ADVIENTO, ESPERANZA EN LA FELICIDAD QUE NO TERMINA

CARORA (26 AL 29 -11-2019)

PROGRAMA DE ACTIVIDAD CON REPRESENTANTES

Martes 26, miércoles 27 y jueves 28

8:00 a.m. Bienvenida - Cantos
8:30 1ª Orientación: Adviento, tiempo de despertar a la esperanza
9:15 Oración
9:30 Receso
10:00 2ª Orientación: Para ser feliz, caminar a la luz del Señor
11:00 Reflexión personal
11:15 Puesta en común
11:45 Oración
12:00 m Despedida

PROGRAMA DE ACTIVIDAD CON PERSONAL

DOCENTE, ADMINISTRATIVO Y OBRERO

Viernes 29
88:00 a.m. Bienvenida - Cantos
8:30 1ª Orientación: Adviento, tiempo de despertar a la esperanza
9:15 Receso Oración
9:30 2ª Orientación: Para ser feliz, caminar a la luz del Señor
10:45 Cantos de animación
11:00 3ª Orientación: Adviento, tiempo de compromiso
11:45 Oración
12:00 m Despedida

NOTAS:
 Si es posible, pediría a los servidores de música que, para la primera oración
prepararan algún canto de adviento o navidad (conocido por la comunidad) que
contenga la frase “¡Gloria a Dios en el cielo!” o alguna frase de glorificación al
Señor por su venida.
 Para otros momentos de oración cantos propios del tiempo, entre los cuales sería
importante ¡Ven, Señor, no tardes!
 Por favor, imprimir un juego del programa y del resumen para tenerlo como
material de apoyo en caso de que falte la electricidad.

26-Representantes, Nivel Inicial / 27-Representantes, Nivel Primaria / 28-

Representantes, Nivel Media General / 29- Personal Docente,
Administrativo y Obrero.
 1ª Orientación
ADVIENTO, TIEMPO DE DESPERTAR A LA ESPERANZA

ADVIENTO
El término Adventus quiere decir advenimiento o venida, y es la traducción latina del
griego Parusía, que significa una presencia ya comenzada. El Tiempo de Adviento es
una llamada a estar vigilantes, tiempo de esperanza, tiempo de gozo y tiempo de
profundizar sobre el misterio del amor de Dios revelado en el nacimiento de su Hijo
Jesús.
Se trata de revivir y disponernos a la venida del Señor a nuestras vidas.
Venidas del Señor → en Belén.
→ cada día, a través de los
 sacramentos
 acontecimientos
 realidad cotidiana
 servicio
→ al final de los tiempos: concreción definitiva del Reino.

TESTIGOS DEL ADVIENTO

→ El profeta Isaías: anunciador del Mesías (Is 9, 12; 1, 3; 11, 10; 7, 14).
→ Juan Bautista: heraldo de Jesucristo. Voz que grita en el desierto.
→ La Virgen María: mujer de corazón abierto a la llamada de Dios, que se prepara
(Lc 2, 19: meditando y conservando todo en su corazón) para dar al mundo al Salvador.
Por eso el Adviento es el tiempo mariano por excelencia, expresado con mayor énfasis
en la fiesta de la Inmaculada Concepción.

