29/03/2017 Introducción. Hablar de México significa conocer y sentir México, es el darse cuenta de la inconmensurable riqueza cultural y natural que cobija el territorio nacional de norte a sur , de este a oeste, sabiendo diferenciar y apreciar cada una de sus regiones por sus climas, sus entornos geográficos y por la diversificación ideológica implementadas por sus habitantes, que sientan las bases de la cultura tangible e intangible y que dan ese color tan único que caracteriza a dicho país. México es un hibrido en toda la extensión de la palabra, el dicromismo histórico se ha encargado de moldear a dicha nación como un alfarero a su arcilla, es decir, procesos como el de la conquista y colonización del territorio, la globalización y el alcance mundial de los medios de comunicación han creado nuevas razas, nuevas ideologías, nuevos patrones culturales los cuales se ven reflejados en la lingüística, en la vestimenta, en la modificación corporal etc., Esto sin siquiera mencionar que antes de la conquista el territorio nacional ya estaba divido en un sin fin de pueblos con su propia religión y su propia cosmovisión cada uno. Sus 1,964 millones de Km2 convierten a México en un país complejo y heterogéneo, no es fácil comprender las magnitudes culturales del mismo por que en cada región, estado, ciudad, pueblo o municipio por muy cercanos que estos sean el entorno natural, la jurisdicción política y religiosa, los vestigios de civilizaciones antiguas, o la presencia de población denominada como indígena, determinan distintas formas de pensar, de actual, de hablar, de vestir, determinan los tipos de empleos y por ende todos los patrones culturales de consumo, migración y ocupación derivados de este, así como estatus social y económico. El profesor Guillermo Bonfil Batalla ya analizaba todo esto a estricta profundidad en el 87, pero en ese entonces la modernización, globalización y los alcances de los medios de comunicación no representaban lo que ya casi 30 años después en pleno 2017, representan, por lo que en el presente ensayo se analizara como por medio de estos factores las personas desde los indígenas, la clase pobre y la clase alta en México han modificado su forma de vida y de pensar dentro de sus entornos, abriendo paso a las nuevas tecnologías y modificando así sus patrones tradicionalistas. Desarrollo. El indio en México, la civilización negada según Bonfil Batalla es tratado de ser esquivado por el resto de los mexicanos a la hora de identificarnos con ellos o de aceptar que son los precursores de la cultura y raza mexicana. Muchas veces nos sentimos orgullosos de que dicho país cuente con un rico badaje de culturas autóctonas, pero solo queremos reconocerlas dentro de un museo o en los comerciales turísticos. Durante la época de la colonia la introducción del pensamiento e ideología occidental, obligaba a ver a laos indios como esclavos, como gente fea según los estándares sociales de belleza en la época, como gente sin educación, simplemente eran vistos como mano de obra. Posteriormente durante el México independiente dicho patrón de categorización y clasificación social seguía repitiéndose, y así hasta el pleno siglo XXI aunque ya a menor escala. La pregunta aquí es como los medios de comunicación y las nuevas tecnologías han modificado dichas conductas o como es que han aculturizado a las poblaciones indígenas actuales. Un pueblo no puede quedarse con su misma forma de pensar, o con su misma cultura por siempre de forma estática, es parte del dicromismo, con el paso del tiempo van surgiendo nuevas herramientas de trabajo, nuevos empleos, nuevas ideas las cuales no solo remplazan de forma tajante a las anteriores sino que las mejoran e innovan causando por ende nuevas formas de actuar, pensar o comprender el mundo. Un ejemplo muy claro de lo anterior puede ser la música, esta resulta ser algo sumamente cotidiano que las personas que no poseen conocimiento especializado sobre ella la suelen evadir sin saber la importancia que esta juega en la sociedad, mas que un simple distractor y una herramienta para hacer el tiempo ameno, resulta que la música forma parte de nuestro día a día, nos ha acompañado a lo largo de toda la historia, y resulta ser uno de los rituales más antiguos de la