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CAPITULO 3.
Narra Harry.
-¿cómo te fue con las motos hijo?- preguntó el señor Styles durante la cena.
Harry lo pensó por un tiempo, Louis le había caído muy bien, de hecho le
había parecido muy tierno. Era raro, a Harry no le parecía nadie tierno, sólo
se fijaba en el cuerpo, pero esta vez era diferente.
Estaba tan perdido pensando en los ojos de Louis y en la manera que había
devorado la comida, que se estremecía.
Sin darse cuenta de que un sirviente le servía más vino en su copa, movió
su cabeza provocando que todo el vino cayera encima de él.
La señora Styles tapó sus odios con las palmas de su mano y cerró los ojos
para no presenciar esa situación.
-lo que están haciendo tu padre y sus hombres es historia, Harry.- habló el
abuelo rompiendo el silencio. -es historia aún no escrita, tu padre estará en
los grandes libros de la historia por haber defendido al mundo de esa plaga
de bichos que son los judíos.
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Ese día Louis no se veía tan cansado, se veía limpio y recién afeitado, su
ropa no estaba sucia y su cabello estaba sedoso y peinado.
-de donde yo vengo a esa edad siguen siendo unos niños.- comentó Louis
atento en su trabajo sin mirar a Harry.
Louis soltó una carcajada y luego miró a Harry. -a los 22 años no estudias
en los colegios.- dijo sonriéndole.
-cie...cierto.- balbuceó.
Louis también lo era, su padre le había dicho unos años atrás que si
encontraba un sólo judío bueno sería el mejor explorador del mundo,
definitivamente él era el mejor explorador del mundo.
Pero era algo que quería intentar, quería tomar ese riesgo.
CAPITULO 4
Cada vez se ponía más ansioso, movía los pies de arriba a abajo.
Él había decidido que ese día se le insinuaría a Louis para ver qué tan difícil
la tenía.
Antes de que el señor Styles pudiera decir algo más, entró Louis junto con
un soldado por la puerta.
- Gracias.- comentó Harry haciéndole una seña al hombre que se
encargaba de llevar a Louis.
Harry esperó alguna palabra de su padre, pero él sólo lo veía con una
sonrisa.
-Muy bien joven, lo que trabajaremos hoy serán los frenos...- Louis comenzó
a hablar sobre la mecánica.
-No puedes ser real... Eres hermoso...- susurró haciendo que Louis tirara
todas las herramientas que tenía en sus manos al escuchar eso y lo mirara
con los ojos muy abiertos. Rápidamente Harry reaccionó de lo que había
dicho. -La mecánica es hermosa… ¿no crees padre?- preguntó intentando
hacer que su anterior comentario fuera interpretado de otra manera.
-¿Hermosa? Hermosas son un par de tetas, así que continúa.- Harry lo miró
con cierta repugnancia y continúo "con su clase"
- Muy bien joven, espero haberle sido de ayuda, creo que paso a retirarme.-
mencionó Louis con gran respeto.
-No, no, no, aquí el que indica a qué hora te vas soy yo, o que ¿Piensas que
nos estás haciendo un favor?- preguntó el padre con gran autoridad,
mirando a Louis desafiante.
-No, perdón señor pero es que pensé que...- mencionó Louis pero fue
interrumpido por el comandante.
Por una parte le alegraba, pero por otra temía por la seguridad de Louis con
su padre cerca.
-Bien.- comentó y guardó el arma. -que tengas buen día hijo, tengo cosas
que hacer.- dijo mientras salía del garaje cerrando la puerta. Harry se quedó
en silencio esperando a Louis.
Louis comenzó a guardar las herramientas, muy fuerte, haciendo notorio su
enfado.
-¿En serio es tan malo trabajar aquí?- preguntó Harry acercándose para
ayudar a Louis.
-Déjalo, puedes lastimarte, deja que lo haga yo, que igual y al cabo no
siento porque no soy persona.- comentó quitándole las cosas a Harry de las
manos y guardándolas él.
-¡Si, pero tú eres uno de ellos Harry! ¡No intentes ser bueno! ¡Porque no lo
eres! ¡No intentes ser mi amigo! ¡Porque no lo eres! ¡Sólo déjame hacer mi
maldito trabajo en paz!- gritó enojado y cargando la caja pero tropezó
haciendo que todo cayera de nuevo al suelo. Harry insistió y comenzó a
ayudarlo de nuevo. -No debemos ser amigos Harry...- susurró Louis
haciendo que Harry lo mirara atontado directamente a los ojos.
-¿Por qué?
-Te lo juro, a mí me dejan entrar y salir de ahí las veces que quiera,
encontraremos a tu familia y te asegurarás de que están bien. -dijo y Louis
lo rodeó con sus brazos acercándolo a él y recargando su cabeza en el
hombro del rizado.
Comenzaron a caminar dentro del campo y Louis notó como había cuerpos
sin vida en algunos rincones de aquel lugar.
-He cobrado algunos favores.- mencionó Harry para luego mirarlo con una
gran sonrisa.
-Sí, demasiados, tanto para hacer realidad esto...- dijo Harry parando en
una de las oficinas principales e indicando a Louis que pasara.
Harry sonrió al ver aquella imagen, era hermoso ver como las personas no
perdían la fe, aunque estuvieran sufriendo mucho.
Él se separó del abrazo y limpio unas lágrimas que salían por sus ojos.
-Pues, se podría decir que bien, hemos tenido suerte, eso es todo.-susurró
la mujer que se veía realmente cansada.
Harry sólo bajó la mirada al escuchar eso. Él pensó que Louis tenía razón...
Eran unos malditos al poner hacer eso a las señoras. No había derecho.
Harry dio un pequeño grito de dolor, haciendo que Louis lo mirara y notara
que había resbalado con un tronco que se encontraba pegado a la tierra.
Louis no hizo caso y con su mano levantó la tela del pantalón de Harry,
notando que se había raspado más de media pantorrilla.
Pero no lo preocupaba, él creía que era sólo una clase de curiosidad por
probar lo diferente.
En parte era cierto, lo que comenzaba a sentir Harry era diferente a lo que
había sentido por todas sus amiguitas con la que sólo había tenido una
aventura.
-¿Crees que yo lo voy a hacer o qué? ¡HAZLO!- mencionó con gran tono de
autoridad.
Por otro lado Louis no había tenido una buena noche, se la había pasado
pensando en las últimas palabras de Harry, él se las había dicho mirándolo
a los ojos... Eso lo asustaba demasiado. El hecho de que Harry se estuviera
enamorando de él le asustaba.
¿Cómo mierda es que eso podría pasar? Harry era un niño, y por si fuera
poco, era hijo de un general nazi.
Intentaba a toda costa no cruzar miradas con él, pero sentía la mirada de
Harry encima y no lo dejaba concentrarse, término de servir el jugo en todas
las copas y se retiró.
- Si, lo siento solo que me siento un poco mal y no quiero cometer ningún
error con ellos.-mencionó Louis tomando una charola con platos llenos de
comida.
- Déjalos, mejor tu quédate aquí dentro, es muy peligroso que salgas así, el
señor puede molestarse.- mencionó Sofy tomando la charola y saliendo de
la cocina.
-Harry he dicho que vamos y es porque vamos ¿Que no quieres ver a Zayn
o qué?- su madre era una mujer muy buena, pero siempre era muy fuerte
con sus decisiones.
- Pero lo veré el martes en la cena - se quejó Harry al no conseguir lo que él
quería.
Sus padres habían organizado una cena para que sus conocidos
conocieran la nueva casa y para festejar el ascenso del comandante.
-¡Para mujer! ¡Si él no quiere ir, no irá y ya! ¿Que no has oído que quiere
leer?
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Los únicos en la casa eran Harry, Louis y Eliot, el soldado que vigilaba la
casa por la parte de afuera.
Louis soltó una risa, se encogió de hombros y le mostró sus manos con el
pelapapas y las papas. - Pues no sé, supongo que corro un maratón Harry.-
mencionó sarcástico riendo del menor.
-Sabes tú sarcasmo duele...- susurró Harry sin poder evitar dejar de sonreír.
-¿qué?
-pues que hace un año yo tenía empleados trabajando para mí, y ahora yo
trabajo para una familia de menor posición económica a la que yo tenía...-
mencionó sin dejar de pelar.
- Lo siento... Siento que estés pasando por esta situación. - susurró bajo.
Louis estaba sentado casi en el piso, así que cuando se acercó, la cadera
de Harry daba justo en su cara.
Louis se quedó quieto sin siquiera respirar, tenía demasiado cerca el cuerpo
de Harry quería evitar cualquier rose.
Cuando Harry tomó el vaso "sin querer" movió la jarra haciendo que se
cayera sobre los pantalones de Louis.
-¡Lo siento! ¡Lo siento!- Harry tomó una servilleta de tela y comenzó
"limpiar" el agua de la ropa de Louis, presionando con su mano la
entrepierna de Louis.
-Déjalo no es nada....
-Vamos a mi cuarto.- mencionó haciendo que Louis abriera los ojos como
plato. -para darte ropa seca, claro....
Para él, Harry era un tierno e inocente niño incapaz de darle indirectas
sexuales. Y para Harry, Louis era una presa a punto de caer.
-En serio así está bien...- susurró Louis hablando muy bajo.
Louis las tomó aún sin decir nada y comenzó a buscar con la mirada un
lugar donde pudiera cambiarse.
No sabía porque se sentía de esa manera, Harry era sólo un niño y Louis no
tenía que sentirse nervioso por estar encerrado en su habitación junto a él.
Por otro lado Harry estaba disfrutando demasiado esa situación, le ponía
demasiado ver lo nervioso que estaba Louis. Eso significaba que él también
quería algo con Harry.
Tenía la piel muy reseca y también tenía muchos moretones por toda la
cadera.
La verdad era que ese golpe no era nada a comparación de otras cosas que
a Louis le había tocado presenciar que le hicieran a sus compañeros.
Louis cerró los ojos al sentir los húmedos labios de Harry sobre su piel.
-¡déjame salir!- gritó Louis alterado por la situación que acababa de ocurrir.
-¡Pues abre! ¡No quiero estar más con un marica encerrado!- al mencionar
eso Louis dio directo al punto de Harry.
Harry era muy necio, y siempre tenía que obtener lo que quería, si no lo
hacía... Comenzaba una guerra sucia por conseguirlo.
-Lo siento… Es que...- Louis intento disculparse con Harry pero ya era
demasiado tarde.
Las cosas se le habían salido de control, Louis estaba muy confundido por
lo que había sentido, que lo único que quería era huir, pero después se
sintió muy arrepentido por haber tratado así a Harry.
-¿Qué? ¡No! ¡Harry diles la verdad!- mencionó Louis alterado cuando los
soldados lo tomaron a la fuerza y comenzaron a jalarlo fuera de la
habitación. -¡Harry! - gritó por última vez pero no obtuvo respuesta del
menor.
-Un favor... No lo vayan a matar como al otro, solo déjenle claro que de la
familia Styles nadie se burla...- mencionó Harry despidiendo a Louis con un
movimiento de manos y sin dejar de sonreír.
Harry le quería dejar bien claro quién era quien mandaba ahí. Al día
siguiente Harry comenzó su rutina, tomar una ducha para después bajar a
sus lecciones de mecánica.
Estaba desesperado, tenía que saber de Louis. Esta vez no quiso esperar y
decidió ir a buscarlo, costara lo que costará.
-Buen día señor, en un momento comenzamos con sus lecciones. -habló sin
ánimos y sin mirarlo. Harry no sabía que decir, él había sido el culpable de
cualquier cosa que le hayan hecho a Louis. Pero él continuaba creyendo
que lo había tenido bien merecido, ya que en su familia siempre lo educaron
así.
-¿Estás enojado?- Louis tragó saliva al escuchar eso, ¿¡Como rayos no iba
a estar enojado después de lo que Harry le había hecho!? Aun así tenía que
controlarse
-Entonces ¿Por qué me hablas así?- Harry estaba con una actitud
preocupada, eso hacía que Louis se frustrará más ¿Cómo es que podía
fingir que se preocupaba por él, cuando él había sido quien ordeno que lo
golpearán?
-¿Que? ¡No! ¡No es por eso Harry! ¿Qué no recuerdas que "intente" robar tu
ropa y gracias a eso tuve la peor noche de toda mi puta vida?- Harry se
quedó en silencio pensando, Louis tenía razón en estar tan molesto, se
notaba claramente que la había pasado mal, y lo peor es que Harry había
tenido la culpa por haber reaccionado como un niño cuando lo rechazó.
Harry se sentía como una mierda, Louis lo hacía sentirse como una mierda.
Tenía tanta razón en sus palabras, que dolían. -¿Qué puedo hacer para que
me perdones?...- comentó mirando al suelo con una voz muy baja.
Louis cada vez le confundía más la actitud de Harry, a veces era de una
forma buena y humilde, pero a veces era un monstruo.
-No.
-¡HAZLO!
-Bien.
-Bien.
Eso había sido duro, y sobretodo cansado. Movió su cabeza en señal de sí.
Cuando Louis terminó con el líquido del vaso Harry retiró el vaso de los
labios de Louis, pero se quedó en el mismo lugar. Comenzaron a acercarse
lentamente, estaban a una muy corta distancia y se seguían mirando a los
ojos. Harry esperaba a que Louis lo frenara pero esta vez no lo hizo.
Cuando sus respiraciones se combinaron Louis cerró los ojos y abrió un
poco la boca. Harry se sorprendió pero sonrió por eso y se acercó decidido
a besarlo.
-¿Como que quien estúpido? ¡Pues yo! ¡Tu amigo el más guapo!- dijo un
joven entrando al garaje rápidamente. Sofía dejo salir una pequeña risita y
se retiró.
-¿Como que qué hago aquí? ¿Pues hay una fiesta no?- preguntó Zayn
caminando alrededor de la habitación observando todo -Hola.-dijo mediante
una sonrisa a Louis.
- Hola...- susurro este hablando muy bajo e intentado salir de esa incómoda
situación en la que estaba.
-¡Zayn! ¡Aquí no hay ninguna puta fiesta!- Harry estaba a punto de explotar
por la imprudencia de su amigo.
- ¿Para qué?
-¡Sí! ¡Si pero no hables tan fuerte!- habló despertado por controlar a su
amigo.
Zayn era bisexual, siempre había sido el más loco de su grupito de amigos,
ligaba hasta con las rocas y eso era algo que Harry le envidiaba.
-Tomlinson...
-Pues porque Tomlinson no hay muchos...- dijo sin dejar de mirar a Louis.-
¡carajo Harry tienes a un Tomlinson trabajando para ti! ¿Acaso el general
sabe esto?- preguntó preocupado Zayn.
Harry cada vez se extrañaba más, ¡¿qué rayos le importaría a su padre que
Louis fuera un Tomlinson!?
-¿cómo que cual es el problema? ¡Dios Harry! - dijo alterado y miró a Louis.
-¡tienes que irte de aquí lo más rápido posible!
-No lo sé.
De vez en cuando ellos dos cruzaban miradas y cuando nadie los veía se
sonreían discretamente.
Cuando se hizo de noche cenaron con su padre, fue una cena corta y sin
intercambiar palabras, se fueron de la mesa lo más rápido posible, Harry no
estaba preparado para ver a su padre después de lo que acababa de
enterarse.
-Pues tú lo has dicho, está muy bueno.- contestó Harry queriendo no hacer
notar sus verdaderos sentimientos hacia Louis.
- En serio, ¿que no viste ese cuerpo o qué?... que cuerpo...- dijo mediante
suspiros.
- Tal vez...
-¿A dónde?
