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CONSECUENCIAS DEL MALTRATO INFANTIL EN LAS ÁREAS DE AJUSTE DE

LOS ESTUDIANTES DE PREJARDÍN, JARDÍN Y TRANSICIÓN DEL COLEGIO


LICEO PSICOPEDAGOGICO BOLIVIA

PROYECTO DIPLOMADO INFANCIA Y NIÑEZ

LEIDY VIVIANA HUÉRFANO AVILA

ALVARO JAVIER MUÑOZ MORENO

VIVIANA CAROLINA SANMIGUEL AMEZQUITA

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

BOGOTÁ

2016
PROYECTO DIPLOMADO INFANCIA Y NIÑEZ

LEIDY VIVIANA HUÉRFANO AVILA


CC. 1030542623 DE BOGOTÁ ID 273123

ALVARO JAVIER MUÑOZ MORENO


CC.1020763203 DE BOGOTÁ ID 272598

VIVIANA CAROLINA SANMIGUEL AMEZQUITA

CC. 1014238232 DE BOGOTÁ ID 277154

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

BOGOTÁ

2016
Justificación

El objetivo de este trabajo es ofrecer una perspectiva de la forma como impacta el


maltrato infantil las áreas de ajuste de un niño; estas áreas corresponden a lo social, personal,
emocional y psicológico. Visto desde una perspectiva ecológica, se considera el maltrato
infantil como resultado de la interacción entre distintos eventos que acontecen alrededor del
infante estos a su vez se interrelacionan en distintos niveles ecológicos (sistema individual,
familiar y social). Este trabajo gira en torno a variables presentes del sistema en el cual se
encuentra inmerso, entre estos se puede encontrar interacciones familiares disfuncionales,
aislamiento social. Teniendo en cuenta los diversos factores que pueden dar como resultado el
maltrato del infante es necesario observar la dinámica de adaptación del niño en un entorno
social y los distintos sistemas implicados.

Es importante abordar este tipo de investigaciones ya que no se conoce la dimensión de la


problemática expuesta en cuanto a cifras exactas de casos evidenciados como lo expresa el
estudio realizado por la Unicef donde argumenta en el mundo entero son cientos de miles los
niños y niñas que por razones culturales, sociales, interpersonales sufren violencia en la familia,
en la escuela y en la comunidad. Quizás lo más complejo del maltrato infantil es que la
violencia se da justamente en aquellos lugares que debieran ser espacios de afecto y protección.
Los niños y niñas son especialmente vulnerables al maltrato debido a la falta de autonomía que
tienen para poder protegerse o pedir ayuda en situaciones de violencia. Cuando la violencia
sucede en el espacio familiar, se dificulta la petición de ayuda por los altos niveles de
dependencia afectiva, emocional y económica que tienen en relación a quien comete el maltrato.
Las manifestaciones de violencia que sufren los niños son diversas, van desde el castigo físico,
los insultos y amenazas, el abandono hasta el abuso sexual; éstas pueden ser realizadas por los
padres, cuidadores, profesores, en las instituciones de protección y en la comunidad. “Las
víctimas del maltrato infantil y el abandono son aquel segmento de la población conformado
por niños, niñas y adolescentes hasta los 18 años que sufren ocasional o habitualmente actos de
violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales. El
maltrato puede ser ejecutado por omisión, supresión o trasgresión de los derechos individuales y
colectivos, e incluye el abandono completo o parcial” (UNICEF, 2006). El maltrato que viven
los niños y niñas ha sido largamente silenciado, por siglos fue una conducta aceptada en la
sociedad y en la familia, bajo la consigna de “es por tu bien” miles de niños y niñas sufrían un
trato degradante por parte de sus cuidadores. Es a partir del año 1962, cuando el pediatra Henry
Kempe identifica el “síndrome del niño maltratado” denunciando frente a la comunidad la
violencia que sufrían los niños y niñas por parte de sus cuidadores. Desde Kempe a la fecha han
pasado cerca de 50 años, en la gran mayoría de los países del mundo existen legislaciones que
condenan el maltrato y el abuso infantil, se han implementado programas de reparación a las
víctimas y se han establecido sanciones a los agresores, sin embargo el maltrato contra los niños
y niñas continúa siendo una práctica frecuente y habitual en la mayoría de las sociedades.

Una de las principales fuentes de información sobre el maltrato infantil son las denuncias
que se realizan en diversas instituciones, como en los servicios sociales, policías, hospitales y
servicios que atienden a niños y niñas. Sin embargo las denuncias dan cuenta solo parcialmente
de la realidad del maltrato, y se considera que las cifras disponibles son sólo la punta del
iceberg del real problema de la violencia en la familia, lo que implica que el problema tiene una
magnitud oculta a la que no es posible acceder por esta vía (Gaona 2009). El maltrato infantil
se determina multicausal donde interactúan las diferentes áreas de ajuste del infante y las que
impiden o dificultan su desarrollo integral. Es indispensable lograr identificar en qué
situaciones se pueden presentar este tipo de adversidades para así establecer una correcta
detección de la problemática, y brindar a los infantes su crecimiento óptimo en sus diferentes
áreas como la social, individual, psicológico y emocional.

