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«El pasado sólo importa desde y para Culminará con ello una etapa de nues-
el futuro». tra historia moderna y se abrirá otra: No
J. Ortega y Gasset. me cabe la menor duda. Acabará una eta-
pa cargada de empuje, decisiones y tam-
bién de improvisaciones. Un período
A MODO DE JUSTIFICACIÓN repleto de acontecimientos y de trabajo
frenético. En ella, los psicólogos partici-
Es posible que próximamente se publi- pamos en los procesos de reforma de los
que el decreto que otorgará carta de natu- modos de atención sanitaria, mientras
raleza oficial con categoría de especiali- crecían nuestras facultades y se desarro-
dad sanitaria de la Psicología, a la llaba la Ley de Reforma Universitaria.
Psicología Clínica. Será el final de una Con ello se abrieron campos y técnicas
etapa que recuerdo haber parodiado en de intervención, líneas de investigación
1988 como «larga marcha», creyendo y también los caminos para el PIR y la
entonces de manera ignorante, que no era institucionalización de la Psicología Clí-
posible acrecentar su duración. Han sido nica como especialidad sanitaria. Creo no
hasta la fecha (si fijamos como inicio del errar al decir que los psicólogos colecti-
proceso de institucionalización 1983, vamente somos, como es natural, prota-
comienzo del primer programa PIR (psi- gonistas principales de nuestro proceso;
cólogos internos residentes), con carácter pero no únicos, a mi juicio. Otros profe-
autonómico en Asturias) 15 años carga- sionales han resultado claves con su
dos de días difíciles, pero también de generosa apertura de miras. Y a ellos me
satisfacciones. referiré más adelante, porque creo que
procede ahora iniciar un camino para el
reconocimiento. Un reconocimiento que
Correspondencia: Begoña Olabarría González, c/
Francisco de Diego, 3 - 1 . " A. 28040 Madrid. nuestra comunidad científico-profesional
56 Begoña Olabarría
psiquiátrica como objetivo prioritario jero Juan Luis Vigil pone en marcha el
para los años 76-79. Pero los documentos primer programa de formación especiali-
no producen cambio alguno. En 1980 el zada de psicólogos clínicos (PIR) con el
Congreso de los Diputados aprueba el respaldo de la AEN presidida por J. Gar-
Documento Básico para la Reforma Sani- cía González y con una Junta Directiva
taria que incluye principios básicos para que contaba por primera vez con una psi-
la Psiquiatría. Pero todo este reconoci- cóloga clínica, yo misma, en la Secretaría
miento oficial no se traduce en cambio general.
alguno en la situación asistencial (Gon- En 1985 se publica el Informe de la
zález de Chávez, 1980). Comisión Ministerial para la Reforma
A finales de los setenta y comienzos de Psiquiátrica (Ministerio de Sanidad,
los ochenta algunas administraciones 1985) que pronto es apoyado por al AEN
locales, municipales y flamantes Comu- y el COP. Informe clave porque marca las
nidades Autónomas, abordan aspectos líneas y establece un modelo alcanzando
parciales de carácter ejemplificador acer- alta significación y respaldo. Y en este
ca del cómo hacer, con la creación de ser- Informe por primera vez se establece la
vicios sanitarios nuevos con nuevas ide- prioridad de la formación clínica espe-
as, nuevos modos de atención y nuevos cializada para los psicólogos, así como la
profesionales. Y ahí es donde se produce necesaria incorporación de psicólogos
la primera incorporación significativa de clínicos a los servicios públicos de aten-
psicólogos a servicios sanitarios públicos ción. Esta incorporación significativa en
que se suman con sus aportaciones al los años 80 implicó:
nuevo discurso de la Salud Mental con-
siderada como un campo de intervención 1) La llegada de nuevos enfoques teó-
interdisciplinario desde una visión inte- ricos.
gral de atención. 2) Desarrollo de las técnicas y prácti-
Algunas Comunidades Autónomas ini- cas clínicas.
cian de manera pionera el comenzar los 3) El auge de modelos comunitarios.
ochenta sus reformas psiquiátricas. Esta- 4) La apertura de nuevos ámbitos de
blecen como denominadores comunes la investigación, hasta entonces reducidos
construcción de una red de servicios básicamente a la Academia, incorporan-
territorializados de Salud Mental y equi- do el caudal de investigación de los pro-
pos interdisciplinarios para la atención. fesionales.
