombre!
¡Tomlinson!
El padre de Harry sus colegas intercambiaron miradas.

-¿Por qué dices eso Harry?

-Porque los he escuchado, a él y a mamá, hablaban de llevarme con ellos y


mamá le dijo que lo amaba y se besaban papá. ¡SE BESABAN!

El padre de Harry abrió los ojos sorprendido, no había palabras para


expresar su mirada.

-¿Estás seguro?- preguntó después de unos segundos.

-¡Yo lo he visto padre!

-Muy bien Harry, ellos no te llevaran a ningún lado. Estate tranquilo.

Después de eso el padre de Harry actuó normal. Parecía que no le había


importado lo que Harry le había dicho.

Una semana después su madre se enteró de que William Tomlinson había


sido encontrado muerto en un callejón de Berlín, tenía apuñalado todo el
cuerpo, y se desconocía a su asesino.

No era necesario que alguien se lo dijera, ella sabía que él había sido
asesinado por su esposo, dos días antes de que escaparan juntos.

Su vida se rompió por completo después de eso. No sabía cómo él se había


enterado de su relación con William.
Lo peor de la situación era que nunca pudo llorarle a su amado, nunca pudo
sacar ese dolor que le rompía el alma. No pudo darle un último adiós en su
entierro, ni pudo hacer nada para salvarlo.

Ella no derramó una sola lágrima por él. Aunque su alma estuviera
inundada.

Él fue su secreto, él fue como un sueño para ella, Pero como todo sueño,
cuando despiertas a la realidad, por más grande que era, más fuerte es la
caída.”

FIN DEL FLASHBACK

-Eso fue lo que paso Louis… ahora veras que yo tuve la culpa de todo…-
mencionó Harry sin poder mirarlo a los ojos.

Louis estaba realmente sorprendido, no se esperaba en lo más mínimo eso.


Él nunca imaginó que su abuelo estaba enamorado. Y mucho menos de la
madre de Harry.

-Entiendo si no quieres volver a hablar conmigo. Lo entenderé


perfectamente, lo merezco, yo soy igual que mi padre, voy por la vida
jodiendo vidas ajenas, no merezco que me ames, no merezco que mi madre
me ame, arruiné su felicidad ¡Louis! ¡Lo arruiné! – Harry se había puesto de
pie y comenzaba a gritar y a caminar por toda la habitación como un loco. –
¡Soy un puto egoísta! ¡Solo pensé en mí! ¡Y en mi felicidad! ¡Jodí la vida de
mi madre y ahora estoy jodiendo la tuya! ¡Soy una mala persona Lou! ¡Me
odio! ¡Solo quiero que alguien me mate! ¡Lo odio! ¡Odio a mi padre! ¡Lo
odio! ¡Lo odio, lo oído, lo odio! –Louis se puso de pie rápidamente y lo
abrazó atrapándolo entre sus brazos.- ¡Lo odio Lou, lo odio!
-Lo sé amor, lo sé…- habló Louis acariciando su espalda intentado calmarlo.
–tranquilo… te prometí que no te juzgaría, no vuelvas a decir que quieres
morir, no lo hagas, porque me matas a mí.

Harry jadeaba por su llanto y tomó a Louis de las mejillas. – ¿No me vas a
dejar verdad?- suplicó Harry.

-¡Claro que no! ¡Eso es lo más estúpido que te he escuchado decir! ¡Y vaya
que dices muchas estupideces! ¡Hace menos de una hora te acabo de decir
que te amo! ¡Te amo y no te voy a dejar! ¡No vuelas a decir eso ni en
broma! -Louis hablaba desesperado. –dios Harry, me matas…- susurró
abrazándolo y besando su frente. Harry sentía su cuerpo temblar.

No había hablado con su madre desde lo ocurrido esa tarde. Su padre


acababa de volver ese día.

Tenía tanto miedo de que lo separaran de Louis, que apenas podía


mantenerse estable durante la comida de bienvenida.

Daniel hablaba sobre lo bueno que había estado Italia y su padre solo reía y
afirmaba. De hecho ni él ni su madre los escuchaban, ambos estaban
perdidos en su mundo.

-Bien, ¿me pueden decir porque están tan serios?- habló August.

Anne y Harry se miraron, Harry le rogó con la mirada que se quedara


callada.

-Es solo que te hemos extrañado mucho. ¿Verdad Harry?- habló ella
jugando con sus cubiertos y mirando su plato de comida.
-Sí, es eso padre.- contestó cortante y un poco confundido.

-Bien...- habló August y comenzó de nuevo a contar sobre su "grandioso"


viaje.

Harry busco con la mirada a Louis. Cuando lo encontró notó que él también
lo observaba.

Le hizo una seña preguntándole sobre la actitud de su madre y Harry solo


se encogió de hombros al no entender tampoco.

Narra Harry

Miré a mi padre y a mi madre, mientras él nos hablaba sobre lo orgulloso


que estaba de su patria, ella lloraba internamente por su vida.

No podía dejar de sentirme culpable por lo que había hecho. Cada segundo
que pasaba me atormentaba, yo había sido quien arruinó su vida.

Miraba para atrás y recordaba lo feliz que era antes de conocer a Louis.
Tenía el mundo a mis pies, vivía al máximo, de una mala manera, pero era
feliz.

No estoy diciendo que él me quitara mi felicidad, sino que me hizo darme


cuenta de lo que es querer a alguien, apreciar a alguien y necesitar a
alguien.

El camino correcto no es el más fácil.


Me gustaría poder decirle a mi padre lo que me pasa, contarle que estoy
enamorado. No habría cosa mejor que él se alegrara por mí y que me
apoyara.

Que volviera a ser un héroe frente a mis ojos, y no la mierda que era ahora.

Se perfectamente que mi padre no cambio, que fui yo quien se dio cuenta


de que estaba mal.

No quería que el destino viniera a vengarse de mí, no quería que me


ocurriera lo mismo que le ocurrió a mi madre, aunque yo lo mereciera.

Prefiero la guerra con él, que la paz sin Louis. Prefiero nada, pero con él.

Fin de la narración.

Después de unos minutos más tarde la comida termino.

Era domingo y como todos, acostumbraban a ir al pueblo en la tarde.


Daniel y August se levantaron de la mesa y fueron a arreglar unos
pendientes antes de ir al pueblo.

-Harry, ¿iras con nosotros al pueblo?- preguntó su madre con la voz


apagada.

Harry tenía más de un mes de no ir al pueblo, él prefería quedarse en casa


con Louis, era el único día que podían estar completamente solos, y sin
miedo a que alguien los viera.
-Preferiría quedarme...- habló muy bajo.

-Está bien.- contesto Anne y caminó hacia la puerta.

-¿Madre...?- la llamó Harry.

-¿Si?

-¿Por qué no mencionaste nada sobre Louis?

-No lo sé...- mencionó después de unos segundos.

Harry se acercó indeciso a ella, pero al final terminó abrazándola


fuertemente. -Gracias mamá, te amo.- habló durante el abrazo.

Se alejó y miró a su madre. Ella intentó darle una sonrisa, que al instante se
rompió y después salió del comedor rápidamente.

Harry se dirigió hacia la cocina en busca de Louis, tenía que darle la noticia
de que su madre no había dicho nada a su padre.

Louis se encontraba lavando los trastes de la cocina, y Sofía acomodaba las


cosas en la nevera.

Sofí miró a Harry, que le hizo una seña para que no hablara, Sofí le guiño el
ojo y siguió sus indicaciones.

Se acercó a Louis por detrás y colocó sus manos cubriendo los ojos de
este.
-¿Quién soy?- preguntó sonriendo.

-He... no se... ¿Daniel?- habló Louis bromeando.

-¿Qué? ¿Daniel?- Harry soltó a Louis. - ¿Por qué carajos Daniel tendría que
tocarte?- contestó celoso.

Sofí y Louis comenzaron a reír mientras Harry seguía con cara molesta.

-Solo juego amor...- mencionó Louis acercándose a él y abrazándolo por el


cuello. Harry sonrió y después miró a Sofí, no podía darle un beso frente a
ella, se sentiría incomoda.

Sofía reaccionó rápidamente y se volteo hacia la puerta mirando hacia


afuera por si alguien se acercaba, poder avisarles.

Se acercó a Louis y lo besó por mucho tiempo. No era un beso común, era
más húmedo de lo normal y hacían demasiado ruido.

Louis se separó después de un tiempo para recuperar el oxígeno. –Woah


pequeño, hoy estas más afectuoso que nunca...- habló volviéndolo a besar,
esta vez más corto y seco.

-¡Lo sé Lou! Es que estoy muy feliz.- dijo con una gran sonrisa marcando
excesivamente los hoyuelos de sus mejillas.

-¿Por qué?- preguntó contagiándose de la sonrisa de su pequeño.


-¿Por qué? ¡Lou! ¡Mi mamá no habló con mi padre sobre nosotros!- habló
emocionadísimo y cargó a Louis, haciendo que quedara a su altura.

-¿En serio?- contestó Louis igual de feliz. - ¡No lo puedo creer! Creo que las
cosas están... ¡Oye! ¡Bájame ya mismo! ¡Me haces sentir como un niñito
cuando me cargas!- contó Louis moviéndose para que Harry lo bajara, que
por cierto, no lo hizo.

Se escuchó la risita burlona de Sofí. Harry se contagió al oírla y comenzó a


reír.

-¡Ves Lou! ¡Hasta a sofí le da risa tu estatura!

-¡Harry bájame! - seguía moviéndose como loco para que lo bajara. - ¡Yo
soy el mayor en esta relación! ¡Y tú eres mi bebe! Así que bájame bebé...-
contestó sonrojado y calmándose.

Harry lo bajó de nuevo al piso.

-Eres un exagerado, pero solo porque me gusta que me llames así te bajé,
si no.... Seguirás arriba.

-No soy exagerado, pero si muestras lo grande que eres ya no te podre


llamar bebé o pequeño. Piénsalo, vale la pena.

Ambos reían, a Harry le parecía muy cómica la estatura de Louis.

-Niños contrólense, August viene para acá.- mencionó rápidamente Sofy


mientras comenzaba a guardar cosas en la nevera, Harry se acercó a ella
mientras Louis abrió el grifo del agua.
-Hijo, ¿te quedaras aquí? Estamos saliendo al pueblo, ¿seguro que no
quieres venir?- preguntó August entrando a la cocina.

-Hmm, no padre, quiero dormir temprano esta noche... tu sabes...


descansar...- mencionó Harry fingiendo ayudar a Sofy.

-Bien, entonces nos vamos, Sofy, deja eso ahí, hoy es tu día de descanso,
deja que el judío lo haga, es más. ¿Quieres ir al pueblo con nosotros?- Sofy
lo miró indecisa. - ¡Anda vamos!- insistió August.

Sofy aceptó, pero solo para darle más privacidad a Louis y a Harry.

Salieron a la casa después de unos minutos.

-Lou... ¿Qué crees?...- preguntó Harry acercándose a Louis por detrás y


cerrando el grifo del agua.

Louis sonrió al sentir las manos de Harry sobre su cadera.

-¿Que bebé?- mencionó juntando su cabeza al cuello de Harry.

Le dio un pequeño besito en el cuello y luego comenzó a drogarse con el


olor del cabello de Louis.

-Estamos completamente solos...- susurró en su oído.

-¡Oh qué bien!- habló Louis.- ¡Podemos comer muchos dulces y dormir
hasta tarde!- así como a Harry le gustaba burlarse de la estatura de Louis, a
Louis le gustaba molestar a Harry por su corta edad.
-Ya verás enano.- mencionó mientras comenzaba a hacerle cosquillas por
todo el cuerpo. Eso era su punto débil.

Louis reía como un loco mientras le rogaba que parara.

-Ya suéltame bebé, ¡prometo no volver a burlarme de tu edad!- comentó


Louis apenas pudiendo hablar.

-Yo no tengo la culpa de que tú seas un anciano...- le dio la vuelta para que
Louis lo mirara. Volvió a cargarlo.

-¿Otra vez? Bájame amor...- comentó Louis poniéndose serio.

Harry lo miraba con una sonrisa traviesa y comenzó a caminar cargando a


Louis por toda la cocina. Luego paró frente la barra donde se colocaban los
alimentos al estar cocinando y subió a Louis ahí arriba. -Tu castigo por
burlarte de mi edad aún no termina. -habló y se acercó a su boca.

Louis abrió las piernas para que Harry pudiera posicionarse entre ellas.

Comenzaron a besarse más apasionadamente, era costumbre que no


esperaran mucho tiempo después de que los padres de Harry salieran para
hacer de las suyas. La boca de Louis bajaba desde las mejillas de Harry
hasta su cuello, mientras que sus manos se deslizaban dentro de su ropa
quitándole su camisa y lanzándola lejos.

Louis se puso duro muy rápidamente y sin dejar de besar a Harry tomó sus
manos indicándole que lo tocara.

Harry comenzó a reír por eso, pero quería hacerlo sufrir un poquito.
-¿Quieres que te toque Lou?- preguntó Harry fingiendo no entender.

-Si bebé, ¡hazlo ya!- habló Louis con la voz ronca de excitación mientras él
mismo desabrochaba su pantalón.

Harry tomó las manos de Louis impidiéndole el movimiento.

Louis lo miró confundido.

-Si quieres que te toque antes tienes que decir que TU eres mi bebé, y yo
soy más grande y fuerte que tu...- susurró Harry mirándolo divertido.

-¿Qué? ¡No hare eso!- menciono soltándose del agarre de Harry.

-¿Seguro?- Harry comenzaba a deslizar suavemente sus manos por la


entrepierna de Louis, pero paró antes de llegar a su miembro. Louis se
retorció antes eso y elevó las caderas en busca de más. -Dime que eres mi
bebé...- susurró acercándose al oído de Louis y haciendo presión con su
cuerpo en el miembro de este.

-E...está bien, lo soy, soy tu bebe...- balbuceó Louis.

Harry sonrió al escucharlo y comenzó a meter su mano dentro del pantalón


de Louis.

Un carro llegó a la casa, una persona bajó apurada y entró a la casa sin
siquiera tocar la puerta, no era necesario, porque era también su casa.

Él sabía que Harry estaba ahí, así que subió a su habitación en busca de
Harry, pero no estaba en ella.
-¿Harry?- preguntó el hombre buscando al pequeño Harry por todas las
habitaciones de la planta alta de la casa. - ¿Harry? ¿Estás aquí?- seguía
llamándolo.

Escuchó ruidos en la cocina, así que supuso que Harry se encontraba allí.

Louis estaba tan caliente disfrutando las sensaciones que la boca de Harry
le daba a su miembro que nunca escuchó los gritos de aquella persona
afuera de la cocina. Y Harry... Harry estaba concentrado en los gemidos de
Louis.

-¿Harry?- preguntó la persona caminando hacia la cocina, un poco


confundido por los claros gemidos que se escuchaban ahí dentro.

Abrió lentamente la puerta de la cocina y al terminar de abrirla se encontró


con algo que nunca imaginó.

Ellos paparon al escuchar que la puerta se abrió y su sangre se heló cuando


descubrieron a la persona que los veía con los ojos muy abiertos desde el
marco de la puerta. -¡ERES UN CABRÓN!- gritó Zayn entrando a la cocina y
comenzando a reír al grado de carcajearse.

Harry y Louis comenzaron a acomodarse la ropa muy nerviosos y


rápidamente.

Louis estaba realmente muy avergonzado, sus mejillas estaban


extremadamente rojas e intentaba cubrir su erección al notar que la mirada
de Zayn no se despegaba de ella.

-¡Eres un maldito cabrón Harry!- seguía Zayn doblándose por la mitad al no


poder contener la risa.
-¡ZAYN! ¿QUE COÑOS HACES AQUÍ?- gritó Harry desviando su mirada
muy avergonzado.

Zayn paró de reír y se puso a pensar por unos segundos.

-Sinceramente no lo sé... solo quería venir a visitarte y a ver a Louis.- dijo


señalando a Louis, que bajó la mirada aún muy avergonzado. -Veo que
estabas muy ocupado...- mencionó intentado ser serio, pero no sirvió de
nada, ya que a los pocos segundos lanzó otra enorme carcajada.

-Estúpido...- comentó Harry molesto. Después recordó a Louis, y lo miró, se


encontraba muy avergonzado aun arriba en la barra de la cocina. Se acercó
a él y le dio un besito en la frente mientras lo abrazaba y miraba a Zayn,
intentado "presumir" que Louis era suyo.

-¿Qué?- preguntó Zayn con una enorme sonrisa en la boca. -en serio
preferiste a este niño que a ¡ESTE MACHO!- habló mirando a Louis y
golpeando su propio pecho al mencionar las últimas dos palabras.

-Idiota.-comentó Harry mientras comenzaba a reírse como loco. Louis no


subía la mirada, en serio estaba muy avergonzado. -Amor...- habló Harry
poniéndose serio al ver a Louis y abrazándolo atrayéndolo hacia él.- No
pasa nada, es Zayn, agradece que no fue mi padre.- terminó de decir
dándole un corto beso en los labios.

