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Cambios familiares y trabajo social.

Las familias
españolas han cambiado a un ritmo vertiginoso en
las últimas tres décadas. En 1970 -ayer mismo- las
mujeres no tenían la patria potestad sobre sus hijos,
y necesitaban la autorización del marido para traba-
jar fuera del hogar. Casi la mitad de la población fe-
menina era analfabeta o sin estudios. Las mujeres te-
nían una media de tres hijos; se esperaba de ellas
total dedicación a su cuidado, y ninguna de los hom-
Cambios familiares
bres. Hoy la media de hijos por mujer es poco más
de uno, hay más universitarias que universitarios, y
cada vez más mujeres ocupan puestos de alta res-
ponsabilidad polftica, económica y social. Muchos
y trabajo social
de los "nuevos padres" cambian pañales y bañan a
sus hijos.
¿Qué significan estos profundos cambios para la
vida familiar, para la infancia y para el trabajo social?
En este libro se describen e interpretan las transfor-
maciones de las familias, de la educación, del
.-
u
empleo y del estado de bienestar en su conjunto. Un o
análisis histórico y una comparación con otros países '"o
europeos permite comprender la situación actual de
las familias en España y los retos para la intervención '-ra
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polftica y social. Se profundiza además en las ruptu- ra
ras conyugales, en la conciliación de empleo y fami- Jo.
+-'
lia, en las políticas para las familias, en el logro
~
educativo, en el maltrato infantil y en el trabajo
social y la mediación con niños y familias. Este libro '"C1J
Jo.
está dirigido, por lo tanto, a todas las personas
interesadas en comprender los cambios familiares y
ra
la realidad familiar actual y en mejorar a partir de
esta comprensión la vida de estas nuevas familias. Es
de especial interés para los que son o aspiran a ser
trabajadores sociales, para los educadores, y en
general para todos los que trabajan con familias. .-
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ISBN 978-84-96062-95-5

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CAMBIOS FAMILIARES
Y TRABAJO SOCIAL
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TERESA JURADO GUERRERO Ced.)

CAMBIOS FAMILIARES
Y TRABAJO SOCIAL

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- EDICIONES ACADÉMICAS, S.A.
Introducción general 9
Teresa Jurado Guerrero

PRIMERA PARTE: Claves de la evolución de la familia en España

Introducción............................................................................................... 17
Todos los derechos reservados. Teresa Jurado Guerrero
Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por
ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, Capítulo 1. Los grupos domésticos: estrategias de reproducción ......... 23
grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema JeslÍs Contreras Hernnández
de recuperación, sin permiso escrito de Ediciones Académicas, S. A.
Capítulo 2. Democratización de la familia y cambios demográficos en
España....................................................................................................... 65
Teresa Jurado Guerrero y Manuela Naldini

SEGUNDA PARTE: La familia en el régimen de bienestar español

© Teresa Jurado Guerrero, Jesús Contreras Hernández, Manuela Naldini, José S. Martínez García, Introducción .............................................................................................. . 95
Josefina Fernández i Banera, Constanza Tobío Soler, Diego Ruiz Becerril, María José Díaz-Aguado
y José Luis Gaztañaga Moreno. Teresa Jurado Guerrero

© Ediciones Académicas, S. A. Capítulo 3. El papel de la familia en el régimen de bienestar español 103


Bascuñuelos, 13 - P • 28021 Madrid Teresa Jurado Guerrero y Manuela Naldini

ISBN: 978-84-96062-95-5 Capítulo 4. Clase social, género y desigualdad de oportunidades


Depósito legal: M. 41.911-2007 educativas .............................. ................................................................... . 137
Compuesto e impreso por Fernández Ciudad, S. L. José S. Martínez García
Coto de Doñana, 10. 28320 Pinto (Madrid)
Capítulo 5. Trabajo social con familias y mediación ............................ . 155
Impreso en España/Printed in Spain Josefina Fernández i Barrera
8 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL

TERCERA PARTE: Familias con niños y trabajo social

Introducción ............................................................................................... 167


Teresa Jurado Guerrero

Capítulo 6. Conciliación o contradicción: cómo hacen las madres


trabajadoras ........................................................................................... .. 175 Introducción general
Constanza Tobío Soler
Teresa Jurado Guerrero
Capítulo 7. Los hijos y la ruptura matrimonial .................................... . 205
Diego Ruiz Becerril

Capítulo 8. El maltrato infantil................................................................ 223


María José Díaz-Aguado

Capítulo 9. Trabajo social, familia y escuela ........................................ .. 243


José Luis Gazta¡¡aga Moreno
La familia es una institución que cuenta con más de mil años de historia y
existe en casi todas las sociedades humanas. Constituye una unidad básica de la
sociedad y suele ser el refugio social y emocional de la mayoría de las personas.
La continuidad de la institución familiar a través de los siglos no está reñida con
su transformación a lo largo de su devenir histórico. Además, existen grandes di-
ferencias entre familias según su ubicación geográfica, social y cultural.
La institución familiar es estable en su existencia y muy variable en sus for-
mas. ¿Cuál es su núcleo estable? La familia tiene una gran relevancia como uni-
dad de producción de bienes, de reproducción biológica y social de seres hu-
manos y como unidad de seguridad social de sus miembros. En el pasado las
familias campesinas y artesanas eran sobre todo unidades de producción de bie-
nes, tanto para el consumo propio como .para el intercambio. El ejemplo más cla-
ro se encuentra en la explotación agrícola familiar, en la que la familia en su con-
junto participa en la producción de bienes agrícolas para el consumo propio y para
la venta en el mercado. En los países occidentales, desde la industrialización, la
producción se realiza mayoritariamente en unidades empresariales que están se-
paradas del hogar familiar. Las familias se han convertido principalmente en
unidades de consumo de bienes adquiridos en el mercado y en unidades en las que
se pone en común y se comparten ingresos u otros recursos económicos. Por lo
tanto las familias se han transformado de una unidad de producción en una uni-
dad de consumo y de ingresos puestos en común. A pesar de ello, se puede con-
siderar que las familias son todavía pequeñas unidades de producción, porque las
personas que realizan el trabajo doméstico en un hogar producen bienes y servi-
cios para la familia, básicamente alimentación y limpieza.
La gran mayoría de familias son unidades de reproducción biológica y so-
cial. Las familias crían, socializan y educan a niños que serán futuros trabajado-
res, soldados, ciudadanos, consumidores y futuras madres. Además, los padres si-
guen estrategias para colocar a sus hijos en una buena posición social, es decir
intentan que se coloquen igual de bien que ellos o incluso mejor. La reproducción
10 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL INTRODUCCIÓN GENERAL 11

o colocación social de la nueva generación es una estrategia familiar que ha ido libro es ayudar a tomar distancia respecto de las experiencias particulares, per-
cobrando importancia en las sociedades a medida que aumentaban las desigual- catando se de la pluralidad de formas familiares que encontramos en la actualidad
dades sociales. La transmisión del patrimonio, las alianzas matrimoniales, el pa- y que han existido a lo largo de la historia. Hay una tendencia a generalizar a par-
drinazgo y la inversión en la educación de los hijos son diferentes mecanismos tir de este conocimiento personal y a creer que las familias son como las que no-
con un mismo fin, la perpetuación o aumento del patrimonio y del estatus social sotros conocemos. Es importante evitar los juicios basados en un conocimiento
familiar. La labor reproductiva y socializadora de las familias siempre ha desper- muy limitado de la realidad familiar. De hecho hay muchos mitos sobre la familia.
tado interés público, tanto político, económico y militar como religioso. Ejemplos Es conveniente reparar en algunos de ellos, que como no se tratan en este libro de-
de la familia como campo de batalla política y cultural abundan en la reciente his- talladamente, se resumen brevemente a continuación.
toria española. Desde principios del siglo xx se han sucedido los enfrentamientos Un mito muy extendido es la idea de que las familias en el pasado estaban
públicos entre detractores y promotores del matrimonio civil, del divorcio, del exentas de conflictos conyugales, generacionales y que gozaban de una gran es-
aborto, de los anticonceptivos modernos, de la educación religiosa de los niños y tabilidad a lo largo del ciclo familiar. La demografía histórica ha mostrado que en
del matrimonio entre personas del mismo sexo (Iglesias de UsseI1998). épocas pasadas para las que disponemos de registros de la población, la estabili-
Otras funciones realizadas por las familias no son menos importantes, aunque dad familiar se veía amenazada desde varios frentes a la vez: la muerte y las mi-
tengan una dimensión más privada. Las familias se pueden considerar unidades graciones principalmente. La.mortalidad infantil, la mortalidad de las mujeres en
que dispensan servicios de cuidados a los enfermos y dependientes y que ofrecen el parto, la mortalidad general por epidemias y una larga lista de enfermedades in-
apoyo emocional y económico a sus miembros, es decir, la familia es una unidad curables hacían estragos: en la España de 1860 la esperanza de vida no llegaba a
de seguridad social. Economistas, médicos, psicólogos, trabajadores sociales, los 30 años (Reher 1996, p. 171). Las crisis económicas, las guerras y el creci-
maestros y un largo sinfín de profesionales modernos analizan a la familia, cuen- miento demográfico excesivo producían movimientos migratorios que separa-
tan con ella, delegan en ella y acuden a ella en su ejercicio profesional. En suma, ban a cónyuges, a hijos de sus padres y a parientes. La historia de la familia en Es-
las familias han sido y son unidades económicas y sociales de producción, de in- paña ofrece muchos ejemplos al respecto, como muestra el recorrido que realiza
gresos y consumo, de seguridad social y de reproducción biológica y social. Reher (1996).
Los cambios familiares se interpretan frecuentemente en clave de crisis, y es Otro mito, que tiene su origen en la sociología americana de los años 1960, es
recurrente proclamar el fin de la familia. Desde los inicios de la sociología de la que la industrialización y la modernización social provocaron la nuclearización de
familia no han faltado quines alertaran sobre los peligros que acechan a las fami- las familias (convivencia de padres e hijos solamente) y en consecuencia la dis-
lias y la progresiva desintegración y desaparición de la misma. El trabajo infantil minución de su tamaño y la pérdida de los lazos de parentesco'. Los historia-
al inicio de la industrialización, la caída de la fecundidad y las enfermedades ve- dores han llamado la atención sobre la importancia de las familias nucleares en
néreas, por sólo mencionar algunas preocupaciones, hicieron saltar las voces de países como Inglaterra desde antes de la industrialización. También han resaltado
alarma y propiciaron la intervención de los poderes públicos en asuntos familiares. la importancia de las redes de parentesco para la emigración de zonas rurales a las
En la actualidad las familias siguen representando una fuente de preocupación por nuevas urbes y la importancia del parentesco en los intercambios de bienes y ser-
el aumento de la infecundidad, de las familias monoparentales, de las parejas del vicios en todas las épocas, incluida la actual (Segalen 1997). Además, como se de-
mismo sexo, de los divorcios, de la violencia doméstica y del acoso y la violencia sarrolla en el primer capítulo, incluso dentro de la sociedad rural española, antes
en el ámbito escolar. de la industrialización, la diversidad familiar abarcaba desde familias nucleares a
y sin embargo, a pesar de la continua preocupación por la salud de la familia familias extensas * y troncales *. La familia nuclear* ni es una realidad nueva ni
como institución social, ésta se resiste a desaparecer y se adapta asombrosamen- tampoco es la única forma familiar de la actualidad.
te bien a diferentes contextos, cumpliendo con las funciones familiares más in- La idea de que las familias de antaño tenían muchos hijos es otra idea ex-
trínsecas. Las familias siguen criando a niños, naturales y adoptados, ofrecen cui- tendida pero incorrecta, al menos para la mayor parte de Europa. La elevada
dado y apoyo a sus miembros más débiles y a los miembros en situaciones de mortalidad, sobre todo infantil, que existía con anterioridad a la primera transición
crisis por falta de recursos económicos, por enfermedad o por otros problemas demográfica, se encargaba de limitar el número de hijos que sobrevivían la pri-
personales. La influencia familiar en la colocación social de los individuos tam- mera infancia. Otros factores limitaban la fecundidad: la tardía edad al matrimo-
bién sigue siendo de gran relevancia. nio, la continencia dentro del matrimonio, el amamantamiento prolongado, la fre-
Casi todas las personas en el reciente pasado español se han criado dentro una
familia nuclear, bajo la tutela de madre y padre. Por ello la mayoría de nosotros , Las palabras marcadas con un asterisco se pueden encontrar explicadas en los cuadros de conceptos
tiene conocimientos de la realidad familiar por experiencia propia, en nuestra fa- básicos que se encuentran en las introducciones a las partes I y II del libro, ver también apartado
milia y con las familias de nuestros parientes y amigos. Un objetivo básico de este «cómo leer este texto».
12 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL INTRODUCCIÓN GENERAL 13

cuentemente mala alimentación y la elevada mortalidad femenina. Según cálculos cilitar la lectura de todos los capítulos hay en cada parte del libro una introducción
de Reher, alrededor de 1851 en la comarca de Cuenca solía haber un promedio de que resalta la razón de ser de cada tema y su encaje en el marco global del libro.
dos hijos menores de quince años viviendo con sus dos progenitores en un hogar El apartado «cómo leer este texto», al final de esta introducción, detalla la im-
(Reher 1996, p. 252). portancia de las introducciones. Finalmente, será la lectora o el lector, quien eva-
Por último, es necesario dejar claro que las mujeres siempre han trabajado, lúe si el propósito educativo y divulgativo de este proyecto se ha logrado satis-
aunque su trabajo cambió de forma significativa con la industrialización y la factoriamente.
consecuente separación entre hogar de residencia y lugar de trabajo. En las fami- La primera parte del libro propone unas claves para comprender la evolución
lias campesinas, en las que el grupo doméstico y las explotación agrícola se con- de la familia en España en el último siglo. Para ello se han seleccionado dos te-
fundían, las mujeres se han dedicado tradicionalmente a realizar tareas agrícolas, mas. El primer capítulo versa sobre las estrategias de reproducción de las familias
tareas domésticas y tareas de crianza. En las familias de artesanos y comerciantes en la sociedad rural española, tal como se ha reconstruido a partir de trabajos an-
la mujer combinaba frecuentemente los trabajos productivos con los reproducti- tropológicos. En el segundo capítulo se describen e interpretan las reformas de la
vos. Es a partir de la industrialización y de la separación geográfica entre pro- legislación familiar y los cambios demográficos y familiares en España desde el
ducción y reproducción, cuando las mujeres se concentran durante gran parte de advenimiento de la democracia y se comparan con la situación en otros países de
sus vidas en las tareas domésticas y de crianza. En el siglo XIX, entre los obreros nuestro entorno.
industriales de Sabadell en Cataluña, las mujeres trabajaban en las fábricas hasta En la segunda parte de este libro se ofrece una visión de conjunto del papel
más o menos la edad de 30 a 35 años, cuando el primer hijo alcanzaba la edad de actual de las familias dentro del entramado institucional formado por mercados,
aportar ingresos a la economía familiar y las tareas domésticas aumentaban, por- Estado de bienestar y sistema educativo. El objetivo fundamental es hacer visible
que se incrementaba el número de niños en el hogar (Camps 2002). Por otro lado, en qué medida las oportunidades vitales de las personas dependen de la familia y
hay que ser conscientes que la familia compuesta por un hombre proveedor de in- cuáles son las funciones que más les cuesta cumplir a las nuevas familias espa-
gresos y una mujer ama de casa solamente ha sido mayoritaria en algunos países ñolas. En el régimen de bienestar español la familia cumple funciones esenciales
occidentales y únicamente durante un corto período del siglo xx. como p011adora de seguridad económica, social y de cuidados para sus miembros
Estos ejemplos ponen de manifiesto la importancia de adquirir un mínimo de dependientes. Además, las familias siguen cumpliendo un papel primordial como
conocimiento sobre la evolución de las familias para evitar generalizaciones erró- agentes que influyen en la colocación social de sus descendientes. El tercer capí-
neas sobre la familia. Por otro lado la historia ayuda también a comprender que la tulo se centra en situar a las familias españolas en el régimen de bienestar español.
familia ha sido una institución básica de la sociedad en las diferentes épocas, a pe- Se comparan el reparto de funciones entre Estado y familias en España con la si-
sar de sus transformaciones. Pero no sólo la historia ayuda a conocer mejor el fun- tuación en otros países europeos. La comparación permite dar alas a la imagina-
cionamiento de la familia, también la comparación internacional o regional es una ción sociológica sobre cómo las políticas públicas pueden ayudar a las familias a
potente herramienta de análisis. La comparación de las realidades familiares en di- cumplir sus funciones de reproducción y de cuidados de los dependientes, a la par
versas zonas geográficas, dentro y fuera de España, y según diferentes estratos so- que permite adquirir conciencia de la particular forma en la que se ha institucio-
ciales, testimonian la versatilidad y pluralidad familiar. Por ello en esta introduc- nalizado el Estado de bienestar español. El cuarto capítulo trata de la reproducción
ción a la sociología de la familia se ha considerado esencial esbozar, al menos social * en una de sus formas más importantes en la actualidad, que es e1logro
rápidamente, la evolución familiar en España durante el último siglo. educativo, ya que las estrategias familiares del pasado, basadas en la herencia del
La pluralidad de la familia va a ser abordada en este libro desde una variedad patrimonio y en las alianzas matrimoniales, han perdido su valor para un gran nú-
de perspectivas y de autores. La mayoría de los textos aquí incluidos provienen de mero de familias. Sólo las familias con un patrimonio económico importante
diferentes disciplinas y de diversas fuentes. Las autoras y los autores los escri- pueden obviar hasta cierto punto el esfuerzo educativo de sus vástagos, mientras
bieron con diferentes propósitos con anterioridad a este proyecto. Se integran en que para el resto de las familias el apoyo de los hijos en sus esfuerzos escolares es
esta introducción a la sociología de la familia porque he estimado que ayudan a fundamental para la transmisión del estatus social de una generación a otra. En
comprender la realidad familiar española y porque creo que son relevantes para el este capítulo se hace una descripción de la evolución de las desigualdades edu-
trabajo social con familias. Soy consciente que la diversidad de los textos también cativas desde 1977 hasta 2004 y se discute la validez de diferentes teorías que in-
puede constituir una desventaja, por demandar un esfuerzo adicional de reflexión, tentan explicar las desigualdades del logro educativo según origen familiar y gé-
aunque estoy convencida que este posible inconveniente queda compensado por nero. En el quinto capítulo se une al esfuerzo de diagnóstico de las familias
dos motivos. Primero, porque la mirada multidisciplinar enriquece enormemente contemporáneas el objetivo de reflexionar sobre el papel de las/los trabajadora/es
el conocimiento, más aún cuando la motivación de entender la realidad familiar va sociales en la intervención con familias y sus consecuencias. Además se plantean
unida a la motivación de aprender para el trabajo social. Segundo, porque para fa- los problemas familiares que pueden surgir a lo largo del ciclo familiar y que pue-
14 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL INTRODUCCIÓN GENERAL 15

den requerir ayuda por parte de profesionales. Finalmente se ofrece una visión que constituye el objetivo principal del presente proyecto. Sin ellos este proyecto
amplia de las posibilidades que ofrece la técnica de la mediación familiar. hubiera sido inviable.
La tercera parte del libro está dedicada a la infancia. Para empezar, en el sex-
to capítulo, se ponen en contexto las estrategias de las madres para compatibilizar Camps, E. (2002): «Trabajo infantil y estrategias familiares durante los primeros estadios
la crianza de los hijos con su trabajo fuera del hogar. Queda evidente la impor- de la industrialización catalana (1850-1925): Esbozos a partir del estudio de un caso»,
tancia de las abuelas como cuidadoras y las limitaciones de los centros escolares Cuadernos de historia contemporánea, 24, pp. 263-280.
Iglesias de Ussel, 1. (1998): La familia y el cambio político en Espaiia. Madrid, Tecnos.
como recursos para compatibilizar cuidados y empleo. A continuación se han se-
Segalen, M. (1997): Antropología histórica de lafamilia. Madrid: TaulUs.
leccionado algunos problemas que se presentan en la infancia y que pueden re- Reher, D.S. (1996): La familia en Espaiia. Pasado y presente. Madrid: Alianza.
querir la intervención de unja trabajadorJa social. El séptimo capítulo revisa los
conocimientos existentes sobre los efectos en los hijos de las cada vez más ex-
tendidas rupturas matrimoniales y se discuten las dificultades que presentan los es-
tudios de este tema. El maltrato infantil es el objeto del octavo capítulo, que revisa
los diversos tipos de maltratos, sus posibles causas y sus consecuencias para el de-
sarrollo infantil. También se dan unas pautas para detectar casos de maltrato
desde la escuela. Por último, en el noveno capítulo, se vuelve al tema de la rela-
ción entre escuela y familia, pero esta vez desde la perspectiva de la mediación en-
tre ambas. La presentación de tres casos concretos sirve para acercarse a la prác-
tica laboral y para introducir conceptos teóricos que pueden guiar la intervención
del mediador: el modelo sistémico-ecológico, el modelo construccionista y el con-
cepto de resiliencia.

¿ CÓMO LEER ESTE TEXTO?

Para facilitar la tarea de comprensión es muy recomendable, antes de aden-


trarse en una de las tres partes del libro, leer primero la correspondiente intro-
dUQ(,:ión, ya que ésta sitúa los textos en una perspectiva más amplia y justifica la
selección de los diversos temas. Sia primera vista puede resultar extraño que haya
toda ul1a parte del libro dedicada a la evolución de la familia en un libro con vo-
cación práctica, en esta introducción general y en la introducción a la primera par-
te se justifica la razón de ser de esta dimensión histórica. Además, en cada intro-
ducción se aportan ideas y datos necesarios para una mejor comprensión de los
capítulos. Así, la lectura de la introducción a la tercera parte ofrece algunos datos
sobre la difusión de las pautas que se analizan más detalladamente en cada capí-
tulo. En el caso de que la lectora o el lector se encuentre con términos descono-
cidos puede buscar su definición en los cuatro cuadros de conceptos básicos que
se reparten a lo largo de las introducciones a la primera parte y segunda parte del
librq. L~s ,conceptos
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que se explican en los cuadros están marcados con un aste-
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risco. Por último, para aquellas lectoras y aquellos lectores que deseen profundi-
zar en algún tema, las introducciones incluyen referencias bibliográficas que
permiten ampliar los conocimientos de los temas tratados en cada parte.
Por último, pero no por ello menos importante, expreso mi agradecimiento a
las autoras, autores y entidades editoriales por su generosa disposición en contri-
buir a la tarea de educación y divulgación a la que van destinadas estas lecturas y
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Claves de la evolución de la M
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R
familia en España A

INTRODUCCIÓN

La evolución de la familia en España está marcada por tres grandes cambios


históricos: la primera transición demográfica, la industrialización y la demo-
cratización. En conjunto estos tres procesos han cambiado radicalmente la vida
de las personas. Las familias se vieron afectadas por los tres cambios socioeco-
nómicos apuntados, pero también las estrategias familiares influyeron en estos
cambios, los aceleraron, retrasaron y en cualquier caso los marcaron.
La primera transición demográfica se refiere a la disminución de la morta-
lidad y a la disminución de la fecundidad. En el pasado la muerte era omnipre-
sente y dejaba poco margen a la planificación vital y a proyectos individuales. An-
tes de la segunda mitad del siglo XIX la vida de los españoles estaba marcada por
crisis periódicas de mortalidad, debido a epidemias como la peste, a crisis agrí-
colas y económicas y a conflictos bélicos. Desde finales del siglo XIX, aunque con
importantes variaciones regionales, se inicia un descenso secular de la mortalidad,
que también se conoce como la transición sanitaria. Desciende la mortalidad en-
tre niños pequeños y en la población en general. «La esperanza de vida se incre-
mentó en 7 años entre 1900 y 1910y en otros 9 años entre 1920 y 1930» (Reher
1996, p. 172). Estos cambios se consiguen, en una primera fase, mediante la
mejora de las condiciones de vida, de la alimentación, de la salud pública y me-
diante los avances en los cuidados de los niños recién nacidos. En una segunda
fase, los avances médicos y la mayor eficacia del sistema sanitario ayudan a re-
ducir la mortalidad. Con posterioridad a la transición sanitaria o a la vez, según las
regiones, las parejas reducen su fecundidad. Hacia 1910 la fecundidad matrimo-
nial había descendido en la mayor parte del territorio español. En primer lugar se
inicia el descenso en Cataluña a mediados del siglo XIX, mientras que en regiones,
como en la Meseta Norte, el control de fecundidad no se observa hasta después de
1930. En los años 1950, después de la Guerra Civil, culmina la primera transición
demográfica en España.
18 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLAVES DE LA EVOLUCIÓN DE LA FAMILIA EN ESPAÑA 19

La primera transición demográfica es en parte producto de un cambio en las dentro del matrimonio y la igualdad de los hijos independientemente de su filia-
pautas familiares de alimentación, en el cuidado de los niños y en el control na- ción, como se desarrolla en el segundo capítulo.
tural de la fecundidad, pero además tiene profundas implicaciones en la vida fa- Ante estos profundos cambios no es de extrañar que sea difícil definir los con-
miliar. Cambia la sensación de vulnerabilidad, el valor de los niños y cambian las ceptos básicos de la sociología de la familia sin caer en el error de proponer
prácticas de herencia, de ca-residencia de los ancianos y el control de los matri- conceptos que reflejan la situación familiar actual de un país determinado, pero
monios como instrumento de control de la fecundidad (ver primer capítulo). A que no se pueden considerar válidos en diferentes zonas geográficas y culturales.
partir de 1975 se observa de nuevo una intensa caída de la fecundidad, que se ha A pesar de estos problemas, hay que definir y delimitar los conceptos que se sue-
venido a llamar la segunda transición demográfica (ver segundo capítulo). len usar en la sociología de la familia: grupo doméstico, familia, hogar, paren-
Igualmente importantes fueron los procesos de industrialización y de urba- tesco, alianza y filiación. Se siguen aquí las propuestas de definición de conoci-
nización que se observan en España comparativamente tarde, a partir de finales de dos expertos en la enseñanza de la sociología y antropología de la familia (ver
los años 1950, aunque Cataluña y el País Vasco constituyeron islas industrializa- cuadro conceptos básicos 1). En el primer capítulo aparecen algunos conceptos
das desde el siglo XIX. Con la industrialización, la agricultura pierde peso en la es- muy t~cnicos referentes al parentesco y a la forma de crear una nueva familia que
tructura económica del país y la producción agrícola se mercantiliza, lo que re- se defmen en el cuadro de conceptos básicos II (Zonabend 1988, Segalen 1997 y
percute en la organización familiar de las familias campesinas y en su rápida Cherlin 2002).
disminución. En la actualidad la familia como unidad no suele llevar las riendas En el primer capítulo se propone, a cargo del antropólogo social Jesús Con-
de la explotación agraria y muchos miembros de la familia no aportan su trabajo treras, un reconido rápido por la geografía de la familia española antes de la mo-
a la misma. En 1988 el 42% de las explotaciones agrícolas eran explotaciones in- dernización. El autor muestra cómo en la sociedad agraria las estrategias matri-
dividuales, ya que sólo trabajaba una persona de la familia en la mis1p.a, y del to- moniales y la reproducción patrimonial estaban estrechamente ligadas y tenían un
tal de explotaciones sólo en un 20% de los casos se trataba de explotaciones sentido diferente al que suelen tener en la actualidad y cuáles eran las pautas de-
que cuentan con hijos trabajando en ellas. Se ha pasado de unas estrategias fami- mográficas más comunes y los sistemas de herencia existentes. Contreras con-
liares dirigidas a perpetuar una economía y explotación familiar a estrategias fa- cluye con una descripción de los cambios estructurales más importantes y sus
miliares que orientan a sus miembros hacia proyectos educativos, laborales o efectos sobre las familias: la extensión de las relaciones de mercado, el aumento
matrimoniales de corte individual y al margen de la explotación agrícola (Gómez de la división social del trabajo y el proceso de cambio cultural. En el segundo ca-
y González 2002). Li urbanización, es decir una mayor concentración de la po- pítulo a cargo de las sociólogas Teresa Jurado y Manuela Naldini, el viaje por el
blación en ciudades, también ha marcado la vida familiar. El peso de las comu- paisaje familiar español sigue su reconido por las décadas de los setenta a los no-
nidades tradicionales, del parentesco y su control social ha disminuido, dando venta del siglo xx. El objetivo es mostrar cuáles han sido los cambios más pro-
paso a un mayor anonimato de la vida familiar y de los individuos, lo que incre- fundos de las familias españoles y cómo las mujeres han protagonizado la mayor
menta sobre todo los márgenes de libertad de las mujeres. parte de ellos. Se relacionan la democratización familiar, con la revolución edu-
La democratización de las instituciones políticas y de la sociedad tiene evi- cativa y laboral y los grandes cambios en las pautas de fecundidad y de ruptura
dentemente consecuencias en la vida familiar, sobre todo por el establecimiento de conyugal. Además se compara España con otros países europeos y se presentan
un Estado de derecho y un Estado de bienestar. La igualdad de las personas fren- las características específicas del modelo familiar español.
te a la ley, sin distinción de sexo ni de origen social, en cuanto a los derechos ci-
viles, como el derecho al voto, y a los derechos sociales, como el derecho al tra-
bajo, a la educación, etc., se traduce en un aumento de la igualdad real entre BIBLIOGRAFÍA
mujeres y hombres en la esfera pública y entre personas de diferentes orígenes so-
ciales. Los derechos formales se complementan además con el objetivo de la Cherlin, A. 1. (2002): Public and Private Families. An Introduction. New York: McGraw-
igualdad de oportunidades, objetivo que poco a poco se introduce en diferentes le- Hill.
yes y ámbitos institucionales. En España, tras el largo periodo dictatorial, la de- Gómez, C. y 1. 1. González (2002): «Familia y explotación en la transformación de la agri-
mocratización de la sociedad toma de nuevo fuerza a partir de finales de los cultura española». en Agricultura y sociedad en el cambio de. siglo coordinado por
años 1970. Dentro de este amplio proceso se democratizan las relaciones fami- C. Gómez y 1. 1. González. Madrid: Mc Graw-Hill, pp. 421-450: . .
Reher, D.S. (1996): Lafamilia en Espalia. Pasado y presente. Madrid: Alianza.
liares mediante el cambio de la legislación familiar vigente durante el período au-
Segalen, M. (1997): Antropología histórica de la familia. Madrid: Tauros.
toritario y mediante el aumento del papel del Estado como regulador público de la Zonabend, F. (1988): «De la familia. Una visión etnológica del parentesco y la familia»,
familia en detrimento de la Iglesia. Las consecuencias familiares más importantes Burguiere, A. et al., Historia de lafamilia. Mundos lejanos, mundos antiguos, vol. 1.
de este proceso son el establecimiento de la igualdad entre hombres y mujeres Madrid: Alianza, pp. 17-82.
20 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLAVES DE LA EVOLUCIÓN DE LA FAMILIA EN ESPAÑA 21

(Conceptos básicos ~ (Conceptos básicos I~


Grupo doméstico: conjunto de personas que comparten un mismo espacio Familia cognaticia o bilateral: El reconocimiento de lazos de parentesco
de existencia, es decir que conviven en una residencia común. Pueden entre individuos puede tomar diversas formas según las sociedades y
estar emparentadas o no. culturas. Existe a) la filiación unilineal, en la que el parentesco sólo se
Familia: Se puede y suele definir de diferentes formas. Contrariamente al transmite a través del padre o de la madre. En ese caso se distingue en-
grupo doméstico, en la familia los miembros están unidos por paren- tre sistemas de filiación matriliniales y patrilineales. Otra forma distin-
tesco. El núcleo mínimo para hablar de una familia es: una pareja sin ta de transmisión del parentesco es b) mediante la filiación cognaticia,
hijos, una pareja con hijos, un padre con hijos o una madre con hijos. en la que el parentesco se transmite a través de la línea del padre y de la
La familia nuclear se suele considerar aquella que está constituida madre indistintamente. Este es el tipo de transmisión del parentesco pre-
por la pareja formada por el padre y la madre, unidos por una alianza, y dominante en las sociedades occidentales.
los hijos. La familia suele convivir en una misma residencia. En algunos Residencia postnupcial: La creación de una nueva familia se realiza me-
casos conviven el núcleo de padres e hijos con otros parientes (abuelos, diante la alianza de dos personas. El lugar de residencia de la nueva pa-
tíos, etc.) formando una familia extensa o polinuclear. En la primera reja puede ser diferente tipo. 1) En un sistema de familia cognaticia, la
conviven otros parientes solos con el núcleo familiar y en la segunda joven pareja crea a) un hogar nuevo e independiente, que se denomina
conviven dos o más núcleos familiares, por ejemplo el matrimonio de residencia neolocal. Otra posibilidad consiste en b) la convivencia con
los abuelos con el matrimonio joven y sus hijos. La convivenCia de nú- la familia de origen, lo que se denomina residencia ambilocal, ya que
cleos de varias generaciones puede tomar la forma de una familia se puede elegir entre ambas familias de origen. 2) En el caso de la fa-
troncal. milia troncal, la residencia de la nueva pareja puede ser patrivirilocal,
Familia troncal: Familia en la que conviven tres o más generaciones y que es decir la pareja va a vivir al hogar del padre del marido, o matriuxo-
se rige por un sistema de herencia no igualitario. Hay un único herede- rilocal, la pareja se instala en el hogar de la madre de la esposa.
ro del patrimonio familiar y éste se hace cargo del cuidado de los an- Homogamia: Concepto que se refiere al nivel de igualdad del estatus social
cianos. y de los recursos de las familias de origen de los miembros de una pa-
Alianza: Se refiere al emparejamiento de dos personas, normalmente a reja. Una pareja homógama es una pareja en la que ambos miembros
través del matrimonio, aunque también puede ser a través de una unión provienen de familias con un esta.tus similar o en la que ambos tienen
consensual. un mismo nivel de recursos. La homogamia puede ser de tipo educativa,
profesional, de ingresos y de patrimonio. A veces se usa como sinónimo
Filiación: Lazo de unión por la sangre (consanguíneo) que se crea al tener el término endogamia de clase, aunque la endogamia se usa más fre-
un ascendiente común, que incluye relaciones de parentesco entre pa- cuentemente para referirse a la unión de dos personas de un mismo lu-
dres e hijos y entre hermanos. Este término suele incluir también el lazo gar geográfico, de un mismo origen étnico o de una misma familia.
de unión entre padres e hijos que son el resultado de una adopción.
Hogar: Se trata de un término que hace referencia a la residencia común.
Este concepto se ha usado muchas veces de forma sinónima a la fami-
lia, pero a diferencia de familia el hogar se refiere al total de personas
que comparten una vivienda, independientemente del parentesco entre
ellas. Es muy similar al concepto de grupo doméstico, aunque más es-
pecífico que éste.
Parentesco: Las personas unidas por lazos de filiación o de alianza, inde-
pendientemente de su residencia. Es una institución que regula el fun-
cionamiento de la vida familiar y social, más o menos según las socie-
dades.
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Los grupos domésticos: T
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estrategias de reproducción o

Jesús Contreras Hernández*


Universitat de Barcelona, Departament d'Antropologia

ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN!

Estructuras familiares y sistemas de herencia

La reproducción social está ligada a la producción y reproducción de «uni-


dades domésticas» y a la reproducción de los individuos dentro de las mismas me-
diante estrategias individuales y cooperativas. Ello supone una cierta tensión en-
tre la reproducción de los individuos y la de las unidades domésticas. Y esta
tensión, que tiene lugar dentro de particulares contextos históricos (condiciones
demográficas, económicas, políticas, ideológicas, etc.), orienta las estrategias y la
toma de decisiones (Narotzky, 1989:99). Ahora bien, la reproducción del sistema
social en su conjunto y la reproducción de las unidades domésticas depende en
una gran medida de las prácticas de herencia 2• Éstas, por su parte (Anderson,
1988:77) no se pueden abstraer del conjunto total de conductas que siguen los in-
dividuos y las familias con el objeto de mantener, y en lo posible aumentar, su ca-

* En Prat,Joan; Martínez Ubaldo; Contreras, Jesús y Isidoro Moreno (eds.), Alltropología de los Pue-
blos de Espaíia, Madrid: Taurus Universitaria, 1991, pp. 352-380.
I Como señala Narotzky (1988), es necesario clarificar el concepto de «reproducción», sobre todo
cuando analíticamente existe una separación conceptual entre el proceso de producción y el proce-
so de reproducción. Edholm, Harris y Young (1977:105-114) definen tres significados distintos de
«reproducción»: a) la reproducción social; b) la reproducción de la fuerza de trabajo; y e) la re-
producción biológica. Ahora bien, la regulación de la reproducción biológica forma parte de la re-
producción social y la reproducción de la fuerza de trabajo sería la función de los grupos domésticos
en la reproducción social.
2 En el caso de los trabajadores, sin embargo, producción y reproducción están separadas. La pro-
ducción es algo externo a la casa o al grupo doméstico. La familia es una fuerza de trabajo que no se
emplea a sí misma. Por esa razón, los miembros de la familia trabajadora están totalmente condi-
cionados por el mercado laboral y su movilidad residencial resulta muy alta. En esa misma medida,
sus estrategias laborales y de reproducción resultan completamente diferentes de las de campesinos
y artesanos y, así, por ejemplo, la institución de la «casa» resulta irrelevante (Comas, 1988: 160).
24 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 25

pacidad para generar recursos. En este sentido, las leyes y costumbres sobre la he- En la actualidad, en el Estado español, la palabra «familia» puede entenderse
rencia que puedan existir en los diferentes lugares, son sólo uno de los muchos de diversos modos. Es importante señalar, por ejemplo, que, mientras en la lengua
imperativos sociales y económicos que influyen sobre la conducta familiar. En castellana la palabra «familia» se centra en torno a dos ejes de significación, los
cualquier caso, de la residencia y del parentesco (el Diccionario de la Lengua Española la defi-
ne así «grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas bajo la autori-
la transmisión mortis causa no es sólo el medio a través del cual se reproduce el sis- dad de una de ellas»); en Euskadi, en cambio, esos dos ejes se distinguen clara-
tema social...; es también la forma en la que se estructuran las relaciones interper- mente mediante dos palabras distintas: «familia» y etxecoak. En la palabra
sonales. Con esto quiero decir que, puesto que normalmente la herencia tiene lugar «familia» predomina la relación de parentesco, sin depender en absoluto de la re-
entre parientes próximos y afines, el tono emocional y los derechos recíprocos que sidencia común de sus miembros. En la palabra etxecoak, predomina la resi-
caracterizan a estas críticas relaciones, se ven influidos a menudo por la posibilidad dencia, abarcando a todas las personas que habitan en una misma casa o «etxea»
de unir o dividir la finca, o por la previsión de futuras ganancias (oo.) En conse- y que constituyen una unidad o grupo doméstico. Por otra parte, la pertenencia a
cuencia, un tipo distinto de relaciones, unas estructuras familiares variables y unos un etxecoak determinado se consigue, además de por los vínculos del parentesco
procesos sociales alternativos (por ejemplo, mayor o menor emigración, edad de ca- (fililación y matrimonio), por vínculos de parentesco ficticio (en el caso de la
samiento, tasas de ilegitimidad) irán unidos a diferentes modos de transmisión, ya adopción) y por consentimiento (en el caso de parientes o de extraños que son
sea ésta principalmente lateral o lineal, agnaticia o uterina, por vía femenina además acogidos y a los que se les concede el estatus de miembro del grupo doméstico).
de masculina, igualo desigual (Goody, 1976: 1). Precisamente, en virtud de ese consentimiento, el «criado» se integra en el grupo
doméstico; de tal manera que, cuando se contrata un criado, se le contrata como si
*** se tratara de un miembro del etxecoak e, incluso, a veces, el grupo doméstico le
podía entregar una especie de dote en el momento de su despedida (Bestard,
En buena medida, la literatura antropológica relativa a las estructuras fami- 1981; Caro Baroja, 1971).
liares en España ha reducido los tipos, fundamentalmente, a dos: la familia nu- Sin embargo, a pesar de que, en efecto, esos dos diferentes significados de la
clear* y la familia troncal*. La primera, caracterizada por la herencia divisible palabra «familia» permitan considerar dos grandes tipos de estructuras familiares
y residencia neolocal*. El segundo de los tipos, el troncal, caracterizado por una -la llamada familia nuclear y la llamada familia troncal; en el Estado español, en
herencia indivisa y por una residencia postnupcial que podríamos denominar pa- la medida en que encontramos los tres grandes sistemas de herencia 3 (indivisa,
triheredolocal (el nuevo matrimonio va a vivir a la casa de los padres del cónyuge igualitaria y preferencial) cabe considerar una mayor variedad de estructuras fa-
que hereda el patrimonio casal). Ha existido un relativo consenso, también, en ubi- miliares. En efecto, y simplificando la diversidad, nos encontramos con la exis-
car este segundo tipo de estructura en el norte de España y el primero en las re- tencia de familia troncal y herencia impartible, familia troncal y herencia prefe-
giones del sur y del centro. rencial, familia nuclear y herencia igualitaria y familia nuclear y herencia
Esta simplificación, excesiva, como se verá, podría justificarse por los dife- preferencial. Estas denominaciones relativas a las formas de familia constitu-
rentes significados que se dan a la palabra «familia». En efecto (Bestard, yen, todavía, una simplificación excesiva, pues ignoran la especificidad de algunas
1981: 146-147), la palabra «familia» no tiene un contenido preciso. Si bien en la de las etapas de los ciclos de desarrollo de los grupos domésticos que suponen,
definición corriente que actualmente encontramos de familia se encuentran unidos por ejemplo, la corresidencia de una pareja de esposos con sus hijos solteros y uno I
I
los dos ejes del parentesco* y de la residencia, históricamente no ha sido siempre de sus hijos, casado. Nos referimos tanto a la costumbre, en algunas regiones de "

así. A lo largo de la historia, parece como si estos dos ejes se hubieran mantenido Castilla-León (Arguedas, 1987; Devillard, 1985; y Vergara Martín, 1909; entre
separados, de tal manera que encontramos definiciones de familia, en los siglos otros), de que los nuevos esposos siguieran residiendo y trabajando cada uno en la
XVI Y XVII, en las que predomina el eje de residencia sobre el del parentesco. Ade- casa de sus padres respectivos (durante un tiempo que, según la costumbre, los lu-
más, estas definiciones incluyen en su significado a individuos que, sin ser pa-
rientes, comparten una residencia común. Se trata de personas que realizaban ta-
reas para la casa, o bien habían sido adoptadas para cumplir alguna función 3 Respecto a las prácticas de herencia cabe considerar, además, que no sólo es importante quién o

propia del parentesco, como por ejemplo la adopción de un individuo para con- quiénes heredan, sino también la forma y el momento en que heredan los que heredan. En efecto, las
vertido en heredero en sustitución de un hijo. En este sentido, perdido ya en la ac- estructuras familiares que puedan ser el resultado de las prácticas de herencia, así como el carácter de
las relaciones familiares, podrán ser muy diferentes si la parte de la herencia se recibe, por ejemplo,
tualidad, la palabra «familia» se identifica con lo que en la literatura antropológica en tierras o en dinero o si se recibe en el momento del matrimonio o a la muerte de los padres, o si se
se denomina «grupo doméstico» y, en el lenguaje ordinario, «casa» u «hogar», es recibe fragmentada en dos momentos diferentes. De todas estas posibilidades, y otras, encontramos
decir, un grupo de personas que comparten una misma residencia. ejemplos en el Estado español.
26 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 27

gares y las circunstancias, podía ser de un año estrictamente, el siguiente a la 4. Una variante de la familia bilateral o cognática* se encuentra en el suro-
boda, o de varios años y sin que estuviera establecido el número de los mismos) este de la provincia de Orense. Su nota distinta viene aportada por los maridos «pe-
como a la costumbre, propia de algunas comarcas andaluzas, riojanas y castella- regrinos» o «visitantes nocturnos». Hijos e hijas acceden a la herencia, sucesión
nas (Brandes, 1975, 1976; Devillard, 1985; Elías, 1977; Luque, 1974), de que los y residencia en pmtes proporcionales e iguales, con las mismas obligaciones y de-
padres ancianos residan, rotativamente, en las casas de cada uno de sus hijos du- rechos. Cada uno de ellos contrae matrimonio cuando lo desea; pero su nuevo es-
rante un tiempo acordado por éstos. tado es apenas perceptible puesto que desde una perspectiva posicional y de roles
Lisón Tolosana intentó (1976: 38-49) trascender esa diversidad de estructuras viven, virtualmente, como si no se hubieran casado. El marido, o la esposa, siguen
familiares y de prácticas de herencia mediante la elaboración de una tipología ló- viviendo en su propia casa, con sus padres y hermanos, trabajando para la casa
gico-empírica relativa a la composición de la familia en España y ofreciendo, al propia, como antes de casarse, y sin percibir salario. Para ambos cónyuges, la re-
mismo tiempo, la ubicación geográfica de cada uno de los tipos considerados. Di- sidencia diurna, sus comidas, pertenencia y adscripción son natolocales. Por la
cha tipología es la siguiente: noche, si el trabajo no aprieta o si la distancia no es muy grande, el marido anda el
1. En las ciudades, en la parte central de la provincia de Orense, en conjunto camino para pemoctar con y en casa de la esposa. Pero, al morir los padres, y des-
en las dos Castillas -exceptuando la mayor parte de Cantabria-, en Aragón si pués de repartirse todos los bienes entre todos los hermanos, en porciones iguales,
descontamos los Pirineos, Prepirineos y algunos puntos de la provincia de Teruel, los esposos separados por años, se unen y establecen una casa común.
en el centro y sur de Navarra y en amplias zonas del sur de Cataluña, por Valencia
y las partes más fértiles de Castellón, Murcia y en general Extremadura y Anda-
lucía, predomina el tipo de familia nuclear cognaticia*, con herencia bilateral*
***
dividida en partes iguales entre todos los hijos e hijas y con resid~ncia postnup- Para poder clarificar las relaciones entre los sistemas de herencia y los dife-
cial ambilocal*. rentes tipos de estructuras familim'es, Berkner y Mendels (1978) señalaban la con-
2. La familia troncal se caracteriza por una filiación patrilineal*, residencia veniencia de analizm' su relación en un tipo ideal de sociedad campesina y toma-
patrivirilocal* y herencia bilateral que pasa, casi íntegramente, o en su parte más ban como referencia la Europa preindustrial. En esa sociedad, cuando la tierra era
sustancial, a un solo varón, las más de las veces al primogénito. Así, el linaje y la entera posesión de propietarios independientes, que producían, en líneas genera-
«casa», con sus posesiones, se perpetúan de generación en generación. Esta com- les, en el nivel de subsistencia y que usaban la fuerza de trabajo familiar, la can-
posición y organización familiar se encuentra en el noroeste de la provincia de La tidad de tierra poseída por cada familia estaba fijada por la herencia y no había
Coruña y en el noroeste de la de Pontevedra y en la montaña oriental de la provin- otra forma de acceso a la tierra. Ello exigía que el tamaño de la explotación y la
cia de Lugo y en sus estribaciones (a millora). Predomina también, entre los xaldos composición de la familia estuvieran mutuamente ajustados. En esas condiciones
y vaqueiros asturianos (mejora), en partes de la montaña de Cantabria y en el ca- ideales, el sistema de transmisión de la propiedad de la tierra debería correspon-
serío vasco con su erederue. Se extiende por los valles pirenaicos navarros, por todo derse con un determinado tipo de familia, de estructura del grupo doméstico, con
el Alto Aragón con sus mayorazgos y, por al menos, la mitad norteña de la pro- las expectativas de los hijos relativas al matrimonio y a la sucesión y con la es-
vincia de Huesca; pasa a la provincia de Lérida, especialmente a las comarcas pi- tratificación social. En este tipo ideal de sociedad campesina, podrían considerarse
renaicas y prepirenaicas, desde donde la institución del hereu se extiende por tierras las siguientes consecuencias derivadas del sistema de herencia:
de Gerona, Barcelona, Tarragona y hasta penetra en los campos de las islas Balea- A) En el caso de una herencia indivisible: 1) un solo heredero, que se casaría
res. Encuentra resonancia, además, en algún pueblo arrocero de la ribera baja va- y permanecería en el hogar de sus padres; 2) los otros hijos podrían permanecer en
lenciana y en algunas casas fuertes riojanas, así como en las casas pudientes del tu- la casa cuando fueran adultos si contribuían a los requerimientos de trabajo de la
rolense Campo de Visiedo, y en la comarca castellonense de Els Ports de Morella. explotación, pero no podrían casarse; 3) algunos de los no herederos podrían tener
3. Familia troncal, pero que en la sucesión, propiedad, adscripción o linaje y oportunidades de casarse: algunas chicas podrían instalarse en algunas casas y al-
casa, los derechos y obligaciones correspondientes son transmitidos matrilineal- gunos chicos en aquellas en las que no hubiera herederos masculinos; 4) pero,
mente, de la madre a la hija -a una sola-, en ignorancia completa de los hijos mientras el número de hogares no aumentara, la mayoría de los hijos no tendría
varones, siendo la residencia obligada para la mejorada la matriuxorilocal*. otra alternativa que elegir entre quedarse en la casa y permanecer solteros o emi-
Este tipo puede localizarse en pequeños enclaves del suroeste de la provincia de grar fuera de la comunidad. Así pues, la absoluta impartibilidad de la herencia da-
La Coruña y en numerosos pueblos y aldeas marineras de todo el litoral gallego. ría lugar a una familia troncal, alto porcentaje de soltería y/o emigración.
Por otra parte, la matrilinealidad está bien establecida en todo el norte peninsular, B) En el caso de una herencia estrictamente igualitaria: 1) muy baja frecuen-
incluidas las Baleares, cuando las circunstancias impiden o no hacen posible cia de grupos domésticos en los que los padres cohabiten con algunos de sus hijos
que sea varón el heredero y sucesor. casados, porque, 2) cada hijo recibe una pieza de la tierra con la cual establecer-
28 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 29

se independientemente, a la vez que los padres mantienen alguna porción de tie- o económico. Se trata de una concepción relativamente reciente que algunos his-
rra para su mantenimiento después del retiro; 3) como todos los hijos reciben tie- toriadores empiezan a datar a partir del siglo XVII y relacionándola con la apari-
rra, todos pueden casarse en la localidad y no tienen razones para emigrar. Con- ción de la familia moderna y su espíritu doméstico cerrado sobre sí mismo. Se
secuentemente, la herencia perfectamente divisible daría lugar a una alta considera, también, que antes del siglo XVII el matrimonio era de carácter formal
proporción de hogares con familia nuclear, alta nupcialidad y baja emigración. y estaba ligado a las funciones extrínsecas, es decir, a la mera supervivencia de las
Entre estos dos extremos, podrían considerarse una amplia diversidad de sis- masas, a la producción y a la reproducción para el campesinado, y al ascenso fa-
temas de herencia, denominados genéricamente de partición preferencial (com- miliar para los grupos más altos. Pero la concepción individualista hoy dominan-
pensaciones monetarias para algunos hijos, mejoras en las partes de la tierra, la te no nos puede hacer olvidar que el matrimonio no es un acto aislado entre dos
casa paterna para uno de los hijos, etc.). Estos sistemas de herencia preferencial individuos, sin repercusión social y sin que existan condiciones que determinen la
darían lugar a una gran flexibilidad en las estructuras de los grupos domésticos, elección del cónyuge. Por el contrario, la formación de familias y las estrategias
así como en las pautas demográficas, que dependerían, en gran medida, de las que se desarrollan al efecto persiguen algo tan fundamental como la reproducción
oportunidades económicas existentes dentro y fuera de la comunidad. del dominio económico y social e, incluso, la reproducción del dominio de un gru-
Ahora bien, Berkner y Mendels, después de presentar este esquema ideal, afir- po sobre otro. En este sentido, la colocación de los hijos -su matrimonio carnal
man que sería un error considerar a los campesinos como unas criaturas obligadas o espiritual o su solterÍa- ha de ser vista como una estrategia. Consecuente-
a seguir los dictados de los sistemas de herencia. Antes al contrario, las prácticas mente, las notas distintivas de una alianza matrimonial vienen determinadas por
de herencia responderían a las estrategias de los campesinos para conseguir sus las condiciones demográficas, socioeconómicas, culturales y políticas del grupo de
objetivos, relacionándose con las condiciones económicas, internas y externas, y familiares del que forman parte los contrayentes. Y estos factores son, precisa-
las pautas demográficas. Ello no quiere decir que los sistemas de herencia sean mente, los que varían tanto en el espacio como en el tiempo, condicionando las di-
irrelevantes para explicar la fragmentación de la tierra, cambios en la estructura ferentes prácticas matrimoniales, así como las diferentes ideologías centradas
social y determinadas pautas de la población, pero no siempre actúan, e, incluso, en torno a la alianza matrimonial (Anderson, 1988; Bestard, 1981).
las prácticas de herencia pueden cambiar de acuerdo con determinadas condicio- Tradicionalmente, en el caso de las familias propietarias de medios de pro-
nes económicas y demográficas. De hecho, las oportunidades económicas afectan ducción, la alianza matrimonial ha sido el momento en el que se crea un fondo
fuertemente las consecuencias que podrían derivarse de los diferentes sistemas de conyugal con el que se pretende asegurar el desarrollo del curso familiar. El es-
herencia. Así, por ejemplo, como señala Comas (1988: 145), en cada circunstan- tablecimiento o regulación de este fondo conyugal ha sido el resultado del acuer-
cia, la medida de la incidencia de cada forma de familia depende del peso espe- do entre las familias de orientación de cada uno de los futuros cónyuges. Dicho
cífico que tiene el campesinado con tierra dentro de la sociedad rural, así como de acuerdo quedaba claramente explicitado en las capitulaciones matrimoniales,
las características y del grado de flexibilidad en el sistema de tenencia de la tierra acuerdos a veces sólo verbales, otras escritos y otras, incluso, elevados a docu-
y en las condiciones del mercado laboral tanto a nivel local como regional. Por es- mentos notariales. Así, por ejemplo, con motivo de las capitulaciones matrimo-
tas razones, las estrategias domésticas deben ser consideradas no sólo en relación niales, en la provincia de Segovia (Vergara y Martín, 1909: 21-22),
a la transmisión de la propiedad sino también en relación a la ocupación, consi-
derando como variables las relaciones de propiedad y el hecho de si el grupo do- era costumbre que los padres del novio entregaran a la novia 250 pesetas en metálico
méstico constituye o no una unidad de trabajo. Ello obliga a considerar las es- para galas, y se comprometen a sembrarle de trigo o cebada dos o tres obradas [tierra
trategias de reproducción dentro de los procesos históricos que las caracterizan y arada en una jornada] de tierra de las que tienen en renta, y a falta de éstas, de las pro-
en tanto que son cambiantes los factores demográficos, económicos, políticos e pias, cediéndoselas para que las cultive por su cuenta en lo sucesivo; además le dan una
ideológicos. o dos vacas, una pareja de pollinos o un caballo. Los padres de la novia, por su parte,
siembran para ella media fanega o una de garbanzos en las mismas condiciones, ya su
vez la entregan un par de mulos o una vaca, procurando que se compense el valor de
Estrategias matrimoniales y reproducción patrimonial los animales auxiliares de labranza que haya de aportar el novio, con los que lleve la
novia (oo.) Los ganados se les dan al año del matrimonio, cuando se les pone casa apar-
Actualmente, predomina una concepción del matrimonio que lo caracteriza te, y entonces se les entrega el producto de las tierras que se sembraron para ellos.
con unas funciones primordiales que son de tipo intrínseco y afectivo. En esa mis-
ma medida, el matrimonio es concebido, fundamentalmente, como el resultado de Esas mismas capitulaciones matrimoniales estipulaban, por lo general, que el
un acto libre, basado en la voluntad de los contrayentes, justificados por el amor primer año de casados se quedara cada uno viviendo en casa de sus padres. Al
mutuo y sin la intervención de los padres respectivos y sin ningún objetivo social cabo de un año «se les ponía casa aparte».
30 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 31