-No vayas a hacer ruido, no queremos que lo vaya a notar.- susurró Zayn
mientras abría la puerta para entrar al garaje.
- Para ser un judío reclutado tiene muchos lujos...- comentó Zayn mirando la
habitación.
-Lo sé, pero aun así él prefiere estar en el campo para estar cerca de su
familia....
- O lejos de la tuya....
Harry se quedó pensando, tal vez Zayn tenía razón.
-Oh Dios mío...- se escuchó a Zayn decir muy bajo al asomarse hacia
dentro del baño.
Louis tomaba una ducha, el agua corría por su cuerpo desnudo. El pasaba
el jabón por todo su cuerpo haciendo que Harry deseara ayudarle.
Eso era lo más erótico que había vivido Harry, había tenido sexo miles de
veces, pero nunca antes había espiado a alguien mientras se bañaba, ni
tampoco le había gustado tanto como eso le gustaba.
Por alguna razón Louis nunca se percató de los dos curiosos que lo
observaban desde fuera.
Zayn comenzó a notar la tensión sexual que sufría su amigo, así que
decidió hacerle un favor, y divertirse un rato.
-¿QUE MIERDA?- gritó Louis intentado cubrir su cuerpo con sus manos.
-¡Perdón! ¡Zayn me ha empujado! -mencionó muy nervioso intentado
desviar la vista a otro lado que no fuera Louis.
-¿Pasando? ¿Iban pasando por mi baño? ¡Harry por favor! Sólo esto me
faltaba- apagó la regadera e inmediatamente se cubrió con una toalla.
Caminó hacia la puerta eh intentó abrirla a la fuerza, pero eso fue imposible.
-¡Mierdaaaa!- gritó furioso. Harry se encontraba callado en una esquina,
muy asustado.
-¡No puedo creer que sigas con esto Harry, tienes 16 años! ¡Tienes que
madurar!- comentó un poco más tranquilo.
-¿Y qué? ¿Qué tiene de malo si ambos lo deseamos he?- dijo Harry
cambiado de actitud y acercándose a Louis.- ¿O qué? ¿Me vas a decir que
tú no lo deseas?... He visto perfectamente cómo te tensas cuando me
acerco a ti. En la mañana querías que te besara. Me hubieras besado si el
idiota de Zayn no nos hubiera interrumpido.
-Tú qué sabes...- susurró Louis alejándose de él.
-Yo no voy a hacer nada contigo, ni voy a disfrutar nada.- dijo enojado.
-¡Es porque no eres lo suficientemente fuerte para lidiar con esto! ¡Es por
eso que actúas como un cobarde!- grito enojado.
-¡No vuelvas a decir que soy débil! No tienes ni una puta idea de cuantas
veces tuve que dejar de llorar y seguir con una sonrisa que no era mía. -
grito amenazándolo.
-Lo siento, lo siento si están follando pero hay un problema.- entro Zayn a la
habitación cubriendo sus ojos con su manos. Después de unos segundos
los miró. -¿No están follando? Qué raro... Yo me los imaginaba...- fue
interrumpido por Harry.
Louis se quedó sólo y suspiro de alivio cuando esa situación término, tenía
que salir de esa casa ya, no sabía cuánto más aguantaría estar cerca de
Harry sin que ocurriera algo…
CAPITULO 11
Mientras Zayn se divertía por esa situación, Harry ni siquiera se había dado
cuenta y Louis estaba a punto de ir a golpearlos.
- Pues que Louis esté aquí... Si tu padre se entera...- Zayn fue interrumpido
por Harry, que reaccionó dramáticamente.
- Por Louis...- eso provoco que una enorme sonrisa se formará en su cara y
comenzara a negar con la cabeza.
Zayn tenía razón, Harry nunca lo había pensado de esa manera, pero Zayn
le había hecho ver que lo que comenzaba a sentir por Louis no era normal,
había dejado de ser sólo ganas de probarlo, a convertirse en ganas de estar
con él todo el día, aunque Louis se lo negara, igual ya le había dejado claro
quién mandaba en esa casa.
-¡Zayn, Harry! ¿Que no ven la hora que es? ¡Los invitados están por llegar!
¡Anden a arreglarse!!- ordenó la madre de Harry a los chicos que llevaban
toda la mañana y parte de la tarde en el mismo lugar del jardín, perdiendo el
tiempo.
Obedecieron a la madre de Harry y corrieron a arreglarse, sólo se colocaron
ropa limpia y casi todo el bote del perfume para no oler mal.
-¿QUE?- Zayn brincó del susto gracias al volumen alto del rizado.
-¿Como que qué tiene de malo? ¿Eres idiota o qué?- grito haciendo que
Zayn se quedará en silencio pensando.
-¿y?
Harry buscaba con la mirada a Louis mientras daba falsas sonrisas a los
invitados.
Sintió unas manos cubrir sus ojos y por alguna extraña razón creyó que era
Louis.
Se dio la vuelta emocionado, pero no, no era Louis.
Nohemí era la novia de Harry, a la quien había tenido que dejar de ver
cuando se cambió de casa, él la quería, pero de una manera diferente a la
que le gustaba Louis. Ella era 10 centímetros más baja que él, tez blanca,
tenía el cabello rizado un poco más abajo de los hombros, era una chica
con curvas y parecía una joven de descendencia árabe.
Mientras Harry le devolvía el abrazo seco, vio a Louis caminar por la casa
ofreciendo bocadillos a los invitados.
Era obvio que su madre no permitiría que anduviera por la casa con ese
uniforme rayado.
Él la miro recordando que estaba ahí, pero antes de que pudiera decir algo
Zayn llegó corriendo hacia él, aventando a Nohemí de los brazos de Harry.
-¡NO PUEDE SER, NO PUEDE SER, NO PUEDE SEEEERR! ¿Ya lo viste?
¡¿Me dejas reventármelo a mí?! ¡Por favor Harry! - habló desesperado
Zayn.
Harry mantuvo las ganas de carcajearse y con la mirada señalo a Nohemí
para que Zayn la notara.
-Oye amor, tengo que ir a saludar a unos invitados, ¿te importaría quedarte
un rato con Zayn mientras vuelvo?- preguntó mientras le hacía señas a
Zayn para que recordara el plan sobre Louis.
-Vamos Naomi, ¡Tenemos mucho de que platicar!- dijo con tono femenino
mientras colocaba su brazo en los hombros de la chica.
Estaba decidido, esa noche Louis sería suyo, de cualquier modo, pero lo
lograría.
-Buenas noches joven Styles. -habló Daniel haciendo que Harry lo mirara
algo extrañado por el tono y la forma en la que hablaba, demasiado formal
para ser normal.
-Verás hijo, Daniel acaba de llegar de Italia y ha conseguido ser mi asistente
con las sólo 19 años de edad. ¿No crees que es increíble?
-Si padre.- comentó, sólo quería salir corriendo hacia donde estaba Louis.
La plática de su padre no le importaba un carajo.
-Él vivirá con nosotros a partir de esta noche.- dijo su padre captando la
atención de Harry. - quiero que lo trates bien y estés a sus órdenes por si te
necesita, ¿queda claro?
Lo que le faltaba, tener que lidiar con soldadito y aparte tener que atenderlo,
sólo era tres años mayor que él, para Harry era una ofensa tener que
atender a alguien y más si era de esa edad.
-No se preocupe señor Styles, ya veo que aquí hay sirvientes que me
podrán atender mejor que este niño...- susurró Daniel señalando a Louis
con la cabeza y luego miró a Harry con una sonrisa malvada, era obvio que
él ya se había dado cuenta del interés de Harry por llegar a Louis.
Harry los miraba enfurecido, pero sería mejor que se calmara, no quería
hacer una escenita a media reunión.
-Pues bien... "Daniel" espero que la pases bien. Con permiso. –habló Harry
haciendo muchas expresiones, haciendo notorio su hipocresía.
-¿Qué haces todavía por aquí?- susurró Zayn intentado no abrir mucho la
boca para que la chica no lo escuchara.
-¿No puedes esperar hasta que lo veas para irte? ¡Esta chica me está
matando! No habla de otra cosa más que de su perrito "coco"
Harry dejó salir una pequeña risita y se sentó en una silla, indicándoles a los
chicos que hicieran lo mismo.
Zayn volteó a mirarlo y comenzó a reír. Los músicos tocaban muy fuerte así
que era imposible que la chica escuchara la conversación. -¿Por qué no se
lo propones?- comentó ingenuo.
Harry lo miró extrañado pero antes de que pudiera decir algo Louis llegó.
-buenas noches, ¿Les ofrezco un bocadillo?- comentó extendiendo la
charola.
Harry repitió tal acción sin dejar de observar a Louis. -Zayn ¿no vas a
querer nada?- preguntó.
Zayn seguía en la misma posición y comenzaba a ponerse morado por no
estar respirando.
Zayn sacó un suspiro enorme. -ah... Louis... Qué raro, no te vi llegar.. ¿Que
necesitas?- preguntó fingiendo extremadamente asombro, después miró a
Harry y le guiñó el ojo.
-No gracias, pero supongo que Harry está muriendo por que le des uno-
comentó y sintió un codazo de parte de Harry.
-No, es en serio, vete a descansar aunque sea media hora, el brindis está
por comenzar y no nos necesitarán en ese tiempo.
Comenzó a buscarlo por el jardín trasero, pero rápidamente notó una luz
que se encendía en el garaje, era obvio que Louis estaría en su habitación.
Louis sabía perfectamente las razones de Harry para estar ahí, entendía
que ese niñito lo deseaba, y estaba convencido de que seguro era porque
tenía ganas de probar algo nuevo o algo así.
También sabía que si Harry era bueno con él era porque estaba intentando
conseguirlo, así que si él se entregaba rápido, Harry perdería su interés por
él.
Louis lo acorraló contra la pared. A pesar de que él era más bajito le era
fácil controlarlo.
Harry nunca se había puesto tan nervioso en una situación así, pero Louis
lo intimidaba tanto que no razonaba las cosas.
-Tenemos media hora... ¿Estás seguro que sólo quieres verme...?- volvió a
susurrar frotando su rodilla contra la (ya notoria) erección de Harry.
-Qué lástima, no podrá ser hoy, tengo trabajo, y tú tienes que escuchar el
discurso de tu asqueroso padre... Así que ya será otro día.- dijo sin dejar de
sonreír.
También había notado que Harry era un gran estorbo, su padre al parecer lo
adoraba y tenía puestas todas sus esperanzas en que él podría ser el
siguiente.
Daniel tenía que lograr que el general terminara con esa estúpida idea de su
hijo y lo comenzara a adorar a él, a Daniel.
-Hola Daniel, veo que estas muy solito...- comentó Harry tomándolo del
hombro y mirando a Louis fijamente. –por qué no vienes con nosotros, creo
que será más divertido a que estés aquí, hablando con los empleados. –no
dejó de observar a Louis, después miró a Daniel y mencionó
sarcásticamente. -puedo presentarte a mi novia, es muy guapa y tiene un
perrito llamado coco, te encantara la historia sobre como coco la molesta
durante las noches...- dijo mirándolo con cierta molestia en su rostro. Daniel
sonrió al descubrir que efectivamente, Harry celaba a Louis. -Y tu Louis...
¿No tenías mucho trabajo?-
Cuando se dio la vuelta Daniel pudo apreciar el signo judío que llevaba
bordado sobre una tela que tenía enrollada arriba de su codo.
"Es un judío" pensó "¡El nazi está babeando por un judío! Woah esto vale
oro"
Daniel siguió pensando en las consecuencias que podrían tener esos dos si
el general Styles se enteraba de lo que pasaba.
Pero antes que nada, tenía que asegurarse de que no fueran imaginaciones
suyas, y también, por lo que había notado, Harry estaba a los pies de Louis,
así que si él quería controlar a Harry tenía que controlar a Louis. Simple.
Pronto se hizo de madrugada, los invitados comenzaron a irse de la casa y
Zayn junto con la novia de Harry se habían ido. Louis quedó recogiendo
todo, aunque fuera muy tarde eso no le importaba al general Styles y le
había dicho que quería todo recogido para la mañana en cuanto despertara.
Estaba enojadísimo, pero esa no fue razón suficiente para que no cumpliera
con su trabajo. Odiaba con toda sus fuerzas a August Styles.
Quería asesinarlo, desasease de él.
Hacerle pagar por todas las horribles cosas que había hecho, quería vengar
a su abuelo y a cada persona muerta por culpa de ese hombre.
Por otro lado, Harry no podía conseguir dormir, no podía dejar de pensar en
el cambio de actitud de Louis. ¡Qué va! No podía dejar de pensar en lo
erótica que había sido su situación. Tenía que tranquilizarse y conciliar el
sueño.
-Por tu padre... Quiere que termine de limpiar todo para antes de que
amanezca...- susurró con actitud cortante.
-Deberías irte a dormir... Ya es muy tarde...
Louis lo miró.
Harry llevaba unos pantalones de pijama y un sweater muy flojo que cubría
sus manos por completo, llevaba el cabello despeinado y los labios un poco
hinchados.
Fue ahí cuando lo descubrió, se dio cuenta de cuál sería la manera perfecta
de joderse a esa persona, sería jodiendose a su hijo, literalmente.
También él tenía que aceptarlo, Harry tenía algo que lo excitaba demasiado,
esa noche, en ese momento, Harry se convertiría en su propiedad, lo haría
suyo.
CAPITULO 14
-¿Estás seguro?-preguntó dejando los trapos sucios con los que limpiaba el
suelo. –Por qué no me dices exactamente qué es lo que quieres de mí… –
preguntaba acercándose demasiado a él, al grado de juntar sus cuerpos.
-sólo veté a dormir y ya.- indicó Harry cortante y se dio la vuelta para irse.
-sí, déjame hacerlo, te lo ruego, sólo dame un beso, no te pido más. -rogó
mientras observaba los labios de Louis y humedecía los suyos con su
lengua.
Louis se sorprendió al escuchar eso, era raro, él creía que Harry sólo quería
adentrarse en él, para luego dejarlo y concentrarse en otras cosas. Pero la
actitud del pequeño le confundía, parecía que lo que quería de Louis no era
sólo sexo, parecía que... No eso era imposible, tenía que dejar sus locas
ideas y concentrarse en hacer que Harry se convirtiera en su títere.
-si quieres un beso… tendrás que ganártelo pequeño... Pero esta vez te
daré un regalito.- comentó y comenzó a besar el cuello de Harry, dejando
chupetones por toda su piel.
Harry recargo su cabeza en la pared para que Louis tuviera más espacio.
-¿Quieres que continúe bebé?- preguntó mirándolo a los ojos. Harry sólo
asintió con la cabeza mientras mantenía los ojos cerrados y mordía su labio.
-Pídemelo, ¡pídeme que te toque!- ordenó autoritario.
Harry abrió los ojos y lo miró extrañado. -¡No lo haré!- comentó molesto.
Harry no se degradaría de esa manera, rogarle a Louis para que lo
atendiera… Eso ya era excesivo.
Jugaba con sus dedos mientras evitaba tocarlo mucho, Harry cada vez se
ponía más duro y desesperado.
-¡Métetelo a la boca! ¡Vamos chúpalo quiero sentir como crece dentro de ti!-
habló Harry mientras empujaba sus caderas hacia Louis.
Louis lo miró con cierto disgusto, ese niño estaba a punto de explotar de
placer. Decidió que esta vez sí cumpliría con sus súplicas.
Chupaba cada parte de la hombría del menor, desde los testículos hasta la
punta. Él nunca antes había hecho eso, pero por alguna razón, estaba
disfrutando demasiado ese momento.
Louis se separó de su oreja y lo miró, odiaba las ocasiones en las que Harry
actuaba tan tierno, él estaba intentando follárselo y la actitud temerosa de
Harry no se lo opondría.
