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Todos los seres vivos dependemos del agua pero algunos dependen de esta más que
otros, ya que solo pueden vivir sumergidos o flotando allí.
Contraria a estas, las plantas que habitan ambientes acuáticos, llamadas plantas
acuáticas, tienen todo su cuerpo, o al menos las raíces siempre en contacto con el
agua. Estas plantas tienen adaptaciones les permiten vivir en ambientes con exceso
de agua, como los lagos, lagunas, los ríos y otros ambientes acuáticos.
Según el lugar del ambiente que ocupen, pueden reconocerse tres grandes grupos de platas acuáticas: las plantas
emergentes, las plantas sumergidas y las plantas flotantes.
Las plantas anfibias o emergentes viven en terrenos muy húmedos o inundables, pero solo las raíces
pueden quedar sumergidas en el agua. Las flores, los tallos y las hojas permanecen fuera del agua. El junco
y la totora son ejemplos de plantas emergentes.
Las plantas flotantes tienen gran cantidad de raíces que les dan estabilidad cuando el movimiento del agua
las balancea. Pueden tener forma de plato o canasto, estas formas son ventajosas porque hacen más difícil
que se hundan. Además, muchas plantas flotantes contienen aire en diferentes partes de su cuerpo. Esto
mejora su flotación. El aire interior de estas partes esponjosas lo aprovechan para la respiración de las
raíces, que están siempre en el agua. El camalote, el irupé y la lenteja de agua son ejemplos de plantas
flotantes.
Las plantas sumergidas son muy delgadas y flexibles; si se las saca del agua, no se sostiene erguidas.
Absorben el agua, las sales y los gases que necesitan para vivir a través de toda la superficie. Sus tallos y
sus hojas no están cubiertos por sustancias impermeables, que sí tienen las plantas aeroterrestres y las
flotantes. Muchas plantas sumergidas viven sueltas dentro del agua, no tienen raíces. Otras poseen raíces
que las fijan al fondo, eso impide que sean arrastradas por el movimiento del agua. La elodea y la cabomba
son ejemplos de plantas sumergidas
Actividad:
A partir de la lectura y el análisis realiza un cuadro comparativo con los distintos tipos
de plantas acuáticas (emergentes, sumergibles y flotantes) y sus características.
A las plantas que viven en las orillas de lagos y lagunas se les llama “anfibias”. ¿Por
qué razón reciben ese nombre, igual que las ranas y los sapos?
Investiguen acerca de los usos del junco y la totora en distintos países de Sudamérica.
¿Qué objetos se construyen con esas plantas? ¿Qué características de sus hojas y de
sus tallos les convierten en un material ideal para construir esos objetos?
*Se les planteara las siguientes preguntas a los niños: ¿Qué características comparten
los anfibios con los peces? ¿Y con los animales terrestres? ¿Podrían los anfibios
sobrevivir en ambientes aeroterrestres exclusivamente? ¿Podrían vivir solo en
ambientes acuáticos?
*Según lo que respondan se le comentará: Los animales que viven en el agua tienen
diferentes características o adaptaciones que les permiten vivir dentro de los ríos, de
los lagos o de los mares, o de las cercanías. Algunos animales como los peces y los
pulpos, están totalmente adaptados a la vida en el agua: están siempre sumergidos y
no pueden permanecer fuera del agua por mucho tiempo. Otros, como las gaviotas,
los pingüinos y los cocodrilos, pueden estar tanto en la tierra como en el agua.
*Tomarán nota.