Con este anteproyecto se pretende establecer una mirada más allá de la problemática
pública, donde se ha entendido el maltrato infantil como una dificultad social importante, donde
intervienen todos los sistemas que le rodean ya sea en mayor orden como el estado, comunidad
y familia y se logre trabajar en la prevención y no sobre consecuencia de lo ocurrido.

Esperamos que este anteproyecto le aporte a diferentes investigadores del área y se logre
establecer intervenciones preventivas del maltrato desde la familia, comunidad y estado, y se
logre mitigar esta problemática, brindando a la infancia la protección y su adecuado desarrollo
social, psicológico y emocional.
Pregunta problema

¿Cómo afecta el maltrato infantil en las áreas de ajuste de un niño escolarizado de 4 a 7


años del colegio liceo psicopedagógico Bolivia?

Objetivo general

Indagar las posibles consecuencias del maltrato infantil en las áreas de ajuste de los
estudiantes del grado Pre Jardín, Jardín y Transición del colegio Liceo Psicopedagógico
Bolivia, para así establecer métodos de prevención de la problemática.

Objetivos específicos

Realizar una revisión teórica que permita esclarecer los tipos de maltrato infantil en la
población latinoamericana.

Investigar sobre las consecuencias del maltrato infantil en las áreas de ajuste de los
estudiantes de preescolar del Colegio Psicopedagógico Bolivia.

Plantear una propuesta que permita prevenir las posibles consecuencias negativas del
maltrato infantil en los estudiantes de preescolar.

Marco teórico

El tema de maltrato infantil abarca más allá de la idea de golpes físicos o visibles; a pesar
de que éstos hacen parte de la problemática, hay otras formas de encontrar la presencia del
maltrato. Aproximadamente desde 1.962 se acuñó el término “síndrome del niño golpeado” con
la publicación del artículo científico de Kempe, Silverman, Steele, Droegenmueller y Silver, en
el cual se mostraban casos en donde existía tanto maltrato físico como negligencia (Cortés,
2010).

Por consiguiente, según el ministerio de salud el maltrato se define como toda acción u
omisión que interfiera negativamente en el sano desarrollo físico, mental o emocional de un
menor, causado por un adulto a cuyo cuidado se encuentra el menor (Limas Prevención, 2013),
dado que se afectan diferentes áreas de desarrollo, se encuentran diferentes tipos de maltrato
como son:
El maltrato Físico este se entiende como toda agresión física dirigida hacia un menor u
otra persona que se encuentre en estado de vulnerabilidad o indefensión. Al tomar como punto
de referencia un menor, se plantea que este maltrato puede ser causado por parte de los padres,
personas del grupo familiar o cuidadores. Y puede ser de intensidad leve, moderada o grave
además su ocurrencia antigua, reciente o recurrente.

El maltrato Emocional o Psicológico se identifica por no presentar características de


lesiones físicas debido a que perjudican directamente la conducta, la emocionalidad, la
seguridad y la capacidad de adaptarse al medio, de un menor. Este tipo de maltrato puede ser
generado por actitudes o acciones que padres, maestros y cuidadores realizan con los niños,
algunos ejemplos en los cuales se evidencia una amenaza a nivel psicológica- emocional se
refleja en el rechazo, la crítica, la constante burla de aptitudes o de errores y equivocaciones
infantiles, la ridiculización de sus acciones, la amenaza de abandono o daño si no cumplen con
las expectativas de los padres. EL maltrato psicológico del menor se clasifica en leve, como
aquel que es reparable en un corto tiempo de tratamiento; moderado, el que requiere una
intervención prolongada al niño y a su familia; y grave, aquel que no tiene retroceso y sus
secuelas acompañan a la víctima toda la vida. Como se mencionó anteriormente, es importante
recordar que todos los tipos de maltrato a los niños y niñas están acompañados de maltrato
psicológico (Limas, 2013).

El Abuso Sexual involucra el rol del agresor como una persona que actúa mediante una
posición de poder, bajo amenaza o en condición de intimidar, involucra a un menor en una
actividad de contenido sexual; estas actividades no se refiere únicamente a actividades de
acceso carnal, sino que además a todas las actividades que denigran la intimidad del menor,
propicia su victimización y de la cual el ofensor obtiene gratificación, “Se entiende la relación
de poder como aquella que nace de una diferencia de fuerza, edad conocimiento o autoridad,
entre víctima y ofensor” (Quirós., 1998).

Además se encuentra la relación entre maltrato y gestación en donde se evidencian


conductas que por acción u omisión agreden a la mujer embarazada poniendo en peligro el
desarrollo normal del feto. Su gravedad está dada según el riesgo directo o indirecto para el
desarrollo del niño por nacer (Sarmiento, 2013).
Por consiguiente el Síndrome del Bebé Zarandeado es un tipo de maltrato infantil en el
que se sacude fuertemente a los bebés. Sacudir fuertemente a un bebé puede producir graves
lesiones en su cuello, extremidades e incluso algunos traumatismos cerebrales leves y en
algunas ocasiones puede llevar hasta a la muerte todo esto debido a que el bebé se puede
encontrar en una etapa en la cual su tonicidad muscular se encuentra en desarrollo y presenta
cierta vulnerabilidad frente a movimientos bruscos.