Zayn seguía mirándolos divertido con una sonrisa burlona, que comenzaba
a intimidarlos, ya que ni siquiera parpadeaba.

-Basta Zayn, comienzas a asustar a Louis.-habló Harry abrazando a Louis


haciendo que su rostro quedara escondido en sus brazos.

-bebé....- habló Louis al oído de Harry. –en serio que esto ha sido horrible.
-¿Por qué? Si solo he visto como Harry te hacia una mamada, que digo una
mamada, ¡UNA GRAN MAMADA! Se nota que lo estabas disfrutando
mucho.-dijo Zayn súper natural.

Louis abrió los ojos excesivamente al escuchar el cinismo en las palabras


de Zayn.

-¡Harry!- gritó ya un poco molesto por eso.

-Ya Zayn, deja de molestar a mi bebé...- habló fingiendo molestia. -


¿escuchaste cómo me decía que él era mi bebe?- Harry decidió también
molestar a Louis.

Zayn y Harry comenzaron a reír excesivamente.

-Inmaduros...- comentó Louis molesto y comenzó a caminar hacia la puerta


muy enojado.

-Lou....- habló Harry deteniéndolo tomando su mano. -Solo bromeo...-


comentó atrayéndolo hacia él y abrazándolo. Louis seguía molesto y no
correspondía su abrazo. -Lou...- mencionó buscando su mirada. Louis lo
miró y después barrió su mirada hacia Zayn. - Esta bien.... Zayn, nada de lo
que pasó aquí fue cierto, tú lo imaginaste todo, yo no estaba dándole una
mamada a Louis, solo comprobaba que Louis no fuera comestible...- Harry
comenzó a reír de nuevo. Louis le dio un golpe en el hombro y bajó la
mirada avergonzado. -Ya bebé, perdóname...- comentó después de parar
de reír volviendo a dejar un beso en su frente.

Louis intento no reír, pero su intento no duró mucho, comenzó a reír en


silencio y se acercó a la boca de Harry para besarlo. Su beso se hizo
prolongado, sonreían entre él.
-Hmmm... Chicos... podrían... parar.- menciono Zayn después de 15
segundos de esperar que el beso terminara.

-Cállate Zayn.- dijo Harry sin dejar de besar a Louis.

-Tiene razón amor...- se separó del beso. - él ha venido hasta aquí a verte y
no creo que sea correcto que nos besemos frente a él. – dijo mientras le
dedicaba una sonrisa a Zayn.

-¡Vez idiota! ¡Hazle caso y dejen de besarse! Al menos deberíamos


turnárnoslo. - mencionó Zayn haciendo que las mejillas de Louis se
volvieran rojas de nuevo.

-Tranquilo hombre, él es solo mío. M-I-O.- habló Harry mirando a Louis a los
ojos.

-Okey, eso lo veremos.- comento Zayn riendo.

-Él no te haría caso, no le gustan los hombres. Ni las mujeres. Solo yo.

-Pero es que no ha visto lo que es un hombre verdadero, con el físico que


yo tengo.... Uffff dudo que se resista.

-¡Cállate! ¡Él te odia! ¡A mí me ama! Nos amamos.

-¡No lo hace! Solo te quiere porque le haces buenas mamadas.

-¡Pues al menos me interesa todo de él! ¡No solo su grandioso trasero!


-¡CHICOS!- gritó Louis queriendo parar la incómoda pelea que tenían Zayn
y Harry. -en primera, no soy un juguete, segunda...yo te amo a ti Harry y
tercera... ¿QUE CARAJOS TIENE QUE VER MI TRASERO CON TODO
ESTO?

Harry y Zayn se miraron y después comenzaron a reír.

-Larga historia.- comentó Zayn.

-Muy larga amor, mejor subamos a mi habitación...- habló Harry.

-Está bien...- dijo Louis algo confundido. -Preferiría quedarme a terminar


esto.- habló señalando la montaña de trastes sucios. –mejor suban ustedes,
hace mucho que no se ven, tendrán mucho de qué hablar.

-¿Seguro? ¿No prefieres que nos quedemos a ayudarte?- habló Harry.

-En serio Louis, mejor te ayudamos. -dijo Zayn.

-¡no no! Está bien, enserio, suban ustedes, yo subo en unos minutos.

-Está bien Lou, no tardes.- dijo Harry mientras se acercaba y le daba un


corto beso, después se separó de sus labios pero se quedó muy cerca de
su rostro y rozó sus narices. -el idiota de Zayn no nos ha permitido terminar,
lo siento.

-No te preocupes.- susurró Louis. -vayan, ya los alcanzo.

Harry y Zayn salieron de la cocina y fueron directo a su habitación. Al entrar


Zayn se lanzó encima de Harry y comenzó a golpearlo (jugando)
-¡En serio que eres un cabrón! ¿Cómo lo has logrado?- mencionó aun
estando encima de Harry.

-¡Quítate de encima idiota!- habló Harry lanzando a Zayn. Después se puso


de pie y acomodó sus rizos. - ¿Que no ves lo guapo que soy? ¡Era obvio
que caería a mis pies! - mencionó de una manera muy femenina.

-¡Hablo enserio! - gritó Zayn.

-¡Yo también!... bueno, la verdad no lo sé... han pasado tantas cosas… Que
no puedo decir que yo lo atrape a él, más bien que él me atrapo a mí.- Harry
se puso serio. -creo, no, no creo, no podría vivir sin él.

Zayn abrió un poco los ojos y después se sentó sobre la cama.

-¿Entonces esto es en serio?- mencionó después de unos segundos.

-Creo que es lo más en serio que he sentido en mi vida.

-Woah... ¿y qué piensas hacer? Me refiero a tus padres y eso.

Harry suspiró y después se sentó a un costado de Zayn. -pues... mi madre


ya lo sabe...- mencionó.

-¿Qué? ¿Y cómo lo tomó?

-Pues... nos descubrió besándonos... que digo besándonos... comiéndonos.


Pero por ahora lo lleva bien, el problema será mi padre.
Zayn miró a Harry y comenzó a negar con la cabeza. -Creo que no lo
aceptaría ni en un millón de años...

-Tienes razón Zayn, pero debe saberlo, y no me importa si le agrada o no.

-Será difícil Harry.

-No me importa, pronto me lo llevare de aquí, y vamos a estar bien, lo voy a


sacar de este infierno y no dejare que nadie le haga daño, ni a él ni a su
familia.

-Tu mayor obstáculo es tu padre.

-Lo sé... y duele de alguna manera.- Harry bajó la mirada. -pero no me


importa, Lou y yo lo lograremos, ya verás.

-Eso espero hermano, en serio que eso espero.- Zayn le dio una verdadera
y gran sonrisa.

-Bien... cambiando de tema, ¿qué haces aquí? -preguntó Harry después de


unos minutos de silencio.

-No lo sé... sentí una enorme necesidad de estar aquí, sentí que estabas
sufriendo.- habló Zayn con una actitud un poco extraña.

-¿Que carajos te fumaste?- dijo Harry rompiendo en risas.

-Hablo enserio Harry, aunque no lo creas he tenido sueños todas las noches
anteriores en donde solo se escucha tu llanto...- en su mirada se veía que
en serio estaba preocupado.
En ese momento Louis entró a la habitación, Harry se puso de pie y se
acercó a él, abrazándolo.

-Pues ahora estate tranquilo Zayn, como puedes ver nunca había estado
tan feliz como ahora.- finalizó dándole una sonrisa a Louis.

-Está bien...- susurró Zayn de una manera poco convencida.

Pasaron el resto de la tarde riendo y hablando. Zayn le contaba a Louis


algunas anécdotas vergonzosas del pequeño Harry, Harry estuvo a punto
de irse enojado, pero Louis lo convenció de que era adorable y gracioso.

Los padres de Harry, Sofy y Daniel llegaron a la casa después de unas dos
horas.

Los chicos cenaron con ellos, Louis tuvo oportunidad de irse a dormir
temprano, cuando Harry y Zayn se levantaron de la mesa para retirarse a su
habitación Anne los detuvo.

-Harry...- habló ella muy bajo.

-¿Si mamá?- pregunto Harry parando. Anne se mantuvo mirándolo por unos
segundos. -¿Mamá?- preguntó por la extraña actitud.

-Nada, solo quería decirte que te amo, y que estoy muy orgullosa de ti. Todo
va a estar bien amor.- los ojos de Anne se cristalizaron y salió rápidamente
de la cocina.

A Harry le pareció demasiado extraña esa actitud en su madre, pero Zayn lo


sacó de sus pensamientos y lo olvidó después de unos minutos. Harry pudo
escuchar perfectamente el sonido de su corazón al romperse.
No lo podía creer, lo que Sofía decía no era cierto. No podía haber muerto.

Todo en su cabeza se nubló, sintió unas manos ayudándolo a mantenerse


de pie. Sin embargo el dolor que sentía era demasiado intenso, pulsante y
lo aturdía. No pasó mucho tiempo antes de que perdiera el sentido de la
razón.

Despertó del desmayo cuando ya todo estaba más calmado, estaba en su


cama y a un costado se encontraba Zayn, él se sorprendió mucho cuando lo
vio despertar y se acercó a él lentamente.

Harry se encontraba mirando al piso. Aun intentaba asimilar la noticia que le


acababan de dar.

Narra Harry.

Todo era una mentira, una maldita mentira. Mi cabeza daba vueltas y sentía
como si me hubiera drogado mucho. No quería escuchar a nadie, sabía que
si hablaban me dirían lo que no quería escuchar, ¿por qué jugaban de esa
manera conmigo? ¡No podían llegar y decirme eso simplemente!

Mis ojos comenzaron a cristalizarse al recordar las palabras de Sofía.


Mi respiración se agitó y comencé a moverme demasiado al respirar.
Escondí mi rostro entre las sabanas al no querer que Zayn notara mis
lágrimas.

-Lo siento tanto Harry.- susurró colocando la palma de su mano sobre mi


hombro.

-¡DEJAME!- grité moviéndome de su tacto alterado.


-Tranquilo Harry, todo estará bien…- volvió a intentar abrazarme.

-¡DEJAME! ¿PORQUE ME MIENTEN? ¡ESO NO ES VERDAD!- comencé a


gritar mientras me paraba de la cama. – ¡LARGATE! ¡DEJAME SOLO! – lo
miré con demasiado coraje.

Zayn se quedó en silencio, me miraba con demasiada tristeza.

-Déjame…-susurré mientras me tiraba al suelo y comenzaba a llorar. –


Déjame Zayn, eso no es verdad, no es verdad, no es verdad…- Zayn se
sentó a un lado mío y me abrazó mientras yo lloraba. –dime que no es
verdad Zayn… dímelo por favor…- mi voz apenas se podía escuchar
gracias al llanto.

Zayn me abrazó más fuerte, pero no dijo nada.

Me derrumbé por completo, su silencio me estaba confirmando que era


verdad lo que había ocurrido.

Lloré por horas y horas y horas. Zayn nunca mencionó una palabra, solo
acariciaba mi cabello y me regalo su hombro para poder llorar sobre él.

Después de que sentí que en mi cuerpo no quedaba una sola gota de agua,
me puse de pie y salí de mi habitación para dirigirme a la suya. Zayn me
gritó desde mi habitación, pero no lo escuche y continúe con mi camino.
La casa se encontraba completamente apagada. Era mañana, pero aun así
se veía obscura. Llegué hasta su habitación y me encerré en ella.

Me quedé en silencio por unos minutos, respirando cada partícula de su


cuerpo que se encontraba en ella. Me acerqué a la cama que se encontraba
destendida. Su ropa estaba tirada por todas partes y a un costado de la
cama se encontraban varios frascos vacíos de somníferos (patillas que te
ayudan a dormir, si las tomas en una dosis exagerada te causan la muerte).
Tomé uno entre mis manos y después lo lancé contra la pared gritando de
coraje. Esas cosas la habían matado.

Toqué su cama con la palma de mis manos, su calor seguía en ella, me


metí a la cama y me cubrí con sus cobijas, aspiré todo su olor, no habían
pasado más de 5 horas desde que se había ido y yo ya la extrañaba con
cada parte de mi cuerpo.

“Fue ayer cuando vi tu cara, cuando escuche tu voz. ¡No era posible, no era
justo que llegaran a decirme que habías muerto! ¡Tú me acababas de decir
que me amabas! ¡Eso no se le hace a una persona a la que se le ama! ¡No
se le abandona en medio de la guerra y la mierda de los nazis!

Creo que tomare tu partida como la perdida de la última gota de fe que me


faltaba por perder. No sé qué decir… nunca pensé que doliera tanto.

Sé que donde quiera que te encuentres estas mejor que aquí. Solo quiero
que sepas que esto duele, más de lo que algún día imagine.

¡No lo tenía previsto mamá, no tenía ni una puta idea de qué harías esto!
Sería muy estúpido preguntar porque lo hiciste, porque lo sé perfectamente,
sé que llevabas años muerta en vida, pero aunque intenté sonreír por ti,
porque supongo que ya estas con él, no puedo. Y esto me hace sentir que
soy un puto egoísta.

¡Debí haber estado contigo! ¡Debí apoyarte! Me gustaría decirte que todo va
a estar bien por aquí, que puedes estar tranquila, pero no sé si vaya a poder
llevarlo sin ti. Ahora mismo no sé qué prosigue después de esto… Pero te
prometo, que luchare hasta el final, lo hare por ti, por mí, y por Louis.
Mamá, lo voy a sacar de aquí, le pediré que se escape conmigo, que
desaparezcamos juntos, vas a ver que lo vamos a lograr, ¿y sabes por qué?
Porque ahora esto tiene dos personas por las cuales tenemos que luchar, y
vivir el amor que ellos no pudieron vivir. William & Anne.

Perdóname por haber hecho lo que creí mejor para mí, lastimándote.
Fuiste, eres, y siempre serás el ángel que iluminaba cada mañana.

Tu pequeño Harry te amara por siempre mama. “

Fin de la narración.

La puerta se abrió lentamente. Era Sofía, que por alguna razón sabía que
Harry se encontraba en la habitación de su madre.

-¿Mi niño? – susurró en voz muy baja. –Hay alguien que quiere verte. –
habló mientras abría la puerta y Louis se asomaba muy preocupado.

Harry miró a Louis y él se adentró a la habitación lentamente.

-Se cuidadoso Louis, August puede llegar en cualquier momento...-susurró


Sofy al oído de Louis para después cerrar la puerta tras ella.

Louis se quedó mirando a Harry por unos segundos, no sabía que decir.

-Te juro que llevo toda la mañana intentando verte, pero me ha sido
imposible por tu padre y Daniel.- mencionó Louis como primeras palabras
que vinieron a su mente.
-Necesito alguien que me abrase.- habló Harry mirándolo, sus lágrimas
volvieron a hacerse presentes.

Louis se acercó rápidamente y abrazó a Harry envolviéndolo con todo su


cuerpo.

Harry encajó sus dedos en el cuello de Louis y comenzó a llorar más


desesperadamente.

-Lo siento tanto amor, en serio que me estoy muriendo por todo esto. –
susurró Louis en su odio mientras abrazaba más fuerte a Harry.

-Está bien Lou, solo no me sueltes, no lo hagas, quédate conmigo.

-Lo hare bebé, te amo, tranquilo, ya no llores, me vas a hacer llorar a mí


también…- mencionó Louis mientras limpiaba las lágrimas de las mejillas de
Harry.

-Déjame llorar, quiero despedirme en silencio, hacer mi mente razonar


sobre todo lo que pasa. – susurró Harry recargando su cabeza en el pecho
de Louis.

-Está bien pequeño, entonces llorare contigo… -Harry miró a Louis y notó
como unas lágrimas salían también de los ojos del mayor. – tal vez así
podamos apagar más pronto el fuego que te quema por dentro, ¿Juntos lo
recuerdas? Siempre. – Louis junto sus labios con los de Harry y le dio un
beso tierno, durante él se podría apreciar el sabor salado de las lágrimas
que entraban en sus bocas.

Se separaron y Harry se quedó recostado en Louis, mientras que él lo


acariciaba para darle consuelo.
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El día transcurría, Louis había salido de la habitación cuando se dio cuenta


que Harry se había quedado dormido. No podía arriesgarse a que los vieran
juntos.

El padre de Harry ya había arreglado todo para que esa misma tarde fuera
el funeral de su esposa.

La gente comenzaba a llegar, cientos de personas se encontraban en el


jardín de la gran mansión Styles para darle un último adiós a Anne.

Todo estaba arreglado de una manera hermosa, había rosas rojas por todos
lados, la flor favorita de Anne. La gente iba muy arreglada, parecía que se
vestían para festejar una fiesta.

Harry se encontraba abrazado de Sofy mientras recibía sin ánimos las


condolencias de las personas en el funeral, en todo ese tiempo no vio ni a
un solo amigo de su madre, solo había políticos, soldados, amigos de su
padre y algunos cuantos familiares.