Son sólo unas pocas las Comunidades 5) La apertura de nuevas posibilida-
Autónomas pioneras, pero muy signifi- des de intervención confrontando a la
cativas: Asturias, Andalucía, Madrid, Psicología con demandas sólo posibles
después Navarra, Murcia, Galicia en los servicios públicos desde una ópti-
cobrando muy pronto un papel de lide- ca de continuidad de cuidados.
razgo en el impulso transformador. 6) La contrastación de la utilidad de
En 1983 el Ministerio de Sanidad crea los instrumentos clínicos del psicólogo,
la Comisión Ministerial para la Reforma generándose otros muchos.
psiquiátrica con: V. Corees, A. Espino, F. 7) La ruptura de la obsoleta concep-
Menéndez, J. Guimón,}. García González, ción de la Psicología Clínica como disci-
F. Torres y Rayo (psiquiatras), Mercé plina que únicamente afronta la enfer-
Pérez (psicóloga) y en ese mismo año la medad abriéndose hacia todos los
Comunidad Autónoma de Asturias desde procesos de salud-enfermedad en los tres
su Dirección Regional de Salud Mental niveles de prevención: primario, secun-
con José García González, siendo Conse- dario y terciario.
El PIR y la psicología clínica 61
intervención que precisan abordajes fecha. Estos trabajos son la base de la pri-
interdisciplinarios. mera convocatoria PIR estatal.
Implantado el Programa PIR en cinco En Octubre de 1993 el Ministerio de
CA del Estado, el COP decidió realizar en Sanidad realiza la Primera Convocatoria
1991 una valoración o evaluación de cada PIR (BOE n.° 254 del 23 de Octubre de
uno de ellos en orden a establecer la ade- 1993), siendo figura clave de este proce-
cuación de éstos al acuerdo establecido en so y hasta hoy la Dra. E. Sánchez-Cha-
el Programa-Marco elaborado conjunta- morro, Subdirectora General de Forma-
mente en 1989. De dicha evaluación que- ción Sanitaria del Ministerio de Sanidad.
dó publicado un Informe (1991) y una Esta convocatoria estatal supone el cie-
valoración posterior (Olabarría et al., rre de una etapa y el comienzo de otra
1993). Lo que significó un nuevo impulso nueva: El cierre de los PIR autonómicos,
ante la administración sanitaria educativa. en que desde el compromiso de transfor-
El resultado de dicha evaluación fue maciones sanitarias lideradas en su direc-
en todos los casos altamente satisfactorio ción y gestión por las CA ya citadas, se
obteniéndose elementos informativos incluía un programa PIR que, al tiempo
relativos a algunas carencias que fueron que procuraba una formación especiali-
objeto de recomendaciones específicas, zada no reconocida oficialmente por los
para la mejora de cada Programa PIR. ministerios implicados, sentaba las bases
Cabe aquí decir que fueron estos Progra- de su necesidad y del modelo del progra-
mas PIR autonómicos los que, señalando ma de formación.
la bondad de su hacer, sirvieron de base Y el inicio de la asunción por la Admi-
y referente para la modificación de otros nistración Central competente en materia
Programas de formación de otras espe- de especialidades sanitarias del PIR
cialidades. como modo y modelo para la formación
Quedó ratificada la existencia de un de especialistas sanitarios en Psicología
Corpus, un status y un grado de implan- Clínica. Si en Octubre de 1993 el Minis-
tación del modelo PIR con un alto grado terio de Sanidad publica en BOE la pri-
de homologación interna de los distintos mera convocatoria PIR, cada año hasta
programas autonómicos y ello sirvió de hoy podemos expresar un avance.
base para arreciar desde instancias oficia- En 1994 la convocatoria es conjunta de
les (CA) y científico-profesionales (COP, los dos Ministerios implicados en la
AEN) las solicitudes hacia los Ministerios regulación de especialidades sanitarias:
de Sanidad y Educación respecto a la Sanidad y Educación, por lo que se con-
asunción por parte de los mismos del PIR. voca en BOE como Orden de Presidencia
Un paso más hacia la insütucionalización de Gobierno, y con ello la posibilidad de
de la especialidad sanitaria. la continuidad anual de las convocatorias
t)e hecho y por vez primera en 1992 el PIR.
