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Caracterización de la guerra económica

Por: José Gregorio Piña


¿Qué es una guerra económica?
Guerra económica es un término que designa un conjunto de acciones
encubiertas o disimuladas ejecutadas por diversos actores económicos, por
lo general bajo un plan concebido por actores políticos y estrategas militares,
combinadas o no con otros métodos de ataque; destinadas a afectar de
manera desfavorable el desempeño de una economía nacional, bajo la
apariencia de ser consecuencia necesaria de la exclusiva gestión deficiente
del respectivo Gobierno Nacional; ubicadas dentro de un marco de actuación
de mayor alcance, como uno de los frentes de batalla, en este caso en el
desarrollo de las actividades de producción, transporte, intercambio y
consumo de bienes y servicios; en el contexto de una guerra abierta o
encubierta llevada a cabo por potencias externas, aliadas o no con grupos
políticos externos o locales, opositores todos, que financian los costos de
esas acciones económicas y que buscan derrocar a dicho Gobierno por
cualquier vía, legal o ilegal, de violencia explícita o implícita; con apoyo de
medios de propaganda, incluidas las empresas de comunicación social que
controlen, para resaltar, magnificar y reforzar las situaciones desfavorables
propiciadas por dichas acciones económicas, creando un efecto
retroalimentador sobre las expectativas de los actores económicos afectados
y socavando el apoyo político del Gobierno de que se trate.(concepto
desarrollado por José Gregorio Piña T.).
¿Qué factores evidencian que estamos ante una guerra económica?
Basados en muchos antecedentes, entre los cuales resaltan toda la
información desclasificada que prueba la intervención directa del gobierno
de los EUA, a través de la CIA y de empresas estadounidenses, en la acción
subversiva en contra de Salvador Allende como candidato, como Presidente
electo y luego como mandatario en ejercicio y que desembocaron en el
Golpe en Chile de 1973 y la consiguiente dictadura militar; y en las
revelaciones de ex agente John Perkins en su libro "Confessions of an
economic hit man", traducido al español como "Confesiones de un sicario
económico"; se puede corroborar una serie de elementos que evidencian el
desarrollo de una guerra económica en la actualidad en Venezuela, que
encaja en la definición que doy, y que coincide a la letra con los antecedentes
citados:
a- Desabastecimiento injustificado de productos específicos que afectan
los hábitos y costumbres de la población. Nótese que no son muchos
los artículos, porque se afectarían los ingresos de los propios actores
económicos que ejecutan esas acciones y porque se haría evidente la
acción obstruccionista, con lo cual el efecto político buscado podría
revertirse hacia sus ejecutantes.
b- Elevación injustificada, anárquica y arbitraria de los precios, sin que
haya un correlato objetivo que justifique dicha alza.
c- Desvío de productos desde los canales regulares de distribución,
incluso los del Estado, hacia los canales irregulares, o hacia depósitos
para su ocultamiento o incluso para ser llevados a otros países
mediante el contrabando de extracción.
d- Actuaciones comprobadas de sabotajes de fuerte impacto diseminadas
en servicios básicos, centros de producción, medios de producción y
medios de transporte; o acciones de sabotaje continuado de bajo
impacto en todos estos factores, con afectación global de la
producción y adicional efecto sicológico.
e- Campaña mediática permanente de titulares focalizados casi de
manera exclusiva en "hechos" y cifras adversas de orden económico,
reales o ficticias, manipuladas o exageradas, y una matriz
predominante de un pretendido caos y estallido de la economía del
país; con apoyo de operadores políticos investidos de estudios
formales en la materia, atribuyendo todo lo negativo a la gestión de
Gobierno.
f- Campaña de ataque y descrédito contra la moneda venezolana,
invocando el ilegal mercado de divisas y un precio irreal de las mismas
que no deriva de transacciones en un mercado formal y que no son
representativas ni del conjunto de transacciones en divisas
efectivamente realizadas ni mucho menos de las que requiere la
economía venezolana.
g- Actuaciones insidiosas de operadores sicológicos camuflados como
favorables al Gobierno, que buscan posicionar una doble matriz: por
un lado, que el Presidente y su equipo no tienen la "competencia
técnica" y que por eso han creado la crisis y que no pueden manejarla;
y por otro lado, que el Presidente y su equipo económico están
traicionando al Presidente Chávez e implementando medidas y
acciones contra el Pueblo y a favor de la oligarquía económica; incluso
negando la evidencia fáctica de las decisiones y actuaciones similares
del Presidente Chávez sobre esos mismos asuntos.
¿Qué actores intervienen en la guerra económica? ¿Quiénes se benefician y a
quienes perjudica?
a- Gobiernos extranjeros
b- Diversas agencias de inteligencia y de intervención de diversos
gobiernos extranjeros, desde fuera y también dentro del país.
c- Empresas multinacionales
d- Grupos financieros internacionales
e- Empresarios nacionales
f- Organizaciones políticas, tanto extranjeras como del país.
g- Empresas de comunicación social controladas por todos los anteriores
Todos ellos se benefician; y se perjudica todo el resto de la sociedad,
incluidos los pequeños y medianos empresarios privados; además, por
supuesto, del Gobierno legítimo de Venezuela.
El beneficio para los primeros tiene una doble vertiente: la primera, pero
secundaria, es la ganancia económica que se genera; pero el verdadero
objetivo es la ganancia política, sea por la merma de votos a favor del
proceso hacia el Socialismo por abstención o por cambio de voluntad del
votante, o sea por fomentar el clima político que sirva de pretexto para
acciones abiertas de índole subversiva.