Lo que más deseaba era estar abrazado de Louis y no tener que ver como
él servía vino a los invitados.

Su padre ni siquiera se había acercado a él en todo el día, ¿no se supone


que en los funerales la familia tiene que estar unida?
Por más que Harry intentara calmarse, no lo conseguía, él quería mostrarse
fuerte, pero el dolor se le derrumbaba por todos lados.

Los tambores del ejército comenzaron a sonar.

El funeral estaba a punto de empezar.

Harry y Sofy caminaron hacia donde estaba toda la gente, el padre de Harry
se puso de pie en una zona más alta y golpeó levemente la copa con el
cubierto, haciendo que todos los invitados le prestaran atención. -Hoy no
podemos decir que estamos reunidos por un buen motivo. – comenzó a
hablar August.

Harry no quería escuchar su voz, sentía que era como una ofensa para su
madre que su padre diera su último adiós. En fin, no podía hacer nada, así
que decidió escuchar al grado de hipocresía que su padre podía llegar.

-Esta madrugada perdimos a un ángel… ese ángel que me acompañó por


más de 18 años. Anne. Solo espero que donde quiera que se encuentre
este igual de feliz que como estaba aquí. Con tu maravilloso hijo y yo, tu
amado esposo.- Harry sintió unas tremendas ganas de parar esa mierda.
Parecía que su padre lo hacía apropósito. Parecía que se estaba burlando
de todo el dolor que Anne había sufrido en vida gracias a él.

-Como todos aquí ya saben, Anne murió por la picadura de una araña muy
peligrosa, fue una muerte muy repentina, nadie lo esperaba.

“¿QUE?” pensó Harry, eso no era verdad, su madre se había suicidado,


¿Por qué mentirle a la gente? Para no borrar esa imagen de familia perfecta
que tenía la gente sobre los Styles.
Pero dejó de darle importancia después de unos minutos, las palabras de su
padre no volverían a lastimar a Anne.

-Anne fue una mujer maravillosa, una grandiosa madre y esposa. Siempre
estuvo dedicada a cuidar de Harry y de mí. Nunca nos falló. No nos
traicionó y se perfectamente que dedicó su vida por completo a nosotros.
Todos la conocían, era una mujer buena, saben que sus últimos años fue
muy seria, pero sabemos que una sonrisa como la de ella valía la pena
esperar.

Harry recordó la sonrisa de su madre. August tenía razón, aunque ella no


sonriera muy a menudo, cuando lo hacía iluminaba todo el lugar. Las
lágrimas de Harry comenzaron a descender de nuevo.

La gente lo miraba con tristeza y ternura y se escuchaban sollozos como


“pobrecito.” “las palabras de su padre son muy dolorosas para él” tonterías
que Harry no tomó en cuenta, él no lloraba porque su madre había muerto,
sino porque él tenía gran culpa de la tristeza de ella.

-Por Anne, por mamá, ¡por mi esposa!- hablo August levantando su copa al
aire.

Todos los invitados imitaron la acción y en unisonó mencionaron.


Mucha gente lloraba, otra solo se mantenía en silencio. Harry sintió una
manos empujarlo hacia adelante. La gente quería escuchar su discurso para
su madre.

-Vamos Harry, tienes que hacerlo.- susurró Zayn mientras le indicaba que
fuera hacia su padre.
Harry no había tenido cabeza para escribir un discurso, o para al menos
planteárselo, aun así caminó y cuando quedó a un lado de su padre toda la
gente estuvo en silencio, esperando que comenzara a hablar.

Observó todo el lugar, caras que nunca había visto en la vida lloraban por
su madre, no tenía idea de que decir. Pronto observó a Louis, que se
encontraba en una esquina del jardín, sonriéndole.

No paso ni un minuto más, cuando Harry comenzó a hablar.

-¿Sabrás mi nombre si te encuentro en el lugar a donde van los que


mueren? ¿Será lo mismo? – la gente lo veía un poco extrañada, no era un
discurso común. –Debo ser fuerte y continuar. Pero si soy sincero estoy
muy asustado. Pero por favor, escapa un momento de donde estés, y
finjamos que esto no ha terminado, que tú sigues aquí, y que me abrasas de
nuevo. Te prometí que lo haría, y lo lograre mamá. Te amo, nos vemos
pronto. Esto no es el funeral de Anne, es el funeral de mi rosa.

No había ni un solo ruido, todos seguían extrañados por aquellas palabras


que Harry había mencionado, pronto se escuchó un aplauso luego dos, y
después miles.

Harry observaba directamente a Louis, tenía la cara inundada de lágrimas,


pero aun así tenía que continuar la ceremonia.

Su padre lo abrazó por el hombro y comenzó a caminar hacia el ataúd.

Se encontraba cerrado por fortuna de Harry, no quería ver a su madre


muerta. Quería recordarla como era en vida y no toda fría y blanca como
seguro lo estaría ahora.
Cuatro hombres cargaron el ataúd por cada esquina y comenzaron a
caminar mientras los tambores sonaban, la gente los seguía hasta llegar a
donde seria enterrada.

Harry se alejó de su padre y fue hacia Louis, que estaba detrás de toda esa
gente.

-¿Qué haces aquí? Debes de estar adelante con tu padre y darle un último
adiós- susurró Louis mirando si alguien los observaba.

-No me importa, en estos momentos te necesito y no me importa quién me


pueda ver.- comentó Harry tomando la mano de Louis y entrelazando sus
dedos.

Louis se tensó demasiado. Pero a cabo de unos segundos notó que nadie
les prestaba atención, todos se encontraba concentrados en como bajan el
ataúd por aquel agujero en la tierra.

Zayn notó que se encontraban agarrados de la mano, así que se acercó


para tratar de cubrirlos.

El ataúd ya se encontraba hasta el fondo, su padre tomó un puño de tierra


y lo aventó al él, para que comenzara el entierro.

Harry apretó demasiado la mano de Louis y su respiración comenzó a


alterarse, ya no quería llorar, pero no lo podía evitar.

-Tranquilo amor, estoy aquí.- susurró Louis en su oído, intentando calmarlo.


-Nunca había sabido que cuando un sepulcro se cierra, entierra dos
corazones en un mismo ataúd.- habló Harry con la voz rota y se recargó en
Louis mientras lloraba.

Louis no tuvo palabras para decir después de aquel verso, era tan real el
dolor de su pequeño que le dolía.

La noche llegó después del día más largo que Harry había vivido nunca.
El funeral terminó. Los invitados se quedaron unas horas más
acompañando a su padre.

Harry y Zayn se encontraban sentados en la sala principal. Su padre poco a


poco fue despidiéndose de los invitados y al terminar mencionó las primeras
palabras hacia Harry del día. -Creo que iré a dormir, tu deberías hacer lo
mismo hijo, ha sido un día difícil para ambos.

Harry ni siquiera lo miró. Su padre salió de la habitación.

-Deberías hacerle caso a tu padre Harry, ve a dormir, lo necesitas. –


mencionó Zayn levantándose del sillón y ofreciéndole su mano.

-Gracias Zayn, pero antes debo ver a Louis. – intentó darle una sonrisa pero
fue imposible, sus lágrimas no habían parado de salir desde la mañana.

-Está bien Harry, te quiero mucho.

-Yo también Zayn, gracias.


Harry se levantó y caminó hacia el garaje, al entrar ahí cerró la puerta, se
sentía tan seguro estando ahí dentro, sentía como si su dolor disminuyera,
se calamara por un tiempo.

Ese lugar era demasiado significativo para él, era como el lugar en donde
Louis y él podían estar juntos sin temer a que alguien los viera.
Tocó la puerta de la habitación de Louis y este al instante abrió recibiéndolo
con un abrazo. -Amor estaba a punto de ir a buscarte. –habló depositando
un corto beso sobre los labios de Harry.

-Creo que te he ganado.- habló Harry sin ánimos.

Louis lo miró con ternura y tristeza a la vez. -Oh bebe no sabes cómo…-
Harry lo interrumpió.

-Necesito hablar contigo Lou.- comentó entrando a la habitación y cerrando


la puerta tras él.

-Si dime amor…- mencionó Louis un poco extrañado.

-Escapa conmigo.

-¿Qué?

-Escapa conmigo.

-¿Estás loco? ¿De qué viviríamos?

-De amor, escapa conmigo.


Louis tragó saliva al escuchar esa petición. Él era más grande y sabía
perfectamente los riegos que eso implicaba, sabía que no sería fácil.
-Pero Harry… mi familia, ¿cómo los voy a dejar en este infierno?- preguntó
sin mirar a Harry.

-Las llevaremos con nosotros, yo los protegeré Louis, por favor no me


niegues la oportunidad de ser feliz contigo por el resto de mis días. –Harry
sintió un calambre por todo su cuerpo, esa escena era la misma de 3 años
atrás, cuando William le pedía a su madre que escaparan juntos.

-Te amo Harry.- habló Louis entregándose a sus labios, Harry lo tomó entre
sus brazos, abrazándolo como si alguien quisiera quitárselo.

-Se muy bien lo que quiero en la vida, y eso está parado justo enfrente de
mí. –Dijo Harry al terminar el beso.- si no es lo mismo para ti solo dímelo.

Louis lo miró y sonrió al ver tanta inocencia en una sola persona.


-Quiero pasar el resto de mi vida contigo.- mencionó con una gran sonrisa.

-Yo no solo lo quiero, también lo necesito.- susurró Harry volviendo a unir


sus labios.

Lo único que quedaba para ambos era esperar la oportunidad perfecta para
irse de aquel infierno que ambos vivían.

Ya era hora de que pudieran ser felices, Harry levantó a Louis con sus
brazos y lo miró con una sonrisa. Esta vez no fue una sonrisa rota como
todas las que había dado durante el día, esta vez sí era verdadera.

-Mi pequeño…- susurró Louis acariciando su cara. – no es justo que hayas


llorado tanto, tu no lo mereces…
-Lo merezco Louis, yo arruine su vida.- habló mientras lo bajaba de nuevo al
piso.

-No amor, es completamente imposible que tú arruines la vida de alguien,


sabes que ella te amaba, incluso más de lo que yo te amo a ti.- Se acercó a
su cara y dio dos cortos besitos en cada parpado de Harry. -Todo estará
bien amor.- mencionó y esta vez besó su boca, muy lento y delicado, no
quería lastimarlo en lo más mínimo, después de unos minutos lo recostó en
su cama sin parar el beso.

Tenía que demostrarle lo mucho que lo amaba en ese momento.

-¿Estás seguro que estas bien?-preguntó Zayn a su mejor amigo, mientras


tomaba sus maletas del suelo.

-Si Zayn, puedes irte tranquilo.- habló Harry sin ánimos.

August se encontraba a un lado de ellos, despidiendo a Zayn, que era como


su sobrino.

-Muy bien, entonces solo queda decir que me puedes buscar para lo que
necesites, suerte, veras que todo saldrá bien. –Zayn se acercó a abrazar a
Harry y susurró en su oído.- ya tengo todo listo para que se vayan, será el
martes, a las 2 am en el lago.

Harry solo asintió.

Había pasado una semana desde la muerte de su madre. Lo llevaba “bien”,


había dejado de llorar, pero la verdad es que por dentro sentía que en
cualquier momento caería del dolor.
No lo quería mostrar, quería mostrarse seguro y fuerte, para darle más
confianza a Louis sobre el plan que tenían.

Zayn había sido el encargado de ayudar con todos los planes para escapar.
Harry quería salir de ahí lo más rápido que le fuera posible, ya no
aguantaba la presencia de su padre, ni la de Daniel siempre vigilándolo.

No tenía ni idea de cómo le haría para distraerlos mientras ellos se iban,


pero igual no se echaría para atrás, ya tenía todo listo para irse.

Ese día era miércoles. Solo 6 días más y todo ese infierno se terminaría.

Harry le dio una sonrisa rota a Zayn. –gracias hermano.

-Bien, creo que ya es hora de irnos Zayn.- habló August mientras lo


ayudaba con sus maletas. –¿Harry seguro que no quieres ir con nosotros a
la estación de tren?

-No padre, vayan ustedes, tengo asuntos que arreglar.- mencionó cortante y
dándose media vuelta.

Miró que Daniel se encontraba del otro lado del jardín, mientras lavaba su
auto. Se acercó.

-¡Daniel! ¡Hey Daniel!- gritó mientras caminaba hacia él. –Necesito que me
lleves al campo.- habló exigiendo.

-¿En serio? Qué triste, no soy tu niñera como para llevarte a donde
quieras.- mencionó Daniel sin mirarlo, aun lavando aquel coche. –además,
¿tú que tienes que hacer en el campo? Eres inútil recuérdalo.- habló esta
vez mirándolo con una gran sonrisa en la cara.
Harry no tenía ganas ni ánimos de pelear con nadie, así que se dio media
vuelta y se dirigió hacia Chris, que era el chofer que antes servía para su
madre.

-Chris, necesito que me lleves al campo, a mí y al judío.

Chris lo miró algo extrañado, pero después solo asintió. -Claro joven,
cuando usted quiera nos vamos.

-Okey, espera aquí iré por Louis.- habló Harry caminando hacia el garaje.

Entró a la habitación y notó que Louis se encontraba recostado en la cama,


seguro su padre lo había tenido trabajando hasta tarde.

-Lou…- susurró en su oído.

Louis dio un pequeño brinquito al escuchar su voz.

-Hola Harry…- habló aun un poco dormido, pero con una gran sonrisa al ver
a rizado.

-Lou, venia por ti para ir al campo, pero si estás muy cansado mejor
descansa, iremos después.-Habló mientras acariciaba el cabello del mayor.

-No amor, tenemos que aprovechar ahora que no está tu padre… espera.-
hizo una pausa dramática.- ¿no está cierto?- preguntó con gran curiosidad.

-No, pero está el odioso de Daniel, así que mejor salgamos de aquí.-
comentó Harry mirando como Louis se colocaba la camisa.
-Sí, vayámonos ya pequeño.- Mencionó y comenzó a caminar hacia la
puerta.

-¡Louis espera!- gritó Harry.

-¿Que pasa amor?- preguntó algo asustado.

-No me has dado un beso.- habló con una sonrisa entre sus labios.

-¿Es muy necesario que lo haga?- Harry frunció el ceño molesto. -¡Ay amor
solo bromeo!- habló Louis mientras se acercaba y lo inclinaba entre sus
brazos para besarlo. Harry colocó sus palmas en las mejillas de Louis.

-Te odio- comentó Harry con una sonrisa entre el beso.

-¿En serio? Me da igual. Yo te amo.- dijo besándolo más intensamente.

Harry se separó. –tenemos que irnos Lou.- comentó caminando hacia la


puerta, divertido porque había hecho que Louis quedara con ganas de más.

-Olvida lo que dije, te odio.- comentó Louis haciendo que Harry dejara salir
una carcajada.

Saliendo al jardín actuaron indiferentes. Solo se dedicaron a caminar hasta


llegar al coche que los llevaría hasta el campo.

Subieron al coche y se dirigieron al horrible lugar, que aunque detestaran ir,


era muy necesario. No tardaron más de 10 minutos cuando ya estaban en el
campo.
Harry, Louis y el soldado que ayudaba a que Louis viera a su familia se
dirigieron a la misma oficina de siempre.

-Esperen aquí Harry, ya la traen en unos minutos.- comentó el soldado.

Louis notó que Harry se veía inquieto, movía mucho sus manos y sudaba.

-¿Que pasa amor?- preguntó acercándose.

-Nada Lou…- comentó fingiendo estar bien.

-Dímelo pequeño, ¿qué ocurre?- habló Louis mientras retiraba un mechón


de cabello de la cara de Harry.

Harry dejó salir un gran suspiro. -Lo que pasa es que estoy nervioso…-
confesó al fin.

-¿De qué pequeño?- preguntó intentado que no se le saliera una gran


sonrisa, ya sabía por qué Harry estaba nervioso.

-Pues… veras… ¿qué pasa si tu familia no me acepta? ¿Qué haría si no


permiten que este contigo?- preguntó muy nervioso.

Louis comenzó a reír. –a ver Harry, déjame ver si entiendo… ¿estás


nervioso porque mi familia no te acepte? Recuerda que tu familia es la nazi
amor.- comentó riendo.

Harry aún seguía serio. –No me refiero a eso… me refiero a que… soy
hombre.- habló con la miraba en el suelo.
Louis se acercó a él y lo tomó de la barbilla para que lo mirara. -Bien…
veras, no me importa lo que digan, estoy enamorado de ti.- comentó y luego
depositó un beso para calmar sus nervios. –además, eres adorable, ¿quién
no te va a querer? Solo un idiota.

Harry sonrió excesivamente y estaba a punto de decir otra cosa cuando la


puerta se abrió y entró la madre de Louis.

-¡Mamá!- Louis se acercó rápidamente a abrazarla.

Harry bajó la mirada un poco triste, no podía evitar recordar a Anne al ver a
Louis tan feliz con su madre. Louis rápidamente notó eso y fue más
discreto.

El soldado que llevaba a su madre salió de la oficina para darles más


privacidad.