Otro tipo de violencia en la cual se vulnera la integridad del infante hace referencia a la
Negligencia esta vulneración se da por omisión, o descuido de los elementos básicos necesarios
para el desarrollo óptimo del menor, esto ocurre a pesar de que se pueden brindar pero existe un
descuido total de elementos necesarios para garantizar el desarrollo armónico e integral del
niño, se hace referencia a actos negligentes cuando no se ven satisfechas las necesidades básicas
en (alimentación, educación, salud, cuidado, afecto, entre otros).

Además involucra la privación de las necesidades básicas que garantizan al niño un


desarrollo biopsicoafectivo normal. Existe la posibilidad de brindar alimentación, educación,
salud o cuidado a los niños; pero no se brinda o existe abandono total (Quirós, 1998).

Así como el maltrato institucional que hace referencia a los insuficientes de servicios, baja
calidad, ineficiencia, falta de oportunidad y ausencia de integralidad en los mismos. En cuanto
al maltrato social se hace referencia a características en las que se ve involucrado el infante
como el abandono físico, el infractor, el vinculado a actos terroristas, el desplazado y el que es
explotado laboralmente, entre otros. Es importante identificar este tipo de maltrato por cuanto
las personas sin acceso a los servicios del Estado (educación, salud, justicia, empleo) son en
ocasiones incapaces de desarrollar afecto y carecen de medios de subsistencia, sin que por otra
parte el modo de vida enriquezca la transmisión de valores sociales y culturales, llegándose a
considerar como un objeto de producción social dejando de lado la concepción del ser humano.

Además se entiende como violencia “el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de
hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona un grupo o comunidad, que cause o
tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del
desarrollo o privaciones” (OPS, 2003). En la misma dirección, UNICEF entiende a las víctimas
del maltrato infantil y el abandono como aquel segmento de la población conformado por niños,
niñas y jóvenes hasta los 18 años que sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física,
sexual o emocional, sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales. El maltrato puede
ser ejecutado por omisión, supresión o trasgresión de los derechos individuales y colectivo, e
incluye el abandono completo o parcial (UNICEF, 2006).

De acuerdo con lo anterior la prevalencia del maltrato infantil en Colombia oscila entre el
1,99% de acuerdo con Guarín y Camacho (2001) y el 36% de acuerdo con el Ministerio de
Salud - UNICEF (2003); pasando por valores de 4,8% -indicador internacional de la UNICEF-
Guarín, y Camacho (2001) y el 21,4% de abuso emocional, el 12,1% de abuso físico y el 2,6%
de abuso sexual, en el estudio nacional de salud mental, segundo estudio Nacional de Salud
Mental y consumo de sustancias psicoactivas en Colombia (1997). La tasa de prevalencia de
maltrato infantil en el país se estima que es de 361 por cada 1.000 habitantes (UNICEF (2003),
Ministerio de Protección Social, de acuerdo con este estudio, entre el 1 y el 2% de los niños son
físicamente abusados, 1 de cada 3 niñas y 1 de cada 6 niños son sexualmente abusados
(Ramírez, Navarrete, Vejarano & Hewitt, 2005).

Al indagar acerca de los factores que intervienen en los distintos escenarios de violencia
hacia el infante es necesario retomar a Bronfenbrenner (1979) quien desarrolló un modelo
ecológico para el análisis psicológico del desarrollo humano el cual fue retomado
posteriormente por Belsky (1993) para el análisis del maltrato infantil.

Este modelo ecológico se basa en círculos concéntricos de mutua influencia divididos en


tres contextos principales: el macrosistema, el exosistema y el microsistema.

El macrosistema es el nivel más amplio abarcando todo lo referente a la cultura y


subcultura en la que el niño vive, las formas de organización social, las creencias culturales y
los estilos de tradición que prevalecen.

El segundo nivel es el exosistema, el cual hace referencia al contexto social que puede
influir en el niño pero del cual éste no participa directamente, dentro de las cuales podemos
encontrar el gobierno, la escuela, los organismos judiciales, las instituciones de seguridad y la
iglesia.
El tercer nivel lo conforma el microsistema, compuesto por las relaciones más próximas
de las del niño, en este nivel encontramos la influencia de la familia, amigos, escuela; pero de
igual forma se le otorga una gran relevancia al contexto familiar y donde Belsky (1980) agregó
el nivel del “ontosistema”, incluyendo los factores individuales tanto de los niños maltratados
como de los adultos que maltratan. Con el apoyo de los diversos sistemas propuestos, el modelo
ecológico permite un análisis holístico de las causas y consecuencias del maltrato infantil
(Emery y Laumann-Billings, 1998).

Cicchetti y Lynch (1993) propusieron un modelo ecológico-transaccional del maltrato


infantil, el cual argumenta que los factores potenciadores y los factores protectores ocurren en
todos los niveles de la ecología, es decir, en el microsistema, en el exosistema y en el
macrosistema. Bajo estas condiciones el maltrato ocurre cuando los factores potenciadores (los
factores que incrementan la probabilidad del maltrato) sobrepasan a los factores compensatorios
(factores que reducen el riesgo del maltrato). Por tal razón, a partir del modelo ecológico se
pueden estudiar las causas y consecuencias del maltrato infantil y los mecanismos de riesgo y
los factores protectores implicados (Armenta, 2008).