Ministerio de Sanidad constituye un gru- En Julio de 1995 se crea la Comisión
po de expertos (M. Anxo García, M. Nacional Promotora de la Especialidad
Labiana, F. Vallejo, M. Berdullas, A. de Psicología Clínica (CNPEPC) a imagen
Ávila y yo misma) para la elaboración del y semejanza del resto de Comisiones
Programa de Formación PIR estatal y el Nacionales de Especialidades y con simi-
estudio del proceso de acreditación de lar composición: Tres miembros designa-
unidades docentes (servicios sanitarios), dos por el Ministerio de Sanidad entre
cuyos referentes son los Programas PIR profesionales vinculados a servicios sani-
autonómicos y los sucesivos documentos tarios públicos, tres miembros designa-
elaborados por el COP y la AEN hasta esa dos por el Ministerio de Educación de
66 Begoña Olabarría
Secretario: CONCLUYENDO
Felipe Vallejo (por la Asociación Espa-
ñola de Psicología Clínica y Psicopato- El pleno reconocimiento de la Psicolo-
logía). gía Clínica como especialidad sanitaria es
El PIR y la psicología clínica 67
taria sobre la población de un territorio dad por sí misma para propiciar una foi;-
definido. mación suficiente y adecuada.
Hoy son al menos tres los servicios o 3) La consideración de que es en los
dispositivos asistenciales por los que el servicios públicos de atención, que cubren
PIR habrá de rotar a lo largo de los tres en nuestro país el 98 % de la población,
años de duración del Programa de For- donde se producen las demandas sociales
mación: contrastadas en materia de Psicología Clí-
nica y donde, por ende, cabe la realiza-
1) Centro de Salud Mental (CSM) ción de un aprendizaje, especializado,
comunitario, de Atención Secundaria, suficiente y adecuado a la complejidad de
entendido como eje primordial del cir- las necesidades contrastadas de la pobla-
cuito de rotación, articulador del circui- ción en materia de Psicología Clínica y de
to de las rotaciones. De acuerdo al vigen- la Salud.
te Pr., los CSM, para poder ser 4) La consideración de que la incor-
acreditados para la formación deberán poración de la Psicología Clínica de
cubrir labores asistenciales a través de manera progresiva y aún no suficiente al
programas de atención infanto-juvenil de Sistema Nacional de Salud en todas sus
adultos y tercera edad, Cobertura a la vertientes, implica no sólo una consoli-
Atención Primaria y coordinación con dación de la mayor entidad e identidad
otras redes y servicios de la Comunidad profesional, sino también una específica
(psicopedagógicos, servicios sociales, jus- contribución a necesarias reformas tanto
ticia, etc.). estructurales como de concepciones en la
2) Servicios de Salud Mental en Hos- atención (integralidad, interdisciplina-
pital General, de Atención Terciaria, con riedad).
camas de agudos y programas de inter-
consulta y de enlace con otros servicios Nos encontramos en un momento de
del hospital. ese movimiento tan antiguo como el
3) Centros y unidades de rehabilita- conocimiento en el que las potencialida-
ción de crónicos con programas específi- des de nuestra disciplina pugnan con las
cos y de coordinación con servicios barreras resistentes que este momento
sociales del territorio. histórico impone —transitoriamente— a
su desarrollo: concepciones caducas
Y todo ello de manera tutorizada, que (reduccionismos explicativos justificado-
permita tanto el establecimiento de pro- res de intervenciones simplistas, causa-
gresivas cotas de responsabilidad asis- lismos lineales, consideraciones acientí-
tencial y de intervención, como el cum- ficas y dogmáticas sobre la iimiutabilidad
plimiento de los objetivos programados del saber y sus aplicaciones, etc.); intere-
en el aprendizaje ses creados (como las resistencias corpo-
Dicho de otra manera, aspectos centra- rativistas patrimonialistas y excluyentes
les del Pr. PIR son: de grupos intra y extra-comunidad cien-
tífico/profesional de la Psicología Clínica)
1) La consideración de que el profe- y estructuras y normas públicas sanitarias
sional ha de especializarse desde la refle- obsoletas (como el vigente Estatuto Mar-
xión que aporta la práctica progresiva y co de Personal sanitario del INSALUD)
tutorizada. imposibilitadoras del desarrollo de accio-
2) La consideración de que en mate- nes sanitarias acordes con el saber que
ria de Psicología Clínica y de la Salud no hoy poseemos desde distintas disciplinas
existe una única institución con capaci- convergentes en campos complejos y
El PIR y la psicología clínica 69
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