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1. Presentación
El presente tema tiene como objetivo presentar y explicar las normas
de redacción de un informe de investigación. En un primer
momento, se presentarán los distintos apartados que debe incluir un
informe, para luego centrarnos en los aspectos formales de cada uno
de ellos, en base a lo establecido por la Asociación Americana de
Psicología (APA). Nuestro objetivo será conocer las normas de
publicación de un informe de investigación según el formato APA.
El tema dará inicio con la referencia al formato APA. A continuación,
abordaremos el título y resumen. Posteriormente, nos ocuparemos
de la introducción, método, resultado y discusión.
Proseguiremos con las referencias y los apéndices junto a las notas
de autor y notas a pie de página. Finalizaremos con el formato
para la presentación de trabajos.
2. Formato APA
El formato APA (APA Style) que abarca la mayoría de los ámbitos
de la redacción científica, sirve tanto para la publicación de los
resultados procedentes de los trabajos de investigación como para la
redacción de prácticas, proyectos, informes técnicos, etc. Puede
decirse que consta de un conjunto de normas que se deben
respetar a la hora de redactar un informe de investigación. Dichas
normas establecen las pautas de redacción del contenido, el orden
de lo que se quiere exponer y el aspecto que debe tener una vez
escrito el informe.
En el ámbito de las ciencias sociales se utilizan de forma mayoritaria
las normas establecidas por la Asociación Americana de Psicología
(Normas APA 2017), es decir, unas directrices empleadas para la
redacción de textos de carácter científico. La estructura general que
se encontrará en los informes científicos se divide en los siguientes
apartados:
• Título
• Resumen / abstract en inglés
• Introducción
• Método
• Resultados
• Discusión
• Referencias
• Apéndices
• Nota del autor
• Nota a pie de página
• Tablas
• Encabezamiento de las figuras
• Figuras
El Manual APA no regula de forma estricta el contenido de un trabajo
académico, sin embargo, apela a la comunicación eficaz de las ideas
y conceptos. Las Normas APA 2017 invitan a la eliminación de las
redundancias, ambigüedades, generalidades que entorpezcan la
comprensión. La extensión adecuada de un texto es la rigurosamente
necesaria para decir lo que deba ser dicho.
A continuación, vamos a describir detalladamente cada uno de los
elementos que forman la estructura del informe científico, en base a
las precitadas normas acordadas por la APA.
3. Título y resumen
La primera página del informe debe contener el título, el nombre del
autor y la institución desde la que se llevó a cabo el trabajo.
Título
El título debe describir el contenido del trabajo, haciendo
referencia a las variables del estudio con los nombres más comunes
(etiquetas) de la literatura científica consultada. Es preciso que el
título no contenga más de diez o doce palabras. Para identificar cada
página del trabajo realizado, resulta útil introducir un título reducido o
"running head", el cual no podrá exceder los cincuenta caracteres de
longitud.
En el caso de que el trabajo se haya llevado a cabo por varios autores
de distintas instituciones, se harán constar todas. Cuando se trate de
una práctica de clase, aparecerá la Universidad, Facultad, curso,
grupo y fecha. Para poder identificar las páginas del informe se
procederá a la enumeración de las mismas. La enumeración de las
páginas empezará desde la que contiene el título.
Resumen
El resumen se ubica en la página siguiente a la del título y no debe
exceder las ciento veinte palabras. Este apartado es fundamental,
en cuanto debe comunicar de forma clara y concisa el problema
investigado, así como los participantes, el método adoptado,
haciendo referencia también a los hallazgos más relevantes, y en fin
las conclusiones.
Para redactar un resumen de manera correcta se debe usar
el tiempo verbal presente para los resultados y las conclusiones,
mientras el pasado para tratar de las variables estudiadas o los
aparados empleados durante la investigación.
El objetivo del resumen es el de despertar el interés del lector sobre
el argumento tratado, por tanto, ha de ser redactado de forma clara y
atractiva. El resumen irá acompañado de un abstract, es decir,
una traducción al inglés.
4. Introducción
Aunque en este apartado describiremos lo que es una correcta
introducción, en el informe no debe aparecer el encabezamiento
"introducción". Por tanto, se empieza a escribir en la página siguiente
al resumen y se encabeza con el título completo, el cual debe estar
centrado.
A la hora de escribir la introducción, debe adoptarse un lenguaje
simple, conciso y claro, para que los hallazgos puedan ser
comprendidos por el mayor número de lectores.