-Mamá, ¿recuerdas a Harry?- preguntó Louis intentado sacar a su pequeño


del horrible momento que pasaba.

-Claro que lo recuerdo Louis, ¿cómo esta joven?- preguntó Jay dirigiéndose
a Harry.

-Muy bien señora.- habló Harry aun nervioso.

-Qué bueno.- Jay le dio una sonrisa sincera.

-Mamá.- comentó Louis rompiendo el momento. – necesito hablar contigo,


necesitamos. – habló mientras entrelazaba sus dedos con los de Harry.
Harry tembló y tragó saliva en seco. Jay los miró muy confundida. -¿Qué es
lo que quieres hablar Louis?- comento mirando a Harry.

-Estoy enamorado de su hijo.- habló Harry demasiado rápido.

Louis comenzó a reír por lo adorable que le había parecido eso.

-Perdón, no puede entender nada.- dijo Jay aún más confundida.

Harry dio un gran respiro. -Estoy enamorado de su hijo. - habló muy


nervioso por la reacción de Jay.

Jay efectivamente se sorprendió mucho, después miro a Louis. – ¿Que


pasa aquí Louis?-

-Lo que dijo.- mencionó mientras pasaba su mano por la cintura de Harry,
abrazándolo.

Jay se recargó en la pared, aun no podía asimilar esa noticia. -¿Y qué dicen
tus padres de esto Harry?- preguntó después de unos largos segundos.

-Mi padre no lo sabe, ni lo sabrá, es por eso que se lo estamos diciendo, ya


está todo arreglado para sacarlos de aquí, el martes. No volverán a sufrir.

-¿Qué? Harry… eso es muy arriesgado…- Jay miró a Louis.- ¿saben a lo


que nos arriesgaríamos cierto?- preguntó mirando a su hijo.

-Sí, lo sabemos.-contestó Harry antes que Louis.- pero vale la pena, no


permitiré que las sigan maltratando aquí.
-Es hermoso Harry, pero ¿y tu madre? ¿Ella que opina de esto?

Harry se quedó en silencio, Jay lo miró extraño por su reacción. Louis lo


cubrió con sus brazos.

-Ella estará feliz, murió hace unos días.-comentó Harry con la mirada en el
suelo.

-Oh, discúlpame Harry, en serio que lo siento.- habló Jay intentando reparar
lo dicho.

-No se preocupe, por ella es por quien lo vamos a lograr.- habló Harry
dándole una sonrisa.

El resto de la tarde la pasaron hablando y planeando todo a la perfección,


todo tenía que ser demasiado discreto. Planearon todo para que las
hermanitas de Louis y su madre estuvieran preparadas para cualquier
situación que se podía prestar.

Después de unas horas se despidieron de Jay y volvieron a la casa.


August seguro estaba por llegar y lo que menos querían era levantar
sospechas a esas alturas. -Ve a descansar Lou, antes de que regrese mi
padre.- mencionó Harry mientras se dirigían al garaje, ya estando en la
casa.

-¿Puedes quedarte conmigo?- preguntó Louis mirándolo a los ojos.

-Voy en un momento, antes quiero ir a ver a mi madre.

-Oh… ¿quieres que te acompañe?


-No Lou, tengo ganas de hablar con ella, un ratito, después voy contigo,
¿está bien?

-Claro amor.- dijo despidiéndose con un corto beso en los labios y entrando
al garaje.

Harry dio un gran suspiro y caminó hacia la tumba de su madre. Era un


patio muy grande, así que había mucho espacio entre la casa y la tumba.

Se sentó frente a ella y arregló las flores, retirando las que ya se


encontraban secas.

Narra Daniel.

Me di cuenta cuando Harry y Louis regresaron. Era obvio que esos se


tenían algo raro. Así que me dediqué a seguirlos.

Me sorprendí mucho cuando se despidieron besándose la boca, yo sabía


que habían tenido algo, pero no que continuaba.

Después Harry fue a la tumba de su madre, y lo seguí, cualquier cosa que


fuera, me servía para hacerlo caer frente al general.

-Madre… -comenzó a hablar enfrente la tumba. –ya está todo listo, Louis y
yo nos iremos el martes. –tuve que cubrir mi boca para que no saliera un
gritito de asombro. – hoy hablamos con su madre, ya está todo arreglado.
Pronto todo este infiero terminara también para nosotros mamá.

Me sorprendí demasiado, una sonrisa se formó en mi boca. Tenía el punto


perfecto para ensuciar a Harry frente a su padre. Definitivamente el
siguiente general seria yo, y no ese niñito marica. Tenía que buscar a
August y contarle todo.
Le dio un corto beso a la tumba de su madre, después se puso de pie y se
quedó unos segundos mirándola.

-He intentado duramente decirme a mí mismo que te has ido, pero aun así
todavía estás conmigo… Todo el dolor sigue siendo real. - susurró Harry
mientras una lágrima salía de su ojo.

La secó rápidamente, no podía seguir llorando por la muerte de su madre.


Sabiendo que ella se encontraba en un lugar mejor, ahí no había abuso o
injusticias, fuera de este horrible mundo.

Se dirigió hacia la habitación de Louis. Era uno de esos momentos en lo que


lo único que deseaba era estar con él.

Abrió la puerta suavemente y se adentró, Louis se encontraba acostado en


la cama.

-Tardaste mucho amor...- comento levantándose. Harry le hizo una señal


para que no se levantara, que Louis obedeció recostándose.

-Lo siento, quería despedirme de mamá.- habló Harry sin ánimos y


recostándose a un lado de Louis.

-¿Estás bien pequeño? - comentó acariciando su cara. Obviamente Louis ya


se había percatado de que Harry había llorado. Harry intentó sonreírle, pero
su sonrisa se apagó en segundos. Louis decidió abrir un tema para calmar
las cosas. -Oye amor…- habló acercándolo hacia él, haciendo que se
recargara en su pecho, mientras acariciaba su cabello. – ¿a dónde nos
iremos el martes?
-A donde sea, donde sea es mejor que este lugar.- habló Harry
entrelazando sus dedos con los de Louis.

-Eso sería bonito amor, pero en serio ¿no sabes cuál es nuestro destino?

-Si Lou, un barco nos meterá como ilegales a América, Zayn me ha


conseguido un trabajo con un amigo suyo, todo saldrá bien Louis, pronto
toda esta mierda de vida se acabara.

Louis se quedó unos segundos en silencio. -¿Mierda de vida? Yo no lo veo


así… podría estarse cayendo el cielo, y para mi seria el paraíso si estás
conmigo.- susurró en su oído.

Harry se volteó a mirarlo. -Lo se… es solo que esto cada vez me cansa
más, te juro que no puedo esperar al momento en el que tú y yo estemos en
algún otro lugar, donde ya nadie nos pueda herir, donde mi padre no exista
y donde tu familia este bien.- Harry dejó salir una lagrima de sus ojos, en
serio él ya no podía con tanto.

-Tú no estás bien Harry…- habló Louis mientras removía la gota de agua de
la cara de Harry. –Sigues triste por la muerte de tu madre, pero finges estar
muy bien, y lo entiendo amor, solo que sabes que conmigo puedes
mostrarte tal y como eres.

Harry se quedó en silencio, bajó su mirada y se colocó en posición fetal. –


Te juro que estoy tratando ser fuerte…

-Está bien amor… está bien.- susurró Louis abrazándolo muy fuerte.

Harry se derrumbó por completo y comenzó a llorar, también abrazó a Louis


muy fuerte. -pero me derrumbo por todas partes Lou...- habló escondiendo
su rostro en el cuello de Louis.
-Solo tú y yo… muy pronto Harry, muy pronto. – mencionó Louis levantando
la cara del chico para que lo mirara. –todo esto pronto terminara pequeño.

-¿Me lo prometes Lou?- habló mirándolo con la cara llena de lágrimas

-Si bebé, te lo prometo.

Se miraron por unos segundos a los ojos, no era necesario decir algo más.
Sus miradas decían todo.

Harry se acercó a Louis lentamente, como si fueran dos personas


enamoradas que nunca se hubieran besado antes. Lentamente unieron sus
labios, y todo comenzó.

Louis se levantó un poco, dejando que Harry se recostara y que él quedara


por encima del menor.

Harry colocó sus manos en las mejillas de Louis, pero pronto sus manos
comenzaron a descender por todo su cuerpo.

Ambos acariciaban sus lenguas durante el beso, era un beso en el que se


podía percibir a la perfección el sabor de cada uno de ellos. Era lo que ellos
necesitaban, sentirse vivos gracias al otro.

-Es por ti Lou, es todo por ti…- habló Harry durante el beso.- todo lo que
hago, lo hago por ti, no sé qué haría si no te tuviera. – no dejaba de
acariciar su piel y besarlo.

Pronto la ropa comenzó a estorbar, Harry miró a Louis pidiéndole permiso


para quitarle su camisa, Louis aceptó con la mirada.
Harry pasó sus manos quitando la camisa y Louis tembló al sentir el frio
sobre su piel.

Su habitación ni siquiera podía llamarse habitación, tenía goteras por todas


partes, el vidrio de la ventana estaba roto y el viento siempre estaba
presente en ella, así que obviamente Louis sintió frio en cuanto Harry le
quitó su camisa.
Harry lo miró con una sonrisa, sabía exactamente qué hacer en esas
situaciones. Se quitó su sweater y se lo colocó encima. -Mío.- habló con una
gran sonrisa, recordando aquellos tiempos en los que no se atrevían a
decirse lo que sentían por el otro.

Louis le devolvió la sonrisa, se acercó a sus labios y susurró. -Siempre


Harry.

Siguieron con lo suyo, se besaban mientras que sus manos se deslizaban


por todo el cuerpo del otro.

Narra Louis.

Todo mi ser deseaba incondicionalmente a Harry. Verlo tan triste me


parecía desgarrador, lo único que yo quería era quitar la tristeza de él,
desaparecerla, que nada nunca lo volviera a lastimar.

Comencé a bajar mi boca por todo su cuello, hasta llegar a su abdomen, me


gustaba acariciarlo con mi lengua y sentir como a Harry se le erizaba la piel
gracias a ello. Él era mi mundo, y quería demostrárselo.

Encontramos amor en un lugar sin esperanzas.


Es imposible, era estúpido pensarlo, darte cuenta… como una persona en
tan poco tiempo llega a importarte tanto. Dejas de preocuparte por ti, por
todos. Y ahí esta él, siendo el centro de tu universo, te da miedo ¿sabes?
Te da miedo que algo le ocurra o que en el peor de los casos… decida que
no eres suficiente para él. Estas asustado, no sabes que hacer para hacerlo
sentir perfecto, porque piensas “¿cómo es que él con una sola sonrisa
pueda llenarme de felicidad por el resto del día, mientras que yo me
desgasto por complacerlo al máximo?”

Ahora mismo no recuerdo lo que es no estar enamorado. Vivir para ti


mismo, y no para otra persona, y aun así sentirte extremamente satisfecho
con lo que estás haciendo con tu vida.

Escuché un gemido por parte de mi pequeño que me sacó de mis


pensamientos, besaba todo su abdomen, dejando marcas por todo él.
Llegué hasta donde iniciaba su pantalón y no pasó más de un segundo
cuando yo ya estaba desabrochándolo, lo bajé a la altura de sus piernas y
luego subí hacia él de nuevo.

Comencé a dejar cortos besos en su miembro por encima de la ropa


interior. Harry elevaba sus caderas rogando por más.

Subí de nuevo hacia su boca.

Comencé a besarlo mientras que una de mis manos se adentraba en su


ropa interior y comenzaba a masturbar su miembro.

-¿Puedo hacerlo amor?- le pregunté mientras lo masturbaba más fuerte.

Harry jadeaba agitadamente.

-Por… favor Lou… solo hazlo ya…- habló mediante un gemido ahogado.
Comenzó a desabrochar mi pantalón con gran desespero, haciendo que sus
torpes manos hicieran que tardara más.

Sonreí al ver que después de unos 50 segundos lo logró y me miró


rogándome que siguiera.

Terminé de sacar mi ropa y la suya, que se encontraba estorbando para


seguir. Me coloqué entre sus piernas y las coloqué alrededor de mi cintura.

Tomé mi miembro y lo masturbé por unos segundos para estimularlo más.

Después coloqué la punta en la entrada de Harry,

Dejó salir un gran gemido cerrando sus ojos y recargando su cabeza en el


viejo colchón.

-No amor- hablé parando y haciendo que me mirara. –Necesito que me


veas a los ojos.- se sorprendió un poco al escuchar mi petición. –necesito
que me mires mientras te hago el amor.

Harry continúo un poco confundido, pero al final solo se recostó y me miró.

Volví a colocarme en su entrada, y poco a poco introduje mi miembro en él.

Harry colocó su mano en mi abdomen, haciéndome saber que le dolía. Paré


por completo. -¿Te lastime pequeño?- pregunté asustado.- si quieres
podemos parar, no quiero lastimarte nada amor.

Él solo sonrió y me indicó que siguiera. Seguí un poco más lento que antes.
Harry intentaba no cerrar los ojos, mordía su labio muy fuerte y entrecerraba
los ojos.

Cuando me sentí completamente adentro, me esperé para que se


acostumbrara a mí, y al cabo de algunos segundos comencé a moverme de
atrás para adelante, nunca dejé de mirarlo a los ojos.

Batallaba demasiado por no cerrar los ojos durante ese acto, pero lo único
que quería era hacerle saber lo mucho que lo quería.

Harry enterró sus dedos en mi espalda mientras yo no dejaba de moverme


aumentando el placer.

Recargó su cabeza en mi cuello, pero yo lo volví a la cama, haciendo que


no dejara de mirarme. Su labio comenzaba a sangrar, tragaba saliva
constantemente y se notaba que luchaba por mantenerse mirándome.

-Louis por favor…- rogó.- no me hagas mirarte, no quiero terminar tan


pronto.- habló mediante jadeos excesivos.

-Tú y yo somos infinitos.- comenté acercándome a él y besándolo en la


boca.

Sentí el líquido caliente de Harry sobre mi abdomen, avisándome que él


había terminado.

Me sentía en el cielo, a punto de terminar lo pegué lo más posible a mí.

-Te amo.- hablé mirándolo y volviendo a embestirlo al grado de venirme


dentro de él.
Intente calmarme del orgasmo, mientras salía de él.

-Wow, que infinitos he Louis….- habló sarcásticamente,

Comencé a reír y me acerque a él, quedando frente a su cara mientras


estábamos acostados en la cama, mirándonos.

-Te quiero tanto…- susurré haciendo que mi pequeño me abrazara


fuertemente.

Fin de la narración.

------------

El día había terminado, Daniel seguía esperando impaciente a que August


volviera para hablar con él.

Ese día todo terminaría para Harry… y todo empezaría para él. Daniel no
pudo hablar esa misma noche con August.

Esperó hasta la mañana siguiente para poder contarle sobre lo que su hijo
planeaba.

Despertó y lo primero en que pensó fue en cómo se lo diría. Obviamente el


general Styles reaccionaría de mala manera, ya que seguro a él no le
agradaría saber que su hijo era gay.

Caminó hacía la oficina del general, era temprano, pero August siempre
estaba ahí desde las 7, así que seguramente ya estaría por ahí.
Respiró profundamente mientras planeaba como le daría la noticia.

Se encontraba afuera de la oficina, y la puerta estaba entre abierta.

-Sabes Joseph, he estado pensando sobre la muerte, y es por eso que he


decidido llamarte,- se escuchó la voz de August desde adentro.

Daniel se quedó en silencio mientras escuchaba la conversación.

Joseph era abogado de la familia Styles.

-¿y qué has pensado August?

-Pues desde la muerte de Anne me he dado cuenta que la vida se termina


en un segundo, y que no puedo arriesgarme a que mis asuntos queden
incompletos, es decir, quiero redactar mi testamento, quiero que todo,
absolutamente todo quede a nombre de mi hijo Harry.

Daniel sintió un calambre recorrer su cuerpo, no podía ser cierto que a


pesar del desinterés de Harry en absolutamente todo lo que su padre hacía.

-¿a Harry? ¿Estás seguro? Me parece que él no está muy interesado en ser
tu sucesor.- habló Joseph inseguro.

-Es solo un tiempo, todos en esta casa saben que Harry desea con toda su
alma continuar con mi trabajo ya que yo no esté.

Daniel no pudo controlarse más y abrió la puerta de un golpe. –August


necesito hablar contigo.- habló entrando a la oficina.
-Daniel, puedes esperar estoy ocupado.- habló August desinteresado.

-Harry y Louis planean escaparse. -dijo haciendo que Joseph y August se


voltearán a mirarlo.

Hubo un silencio por unos segundos.

-¿Que dijiste?- preguntó levantándose de su silla.

-Que Louis y Harry se escaparán. Yo los he escuchado, se irán el martes.


-habló muy nervioso.

De nuevo el silencio.

August explotó en risas contagiando a Joseph. -Esa ha sido buena, muy


buena Daniel. Me has hecho reír mucho. -comentó August sin dejar de reír.