En las casas más acomodadas, y sobre todo en el caso del establecimiento 5. Los futuros esposos, conjuntamente, nombran herederos de sus bienes a los
de un heredero universal, las capitulaciones matrimoniales han acostumbrado a hijos que esperan tener y fijan, asimismo, las condiciones en que éstos heredarán,
elevarse a documentos notariales. De hecho, el matrimonio del futuro herede- previendo así la posibilidad de una muerte intestada.
ro constituye el punto crítico en el que se organiza la reproducción de la ' De estos contenidos genéricos de las capitulaciones matrimoniales puede
«casa«, así como la de los miembros individuales de la misma. Por su parte, la desprenderse que (Bourdieu, 1962: 39) la lógica de las alianzas matrimoniales es-
muerte de alguno de sus componentes puede suponer la reestructuración del tuvo dominada por un fin esencial: la conservación del patrimonio. Y esta lógica
proyecto que se estableció en las capitulaciones matrimoniales. Asimismo, la ha estado sometida, en los casos de herencia indivisa, a dos principios funda-
ausencia de hijos en el nuevo matrimonio, las segundas nupcias para el viudo mentales, el de la oposición entre primogénito y segundogénito, y el de la opo-
o viuda, o la emigración del heredero podían ser todas ellas situaciones que po- sición entre matrimonio de abajoarriba y de arriba-abajo. Éste es el punto en
dían modificar la organización previamente proyectada en las capitulaciones que se entrecruzan, por una parte, la lógica del sistema económico, que tiende a
matrimoniales para la reproducción de la casa. En ese caso, el testamento clasificar las casas en grandes y pequeñas, según el tamaño de sus propiedades; y,
era una oportunidad para reorganizar la reproducción social (Narotzky, por otra parte, la lógica de las relaciones entre los sexos, según la cual la supre-
1989:64-65). Así, en Cataluña por ejemplo, las capitulaciones matrimoniales macía corresponde a los hombres. Y, en la medida en que la lógica de las alianzas
han constado por regla general de cinco «capítulos» con los siguientes conte- matrimoniales está orientada por la conservación de los patrimonios, controlar los
nidos aproximados (Narotzky, 1989: 65-70; Brocá, 1985; Bestard, 1981; De la matrimonios, es decir, quién puede casarse y quién no, y en qué momento puede
Fuente, 1921; etc.): casarse quien puede hacerlo, es controlar quién, cómo y cuándo accede a los re-
1. Los padres del novio hacen a éste donación de bienes, generalmente me- cursos, quién puede quedarse en la comunidad y quién debe emigrar. En esa
diante la fórmula de nombrarle heredero universal. Esta donación sólo tiene misma medida, las pautas de migración (masculina, femenina; temporal, defini-
efecto después de la muerte del donante, de tal manera que este último se reserva tiva ... ) pueden correlacionarse con las pautas de residencia postnupcial, tasas
para sí mismo el usufructo y la posesión hasta ese momento y reserva también de fertilidad y composición de los grupos domésticos. Asimismo, en la medida
para su esposa (o para su esposo, si es el caso) los derechos de usufructo hasta su en que, con el fondo conyugal creado con motivo del matrimonio, se trata (Bes-
muerte. Esta donación está condicionada a la aceptación por parte del donatario de tard, 1981: 151) de asignar y mantener el estatus familiar en una sociedad econó-
una serie de condiciones: dar a sus hermanos la legítima o la dote en el caso de micamente estratificada, la homogamia* o matrimonio entre iguales es uno de los
ausencia de sus padres y a vivir con los donantes, así como a «trabajar por el in- rasgos más característicos de estas alianzas matrimoniales. Desde el momento en
terés de la casa». Se establece, asimismo, que a la muerte del presente donatario, que con el matrimonio se emparejan propiedades, es preferible casarse entre
la donación debe pasar al hijo del presente matrimonio y caso de no haberlo, re- iguales (<<Cásate con igual y nadie hablará mal»).
tornar a los donantes o a sus herederos. Por estas razones, el análisis de las. capitulaciones matrimoniales permite
2. Los padres de la novia hacen a ésta una donación como pago de sus de- considerar no sólo el fondo conyugal que se forma, y que ha de asegurar tanto la
rechos legítimos de herencia paternos y maternos. Consistían, generalmente, en reproducción patrimonial como la de los individuos, sino también el diagrama de
dinero, vestidos, joyas y artículos de menaje, más raramente alguna parcela de las relaciones entre generaciones (hasta tres generaciones pueden entrar en juego),
tierra. La novia aceptaba esta donación y renunciaba a sus derechos a la legí- entre sexos y entre individuos de una misma generación. En este sentido, es
tima. muy ilustrativa la doble terminología con la que pueden ser reconocidos los
3. La novia pone sus bienes en manos de su marido y, eventualmente, en ma- miembros de un grupo doméstico; la una referente al parentesco, la otra relativa
nos de los padres de éste, pero mantiene el derecho a que su dote le sea devuelta a su relación con la propiedad. En efecto, la casa, el patrimonio, en tanto que uni-
en caso de terminación del matrimonio. El novio, y eventualmente sus padres, dad social, amplía y transforma significativamente la terminología del paren-
aceptan la dote y se comprometen a su devolución, si llega el caso, junto con un tesco. En Cataluña, por ejemplo (y lo mismo podría considerarse en los otros ca-
incremento o escreix (una cantidad de dinero que se daría a la novia o a su casa de sos de familia troncal y herencia indivisa), el «padre» es, además l'amo; la
procedencia por el usufructo de los bienes que ésta aportó al matrimonio y, por «madre», mestressa; el hijo mayor y heredero, l'hereu 4; la nuera, lajove; y los
tanto, a la casa de su marido) y establecen una hipoteca sobre sus propiedades
para garantizar dicho pago.
4. Novio y novia nombran cada uno al esposo sobreviviente usufructuario
4Esta terminología debería ser completada con otros dos términos. Cuando por las razones que sea
universal de todas las propiedades adquiridas antes de la muerte, tanto si tienen hereda una mujer, ésta recibe el nombre de Pllbilla y su marido, el de plIbill. Estos términos serían
hijos como si no. Generalmente, el usufructo estaba condicionado a que el cón- equivalentes a los de «hereu» y <<jove», respectivamente, a pesar de que, aparentemente, rompen con
yuge sobreviviente no contrajera segundas nupcias. uno de los principios dominantes como es el del dominio masculino sobre lo femenino.

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32 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 33

hermanos y hermanas del heredero, cabalers y cabale res, respectivamente. En Región del norte peninsular5
esta terminología se refleja no tanto la relación de parentesco entre los diferentes
individuos como su relación en términos de propiedad con el patrimonio familiar, En esta región encontrábamos un tipo ideal de grupo doméstico que respon-
su autoridad o dominio sobre la misma así como las diferentes expectativas de dería al modelo de familia troncal en tanto que el derecho consuetudinario favo-
unos y otros al respecto (de futuro dominio en el caso del hereu, de futura ex- recía el establecimiento de un único heredero -por lo general, el primogénito
clusión en el caso de los cabalers y cabaleres). Esta terminología, por otra parte, masculino, aunque con numerosas excepciones- que adoptaba como residencia
pone claramente de manifiesto las diferentes funciones de cada uno de los miem- la de sus propios padres. Eso no quiere decir que la familia troncal sea estadísti-
bros del grupo doméstico dentro del mismo y expresa, además; la estratificación camente mayoritaria en esta región, pero sí que constituye su ideal preferente. El
económica y de autoridad existente dentro de la casa, la división sexual del tra- resto de los hijos recibían una compensación o legítima por su renuncia a la he-
bajo y las respectivas áreas de influencia del amo y de la mestressa. En definitiva, rencia familiar. Dicha legítima acostumbraba a consistir en la dote para el matri-
esta terminología, relativa a la relación con la propiedad, pone de manifiesto (S a- monio, en el caso de las hijas, o para facilitar la emigración en el caso de los hijos.
bean, 1984: 71) el «sistema de derechos y obligaciones ejercidos entre los indi- El matrimonio era asunto familiar, de las dos familias implicadas. La partici-
viduos sobre las cosas». pación de los futuros esposos podía ser poca o incluso nula como lo pondría de
manifiesto la existencia de la figura del casamentero a lo largo de toda la región
pirenaica y la importancia de la negociación de las capitulaciones matrimoniales
Diversidad de situaciones, comunidad de objetivos entre las dos familias, con la participación o no de mediadores al respecto. Las
alianzas matrimoniales estaban orientadas por el ideal homogámico. Este ideal se
En el apartado anterior hemos considerado que las estrategia~ matrimoniales realiza, en buena medida, mediante la institución de la dote:
campesinas estaban orientadas a la mejor reproducción de sus patrimonios den-
tro del orden económico y de la jerarquía social existente. Asimismo, hemos vis- Con la dote de la mujer, la homogamia matrimonial impone su ley y se distribuye a
to que existía una correlación entre las pautas matrimoniales, las pautas de resi- las mujeres dentro de la jerarquía social, puesto que sólo la mujer con dote entra
dencia postnupcial, las pautas de migración y la particular composición que protegida en el juego matrimonial, preservándola, así, de uniones matrimoniales ina-
adoptan los grupos domésticos. Consecuentemente, no vamos a considerar las decuadas y disuadiendo de toda posibilidad de matrimonio a toda mujer que no tu-
particulares estructuras que los grupos domésticos adoptan en España como el re- viera medios. Estas últimas, si querían mantener una esperanza matrimonial, tenían
sultado de determinadas reglas jurídicas o normativas relativas a la herencia o de que buscar la protección y la dote en otras familias, donde generalmente trabajaban
la existencia de determinadas ideologías dominantes al respecto (las de la fami- de domésticas. Por ello, se encuentran capitulaciones matrimoniales en las que el
lia nuclear y la familia troncal, por ejemplo), sino como el resultado de una di- que constituía la dote no era el padre de la novia, sino el cabeza de familia donde ha-
versidad de arreglos posibles que, independientemente de esa diversidad, persi- bía prestado sus servicios« (Bestard, 1981: 153).
guen una comunidad de objetivos: la reproducción, en las mejores condiciones
posibles, de sus condiciones de existencia. En esta medida, las tasas de nupcia- No disponemos de otros datos relativos a la edad media del matrimonio para
lidad (así como el matrimonio tardío yel celibato), la emigración de algunos/as esta región que alusiones tales como que los vascos «suelen casarse tarde» (Dou-
hijos/as y la particular estructura adoptada por el grupo doméstico no las consi- glass, 1978:99). Si consideráramos válido los datos obtenidos por Perrer y otros
deraremos como unas consecuencias mecánicas de un determinado tipo de he- (1987) para la Cataluña central, entre 1803 y 1807, pero no tenemos otro funda-
rencia y de un ideal familiar sino como el resultado de las estrategias conducen- mento para ello que el hecho de tratarse también de comarcas en las que predo-
tes a evitar una fragmentación del patrimonio doméstico que pusiera en peligro o mina el ideal de la familia troncal y de la herencia indivisa, la edad media del ma-
bien la subsistencia del propio grupo o de los grupos descendientes, o bien el esta trimonio sería de 31,3 años para el hombre y 26,4 para la mujer. En el caso de
tus de sus miembros dentro de la jerarquía socioeconómica existente. Con este Llivia (Pallarés, 1986), un municipio pirenaico, con una población predominan-
objetivo, vamos a considerar una serie de casos que ejemplifican una abundante temente agroganadera hasta mediados de este siglo, la edad media de matrimonio
diversidad de situaciones por lo que refiere a distintas combinaciones de aquellas para los hombres es de 27,43 y, para las mujeres, de 26,5, teniendo en cuenta el
variables más significativas (tipo de estructura del grupo doméstico, contenido de total de su población entre los años de 1871 y 1959.
las diferentes fases del ciclo de desarrollo de los grupos domésticos, normas de
herencia y formas y momentos de hacerla efectiva, pautas matrimoniales, pautas
5Las fuentes utilizadas para esta región han sido: Barrera (1985,1986,1990), Bobadilla (1987), Caro
de residencia, tipos de propiedad, estratificación socioeconómica, sistemas de va- Baroja (1971), Comas (1980,1985 Y 1988), Contreras (1982), Devillard (1989), Douglass (1977 y
lores dominantes, etcétera). 1978), García (1976) y Terradas (1980 y 1984).

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Desde el punto de vista de la propiedad, encontramos a lo largo de toda la re- punto de que la relación de una familia con la comunidad podría medirse por la ca-
gión, dos tipos: comunal y privada. La forma de acceso a uno y otro tipo puede pacidad de protección sobre las hijas o hermanas. En este sentido, la dote que re-
considerarse similar, pues si a la propiedad privada se accede, sobre todo, me- cibe la mujer constituye un índice de esta capacidad de protección, en la medida en
diante la herencia, a la propiedad comunal se accede a través de la casa y/o de la que es una parte del patrimonio familiar que se dispersa para establecer una alian-
vecindad que se adquiere mediante el matrimonio y la residencia dentro de la co- za provechosa para la mujer. La asociación entre dote y virginidad está claramente
munidad. Las tierras comunales en esta región suelen ser de pasto y bosques, muy expresada en la dote indirecta catalana: cuando el novio hacía un aumento de la
raramente de cultivo. dote (el escreix o esponsalicio) a su futura esposa, se explicitaba en los capítulos
La extensión de la propiedad supone una diferenciación entre las familias matrimoniales que era en premio a su virginidad (Bestard, 1981: 152-153).
campesinas. En términos generales, pueden considerarse tres categorías: casas ri- Por otra pmte, podría decirse que la ideología dominante en relación a nuestro
cas, casas medianas y casas pobres. Las diferencias internas dentro de cada uno de tema ha sido la ideología de la casa. La «casa» constituye el valor supremo en re-
estos grupos podía ser muy grande, sobre todo si tenemos en cuenta la totalidad de lación al cual se organiza todo el sistema matrimonial. La casa, como señala
la región. Cada uno de estos tipos de casas representaba la existencia de diferen- Comas (1985: 21) para el Pirineo aragonés, era
tes alternativas de cara a la reproducción patrimonial y doméstica. Reproducimos,
a título de ejemplo, lo indicado, en este punto por Comas (1987). En las casas ri- la razón última a la que debían supeditarse todos sus componentes. El interés colectivo
cas, el destino de los hombres no-herederos podía ser diferente del de las mujeres. familiar se anteponía al de sus miembros individuales, así se justificaba la jerarquía
Estas casas, además de poseer las mejores tierras y rebaños, acostumbraban a te- existente en el interior mismo de la familia, entre los ancianos y los más jóvenes, en-
ner negocios diversos en la ciudad; de tal manera que los hijos no-herederos tre herederos y no-herederos, entre hombres y mujeres. La eficacia de este mecanismo
eran educados para el manejo de estos negocios, para la práctica.de profesiones li- ideológico era tal, que los hijos no herederos imputaban su situación de discriminación
berales o para el clero. Las hijas, por su parte, permanecían en la casa paterna, al azar genealógico (no ser varón o no ser primogénito), y ya desde muy jóvenes orien-
preparando su ajuar para el matrimonio o para entrar en una orden religiosa. El taban sus expectativas hacia el matrimonio (en el caso de las mujeres) o hacia alter-
matrimonio de estas personas, por otra parte, como ya se ha dicho, pretendía con- nativas que, en muchos casos, les llevarían lejos de la comunidad de origen.
certarse con una persona de posición económica equivalente. En las casas me-
dianas y en la mayoría de las consideradas pobres, los jóvenes solteros o solteras, En efecto, la ideología de la casa, apoyada en instituciones como el Derecho
así como los tiones (solterones) y tionas (solteronas), proveían la fuerza de Civil Catalán o el Código Civil Navarro, por ejemplo, orienta la reproducción so-
trabajo para las explotaciones agrarias que lo necesitaban, incluida la propia. cial de las personas y de las cosas dentro de unas específicas relaciones de pro-
Además, acostumbraban a desarrollar, si era el caso, trabajos de carácter temporal. ducción. La ideología de la casa
Podían trabajar en la agricultura, las minas, explotaciones forestales o carbonífe-
es una ideología que considera la prodilcción y la reproducción como aspectos in-
ras, contrabando, en la construcción, etc. En el caso de las mujeres, la alternativa
separables de un mismo empeño: las capitulaciones matrimoniales son una expresión
más común era emplearse como servicio doméstico, que, en algunos casos, de no
de esta circunstancia. Emerge, también, como una ideología que intenta dar signifi-
poder acumular una dote suficiente, podía suponer un estatus definitivo. El dine-
cado a las relaciones de producción que son conflictivas en la medida en que deter-
ro conseguido con estos trabajos constituía en muchos casos el peculio de los no-
minados miembros de la casa poseen los medios de producción, y controlan y/o ex-
herederos y podía pasar a engrosar su dote o legítima. El destino de los no-here-
plotan la fuerza de trabajo de otros miembros. La ideología de la casa edifica una red
deros de las casas pobres era, por lo general, la emigración. Estas familias sólo
de significado en la que los derechos y las obligaciones individuales están situados
podían mantener grupos domésticos reducidos debido a su precario estatus, casi
en referencia a un objetivo colectivo corporativo (Narotzky, 1989: 168-169).
siempre en el límite de la subsistencia. Incluso, dentro de este grupo, el patrón de
herencia basado en la primogenitura acostumbraba a no cumplirse puesto que el
primer nacido era el primero en emigrar y, si encontraba una ocupación satisfac- Región castellano-Ieonesa6
toria, podía no regresar, ocupando otro hermano el lugar del heredero.
En relación a los valores y a la ideología dominante, puede considerarse que, De acuerdo con las fuentes utilizadas, en esta región encontramos un tipo de
relacionado con los mecanismos tendentes a mantener el estatus de los hijos res- grupo doméstico formado por familias de procreación más o menos completas:
pecto a los demás miembros de la comunidad, se encuentra una alta valoración de
la virginidad de la mujer, mediante la cual se proyecta el honor de la familia. La 6Las fuentes utilizadas han sido las siguientes: Arguedas (1968), Behar (1986), Behar y Frie (1988),
sexualidad femenina se inscribe en el tejido social como un nudo de condensación Brandes (1975 y 1976), Devillard (1985 y 1989), Martínez (1985), Pérez-DÍaz (1972 y 1974), Ver-
de los valores de prestigio acumulados a lo largo de la historia familiar; hasta el gara y Martín (1909).
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matrimonio o viudo/a con/sin hijos (según la fase de evolución del curso domés- reservándose el padre o madre otra parte, que labran para él sus hijos, y además de
tico). Los bienes se reparten a partes iguales entre todos los hijos e hijas. Ello no entregar parte de lo que producen las tierras que les tocaron en el reparto, para que
excluye la posibilidad de mejora o manda. También, por lo general, la forma de puedan atender a su subsistencia, variando la cuantía de esta porción según elnú-
hacer efectivo dicho reparto ha sido, fundamentalmente, de carácter escalonado, mero de hijos entre los que se repartió la hacienda y la calidad de los bienes adju-
en dos o tres momentos: 1) con ocasión del matrimonio de cada hijo, siguiendo, dicados.
por lo general, el orden de nacimiento de los mismos?; 2) durante la vejez o reti-
ro de la actividad agraria por parte del padre; y 3) a la muerte de los padres. Si la El ideal de residencia ha sido el de la residencia neolocal, como expresaría el
herencia se hacía efectiva antes de la muerte de los padres, los hijos se compro- refrán «el casado, casa quiere» o estos otros: «Te casas, te apartas», «Los herma-
metían (Devillard, 1985:231) a entregar a sus padres una cantidad determinada de nos, al casarse, se convierten en primos hermanos». Esta neo localidad del nuevo
bienes de subsistencia --el asignado- y/o mantenerles, en servicios y material- matrimonio, sin embargo, debiera ser matizada -por nuestra parte sugeriría-
mente, a razón de una temporada en casa de cada hijo (ir a meses). En cualquier mos el término de neolocalidad diferida- en tanto los nuevos esposos podían
caso, dichas prácticas no parecen ser mutuamente excluyentes. Así, en la sierra de pasar uno o más años «viviendo» en la casa de sus respectivos padres. Esta neo-
Cameros (Elías, 1977:36), la repartición de la herencia se lleva a cabo poco antes localidad diferida, para la comarca de Sayago, es descrita en estos términos por
de la muerte de los padres, aunque, hasta ese momento, éstos habían residido «a Arguedas (1968: 100):
meses» en casa de los hijos. Este sistema protege a los ancianos hasta la hora de
su muerte, y éstos se protegen guardando la propiedad hasta el último momento. No hay en Muga y Bermillo de Sayago y Aliste matrimonio que forme hogar sepa-
Según Vergara y Martín (1909:38-39)8, la costumbre de dividir el padre los bienes rado inmediatamente después de la ceremonia ni aun siquiera uno o dos años des-
entre los hijos antes de la muerte estuvo pués. El recién casado vuelve a habitar la casa paterna. El matrimonio vive separa-
do. Excepcionalmente, si los padres de alguno de los novios son más acomodados
antes más extendida que ahora, sin que haya desaparecido por completo esa prácti- reciben en su casa a la pareja. Pero lo tradicional es que cada recién casada vuelva a
ca, que el mismo vulgo entiende que es poco acertada, y por eso dice que «quien da la casa paterna, hasta que ambos hayan reunido la hacienda y un capital suficiente
su hacienda antes de su muerte, merece que le den con un canto en la frente»; para construir casa y vivir independientemente. Porque los padres se oponen al ma-
porque, en efecto, muchos se arrepienten de haberlo hecho. Tal vez haya contribui- trimonio de sus hijos con jóvenes de inferior nivel económico y, durante el período
do a que sea hoy menos frecuente el citado reparto la flojedad que se nota en los de sujeción al hogar paterno, cada padre exige una participación equivalente en el
vínculos que unen la familia y la escasa buena fe que preside aun los actos inspira- auxilio a los recién casados y lo exige rigurosamente. Pero cuando el matrimonio se
dos en el mejor deseo, y por esta razón no siempre se acatan las distribuciones he- ha logrado independizar, la emancipación es total y constituye una familia de tipo
chas por el padre cuando éste fallece, ni aun se suelen cumplir mientras vive las nuclear. Los padres no tienen autoridad especial ninguna sobre los hijos. En cambio,
obligaciones a ella anejas, y se han dado casos, aunque pocos, de padres abando- en tanto que viven en la casa de los padres, el estatus del recién casado sigue siendo
nados por sus hijos después de haber entrado éstos en posesión de los bienes que les exactamente el mismo que el de soltero: tanto la mujer como el hombre trabajan en
adjudicó; sin embargo, como la costumbre existe, y la división de los bienes en vida las tierras de los padres y para beneficio de los padres. Los padres a su vez alimen-
del padre se hace en algunos pueblos cuando éste ya no está apto para continuar de- tan y visten a los hijos y a los nietos. Los hijos viven en la casa de la madre, es de-
dicándose a las faenas agrícolas, o cuando sólo existe la madre, porque ésta no pue- cir, de los abuelos maternos. La única fuente de beneficio propio del matrimonio
de atenderlas, debe apuntarse que la división se realiza adjudicando a cada hijo una nuevo son la vecindad9 que el marido recibe, la que puede alquilar y los cerdos que
porción igual de los bienes, principalmente si éstos consisten en tierras de labor, y está autorizado a criar.

En los pueblos de Villarino y de Macotera (Devillard, 1985), si bien la pareja


7 Dicha práctica no es, por supuesto, exclusiva de esta región. Bauer (1981, 1983), por ejemplo, da
cuenta de ella para la Sierra de Caurel (Galicia). Bauer señala, además, que la edad de matrimonio era se establecía en su propia casa inmediatamente, y para ello recibían el respigo por
más alta conforme se avanzaba en el orden de nacimiento. Así, ,por ejemplo, mientras que el hijo ma- parte de los vecinos y la ayuda en bienes de consumo y de producción por parte
yor se casaba, por término medio, a los 27 años, el hijo nacido en segundo lugar lo hacía a la edad de de sus padres, cada uno de los esposos solía quedarse trabajando en la casa de sus
30,2 años. padres respectivos hasta el final del ciclo agrícola. Hay que tener en cuenta, en
8 Corroborado por otros autores y para otros lugares. Así, por ejemplo, según recogía Altamira (1905:
este punto, que las bodas se celebraban en medio del ciclo agrícola en curso, de tal
20-22) a finales del siglo pasado, lo ordinario en los pueblos de la provincia de Alicante era que los
p.a,dres .dividieran sus bienes en vida con el compromiso, por parte de los hijos, de pagarles una pen-
SIon. Sm embargo, el hecho de que los hijos acabaran por negar la renta o el usufructo al padre y se 9Porción de tierra o cultivo que, por sorteo, corresponde a cada vecino o «cabeza de familia» de la co-
excusaran de alimentarlo y tenerlo en casa provocó que dicha costumbre decayera. munidad.
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manera que el período postmatrimonial concluía con dicho ciclo y con el reparto desanimara y se casara con otra o simplemente «la dejara». Ningún mozo pretende a
del producto. una «novia abandonada» (... ) La «deshonrada» no puede asistir a los bailes domini- \:
La edad media del matrimonio era, según los datos de Devillard (1985: 219) de cales ni mucho menos al de las romerías; tampoco pueden asistir a las otras fiestas fa-
26 años para ambos sexos en la comunidad de Macotera y de 25-26 años para los miliares, como las bodas, por ejemplo. «Están manchadas» (... ) Los padres de los hi-
hombres y de 23-24 para las mujeres en la de Villarino. Arguedas, por su parte, se jos ilegítimos los niegan «de rigor»; los desconocen. Reconocerlos significaría
limita a señalar que la edad de matrimonio es «tardía», pero sin precisar las cifras. también «deshonrarse». El hijo ilegítimo es un hijo sin padre. No hay castigo ni po-
Para los agricultores de la ciudad de Astorga, Martínez Veiga (1985: 73) afirma que sibilidad de revancha contra el burlador. No es culpable. La única culpable es la mu-
el matrimonio se produce «cuando la gente tiene o se aproxima a los 30 años». jer; el hombre pelmanece al margen de lo acontecido, ajeno a él, sin responsabilidad.
Desde el punto de vista patrimonial, el matrimonio respondía al patrón de «ca-
sarse entre iguales» o «tanto tienes, tanto tienes que conseguir». El matrimonio
«entre iguales» era el modelo ideal que los campesinos justificaban no sólo por Andalucía occidental 10
motivos de interés económico, sino también de estatus, tipo de educación e, in-
cluso, de «carácter moral» (Pérez Díaz, 1974: 183). Sin embargo, según señala De- Para esta zona hemos de hacer una salvedad previa. Habida cuenta de la exis-
villard (1985: 218), tencia de tres grupos sociales muy diferenciados -los señoritos o grandes pro-
pietarios, los jornaleros o trabajadores sin tierra propia y los pelan trines o ~e­
la procedencia (tanto familiar como socio-económica) de los cónyuges resulta de he- queños y medianos propietarios-, con prácticas y valores diferentes y estrategIas
cho subordinada al número de hijuelas entre las cuales va a quedar dividido el pa- domésticas también diferentes, nuestras consideraciones se referirán, exclusiva-
trimonio familiar (... ) Una informadora de Villarino concluía «entonces se buscaba mente, al grupo de los pelantrines. Este grupo, por otra parte, es el que represen-
eso, que fueran pocos hijos y que tuvieran capitales». En M~cotera, asimismo, ta una situación más próxima o similar al tipo de campesinos que hemos consi-
contaba como un factor muy positivo el que una mujer «tenga casa», es decir, que derado en los dos casos anteriores.
sus padres le ofrezcan «quedarse en casa» con la promesa más o menos explícita de En efecto, los grupos citados se caracterizan por distintos patrones de casa-
darle la casa en «manda». miento -por ejemplo, grandes propietarios y jornaleros presentan menos soltería
definitiva y edad más temprana de matrimonio--, así como por diferentes tipos de
Según añade Devillard, estos motivos fueron los que orientaron los enlaces grupos domésticos y diferentes formas de aplicar la regla de la herencia divisa.
matrimoniales mientras los principales medios de subsistencia procedieron de la Por ejemplo,
propiedad y explotación de la tierra.
En las comunidades de referencia pueden considerarse dos tipos de propiedad: La regla general, respaldada, además, por otras pautas culturales, es que cada familia
comunal e individual. A la propiedad comunal---que puede incluir tierras de cul- resida en una vivienda independiente, a ser posible de su propiedad. Las excepcio-
tivo, de pastoreo y de bosque- se accede, siendo natural de la comunidad o fi- nes a esta norma están representadas por algunas familias de fuertes propietarios,
jando la residencia en la misma, mediante el matrimonio. Todo varón, al casarse constituidas unas veces por dos o tres «siblings» (hermanos) casados y sus corres-
tiene derecho a usufructuar una suerte o vecindad en las tierras comunales. De pondientes familias de procreación, y otras por dos o tres familias nucleares de dis-
cualquier manera, en términos generales, la parte de propiedad comunal resultaba tintas generaciones linealmente emparentadas, las cuales constituyen verdaderas fa-
del todo insuficiente para el nuevo matrimonio, que requería, para su subsistencia, milias extendidas al formar paI'te de una misma explotación agrícola (Moreno,
de las tierras individuales que se recibían en herencia o que se trabajaban, según 1972:144).
los casos, en aparcería. Migraciones temporales, relacionadas con tareas agrícolas
-siega, vendimia, etc.- o migraciones al extranjero durante varios años, resul- Asimismo, entre los grandes propietarios, sus hijos continúan, muchas veces,
taban necesarias para complementar la subsistencia (adquisición de tierra, aperos, formando una sola explotación agrícola en lugar de dividir ésta en varias inde-
animales, casa ... ) del nuevo matrimonio. pendientes en el momento de tomar posesión de la herencia. Esto hace que, en
En cuanto a la influencia de aspectos ideológicos o axiológicos, cabe destacar, ocasiones, la propiedad se encuentre legalmente registrada a nombre de «herede-
tal como lo hace Arguedas (1968: 148-149), la marginación que, sufrían las mu- ros de ... » y no fraccionada (Moreno, 1972:117).
jeres «deshonradas»:

no era necesario llegar a la «deshonra completa» (tener un hijo) para que una mu- 10 Las fuentes utilizadas son: Devillard (1989), Frigolé (1984), Luque (1974), Moreno (1972), Pitt-

chacha perdiera su prestigio y toda esperanza de casarse. Bastaba con que el novio se Rivers (1969) y Price y Price (1966).

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Por el contrario, entre los pequeños propietarios, las tierras y demás propie- tradicionales en materia de religión, política, autoconsumo, etc. o con una deter-
dades son efectivamente repartidas entre los herederos. La norma de herencia do- minada concepción del honor en relación con la sexualidad femenina, etc.,
minante en Andalucía es la herencia divisa bilateral: hijos e hijas heredan de su propias del grupo de los pelantrines. Según Frigolé (1984),
padre y de su madre. Sin embargo, el momento y la forma en que se hace efecti-
va la herencia difiere para los hijos y para las hijas. En el caso de los hijos, lo nor- La dote de la mujer pennite que las discrepancias que puedan existir entre una con-
mal es que su padre, o sus padres, no les cedan parte de sus tierras, o no se las cepción del honor, vinculado en gran parte a la sexualidad femenina y la práctica
arrienden, hasta ser viejos, dado que los padres necesitan de ellas para subvenir a concreta, no siempre concordante con este ideal, dado el largo período de noviazgo
sus propias necesidades y a las de los restantes miembros del grupo doméstico. Si y de espera, no se salden de forma desfavorable para la mujer, puesto que según el
no existen soluciones intermedias, puede que el hijo tenga que esperar hasta la sistema de valores es ella la que puede perder o salir perdiendo. La dote de la mujer
muerte de sus padres para obtener las tierras que le permitirán pensar en su ma- puede ser el punto de partida para explicar su valoración social y cultural en esta so-
trimonio (Moreno, 1972). Las hijas, en cambio, reciben una dote indirecta de sus ciedad. El hombre de la clase social de los pequeños propietarios, al casarse, no sólo
padres, lo que constituye la transmisión de una parte de la propiedad de los mis- busca una compañera, sino también la porción de propiedad o de riqueza que ella
mos con motivo del matrimonio de las hijas. La acumulación de una dote que sea pueda aportar y que puede completar aquélla que él pueda estar usufructuando y que
suficiente para, en ocasiones, establecerse el nuevo matrimonio; suficiente para re- poseerá definitivamente al morir sus padres. La dote de la mujer es lo que permite
producir el estatus socio económico del grupo social al que se pertenece- puede casar al hombre soltero. La dote es el producto de la estratificación y el instrumen-
exigir un tiempo considerablemente largo lJ • Esta dote, según Frigolé (1984), por to para mantener esta estratificación.
un lado, hace que ésta tenga que esperar a casarse hasta una determinada edad;
pero, a la vez, permite que su marido acceda al matrimonio antes de lo que le co-
rrespondería si tuviera que esperar la parte de su herencia paterna. En definitiva, la RECAPITULACIÓN
edad de acceso al matrimonio entre los pelantrines, tanto en el hombre como en la
mujer, es elevada. Moreno (1972: 85) habla de casamientos de hombres entrados En los tres casos que acabamos de considerar se constatan diferencias relativas
en los cincuenta e incluso sesenta años con mujeres que han pasado ya de los cua- al ideal de grupo doméstico existente, a los contenidos de las diferentes fases de
renta. Estas edades, sin embargo, cabe considerarlas relativamente excepcionales, los ciclos domésticos, a las normas de herencia y a los momentos y formas de ha-
pues, de hecho, suponen, en el caso de la mujer, casi el final de su período de fer- cerla efectiva (muy distinta forma y función, por ejemplo, de la dote para las hijas
tilidad. Precisamente, como destaca Frigolé (1984), el sistema de dote así conce- en cada uno de los tres casos), diferente orden preferencial en el casamiento de los
bido se caracteriza por reducir el período fértil de la mujer pero sin comprometer hijos, diferentes pautas de residencia, tanto para los nuevos matrimonios como
su función reproductora: para el viudo/a en su vejez, presencia dt< diferentes tipos de propiedad y distinta
importancia de la propiedad comunal cuando ésta está presente y, también, dife-
Quienes marcan el límite de la edad de casamiento no son los hombres, o la edad de rentes valoraciones de determinados comportamientos y actitudes. Al mismo
los hombres, sino la de las mujeres. No sería prudente casarlas tan viejas que ello tiempo, encontramos algunos aspectos comunes en los tres casos o regiones con-
imposibilitara u obstaculizara gravemente su papel en el sistema reproductivo y, por sideradas, fundamentalmente, una elevada edad media en el momento de contra-
tanto, dificultara la reproducción social y la transmisión de la propiedad. Puede re- er matrimonio tanto en hombres como en mujeres, migraciones temporales o
trasarse su edad de casamiento, puede acortarse su ciclo de fertilidad, pero no es definitivas de algunos de los hijos, así como un aspecto todavía no señalado, altas
prudente comprometer su función reproductora porque ello es contrario al sistema tasas de celibato definitivo. En efecto, tanto en la región de los Pirineos, como en-
de estratificación y de reproducción del mismo ( ... ) El hombre puede esperar. No, tre los «labradores» de la región castellano-leonesa, como entre los pelantrines an-
por el contrario, la mujer. Tener que esperar incluso a la muerte de los padres podría daluces nos encontramos con altas tasas de celibato. Consecuentemente, resulta
resultar en una edad incluso excesivamente elevada para los hijos varones. difícil aceptar que exista una relación precisa o mecánica entre un determinado pa-
trón de grupo doméstico y unas normas de herencia por una parte, y, por otra,
En relación con presupuestos ideológicos y valores, cabe destacar que la ins- unas determinadas tasas de celibato. Los distintos casos que acabamos de consi-
titución de la dote y los contenidos específicos que adquiere en este caso, repre- derar sirven para ilustrar que distintos tipos de grupo doméstico, diferentes formas
senta un puesto clave en relación, por ejemplo, con actitudes conservadoras y/o de herencia y distintas formas de hacerla efectiva, nos pueden dar tasas de celibato
igualmente altas. La causa de ello, entonces, no cabría buscarla en los diferentes
tipos de estructura de los grupos domésticos ni en las diferentes formas de he-
11 Según Price y Price (1966), la duración media de los noviazgos en Andalucía era de 7,1 años. rencia sino en las características y circunstancias de las explotaciones campesinas
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y en el sistema de estratificación, basado en la propiedad de la tierra, dentro del cia igualitaria es más indirecta. En este último caso, aspectos propios de la or-
cual están integradas. ganización social tales como la endogamia * local y la endogamia de clase tie-
En efecto, la característica común a todos los casos considerados es que se nen una gran importancia desde el punto de vista demográfico, así como algunos
trata de explotaciones campesinas de carácter familiar, basadas en la propiedad aspectos culturales tales como determinadas concepciones relativas al noviazgo,
directa de la tierra o en aparcerías (a veces, complementada con tierra arrendada) a la virginidad y a la sexualidad en general, al honor, a la vergüenza, al fami-
yen la fuerza de trabajo que proporciona la propia unidad doméstica, indepen- lismo, etc.
dientemente de que, en algunos casos o circunstancias (determinados trabajos de En efecto, como ya hemos podido observar, una alta valoración de la virgi-
carácter estacional o avatares demográficos tales como exceso o defecto de na- nidad, junto con la marginación (es decir, el celibato definitivo forzado) de las
cimiento, enfermedades, defunciones prematuras, etc.), esta fuerza de trabajo do- mujeres «deshonradas», permite controlar la edad de matrimonio de la mujer
méstica pueda complementarse con otra de procedencia externa, o que parte de la hasta que se dispone de una dote «adecuada» para su matrimonio. De hecho,
fuerza de trabajo familiar pueda emplearse fuera. Cuando éstas han sido las ca- pues, y en relación con el conjunto de las prácticas que suponen las estrategias de
racterísticas de las explotaciones campesinas, y cuando las alternativas econó- reproducción doméstica, la valoración de la virginidad y el sistema de dote que
micas ajenas a la agricultura, pero complementables con la misma, han sido es- valoriza la posición de la mujer dentro del matrimonio y de la sociedad, consti-
casas, el matrimonio de más de dos hijos implicaría, si la herencia es divisa, una tuyen un importante mecanismo de control demográfico; de la misma manera
atomización de la propiedad, así como una pérdida de estatus. En el caso de una que, en la región pirenaica, lo puede constituir la herencia indivisa. Asimismo,
herencia impartible, el matrimonio de los segundones supondría una pérdida sentimientos de honor y vergüenza parecen actuar como mecanismo de control
de liquidez (para poder hacer efectivo el pago de las dotes y/o legítimas) que ~o­ social en ausencia de un control estatal fuerte. Parecido efecto podríamos pos-
dría poner en peligro, asimismo, el patrimonio familiar y su lugar dentro de la Je- tular de la práctica que hemos denominado neolocalidad diferida; pues, según
rarquía social 12 , a causa del endeudamiento muchas veces necesario para conse- Arguedas (1968: 289), ningún padre acaudalado, ni sus hijos recién casados
guir el numerario para hacer efectivo dicho pago. En definitiva, en las permitirían ni aceptarían constituirse en familia independiente hasta haber con-
circunstancias expuestas, unas altas tasas de nupcialidad hubieran puesto en pe- seguido acumular un capital que hiciera posible presentarse en la comunidad
ligro la reproducción de la integridad de las explotaciones domésticas, mientras como una familia de estatus equivalente al de sus padres. En definitiva, unos y
que unas altas tasas de celibato y/o emigración habrían contribuido a la repro- otros constituyen diferentes mecanismos que permiten articular respuestas a la
ducción de las mismas. amenaza presente en todas las situaciones reseñadas -las limitaciones en el ta-
Es cierto, sin embargo, que una u otra forma de herencia puede haber in- maño de la propiedad y/o explotación y las amenazas a su integridad-; sean es-
fluido más o menos directamente sobre los factores demográficos (tasas de tas respuestas la emigración de parte de los hijos, el retraso de la edad del ma-
nupcialidad y tasas de natalidad) y dar lugar a unas u otras estrategias preferen- trimonio de unos o la soltería definitiva para otros. Por esa misma razón, cuando
tes en la reproducción de los grupos domésticos. Como señala Iszaevich (1975: han existido alternativas económicas dentro de las propias localidades o dentro de
297-298), la herencia impartible tiene una influencia directa importante en la la propia región (actividades complementarias con la agricultura, como, por
emigración yen la demografía, mientras que la influencia del sistema de heren- ejemplo, diferentes formas de manufactura a domicilio o industrias emplazadas
en las zonas rurales, etc.), no sólo disminuyen las tasas de celibato donde dichas
tasas eran altas, sino que, incluso, pueden modificarse las prácticas de la heren-
cia, pasando por ejemplo de una herencia impartible a una herencia divisa o vi-
12 El matrimonio de un heredero, en cambio, en la medida en que supone la entrada en la casa de una
suma de dinero -la dote de su esposa-, puede representar una ganancia de liquidez, al menos mo- ceversa también.
mentánea. En efecto, como señala Terradas (1984: 320-321) la dote puede ser considerada, a la vez, Como vemos, una misma finalidad -la de intentar evitar una fragmentación
como una herencia y como un crédito. Es una providencia sucesoria y, también, una aportación con- de los patrimonios domésticos- puede conseguirse mediante procedimientos
tractual. Puede considerarse como un crédito para la casa del marido y, como tal, pesa sobre la casa muy diversos. Estos procedimientos, por supuesto, incluyen los sistemas de he-
del marido la amenaza de tener que devolverlo, además con un incremento sobre la cuantía del mis-
mo -el escreix- en caso de disolución del matrimonio antes de que éste hubiera tenido hijos. De
rencia, en tanto que, formalmente al menos, una herencia igualitaria puede esti-
ahí que, en Cataluña y otros lugares, se dieran matrimonios entre el viudo y una hermana de la es- mular el matrimonio de todos los hijos y una herencia indivisible puede disuadir
posa, fallecida (en este caso sin necesidad de que la nueva esposa tuviera que aportar dote alguna) o dificultar el matrimonio de los no-herederos; pero, el matrimonio también pue-
o de la viuda con un hermano menor del esposo fallecido, con tal de retener la dote en la casa recep- de ser disuadido o evitado mediante manipulaciones del propio sistema de he-
tora. En definitiva, como señala Bourdieu (1962: 42), el derecho de devolución que pende sobre la rencia -lo dicho en relación al sistema de dote en Andalucía, sirve de ejemplo-
dote constituía una amenaza sobre las familias que la habían recibido, sobre todo si ésta era muy
alta, de tal manera que dicho derecho constituía una razón importante para evitar los matrimonios
o mediante la proscripción de determinados comportamientos sexuales o me-
muy desiguales. diante consideraciones diversas relativas, por ejemplo, a creencias sobre la salud
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LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 45


44 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL

El conocimiento de los procesos históricos puede ofrecer respuestas al res-


y la enfermedad y la transmisión de la misma 13, a sentimientos de amor filial o
pecto. Como han señalado Berkner y Mendels (1978: 212), en general, las áreas
fraternal que llevan a una hija o a una hermana a permanecer soltera junto a sus
padres ancianos o junto a su hermano solterón (Devillard, 1985; Martínez Veiga, de here~cia indivisa en la Europa occidental se corresponden con aquellas que se
caract~n~aron por un fuerte control señorial sobre la tenencia de la tierra y el es-
1985), o mediante el estímulo de la religiosidad y de las vocaciones religiosas l 4, etc.
Podríamos añadir que, si de lo que se trata es de evitar una fragmentación de tablecnmento de derechos de asentamiento. Asimismo, de acuerdo con Goldsch-
las explotaciones domésticas que pusiera en peligro las condiciones de su repro- midt y Kunkel (1971: 1067-1068), las diferentes prácticas de los terratenientes
ducción, y ello se consigue disminuyendo la natalidad, y ésta a su vez puede con- en sus contratos con los campesinos para el acceso de éstos a la tierra explica-
seguirse disminuyendo la nupcialidad, no importa que los solteros lo sean porque rían la existencia de la familia extendida y la herencia indivisa en unas regiones
no tienen acceso a la herencia o porque se trate de «novias abandonadas» o por- y de la familia nuclear y la igualitaria en otras. En efecto, Silverman (en
que se considere que se trata de hombres o mujeres que «quizás» sean portadores Goldschmidt y Kunkel, 1971) señala una serie de características ecológicas y es-
de una enfermedad hereditaria; lo realmente importante es que, mediante unos y tructurales de la relación entre los campesinos y los señores o grandes terrate-
otros mecanismos, un determinado número de personas quedan excluidas del nientes que habrían favorecido uno y otro tipo de familia, así como uno u otro
matrimonio y, consecuentemente, del acceso a los bienes de producción campe- tipo de herencia. En el caso de la familia extensa y la herencia indivisa habrían
sina, evitando así la fragmentación de dichos bienes. En definitiva, lo funda- sido los siguientes: 1) un contrato de tenencia de la tierra entre el campesino y el
mental para las explotaciones domésticas campesinas, como señala Comas (1987) es terrateniente mediante el que se designa formalmente que el «cabeza» de la fa-
milia campesina es responsable del trabajo de todos sus miembros; 2) el contrato
controlar quién se casa y quién no, quién puede permanecer en la comunidad y establece una duración a largo plazo entre el cultivador y la tierra, que puede du-
r~r. varias generaciones; y 3) una familia extensa tiene acceso a mayores super-
quién debe emigrar. Estos aspectos constituyen los medios para limitar la población
tanto desde un punto de vista demográfico como desde el punto de vista del acceso in- fiCIes de tierra, pudiendo incluir dichas familias hasta 20 y 30 miembros. Ahora
dividual a los recursos. El modo como son institucionalizados estos aspectos depen- bien, como señalan Kertzer y Bretell (1987: 93-94) no sólo la aparcería expli-
de del proceso histórico, el cual determina la específica articulación que se produce caría la presencia de grupos domésticos que responden a la familia extensa sino
entre individuos, unidades domésticas y las comunidades locales en cada sociedad. también una multiplicidad de economías familiares tales como, por ejem~lo, la
complementariedad de la agricultura y el tejido a domicilio y cualquier otra for-
y estos procesos históricos nos refieren a una combinación de factores eco- ma de protoindustrialización, muy extendida por cierto en los ámbitos rurales en
lógicos, políticos, económicos, tecnológicos, demográficos, jurídicos e ideológi- el siglo XIX.
cos. Así, después de haber insistido en que lo importante es regular el acceso a los En el caso de la familia nuclear y herencia dividida se habrían dado los si-
medios de producción y a los recursos, ¿por qué en unos lugares se regula me- guientes factores: 1) tierra y trabajo eran contratados sobre una base individual'
diante unos mecanismos -la familia troncal y la herencia indivisa, por ejemplo-- 2) los contratos de tenencia de la tierra serían de corta duración, raramente má~
y en otros mediante otros distintos -la familia nuclear y la dote directa a la mu- allá de la duración de un único ciclo de rotación de los cultivos; 3) la tierra sólo
habría sido accesible a los campesinos en parcelas pequeñas y en cantidades pe-
jer, por ejemplo-?
queñas. En cualquier caso, parece ser que el sistema de herencia afecta menos a
las expectativas de sucesión cuanto mayor sea la posibilidad de acceder a la tierra
13 Brandes (1976: 214-215) nos ofrece algunas consideraciones y ejemplos al respecto: «existen no-
mediante el recurso a los arriendos y menor sea la duración de los mismos (Berk-
ciones compartidas de enfermedad y de herencia de la enfermedad, que pueden influenciar un matri-
monio potencial ( ... ) Los campesinos castellanos son, en general, muy sensibles a las repercusiones
ner y Mendels, 1978: 215).
económicas de la enfermedad y esta elevada conciencia los conduce a considerar el matrimonio en Éstas parece que habrían sido las diferentes estrategias de los terratenientes.
relación con la salud potencial de un esposo y de los hijos. Particularmente, los aldeanos están dis- Pero ¿por qué unas u otras? Ello puede referir a las distintas características de la
puestos a evitar el matrimonio con cualquiera que pueda manifestar o transmitir biológicamente un tierra, la mayor o menor abundancia de mano de obra campesina, la mayor o me-
defecto físico o mental ( ... ) Nadie quiere tampoco asumir el riesgo de tener un hijo que, aunque sano nor autonomía de los terratenientes frente a un poder central y a las alianzas entre
en su juventud, pueda enfermar cuando sea adulto ( ... ) Por esa razón, los aldeanos evitan cuidadosa-
mente casarse con cualquiera que pudiera haber heredado una enfermedad o quien pudiera dar a luz
los diferentes sectores socioeconómicos existentes, entre otros factores posibles.
un individuo no completamente sano». Por su parte J. W. Fernández y R. L. Fernández (1988: 135- Las diferentes fases del proceso de la «Reconquista», por ejemplo, podría explicar
136) señalan que la distribución de los solteros en los diferentes grupos domésticos de Escobinos algunas de estas diferentes estrategias.
(Asturias) permiten comprender la relación entre la enfermedad y la formación de nuevos grupos do- En definitiva, las estructuras que adoptan los grupos domésticos campesinos
mésticos. -y no campesinos- están directa o indirectamente condicionadas por las fuer-
14 En efecto, tal como señala Aznar, en España la clase de los agricultores ha proporcionado más vo-
caciones religiosas que todas las demás clases juntas (en Iszaevich, 1975: 302). zas dominantes del exterior (políticas, económicas, tecnológicas, jurídicas).
46 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 47