En un primer momento, se describe de forma general el problema
central, tratando de emplear los mismos términos encontrados en la
literatura científica consultada. Una vez nombrada una variable, se
procurará de utilizar siempre el mismo nombre con el fin de evitar
equivocaciones.
Antes de todo se debe revisar la literatura científica para poder
establecer aquellos principios teóricos que en un segundo momento
guiarán la investigación. Se aconseja la consulta de antecedentes
recientes. De los antecedentes revisados se citarán solo aquellos que
se hayan leído por completo y estén relacionados con el tema de
investigación.
En este apartado se debe justificar el trabajo, evidenciando la
originalidad
La introducción, además de delimitar el marco teórico de la
investigación, debe explicitar claramente el objetivo que se
persigue conseguir y operativizar o concretar las variables implicadas
en el fenómeno de estudio. Asimismo, ha de indicar las hipótesis de
forma clara y precisa y argumentar por qué se espera obtener esos
resultados.
5. Método
En este apartado de describe de forma detallada cómo se ha
realizado la investigación, de manera que otra persona pueda
replicarla sin dificultades, es decir, realizar otro trabajo igual.
La descripción del método utilizado sirve también para que otras
personas puedan evaluar la calidad del trabajo realizado, en términos
de fiabilidad y validez. El método consta a su vez de tres
subapartados:
• Participantes donde se hace referencia a las personas que
participaron en la investigación, de las cuales habrá que
proporcionar la siguiente información: número, población de
pertenencia, criterios de selección, rango de edad y
composición por género. En el caso de que algunos
participantes no completen la investigación, se hará contar el
número, sus condiciones y las motivaciones.
• Materiales donde se debe hacer referencia a los instrumentos
empleados para llevar a cabo la investigación. En el caso de
que alguno de ellos tenga un carácter especial o innovador se
deben describir de forma independiente, si no deberán estar
incluidos en el subapartado "procedimiento".
• Procedimiento donde se describe de forma detallada y clara
la realización de la investigación paso por paso. Por tanto, se
debe indicar el tipo de estudio realizado (ejemplo,
descriptivo, experimental, cualitativo, etc.),
los sujetos utilizados (ejemplo, un sujeto, un grupo)
y explicar el proceso de operativización de las variables
implicadas. La descripción del procedimiento debe incluir
también el nombre del diseño específico utilizado, la
explicación de la manera en la que se ha administrado cada
variable independiente respecto a los participantes y los
niveles de las variables independientes utilizadas.
En fin, para que otra persona pueda replicar la investigación es
necesario ofrecer también las instrucciones proporcionadas a los
participantes.
6. Resultados y discusión
Resultados
En los resultados se debe resumir la información obtenida y
los cálculos estadísticos que se han realizado con ellos, sin incluir
los datos en bruto, sino unos estadísticos que los resuman. Por
ejemplo, los índices de tendencia central, gráficos, etc. Antes de
informar de los valores, es preciso indicar el tipo de estadísticos que
se ha utilizado. Una vez presentados los estadísticos descriptivos, se
pueden mostrar los estadísticos de contraste si se han utilizado.
Se desaconseja comentar los resultados, ya que este paso se
realizará más profundamente en la discusión. Con el objetivo de
mejorar la comprensión de los resultados, a menudo, se presentan
en tablas y figuras entendidas como todo tipo de dibujo, gráfica, foto
y captura de pantalla que se incluya en el trabajo. Tanto las tablas
como las figuras deben tener su propio nombre y ser lo más sencillas
posibles para que se entiendan sin necesidad de recurrir al texto.
Discusión
La discusión es preferible que comience con una frase que
resuma los aspectos más significativos de la investigación. En un
segundo momento, se debe proceder a conectar los
resultados esperados en la introducción con los obtenidos, sin
introducir nuevas hipótesis, dejar algunas porque los resultados sean
desfavorables o manipular los resultados.
Sucesivamente hay que comentar las diferencias y
semejanzas entre los resultados obtenidos con los de otras
investigaciones, sin menospreciar o descalificar otros trabajos.
Los hallazgos se pueden generalizar a más sujetos o circunstancias
si la investigación lo permite. Es preciso señalar
eventuales implicaciones tanto teóricas como aplicadas.
Además de lo mencionado anteriormente, se debe indicar
brevemente de qué manera podría completarse ulteriormente el
trabajo realizado y proponer una futura línea de investigación. La
discusión ha de cerrarse con párrafo escueto y claro que explique de
qué forma se ha solucionado el problema de investigación e indicar
el aporte ofrecido por el trabajo finalizado.