¿Cómo es que alguien podía tener tanta lujuria a sus cortos 16 años? Y
aparte de todo tener “miedo”.
-Te prometo que te encantara...- susurro y comenzó a besar su cuello,
Harry se puso duro de nuevo.
-¡No!- pidió Harry intentando separarse de él. -me duele mucho Louis.
Louis intento no reír con las peticiones del menor, era un maldito pervertido.
No tuvo que esperar mucho tiempo para venirse dentro del chico.
-Haz estado muy bien, demasiado diría yo...- susurró Harry mirándolo con
una enorme sonrisa.
Louis se acomodó la ropa y luego tomó la de Harry del suelo y comenzó a
colocársela. -Ya veté a la cama, es muy tarde.- habló mientras le
acomodaba su sweater a Harry.
Narra Harry.
Yo siempre he sido una persona fuerte y dura, nada me daba miedo, nada
me lastimaba, ni me perjudicaba. Pero ahora tenía miedo de Louis, tenía
miedo en lo que me convertía cuando estaba con él, tenía miedo también a
la manera en la que me hacía sentir con solo una mirada o también a la
forma excesivamente celosa en la que me sentía si él hablaba con alguien
que no fuera yo.
Fin de la narración.
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Harry tenía unas ojeras enormes y aún seguía con la piel un poco irritada
por la ducha de la noche anterior.
Mientras se ponía ropa notó las marcas que Louis había dejado por todo su
abdomen y cuello, marcas que no había podido limpiar. Mirándose al espejo
pasó las yemas de sus dedos suavemente por ellas, recordando cada
momento de la noche anterior, llegó hasta su cuello y notó que ahí las
marcas eran más grandes y notorias, si salía así todos se darían cuenta de
que él había estado con alguien.
Se vistió con un sweater de tejido blanco que cubría su cuello por completo
y unos Jeans ajustados negros.
Harry miró a Daniel de reojo, él tenía una leve sonrisa mientras tomaba un
sorbo a su taza de café.
-Verás August, creo que debemos tomar otra opción en los campos de
concentración...- mencionó el hombre mientras el padre de Harry lo
escuchaba atento.
-Me refiero a que no podemos seguir perdiendo tanto tiempo con las
mujeres mayores de 30, hay mucho trabajo y que ellas se dediquen a llevar
los cuerpos a los hornos las desgasta mucho y se pierde mucho tiempo.
-habló el hombre logrando captar la atención de Harry, recordó aquella
noche donde Louis se había molestado porque obligaban a su madre a
llevar los cuerpos.
Sin embargo su padre no dijo nada, quedo pensando mucho tiempo. -¿Te
refieres a llevarlos a los hornos vivos?- preguntó por fin el general.
Alfredo se encogió de hombros en respuesta a la pregunta.
-Creo que eso nos podría traer problemas con los otros países, más de los
que ya tenemos.- mencionó Daniel atento a las pláticas.
-Tienes razón, pero no tienen por qué enterarse, haremos que ni los propios
judíos sepan que es lo que pasa ahí adentro. -dijo el padre de Harry
haciendo que él sintiera un puñetazo en el estómago por la frialdad con la
que decían todo eso.
Harry estaba a punto de decir algo cuando notó que Louis estaba mirándolo
desde la cocina y con un movimiento de labios le dijo. -Tienes que parar.
Louis espero unos segundos y después lo siguió por toda la casa hasta
llegar a su habitación.
-Lo sé, y si es cierto que siento amor, está muy mal.- dijo enterrando su
cabeza en la almohada.
Sofía pensó por unos segundos... Ella sabía perfectamente a que y a quien
se refería Harry. Hace días que lo comenzaba a notar en su mirada, pero no
se atrevía a preguntarle.
Ella sabía que no estaba bien, sabía perfectamente lo que podía pasar si
sus padres se llegaban a enterar de eso. Sabía que su relación no podía
tener futuro alguno, pero aun así, decidió apoyarlo.
Harry la miró con los ojos cristalizados. -¡No, no está bien Sofí! Imagínate lo
que pasaría si mi padre se entera. ¡Nos mataría!
-No te preocupes por eso, encontraremos una solución, ¿okey?- habló
fuerte mientras volvía a abrazarlo.
Harry solo necesitaba a alguien que le dijera que lo que sentía estaba bien,
alguien que lo apoyara y no lo juzgara, alguien que le demostrará aunque
sea un poco de amor.
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-Padre iré al lago...- hablo rápido. Llevaba unos bermudas largos y una
camisa de manga corta.
-¿Pues con quien quieres que vaya o qué?- habló molesto, seguía enfadado
por el enfrentamiento de la mañana.
-El judío sería buena opción...- susurró Daniel mirándolo con una sonrisa.
-Tienes razón Daniel, ¡JUDÍO! ¡JUDÍO VEN ACÁ!- gritó el padre de Harry.
Harry se preocupó por eso, él no quería estar sólo con Louis después de lo
que había pasado la noche anterior. -¡No! ¿Por qué tiene que ir él conmigo?
¿Me tomas de niño o qué?- preguntó gritando a su padre.
-No voy a discutir contigo ahora, así que o va él contigo o no vas. Eso es
todo, ahora retírate y cierra la puerta. -Harry se quedó callado, estaba muy
enojado pero no tenía ánimos de pelear.
Harry salió de la oficina seguido por Louis. Tomó una maleta con ropa y
salió de la casa apurado.
-¡Harry espera!- gritó Louis al comenzar a perderlo de vista entre los árboles
que se encontraban en el bosque. -¡Harry!- gritó haciendo que esta vez sí
frenara.
-No es mi culpa que tu padre me haya obligado a venir- dijo Louis al llegar
hasta Harry y parando para tomar un respiro.
Harry pasó saliva en seco al escuchar eso. Luego lo miró y le sonrió. -Louis,
¿por qué debería estar mal? Fue solo un simple sexo, ni que no lo hubiera
tenido antes, no te sientas especial. -habló logrando que Louis lo soltara.
Comenzaron a caminar en silencio.
Louis tenía que aceptarlo, eso solo había sido un simple sexo, no había
razón para creer que Harry estuviera mal por eso, aunque él en serio
quisiera eso.
Llegaron al lago, era un lugar hermoso metido entre el bosque, tenía una
pequeña cascada y muchos árboles al rededor, haciendo que fuera un lugar
extremadamente íntimo.
Louis estiró su brazo para ayudarlo a bajar, pero justo antes de tomar su
mano Harry se volvió a alejar.
-¡Si Harry sí! ¡Si te salvaría ahora baja de ahí por favor!- mencionó casi
gritando.
Louis abrió los ojos como plato y comenzó a preocuparse al ver que el
pequeño no salía del agua.
Comenzó a buscar a Harry con los ojos abiertos dentro del agua y
comenzaba a desesperarse al no encontrarlo.
Cuando por fin logro verlo lo tomó de la cintura y lo jaló junto con él hacía la
superficie.
-¡Que mierda te pasa!- gritó Louis enojado mientras tosía gracias a que
había tragado mucha agua. Harry seguía riendo sin parar. -¡Basta Harry!
¡Me has asustado!
Louis le lanzó agua en la cara e intento salir del lago, pero Harry se lo
impido. Lo tomó de la cintura y lo acercó hacia él violentamente.
Sus bocas estaban muy cerca, Harry sentía la necesidad de besarlo, como
la había sentido desde la primera vez que lo vio.
Mató el espacio que los separaba y unió sus labios, Louis rápidamente le
correspondió el beso, se besaban como desesperados, ambos luchaban por
ver quién era él que penetraba con su lengua más la boca del otro.
Harry colocó sus manos en el cuello de Louis y este lo atrajo hacia él por la
cintura.
Después de unos segundos se separaron por falta de oxígeno. Volvieron a
mirarse a los ojos.
Por unos segundos se miraron a los ojos, Harry decidió volver a besarlo.
Esta vez lo hizo muy lento, podía disfrutar a la perfección el sabor de la
boca de Louis.
Louis colocó sus manos en las mejillas de Harry, acariciando su piel con las
yemas de los dedos.
Narra Harry.
Cada vez me sentía más necesitado de él, de sentirlo dentro de mí, pero no
quería arruinar el momento.
Esta vez yo quería complacer a Louis, tenía ganas de hacerlo, de hacer que
disfrutara cada momento que le estaba regalando. Quería hacerlo sentir lo
que yo comenzaba a sentir por él, transmitirle eso sentimientos mediante
mis acciones.
Rodeé por encima de él, haciendo que quedara abajo de mí.
Abracé su cuerpo con mis piernas y comencé a besarlo, esta vez siendo un
poco más intenso.
Fin de la narración.
Narra Louis.
Él hacia las cosas muy lento, pasaba sus manos acariciando todo mi
cuerpo, me besaba y sonreía constantemente. Su forma de tratarme
comenzaba a incomodarme.
Fin de la narración.
Harry abrió mucho los ojos y enterró sus dedos en la espalda de Louis.
Sintió una lágrima salir por su ojo izquierdo. La manera en la que Louis lo
hacía comenzaba a lastimarle. -Louis me duele.- mencionó cuando sus
gemidos dejaron de ser de placer para convertirse a dolor. Louis seguía
haciéndolo esta vez un poco las fuerte. -¡Louis para me duele!- gritó
aventándolo lejos de él.
-¿No era lo que querías? ¿No era eso lo que me pedías la otra noche?
¿Qué te lastimara? ¡QUÉ TE HICIERA SANGRAR!- gritó logrando intimidar
a Harry.
Harry se volvió a acercar a él, esta vez atrapando sus manos y entrelazando
sus dedos, volvió a besarlo.
Se besaron por unos segundos más, Harry estaba encima de las piernas de
Louis mientras lo abrazaba por la cintura con sus piernas.
-Sí, llego corriendo todo moja... Veo que tú también estas todo mojado... Le
he puesto un trabajo- mencionó riendo.
Daniel dejo salir una carcajada. -Ah ya lo veo, al parecer ese judío hace de
todo, ¿Lo quieres para que te ayude con eso?- mencionó señalando un
bulto enorme que salía de los pantalones de Harry. Él había tenido que salir
tan apresurado que no le había dado tiempo de bajar su erección. -¿Y dime,
es bueno? Porqué a veces yo también tengo ese serio problema... Pero no
me gustaría utilizar a ese judío... ¿Qué tal tu madre? ¿Está mejor no?-
preguntó Daniel rompiendo el último pedazo de cordura que le quedaba a
Harry.
-¡Maldito bastardo! ¡Mi padre se va a enterar de lo que has dicho! ¡Te vas a
morir imbécil!- gritó furioso intentando zafarse del agarre de Louis.
-¡Vamos! ¡Hazlo! ¡Díselo! ¡Qué si tú haces eso yo le diré lo que tienes con
este!- gritó poniéndose de pie y señalando a Louis.
Harry se fue a dormir muy temprano para evitar encontrarse con Louis, o en
el peor de los casos, con Daniel.
-Harry... Creo que desde ayer se quedó con ganas de más.- menciono
Daniel en modo burlesco y mirando a Harry con una sonrisa.
A Harry se le enrojecieron las mejillas y sólo indico con el dedo que no.
Narra Daniel.
Descubrir que mis sospechas eran ciertas había sido lo más fácil del
mundo, ellos mismo lo habían demostrado con su silencio, no pensaba que
las cosas serían tan fáciles.
Había pasado el día anterior pensando en cómo lograr que Louis me
temiera, ya que si lograba eso con él, automáticamente haría que Harry lo
hiciera también.
Fin de la narración.
-Claro, no hay problema.- habló August con la boca aún llena de comida.
-Muy bien.- sonrió Daniel. Su sonrisa solo era presente cuando hacía algo
malo, lo que restaba del tiempo era callado y se la pasaba observando todo.
-¿Para qué lo quieres?- preguntó Harry sin notar que había hecho que su
padre lo mirara raro.
-Para lo que lo quiera hijo, ese judío lo pueden usar para lo que quiera.-
habló el padre de Harry mientras comía de una manera muy desagradable.
-Sólo quiero mostrarle algo Harry... No te pongas celoso.- al oír a Daniel
mencionar eso a Sofía casi se le caían los platos que llevaba en las manos.
-Si Harry, si Daniel dice que no se tardará mucho puedes tomar la clase
cuando regresen.- habló su madre intentando hacer que su hijo se quedara
callado de una vez.
Daniel delineó sus labios con su lengua y sonrió demasiado satisfecho con
lo que había logrado.
Narra Louis.
Salí de la casa junto con Daniel y me indicó que subiera al auto junto con él,
me pareció normal ya que para llegar al campo caminado tenías que ir por
el bosque, que obviamente tenía un camino difícil e incómodo. Lo miró
fulminándolo con la mirada y se fue del lugar fríamente…
Comenzó a reír.
-No te preocupes... Yo no soy marica como Harry.- dijo haciendo que me
hirviera la sangre, que ofendiera a Harry me había molestado mucho.
Me quede en silencio lo que restó del camino, sólo quería que eso terminara
de una vez, y que fuera lo que fuera a pasar, pasara de una vez.
Daniel miró a los judíos y luego me miró a mí, de arriba para abajo.
Me mantuve en silencio.
-¿Sabes que tienes en común tú con estos hombres Louis? Aparte de que
son judíos -me preguntó después de unos segundos. Lo miré negando. -
¿No sabes?- fingió asombro. –A ver Louis, seré bueno contigo y te dejare
escoger, ¿cuál te gusta?- fumaba constantemente su cigarro. Esto tenía
que ser una puta broma. Yo seguía sin hablar. -¿Ninguno?- habló
acercándose de nuevo a mí por atrás y colocando su mano en mi barbilla,
después comenzó a caminar empujando mi cuerpo con el suyo. -¡Míralos
bien! ¿Estás seguro que no te gusta ninguno?- me acercaba demasiado a
los hombres.
-Digamos que... Quiero enseñarte que les pasa a los maricones en estos
lugares.-sonrió y disparó rápidamente a los tres hombres.
Si, Harry si me interesaba, lo suficiente para no querer verlo sufrir por culpa
de ese idiota.
Harry observó desde su ventana como Louis salía corriendo del auto de
Daniel.
-¡Te lo advierto, si le hiciste algo te mato!- dijo Harry mirándolo a los ojos y
amenazándolo.
Se dirigió al garaje para comprobar que Louis estuviera bien, lo había visto
bajarse del coche muy alterado y le aterraba la idea de que Daniel le
hubiera hecho algo a él o a su familia.
Tocó la puerta y nadie respondió.
Continuó tocando por unos minutos, pero nadie contestaba. Sabía que él se
encontraba adentro porque lo había visto entrar.
-¿Louis que tienes?- Harry se había alterado más cuando notó que él
lloraba, gracias a que sus ojos estaban muy rojos y cristalizados.
Harry casi tenía la edad de su hermana Lottie, mirando sus ojos recordaba a
sus hermanas. Recordaba que antes de la guerra siempre estaban como
Harry, sonrientes e inquietas.
Tal vez era por eso que Louis sentía cariño por él. Pensó que lo que sentía
por Harry era solo cariño, como el cariño que sentía por su familia.
Esta vez, Harry no podría hacer nada para protegerlo, esta vez Louis era el
que tenía que protegerlo de Daniel.
Si Daniel le había mostrado eso era porque seguro era una forma de
advertirle que se alejara de Harry, si no quería que terminara de igual
manera que a los otros hombres.
No había mencionado una sola palabra en todo ese tiempo, pero era hora
de que comenzara a arreglar el lío en el que estaba metido.