Contemporáneamente siguen apareciendo ejemplos de cómo una determinada piedad puede presentar diferencias más o menos importantes en relación al que
política gubernamental, de carácter jurídico y económico, o de una determinada cabría considerar de darse una mera aplicación de la norma. Así, en una zona de
«política social de la vivienda»), influye sobre las decisiones de los grupos do- herencia divisible, para poder permitir la viabilidad de una explotación familiar, se
mésticos, sus estrategias y las estructuras que adoptan. Así, por ejemplo, y para impide, de alguna manera, el continuo proceso de fragmentación de la tierra me-
los años más recientes, la promulgación en 1982 de la «Ley de la explotación fa- diante, por ejemplo, una transmisión preferencial hacia uno de los hijos, que o
miliar agraria y de los agricultores jóvenes» ha de provocar una cierta nucleari- bien tendrá una mayor parte de la herencia o bien, después de efectuadas las di-
zación de la familia campesina en la medida en que intenta promover la implan- visiones, uno de los hijos compra o arrienda a bajo precio las partes que han co-
tación de la familia conyugal (el matrimonio y sus hijos solteros) en la rrespondido a sus hermanos, siempre y cuando, claro está, éstos tengan otras
agricultura, mediante, por ejemplo ayudas a la instalación de jóvenes agriculto- opciones diferentes a la del trabajo de la tierra. Puede darse el caso también de
res (Contreras, 1989a). que no todos los hijos tengan de sus padres las mismas facilidades para casarse y,
En conclusión, las tasas de nupcialidad no parecen ser el resultado de un de- mediante la permanencia en el celibato de algunos de ellos, se disminuye el gra-
terminado ideal de estructura familiar ni de un ideal sistema de herencia, sino uno do de fragmentación del patrimonio que tendría lugar si todos los hijos se casaran.
de los elementos que configuran una estrategia orientada a la reproducción de las Así, por ejemplo, el fraccionamiento de la tierra o de la propiedad, en Castilla o
explotaciones campesinas dentro de un determinado orden económico y jerarquía Andalucía, no es tan pronunciado como lo haría suponer su sistema de herencia
social. En esta medida, las tasas de nupcialidad, así como los diferentes tipos de divisa e igualitaria, pues, como decimos, el celibato, el matrimonio tardío y los
estructura familiar, presentan cifras variantes en función de las características matrimonios calculados palían sus efectos. Otro ejemplo, los habitantes de Esco-
particulares de las empresas familiares y de las alternativas económicas comple- binos (Asturias) tenían que intentar simultanear la observación de una estricta re-
mentarias con la agricultura de las que disponen los miembros componentes de gla de herencia partible con la exigencia de que los lotes de herencia resultantes
los grupos domésticos. fueran, además de equitativos, unidades de explotación viables. Ello exigía, has-
ta mediados de este siglo, que cada nuevo grupo doméstico pudiera acceder a una
serie de recursos diferenciados tales como casa, establo, tien'as de cultivo, pastos
TRANSFORMACIONES SOCIOECONÓMICAS y CAMBIOS y pajares. No siempre resultaba fácil satisfacer esta doble exigencia. Como con-
EN LAS ESTRUCTURAS Y EN LAS ESTRATEGIAS secuencia, algunos hijos podían alojarse temporal o definitivamente en casa de sus
DE LOS GRUPOS DOMÉSTICOS abuelos; un joven matrimonio con medios insuficientes para constituir su propio
grupo doméstico continuaba alojándose y trabajando cada uno en la casa de sus
Como acabamos de ver, los sistemas de herencia, así como las estrategias padres respectivos; o un tío ya de edad podía ser enviado a dormir a una habita-
matrimoniales y las estructuras familiares a lo que todo ello da lugar son pro- ción en un establo, más o menos alejado de la casa para la cual trabajaba, en la
cesos flexibles que no necesariamente siguen la norma sancionada por la cos- que tomaba sus comidas y con cuyo nombre era identificado (Fernández y Fer-
tumbre local o por el sistema jurídico. Así, por ejemplo, la dicotomía entre he- nández, 1988: 128-129).
rencia indivisible y divisible no se da, en la práctica, de una forma tan rígida En una zona de herencia indivisa se producen toda una serie de circunstancias
como las «normas» o los modelos existentes permitirían suponer. En cualquier económicas, culturales y demográficas que impiden que los casos de primogeni-
caso, herencia indivisa y herencia igualitaria constituyen dos tipos ideales que, tura masculina con residencia postmatrimonial virilocal sean una mayoría (Ba-
muchas veces, se dan mezclados en la realidad y se caracterizan por una mayor rrera, 1986; Bestard, 1986; Comas, 1980; Douglass, 1973). La falta de descen-
flexibilidad de lo que en un principio parecerían indicar los respectivos modelos. dencia masculina, la inadecuación del primogénito para regir el patrimonio
En el mundo real, en lugar de unas normas claras de herencia, hemos encon- familiar o bien que éste prefiere otras opciones económicas alternativas pueden ser
trado flexibles adaptaciones de las estrategias familiares en las que el juego o algunas de las razones.
combinación de un gran número de factores, internos y externos, deciden el mo- La transmisión de la propiedad a través de las generaciones es el medio
delo fáctico de transmisión de la propiedad. La ideología de la herencia no por el que se lleva a cabo la reproducción del sistema social y constituye tam-
siempre coincide con su práctica real, puesto que se dan toda una serie de fac- bién el modo como se estructuran las relaciones interpersonales familiares en los
tores decisivos que intervienen en el momento de la transmisión del patrimonio diferentes momentos o fases de los cursos de evolución de los grupos domésti-
familiar. cos. Dado que la herencia tiene lugar entre los parientes próximos, tanto el sis-
En las zonas con la ideología de la herencia divisible, la división de la pro- tema de actitudes recíprocas como los diferentes derechos y la distribución del
piedad no se hace con la frecuencia y la intensidad con que dicha ideología o mo- poder dentro del grupo doméstico se ven afectados por el proceso de transmisión
delo permitirían esperar. De manera que el resultado en la distribución de la pro- del patrimonio familiar, de manera que los modos y momentos como se hace

.1
48 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 49

efectiva la herencia pueden dar lugar a un determinado tipo de estructura y ta- la escuela maternal puede entrar todavía en el mercado laboral. Así pues, los cur-
maño del grupo doméstico. Esta correlación, sin embargo, no es exclusiva ni me- sos de vida familiar* se han alterado muy profundamente como consecuencia de
cánica. En efecto, la práctica de la herencia se relaciona a su vez con una serie estas dos circunstancias demográficas: alargamiento de la esperanza de vida y
de factores económicos, sociales, demográficos y culturales que contribuyen a disminución de la natalidad. Es cierto, también que, a su vez, la disminución de
perfilar los rasgos más sobresalientes de una comunidad: distribución de la la natalidad tiene que ver con otros factores sociales, económicos, ideológicos y
propiedad de la tierra y sistema de tenencia, demandas de fuerza de trabajo, dis- tecnológicos. En efecto, la introducción de la mujer en el mercado de trabajo y
ponibilidad de casas, índice de emigración y características de la misma (tem- el nuevo rol económico de la mujer ha provocado importantes cambios en la ins-
poral, definitiva ... ), edad media del matrimonio y tasa de nupcialidad l5 , tamaño titución familiar (Conde, 1982).
de la familia, tipo de grupo doméstico, esperanza de vida y expectativa de la En definitiva, la práctica de la herencia no puede ser considerada como un
edad en la que se producirá el relevo generacional, valoración de la soltería, va- simple reflejo de la ideología de la herencia; ni la estructura adoptada por los gru-
loración del efecto y del cuidado recibido o dado, consideraciones sobre la pos domésticos, un reflejo de los modelos al respecto; sino, simplemente, como
conveniencia o no de que un hombre o una mujer vivan solas, etc. Todos estos ideales culturales operativos (Fernández y Fernández, 1988) o, también, como
factores, a su vez, pueden repercutir entre sí, recíprocamente, multiplicando señala Bestard (1981), como la red cognitiva dentro de la cual operan los procesos
las consecuencias. Por ejemplo, el alargamiento de la vida media de los indi- de transmisión del patrimonio familiar, que están condicionados, en última ins-
viduos que ha tenido lugar de forma muy acusada a lo largo de este siglo l6 re- tancia, por elementos sociales, económicos y demográficos, como acabamos de
percute en otras muchas cuestiones propias de la organización familiar y de su ver. Y, en este sentido, en la medida en que esos factores sociales, económicos, de-
reproducción. Así, al aumentar la esperanza de vida se aumentan las posibili- mográficos y culturales son cambiantes, es consecuente pensar, entonces, que las
dades de coexistencia de dos o más generaciones dentro del mismo grupo do- estructuras familiares, así como las estrategias que los grupos domésticos en
méstico y, asimismo, aumenta la edad a la que el heredero o los herederos, según cuanto tales o sus propios componentes individualmente considerados, puedan o
los casos, pueden suceder a su padre o pueden independizarse del mismo. En estén interesados en desarrollar serán cambiantes también. Veamos con un poco
efecto, como señala Del Campo (1989, 5), en 1900, al contraer matrimonio el úl- de detalle un ejemplo al respecto.
timo de los hijos, lo más probable era que el padre o la madre ya hubieran fa- Comas (1988) ha analizado la composición de los grupos domésticos de la po-
llecido. Hoy en día, en cambio, al padre le quedarían todavía 22 años de vida y blación de Vila-Rodona, entre 1889 y 1901. La composición de los grupos do-
a la madre 27,5. Por otra parte, las tasas de fecundidad también se han modifi- mésticos era la siguiente:
cado profundamente. Según Del Campo, en el año 1900, la mujer española de-
dicaba casi 13 años a tener los 4,7 hijos que de media tenían las mujeres espa- Número de grupos Porcentaje
ñolas, acabando su período de fertilidad a los 38,5 años, una edad, por otra Tipo
parte, ya muy tardía para incorporarse o reintegrarse al mercado laboral. En 1889 1901 1889 1901
1985, la mujer española se casa a los 23,8, tiene 1,7 hijos de promedio y cierra l. Solitarios ............................................ 13 25 2,8 5,3
su fecundidad real a los 28,4, de modo que, tras enviar a su hijo más pequeño a 2. Sin núcleo conyugal ........................... 6 4 1,3 0,9
3. Familia nuclear ................................... 300 341 64,2 72,7
4. Fami~ia nuclear más otros parientes
15 A lo largo de los últimos cien años, las edades medias mínima y máxima del matrimonio han sido, solteros ............................................... 25 12 5,3 2,5
respectivamente, para los hombres, de 26,79 (año de 1975) y de 29,37 (año de 1940); y, para las mu- 5. Familia troncaL .................................. 115 83 24,6 17,7
jeres, de 23,17 (año de 1975) y de 26,65 (año de 1940) (e! Cachinero Sánchez, 1982: 87). Estas cifras 6. Otros ................................................... 8 4 1,7 0,9
arrojarían resultados muy diferentes si se consideraran, por ejemplo, las edades de acceso al matri-
TOTAL ......................... 467 469
monio del primero de los hijos y de los hijos restantes o si se desagregaran los datos de acuerdo con el
tipo de ocupaciones, el tamaño de las propiedades, las alternativas económicas existentes, etc. TAMAÑO MEDIO ............... 4,7 4,1
Por otra parte, y en relación a la tasa de nupcialidad, se produce un descenso de la misma desde 1970
como consecuencia de la crisis de empleo juvenil. Sin embargo, según Iglesias de Ussel (1989: 4), si
bien disminuye el número de matrimonios en relación al total de la población, quienes se casan lo
hacen cada vez más jóvenes, tanto los hombres como las mujeres.
16 Según el Servicio de Estudios de la Fundación Joaquín Costa (1989) la vida media de la población
Un cuadro más pormenorizado, para el año de 1889, desagregando las cifras
española en 1955 era de 56,8 años; mientras que en 1983 había ascendido a 71,14. Asimismo, se pre-
vía para 1990 una vida media de 73,39 y de 76,2 para el año 2000. Ello supone un aumento de la según los diferentes grupos sociales en función de la propiedad de la tierra, ofre-
vida media de la población española de casi 40 años, en un período de 45 años. ce los siguientes resultados:
50 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN
51

Sin Tierra 0,5-6 ha 6-30 ha > 30 ha jadores de los tipos de familia compleja y múltiple. Estos últimos arreglos responden
Tipo más a las dificultades económicas para establecer grupos domésticos independien-
N % N % N % N %
tes y a necesidades de afecto y de cuidado a los ancianos que a un etIJas de familia [,
1 5 4,1 5 2,4 1 0,9 2 6,9 troncal per se» (Comas, 1988: 160). I¡
2 1 0,8 O - 4 2,8 O -

3 96 78,1 137 66,5 53 49,5 14 48,3 Por lo que refiere al período de tiempo comprendido entre 1889 y 1901, se ob-
4 3 2,4 12 5,8 8 7,5 2 6,9 serva un número prácticamente idéntico de grupos domésticos y, a pesar de la bre-
5 15 12,2 49 23,8 40 37,4 11 37,9 vedad del período, se observan también cambios bastante significativos en cuan-
6 3 2,4 3 1,5 2 1,9 O -
to al porcentaje de cada uno de los tipos, así como una disminución muy
TOTAL 123 206 107 29 importante en cuanto al tamaño medio de los mismos. De cualquier manera, Co-
mas previene contra las falsas conclusiones que pudieran desprenderse de una
comparación simplemente estática de los datos que ofrecen los censos de uno y
Como se desprende de este cuadro, la división social, las diferencia~ en cuanto
otro año. Por ejemplo, en 1901 se observa una mayor incidencia de la familia nu-
al tamaño de la propiedad y en cuanto a la forma de acceso a los medlOs. d~ pro-
clear que en 1889, dando la impresión de que, si bien el número de unidades do-
ducción, constituye una variable muy significativa para ~xplicar la com~~slclón de
mésticas continúa, su composición cambia. Según Comas, ambas cuestiones son
los grupos domésticos. En líneas generales, puede decme que la fan;uha tron~al
falsas. Si se reconstruye la evolución de los cursos familiares de cada unidad se
(que podría asimilarse a los tipos 4 Y 5) está asociada co~ ,los cau:peslllos pr~p~e­
observa que 29 cambian de residencia; 137 no aparecen en el censo de 1901 y, en
tarios y con aquellos otros sectores en los que la producclOn, de bIe~es o serVIClOS
cambio, aparecen 139 nuevos grupos domésticos. Hay que considerar, conse-
tiene una naturaleza doméstica. Dentro de este grupo, todavla se constatan mayo-
cuentemente, diferentes tipos de movilidad entre las familias: cambios de resi-
res porcentajes en aquellos sectores (campesinos, artesanos y pe~ueños come~'­
dencia, emigración de familias enteras y creación de nuevos grupos domésticos.
ciantes) en los que el grupo doméstico es, al mismo tiem~o.' una umdad de trab~~o
Ello es consecuencia, fundamentalmente, de dos factores: 1) la presencia de un
y en los que los medios de producción pueden ser tran~~tIdos ?e una generaclOn
amplio grupo de trabajadores sin tierra; y 2) las consecuencias de la crisis eco-
a otra. En el caso de los propietados mayores, la farrnha constituye un grupo de
nómica producida por la filoxera que afectó, sobre todo, a las familias más pobres,
propiedad, pero no un grupo de trabajo; de ahí que la organizaci~n familiar ~ue~a
forzándolas a utilizar una estrategia de movilidad. Así pues, el mayor porcenta-
ser más flexible. Entre los agdcultores de subsistencia y entre los Jornaleros Slll tie-
je de familias nucleares en 1901 se explica mejor en términos de esta movilidad
rra los porcentajes de familia troncal son mucho menores .que en los demá~ ~rupos.
de un sector de la población que haciendo referencia a una especie de cambio in-
Ello es así, señala Comas, porque en el caso de los trabajadores, producclOn y re-
terno en la composición de los grupos domésticos. Así, la reconstrucción de los
producción están separadas; por eso, sus estrategias.l,aborales son c~mpletamen~e
ciclos familiares pone de manifiesto la dinámica interna de los grupos domésticos,
diferentes de campesinos y artesanos y por eso, tambIen, la casa (asocIada como VI-
así como la diversidad de estrategias concernientes a la sucesión y al empleo de la
mos a la familia troncal) es para ellos una institución irrelevante.
fuerza de trabajo que son propias de cada uno de los diferentes grupos sociales.
En definitiva, la composición de los grupos domésticos de los diferentes gru-
Algunas conclusiones pueden extraerse del análisis de Comas, en la dirección
pos sociales citados
de las consideraciones precedentes: a) en el caso de las familias jornaleras, el aná-
lisis de los cursos familiares permite destacar la diversidad de estrategias labora-
está condicionada por factores que afectan a la organización familiar dentro de los
les, su evolución y su diferente organización familiar (en relación a las familias de
cuales las variaciones son impuestas por condiciones socioeconómicas y por el
propietarios), destacando, por ejemplo, el considerar las relaciones familiares más
desarrollo del ciclo familiar. Las formas complejas de grupos domésticos se en-
como medios para la asistencia personal que como medios para la transmisión de
cuentran, sobre todo, en los sectores sociales en los que el grupo doméstico funciona
bienes. Ello se corresponde, además, con una preferencia a vivir con las hijas más
como grupo de trabajo. Bienes, conocimiento, posibilidades son transmitidas a los
que con los hijos y a la práctica de la ultimogenitura; b) por lo que refiere al gru-
descendientes a través de la presencia de series enlazadas de unidades conyugales a
po de aparceros o masovers, antes de la cdsis de la filoxera, la estabilidad de las
lo largo de varias generaciones en el mismo grupo doméstico. En el caso de los tra-
aparecerías permitía que este grupo tuviera una estructura familiar similar a la de
bajadores, la formación de los grupos domésticos depende de la flexibilidad y ca-
los campesinos propietarios; sin embargo, con la crisis de la filoxera y la reduc-
pacidad de absorción del mercado de fuerza de trabajo. Las formas simples de
ción en la duración de los contratos de aparcería que le siguió, los masovers
grupos domésticos responden, predominantemente a la movilidad a la cual este
quedaron reducidos prácticamente al estatus de jornaleros. Ello contribuyó, a su
sector de población está sujeto, aunque exista una cierta incidencia entre los traba-
vez, a cambios frecuentes en las familias que se hacían cargo de las masies.
CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 53
52

En síntesis, el ejemplo de Vila-Rodona pone de manifiesto que, en Cat~lu.ña g.r~torios, del turi~m~',etc. Todos estos factores han tenido una enorme repercu-
(comúnmente identificada con el dominio d~ la ~~milia ~r~mcal y la heren.cla m- Slon de cara a la dlfuslOn de nuevos comportamientos económicos y de nuevos pa-
divisa), han existido diversos tipos de orga~lzaclO.n .failllliar y ~e estrategIas he~ tron~s. culturales. El aumento de los medios de comunicación y el aumento de la
reditarias. Esta diversidad, por su parte, esta condlclOnada, segun Coma~ (1988. movilIdad geográfica facilitan y estabilizan gradualmente el continuum entre el
159), por dos factores básicos: l).las relacion~~ de producció~, y las ~art1culares campo y la ciudad.
características de las unidades socIales en relaclOn a la producclOn d~ ?leneS y ser- Como consecuencia de este proceso, los grupos domésticos se transforman
vicios; y 2) el hecho de que, para un mismo tipo de estr~ctura famIliar caben es- para pasar de ser una unidad de trabajo-producción-venta-consumo a una unidad
trategias de producción o simplemente laborales muy dIversas. de trabajo-salaria-consumo (Mira, 1972). Ello significa variaciones en las fun-
ci~n~s económi~a~ de cada uno de los miembros componentes del grupo do-
*** me!t1co; pues, .Sl bIen en el caso de la familia campesina, la mujer sigue desem-
pe~an?o el mIsmo papel o, en cualquier caso, su papel experimenta pocas
A juzgar por el ejemplo y las consideraciones ant~riores, ~a~e considerar varlaclO~es, el p.apel de los hijos adultos varía considerablemente: los jóvenes ya
una gran diversidad de factores que inciden en las estrategIas ?O~estlcas y que ex- n~ trabajan asociados a la explotación paterna sino que entran a trabajar en las fá-
plican las particulares formas adoptadas por los grupos domestlC?s. -: es~s facto- bncas, en los talleres, en la construcción, en los servicios ... , comenzando a recibir
res, como ya hemos dicho, experimentan cambios más ~ menos slgmfi~atlvos con directamente su propio salario.
el transcurrir del tiempo. Para delimitar e intentar clasIficar .los c~mblOs estruc- Los ca~bios en las funciones y en las actividades económicas de los jóvenes
turales más importantes y cómo éstos han afectado a las relaclOnes mternas d~ los afect~ron dlre.c,tamente a su situación dentro del grupo doméstico. La indepen-
grupos domésticos y a sus formas particulares que adoptan en cuanto a tamano y d~ncla de los jovenes es algo que cada vez se daba más por supuesto, y sus rela-
composición, consideraremos, de acuerdo con Shanin (1971), diferentes factores ClOnes con los padres se basaban cada vez menos en relaciones de subordinación
del alcance general: . . y de autoridad. Como consecuencia de todo ello, el padre o «cabeza de familia»
1. La progresiva extensión de las relaciones de mercado, el advemmlento pasa a ser sólo «padre» y ya no, al mismo tiempo, padre y patrón. Estos dos roles,
de una economía monetaria y una nueva tecnología, transforman g:adualme?te.la «padre» y «patr~n», unidos en la familia campesina «tradicional», se han ido se-
explotación agrícola de carácter do.méstico ~~ una empres~ .de ~~racter capitalis- parando progresIvamente; ahora, el padre es sólo padre y el patrón, sólo patrón.
ta. El aumento del intercambio, la mtroducclOn de la plamflcaclOn en la 'p~oduc­ Como señala Flaquer (1989: 8),
ción de la explotación agrícola en términos generales de ~inero y beneflclO y la
importancia creciente de la formación de capital en la ~gncu~tur.a cond~cen a la Las. tendencias de cambio que se están pedilando en el horizonte familiar apuntan
integración de las explotaciones. agrícolas en la ~c~nOlma capltalist~ naclOnal y a haCIa una desvinculación cada vez mayor entre el sistema productivo y el repro-
la «individualización» de sus illlembros. El creClilllento de las relaclOnes de me~­ ductivo y hacia una disminución del papel del parentesco en la formación de las uni-
cado conduce, generalmente, a la proletarización de la agricultura y al creCI- dades de convivencia. La implantación progresiva del modelo nuclear en España ha
miento de las explotaciones agrícolas o ganaderas. ., . traído consigo la privatización del espacio familiar, y ello en varios sentidos. En
2. El progresivo incremento de la división social del trabaja, mte;r~laclOnado a primer lugar, la separación entre las esferas laboral y residencial es un hecho para la
su vez con la extensión de la economía de mercado, conduce a un rapldo desarro- gran. mayoría de los miembros de los hogares españoles, conforme avanza la ex-
llo de la especialización profesional y de la salariz~ción; y, con~ec~entemente, de la tensión de la salarización. Por otra parte, se ha producido un proceso de especiali-
interdependencia entre los diferentes sectores sociales y econOilllCOS. Cada vez en zación de la familia, cuya función tiende a reducirse a la crianza y a la socialización
mayor proporción, las tareas son llevadas a cab? P?r organi~mos especializados que de los hijos menores.
tienen, también, la responsabilidad del aprendIzaje profeslOnal. Por otra p~te, las
funciones del campesino son cada vez más especializadas. En este ~ent1do, el En buena medida, a causa del salario, entre los trabajadores industriales (An-
campesinado, como una clase social específica, así co~o un modo de :~da, evolu- derson, 1988: 96-97), la conducta familiar puede contemplarse más como un re-
ciona hacia la agricultura entendida como una ocupaclOn o un~ profeslO~. , sult~do de los co~ceptos de individuo y de familia característicos del capitalismo
3. El proceso de «desintegración» de las culturas c~mpe~mas o caracter, mas OCCIdental. Por ejemplo, la práctica capitalista de pagar un salario a un individuo 1I

o menos específico y de alcance más o menos l~cal baja ellmpa~to, ~?emas de y de~~ir este salario como propiedad del individuo y no como una remuneración
los factores señalados en los dos apartados antenores, de la comumcaClOn de ma- perclbl~a en ~o~bre de la famili~ se reflejó en una actitud más egocéntrica hacia
sas, de la televisión muy especialmente, de la generalización del si~te~a de e~­ el salarlO. ASlilllsmo, puede consIderarse que el salario individual favoreció la re- I
colarización y de su carácter estatal, del servicio militar, de los mOVlilllentos illl- ducción del trabajo doméstico a un estatus en el cual, al no ser retribuido, no era
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54 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 55

«realmente» trabajo. Asimismo, se impone la imagen de la familia de «clase ha dejado ~~ estar subordinada a los intereses económicos del grupo y a la crian-
media», con la prolongación de la educación obligatoria y la legislación sobre el za de los hIJOS y ha pasado a ser una de las claves que dan sentido a las vidas de
trabajo infantil en los últimos años del siglo XIX y en el siglo xx. El resultad~ .de los individuos y que pueden explicar su curso.
todo ello fue que la posibilidad de los niños de contribuir a la economía fmmli~ En ?efini~iva, en un contexto como éste, el patrimonio familiar, ha dejado de
se hizo cada vez más escasa, desapareciendo los cimientos de interdependencIa ser el bIen mas deseado. De este modo, ha ido desapareciendo también la valora-
entre generaciones. ción siempre positiva que había tenido el estatus de heredero. Este estatus adscri-
En cualquier caso, intentando una generalización, podría decirse que el pro- to ya no es el más valorado a la hora de orientar un matrimonio, sino las cualida-
ceso de industrializaciónlsalarización ha supuesto una pérdida progresiva de fun- de~ g~néricas de, por ejemplo, ser «buen chico» y «trabajador» (Mira, 1972: 105).
ciones que habían sido propias de los grupos domésticos. La nueva situación su- ASl[ll1~mo, los conceptos de «buena familia» o de «casa fuerte» han perdido, en la
pone una repercusión inmediata en cuanto a las estrategias matrimoniales. En actu~hdad, buena parte de las connotaciones jerárquicas o económicas que tenían
efecto la salm·ización refuerza la independencia individual, antes y después del antano. ~n al?unos pueb~os caste~lanos, por ejemplo (Pérez Díaz, 1966), la regla
matri~onio. Antes, por la progresiva importancia, como factor determinante en la del m~tn~olllo p.referen~Ial.entre Iguales, c~ya significación depende de que la di-
elección del cónyuge, de las cualidades y situación individuales en detrimento de ferencIaclOn SOClO econorrnca sea lo sufiCIentemente acusada, perdió contenido
la situación económico-familiar, con la consiguiente ampliación de la libertad de c?n la emigración. El proceso migratorio devalúa la clase de los pequeños y me-
elección y la pérdida de fuerza de las influencias paternas o familiares. Después, ~I~nos labradores ~ dev~lúa, asimismo, el «partido» que era originariamente pres-
porque la independencia económica de la nueva familia está asegurada por el o los tIglOSO: el del matnmolllO con «labrador» o con «hija de labrador». En Galicia Li-
salarios individuales, desapareciendo la necesidad de depender básicamente de las són rec?gió algunos comentarios que ejemplifican -y explican- el hecho de'que
decisiones paternas sobre la distribución del patrimonio familiar. Han perdido los vecmos ya no quieren que sus hijas se casen con «herederos» y prefieran
fuerza, por consiguiente, los recursos para impedir un matrimonio mediante, por
ejemplo, la amenaza de eventuales sanciones ec~nómicas o de u.~ desfavorabl~ re- que se poñan a travallar os dous nunha fábrica, e nada de casas ... hay que andar en-
parto de la herencia. Por otra parte, esta mayor libertad de elecclOn de la pareja ha voltos en estércol, usté ven vei cómo andamos ... O labrador está tirado. E ve esté
venido acompañada (Iglesias de Ussel, 1989:4) de dos relevantes camblOs: esta vida e non vai metere una filIa de seu ó sacrificio ¿eh? Usté tampoco non o fa-
ría ¿faríalo? .. Ahora é o contrario de todo eso dantes ... Preferimos esos rapaces
Por una parte, el círculo de elegibles se ha ampliado en principio hasta el infinito. competentes, expertos, que están preparados, non sabe, que levan uno electricidad ...
Desaparecen barreras formales aunque otras más sutiles e igualmente eficaces con- o outra cousa o ... una paguiña do estado, non save, que están desempeñando un car-
sigan que la selección de la pareja se mantenga como norma dentro de grupos ho- go ... (Lisón, 1971).
mogéneos o poco distanciados entre sí. El ámbito de elegibles se ha ampliado,
pero simultáneamente es mucho más rigurosa la selección individual motivada por ~a mi?ración h~ minado las bases del sistema hereditario y de las estrategias
inclinaciones puramente personales; se pasa de matrimonios (o parejas) de conve- mat~~olllales. ~l SIstema sucesori~ comenz? a quebrarse en los núcleos de mayor
niencia o razón a otros basados en el amor y atracción interpersonal. Justo lo inverso tradI~lOn. El ~ara?Ietr~ de la morahda.d corrnenza a ser el propio heredero o el hijo
a lo que ocurría en el pasado: el círculo de elegibles era reducido, pero, dentro de él, «meJorado», JustlprecIando comparatlvamente sus derechos y deberes, su opinión
la determinación de la persona era prácticamente indiferente ( ... ) Hoy, sin embargo, s.obre la .~usencia de equidad entre él y sus hermanos, quienes, sin cargas fami-
la selección de pareja y el matrimonio constituye una opción. Condicionada sin duda l~ares, VIven mejo~. La casa, en definitiva, ya no constituye una compensación
por circunstancias económicas y de empleo. Las oportunidades en el mercado ma- sm~, por el contrarlO, una carga; de tal manera que aumenta la tendencia a que la
trimonial no son las mismas para todos los segmentos de la población, pero ningún mejora desaparezca ya que los padres se queden, simplemente, con el hijo o hija
sector queda formalmente excluido del establecimiento de relaciones de pareja, y la que mejor les cuide (Lisón, 1971: 190-193).
percepción social del soltero o soltera ha eliminado la carga peyorativa del pasado. . Así pues, en t.i~rras gallega~, las leiras pierden su valor y la millora se difu-
rrn~a. Pero, tamb?en los basema, en el caso del País Vasco, están habitados por
Además, la afectividad es percibida (Plaquer, 1989) hoy como uno de los in- an~Ianos cuyos h:Jos se han marchado y que saben han de ser los últimos que tra- I

:1
tereses vitales más importantes a la hora de decidir la unión de dos individuos; y, baJen en el caseno. Algunos caseríos se abandonan después de dedicarlos a nue-
junto a esta satisfacción afectiva o, incluso, frente a ella, aparece la autorrealiza- v~s formas de explotación que requieren poca atención, la explotación forestal por
ción personal como otro de los factores más importantes que tiende a c~~gurar ~a ejemplo, de cómo~a renta. Otros son vendidos a mejor o peor precio para solares
vida de los individuos y, consecuentemente, que conduce a la formaclOn y/o dI- y algunos convertIdos en restaurantes más o menos «típicos» u hoteles (Cucó,
solución de los grupos domésticos o unidades de residencia. La realización propia 1981; Etxezarreta, 1977).
CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 57
56

Los cambios en las estructuras familiares, sin embargo, no son patrimonio ex- cada vez mayor que han adquirido y siguen adquiriendo las formas de ocio. El
clusivo de las familias campesinas, consideradas «tradicionales». También las fa- tema del ocio no es secundario porque, cada vez más, las estructuras familiares y
milias asentadas en las ciudades y en las zonas industriales o simplemente dedi- algunos de los valores que tradicionalmente las han acompañado, por lo que refiere
cadas a otras ocupaciones que no son ni la agricultura ni la ganadería están a las expectativas sobre los contenidos que se espera tengan las relaciones entre pa-
experimentando cambios importantes y como consecuencia de los ~ismos ma- rientes, son contradictorias con los contenidos de algunas de las formas de ocio a
crofactores. Más particularmente, sin embargo, cabe recordar como Importantes las que de alguna manera incita la propia dinámica social contemporánea y que,
factores desencadenantes el trabajo asalariado de la mujer, fuera de su propio ho- progresivamente, se van imponiendo: el fenómeno del «fin de semana» las vaca-
gar (Conde, 1982) y la aparición de instituciones especializadas en la educación ciones más o menos hedonistas, viajes cada vez más largos y a lugares ~ás exóti-
de los niños o en el cuidado temporal de los mismos, así como instituciones es- cos y caros, etcétera, pueden resultar incompatibles con la compañía de los ancia-
pecializadas en el cuidado de los enfermos y de los ancianos. nos o de los demasiado pequeños. Esta contradicción, tan propia de la sociedad
Este proceso de cambio ha sido tan fuerte que algunos autores han hablado de industrial, «urbana» y «consumista», puede dar lugar a manifestaciones más o me-
crisis de la familia. Lamo de Espinosa (1983), por ejemplo, ha señalado que, du- nos dramáticas, y desde luego muy significativas, como sin duda lo es el notable in-
rante los últimos cien años, la familia ha ido perdiendo, gradualmente, muchas de cremento de los ingresos de ancianos en las «urgencias» de las clínicas y hospita-
las funciones que la nutrían de sentido de acuerdo con los patrones tradicionales les durante las vigilias de los «puentes» y de las «vacaciones»; así como el
de la organización social. Cambios propios de la llamada «sociedad industrial», «depósito» de niños, por días y por semanas, en las llamadas «guarderías-parking».
tales como la separación entre el hogar o lugar de residencia y el lugar de traba- Esta «disolución» progresiva de los lazos familiares adquiere una concre-
jol?; la pérdida de importancia del patrimonio familiar (cuanto menos p~a las cl~­ ción estadística significativa:
ses campesinas), consecuencia de la salarización cada vez más generalIzada, dI-
recta o indirecta; la mayor intensidad de la movilidad social o, cuanto menos, de El hecho más notable en todo el mundo occidental desarrollado es que está dismi-
las mayores expectativas al respecto; el trasvase de funciones desde la famili.a nuyendo, y de manera acelerada, el número de unidades familiares. Comparando los
«tradicional» a instituciones sociales especializadas (escuelas, guarderías, hOSpI- censos de población de 1970 y de 1980 en EE. UU., se llega a la constatación si-
tales, residencias para la tercera edad, planes de jubilación, seguros diverso~, guiente: de los 15,7 millones de nuevos hogares que se crearon durante esa década,
etc.), así como la relativa dislocación de las redes familiares como consecuenCia un 55,6 % no son familias, y sólo un 22 % lo constituyen familias «completas». Los
de la emigración ... todo ello ha ido reduciendo el ámbito de las prestaciones y de efectos de esta tendencia apuntan a una organización social basada en individuos an-
tes que en familias (Lamo, 1983).
las tareas que pertenecían al dominio familiar.
Así, por ejemplo, la pérdida de las funciones económicas llevó, sin duda, .a.la
pérdida de otras funciones que alguna vez habían estado centradas en la faffillIa. Para el Estado español, la comparación de los censos de 1970 y de 1981, por
Cuando la casa era el principal lugar de trabajo, era de esperar que cualquier en- lo que a tipos de hogares se refiere, nos ofrece los siguientes datos:
señanza necesaria para que el individuo desarrollara su trabajo se le diera en la fa-
milia. Ahora, sin embargo, está más allá de la capacidad de la familia enseñar al
niño a ser obrero o a darle la educación necesaria para convertirse en contable de Porcentaje Porcentaje
Tipo de hogar
una empresa, etc. La educación y la instrucción, al igual que otras funciones, han 1970 1981
salido del dominio del hogar. 1. Unipersonales ..... """"""" " ......................... " 7 10
Asimismo, otro ejemplo, el ocio ha dejado de ser, en buena medida, familiar 2. Hogares sin núcleo conyugaL .................... ". 3 3
para pasar a ser cada vez más un asunto individual y en manos de organizaciones 3. Hogares nucleares .......................................... 69 71
secundarias especializadas, habida cuenta, además, de la importancia comercial 4. Hogares nucleares + otras personas ............... 15 12
5. Hogares múltiples .......................................... 6 3
TAMAÑO MEDIO DEL HOGAR ....................... 3,9 3,5
17Esa separación entre el hogar y el lugar de trabajo no cabe considerala como el resultado de un pro-
ceso evolutivo consustancial al desarrollo del capitalismo sino como el resultado de una estrategia em- Lo que estos porcentajes nos ponen de manifiesto es, entre otras cuestiones
presarial capitalista en unas condiciones concretas de expansión. Hoy día, por ejemplo, se constata un (Flaquer, 1989), una cierta reducción de la diversidad de los diferentes sistemas
gran auge, de nuevo, de «trabajo a domicilio» o de pequeños talleres, cooperativos o no. Ello no cabe familiares vigentes en el Estado español, hasta el punto de que permitirían supo-
considerado como un «retroceso» del capitalismo, fruto de la «crisis económica», sino, otra vez, como
resultado de una estrategia empresarial maximizadora que intenta ahorrar los costos derivados de las
ner un horizonte muy parecido, en las diferentes regiones y/o pueblos, por lo que
mejoras sociales conseguidas por las organizaciones trabajadoras a lo largo de los siglos XIX y xx. a las estructuras familiares se refiere. Esta homogeneización del sistema familiar

I,1
58 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS GRUPOS DOMÉSTICOS: ESTRATEGIAS DE REPRODUCCIÓN 59

se percibe sobre todo en las zonas urbanas, donde por otra parte, vive la mayoría de mento del déficit de la Seguridad Social (no sólo en España, sino también en
la población española. Es en las grandes ciudades, además, donde en términos rela- otr~s países), no asistiremos a un nuevo potenciamiento de los lazos de parentesco
tivos se aprecia una mayor incidencia en el incremento de los solitarios y en la pér- o. bIen, aun~ue no se trata de alternativas incompatibles o excluyentes, a una ofen-
dida del peso específico de las familias complejas. En las zonas rurales se perci- SIva par~ pnvatizarJa ~eg~ridad Social, como ha empezado a ocurrir con los planes
biría todavía una mayor continuidad de las pautas de residencia y de convivencia. de pensIOnes y de JubIlacIOnes durante la década de los ochenta.
Ahora bien, a pesar de los cambios importantes habidos en las formas y en los
contenidos de las estructuras familiares en España, persisten todavía algunos
rasgos de los modelos regionales que habrían existido con anterioridad. Incluso, BIBLIOGRAFÍA
las nuevas condiciones económicas y de vivienda harían posible, en algunos casos,
satisfacer un ideal tradicional de familia múltiple 18 • En síntesis, los hogares de es- Aitken, R. (1947): «Rutas de transhumancia en la meseta castellana», en Estudios Geo-
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por su parte, se encuentra en la mitad suroriental del país, bajo una línea que uni-
ría Castellón con Cádiz (Flaquer, 1989; Soler i Serratosa, 1989). Arguedas,1. M. (1968): Las comunidades de Espaíla y Perú. Lima, Universidad Nacional
de San Marcos.
El hecho de hablar de una «disolución» de lazos familiares, expresado, por
- (1987): Las comunidades de Espaíla y Perú. Madrid, Servicio de Publicaciones del Mi-
ejemplo, en el hecho del importante incremento del porcentaje de hogares uniper- nisterio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
sonales y de hogares sin núcleo familiar, no permite, sin embargo, hablar de «cri- BruJett, P. F. (1980): «Adaptative strategies in Peasant Agricultural production» en Anual
sis de la institución familiar». No cabe esperar, en efecto, al menos por el mo- Review of Anthropology, 9: 545-573. '
mento, y a pesar de las tendencias apuntadas por las actuales pautas del cambio Barrera, A. (1985): La dialéctica de la identidad en Cataluíla. Un estudio de Antropología
socio económico e ideológico, la completa disolución de las comunidades do- Social. Madrid, CIS.
mésticas. Esta «disolución» sólo sería posible en el caso de que las funciones so- - (1986): «Primog~nitu~·a y herencia en la «Catalunya Vella». Norma ideal y práctica ac-
ciales y económicas que las comunidades domésticas siguen cumpliendo, como tu~l», ~n Coloq.U10 Hl.span?-Francés: Los Pirineos. Estudios de Antropología Social e
consecuencia del particular modo de redistribución de bienes y servicios que tiene Hlstona. Madnd, Umversldad Complutense, Casa de Velázquez.
lugar en su interior, fueran tomadas a su cargo por parte de la sociedad que se ha - (1990): Casa y familia en la Cataluíla rural. Madrid, Alianza.
constituido alrededor de la economía de mercado. Este paso, que algunos habrían Bauer, R. (1981): «Property, Marriage, and Population Change in the Sierra Caurel during
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pronosticado, sin embargo, se retrasa, pues, en la sociedad capitalista, la búsqueda Historical Studies. Toronto.
del máximo beneficio lleva a los empleadores a dejar durante el máximo tiempo - (1983): Family and Property in a Spanish Galician Community. Stanford, Stanford Uni-
posible el mantenimiento de los «improductivos» (niños, ancianos, enfermos ... ) a versity. Tesis doctoral.
cargo de las comunidades domésticas (Meillassoux, 1977: 149). y quién sabe si, de Behar, R. (1984): «The Web of Use-Rights: Forms and conceptions of cornmunal Property
durar mucho tiempo la presente «crisis económica», así como el progresivo incre- among Leonese Labradores», en Anthropological Quarterly, 57 (2):71-80.
- (1986): ·Santa María del Monte. The Presence ofthe Past in a Spanish Village. Prince-
ton, Princeton University Press.
18 Incluso, paradójicamente, el mayor bienestar económico podría haber hecho posible satisfacer un Behm;, R. Y Frye, D. (1988): «Property, progenie and emotion: Family history in a Leonese
ideal «tradicional» que la precariedad económica hacía difícil sino imposible. Así, por ejemplo, en V1l1age», Journal of Family HistOly, 13 (1): 13-32.
Escobinos (Asturias), entre 1934 y 1972, aumentaron los grupos domésticos compuestos por una sola Beltrán, O. (1988): «L'elaboració de la sal e les salines de GelTi: adaptació ecológica i con-
generación, pero también los de tres. Ello pone de manifiesto la incidencia de dos factores contradic- trol social», L'avene;, 111:28-33.
torios: por una parte la independencia relativa que proporcionaba la Seguridad Social y, por otra, la - (1991): «Estrategias técnicas en una explotación salinera», en Prat, J. et al. (eds.): An-
operatividad del ideal «todos bajo un solo techo». Ideal que resultaba casi imposible cuando debía
tropología de los Pueblos de Espaíla. Madrid, Taurus Universitaria.
garantizarse explotaciones agrícolas viables mediante una herencia igualitaria. Hoy día, como con-
secuencia de un mayor bienestar económico, fruto del desarrollo turístico en la zona, junto a las nue- Beltrán, O. y Contreras, 1. (1988): «L'enquesta tecnológica com a estrategia d'investiga-
vas edificaciones de pisos, existe la posibilidad de conjugar dos ideales culturales de los habitantes de ció», en L'Avene;, 111: 10-14.
Escobinos que antes resultaban incompatibles en la mayoría de los casos: el mantenimiento de la des- Berkner, L. K. Y Mendels, F. F. (1978): «Inheritance Systems, Farnily Structure and De-
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• 1
e
Democratización de la familia A
p
Í
y cambios demográficos T
U
L
en España o

Teresa Jurado Guerrero


Universidad Nacional de Educación a Distancia, Departamento de Sociología JJ
Manuela Naldini
Universitd degli Studi di Torino, Dipartimento di Scienze Saciali

INTRODUCCIÓN

_ Las familias en España han cambiado enormemente durante las últimas dé-
cadas, debido a la democratización y modernización de la sociedad y también han
sido agentes de cambios culturales: En un proceso de mutuo refuerzo y determi-
nación, las familias, los mercados y el Estado han sido los protagonistas de trans-
formaciones culturales importantes. Hace algunas décadas era difícil imaginarse
a mujeres liderando gobiernos y grandes empresas, a hombres cambiando pañales
y cocinando, y parecía improbable tener un número importante de madres em-
pleadas, de parejas voluntariamente sin hijos, de parejas homosexuales, de pare-
jas de hecho y de madres solteras por voluntad propia: En el lapso de dos gene-
raciones la mayoría de las familias han sido testigos de la democratización de las
relaciones entre sus miembros y de la aproximación de los papeles de mujeres y
hombres.· Se han institucionalizado políticas sociales cualitativa y cuantitativa-
mente importantes, que garantizan la atención sanitaria universal, la educación y
un sistema de pensiones para la vejez: Se ha realizado una transición a una eco-
nomía de mercado con empresas competitivas a nivel internacional y la existencia
de una gran demanda interna y de un relevante poder adquisitivo de la población.
No obstante, los mercados, las instituciones y la cultura en España y en el sur de
Europa no han sido convergentes con otros regímenes de bienestar l del norte de
Europa, ya que las instituciones se han adaptado de forma diferente a los retos de
la democratización y la modernización y han canalizado el cambio cultural por
vías propias, diferentes de las realidades institucionales en otras partes.
En este capítulo se trata de describir e interpretar las particularidades de las
familias en España y de las relaciones entre Estado y familias dentro del con-

1 Un régimen de bienestar es la configuración que relaciona los derechos de ciudadanía que ofrece el
Estado con los mercados, sobre todo el mercado laboral y el de vivienda, y la familia. Algunos auto-
CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 67
66

texto económico y social más general. El análisis se centra en los camb~os fa- teórica y el modelo de familia del Sur de Europa, a continuación se describe el pro-
miliares en España desde una perspectiva comparada. Siempre que es posIble se ceso de democratización familiar, las revoluciones silenciosas y el debilitamiento del
comparan las particularidades españolas con las particularidades de países q~e patriarcado. Después se analizan algunas consecuencias familiares de estos proce-
representan otros regímenes de bienestar. La perspectiva comparada.pern:l1te sos. El retraso de la formación familiar y la caída de la fecundidad.
comprender mejor por qué los cambios familiares en España han segmdo CIer-
tas pautas específicas. Se han seleccionado los países siguiendo dos criterios: 1)
el tipo de régimen de bienestar que resulta de la interacción entre los actores EL CONTEXTO INSTITUCIONAL Y EL MODELO FAMILIAR ESPAÑOL
más importantes en la producción y redistribución de bienestar social, que son
el Estado, las familias y los mercados. 2) el tipo de políticas familiares que son "Hace ya más de 30 años que los analistas en las sociedades occidentales ex-
el resultado de la división de trabajo entre Estado y familias en la áreas del tra- presan su preocupación por el estado de la familia.' Según reconocidos científicos
bajo de reproducción y de cuidados. Para permitir una comparación sistemáti- sociales la familia empezó a transformarse en Europa occidental a mediados de los
ca se han seleccionado cuatro tipos de regímenes de bienestar, uno social-de- años 60 como consecuencia de cambios demográficos y de valores (Roussel
mócrata, uno conservador, otro liberal y España como tipo de Estado de 1992, Van de Kaa 1987).'Desde 1965 se ha venido observando una reducción de
bienestar del Sur de Europa siguiendo la tipología más frecuente en la investi- las tasas de fecundidad y una escalada del divorcio en la mayoría de los países eu-
gación sobre Estados de bienestar (Esping-Andersen, 1990; Leibfried, 1992; ropeos. También se han difundido las uniones de hecho y han aumentado los na-
Ferrera, 1996)2. Se incluyen Dinamarca como representante del régimen de cimientos fuera del matrimonio. Con respecto a la cultura familiar, se observa una
bienestar social-demócrata, el Reino Unido en representación del régimen li- mayor tolerancia frente a formas de convivencia minoritarias: Con todo; el cambio
beral y dos países, Alemania y Francia, como representantes dé;l régimen con- más importante ha sido el aumento del nivel educativo de las mujeres, de su par-
servador. Se incluyen estos últimos dos países, porque se observa una gran va- ticipación en el empleo' y la democratización de las relaciones entre sexos y ge-
riación de pautas y políticas familiares dentro del régimen conservador. Para neraciones dentro de las familias: Estos cambios han ido en paralelo a profundas
explorar estás últimas diferencias es importante diferenciar dentro del régimen reformas de la legislación familiar'y a una expansión cuantitativa y cualitativa-
de bienestar conservador, por una parte, entre los países de lengua francesa que mente importante del Estado de bienestar. Como en los países septentrionales; la
fueron los pioneros Europeos de las políticas familiares y que combinan ele- modernización familiar en España ha supuesto dos grandes transformaciones:
mentos tradicionales y progresistas y, por otra parte, los países de lengua ger- mayor igualdad de género, más libertad de los jóvenes dentro de las familias y una
mana con políticas familiares menos desarrolladas y más conservadoras (Bah- relativa individualización y pluralización de las trayectorias vitales: Ahora bien; los
le y Pfenning, 2000). cambios familiares en España se iniciaron más recientemente que en el norte de
En este capítulo se estudian los cambios y las continuidades en la formación fa- Europa'y además las pautas de convivencia familiar muestran una menor plurali-
miliar y en las fOlmas de convivencia. Estos cambios se relacionan con la revolución zación.·Esto puede significar que estamos ante un retraso histórico' que finalmen-
silenciosa protagonizada por las mujeres en cuanto a la educación y al empleo y a la te pudiera finalizar en una convergencia con Europa. De acuerdo con la teoría de la
lenta transformación del patriarcado. Se demuestra además como la mayoría de los Segunda Transición Demográfica3 y con las ideas de la individualizacion de las re-
cambios demográficos y familiares en España desde los años 60 han sido más tar- laciones sociales, las sociedades posindustriales y posmodernas tenderán a una
díos y diferentes a los del norte de Europa. Los cambios familiares se interpretan en pluralizac.ión e individualización de las relaciones familiares (Van de Kaa 1987).
este trabajo como causa, pero también como efectos de la institucionalización del El problema de esta perspectiva teórica es su incapacidad para explicar la persis-
Estado de bienestar en España sin olvidar las particulmidades económicas del país. tencia de particularidades familiares en España y el sur de Europa en los últimos
El capítulo se divide en tres grandes secciones. Primero se presenta la perspectiva 40 años. Para superar estos problemas teóIicos, se parte aquí de un perspectiva ins-
titucional y !se afirma que existe una modelo familiar español, que está enraizado
2Existe una discusión sobre si existe una Estado de bienestar del sur de Europa como un tipo aparte.
en una particular configuración de familia, Estado y relaciones de mercado: No se
Esping-Andersen (2000) propone considerar a los Estados de bienestar del sur como pertenecientes intenta negar la existencia de un proceso de individualización y cambio de valores,
al régimen de bienestar conservador, a pesar de la importantes diferencias en el grado de desfamilia-
rización. Castles (2006) también considera que con respecto a la seguridad social el Sur de Europa
pertenece a la llamada familia de naciones conservadoras. Otros, como se describe más adelante, de- 3 La Segunda Transición Demográfica es el concepto de una teoría que describe y explica el nuevo es-

fienden la existencia de un tipo de Estado de bienestar propio. El propósito de este capítulo es mostrar cenario demográfico de las sociedades posindusriales. Este se caracteriza por unos bajos o muy bajos
la existencia de un modelo familiar español que forma parte de una configuración específica de las re- niveles de fecundidad, bajas tasas de nupcialidad, el retraso de los matrimonios y de la procreación,
laciones entre Estado, familias y mercados sin entrar en el debate sobre la existencia o no de un mo- el aumento de las uniones de hecho y de los nacimientos fuera del matrimonio, emparejamientos más
delo de Estado de bienestar del Sur de Europa. inestables y nuevos modelos de formación familiar, diferentes a la familia nuclear.
68 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 69

pero pensamos que las sociedades meridionales se han adaptado de forma d.ife- sostener la existencia de una modelo familiar español"y del sur específico, como ya
rente a los nuevos retos económicos y sociales que han producido la modermza- identificamos diez años atrás para Italia y España (Jurado y Naldini 1996).
ción y la globalización: Esto nos lleva a sostener la tesis de la convergencia rela- " El modelo familiar del sur de Europa es un tipo idea16 que incluye cinco pau-
tiva de las familias en España con el norte de Europa y la existencia de un tas familiares y cinco pautas de la división de tareas entre Estado y familia; tal
modelo defamilia del sur de Europa, en el que se inscribe España.~ como se ilustra en la imagen. Hay que resaltar que dentro del sur de Europa hay
La convergencia relativa de las familias en España y el sur de Europa se refie- imp011antes variaciones al igual que entre diferentes regiones. No obstante, el mo-
re a dos aspectos principalmente. Primero, algunas pautas de las vidas personales, delo familiar del sur de Europa resalta las similitudes que se encuentran en las di-
en particular de las mujeres en el sur son muy similares a la que se encuentran en ferentes regiones y países durante los últimos 25 años.
países del norte de Europa, mientras que otras difieren significativamente. Se-
gundo, dentro del sur de Europa se encuentran también diferencias. La teoría de la
Segunda Transición Demográfica hay que ponerla seriamente en duda cuando se DIMENSIONES DEL MODELO FAMILIAR DEL SUR DE EUROPA, 1980-2005
confronta con los cambios familiares en España:Estos cambios se entienden mejor
si se analizan las sociedades desde una perspectiva institucionaZS, que tenga en I I
Modelo familiar español y del sur de Europa
cuenta la economía, la política y las familias en su conjunto. Los cambios fami- ~----------------~I--~ ~____L-I____________~
liares en España difieren de los del norte de Europa de la siguiente forma. Prime- . Pautas familiares La división entre familia y Estado
ro, la caída de la fecundidad, el aumento de la actividad económica femenina, del
• Alta solidaridad familiar: las generaciones • La solidaridad familiar y de parentes-
divorcio y de la fecundidad extra-marital ocurrieron entre 10 a 15 años más tarde; conviven prolongadamente, las obligacio- co se presupone en leyes y políticas
alrededor de 1975-85, como se muestra en los gráficos 1, 2, 4 y.6 más adelante. nes entre pardres e hijos se valoran alta- sociales.
Además,'el incremento de la inestabilidad conyugal y de los nacimientos fuera del mente, alto nivel de ayuda social y econó- • Políticas de familia y de vivienda sub-
matrimonio ha sido menor en España. Las uniones de hecho iniciaron su aumento mica entre generaciones. desarrolladas.
también con posterioridad y de forma más lenta: como se puede observar en el cua- • Baja pluralización de hogares y familias: • Pocos servicios públicos de cuidados
pocos hogares unipersonales juveniles y po- a dependientes (niños y ancianos).
dro 2. Segundo,'hasta la actualidad no hay convergencia de España con el norte de cos hogares monoparentales, baja incidencia
Europa en las tasas de actividad femenina, de divorcio, de uniones consensuales y de uniones de hecho. • Las políticas sociales están orientadas
hacia prestaciones económicas y desi-
de fecundidad extramarital y de pluralización de hogares' (ver capítulo 3). Asimis- • Baja fecundidad y una incidencia relativa- gualmente distribuidas entre genera-
mo -¡os jóvenes retrasan la independencia residencial mucho más que en el norte .. mente alta de familias de hijo único. ciones y género.
, Esto está relacionado con la caída de la fecundidad, que en España ha sido tan pro- • Baja participación de los hombres en el tra- • Pocas políticas para la concilie ación
bajo no remunerado. de familia y empleo.
nunciada- que se superan considerablemente las tasas septentrionales y actual-
• Pocos empleados a tiempo parcial y largas
mente España pertenece al grupo de países de muy baja fecundidad: Con respecto jornadas a tiempo completo en hogares de
a la división del trabajo doméstico y de cuidados por género, España muestra dos sustentadores.
mayores desigualdades que en el norte de Europa. También existen particularidades
políticas en España y el sur de Europa con respecto al papel de la familia en el ré-
gimen de bienestar. Las obligaciones legales de solidaridad dentro de la familia y •Este modelo tiene raíces profundas en la particularidad de la relaciones entre
el parentesco son muy extensas'y están unidas a la persistente idea que el trabajo de Estado e Iglesia,' en los regímenes agrarios pasados, 'en los procesos de democra-
cuidados es una responsabilidad familiar, en particular una responsabilidad feme- tización, industrialización y modernización social. En este capítulo describimos
nina. Finalmente,-en España y el sur de Europa se oberva un apoyo público a las los cambios en las pautas familiares, principalmente, mientras que en el capítulo
familias con hijos muy bajo y una distribución de la protección social pública muy 3 analizamos la división de tareas entre familia y Estado e interpretamos sus in-
desigual entre géneros y generaciones: ,Todas estas particularidades nos llevan a terrelaciones. Las preguntas que guían este capítulo son tres: ¿Qué cambios fa-
miliares se producen y cuándo? ¿Cómo influyen unos cambios en los otros? y
4 En este trabajo sólo se analiza la situación española, pero en otro estudio en proceso de elaboración
¿Qué similitudes y diferencias presentan las transformaciones en España frente a
se incluyen Italia, Grecia y Portugal en el análisis y en el modelo.
s Esta perspectiva parte de la idea que el contexto institucional marca de forma importante el margen
de libertad que tienen los individuos para actuar y que por tanto influye en las pautas familiares. No 6 Un tipo ideal se elabora a partir de la observación de la realidad empírica, pero se construye como
se niega la importancia de valores y preferencias en las estrategias de los individuos, pero no se ponen un esquema orientativo que no pretende ser una imagen fiel y detallada de esa realidad, sino que la es-
en el centro del análisis. tiliza en sus rasgos más característicos y abstractos.
70 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 71