7. Referencias
Con el término "referencias" se indica el listado de los autores y
sus publicaciones que se han mencionado en el informe por orden
alfabético. Con "bibliografía" se entiende el conjunto de
publicaciones sobre un tema, que se ordenan alfabéticamente en
base a los respectivos autores, sin que necesariamente se hayan
citado en el texto.
La obligación de escribir todas las referencias aparecidas en el
informe responde a la necesidad del lector de localizar sin dificultades
la fuente utilizada.
Las referencias deben presentarse en una página aparte que tiene
que enumerarse y colocarse después de la discusión.
Ejemplos de referencias
Libro
Galvez Montes, C., (2017). Violencia de Género. Cuarta edición.
Jaén, España: Publicación Formación Alcalá.
Artículo
Echeburúa, E.; Fernández-Montalvo, J., y Corral, P. (2008). "¿Hay
diferencias entre la violencia grave y la violencia menos grave contra
la pareja?: un análisis comparativo". International Journal of Clinical
and Health Psychology, 8: 355-382.
Artículo electrónico
Dias Niuka, A. B. (2012). Algunas reflexiones sobre la prevención de
manifestaciones de conductas delictivas en adolescentes, desde el
vínculo universidad-comunidad. Psicologia.com, 16, 3. Descargado
el 15 de enero de 2012 de
http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/v
iew/1374/1250/
8. Apéndices. Notas de autor y notas a pie de página
Estos apartados del informe suelen desaconsejarse ya que tienden a
dificultar la lectura y compresión de la información de manera sencilla.
En ellos se hace constar toda aquella información que resultaría
excesivamente extensa en el texto, como, por ejemplo,
cuestionarios, programas de ordenador, etc.
Apéndices
Los apéndices se diferencian por el nombre, que suele ser una letra
mayúscula (Apéndice A) y se dividen en base a cada tema específico,
que requiere un propio apéndice. Las hojas destinadas a los
apéndices se enumeran y se colocan después de las referencias.
Nota del autor
Una página aparte se dedica a la nota del autor, donde se hará
constar la institución de cada autor en el momento de la publicación
del trabajo y las fuentes que han financiado la investigación, pero
también el reconocimiento a las personas que de alguna manera han
contribuido a la realización del estudio y una dirección electrónica de
contacto para los lectores interesados.
Notas a pie de página
Las notas a pie de página también se desaconsejan, pero en el caso
de que sean necesarias deben respetar los siguientes criterios:
colocar un superíndice o marca mediante números en el lugar que le
corresponda y ubicar el texto en una página al final bajo el título "notas
a pie de página". Finalmente, todas las notas a pie de página se
deben colocar de manera correlativa en una única página numerada
al final del texto.
9. Formato para la presentación de trabajos I
En cuanto al formato para la presentación de trabajos:
• Tipo de letra: Times New Roman
• Tamaño de letra: 12
• Interlineado: a doble espacio (2,0), para todo el texto con única
excepción en las notas a pie de página
• Márgenes: 2,54 cm por todos los lados de la hoja
• Sangría: marcada con el tabulador del teclado o a 5 espacios.
• Alineación del texto: a la izquierda, también llamado
quebrado o en bandera.
El Manual APA aconseja la jerarquización de la información para
facilitar el ordenamiento del contenido. Los encabezados no llevan
números, ni tampoco mayúsculas sostenidas.
• Nivel 1: Encabezado centrado en negrita, con mayúsculas
y minúsculas
• Nivel 2: Encabezado alineado a la izquierda en negritas
con mayúsculas y minúsculas
• Nivel 3: Encabezado de párrafo con sangría, negritas,
mayúsculas, minúsculas y punto final
• Nivel 4: Encabezado de párrafo con sangría, negritas,
cursivas, mayúsculas, minúsculas y punto final
• Nivel 5: Encabezado de párrafo con sangría, cursivas,
mayúsculas, minúsculas y punto final
Para el Manual APA, la seriación, pero su uso no es indistinto:
• Números son para orden secuencial o cronológico, se
escriben en números arábigos seguidos de un punto (1.).
• Viñetas son para las seriaciones donde el orden secuencial no
es importante, deben ser las mismas a todo lo largo del
contenido.
Por regla general, las seriaciones deben mantener el mismo orden
sintáctico en todos los enunciados y mantenerse en alineación
paralela.