Se entiende por factores protectores aquellas condiciones o entornos capaces de favorecer


el desarrollo de individuos o grupos y que pueden reducir los efectos de circunstancias
desfavorables (Munist, Santos, Kotliarenco, Suárez, Infante y Grotberg, 1998).

Los factores de riesgo constituyen cualquier característica o cualidad de una persona o


situación/contexto que se sabe va unida a una elevada probabilidad de dañar la salud o la
integridad del individuo (Munist et al., 1998). Se ha encontrado una serie de factores de riesgo
asociados con el maltrato infantil.

El maltrato afecta tanto el individuo como el vínculo existente con su entorno y con el
otro, Pichón Riviere, define al vínculo como la manera particular en que un sujeto se conecta o
se relaciona con el otro y los otros, donde se crea una estructura para cada caso y cada momento
en que se dé. La relación de objeto es la estructura interna del vínculo es decir que este es un
tipo de relación la cual funciona de determinada manera donde esta funciona de manera
dinámica y en continuo movimiento.
Cuando se habla de un vínculo este influye la conducta, la cual tiene que repetirse
automáticamente tanto en la relación interna como externa con el objeto, donde existirían dos
campos psicológicos en el vínculo serán establecidos el campo interno la psiquiatría-
psicoanálisis, y el campo externo lo psicosocial.

El vínculo es siempre un hecho social, aunque sea con una persona a través de la
interrelación se repite una historia de vínculos establecidos en un tiempo y en espacios
determinados. El vínculo se relaciona con la noción de rol, status y de comunicación.

Es trascendental que se hable de las consecuencias y reacciones que produce el


maltrato en la niñez, por consiguiente López-Soler (2008) de la universidad de Murcia España
nos menciona “ Si en cualquier época del desarrollo de la persona la presencia de
acontecimientos estresantes o situaciones vitales adversas es importante en relación a la salud
física y psicológica, durante la infancia su impacto puede ser dramáticamente significativo, ya
que no va a afectar a un ser humano biológica, psicológica y socialmente maduro, sino a un
ser humano en una fase de desarrollo que requiere ciertas condiciones externas de estabilidad
y protección. Por ello cuando un menor sufre unas condiciones de crianza inadecuadas o
claramente negativas, los efectos en su desarrollo como persona pueden ser muy graves, ya
que influyen en un gran número de variables psicológicas, la maduración del sistema nervioso
y neuroendocrino (van der Kolk, 2003), y generando graves problemas de personalidad y de
adaptación.

Los sucesos vitales experimentados pueden ser extraordinarios y extremadamente


traumáticos, sucesos menores de baja intensidad de estrés, pero cotidianos, y todas las
combinaciones entre estos extremos (Sandín, 2008; Talarn, Navarro, Russell y Rigat, 2006).
En ambos casos, además de las unidades de cambio vital que se asocien al estímulo o situación
estresante, para comprender su impacto en una persona concreta es necesario tener en cuenta
las variables psicológicas, básicamente de tipo cognitivo (Sandín, Rodero, Santed y García-
Campayo, 2006), que median entre los estímulos y las respuestas de estrés, tal como propuso
Lazarus en su perspectiva interaccional (Lazarus y Folkman, 1984). Así la evaluación primaria
del acontecimiento determina su valor de amenaza, daño/pérdida, desafío o beneficio, mientras
que la secundaria valora la controlabilidad del estí- mulo y los recursos disponibles para
afrontar la situación. Estos procesos cognitivos de gran importancia en la resolución del
conflicto generado entre demandas del ambiente y recursos personales, durante la infancia
están bastante limitadas, ya que las características del desarrollo cognitivo y afectivo en cada
fase evolutiva impone claros límites, siendo fundamental la guía y protección de los adultos
responsables del menor, porque en gran medida el significado de los sucesos y las reacciones
infantiles, van a depender de los significados que sus cuidadores atribuyen al suceso y de sus
reacciones.

En general se consideran normales las siguientes reacciones ante un evento estresante


grave: tristeza, ansiedad, enfado, comportamiento alterado y otras dificultades menores, que
perturban durante un breve periodo de tiempo. Estas reacciones transitorias son muy
frecuentes en los menores y su superación, estabilidad o agravamiento depende en gran
medida de la actitud de los padres o cuidadores para hacer que los/as hijos/as sientan
protección y seguridad (Dyregrow y Yule, 2006). Sin embargo a veces las dificultades son
más intensas y duran más tiempo, provocando serios problemas en el funcionamiento personal
y en la adaptación psicosocial. En estos casos, es además frecuente que esas reacciones
conformen un conjunto de síntomas que permiten el diagnóstico de un trastorno
psicopatológico específico como el trastorno adaptativo, el trastorno por estrés postraumático
o la reacción al estrés aguda, López (2008).