los cambios familiares de los países del norte de Europa y cómo se pueden ex- básicamente intacto hasta finales de los años 1970.' Solamente se liberalizó algo el
plicar las diferencias? empleo de las mujeres y se incrementaron las posibilidades de acceder a cargos
públicos y a las funciones judiciales mediante reformas parciales en 1958, 1966 Y
1975 (Alberdi 1995): Durante el franquismo los maridos tenían más derechos que
DEMOCRATIZACIÓN Y DEBILITAMIENTO DEL PATRIARCADO las mujeres: tenían que autorizar el empleo de la esposa; ésta tenía que obedecer
a su marido; se hacía una distinción entre hijos legítimos e ilegítimos, se penali-
Un análisis de género es fundamental para entender los cambios familiares zaba el adulterio y las parejas de hecho (amancebamiento), etc: Los derechos ci-
(Mac Donald 2000). Hasta cierto punto la progresiva reducción de las desigual- viles de las mujeres estaban muy limitados; contrariamente a la situación en
dades entre hombres y mujeres en las diferentes esferas vitales se puede inter- otros países del norte de Europa.'EI aborto o el uso de anticonceptivos modernos
pretar como parte de un proceso general de la modernización, de la secularización no estaban permitidos: Además no existía el matrimonio civil ni el divorcio: Esto
y de la democratización (KünzeI2002, Bonke 2004). Por otro lado, estos cambios empezó a cambiar en 1978 con la Constitución democrática: Como en muchos
no se pueden entender sin estudiar el Estado y las políticas, ya que el Estado in- otros países occidentales, "en la nueva Constitución española se proclama formal-
fluye en las relaciones de género y éste a su vez es influenciado por las relaciones mente la igualdad de género, se instaura el matrimonio civil como una opción más
de género también. En los siguientes apartados presentamos el proceso de reduc- frente al matrimonio eclesiástico y se deja abierta la posibilidad de legislar el di-
ción de las desigualdades de género y el lento debilitamiento de las relaciones pa- vorcio". Con la democratización política se marca una ruptura relativamente rápi-
triarcales, tal como se reflejan a través del vuelco formativo de las mujeres, del da y profunda con el régimen franquista en materia de legislación familiar. Esta
empleo femenino y de la inestabilidad conyugal. ruptura se refleja en una proceso legislativo muy amplio que influyó de forma im-
portante en las relaciones familiares:Uno de los primeros cambios más sintomá-
ticos fue la despenalización del adulterio' y la cohabitación, que se realiza en
La transición a la democracia y las reformas de la legislación familiar 19787 antes de la aprobación de la Constitución: El mismo año se legalizaron la
venta, propaganda y difusión de anticonceptivos-yen 1983'se despenalizó la es-
.' La democratización legislativa de la familia en España data fundamental- terilización voluntaria '(Picontó-Novales 1996). Los principios constitucionales
mente de los años 1970;' aunque hay antecedentes históricos de reformas legisla- fueron concretados en las reformas legales de '1981. Ese año se reformó el código
tivas de corta vida, como la ley sobre el matdmonio civil de 1870 y las reformas civil8 y se legalizó el divorcio~. Se proclamó la igualdad entre hijos matrimoniales
familiares de 1931: Durante la Segunda República se reformó profundamente el y extramatrimoniales; se otorgó la patria potestad a padre y madre y se instauró la
derecho de familia, de tal manera que se realizaron innovaciones que no llegarían igualdad en la administración y disposición de los bienes gananciales dentro del
a plasmar en otros países europeas hasta treinta años más tarde, en los años matrimonio. La ley del divorcio de 1981 no basaba el divorcio en la conducta cul-
1970:Entre otras cuestiones se reguló el aborto y se permitió el divorcio por con- pable de los cónyuges como habían propuesto diversos grupos parlamentarios,
sentimiento mutuo. Estas reformas encontraron una fuerte oposición por parte de sino éste se basa fundamentalmente en el hecho de haber cesado efectivamente la
la Iglesia 'y provocaron intensas movilizaciones sociales en contra y a favor. En convivencia. Esto da lugar a una particularidad comparativa, que se refiere a la se-
consecuencia, . desde la guerra civil la Iglesia pidió y consiguió la derogación paración legal como paso previo al divorcio hasta la reciente reforma del año
del divorcio y la vuelta al control de la familia por parte de la Iglesia. Un control 2005. 10 Estas reformas cambiaron de forma radical la regulación estatal de la fami-
que la Iglesia católica ha ostentado durante largos siglos de la historia de España: lia y también los supuestos sobre la intervención del Estado en el ámbito familiar.
. Con la llegada de la dictadura se prohibió la coeducación, se implantó el matri- En conclusión,' se puede afirmar que durante la transición democrática se le re-
monio religioso obligatorio y la competencia de los juzgados eclesiásticos para tira a la Iglesia' gran parte de la regulación de la familia que había ostentado du-
juzgar la separación y nulidad matrimonial'(Iglesias de Usse11998): El régimen rante siglos y se pasa a manos del Estado. El contenido de las reformas es similar
apoyaba el control eclesiástico de la familia y basaba las legislación familiar en las
desigualdades entre géneros y generaciones:.Desde el inicio de la democratización
se empezaron a cambiar las leyes que afectaban a la familia y las políticas socia- 7 Ley 2/26 de mayo de 1978.
les se transformaron en coherencia con la eliminación de las desigualdades de gé- 8 Ley 11113 de mayo de 1981.
9 Ley 30/7 de julio de 1981.
nero en la legislación familiar y la introducción del matrimonio civil, el divorcio 10 Ley 15/2005, de 8 de julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Ci-
y el aborto: vil en materia de separación y divorcio. Actualmente se puede solicitar directamente el divorcio
. En España el edificio de la legislación familiar tradicional, basado en el prin- transcunidos tres meses desde el matrimonio, sin que la separación previa sea obligatoria. Por lo tan-
cipio de legitimidad y de la autoridad de padre y cabeza de familia, permaneció to, se facilita y agiliza el divorcio y además se introduce la custodia compartida.
72 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 73

a las realizadas en otros países europeos y básicamente se consagran la igualdad académica: En España esta ratio de género es incluso más favorable a las muje-
entre hombre y mujer, se democratizan las relaciones dentro de la familia y se eli- res· (ver gráfico 1): En 2001 las mujeres con titulación académica representaban
minan las discriminaciones según el tipo de filiación. 39% de las mujeres de 25 a 34 años en España comparado con 34% en Dina-
'La introducción de derechos civiles y los cambios en la legislación familiar' marca y 29% en el Reino Unido. -
. han sido uno de los factores principales que han contribuido y acelerado el decli-
ve de la familia tradicional y del modelo familiar del sustentador masculino. Es GRÁFICO 1. Ratio hombres/mujeres de los que alcanzan una titulación universitaria.
cierto, como han mostrado diferentes sociólogos, que a pmtir de los años 60 se ob- Cohortes nacidas entre 1937 y 1976 Yregistradas en 1991 y 2001
servan importantes cambios familiares que se anteponen a los cambios de la le-
3,5,-------------------------------__--.
gislación familiar. Se argumenta que el desarrollo económico de los 60 intensifi-
có la urbanización, la transformación económica hacia una sociedad industrial y
de servicios, la emigración y el turismo y que estos procesos influyeron de forma 3 ------- ---------------------- ... ----.- ... --.------ .. -... -.- ... --
importante en la modernización familiar. Entre otros cambios, se observa una ma-
yor libertad para elegir la parejas y se constata el inicio del control de fecundidad 2,5 --- Dinamarca
dentro de las parejas y la disminución del número de hijos que las parejas consi- --<:1- Francia
deran ideal (Conde 1982, Iglesias de Ussel 1998). Aun así, los mayores y más 2 __ Alemania
profundos cambios familiares ocurren después de la democratización, funda-
~ Reino Unido
mentalmente porque los cambios legales en unión con el desarrollo del Estado de
1,5 __ España
bienestar aumentaron las opciones individuales permitiendo y ~acilitando a las
mujeres emanciparse del papel tradicional de ama de casa. En esta sección se tra- - UE-15
ta de ilustrar como algunos cambios en los comportamientos femeninos y fami- _. __ ... _._ .... ---- ---:::._.=. .. ~~~
__ .=._-~---~
liares, como la revolución silenciosa con respecto a la educación o lo que también
se ha llamado el vuelco formativo (Garrido 2004) y la nueva biografía laboral de 0,5+--------.-------.--------.-------~
1937-46 1947-56 1957-66 1967-76
las mujeres (Garrido 1993), se han convertido en fuerzas motrices de otros cam-
bios familiares, como el aumento de los nacimientos extra-matrimoniales, del di- Fuente: elaboración propia con OECD 2003 y Künzler 2003. Nota: Ratio = 1 significa que hay la
vorcio y la caída de la fecundidad. misma proporción de hombres y mujeres con una titulación universitaria.

En el otro lado de la escala educativa, es decir la proporción de mujeres con


Dos revoluciones silenciosas: educación y empleo un nivel educativo inferior a la educación secundaria superior (bachillerato o
formación profesional de segundo grado), se puede observar su rápida disminu-
. El acceso femenino a la educación universitaria y la casi desaparición de su ción en España: A pesar de ello enel año 2002 las mujeres sin un nivel de se-
tradicional desventaja educativa con respecto a los hombres representa un de los cundaria superior todavía representaban una comparativamente alta proporción en-
cambios más impresionantes' de las sociedades contemporáneas.- En los años tre las mujeres de 25 a 34 años: 41 % en España frente al 26% de la media de la
80 la proporción de jóvenes con estudios universitarios era mayor para los hom- OCDE, 22% en Francia, 15% en Alemania, 35% en el Reino Unido y 12% en Di-
bres. En los años 90, sólo diez años después, las mujeres se convertían en ma- namarca (OECD 2003, Garrido 2001). Esta alta incidencia de mujeres jóvenes con
yoritarias en las universidades: El gráfico 1 muestra esos cambios desde una niveles educativos bajos en España tiene importantes consecuencias para la pau-
perspectiva de cohorte de nacimiento. Entre las cohortes nacidas en 1937-1946 tas de la actividad económica, como se muestra a continuación.
sólo el 6,9% de las mujeres y el 13,7% de los hombres obtenían una titulación - El aumento del número de mujeres con titulación académica tiene muchas
universitaria en los países de la Unión Europea, es decir las desigualdades de gé- consecuencias sobre el empleo y las pautas familiares. A mayor educación tienden
nero eran altas como muestra la ratio de dos hombres por una mujer con titula- a aumentar las tasas de ocupación de las mujeres y la continuidad de la ocupación
ción académica: En treinta años las diferencias de género en educación se han in- a lo largo del ciclo vitaI'(González 2001). 'Con respecto a las relaciones familiares '
vertido: En la Unión Europea, las cohortes nacidas en 1967-1976 alcanzaron y, en particular las relaciones de género; estas mujeres tienen mayores probabili-
tasas de 37% de mujeres y 33% de hombres que finalizaron la educación uni- dades de vivir en una unión de hecho, de estar en una pareja en la que la mujer tie-
versitaria, con ello la ratio entre hombres y mujeres ha cambiado de signo. Aho- ne un nivel educativo mayor que el cónyuge y de vivir un divorcio: Pasemos aho-
ra, como media hay 0,9 hombres por cada mujer que alcanza una titulación ra a las pautas laborales.
74 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 75

Unido al aumento del nivel educativo,' el aumento de la participación laboral de gración laboral hacia Europa del norte y 5, durante muchos años unas tasas de de-
las mujeres, especialmente entre las cohortes más jóvenes, es sin duda la innovación sempleo más altas que en países septentrionales (Naldini 2003)," La falta de em-
social más importante en el mercado de trabajo como en la organización familiar (Eu- pleo estructural, el tardío desarrollo del sector de servicios y una mayor presencia
rostat 2001 b): Desde la década de los años 1960 la tasa de actividad ha aumentado en de empleos en la economía sumergida, desempeñados mayoritariamente por mu-
todos los países de la OCDE (OECD 2004). 'Además, el aumento de la actividad fe- jeres, son tres de las características históricas más importantes de España que mar-
menina se ha convertido en un objetivo de la estrategia europea de empleó (Rubery can el contraste con las pautas laborales femeninas en el norte de Europa ..
et. al. 2001):En las generaciones más mayores el modelo familiar y de empleo estaba
marcado por el abandono de la actividad remunerada después de contraer matrimo- GRÁFICO 2. Tasa de actividad de las mujeres, 1960-2005
90 ,---------------------------------------~
nio' o al tener hijos, 'mientras que las mujeres más jóvenes y con niveles educativos al-
tos tienden a romper con esta pauta. Por lo tanto;la novedad es el progresivo incre- 80
-+- Dinamarca
mento de la mujeres que permanecen en el trabajo remunerado independientemente 70
de sus circunstancias familiares: Más mujeres pueden consolidar su posición de tra- Francia
60
b~adoras remuneradas y asegurarse así su independencia económica a largo plazo. -.- Reino Unido
. Para la vida familiar esto significa que las familias de dos sustentadores se han con- 50
~ Alemania
vertido en la norma en la mayoría de los países europeos, aunque el número de horas 40
que las mujeres trab~an fuera del hogar varía de forma importante"(OECD 2004). 30 ................................................................................... . ---- España

Por lo tanto;ya no se puede dar por hecho la familia del proveedor masculino, aun- 20 ~--~----~~~~--~----~--~----~--~
que en España esta realidad está aún más presente que en otros país.es: En los países 1960 1968 1974 1985 1990 1994 2000 2005
del norte de Europa un 70% o más de los hogares son de dos sustentadores, mientras
Fuente: OECD, 1996, Historical Statistics, 1960-1994, tab, 2,8, p.41 Y OECD 2001, 1970-2000 Y
que en España están algo por debajo del 50% (Franco y Winqvist 2002). Desde esta OECD 2006, Labour Force Statistics, 1985-2005. Los datos se calculan como porcentaje sobre la po-
perspectiva, las desigualdades de género en el trabajo remunerado se han reducido blación femenina entre 15 y 64 años.
enormemente en todos los países durante el último cuarto del siglo xx.
Como se muestra en el gráfico 1 y gráfico 2;la cohorte de mujeres nacidas en- . El incremento del empleo femenino en España muestra tres particularidades
tre 1957 y 1966, que entraren en el mercado laboral aproximadamente entre comparado con países septentrionales: Primero, el aumento de las tasas de acti-
1977 y 1987, fueron las mujeres que se beneficiaron de la democratización, de la vidad femenina ha significado y aún significa un aumento de las tasas de desem-
igualdad de derechos y de la expansión educativa. Estas mujeres fueron las pro- pleo de las mujeres, Segundo, el nivel de la actividad femenina aún es más bajo,
tagonistas de la crecientes tasas de actividad en España, a pesar de las dos pro- Tercero, el empleo a tiempo parcial es muy bajo: Los empleos a tiempo parcial
fundas crisis de empleo'entre 1977-1985 y 1991-1994 Ya pesar del subdesarrollo dentro de la Unión Europa representan como media 30% del empleo femenino, en
de las políticas familiares. Debido a esas limitaciones y a otros factores, las pau- algunos países se alcanzan tasas incluso del 73% como en los Países Bajos. En
tas de empleo femenino no se han igualado a las del norte de Europa: Mientras contraste, en 2003 la incidencia en España era del 16,5% (OECD 2004). En mu-
que en el año 2000 las tasas de actividad danesas, francesas y británicas eran res- chos países se usa el empleo a tiempo parcial como una de las principales estra-
pectivamente el 75,9%, 62% Y 67,8%, la tasa española era del 50,7%. Aunque tegias de conciliación que usan las madres empleadas, pero en España esto es mu-
como se puede apreciar en el gráfico 2, en el año 2005 las tasas de actividad en cho menos el caso.' Al contrario, -los horarios laborales más frecuentes en los
España se están aproximando a las tasas en Francia. hogares españoles con dos sustentadores son para ambos el trabajo a tiempo
'La tradicionalmente baja participación laboral de las mujeres en España tiene completo:En España este arreglo del horario familiar afecta a más del 80% de los
que ser vista con respecto a su evolución histórica; al modo de autoridad política, hogares con dos sustentadores, Además,"ambos cónyuges suelen trabajar más de
la forma y el momento del desarrollo económico y al sistema de relaciones entre 40 horas semanales: En los Países Bajos, el Reino Unido y Alemania el modelo
clases sociales (Giner 1985). 'Una de las diferencias más importantes entre el llamado «hogar de sustentador y medio», el hombre a tiempo completo y la mu-
norte de Europa y España (con excepción de Cataluña y el País Vasco) es la tardía jer a tiempo parcial, representa más del 40% de todos los hogares de dos susten-
industrialización. 'La consecuencia más importante de este retraso se evidencia en tadores (Franco y Winqvist 2002, Naldini 2006),
cuatro particularidades: 1. la comparativamente menor proporción total de la po- . Esto implica que en España el empleo es menos compatible con la tenencia y
blación que es económicamente activa, 2. la disminución más lenta del número de crianza de hijos. Corno consecuencia las madres en España tienen que optar más fre-
activos en la agricultura, 3. un cambio rápido de una sociedad predominantemente cuentemente que en otros países del norte de Europa entre una carrera ocupacional o
agraria a una sociedad orientada hacia los servicios, 4. mayores niveles de emi- la interrupción del trabajo remunerado:. Muchas mujeres tienen que dejar de trabajar
76 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 77

después del nacimiento de un hijo, en pmticular después del nacimiento del segundo El cuadro 1 muestra que 'en Dinamarca, el país con la mayor tasa de actividad
hijo: La solución del trabajo a tiempo parcial encuentra muchos obstáculos en Es- femenina, pocos encuestados están de acuerdo con la idea que un niño pequeño
paña y las polít~cas sociales dirigidas a la conciliación del empleo y la familia están pueda sufrir porque su madre está ocupada. En los demás países, incluido España,
subdesarrolladas (ver capítulo 3). Eso explica que en España las familias de dos sus- alrededor de la mitad de los encuestados piensan que el trabajo remunerado de
tentadores sólo alcancen menos de la mitad de todas las parejasN . En consecuencia, una madre con hijos pequeños puede ser dañino para éstos: En esta encuesta los
-en España la formación de una familia significa en alrededor de la mitad de las pa- españoles no se diferencian de los vecinos del norte más cercanos: Un importan-
rejas jóvenes de ocupados el abandono del mercado laboral por parte de la madr~ te porcentaje de la población ve incompatibilidades entre dos valores importantes,
_Esto es particularmente cierto para mujeres con niveles educativos medios y bajos' como pueden ser el deseo de las madres de estar ocupadas y el bienestar de los ni-
. (Franco y Winqvist 2002). Esto nos remite a las altas tasas de mujeres con niveles ños más pequeños.-
educativos bajos que existen en España, como descrito anteriormente, y subraya la . En resumen, la participación de la mujeres en el mercado laboral en España se
importancia del nivel educativo como factor que influye en las pautas ocupacionales. ha caracterizado por presentar múltiples obstáculos: altas tasas de desempleo, que
El incremento del número de mujeres con educación universitaria en combina- afectan sobre todo a las más jóvenes, un bajo nivel de trabajos a tiempo parcial,
ción con una persistente gran proporción de mujeres con niveles educativos bajos horarios de trabajos poco amigables para las familias; un desarrollo tardío y más
probablemente lleva a una expulsión de las últimas del mercado de trabajo, a causa limitado del sector de servicios y un reducido desarrollo de la políticas sociales di-
de la devaluación de sus credenciales educativas, como han mostrado Bettio y Villa rigidas a la conciliación de familia y empleo. También se da una polarización re-
(2000) en el caso de Italia. Como consecuencia observaríamos una polarización de lativamente fuelte entre mujeres con niveles educativos altos y bajos y se observen
las oportunidades de la mujeres en el mercado laboral (Lister, 2003), en el que mu- actitudes relativamente «tradicionales» con respecto al empleo de la madres de ni-
jeres altamente cualificadas conseguirían realizar carreras ocupacionales similares a ños pequeños. Estos factores en su conjunto hacen comparativamente más difícil
la de hombres, mientras que mujeres con poca cualificación se verían enfrentadas a que las relaciones patriarcales se sigan debilitando en España. Estas mayores
altas probabilidades de desempleo y tasas de precariedad laboral altas, que nor- asimetrías de género se hacen muy evidentes dentro de las familias, en particular
malmente llevan a la interrupción de la ocupación cuando se tienen niños pequeños. en el trabajo no remunerado.
. La relación de las mujeres con el mercado laboral no solo es más complicada que
la de los hombres, sino que además varía mucho entre países. El Programa de la En-
cuesta Social Internacional (International Social Survey Program) muestra que en los División del trabajo doméstico y de cuidados dentro de la familia
países, en los que el trabajo remunerado de las mujeres es bajo, predomina la idea
que el empleo a tiempo completo y el trabajo remunerado de las madres son poten- -Analizar datos comparativos sobre la división del trabajo no remunerado
cialmente dañinos para la vida fmniliar'y para el desarrollo infantil. Esto se refleja en según género es muy difícil; porque no existen encuestas de uso del tiempo re-
el apoyo que reciben las siguientes afirmaciones en esos países: 1. Un niño de edad almente comparativas. ll No obstante; las encuestas internacionales y nacionales
preescolar es probable que sufra si su madres trabaja, 2. la vida familiar sufre cuan- que existen muestran que el incremento de la educación de las mujeres y de la
do la mujer trabaja a tiempo completo. Estas opiniones se han visto confIrmadas en ocupación femenina no han cambiado la división del trabajo no remunerado
la Encuesta de Valores Europea (1999-2000), en la que también emergen diferencias dentro de la familiá (Bonke 2004, Gershuny 2000, Hantrais 2004). De hecho las
nacionales en las actitudes con respecto al empleo de las madres (Saraceno, 2004). I
diferencias de género se basan cada vez más en el uso del tiempo. Como ya se ha
dicho en muchos países'una forma importante de conciliar familia y empleo ha
CUADRO 1. Un niño preescolar es probable que sufra si su madre trabaja, 1999/2000
sido el uso del empleo a tiempo parcial por parte de las mujeres, mientras que en
De acuerdo En desacuerdo Personas entrevistadas todas partes la gran mayoría de los hombres continúa trabajando a tiempo com-
pleto. 'Desde esta perspectiva las desigualdades de género todavía distan mucho
Dinamarca 18 82 978 de estar desapareciendo.'Los datos existentes muestran: 1) el género y el empleo
Reino Unido 46 54 901
España 46
son los dos factores cruciales para explicar las diferencias en el uso del tiempo en
54 1.112
Alemania 55 45 1.930
Francia 56 44 1.562 11 Eurostat en unión con los institutos estadísticos nacionales ha realizado encuestas nacionales de
EU total 59 41 31.253 uso del tiempo en la Unión Europea, pero la comparación entre países es difícil, ya que no todas las
Fuente: Elaboración propia con la Encuesta Europea de Valores, 199912000. encuestas se han ejectudado de la mismo manera. Además, los datos se publican de forma muy agre-
gada, de tal manera que en la mayoría de los casos no se puede distinguir entre el estatus ocupacional
N. Familias con al menos un cónyuge empleado e hijos. y la situación familiar (Eurostat 2005b, 2006).
78 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 79

los países y entre países:2) las mujeres y madres realizan una parte mucho más «moderadamente tradicional». El gráfico 3 muestra desde una perspectiva com-
grande del trabajo doméstico y de cuidados que los hombres y padres. 3) las di- parativa y de cohortes la distancia que existe entre países en la participación de los
ferencias de género en España y el sur de Europa son mayores que en Escandi- padres en las tareas domésticas: Los datos muestran niveles de particpación muy
navia, mientras que los países del norte de Europa muestran una importante he- bajos en España durante los años de 1960, 1970 Y 1980, mientras que en Dina-
terogeneidad interna.' marca y el Reino Unido la participación es más alta ..
De acuerdo con la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de
Vida y Trabajo; más del 80% de la mujeres ocupadas declaran 'que son la prin- GRÁFICO 3. Índice de participación de padres que realizan dos o más tareas domésticas
cipal proveedora de trabajo doméstico y de compras. Cuando se les pregunta por durante la edad preescolar de sus hijos
el tiempo que le dedican al trabajo doméstico y al cuidado de niños, el 63% de la 90
mujeres afirman'que realizan por lo menos una hora de trabajo doméstico al día, 80
comparado con menos del 12% de hombres que afirman esto: Alrededor de 70
41 % de las mujeres dicen que cuidan una hora al día a hijos, comparado con el 60
50
o Años 60
23% de los hombres (Hantrais 2004, p.97). Estas pautas varían mucho de un país O Años 70
a otro. Dentro de la Unión Europea de los 15, las mujeres en los Países Bajos 40
• Años 80
30
muestran la menor dedicación al trabajo doméstica y las mujeres en Portugal e
20
Italia la más alta. En 1998 en España las mujeres entre 20 a 49 años de edad que
10
cuidan de hijos le dedicaban dos veces más horas a la semana a ello que los hom- O -j-----'----'---
bres; situación muy similar a la de los países en el norte de Europa, a excepción España Dinamarca Reino Unido
de Dinamarca donde los hombres participan más en el cuidadó (Eurostat 2002,
FlIente: elaboración propia con Künzel2002 Tab. 8.11 basado en Eurobarometer 34.0 y 34.1,1993.
p. 160).'A una menor implicación en las tareas domésticas y en el cuidado de ni-
ños, le corresponde también un menor uso de los permisos parentaleS' (exceden- -Las encuestas nacionales y los estudios'de caso confirman 'y detallan los datos
cias) por parte de los padres. A mediados de los 90 sólo 5% de todos los padres comparativos sobre-la persistencia de la división por género del trabajo no remu-
recientes de la Unión Europea había usado un permiso parental. No es sorpren- nerado. En España la cantidad de horas que las mujeres le dedican al trabajo re-
dente que los porcentajes más altos se encuentren en los países escandinavos: munerado y no remunerado durante s todo el año es el doble del que le dedican los
28% en Dinamarca, 64% en Suecia y 80% en Noruega (OECD 2001). Una re- hombres;debido a que las mujeres realizan mucho más trabajo doméstico (Durán
ciente encuesta; Eurobarómetro, sobre las actitudes frente a los permisos paren- 1997, Carrasquer et al. 1998, Meil Landwerlin 1999, 2003):De diversas encues-
tales realizado a nivel de la Unión Europea muestra que un 84% de los hombres tasrealizadas entre 1984 y 1995 se deduce que la participación masculina en la ta-
dentro de la VE de los 15 afirmaba no haber usado nunca un permiso parental ni reas domésticas en su conjunto ha aumentado (Meil1999), pero no se puede ha-
tenía intención de usarlo'(European Cornmission 2004).'De nuevo se observan blar de un reparto igualitario de las tareas'. Meil construye una tipología de
importantes diferencias nacionales. Mientras que en Suecia esta proporción de familias según la división del trabajo doméstico basado en un análisis de conglo-
hombres alcanzaba tan sólo el 33%, la proporción equivalente en España era el merados y con datos de la Encuesta a Nuevas Familias en nuevos municipios. Se-
95%' y en Alemania y el Reino Unido el 80%. 'Las diferencias entre los países se gún este análisis un 48% de las familias jóvenes en 1995 eran «tradicionales», en
d~ben en parte al contexto de las políticas públicas, en parte al hecho que los per- un 44% los hombres eran «colaboradores» y un 8% eran «cuasi-igualitarias». Por
ffilSOS sean remunerados o no y en parte a modelos de género fuertemente en- lo tanto;en un gran número de las nuevas familias la mujer aún realiza el grueso
raizados' (Eurostat 2004a). del trabajo doméstico. Además, la responsabilidad y la dirección del trabajo do-
. La evolución comparativa de la división del trabajo doméstico por género se méstico sigue siendo mayoritariamente tarea de las mujeres, aunque los hombres
ha estudiado poco. Una excepción es' el estudio de Künzel(2002) que lo estudia colaboren: También según Meil (1999); los datos españoles de los años 80 y 90,
desde los años 60 a mitad de los 90 para los países de la OECD. Obtiene las tasas de los que disponemos, muestran que los hombres se implican más en las tareas
de participación y el tiempo dedicado al trabajo no remunerado usando fuentes na- de cuidado y atención a los hijos que en las tareas domésticas y, en particular, par-
cionales. Las cifras se refieren a la división del trabajo doméstico como cocinar ticipan más en las actividades lúdicas con los hijos, menos costosas y más grati-
lavar, limpiar, pero no al cuidado de hijos o mayores. Teniendo en 'cuenta los año~ ficantes que las demás actividades con los hijos: La nueva paternidad, participa-
80 y 90 el autor'llega la conclusión que España pertenece al grupo de países «muy ción a medias en las tareas de atención a los hijos, es un fenómeno aún poco
tradicionales» junto a Grecia, Italia, Luxemburgo y Japón, mientras que Portugal, frecuente entre las familias jóvenes, entre un 14 y 26% según diferentes formas de
Francia, los Países Bajos, Alemania, Austria e Irlanda pertenecerían al grupo estimar. Es más frecuente en las grandes urbes como Madrid y Barcelona, donde
.......

80 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 81

parece alcanzar un tercio de las familias. Aunque la nueva paternidad es aún un das formas, comparativamente, la tasa bruta de divorcios 13 en 2005 era inferior a
fenómeno minoritario, se observa un crecimiento del mismo entre 1984 y 1995. la de otros países del norte de Europa (Eurostat 2007).
De nuevo la responsabilidad última de la atención a los hijos parece recaer en las
madres. Comparando diversas encuestas y utilizando técnicas estadísticas multi- GRÁFICO 4. Divorcios por cada 100 matrimonios, 1960-2003
variables, Meil (1999) llega a la conclusión quda nueva paternidad se da en todas 60
las clases sociales y que está relacionada con el trabajo extradoméstico de la
mujer y con vivir en zonas urbanas. Cuando la mujer trabaja fuera del hogar y 50
gana igualo más que su marido, se da con más frecuencia el fenómeno de la nue-
va paternidad. ' 40
-+-- Dinamarca
. La mayor carga de trabajo familiar de la mujer tiene muchas consecuencias:
~Alemania
reduce el tiempo que puede dedicar al trabajo remunerado, la pone en riesgo de 30
----6- España
ser percibida por los empresarios como menos involucrada en el trabajo profe-
sional y muchas veces elige el tipo de empleo que no está lejos del hogar. 12 Se 20 - Reino Unido
puede incluso esperar que la doble carga de las madres aumente la probabilidad de
tener un hijo único y de experimentar un divorcio, como muestran algunos estu- 10
dios sobre otros países (Cooke 2004) ..
O
1960 65 70 75 80 85 90 95 00 2003
El aumento de las separaciones y del divorcio Fuellte: Eurostat 2007.

La posibilidad de las mujeres de salir de un matrimonio no satisfactorio cla-


ramente debilita el patriarcado:En España el divorcio se introdujo comparativa- -A pesar del rápido incremento de los divorcios en España, su proporción es
mente tarde, en 1981. Hasta el año 2005 en España el divorcio requería un cierto menor que en el norte de Europa (gráfico 4), en gran medida por las diferencias en
periodo de tiempo de espera hasta su disolución final: Esto ha hecho que el di- la dependencia económica de las mujeres: Una importante proporción de mujeres
vorcio haya sido más costoso que en otros países. Primero la pareja se tenía que maduras dependen económicamente de sus maridos yeso suele estar relacionado
separar y tenía que esperar entre uno a cinco años, según la separación fuera de con tasas de divorcio más bajas; por las dificultades de divorciarse sin unos in-
mutuo acuerdo o no:En caso de mutuo acuerdo el divorcio era más fácil y más rá- gresos estables (Klein y Kopp 2003). De hecho en Portugal, el único país del sur
pido. Con la reforma de 2005 se elimina el paso previo de la separación y se fa- de Europa con tasas de divorcios altas también presenta unas tasas de empleo más
cilita el acceso a un divorcio rápido:, Durante las últimas décadas había más per- altas. Además, diferentes estudios 'con datos individuales han encontrado una
sonas que accedían a la separación legal que al divorcio: De 1982 a 2001 el relación positiva entre nivel de educación, empleo femenino y divorcid (Barbagli
número de separaciones aument6 más del triple, mientras que el número de di- 1990, Barbagli y Saraceno, 1998). Se piensa que 'las mujeres con niveles educa-
vorcios se duplicó (Castro 2003). En 1982 se registraron 17.436 separaciones y en tivos altos, al tener más frecuentemente un empleo estable fuera del hogar'y de la
2001 fueron 65.610, mientras que los divorcios aumentaron desde 21.463 a agricultura o del negocio familiar,' pueden permitirse con más facilidad hacer
37.630. Desde entonces los divorcios se han casi duplicado de nuevo hasta el año frente a las consecuencias económicas de un divorcio' o, si se encuentran en una
2005 (72.848), pero en cambio las separaciones han disminuido en este último pe- familia de un sustentador, tienen más probabilidades de encontrar un empleo
ríodo hasta alcanzar 64.028 casos en 2005 (lNE 2007). Desde el tercer trimestre después del divorcio. Para España Ruiz (1999) y Houle et al. (1999) han encon-
de 2005, es decir como efecto de la ley de julio, por primera vez las separaciones trado con datos individuales de 1991 que 'la incidencia del divorcio y de las sepa-
son menos numerosas que los divorcios (Consejo del Poder Judicial 2006). De to- raciones era mayor entre mujeres ocupadas y entre mujeres empleadas en el sec-
tor público. 'También muestran como una parte de las mujeres divorciadas y
separadas empezaron a tener un trabajo remunerado durante el mismo año de la
12 De esta problemática es consciente el actual gobierno y así lo ha plasmado en la reforma del Códi-
go Civil de 2005 al modificar el artículo 68, que obligaba a los cónyuges a «vivir conjuntamente,
ruptura conyugal o justo después. En consecuencia las mujeres divorciadas tienen
guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente» y, desde julio de 2005 les obliga además a «compar-
tir responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes y descendientes y otras per-
sonas dependientes a su cargo». 13 Divorcios por 1000 habitantes.
-
82 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 83

un nivel educativo superior a la población femenina en general (Blossfeld et al. Retraso en la formación familiar y parejas de hecho poco difundidas
1995):Se puede concluir que la expansión educativa y el aum~nto de la partici-
pación laboral ha facilitado las rupturas conyugales en España. Queda por saber . La formación familiar es tardía y está dominada por el matrimonio, lo que en
por qué las rupturas conyugales en España son más bajas 'que en países del nor~e parte está relacionado con los fuertes lazos de solidaridad intergeneracionaI: La
de Europa. Es difícil contestar a esa pregunta con el actual estado de conOCi- solidaridad se manifiesta mediante diferentes mecanismos, como el -apoyo eco-
miento, pero' se pueden aventurar posibles explicaciones, como una legislación nómico de los padres a sus hijos jóvenes durante un periodo prolongado de con-
que hasta hace poco dificultaba y encarecía el divorcio, las menores tasas de vivencia en el hogar paterno, la ayuda económica para la adquisición de la primera
empleo, la mayor precariedad laboral, la mayor difusión de empres~s familiares, vivienda, el cuidado de niños pequeños por parte de los abuelos' y el cuidado de
de empleos en la economía sumergida y de desempleo femenino. Además, los los mayores a cargo de familiares.
fuertes lazos familiares y de parentesco pueden estar previniendo que parejas en -Desde los años 80 el momento de la independencia residencial de los jóvenes
crisis opten por la ruptura, y en cambio les ayuden a pasar durante una fase difícil. y de la formación familiar se ha retrasado. Este retraso es una tendencia genera-
lizada en Europa, pero en España y el sur de Europa éste es mucho mayor. 'En
1998 un 70% de los jóvenes españoles entre 25 y 29 años vivían con sus padres
comparado con el 23% a 37% de sus coetáneos franceses, británicos y alemanes
FORMACIÓN FAMILIAR TARDÍA Y MUY BAJA FECUNDIDAD (ver gráfico 5). Además; en España la independencia residencial está muy ligada
al matrimonio, ya que la mayor parte de los jóvenes dejan el hogar de origen
Hemos mostrado que una cierta convergencia de las pautas de las familias cuando se casan. 'Según Billari et al. (2001) la mayoría de los jóvenes en el norte
españolas con las del norte de Europa en cuanto a la democratiz~ción de las fa- de Europa dejan el hogar de origen antes de casarse, ya que muchos jóvenes viven
milias y el incremento de la igualdad de género: Las mujeres consiguen niveles en residencias universitarias, compartiendo pisos con pares, viviendo en hogares
educativos similares e incluso superiores a los masculinos. Comparado con dé- unipersonales o en una pareja de hecho. En cambio en España menos de un
cadas pasadas, cada vez están más ligadas al empleo remunerado, reciben algo cuarto de los jóvenes siguen estas pautas y casi tres cuartas partes dejan la familia
más de ayuda de sus cónyuges en el trabajo doméstico'y de cuidados'y salen de origen para casarse. Además,' las parejas de hecho también están menos di-
con más frecuencia de relaciones conyugales insatisfactorias'. En vista de estos fundidas en España comparado con otros países, a pesar de su reciente aumento
rápidos y profundos cambios; la persistencia de particularidades en el empare- (ver cuadro 2). Los datos del Panel de Hogares de la Unión Europea muestran que
jamiento, en las formas de convivencia de los jóvenes y en la solidaridad in- en 1998 entre las parejas de 16 a 29 años un 12% vivía en una pareja de hecho,
tergeneracionar se podrían explicar como el resultado de una modernización re- mientras que ese porcentaje se incrementa hasta alrededor de un 40% en Alema-
trasada 'que acabará finalmente en convergencia con otros países del norte. nia occidental, Francia y el Reino Unido._
Nuestra idea no se corresponde con esa visión, sino que vemos más acertado
pensar en términos de configuraciones e interrelaciones entre diferentes insti- GRÁFICO 5. Jóvenes entre 25 y 29 años conviviendo con padres, 1987, 1998
tuciones, como el Estado de bienestar, la economía, las instituciones políticas y 80
la familia, que son el resultado de una senda histórica diferente. La conver- 70
gencia es limitada, entre otros motivos porque los regímenes de bienestar de
España y del sur de Europa son bastante diferentes a los del norte. Por un ~ad~, 60
existen muchas restricciones socioeconómicas, que impiden una mayor mdi- 50
vidualización y pluralización de las familias y una mejor conciliación del em- 40 • 1987
pleo femenino y de la crianza de hijos. Por otro lado, muchas familias mantie- D 1998
nen estrategias y pautas de ayuda mutua fuertes. En España han surgido 30
grandes tensiones entre los profundos cambios familiares y el lento desarrollo 20
de políticas familiares más globales y generosas. Estas tensiones promueven si-
10
multáneamente el mantenimiento de particularidades familiares, pero también
representan un reto a los actuales arreglos de bienestar y hacen más necesario O
el cambio de las políticas familiares (ver capítulo 3). A continuación se des- España Alemania Reino Unido
criben las particularidades españolas y se discuten sus posibles causas y con-
Fuente: Datos para 1987 de la Encuesta de Población Activa (Eurostat 1997). Datos para 1998 vie-
secuencias. nen del Panel de Hogares de la Unión Europea (Eurostat 2002).

li
-
84 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 85

z,Por qué la mayoría de los jóvenes en España se independizan tan tarde y para Ahora bien; el retraso en la independencia residencial también puede estar re-
casarse, en vez de independizarse antes para formar una pareja de hecho o para otra lacionado al hecho que los jóvenes eligen menos frecuentemente un empareja-
forma de convivencia como en el norte de Europa? -Las explicaciones existentes miento en una unión consensual. Pero entonces por qué este tipo de uniones se
distinguen frecuentemente entre el calendario y la forma de emancipación:' Con res- dan menos en España, si son formas de convivencia que se adaptan muy bien a al-
pecto al retraso;es decir el calendario, muchos científicos sociales'lo relacionan tos grados de incertidumbre laboral durante la juventud, según algunos analistas
con causas socioeconómicas, con las políticas públicas y con factores culturales.- (Blossfeld et al. 2005).
Desde una perspectiva socioeconómica, se ha mostrado empíricamente qudas di- A esta pregunta se han ofrecido también interpretaciones socioeconómicas y
ficultades para encontrar un empleo a tiempo completo y estable, para tener unos culturales. Los científicos sociales posicionados en la primera perspectiva le
ingresos suficientemente altos y un cierto ahorro, que permita el acceso a una vi- dan importancia a los mercados de vivienda, las políticas de vivienda ya la fal-
vienda independiente, están relacionadas con una emancipación tardía: Todo esto ta de políticas dirigidas a la juventud como factores para entender el predominio
ocurre dentro de un marco de limitadas políticas públicas para jóvenes y del pre- del matrimonio como vía de la formación familiar en España. Por ejemplo en un
dominio de la adquisición de la primera vivienda en propiedad en vez del alquiler estudio comparado sobre los jóvenes en Francia y España, se muestra que la po-
de una vivienda (Aassve et al 2002, Jurado 2001, Requena 2002, Jurado 2007): En- lítica de vivienda en España promueve la propiedad en detrimento del alquiler ac-
tre las mujeres con niveles educativos altos emanciparse pronto puede resultar cesible y la primera se adecua mejor a compromisos a largo plazo como se toman
arriesgado para su posicionamiento profesional, ya que las obligaciones familiares con el matrimonio y menos a uniones de hecho prematrimoniales por naturaleza
tempranas suelen dificultar la consolidación de empleos~ Por eso las mujeres pro- más inestables (Jurado 2001, 2003). Otros autores le añaden a esta interpretación
fesionales tienden a retrasar la independencia residencial (Aassve et al. 2002, Co- institucional la idea que las normas familiares tradicionales han impedido hasta
rijn y Klijzing 2001, Garrido y Requena 1996):Desde una perspe~tiva cultural, se ahora la creación de una masa crítica de parejas innovadoras que, a través de me-
argumenta que en España y en otras regiones del sur de Europa hay importantes canismos de aprendizaje social, difundan las uniones de hecho de manera más
tradiciones de emancipación tardía' y las normas que apoyan esas pautas se re- amplia, como en cambio sí ha sucedido en países como Alemania, Francia y Sue-
montan a siglos anteriores (Barbagli et al. 2003, Reher 1996).'En un estudio de cia (Nazio y Blossfeld 2002)14. Desde la perspectiva cultural, se argumenta que los
caso comparativo se argumenta que los padres franceses suelen seguir una lógica fuertes lazos entre padres e hijos han evitado hasta ahora la difusión de las unio-
de empujar a sus hijos jóvenes adultos hacia la independencia residencial, mientras nes de hecho, porque la mayoría de los padres no aprueban una unión de hecho
que muchos padres españoles siguen estrategias de retención. También parece para sus hijos, mientras que los hijos en España necesitan el apoyo económico de
que muchos jóvenes en Francia valoran más la independencia de los padres, mien- sus padres más que en otros lugares (Rosina y Fraboni 2004, Jurado 2003). Cu-
tras que muchos jóvenes españoles prefieren arriesgar poco (Gaviria 2002). Se pue- riosamente, encuestas de opinión a jóvenes españoles muestran que la aprobación
de concluir que'la tardía emancipación en España es el resultado de un contexto de las uniones de hecho por su parte aumenta continuamente y que la proporción
con más restricciones socio económicas que en otros países del norte, con normas de jóvenes a los que les gustaría vivir en una pareja de hecho no diverge casi de la
que apoyan la permanencia en la familia de origen hasta el matrimonio y estrate- media de la Unión Europea (Jurado y Naldini 1996, Eurostat 1997). Para concluir,
gias de retraso de la emancipación hasta que las movilidad social ascendente o al las causas del comparativamente lento aumento de las uniones de hecho durante la
menos un posicionamiento social similar al de los padres está garantizado. juventud y el retraso en la independencia residencial en España está en parte
determinado por las importantes restricciones socioeconómicas a las que se en-
CUADRO 2. Uniones de hecho entre jóvenes, 1982-1998 frentan lo's jóvenes. Además las consecuencias de estas pautas son el retraso de la
formación familiar, de la procreación y por ende la baja fecundidad en España.
1982 1994 1998
Proporción de mujeres/jóvenes/parejas España 0,9 4 12
entre 25 a 29/16 a 29 años en parejas Francia 8 25 41 El declive de la fecundidad
de hecho* Alemania 8 14 35
Reino Unido 6 20 53 . El retraso de la maternidad y la reducción de la fecundidad final es una ten-
* Datos para 1982 se refieren a mujeres entre 25-29 años y para España son para 1985. Fuente para dencia generalizada de la Segunda Transición Demográfica. España y otros países
1982: Hopt1inger (1999, Cuadro 2), excepto para España: Meil (2003, Cuadro 2.8). Datos para 1994
se refieren a jóvenes entre 25 a 29 años, datos para 1998 se refieren a parejas entre 16 a 29 años y am-
bos provienen del Panel de Hogares de la UE (Eurostat 1997, 2004a). Las comparaciones en el tiem- 14 Ideas expuestas también en la conferencia a cargo de Hans-Peter Blossfeld en la UNED en Madrid,
po y entre países hay que realizarlas con cautela debido a diferentes definiciones y fuentes estadísticas. el6 de mayo de 2005.
86 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 87

del sur de Europa han seguido esas pautas con algún retraso. Los países del norte muy baja fecundidad muestran dos pautas específicas: las mujeres posponen el na-
de Europa vivieron el inicio de la caída del índice sintético de fecundidad 15 a par- cimiento del primer hijo y muy frecuentemente no realizan la transición al se-
tir de la mitad de los años 60, mientras que en el sur las tasas de fecundad inicia- gundo hijo·(Kohler, Billari y Ortega 2002): En el caso de España el retraso de la
ron una caída en picado desde mediados de los años 70, primero ocurrió en Italia maternidad está relacionado con el retraso en la independencia residencial, ya que
ya continuación en España y Portugal a finales de los años 70'(ver gráfico 6). En los hijos no se suelen tener hasta que no se crea un hogar propio~.De todas formas
la actualidad España pertenece al grupo de países con muy baja fecundidad, ya una maternidad tardía se da también en muchos países del norte de Europa;pero
que su índice sintético de fecundidad está por debajo o alrededor de 1,3 desde los en cambio es más frecuente tener un segundo e incluso un tercer hijo.· Otro as-
años 90 '(Kohler, Billari y Ortega 2002). pecto que está adquiriendo cada vez más importancia en España es el aumento de
mujeres que no llegan nunca a tener un hijo, es decir la infecundidad.' Se estima
GRÁFICO 6. Índice sintético de fecundidad, 1960-2005 que entre las mujeres que al término del milenio estaban llegando al final de sus
vidas fértiles, alrededor de un 15 a 19% serán infecundas (Kohler, Billari y Orte-
--
3,4 - ~-~-~----------------

ga 2002). Ahora bien, en el norte de Europa hay países como Alemania, donde el
3,2 26% de la cohorte de mujeres nacidas en 1960 no había tenido hijos hasta el año
3 2000 y el 19% en el Reino Unido (Frejka y Sardon 2004).
2,8 . Una particularidad más específicamente española y de Europa del sur son las
2,6 --- Dinamarca
mujeres que sólo tienen un hijo. La proporción de estas mujeres está aumentando.'
2,4 En España la cohorte de mujeres nacidas al inicio de los años 60 y que empezaron
-e- Alemania
a tener hijos alrededor de los 90, cuando las tasas de fecundidad caían en picado,
2,2 --*- España
muestran un incremento en la fecundidad final de un solo hijo (Frejka y Sardon
2 ---- Francia 2004). Si se suman las mujeres infecundas y las de hijo único para estas cohortes,
1,8 - - Reino Unido se observa que suman alrededor de un 40% de las mujeres de esas edades, cuan-
1,6 .... -... _-'.'" do en países como Francia, Dinamarca o los Países Bajo estas mujeres suman en-
1,4 tre un 30 a 35% (Eurostat 2001a, Frejka y Sardon 2004). En España las mujeres
1,2 sin hijos o con un hijo único siguen extendiéndose de momento y ello no es
sólo un resultado de decisiones voluntarias, sino que está relacionado la retraso de
1
la maternidad por las restricciones socioeconómicas que existen (González y Ju-
~~~#~~~~~~~~~~~~~
~~~~~~~~~~~~~~~~~ rado-Guerrero 2006).
-El retraso de la maternidad está relacionado con el acceso de muchas mujeres
Fuente: Eurostat 2007. Nota: Alemania se refiere desde 1991 a Alemania occidental y oriental.
a niveles educativos a1tos~ En 1994 las mujeres de 30 a 34 años de edad con edu-
cación primaria tuvieron sus primer hijo como media a los 24,8 años mientras que
las mujeres universitarias lo tuvieron a los 31,1 años (Beets 1997). Datos indivi-
\ El declive de la fecundidad es el resultado de dos cambios' en la pautas indi-
duales muestran también algo similar, ya que entre las mujeres de edades entre 36
viduales de fecundidad. Primero, 'las mujeres retrasan la maternidad a edades
a 40 años en 1999, las que tenían un nivel educativo alto también mostraban los
avanzadas y segundo, el número final que han tenido las cohortes de mujeres más
porcentajes más altos de infecundidad (Bernardi y Requena 2003). Si se agregan
jóvenes es más bajo que el de cohortes anteriores: Por lo tanto la caída de la fe-
estos comportamientos individuales al nivel del contexto nacional, se entiende me-
cundidad tiene un componente de calendario y otro de intensidad: Los países de
..
' jor la correlación que se observa entre expansión educativa en España y el decli-
ve de la fecundidad:De hecho hay estudios que muestran que regiones con nive-
les de fecundidad altos también muestran niveles educativos femeninos más
15 El índice sintético de fecundidad se calcula con las tasas de nacimientos habidos por mujeres de di- bajos, como es el caso por ejemplo en el sur de España' (Eurostat 2004b, Delgado
ferentes edades con respecto al total de mujeres de esas edades: Esas'tas1s es'pecíficas de fecundidad y Livi-Bacci 1992).
se suman y así se obtiene una medida sintética de la fecundidad. El ISF de 1,3 de las españolas en . Los nacimientos extramatrimoniales son otro aspecto de la teoría de la Segun-
2005 nos da una idea de cuantos hijos tendrían las mujeres en promedio, si las más jóvenes siguieran
en el futuro las pautas de las mayores. Se trata de una medida coyuntural en oposición a una medida da Transición Demográfica, según la cual éstos estarían relacionados con el au-
de fecundidad final, en cuyo caso se conoce en su totalidad la vida fértil de las mujeres. Esta última mento de las parejas de hecho.'Es decir se podrían ver como indicador del predo-
medida sólo se puede realizar para mujeres a partir de los 43 a 49 años. minio o no del matrimonio como la principal institución para formar una familia.
88 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL DEMOCRATIZACIÓN DE LA FAMILIA Y CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA 89