11. Resumen
La última parte del tema se ha dedicado a las Normas APA como
estilo de organización y presentación de información más usado en
el área de las ciencias sociales. Estas se encuentran publicadas en
el llamado Manual que permite tener al alcance las formas en que se
debe presentar un artículo científico.
A lo largo del tema, se han abordado los siguientes contenidos:
• Formato APA
• Título y resumen
• Introducción
• Método
• Resultado y discusión
• Referencias
• Apéndices. Notas de autor y notas a pie de página
• Formato para la presentación de trabajos
12. Bibliografía
Abad F. J., Olea J., Ponsoda V, García C., Medición en ciencias sociales
y de la salud, Madrid, 2011.
Botella J, León O, San Martin R, Barriopedro M., Análisis de datos en
psicología I. Madrid, 2001.
León O, Montero I, Métodos de investigación en psicología y educación,
4.ª ed., Madrid, 2015.
Pardo, A., Ruiz, M. A., Gestión de datos con SPSS Statistics, Madrid,
2011.
Pardo A., Ruiz M. A., San Martin R., Análisis de datos en ciencias sociales
y de la salud I, Madrid, 2009.
VV.AA., Análisis estadístico para la investigación social, 2.ª ed., Madrid,
2015.
VV.AA., Estadística para la investigación social, 2.ª ed., Madrid, 2013.
VV.AA., Manual práctico para la investigación y enjuiciamiento de delitos
de odio y discriminación, Barcelona, 2015.
Tema 10:Encuestas para
victimización
1. Presentación
Para diseñar y planificar una encuesta de victimización, nos podemos
preguntar:
• ¿Cuáles son los requisitos mínimos de una encuesta para
víctimas?
• ¿Con qué frecuencia deben repetirse las encuestas a las
víctimas?
• ¿Cómo debe organizarse la encuesta?
• ¿Qué tipos de delito deben incluirse?
• ¿Qué lapso debe cubrirse?
• ¿Cuál es el mejor diseño de muestreo que se puede adoptar?
• ¿De qué manera afectan los métodos de entrevista la
capacidad de comparar los resultados?
• ¿Cómo se deben seleccionar y capacitar los entrevistadores?
• ¿De qué manera se debe monitorizar y reportar la calidad y las
limitaciones de la encuesta?
Ninguna fuente por sí misma implica una medición definitiva de la
victimización en la sociedad. Cuando nos encontramos ante
victimización delictiva hay varias formas en que puede medirse y
distintas etapas en las que se puede realizar la medición: momento
que la persona percibe haber sido víctima de delito, momento que el
delito es denunciado a la policía y/o al momento en que se presentan
cargos. Además, no resulta posible efectuar una comparación
perfecta entre estas distintas estadísticas porque las encuestas a las
víctimas muestran las experiencias de victimización tal como son
percibidas por las víctimas.
Lo primero se presentarán las encuestas a víctimas. A continuación,
abordaremos encuestas a víctimas como herramientas.
Posteriormente, nos ocuparemos de la planificación y del proceso
de encuesta de victimización. Finalizaremos con el conteo de
delitos y víctimas.
2. Encuestas a víctimas
Las encuestas a las víctimas tuvieron su aparición como
metodología de manera bastante tardía. Las primeras encuestas
sociales fueron "El trabajo y los pobres en Londres" (1851) de Henry
Mayhew y "La vida y el trabajo de la gente de Londres" (1889-1903)
de Charles Booth donde fueron entrevistados los sujetos sobre sus
condiciones y actitudes sociales. Pero, la primera vez en que se
calificó la recolección de estadísticas delictivas a nivel internacional
fue en el Congreso General Estadístico de Bruselas en 1853. El
siguiente esfuerzo de importancia conocido se produjo en el
Congreso Internacional sobre la Prevención y Represión del Delito,
celebrado en Londres en 1872.
En un primer momento, la medición gubernamental del delito se
buscó en fuentes administrativas, como las estadísticas policiales
y judiciales. En el ámbito internacional, en 1978, fue elaborada
la Encuesta de las Naciones Unidas sobre tendencias delictivas
y la operación de los sistemas de justicia penal. Este estudio
mundial de extensión amplia se basó en fuentes administrativas
sobre la policía, los sistemas judiciales, los tribunales y las prisiones.