-No bromeo August. Ellos tienen una relación. -comentó haciendo que
pararan de reír.

-Puedes callarte y dejar de decir tonterías, ya me hiciste reír, ¿Qué más


quieres que haga?

-No bromeo. Los he visto besándose.

-¿Que dices?- dijo August acercándose a Daniel violentamente y tomándolo


del cuello amenazándolo contra la pared.

-Ellos están enamorados...- balbuceó Daniel muy nervioso.


August lo soltó. Se quedó en silencio mientras volvía a sentarse en su silla
con la mirada perdida.

Joseph salió de la oficina al notar que no era su asunto. -Te llamo después
August. -comentó cerrando la puerta.

Daniel se quedó en silencio esperando la respuesta de August.

-¿E...estas seguro?- preguntó con un tono de voz muy bajo.

-Sí. -habló rápidamente.

Comenzaba a arrepentirse de haberle dicho a August.

-¿Y cómo lo sabes...? ¿Ellos te lo han dicho? ¡Los has escuchado!


¡DIMELO!

El mundo de August se había derrumbado al escuchar eso, él tenía todas


sus esperanzas sobre Harry. Él quería que Harry fuera como él en un futuro,
no podía ser cierto que su hijo, su niño le estuviera haciendo eso.

-Los he escuchado.... Ellos están enamorados...- Daniel se encontraba


demasiado asustado por la actitud tan extraña de August.

-No puede ser cierto....- habló muy bajo.

Daniel se quedó en silencio en espera de alguna indicación o algo.

-Ellos iban muy seguido al campo, de hecho ayer fueron.


-¡¿Que?! ¿Al campo? ¿A qué carajos iban al campo?

-No lo sé... Creo que a visitar a la familia de Louis.

El silencio volvió. August se levantó rápidamente de su silla y se dirigió a la


salida.

-General, estoy a sus órdenes, dígame si puedo ayudarlo con algo.

-Por ahora solo vigílalos, no dejes que se vayan a ningún lado. –habló
August con la mirada perdida.

Salió de la oficina.

Daniel se dio cuenta de lo que había hecho, había hablado sin antes
informarse bien de lo que pasaba, podía haber estado arruinando la vida de
esas dos personas, pero a él le valió un carajo, todo con tal de conseguir un
buen puesto en el ejército.

-¡HOLA SOFÍ!- habló gritando Harry mientras entraba a la cocina tomando


de la mano a Louis.

-¡Niños!- mencionó Sofí acercándose a ellos y despegando sus manos. -


¡Daniel se encuentra cerca! ¿No pueden ser más cuidadosos?- a Sofí le
preocupaba demasiado que alguien pudiera descubrirlos, ella conocía a
August desde que él era chico, y sabía a la perfección a lo que era capaz de
hacer si de enteraba de eso.

-¡No importa Sofí!- gritó de nuevo Harry mientras abrazaba a Louis por atrás
y besaba su cuello. -¡Ese imbécil junto con mi padre pueden irse a la
mierda!
Ese día Harry estaba demasiado feliz, besaba constantemente a Louis y no
lo soltaba ni por un segundo.

-Harry...- dijo Louis al notar la mirada molesta de Sofí sobre ellos.

-¡Sofí! ¡No te enojes! ¡Mejor ponte feliz, cada vez falta menos para que
Louis y yo nos vayamos!-dijo muy emocionado.

-Si lo sé mi niño, y estoy muy feliz por ustedes, pero es que me preocupa
que algo les pueda pasar, ya sabes... Tu padre.....- habló la mujer muy
preocupada.

-No te preocupes, tenemos todo planeando. ¡Tranquila!- Harry continuaba


abrazando a Louis, despeinaba su cabello haciendo que este se molestará.

-Déjame Harry, que tú no te peines no es para que me despeines a mí.-


mencionó Louis acomodando su cabello.

La puerta de la cocina de abrió muy fuerte, unos 10 soldados entraron a


ella, invadiendo todo y separándolos.

-¡Hey! ¡SUELTENME!- gritó Harry intentando liberarse de sus brazos.

Notó como también tenían atrapado a Louis.

Sofía veía todo muy asustado. -¡SUELTENLO!- gritó al ver que lo


lastimaban.

August y Daniel entraron a la cocina, les hicieron una seña a los soldados,
que con ello rápidamente comenzaron a llevárselos de ahí.
Durante el camino a la camioneta Harry brincaba y se movía mucho
tratando de liberarse.

Louis se encontraba en silencio, pero se podía ver claramente en su mirada


lo asustado que estaba.

-¡Papá! ¡Diles que nos suelten!- gritaba Harry diciéndose a sí mismo que era
una equivocación.

Cruzó miradas con su padre, pero no sirvió de nada, él rápidamente lo evitó.

Los subieron a una camioneta y arranco rápidamente.

Atrás de ellos se encontraba un carro, que transportaba a August y a Daniel.

Durante el camino Harry maldecía y gritaba para que lo soltarán.

Después se vio frente a frente con Louis. -¿Que pasa Lou?- preguntó
preocupado, lágrimas comenzaban descender por su rostro.

-No lo sé amor, pero pase lo que pase recuerda que te amo. - habló Louis
intentando calmarlo. Probablemente él ya sabía de lo que se trataba.

-¡No! ¡No va pasar nada! ¡Nada va a pasar! ¡No tengo que recordarlo
porque para eso estas tú! ¡Tú me lo dirás siempre! -Harry ya se encontraba
desesperado, comenzó a moverse de nuevo, pero le era imposible zafarse,
varios soldados lo tenían sujeto.

Entraron al campo de concentración por la parte de atrás, por donde se


encontraban los hornos.
La camioneta iba a gran velocidad, llegaron en menos de 5 minutos.

Pararon y los soldados los bajaron de ella.

Al cabo de unos segundos llegó el carro que transportaba a Daniel y a


August.

August bajó del coche y se acercó a Louis.

-¡Hijo que puta!-grito dándole un gran puñetazo en la cara, haciendo que


Louis dejara de sostenerse por sí mismo.

-¡NO! ¡Papá! ¡Déjalo! -gritó Harry demasiado desesperado.

-¡Eres un hijo de la gran puta!- habló mientras lo pateaba, después le


escupió y se acercó a Harry.

Él lloraba mientras veía como Louis sufría.

-No le hagas nada papá, por favor. - apenas podía hablar, el miedo se había
apoderado completamente de él.

August se acercó a él y lo tomó de la barbilla. -Mira lo que provocas hijito...-


susurró mientras le hacía una seña a los soldados, que al verla comenzaron
a golpear a Louis fuertemente.

Harry ni siquiera podía hablar, su padre lo tomaba demasiado fuerte de la


barbilla, haciendo que viera todo lo que le hacían a Louis.
-Por favor no lo mates padre...- dijo en cuando pudo.

Tenía la cara completamente inundada de lágrimas. Temblaba demasiado.

August hizo que los hombres frenaran. Louis de quedó en el suelo, el dolor
que le habían provocado era demasiado como para poder mantenerse
estable.

Sangraba de la frente, de la boca, de la nariz.

-Por favor no lo mates...- lloraba observando cómo Louis sufría todo en


silencio. No se había quejado, no había llorado, nada.

-Eso lo hubieras pensado antes Harry, ¿Sabes lo que se les hace a los
traidores como tú en la guerra?- pregunto August sacando un arma de su
bolsillo. Harry se asustó aún más. -No, no, tranquilo hijo, no te matare.-
comentó entregándole el arma. -Tómala.- Harry no le hizo caso. -
¡TÓMALA!- gritó con fuego en la mirada.

Harry la tomó temeroso, Cualquiera que lo hubiera visto podía notar el


miedo que tenía, parecía que se desmayaría en cualquier momento.

Dos soldados más llegaron al lugar, Harry rápidamente notó que Jay se
encontraba con ellos.

-¿QUE LE HICIERON? -gritó al ver a su hijo tirado en el suelo.

Louis reaccionó rápidamente a la voz de su madre e intentó levantarse, pero


le fue imposible.
-¿Que le hicieron?- habló Jay llorando e intentado acercarse a él, pero los
soldados también la tenían sujeta.

-Papá... No le hagas nada....- rogó Harry con la última gota de esperanza


que le quedaba.

Todo estaba tan bien, no sabía cómo era que su padre se había enterado
de su plan con Louis, sólo quedaban pocos días para irse, era imposible
que todo se hubiera arruinado.

-¿Yo? No, yo no le haré nada a la señora TOMLINSON… serás tú quien la


mates. - Comentó y sacó otra arma, con la que apuntó a Louis. -mátala, o
yo lo mato a él.

Daniel apuntó a Harry con su arma, para asegurase que Harry no intentara
otra cosa.

Jay miraba a Harry aterrada.

-Por... Favor Harry, no la mates…- se escuchó decir a Louis con las pocas
fuerzas que le quedaban. -no la mates amor, deja que me maten a mí.

-¡NO! ¡No Louis, no! ¡Tú y yo nos vamos a ir el martes! ¡Me prometiste que
todo terminaría! ¡Tú me prometiste!- Harry estaba desesperado, la cara la
tenía llena de lágrimas y apuntaba a Jay con el arma.

-Sí, lo sé amor, pero por ahora no se va a poder, me tengo que ir, se me ha


acabado el tiempo amor, necesito que me prometas que las vas a cuidar.
¿Te harás cargo de mi familia?- Louis intentaba tranquilizarlo.
-¡No Louis! ¡No! ¡Tú estarás conmigo! ¡Nos iremos el martes!- Harry cada
vez de ponía peor.

-Amor por favor no la mates, ¡deja que me maten a mí! ¡No la mates amor!
¡No la mates!

-Louis...- mencionó Harry llorando y mirándolo.

-Te amo, nos vemos pronto pequeño, todo estará bien amor, tranquilo.

-Louis....

-Tranquilo amor, tranquilo, baja el arma y deja que pase lo que tenga que
pasar.

-Te amo. -dijo llorando.

-Yo también bebé, tranquilo.

Un disparo se escuchó. Un grito se hizo presente.

Un arma había sido disparada asesinando a una de las personas que se


encontraba presentes. El silencio inundó el lugar después de ese balazo.

No sé el tiempo exacto en el que todos se quedaron en shock.

Daniel le había disparado a Jay al recibir la orden de parte de August.


Harry se veía muy mal, observaba el cuerpo de Jay sin vida y parecía que
creía que el mismo la había matado.

Después miró a Louis, que se encontraba aún en el suelo, mirando a su


madre y sin decir nada. Las lágrimas de Louis descendieron por su rostro,
aun así seguía sin decir nada.

Su padre ordenó que lo soltaran.

Lo primero que hizo Harry fue correr hacia Louis.

Lo abrazó fuertemente mientras lloraba muy alterado.

Él era pequeño, no podía lidiar con tantas emociones en tan poco tiempo.
No podía creer que mataran a Jay, en sus propios ojos. Tenía miedo de su
padre, de Daniel, del mundo entero que no fuera Louis.

Louis no le correspondía el abrazo, tenía su mirada perdida mientras que la


sangre de su madre comenzaba a llegar hasta él, manchando toda su ropa.

Harry supo que tenía que estar con él, así como Louis lo había estado
cuando Anne murió.

Le indicó que se levantarán, sin embargo Louis no hizo caso y continúo en


el suelo, sin habla alguna.

August hablaba con Daniel a voz bajita sin tomarles importancia a Louis y
Harry.
-Vamos amor, levántate.- susurró Harry intentando levantarlo. Louis se soltó
de su agarre violentamente. -¿Qué pasa?- preguntó al notar que no quería
que lo tocara.

Louis continuó sin hablar, se acercó a su madre y comenzó a acariciar su


cabello.

Harry decidió darle privacidad a su dolor, si Louis quería sufrirlo solo, lo


respetaría y lo apoyaría.

Miró todo a su alrededor. No pudo evitar preguntarse qué pasaría ahora.


Era obvio que August no permitiría que Louis continuara en su casa, era
obvio que no permitiría que Louis continuara vivo.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, dejándolo más asustado de lo que ya


estaba.

Comenzaba a entrar de nuevo en pánico.

Limpió las lágrimas de sus ojos y se acercó a Louis para darle un beso en la
cabeza. Sabía que ese podía ser el último.

Aunque doliera, tenía que prepararse para lo que venía, idear algo para que
su padre le permitirá continuar con Louis.

Comenzó a acariciar el cabello de Louis, mientras él solo sollozaba


recargado en el cuerpo de su madre.

August se percató de la escena que vivía.


Le ordenó a los soldados que se llevarán a Louis devuelta al campo.

Los soldados forcejearon con Louis, ya que él no quería dejar el cuerpo de


su madre.

Harry comenzó a gritarles que lo dejarán, pero entre Daniel y su padre lo


detuvieron. -¡SUELTENLO! ¡No se lo lleven!- gritaba intentando liberarse de
los brazos de su padre. -¡Por favor!- rogó llorando.

Louis miró a Harry con los ojos llenos de lágrimas, negó con la mirada
mientras los soldados lo aventaban.

Harry solo asintió y le susurró -Te amo.- sin hablar, sólo moviendo los
labios.

Al final terminaron llevándoselo.

Su padre tomó a Harry del hombro después de unos segundos. Lo metieron


al carro a la fuerza y se dirigieron devuelta a su casa.

Esta vez sin Louis.

El camino fue silencioso, sólo se podían escuchar los sollozos de Harry, que
se encontraba recargado contra la ventanilla.

Al llegar a la casa Harry se bajó rápidamente y corrió hacia la habitación de


Louis.

Su padre lo siguió.
Aunque August no lo quisiera aceptar, se le rompía el corazón al de a su
hijo de esa manera.

Entró lentamente a donde se encontraba Harry.

Harry estaba acostado sobre el colchón viejo de Louis, en posición fetal, se


podían escuchar perfectamente sus llantos.

-Hijo...- habló August entrando a la habitación. Harry pareció no escuchar


aquel llamado. -Hijo tengo que hablar contigo – mencionó sentándose a un
lado de Harry.

Él reacciono violentamente. -¡Quítate!- gritó mientras empujaba a su padre.


-¡No te atrevas a poner tu asqueroso trasero en donde Louis ha dormido!-
gritaba enojado.

August nunca había sido tratado de esa manera por alguien, y menos por
Harry.

No entendía nada, no se daba cuenta de que Harry prefería sobre todas las
cosas a Louis, sobre él. Su padre.

-Harry levántate de ahí.- ordenó August volviendo a poner su tono


autoritario.

Harry lo miro enfurecido. -¡Vete a la mierda!- le gritó poniéndose de pie y


empujándolo contra la pared.

Eso término con la "compasión" que sentía August al ver a Harry tan mal.
No podía permitir que su hijo le faltara el respeto. Le dio un puñetazo en la
cara, tan fuerte que Harry cayó contra el colchón.

Elevó su mano hacia su boca cuando se dio cuenta de que le había pegado,
él nunca se había atrevido a golpearlo, Harry siempre había sido demasiado
mimado por él.

-¡Te odio! ¡Te odio!- grito Harry llorando desde el colchón. -¡Mátame!
¡Mátame de una vez! ¡Mátame como también mataste a mamá!- comenzaba
a perder la cabeza y a hablar sin pensar. -¡Mátame! ¡Como seguro matarás
a Louis! ¡Mátame! ¿Qué esperas? ¡No eres nada papá! ¡Nada más que un
puto asesino!

-¡Te vas a ir de aquí, te vas a suiza! ¡Y te olvidas de ese judío maricón!-


habló August en su defensa.

-¡Yo no me voy a ir de aquí sin Louis!

-¡Pues qué lástima! ¡Porque seguro para estos momentos ya está muerto!
¡Y no sabes lo feliz que me hace saber eso!

Harry se quedó en silencio, sintió unas tremendas ganas de desvanecerse


antes las palabras de su padre, Louis no podía estar muerto.

-¡Mientes! ¡Él no está muerto! ¡Porque él y yo nos vamos a ir de aquí! ¡Y no


te volveré a ver! ¡Ni a saber nada de tu puta vida!

August levantó la mano para darle otro golpe, pero se arrepintió antes de
hacerlo.
Eso realmente le estaba doliendo. Escuchar a su hijo, escuchar que lo
odiaba, que le daba asco su vida, que no quería verlo nunca más. Que
pensaba irse con una persona que acababa de conocer, y no quedarse con
él, que había dedicado su vida entera a cuidarlo y hacer todo lo posible para
que nunca le faltara nada.

- Te vas de aquí... Eso es todo...- habló con un tono de voz bajo, claramente
más tranquilo.

-Por favor...- mencionó Harry antes de que su padre saliera de la habitación,


deteniéndolo. -No me hagas esto padre, por favor... No me niegues la
oportunidad de ser feliz con él. ...- rogaba Harry.

Narra Harry.

Estaba muy cansado, todo en mi interior estaba roto. Ya no tenía fuerzas


para luchar, ya no quedaba nada dentro de mí.