-Harry...- habló bajo mirando a otro lado. Harry lo miró atento y un poco
confundido. -Tenemos que olvidarnos de lo que pasó.- mencionó después
de unos segundos.
-¡Tenemos que terminar con esta mierda! ¡Con este jueguito que tenemos!-
gritó explotando por completo.
Louis caminó por la habitación intentado no cruzarse con los ojos de Harry,
lo único que quería era borrar esa mirada de su mente, aceptar de una vez
que él no sentía amor por Harry.
Narra Louis.
Fin de la narración.
Harry salió del garaje después de unos minutos, se había tomado tiempo
para calmarse.
-hola mi niño, ¿cómo estás?- preguntó sofí sin haber notado sus ojos
llorosos.
Ella se quedó ahí hasta que Harry decidió mirarla. Ya no lloraba, pero sus
ojos estaban muy rojos.
-hola.
-Ya no quiero "estar enamorado" -mencionó haciendo que Sofí dejara salir
una leve risita.
-Ok, ¡no está bien!- Harry la miro molestó y luego se dio la vuelta muy
enojado. -Verás amor, digo que está bien porque simplemente lo está. Yo
no te puedo decir que sentir, ni siquiera tú mismo lo puedes decidir. Uno no
es culpable de los sentimientos, pero si puede decidir qué hacer con ellos.
Harry la miro, ¿por qué demonios sofí siempre tenía razón en todo lo que le
decía?
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Harry se mantenía ocupado en libros, había decidido leer todos los libros
que se encontraran en su casa. Los libros lo ayudaban, eran como una
clase de amnesia para él, pero en cuanto dejaba de leer alguno, le venían a
la mente imágenes de la noche en el jardín con Louis. Así que por eso, no
dejaba de leer ni por un segundo. Por otro lado, Louis estaba sobreviviendo.
Tenía que aceptar que las cosas sin Harry no eran fáciles, sin las lecciones
de mecánica tenía toda la mañana libre, así que los soldados lo obligaban a
ir al campo a trabajar, para después en la tarde servir en la casa. No tenía ni
un solo momento libre, apenas dormía. Había días que pasaba sin comer
nada, había perdido mucho peso. En una ocasión se encontró con Harry en
la cocina, y él solo lo ignoró y se fue.
Eso era lo que él quería, que Harry se alejara de él, pero en una forma le
dolía que lo ignorara de esa manera.
-¿Y dime hijo, como van tus lecciones de mecánica?- preguntó August
intentando hacer hablar a Harry. En todo ese tiempo él no había dicho ni
una sola palabra y apenas había probado la comida.
-Qué raro he, yo juraba que te encantaba "la mecánica"- dijo Daniel
refiriéndose obviamente a Louis.
-No, es muy aburrida, eso es todo. ¿Me puedo retirar padre?- habló
poniéndose de pie de la mesa y prácticamente huyendo del lugar.
Se miraron a los ojos por unos segundos. Louis seguía teniendo a Harry
entre sus brazos.
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Narra Harry.
Él dejó salir un suspiro. -No lo sé... Es sólo que me frustra demasiado esta
situación... Y también me frustra tener que esforzarme tanto para que él con
solo una mirada me vuelva a tener a sus pies....-Harry volvió a bajar la
mirada.
-A veces, uno cree que todo lo ha olvidado, que el óxido y el polvo del
tiempo ha destruido ya completamente lo que, a su voracidad, un día
confiamos. Pero basta un sonido, un olor, un tacto repentino e inesperado,
para que, de repente, el aluvión del tiempo caiga sin compasión sobre
nosotros y la memoria se ilumine con el brillo y la rabia de un relámpago, y
recuerdes exactamente el porqué de las cosas.
Harry sonrió al escuchar esas palabras, ella tenía tanta puta razón en cada
frase que decía.
-Ahora ve y discúlpate con Louis por lo que pasó. - ordenó sofí de manera
amable y sonriente.
Harry lo dudó por unos segundos, definitivamente eso iba en contra de
todos sus principios, mira que pedirle perdón a un judío por tratarlo mal.
Tenía que aceptarlo, para él, Louis no era solo un judío, de hecho eso era lo
que menos era para él.
Sofí le dedicó una sonrisa y salió de la habitación para darle espacio, que
pensara las cosas, ella sabía que no sería fácil para Harry hacer eso.
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Louis rodó los ojos, llevaba toda la mañana y la tarde sin parar, estaba
demasiado cansado, y regar el jardín era su último deber.
Entró dudoso, por alguna razón temía encontrarse con él, aun sabiendo que
Harry se encontraba en casa de su abuelo.
Al notar que nadie se encontraba ahí dentro, cerró la puerta quedando sólo
en esa habitación.
Louis caminó por la habitación tocando todo con las yemas de sus dedos.
Sentía como sí Harry estuviera ahí con él. Aunque intentara no hacer lo que
Daniel le había propuesto, no pudo evitar tomar una camisa y llevársela a la
cara para aspirar todo su olor.
Narra Louis.
Me sentía como un enfermo haciendo eso, pero se sentía tan bien poder
sentirlo tan cerca.
Cada cosa en ese lugar me recordaba al pequeño travieso que yo había
conocido, al que me había echado una jarra de agua en los pantalones o al
que se había metido a mi baño mientras yo me duchaba.
Fin de la narración.
-¿Louis que haces aquí?- preguntó la voz de Harry, haciendo que Louis
saltara de la silla y se volteará a mirarlo.
Después intentó salir lo más rápido posible, no quería que Harry se diera
cuenta que llevaba eso en sus manos.
-Louis necesito hablar contigo.- susurró Harry mirándolo algo confundió por
su actitud.
Al estar ahí dentro desdobló el papel que gracias a sus nervios había
quedado hecho bola. Al desdoblarlo se llevó una enorme sorpresa al notar
que estaba completamente vacío, comenzó a revisar el papel
desesperadamente, creyendo que solo era un error y que aquel texto
aparecería en el papel en cualquier momento. Pero no, no apareció.
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Escuchó los ronquidos por parte del pequeño, no pudo evitar acercarse para
poder observarlo mejor. Se veía tan adorable con la boca entreabierta y los
ojos completamente cerrados, acarició su cabello con una sonrisa y
después movió la cabeza en señal de que debía de concentrarse en
recuperar la hoja rápido para poder salir de ahí.
Tomó la hoja y sin darse cuenta de que seguía aun sujeta en la maquina la
levantó, provocando que la maquina cayera de nuevo sobre la mesa,
haciendo un ruido bastante fuerte.
Tragó saliva y rogó porque no hubiera despertado a Harry, pero sus rezos
no sirvieron para nada.
La luz se encendió.
-So... Solo eh venido por algo que olvide cuando arreglaba la tubería-
balbuceó Louis intentado esconder el papel. Harry notó eso y se puso de pie
para acercarse.
-¡No, no es nada!- habló Louis mientras sentía que sus rodillas temblaban al
no poder alejar a Harry de él y evitar que leyera el papel.
-Solo déjame verlo, para comprobar que no es nada.
-No, tengo que irme.- mencionó intentando salir como fuera posible.
Louis temblaba de miedo por el simple hecho de pensar que Harry leyera
eso, en especial la parte de “siendo sincero, hoy casi me masturbo
pensando en ti” no habría forma de que él le entregara ese papel, preferiría
hacer cualquier otra cosa, estaba deseando hacerlo.
Soltó su brazo para tomar su cintura y así acercarlo más a él. Louis perdió
en control apenas Harry tocó su piel, era algo que no podía evitar, había
extrañado tanto esas benditas manos que no pudo evitar ponerse duro solo
en segundos.
Louis se retorció al sentir el frio sobre su piel desnuda, esa noche hacia
demasiado, pero eso no le importaba.
Louis era más chico físicamente que Harry, eso hacía que el sweater le
quedara grande y sus mangas cubrieran por completo sus manos.
Louis colocó sus manos alrededor del cuello de Harry y se dejó ser
controlado por él. Al sentir eso Harry lo comenzó a guiar por el cuarto,
intentando llegar hasta la cama, pero en vez de eso chocó contra el
pequeño escritorio en donde se encontraba su máquina de escribir.
Estaba tan necesitado de él que quería hacerlo suyo ahí, en aquella mesa,
sin importarle nada.
Se separó de los labios de Louis y con su mano tiro todas las cosas que se
encontraban en el escritorio, incluyendo la máquina de escribir, que hizo un
gran ruido al estrellarse contra el piso.
Louis entró en pánico, había estado tantos días evitando que Daniel lo viera
cerca de Harry, y la única noche en la que podían estar juntos los
descubriría.
-Pues como ves todo está bien, estaba escribiendo y sin querer tiré mi
máquina, ¡ahora lárgate!- Daniel no dejó de observar raro a Harry, pero
estaba más dormido que despierto, así que solo salió de la habitación y
cerró la puerta.
Harry suspiró al ver que se lo había tragado todo, después se asomó por la
ventana para ver si Louis se encontraba bien, pero él ya no estaba ahí.
Notó que una hoja no le era familiar y recordó que era la misma que
Louis intentaba esconderle, luego la abrió para leer su contenido.
Al día siguiente, Harry despertó casi a las 2 de la tarde, había pasado gran
parte de la noche intentando entender aquel texto que se encontraba en la
hoja. Por esa razón no había podido dormir bien. No entendía nada.
¿Por qué los cambios de actitud tan drásticos de Louis? Primero le había
dicho que no quería nada con él y que todo era un juego. Pero en la hoja
decía claramente que lo amaba, aunque también que lo odiaba.
Decidió que la mejor forma de salir de esa duda seria hablarlo con Louis.
-Buenos días...- susurró Harry para hacerles saber que se encontraba ahí.
Harry siguió observando a Louis, pero no sabía qué decir. Por otro lado
Louis se veía bastante nervioso, suponía que Harry ya había leído la carta,
él no podía permitir que Harry se diera cuenta de lo que pasaba, bueno, al
menos lo único que quedaba era negarlo.
-se supone que no debías haber leído eso.- comenzó a cortar de nuevo.
-¿Por qué? He amado cada palabra de esa hoja.- Louis lo miró sorprendido,
pero después recordó la situación en la que se encontraban, sobre todo lo
que tenía que ver con Daniel.
-ni yo, eso es porque me gusta tanto, porque no hay razones para amarla y
aun así la amo.
-Harry ese papel era solo mierda, no lo tomes como algo importante.
Louis seguía sin mirarlo.
Harry no decía una palabra. De hecho no lo hacía porque sabía que si abría
la boca diría cosas que no debía decir. Su enojo subía cada vez más. Pero
su esfuerzo por mantenerse callado no duró mucho.
-Porque yo no quiero tenerte cerca.- habló Louis sin dejar de mirar al suelo.
-“Nunca” vas a amarme, así que… ¿de qué sirve? ¿Cuál es el punto en
jugar un juego que vas a perder? ¿Cuál es el punto en decir que me quieres
lejos? -Harry lo miraba con fuego en la mirada, él solo quería una
explicación de parte de Louis. Él no decía nada, se sentía demasiado
presionado, Daniel, Harry, su familia, todo. - Estás demasiado orgulloso en
decir que cometiste un error, Eres un cobarde. – mencionó mirándolo con
decepción y enojo a la vez. – ¡No quiero volver a escuchar tu mierda! ¿De
acuerdo? Hablare con mi padre para que te regrese al campo, y le pagare a
algún soldado para que se encargue de que no les pase nada ni a ti ni a tu
familia.- dejó salir un gran suspiró y comenzó a caminar hacia la puerta.
-¡No Louis! ¡BASTA QUIERES! ¡Estoy cansado de esto! ¡En serio que no
entiendo ni una mierda de tu actitud! Simplemente ya no quiero seguir
ilusionándome con cada cosa que haces... Porque si, si me ilusiona saber
qué me quieres. ¿Pero de qué sirve? Si de todos modos me vas a negar
todo.-habló mirándolo con los ojos muy abiertos y un poco cristalizados.
-Solo te pido una cosa...-susurró y Louis lo miró. –dime por favor que lo que
decía esa carta era verdad… entenderé si no me quieres cerca, lo hare
perfectamente, pero no me quites esa idea, la idea de pensar que alguien
siente eso por mi.- dijo suplicándole con la mirada. Louis lo miró sin saber
que decir. -Hazlo, te lo ruego, solo dilo…- rogó.
Louis abrió la boca, pero sus palabras no podían salir. Intentaba encontrar
la manera perfecta para decirlo.
-¡Claro! ¿Cómo olvidarlo? ¡Me da gusto que estén aquí!- habló fingiendo
entusiasmo. – ¿Quieren conocer la casa? ¡Vamos, los llevare a recorrerla!-
indicó con señas que salieran de la cocina y todos lo hicieron, después se
acercó a Louis que fingía estar muy concentrado en su trabajo. -No pienses
que esto se queda así, tienes que responderme.- Louis no lo miró, solo
asintió con la mirada y Harry salió de la cocina para seguir a sus primos.
Louis seguía volteando hacia el gran libero que se encontraba en aquella
oficina, no sabía qué hacer. Tenía que darle a Harry una explicación sobre
lo ocurrido con Daniel, sin embargo sabía perfectamente que no podría
seguir un solo segundo más con ese niño sin hacerle saber lo que sentía
por él.
-¿Mi padre? ¿Qué te ha hecho Daniel, Louis?- Louis bajó la mirada y Harry
no lo presionó para que hablara.
Louis lo miró sin ánimos e intento darle una sonrisa. -Yo lo sé, solo que no
quería exponerte a nada, no soportaría saber que por mi culpa te hicieran
daño.- confesó.
-Puedo olvidar lo ocurrido, pero no que siento. Dímelas, dime tus razones.-
Harry se acercó y lo tomó de hombros. –quiero escucharlas, necesito
escucharlas.
-Sí, sí que lo se.- colocó sus manos en las mejillas de Louis y lo acercó a él
haciendo que sus labios se rozaran. – pero quiero escucharlo salir de tus
labios, dímelo por favor.
Louis temblaba al tener tan cerca a Harry. Lo miró a los ojos y no pudo
controlar su impulso de besarlo. Comenzó como un beso muy lento, dejo de
importarle lo que podía pasar si alguien entraba a esa habitación, ya no era
fuerte ante Harry.
Las cosas comenzaron a hacerse más fuertes cada vez, había dejado de
ser un beso lento a ser un beso necesitado y lleno de pasión.
Se separó para volver a subir a sus labios, y pasar sus manos suavemente
por el cuerpo de Louis, él comenzó por quitarle el saco a Harry, para
después comenzar a desabrochar su corbata y finalmente deshacerse de su
camisa.
Harry cayó hacia atrás al llegar a él, Louis enredó sus piernas alrededor de
su cadera mientras estaba sobre el menor.
Fue Louis quien se lo pidió con sus movimientos y sus manos. Comenzó a
frotarse contra Harry y a tocar tímidamente su miembro intentado sacarlo
del bóxer de Harry.
Harry entrecerró sus ojos al sentir las calientes manos de Louis sobre él,
comenzó a moverse de adelante hacia atrás, sin soltar por un momento los
labios de Louis.
-Hazlo por favor, quiero sentirte…- susurró Louis con la voz muy ronca de
excitación.
Le parecía gracioso como no sabía qué hacer, él había tenido antes cientos
de experiencias sexuales con personas, pero definitivamente esta no era ni
poquito parecida a las demás.
Cerró los ojos y su boca se mantenía abierta mientras dejaba salir leves
gemidos cada vez que Harry se movía. Sin dejar de moverse busco los
dedos de Louis, después los entrelazo con los suyos y apretó su mano
contra del mayor.
Louis encajó sus labios en el cuello de Harry y con la mano que no estaba
atrapada por él, masturbaba su miembro para elevar el placer.