Por su parte, los primeros trabajos criminológicos se focalizaron
en estudiar a los delincuentes y no a las víctimas, para
comprender mejor sus motivaciones y las causas de su agresión. Las
discusiones acerca del delito solían recurrir a las estadísticas oficiales
y, especialmente, las de la policía. Durante la década de 1960, los
criminólogos detectaron las debilidades de las fuentes administrativas
y recurrieron a métodos alternativos que proporcionaran una
descripción más precisa e informativa de los problemas delictivos.
Las primeras encuestas de victimización tuvieron lugar en las
décadas de 1960 y 1970, y fueron diseñadas para analizar la llamada
"cifra oscura" del delito identificada con los delitos que no se
denunciaban o que no eran registrados por la policía. En torno a la
década de 1970, se hizo notar en las encuestas la influencia de la
teoría feminista y de la victimología. Encontramos las primeras
encuestas de victimización en Gran Bretaña a principios de la década
de 1970.
Además, estas encuestas resultaron ser una herramienta de
investigación para ayudar a identificar aspectos del delito y la
victimización que las fuentes administrativas no podían capturar
fácilmente. Esta información adicional resultó fundamental para
respaldar el desarrollo de estrategias de prevención del delito,
incluyéndose las actitudes del público en relación con el delito. A
medida que dichas encuestas maduraban y comenzaban a producir
series cronológicas de largo plazo, resultaron cada vez más útiles en
la medición de tendencias y se tornaron una influencia.
Quizá una de las encuestas que supuso un avance en encuestas de
victimización fue la Encuesta Nacional Sobre Delito en Estados
Unidos, desarrollada a partir del trabajo realizado por el Centro
Nacional de Investigación de la Opinión y la Comisión presidencial
sobre el cumplimiento de la ley y la administración de justicia,
realizada en 1972. Una recomendación clave de la Comisión fue la
implementación de una nueva fuente de estadísticas delictivas como
fue una encuesta de victimización. A finales de la década de 1970
e inicios de la década de 1980 se lanzaron encuestas en algunos
países, incluyendo los países nórdicos (Suecia, Finlandia y Noruega),
Israel, Holanda y el Reino Unido. Desde finales de la década de 1980
se fueron lanzando cada vez más encuestas en nuevos países,
llegando a 21 nuevas encuestas en la década de 1990 y 24 entre
2000 y 2006.
3. Encuestas a víctimas como herramientas
Podemos considerar las encuestas a las víctimas como
una herramienta de ayuda a comprender los problemas delictivos y
el mejor modo de abordarlos. También se ha dedicado el estudio a
aquellos aspectos subjetivos de la criminalidad: miedo al delito,
inquietudes y estrategias de defensa. Ahora bien, no están exentas
de críticas, aunque ahora es ampliamente reconocido que las fuentes
administrativas no pueden ofrecer por sí mismas un análisis
suficientemente confiable y exhaustivo del delito.
Las encuestas nacionales sobre la victimización delictiva
proporcionan una valiosa información a los autores de políticas
para comprender nivel y naturaleza del delito personal y doméstico,
así como la percepción del público de la seguridad en la comunidad
y la confianza que tiene en las agencias para el cumplimiento de la
ley, al ser indicadores del bienestar de la comunidad. Así, las
encuestas pueden cubrir una variedad de incidencias y experiencias.
A título de ejemplo, podrían plantearse las siguientes preguntas:
• ¿Qué número de delito existe y cuáles son sus características?
• ¿Cuáles son las características de las víctimas y los
perpetradores?
• ¿Ha cambiado el nivel de delito a lo largo del tiempo?
• ¿Cuáles son los riesgos de convertirse en víctima?
• ¿Ha cambiado la percepción de seguridad a lo largo del
tiempo?
• ¿Cuánto del delito se denuncia a las autoridades, y si no se
denuncia, por qué?
• ¿Están funcionando las políticas de prevención del delito?
• ¿Existe una relación entre el miedo al delito y los niveles
delictivos reales?
• ¿Cuál es el impacto sobre los grupos vulnerables de la
comunidad, como los migrantes, los grupos indígenas, los
ancianos y las personas con alguna enfermedad mental?
Sin embargo, también cabe señalar que motivado por ciertas
restricciones metodológicas, las encuestas de victimización delictiva
no pueden ofrecer una medida definitiva del número total de actos
ilegales que se producen. Así, por ejemplo, las encuestas a las
víctimas únicamente pueden identificar incidentes penales cuando
hay una víctima identificable. Algunas veces, los delitos son
percibidos como "carentes de víctimas" como sucede con los delitos
relacionados con las drogas o actos prohibidos por la ley, pero
producidos por acuerdo entre agresor y víctima. Este sería el caso
del sexo con menores o el pago de sobornos.