especie humana. En la actualidad no se sabe con exactitud el porque, o como fue que el hombre comenzó a crear música, pero por medio de estudios y experiencia podemos decir que la música es un potente instrumento de conocimiento, es decir los alcances de la música son tan mayúsculos que al menos en una etapa de la vida de un individuo el estilo y tipo de música que este escucha determina su forma de pensar, de comportarse y hasta de vestirse, dejando una huella permanente durante toda su vida. En la actualidad desde que nacemos estamos acostumbrados a que las melodías y armonías se impregnen en nuestra memoria para posteriormente cumplir con la función de sonorizar nuestros recuerdos, y despertar así una cadena de emociones en un momento determinado de acuerdo con lo que demanda el instante vivido, a todas las personas les suele pasar este tipo de fenómeno por lo que es denominado como memoria colectiva. Es por lo anterior que autores enfocados a la sociología musical así como Georg Simmel argumentan que el discurso musical de una época se impregna en el carácter y en las características de los pueblos que la practican, cada pueblo se beneficia de su música de un modo característico, y sirve de ella en las diferentes esferas del trabajo, amor, de la guerra y de la mística. En la actualidad hay quienes siguen creyendo que los indígenas no son capases de manejar una computadora, un dispositivo celular o cualquier aparato tecnológico que conecte con el mundo, o simplemente se piensa que una persona por ser indígena no debe de utilizar dichos aparatos, algunos netamente por discriminación y otros por defender la cultura tradicionalista de estos. Si no hubiera existido la conquista mexicana, el pueblo Azteca no se hubiera quedado con los avances tecnológicas y cultura que les conocemos gracias a toda la bibliografía existente, sino que con el paso del tiempo estos también hubieran ido modernizándose para hacer más fáciles sus actividades. Es por todo lo anterior que en la actualidad las comunidades indígenas, conocen el mundo, nuevas culturas, nuevas actividades y nueva música, es fácil ver en el centro de San Cristóbal de las casas un Tzotzil de San Juan Chamula con un celular en mano conectado de la red de internet publica, por lo que tienen acceso a nuevas tendencias musicales, culturales y sociales, creándose así procesos de migración, aculturación e innovación. Retomando la parte musical, es fácil ejemplificar y analizar dichos datos, la música es un símbolo que solo quienes comprende el lenguaje música escrito logran descifrar su significante, no es fácil identificar una corchea disminuida y semidisminuida de una blanca o una redonda representadas en un pentagrama con sus respectivos compases y tiempos, pero si es más fácil escuchar la sonorización de esas notas, entonces estamos hablando de un lenguaje simbólico universal al cual cualquiera con interés puede tener acceso a comprender. Es por ello que las comunidades indígenas se han innovado en la música y muchos otros aspectos, es común entrar a la red y encontrar hip hop Tzotzil, metal Tzotzil, pop y grupero Huichol, rock Náhuatl entre otros. Entonces estamos hablando de que la globalización y modernización ha llegado hasta los pueblos indígenas así como en los que no lo son y sigue modificando la cultura tradicional, el problema aquí es que mucha gente en vez de apreciar el trabajo artístico de estos indígenas, lo usan o lo toman como objeto de burla o desprecio. El mexicano resulta ser malinchista como algunos autores como Octavio Paz lo denominan, tenemos una fuerte tendencia a asombrarnos por lo extranjero y hacer de menos el trabajo y la cultura mexicana pero solo la utilizándola cuando resulta ser conveniente, esto ya es cultural y es implementado por la alcurnia occidental desde el proceso de conquista. Muchas veces al escuchar metal o hip hop tzotzil, en vez de reconocer y apreciar ese trabajo artístico se compara con lo extranjero, y se denigra totalmente, es decir se cree que, como es que pueden existir esos genero, que sus interpretes son indígenas, y que como se van a comparar con grandes grupos de metal o hip hop estadounidenses o europeos, formulando distinciones físicas guidas por los estándares de belleza que la publicidad gringa