¿Cómo influye el precio del dólar paralelo en la deformación de la economía
venezolana?
En términos técnicos reales la influencia de esas transacciones ilegales
debería ser mínima, porque su incidencia en términos de divisas es menor al
6% del total de divisas transadas, según informan actores relacionados con
dicho mercado ilegal.
El real impacto viene dado por el contexto de guerra económica ya analizado,
primero porque el adversario ha logrado construir una matriz de opinión que
pretende justificar toda alza indiscriminada y exagerada en los precios de
bienes transables y no transables, sobre la base de un alegado "precio" de la
divisa que no proviene de un mercado arbitrado y transparente, donde no se
conoce la supuesta formación de ese precio, y que es casi exclusivamente
para especulación financiera y no para la adquisición de bienes, finalidad ésta
última que es atendida en la cuantía necesaria por los mecanismos legales
implementados por el Estado venezolano.
¿Cómo podemos los venezolanos de a pie combatir la guerra económica?
a- Primero y principalmente, tomando conciencia de la existencia de la
guerra económica y estando claros de en cuál de los dos bandos
estamos, y teniendo claro que en toda guerra hay bajas y existen
contratiempos, pero el grueso de la población resiste; porque está
claro que si triunfa el bando contrario, la situación será mucho peor;
como amargamente han aprendido tardíamente los votantes de
Grecia, España y Portugal, sólo para citar algunos ejemplos recientes
europeos.
Si por los muertos, prisioneros, exilios y daños de la Guerra de Independencia
de Venezuela, la más larga, cruel y cruenta de toda América, los venezolanos
de ese entonces hubieran optado por rendirse a favor del Imperio Español,
no habríamos alcanzado la independencia.
b- Estar conscientes de que en estos 14 años hemos sobrellevado y
superado situaciones económicas mucho peores, sobre todo las
ocasionadas por el paro y sabotaje petrolero, y que las pudimos
superar con acciones y medidas del Presidente Chávez de la misma
índole y de mayor impacto en el alza de precios que las ahora
adoptadas por el presidente Maduro, como fueron las cuatro
devaluaciones entre 1999 y 2012, una de ellas del 100%, y con un
efecto acumulado del 646%.
c- Estar conscientes que, a pesar del alza del INPC (precios), poniendo el
asunto en perspectiva, comparando con el año base de 1997, a la fecha
el ingreso mínimo legal está 110% por encima de la inflación, es decir
que ha más que duplicado el nivel de inflación y el salario mínimo a la
fecha está 47% por encima de la inflación en estos pasados 14 años. Y
los ingresos salariales de todo el sector público están 10% por encima
de la inflación. ¿Qué quiere decir eso? Que por primera vez desde hace
40 años los ingresos reales están por encima de la inflación, que no fue
así en las pasadas décadas.
A título de ejemplo contrario, durante el quinquenio nefasto, el peor de
todos los pasados 40 años, que fueron del 92 al 96, en el cual los salarios
reales cayeron en 93%, o sea era menos del 10%, porque la inflación fue
muchísimo más alta y sin embargo los salarios no crecieron.
En los Estados Unidos relativamente hay poca inflación, pero nadie dice que
el ingreso medio real de los hogares estadounidenses ha disminuido en más
del 40% en los últimos 30 años. En la Alemania bajo Angela Merkel han
disminuido en 15% en términos reales, igualito en Chile, en Perú, no suben
los precios de bienes y servicios, pero disminuye el ingreso real de la
población trabajadora.
Adicionalmente, existe un mayor nivel del empleo de calidad. En esto hay
que recalcar que ese es un crecimiento que viene sostenido desde el año
1999 hasta la fecha, donde se ha generado en la economía más de 4 millones
y medio de empleos y empleos de calidad puesto que el sector formal de la
economía ha aumentado en más de 14 puntos porcentuales, hoy supera el
60%, casi los dos tercios, en el entendido de que nunca va a ser el 100%,
porque los emprendedores, los que tienen sus propios negocios, sus
actividades de nivel personales: el índice de emprendimientos en Venezuela
es de los más altos del mundo.
Más del 80% de todos los trabajadores devenga por encima del Ingreso
Mínimo Legal, y además en los pasados 14 años el gobierno Nacional ha
acordado y mantenido más de 2,2 millones de nuevos pensionados, los
cuales igualmente reciben el equivalente del Salario Mínimo.
d- Usar al máximo las opciones de adquisición de alimentos y bienes del
Estado venezolano, y adquirir el resto de bienes, en lo posible, a
organizaciones comunitarias y otras formas asociativas que vendan a
menores precios.
e- Ejercer al máximo la contraloría social contra todas las prácticas
enumeradas que caracterizan la guerra económica, y denunciarlas por
los mecanismos establecidos, incluidos el novedoso 0800-SABOTAJE y
las redes sociales.
f- Tomar conciencia de que el consumismo, es decir, la adquisición de
bienes superfluos o que no sean esenciales, u optar por las versiones
más costosas o de moda, y la preferencia injustificada por opciones
elaboradas, en detrimento de la propia elaboración de alimentos, son
conductas que aumentan nuestras erogaciones.
g- Hacer ver a todos nuestros parientes y relacionados todo lo arriba
expuesto, y dejar claro cuál debe ser la conducta social favorable a los
intereses del Pueblo, y desalentar toda actitud derrotista o
claudicante, ejemplificando con la experiencia de los años 80 y 90 del
siglo pasado en Venezuela, y con la experiencia actual en otros países,
que la opción de gobierno de la Derecha, sobre todo en su faceta más
neoliberal en lo económico y más opresiva en lo político, bajo ninguna
circunstancia es un alternativa favorable y, por lo contrario, sería de
consecuencias económicas y sociales mucho más nefastas para la
mayoría de la población.

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