LO CENTRAL DEL ADVIENTO

El anuncio del ángel (Lc 2,8-11)
Anuncio de liberación que abre el corazón y la mirada a
 La seguridad del amor de Dios (no teman).
 La disponibilidad a realizar la obra de Dios.
 La apertura a una nueva alegría. A pesar de la humildad en que se desarrolla
el acontecimiento, la alegría de todos da al ambiente una luminosidad y
espectacularidad especiales.
Alegría
→ Manifestada en el
 Reconocimiento del Verbo de Dios (”Salvador, Mesías y Señor” v 11). Para lo
cual hay que:
 dar tiempo a la oración
 hacer el esfuerzo necesario para discernir la venida del Señor a nuestro
mundo, a nuestras familias y comunidades y a nuestra vida personal.
 Deseo de que Él (Jesús) venga al corazón de todas las personas de buena
voluntad v 10.
→ Impulsada por la promesa presente en los textos bíblicos (Is 2,3: “de Sión saldrá la
ley, de Jerusalén la palabra del Señor”; 9,2 “los llevaré de las tinieblas a la luz”; 11,9-10
“el conocimiento del Señor llenará la tierra”; 7,14 “una virgen está encinta y les dará un
hijo”; Mi 5,2 “de ti, Belén, saldrá un gobernador de Israel”).
→ Expresada en la glorificación y alabanza a Dios a través de:
 La oración, el ayuno
 El encuentro con la Palabra
 El testimonio, el servicio
 Acrecentamiento de nuestra dignidad cristiana. LA ALEGRÍA Y LA
DIGNIDAD CRISTIANAS VAN JUNTAS. Por eso Isaías hace un llamado al
arrepentimiento, pues, necesitamos “caminar a la luz del Señor” (Is 2, 5) para
crecer en dignidad cristiana y experimentar la verdadera alegría, que nada ni
nadie nos puede arrebatar (Rom 8,39: nada nos separará del amor de Cristo).

CARÁCTER DEL ADVIENTO

→ Vivencia intensa de la cercanía y presencia eternas de Jesucristo.
→ Gracia especial de su venida: toma de conciencia más completa de su presencia.

ESPIRITUALIDAD DEL ADVIENTO

La espiritualidad implica un doble movimiento: oración y vida.
→ Esperanza y espera activas como fuerza de crecimiento.
→ Nuevo esfuerzo (ascesis) que impele a despertar para
 Convertirnos, a renovar nuestras vidas (significado del color morado de la
liturgia).
 Pronunciar con sinceridad y fervor el “¡Ven, Señor Jesús!”, el cual
 aleja nuestros pensamientos, tendencias y pasiones no compatibles
con la venida de Cristo.
 purifica y plenifica.
 da un matiz especial a nuestra oración.
 Celebrar todo.

2ª Orientación
PARA SER FELIZ, CAMINAR A LA LUZ DEL SEÑOR
(Isaías 2, 1-5)

→ Llamado a la conversión.
La montaña del templo de Dios es el lugar de:
 adoración y
 la unidad de las naciones.
Por Jerusalén vino la salvación del mundo. Con palabras del profeta Isaías “porque
de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor” (Is 2, 3).

→ Dificultad ante este llamado.

Una de las mayores dificultades se encuentra es nuestro reiterado intento de detener
el tiempo. ¿Por qué hacemos esto? Por
 Un sentimiento de nostalgia del pasado.
 Rechazo a la realidad (acontecimientos, personalidad, cuerpo, familia, trabajo,
profesión, vecindario, parroquia, Iglesia).
 Temor del futuro.
 ¿Qué sucede cuando intentamos detener el tiempo?
Se detiene la vida.
Por eso es tan importante la esperanza del Adviento, la esperanza cristiana. Para
vivir desde esta esperanza, sin nostalgia del pasado, rechazo a la realidad ni miedo al
futuro, es indispensable tener fidelidad a la oración.
Ante la exigencia de la oración encontramos dos tipos de personas:
 Las que no tienen tiempo disponible.
 Las que tienen su jornada comprometida, pero pueden administrar todo o parte
de su tiempo libre.
La fidelidad a la oración nos transforma gradualmente en una semejanza divina.
Entonces cabe una pregunta: ¿Por qué en nuestro diario vivir no hay espacio para la
oración? O lo que es lo mismo, ¿por qué no hay espacio para Dios?
Porque la búsqueda incansable de su sustituto no nos deja tiempo para Él.

→ Una respuesta válida al llamado.

La única respuesta válida (importante) es la que damos a Dios cuando estamos listos
para recibirlo tal como Él es, y no la imagen que nos hemos hecho de Él.
El papa Benedicto XVI ha dicho que la persona humana es la única criatura
capaz de usar su libertad para rechazar la eternidad.

→ Cómo responder al llamado a vivir la esperanza cristiana.