Harry pasó su mano temblorosa por la mejilla de Louis mientras salía de él.
No se preocupó por tomar un baño, sentía que si lo hacía quitaría los restos
de Louis de su piel.
-¿Puedes hacerlo con más cuidado?- habló Daniel mirando enojado a Sofía
que se encontraba limpiando la sangre seca de su labio.
Harry rio bajo al ver que él sostenía una bolsa de hielo sobre su cabeza,
seguro era el efecto de la noche anterior.
-¿Puedes callarte? ¡Me siento horrible para aguantar tus gritos!- habló
molesto y mirándolo con fuego.
Sofía bajó la mirada intentando que su risa no fuera notoria, luego miró a
Harry y ambos comenzaron a carcajearse.
-Creo que lo hemos hecho enojar mucho- dijo Sofí después de poder
controlar su risa.
-Oye sofí…. ¿Has visto a Louis?- preguntó con una sonrisa tímida, Sofía
sonrió al escuchar eso.
-Está dormido amor, de hecho hace unas horas que se fue a acostar, tu
padre le ordenó que limpiara todo y se quedó toda la madrugada limpiando,
hace rato tus papás salieron a llevar a la ciudad a tu familia, así que le dije
que se fuera a descansar antes de que volvieran tus padre.
-Oww gracias sofí, es bueno ver que en esta casa no todos son unos
idiotas.- mencionó Harry depositando un beso en la frente de la mujer.
Después sonrió y comenzó a caminar hacia el patio trasero.
-¿A dónde vas?- preguntó Sofía antes de que Harry pusiera un pie fuera de
la casa.
-Con Louis.
-¡Harry! … ¡esta dormidito!
Leves ronquidos salían de su boca cada vez que respiraba. Harry sonrió al
ver esa tierna imagen y cerró la puerta tras él. Se acercó a Louis y poco a
poco se fue acostando cerca de él, no quería hacer ningún movimiento que
lo despertara.
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Había pasado una hora y media desde que Harry había llegado a la
habitación de Louis, y este seguía profundamente dormido, los minutos
habían sido segundos para Harry. Estaba verdaderamente embobado
viendo como Louis dormía.
Abrió los ojos como plato al notar que Harry se encontraba a su lado.
Frotó sus ojos y limpió la saliva que salía de su boca. -¿Qué haces aquí?-
preguntó mirando hacia otro lado, sus mejillas se encontraban
completamente rojas.
-No lo sé.- mencionó Harry con una sonrisa al verlo tan avergonzado.
Louis soltó una muy pequeña risa. – ¿Y al menos sabes cuánto tiempo
llevas aquí?- preguntó sonriendo y negando con la cabeza.
-Se nota que no tienes nada que hacer.- mencionó Louis poniéndose de pie
de la cama y acomodando su ropa.
-Ahora mismo haría cualquier cosa que me pidieras.- mencionó con una
sonrisa traviesa, intentado no entrar a ese tema que tanto le atormentaba.
-Harry, sabes a lo que me refiero… ¿Que pasara ahora?
-No pasara nada, nadie se tiene porque enterar de lo nuestro- Louis abrió la
boca para decir algo, pero Harry lo frenó- antes de que empieces con tus
prejuicios déjame decirte que pase lo que pase no pienso dejarte. Ahora
que te encontré no te dejare. ¿Lo entiendes?- mencionó mirándolo a los
ojos.
-Juntos no parece que estemos tan rotos…- habló Louis mirando al suelo.
Harry se acercó y lo atrajo hacia él por su cintura.
Louis era más grande que Harry, y por lo tanto más maduro, para él no era
tan fácil decir que las cosas se arreglarían pronto, sabía que sería difícil,
pero lo haría, lo intentaría, por él y por Harry.
-Deberíamos parar, alguien puede entrar, tus padres ya están por llegar.-
susurró cerrando los ojos al sentir la calidez de Harry.
-Eh no… no suelo desayunar, recuérdalo.- habló Louis con una sonrisa
-¿Antes que?
-Antes dame otro beso.- habló pegándose de nuevo a su boca y colocando
sus manos en sus mejillas. –Listo.- sonrió al separarse y caminó fuera de la
habitación.
Las cosas iban muy bien. Ya habían pasado dos semanas desde que Louis
y Harry habían comenzado una “relación”.
Era diciembre, el clima era cada vez más pesado, igual que la guerra.
Estados Unidos había declarado la guerra a Alemania después de que Italia
se la declarara a ellos. EUA era un ejército muy fuerte, y comenzaba a
complicarle mucho la batalla a Alemania.
El padre de Harry había tenido que viajar a Italia, para encargarse de unos
asuntos, Daniel, siendo su asistente, había tenido que acompañarlo.
Llevaban 10 días de viaje, y tenían planeado regresar la semana próxima.
Harry sonrió y se levantó del lugar desde donde observaba a Louis atento.
Harry se encogió de hombros. –Si…- dijo con una sonrisa traviesa.- pero no
sobre mecánica.- hizo un puchero falso.
-¡no me grites! ¡No te pasare nada hasta que me pidas perdón por gritarme!-
a Harry le gustaba jugar fingiendo que estaba molesto con Louis para que él
terminara haciendo lo que le pidiese para “contentarlo”.
-¿No quieres disculparte? Tendrás que tomarlo tu.-miró a los ojos a Louis y
esperó su respuesta ansioso.
Louis negó con la cabeza mientras sonreía. – ¡Tienes que dármelo!- habló
poniéndose serio.
-¡Di que eres un tonto y yo soy el mejor del mundo!- hablo mirándolo
divertido.
Harry siendo más grande que él, le parecía muy fácil controlarlo. Lo giró y
siguió con su brazo alrededor del cuello de Louis. -Dilo Louis…- susurró en
su oído. –hazlo ya mismo…- terminó de decir dejando un pequeño beso en
la oreja del mayor.
Narra Louis.
Cada día me volvía más loco, más enfermo, lo único que quería es que todo
terminara, para que él y yo pudieras irnos lejos, muchas veces pensé en
pedirle que me sacara de aquel lugar, que huyéramos juntos, pero después
recordaba el compromiso que tenía con mi familia, yo no podía dejarlas ahí,
solas. Cada segundo que pasaba me enamoraba más de él, no sabía si
estaba bien, que va. Obvio que no estaba bien, pero eso era lo que menos
me importaba. ¡Lo tenía! Eso era lo importante.
Giré mi cabeza hacia él, para poder verlo, el asomó su cabeza y me sonrió.
-Te amo, más que a nadie que algún día he amado.- mentí, la verdad es
que nunca había amado a nadie de la forma en la que lo amaba a él.
-Más que a nadie.- mencioné entre el beso y pude sentir sus dedos
encajarse en mi cuello. –más que a todos… -seguí hablando.
Después de unos segundos me tomó del mentón y me miro a los ojos. Con
eso me dijo todo, su respuesta era evidente.
Fin de la narración.
Louis bajó a Harry de su cuerpo. Ambos se acomodaron la ropa, después la
miraron.
-Mamá déjame explicarte…- susurró el rizado sin poder verla a los ojos.
Anne seguía con la boca abierta y los miraba de arriba hacia abajo.
-Déjame a solas con mi hijo.- dijo Anne mirando al suelo, sin siquiera
atreverse a mirarlo a los ojos.
-¡DIJE QUE ME DEJES A SOLAS CON MI HIJO!- grito haciendo que ambos
pegaran un brinquito.
Harry bajó la mirada. -No mamá, esto lleva casi un mes pasando.-la miró y
habló orgulloso.
-¡No mama!...- calló, lo dudó por unos segundos, después se dio cuenta que
tenía que decirlo. –Lo amo.- dijo mirándola a los ojos.
-¡NO VUELVAS A DECIR ESO! ¡NO LO HAGAS!- gritó la mujer aún más
fuerte.
-¿Cómo carajos vas a saber lo que me pasa? ¡Si has estado encerrada en
tu mundo desde que papá mató a ese hombre!- gritó Harry levantándose del
piso y acercándose a ella.
-No se de que hablas.-mencionó fingiendo. –He dicho mi última palabra,
Louis se va de aquí.- comenzó a caminar hacia la puerta.
-Tú no sabes nada, eso es algo que nunca vas a entender.- habló limpiando
las lágrimas que corrían por su cara. –no vuelvas a mencionar ese nombre
en esta casa.
-¿Lo amabas? ¿Lo amabas tanto como yo amo a Louis?- Harry comenzó a
llorar cuando notó lo mal que le ponía eso a su madre. –Mamá lo siento
tanto… pero yo no permitiré que me arranquen mi felicidad como te lo
hicieron a ti. Yo si voy a luchar por él.
-¡No puedo! ¡Tienes que hablarlo con alguien! ¡Quiero a mi madre devuelta!
¡Quiero a la madre que hablaba conmigo! ¡Que me apoyaba! ¡Que al menos
parecía que estaba viva!- los ojos de Harry estaban inundados de lágrimas.
Anne bajó la mirada intentado ocultar sus lágrimas. -Te amo mamá, por
favor vuelve.
Su madre lo miró y con los ojos cristalizados. -Yo no pude hacer nada para
ser feliz Harry, no me juzgues. –dijo saliendo de la habitación.
Harry sentía como si fuera a caer en cualquier instante, nunca antes había
experimentado tantos sentimientos negativos en tan poco tiempo.
Pero sobre todo, se sentía muy mal por su madre. -¿Estás bien?- preguntó
Louis acercándose a Harry. Había entrado de nuevo a la habitación cuando
vio a la madre de Harry adentrarse a la casa.
Harry lo miró con los ojos cristalizados, después rápidamente lo abrazó por
su cuello.
Harry miró a Louis por unos segundos. –Tomlinson…- susurró sin dejar de
mirarlo.
-Ah, eso. No pasa nada Harry, se perfectamente que ese fue problema
entre tu padre y mi abuelo, nosotros no tenemos la culpa…- intentó
acercarse a sus labios, pero el menor se lo negó mirando hacia otro lado.
-No Lou, yo tuve la culpa de todo… por mi culpa mataron a tu abuelo y con
eso maté a mi madre también…- volvió a esconder su cabeza en sus
piernas.
Louis se confundió al escuchar eso, no entendía que tenía que ver Harry en
todo eso.
FLASHBACK
-Tenemos que hacer que Tomlinson acepte, él tiene muy buena reputación
en América, no sería problema para él meter la mercancía- habló un hombre
de un gran bigote, al que Harry nunca recordaba su nombre con claridad.
-Sí. Lo sé. Pero el marica teme que las fuerzas armadas lo atrapen. Me ha
amenazado con avisar a las autoridades si sigo presionándolo. ¿Qué
podemos hacer?- mencionó el padre de Harry molesto.
-Bien, sigue ahí afuera, Harry ¿podrías llamarlo?- preguntó August a Harry,
que obviamente se sentía extremamente importante cuando su papá le
encargaba algo.
-No puedo.- mencionó Anne, que se encontraba muy cerca del hombre al
cual su padre buscaba.
-¿Por qué no? ¡Hazlo por mí! ¡Hazlo por ti!- rogó el hombre tomándola de
los brazos.
-¡No puedo! ¡No puedo dejar a Harry!- a Anne se le comenzaban a
cristalizar los ojos.
-¡Llévatelo con nosotros! ¡Te juro que hare que tenga una mejor vida de lo
que ya la tiene! ¡Y mi nieto Louis será como su hermano mayor! ¡Y Lottie y
las demás chicas como sus hermanitas! ¡Solo tienes que darme una
oportunidad para hacerlos felices!
-¡Claro que sí! ¡Nada me haría más feliz que hacerte feliz! ¡Y yo sé que
Harry es tu felicidad!- el hombre abrazó fuertemente a Anne.
Anne comenzó a brincar y a sonreír como loca. Creía que su infierno por fin
terminaría.
William la cargó y comenzó a girar con ella en sus brazos mientras reía al
ver la actitud de Anne.
-¡Papá! ¡Ese hombre nos quiere llevar a mí y a mama con él! ¡Ese hombre!
¡Tomlinson!
El padre de Harry sus colegas intercambiaron miradas.
No era necesario que alguien se lo dijera, ella sabía que él había sido
asesinado por su esposo, dos días antes de que escaparan juntos.
Ella no derramó una sola lágrima por él. Aunque su alma estuviera
inundada.
Él fue su secreto, él fue como un sueño para ella, Pero como todo sueño,
cuando despiertas a la realidad, por más grande que era, más fuerte es la
caída.”
-Eso fue lo que paso Louis… ahora veras que yo tuve la culpa de todo…-
mencionó Harry sin poder mirarlo a los ojos.
Harry jadeaba por su llanto y tomó a Louis de las mejillas. – ¿No me vas a
dejar verdad?- suplicó Harry.
-¡Claro que no! ¡Eso es lo más estúpido que te he escuchado decir! ¡Y vaya
que dices muchas estupideces! ¡Hace menos de una hora te acabo de decir
que te amo! ¡Te amo y no te voy a dejar! ¡No vuelas a decir eso ni en
broma! -Louis hablaba desesperado. –dios Harry, me matas…- susurró
abrazándolo y besando su frente. Harry sentía su cuerpo temblar.
Daniel hablaba sobre lo bueno que había estado Italia y su padre solo reía y
afirmaba. De hecho ni él ni su madre los escuchaban, ambos estaban
perdidos en su mundo.
-Bien, ¿me pueden decir porque están tan serios?- habló August.
-Es solo que te hemos extrañado mucho. ¿Verdad Harry?- habló ella
jugando con sus cubiertos y mirando su plato de comida.
-Sí, es eso padre.- contestó cortante y un poco confundido.
Harry busco con la mirada a Louis. Cuando lo encontró notó que él también
lo observaba.
Narra Harry
No podía dejar de sentirme culpable por lo que había hecho. Cada segundo
que pasaba me atormentaba, yo había sido quien arruinó su vida.
Miraba para atrás y recordaba lo feliz que era antes de conocer a Louis.
Tenía el mundo a mis pies, vivía al máximo, de una mala manera, pero era
feliz.
Que volviera a ser un héroe frente a mis ojos, y no la mierda que era ahora.
Prefiero la guerra con él, que la paz sin Louis. Prefiero nada, pero con él.
Fin de la narración.
-¿Si?
Se alejó y miró a su madre. Ella intentó darle una sonrisa, que al instante se
rompió y después salió del comedor rápidamente.
Harry se dirigió hacia la cocina en busca de Louis, tenía que darle la noticia
de que su madre no había dicho nada a su padre.
Sofí miró a Harry, que le hizo una seña para que no hablara, Sofí le guiño el
ojo y siguió sus indicaciones.
Se acercó a Louis por detrás y colocó sus manos cubriendo los ojos de
este.
-¿Quién soy?- preguntó sonriendo.
-¿Qué? ¿Daniel?- Harry soltó a Louis. - ¿Por qué carajos Daniel tendría que
tocarte?- contestó celoso.
Sofí y Louis comenzaron a reír mientras Harry seguía con cara molesta.
Se acercó a Louis y lo besó por mucho tiempo. No era un beso común, era
más húmedo de lo normal y hacían demasiado ruido.
-¡Lo sé Lou! Es que estoy muy feliz.- dijo con una gran sonrisa marcando
excesivamente los hoyuelos de sus mejillas.
-¿En serio?- contestó Louis igual de feliz. - ¡No lo puedo creer! Creo que las
cosas están... ¡Oye! ¡Bájame ya mismo! ¡Me haces sentir como un niñito
cuando me cargas!- contó Louis moviéndose para que Harry lo bajara, que
por cierto, no lo hizo.