Es indispensable argumentar que cambios emocionales presentan los niños que son
maltratados, según Lachica (2010), la incidencia del SNM es muy difícil de precisar, sin
embargo parece fuera de toda duda que se da en todos los países, independientemente de su
grado de desarrollo. Su frecuencia sólo puede establecerse de forma aproximada, y se deduce
de la morbilidad y de la mortalidad que se deriva de los malos tratos. Ni siquiera son
aproximadas las cifras que se refieren a los malos tratos físicos, que son los más fáciles de
objetivar. Se considera que los casos denunciados de malos tratos son sólo el 10% de los
reales.

El daño psíquico está siempre presente en cualquier clase de maltrato al que se somete a
un niño. Sin embargo, existen una serie de conductas que no se expresan físicamente, sino a
través de castigos, advertencias o reprimendas verbales constantes, que "golpean" la mente del
niño como si fuera una gota de agua que va horadando su psique. Por tanto, el maltrato
emocional como forma de SNM es aún más difícil de precisar por sus sutiles matices. Estas
desatenciones o agresiones emocionales pueden darse en el seno de la propia familia, que
somete al niño a situaciones de terror, rechazo, desaprobación continua, recriminaciones,
reproches y, en definitiva, a la falta del ambiente de cariño y afecto que todo niño necesita
para su equilibrio moral y psicológico. También esta forma de malos tratos puede darse en
colegios, instituciones e incluso a nivel del propio hospital, donde los niños viven con
frecuencia separados de sus madres y sometidos a una serie de exploraciones, intervenciones,
etc. que, de no tener una clara indicación, podrían entrar dentro de los malos tratos
emocionales. En la actualidad los niños son víctimas de graves daños físicos y/o emocionales
como consecuencia del terrorismo. También debemos referir las agresiones sufridas por los
niños con el fin de obtener confesiones de sus padres o sobre sus padres, por motivaciones
políticas en aquellos países en que los derechos humanos son sistemáticamente vulnerados.
Debemos considerar dentro del maltrato emocional el "maltrato verbal". En la sociedad actual
es muy frecuente observar cómo los padres insultan repetidamente a los niños hasta
humillarlos. Parecería una forma de comportamiento socialmente admitida, pues a veces se
observa también entre profesores y/o educadores (quienes inciden con mucha frecuencia en
aspectos negativos como: "eres tonto", "idiota", "no sirves para nada", "nadie te quiere", etc.).

Con respecto al área social del niño las causas del maltrato nos indica que; los malos
tratos se dan con más frecuencia en ambientes socioeconómicos bajos, familias
monoparentales, familias numerosas conviviendo en un espacio reducido, aislamiento social.
El desempleo es igualmente un potente factor condicionante (Silverman, 1972). Estas serían
características socioculturales relacionadas, sobre todo, con los malos tratos físicos. El
maltrato psíquico y emocional se presenta en todos los grupos sociales.

Se trata de personalidades inestables, inadaptados a las responsabilidades que lleva


consigo la paternidad. Con bastante frecuencia se ven afectados por problemas derivados de su
situación de abuso de sustancias psicoactivas o han sido educados en ambientes de
promiscuidad sexual y/o fueron víctimas de tratos similares en su niñez, por lo que han
asumido la violencia como una forma de relación y de educación Lachica (2010).
Según estudio realizado se evidencia que También los niños que han sido testigos de
actos violentos en su hogar presentan un patrón desadaptativo de conducta que en ocasiones
recuerda claramente al patrón descrito para los maltratados. Por ejemplo, Jaffe et al. (1986)
compararon a un grupo de niños que habían presenciado violencia familiar con otro de
maltratados físicamente y un grupo de control. Los resultados demostraron que los maltratados
y los que presenciaron violencia en casa presentaron mayor sintomatología internalizada y
externalizada que el grupo de control. En general, se ha encontrado que muchos de los niños
que fueron testigos de violencia en el hogar manifiestan problemas de sueño, agresiones,
ataques de ira e incapacidad para concentrarse; algunos fluctúan entre una pasividad extrema y
explosiones repentinas de agresión; otros expresan sentimientos graves de ansiedad,
impotencia y culpa ante su incapacidad para evitar las agresiones en casa y, finalmente, otros
están siempre cansados Hurley y Jaffe (1990). Ahora bien, los trabajos no suelen emplear a los
iguales como fuente de información sobre las dificultades que experimentan los maltratados en
sus relaciones interpersonales. Cicchetti, Lynch, Shonk y Manly (1992), utilizando la
evaluación de iguales, entre otras medidas, observaron que el grupo de compañeros describe a
los maltratados como perturbadores, que comienzan fácilmente una pelea, poco cooperativos y
con escasa probabilidad de que sean líderes del grupo. Sin embargo, estos autores no utilizaron
la posición sociométrica como variable en sus trabajos. Salzinger, Feldman, Hammer y
Rosario (1993) encontraron, mediante el empleo de las nominaciones de los iguales, que estos
niños maltratados muestran problemas evidentes en la interacción interpersonal.