se ha encargado de forjar en nuestra mente, distinciones lingüísticas y de estereotipos. No existe una identificación ni con la lengua, ni con la indumentaria y ni con el sonido hibrido producto de todas esas mezclas ya mencionadas con anterioridad, pero esto no es más que el reflejo de la ignorancia y la falta de aprecio e identidad por el país. México no es como lo pintan los comerciales de turismo en la TV, ni como lo describen los discursos políticos generalistas, la pobreza, la migración, la explotación y la discriminación entre los mismos habitantes forman parte del contexto del país así como las costumbres creadas por la religión, las fiestas patronales, las posadas, los viacrucis, las peregrinaciones, y todos los rituales que le dan ese color de folclore y mística al país. El poder de la cultura mexicana ha sabido fortalecerse, viajar a otros países, adaptarse a las nuevas tecnologías y seguir ahí presente, la globalización ha creado nuevos estereotipos, nuevos grupos sociales y nuevas ideologías, es fácil ver en internet una nueva moda que esta surgiendo en Berlín y adoptarla en la cultura mexicana de la noche a la mañana, es así como surgen algunos movimientos contracultura que no se sienten identificados con sus raíces y adoptan nuevas de culturas extranjeras, pero mientras sean mexicanos siempre llevaran la cultura en sus genes así como un tatuaje parmente la cual brotara de una u otra manera. Estas ideas de estatus que son muy dadas entre los mexicanos contribuyen a ese desapego de la cultura y están causando repercusiones dentro de las nuevas generaciones, los adolecentes de entre 12 a 18 años prefieren conocer las tiendas comerciales de los Ángeles o de New York, que conocer la ruta maya, el centro de Oaxaca o todo el increíble patrimonio cultural que alberga México. Entonces si nos damos cuenta en México no solo los indios son la civilización negada, nosotros mismos nos negamos, da más prestigio presumir que conoces Paris a que conoces Teotihuacán, los nuevos medios de comunicación han forjado en nuestra mente que unos tenis Nike son lo que harán ver mejor física y estéticamente a una persona y que los Huaraches creados dentro del país te hacen ver como una persona pobre. El mexicano dentro de su increíble plurivercidad lingüística denigra a su país, cuantas veces no se ha escuchado a una persona decir, vamos a Tenan-york en vez de decir Tenancingo, o vamos por unos pul-kanas en ves de decir pulque, haciendo alusión a una marca de whisky extranjera y todo por este fenómeno de estatus y prestigio. Conclusión. Entonces con todo lo anterior podemos ponernos a analizar como es que los medios de comunicación y las nuevas tecnologías han modificado la cultura mexicana, algunas veces para bien y otra para mal. Entonces podemos darnos cuenta cual es nuevo México profundo, es ese que gracias a la migración, las personas han creado nuevos movimientos sociales, nuevas formas de comportarse, nuevas formas de hablar y vestirse así como nuevos empleos y ocupaciones, es ese que es endeble a los mensajes de los medios de comunicación, es ese en el que sus habitantes se niegan a si mismos y por ende a su país y a sus integrantes, ese en el que se desprecian los producto nacionales tales como el arte musical ya mencionado para poder consumir lo extranjero que dentro de la ideología mexicana da más prestigio. Pero a la vez también es un México que cuenta con personas que se dan cuenta de lo anterior y se encargan de poner en alto sus raíces, utilizando la aculturación de manera responsable, son los indígenas que van otros países y siguen conservando sus tradiciones, son quienes utilizan las nuevas tecnologías para poner en alto el nombre de México. Entonces si nos damos cuenta estamos sobre un antagonismo que choca y entra en conflicto, pero que a la vez se encarga de forjar y crear la cultura característica del país y que a final de cuentas es parte de esa heterogeneidad que hace que México sea un país complejo y atractivo a la vez. Bibliografía. Bonfil Batalla, Guillermo. “El México Profundo, una civilización negada” (1987) primera edición, Ciudad México, editorial Grijalbo. La Sociología de la Música en Max Weber: Rodríguez, Sala de Gómez Ma. Luisa Universidad Autónoma Nacional 1965pp. 841-866