-¡Harry bájame! - seguía moviéndose como loco para que lo bajara. - ¡Yo
soy el mayor en esta relación! ¡Y tú eres mi bebe! Así que bájame bebé...-
contestó sonrojado y calmándose.
-Eres un exagerado, pero solo porque me gusta que me llames así te bajé,
si no.... Seguirás arriba.
-Bien, entonces nos vamos, Sofy, deja eso ahí, hoy es tu día de descanso,
deja que el judío lo haga, es más. ¿Quieres ir al pueblo con nosotros?- Sofy
lo miró indecisa. - ¡Anda vamos!- insistió August.
Sofy aceptó, pero solo para darle más privacidad a Louis y a Harry.
-¡Oh qué bien!- habló Louis.- ¡Podemos comer muchos dulces y dormir
hasta tarde!- así como a Harry le gustaba burlarse de la estatura de Louis, a
Louis le gustaba molestar a Harry por su corta edad.
-Ya verás enano.- mencionó mientras comenzaba a hacerle cosquillas por
todo el cuerpo. Eso era su punto débil.
-Yo no tengo la culpa de que tú seas un anciano...- le dio la vuelta para que
Louis lo mirara. Volvió a cargarlo.
Louis abrió las piernas para que Harry pudiera posicionarse entre ellas.
Louis se puso duro muy rápidamente y sin dejar de besar a Harry tomó sus
manos indicándole que lo tocara.
Harry comenzó a reír por eso, pero quería hacerlo sufrir un poquito.
-¿Quieres que te toque Lou?- preguntó Harry fingiendo no entender.
-Si bebé, ¡hazlo ya!- habló Louis con la voz ronca de excitación mientras él
mismo desabrochaba su pantalón.
-Si quieres que te toque antes tienes que decir que TU eres mi bebé, y yo
soy más grande y fuerte que tu...- susurró Harry mirándolo divertido.
Un carro llegó a la casa, una persona bajó apurada y entró a la casa sin
siquiera tocar la puerta, no era necesario, porque era también su casa.
Él sabía que Harry estaba ahí, así que subió a su habitación en busca de
Harry, pero no estaba en ella.
-¿Harry?- preguntó el hombre buscando al pequeño Harry por todas las
habitaciones de la planta alta de la casa. - ¿Harry? ¿Estás aquí?- seguía
llamándolo.
Escuchó ruidos en la cocina, así que supuso que Harry se encontraba allí.
Louis estaba tan caliente disfrutando las sensaciones que la boca de Harry
le daba a su miembro que nunca escuchó los gritos de aquella persona
afuera de la cocina. Y Harry... Harry estaba concentrado en los gemidos de
Louis.
-¿Qué?- preguntó Zayn con una enorme sonrisa en la boca. -en serio
preferiste a este niño que a ¡ESTE MACHO!- habló mirando a Louis y
golpeando su propio pecho al mencionar las últimas dos palabras.
Zayn seguía mirándolos divertido con una sonrisa burlona, que comenzaba
a intimidarlos, ya que ni siquiera parpadeaba.
-bebé....- habló Louis al oído de Harry. –en serio que esto ha sido horrible.
-¿Por qué? Si solo he visto como Harry te hacia una mamada, que digo una
mamada, ¡UNA GRAN MAMADA! Se nota que lo estabas disfrutando
mucho.-dijo Zayn súper natural.
-Tiene razón amor...- se separó del beso. - él ha venido hasta aquí a verte y
no creo que sea correcto que nos besemos frente a él. – dijo mientras le
dedicaba una sonrisa a Zayn.
-Tranquilo hombre, él es solo mío. M-I-O.- habló Harry mirando a Louis a los
ojos.
-Él no te haría caso, no le gustan los hombres. Ni las mujeres. Solo yo.
-¡no no! Está bien, enserio, suban ustedes, yo subo en unos minutos.
-¡Yo también!... bueno, la verdad no lo sé... han pasado tantas cosas… Que
no puedo decir que yo lo atrape a él, más bien que él me atrapo a mí.- Harry
se puso serio. -creo, no, no creo, no podría vivir sin él.
-Eso espero hermano, en serio que eso espero.- Zayn le dio una verdadera
y gran sonrisa.
-No lo sé... sentí una enorme necesidad de estar aquí, sentí que estabas
sufriendo.- habló Zayn con una actitud un poco extraña.
-Hablo enserio Harry, aunque no lo creas he tenido sueños todas las noches
anteriores en donde solo se escucha tu llanto...- en su mirada se veía que
en serio estaba preocupado.
En ese momento Louis entró a la habitación, Harry se puso de pie y se
acercó a él, abrazándolo.
-Pues ahora estate tranquilo Zayn, como puedes ver nunca había estado
tan feliz como ahora.- finalizó dándole una sonrisa a Louis.
Los padres de Harry, Sofy y Daniel llegaron a la casa después de unas dos
horas.
Los chicos cenaron con ellos, Louis tuvo oportunidad de irse a dormir
temprano, cuando Harry y Zayn se levantaron de la mesa para retirarse a su
habitación Anne los detuvo.
-¿Si mamá?- pregunto Harry parando. Anne se mantuvo mirándolo por unos
segundos. -¿Mamá?- preguntó por la extraña actitud.
-Nada, solo quería decirte que te amo, y que estoy muy orgullosa de ti. Todo
va a estar bien amor.- los ojos de Anne se cristalizaron y salió rápidamente
de la cocina.
Narra Harry.
Todo era una mentira, una maldita mentira. Mi cabeza daba vueltas y sentía
como si me hubiera drogado mucho. No quería escuchar a nadie, sabía que
si hablaban me dirían lo que no quería escuchar, ¿por qué jugaban de esa
manera conmigo? ¡No podían llegar y decirme eso simplemente!
Lloré por horas y horas y horas. Zayn nunca mencionó una palabra, solo
acariciaba mi cabello y me regalo su hombro para poder llorar sobre él.
Después de que sentí que en mi cuerpo no quedaba una sola gota de agua,
me puse de pie y salí de mi habitación para dirigirme a la suya. Zayn me
gritó desde mi habitación, pero no lo escuche y continúe con mi camino.
La casa se encontraba completamente apagada. Era mañana, pero aun así
se veía obscura. Llegué hasta su habitación y me encerré en ella.
“Fue ayer cuando vi tu cara, cuando escuche tu voz. ¡No era posible, no era
justo que llegaran a decirme que habías muerto! ¡Tú me acababas de decir
que me amabas! ¡Eso no se le hace a una persona a la que se le ama! ¡No
se le abandona en medio de la guerra y la mierda de los nazis!
Sé que donde quiera que te encuentres estas mejor que aquí. Solo quiero
que sepas que esto duele, más de lo que algún día imagine.
¡No lo tenía previsto mamá, no tenía ni una puta idea de qué harías esto!
Sería muy estúpido preguntar porque lo hiciste, porque lo sé perfectamente,
sé que llevabas años muerta en vida, pero aunque intenté sonreír por ti,
porque supongo que ya estas con él, no puedo. Y esto me hace sentir que
soy un puto egoísta.
¡Debí haber estado contigo! ¡Debí apoyarte! Me gustaría decirte que todo va
a estar bien por aquí, que puedes estar tranquila, pero no sé si vaya a poder
llevarlo sin ti. Ahora mismo no sé qué prosigue después de esto… Pero te
prometo, que luchare hasta el final, lo hare por ti, por mí, y por Louis.
Mamá, lo voy a sacar de aquí, le pediré que se escape conmigo, que
desaparezcamos juntos, vas a ver que lo vamos a lograr, ¿y sabes por qué?
Porque ahora esto tiene dos personas por las cuales tenemos que luchar, y
vivir el amor que ellos no pudieron vivir. William & Anne.
Perdóname por haber hecho lo que creí mejor para mí, lastimándote.
Fuiste, eres, y siempre serás el ángel que iluminaba cada mañana.
Fin de la narración.
La puerta se abrió lentamente. Era Sofía, que por alguna razón sabía que
Harry se encontraba en la habitación de su madre.
-¿Mi niño? – susurró en voz muy baja. –Hay alguien que quiere verte. –
habló mientras abría la puerta y Louis se asomaba muy preocupado.
Louis se quedó mirando a Harry por unos segundos, no sabía que decir.
-Te juro que llevo toda la mañana intentando verte, pero me ha sido
imposible por tu padre y Daniel.- mencionó Louis como primeras palabras
que vinieron a su mente.
-Necesito alguien que me abrase.- habló Harry mirándolo, sus lágrimas
volvieron a hacerse presentes.
-Lo siento tanto amor, en serio que me estoy muriendo por todo esto. –
susurró Louis en su odio mientras abrazaba más fuerte a Harry.
-Está bien pequeño, entonces llorare contigo… -Harry miró a Louis y notó
como unas lágrimas salían también de los ojos del mayor. – tal vez así
podamos apagar más pronto el fuego que te quema por dentro, ¿Juntos lo
recuerdas? Siempre. – Louis junto sus labios con los de Harry y le dio un
beso tierno, durante él se podría apreciar el sabor salado de las lágrimas
que entraban en sus bocas.
El padre de Harry ya había arreglado todo para que esa misma tarde fuera
el funeral de su esposa.
Todo estaba arreglado de una manera hermosa, había rosas rojas por todos
lados, la flor favorita de Anne. La gente iba muy arreglada, parecía que se
vestían para festejar una fiesta.
Lo que más deseaba era estar abrazado de Louis y no tener que ver como
él servía vino a los invitados.
Harry y Sofy caminaron hacia donde estaba toda la gente, el padre de Harry
se puso de pie en una zona más alta y golpeó levemente la copa con el
cubierto, haciendo que todos los invitados le prestaran atención. -Hoy no
podemos decir que estamos reunidos por un buen motivo. – comenzó a
hablar August.
Harry no quería escuchar su voz, sentía que era como una ofensa para su
madre que su padre diera su último adiós. En fin, no podía hacer nada, así
que decidió escuchar al grado de hipocresía que su padre podía llegar.
-Como todos aquí ya saben, Anne murió por la picadura de una araña muy
peligrosa, fue una muerte muy repentina, nadie lo esperaba.
-Anne fue una mujer maravillosa, una grandiosa madre y esposa. Siempre
estuvo dedicada a cuidar de Harry y de mí. Nunca nos falló. No nos
traicionó y se perfectamente que dedicó su vida por completo a nosotros.
Todos la conocían, era una mujer buena, saben que sus últimos años fue
muy seria, pero sabemos que una sonrisa como la de ella valía la pena
esperar.
-Por Anne, por mamá, ¡por mi esposa!- hablo August levantando su copa al
aire.
-Vamos Harry, tienes que hacerlo.- susurró Zayn mientras le indicaba que
fuera hacia su padre.
Harry no había tenido cabeza para escribir un discurso, o para al menos
planteárselo, aun así caminó y cuando quedó a un lado de su padre toda la
gente estuvo en silencio, esperando que comenzara a hablar.
Observó todo el lugar, caras que nunca había visto en la vida lloraban por
su madre, no tenía idea de que decir. Pronto observó a Louis, que se
encontraba en una esquina del jardín, sonriéndole.
Harry se alejó de su padre y fue hacia Louis, que estaba detrás de toda esa
gente.
-¿Qué haces aquí? Debes de estar adelante con tu padre y darle un último
adiós- susurró Louis mirando si alguien los observaba.
Louis se tensó demasiado. Pero a cabo de unos segundos notó que nadie
les prestaba atención, todos se encontraba concentrados en como bajan el
ataúd por aquel agujero en la tierra.
Louis no tuvo palabras para decir después de aquel verso, era tan real el
dolor de su pequeño que le dolía.
La noche llegó después del día más largo que Harry había vivido nunca.
El funeral terminó. Los invitados se quedaron unas horas más
acompañando a su padre.
-Gracias Zayn, pero antes debo ver a Louis. – intentó darle una sonrisa pero
fue imposible, sus lágrimas no habían parado de salir desde la mañana.
Ese lugar era demasiado significativo para él, era como el lugar en donde
Louis y él podían estar juntos sin temer a que alguien los viera.
Tocó la puerta de la habitación de Louis y este al instante abrió recibiéndolo
con un abrazo. -Amor estaba a punto de ir a buscarte. –habló depositando
un corto beso sobre los labios de Harry.
Louis lo miró con ternura y tristeza a la vez. -Oh bebe no sabes cómo…-
Harry lo interrumpió.
-Escapa conmigo.
-¿Qué?
-Escapa conmigo.
-Te amo Harry.- habló Louis entregándose a sus labios, Harry lo tomó entre
sus brazos, abrazándolo como si alguien quisiera quitárselo.
-Se muy bien lo que quiero en la vida, y eso está parado justo enfrente de
mí. –Dijo Harry al terminar el beso.- si no es lo mismo para ti solo dímelo.
Lo único que quedaba para ambos era esperar la oportunidad perfecta para
irse de aquel infierno que ambos vivían.
Ya era hora de que pudieran ser felices, Harry levantó a Louis con sus
brazos y lo miró con una sonrisa. Esta vez no fue una sonrisa rota como
todas las que había dado durante el día, esta vez sí era verdadera.
-Muy bien, entonces solo queda decir que me puedes buscar para lo que
necesites, suerte, veras que todo saldrá bien. –Zayn se acercó a abrazar a
Harry y susurró en su oído.- ya tengo todo listo para que se vayan, será el
martes, a las 2 am en el lago.
Zayn había sido el encargado de ayudar con todos los planes para escapar.
Harry quería salir de ahí lo más rápido que le fuera posible, ya no
aguantaba la presencia de su padre, ni la de Daniel siempre vigilándolo.
Ese día era miércoles. Solo 6 días más y todo ese infierno se terminaría.
-No padre, vayan ustedes, tengo asuntos que arreglar.- mencionó cortante y
dándose media vuelta.
Miró que Daniel se encontraba del otro lado del jardín, mientras lavaba su
auto. Se acercó.
-¡Daniel! ¡Hey Daniel!- gritó mientras caminaba hacia él. –Necesito que me
lleves al campo.- habló exigiendo.
-¿En serio? Qué triste, no soy tu niñera como para llevarte a donde
quieras.- mencionó Daniel sin mirarlo, aun lavando aquel coche. –además,
¿tú que tienes que hacer en el campo? Eres inútil recuérdalo.- habló esta
vez mirándolo con una gran sonrisa en la cara.
Harry no tenía ganas ni ánimos de pelear con nadie, así que se dio media
vuelta y se dirigió hacia Chris, que era el chofer que antes servía para su
madre.
Chris lo miró algo extrañado, pero después solo asintió. -Claro joven,
cuando usted quiera nos vamos.
-Okey, espera aquí iré por Louis.- habló Harry caminando hacia el garaje.
-Hola Harry…- habló aun un poco dormido, pero con una gran sonrisa al ver
a rizado.
-Lou, venia por ti para ir al campo, pero si estás muy cansado mejor
descansa, iremos después.-Habló mientras acariciaba el cabello del mayor.
-No amor, tenemos que aprovechar ahora que no está tu padre… espera.-
hizo una pausa dramática.- ¿no está cierto?- preguntó con gran curiosidad.
-No, pero está el odioso de Daniel, así que mejor salgamos de aquí.-
comentó Harry mirando como Louis se colocaba la camisa.
-Sí, vayámonos ya pequeño.- Mencionó y comenzó a caminar hacia la
puerta.
-No me has dado un beso.- habló con una sonrisa entre sus labios.
-¿Es muy necesario que lo haga?- Harry frunció el ceño molesto. -¡Ay amor
solo bromeo!- habló Louis mientras se acercaba y lo inclinaba entre sus
brazos para besarlo. Harry colocó sus palmas en las mejillas de Louis.