GRÁFICO 7. Nacimientos extramatrimoniales, 1960-2005 lo en el modelo familiar del sur de Europa (Jurado y Naldini 1996, 2007). Los
50,---------------------------------------><1 cambios familiares tienen que ser interpretados en el contexto del régimen de bie-
45 ---------.------.------------------------ -------------- nestar español tal como se va configurando desde la transición a la democracia.
40 Este contexto es el objeto del capítulo 3 y por lo tanto una conclusión general se
35 --------------------------------
-Dinamarca ofrece allí. Aquí basten unas reflexiones sobre las semejanzas y las diferencias de
30 ~Alemania l?s cambios familiares en España comparado con otros países. Las pautas fami-
25 ------ España bares en España han cambiado a una velocidad vertiginosa, a pesar de lo cual és-
20 -Francia
15 - Reino Unido tas se diferencian aún significativamente de otros países del norte de Europa.
10 Como se aclara en la introducción, los países del norte también difieren amplia-
5 mente entre sí y de hecho los datos expuestos así lo demuestran. España es aún
O~~~~~~~~~--~--~~--~~ muy diferente del modelo de régimen de bienestar social-demócrata, representa-
1960 65 70 75 80 85 90 95 00 2005 do en este capítulo por Dinamarca. En cambio, en algunos aspectos las pautas fa-
Fuente: Eurostat 200ia, 2007. miliares en España son similares a la de los países con Estados de bienestar con-
servadores, representados por Francia y Alemania. La alta participación de las
mujeres en la universidad y su mayor éxito universitario, comparado con los
Los datos parecen dar razón a esta idea. En el gráfico 7 se observa que en los hombres, es muy similar en España y Francia. Aunque en España el alto porcen-
países del norte de Europa los nacimientos extramaritales aumentan de forma muy taje de mujeres con un nivel inferior al bachillerato o formación profesional de se-
significativa y desde 1995 se observa algo similar en España. En gran parte esto gundo grado supera a todos los países del norte aquí estudiados. Otra similitud
tiene que ver con los nacimientos de madres de nacionalidad extranjera, que en con Francia son las pautas de empleo femeninas, que en ambos países están do-
España ocurren con gran frecuencia fuera del matrimonio: En el año 2001, el 18% minadas por el empleo a tiempo completo. Además en 2005, las respectivas tasas
de los nacidos de nacionalidad española tenían una madre no casada, mientras que de actividad de las mujeres se habían acercado bastante. En cambio, en temas de
entre las mujeres de nacionalidad extranjera eran el 40% (Delgado y Zamora, fecundidad las pautas españolas son muy diversas a las francesas y se asemejan
2004): De todas formas, el matrimonio sigue siendo la formación familiar domi- más a las de Alemania, ya que ambos países tienen un índice sintético de fecun-
nante en España, aunque el aumento de los nacimientos extramatrimoniales y de didad muy bajo, tienen tasas de infecundidad relativamente altas y muestran pro-
los divorcios muestra que el matrimonio como institución ha conocido épocas me- porciones de nacimientos extramaritales similares. Claramente la convergencia de
jores: las pautas familiares en España con el norte de Europa se limitan al empleo y a la
Para concluir, las pautas de fecundidad en España siguen las ideas de Segun- fecundidad. En cambio se observan el mantenimiento de grandes diferencias en
da Transición Demográfica, ya que la fecundidad ha caído tan profundamente que las pautas de divorcio, de convivencia intergeneracional y en la difusión de unio-
o España pertenece desde hace más de una década al grupo de países de muy baja
nes de hecho. Se ha argumentado que estas particularidades están estrechamente
fecundidad. Además, la incidencia de mujeres que al final de sus vidas fértiles no relacionadas con la precariedad laboral, que afecta sobre todo a jóvenes y a mu-
han tenido hijos o sólo han tenido uno es de las más altas en la Unión Europea'. jeres, con el predominio de la propiedad como forma de acceso a la vivienda y
o Estas pautas pueden deberse a un proceso de modernización muy rápido, en par-
con las e~casas políticas públicas de apoyo a la independencia económica y resi-
ticular al importante aumento de mujeres con niveles educativos altos 'y de las ca- dencial de los jóvenes.
rreras ocupacionales continuas y a tiempo completo, hecho que no se ha visto
acompañado al mismo ritmo por un contexto más favorable para la conciliación
de tareas familiares y empleo. La participación masculina en las tareas domésticas BIBLIOGRAFÍA
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S
E
G
La familia en el régimen U
N
D
de bienestar español A

INTRODUCCIÓN

En esta pmte el interés se centra en el estudio de la familia como unidad de se-


guridad social y de reproducción social. Una importante tarea de la sociología
consiste en estudiar instituciones sociales, es decir el entramado de roles y reglas
que definen una unidad social importante para la sociedad. Pero las instituciones
no funcionan de manera aislada. Cuando se estudian instituciones sociales como
los mercados, la familia, el sistema educativo y el Estado, interesa conocer cómo
se relacionan unas instituciones con otras, qué función cumple cada cual y cómo
se delimitan éstas, qué luchas de poder pueden librarse entre los miembros de
unas instituciones y otras, y cómo las instituciones se transforman con el tiempo
para adaptarse a nuevas necesidades sociales, a cambios políticos, sociales, cul-
turales y familiares. Para comprender cómo la familia en España desempeña su la-
bor de cuidm' de los dependientes y de asegurar la reproducción biológica y social
es preciso analizar las relaciones entre las diferentes instituciones sociales que se
ocupan de estas tareas o que influyen en ellas, tal como se muestra en la ilustración.
El sociólogo Gyjsta Esping-Andersen (2000) ha acuñado el concepto régimen
de biene'star* para referirse al entramado institucional que influye en la oportu-
nidades vitales y el bienestar de las personas. El concepto de régimen de bienes-
tm' se puede aplicar a la división de las tareas de cuidados a dependientes y de re-
producción que existe entre familia, parentesco, mercados e instituciones públicas.
La familia recibe del Estado de bienestar*, a través de las políticas sociales, re-
cursos económicos y servicios sociales dirigidos a apoyarla en su función de
proveedora de cuidados. Además el Estado a través de la regulación y financiación
del sistema de enseñanza pública y privada cumple una parte de la función de
educación y socialización* que antes recaía exclusivamente en la familia y el pa-
rentesco. En muchos Estados de bienestar la educación oficial tiene como objeti-
vo no sólo la transmisión de conocimientos sino también el fomento de la igual-
dad de oportunidades educativas. Las políticas sociales dirigidas a la familia
96 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LA FAMILIA EN EL RÉGIMEN DE BIENESTAR ESPAÑOL 97

transfieren recursos económicos a las familias más necesitadas, redistribuyen Con respecto a la importancia de la familia en determinar las oportunidades
una parte de la riqueza según el número de dependientes y las necesidades de és- vitales de sus hijos, es fundamental analizar la relación entre familia y escuela. A
tos y promueven la creación de familias y la conciliación de empleo y familia. Al- partir de la generalización de la enseñanza obligatoria y del crecimiento del
gunos sociólogos y algunos países, como Francia, incluyen la política de vivien- trabajo asalariado, la transmisión de conocimientos a las nuevas generaciones se
da dentro de la política familiar, ya que la constitución de una familia nueva traslada cada vez más del seno familiar al sistema educativo. La familia aún man-
necesita de una vivienda. Por otro lado, la mayoría de las familias dependen de la tiene la socialización primaria*, fundamentalmente durante la infancia, pero la
venta de la fuerza de trabajo de sus miembros en el mercado laboral para obtener socialización secundaria* la realiza principalmente la escuela. En sociedades
recursos económicos para vivir y reproducirse. En España cada vez más familias basadas en la tecnología y la información las nuevas generaciones tienen que pa-
necesitan que ambos cónyuges tengan un trabajo remunerado para poder hacer sar muchos años de su vida adquiriendo conocimientos y destrezas que les per-
frente a los gastos básicos como la vivienda y a otros gastos secundarios. Cuando mitan cumplir tareas productivas complejas. En la escuela los jóvenes aprenden
las familias obtienen ingresos de mercado muy bajos, muchos Estados de bie- también a relacionarse unos con otros, tienen que aprender a aceptar la autoridad
nestar complementan éstos con ayudas directas o desgravaciones fiscales. Por úl- de los profesores y se ejercitan en la disciplina que imponen horarios fijos, de-
timo el Estado de bienestar regula los mercados de trabajo y de vivienda, entre beres y exámenes. Asimismo, las instituciones educativas tratan de transmitir va-
otros muchos medios, a través de la legislación laboral, la legislación de arrenda- lores, sentido cívico y comportamientos democráticos, aunque sus funciones
mientos, la legislación municipal, la política de empleo y la política de vivienda. más aceptados son la transmisión de conocimientos y el aprendizaje de la disci-
plina y el orden.
Una función menos evidente, pero de gran relevancia sociológica, es la fun-
RÉGIMEN DE BIENESTAR ción de la reproducción social* que realiza la escuela. Como ya se ha visto en el
primer capítulo, el logro educativo* se ha convertido en uno de los mecanismos
principales de la reproducción de la posición social de los miembros de una fa- :1
Estado de Bienestar Sistema educativo milia y de su movilidad social *. Antes los padres transmitían su patrimonio, sobre
todo a través de la herencia y del negocio familiar. Hoy en día el status social que
.g 11<\\ alcanzará un niño como adulto, depende en gran medida de la titulación escolar
~ que adquiera. En el sistema educativo los profesores seleccionan a los alumnos a
<>
("")
o través del sistema de calificaciones. Estas selecciones continuas culminan en
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o' una titulación que indica a los posibles empleadores de un joven para qué tareas
S.
("") está preparada esa persona y qué le distingue de otros competidores por el puesto
o
de trabajo. También es cierto que los recursos y las propiedades de la familia de
origen son factores importantes para alcanzar un determinado status social, pero a
estos recursos se les saca más o menos rendimiento según la titulación educativa
que se consiga. La herencia de capital económico y social es importante, pero hay
que realizar un esfuerzo en adquirir una titulación educativa mínima, ya que las
posiciones sociales están cada vez más ligadas o a un trabajo por cuenta ajena, en
el que se compite con otros por un puesto, o a un trabajo autónomo en el que tam-
bién se compite con otros en un mercado. Por lo tanto, las familias siguen estra-
tegias de reproducción social* para sus hijos que son más arriesgadas que cuando
la reproducción social se hacía fundamentalmente a través de la herencia y el ma-
trimonio. Ahora no solamente cuentan los recursos materiales, sociales, culturales
y políticos de los padres, sino también los recursos personales de los hijos, como
son la inteligencia, la simpatía y el amor al riesgo (Carabaña 1993). En conclu-
sión, la escuela no sólo selecciona según el mérito, sino también realiza una se-
lección según clase social*. Por ejemplo, diversas investigaciones observan como
entre los alumnos de la clase social media-baja el fracaso escolar es mayor y el ac-
Fuente: Elaboración propia. --- ceso a una titulación universitaria es menor que en la clase media-alta, aunque no
98 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LA FAMILIA EN EL RÉGIMEN DE BIENESTAR ESPAÑOL 99

hay acuerdo sobre las causas. Alguno apuntan al rechazo del sistema escolar por con familias, la autora se basa en las propuestas de las Naciones Unidas y en las
parte de un buen número de estos alumnos (CIDE 1997), mientras que otros necesidades familiares según el ciclo vital * y familiar*. Además desarrolla unas
(Marchesi 2003, Carabaña 2004, Calero 2006) proponen un amplio abanico de propuestas de intervención y presenta una versión ampliada del concepto de me-
causas, como un contexto socio-cultural desfavorecido, menores recursos educa- diación familiar.
tivos de los padres, mayor número de hermanos, etc. (ver cuarto capítulo).
En resumen, la familia como institución social cumple funciones básicas para
otras instituciones, porque financia, en gran medida, el Estado de bienestar. Ade- BIBLIOGRAFÍA
más cuida, socializa y educa a la fuerza de trabajo que se ofrece en el mercado de
I
trabajo e influye con su demanda de viviendas en el funcionamiento del mercado Bourdieu, P. y Passeron, 1. C: (2001): La reproducción: elementos para una teoría del sis-
"

de vivienda. Finalmente, apoya al sistema educativo en la formación de futuros tema de enseíianza. Madrid: Editorial Popular.
ciudadanos, según sus posibilidades y recursos. Calero, 1. (2006): Desigualdades tras la educación obligatoria: nuevas evidencias. Fun-
Las preguntas que guían los capítulos de esta parte son tres. dación Alternativas, Documento de trabajo 83, www.falternativas.org.
1. ¿Cómo se divide en España el trabajo de crianza y cuidado de los depen- Carabaña,1. (1993): «Educación y estrategias familiares de reproducción», Garrido, L. y
dientes entre la familia y las demás instituciones? Gil Calvo, E. (eds.): Estrategiasfamiliares. Madrid: Alianza 1993, pp. 37-47.
2. ¿Cómo ha evolucionado la desigualdad de oportunidades educativas en las Carabaña,1. (2004): «Educación y movilidad social», Navarro, V. (coord.): El Estado de
últimas décadas en España y cómo influyen las familias y el mercado de bienestar en Espaíia. Madrid: Tecnos, pp. 209-238.
CIDE (1999): Las desigualdades en la educación en Espaíia, l/. Madrid: Ministerio de
trabajo en la reproducción o la modificación de estas desigualdades?
Educación y Cultura/Centro de Investigación y Documentación Educativa.
3. ¿Qué necesidades de intervención social presentan las faplilias en España
Esping-Andersen, G. 2000. Fundamentos sociales de las economías postindustriales.
actualmente y cómo puede intervenir unja trabajadorJa social? Barcelona: Arie!.
El objetivo es introducir a la lectora y al lector en las formas de analizar estas Garrido, L. y González, 1. 1. (2005): «Mercado de trabajo, ocupación y clases sociales»,
cuestiones, en algunos debates al respecto y animar a la reflexión propia. Se trata González, 1. J. Y Requena, M. (eds.): Tres décadas de cambio social en España. Ma-
de realizar un diagnóstico de la situación española de la familia y de las necesi- drid: Alianza Editorial, pp. 81-126.
dades relacionadas con sus tareas y funciones: crianza, cuidado y promoción so- Marchesi Ullastres, A. (2003): El fracaso escolar en Espaíia. Fundación Alternativas, Do-
cial de sus dependientes. En el tercer capítulo las sociólogas Teresa Jurado y Ma- cumento de Trabajo 11, www.falternativas.org.
nuela Naldini muestran como el Estado de bienestar en España delega, más que en
otros países, en la familia y en el parentesco muchos de los cuidados a depen-
dientes, redistribuye muy pocos recursos públicos según el criterio social de car-
gas familiares, y ofrece escasas ayudas para facilitar la conciliación de empleo y
familia. Para ello las autoras analizan la solidaridad dentro de la familia y el pa-
rentesco, el tipo de política familiar existente y las recientes reorientaciones en al-
gunas políticas.
En el cuarto capítulo el sociólogo José S. Martínez da una visión de conjunto
de la evolución de las desigualdades de oportunidades educativas y de los proce-
sos de movilidad social* en España. El autor intenta explicar la paradoja de que a
lo largo de las últimas décadas las diferencias educativas según clase social han
disminuido poco entre los hombres, mientras que entre las mujeres estas diferen-
cias han descendido muy considerablemente. Para ello hace una revisión crítica de
las diferentes teorías sociológicas que intentan explicar los procesos de transmi-
sión de la clase social* de padres a hijos: las teorías de la reproducción social* y
las teorías de la elección racional *.
En el quinto capítulo la profesora de Trabajo Social Josefina Fernández i
Barrera reflexiona sobre cómo se puede ayudar a las familias a conseguir sus de-
rechos sociales. La autora presenta diferentes modelos de bienestar asociados a
muy diferentes papeles de los trabajadores sociales. Como guía de actuación

',1
l
100 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LA FAMILIA EN EL RÉGIMEN DE BIENESTAR ESPAÑOL 101

(conceptos básicos II~ (conceptos básicos I~


Ciclo vital y ciclo familiar (curso de vida familiar): Las necesidades y Clase social: Concepto clásico en sociología que se define de diversas
características de las personas varían según la etapa que ocupan en sus formas. La clase social de una persona es su ubicación en la estructura
ciclos vitales y familiares. El ciclo vital se suele dividir en cinco fases: de posiciones sociales: en la estructura ocupacional (¿ocupación con
infancia, adolescencia, juventud, edad adulta y tercera edad. El ciclo más o menos prestigio?), en la estructura de autoridad (¿da o recibe ór-
familiar se puede dividir en varias etapas también: emancipación fa- denes?) y en la estructura de la propiedad (sobre todo propiedades que
miliar, formación familiar, la familia con niños pequeños, la familia producen beneficios). Se distingue entre la clase social de origen y la
con adolescentes, cuando los hijos se han ido, la familia en la vida tar- clase social de destino, es decir la que alcanzamos de adultos de forma
día. La idea de ciclo se ha criticado cuando se aplica sin tener en más o menos estable.
cuenta la diversidad de las biografías individuales y de las formas fa- Movilidad social: La movilidad social es un fenómeno estudiado por la so-
miliares. ciología para saber, cómo varían, en una sociedad y época determina-
Socialización: el proceso por el que un niño va aprendiendo los conoci- das, las nuevas generaciones su posición social con respecto a la posi-
mientos y modos de actuar necesarios para vivir en la sociedad en la ción de sus padres. Hay movilidad social ascendente y descendente,
que se encuentra. Es el proceso que asegura la transmisión de los co- según la posición de los hijos sea más alta o más baja que la de sus pa-
nocimientos de una generación a otra. La socialización se puede consi- dres. La movilidad social se suele medir con respecto al logro educati-
derar un proceso continuo, que va desde los primeros días de vida has- vo o con respecto a la ocupación, ordenada siguiendo una escala de
ta la muerte, ya que el ser humano se tiene que ir adaptando a un prestigio de las ocupaciones (más detalles sobre las escalas en Garrido
contexto que continuamente está en cambio. Se suele diferenciar entre y González 2005).
socialización primaria, la que se realiza dentro de la familia de origen, Logro educativo: El concepto de logro se usa en las teorías sobre movili-
y socialización secundaria, la que se realiza fuera de ella, principal- dad social y se refiere al nivel educativo alcanzado. Desde esta pers-
mente en la escuela. pectiva el logro educativo es el resultado del esfuerzo y de las capaci-
dades individuales de una persona, de su mérito. El logro educativo
Estado de bienestar: Forma de denominar aquellas acciones de las admi-
influye a su vez en el logro ocupacional y en el prestigio.
nistraciones públicas dirigidas a garantizar el bienestar de los ciudada-
nos de un Estado. Los objetivos de estas tareas de Estado vienen mar- Teorías de elección racional: Hay diferentes variantes de teorías de elec-
cados por los derechos sociales, entre cuyos fines está proteger a las ción racional, aunque todas parten de la idea que las personas pueden
personas contra los riesgos vitales más comunes (enfermedad, invalidez, elegir y eligen de entre diferentes alternativas de acción. En general una
vejez, falta de ingresos y pobreza). Algunos Estados de bienestar van persona elegirá entre alternativas calculando los costes y beneficios
más allá de garantizar ciertos derechos sociales y promueven la igual- que puede reportar una determinada acción teniendo en cuenta sus pre-
dad de oportunidades entre personas de diferentes clases sociales, de di- ferencias. Estas teorías ven a las personas como actores con cierto
ferente sexo, origen étnico, etc. Para todas estas tareas las administra- margen de libertad, en contraposición a las teorías de la reproducción
ciones públicas recaudan, a través de los impuestos y las cotizaciones social, que ven a las personas más determinadas por sus condiciones so-
sociales, fondos que después redistribuyen a través de ayudas econó- cioeconómicas y familiares, con menos margen de libertad y capacidad
micas directas, desgravaciones fiscales o servicios públicos. Otra fun- para elegir entre alternativas.
ción teórica del Estado de bienestar consiste en regular el funciona- Efecto suelo: se refiere al hecho que los hijos de familias de clase social baja,
miento de otras instituciones sociales, como mercados y familias, para no pueden tener una movilidad social descendente, sólo pueden repro-
proteger a ciertos colectivos y asegurar la producción de ciertos bienes. ducir la posición social de la familia de origen o ascender socialmente.
Régimen de bienestar: Término que se usa en este libro para designar el Efectos primarios: Los factores que producen diferencias en el rendimien-
entramado de relaciones entre Estado de bienestar, mercados, sistema to educativo según clase social durante los primeros años de escolariza-
educativo y familia (ver ilustración anterior). ción, debido a las diferencias de clase en la socialización familiar.
102 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL

e
Efectos secundarios: Los costes y beneficios de seguir en la escuela des- A
pués de la fase obligatoria. Entre los beneficios se cuentan los salarios P
Í
esperados en el futuro. Los costes se componen de los gastos que para
la familia suponen los estudios (costes directos) y de los posibles in-
Familia y estado de bienestar T
U
L
gresos que la persona obtendría si en vez de seguir los estudios se pu-
siera a trabajar (costes de oportunidad).
en España o
Reproducción social: Es el tema central de las diversas teorías de la re-
Teresa Jurado Guerrero
producción, que intentan explicar el hecho de que en muchos casos la
posición social se transmite de una generación a la siguiente. Como la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Departamento de Sociología JI
estructura de las posiciones sociales no es fija, sino que cambia debido Manuela Naldini
a la transformación socioeconómica de las sociedades, la reproduc- Universitd deg/i Studi di rorino, Dipartimento di Scienze Socia/i
ción social se refiere a la herencia de una posición similar en cuanto a
poder, recursos y oportunidades vitales. El concepto complementario es
el de movilidad social. INTRODUCCIÓN
Habitus de clase: Concepto usado en algunas teorías de la reproducción
social para explicar cómo se transmite la clase social de una generación 'La relación entre Estado y familia siempre se ha considerado crucial para en-
a otra. El habitus se refiere a la estructura mental, las prácticas apren- tender la organización material y simbólica de las familias y las relaciones de gé-
didas y las percepciones de una persona, determinado por la clase social nero.'Anteriormente, en el capítulo 2, se han descrito los profundos cambios fa-
en la que se socializa (para más detalles Bourdieu y Passeron 2001). miliares acontecidos en las últimas décadas y las reformas de la legislación
familiar que los acompañaron, procesos importantes en la modemización de la so-
ciedad española. Otra dimensión significativa de la modemización es la institu-
cionalización de un Estado de bienestar.' Se trata de comprender cómo ha evolu-
cionado la relación entre Estado y familia en la dimensión de las políticas sociales.'·
La naturaleza de esta relación se revela a través del análisis de la división de res-
ponsabilidades entre familia y Estado en ,el ámbito del trabajo de reproducción y
de cuidados y de su codificación en las políticas y leyes sociales. Tomando como
punto de partida la transición democrática, el estudio analiza las responsabilidades
y obligaciones estatales (públicas) en la provisión de bienestar social.¡Se describe
la lógica según la cual los países más «familistas» no son aquellos en los que el
Estado provee a las familias con hijos de políticas familiares generosas, sino que
son aquellos en los que las políticas familiares y los programas de servicios de
cuidados sociales l están extraordinariamente subdesarrollados: A pesar del rápi-
do cambio socioeconómico y de nuevas demandas familiares, los Estados de
bienestar del sur, en los que se incluye España, han ofrecido hasta ahora respues-
tas políticas limitadas~.Curiosamente, la agenda de políticas sociales de la Unión
Europea ha promovido algunos cambios en diferentes políticas familiares.tEste ca-
pítulo se estructura en tres grandes apartados. En la primera parte se muestra la
importancia de la familia y el parentesco para el bienestar de los individuos en Es-

1 Cuando hablamos de cuidados sociales nos referimos a servicios públicos ofertados por la adminis-
tración central, autonómica o local para cuidar de los dependientes familiares, básicamente niños y
ancianos.
1
104 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 105

paña en comparación con otros países. En la segunda parte se describe el proceso italianos y alemanes como representantes de dos grupos diferentes de países, mos-
de institucionalización del Estado de bienestar español y el subdesarrollo de la po- tramos en 1996 que en Italia las redes sociales, tanto de parentesco como de amis-
lítica familiar. En la tercera parte se presentan las innovaciones en las políticas tad, se caracterizan por una alta «intensidad» y un fuerte «localismo» y que las re-
para las familias que se deben fundamentalmente a directrices de la Unión Euro- laciones incluyen no sólo a los padres (Jurado y Naldini 1996b).JTambién
pea, pero también en parte a los cambios y las nuevas demandas familiares. Así se concluimos que las redes de ayuda dentro del parentesco en Italia y España son más
obtiene una idea del contexto en el que se han desarrollado las nuevas pautas fa- importantes que en otros países de Europa septentriona(2 Aquí vamos a usar datos
miliares y se ha debilitado el patriarcado. comparativos para responder a dos preguntas concretas: 1) ¿ Qué papel juegan los
lazos intergeneracionales y de parentesco en la provisión de bienestar en España?
2) ¿Cómo influyen estos lazos en la composición y estructura de los hogares?
SOLIDARIDAD Y LAZOS INTERGENERACIONALES Como se ha descrito en el capítulo 2;en España los miembros familiares de di-
ferentes generaciones conviven durante más tiempo que en países del norte de Eu-
, Las familias españolas han experimentado cambios vertiginosos en sus estra- ropa: Aunque durante las últimas décadas'se puede observar un retraso en las tran-
tegias tanto familiares como individuales~ como se ha podido apreciar en el capí- siciones a la vida adulta en todos los países europeos, es decir'un retraso en la
tulo 2. Curiosamente estos profundos cambios se inscriben dentro de la perma- independencia residencial de los jóvenes, en la formación de una familia y en la
nencia de algunas pautas normativas y culturales, que aunque también son transición al primer hijo, éste es más acusado en España: Entre los jóvenes españo-
dinámicas y cambiantes, siguen otros ritmos más lentos y pausados. Es difícil cap- les de 25 a 29 años el porcentaje conviviendo con los padres ha pasado de 49% en
tar normas y actitudes con estudios representativos y comparativos. Por ello en 1980 a un 72% en 2000; mientras que el incremento en el mismo periodo de los jó-
este apartado nos limitamos a ofrecer algunos datos de encuestas ~e opinión y a venes en casa de sus padres en otros países no ha reducido las diferencias interna-
interpretar algunas pautas demográficas en clave cultural: El uso de diferentes cionales. Por ejemplo en Francia en 1998 eran sólo el 37% de los jóvenes de esa
fuentes de información, como las encuestas de opinión y algunos datos demo- edad los que convivían con los padres (ver gráfico 5 en capítulo 2).'Desde el año
gráficos, nos permite asegurarnos de que nuestra interpretación de la realidad cul- 2000 el porcentaje se mantiene relativamente estable en España e incluso algunos
tural de la familia en España es coherente: indicadores muestran que desde el año 2004 las tasas agregadas de jóvenes que con-
" Estudios de caso nacionales e internacionales indican que la nuclearización de viven con sus padres han descendido ligeramente: sobre todo debido una más tem-
las familias no significa que la familia extensa y los lazos intergeneracionales se prana emancipación de las generaciones más jóvenes (Requena 2006):El manteni-
conviertan en irrelevantes. Al contrario, durante las últimas décadas la investigación miento de las diferencias españolas con las de otros países, la extendida tradición'
ha mostrado que el apoyo dentro de redes de parentesco juega un papel crucial, so- histórica en muchas regiones de España' de un matrimonio tardío y de la conviven-
bre todo cuando se trata de relaciones intergeneracionales cercanas' (Bruckner, cia de la joven pareja con los padres (Reher 1996) y el mantenimiento del retraso en
Knaup y Müller 1993, ISTAT 1993, De Miguel 1992). Estudios comparativos sobre la independencia residencial Clesde los años 80 hasta la actualidad hacen pensar que
la redistribución intergeneracional inter vivos (Bengtson y Achenbaum 1993) yes- hay normas culturales, que aunque no expliquen por si mismas estas pautas de
tudios sobre transferencias intergeneracionales (Attias Donfut 2000) llaman la prolongada convivencia intergeneracional, claramente las posibilitan y facilitan:
atención sobre el hecho que' la redistribución intergeneracional juega un papel "A su vez la convivencia prolongada entre generaciones intensifica lapercep-
muy importante en la inclusión social, en el aumento del bienestar de personas po- ción de obligaciones de ayuda intergeneracional mutua. Los datos de la encuesta
bres y también entre personas con más recursos: Más importante aún es el hecho mundial' de valores realizada en 1990-1993 mostraban que los españoles tienen un
que estos estudios encuentran diferencias entre países. Primero están aquellos en los sentido de la obligación de prestarse ayuda entre padr~s e hijos más desarrollado
que existen frecuentes contactos entre hogares y diferentes formas de ayudas en to- que los daneses, alemanes occidentales y los británicos (Jurado y Naldini 1996a).
das las direcciones y a través de varias generaciones, en segundo lugar hay otros en En una posterior ola de la misma encuesta, realizada en 1999 se puede observar
los que los intercambios se limitan a dos generaciones y en tercer lugar están que esta particularidad española se mantiene (cuadro 1).'
aquellos en los que éstos son débiles y las desavenencias entre familiares frecuen-
tes. Hollinger y Haller (1990)tpresentan resultados del International Social Survey
Programme (ISSP) que muestran que las relaciones entre parentesco todavía son 2 Para ello consideramos tres indicadores: 1) el mayor o menor tiempo de convivencia entre genera-
muy importantes en todos los países. Aunque se observa que los norteamericanos y ciones, 2) cómo los jóvenes buscan sus empleos, 3) las actitudes hacia la religión y las obligaciones
australianos disponen de lazos más débiles que los británicos, alemanes y austria- familiares. Con respecto a este último punto, usamos los datos de opinión de la encuesta mundial de
valores que reflejan que la tradición católica en Italia y España es importante para las ideas que las
cos. Los húngaros e italianos todavía mantienen relaciones de parentesco muy
personas expresan en esos países cuando se les pregunta por valores y obligaciones familiares (Jura-
fuertes (ver Naldini 2003, pp. 142-143).ICon la misma encuesta y refiriéndose a los do y N aldini, 1996b).
106 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 107

CUADRO 1. Amor y respeto por los padres y obligaciones de los padres con respecto traste con la protestante, refuerza los valores de sacrificio y de obligaciones fa-
a los hijos, 1999 miliares (Greeley, 1989). Sea como fuere, la ética religiosa y la afiliación domi-
nante --católica o protestante- produce variaciones en los valores familiares y en
% en vertical. Personas que las obligaciones intergeneracionales dependiendo también de otros factores, en
España Francia Alemania Reino Unido Dinamarca*
afirmaron lo siguiente parte conectados a la modernización y al proceso de secularización.
. La importancia de las relaciones intergeneracionales se refleja asimismo en
«Independientemente de las
cualidades y los defectos
el hecho que muchos jóvenes se instalan en una vivienda cercana al hogar pa-
de los padres, hay que terno cuando crean su propio hogm:. A mediados de los años 90 en España, la
amarlos siempre y mayoría de las madres trabajadores (77%) tenían a un pariente cercano vivien-
respetarles» 81,7 72,1 53,5 62,1 47,0 do en la misma ciudad yen la mitad de los casos éste era su propia madre (Fer-
«No se tiene la obligación nández Cordón 2004). El hecho de que las generaciones convivan más tiempo
de respetar y amar a los juntas y que vivan cerca unos de otros· explica en parte que los contactos e in-
padres que no se lo han tercambios sean más importantes que en otros países:,Esto explica también
ganado con su
que los parientes y la familia sean grandes proveedores de cuidados familiares,
comportamiento y actitudes» 18,3 27,9 46,5 37,9 53,0
. El cuidado de hijos pequeños de padres que trabajan por parte de los abuelos es
TOTAL 100,00 100,0 100,0 100,0 100,0 fundamental, como alternativa a la ausencia de cuidados formales para los niños
«El deber de los padres y como ayuda adicional para situaciones de enfermedad'y para los periodos es-
consiste en hacer 10 mejor colares no lectivos." Según datos de Eurostat (2002, p. 58), el promedio de horas
para sus hijos, incluso a dedicadas por hombres y mujeres con edades entre 50 y 64 años a cuidar, sin re-
costa de su propio bienestar» 77,3 73,6 51,2 71,9 51,9 muneración, a niños y otras personas es más alto en España que en la media de
«Los padres tienen una vida la Unión Europeá (cuadro 2). Se puede observar cómo los mayores en España le
propia y no se les debería dedican más tiempo al cuidado no remunerado de otras personas que en Francia
pedir sacrificar su propio y Dinamarca. Esto no sólo 'apunta a diferencias culturales; sino'también a la fal-
bienestar por el bien de sus
hijos» 13,5 17,3 40,2 20,3 39,0
ta de alternativas como son el subdesarrollo de los servicios de atención a la in-
«Ni 10 uno ni 10 otro»** 8,5
fancia y a la vejez; como se desarrolla a continuación. En el cuadro también se
9,2 9,1 7,8 9,1
puede apreciar que en todos los países son más las mujeres las que ejercen de
TOTAL 100,00 100,0 100,0 100,0 100,0 cuidadoras, aunque la diferencia de género es mayor en España que en los
Fuente: Elaboración propia con World Values Survey, 1999 variable 224. Personas entere 25 y 54 años. otros dos países.
*Los datos de Dinamarca son del World Values Survey, 1990-993, variable 224, porque estas pregun-
tas no se hicieren en1999. ** Esta categoría se incluye en esta pregunta, pero no en la de los padres.
CUADRO 2. Promedio de horas dedicadas a cuidar niños u otras personas.
, Más del 80% de los españoles se sienten muy ligados a sus padres, indepen- Hombres y mujeres entre 50 y 64 años, 2001
dientemente de cómo estos se hayan comportado, y se ven obligados a tratarlos
bien: Se sienten más obligados a un buen trato con los padres que sus coetáneos Cuidando a personas que
Cuidando a niños no son niños
en Alemania, Dinamarca y el Reino Unido, como muestra el cuadro L Las obli-
gaciones de los padres con respecto a sus hijos se perciben como limitadas por el
Hombres Mujeres Hombres Mujeres
propio bienestar de los primeros en Alemania y Dinamarca principalmente. Eso es
claramente diferente en España, donde el bienestar de los hijos está por encima España 22 35 23 46
Dinamarca 12 14 18 10
del de los padres: Estas percepciones de importantes obligaciones de hijos frente
Francia 17 19 16 19
a sus padres y de padres frente a sus hijos' apuntan a la existencia de fuertes nor- Reino Unido - - 3 3
mas culturales de solidaridad intergeneracional en España: Cuando se compara Unión Europea de 15 18 26 16 22
con otros países del sur de Europa (Jurado y Naldini 2007) se observa que son los
países de fuerte cultura católica, inclusive Francia, los que se destacan de los pre- Fuente: Eurostat, 2002, The Lije ofWomen Gnd Mell in Europe, ECHP-UDB, 2001, Anexo estadís-
dominantemente protestantes. Se puede argumentar que la ética católica, en con- tico, A.19, p. 160.
108 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 109

" Además, el retraso y las dificultades que encuentran los jóvenes para conse- ropa estos hogares los constituyen menos las mujeres ancianas y más los hombres
guir la independencia económica explica la frecuente ayuda que estos reciben de entre 15 y 64 años. Además, la proporción de hogares unipersonales en el total de
sus padres,'en forma de regalos y ayudas económicas, sobre todo para la adqui- hogares varía de un 14% en España a un 30 a 35% en el norte de Europa.
sición de la primera vivienda (Jurado 2003). Es de suponer que la generosa ayuda En conclusión, durante las últimas décadas se puede observar el manteni-
de los padres a sus jóvenes origina a su vez presión moral para ayudarles cuando miento de fuertes lazos intergeneracionales y de ayuda familiar en España. Parti-
'1 los primeros son ancianos. cularmente fuerte es el apoyo económico y social de padres a hijos jóvenes y de
1, , La fortaleza de la solidaridad entre parientes también se refleja en las es- hijos adultos a padres ancianos, debido a la falta de servicios públicos para de-
tructuras y la composición de los hogares: En España la pluralización de los ho- pendientes como se muestra más adelante." En España los miembros de la familia
gares y de las familias ha crecido desde los años 1960, pero es comparativamente conviven más frecuentemente y durante un periodo vital prolongado en el mismo
baja, no sólo debido al retraso de la independencia residencial de los hijos, sino hogar y muchas parejas jóvenes se asientan en cercanía al hogar de alguno de los
también por la menor incidencia de las rupturas conyugales y por la mayor inci- padres, a menudo para poder recibir o prestar servicios de cuidados. La persistente
dencia de jóvenes que crean una familia dentro del hogar de origen: En España solidaridad familiar y entre parientes puede explicar en gran medida por qué
hay todavía más familias extensas y hogares múltiples que en el norte de Europa. mujeres y jóvenes no han presionado a los políticos, a través de acciones colecti-
En 1994 en España y en otros países del sur existían entre 10 a 15% de hogares vas y el voto, para aumentar los servicios de cuidados sociales y para apoyar la in-
complejos, mientras que la media europea era de 4%. Esto se debe, sobre todo, a dependencia económica de los jóvenes mediante políticas activas de empleo y
las mayores proporciones de viudas que viven con sus hijos, lo que se podría de- ayudas a la vivienda, entre otras. Aunque hay más factores que explican la im-
nominar como el fenómeno de la reconvivencia (Saraceno y Naldini 2001). portancia de la familia como un proveedor de bienestar de primer orden, como se
. También tiene que ver con las mayores tasas de jóvenes casados que viven en el desarrolla a continuación.
hogar paterno y con los divorciados y separados que vuelven a vivir con sus pa-
dres (Requena 2001) ...
En consecuencia, 'la pluralización de hogares y familias en España es más el ESTADO DE BIENESTAR Y POLÍTICA FAMILIAR EN ESPAÑA
resultado de cambios en el ciclo vital debido a un aumento de la expectativa de
vida de las mujeres y al aumento de la población anciana'. De hecho se encuentra En el siguiente epígrafe se describe la relación Estado-familia poniendo el
un número muy importante de mujeres de 65 o más años que viven en hogares foco en la división de responsabilidades entre ellos desde una perspectiva com-
unipersonales como se desprende del gráfico 1, mientras que en el norte de Eu- parada que se interesa por las variaciones entre los Estados de bienestar: La in-
vestigación comparativa sobre Estados de bienestar ha considerado con mucha
frecuencia que los países del sur de Europa son los más «orientados hacia la fa-
GRÁFICO 1. Proporción y composición de hogares unipersonales, 1999
milia» o los más «familistas» (Esping-Andersen 1990, 2000):Contrariamente a
100%
otros países que pertenecen a un régimen de bienestar conservador (por ejemplo,
90%
Francia, Austria y Alemania), en los países del sur de Europa el «familismo» no
se ha traducido en un apoyo del Estado a las familias a través de políticas sociales:
80%
Al contrario;en esos países un papel fundamental en el funcionamiento del régi-
70%
men de bienestar se reserva a la familia"y al parentesco. De hecho cuando se ana-
60% CJ . 1 mujer 65 + años lizan los tipos y niveles de prestaciones públicas para familias con hijos' en los pa-
50% - 1 hombre 65 + años íses del sur de Europa, los países familistas, se descubre que las políticas
CJ . 1 mujer 15-64 años
40% familiares están subdesarrolladas' (Naldini 2003, Carlos 2000). Los países del
- . 1 hombre 15-64 años sur de Europa' muestran el nivel más bajo de ayudas económicas para familias con
30%
20% hijos'(Bradshaw y Ditch 1993, Dumont 1998), lo que trataremos de explicar me-
- % hogares diante un recorrido por la evolución de las políticas sociales para familias: En el
10% unipersonales sur la familia no sólo es el proveedor clave de bienestar, sino también representa
0% uno de los factores que marca una particular vía de funcionamiento del Estado de
España Alemania Francia Reino Unido bienestar '(Martin 1996). El peso y los costes del mantenimiento y del cuidado de
Fuente: Eurostat 2000, cuadro 9. Nota: Los datos provienen de las Encuestas de Población Activa. No hijos, discapacitados o personas dependientes es en gran medida una cuestión pri-
hay datos para Dinamarca. vada y familiar: Esta idea es similar a la tesis que interpreta el declive familiar (re-
110 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 111

tras o de la formación familiar y caída de la fecundidad) en el sur de Europa no un empleo asalariado estable; principalmente el hombre adulto y sustentador fa-
como una consecuencia de los cambios familiares y femeninos, sino como una miliar; y una protección débil para los que están fuera del mercado laboral o tie-
consecuencia de un contrato de género desequilibrado, de la falta de servicios para nen empleos precarios:
las personas que más cuidados necesitan y como falta de políticas que promueven 2 .. Sistemas de salud de cobertura universal, pero con un amplio margen para
¡
la conciliación entre familia y empleo. la sanidad privada; 'lo que significa que se mantiene una mezcla de público-pri-
. 1
Una de las principales hipótesis de este capítulo y' una dimensión distintiva del vado .
I
modelo de familiar español es la idea que la balanza de responsabilidades entre 3. 'Una baja penetración del Estado de bienestar y un bajo grado de «etatis-
"

Estado y familia en España se inclina fuertemente hacia la familia, mientras que el mo»: Esto significa que existe un bajo grado de autonomía estatal, fuertes lazos
papel del Estado se centra principalmente en proveer seguridad social al trabaja- partidistas, clientelismo e importantes mecanismos de padrinazgo: El acceso al
dor masculino con empleo estable: Las preguntas que guían los siguientes apar- bienestar social incluso se asemeja a una relación de intercambio monetario entre
tados son: ¿Por qué emerge una división de las tareas entre Estado y familia grupos políticos y sociales, inclusive los sindicatos, sobre todo a nivel local:
centrada en la última? y ¿Qué perspectivas de cambio han de suponerse? Estas 'Esta institucionalización del los Estados de bienestar del sur durante las últi-
preguntas llevan a las dinámicas de Estados, familias y mercados. Sin ir dema- mas décadas ha resultado en cuatro particularidades en la configuración de mer-
siado hacia atrás en la historia, ofrecemos una interpretación histórica de las in- cados de trabajo, políticas sociales, mercados de vivienda y familias ..
terrelaciones entre cambios en el contexto institucional del Estado de bienestar es- 1.. Contrariamente a sus equivalentes en el norte,' todo los mercados de traba-
pañol y los cambios en las estrategias familiares e individuales. jo del sur han experimentado fases de emigración de mano de obra sobrante du-
rante la década de los 60 y la permanencia de altas tasas de desempleo de mujeres
y jóvenes. Asimismo las empresas familiares y el sector informal están más di-
Desarrollo del Estado de bienestar y subdesarrollo de la política familiar fundidos '(Mignione 2001). La altamente segmentada naturaleza del mercado de
trabajo y el Estado de bienestar basado en esta característica sistemáticamente han
. De acuerdo con algunos analistas, Grecia, Italia, España y Portugal constitu- desfavorecido a los trabajadores «no-centrales», a los desempleados y particular-
yen en la literatura sobre Estados de bienestar un grupo de análisis separado', los merite a mujeres y jóvenes (Ferrera 1996, Guillén 1997, García y Karakatsanis
países llamados «mediterráneos» o del «sur de Europa» (ver Naldini 2003, p. 24- 2006). Por lo tanto se puede observar una distribución desequilibrada de los ries-
26). Leibfried (1992) resalta la «naturaleza rudimentaria» de estos Estados de bie- gos cubiertos entre generaciones y entre sexos.·Las mujeres están menos prote-
nestar. Castels (1994) enfatiza' la influencia del Catolicismo y el importante papel gidas que los hombres: En los países del sur los sistemas de seguridad social pri-
que juega su doctrina social en configurar los Estados de bienestar en esos países: vilegiaron desde sus albores los riesgos relacionados con la vejez y la figura del
En general se puede decir que la Iglesia, en particular la Iglesia católica, ha de- sustentador masculino y adulto, mientras que se reserva una protección secunda-
fendido continuamente el principio de «subsidiariedad», que se refiere a la idea ria a otros individuos, jóvenes, niños y mujeres ..
de dar, siempre que sea posible, prioridad a organizaciones pequeñas y volunta- 2.. Esto va unido al papel marginal de algunas áreas de protección social: asis-
rias sobre el Estado. En esta línea la Iglesia presta particular atención al desarro- tencia social y última red de seguridad y política familiar. De hecho el nivel de
llo de servicios de cuidado para los dependientes ancianos y para los niños, de- prestaciones de jubilación se encuentra dentro de la media europea, mientras
bido a su tradicional importancia en este campo y en el desarrollo de servicios de que no se puede afirmar lo mismo para la asistencia social y las jubilaciones mí-
atención a los pobres: La idea de que los países del sur de Europa no forman so- nimas,' que son muy pobres' y que afectan sobre todo a las jubilaciones de las mu-
lamente un grupo rudimentario, sino que conforman un grupo con sus propias ca- jeres.'Hasta los años 90 no existían esquemas nacionales de rentas mínimas en es-
racterísticas y experiencias, ha sido ampliamente desarrollado por Ferrera (1996), tos países'(Gough 1996, Ferrera 1996, Ferrera 2005). 'Por otro lado, el
y recientemente por García y Karakatsanis (2006). De acuerdo con Ferrera,'los mantenimiento de rentas en caso de desempleo sólo es accesible a aquellos que
países del sur de Europa se caracterizan por una modo único de funcionamiento tienen un historial laboral adecuado, porque las prestaciones de desempleo están
político:' basadas en un sistema contributivo: Como el desempleo en el sur está muy con-
1.. Un modelo de Estado de bienestar con relativamente altas transferencias centrado entre los jóvenes, muchos desempleados han carecido y carecen de pro-
monetarias, en particular pensiones; basado en el estatus ocupacional e influen- tección social adecuada'(Gallie y Paugam 2000). Esto influye en las formas fa-
ciado los principios históricos creados por Bismarck en Alemania. Además mues- miliares de convivencia de los jóvenes en esos países. Como se ha mostrado en el
tra un alto nivel de fragmentación institucional: En los países del sur se ha im- capítulo 2 los jóvenes se comportan de otra forma que sus contemporáneos en
plementado un sistema «dualista» de protección, que refleja el muy segmentado otros países. Por ejemplo, viven durante más tiempo con sus padres, los que le
mercado de trabajo. Este sistema consiste en una alta protección para quién tiene protege parcialmente de la pobreza (Saraceno 2000).
-

112 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 113

3. 'Los Estados de bienestar del sur exhiben un sistema de vivienda parti- Tipos y niveles de apoyo estatal a las familias
cular y una política de vivienda débilO(Castles y Ferrera 1996, Allen et al.
2004): Durante las últimas décadas en todos los países del sur la propiedad de . En la mayoría de los países europeos no existe un concepto bien definido de
la vivienda se ha convertido en la tenencia de vivienda dominante: La propie- política familiar. Muy frecuentemente no hay un política familiar «explícita»,
dad de la vivienda se considera una ventaja, porque ofrece estabilidad personal sino una mezcla de arreglos' y prestaciones que tienen a la familia «implícita-
y familiar en un contexto de frecuentes crisis de empleo: Funciona como una mente» en consideración (Bahle y Pfenning 2000, p. 1). Por ello aquí asumimos
especie de seguridad social a lo largo del ciclo vital* para trabajadores «no- una definición amplia de política familiar que incluye políticas implícitas y ex-
centrales» con expectativas de pensiones bajas y también garantiza estabilidad plícitas con respecto a las familias (Kamerman y Kahn 1978) yaplicamos una ti-
política. Además, la construcción de vivienda promueve el crecimiento eco- pología internacional de grupos de política familiar basada en estudios empíricos.
nómico y se usa como un instrumento de política económica contra-cíclica. En Entre los cinco grupos de países de Europa occidental con una política familiar
este contexto mercantil y familiar las políticas de vivienda pública han sido es- similar, propuestos por Bahle y Pfenning (2000, p. 2); tiene mucho interés con-
casas, sobre todo las ayudas al alquiler y la oferta de alquiler social. En Espa- trastar el modelo de política familiar español con el modelo francés: El caso fran-
ña el alquiler social no representa mas del 2% de todas las viviendas, mientras cés representa un sistema explícito, visible, coherente y pronatalista de política
que la media de la Unión Europea en 1999 era del 18% (Trilla 2001, p. 64). familiar, en el que con el paso de los años se ha implementado una impresionante
Las políticas existentes están dirigidas a la adquisición de vivienda (Jurado colección de medidas orientadas a fomentar la formación de familias grandes y la
2006). En este contexto la ayuda intergeneracional es muy importante para la igualdad de género, ambos aspectos simultáneamente. Para ello el Estado de bie-
adquisición de vivienda y a su vez el sistema de vivienda fortalece la solidari- nestar francés ha desarrollado un sistema generoso y «universal» de prestaciones
dad familiar. económicas para las familias (Gauthier 1996) y un sistema extensivo de servicios
4 .. Como en otros regímenes de bienestar conservadores, desde el principio de atención a la infancia y de políticas orientadas a los padres para apoyar a las
se institucionalizó un sistema de seguridad social corporativo, aunque en el mujeres en su doble carga de ser madres y trabajadoras' (Jenson y Sineau 1998,
caso de España el sistema de seguridad social no se desarrolla plenamente has- Gornick et. al 1997 , Jurado 2007): A diferencia de la política familiar francesa,
ta los años 1980 y 1990. 'Comparado con otros países europeos, en los que la ex- en España ésta se caracteriza por la ausencia de un modelo explícito y por ser
pansión del Estado de bienestar ocurrió durante la fase de prosperidad econó- una colección muy incompleta de medidas que son comparativamente pobres .
mica del periodo de posguerra, la expansión en España acaeció más tarde y (Bradshaw y Ditch 1993, Plaquer 2000):De hecho durante los años 1980 los pa-
todavía está inacabada. Esto se debe a factores políticos, como es el manteni- íses del sur de Europa tenían el nivel más bajo de gasto público en familias con
miento de un régimen autocrático hasta finales de los 70, debido a diferencias hijos. 'Las series temporales estadísticas europeas sobre políticas sociales (ES-
socioeconómicas y demográficas y debido alas dificultades para implementar PROSS) confirman la 'permanencia de .este subdesarrollo hasta la actualidad'
un sistema de seguridad social en un periodo de recesión económica (Martin (Eurostat 2007).·Desde 1990 hasta 2004 el gasto público en prestaciones fami-
1996, Castles 2006) . liares en efectivo en España no cambió significativamente (gráfico 2). En 2000
. Se puede argumentar que la importancia del bienestar provisto por la fami- las prestaciones familiares representaban 0,2% del PIB en España comparado
lia y de la transferencia de recursos entre generaciones ha hecho menos acu- con 2,1 % en Alemania, 2% en Francia' y una media de 1,4% en la Unión Europea
ciante la necesidad de fortalecer la red de seguridad social pública, las políticas de 15 (Eurostat 2003a) 3 .. Italia, España y Grecia son los únicos países de la
de vivienda y la política de familia' que si el contexto hubiera sido diferente. En Unión Europea sin un sistema «universal» de ayudas familiares (Missoc 2002).
cualquier caso' las mencionadas particularidades' económicas, la escasez es- Como se describe más adelante, las prestaciones económicas para familias to-
tructural de empleo, la importancia de las empresas familiares, de la economía maron en los 90 un giro político selectivo y se han convertido en medidas para
informal y de mercados de trabajo segmentados,' determinan también en gran combatir la pobreza familiar.
medida la existencia de redes de solidaridad familiar y de parentesco fuertes'.
Seguramente, nos encontramos ante una espiral que se refuerza mutuamente y
en la que causas y efectos están entretejidos. Actualmente y aún más en el fu- 3 En esta publicación las prestaciones familiares en efectivo incluyen ayudas públicas periódicas y de

turo, los puntos débiles del los Estados de bienestar del sur representan causas pago único, como son ayudas para niños y familias, pagos por excedencia parental y otros subsidios
de cambios en las pautas demográficas y de solidaridad familiar, como se de- específicos para familias (familias monoparentales, ayudas al nacimiento, etc.). Las deducciones fis-
cales están excluidas menos cuando cumplen las siguientes tres condiciones: cumplen con la defini-
sarrolla más adelante. En el siguiente apartado ofrecemos una descripción más ción de protección social, son inclusivas y se pagan en dinero si los ingresos del hogar son demasiado
detallada de una de las áreas de política social más débiles en los Estados de b~os para ser aplicados directamente. El pago durante el permiso maternal está excluido (más deta-
bienestar del sur. lles en Eurostat 2003).
CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 115
114

GRÁFICO 2. Prestaciones sociales en efectivo para la función familia en % del PIB, ciarios había descendido al 50% de los hombres casados. La dramática caída
1990-20044 del gasto en prestaciones familiares se debe principalmente al descenso del valor
real de las prestaciones desde inicio de los años 1970 (Cruz Roche, 1984, p. 87;
Martín Antón, 1981, p. 173).
- Por otro lado las prestaciones sociales en el sur de Europa muestran grandes
deficiencias con respecto a los servicios de cuidados sociales, como son los
servicios de atención a niños muy pequeños (guarderías) y los servicios para ma-
yores dependientes' (ver González, Jurado y Naldini 2000, Flaquer 2000, Gon-
............... --------_ .... ---------- -----_ .... ----------_ .... _-------_ ... ---- --_ .... --------_ .. -----_ ... zález 2003). La falta de guarderías para los niños de O a 3 años, las deficiencias
de la mayoría de las guarderías en cuanto a calidad y flexibilidad de horarios así
_ .... -.-.---------_ ... ------ --_- .. _-.------_ .. _-------- como el bajo nivel de empleos a tiempo parcial hacen la conciliación de familia
0,5 ---~ ..
~--------- ---------;-~.... ___----.---.....~~-------..
~------~..
_~..
k-----....~_..-~.._ _~
y empleo muy difícil (Naldini 2006). Como se puede observar en el cuadro 3; el
o+-~--~~--~~~~~~--~~--~~--~~~ núm<?ro de guarderías para niños menores de tres años es muy limitado en Es-
1990 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 2004
paña. Alrededor del año 2000 un 5% de los niños de esa edad estaban en una
--+- Dinamarca ~ Alemania ~ España -><- Francia ---- Reino Unido guardería en España comparado con un 64% en Dinamarca y un 34% en Francia
e Inglaterra. 5 •
Fuente: Eurostat 2007, cuadro 9.
Nota: A partir de 1991 Alemania incluye Alemania del este. Gran parte de los datos de 2003 y 2004
son provisionales. CUADRO 3. Servicios formales de atención a la infancia (guarderías) en 2000