En concreto, son menos nominados positivamente y más nominados negativamente,


obteniendo con diferencia un status sociométrico más bajo que los que sirvieron de
comparación. Otro grupo considerado de alto riesgo es el de los niños rechazados por sus
compañeros de clase. Los resultados que ofrecen todos los trabajos reseñados anteriormente,
como descriptivos de las relaciones sociales de los niños maltratados o que han sido testigos
de la violencia familiar, coinciden con aquellos otros que ponen de manifiesto las dificultades
emocionales, comportamentales y sociales de los niños de bajo estatus sociométrico, en
concreto de los niños rechazados (niños que reciben muy pocas nominaciones positivas y
muchas negativas). Gallardo, Jiménez (1997).
Marco metodológico

Tipo de investigación

El proyecto “Consecuencias Del Maltrato Infantil En Las Áreas De Ajuste De Los


Estudiantes De Prejardín, Jardín Y Transición Del Colegio Liceo Psicopedagógico Bolivia”
emplea un modelo de investigación descriptivo, el cual (Castillo, 2004) define como:
“Descriptiva. Consiste en registrar las características, las conductas y demás factores de hechos
o fenómenos, como resultado de observaciones detenidas y rigurosas”.
.
Población
Muestra: 15 estudiantes del Colegio Psicopedagógico Bolivia de los grados Prejardín,
Jardín y Transición.
Lugar: Liceo Psicopedagógico Bolivia, Bogotá D.C. Cl. 81 #106A-09 Localidad Engativá
(10).

Instrumentos

Inicialmente se identificó la necesidad que se presenta en el Colegio Psicopedagógico


Bolivia, esto se hace mediante una entrevista con la coordinadora de la institución, y con la
psicóloga del plantel educativo, posteriormente se realizó un proceso de observación con el fin
de responder a los interrogantes como la importancia de realizar el proyecto y que tan relevante
será para la institución, etc.; por otra parte se intervendrá con los menores basados en el
Protocolo de Atención a la Niñez maltratada presentado por La Secretaría de Salud Pública
Municipal de la ciudad de Cali (ANEXO 1) y se emplea el cuestionario estructurado en una
entrevista tipo liker basada en las características que exhiben los niños maltratados (Loredo,
2004 ) (ANEXO 2) con el fin de reconocer las posibles causas del maltrato infantil en las áreas
de ajuste.
Posible análisis de resultados

Dentro de los posibles resultados y con respecto a los instrumentos aplicados se


espera evidenciar las causas que se desbordan a partir de la problemática. Con el presente
proyecto se desea conocer más a profundidad del tema de maltrato en la población
latinoamericana y de acuerdo al protocolo utilizado arrojar datos verídicos.

Para lograr esto es necesario identificar algunos rasgos y consecuencia del maltrato
infantil en niños de una población específica, con el fin de identificar cualquier característica de
maltrato físico, psicológico o emocional y la afectación de las áreas de ajuste, de los cuales
permitan establecer la posible intervención que se llevaría a cabo para trabajar con los niños
que muestren consecuencias de maltrato. Adicionalmente establecer una propuesta de
concientización y prevención de las consecuencias del maltrato infantil dirigido a padres,
docentes y cuidadores de los niños de esta institución con el fin de lograr disminución de la
problemática en caso de que se llegue a presentar en magnitudes que alerten a la institución.

Aspectos Éticos

Con respecto a los aspectos éticos nuestra investigación nos basamos en el documento del
ministerio de salud de la república de Colombia RESOLUCIÓN Nº 008430 DE 1993 (4 DE
OCTUBRE DE 1993) Por la cual se establecen las normas científicas, técnicas y
administrativas para la investigación en salud.

Nos acogemos al Título II, Capitulo 1, DE LOS ASPECTOS ÉTICOS DE LA


INVESTIGACIÓN EN SERES HUMANOS, ARTÍCULO 11. Donde hace referencia a

Para efectos de este reglamento las investigaciones se clasifican en las siguientes categorías:

a) Investigación sin riesgo: Son estudios que emplean técnicas y métodos de investigación
documental retrospectivos y aquellos en los que no se realiza ninguna intervención o
modificación intencionada de las variables biológicas, fisiológicas, sicológicas o sociales de los
individuos que participan en el estudio, entre los que se consideran: revisión de historias
clínicas, entrevistas, cuestionarios y otros en los que no se le identifique ni se traten aspectos
sensitivos de su conducta.
PARÁGRAFO PRIMERO. En el caso de investigaciones con riesgo mínimo, el Comité de
Ética en Investigación de la institución investigadora, por razones justificadas, podrá autorizar
que el Consentimiento Informado se obtenga sin formularse por escrito y tratándose de
investigaciones sin riesgo, podrá dispensar al investigador de la obtención del mismo.

Tenemos pleno conocimiento del documento, acerca de la investigación que hemos


realizando, cumpliendo así con su directriz. tomado
de:http://www.urosario.edu.co/urosario_files/a2/a24fb07a-f561-4fcc-b611-affff4374bb7.pdf

REFERENCIAS

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Belsky, J. (1980). Child maltreatment an ecological integration. American


Psychologist, 35, 320- 335.

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Bronfenbrenner, U. (1979). La Ecología del Desarrollo Humano. Madrid: Paidós.

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maltratado. pereira.

Castillo, M. (2004). Guia para la formulación de Proyectos de Investigación. Bogota:


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Consumo de Sustancias Psicoactivas. Bogotá. (sin publicar)

Munist, M.; Santos, H.; Kotliarenco, M. A.; Suárez, O. E.; Infante, F. y Grotberg, E.
(1998). Manual de identificación y promoción de la resiliencia en niños y adolescentes.
Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. Washington,
D.C.