Todo poco a poco se había destruido, mi familia, la familia de Louis y ahora


el "nosotros"

No había otra esperanza, tenía que hacerlo, rogarle a mi padre, rogarle para
que me permitiera estar con Louis, que aunque yo mismo sabía que no era
posible, ya no podía perder nada intentándolo.

-Lo siento hijo... Ya he dicho todo.- habló mi padre mirándome.

Volvió a intentar salir de la habitación, pero lo detuve de nuevo.

-Estoy hablando contigo, no puedes irte... Recuerdo perfectamente los días


en los que eras un héroe en mis ojos. No te odio, no puedo odiarte, pero
tampoco te quiero, no puedo quererte después de todo el mal que me has
causado en tu intento de darme "la mejor vida", por favor, sólo déjame irme,
no me volverás a ver, pero no me quites la única felicidad que tengo en mi
vida. -Las lágrimas apenas me dejaban respirar- No sé qué más decirte, es
que no puedo creer que esto te lo esté diciendo a ti viejo... -August dejó de
"ignorarme" y se volteó a mirarme. -A ti... Que siempre fuiste mi ejemplo a
seguir.... Que siempre desee ser como tú, que durante mi niñez me diste los
mejores días. No puedo creer que mi mundo del sueño se me haya
derribado de tal manera que di cuenta de la mierda de persona que eres...
Muchas veces desee no haber conocido a Louis, así nunca me hubiera
percatado del mal que hacías, y tu seguirías siendo todo para mí. Pero
Louis me hizo darme cuenta, que el verdadero placer de la vida no es tener
el poder absoluto, si no tener a alguien que te ame, yo lo tengo a él,
mientras que tu.... Tú lo único que tienes es el poder.

Mi padre seguía mirándome, pero no decía nada, sólo eso, me miraba.

-Puedes decirle a Louis que yo soy su "dios" porque si yo decido que hoy
muera, hoy muere.- hizo una pausa dramática y luego se acercó a mi.- El
poder nos da ese privilegio hijo, deberías de darte cuenta, mientras que el
"amor" no te sirve ni para una mierda. -salió de la habitación.

Mi intento por convencerlo había sido en vano.

Tenía que sacar a Louis por mi cuenta, tenía que irme lo más rápido
posible, antes de que mi padre decidiera enviarme a suiza.

Fin de la narración.

El día pasó demasiado largo para Harry, su padre se había encargado de


llevarse de la casa todo lo que podía recordarle a Louis, Daniel aún no
llegaba del campo.
Harry comenzaba a temer por la vida de Louis.

No lo entendía. No podía entender cómo es que su vida de había deshecho


en tan poco tiempo, hace menos de 5 meses se encontraba feliz, muy feliz.

Luego llegó Louis. Que se podía definir como una enorme luz, una luz que
lo mantenía vivo, pero sin embargo esa luz lo hacía darse cuenta de lo
equivocado que estaba sobre su vida.

Todo era una gran mierda, siempre lo había sido.

No podía permitirle a su padre separarlo de Louis. Ahora que lo había


encontrado no lo dejaría. Estaba decidido. Escaparía con Louis a toda
costa.

Pasó toda la noche dando vueltas sobre su cama, intentando no torturarse


con sus pensamientos acerca de cómo estaría Louis en esos momentos.
Intentando olvidar, pero el simple hecho de intentar olvidar es recordar.

Se puso a pensar en cómo le haría, para el martes faltaban 5 días, no podía


esperar tanto tiempo.

Necesitaba llevárselo ya mismo.

Se puso a planear un escape, y después de unos minutos ya se encontraba


descansando.

El pequeño Harry había vivido los peores días de su vida en muy poco
tiempo.
No era tan cínico como para preguntarse por qué le ocurrían esas cosas a
él. Sabía que había hecho mal en el pasado.

¿Pero Louis?

¿Qué cosa mala podría hacer él? ¡Nada! Siempre fue educado, aun cuando
lo tratarán de la mierda. Eso fue lo que pasó en esa guerra, no fue tanto las
muertes, sino, el hecho de que les hayan arrebatado la oportunidad de vivir.
Que les hayan quitado todas sus esperanzas, sólo por sus estúpidas ideas
anti judíos.

La oportunidad de tener una vida, feliz y bonita, a lado de Harry.

La noche fue muy lenta, Harry simplemente no podía dormir. Pasó gran
parte de ella llorando en silencio. Ya no le importaba perder toda su
dignidad llorando. Se sentía bien al hacerlo, llorar era como su único
recordatorio de que Louis existía.

A la mañana siguiente despertó con los ojos muy hinchados, haber pasado
la noche llorando había provocado que apenas los pudiera abrir.

No podía quedarse en cama, tenía que salir de esa casa e ir a ver a Louis.

Se cambió de ropa rápidamente y bajó hacia la cocina para tomar un poco


de agua. Su boca se encontraba muy seca.

Sofí se encontraba ahí dentro. Harry no había hablado con ella desde el día
anterior.

Entró lentamente a la cocina e hicieron contacto visual, sin embargo no


mencionó nada sobre lo ocurrido.
-Buenos días mi niño, ¿quieres jugo?- preguntó muy sería Sofí empinando
la jarra hacia el vaso de Harry.

Harry solo asintió con la mirada.

Se podía percibir las ganas de Sofí por hablar con Harry, pero obviamente
August ya se había encargado de que mantuviera su distancia.

-¿Dónde está mi padre?

-Ha ido al pueblo.

-Perfecto.

-Me ha ordenado que no te deje salir para nada.

-Lo siento, siento que mi papa te haya hecho vivir la situación de ayer, en
serio que te quiero demasiado y no quiero que tengas problemas por mi
culpa. -habló Harry sincero.

Sofí dejó la jarra sobre la barra de la cocina. -Lo sé mi niño, y yo siento más
que estés pasando por esto. -hablo mientras acariciaba el cabello de Harry,
que sólo inclinó la cabeza en busca de más.

Harry estaba muy vulnerable, así no fue necesario mucho para que
comenzara a llorar de nuevo.

Sofí lo rodeó con sus brazos dándole consuelo.


No era posible que un joven de 16 años estuviera pasando por todo eso.

-Tranquilo mi niño...- comentó Sofí abrazándolo fuertemente.

Harry se aferró más a su cuerpo, en esos momentos lo único que


necesitaba era alguien que le diera amor.

-Es que lo amo.- habló con el rostro escondido en el pecho de sofí.

-Lo sé mi niño, lo sé tranquilo.

-Lo amo sofí.- lloraba aún más.

Sofí seguía acariciando su cabello. –está bien.

-Tengo que irme.- habló rápidamente Harry rompiendo el abrazo.

-No Harry, no puedes irte, tu padre se molestará demasiado. -habló muy


preocupada.

-No importa Sofí. Lo necesito. Tengo la necesidad de verlo... Por favor Sofí.
-rogó Harry mirándola a los ojos.

-No puedo mi niño, no quiero meterte en más problemas con tu papá.

-Por favor Sofí...- hablaba con la mirada cristalizada.

-Harry...
-¡Por favor! ¡Por favor te juro que no me tardo mucho! ¡Sólo quiero verlo y
saber que está bien!

-Está bien mi niño, pero hazlo rápido, tu padre puede llegar en cualquier
momento.

La mirada de Harry se llenó de brillo, rápidamente se limpió las lágrimas y


corrió a la nevera para tomar lo primero que encontró y llevárselo a Louis,
seguramente tendría hambre.

Se aceró a sofí y le dio un beso en la frente.

-¡Gracias sofí! Volveré rápido.-habló saliendo corriendo de la cocina, por el


patio trasero hacia el campo de concentración.

Corrió sin parar por el bosque, tenía que llegar rápidamente al campo.

Después de 10 minutos de correr lo más rápido posible llego hasta él.

-¡Necesito ver a Louis!- habló con el soldado que se encontraba en la


puerta principal, él era el que siempre le ayudaba a que Louis viera a su
familia.

-¡Harry!- habló el soldado observando a su alrededor, al parecer no quería


que nadie lo viera por ahí. -¡No puedo hacer nada por ti! ¡Tu padre nos ha
advertido que si seguíamos ayudándote nos mataría a todos! ¡Sin investigar
quien era quien te ayudaba!

-¡Pero necesito verlo! ¡Sólo serán unos minutos!


-¡No Harry, es imposible! ¡Si alguien te ve por el campo avisarán
rápidamente al general! ¡No me puedo arriesgar a tanto!

-¡Te juro que será muy poco tiempo!

El soldado se quedó unos segundos pensando. Veía a Harry tan


preocupado que tenía que hacer algo para ayudarlo, él sabía lo mucho que
se querían esos dos.

-Tengo una idea, y es lo único en lo que puedo ayudarte.....-susurró el


soldado acercándose a Harry para explicarle.

--------------

Harry se encontraba a las afueras del campo de concentración, muy cerca


de la barda que impedía a la gente salir.

Esperaba muy ansioso a que Louis llegara, aunque tuviera que verlo así,
podría hablar con él.

El soldado llegó con Louis después de unos minutos, que cuando vio a
Harry una sonrisa enorme se formó en su rostro. Se acercó corriendo hacia
él, pero la barda les impedía tocarse, estaba llena de púas y Harry no quería
que Louis se lastimara.

-Hazlo rápido Harry, estaré en esa esquina cuidando que nadie venga.
-habló el soldado muy nervioso.

Harry le agradeció con una sonrisa. El soldado de retiró.


-Amor...- habló Louis mirándolo muy triste.

-Ten.- comentó Harry lanzando por arriba de la barda una bolsa con comida.
Louis la tomó y comenzó a comer desesperado.

A Harry le gustaba verlo comer, de hecho le gustaba verlo haciendo


cualquier cosa.

-¿Cómo estas Lou?- comentó serió.

-Mal amor, mi mamá...- dijo dejando la comida en el piso.

-Lo se Lou, pero no te preocupes, todo va a estar bien a partir de mañana...

-No lo sé Harry...

-No, mañana nos vamos. Él ya sabe todo.- comentó señalando al soldado.-


Nos va a ayudar, él ya sabe qué hacer, te sacara a ti a tus hermanas de
aquí, y yo los veo en el lago. -Harry hablaba demasiado rápido y frío.

-Quiero tocarte amor... Besarte... Quiero estar contigo.- comentó Louis


refiriéndose a la barda que les impedía hacerlo.

-Lo sé Lou, yo también, pero mañana, mañana todo esto se acaba, ya


sabes el plan, mañana nos vemos mi amor.

-Te amo Harry.

-yo también, tranquilo, todo va a estar bien.


Harry tenía que irse rápidamente, no podía perder el tiempo.

Mañana todo se acabaría.

Final (PARTE 1)

Harry preparó todo esa misma noche para el día siguiente salir desde
temprano, antes de que su padre o Daniel se despertaran.

Pasó gran parte de ella dando vueltas por su habitación. Sabía


perfectamente lo que pasaría después de eso, o a lo que arriesgaban, no
podía evitar sentirse extremadamente nervioso ante todo.

Narra Harry.

Mis manos temblaban, mi frente sudaba y mi cabeza estaba a punto de


explotar. Esta vez no teníamos ningún plan, tan solo huiríamos hasta donde
pudiéramos. No había podido comunicarme con Zayn para que me ayudara
antes del martes, sin embargo no podía esperar.

No encontraba una razón coherente para lo que me ocurría. Durante el


tiempo que estuve con él siempre tuve la necesidad de escribir mis
sentimientos.

¿Amor? Me parece tonto. Simplemente porque es una palabra de 4 letras y


significa un sentimiento de un millón de palabras. Es estúpido y cursi, pero
es real y si él es cursi contigo deja de ser estúpido y se convierte en todo.
Para Lou:

Haz enamorado mis manos,

Y mis ojos

Y mis pies,

Y este sentimiento me tumba como si estuviese sedado por mil


medicamentos contra la locura.

Esto es locura, amo tus manos frenéticas,

Tu voz tranquila,

Tu boca que es tan dulce.

Entonces retiro las cruces,

Los clavos,

Las baratijas que me amargan el corazón

Y siento que estas hecho para mí.

Siempre he tenido la necesidad de buscarte,


Un extraño instinto, tonto, infantil, pero tan real como tú y como yo,

Como esta vaga angustia,

Y estos ojos que se caen por soledad.

Ardo por ti,

Me envuelvo en llamas y no encuentro la manera de apagarme, te contagio


porque me gusta,

Porque me gusta verte envuelto conmigo,

Y te llamo desde cualquier puerta y corro delante de ti porque corro de mis


demonios.

Apaga ya mis lágrimas con tus besos

¡No puedo esperar más!

Rompe esta soga que me tiene aprisionado a vivir muriendo, no me


conformo a volver a mi cama con los mismos pensamientos,

La misma bazofia existencial,

Los deseos callados que gritan en silencio dentro de mi colchón y no me


dejan dormir.
Hay horas en que quisiera apagarme y no ver más gente,

Y pienso en todo y con odio me distraigo de tu recuerdo,

Pero vuelves cual fantasma y muevo mis manos,

Mis ojos,

Y mis brazos para todos lados, pero no te encuentro,

Me abrazo a tu recuerdo y me duermo pensando en tu aroma.

Que angustiantes son las horas donde no tengo nada,

Más que la risa y el silencio,

La nada,

Porque duermo la mitad del día y la noche,

Y las ansias se vuelven más fuertes,

Y entonces siento ganas de correr a buscarte,

Porque en ti encuentro refugio,


Encuentro a la persona que alguna vez fui, y me encuentro ante tus ojos y
tu conversación, sana y feliz.

Y no hay necesidad de recordar mi dolor,

Porque no existe dolor a tu lado,

Solo existe ese sabor dulce de tu boca y tus ojos tranquilos.

¿Ficción? Es posible,

Pero seguiré tus galaxias,

Y esperare a volverme loco.

Fin de la narración.

----------------------------------

La mañana por fin llegó, después de una de las noches más largas en la
vida de Harry el sol comenzaba a salir.

Se levantó de su cama y tomó la mochila en la que llevaba poca ropa y


chamarras para el frio, tenía que llevar muy pocas cosas, no quería que se
dieran cuenta de que había escapado pronto.
Sobre su cama dejo dos cartas, una para sofí y una para su padre, tenía
que despedirse de ellos.

Sus nervios no lograban calmarse, bajó las escaleras y tomó un poco de


comida de la cocina.

Después lentamente abrió la puerta para salir hacia el patio trasero. Lo que
menos quería es que el guardia de la puerta principal lo viera.

Cuando por fin se vio afuera de la casa comenzó a correr, correr y correr.

Cuando se encontraba a pocos metros de llegar hasta el lago, donde había


quedado de verse con Louis comenzó a escuchar gritos y ruidos que lo
alarmaron.

Su sangre se heló al llegar al lugar, ¿Cómo era posible que todo se


arruinara en cuestión de segundos?

Daniel se encontraba apuntando a Louis juntos con otros soldados que


apuntaban a sus hermanitas. -Hola hijo.- habló August saliendo por atrás de
los arbustos, llevaba un cuchillo y limpiaba un líquido rojo de él, claramente
sangre.

Pero Louis y su familia se encontraban intactas, las niñas lloraban como


locas, mientras que Louis intentaba mantenerlas estables.

-¿A dónde ibas tan apresurado?- preguntó cínicamente acercándose a él y


rosando el cuchillo por la piel de Harry. Este se congeló, esto no podía estar
pasando. Dejó caer su mochila al suelo, y cerró los ojos fuertemente, en su
interior quería que eso fuera solo una horrible pesadilla. -Que lastima, Jonh
era un buen soldado, lástima que decidió ayudarte.- comento refiriéndose a
la sangre que limpiaba del cuchillo.
-¡Eres un maldito!- gritó Harry lanzándose a su padre.

Intentó golpearlo, pero rápidamente sintió un arma sobre su nuca, los


soldados de su padre lo tenían amenazado.

-¡Tranquilo Harry!- gritó Louis muy asustado al notar el arma que


amenazaba a su pequeño.

Las chicas lloraban cada vez más fuerte, la presión crecía.

Harry se levantó lentamente y se quedó esperando a que retiraran el arma


de su cuello.

-Lo siento hijo, pero esto me lo has pedido a gritos.- gritó August muy
enojado. –¡Acomódenlos!-ordenó señalando a las hermanas y a Louis.

Louis cerró los ojos e hizo todo lo que los soldados le ordenaban.

Tuvieron que arrodillarse, con las manos en su nuca. Mientras que Harry
veía todo desde su lugar, no podía moverse porque aún no le quitaban el
arma de la nuca.

-Vamos Daniel, te concedo el placer.- dijo August sonriendo.

Daniel le devolvió la sonrisa y se acercó a Louis, colocó su arma en la frente


del chico y la cargo.

Harry seguía en shock, temblaba demasiado y no dejaba de observar a


Louis, que como pudo les indicó a sus hermanitas que taparan sus ojos.
-Pa-pá. Por favor no lo hagas.- habló Harry temblando.

August sonrió y se acercó a Harry.