Niños menores De 3 años a edad


País Año
de 3 años en % escolar en %
. En España las prestaciones familiares tuvieron una época de esplendor durante
la dictadura franquista: El antiguo sistema de prestaciones familiares vigente du- Dinamarca 1998 64 91
Francia 2000 34 99
rante la última fase de la dictadura, y producto de la reforma del sistema de se- Alemania 2000 10 78
guridad social en 1966, incluía dos prestaciones regulares para el hombre cabeza España 2000 5 84
de familia, una asignación por hijo y una asignación por esposa, y dos prestacio- Reino Unido 2000 34 60
nes de pago único, una asignación por matrimonio y una asignación por naci-
miento. En los primeros quince años desde el final de la dictadura el sistema de Fuente: OECD, 2001, tab. 4.7; Para Francia: Morgan y Zippel (2003); *Para el Reino Unido los da·
tos se refieren sólo a Inglaterra.
prestaciones familiares escasamente cambió: En 1982 el gobierno socialista diseñó
un sistema de prestaciones familiares diferente y con un gasto público menor. En
1985 se eliminaron las prestaciones de pago único y la asignación por esposa y se Además,"en España las guarderías para los menores de tres años están muy
creó un suplemento por hijo a cargo para los jubilados y desempleados:.Con la in- desigualmente distribuidas a nivel regional y local. 'En el curso 2001l20021a tasa
troducción de las prestaciones no contributivas en el sistema de seguridad social de escolarización de los niños de O a 2 años era la más alta en Cataluña y el País
en 1990, se elimina el antiguo sistema de prestaciones familiares. por completo y Vasco 'con una tasa del 27% y 23% respectivamente, seguida de la Comunidad de
se introduce una prestación familiar por hijo a cargo sujeta a condición de re- Madrid (17%) y Galicia (12%), mientras que al otro extremo se encuentran las
cursos y por lo tanto dirigida a la población en riesgo de exclusión social"(ver ~ás Comunidades de Extremadura, Canaria y Andalucía con una tasa de 1,3%. Tam-
adelante). Entre 1979 y 1990 no se incrementó el valor de las antiguas prestacIO- bién hay grandes diferencias en el reparto territorial de los centros según la titu-
nes existentes y, debido a la inflación, el valor real de las prestaciones familiares laridad pública o privada de los mismos '(González 2003). De todas formas, en el
cayó de forma dramática. Si en 1970 las prestaciones. familiares ,regulares de. la se- caso español hay que ser muy conscientes de la falta de datos exactos sobre guar-
guridad social representaban el 1,8% del PIB en 1980 hablan descendIdo ~l
0,4%, algo por encima del nivel actual (gráfico 2). En 1980 el número de benefl-
5 Desde el año 2000 estas cifras han aumentado en la mayoría de los países, pero se mantienen las im·

4A diferencia de lo expuesto en la nota anterior, aquí sí se incluyen los pagos de la seguridad social portantes diferencias comparativas y también las dificultadas para recabar información comparable
durante el permiso maternal. (OECD 2007).
116 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL
FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA
117

derías, sobre todo de las de titularidad privada. Dentro del sector público éstas
GRÁFICO 3. _ Servi~ios .de ?uidados a la vejez. Proporción de la población mayor
pueden ser de competencia local, de Comunidad Autónoma o de una mezcla en-
de 65 anos en InStitUCiOnes o que reciben ayuda a domicilio, 1992-2001
tre ambos y esto dificulta la recogida sistemática de estadísticas a nivel nacional.
Mas fácil de evaluar es la situación de atención a la infancia entre 3 y 6 años, de- 10~------ __________________- .
bido sobre todo a que esa fase educativa forma parte del sistema de educación 9¡-----________________ ~~

formal. En España en el curso 2004-2005 los niños de tres años escolarizados en 8¡-------_________________
el sistema educativo oficial alcanzaban el 94% de los niños de esa edad (MEC
7¡-------______~._----~=
2006). Por 10 tanto, el problema'en España es la atención a los niños menores de
6i-------------~
tres años. La mayoría de estos niños los cuidan las madres o, cuando estas están D En instituciones
empleadas, las abuelas: En España la solidaridad familiar en estos casos es muy 5 i--------,-- ~ Ayuda a domicilio
importante; sobre todo para las madres jóvenes empleadas menores de 30 años, 4 -t-------j

para las que trabajan en empleos de baja cualificación y para las madres solas. 3 -t-------/
Según una encuesta realizada en 1998 a madres trabajadoras, en un 46% de los 2
casos la abuela materna cuida cotidianamente a los hijos en edad preescolar
(cuando viven en la misma localidad y la madre trabajadora tiene al menos un
hijo de menos de 6 años). Aparte de esa ayuda cotidiana, las abuelas también España Reino Unido Francia Alemania Dinamarca
ayudan en muchas otras tareas que permiten a las madres conciliar empleo y fa-
milia (ver capítulo 6). F,uente: Para instituciones Eurostat (2003b) basado en datos de la OECD L d t " ti
. En los cuatro países del sur de Europa la familia también es el principal pro- dIados d l - 90 P , os a os se le leren a me-
, e os a?os " ara ayuda a domicilio Eurostat, 2003b, basado en fuentes nacionales e in-
veedor de cuidados a personas ancianas y el Estado de bienestar ofrece muy po- ternacIOnales dlspombles, Los datos se refieren a los años 1992-2001.
cos servicios públicos en este área de cuidados. En este campo es donde el Es-
tado más ha aplicado el principio de subsidiaridad y ha dejado esta
responsabilidad en manos de la familia; de los servicios privados y de los ser- , Otras fue~tes.nac.ionales para España calculan en un 2% los ancianos que eran
vicios ofertados por la Iglesia o por otras organizaciones no gubernamentales ~;Ida?os en mSti,tucIOnes p~blicas y privadas durante mediados de los años 90
(ver Blackman et al. 2001). Como resultado de esta tendencia general;en Es- ernan~e~.Cordo.n ;W04). Solo un 5% de los ancianos dependientes que viven en
paña se ofertan pocos servicios públicos en forma de residencias de ancianos y sus dom~cIhos recIbmn ayuda de los servicios sociales o de servicio doméstico a-
ayuda a domicilio para ancianos necesitados. "El gráfico 3 reúne algunos datos gado, mIentras que el resto de estas personas recibían ayuda informal prepon~e
comparativos sobre estos servicios. 6 Se observa que los buenos proveedores de r~?te~ente de la familia (C~mpo Ladero 2000). En una encuesta repre;entativa re~
cuidados institucionales tienden también a proveer bastante ayuda a domicilio. a IZ~ ~,en 20?2 en Astunas a la población mayor de 64 años residente en
. Durante la última década' España ha estado entre los Estados de bienestar que domI.cIlIO particular se e?trevistó a los mayores independientes y a aquellos de-
menos servicios ofrecían. En España el sistema de cuidados a personas mayores pendIentes. E? un e~tudI?, sobre la dependencia en la vejez basado en esta en-
dependientes se basa en el cuidado informal no remunerado 'que ofrecen en ge- cuesta se anahza la sItuacIOn de los ancianos según su grado de depend ' E
tre los d d" enCla. n-
neral mujeres de la familia y en la atención pública a la población sin recursos epen ,I~ntes: q~e VIven en un domicilio particular, un 4% sólo recibía
o con recursos limitados: Como consecuencia las familias con rentas medias y a~~da de.servIcIOs pu.bhcos de ayuda a domicilio, un 6% recibían ese tipo de ser-
bajas quedan excluidas del sistema público por exceso de recursos y del priva- ~~I~S umd,o a ayud~ mformal, un 12% recibían atención domiciliaria privada un
do por falta de ellos." Sólo en los últimos años otros grupo de población están o ~s~a m~s ~yuda mform~l y ~n 71 % sólo recibían ayuda informal. Es decir' los
pudiendo acceder a servicios privados y públicos mediante copago (Rodríguez servICIOS pubhco~ en Astunas ,solo alcanzaban al inicio del milenio un 10% de los
Cabrero 2005). ~ayores depend~entes ~GarcIa et al. 2005): Esta situación cambiará de forma
~mporta~~e a partIr del ano 2007, ya que en diciembre de 2006 se aprobó la ley de
romocIOn.d~ la Autonom.ía Personal y Atención a las Personas en Situación de
DependenCIa , que se conSIdera un cambio cualitativo del Estado de bienestar es-
6Las investigaciones comparadas sobre servicios de cuidados para personas mayores se enfrentan a panal, porque se crea un nuevo sistema dentro de la seguridad social: Están aún
varios problemas, Faltan datos fiables, debido en parte a las grandes diferencias en las definiciones
y categorias de servicios existentes, Sobre estos problemas ver Bettio y Plantenga 2004; Blackman
et al. 2001. 7 Ley 39/2006, de 14 de diciembre,
CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 119
118

por evaluar las formas concretas de implementación de este sistema, entre ellas la mente percibidas como pronatalistas y por ese motivo' en España durante mucho
tiempo se evitaron proyectos legislativos en esa área' (Valiente 1996, N aldini
generosidad del mismo.. ._ .
La falta de servicios púbhcos para mnos preescolares,. person,as ancI~nas y 2003 p. 208). Además;las demandas de los partidos políticos a favor de políticas
dependientes se ve contrarrestada, en menor o mayor medIda segun el palS, ~or sociales para familias con hijos se han visto limitadas por la división ideológica
la compra de servicios privados en el mercado por parte de los hogares ~e m- sobre el modelo de familia que el Estado debía apoyar. 'Los partidos de orientación
gresos medios y altos.'El aumento de la oferta d~ mano de obra f?rmal e m~or­ de izquierdas han evitado poner la política familiar o las políticas sociales para ni-
mal por parte de inmigrantes es un as~ecto com~n a to~os los palS~~ ~el sur de ños en la agenda política y han preferido enmarcar estos temas en términos de de-
Europa desde finales de los años .19~0. Incluso ~l el fenomeno es dl~ICll de ca~­ rechos sociales para mujeres y de derechos individuales (Naldini 2000). Tradi-
tal' en términos cuantitativos, los mdlcadores eXIstentes mue~tran la l~portancla cionalmente' el debate entre partidos políticos ha estado marcado por la
del trabajo de inmigrantes en el sector de servicios domést~cos y p~vados: La importancia de las diferencias de clase y la izquierda y la derecha han competido,
. OECD ofrece cifras para 1998-99 que muestran que. GreCIa, ,Espana, It~ha '! entre otros temas, por beneficios para los trabajadores y pensionistas y no por ayu-
Portugal son los países de la OECD con las proporclOnes mas altas de m~l­ das a la familia:
grantes empleados en el sector de hogares: En España el 16% de la pob~aclOn . También es importante el hecho que el Estado de bienestar se construye tar-
extranjera empleada lo estaba en este sector compara~o ~o~ 70J:; .en FrancIa,. 1% díamente en España y al inicio'se necesitan muchos recursos para consolidar el
en Alemania O 5% en el Reino Unido y un porcentaje mSlgmflcante en Dma- mantenimiento de ingresos a través del sistema de seguridad social, principal-
marca. Ade~á~, en España y los otros tres países los inmigrantes están clara- mente las pensiones y el subsidio de desempleo. Asimismo ha sido costoso crear
mente sobrerepresentados en el sector hogares cuando. se c~mp~~an co~ los los dos servicios universales existentes, la sanidad pública y la educación públi-
trabajadores autóctonos (OECD 2001, Cuadro 5.4).-La mvest~a~lOn naclOn~l ca y concertada; sin olvidar el hecho que durante"las dos crisis de empleo que su-
confirma la importancia de los inmigrantes en lo~ empleos domestIco s y de cu~­ frió España'en los años 1980 y 1990 se disparó el gasto para financiar los diver-
dados, sobre todo en el cuidado a ancianos '(Garndo 2005, P~ella 2004) .. El.cUl- sos subsidios de desempleo.'No es de extrañar que los discursos políticos en
dado a ancianos provisto por trabajadores inmig~a.n~es sos~lene la contl~Uldad periodos electorales se centraran alrededor de cuestiones como las subidas sala-
del cuidado informal familiar basado en el domlclllO partIcular y este tIpo de riales, las reformas del sistema de desempleo y los derechos ligados a la seguri-
cuidados además es apoyado por el Estado (Naldini 2006). El Estado pu~d.e apo- dad social y mucho menos en cuestiones familiares; a pesar de las muy bajas ta-
yar este tipo de cuidados a través de prestaciones en efectivo a las fa~lhas o a sas de fecundidad desde los años 1980 (ver capítulo 2). 'En cambio en países
los dependientes, tal como están previstas en la nueva ley de dependencIa en Es- como Francia, cuyo Estado de bienestar se empezó a construir en el siglo XIX, la
caída de la fecundidad, también de las primeras históricamente, lleva pronto a la
paña. , . . l' - implementación de políticas pronatalistasexplícitas: En España la caída de la fe-
Para concluir, aunque en todos los palses europeos, las I?ujeres son ~s pnn
cipales proveedoras de cuidados, esto es particularmente CIerto en Espana .. ~or cundidad no entra en la agenda política hasta muy recientemente. Las crisis de
otro lado, el lento desarrollo de programas de atención a la inf~ncia y ~e serVICIOS empleo y la amplia generación del «baby boom» que entran en la edad adulta en
de cuidados para ancianos muestra que l~ idea ?e que el tra?ajo de. cUlda~o es en los años 80 y 90 hace que la caída de la fecundidad no se perciba como un pro-
primer lugar la responsabilidad de las mUjeres SIgue pr:dommando (Gon~ález, ~u­ blema'entre los actores políticos y los votantes en aquellos años, mientras que la
rado y Naldini 2000). Esta idea además se ve aC?I?panada p~r la ausenCIa de SIg- extensiól?- y el nivel de las pensiones de vejez, la jubilación anticipada y los sub-
nificativas prestaciones en efectivo para las famIlIas, contrarIamente a lo que su- sidios de desempleo se han percibido durante mucho tiempo como prioridades so-
cede en otros países. ¿Cómo explicar esta situación? ciales, De tal forma que'el Estado de bienestar gasta más recursos en los depen-
dientes existentes que en los dependientes potenciales, los niños (Garrido 1993,
Garrido y Malo 2005),
Subdesarrollo de la política familiar: Una interpretación Además, como ya se ha mencionado, 'la Iglesia católica ejerce una gran in-
fluencia. En España y otros países del sur, la hegemonía cultural y política ejer-
. ¿Por qué las políticas familiares est~n s~~desarrolladas en España y en el ~~r cida por la Iglesia católica es fundamental para entender la pm1icular cultura de la
de Europa? En el caso español una exphcaclOn del escaso desarrollo de la poht~­ familia centrada en la importancia de la solidaridad familiar; ejercida en primer lu-
ca familiar desde la transición democrática hay que buscarla en el legado del re- gar por las mujeres, y la consecuente ausencia de demanda a favor de servicios
gimen autoritario: La experiencia de la política familiar fra~quista dejó ?~a fuer- para las familias. Esta cultura familiar se remonta también a las normas vigentes
te oposición a cualquier política que pudiera parecer pronata~~ta. Las pohtlcas 5~e en las sociedades rurales y patriarcales, en las que se han criado gran parte de los
explícitamente están dirigidas a financiar el gasto de los hIJOS pueden ser facll- actuales españoles, y que fueron reforzadas durante el período autoritario (Naldini

i .1
120 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA
121

2003 Y capítulo 2). El contexto cultural y social ha estado durante mucho tiempo lítica familiar a través d~ directivas de la Unión Europea. ¿Hasta qué punto el de-
orientado a valores católicos. La hegemonía de la Iglesia católica, sobre todo en sanullo de~ Estado de bIenestar español, en particular, las prestaciones familiares
temas familiares ha dificultado las definiciones alternativas de familia, como se y las cuestIOnes de reconciliación entre familia y empleo, han sido influenciadas
manifestó por ejemplo en la fuerte oposición de la Iglesia al divorcio en todos los por. agen~a política de la Unión Europea y sus directivas y por las consecuencias
países del sur de Europa en los años 60 y 70, que sólo poco a poco fue amainan- no mtencIOnadas de la modernización de las familias españolas como son la ca-
do (Iglesias de UsseI1998). Aunque la influencia de la Iglesia en los debates po- íd~ de la fecundidad y el aumento de la ruptura conyugal? D~ esto trata el si-
líticos y en los temas de familia sigue presente, en tres décadas ésta ha disminui- gUIente apartado.
do considerablemente, como muestra el hecho que en 2005 se pudiera aprobar una
reforma legal para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo en Es-
paña. REORIENTACIÓN DE LAS POLÍTICAS PARA FAMILIAS
El retraso y la diferente forma de la industrialización y modernización en Es- E IMPULSOS DESDE LA UNIÓN EUROPEA
paña ha afectado el desarrollo del Estado de bienestar, en particular el desarrollo
de los servicios públicos. Este está también íntimamente ligado a la participación ~n este último apartado vamos a ver si el Estado de bienestar español se ha
de las mujeres en el mercado laboral.' Como es sabido, la mayoría de los servi- m~vIdo ~e~de su tradición de políticas familiares pobres hacia unas políticas
cios de atención a la infancia en Europa se han incrementado con la entrada de mas explICItas y generosas, sobre todo en cuanto a la conciliación de familia y
las mujeres en la fuerza de trabajo. 'En cambio, las particularidades del mercado e~pleo. Se ha mostrado, que a pesar de la experiencia de transformaciones so-
de trabajo en España han contribuido en parte a que las mujeres sean las prove- cI?~conómicas y cambios familiares rápidos y profundos, sólo la legislación fa-
edoras principales de servicios de cuidados y actores claves en practicar la soli- mIhar se ha acerc~do e incluso superado a la de otros países del norte, mientras
daridad intergeneracional. Primero, porque durante largas fases ha existido una que el Esta.do de b~~nestar ha ofrecido hasta ahora limitadas respuestas políticas
amplia economía informal y una falta estructural de empleo, que afectaba más a a los cambIOS famIlIares. 'La existencia de un modelo particular de familia en el
las mujeres y que las «empujaba» hacia las tareas familiares. Segundo, porque el sur, .e~ t~rmino.s de pautas familiares y de la división de trabajo entre Estado y
empleo autónomo, las empresas pequeñas y las empresas familiares tienen un famIha sI?ue vIgente; .como descrito en el capítulo 2: El Estado da por supuesta
alto peso en la economías. Las pequeñas empresas son una fuente de empleo l~ a~uda mterge~~r~cIOn~I'~ entre pa~ientes que enfatiza el principio de sub si-
para mujeres y otros miembros familiares y constituyen un tipo de empleos d!andad.·Los serVICIOS p~blI~os de CUIdados para las personas dependientes es-
que permiten a las mujeres cumplir con el rol de cuidadoras, ya que muchas pe- ta~ subd.e,sarrollados·en termmos comparados, lo que está en línea con la fuerte
queñas empresas son familiares, donde la frontera entre familia y el empleo se onentacIOn del Estado de bienestar hacia las transferencias en efectivo y hacia
desdibuja. el sustentador principal masculino bien insertado en el mercado laboral. 'Ade-
. Las razones históricas que explicarían el subdesarrollo de las políticas fami- m~s, las prestac.iones pÚ?licas se dirige~ principalmente hacia los ancianos y no
liares están desapareciendo en parte' y hay nuevas circunstancias que presionen ha- eXIsten prestacIOn~~ umv~rsales por hIJO a cargo ni ayudas al alquiler. Esto
cia una expansión de las políticas familiares, al menos de algunas. De hecho lleva a u~a proteccIOn soc~~l con un sesgo generacional y de género, que deja
hay signos que apuntan a un cambio cualitativo. En primer lugar, se han introdu- las necesIdades. ~e proteccIO~ de las madres'y de los jóvenes principalmente a
cido algunas prestaciones familiares pronatalistas en los últimos años', como se cargo de ~a fam.I~la, excepto SI son trabajadores principales y excepto para la sa-
muestra a continuación.' Segundo, los servicios de atención a la infancia, sobre l~d y la ~ducacIOn:Estos sesgos específicos del Estado de bienestar español es-
todo aquellos para niños entre 3 y 6 años, están creciendo desde finales de los tan :~lacIOnados con el retraso de la independencia económica y residencial de
años 1990.-En tercer lugar, las familias en España se enfrentan a cambios muy los Jovenes y co~ la estrategia de las mujeres de no tener hijos o tener pocos
profundos, debido al aumento de las tasas de ocupación de las mujeres, el incre- para poder combmar un empleo con la formación de una familia: No obstante
mento de las tasas de divorcio, el mayor número de mujeres sin hijos'y debido a la esta c.aracterización no debe oscurecer, por un lado, los importantes signos d~
reducción del tamaño familiar, como resultado de la difusión de familias de hijo cambIO qu.e a~~rcan las pautas familiares españolas a las europeas y, por otro
único. La solidaridad y la ayuda familiar probablemente no disminuirán como sis- lad?; los slgmflcantes esfuerzo políticos, frecuentemente impulsados desde la
tema de valores, pero la ayuda familiar tenderá a ser insuficiente para cuidar de los Umon Europea, que se han realizado en la última década: Dos nuevos temas re-
familiares dependientes: Estos cambios demográficos y familiares presionan hacia lacio~ados con la familia en~raron en la agenda política de la Unión Europa y de
una expansión de las políticas familiares, como son los servicios y las prestacio- Espana: 1. Pobrez~ y ~ecundldad ~ 2, problemas de conciliación familia-empleo.
nes para ayudar a la conciliación del empleo y de la crianza y un sistema social de L~~ dos han contnbUIdo a la reonentación de las políticas sociales para las fa-
cuidados para los mayores: Además, se han introducido algunos cambios en la po- mIlIas ..
CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 123
122

La agenda anti-pobreza de la UE y la fecundidad como promotores para el tercer hijo'(Flaquer 2000):Desde 2003 los padres pueden deducir más a
partir del segundo hijo y la deducción aumenta progresivamente según el rango
de cambio
de los siguientes hijos (Bernardi 2005). En 2002 se introdujo una nueva presta-
.Las reformas más recientes de las prestaciones fa~iliares e~ España/c~~tradas ción de tipo contributivo para las madres con un empleo con seguridad social,
en la noción de selectividad,'le han dado una mayor ImportancIa a las poht~cas de pero pagada como deducción fiscal. Se trata de una deducción mensual de 100 €
asistencia social y de lucha contra la pobreza. De nuevo, .el retras? en la Imple- para hijos menores de tres años (Reducción por cuidado de hijos). También al-
mentación de políticas anti-pobreza en España ha sido posIble gracla~ al papel de gunas Comunidades Autónomas incluyen ayudas directas y deducciones fiscales
protección e inclusión social juga~o ~o~ la familia: .L.a larga ~usencI~ de un es- para familias, aunque con una gran variedad en las medidas. En Cataluña y Na-
quema de ingresos mínimos para mdlvld~os y fat;ruhas has sIdo pO~lble por la varra, unas de las más generosas, existen por ejemplo prestaciones universales
redistribución intrafamiliar e intergeneracIOnal de mgresos. En los anos 1990 se por hijo a Cal'go en la primera comunidad y una prestación para familias con cua-
crean en España las llamadas rentas mínimas de i~se~ción. (Ferrera 2005, ~', 11). tro o más hijos bajo condición de recursos en la segunda (Instituto de Política Fa-
Las iniciativas de la UE han jugado un papel muy slgmficatlvo en la promocIOn de miliar 2007, Brullet y Flaquer 2006).
este tipo de políticas, desde la recomendación del Consejo 92/441 h~sta l~ ~stra­
tegia de Lisboa de diciembre de 2000, que l~nza~~n un «proceso de mclu~IOn so-
cial» basado en el método abierto de coordmacwn (Ferrera et al. 2002). En Es- Medidas para la reconciliación de familia y empleo
paña las Comunidades Autónomas empiezan a implementar programas de .rentas
mínimas de inserción desde finales de los años 1980 'en los albores de las re~o­ -Otra área de cambios políticos durante los años 1990 han sido las políticas
mendaciones de la Unión Europea, pero hasta la actualidad no. Sf( ha l~egado a l~­ para la conciliación de empleo y familia. La entrada de España en la Unión Eu-
troducir un esquema nacional estándar.'El primer programa se mtrodujo en el PalS ropea ha sido una de las fuerzas motrices. En general, las políticas de la UE
Vasco en 1989 (Laparra y Aguillar 1996) y el último en las Islas ,saleares en pal'a la conciliación provienen del programa de igualdad de género de 1992} Des-
1995. Estos programas autonómicos tienen un ~bjeti:o comú~; pero ?l~eren en su de mediados de los años 90 los programas de igualdad de género se han refor-
adecuación, cobertura y medios para consegmr la mtegracIOn SOCIal. Tal como mulado, por un lado como una política de gender mainstreaming9 y, por otro lado,
afirman Arriba y Moreno (2005, p. 177), mientras que no hay dudas sobre la so- como política dirigida a la reconciliación de empleo y familia (European Com-
lidez institucional y financiera de las rentas mínimas en el País Vasco y e~ Cata- mission 1999). A través de estas iniciativas políticas de la Unión Europea 'el
luña, las perspectivas para los otros esquemas au~onómico~ so~ ,menos Íl.rmes y tema de la conciliación también ha pasado a formar parte de las agendas políticas
claras. 'En este contexto de establecimiento y relatIva consohda~IOn 'de un m~~eso de los gobiernos de los Estados miembros.'Aunque, como se ha argumentado por
mínimo garantizado, las prestaciones familiares. ~e han.redefimdo como pol.lt1CaS algunos, la entrada de este tema en la agenda de la Unión Europea ha ocurrido,
dirigidas a luchar contra la pobreza y la exclusIOn SOCIal. ~ara ello s~ .han mtro- sólo después de un cambio de su significados: de un objetivo para la igualdad de
ducido elementos de selectividad en el acceso a las prestaCIOnes por hIJO a cargo. género (compartir las responsabilidades familiares entre hombres y mujeres) a un
Estas nuevas prestaciones se crearon e~ 199? cuando se.i~~rodujeron la rent~s no objetivo de política de empleo (reducir el desempleo y favorecer las formas fle-
contributivas en la seguridad social, estan sUjetas a condlcIOn de recu~sos y tIene? xibles de empleo) (Ostner 2001, Stratigaky 2004, Hantrais 2004). De hecho los te-
el objetivo de mitigar la pobreza en familias: Sus cuantías en la actualidad son IDl- mas de re~onciliación de empleo y familia se incorporaron en la Estrategia de Em-
nimas, excepto en el caso de hijos discapacitados para l~s que ~on algo mayores' pleo Europea a mediados de los 90:El programa de Acción Comunitaria sobre
según el grado de discapacidad. En enero de 2000 se mtrodujeron dos ?,uevas igualdad de oportunidades para hombres y mujeres (1996-2000) tenía como uno
prestaciones de pago único y sujetas a con?ición de recurs~~, una prestacI~n 'por de sus objetivos la conciliación familia-empleo, a través de la calidad de los ser-
nacimiento o adopción a partir del tercer hijO y una prestacIOnyor parto mu~tlple. vicios de cuidados, el empleo flexible y la participación de hombres y mujeres en
no sujeta a condición de recursos pero progresiva según los mgresos (Arnba y las responsabilidades domésticas y de cuidados. 'En la cumbre de marzo de 2000
Moreno 2005, p. 168). .
,Una segunda línea de reformas es~~ diseñada como,un~.tíIDlda res~uesta a la
baja fecundidad. 'Desde 1995 las faIDlhas con tres ~ mas hIJo~ ~e CO~SI?eran nu-
8 Las primeras iniciativas de la VE sobre igualdad de género tienen su origen en los programas de los

años 70 y 80 Ysubrayaban la importancia de conseguir la igualdad de oportunidades entre hombres y


merosas y tienen derecho a reducciones ~n el pre.cIO de ~ervlcIOs pu~h~os y re- mujeres a través de la participación igualitaria en las responsabilidades de familia y trabajo (Stratiga-
ciben preferencia en algunas políticas socIales a mvel naCIOnal, aut~nOIDlC? y lo- ki2004).
cal (MTAS 2005). Desde el mismo año ~e diferencian las deduccIOnes Ílsca.l~s 9 La integración de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el conjunto de las po-

por hijos a cargo según el rango de estos, en concreto se aumentó la deduccIOn líticas y acciones comunitarias se designa a menudo con la expresión inglesa gel/der l7lail/streaming.
1
I

CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 125


124

CUADRO 4. Permiso parental reglamentario, 2001/0


en Lisboa, el Consejo Europeo expuso una serie de metas para conseguir en el año
2010 una economía competitiva, basada en el conocimiento y con pleno em- Duración ¿A tiempo ¿Se puede Edad
pleo:La agenda de Lisboa incluye para 2010 el objetivo de un 60% de empleo fe- País Derecho Remuneración
máxima parcial? compartir? del hijo
menino: Dos años después, en Barcelona; el Consejo Europeo fue un paso más
allá y puso metas para la oferta de servicios de atención a la infancia para pro- Dinamarca Familia Se calcula sobre la 32 Sí No 0-8 años
mover el empleo entre las mujeres. En 2010 los Estados miembros deberán pro- base del salario semanas'
horario del
veer servicios de atención para al menos un 33% de los niños menores de tres
trabajador con un
años y un 90% para los de tres a seis años .. máximo de 406 €
,Como consecuencia de estas iniciativas; se encuentran ahora una serie de di- por semana
rectivas y objetivos a nivel de la Unión Europea que'proponen reformas políticas
en los Estados miembros según una serie de objetivos comunes. Estos objetivos se Francia Familia Desde 2004 a partir 6 meses Sí Sí 0-3 años
del primer hijo 03 años b
pueden categorizar en cuatro áreas en cuanto a la conciliación de empleo y fami-
530 € al mes
lia se refIere: 1. permisos de excedencia, 2. flexibilización de horarios laborales en 2007
y/o trabajo a tiempo parcial, 3. desarrollo de servicios de atención a la infancia y
4. campañas de concienciación y gender mainstreaming.·Como la políticas de ser- Alemania Familia 300 € mensuales 36 meses d Sí Sí 0-3 años
vicios ha sido analizada anteriormente, aquí nos centramos en los dos primeros durante 24 meses
o 450 € durante
instrumentos de política familiar que introdujeron las directivas comunitarias: per-
12 meses C
misos de excedencia y horarios laborales flexibles.
. Mientras que el permiso de maternidad con protección del puesto de trabajo España Individual En general es no 3 años No No 0-3 años
lleva ya tiempo en vigencia en la Unión Europea, el permiso parental es de fecha remunerado, I
reciente: Las opciones de permisos parentales junto a servicios de atención a la in- excepto en algunas
CCAA
fancia son políticas cruciales para padres trabajadores con niños pequeños. Desde
Junio de 1996, las políticas nacionales sobre permisos parentales tienen que tener Reino Unido Individual No remunerado 13 Sí No 0-5 años
en cuenta la directiva del Consejo de Europa (96/34/EC) que obliga a los Estados semanas
miembros a introducir legislación sobre permisos parentales que permita a los pa- .a
~~~:si sLSOS Fad~e~ p~~de; com~artlrlo"Entr~ S-l~ semanas. se pueden posponer con el acuerdo del empresario
dres cuidar a tiempo completo de sus hijos durante una periodo de al menos tres o anos e ,mno, e pue e duphcar SI se dIsfruta a tiempo parcial. Se puede extender hasta 40 semanas
meses. Esta directiva asegura que se cumpla un estandard mínimo dentro de la (todos! o 46 (asalanados) y la r~muneración ser red~cida en proporción. bPara el primer hijo la duración máxi-
UE: El derecho a un permiso debería ser en principio individual y un derecho no ma a t.le~po completo eS,de sel~ ~eses y para los hIjos de rango dos o superior es hasta los tres años C La re-
transferible'. La decisión sobre la remuneración se deja en manos de los Estados ~U~JaCI~~ depende de cIertos h~Jtes de ingresos. d No es obligatorio disfrutarlos de continuo, se pueden apla-
ar asta meses hasta que el mno cumpla los S años, Fnente: Eurostat, 2004.
(Moss y Deven 1999). Como resultado de esta directiva todos los Estados han
cambiado su legislación para cumplir con los requerimientos. De todas formas,
como se puede observar en el cuadro 4;10s derechos, la remuneración, la duración mu~erad,oll. El permiso parental no remunerado limita enormemente su uso~ en
y la flexibilidad varía mucho entre países .. partIcular los padres son muy reacios a disfrutar de él si no se paga (Gautlüer
. En primer lugar, las excedencias o permisos parentales difieren según el de- 2001, OECD 2001, Brunning y Plantenga 1999). Además, 'varios estudios mues-
recho sea a título individual o familiar. Si el derecho es familiar, los padres pueden tran .que cuando e.l permis? no se remunera no representa una alternativa real para
decidir entre ellos quién debe disfrutar del permiso. Si ambos padres tienen un de- padIes que necesitan dos mgresos,' sobre todo si el permiso es de larga duración
recho individual, entonces ambos pueden reclamar el periodo de permiso previs- (K~merman 200?; ~?rg~n y Zippel, 2003): La duración de los permisos también
to: En este caso el permiso no se puede transferir de la madre al padre ni viceversa vana de forma slgmfIcatIva. En Alemania, Francia y España la duración es rela-
(Bruning y Plantenga 1999):En los países que han introducido recientemente el
derecho a un permiso parental se ha hecho como derecho individual: Sólo en 10 El . pa~ental reglamentario se refiere a los permisos que se otorgan una vez finalizado el p '-
, perlTI1so
Francia, Alemania y Dinamarca aún es un derecho familiar. 'También varía el he- ITI1S0 de matermdad. el
cho de que el permiso sea remunerado o no. En Dinamarca, Alemania y Francia el llEnE
, - .son ~~a lTI1~orí~
spana ' las ~omunidades Autónomas que ofrecen una com ensación mone-
permiso es remunerado: La remuneración varía de pagos únicos universales a pa- ~na, desde ,slmbohca a sIg~I~catlVa:
durante el período de excedencia: BaleareS:Castilla y León
avarra, Pars Vasco y La RlOJa (InstItuto de Política Familiar' 2007). '
gos bajo condición de recursos:En España y el Reino Unido el permiso no es re-
126 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA
127

tivamente larga.' Además, es de valorar también la flexibilidad del permiso. En los Estas conclusiones hay que matizarlas. Primero; el derecho a los permisos sue-
países del norte es posible disfrutar a tiempo parcial o en varios bloques de él. En le estar condicionado a una carrera laboral previa: El acceso al derecho se suele li-
España estas posibilidades no existen '(cuadro 4):El número de años durante el mitar a los asalariados que han estado empleados al menos un año:La excepción
que se tiene derecho a una excedencia está limitado por la edad del niño. En la son los países escandinavos, donde la mayoría de las mujeres están cubiertas
mayoría de los países hay que disfrutar del permiso antes que el niño cumpla tres por ~l, de~echo. En Alema.nia las madres y padres en formación y desempleo
años. 'En el Reino Unido y Dinamarca este periodo se prolonga hasta cinco y ocho tamblen tIenen derecho a dIsfrutar de los permisos. En España el derecho a exce-
años respectivamente. Para poder obtener una idea global sobre el acceso legal y dencia sólo es posible bajo ciertas formas de contratación '(OECD 2001). En Es-
la calidad a los permisos de maternidad y parentales hemos confeccionado unos paña hay bastantes mujeres jóvenes que no tienen derecho a un permiso de ma-
indicadores comparativos. ternidad o parental porque trabajan en el sector informal o porque tienen un
empleo atípico: Claramente esta situación dificulta la decisión de tener un hijo.
CUADRO 5. Permiso de maternidad/parental, Indicadores de derechosl 2 Por último, estos derechos fOlmales no ofrecen infOlmación sobre su impacto real.
Los datos sobre el porcentaje de familias que optan por un permiso son escasos.
Duración Duración Remuneración Remuneración Remuneración Relevancia Para comprender el impacto actual de los pemisos, se necesitaría tener informa-
permiso de permiso permiso de permiso media por práctica ción estadística sobre las tasas de beneficiarios y la duración real de los permisos
maternidad parental maternidad parental* semanas (Bruning y Plantenga, 1999).
en semanas (1) (% de salario (2) de ambos Finalmente vamos a comentar brevemente el impacto de la política comunitaria
(1) medio) permisos de flexibilización de los horarios laborales sobre el tema de la conciliación. Prime-
(1)
ro, hay que hacer unos comentarios generales. La reconciliación de trabajo y fami-
Dinamarca 30 52 100 63 76,54 Alta lia no es, por supuesto, el único motivo para trabajar a tiempo parcial, ni tampoco
Francia 16 146 100 39 45,02 Media para introducir medidas de flexibilidad en el empleo. No obstante;para muchas per-
Alemania 14 148 100 24 30,57 Media sonas, en especial mujeres, el empleo a tiempo parcial ha significado en la vida co-
Reino Unido 18 26 44 O 18,0 Baja tidiana un solución para combinar empleo y familia: A pesar de la directiva comu-
España 16 148 100 O 9,76 Baja nitaria (97/811BC), 'la variación entre Estados miembros en la incidencia del empleo
Fuente: Bettio y Plantenga (2004), cuadro 1. (1) Datos de OECD 2001, cuadro 4.7; (2) Datos de ~ tie~po parcial es grande. En particular en España es una fOlma de empleo mino-
Gauthier, 2001. ntana y muchas veces no represanta una opción para las mujeres que quieren usar-
*En algunos países la prestación es fija, no varía según el salario. En esos casos se han convertido en la para conciliar: Además; no hay que olvidar que los empleos a tiempo parcial son
porcentajes con ayuda de datos sobre la media de los salarios femeninos en la industria, OIT, Year- frecuentemente; aunque no en todos los lugares; de cualificación baja, con salarios
book of Labour Statistics.
bajos y con pocas expectativas de avance profesionar(OECD 2001).
En conclusión, 'el Estado de bienestar español ha transfonnado las prestaciones
El cuadro 5 ilustra las semanas consecutivas de permiso de maternidad mas familiares en ayudas a las familias en riesgo de exclusión social. Se ha ampliado
permiso parental previsto por ley. Par poder comparar todos los países, los pagos el periodo de los permisos de maternidad, se han creado un permiso de paternidad
fijos se han convertido en porcentajes de la media de los salarios brutos femeni-
y permisos parentales, pero la cobertura y generosidad de estos últimos en térmi-
nos. Se pesa la duración de los permisos por el nivel de remuneración y se divide nos de remuneración son mucho más bajas que en países del norte de Europa. No
ese número por el total de semanas de permiso posibles. AsLse obtiene una indi- solamente los niveles actuales de ayuda a las familias son más bajos que en otros
cador que mide la calidad del derecho a permisos para cuidar de los hijos y ello se Estados de bienestar, sino que también dos temas diferentes, familia y pobreza, se
puede interpretar como la media de la remuneración por semana de permiso han solapado en relación a las soluciones políticas: De tal manera que prestacio-
(Bettio y Plantenga 2004):En el caso de España, en el que existe un permiso pa- nes familiares universales dirigidas a una redistribución horizontal de ingresos se-
rentallargo pero no remunerado, el indicador general es bajo. El país más gene-
gún las cargas familiares están ausentes en la mayor parte del territorio español.
roso es Dinamarca, seguido de Francia y Alemania ..

12En España se ha creado recientemente un permiso de paternidad en forma de derecho individual y


CONCLUSIÓN
exclusivo del padre de una duración de 13 días y se amplía el permiso de maternidad en dos semanas
para los supuestos de hijo o hija con discapacidad (Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Este capítulo hay que considerarlo complementario al capítulo 2, en el que se
igualdad efectiva de mujeres y hombres). afinna la existencia del un modelo de familia en España que se inscribe dentro de
128 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 129

un modelo de familia del sur de Europa. Este modelo se entiende como el resul- españoles con estándares de Europa del norte. En este punto es preciso recordar
tado de la interacción entre cambios familiares e institucionalización del Estado de que también los países del norte de Europa varían entre si. Por ese motivo hemos
bienestar en España. En esta conclusión reflexionamos en conjunto sobre am~~s comparado España con cuatro países que difieren en sus tipos de régimen de bie-
procesos y respondemos a tres preguntas. ¿Existe realmente un modelo de ~arruha nestar y de políticas familiares: Francia, Alemania, Dinamarca y el Reino Unido.
en España diferente al de los países del norte de Europa q~e s~ h~n a?alIz~do? No obstante, afirmamos que existe un modelo de familia distinto en España y el
¿Cómo se puede explicar ese modelo desde una perspectIva mstItucIOnahsta? sur de Europa, a pesar de las también existentes diferencias en este grupo. El Es-
¿Se mantendrá este modelo en el futuro? tado de bienestar en España se caracteriza, más allá de su corporativismo, por te-
A la primera pregunta se ha respondido en éste y el anterior capítulo 2 con ner un sesgo generacional y de género, ya que protege principalmente al susten-
una comparación sistemática de los cambios socio-famili~res acaecidos ~~ Es- tador masculino con trabajo fijo y diferencia muchas prestaciones según el estatus
paña y algunos países del norte de Europa. En convergencIa .con la evolucIOn en del trabajador. Como consecuencia muchas mujeres y muchos jóvenes tienen
los países septentrionales, se pueden observar grandes cambIOs en las pautas f~­ una menor cobertura efectiva a través de prestaciones para el mantenimiento de in-
miliares, en la legislación yen las políticas sociales en España des~e la ~:ansl­ gresos, ya que frecuentemente no tienen un empleo con seguridad social. Además,
ción a la democracia y desde la entrada en la Unión Europea. La leglslacIOn fa- el Estado de bienestar está orientado principalmente a las transferencias y ofrece
miliar es convergente con los estándares septentrionales desde los años .80. La pocos servicios públicos para niños pequeños y otras personas dependientes. Se
igualdad de género, el divorcio, los anticonceptivos y el aborto se legalIzaron, observan algunas deficiencias importantes con respecto a las políticas de vivien-
aunque existan todavía ciertas resistencias políticas y culturales a algunas nue- da y de asistencia social, pues no existen ayudas al alquiler y las viviendas de al-
vas formas familiares, como en el caso de los matrimonios entre homosexuales, quiler social son prácticamente irrelevantes. Tampoco existe una política Í<imiliar
legalizados recientemente. El sistema de seguridad social se l}.a mejor~do, en explícita ni prestaciones universales por hijo a cargo y las prestaciones familiares
particular el sistema de pensiones de vejez. También se han implantado sIstemas existentes son de una generosidad muy baja comparativamente. Las medidas pú-
universales de educación y sanidad. Además, se han introducido algunas ayudas blicas para apoyar la conciliación de familia y trabajo remunerado, en forma de
familiares bajo condición de recursos y las rentas mínimas de inserción a nivel permisos parentales y de servicios de atención a la infancia de menos de tres años,
de Comunidades Autónomas, aunque los grados de institucionalización y de ge- son menos generosas y están menos extendidas que en países septentrionales. Es-
nerosidad son en general bajos. Asismismo se ha extendido la duración del tas características influyen en las pautas familiares españolas. Primero, en la alta
permiso de maternidad, se ha creado el derec~o a un permiso de paterni~ad in- solidaridad familiar y en la prolongada convivencia de diferentes generaciones; se-
dividual y exclusivo del padre y se ha generalizado el derecho a un perrruso pa- gundo, en la baja pluralización de los tipos de hogares entre los jóvenes y, terce-
rental. Es también reciente una cierta concienciación política del permanente- ro, en la baja fecundidad y la alta incidencia de familias con pocos hijos. El hecho
mente bajo nivel de fecundidad y ello ha llevado a algunas tímidas propuestas de que muchas mujeres con niveles educativos bajos trabajen en empleo precarios
pronatalistas. En paralelo a estos cambios institucionales, la.s muje~es e~pa~olas y mujeres con niveles educativos altos trabajen principalmente en ocupaciones a
han incrementado su participación en la educación secundana y umversItarIa, de tiempo completo y con horarios largos hace que los costes directos e indirectos de
tal manera que en la actualidad alcanzan más frecuentemente que sus coetáne- tener hijos sean altos. Esto es particularmente cierto, si estos tienen menos de tres
os masculinos un título universitario. Como consecuencia entran con más fre- años, pero también cuando son jóvenes adultos que permanecen en el hogar de
cuencia que las generaciones anteriores en el mercado laboral y también per- origen. Por ello la particular división de trabajo entre Estado y familia en la pro-
manecen más ligadas al empleo durante todo su ciclo vital. Estas nueva visión de· bienestar social no facilita una temprana independencia residencial y
biografías educativas y ocupacionales se combinan con nuevas estrategias re- formación familiar de los jóvenes, ni la procreación ni a la crianza de más de un
productivas. La fecundidad final de las mujeres nacidas al inicio de los años hijo.
1960 muestra que muchas mujeres españolas sólo tuvieron un hijo o ninguno, Esto no significa que la existencia del modelo de familia español sólo esté re-
con mucha más frecuencia que sus coetáneas en Dinamarca, Francia y el Reino lacionado con la forma en la que el Estado de bienestar se ha institucionalizado,
Unido. Junto a Alemania y muchos países de Europa del este, España per- igualmente importante son ciertas particularidades de los mercados, sobre todo de
tenece al grupo de países con una muy baja fecundidad, a pesar del increme?to los mercados de trabajo y vivienda en España. Hemos argumentado que el mer-
de nacimientos fuera del matrimonio. Finalmente, el incremento de la ocupacIón cado laboral ha estado marcado durante muchos años por un falta estructural de
femenina también va de la mano de un aumento de las separaciones y los di- empleo para mujeres, por una menor oferta de empleo de servicios y por una alta
vorcios. difusión del empleo informal, del empleo precario y del empleo en empresas fa-
A pesar de todos estos cambios familiares y en las políticas sociales, .afirma- miliares o como autónomos. Todo eso deja su huella en las oportunidades de em-
mas que no hay convergencia de las pautas familiares y del Estado de bIenestar pleo para mujeres y refuerza los lazos familiares. También, la baja oferta de vi-
130 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 131

viendas en alquiler y el predominio de la adquisición de viviendas en propiedad servicios para familias. Esto limitó la recién conquistada autonomía de las mu-
no están determinadas únicamente por la política de vivienda sino también por los jeres y de los jóvenes y reforzó los tradicionalmente fuertes lazos de solidaridad
mercados financieros, entre otros. familiar y de parentesco. Sin embargo, la falta de ayudas públicas no entorpeció
Con respecto a la segunda pregunta, hemos intentado interpretar el modelo otros cambios familiares durante los años 1990, sino que hizo que las familias se
de familia español como producto de una combinación históricamente específica adaptaran de otra forma al aumento de la educación y el empleo femeninos,
entre los procesos de modernización y democratización en España. Durante el comparado con otros países que desarrollaron importantes políticas familiares.
último siglo España sufrió la experiencia de una dictadura y una fuerte in- Con la llegada de los años 1990 las mujeres habían adelantado a los hombres en
fluencia de la Iglesia, lo que explica la prevalencia de normas patriarcales has- la educación universitaria, las parejas de dos ingresos estaban más difundidas y
ta finales de los años 1970. Esta experiencia totalitaria reforzó los valores fa- la fecundidad cayó a los niveles mundiales más bajos. Actualmente, las parejas
miliares tradicionales y la normas ligadas a las sociedades agrarias. Desde sin hijos y las familias de hijo único han alcanzado proporciones elevadas, entre
finales de los años 1950 España vivió la emigración de mano de obra sobrante, otros factores relacionados con el empleo y la vivienda, porque el subdesarrollo
una tardía y parcial industrialización, una urbanización acelerada, un fuerte de las políticas familiares hacen particularmente difícil conciliar familia y em-
crecimiento económico y el consumo de masas. Estos cambios, en unión con el pleo. Desde los años 90 diferentes directivas de la Unión Europea han apoyado
advenimiento de la democratización y la secularización durante los años 1970, la puesta en marcha de nuevas medidas de conciliación y desde inicios del
culminaron en las transiciones económica y política. Particularmente importante 2000 el Estado de bienestar, en su vertiente de administración central y auto-
para la familia como institución fueron las reformas en la legislación familiar nómica, aplica tímidamente algunas ayudas pronatalistas. Hemos intentado
para garantizar la igualdad de derechos a hombres y mujeres. Estos cambos so- mostrar que los cambios institucionales en España han ampliado la autonomía
cioeconómicos y legales tuvieron importantes consecuencias .para muchas es- de las personas y han reducido su dependencia de comunidades tradicionales y
trategias familiares, ya que crearon un contexto de relaciones más urbanas y se del parentesco, aunque al mismo tiempo esta autonomía ha estado y está más li-
difundieron los estilos de vida del norte de Europa a través de las experiencias mitada que en otros lugares.
relacionadas con el turismo, la emigración y los medios de comunicación de- Por último, abordamos la cuestión sobre el futuro. Estamos convencidas que el
mocráticos. La joven y dinámica democracia creó nuevas oportunidades eco- contexto del régimen de bienestar y las estrategias familiares e individuales se in-
nómicas y sociales para que los individuos pudieran elegir entre alternativas con fluyen mutuamente. En la actualidad el Estado de bienestar tiene el reto de res-
mucha más autonomía que antes. Especialmente las mujeres han tenido más op- ponder a las consecuencias no intencionadas de las nuevas estrategias familiares.
ciones para emanciparse de roles tradicionales. De hecho entre los años 70 y 80 Estas son la persistente caída de la fecundidad, el envejecimiento de la población
la participación de las mujeres en el empleo creció y las estrategias femeninas y una menor capacidad para ofre,cer cuidados sociales basados en la familia. Por
de empleo a lo largo del ciclo vital empezaron a cambiar igual que sus estrate- lo tanto se pueden esbozar al menos dos escenarios futuros. Primero, las personas
gias reproductoras. Cada vez más parejas y mujeres empezaron a controlar su pueden votar y luchar para conseguir innovaciones institucionales en línea con al-
fecundidad mediante métodos anticonceptivos modernos y durante los años 80 gunas de las más recientes reformas, como es la creación de un nuevo sistema na-
la tasa de fecundidad cayó en picado. El valor de los hijos y de la educación de cional de seguridad social para cubrir las necesidades de las personas depen-
los hijos cambió, propiciando una mayor inversión de las familias en la educa- dientes o en algunas Comunidades Autónomas las prestaciones universales por
ción de su prole. El aumento de las tasas de divorcio demuestra además la ex- hijo a cargo, las ayudas al alquiler, el aumento de los servicios de atención a la
tensión de las opciones de las personas. Paralelo a estos cambios en las estrate- primera infancia y los permisos parentales remunerados. La falta de innovaciones
gias familiares, el sistema de seguridad social se expandió y se crearon sistemas o su limitada puesta en marcha constituyen el segundo escenario. En este caso la
universales de educación y salud. La creación del Estado de bienestar aumentó baja fecundidad se mantendrá en niveles muy bajos, el empleo femenino puede re-
aún más las opciones individuales, en particular posibilitó la ecuación de masas, ducirse o aumentar la participación de los hombres en el trabajo de cuidados.
incrementó la autonomía de los ancianos a través de sistemas de pensiones Aunque, más probablemente aumentará la demanda por parte de las familias de
modernos e incrementó la desmercantilización de la fuerza de trabajo masculi- servicios de cuidados privados, entre otros provistos por inmigrantes, y las per-
na a través de prestaciones de mantenimiento de ingresos en caso de desempleo, sonas mayores pueden que usen cada vez más su vivienda en propiedad como mo-
enfermedad e invalidez. Ahora bien, el Estado de bienestar siguió el modelo neda de cambio para pagar estos cuidados. Este segundo escenario significaría el
conservador, en el que las prestaciones contributivas prevalecen sobre las pres- predominio de estrategias adoptadas por las familias, en las que el alto nivel de so-
taciones universales. Además, su expansión, comparado con los modelos nór- lidaridad intergeneracional continuaría a ser fuerte, pero no sería suficiente para
dicos, ha sido limitada. Durante los años 1980 y 1990 no se desarrollaron polí- hacer frente a la vulnerabilidad de la sociedad que representa una población en-
ticas familiares explícitas, es decir significantes prestaciones en efectivo y vejecida.
132 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL FAMILIA Y ESTADO DE BIENESTAR EN ESPAÑA 133

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José Saturnino Martínez García*
Universidad de La Laguna, Departamento de Sociología

INTRODUCCIÓN

Este trabajo se centra en la relación entre clase social, género y desigualdad de


oportunidades educativas (DO E) , con datos de varios años de la Encuesta de Po-
blación Activa (de 1977 a 2004). Durante este período, la DOE es más o menos
constante para los varones, aunque se reduce para las mujeres. Es difícil dar cuenta
de estos resultados mediante las políticas educativas, pues las reformas comprensi-
vas (LGE y LOGSE) no han afectado a la DOE; cuando disminuyen las becas, en
los noventa, disminuye la DOE ligeramente para los varones y drásticamente para
las mujeres; y, durante todo el período, ha aumentado el gasto público en educación
por estudiante. Intentamos explicar estos hallazgos tanto con la teoría de la acción
racional * como con la teoría de la reprodQcción social *. La conclusión final es que
la teoría de la elección racional se ajusta mejor a la evidencia empírica disponible.

CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES


EDUCATIVAS

r La clase social de la familia y el género son factores que contribuyen a expli-


car las diferencias de logro educativo* entre los jóvenesl En estelestudio presen-
tarnos datos para España, durante el período de 1977 a 2004 ~obre la evolución de
esta relación. Tras introducir las variables y resultados de la relación entre clase,
género y logro educativo, pasamos a explicar cómo interpretar esos datos según
las teorías sociológicas actuales. A continuación, comentamos los efectos de las
políticas educativas sobre la relación entre las mencionadas características.

* En Revista de Educación, 2007,342, pp. 287-306.


1 Este artículo forma parte del proyecto de investigación «Clase social, familia, género y logro edu-
cativo» financiado por el Gobierno de Canarias y la Unión Europea (convocatoria 2005).
138 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS l39

A partir de este análisis,:reflexionaremos en torno al papel que desempeña el académica (hacia la Universidad), otra más laboral (la Formación Profesional) o
sistema educativo en el mantenimiento o variación de la desigualdad de oportu- dejan de estudiar.
nidades educativas (DOE, en adelante) según clase social de origen.1No profun- El esquema de clases con más éxito en la investigación empírica de la DOE es
dizaremos en el concepto de igualdad de oportunidades, pues recientemente ha el de Goldthorpe (Erikson, Goldthorpe y Porto carero, 1979; Goldthorpe, 2000)3.
sido tratado adecuadamente por otros autores,tanto desde el punto de vista de la fi- Dadas las restricciones muestrales de los datos empleados, hemos fijado el análi-
losofía política (Fernández Mellizo-Soto, 2003) como analizando sus paradojas sis en cinco clases (entre paréntesis añadimos los números romanos con los que
(Martín Criado, 2004) o las confusiones de ideas que se esconden tras dicho son conocidas). Como clase de servicio (1-11, no confundir con empleados del sec-
concepto (Carabaña, 2001). Tomamos un concepto básico de DOE: si hay igual- tor servicios) están los empresarios con asalariados y los profesionales liberales,
dad de oportunidades educativas, y las diferencias de logro educativo se deben trabajen como autónomos o como asalariados. Las clases intermedias, formadas
sólo al esfuerzo y a las capacidades individuales, el logro educativo de los hijos de por personas en ocupaciones tradicionalmente conocidas como cuellos blancos
los miembros de las distintas clases sociales debería ser similar. (l1I-V: empleados de oficina, administrativos, vendedores ... ), así como por su-
pervisores y capataces. La pequeña burguesía está compuesta por trabajadores au-
tónomos que no son ni profesionales liberales ni agricultores (IVab). y no necesi-
Datos tamos añadir una explicación más allá de su propio nombre para la clase obrera
(VI- VIla) y las clases agrarias (IVc- VIlb, tanto jornaleros como propietarios de su
Los datos empleados son los ficheros de microdatos de los segundos trimestres propia explotación agrícola)4.
de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística Como indicador de logro educativo tomamos el porcentaje de personas de
(INE), mediante explotación propia. En tanto que resultados mues.trales, están su- cada clase que cursa o ha terminado bachiller a los 19 o 20 años de edad en la fe-
jetos a error aleatorio, que depende del tamaño de la muestra de cada clase, de cha en que están tomados los datos; este indicador no es del todo homogéneo,
aproximadamente un ±3% al 95% de nivel de confianza para las distintas clases pues para los años 1977 y 1981 sólo disponemos de información de estudios ter-
sociales y períodos 2• minados, pero tras varias pruebas resultó ser el más estable para poder comparar
Los años seleccionados son 1977, que comprende la población que estudió los tres sistemas educativos que abarca el período de análisis. La edad tomada, en-
con el sistema educativo previo a la Ley General de Educación (LGE); 1981, don- tre 19 y 20 años, tiene la ventaja de que es un momento en el que la gran mayoría
de ya estaban todos escolarizados con dicha ley, al igual que en 1987, 1991 y de la población que terminará bachiller a lo largo de su vida ya lo ha finalizado o
1995. Conviene recordar que los jóvenes entrevistados en 1995, como todos los lo está terminando en ese momento, al tiempo que todavía no se ha independiza-
demás, tenían en ese momento entre 19 y 20 años, por lo que finalizaron la etapa do de su familia, con lo cual disponemos de la información sobre su origen social.
obligatoria de su escolarización unos 5 años antes, así que también estaban esco- En cuanto al indicador de DOE, es una cuestión de la que se ha discutido mu-
larizados bajo la LGE. Desde entonces coexisten en el sistema educativo jóvenes cho entre los expertos, alcanzando la polémica un alto grado de sofisticación es-
escolarizados bajo la LGE y la Ley orgánica de Ordenación General del Sistema tadística (Cameron y Heckman, 1998; Carabaña, 1999,2001; Hellevik, 2002; Ki-
Educativo (LOGSE), implantada progresivamente, hasta alcanzar ésta a la práctica vinen, Hedman y Ahola, 2001, 2002; Lucas, 2001; Mare, 1981). Pero para un
totalidad del alumnado en 2004. Ambas reformas fueron comprensivas con res- caso como el que aquí presentamos, en el que tenemos en cuenta sólo un indica-
pecto al sistema previo, es decir, prolongaron el período de escolarización obli- dor de origen social-la clase-, es posible ser bastante simple y optar por la di-
gatoria, uniformizaron el CUlTículum, así como retrasaron el momento en que los ferencia de porcentajes entre clases.
adolescentes optan por la diversificación curricular entre una trayectoria más En los Gráficos I y 11 presentamos los resultados, de los que conviene resaltar
algunas tendencias. La más destacable es el incremento de la proporción de jóve-
nes con este nivel educativo, especialmente entre las mujeres, pues el porcentaje de
2 La información completa de las tablas se encuentra en URL: http://webpages.ull.es/user/josama-
ga/clase-generoeducacion.htm.Ya se han realizado estudios con otras fuentes de datos que permiten
varones y mujeres es el mismo en 1977, 28%, pero en 2004 es de 46% para varo-
aproximarse a este fenómeno, como las encuestas de Presupuestos Familiares (José S. Martínez Gar- nes y 60% para las mujeres. Otro dato que hay que tener en cuenta es que el mayor
cía, 1994; San Segundo, 1999); la Encuesta Sociodemográfica (Carabaña, 1999, José Saturnino Mar-
tínez García, 2002; Peruga y Torres Mora, 1997): la Encuesta de Estructura, Conciencia y Biografía
de Clases (Manzano, 2001) o el Panel de Hogares de la Unión Europea (Calero, 2006). En este traba- 3 Una exposición más detallada sobre los debates contemporáneos acerca de las clases sociales puede

jo nos centramos en la EPA, tanto por haber sido menos explotada para el estudio de la educación se- encontrarse en Wright (2005).
cundaria como debido a que es la encuesta con un tamaño muestra que nos posibilita un período de 4 En otros estudios sobre desigualdades educativas (Carabaña 1999 y 2004; Martínez 2002) se apre-

observación más largo, a partir del presente, y con una definición de los conceptos más homogéneo, cia que en lo que a logro educativo de los hijos se refiere, son mayores los parecidos que las diferen-
por tanto, más comparable. cias entre jornaleros (asalariados) y agricultores (autonómos).
140 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS 141

incremento entre un período y el anterior ocurre para ambos sexos entre 1991 y tendríamos que explicar cómo una subcultura es tan dinámica en un período de
1995, pues se pasa del 30% al 45% para los varones y del 42% al 57% para las mu- menos de 30 años, ya que en 1977 el nivel educativo en bachiller de varones y
jeres. También parece que en el período 1995 y 2004 se ha producido un estanca- mujeres de esta clase era el mismo (14%). Es decir, entraríamos en el vertiginoso
miento del nivel medio entre los varones (en tomo al 45%), mientras que entre las mundo de las hipótesis ad hoc, buena señal de que una teoría debe ser olvidada.
mujeres también se observa este estancamiento, pero con cierta variabilidad. En los siguientes apartados estudiaremos con más detalle las teorías de la socio-
En cuanto a las clases sociales, apreciamos que los varones de la clase de ser- logía de la educación y cómo interpretar estos datos.
vicio han alcanzado un techo de escolarización de secundaria académica en tomo
GRÁFICO 1. Porcentajes con bachíller, varones de 19 y 20 años, según clase social
al 70%, siendo las diferencias observadas aleatorias. En el resto de clases sociales,
de la familia
apreciamos dos períodos, 1977-1991 y 1995-2004. Pero con una notable excep-
ción, pues entre los hijos de la pequeña burguesía (autónomos) encontramos que en
ese primer período hay un descenso en la tasa estadísticamente significativo (baja
de un 36% en 1977 a un 24% en 1991), para seguir luego el patrón del total, ron-
dando el 45%5. En cuanto a las desigualdades educativas, si tenemos en cuenta que 0'977
la clase de servicio mantiene su nivel constante y que el porcentaje se eleva en el '" 'ge,
1ll'9a7
resto de clases sociales a partir de 1995, las desigualdades entre clases disminuyen. III ,991
" 1996
En lo referente a las mujeres, en vez de dos períodos, como para los varones, 111'997
observamos tres, 1977-81 (en tomo al 30% con título de bachiller), 1987-91 .,200,
02004
(ronda el 40%) y 1995-2004 (próximo al 60%), siendo también mayor el incre-
mento entre 1991 y 1995. La tendencia en todas las clases es ascendente, excep-
to, otra vez, para las hijas de familias de autónomos, en las que el nivel también
desciende significativamente, pero en·fecha distinta ---entre 2001 y 2004- y qui-
zá también para las hijas de clase obrera en el mismo período (las diferencias es-
I-II SERVICIO III-V INTERMEDIAS IVab AUTÓNOMOS VI-VII OBRERA IVc-Vllb
tán en el límite de lo estadísticamente significativo). El dato más relevante es el CLASE
espectacular incremento del porcentaje de las hijas de clases agrarias, cuya tasa se Fuente: Explotación propia de los micro datos de la Encuesta de Población Activa (INE), segundos
cuadriplica (del 14% en 1977 al 58% en 2004), estando en 2004 a la par que las trimestres (INE).
mujeres de clases intermedias y de autónomos, por encima de las de clase obrera
(45%); además, es la clase social donde la diferencia en 2004 entre mujeres y va- GRÁFICO 2. Porcentajes con bachíller, mujeres de 19 y 20 años, según clase social
rones es mayor, pues ellas duplican el nivel de ellos y, además, son ellos los de de la familia
00
menor porcentaje en 2004 entre todos los varones (26%).
Los patrones de cambio son distintos para varones y mujeres, a pesar de que ea
comparten el mismo ambiente social y cultural de su clase de pertenencia. El caso 70

más llamativo, como acabamos de señalar, es el de las clases agrarias. Es difícil


60
afirmar que el bajo nivel educativo de los hijos de clases agrarias se debe a que su ",'977
El'~81

subcultura de clase es ajena a la escuela, cuando sus hermanas están tan bien es- ro [1J10S7
El1QQ'
%
colarizadas como en el resto de clases sociales. Podríamos decir que se debe a es- 40
0'900
1111997
pecificidades de interacción entre subcultura de clase y de género, pero entonces "'200'
'&1 02004

5 Esta «anomalía» de la pequeña burguesía, que no sigue el patrón del resto de clases sociales, puede 20

deberse a que es una «clase refugio» ante la crisis del mercado laboral, pues muchos asalariados, ante
10
las altas tasas de paro deciden, o son más o menos forzados, a trabajar por su cuenta (Carbajo y López
de Aberásturi, 2003). Con la mejora laboral de la segunda mitad de los noventa estos «asalariados en-
cubiertos» habrían vuelto a ser asalariados. Esta hipótesis se ve reforzada si tenemos en cuenta que I-II SERVICIO III-V INTERMEDIAS IVab AUTÓNOMOS VI-VII OBRERA IVc-Vllb
dicha clase pasa de formar el 10% de las familias en los primeros períodos de observación, al 15% de CLASE SOCIAL DE LA
1991, para volver a ser el 10% en los períodos posteriores, es decir, se «agranda» y se «encoje» en Fuente: Explotación propia de los microdatos de la Encuesta de Población Activa (INE), segundos
sentido contrario a la tasa de paro. trimestres (INE).
q

142 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS 143

LOGRO EDUCATIVO Y CLASE SOCIAL distributivas, que a las modificaciones del sistema educativo, orientadas hacia mo-
delos más comprensivos, aunque el debate sobre la cuestión no está cerrado. Por
Como vemos, las clases sociales siguen siendo determinantes para dar cuenta otro lado, la DOE tiene un tope necesario: la saturación de un nivel educativo. Es
del logro educativo de la población. En el caso de los varones, la tarta educativa decir, la proporción de personas que poseen cierto título educativo no puede su-
(el nivel educativo medio) ha crecido en estos 24 años, lo cual es un gran logro, perar el 100%. Para dar cuenta tanto del hecho de la DOE persistente como de
pero el criterio para repartir las porciones (la desigualdad de oportunidades edu- este efecto de saturación, se habla de la hipótesis del «máximo mantenimiento de
cativa) se mantiene más bien constante (Shavit y Blossfeld, 1993). Se pueden em- la desigualdad» (Raftery y Hout, 1993). Estos autores explican la DOE por la de-
plear técnicas estadísticas más sofisticadas, pero el resultado básico de la perma- sigualdad de recursos sociales medios de cada clase. A medida que se expande la
nencia de la DOE se sostiene. Éste es un hecho constatado no sólo para España en escolarización, el nivel educativo medio de cada clase también se incrementa, al
otros períodos (véase nota 2), sino también para distintos países 6 , ya sea de capi- tiempo que las diferencias entre clases se mantienen. Pero llega un punto en que
talismo avanzado, durante y después de las respectivas expansiones educativas; las clases más aventajadas no pueden seguir incrementando su escolarización en
tanto de Occidente7como de Asia 8 ; en países de América Latina9 o en países de un nivel educativo dado, como por ejemplo, secundaria, pues rozan tasas del
socialismo real lO • Esta evidencia cuestiona la tesis optimista, según la cual, la ex- 100%, es decir, se saturan. Mientras, el resto de clases continúan aumentando su
pansión de la industrialización llevaría a un incremento de la igualdad de oportu- nivel medio de escolarización, con lo que la desigualdad en ese nivel educativo
nidades, debido a la mayor importancia del mérito de las personas en la conse- comienza a disminuir, pero se mantiene en los niveles superiores, en los que in-
cución de sus logros socioeconómicos (Parsons, 1970) 11. Aunque la validez de cluso puede incrementarse. Por tanto, el proceso de expansión educativa de las úl-
parte de estos datos se ha cuestionado recientemente (Breen y Jonsson, 2005), lo timas décadas sólo reduce la desigualdad educativa a medida que las clases más
cierto es que, aún considerando que se haya producido un descenso de la DOE, altas se saturan en cada nivel educativo. Esta hipótesis se ha corroborado para al-
ésta sigue siendo considerable. . gunos países, como Gran Bretaña e Irlanda, pero no para otros (Hout, 2004). En el
Los regímenes de socialismo real merecen un comentario aparte, pues las caso español esta hipótesis podría dar cuenta de la ligera disminución de la DOE
clases no existían, al menos en la ideología de esos regímenes. En todo caso, las entre los varones, pero no entre las mujeres, en tanto que las de clase más alta si-
diferencias de recursos entre las clases en estos países no serían tanto de capital guen incrementando su nivel educativo, al tiempo que también se reduce la desi-
económico, sino más bien de nivel educativo y de capital social, como la perte- gualdad entre las clases.
nencia al Partido Comunista. Sus políticas educativas fueron drásticas, pues no Si la expansión educativa creciese lo suficiente como para saturar todos los ni-
sólo se abolió la propiedad privada de los medios de producción, que parecía el veles educativos, la desigualdad de oportunidades todavía podría mantenerse.
origen de toda desigualdad, sino que, además, se establecieron cuotas de discri- Como señalan varios autores (Bourdieu y Passeron, 1973,2001; Breen y Goldt-
minación positiva para los hijos de obreros. Y ni siquiera así se acabó con la horpe, 2000; Breen y Jonsson, 2000; Lucas, 2001; Werfhorst, Sullivan y Cheung,
DOE (véase nota 10). 2003), a medida que los niveles educativos se van saturando, el nuevo criterio de
La única excepción a este patrón tan generalizado parece encontrarse en Sue- desigualdad es la opción educativa elegida, de forma que los grupos sociales
cia y quizá en Holanda (Erikson y Jonsson, 1996). Este hallazgo parece deberse más desfavorecidos eligen las opciones educativas menos prestigiosas y con más
más a disminuciones generales de la desigualdad social, debido a las políticas re- problemas en el mercado de trabajo.
¿A qué se deben estas desigualdades educativas? Desde los setenta son dos las
explicaciones que dan cuenta de los posibles efectos de la clase social sobre el 10-
6 Los países analizados son EEUU, Inglaterra y Gales, Suecia, Holanda, Italia, Suiza, Alemania (ex- gro educativo, las teorías de la reproducción * y las de la elección racional *. La
cluida la República Democrática),Taiwan, Japón, Polonia, la extinta Checoslovaquia y Hungría. teoría de la reproducción considera que la meritocracia del sistema educativo es
7 Hatcher (1998), Breen (1998), Heath y Clifford (1990), Erikson y Jonsson (1996), (Shavit y Wes-
terbeek, 1998). aparente debido a los conocimientos tácitos exigidos a los alumnos, pues el am-
8 Treiman y Yamaguchi (1993), Chang (2003). biente cultural de la escuela está más cerca del ambiente cultural de las familias de
9 Torche (2005a, 2005b), Long (2000). clases alta y medias (Bernstein, 1989; Mayoral, 2005). Además, la valoración del
10 Gerber (2000), Gerber y Hout (1995), Heyns y Bialecki (1993), Mateju (1993), Niewbeerta y Rij- trabajo manual e intelectual es distinta en las diferentes clases. Por tanto, desde
ken (1996),Wong (2001).
esta perspectiva, las clases sociales no son sólo un indicador de recursos desi-
11 A pesar de la profusión de estudios citados en las notas anteriores, y de los intentos de sistematizar

los hallazgos de la última década por parte de Breen y Jonsson (2005), todavía no se ha profundizado
guales, sino también de formas de pensar, sentir y actuar diferentes, en lo que se
lo necesario en un estudio que, desde la perspectiva de la historia comparada de los sistemas educati- conoce como habitus de clase* (Bourdieu, 1987, 1991; Martínez García, 2003).
vos, aborde la variedad de situaciones institucionales que supone un conjunto tan heterogéneo de paí- Así, la equiparación de recursos económicos seguiría produciendo resultados
ses y su efecto sobre la DOE. educativos desiguales debido al funcionamiento del sistema educativo (Bour-
144 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS 145

dieu y Passeron, 2001). Desde esta perspectiva, lo que sucede en el aula es más re- tán sometidos a las mismas influencias de ambiente, pero uno resulta ser un
levante, pues habría que preocuparse de transmitir y evaluar conocimientos sin buen estudiante y otro no. El que demuestra ser mejor estudiante es más probable
sesgos, relacionados con la posición de clase, para que la igualdad de oportuni- que llegue a un nivel educativo mayor, y la falta de escolarización de sus padres se
dades fuese real. Como señala Goldthorpe (2000), de ser esto cierto, sería difícil notará menos cuanto más alto sea el nivel educativo, pues el período de tiempo en
explicar la rápida expansión del sistema educativo, pues se ha incorporado gran el que se habrá socializado dentro de las instituciones educativas será mayor
proporción de personas provenientes de clases de bajo nivel cultural y de mujeres, (Fernández Enguita y Levin, 1997; Shavit y Blossfeld, 1993). Los efectos prima-
que hasta los sesenta estaban prácticamente al margen de los niveles educativos rios producen la igualación de capacidades académicas de quienes permanecen en
más altos. Por otro lado, como señalamos en el apartado anterior, también tendría la escuela mediante selección, pues los que no se adaptan, abandonan. Tras estos
problemas para dar cuenta de que a los hijos de clases agrarias les vaya tan mal en efectos primarios, igualadores de las capacidades individuales de quienes no
la escuela, pero a sus hermanas tan bien, si ambos comparten el mismo ambiente abandonan la escuela, intervienen los efectos secundarios, es decir, los elementos
cultural. Además, esta teoría es buena para explicar que las personas de clases al- de coste-beneficio. Entre los beneficios, el mayor salario esperado asociado a ni-
tas estudien y que las de clases bajas no estudien, pero no es tan buena para ex- veles educativos mayores, y entre los costes, los costes directos de estudiar y los
plicar que haya personas de clases altas que no estudian y de clases bajas que sí]2. costes de oportunidad, así como el coste de descenso social que experimentan las
. , Por otro lado, en lugares como España, las reformas educativas, sensibles a estas clases más altas, pero no las más bajas, por el efecto suelo. Este modelo centra la
I
críticas de los años setenta, han hecho hincapié en reformas del currículum para explicación de las desigualdades educativas en decisiones individuales de agentes
adaptarlo al medio del alumno, sin que eso parezca que haya producido efectos en dotados con recursos distintos, una vez que los factores que afectan a la sociali-
la desigualdad de oportunidades de los varones. En Gran Bretaña, en los noventa, zación han producido sus efectos. De esta forma, es posible explicar el incremento
también se han producido profundas reformas educativas, sin que aparentemente del nivel educativo para todas las clases sociales, con el mantenimiento de las de-
hayan afectado a la desigualdad de oportunidades según clase social (Demack, sigualdades, así como explicar las variaciones observadas en la DOE entre hom-
Drew y Grimsley, 2000), al igual que en Irlanda (Smyth,1999). bres y mujeres, que veremos más adelante.
Las teorías de la elección racional (Boudon, 1983; Breen y Goldthorpe, 2000) Desde esta perspectiva, el papel de la escuela es limitado, tanto para explicar
resaltan que la decisión de estudiar está motivada por un análisis coste-beneficio]3, los cambios relativos en la desigualdad de género, como para explicar los cambios
un análisis que depende de la posición social de las personas. Esto se debe a que, relativos en las clases sociales, lo cual resulta coherente con los datos presentados.
quienes pertenecen a la clase social más baja no pueden descender de clase, con lo Carabaña (2001) también llega a la conclusión de que luchar contra la DOE den-
cual, si no van a la escuela, no corren el riesgo de descenso social. Sin embargo, a tro del aula es una tarea que excede a la capacidad del docente; Martín Criado
mayor clase social, mayor es el riesgo de empeorar la posición social si no se va a (2004) también señala las limitaciones de la escuela como ámbito autónomo de
la escuela. A este proceso se le denomina efecto suelo*. También se producen socialización. Así que, frente a la idea. de la escuela como un medio para ·la
otros dos procesos, conocidos como efectos primarios * y efectos secundarios*. igualdad de oportunidades (no ocurre para los varones) o como un aparato re-
Mediante los efectos primarios, el rendimiento educativo de las distintas clases so- productor del orden social existente (no explica el incremento del nivel educativo
ciales es diferente. Esta diferencia se puede deber al nivel educativo de los padres, de las mujeres), esta institución parece ser un espejo del resto de la sociedad. Es
a sub culturas que valoran o se adaptan de forma distinta a la escuela, etc. Pero son decir, los resultados de la escuela, en términos de desigualdad educativa, tienen
efectos que sólo se producen en los niveles educativos más bajos, pues en ellos los mucho que ver con dinámicas sociales externas, y poco con voluntarismos inter-
niños demuestran sus aptitudes para la escuela. Por ejemplo, imaginemos una fa- nos. Este resultado es bastante decepcionante, pues frente a la esperanza de la es-
milia en la que ambos progenitores son analfabetos y tienen dos hijos; ambos es- cuela como nivelador social, vemos que poco puede hacer ante otras instituciones,
como la familia o el mercado de trabajo, las cuales, a través de la formación de
preferencias (caso de la familia) y de recursos, incentivos y restricciones (ambas),
12 Esto ha hecho que en la tradición bourdiana hayan surgido críticos que hacen hincapié en cómo hay
personas de orígen sociales populares que tienen éxito escolar, en vez de investigar únicamente a
perpetúan (para los varones) o modifican (para las mujeres) la desigualdad de
quienes abandonan pronto el sistema educativo (Lahire, 2003; Martín Criado, Gómez, Palomares y oportunidades, como veremos con más detalle en el siguiente apartado.
Rodríguez, 2000). Esta línea de trabajo es muy fructífera desde una perspectiva etnográfica pero, a mi
modesto entender, no acaba de organizar sus hallazgos en un corpus teórico coherente.
13 Este planteamiento económico no quiere decir que las familias calculen si les sale rentable que uno
de sus hijos estudie, sino que dadas las limitaciones institucionales existentes, es más probable que
LOGRO EDUCATIVO Y GÉNERO
suceda un tipo de fenómenos que otros, independientemente de las motivaciones de los agentes
(Blossfeld y Prein, 1998) en lo que podríamos llamar un tipo de elección racional de reconstrucción La inversión de la desigualdad de género del logro educativo cuadra mal con
estadística (Martínez García, 2004). todas aquellas teorías que asignan a la escuela un papel reproductor de los es-
146 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS 147

quemas sociales, pues no se explica cómo una institución reproductora puede que- plicaría la diferencia encontrada entre el nivel educativo de las hijas de clases
dar sometida a tan intenso cambio, en tan poco tiempo y con tan pocas tensiones. agrarias y sus hermanos: ellos heredan la tierra o el oficio, mientras que ellas he-
Podría dar cuenta de la diferenciación horizontal, pues a igual nivel educativo, las redan la riqueza de la familia en forma de capital cultural (González y Gómez,
elecciones de hombres y mujeres son distintas (Bourdieu, 2000; López Sáez, 1997; González Rodríguez, 1993).
2003). Pero aun así es poco reproductor el mero hecho de que las mujeres hayan Estos razonamientos nos llevan a cuestionar la tesis de que el nivel educativo
entrado por mayoría en bachiller, así como en gran número de titulaciones uni- de los varones es peor que el de las mujeres pues a ellos les va peor en la escuela,
versitarias' algunas de las cuales se consideraban preparación para profesiones tan por 10 que deciden trabajar (Marchesi, 2004). Este argumento no tiene en cuenta
«masculinas» como ser juez (CGPJ, 2005) o titulaciones «tan poco femeninas» que a ellos les va mejor que a ellas en el mercado de trabajo, y quizá sea por eso
como Matemáticas (ANECA, 2004), y todo ello sin que haya hecho falta forma- por lo que no se molestan en ser tan aplicados.
ción de formadores en la coeducación y sin necesidad de apreciables adaptaciones Todas estas causas de tipo económico no explican por sí solas el espectacular
curriculares en las aulas. Por otro lado, como señalamos antes, personas de otros vuelco del nivel educativo. No podemos olvidar sus condiciones subjetivas, ya
grupos sociales desfavorecidos eligen opciones educativas más devaluadas, por lo mencionadas, pues han estado motivados por el movimiento en pro de la igualdad
que la idea de que los currícula son androcéntricos sólo explicaría estas decisio- de sexos, ya que, tras mucho tiempo, por fin se dieron las condiciones objetivas
nes en las mujeres, pero no en los varones de clase obrera, por ejemplo. compatibles con parte de sus reivindicaciones, tales como la abolición de discri-
Para explicar este fenómeno, como ya hemos dicho, debemos mirar fuera de la minaciones legales. Al movimiento por la igualdad de género le queda mucho por
escuela, a la familia y al mercado de trabajo, así como a procesos políticos conquistar, pero debe resaltarse que uno de sus resultados ha sido la desigualdad
más generales, como el movimiento por la igualdad de derechos entre hombres y educativa al revés, es decir, ahora ellas estudian más que ellos. Esta paradoja, de
mujeres. En la familia, las hijas han dejado de ser tan necesarias en el trabajo del superación en la escuela e inferioridad en otros espacios sociales, puede ser el re-
hogar, a medida que su trabajo iba siendo sustituido por cambios en la producci?n sultado combinado de la emancipación femenina parcial, pues la igualdad, res-
doméstica (agua corriente, electricidad, lavadora, nevera ... ), por lo que una hIJa petada en la escuela, no va acompañada con igualdad en responsabilidades fami-
que se considerase con derecho a estudiar y que se rebelase contra su familia no liares o en el mercado laboral (Femández Enguita, 1997).
suponía un quebranto tan grave para la economía familiar; es decir, los costes de Por último, resulta llamativo que si antes se invocaban diferencias culturales
la oportunidad* de estudiar de las hijas descendieron para las familias. En cuanto para explicar el bajo nivel educativo de las mujeres (las mujeres preferían formar
al mercado de trabajo, ha sido claro el aumento de la participación femenina, que familia a trabajar) o biológicas (su cerebro no estaba preparado para el trabajo in-
se puede atribuir a tres factores. En primer lugar, la mencionada «liberación» de telectual, su cuerpo se podría resentir ante tal esfuerzo ... ), ahora se emplean
mano de obra del trabajo doméstico. En segundo lugar, la expansión del sector para explicar su alto nivel educativo (son más disciplinadas, organizadas y labo-
servicios de la economía, incrementando los empleos del sector servicios de me- riosas que los hombres) (Marchesi, 2004, p. 53). Si la cultura o la biología pasan
dia cualificación, como administrativas, que tradicionalmente habían sido ocupa- en tan poco tiempo de ser contrarias a la escuela a ser favorables, habrá que ex-
das por mujeres (Shavit y Blossfeld, 1996). Y por último, por la subida del nivel plicar las razones, o sospechar que a los efectos de la desigualdad se les pone el
de vida, pues cada vez es más necesario el sueldo de ambos cónyuges para man- nombre de causas.
tener una familia (Alba, 2000).
La combinación entre aumento de la participación laboral femenina y de si -
gualdad laboral entre hombres y mujeres ha llevado a ellas a invertir más en DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y POLÍTICAS
educación, pues el coste de oportunidad de estudiar para las mujeres es menor y EDUCATIVAS
los beneficios, mayores. Para ellas, el coste de oportunidad de estudiar es menor
debido a que su salario esperado es más bajo (en España, el diferencial de paro es Los fines de la política educativa son variados, pero, sin duda, uno de ellos es
de casi el doble, y la diferencia salarial que cabe atribuir a la desigualdad de gé- promover la igualdad de oportunidades educativas. También son varios los me-
nero, en tomo al 20% (Alba, 2000). Pero los beneficios de estudiar son mayores, dios, aquí nos centraremos en tres: el gasto público en educación, la política de
pues a parte de mejorar su productividad en el mercado de trabajo, al igual que los becas y el diseño del sistema educativo. Pasarnos a comentar cómo ha sido la evo-
varones, también mejora la productividad del trabajo doméstico (Jacobs, 1996). lución de estos tres instrumentos de las políticas educativas durante el período
Por otro lado, la educación es más importante para la movilidad ascendente de las analizado, así como sus resultados.
mujeres que para la de los varones, ya sea mejorando su ocupación con respecto a El gasto público por alumno no ha dejado de crecer en términos reales en los
la de sus progenitores en mayor medida que para los varones (Salido Cortés, últimos 30 años (Carabaña, 1991; San Segundo Gómez de Cadiñanos, 2003;
2001), ascendiendo socialmente gracias al matrimonio (Rakim, 2000). Esto ex- Uriel, 1997). El incremento del gasto público en su conjunto ha cubierto la ex-
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148 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS 149

pansión del sistema educativo, expansión que, como cabe inferir de los Gráficos 1 esta ley. O comparar a la generación de 1995 (nacidos en 1975 y 1976), la última
y 2, se debe, en los ochenta, a la incorporación de las mujeres al sistema educati- de la LGE, con las siguientes, en las que en cada año hay más estudiantes bajo la
vo y, en los noventa, al incremento de escolarización de varones y, mujeres de orí- LOGSE. El cambio de sistema educativo no parece afectar a los varones. Entre las
genes populares. Sin embargo, dada la permanencia de las desigualdades educa- mujeres se reducen las desigualdades de clase en los noventa, pero viendo el in-
tivas entre los varones en los ochenta, no parece que este mayor esfuerzo público cremento de su escolarización desde fechas previas, cabe relacionarlo más bien
afectase a la DOE. y si no afectó a los varones, ¿cómo explicar su posible in- con lo sucedido en la familia y en el mercado de trabajo, como ya hemos dicho.
fluencia en la disminución de las desigualdades entre las mujeres? O bien desa- Además, en otros estudios que comparan los resultados de la LGE y el sistema
rrollamos una teoría ad hoc para explicar este hecho o bien asumimos que lo su- previo, incluso se detecta un ligero empeoramiento del nivel educativo medio, sin
cedido entre las mujeres fue una expansión generalizada de la educación debido a que mejore la igualdad de oportunidades, debido a que cada una de estas reformas
las relaciones entre familia, mercado de trabajo y educación, ya comentadas. alarga la educación secundaria y dificulta el paso al siguiente nivel educativo (Ca-
En cuanto a las becas, en España son escasas, hasta el punto de que en el mo- rabaña, 2004). El resultado más llamativo es que la reducción mayor de la DOE se
mento histórico en que alcanzaban a más estudiantes (1996, último año de la an- da justo en el período en el que no hay reformas educativas; es decir, no se apre-
terior etapa socialista), el porcentaje de becarios era del 20%, mientras que en los cia el efecto de las reformas comprensivas sobre la DOE.
.1
países del entorno europeo rondaba el 40% (Alfonso Casado, 1997; San Segundo Si no disminuyen las desigualdades educativas con el incremento de la finan-
Gómez de Cadiñanos, 2001). A partir de ese año disminuyó tanto la proporción de ciación, con las becas o con las reformas comprensivas, ¿cómo luchar contra la
estudiantes con becas como la cuantía de éstas entre los estudiantes universitarios. DOE? Parece que la mejor política educativa, en cuanto a igualdad de oportunidades
Pero fue el período de mayor incremento del nivel de estudiantes de clases popu- por clase social se refiere, es una política general de disminución de las desigualda-
lares en bachiller. Como señala San Segundo (2001), probablem~nte la limitada des sociales entre las clases (Erikson y Jonsson, 1996; Shavit y Blossfeld, 1993), lo
cuantía de las becas, no compensa los costes de oportunidad de estudiar. Por tanto, cual trastocaría el sistema de incentivos de la sociedad capitalista; si una arquitecta
no es extraño que no influyan en la decisión de seguir estudiando. Además, entre gana lo mismo (o tiene los mismos privilegios) que una c~era de supermercado,
los criterios para obtenerlas no sólo se considera el nivel de renta del estudiante, adiós al capitalismo (y al socialismo real). En cuanto a las desigualdades educativas
sino también su éxito académico (por encima de la media en muchas titulaciones) de las mujeres, probablemente sean más importantes los cambios en la familia y en
(Sánchez Campillo, 2002), así como la residencia geográfica, factores que pueden el mercado de trab~o que lo que sucede dentro del sistema educativo. En tanto que
estar limitando su efecto redistributivo. En resumen, en la mejor época de las becas, la mejora del nivel educativo de las mujeres no afecta a la acumulación capitalista,
los varones de orígenes populares no fueron más a bachillerato, y cuando las becas no es de extrañar que hayan mejorado tanto. No importa que quien ejerza la ocupa-
disminuyeron, durante la segunda legislatura del PP, se incrementó el porcentaje de ción de arquitecto sea hombre o mujer, lo importante es que genere plusvalor.
bachilleres.· Estos datos desalentadores coinciden con otros análisis existentes
para Gran Bretaña (Halsey {1992}, citado por J ohnes {1995}).
Por último, queda el diseño institucional del sistema educativo. Se supone que CONCLUSIONES
las reformas comprensivas reducen la desigualdad de oportunidades, por dos moti-
vos. Uno, que obligan al sistema educativo a dar una formación más uniforme a toda La DOE por clase social ha permanecido más bien constante entre los varones
la población durante un tiempo mayor. Y otro, al retrasar la edad en la que se elige durante un largo período de tiempo, no sólo en España, sino en muchos países,
entre las distintas trayectorias educativas, se limita el efecto de la familia sobre la de- con tradiciones culturales, sistemas políticos y grado de desarrollo económico
cisión del adolescente, pues cuanto mayor sea, dispondrá de mayor autonomía, muy distintos. Se muestra insensible a diferentes políticas educativas, como el
así como de mayor tiempo de socialización dentro de la institución educativa (Fer- gasto público en educación, las becas, las reformas comprensivas o incluso tan
nández Enguita y Levin, 1997). Quienes están a favor de estos efectos beneficiosos, drásticas como la discriminación positiva a favor de los hijos de obreros, en regí-
suelen apoyar estos argumentos con experiencias particulares en las que se muestra menes en los que oficialmente se habían abolido las clases sociales. Pero esta
el éxito de los nuevos métodos. Pues a pesar de tan buenas razones, el efecto real de constancia ha sido compatible con otros cambios, como el incremento de escola-
estas reformas sobre la desigualdad de oportunidades es nulo.Y los ejemplos parti- rización de todas las clases, la superación de las mujeres a los varones en el nivel
culares que muestran las bondades de las reformas están sesgados, ya que quienes educativo de bachiller, y, en la población más joven, la reducción de la desi-
primero participan en las nuevas experiencias didácticas son familias o/y profesores gualdad de oportunidades entre las mujeres de distintas clases sociales, al menos
mucho más motivados que el promedio, como señala Martín Criado (2004). en España. Para explicar estos cambios, las teorías que conciben la escuela como
Lo cierto es que podemos comparar a las personas entre 19 y 20 años en 1977, un aparato reproductor del orden social se enfrentan a serios problemas, pues o
escolarizadas antes de la LGE, con las dos generaciones siguientes, educadas bajo bien sólo explican los patrones de constancia, sin explicar los de cambio, o sólo

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150 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CLASE SOCIAL, GÉNERO Y DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS 151

explican que las mujeres elijan trayectorias académicas menos prestigiosas, pero Demack, S.; Drew, D.; Grimsley, M. (2000): «Minding the Gap: ethnic, gender and social
no que también lo hagan los varones de clase obrera. Sin embargo, las teorías de cIass differences in attainment at 16,1988-95»,en Race, Ethnicity and Education, 3(2),
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Trabajo social con familias T
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y mediación o

Josefina Fernández i Barrera*


Universitat de Barcelona, Facultat de Pedagogía
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'1
INTRODUCCIÓN

¡El trabajo social opera atendiendo a todos los factores sociales, económicos y
psicológicos que influyen en la vida del individuo, la familia, el grupo social y la
comunidad. A mi entender, siempre se ha identificado el trabajo social con la in-
tervención con las familias ya que ésta es el principal sistema de socialización del
individuo.\ El trabajo con la familia ha sido por tanto muy relevante en el Trabajo
Social y debe seguir siéndolo.\Mary Richmond (1917), no separaba la interven-
ción individual con la familiar considerándola como un todo. En su libro Social
Diagnosis dedicó todo un capítulo al grupo familiar considerando a la familia de
gran importancia tanto para el diagnóstico como para la posterior intervención. En
este libro, pionero en el Trabajo Social de casos y el Trabajo Social en general,
destaca como\aunque el objeto de intervención sea sólo el individuo, nos podemos
encontrar como los buenos resultados de un tratamiento pueden desaparecer por el
hecho de haber ignorado la historia familiar de la persona con quien estamos in-
terviniendo l .
En la. segunda edición del libro de Florence Hollis, aparece un capítulo con
una contribución de Isabel L.Starnm proponiendob terapia familiar. Esta contri-
bución refuerza esta importancia del trabajo social con la familia y aparece como
consecuencia de las teorías de sistemas y el modelo sistémico-ecológico que
plantea como cada miembro de una familia debe verse en el contexto de su rela-
ción con los demás miembros de ésta y que las transacciones familiares deben
verse también en su relación con las redes de la comunidad. Se destaca como en el
trabajo social no debe perderse de vista a la familia como la unidad básica de

* En Escobar Pérez, Cristina; Sánchez Majadas, Gaspar y Teodoro Andrés López (eds.), Trabajo so-
cialJamilia y mediación. Necesidades sociales en la infancia y derechos delniiio, Salamanca: Edi-
ciones Universidad de Salamanca, 2006, pp. 17-30.
1 M. Richmond. Social Diagnosis .. New York: Rusell Sage Foundation, 1917, p. 134.
156 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS Y MEDIACIÓN 157

atención y que en la intervención, se puede trabajar con la familia en su totalidad, en los que las personas interactuan con su entorno. Los principios de los Derechos
o con uno o varios miembros 2 ) Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Sociaf.3 En este sen-
Mary Richmond destacaba como «cada familia tiene su propia historia» y que tido podemos ver también cómo la defensa de los Derechos Humanos están plena-
por consiguiente debiamos entender a las familias desde la perspectiva de las rela- mente integrados en la esencia del trabajo social por lo que es importante recordar
ciones familiares, los valores, las circunstancias y la naturaleza de sus familias de que es lo que nos dice la Declaración Universal en su artículo 25.1. «Toda persona
origen de la que cada uno de los conyuges que originan una nueva familia proceden. tiene derecho al nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la sa-
Los trabajadores sociales hemos valorado siempre cómo cuando creamos lud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia
nuestra propia familia estamos influidos por las imágenes y pautas de conducta médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en
i 1
que tenemos internalizadas por nuestras propias familias de origen. Sabemos caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de
l'
, ! que el marco de nuestras relaciones familiares significa un conjunto de relaciones sus medios de subsistencia por circunstancias independientes a su voluntad»4.
I 1