OPS. (2003). Maltrato infantil: una dolorosa realidad puertas adentro. DESAFIOS, 04.

Quirós., M. I. (1998). PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA NIÑEZ MALTRATADA.


Obtenido de http://www.col.ops-oms.org/Municipios/Cali/02NinezMaltratada.htm

RAMÍREZ, C., NAVARRETE, G. VEJARANO, M. Y HEWITT, N. (2005).


Construcción y validación de una estrategia de intervención y prevención en maltrato infantil
a partir de la transformación de las creencias y el empoderamiento de la comunidad: Una
experiencia participativa. Bogotá: Colciencias – Universidad de San Buenaventura, Bogotá
UNICEF. (2006). Maltrato infantil: una dolorosa realidad puertas adentro. DESAFIOS,
04.

ANEXOS

Anexo 1

PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA NIÑEZ MALTRATADA

a) Recomendaciones para personal capacitado.

● Escuchar con respeto, interés, solidaridad y confidencialidad, el relato del afectado.


● No se deben emitir conceptos sin un conocimiento adecuado.
● Reducir las ansiedades del agredido y su acompañante.
● Utilizar un lenguaje claro, entendible y que no confunda o deje más preocupada a la
persona acerca de su situación y de sus posibles soluciones.
● No se debe atropellar la intimidad del individuo con las preguntas que se hagan; pero sí
se debe tratar de esclarecer la situación.
● Es fundamental mostrar total credibilidad en las palabras del niño para que el relato se
fundamenta en la confianza y pueda darse una actitud positiva.
● Informar sobre los servicios existentes en la institución y en otras instituciones.
● Teniendo en cuenta la clasificación de signos y síntomas, definir qué funcionario de la
institución realizará la intervención; o si hay que remitir a otra entidad que disponga
del recurso humano o de la capacidad resolutiva necesaria.
● Cuando el niño lo solicite, se debe realizar una entrevista individual con él. Esto puede
ser señal de que no desea ser escuchado por nadie más y de que confía en la persona
que atiende el caso.
b) Situaciones que deben ser reportadas.

● Negligencia severa.
● Lesión neurológica importante, explicada como una caída "rutinaria".
● Abuso sexual.
c) Acerca de la terapia de rehabilitación.

El objetivo de la terapia es que el afectado recupere la capacidad de autocuidado de su


cuerpo, sus emociones y sus relaciones; su autonomía, su autoimagen, su autoestima. La
intervención debe ser realizada por un profesional en la materia que puede mantener la
objetividad para prestar la ayuda indicada.

La intervención será efectiva con el agresor, en la medida en que éste reconozca su


problema y considere que con ayuda profesional puede superarlo. Se alcanzarán mejores
resultados si no busca la ayuda presionado por factores externos tales como la amenaza de
separación o denuncia penal.

Ahondar en las motivaciones inconscientes por las que el agresor llegó al abuso, podrá
servirle a éste para entender lo que le pasa y poner freno a esas tendencias.

d) Acerca del seguimiento.

Las normas generales de seguimiento de las formas de maltrato infantil, hacen referencia
fundamentalmente a la relación entre el maltratador y el maltratado.

El primero debe demostrar que posee dentro de sí mismo, los elementos de contención
que le permitan la convivencia familiar, y que no existe posibilidad de que vuelva a maltratar a
ningún niño. El segundo debe adquirir la capacidad de defenderse del maltrato por sí mismo o
acudiendo a personas de la familia, de la comunidad o funcionarios del Estado (comisarías de
familia, inspectores de policía etc.) que le brinden la protección necesaria.

Este proceso puede durar algunos días, meses o inclusive años, dependiendo de las
condiciones particulares de las personas involucradas en la situación: Maltratante, maltratado,
familia y comunidad.

En términos generales, revisiones al mes, a los tres meses, a los seis meses y al año de
haber terminado el tratamiento, son suficientes para determinar la evolución que ha tenido el
caso.

Objetivos del seguimiento.


● Evaluar el impacto de la intervención realizada.
● Evitar que se repita el problema.
● Mantener comunicación y ayuda con el agredido y su familia durante el período de
conflicto.
● Intervenir a tiempo en caso de reincidencia.
● Revisar la evolución de las lesiones físicas, prevenir secuelas, educar, informar,
orientar.
En casos graves...

● El seguimiento debe ser realizado por el personal de salud y la institución legal que
atendió el caso.
● Debe hacerse una evaluación permanente hasta determinar que se está fuera de peligro.
● Deben hacerse citaciones periódicas al menor y a su familia.
Participación comunitaria en el seguimiento.

Pueden participar los promotores de salud, las madres comunitarias, los líderes
comunitarios o personas reconocidas y de confianza en la comunidad.

Los líderes comunitarios requieren capacitación permanente y en casos que lo ameriten,


intervendrán con el grupo interdisciplinario.

Estas personas, de ser aceptadas por las familias, realizarán visitas domiciliarias; lo que
puede lograrse con el diálogo persistente sin criticar ni juzgar su comportamiento, a fin de
generar confianza de ambas partes.