Es de suma importancia tomar la decisión de invertir un tiempo de cada día para
“pasársela bien con Dios”. Al decir de Santa Teresa de Jesús, ante nuestra necesidad de
orar, debemos hacer “una determinada determinación”.
Quien haga esto experimentará:
 Vivencia o recuperación de la paz profunda.
 Ser mejor hijo(a) de Dios (mejorará su relación con Él).
 Desarrollo de su autoestima. Crecimiento en la aceptación de sí mismo;
afirmación su dignidad humana y cristiana.
 Mejoría en su relación con los demás.
 Mejoría en su relación con el entorno, con la realidad, con la naturaleza, con el
mundo.
Empezará a experimentar la paz anunciada por el ángel el día del nacimiento del
Mesías.

3ª Orientación
ADVIENTO, TIEMPO DE COMPROMISO

Cuando el ángel anuncia a los pastores el nacimiento de Jesús, les dijo: “No
tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría
para todos: hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el
Señor… Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse
unos a otros: -Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha
anunciado” (Lc 2, 10-11.15).

Los pastores tuvieron una respuesta en la que se destaca un doble movimiento:

 De fe: “Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha
anunciado”. Escucharon la “buena noticia” y creyeron en ella. Es la misma
 actitud de María, reconocida por su prima Isabel: “Dichosa tú por haber creído
que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho” (Lc 1, 45).
 De seguimiento: “Vamos”. Se pusieron en camino para encontrarse con el
Salvador.
También a nosotros se nos ha anunciado la Buena Noticia de Jesucristo Salvador y
se nos ha pedido que creamos en ella: “Conviértanse y crean en la Buena Noticia” (Mc
1, 15) y se nos ha dado una misión común: “Vayan por todo el mundo y anuncien a
todos la buena noticia” (Mc 16, 15).
De la misma manera, Dios espera de nosotros una respuesta con la doble dimensión
de la fe y la acción. Y, de forma especial, el Adviento es tiempo de fe y de acción. Pero
no de cualquier fe o de fe sin discernimiento ni de cualquier actividad. Se nos llama a la
fe en Jesucristo, Salvador, Mesías y Señor, que nos libera del miedo, y al compromiso
con el anuncio del Evangelio, la Buena Noticia.
El mejor servicio que podemos hacer a alguien es presentarle a Jesucristo a través
del anuncio de su buena noticia de salvación. Es así que se nos invita a un compromiso
que puede tener diversas expresiones.
 La predicación de la Buena Noticia, porque como dijo San Pablo la fe nace de
la predicación en virtud de la Palabra de Cristo (Rom 10, 9-18). Quienes
creemos que Jesús es el Señor debemos proclamarlo a otros “con oportunidad o
sin ella” (Cf. 2 Tim 4, 2), porque esta buena noticia dará sentido a sus vidas.
Sería bueno detenernos en el ejemplo del apóstol Andrés quien, al conocer a
Jesús, fue a compartir con su hermano Simón (Pedro) la alegría de haber
encontrado al Mesías y, además, llevó a su hermano ante Jesús y se lo presentó
(Jn 1,40-42).
 La sensibilidad ante la realidad para captar las necesidades y las
oportunidades. Volvemos a tomar al apóstol Andrés como ejemplo en el relato
de la multiplicación de los panes y los peces, pues fue él quien se dio cuenta de
que había un muchacho con un poco de comida (Jn 6,8-9).
 Con apertura para abrir nuevos caminos a los hermanos y a la Palabra.
Fue, también, Andrés quien presentó unos griegos a Jesús (Jn 12,20-26), con lo
cual se adelantó a su tiempo: sólo después de la experiencia de la pascua, los
apóstoles y la Iglesia entenderán que Dios no hace acepción de personas y que
su Reino es para todos (He 10, 34).
 Con nuestro esfuerzo para dedicar tiempo a atender a los más necesitados:
familia, amigos, parroquia, Iglesia, ancianos, pobres, enfermos, niños.
 Con muestro servicio a través de la solidaridad, del compartir recursos
humanos, espirituales y materiales.