-Olvida lo que dije, te odio.- comentó Louis haciendo que Harry dejara salir
una carcajada.
Louis notó que Harry se veía inquieto, movía mucho sus manos y sudaba.
Harry dejó salir un gran suspiro. -Lo que pasa es que estoy nervioso…-
confesó al fin.
Harry aún seguía serio. –No me refiero a eso… me refiero a que… soy
hombre.- habló con la miraba en el suelo.
Louis se acercó a él y lo tomó de la barbilla para que lo mirara. -Bien…
veras, no me importa lo que digan, estoy enamorado de ti.- comentó y luego
depositó un beso para calmar sus nervios. –además, eres adorable, ¿quién
no te va a querer? Solo un idiota.
Harry bajó la mirada un poco triste, no podía evitar recordar a Anne al ver a
Louis tan feliz con su madre. Louis rápidamente notó eso y fue más
discreto.
-Claro que lo recuerdo Louis, ¿cómo esta joven?- preguntó Jay dirigiéndose
a Harry.
-Lo que dijo.- mencionó mientras pasaba su mano por la cintura de Harry,
abrazándolo.
Jay se recargó en la pared, aun no podía asimilar esa noticia. -¿Y qué dicen
tus padres de esto Harry?- preguntó después de unos largos segundos.
-Ella estará feliz, murió hace unos días.-comentó Harry con la mirada en el
suelo.
-Oh, discúlpame Harry, en serio que lo siento.- habló Jay intentando reparar
lo dicho.
-No se preocupe, por ella es por quien lo vamos a lograr.- habló Harry
dándole una sonrisa.
-Claro amor.- dijo despidiéndose con un corto beso en los labios y entrando
al garaje.
Narra Daniel.
-Madre… -comenzó a hablar enfrente la tumba. –ya está todo listo, Louis y
yo nos iremos el martes. –tuve que cubrir mi boca para que no saliera un
gritito de asombro. – hoy hablamos con su madre, ya está todo arreglado.
Pronto todo este infiero terminara también para nosotros mamá.
-He intentado duramente decirme a mí mismo que te has ido, pero aun así
todavía estás conmigo… Todo el dolor sigue siendo real. - susurró Harry
mientras una lágrima salía de su ojo.
-Eso sería bonito amor, pero en serio ¿no sabes cuál es nuestro destino?
Harry se volteó a mirarlo. -Lo se… es solo que esto cada vez me cansa
más, te juro que no puedo esperar al momento en el que tú y yo estemos en
algún otro lugar, donde ya nadie nos pueda herir, donde mi padre no exista
y donde tu familia este bien.- Harry dejó salir una lagrima de sus ojos, en
serio él ya no podía con tanto.
-Tú no estás bien Harry…- habló Louis mientras removía la gota de agua de
la cara de Harry. –Sigues triste por la muerte de tu madre, pero finges estar
muy bien, y lo entiendo amor, solo que sabes que conmigo puedes
mostrarte tal y como eres.
-Está bien amor… está bien.- susurró Louis abrazándolo muy fuerte.
Se miraron por unos segundos a los ojos, no era necesario decir algo más.
Sus miradas decían todo.
Harry colocó sus manos en las mejillas de Louis, pero pronto sus manos
comenzaron a descender por todo su cuerpo.
-Es por ti Lou, es todo por ti…- habló Harry durante el beso.- todo lo que
hago, lo hago por ti, no sé qué haría si no te tuviera. – no dejaba de
acariciar su piel y besarlo.
Narra Louis.
-Por… favor Lou… solo hazlo ya…- habló mediante un gemido ahogado.
Comenzó a desabrochar mi pantalón con gran desespero, haciendo que sus
torpes manos hicieran que tardara más.
Él solo sonrió y me indicó que siguiera. Seguí un poco más lento que antes.
Harry intentaba no cerrar los ojos, mordía su labio muy fuerte y entrecerraba
los ojos.
Batallaba demasiado por no cerrar los ojos durante ese acto, pero lo único
que quería era hacerle saber lo mucho que lo quería.
Fin de la narración.
------------
Ese día todo terminaría para Harry… y todo empezaría para él. Daniel no
pudo hablar esa misma noche con August.
Esperó hasta la mañana siguiente para poder contarle sobre lo que su hijo
planeaba.
Caminó hacía la oficina del general, era temprano, pero August siempre
estaba ahí desde las 7, así que seguramente ya estaría por ahí.
Respiró profundamente mientras planeaba como le daría la noticia.
-¿a Harry? ¿Estás seguro? Me parece que él no está muy interesado en ser
tu sucesor.- habló Joseph inseguro.
-Es solo un tiempo, todos en esta casa saben que Harry desea con toda su
alma continuar con mi trabajo ya que yo no esté.
De nuevo el silencio.
-No bromeo August. Ellos tienen una relación. -comentó haciendo que
pararan de reír.
Joseph salió de la oficina al notar que no era su asunto. -Te llamo después
August. -comentó cerrando la puerta.
-Por ahora solo vigílalos, no dejes que se vayan a ningún lado. –habló
August con la mirada perdida.
Salió de la oficina.
Daniel se dio cuenta de lo que había hecho, había hablado sin antes
informarse bien de lo que pasaba, podía haber estado arruinando la vida de
esas dos personas, pero a él le valió un carajo, todo con tal de conseguir un
buen puesto en el ejército.
-¡No importa Sofí!- gritó de nuevo Harry mientras abrazaba a Louis por atrás
y besaba su cuello. -¡Ese imbécil junto con mi padre pueden irse a la
mierda!
Ese día Harry estaba demasiado feliz, besaba constantemente a Louis y no
lo soltaba ni por un segundo.
-¡Sofí! ¡No te enojes! ¡Mejor ponte feliz, cada vez falta menos para que
Louis y yo nos vayamos!-dijo muy emocionado.
-Si lo sé mi niño, y estoy muy feliz por ustedes, pero es que me preocupa
que algo les pueda pasar, ya sabes... Tu padre.....- habló la mujer muy
preocupada.
August y Daniel entraron a la cocina, les hicieron una seña a los soldados,
que con ello rápidamente comenzaron a llevárselos de ahí.
Durante el camino a la camioneta Harry brincaba y se movía mucho
tratando de liberarse.
-¡Papá! ¡Diles que nos suelten!- gritaba Harry diciéndose a sí mismo que era
una equivocación.
Después se vio frente a frente con Louis. -¿Que pasa Lou?- preguntó
preocupado, lágrimas comenzaban descender por su rostro.
-No lo sé amor, pero pase lo que pase recuerda que te amo. - habló Louis
intentando calmarlo. Probablemente él ya sabía de lo que se trataba.
-¡No! ¡No va pasar nada! ¡Nada va a pasar! ¡No tengo que recordarlo
porque para eso estas tú! ¡Tú me lo dirás siempre! -Harry ya se encontraba
desesperado, comenzó a moverse de nuevo, pero le era imposible zafarse,
varios soldados lo tenían sujeto.
-No le hagas nada papá, por favor. - apenas podía hablar, el miedo se había
apoderado completamente de él.
August hizo que los hombres frenaran. Louis de quedó en el suelo, el dolor
que le habían provocado era demasiado como para poder mantenerse
estable.
-Eso lo hubieras pensado antes Harry, ¿Sabes lo que se les hace a los
traidores como tú en la guerra?- pregunto August sacando un arma de su
bolsillo. Harry se asustó aún más. -No, no, tranquilo hijo, no te matare.-
comentó entregándole el arma. -Tómala.- Harry no le hizo caso. -
¡TÓMALA!- gritó con fuego en la mirada.
Dos soldados más llegaron al lugar, Harry rápidamente notó que Jay se
encontraba con ellos.
Todo estaba tan bien, no sabía cómo era que su padre se había enterado
de su plan con Louis, sólo quedaban pocos días para irse, era imposible
que todo se hubiera arruinado.
Daniel apuntó a Harry con su arma, para asegurase que Harry no intentara
otra cosa.
-Por... Favor Harry, no la mates…- se escuchó decir a Louis con las pocas
fuerzas que le quedaban. -no la mates amor, deja que me maten a mí.
-¡NO! ¡No Louis, no! ¡Tú y yo nos vamos a ir el martes! ¡Me prometiste que
todo terminaría! ¡Tú me prometiste!- Harry estaba desesperado, la cara la
tenía llena de lágrimas y apuntaba a Jay con el arma.
-Amor por favor no la mates, ¡deja que me maten a mí! ¡No la mates amor!
¡No la mates!
-Te amo, nos vemos pronto pequeño, todo estará bien amor, tranquilo.
-Louis....
-Tranquilo amor, tranquilo, baja el arma y deja que pase lo que tenga que
pasar.
Él era pequeño, no podía lidiar con tantas emociones en tan poco tiempo.
No podía creer que mataran a Jay, en sus propios ojos. Tenía miedo de su
padre, de Daniel, del mundo entero que no fuera Louis.
Harry supo que tenía que estar con él, así como Louis lo había estado
cuando Anne murió.
August hablaba con Daniel a voz bajita sin tomarles importancia a Louis y
Harry.
-Vamos amor, levántate.- susurró Harry intentando levantarlo. Louis se soltó
de su agarre violentamente. -¿Qué pasa?- preguntó al notar que no quería
que lo tocara.
Limpió las lágrimas de sus ojos y se acercó a Louis para darle un beso en la
cabeza. Sabía que ese podía ser el último.
Aunque doliera, tenía que prepararse para lo que venía, idear algo para que
su padre le permitirá continuar con Louis.
Louis miró a Harry con los ojos llenos de lágrimas, negó con la mirada
mientras los soldados lo aventaban.
Harry solo asintió y le susurró -Te amo.- sin hablar, sólo moviendo los
labios.
El camino fue silencioso, sólo se podían escuchar los sollozos de Harry, que
se encontraba recargado contra la ventanilla.
Su padre lo siguió.
Aunque August no lo quisiera aceptar, se le rompía el corazón al de a su
hijo de esa manera.
August nunca había sido tratado de esa manera por alguien, y menos por
Harry.
No entendía nada, no se daba cuenta de que Harry prefería sobre todas las
cosas a Louis, sobre él. Su padre.
Eso término con la "compasión" que sentía August al ver a Harry tan mal.
No podía permitir que su hijo le faltara el respeto. Le dio un puñetazo en la
cara, tan fuerte que Harry cayó contra el colchón.
Elevó su mano hacia su boca cuando se dio cuenta de que le había pegado,
él nunca se había atrevido a golpearlo, Harry siempre había sido demasiado
mimado por él.
-¡Te odio! ¡Te odio!- grito Harry llorando desde el colchón. -¡Mátame!
¡Mátame de una vez! ¡Mátame como también mataste a mamá!- comenzaba
a perder la cabeza y a hablar sin pensar. -¡Mátame! ¡Como seguro matarás
a Louis! ¡Mátame! ¿Qué esperas? ¡No eres nada papá! ¡Nada más que un
puto asesino!
-¡Pues qué lástima! ¡Porque seguro para estos momentos ya está muerto!
¡Y no sabes lo feliz que me hace saber eso!
August levantó la mano para darle otro golpe, pero se arrepintió antes de
hacerlo.
Eso realmente le estaba doliendo. Escuchar a su hijo, escuchar que lo
odiaba, que le daba asco su vida, que no quería verlo nunca más. Que
pensaba irse con una persona que acababa de conocer, y no quedarse con
él, que había dedicado su vida entera a cuidarlo y hacer todo lo posible para
que nunca le faltara nada.
- Te vas de aquí... Eso es todo...- habló con un tono de voz bajo, claramente
más tranquilo.
Narra Harry.
No había otra esperanza, tenía que hacerlo, rogarle a mi padre, rogarle para
que me permitiera estar con Louis, que aunque yo mismo sabía que no era
posible, ya no podía perder nada intentándolo.
-Puedes decirle a Louis que yo soy su "dios" porque si yo decido que hoy
muera, hoy muere.- hizo una pausa dramática y luego se acercó a mi.- El
poder nos da ese privilegio hijo, deberías de darte cuenta, mientras que el
"amor" no te sirve ni para una mierda. -salió de la habitación.
Tenía que sacar a Louis por mi cuenta, tenía que irme lo más rápido
posible, antes de que mi padre decidiera enviarme a suiza.
Fin de la narración.
Luego llegó Louis. Que se podía definir como una enorme luz, una luz que
lo mantenía vivo, pero sin embargo esa luz lo hacía darse cuenta de lo
equivocado que estaba sobre su vida.
El pequeño Harry había vivido los peores días de su vida en muy poco
tiempo.
No era tan cínico como para preguntarse por qué le ocurrían esas cosas a
él. Sabía que había hecho mal en el pasado.
¿Pero Louis?
¿Qué cosa mala podría hacer él? ¡Nada! Siempre fue educado, aun cuando
lo tratarán de la mierda. Eso fue lo que pasó en esa guerra, no fue tanto las
muertes, sino, el hecho de que les hayan arrebatado la oportunidad de vivir.
Que les hayan quitado todas sus esperanzas, sólo por sus estúpidas ideas
anti judíos.
La noche fue muy lenta, Harry simplemente no podía dormir. Pasó gran
parte de ella llorando en silencio. Ya no le importaba perder toda su
dignidad llorando. Se sentía bien al hacerlo, llorar era como su único
recordatorio de que Louis existía.
A la mañana siguiente despertó con los ojos muy hinchados, haber pasado
la noche llorando había provocado que apenas los pudiera abrir.
No podía quedarse en cama, tenía que salir de esa casa e ir a ver a Louis.
Sofí se encontraba ahí dentro. Harry no había hablado con ella desde el día
anterior.
Se podía percibir las ganas de Sofí por hablar con Harry, pero obviamente
August ya se había encargado de que mantuviera su distancia.
-Perfecto.
-Lo siento, siento que mi papa te haya hecho vivir la situación de ayer, en
serio que te quiero demasiado y no quiero que tengas problemas por mi
culpa. -habló Harry sincero.
Sofí dejó la jarra sobre la barra de la cocina. -Lo sé mi niño, y yo siento más
que estés pasando por esto. -hablo mientras acariciaba el cabello de Harry,
que sólo inclinó la cabeza en busca de más.
Harry estaba muy vulnerable, así no fue necesario mucho para que
comenzara a llorar de nuevo.
-No importa Sofí. Lo necesito. Tengo la necesidad de verlo... Por favor Sofí.
-rogó Harry mirándola a los ojos.
-Harry...
-¡Por favor! ¡Por favor te juro que no me tardo mucho! ¡Sólo quiero verlo y
saber que está bien!
-Está bien mi niño, pero hazlo rápido, tu padre puede llegar en cualquier
momento.
Corrió sin parar por el bosque, tenía que llegar rápidamente al campo.
--------------
Esperaba muy ansioso a que Louis llegara, aunque tuviera que verlo así,
podría hablar con él.
El soldado llegó con Louis después de unos minutos, que cuando vio a
Harry una sonrisa enorme se formó en su rostro. Se acercó corriendo hacia
él, pero la barda les impedía tocarse, estaba llena de púas y Harry no quería
que Louis se lastimara.
-Hazlo rápido Harry, estaré en esa esquina cuidando que nadie venga.
-habló el soldado muy nervioso.
-Ten.- comentó Harry lanzando por arriba de la barda una bolsa con comida.
Louis la tomó y comenzó a comer desesperado.
-No lo sé Harry...
Final (PARTE 1)
Harry preparó todo esa misma noche para el día siguiente salir desde
temprano, antes de que su padre o Daniel se despertaran.
Narra Harry.
Y mis ojos
Y mis pies,
Tu voz tranquila,
Los clavos,
Mis ojos,
La nada,
¿Ficción? Es posible,
Fin de la narración.