ANEXO 2

El siguiente cuestionario se basa en algunas características que exhiben niños maltratados


(Loredo, 2004 ).

Marca con una “x” lo que para ti sea cierto.


Me cuida con exageración y no me deja solo…

1. Papá ( )
2. Mamá ( )
3. Un familiar ( )
4. Un hermano mayor ( )
5. El maestro ( )
6. Nadie ( )

Mis padres trabajan y…


1. No me hacen caso ( )
2. Me gritan ( )
3. Me ofenden ( )
4. Me dejan hacer lo que quiera ( )
5. Me culpan de todo ( )

A veces tengo…
1. Moretones ( )
2. Señales de mordeduras ( )
3. Quemaduras de cigarro ( )
4. Quemaduras de plancha ( )
5. Señales de que me amarran ( )

Me he roto algún hueso…


1. Nunca ( )
2. A veces ( )
3. Casi siempre ( )
4. Muy seguido ( )
5. Siempre ( )
Muchas veces…
1. Me siento bien ( )
2. Ando sucio ( )
3. Tengo piojos ( )
4. Me siento ( )
5. Tengo hambre y sueño ( )

Cuando me castigan…
1. No me pegan ( )
2. Me pegan con la mano ( )
3. Me pegan con un cinturón ( )
4. Me pegan con un mecate mojado ( )
5. Me pegan con algún otro objeto ( )

Cuando me porto mal, me jala(n) del cabello…


1. Mi maestro ( )
2. Mi mamá ( )
3. Mi papá ( )
4. Mi hermano mayor ( )
5. Mis abuelos ( )
6. Nadie ( )

Cuando me porto mal…


1. No veo televisión ( )
2. Me pellizcan ( )
3. No salgo a jugar ( )
4. Me dan coscorrones ( )
5. Me pegan en la boca ( )
6. No me dicen nada ( )
ANEXO 3

CONSENTIMIENTO INFORMADO

LICEO PSICOPEDAGÓGICO BOLIVIA

Documento de Consentimiento Informado para padres de los estudiantes de pre-jardín, jardín y


transición del Colegio Liceo Psicopedagógico Bolivia, mediante el cual solicitamos e
informamos acerca de la participación de los menores en el proyecto que se propone desarrollar
en la institución en el cual se abordará el tema de Consecuencias Del Maltrato Infantil En Las
Áreas De Ajuste De Los Estudiantes.

Investigadores Principales

Leidy Viviana Huérfano Avila

Álvaro Javier Muñoz Moreno

Viviana Carolina Sanmiguel Amezquita

Colegio Liceo Psicopedagógico Bolivia

Proyecto Consecuencias Del Maltrato Infantil En Las Áreas De Ajuste De Los


Estudiantes.

Este Documento de Consentimiento Informado tiene dos partes:

• Información

• Formulario de Consentimiento

PARTE I: Información

Nosotros somos estudiantes de psicología de la Universidad Cooperativa De Colombia.


Estamos investigando sobre las consecuencias del maltrato infantil en las áreas de ajuste de los
niños teniendo en cuenta que este tema es muy común en este país. Le voy a dar información e
invitar a su hijo/hija a que participe en esta investigación. No tiene que decidir hoy si está de
acuerdo o no a que su hijo/hija participe en la investigación. Antes de decidir, usted puede
hablar con alguien con quien se sienta cómodo. Puede que haya algunas palabras que no
entienda. Por favor pídame parar según avanzamos en la información y tomaré tiempo para
explicarlas.

Selección de Participantes

Le estamos invitando a tomar parte de esta investigación porque es importante identificar


características que se van presentando durante la etapa de desarrollo en la cual se encuentran los
menores, además de la influencia del entorno, figuras de autoridad, cuidadores, docentes y
compañeros, en relación con sus áreas de ajuste y la repercusión de un posible maltrato infantil
en el desarrollo de las mismas.

Participación Voluntaria

La participación es completamente voluntaria es decir que pueden elegir que su hijo/hija


participe o no lo haga. Usted puede también cambiar su decisión más tarde y dejar de participar,
aun cuando haya aceptado previamente.

Duración

La investigación se realizará a lo largo de la primera mitad del periodo académico sin que esto
intervenga con la dinámica regular manejada por la institución ni con el aprendizaje de los
participantes.

Confidencialidad

La presente investigación mantendrá la confidencialidad de los datos, especialmente con


respecto a la información sobre el participante, ya que el propósito de este proyecto es
netamente educativo lo cual requiere sea únicamente conocido por los participantes, el equipo
de investigación y la institución que evaluará el desempeño del mismo.

PARTE II: Formulario de Consentimiento


He leído la información proporcionada, o me ha sido leída.

He tenido la oportunidad de preguntar dudas sobre ello y se me ha respondido


satisfactoriamente.

Consiento voluntariamente que mi niño/a participe en este estudio y entiendo que tengo el
derecho de retirar del estudio mi niño/a en cualquier momento sin que esto afecte de ninguna
forma, ni ocasione algún tipo de repercusiones futuras.

Nombre del Participante __________________

Nombre del Padre/Madre o Apoderado _______________

Firma del Padre/Madre o Apoderado ___________________

Fecha ___________________________ Día/mes/año

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