-¿Por qué hijo? ¿Por qué debería hacer algo por ti? ¡Si tu planeabas irte y
dejarme solo!- gritó con la mirada cristalizada, si August Styles con la
mirada cristalizada. – ¡Primero tu madre y luego tú!

Harry se intimidó ante ese grito y se encogió de hombros dando un pequeño


paso para atrás.

-No lo mates todavía Daniel… - indicó August acercándose esta vez a


Louis.

Se colocó enfrente de él y lo tomó de la barbilla fuertemente.

Louis no se intimido, no dejó de mirarlo a los ojos por ningún segundo.

-¿Así que planeabas que mi hijo te iba a sacar de esta mierda de vida he?
¡Judío de mierda!- dijo golpeando la mejilla de Louis fuertemente, cayó al
suelo pero un soldado lo reincorporo rápidamente.

Las chicas gritaban y lloraban mientras eran amenazadas.

-No.- habló Louis. – Yo no planee nada. –miró esta vez a Harry a los ojos,
que comenzaba a llorar viendo como su padre golpeaba a Louis. –Yo no
quería enamorarme de su hijo, y sin embargo lo hice, yo no sé qué es lo que
usted entienda por amor, pero yo le puedo decir que para mí, que me hayan
reclutado ha sido lo mejor que me ha pasado…- seguía mirando a Harry y
esta vez sus lágrimas eran las que descendían. – Porque con eso lo conocí
a él, la única persona por la que no me importa morir, porque decir que morí
por amor será el mejor regalo, decir que morí por ti pequeño… - Harry
lloraba mientras escuchaba las palabras de Louis. – así que si quiere
matarme, hágalo ya mismo.- dijo esta vez retándolo. –terminemos con esta
mierda de una puta vez.

Daniel se había quedado en silencio, observando claramente todo lo que


ocurría, las palabras de Louis hacia Harry y la mirada desesperada de este.

-¡Eres un maldito cerdo!- habló August escupiéndole en la cara. -


¡LEVANTATE!- gritó tomando bruscamente a Louis y poniéndolo de pie.

Harry seguía temblando intensamente.

-Dime LOU, ¿A quién de ellas quieres menos he?- preguntó señalando a


sus hermanas. –¡CONTESTAME CABRON!- exigió gritando.

Louis se quedó callado, sabía que cualquier cosa que dijera podría ser un
error, pasara lo que pasara sabía que ese día moriría, no había forma de
que se salvaran.

-¿No hablaras he?- preguntó August después de unos segundos. –Veamos,


¿a quién prefieres de ellas dos?- preguntó apuntando y cargando la pistola
hacia las hermanas más grandes. Louis siguió en silencio. Respiraba
agitadamente y sus manos sudaban.

-No les haga daño... Ellas no han hecho nada, mátame a mí.- rogó.

-Pero eso sería muy fácil... Terminar con tu puta vida sin hacerte sufrir...-
susurró August muy cerca del oído de Louis.
-Ya me hará sufrir demasiado al separarme de Harry, ya me hizo sufrir
demasiado al quitarme a mi madre y a mi abuelo. Por favor. Sólo máteme
de una vez.-lloraba Louis mirando al piso.

August sonrió burlonamente y sin dejar de mirar a Louis oprimió el gatillo,


matando a la hermana más grande.

-¡NOOOO!- gritó Harry intentando acercarse, los soldados se lo volvieron a


negar. -¡Papá para por favor! ¡Para! ¡No me hagas odiarte más! ¡Sólo para
esto!- la cara del pequeño se encontraba inundado de lágrimas.- ¡Te lo
ruego para! Para papá para...

Las hermanitas lloraban y gritaban, mientras Louis se encontraba intentando


calmarlas.

Se escuchó otro plomazo, matando probablemente a la que seguía de edad


de la anterior, dejando solamente a las pequeñas gemelas.

Louis abrió extremadamente los ojos y se dobló por la mitad, pareciera que
le daban golpes físicos al matar a sus hermanas frente a sus propios ojos.

Harry lanzó su cabeza muy fuerte hacia atrás, golpeando al soldado que se
encontraba sosteniéndolo, pudo tomar su arma y rápidamente se alejó
apuntando hacia ellos.

-¡te dije que pararas padre!- gritó apuntándolo con el arma, en sus ojos se
podía ver el coraje que nunca había mostrado antes.

August empezó a reír a carcajeadas.


-Mátame pues Harry... Matémonos todos de una vez, igual ya no queda
nada- gruñó August apuntando a Louis con su arma.

-Louis toma a las gemelas y camina hacia mi.- ordenó Harry sin dejar de
mirar a su padre.- ¡QUE LO HAGAS TE DIGO!- gritó desesperado al ver
que Louis no se movía.

Louis tomó de la mano a las gemelas y comenzó a caminar hacia Harry.

Ahora todos los apuntaban, los soldados, Daniel y August.

Louis llegó hasta él y se colocó atrás de su cuerpo, inhaló fuertemente el


olor de Harry al estar con él, lo necesitaba.

Harry pasó una de sus manos para atrás y Louis la tomó para entrelazar sus
dedos.

Con la otra mano seguía apuntándolos, nadie se atrevía a abrir fuego.

Harry comenzó a caminar hacia atrás, haciendo que pronto se encontraran


más lejos de su padre.

Louis cargaba a las dos niñas entre sus brazos.

-Cuando les de la señal van a correr, lo más rápido que puedan sin parar.-
comentó Harry sin dejar de observar a su padre.

Louis respiró profundamente y se preparó.


-una... Dos... ¡TRES CORRAN!!- gritó disparando hacia su padre, pero
obviamente al encontrarse lejos falló el tiro, pero sirvió para distraerlos un
poco.

*/ERES MI RELIGIÓN CAPÍTULO 38, POR DÁNIEL MAZZOLINI./*

*/70/*

*/Los chicos corrieron y corrieron, August dio la señal para que


comenzáramos a seguirlos. /*

*/-¡Quiero a mi hijo con vida! ¡Los demás pueden morir!- gritó señalándolos
que los atrapáramos. /*

*/Para ese entones ellos ya nos llevaban una buena ventaja, así que si
lanzábamos tiros no los alcanzaríamos. /*

*/También no podíamos arriesgarnos a disparar y darle a Harry, August nos


mataría si le hacíamos algo a su adorado hijo. /*

*/Todos nos separamos, unos se fueron para un lado y otros para otro, yo
corrí en busca de ellos hacia el campo de concentración. /*

*/Tenía que atraparlos, si lo conseguía me ganaría el respeto total del


general Styles. /*
*/Corrí lo más rápido que pude, pude reconocer la silueta de Harry a lo lejos,
indicándome que me acercaba a ellos, noté que entraron al campo por las
puertas traseras, las que se encontraban a un lado de los hornos. /*

*/Corrí y corrí hasta que ya los tenía demasiado cerca. Ellos intentaron
esconderse atrás de los hornos enormes, pero yo me di cuenta y los
acorralé./*

*/-¡Daniel por favor!- habló Harry recuperando el aliento después de correr


tanto. -¡Te juro que no volverás a saber de mí! ¡Pero déjanos ir! ¡No
entiendo que te hice para que me odies tanto!- rogaba Harry, yo tenía el
poder de dejarlos ir. /**/Podía hablar, llamarle a los otros soldados para que
fueran a ayudarme, los tenía, vivos a ambos. /*

*/Las hermanas Tomlinson estaban más asustadas, lloraban mientras


encajaban sus dedos en los brazos de Louis. /*

*/-por favor Daniel... Por favor...- Harry nunca me había pedido nada,
siempre me había odiado y tratado mal, aunque era un sentimiento
mutuo. /*

*/Fue ahí cuando los vi, se miraban con tanto amor que era imposible no
notarlo. /*

*/Siempre le tuve envidia a Harry Styles, sin embargo ese día me di cuenta
que él era la persona más privilegiada del mundo, y que no era justo que yo
buscara joderle la vida de todas las maneras posibles, sólo porque yo
quería ser como él. Desde por el hecho que su padre lo admirara hasta
porque él tenía a alguien como Louis, que lo amaba a pesar de todos los
obstáculos que yo les ponía. /*

*/-¿Daniel? ¿Están por ahí?- se escuchó la voz de un soldado que se


acercaba hacia nosotros. -¿Daniel?/*
*/Louis cubrió la boca de sus hermanas para mantenerlas en silencio, ellos
se miraron fijamente, como despidiéndose y después Louis besó la frente
de Harry. /*

*/-¡No, no están por aquí!- comenté entregándoles las llaves, para que
pudieran salir del campo sin problemas. /*

*/Harry me miró confundido y tomó las llaves con demasiada


desconfianza. /*

*/Les dio una pequeña sonrisa y me fui de ahí, antes de que alguien se
diera cuenta que los ayudaba. /*

*/Después de eso no supe cómo es que salieron, nada. Sólo sé que lo


lograron, ellos lograron todo después de tanto sufrimiento. Lo merecían. Sí
que lo merecían. /*

*/1960/*

*/Después de 5 años buscando noticias sobre Harry Styles y Louis


Tomlinson lo conseguí, logré encontrar su dirección, me puse feliz al saber
que ambos estaban bien, y que cuidaban a las Tomlinson como si fueran
sus hijas, Harry había conseguido trabajo en USA y Louis después de unos
meses también lo consiguió, seguían juntos, y no me sorprendió, pues el
amor que se tenían era demasiado para que se acabara pronto. /*
*/Cuando tuve su dirección en las manos recordé todo, todo lo malo que
había hecho, el mal que les había hecho. Aun así no podía acobardarme,
sentía una intensa necesidad de buscarlos, y disculparme por todo lo que
les hice. Sabía que no sería fácil obtener su perdón, pero al menos me
sentía mejor al decírselos. /*

*/Cuando me encontraba ya en Dallas, donde ahora ellos vivían, mis nervios


comenzaron a crecer, estaba a unos pasos de la puerta de su casa, tenía
que hacerlo. Toqué el timbre y cerré los ojos para relajarme. /*

*/-¿Hola? ¿En qué puedo ayudarte?- escuché esa grave voz que llevaba
atormentándome desde el primer día que lo conocí. /*

*/Abrí los ojos lentamente y pude notar como Harry se sorprendía


demasiado al verme. /*

*/-¿Puedo pasar?- pregunté aun temblando. /*

*/Harry seguía mirándome sorprendido, y no hacía nada más, más que


mirarme. /*

*/-¿Quién es amor?- se escuchó una voz más aguda, proveniente de Louis,


sin embargo él no se sorprendió al verme, sino, se puso muy agresivo,
intentando golpearme, Harry lo frenó difícilmente. /*

*/Yo di un paso para atrás, era obvio que esas personas me odiarán
después del mal que les había hecho. No podía llegar y esperar que me
perdonara de la nada. /*

*/-Tranquilo Lou.- habló Harry colocando sus manos en las mejillas de este.
-hazlo por mí, por las niñas, tranquilo amor.- dijo tranquilizando, para
después depositar un suave beso sobre sus labios. /*
*/-Ss… Solo vengó a disculparme.- balbuce haciendo que ellos me
mirarán. /*

*/-¿Disculparte?- preguntó Louis alterado. -discúlpate todo lo que quieras,


igual el daño ya está hecho, ¿o qué? ¿Tus disculpas me devolverán a mi
madre? ¿A mis hermanas? ¡No verdad!- Harry escondió su rostro sobre el
pecho de Louis, para después empujarlo suavemente hacia atrás. /*

*/-Mejor vete de aquí Daniel, las niñas están por llegar de la escuela.- habló
Harry para después mirarme.- no vuelvas por favor, espero que tengas una
buena vida. -dijo y cerró la puerta. /*

*/Yo seguía temblando. /*

*/Caminé hacia la calle, después voltee de nuevo hacia esa casa, y en la


ventana pude distinguir la figura de ambos, que se abrazaban fuertemente y
se besaban, Harry le decía cosas a Louis mientras acariciaba su espalda, y
él solo le devolvía el abrazo con fuerzas. /*

*/Su amor seguía siendo más fuerte que yo. /*

*/Y ahora estaba seguro que lo sería por siempre. /*

*/Gracias a ellos puedo ahora decir que nada fue en vano, que el amor
existe, la amistad es verdadera, que la vida seguirá siendo bella si tienes a
alguien que así lo quiera./*

*/Este libro va dedicado a Louis & Harry, que espero que algún día puedan
perdonarme. /*

*/El amor existe porque ustedes existen/*


*/The end. /* Epilogo. (Final Temporada PARTE 2.)

Daniel Mazzollini.

1990.
-¿Podemos descansar un momento? -Preguntó Daniel poniéndose de pie
lentamente, sus huesos apenas le permitían moverse, ya no era el chico
fuerte y atractivo de antes, estaba a punto de llegar a los 80 años. No había
una parte de su cara sin arrugas, el poco cabello que le quedaba estaba
completamente blanco, y se cansaba constantemente.

-Claro. -Comentó la entrevistadora regalándole una amplia sonrisa. Las


cámaras se detuvieron, era hora de tomar un descanso.

Un joven se acercó para ayudarlo y llevarlo a su camerino.

Las preguntas que la entrevistadora hacia el sobre su libro comenzaban a


abrumarlo, tantos recuerdos a la vez terminaban por romperlo y sentía que
terminaría envuelto en llanto en cualquier momento.

Se miró en el espejo de su camerino. En sus ojos vio esos tiempos, en


donde creía que destruyendo personas conseguiría lo que desease. Un
nudo se le formó en el estómago, pasó saliva, y le supo amarga.

Después de 15 minutos su representante fue a llamarlo de nuevo a la


entrevista, tenía que seguir por falta de tiempo. Daniel dio un gran respiro y
volvió al foro televisivo.

La entrevistadora lo recibió con una gran sonrisa, él solo se sentó y se


preparó mentalmente para lo que venía.

Les dieron la orden que volvían a estar al aire.

-Muy bien Señor Mazzollini, antes de el corte hablábamos sobre el gran


éxito que ha tenido su treceava novela "eres mi religión"- habló la joven
mujer. - Y pues también me he enterado que es la última. ¡Cómo nos hace
esto señor Mazzollini! Yo en lo personal, me considero una gran fan de sus
historias. ¡No puede ser que ya no escriba!

-No es eso.- Dejó salir una pequeña sonrisa y se le cerró la garganta por un
momento.- Me estoy muriendo, me hago viejo, y ya no puedo continuar
escribiendo. Quizás, probablemente, no quiera hacerlo, eso es todo.

La entrevistadora asintió con la cabeza poniéndose seria. Parecía más que


eso, una mezcla entre vergüenza e incomodidad. Aquellos sentimientos
inundaron el lugar.

La entrevistadora recuperó su postura y rompió el silencio;

-He leído ya esa novela, le puedo decir que es una de mis favoritas, y la
mejor de usted.

-Gracias, como ya muchos saben, esa es una novela muy especial para mí,
porque redacta mi experiencia en la segunda guerra mundial. –Comentó
Daniel mirando hacia el techo, sentía un terremoto dentro, en el fondo de su
alma, se sentía enfermo, todo lo lastimaba.

-Sí, creo que es lo que más me atrae de ella, que es basada en un hecho
histórico, la historia de Louis y de Harry es tan... tierna y a la vez excitante...
Me he vuelto gran fan de esa historia de amor. –La entrevistadora parecía
una verdadera fanática, se emocionaba demasiado al hablar de aquella
novela, sus ojos brillaban y hablaba como si supiera cada palabra del libro.

- Fue un gran amor... Como ya no los hay -Susurró Daniel sin bajar la
mirada. Conteniendo las lágrimas, inundándose por dentro y por fuera.

-Solo hay algo que no comprendí Señor Mazzollini, y supongo que todos los
que han leído su biografía se dieron cuenta de que hay algo que no
cuadra... -Daniel sabía a dónde se dirigía la mujer con esas palabras. -En el
capítulo 70, la escena final es en la que usted va a buscarlos a América y
les pide perdón por todo el daño que les hizo, eso se supone que se da en
1960, pero según yo tengo entendido, usted salió de la cárcel en 1975.

Daniel se había prometido a si mismo decir la verdad sobre todo, no podía


irse a la tumba sin revelar al mundo lo que en verdad ocurrió ese día.

-Es porque el capítulo final es ficticio. -Un silencio putrefacto llenó la sala y
la dejó apestando a duda, bajó al fin la cabeza, la gravedad lo animo a
desbordar aquellas lágrimas. -Nada de lo que dice ahí ocurrió en realidad.
-Comentó esta vez ya mirándola, la entrevistadora se sorprendió
demasiado. -¿Entonces eso quiere decir que usted nunca fue a pedirles
perdón a América? ¿Porque en esos momentos usted se encontraba en la
cárcel?-Preguntó ella aún más interesada.

Daniel se quedó unos segundos pensando en su respuesta. Tenía el


corazón acelerado, y a su edad, eso le ponía más tenso.

-Aunque no hubiera estado en la cárcel hubiera sido imposible... -Decía, y


por cada una de las palabras pronunciadas su voz se quebraba cada vez
más.