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La mañana por fin llegó, después de una de las noches más largas en la
vida de Harry el sol comenzaba a salir.
Después lentamente abrió la puerta para salir hacia el patio trasero. Lo que
menos quería es que el guardia de la puerta principal lo viera.
Cuando por fin se vio afuera de la casa comenzó a correr, correr y correr.
-Lo siento hijo, pero esto me lo has pedido a gritos.- gritó August muy
enojado. –¡Acomódenlos!-ordenó señalando a las hermanas y a Louis.
Louis cerró los ojos e hizo todo lo que los soldados le ordenaban.
Tuvieron que arrodillarse, con las manos en su nuca. Mientras que Harry
veía todo desde su lugar, no podía moverse porque aún no le quitaban el
arma de la nuca.
-¿Por qué hijo? ¿Por qué debería hacer algo por ti? ¡Si tu planeabas irte y
dejarme solo!- gritó con la mirada cristalizada, si August Styles con la
mirada cristalizada. – ¡Primero tu madre y luego tú!
-¿Así que planeabas que mi hijo te iba a sacar de esta mierda de vida he?
¡Judío de mierda!- dijo golpeando la mejilla de Louis fuertemente, cayó al
suelo pero un soldado lo reincorporo rápidamente.
-No.- habló Louis. – Yo no planee nada. –miró esta vez a Harry a los ojos,
que comenzaba a llorar viendo como su padre golpeaba a Louis. –Yo no
quería enamorarme de su hijo, y sin embargo lo hice, yo no sé qué es lo que
usted entienda por amor, pero yo le puedo decir que para mí, que me hayan
reclutado ha sido lo mejor que me ha pasado…- seguía mirando a Harry y
esta vez sus lágrimas eran las que descendían. – Porque con eso lo conocí
a él, la única persona por la que no me importa morir, porque decir que morí
por amor será el mejor regalo, decir que morí por ti pequeño… - Harry
lloraba mientras escuchaba las palabras de Louis. – así que si quiere
matarme, hágalo ya mismo.- dijo esta vez retándolo. –terminemos con esta
mierda de una puta vez.
Louis se quedó callado, sabía que cualquier cosa que dijera podría ser un
error, pasara lo que pasara sabía que ese día moriría, no había forma de
que se salvaran.
-No les haga daño... Ellas no han hecho nada, mátame a mí.- rogó.
-Pero eso sería muy fácil... Terminar con tu puta vida sin hacerte sufrir...-
susurró August muy cerca del oído de Louis.
-Ya me hará sufrir demasiado al separarme de Harry, ya me hizo sufrir
demasiado al quitarme a mi madre y a mi abuelo. Por favor. Sólo máteme
de una vez.-lloraba Louis mirando al piso.
Louis abrió extremadamente los ojos y se dobló por la mitad, pareciera que
le daban golpes físicos al matar a sus hermanas frente a sus propios ojos.
Harry lanzó su cabeza muy fuerte hacia atrás, golpeando al soldado que se
encontraba sosteniéndolo, pudo tomar su arma y rápidamente se alejó
apuntando hacia ellos.
-¡te dije que pararas padre!- gritó apuntándolo con el arma, en sus ojos se
podía ver el coraje que nunca había mostrado antes.
-Louis toma a las gemelas y camina hacia mi.- ordenó Harry sin dejar de
mirar a su padre.- ¡QUE LO HAGAS TE DIGO!- gritó desesperado al ver
que Louis no se movía.
Harry pasó una de sus manos para atrás y Louis la tomó para entrelazar sus
dedos.
-Cuando les de la señal van a correr, lo más rápido que puedan sin parar.-
comentó Harry sin dejar de observar a su padre.
*/70/*
*/-¡Quiero a mi hijo con vida! ¡Los demás pueden morir!- gritó señalándolos
que los atrapáramos. /*
*/Para ese entones ellos ya nos llevaban una buena ventaja, así que si
lanzábamos tiros no los alcanzaríamos. /*
*/Todos nos separamos, unos se fueron para un lado y otros para otro, yo
corrí en busca de ellos hacia el campo de concentración. /*
*/Corrí y corrí hasta que ya los tenía demasiado cerca. Ellos intentaron
esconderse atrás de los hornos enormes, pero yo me di cuenta y los
acorralé./*
*/-por favor Daniel... Por favor...- Harry nunca me había pedido nada,
siempre me había odiado y tratado mal, aunque era un sentimiento
mutuo. /*
*/Fue ahí cuando los vi, se miraban con tanto amor que era imposible no
notarlo. /*
*/Siempre le tuve envidia a Harry Styles, sin embargo ese día me di cuenta
que él era la persona más privilegiada del mundo, y que no era justo que yo
buscara joderle la vida de todas las maneras posibles, sólo porque yo
quería ser como él. Desde por el hecho que su padre lo admirara hasta
porque él tenía a alguien como Louis, que lo amaba a pesar de todos los
obstáculos que yo les ponía. /*
*/-¡No, no están por aquí!- comenté entregándoles las llaves, para que
pudieran salir del campo sin problemas. /*
*/Les dio una pequeña sonrisa y me fui de ahí, antes de que alguien se
diera cuenta que los ayudaba. /*
*/1960/*
*/-¿Hola? ¿En qué puedo ayudarte?- escuché esa grave voz que llevaba
atormentándome desde el primer día que lo conocí. /*
*/Yo di un paso para atrás, era obvio que esas personas me odiarán
después del mal que les había hecho. No podía llegar y esperar que me
perdonara de la nada. /*
*/-Tranquilo Lou.- habló Harry colocando sus manos en las mejillas de este.
-hazlo por mí, por las niñas, tranquilo amor.- dijo tranquilizando, para
después depositar un suave beso sobre sus labios. /*
*/-Ss… Solo vengó a disculparme.- balbuce haciendo que ellos me
mirarán. /*
*/-Mejor vete de aquí Daniel, las niñas están por llegar de la escuela.- habló
Harry para después mirarme.- no vuelvas por favor, espero que tengas una
buena vida. -dijo y cerró la puerta. /*
*/Gracias a ellos puedo ahora decir que nada fue en vano, que el amor
existe, la amistad es verdadera, que la vida seguirá siendo bella si tienes a
alguien que así lo quiera./*
*/Este libro va dedicado a Louis & Harry, que espero que algún día puedan
perdonarme. /*
Daniel Mazzollini.
1990.
-¿Podemos descansar un momento? -Preguntó Daniel poniéndose de pie
lentamente, sus huesos apenas le permitían moverse, ya no era el chico
fuerte y atractivo de antes, estaba a punto de llegar a los 80 años. No había
una parte de su cara sin arrugas, el poco cabello que le quedaba estaba
completamente blanco, y se cansaba constantemente.
-No es eso.- Dejó salir una pequeña sonrisa y se le cerró la garganta por un
momento.- Me estoy muriendo, me hago viejo, y ya no puedo continuar
escribiendo. Quizás, probablemente, no quiera hacerlo, eso es todo.
-He leído ya esa novela, le puedo decir que es una de mis favoritas, y la
mejor de usted.
-Gracias, como ya muchos saben, esa es una novela muy especial para mí,
porque redacta mi experiencia en la segunda guerra mundial. –Comentó
Daniel mirando hacia el techo, sentía un terremoto dentro, en el fondo de su
alma, se sentía enfermo, todo lo lastimaba.
-Sí, creo que es lo que más me atrae de ella, que es basada en un hecho
histórico, la historia de Louis y de Harry es tan... tierna y a la vez excitante...
Me he vuelto gran fan de esa historia de amor. –La entrevistadora parecía
una verdadera fanática, se emocionaba demasiado al hablar de aquella
novela, sus ojos brillaban y hablaba como si supiera cada palabra del libro.
- Fue un gran amor... Como ya no los hay -Susurró Daniel sin bajar la
mirada. Conteniendo las lágrimas, inundándose por dentro y por fuera.
-Solo hay algo que no comprendí Señor Mazzollini, y supongo que todos los
que han leído su biografía se dieron cuenta de que hay algo que no
cuadra... -Daniel sabía a dónde se dirigía la mujer con esas palabras. -En el
capítulo 70, la escena final es en la que usted va a buscarlos a América y
les pide perdón por todo el daño que les hizo, eso se supone que se da en
1960, pero según yo tengo entendido, usted salió de la cárcel en 1975.
-Es porque el capítulo final es ficticio. -Un silencio putrefacto llenó la sala y
la dejó apestando a duda, bajó al fin la cabeza, la gravedad lo animo a
desbordar aquellas lágrimas. -Nada de lo que dice ahí ocurrió en realidad.
-Comentó esta vez ya mirándola, la entrevistadora se sorprendió
demasiado. -¿Entonces eso quiere decir que usted nunca fue a pedirles
perdón a América? ¿Porque en esos momentos usted se encontraba en la
cárcel?-Preguntó ella aún más interesada.
-No entiendo señor Mazzollini ¿Podría ser más claro? -Ella parecía
abrumada por el gesto de Daniel, se notaba en sus ojos la sensibilidad que
sentía al ver al anciano en llanto.
/Los chicos corrieron y corrieron, para cuando August nos dio la señal de
que comenzáramos a seguirlos, ellos ya nos llevaban demasía ventaja, no
podíamos disparar, no podíamos arriesgarnos a darle a Harry, él era el
mayor tesoro de August y nos lo había dejado claro. /
/Todos los soldados que nos encontrábamos ahí nos separamos, cada
quien se fue hacia su propia dirección. Buscándolos, cazándolos. /
/-Lo que debí haber hecho desde hace mucho Harry. ¡Han matado a
personas inocentes por mi culpa! -Habló mirándolo con cierto desespero en
los ojos, llorando algo parecido a sangre. -¡Ellos solo quieren matarme a mí!
¡Y por estar huyendo han matado a mis hermanas y a mi madre!
Escúchame Harry -Tomó a Harry del cuello y lo acerco a él. -¡No permitiré
que te hagan daño! ¡Ni a ellas! ¡Y si lo que quiere tu padre es matarme que
lo haga de una puta vez! Esto iba a terminar mal, iba a terminar mal porque
tú y yo no somos lo que este mundo quiere ¡Esto se acabó Harry! No
podremos seguir, todo lo que hacemos termina jodiendose. Es el precio que
terminamos pagando por nuestro ¡MALDITO AMOR! –Louis nunca se había
mostrado tan enfadado. /
/-¡Suéltame maldita sea! -Gritó Harry confundido mientras lloraba más fuerte
y empujaba a Louis. -¡Jodido seas tú! Porque nuestro amor no... Estoy
cansado de que me culpes, de que nos culpes por querernos, ¿y es que no
podemos evitarlo verdad? Pero eres tan cobarde qué prefieres que te
maten. /
/-Es la única forma de terminar con esto querido... si me matan, todo estará
mejor, tu estarás bien, y eso es lo que más me importa en la vida, y si,
quizás tengas razón, pero hoy, hoy es diferente Harry no temo gritarle al
mundo ¡QUE TE AMO INDUDABLEMENTE, ROTUNDAMENTE,
APLASTANTEMENTE... HERMOSAMENTE! Desde el primer día en que
mis ojos se posaron en ti. -Gritó Louis sin apartar la mirada de Harry. /
-Perdón por interrumpir, pero. ¿Mientras ellos se decían todo eso usted
estaba ahí?- preguntó la entrevistadora sacándolo de sus recuerdos.
-No lo sé... solo sé que escuchó esa conversación todos los días en mis
sueños... Louis tenía razón... viviría infeliz recordando cómo les arrebate su
felicidad, porque lo hice, les quite la vida. Y es que... Ellos se amaban tanto
que me es difícil soportarlo. -Daniel negaba con la cabeza mientras el llanto
se hacía más espeso.
/El horno comenzaba a llenarse cada vez mas de personas, que estaban
convencidas de que tomarían una simple ducha, lo que no sabían era que
serían intoxicados con un gas mortal. /
/Yo tuve que salir de ahí, no podía arriesgarme a que cerraran las puertas
conmigo dentro. Me quede sin saber qué hacer. /
/-¡No Harry! ¡Tú tienes que vivir! ¡Ellos solo me quieren ver muerto a mí!
¡Sal de aquí pequeño! ¡Por favor! -Hablaba Louis desesperado, sus
lágrimas apenas lo dejaban ver. - ¡Todo esto es por mi religión! /
/-Vamos a ir con mami, y con el abuelo, también con Fizzy y con Lottie
hermosa. –Habló Louis levantándola entre sus brazos. -Ponte contenta. /
/Bajó a la niña y miró a Harry, sus ojos brillaban, no había miedo en ellos. /
/-A partir de ahora todo estará bien chicas... -Suspiró Harry dándole un corto
beso en la mejilla a la más pequeña, miró a Louis y sonrió. –A partir de
ahora todo estará bien. /
-Me parece muy cruel que en realidad ellos nunca pudieron estar juntos... –
Susurró y sus lágrimas comenzaron a descender con más rapidez.
-Se equivoca... ahora están juntos, hace mucho que entendí que la guerra,
la gano su amor. - comentó Daniel mirando el piso.
-¿Y qué paso con August? ¿Qué paso cuando se enteró que Harry murió?-
Pregunto ella intentando calmar su llanto.
-Harry le dejó una carta sobre su cama antes de intentar huir, después de
leerla no fue la misma persona, de hecho nunca más volvió a hablar.
Le destrozó la vida ver como su hijo sufría gracias a él, el mismo se entregó
a la policía.
-¿Y tú leíste la carta? ¿Sabes lo que decía? -Preguntó la mujer cada vez
más interesada por saber todo lo que les había ocurrido.
-El último deseo de August fue que le grabaran cada una de esas palabras
sobre su tumba, así que no fue un secreto.
/"Papa: /
/Para cuando tú leas esto yo ya estaré lejos, así que puedo ser sincero sin
miedo. /
/Que pasaba por tu cabeza cuando le hiciste eso a Jay, o a William ¡¿A mi
madre!? ¡Jodiste su vida! ¡No está bien papá! ¿Pensabas en mí? /
/En serio que recuerdo los días en los que tú eras todo sobre mis ojos, y
sabes... esta vez no diré que te odio, ni que eres una mala persona. Porque
esta es la despedida para mi papá. No para August Styles. /
/Durante el tiempo que pasaba con él sentía que una herida crecía, pero no
me importaba, porque estaba dispuesto a dejar que él me hiriera. Me di
cuenta de las oportunidades que la vida le estaba arrebatando a un hombre
como él, es bueno, él tiene una vida por delate papá. Es por eso que no me
puedo quedar atascado aquí, a esperar cuando se te ocurra matarlo, porque
me matarías a mi si le haces algún tipo de daño a él. /
/Me di cuenta que lo amé, lo amé, lo amé, lo amé, lo amo, y lo amare por
siempre. Esto parece más una carta para mí que para ti, aunque ya no me
importa nada lo que pienses. /
/No te preocupes por mí, te aseguro que seré feliz a su lado. No pienses en
mí como la persona que te abandonó, piensa en mí como al hijo que hiciste
feliz durante toda su niñez. Fuiste el mejor padre, más no la mejor persona.
/
/Te amo." /
-Por dios, no puedo con todo esto... es demasiado triste... -Comentó la
entrevistadora entre lágrimas.
-Debió ser muy duro para él, leer los sueños de su hijo, sabiendo que él ya
estaba muerto... esta historia es realmente triste.
-No te preocupes por los que murieron, ellos están bien, preocúpate por los
que vivieron y fueron heridos, tuvieron que vivir la muerte de un ser
querido... -Susurró Daniel. -Es por eso que he decidido cambiar el final en
mi novela, para regalarles un poquito de la felicidad que en vida les
arrebate.