4. Planificación
Las encuestas a las víctimas engloban tanto incidentes delictivos
denunciados a la policía como no denunciado, seleccionando
aleatoriamente un muestreo de la población e interrogándoles
directamente sobre sus experiencias de victimización delictiva. Por
ello, se podrá medir más allá de los incidentes delictivos
comprendiendo con frecuencia preguntas sobre el miedo y las
actitudes hacia el delito y el sistema de justicia, sin olvidar diversas
características socio-demográficas, que ayudan a evaluar las
poblaciones en riesgo.
Partiendo de la naturaleza delicada de la victimización delictiva
pudiera ocurrir que las víctimas no denuncien. Así, las preguntas de
las encuestas deben ser redactadas cuidadosamente y sometidas
a pruebas. Además, los entrevistadores deben recibir capacitación
especializada sobre cómo manejar los temas delicados.
Los entrevistadores antes que nada tienen que tener una
consciencia general de los asuntos sobre la victimización y
familiarizarse con las estrategias y herramientas para el manejo de
las cuestiones que pueden surgir durante y después de las
entrevistas con los encuestados sobre los temas de la victimización.
Además, los entrevistadores tienen que garantizar la confidencialidad
de sus respuestas y mantenerse en una postura empática y
abstenerse de emitir juicios.
La diferencia más básica entre las encuestas da las víctimas y los
datos reportados por la policía es el método de recogida de los
datos. Las estadísticas reportadas por la policía obtienen los datos
de los registros administrativos de la policía, a nivel acumulado o de
microdatos. Por su parte, las encuestas a las víctimas recogen
información personal de las mismas personas sobre sus experiencias
a través de entrevistas telefónicas o cara a cara. La encuesta cubre
la experiencia de las víctimas al nivel de los microdatos donde
quedaría englobado el impacto del delito sobre las víctimas.
Las estadísticas reportadas por la policía centran la información de
todos los incidentes denunciados a una variedad de agencias
policiales. En cambio, las encuestas a las víctimas interrogan a
un muestreo de la población sobre su experiencia y, si están bien
diseñadas, este muestreo sería representativo de la población en
conjunto. Además, las estadísticas policiales suelen ser centralizadas
y publicadas anualmente comprendiendo la mayoría de los delitos,
aunque no necesariamente todos los delitos menos graves.
Todas las encuestas están sujetas a errores estadísticos. Ello no
significa que los números que resultan sean incorrectos. Errores que
pueden dividir en dos tipos:
• Errores de muestreo que representan la diferencia entre un
cálculo derivado de un muestreo de la población y el resultado
que se hubiera obtenido si se hace la misma pregunta a toda la
población.
• Errores ajenos al muestreo, como los de cobertura,
respuesta, procesamiento y de no respuesta son errores ajenos
al muestreo. Estos errores son más difíciles de cuantificar.
5. Proceso de encuesta de victimización I
Las encuestas de victimización se extienden una amplia gama de
temas y asumir una variedad de formas distintas. La variedad de
métodos y opciones disponibles es elevada.
El proceso sigue los siguientes pasos
Módulo Propósito
Preguntas sobre el miedo Medir el miedo al delito y la inseguridad
Experiencia con el delito Medir la victimización
11. Bibliografía
Abad F. J., Olea J., Ponsoda V, García C., Medición en ciencias
sociales y de la salud, Madrid, 2011.
Botella J, León O, San Martin R, Barriopedro M., Análisis de datos en
psicología I. Madrid, 2001.
León O, Montero I, Métodos de investigación en psicología y
educación, 4.ª ed., Madrid, 2015.
Naciones Unidas, Manual para encuestas de victimización, México,
2009.
Pardo, A., Ruiz, M. A., Gestión de datos con SPSS Statistics, Madrid,
2011.
Pardo A., Ruiz M. A., San Martin R., Análisis de datos en ciencias
sociales y de la salud I, Madrid, 2009.
VV.AA., Análisis estadístico para la investigación social, 2.ª ed.,
Madrid, 2015.
VV.AA., Estadística para la investigación social, 2.ª ed., Madrid, 2013.
VV.AA., Manual práctico para la investigación y enjuiciamiento de
delitos de odio y discriminación, Barcelona, 2015.