-No entiendo señor Mazzollini ¿Podría ser más claro? -Ella parecía
abrumada por el gesto de Daniel, se notaba en sus ojos la sensibilidad que
sentía al ver al anciano en llanto.

-Claro que puedo, es mi obligación, le contare la verdad sobre el final de la


historia de Louis & Harry... 60 años atrás.
/Narra Daniel. /

/Los chicos corrieron y corrieron, para cuando August nos dio la señal de
que comenzáramos a seguirlos, ellos ya nos llevaban demasía ventaja, no
podíamos disparar, no podíamos arriesgarnos a darle a Harry, él era el
mayor tesoro de August y nos lo había dejado claro. /

/Todos los soldados que nos encontrábamos ahí nos separamos, cada
quien se fue hacia su propia dirección. Buscándolos, cazándolos. /

/Yo pude reconocer la silueta de Harry a lo lejos, entrando al campo de


concentración por la parte trasera, en donde se encontraban los grandes
hornos que utilizábamos para matar judíos. /

/Pronto los tendría acorralados. No tenían escapatoria. /

/-¡Daniel por favor! - me rogó Harry recuperando el aliento. En su rostro se


notaba su deseo, sus ganas de vivir, de amar, su impaciencia. -Te juro que
después de esto no nos volverás a ver. ¡Solo déjanos ir! -Él gritaba mientras
el llanto recorría sus mejillas imparablemente, desesperadamente, con una
mano se apretaba el pecho fuertemente, parecía intentar recobrar el aliento.
/

/Las gemelas se abrazaron más a Louis cuando me vieron, lloraban y Louis


solo intentaba calmarlas. /

/-¿Porque debería de arriesgarme de tal manera? ¡Si tengo la oportunidad


de deshacerme de ti! ¡Aquí mismo! -Comenté riendo sínicamente. /
-En ese momento me di cuenta de todo. -Comento el señor Mazzollini,
frenando su anécdota. -Harry Styles era todo lo que alguien desearía ser,
tenía dinero, era muy apuesto, su familia lo amaba, y hasta tenía una
persona que estaba dispuesto a dar su vida por él. Mientras que yo... yo era
un pobre diablo que nunca tuve nada de lo que él tenía... Me di cuenta que
lo que quería no era el puesto de su padre... si no ser él, tener todo lo que
él.

/Los obligué a entrar a un horno, ahí podría tenerlos a mi disposición, sin


preocuparme por si pasaba algún soldado y nos veía. /

/-No lo hagas Daniel ¡Solo déjanos huir! Nunca más sabrás de mi o de


Louis. ¡Por favor! No nos mates... te lo ruego... -Habló humillándose ante
mí, junto sus manos y se arrodilló ante mí, llorando vergonzosamente con
las manos en las rodillas. Hasta ese momento nunca me había sentido tan
poderoso, sabía que si me deshacía de Harry podría ser así por siempre. /

/-Levántate Harry. -Habló Louis bajando a sus hermanitas al suelo, y


levantando a Harry del brazo. - Déjalo hacer lo que le plazca, aunque nos
mate, él nunca podrá tener ni un poco de lo que tú tienes, y eso es el peor
castigo que podrá tener, vivir completamente vacío. –Las palabras de Louis
me caían como clavos dentro del estómago, sus ojos tenían odio, un odio
que no he olvidado, una expresión que aún me atormenta. -Porque nunca
en tu vida podrás ser amado por alguien y vivirás por siempre pudriéndote
en la culpa por matar a personas inocentes. Y yo, yo voy a morir odiándote,
moriré odiándote y te llevaras arrastrando mi odio hasta la tumba. ¡Hasta tu
jodida tumba! -Louis gritaba enfurecido, rojo, con las venas del cuello
marcadas y los ojos ardiendo. /

/Harry lo miró demasiado extrañado, no podía creer que Louis estuviera


retándome a que lo matara, no entendía un carajo, pero me estaba
haciendo enfadar demasiado. //-¿Louis que haces?- preguntó Harry. /

/-Lo que debí haber hecho desde hace mucho Harry. ¡Han matado a
personas inocentes por mi culpa! -Habló mirándolo con cierto desespero en
los ojos, llorando algo parecido a sangre. -¡Ellos solo quieren matarme a mí!
¡Y por estar huyendo han matado a mis hermanas y a mi madre!
Escúchame Harry -Tomó a Harry del cuello y lo acerco a él. -¡No permitiré
que te hagan daño! ¡Ni a ellas! ¡Y si lo que quiere tu padre es matarme que
lo haga de una puta vez! Esto iba a terminar mal, iba a terminar mal porque
tú y yo no somos lo que este mundo quiere ¡Esto se acabó Harry! No
podremos seguir, todo lo que hacemos termina jodiendose. Es el precio que
terminamos pagando por nuestro ¡MALDITO AMOR! –Louis nunca se había
mostrado tan enfadado. /

/Envolvió a Harry en un gran abrazo, olfateó todo el olor de su cabello como


si de esa manera nunca lo fuera a olvidar. /

/-¡Suéltame maldita sea! -Gritó Harry confundido mientras lloraba más fuerte
y empujaba a Louis. -¡Jodido seas tú! Porque nuestro amor no... Estoy
cansado de que me culpes, de que nos culpes por querernos, ¿y es que no
podemos evitarlo verdad? Pero eres tan cobarde qué prefieres que te
maten. /

/-Es la única forma de terminar con esto querido... si me matan, todo estará
mejor, tu estarás bien, y eso es lo que más me importa en la vida, y si,
quizás tengas razón, pero hoy, hoy es diferente Harry no temo gritarle al
mundo ¡QUE TE AMO INDUDABLEMENTE, ROTUNDAMENTE,
APLASTANTEMENTE... HERMOSAMENTE! Desde el primer día en que
mis ojos se posaron en ti. -Gritó Louis sin apartar la mirada de Harry. /

/-Yo también te amo... -Dijo Harry débilmente mientras caía lentamente en


sus brazos, en pánico. /

/-Si amor... tranquilízate... después de esto ya nadie te hará daño... Tengo


que aliviar tu dolor... -Susurró Louis intentando calmarlo. /

/Harry lo abrazo lo más fuerte que pudo, y su llanto exagerado se hizo


presente... Lloraba con todo su cuerpo, con las manos, con los pies, con
cada cabello. Quería abrazarlo más fuerte, nunca sentía estar lo
suficientemente cerca de él, quería más. /

/-Ahora escúchame bien... -Hablo tomándolo de la barbilla y obligándolo a


que lo mirara. -necesito que salgas de aquí. Que te salves, tu padre no te
hará daño a ti. /

/-Podemos lograrlo Lou... Podemos lograrlo, no te des por vencido. -Lloraba


Harry abrazado de su pecho. -Si te vas quiero irme contigo... Y si te quedas
quiero quedarme contigo, y si este mundo no nos acepta juntos, lucharemos
después de la vida y a tu lado descubriré galaxias, planetas, estrellas,
donde podamos vivir para amarnos una eternidad. /

/-¿Que dices amor? -Preguntó sin poder creerlo. /

/-Juntos, siempre ¿Lo recuerdas? /

/Louis asintió con la cabeza, para después retirar el cabello que se


encontraba pegado a la cara de Harry debido a sus lágrimas. /

/-Le prometí a mi madre que lo lograríamos, pero me he dado cuenta que la


única manera de estar juntos por siempre es morir... Es tan difícil
comprender las cosas, pero ahora lo entiendo y estoy feliz. Ahí la lluvia no
nos hará daño, nadie nos hará daño. Mi amor, que importa lo que hay
alrededor y tu estas aquí a mi lado. /

-Perdón por interrumpir, pero. ¿Mientras ellos se decían todo eso usted
estaba ahí?- preguntó la entrevistadora sacándolo de sus recuerdos.

-Si.- contestó cortante.


-¿Y cómo es que lo soportó? -Preguntó ella con los ojos cristalizados.

-No lo sé... solo sé que escuchó esa conversación todos los días en mis
sueños... Louis tenía razón... viviría infeliz recordando cómo les arrebate su
felicidad, porque lo hice, les quite la vida. Y es que... Ellos se amaban tanto
que me es difícil soportarlo. -Daniel negaba con la cabeza mientras el llanto
se hacía más espeso.

/Las puertas de los hornos se abrieron, los soldados comenzaron a meter


judíos sin notar que ellos se encontraban ahí dentro. Ordené a Harry que
saliera, pero me ignoró perdiéndose con Louis entre la multitud. //-¡STYLES!
¡SAL DE AHÍ! -Grité al perderlo de vista. /

/El horno comenzaba a llenarse cada vez mas de personas, que estaban
convencidas de que tomarían una simple ducha, lo que no sabían era que
serían intoxicados con un gas mortal. /

/Yo tuve que salir de ahí, no podía arriesgarme a que cerraran las puertas
conmigo dentro. Me quede sin saber qué hacer. /

/-¡No Harry! ¡Tú tienes que vivir! ¡Ellos solo me quieren ver muerto a mí!
¡Sal de aquí pequeño! ¡Por favor! -Hablaba Louis desesperado, sus
lágrimas apenas lo dejaban ver. - ¡Todo esto es por mi religión! /

/-Solo existe la religión de nuestro amor, tú eres mi religión. -Menciono


Harry, y se acercó lentamente a su rostro, entre los murmullos, sonriendo.
Louis aun lloraba, Harry estaba contento, satisfecho, junto sus labios con los
de él, le acaricio el cabello, y mientras lo besaba le paso las manos por los
ojos y las mejillas, por el cuello y la cintura. -Estaré siempre contigo,
adoptare cualquier forma... podemos ser lo que queramos ahora -La
inocencia de su sonrisa contagio a Louis de la locura, y se miraron con ojos
y alma libres. Las manos de Louis subieron a sus mejillas y lo acariciaron
con ternura, Louis soltó una pequeña carcajada. /
/-¿Que pasa Louis? -Preguntó una de las gemelas cuando las puertas se
cerraron por completo y la gente comenzó a gritar. /

/-Vamos a ir con mami, y con el abuelo, también con Fizzy y con Lottie
hermosa. –Habló Louis levantándola entre sus brazos. -Ponte contenta. /

/Bajó a la niña y miró a Harry, sus ojos brillaban, no había miedo en ellos. /

/-A partir de ahora todo estará bien chicas... -Suspiró Harry dándole un corto
beso en la mejilla a la más pequeña, miró a Louis y sonrió. –A partir de
ahora todo estará bien. /

/El horno se volvió completamente obscuro, algunos gritos se escucharon,


liberaron los gases y en menos de un minuto ya todo se encontraba en
silencio. /

/Louis y Harry se miraban, sin apartar la mirada fueron sintiendo la debilidad


en sus cuerpos, los gritos se escuchaban como murmullos a lo lejos, solo
existía la puerta a la libertad. /

/Débilmente y con el último suspiro de vida Louis le susurró a Harry


tomándolo fuertemente de las manos. -Solo Dios sabe cuánto te quise. /

-¿Porque llora?- preguntó Daniel a la entrevistadora, que tenía la cara


inundado de lágrimas, ella sonrió un poco intentando cubrirse el rostro y
limpiando sus lágrimas.

-Me parece muy cruel que en realidad ellos nunca pudieron estar juntos... –
Susurró y sus lágrimas comenzaron a descender con más rapidez.
-Se equivoca... ahora están juntos, hace mucho que entendí que la guerra,
la gano su amor. - comentó Daniel mirando el piso.

-¿Y qué paso con August? ¿Qué paso cuando se enteró que Harry murió?-
Pregunto ella intentando calmar su llanto.

-Después de la muerte de Harry todo se vino abajo, la guerra, Alemania, la


unión nazi, todo. Ese mismo año Alemania se rindió, Estados unidos nos
invadió, fue ahí cuando me metieron a la cárcel, pero como August era
general, a ellos les dieron pena de muerte, y fue asesinado en verano de
1956, pero prácticamente, su vida se acabó la tarde en la que volvió a su
casa después de enterarse que Harry había muerto en el horno.

-¿A qué se refiere?

-Harry le dejó una carta sobre su cama antes de intentar huir, después de
leerla no fue la misma persona, de hecho nunca más volvió a hablar.
Le destrozó la vida ver como su hijo sufría gracias a él, el mismo se entregó
a la policía.

-¿Y tú leíste la carta? ¿Sabes lo que decía? -Preguntó la mujer cada vez
más interesada por saber todo lo que les había ocurrido.

-El último deseo de August fue que le grabaran cada una de esas palabras
sobre su tumba, así que no fue un secreto.
/"Papa: /

/Le he estado dando vueltas al asunto... Y me he dado cuenta que no vale


la pena seguir diciendo que te odio... Te escribo para preguntarte ¿Cómo te
sientes? ¿Cómo es que puedes dormir por las noches? Cuando murió mi
madre ni siquiera me preguntaste como me sentía, te necesité. Me estaba
cayendo, cada parte de mí se caía, la perdí a ella, pero también te perdí a ti.
/

/Para cuando tú leas esto yo ya estaré lejos, así que puedo ser sincero sin
miedo. /

/Que pasaba por tu cabeza cuando le hiciste eso a Jay, o a William ¡¿A mi
madre!? ¡Jodiste su vida! ¡No está bien papá! ¿Pensabas en mí? /

/En serio que recuerdo los días en los que tú eras todo sobre mis ojos, y
sabes... esta vez no diré que te odio, ni que eres una mala persona. Porque
esta es la despedida para mi papá. No para August Styles. /

/Diré que te extraño. Si, te extraño, demasiado, me hubiera gustado poder


contarte sobre Louis, todo. Desde nuestro primer beso, hasta la vez que
casi me violó en el jardín, nuestro primer te amo, que me aclararas por qué
me sentía así, porque cada que respiraba sentía la necesidad de decirle lo
mucho que quiera estar a su lado. Que me dijeras que estar enamorado de
un hombre estaba bien, que me apoyaras. Pero sabes… nunca es tarde,
tengo la necesidad de contarte sobre Louis, de contarte el "porque" de las
cosas, de explicarte por qué me voy con él. /

/Todo empezó desde la primera vez que lo vi, me sentí extremadamente


atraído hacia él, y sí, me refiero a sexualmente, todo era un juego, a Zayn y
a mí nos gustaba acosarlo todo el tiempo... su cuerpo realmente nos
prendía padre. Recuerdo una vez que lo espiamos mientras tomaba una
ducha... terminé adentro del baño gracias a Zayn… ¡Louis casi me mata! /
/Después mi sueño se cumplió, tuve relaciones con el... pero ahí me di
cuenta que no era lo que yo quería... que ya no solo estaba interesado
sexualmente por él, sino, que comenzaba a sentir cosas que nunca había
sentido por alguien... al final descubrí que él sentía lo mismo. Y si te soy
sincero... no dormí en toda la noche por estar brincando en la cama de
felicidad. Sabiendo que había hecho el amor, con el que sería el amor de mi
vida. /

/Durante el tiempo que pasaba con él sentía que una herida crecía, pero no
me importaba, porque estaba dispuesto a dejar que él me hiriera. Me di
cuenta de las oportunidades que la vida le estaba arrebatando a un hombre
como él, es bueno, él tiene una vida por delate papá. Es por eso que no me
puedo quedar atascado aquí, a esperar cuando se te ocurra matarlo, porque
me matarías a mi si le haces algún tipo de daño a él. /

/Me di cuenta que lo amé, lo amé, lo amé, lo amé, lo amo, y lo amare por
siempre. Esto parece más una carta para mí que para ti, aunque ya no me
importa nada lo que pienses. /

/No te preocupes por mí, te aseguro que seré feliz a su lado. No pienses en
mí como la persona que te abandonó, piensa en mí como al hijo que hiciste
feliz durante toda su niñez. Fuiste el mejor padre, más no la mejor persona.
/

/Sabes… quiero adoptar un bebe, si... me gustaría adoptar muchos,


después de la guerra muchos niños quedan sin padres, y yo sería feliz si
Louis aceptara llamarle a alguno August, el nombre de mi padre. /

/Puedo asegurarte que seré feliz, por siempre. /

/Te amo." /
-Por dios, no puedo con todo esto... es demasiado triste... -Comentó la
entrevistadora entre lágrimas.

-August se podría decir que se volvió loco después de eso... Siempre


llevaba esa carta en la mano, y reía escandalosamente cuando Harry
hablaba sobre su acoso hacia Louis, después lloraba y decía "¡mi hijo está
enamorado Daniel! ¡y le pondrá August a alguno de sus hijos!"

-Debió ser muy duro para él, leer los sueños de su hijo, sabiendo que él ya
estaba muerto... esta historia es realmente triste.

-No te preocupes por los que murieron, ellos están bien, preocúpate por los
que vivieron y fueron heridos, tuvieron que vivir la muerte de un ser
querido... -Susurró Daniel. -Es por eso que he decidido cambiar el final en
mi novela, para regalarles un poquito de la felicidad que en vida les
arrebate.

-¿Como un acto de perdón?

-No, como un acto de cariño.

/Louis & Harry Por siempre. /

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