complejas e influidas frecuentemente por mecanismos de los cuales no somos ple- Es en este sentido como podemos ver reflejada la importancia de la organiza-
¡ namente conscientes. ción de verdaderas políticas sociales de bienestar a partir de los D.D.H.H. y
1I La disciplina de Trabajo Social ha estado evidentemente influenciada por las di- cómo la familia ocupa un lugar primordial. También la Convención Internacional
,1 versas corrientes de pensamiento y por los diversos modelos pero también el traba- de los Derechos del Niño ha fundamentado la obligación que tienen los Estados
'1 jo social ha influido en alguna manera en los diversos enfoques que se han adoptado de proveer a las familias de los medios suficientes para que puedan hacerse cargo
en los diversos métodos de intervención en el ámbito que en sentido amplio podría- adecuadamente de sus hijos. La Constitución Española reitera también esta im-
mos llamar de bienestar social. Hemos podido ver como muchos autores han desta- portancia en su artículo 39 cuando establece que los poderes públicos aseguran la
cado como el trabajo social incorporó las teorías sistémicas en la práctica del Trabajo protección social, económica y jurídica de la familia.
Social pero en realidad hemos de ser conscientes que estas teorías que tienen en Siendo pues la atención a las familias una de las premisas básicas de inter- ,1
cuenta la interinfluencia de los diversos sistemas de influencia de las personas (el fa- vención en trabajo social, es evidente que las actuaciones de los trabajadores
miliar, trabajo, amigos ... ) lo único que hicieron es conceptualizar probablemente con sociales en general en relación con las familias han estado y están influenciados 1:
mejor fortuna las bases conceptuales de intervención del propio trabajo social. como señala Hardiker et al (1999) por los diversos modelos de bienestar y ellos l'
La intervención con familias desde el trabajo social ha destacado por consi- han ido determinando importantes diferencias. Así, el modelo residual de bie-
derarla siempre como un todo y no solamente como la suma de los individuos que nestar se relacionaría con un modelo de derechas en el que se subrayan los valo-
la componen partiendo así de una consideración grupal de la familia cuyos miem- res del individualismo y de la libertad y en el que la desigualdad viene aceptada
bros se influencian entre si y así mismo son influenciados por las demás redes so- como una consecuencia necesaria de la libertad. Según este modelo la etiología de
ciales de las que forman parte. La intervención con familias en trabajo social, no los problemas sociales reside en las patologías individuales y sociales de una mi-
solamente se ha destacado en la intervención de caso sino que también los traba- noría de individuos y familias cuyo comportamiento o disidencia se han de con-
jadores sociales han sido pioneros en la organización de grupos de familiares en trolar. El Trabajo Social como consecuencia, constituye una forma relativamente
sus diversos ámbitos de actuación. También debe destacarse el trabajo de acción coactiva de control social que se ejerce para la defensa del papel de la familia, la
comunitaria que se ha venido realizando con las familias ya que los trabajadores ética del trabajo y el acatamiento de la ley.
sociales han colaborado con éstas para que se agruparan para la mejora de las con- Segú~ el modelo institucional las actuaciones se centran en la búsqueda de la
diciones que podían influirles en su bienestar. En este sentido el trabajo social con integración social. Las instituciones sociales son interdependientes y la estabili-
familias se enfoca plenamente a la búsqueda del «poden> de las familias para re- dad social se logra a través de ajustes pequeños y graduales. Se acepta la necesi-
mover los obstáculos que impiden la consecución de sus derechos sociales. dad de alguna forma estatal de regulación que mitigue las peores consecuencias
La definición de Trabajo Social aprobada por la Federación Internacional del libre mercado con el objetivo de reducir la pobreza pero no de conseguir la
de Trabajadores Sociales (FITS-IFSW) en Julio de 2000 plantea que el Trabajo igualdad. Los servicios de bienestar del Estado complementan el esfuerzo de los I

Social promueve el cambio social, la resolución de dificultades en las relaciones hu- ciudadanos y de las familias para proveer a sus propias necesidades. Los servicios
manas y el fortalecimiento y liberación de las personas con el objetivo de incre- sociales se consideran una necesidad funcional para mejorar la integración social
mentar el Bienestar. Mediante la utilización de las teorías sobre el comportamiento
humano y los sistemas sociales, el Trabajo Social interviene sobre aquellos aspectos
3 Definición aprobada en Asamblea General de la FITS-IFSW el mes de julio de 2000 en Montreal
(Canadá). El texto es consultable en www.ifsw.org
21. L. Starnm. Family Therapy. En F. Hollis. Casework a Psychosocial Therapy. New York: Random 4 Declaración Universal de Derechos Humanos. Resolución 217 (m) de la Asamblea General de las
House, 1972, p. 203. Naciones Unidas, de 10 de diciembre de 1948.
158 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS Y MEDIACIÓN
l
159

y el Estado colabora con los sectores privados y del voluntariado en la prestación _ Las políticas sociales actuales en relación al apoyo a la familia tal y como se-
de servicios actuando como coordinador generala planificador de la asistencia nala Plaquer (2000) han sufrido y deben sufrir aún más grandes transformaciones
social. Según este modelo, la etiología de los problemas sociales se debe a la in- y~ que las fa~lias están directamente influidas por los cambios económicos y so-
capacidad de los individuos y las familias para hacer uso de los servicios, o a la clal~~ y ~sp~cIalmente por la incorporación de la mujer al trabajo. Toda política
incapacidad de las propias instituciones de bienestar para ofrecerlos adecuada- farrullar InCIde sobre las formas de vida y los comportamientos familiares e indi-
mente. En este caso la función del Trabajo Social es la de ofrecer servicios según viduales y vincula inevitablemente, explícitamente o implícitamente, preferencias
las evaluaciones profesionales de las necesidades sociales. La forma de control políticas o normativas respecto a un modelo de familia u otro.
social es más humana ya que el objetivo que se intenta alcanzar es reintegrar a las En relación a las políticas familiares Schultheis (1998)6 plantea diversas pre-
; 1, personas a la sociedad. guntas de interés en base a analizar nuestras posibles tendencias como trabajado-
, I Según el modelo de desarrollo del bienestar, se admiten los conflictos de in- res sociales en nuestra actuación con las familias:
1 tereses entre diversos grupos pero se tiene plena confianza en la capacidad de la
1
1
democracia parlamentaria para hacer desaparecer las injusticias del mercado pri- l. ¿Deben las políticas familiares favorecer una división del trabajo tradicio-
i vado y dar más poder a una parte más amplia de la población. Se basa en un papel nal.entre los sexos y promover el retorno de las mujeres al hogar o, por el con-
1
proactivo del Estado considerándose al sistema del Estado de Bienestar como uno trano, deben ayudar a las madres a armonizar la vida familiar con sus aspiraciones
I de los medios principales por los que la sociedad avanza hacia la consecución de profesionales?
la igualdad social. Según este modelo la etiología de los problemas sociales se ex- 2. ¿Debe privilegiarse a la familia nombrada «normal» o «completa», o se tra-
plica en términos de una distribución desigual del poder y de los recursos en la so- ta de aportar justamente una ayuda particular a las familias denominadas «mo-
ciedad. La desventaja social se afronta como estructural y no sólo a través de la noparentales» ?
mejora de la eficacia en la distribución de los servicios. El Trabajo Social en este ..3. ¿La política familiar debe orientarse únicamente a compensar las cargas fa-
caso, se orienta hacia la consecución de un cambio social, de forma que las metas n.ullares en función del número de hijos o bien debe tenderse a compensar las de-
de la intervención se convierten en los procesos económicos, sociales y políticos SIgualdades entre las familias de condición social diferente y ofrecer unos ingre-
que generan problemas sociales. sos familiares mínimos independientes del ejercicio del trabajo asalariado?
En el modelo radical/de conflicto se considera que el conflicto social es en- 4. ¿El Estado puede hacer uso de forma legitima de políticas sociales para re-
démico en las sociedades capitalistas hasta que no se consiga una transformación gular o modificar el comportamiento de los ciudadanos por razones por ejemplo
social que cree unas condiciones que favorezcan una mayor justicia e igualdad. Se demográficas según las cuales deben tener más o menos hijos o hacerse más o
considera que el Estado actúa en beneficio preferentemente de los intereses de los menos responsables de éstos o en cambio éste debe ser un asunto totalmente
grupos dominantes de la sociedad pero que también tiene la obligación de inter- «familiar» y «privado»?
venir para intentar reemplazar el orden social existente. En este modelo se da al Es- 5. ¿Debe el Estado actuar de forma exclusiva en las políticas de familia o
tado una función incluso más importante para que favorezca la justicia y la igual- debe dar lugar a y reconocer el papel de otros actores como las asociaciones fa-
dad. En este modelo, se subraya la participación de los usuarios en la prestación de miliar, las iglesias, empresas, sindicatos ... etc.?
servicios y se recorta en parte el valor dado a los profesionales. Este modelo se 6. ¿La financiación de las prestaciones familiares debería de hacerse según
centra aún más en la explicación estructural de los problemas sociales y se afron- una cotiz.ación análoga a la de la seguridad social o según una lógica basada en los
ta la importancia de las desigualdades sociales, pero se las estudia con mayor de- ingresos basados en una fiscalidad progresiva?
talle en relación con la clase social, raza y etnia, género, minusvalía y edad. Tal y
como destaca Jordi Estivill (1985) se evalúa la función del Estado de Bienestar en Para el Trabajo Social a realizar con las familias, es importante plantearse to-
el enmascaramiento de la opresión y en el aumento de las desigualdades existentes. d~s estas cuestiones especialmente en un país como España donde las políticas so-
En este caso el Trabajo Social tiene un papel fundamental en hacer más conscien- cIales de apoyo a la familia han sido prácticamente nulas o marcadamente insu-
tes a los ciudadanos de las causas estructurales de sus dificultades con el fin de que ficientes. En el décimo aniversario de su celebración, las consideraciones
intenten participar en la solución de sus problemas y en los de la sociedad en ge- generales que se establecieron por las N.N.U.U. con motivo del año internacional
neral. Es el llamado modelo adversario del Trabajo Social por Leonard según el de la familia en el año 1994 dan una buena respuesta a estas preguntas y ofrecen
cual los profesionales «trabajan el sistema» con los ciudadanos y en su interés 5. un buen marco de actuación para el trabajo social:

5 P. Leonard. The function of work in society: a prelirninary exploration. Citado por P. Hardiker et. al. 6Citado por L. Flaquer. Les polítiquesfamilairs en ul/a perspectiva comparada. Barcelona: Fundació
p.117. «la Caixa», 2000, pp. 23-24.
1 !

160 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS Y MEDIACIÓN 161

1. La familia debe ser considerada como agente de protección de los valo- Estas políticas de atención a las familias nos dan un marco para a partir de
res humanos, de la identidad cultural y de la continuidad histórica. En el con- ellas ac.oplar las actuaciones de los trabajadores sociales con las familias y plan-
texto del cambio social, la familia debe ser un medio privilegiado para forjar tean la Intervención familiar en cualquier ámbito donde actúen. Desde esta pers-
nuevos valores y conductas en consonancia con los derechos de las personas pectiva está claro que en trabajo social siempre se interviene conjuntamente con
que la integran. las familias ya sea en los servicios sociales de atención primaria, como los servi-
2. La familia dispone de recursos y tiene responsabilidades respecto a sus ci?s ~spe~ializados ( Familia, Infancia y Juventud, Atención a la mujer, Vejez,
miembros. Un mayor conocimiento de su potencialidad y de sus límites permiti- DISmInUCIOneS, Drogodependencias (Alcoholismo y otras toxicomanias), Ex-
rá la elaboración de políticas de intervención más eficaces para reforzar su capa- tranjeros y refugiados, Emergencias sociales, Reinserción social, Sanidad, Salud
: II cidad para ayudar a todos sus integrantes. Mental, Educación, Justicia, Cultura, Vivienda etc.).
oo.

1I 3. Se debe realizar un esfuerzo para equilibrar las responsabilidades familia- Sea cual sea el problema que haga necesaria la intervención de un trabajador
,
res, particularmente en las familias monoparentales
"

iI social es siempre importante plantear el proceso de comprender este problema en


4. Es necesario estar atentos a las consecuencias que tienen para las familias ~eneficio de todo el grupo familiar y analizar cómo este problema está repercu-
l' los ajustes económicos para evitar que el sistema básico de apoyo intrafamiliar tIendo en toda la familia. Aunque hay divergencias en cuando podemos conside-
deje de funcionar y las obligue a depender de instituciones ajenas. rar que se pueda constituir una familia, en cualquier caso como define Alberdi
5. La familia tiene una dimensión económica generadora de ingresos que (1995), la familia nos remite a relaciones de parentesco; y el parentesco se origi-
debe revisarse y apoyarse mediante políticas familiares en cada país. na en nuestra sociedad por la filiación y el matrimonio. Los individuos unidos por
6. La familia constituye un medio de aprendizaje no escolar que debe propi- relaciones paterno-filiales son considerados de una misma familia y hay otra
ciar el aprendizaje formal, garantizando la igualdad de oportunidades para todos constitución familiar que se origina por matrimonio. En nuestra realidad, a pesar
sus miembros. de lo que recojan las normas jurídicas, es importante considerar la noción de fa-
7. Se deberá prestar más atención a las medidas necesarias para promover el milia también a partir de las relaciones de hecho entre parejas hetero u homose-
papel de las familias como dispensadoras de los elementos de promoción de salud x~ales. Las relaciones que se establecen entre las propias familias de los que ori-
hacia sus miembros. gInan un nuevo núcleo de convivencia también se relacionan por afinidad aunque
8. Deberá garantizarse para la familia una educación adecuada para la vida en no establezcan un vínculo propiamente jurídico. Todos estos sistemas familiares
familia en el respeto a la procreación, sexualidad, aptitudes y responsabilidades de originan un entramado de relaciones de gran importancia en la intervención en tra-
los padres. bajo social.
9. El bienestar de la familia y de sus integrantes exige nuevos roles, concep- Cuando una persona se presenta al trabajador social con un problema, sea de
tos y modelos de relación y cooperación. Los hombres deben ampliar su rol en el la índole que sea, es importante estudiar dicho problema desde una perspectiva fa-
hogar mediante la asunción de tareas domésticas, atención a los hijos, etc. Las miliar ayudando a analizar cómo este problema está repercutiendo en la familia.
mujeres deberían tener más oportunidades de educación y trabajo para poder Los cambios adaptativos de la estructura familiar, están determinados tanto por su
equilibrar las responsabilidades de dentro y fuera del hogar. organización interna, como por su posición externa a la comunidad. Las relacio-
10. Los jóvenes deberán poder contar con oportunidades educativas sufi- nes familiares están influenciadas por diversos hechos. Éstos pueden generar un
cientes para evitar la deserción escolar y para incrementar las posibilidades de ambiente, de afecto o pueden generar un medio peligroso y hostil. Cuando las fa-
trabajo. milias tienen un problema dicho problema puede generar que se cierren en si mis-
11. Las familias deberán tener posibilidades de prestar apoyo económico, mas con posturas internas de cohesión y no sean capaces de pedir ayuda. A partir
material y emocional a sus ancianos permitiéndoles permanecer en su comunidad de la intervención del trabajador social que genere una escucha activa de sus
el máximo de tiempo posible y hacer que ésta se beneficie de sus aportaciones problemas pueden comenzar a confiar en el medio exterior para expresar sus
!
!
12. La familia debe poder prevenir las discapacidades de sus miembros por problemas. Es en este sentido que el trabajador social debe favorecer un clima de
I
medio de programas de planificación y de detección precoz y debe poder contar confianza y de apoyo que ayude realmente a que la familia sea considerada como
con su rehabilitación e igualdad de oportunidades. actora y protagonista de la superación de sus propios problemas evidentemente
13. Es preciso que las naciones consideren la posibilidad de implantar polí- con el debido apoyo de los profesionales y de los servicios necesarios para salir
ticas nacionales para la familia, allá donde no las haya, basadas en el derecho de adelante.
familia. De estas políticas familiares debería de emanar la formulación de polí- Para conocer a la familia, es importante saber cuáles han sido los hechos
ticas de bienestar social para atender las necesidades de las familias y sus inte- que consideran más importantes en su vida, quienes son los miembros de la fa-
grantes. milia y cómo son las relaciones que se establecen entre ellos, cuáles son sus re-

,!

111
162 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS Y MEDIACIÓN 163

cursos económicos y cómo los utilizan, cuál es su cultura de procedencia y cómo Fases del ciclo vital y tareas correspondientes7
ésta influye en la propia estructura de relaciones familiares, cómo se ejercen los
diversos roles familiares entre los miembros. A veces las familias pueden estar Estadio Procesos emocionales Cambios de segundo orden necesarios
bastante compensadas y plantear sólo un problema debido a un hecho que les ori- del ciclo de transición para el desarrollo familiar
gina inseguridad y necesidad de apoyo temporal: el nacimiento de un hijo, una 1. Entre familias: Aceptación por a. Diferenciación en relación a la familia
muerte, un despido, la jubilación, un traslado ... En ocasiones pueden darse situa- de joven a adul- parte de los padres de origen
ciones de crisis por incomprensión o por dificultades: pueden apoyarse entre to libre de la separación de b. Relaciones con la propia generación
ellos pero verse necesitados de ayuda temporal, puede que uno solo domine la si- los hijos c. Independencia económica

,1
tuación y ello genere conflictos. En otras ocasiones estos hechos hacen aflorar 2. La unión de fa- Compromiso con a. Formación sistema marital
11
"
otros conflictos más graves que estaban latentes. Otros problemas, como el naci- milias a través el nuevo sistema b. Replanteo relaciones familiares y ami-
miento de un hijo con disminución o una disminución sobrevenida, las enferme- del matrimonio gas al incluir al cónyuge
,I
1, dades psiquiátricas u otras enfermedades invalidan tes pueden realmente dese-
1,
3. La familia con Aceptación de a. Ajuste sistema marital para dar cabida a
quilibrar de forma muy grave la homeostasis en que se mantenía la familia. El niños pequeños nuevos miembros los hijos
1;
1 sistema familia debe tenerse siempre en cuenta tanto cuando se dan situaciones en el sistema b. Aceptación roles parentales
sencillas ya que pueden darse mutuo apoyo, como cuando son más difíciles e in- c. Replanteo relaciones familia extensa: ro-
cluso deben intentar reconstruirse los lazos familiares perdidos. Es importante les abuelos
comprender el momento por el que atraviesa la familia que tenemos delante ya 4. La familia con Aumentar flexibili- a. Cambio relaciones padres-hijos
que ello nos permitirá hacer un buen diagnóstico de la situación; adolescentes dad límites para b. Ajuste temas profesionales
Los problemas y características más frecuentes que nos podemos encontrar aceptar inicio inde- c. Inicio preocupación por generaciones
con las familias con las que intervenimos son los siguientes: pendencia hijos mayores
5. Cuando los hi- Aceptación entra- a. Renegociación sistema matital como díada
1. Marcado individualismo: No hay hábitos de participación, no hay con- jos se marchan das y salidas en el b. DesatTOllo relaciones adulto-adulto entre
ciencia de clase ni de comunidad, hay acomodación y pasividad ito falta de nor- y la familia si- sistema familiar hijos y padres
mas (anomia) gue c. Replanteo relaciones para incluir nuevos
2. Cambios sociales acelerados: Resistencia al cambio, crisis generacionales, parientes y nietos
comportamientos delictivos, cambio del papel de la mujer, cambio de la familia d. Planteo inhabilitación y muerte de los
abuelos
nuclear...
3. Alto índice de natalidad: Falta de educación sexual, valores religiosos, 6. La familia en la Aceptación del á. Mantener el funcionamiento e interés
patrones culturales, falta de planificación familiar, abandono de los hijos ... vida tardía cambio de roles frente a la declinación fisiológica: explo-
generacionales ración nuevas opciones vitales
4. Problemas estructurales: Desintegración familiar, absentismo y baja pro-
b. Apoyar a las generaciones
ductividad, bajo nivel económico, paro, problemas de salud .... c. Dar espacio en el sistema para los mayores
d. Plantearse la pérdida del cónyuge, pa-
La entrevista con la familia para conocer su situación puede hacerse con rientes y amigos y preparación propia
toda la familia o con algunos de sus miembros, si reunimos a todos los miem- muerte
bros la ventaja es que puede observarse que cada miembro se define no sólo
por su personalidad individual sino por cómo se relaciona con los demás. Ge-
neralmente pues siempre es beneficioso hacerlo pero no siempre es posible ni La intervención con las familias en cualquier caso debe ir hacia:
adecuado. Muchas veces hace falta una preparación para poder ver a todo el
grupo familiar y en ocasiones puede ser necesario repartirse las tareas entre Mejorar la cantidad y calidad de la información y energía intercambiadas
miembros del equipo de forma que unos inicialmente se ocupen más de un entre medio y familia.
miembro (generalmente el catalogado como problema) y el trabajador social se
ocupe más de la familia para favorecer su implicación en la resolución del pro- 7 Adaptación realizada por Aleix Ripol Millet en Familias, trabajo social y mediación, Ed. Paidós,
blema ya que muchas veces creen que el problema es aquel catalogado de Barcelona, 2001, p.p. 118-119 del cuadro realizado por Carter, E.A. y Me. Goldrick, M. eds. en The
síntoma. family lije cycle: aframeworkforfalllily therapy, Ed. Gardner Press, Nueva York, 1980.

I
164 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS Y MEDIACIÓN 165

- Detectar la disfunción que impide esta dialéctica. familiar es un método que puede ser útil para conflictos familiares de diversa ín-
- Para remover los obstáculos que la dificultan. dole: Si se aplicara más también serviría para democratizar la estructura familiar
- Arbitrar nuevos recursos que permitan el bienestar de la familia demandante. más tradicional».
Personalmente he defendido siempre la necesidad de utilizar la mediación fa-
Formas de intervención: miliar para los conflictos que se dan entre padres e hijos, entre hermanos, entre
- Analizar la disfunción para resituar la demanda lo más cerca posible de la hermanos para cuidar a los padres mayores, los conflictos que se producen por
necesidad real (más que redefinir se trata de definir). adopción ilo acogimiento familiar entre familia de origen y familia adoptiva/aco-
- Ayudar a que la familia conozca y se conecte con las fuentes comunitarias gedora ... etc. Respecto a la implementación de la mediación familiar, los traba-
de apoyo, contención y socialización cuando la conexión sea insuficiente jadores familiares que fueron consultados en el estudio citado planteaban la ne-
,I cesidad de que ésta sea un servicio universal al que pueda acceder todo el
11
(intervención sobre el microsistema).
I
Colaboración con la familia para modificar las instituciones que no influ- mundo. Se daba apoyo a la idea de complementariedad entre el espacio público
iI yen directamente pero si indirectamente (intervención en el exo y macro- y el espacio privado y se destacó que la mediación como técnica siempre la pue-
" sistema). den utilizar los trabajadores sociales pero que la mediación como proceso más
1:
- Colaboración con recursos especializados de apoyo (salud mental, educa- específico debería formar parte de servicios personales más específicos. En este
ción especial..). sentido una de las recomendaciones que realizó el estudio para la acción muni-
Siempre en base a que se han de apoyar y rescatar los recursos propios exis- cipal (de Barcelona) fue que el marco de los servicios personales se consideraba
tentes y que deben también rescatarse los recursos cercanos a la familia a partir de un espacio adecuado para la implementación de servicios de mediación familiar
sus redes sociales y los miembros de la propia comunidad. y se sugería que dichos servicios se situaran en los centros cívicos, en centros de
servicios sociales o en servicios de nueva creación que contemplaran una aten-
ción integral a las familias pensando en los intereses y necesidades de todos sus ,I
, La mediación familiar miembros. 1

"1
Siguiendo estas propuestas de implementación de servicios de mediación fa-
La mediación es un medio para gestionar los conflictos de forma construc- miliar en un momento en que éstos estan cada vez más en las agendas de las po-
tiva y no violenta, favoreciendo siempre la comunicación y el diálogo. La me- líticas públicas, es de destacar que los trabajadores sociales continuamente utilizan
diación parte del convencimiento de que el conflicto en sí mismo puede ser sistemas de mediación con las familias con quienes trabajan y también realizan
constructivo si lo encaramos positivamente y de forma que las partes en con- funciones denominadas de pre-mediación cuando preparan y alientan a las fami-
flicto sean protagonistas y partícipes de su gestión y resolución. La mediación lias con quienes trabajan para que busqu,en soluciones pacíficas de resolución de
familiar busca disminuir al máximo el sufrimiento humano que generan las si- sus conflictos. Es obvio también que la mediación familiar que promueve que
tuaciones de conflicto que se dan en el ámbito de las familias y que resultan cada miembro de la familia en conflicto dialogue sobre éste y sean capaces por si
muy dolorosas para ésta. Los actores de la mediación familiar son las personas mismas de encontrarle una salida, está directamente relacionada con un recono-
que tienen el conflicto, siendo éstas con el apoyo del mediadorla quienes onsi- cimiento de que las personas por si mismas son capaces de salir adelante y por
guen sus «propias» salidas y soluciones y no aquellas impuestas por una terce- añadidura una visión muy próxima al propio trabajo social.
ra instancia. La mediación favorece por consiguiente la asunción de responsa- Es en este sentido que considero que los trabajadores sociales estan especial-
bilidades por parte de las personas implicadas contribuyendo a buscar la mejor mente preparados y formados para actuar como mediadores familiares. Para ello
solución que debe contemplar que sea equitativa y que no perjudique a los debe retomarse, como nos dice Maria Suarez, el rol de mediador del trabajador
más débiles. social que devuelve el poder dando protagonismo a la familia en el proceso de
Ha existido una cierta tendencia a identificar la mediación familiar solamente crecimiento personal y en la resolución de conflictos. Debemos actuar facilitando
con la actuación ante conflictos de separación y divorcio pero es evidente que éste que las familias tomen su responsabilidad en la toma de decisiones. Es evidente
es un método a utilizar en cualquier tipo de conflicto que se de en las familias. En que se requiere en ocasiones deconstruir roles asumidos por los trabajadores so-
un estudio realizado sobre la mediación familiar en Barcelona (Brullet, Fernandez ciales, excesivamente centrados en el suministro de recursos materiales, en la so-
y López 2002), se observó como los expertos en mediación consideraban la me- lución de los problemas por el propio profesional y en definitiva en lo que Guillen
diación familiar aplicable a cualquiera de los conflictos que se puedan dar entre (1993) denomina la burocratización del trabajo social; para reconstruir un rol más
las familias: «La mediación familiar es algo que ha de sobrepasar el ámbito de lo capacitador de las personas y también más mediador que forma parte de los orí-
que se ve sobre todo actualmente que es la separación y el divorcio; la mediación genes del trabajo social.

i
1,
166 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL

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Gema y Olivia. Práctica profesional. Revista Servicios Sociales y Política Social. ñez y la edad adulta. Con el destete, que era alrededor de los siete años, los niños
núm. 53, p. 41-55. se integraban en el grupo de adultos, sin que se les prestara una particular aten-
l.
"
ción. Aries analiza obras de arte del medioevo que muestran la vida familiar y
" comprueba que a los niños se les representa como a pequeños adultos, con simi-
lares proporciones que los adultos y vestidos como éstos. A pesar de que muchos
historiadores actuales creen que Aries subestimó la visión que los padres tenían de
la infancia como una etapa específica de la vida, su influyente obra ha hecho ver
que la infancia y los niños se han percibido de diferente forma según las épocas.
El valor de los niños para los padres y para la sociedad ha cambiado con la mo-
dernización de las sociedades occidentales, sobre todo a raíz de la disminución de
la mortalidad. Antes las estrategias de los progenitores pasaban por considerar a
los hijos, desde una temprana edad, como fuerza de trabajo para las economías fa-
miliares y como una seguridad para la vejez. En términos económicos se puede
decir que los hijos eran bienes de producción: el objetivo era tener muchos hijos
como forma de dar, en general, más seguridad a la unidad familiar. En cambio, en
las sociedades modernas cada vez más personas deciden tener hijos, no por su va-
lor económico sino por su valor emocional y social (Gil Calvo 1993). Actual-
mente, en los países occidentales los hijos se han convertido con frecuencia en un
bien de consumo y de autorrealización de los padres. Los hijos dan sentido a las
vidas y una perspectiva de largo plazo, aunque en países como España también
son importantes como ayuda en la vejez y enfermedad.
En España los cambios acontecidos a partir de los años 60 han generado
unas condiciones de vida para los niños cada vez mejores en términos de bienes-
tar económico, social y cultural. A esto hay que añadirle la ausencia de conflicto
bélico. Una de las consecuencias de todas estas transformaciones es la intensidad,
168 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LA FAMILIA EN EL RÉGIMEN DE BIENESTAR ESPAÑOL 169

el esfuerzo y el interés que ponen muchos padres en una buena socialización y En esta parte se van a tratar de forma introductoria tres contextos familiares
educación de sus hijos. Las relaciones de intercambio entre padres e hijos suelen que pueden influir negativamente en la infancia o que necesitan atención social y
ser muy intensas, sobre todo en las clases media-altas. De hecho cuando los hijos política para asegurar una buenas prácticas de socialización familiar:
ya son jóvenes, la mayoría de ellos afirma que la relación con sus padres es bue-
na y que están de acuerdo con el estilo de educación de sus padres. El buen clima 1. El contexto familiar cuando las madres trabajan fuera del hogar.
intergeneracional se da sobre todo en las familias en las que los padres tienen un 2. Las consecuencias de la ruptura conyugal en los hijos.
nivel de estudios medio-alto, en las que los padres practican un estilo de educa- 3. El maltrato infantil.
ción democrático, participativo, firme en los límites y con frecuente expresión de
cariño (Meil 2006). En general y en la mayoría de los países, los padres han pa- No es el objetivo de este libro estudiar las ventajas y los inconvenientes de las
'.\ sado de un estilo educativo autoritario a un estilo a veces antiautoritario, y la ma-
li1 .
parejas en las que las madres trabajan, pero es necesario llamar la atención sobre
yoría de las veces a un estilo democrático. Por eso se habla de la familia nego- el hecho de que los efectos de esta situación sobre los hijos no están claros y son
¡l. ciadora, en la que la mayoría de las decisiones sobre la convivencia se toman origen de numerosas controversias. Una de las preocupaciones es el abandono
11
conjuntamente o al menos tomando en consideración la opinión de los hijos. emocional de los hijos de madres trabajadoras. Se piensa que debido a la limi-
1: Actualmente la familia cumple varias tareas frente a los hijos: tación de tiempo y de energía de las madres empleadas, éstas están sobrecargadas
I ' y son incapaces de cuidar adecuadamente de sus hijos. Incluso se ha relacionado
1. Los padres, helmanos y otros familiares educan, orientan y socializan a los el trabajo de los padres, en concreto una jornada laboral intensa y un trabajo muy
niños. La socialización familiar permite al niño crear lazos de apego y confianza absorbente, con prácticas de maltrato infantil (Gracia y Musitu 1993). Si esto es
que le ayudarán a desarrollar un mayor o menor nivel de autoestimfl y a crearse su cierto, el rol de madre y padre estaría en conflicto constante con el rol de traba-
1
I 11 propia personalidad. Además a través de la socialización el niño adquiere una jador/a. Por otra parte, se afirma que las familias en las que ambos padres tienen
identidad de género, valores morales y va aprendiendo cómo relacionarse con un trabajo remunerado pueden ofrecer múltiples ventajas a sus hijos. En primer lu-
otros personas fuera del grupo familiar. gar ofrecen una seguridad económica mayor que familias con un solo ingreso, lo
1
'
11
2. Los padres y otros parientes suelen dar apoyo emocional y seguridad a los que frecuentemente revierte en que los hijos disfruten de más recursos físicos, mé-
1 :
niños. dicos y educativos. También hay estudios norteamericanos que muestran que los
3. Además, la familia es la primera responsable de sufragar los costes de la hijos de madres trabajadoras suelen ser más independientes y tener una autoesti-
crianza de los hijos. Cada familia ofrece un determinado contexto social y eco- ma más alta. Estas ventajas se dan sobre todo cuando las madres ocupan puestos
nómico a sus hijos. Los recursos de los padres influyen en el bienestar de los ni- de autoridad y con poder de control y están satisfechas con su trabajo. Además es
i ños y en sus oportunidades educativas y vitales. importante que los niños reciban cariño y atención por parte de los padres y los
1 I
cuidadores externos (Haddock y Rattenborg 2003). Asimismo, en las parejas en
El papel que la familia desempeña en la vida de un niño puede ser muy va- las que ambos trabajan y comparten las tareas domésticas y de crianza de forma
riado. Hay familias que transmiten a sus hijos buenas herramientas y destrezas relativamente equilibrada se suele animar a los hijos a comportarse de forma co-
para afrontar las dificultades de inserción en el mundo adolescente y adulto, operativa, responsable e independiente. Otra consecuencia positiva se observa en
mientras que otras no lo consiguen igual de bien o incluso cargan a sus hijos con el hech<? de que para muchas hijas el modelo de una madre ocupada les hace con-
problemas adicionales, como pueden ser déficit emocional, conflictos familiares cebir una buena carrera educativa y profesional como algo natural. En conse-
o simplemente problemas económicos. La familia suele ofrecer a los niños bie- cuencia, este tipo de familias contribuyen a aumentar la igualdad de género a tra-
nestar económico, social y emocional, pero solamente si no está desestructurada vés de un efecto modelo y a través de la necesidad de que los hijos colaboren en
y está capacitada para ello. Las vivencias en la infancia pueden marcar en gran las tareas del hogar (Meil 1997).
parte el futuro como adulto, como se sabe de los estudios biográficos realizados, En el sexto capítulo, la socióloga Constanza Tobío Soler no trata los efectos
sobre todo en los países anglosajones. Las experiencias infantiles más problemá- que el trabajo de la madre tiene sobre los hijos, sino que muestra cómo se orga-
ticas en este sentido son la pobreza y el maltrato en sus diferentes formas. Hay nizan las mujeres trabajadoras que tienen al menos un hijo menor de 18 años en el
otras situaciones que también pueden crear problemas, como son la ruptura con- hogar. Por lo tanto se acerca afIa lector/a a la perspectiva de las madres y no de los
yugal de los padres, la inmigración de otro país, la adopción, la crianza en una fa- hijos. Esto se justifica por dos motivos. Primero, porque hay muy pocos análisis
milia monoparental o con padres del mismo sexo. También hay expertos que españoles sobre los efectos del trabajo materno y paterno sobre la socialización y
alertan sobre los problemas de que ambos progenitores estén empleados, sobre el bienestar de los hijos. Segundo, porque el bienestar de los padres, en concreto
todo cuando los niños son pequeños. de la madre, repercute de forma directa en el bienestar de los hijos. Tobío ofrece
170 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LA FAMILIA EN EL RÉGIMEN DE BIENESTAR ESPAÑOL 171

una visión amplia de las estrategias que usan las madres en España para conciliar Por último, ¿cuántas personas han vivido una separación o un divorcio en Es-
familia y empleo. A la vez este capítulo se puede leer cómo un diagnóstico de los paña? Según el Informe de Juventud 2000, un 7% de los jóvenes de 15 a 29
«puntos negros» de la conciliación, que permite hacerse una idea de los aspectos años ha vivido la separación o el divorcio de sus padres. Por otro lado, los últimos
que requieren de mejora (para ello ver también Tobío 2005 y Femández y Tobío datos disponibles muestran que actualmente son mayoría los divorcios y separa-
2006 para la propuesta de un modelo de conciliación). Por último, para despejar ciones de personas con hijos menores de edad. En el año 2005, de los 72.848 di-
dudas sobre la actual difusión de este tipo de familias, basten dos datos. En Es- vorcios registrados ese año por el Consejo General del Poder Judicial, en el 52%
paña en el año 2006, de las mujeres jóvenes en edad de tener hijos, es decir entre había algún hijo menor de edad, y 66% en las 64.028 separaciones registradas
20 y 49 años, estaban ocupadas el 60% de las que tenían un hijo menor de tres (INE 2007).
años y el 50% de las que tenían tres hijos y el menor de ellos tenía menos de tres A principios de los años 80 y durante la década de los 90 se deteriora la si-
.\
,11 años (Eurostat 2006). tuación económica de muchas familias en España debido, sobre todo, a las crisis
Los efectos de una ruptura conyugal sobre los hijos es el tema del séptimo de empleo que provocan el aumento de las cifras de desempleo. La pobreza au-
1
capítulo, en el que el sociólogo Diego Ruiz Becerril revisa diversos estudios ex- menta en la década de los 80 y 90 en un gran número de países de la Unión Eu-
,1
1 tranjeros. Éstos muestran que los jóvenes cuyos padres se divorciaron tienen ma- ropea y de la OECD. En España las tasas de pobreza relativa eran comparativa-
1.

yores probabilidades de sufrir fracaso escolar, de tener una iniciación sexual tem- mente muy altas en los años 70, pero disminuyeron considerablemente en la
prana, de irse de casa pronto y de tener hijos a una edad joven. Aunque parece década de los años 80 para volver a aumentar desde inicios de los 90. En el año
haber evidencia de que las familias «intactas» también pueden afectar negativa- 2000 un 16,9% de los hogares españoles se encontraban en situación de pobreza
1 I mente la trayectoria vital de sus hijos cuando los padres viven una relación cargada moderada (por debajo del umbral del 50% de la renta media personal disponible).
1
de conflictos. Desafortunadamente, casi no existe investigación al respecto para La pobreza afecta en ese año sobre todo a los hogares monoparentales, a las pa-
España. En uno de los primeros tratados sobre conflictos matrimoniales, divorcio rejas de dos inactivos y a las parejas con niños menores de 16 años, sobre todo
y desarrollo de los hijos en España, realizado por tres psicólogos, se concluye que cuando tienen tres o más hijos. Además la pobreza afecta más a las personas con
nuestro conocimiento tiene actualmente una «enorme dependencia de datos y menores niveles educativos. En España la proporción de niños que están en ries-
conocimiento generados en otros países, algunos de los cuales son bastante dife- go de pobreza es del 11 % (por debajo del umbral del 40% de la renta mediana),
rentes en cultura, tradición, legislación, política y realidad familiar, etc.» (Cantón, una de las más altas de la Unión Europea (Salido 2005, Mei12006).
Cortés y Justicia 2000, p 16). En uno de los más exhaustivos estudios sociológicos La pobreza representa una importante fuente de estrés familiar y éste puede
sobre el divorcio en España se dedica un capítulo al tema de los efectos del mismo llevar al maltrato infantil, como muestran estudios españoles y extranjeros.
sobre los hijos y se presentan algunos datos españoles (Ruiz Becerril 1999). Aunque las causas del maltrato pueden ser de muy diferente naturaleza (ver Si-
Ruiz realizó entre 1996 y 1998 un total de 86 entrevistas en profundidad a per- món, López y Linaza 2000). Cuando los padres viven una relación conflictiva,
sonas separadas o divorciadas, y utilizó la Encuesta Sociodemográfica de 1991 del muchas veces inducidas y/o acompañadas por problemas con el alcohol, las dro-
Instituto Nacional de Estadística para explorat de forma representativa algunas gas o enfermedades psíquicas, suelen seguir estilos educativos erráticos e impre-
cuestiones. Estos análisis tienen el inconveniente de basarse en datos de una decibles. Las consecuencias pueden ser el abandono de los hijos o abusos y agre-
época en la que el divorcio aún no estaba muy difundido en España (ver segundo siones contra ellos. También hay autores que evidencian cómo el maltrato infantil il
capítulo), pero arrojan luz sobre una de las cuestiones más relevantes. ¿Las per- es más frecuente en las familias en las que el hombre ejerce violencia contra la
sonas que han vivido la ruptura del matrimonio de sus padres consiguen un nivel mujer y cómo el maltrato de la madre tiene efectos indirectos en los niños, aunque
educativo inferior que los que no han sufrido ruptura? El análisis de Ruiz confir- éstos no sean maltratados directamente. A su vez, el maltrato a las mujeres se re-
ma otros estudios españoles que muestran que el estatus socioeconómico es el fac- laciona con la incapacidad de muchos hombres de concebir y vivir una relación de
tor más influyente en el rendimiento de los hijos, independientemente de la exis- pareja igualitaria. Por lo tanto, el maltrato infantil puede ser una consecuencia di-
tencia de ruptura o no (ver también cuarto capítulo). Aunque hay algunas recta e indirecta del intento de algunos hombres de conservar el tradicional poder
excepciones, según Ruiz y los datos de 1991 los hijos de familias de categoría so- patriarcal dentro de la familia (Cherlin 2002).
cioeconómica baja sí veían su rendimiento disminuido si sus padres se habían se- No son estas las únicas causas del maltrato, como se muestra en el octavo ca-
parado (Ruiz 1999, p.323). El sociólogo Martínez García (2007) encuentra simi- pítulo. La violencia doméstica deja secuelas a largo plazo que son muy difíciles de
lares resultados con datos del 2001 para personas que viven en la Comunidad curar: desde problemas emocionales, pasando por dificultades en la expresión lin-
Autónoma de Canarias. Este autor muestra que es de suma importancia tener en güística hasta la huida a las drogas. Un problema fundamental es la rotura de la
cuenta que influyen varios factores a la vez y que no sabemos exactamente cuáles confianza en la relación entre las generaciones que estas situaciones producen.
son los mecanismos que explican algunos efectos encontrados. Esto puede generar incapacidad para construir relaciones de confianza con otras

l.
,11
172 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LA FAMILIA EN EL RÉGIMEN DE BIENESTAR ESPAÑOL 173

personas en el futuro. En estos jóvenes se observa a menudo tendencias depresivas Luis Gaztañaga afirma la necesidad de buscar metodologías de trabajo comuni-
y otros problemas psiquiátricos. Para España se estima que entre un 4 y 6% de los tarias que impliquen al entorno de la escuela, en particular a las familias, para so-
jóvenes han sufrido alguna vez agresión física o maltrato emocional por parte de lucionar los problemas que surgen en el seno escolar. El autor presenta tres casos
sus padres (Meil 2006, p. 156)1. Mucho más bajas son las estimaciones basadas en de intervención en el que un equipo de orientación psicopedagógica media entre
datos de expedientes administrativos de menores maltratados. Por ejemplo, para la padres y tutores en la escuela. Gaztañaga propone formas de crear contextos de
Comunidad de Madrid se ha calculado una tasa del 3,8 por mil (Simón, López y colaboración en un caso de enfrentamiento entre padres y escuela. En un segundo
Linaza 2000, p. 152). Las discrepancias se deben seguramente a las fuentes, en el caso que muestra los problemas relacionados con una ruptura matrimonial el
primer caso era una encuesta representativa, y en el segundo el registro oficial de autor aporta propuestas desde la teoría del construccionismo social. En el tercer
casos denunciados. La amplitud de lo que se considera como maltrato tampoco fa- caso ofrece claves para la intervención en el caso de un niño, que sufre maltrato
cilita la tarea de conocer su incidencia. por parte de la cuidadora, y cuyos padres están sobrecargados. Finalmente el
En el octavo capítulo la psicóloga María José Díaz-Aguado expone de forma autor resume de forma sistemática los conceptos que pueden servir de instru-
sistemática y clara los conocimientos actuales, procedentes de investigaciones es- mentos para el trabajo social de mediación entre escuela y familia: los conceptos
pañolas y extranjeras. Además ofrece pautas para que los profesionales que tra- de resiliencia, visión sistémica y apoyo social.
bajan con niñas y niños puedan detectar casos de maltrato y propone interven-
ciones a muy diferentes niveles, sociales, familiares y personales, para reducir el
riesgo de maltrato infantil. BIBLIOGRAFÍA
La intervención desde la escuela es crucial no sólo para prevenir y erradicar
el maltrato de niños por parte de algún miembro de su familia. Los. profesionales Aries, P. (1987): El niíio y la vida familiar en el Antiguo Régimen. Madrid: Taurus.
que trabajan en la escuela también tienen que tratar con algunas consecuencias de- Cantón, J., Cortés M. R. Y Justicia, M. D. 2002.: Conflictos matrimoniales, divorcio y de-
rivadas de la pobreza infantil, de la inmigración y de las rupturas conyugales, en- sarrollo de los hijos, Madrid: Pirámide.
tre otras. Recordemos que un hilo conductor de este libro consiste en resaltar la Carabaña, J. (2004): «La inmigración y la escuela», Economistas, 99, pp. 62-73.
importancia que tiene el sistema educativo para la movilidad social a través de la Cherlin, A. 1. (2002): Public and Private Families. An Introduction. New York McGraw-
promoción de la igualdad de oportunidades. Por otro lado, en el sexto capítulo se Hill.
muestra la importancia de la escuela para la conciliación de familia y empleo. Se Gil Calvo, E. (1997): «La estrategia progenitora», Garrido, L. y Gil, E. (eds), Estrategias
familiares. Madrid: Alianza, pp.18l-200.
puede añadir que las tareas de las escuelas hoy en día son ingentes, ya que tam-
Gracía, E. y Musito, G. (1993): El maltrato infantil. Un análisis ecológico de los factores
bién se le asigna la labor de educar en valores, de enseñar a desarrollar compor- de riesgo. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales.
tamientos cívicos y democráticos. A todo ello hay que añadir la tarea de incor- Eurostat (2006): Internet Database, http://epp.eurostat.cec.eu.intl.
poración de niños y jóvenes de origen inmigrante al sistema escolar español. Fernández, J. A. Y Tobío, C. (2006): Conciliar las respol1sabilidadesfamiliares y labora-
Este tema no se puede tratar en el marco de esta obra, a pesar de su creciente re- les: políticas y prácticas sociales, Fundación Alternativas, Documento de Trabajo, 79,
levancia social. Baste indicar que, durante el curso 2005-2006, la proporción de www.falternativas.org.
alumnos de origen extranjero en la enseñanza no universitaria llegó al 12% en al- Haddock, S. A. y Rattenborg, K. (2003): «Benefits and Challenges of Dual Eamings: Pers-
gunas Comunidades Autónomas y al 11 % en los centros públicos de educación pectives of Successful Couples», American Journal of Fmnily Therapy, 31, pp. 325-344.
primaria a nivel nacional (MEC 2006, p.8), con porcentajes mucho más elevados INE (2007): Inebase (www.ine.es).
en algunos barrios y ciudades. El sociólogo Julio Carabaña (2004) ofrece un in- Martínez, J. S. (2007): «Clase social, tipo de familia y logro educativo en Canarias». Pa-
teresante y controvertido análisis de las necesidades de los alumnos inmigrantes pers. Revista de Sociología, n° 86, en prensa.
MEC (2006): Datos Básicos de la Educación en España en el Curso 2006/2007. Madrid:
en la escuela y del éxito de ésta en hacer frente a los nuevos retos.
Ministerio de Educación y Ciencia.
La escuela no puede desempeñar su papel sola, sino que interactúa por ley y Meil Landwerlin, G. (1997): «La juventud y la re definición de las pautas de división del
por necesidad práctica con los padres. A la vez los padres tienen determinadas ex- trabajo doméstico», Revista de Juventud, 39, pp.47-66.
pectativas con respecto a la escuela, pueden poner muchas esperanzas en ella o Meil, G. (2006): Padres e hijos en la Espmla actual. Barcelona: Fundación La Caixa.
verla de forma exclusivamente negativa, aunque lo normal sea una mezcla de ex- Ruiz, D. (1999): Después del divorcio. Los efectos de la ruptura matrimonial en Espmla.
pectativas positivas y negativas. En el noveno capítulo el terapeuta familiar José Madrid: CIS/Siglo XXI.
Simón, C., López, 1. L. Y Linaza, 1. L. (2000): Maltrato y desarrollo infantil. Madrid: Uni-
I 1 La cuantificación de la violencia de padres a hijos es problemática por varios motivos, entre ellos el
versidad Pontificia Comillas.
que los hijos con el paso del tiempo lo olviden o no lo quieran recordar. Tobío, C. 2005: Madres que trabajan. Dilemas y estrategias. Madrid: Cátedra.
I!
e
Conciliación o contradicción: A
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Í
cómo hacen las madres T
U

trabajadoras L
o

Constanza Tobío Soler*


Universidad Carlos JII de Madrid,
Departamento de Ciencia Política y Sociología

RESUMEN

La rápida extensión de la actividad laboral femenina se acompaña en España de


una escasa presencia del trabajo a tiempo parcial, de insuficientes servicios para el
cuidado de niños y de una reducida participación de los hombres en el trabajo do-
méstico. En ese contexto, la pregunta que se plantea es cómo hacen las madres tra-
bajadoras para compatibilizar en términos prácticos su doble responsabilidad la-
boral y familiar. A partir del concepto de estrategia se indaga en los recursos que en
mayor medida facilitan la conciliación entre el mundo del trabajo y de la familia,
señalándose asimismo sus limitaciones. Entre otros, se abordan la ayuda de la fa-
milia extensa, la ayuda remunerada, los centros escolares, las estrategias espaciales
y las estrategias temporales. Se concluye que entre familia y empleo hay hoy una
relación de contradicción que quienes la encarnan más directamente -las madres
trabajadoras- resuelven de forma privada, informal y no siempre satisfactOlia. La
información utilizada se basa en la Encuesta sobre Compatibilización Familia-Em-
pleo, realizada en 1998 a una muestra representativa de las madres trabajadoras es-
pañolas, complementada con datos de carácter cualitativo.

!
I
INTRODUCCIÓN

La generalización de la actividad laboral femenina constituye ya una nueva


normalidad social en la mayor parte de los países europeos y occidentales (Rubery
et al., 1998; Rubery et al., 1999). La participación de las mujeres españolas en el
mercado de trabajo es menor que en el conjunto de los países de la Unión Euro-
pea, pero las diferencias se van acortando rápidamente. En 1986 la tasa global de

* En Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 2002, 97, pp. 155-186.

1I i
I i
176 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 177

actividad femenina en Europa era del 39,9% y la de España del 27,1 %; en 1997 sar de ello, la actividad laboral femenina es muy alta en el primer caso, pero tiene ge-
los datos son, respectivamente, el 45,6 y 36,7% (Fernández Cordón, 1999: 58). Es neralmente carácter secuencial, las madres abandonan el mundo del trabajo mientras
decir, la diferencia porcentual se ha reducido de 12,8 a 8,9 puntos. Pero más sig- los hijos son pequeños y es muy frecuente el trabajo a tiempo parcial.
nificativo que el aumento global de la actividad económica de las mujeres es el En España, como en los restantes países del sur de Europa, la intervención es-
cambio de una pauta tradicional basada en el abandono del empleo en las edades tatal para favorecer la compatibilidad familia-empleo es también muy limitada,
en las que la mayoría de las mujeres tienen hijos pequeños a un nuevo modelo en aunque recientemente ha habido algunos desarrollos legislativos destacables en
el que, igual que los hombres, se mantienen en el mercado de trabajo a lo largo de aplicación de la Directiva europea 96/34AC/1996, sobre permisos parentales. La
toda la vida. Las edades centrales son especialmente significativas en este sentido: Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar
si en 1981 menos de un tercio de las mujeres de 35-39 años eran activas (28,2%), y laboral de las personas trabajadoras, incluye el derecho a un permiso laboral
en 1999 son más de dos tercios (64,0%) (Fernández Cordón, 1999: 60). En vein- para cuidar a los hijos menores de ocho años durante un máximo de tres años, así
te años, España ha pasado de un modelo familiar y laboral en que la división de como otro tipo de medidas que facilitan la compatibilidad entre las responsabili-
roles de género era dominante a un nuevo modelo en que tanto mujeres como dades laborales y familiares. La nueva Ley representa el primer reconocimiento de
hombres participan directamente en el mundo del trabajo remunerado. los problemas que la creciente incorporación de las mujeres al mundo del trabajo
Se trata de un proceso de cambio tardío pero acelerado en el caso español, que plantea, pero probablemente sólo una minoría de padres y madres podrán acoger-
plantea la necesidad de adaptar el conjunto de la organización social a la nueva se a ella ya que los permisos que regula no están remunerados. A ello se añade una
situación. En otros países, los problemas que plantea la compatibilidad entre la red de guarderías y servicios de cuidado de niños muy limitada (Valiente, 1997;
vida familiar y laboral cuando hombres y mujeres trabajan se resuelven de diferen- Guillén, 1997), una escasa importancia del trabajo a tiempo parcial (Eurostat,
I tes maneras (Hantrais y Letablier, 1996: 124-135). En el norte de Europa predomi- 1995) y una escasa participación de los hombres españoles en el trabajo domésti-
I
na la yuxtaposición entre la vida laboral y las responsabilidades fainiliares en un co (Eurobarometre, 1991). La cuestión que se plantea es cómo hacen las mujeres I (
1:
marco general de políticas de igualdad entre mujeres y hombres. Los instrumentos españolas que trabajan y tienen hijos para hacer compatible su participación en am-
,1
principales para favorecer la compatibilidad familia-empleo son los centros para el bos mundos. Ésta es la pregunta a la que se intenta responder en el presente artículo
cuidado colectivo de niños, los permisos parentales y la flexibilidad en el tiempo de a partir de datos de la Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo 1 (ECFE), so-
trabajo, en especial a través de la extensión del tiempo parcial. Sin embargo, los efec- bre las estrategias prácticas desarrolladas por las madres trabajadoras para com-
tos de estas medidas difieren en cuanto a los objetivos de igualdad de género ya que patibilizar ambos mundos, complementada con datos primarios cualitativos 2 basa-
los permisos parentales y el trabajo a tiempo parcial son fundamentalmente feme- dos en narraciones personales de mujeres en esa situación.
ninos. Francia representa un caso especial ya que a las tradicionales políticas de apo-
yo a la familia se superponen, a partir de los años setenta, otras que buscan facilitar
a las madres trabajadoras el mantenimiento de su actividad económica. Hoy se re- TIPOS DE ESTRATEGIAS
conoce el derecho de las mujeres a elegir entre quedarse en casa cuidando de los hi- Como han puesto de relieve diversos estudios a lo largo de los últimos años
jos o trabajar, siendo en ambos casos ayudadas por el Estado. La ayuda que reciben
(Durán, 1988; Ramos, 1990; Cruz Cantero, 1995), los hogares españoles siguen
las madres que trabajan se concreta en redes de guarderías, escuelas maternales, asis-
tentas maternales o ayuda doméstica remunerada; la ayuda que reciben las madres
que deciden cuidar personalmente de sus hijos se concreta, a partir del segundo hijo, 1 La encuesta incluye 1.200 entrevistas representativas de las madres trabajadoras españolas. El elTor
en un subsidio económico durante tres años (para cada hijo). El problema principal muestral es del 3% para un nivel de confianza del 95%. El trabajo de campo se hizo entre marzo y ju-
que plantea esta segunda opción es la reincorporación al mundo del trabajo una vez nio de 1998. Los resultados se tabularon y analizaron con el programa SPSS. La investigación se rea-
transcurrido ese período de apartamiento (Daune-Richard, 1993; Fagnani, 1998). En lizó en el marco del Programa Sectorial de Estudios del Género y de las Mujeres del III Plan N acio-
:I nal de Investigación Científica y DesalTolio Tecnológico (Orden de 25 marzo 1996), ayuda sin la cual
otros países como Alemania, la participación del Estado se limita a medidas de este no hubiera sido posible.
último tipo que tienen como finalidad facilitar el abandono temporal de la actividad 2 La investigación cualitativa se basa en seis grupos de discusión y veintiséis entrevistas en profun-
laboral de las madres mientras los hijos son pequeños, siendo prácticamente inexis- didad a madres trabajadoras que viven en pareja en Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao. El trabajo
tentes los servicios de cuidado colectivo de niños. Aunque en gran parte de los paí- de campo se hizo entre los meses de septiembre y diciembre de 1995. Las variables principales para
ses europeos la intervención estatal orientada a facilitar la conciliación entre la seleccionar a las entrevistadas fueron la edad y la condición socioeconómica, definida según la ac-
tividad laboral de la mujer. El análisis de contenido se realizó con el paquete informático QSR-Nu-
vida familiar y laboral es importante, en otros casos no es así. En Reino Unido e Ir- dist. Esta investigación fue posible gracias a la subvención otorgada por el Instituto de la Mujer, del
landa, la inexistencia de políticas públicas orientadas a la familia se ha basado en un Ministerio de Asuntos Sociales, en el marco de la convocatoria para la realización de trabajos de in-
rechazo explícito a lo que se considera intromisión en la esfera de lo privado. A pe- vestigación relacionados con la mujer (28 marzo 1994).

i
178 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 179

funcionando de manera marcadamente tradicional en lo que se refiere al reparto cer compatibles el empleo y la familia pero que, sin embargo, combinadas con
de las responsabilidades domésticas. Parece haber una superposición de roles otras, componen una estrategia general. A veces complementan una estrategia
viejos y nuevos que se manifiesta con especial intensidad en el caso de las madres principal: por ejemplo, cuando la madre trabajadora con su familia se desplaza a
trabajadoras. Los cambios en la posición económica y social de las mujeres es- vivir cerca, frecuentemente muy cerca, de su propia madre, para facilitar la ayuda
casamente se acompañan de cambios en la organización social y familiar. La cotidiana que ésta le presta. En otros casos, varias estrategias complementarias
sociedad y la familia siguen como siempre, como cuando el rol mayoritario de las conforman una estrategia global. Estrategias complementarias son, por ejemplo, la
mujeres era permanecer en el hogar a su cuidado. Se produce así una contradic- utilización de centros escolares, la optimización del tiempo, la reducción de las
ción entre el nuevo rol laboral de las mujeres y la resistencia del contexto social a distancias o la simplificación del trabajo doméstico.
transformarse de acuerdo a la nueva situación, consecuencia de la mera superpo- No está claro si lo que se hace cuando no hay demasiada elección constituye
sición, en vez de integración, entre lo viejo y lo nuevo. Esa contradicción la están una estrategia. Las estrategias extremas o indeseables son negativas, tanto para la
!I resolviendo hoy las propias mujeres que la encarnan más directamente, las traba- madre como para los hijos, pero no por ello dejan de existir. Así, pueden consi-
I jadoras que además son madres, a través de una variedad de estrategias, la mayor derarse prácticas como llevar a los hijos al trabajo cuando no hay otro sitio donde
parte de las cuales son de carácter privado e informal. dejarlos, no ir al trabajo cuando los hijos están enfermos o dejarlos solos en casa
El concepto de estrategia se utiliza aquí en el sentido que le da Commaille cuando todavía son pequeños. Por último, las estrategias indirectas son aquellas
(1993) yen el contexto de las teorías que pretenden articular agencia y estructura prácticas en las que la compatibilidad se asegura eliminando o reduciendo una
(Bourdieu, 1980; Giddens, 1991). En períodos de cambio social la componente parte del problema: los hijos o el empleo.
estratégica de la acción se acentúa. Los agentes no se limitan a reproducir de ma- Este artículo se centra en las estrategias que las propias madres trabajadoras
1
nera más o menos creativa situaciones estructurales, sino que se el)frentan a nue- señalan como las que más las ayudan a hacer compatible el trabajo y la fami-
1

'1' vos problemas que requieren nuevas soluciones. Es el caso de las madres de hoy lia. Ello incluye la ayuda de la red familiar, la ayuda doméstica remunerada, la
que trabajan, quienes encarnan la contradicción entre los nuevos roles laborales de ayuda de la pareja masculina, vivir cerca del trabajo o del colegio de los hijos, el
las mujeres y las formas tradicionales de organización doméstica. Utilizan dis- horario de trabajo y los servicios que ofrecen los centros escolares 3.
tintas estrategias para superar la contradicción familia-empleo: estrategias prin-
cipales, complementarias, extremas e indirectas.
Las estrategias principales son aquellas que por sí mismas son suficientes para CUADRO l. Qué ayuda más a las madres trabajadoras a hacer familia y empleo compatible
(Los datos se refieren a todas las madres trabajadoras que viven con al mellas
responder a la totalidad de demandas que plantea la maquinaria doméstica. Fre-
un hijo de menos de 18 años)
cuentemente, un miembro femenino de la red de parentesco, que suele ser la
abuela materna, actúa como madre sustituta, asumiendo la mayor parte de las fun-
ciones que a la madre corresponden en el modelo de familia tradicional. En otras La ayuda de su madre ................................. :..................................................... 26,7
ocasiones es una persona ajena a la familia quien, a cambio de una remuneración La ayuda de su marido/pareja ........................................................................... 24,7
Vivir cerca del trabajo ....................................................................................... 13,9
económica, asume ese papel. La ayuda familiar o la ayuda doméstica remunerada
La ayuda de otros miembros de la familia ........................................................ 10,2
pueden ser también piezas que complementan otras estrategias para hacer viable La ayuda doméstica remunerada....................................................................... 9,2
la actividad laboral de las madres. Los hombres parecen ser más y menos que una El hora~io de trabajo.......................................................................................... 7,8
estrategia. Más porque, mirando hacia el futuro, la opinión mayoritaria de las ma- Vivir cerca del colegio de los niños ................ ...... .............. .......... ...... .............. 4,4
dres trabajadoras entrevistadas es que los problemas que hoy se plantean se re- Los servicios que ofrece el centro escolar ....................................................... 1,5 ,I
solverán cuando los hombres participen activamente y en pie de igualdad en lo do- Otros recursos ................................................................................................... 0,7
méstico. En ese sentido, las entrevistadas relatan cómo están «educando» a sus Nada.................................................................................................................. 0,8
maridos (y también a sus hijos) para que asuman, ideológicamente y práctica- TOTAL.................................................................................................. 100
mente, las tareas que les corresponden de cuidado del hogar y de la familia, en re-
ciprocidad con la nueva situación laboral de las mujeres. Sin embargo, los hom- Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo.
bres, las parejas de las madres trabajadoras, parecen ser mucho menos que una
estrategia, que un recurso con el que podar contar, ya que su ayuda en términos
prácticos es todavía muy limitada.
Las estrategias complementarias son aquellas que por sí mismas no son ge- 3Sobre las restantes estrategias, ver Tobío (1998) y Tobío et al. (1996 y 1998). Sobre las estrategias
neralmente suficientes para resolver todos los problemas que se plantean para ha- de las madres trabajadoras en situación de monoparentalidad, Tobío y Fernández Cordón (1999).
180 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 181

LA AYUDA DE LA FAMILIA EXTENSA CUADRO 3. Lugar de residencia de la madre de la entrevistada por nivel
socioeconómico de la entrevistada
(Base = entrevistadas con madres residentes en la misma localidad)
Según datos de la EeFE, más de tres de cada cuatro madres que trabajan (Porcentajes verticales)
(77%) tienen un familiar próximo viviendo en la misma localidad. En el 56%
de los casos es su propia madre, en e144% el padre, 43% la suegra y 37% el
Nivel socio- Nivel socio- Nivel socio-
suegro. La mitad de las madres trabajadoras cuya madre vive en la misma lo- económico económico económico Total
calidad vive en el mismo barrio que ella, pero raramente en la misma casa alto medio bajo
(11 %). La excepción, según datos censales, son las madres solas -que no vi-
ven con una pareja masculina-, quienes frecuentemente (29% de los casos) En la propia casa ......... 4,8 11,7 13,2 10,9
viven con su madre. Las diferencias según el estado civil (que en buena parte En el mismo edificio ... 4,0 3,4 6,4 4,5
En la misma calle ....... 5,6 2,2 3,6 3,3
reflejan la edad) son muy acusadas: más de la mitad de las madres solteras
En el mismo barrio ..... 26,4 28,7 30,0 28,7
(60%) viven con su madre, porcentaje que se reduce a un 10% en el caso de las Otro barrio .................. 59,2 54,0 46,8 52,6
viudas.
TOTAL ............. 100 100 100 100

Fuellte: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,071; 1 casilla


CUADRO 2. Núcleos familiares según tipo. España, 1991 [6,7%] tiene una frecuencia esperada <5).
(Los datos se refieren a madres con al menos un hijo de menos de 18 años y plUceden
del Censo de Población de 1991) I
1"·
"1
1"
CUADRO 4. Abuelas maternas que cuidan a los nietos según lugar de residencia
Madres!
Madres! Madres! Madres! (Los datos se refieren a madres a entrevistadas cuya madre vive en la misma localidad,
Casadas! solas
solas solas solas Total N = 673) (Porcentajes verticales))
En pareja Divor- Todas
Solteras Viudas
ciadas
La misma El mismo La misma El mismo La misma
Hogares con un núcleo 85,9 27,9 63,8 75,7 59,3 83,9 barrio
casa edificio calle locallidad
Núcleo con otros ........ 14,1 72,1 36,2 24,3 40,7 16,1
- Sin abuela .............. 11,0 12,4 9,9 14,3 11,6 11,0 Abuelas que cuidan a
- Con abuela ............ 3,2 59,7 26,3 10,1 29,1 5,1 los nietos .................. 79,2 56,7" 72,7 51,3 37,6
100 100 Abuelas que no cuidan
TODOS ............ 100 100 100 100
a los nietos ............... 20,8 43,3 27,3 48,7 62,4
Fuente: Fernández Cordón y Tobío (1998: 67). TOTAL ............... 100 100 100 100 100

Fuellte: Enc,uesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000;


frecuencia esperada <5).
°casilla

Las estrategias espaciales complementarias para vivir cerca de la abuela son


algo más importantes entre madres trabajadoras de nivel socioeconómico bajo.
Las que residen en la misma casa se elevan a un 13% (frente a un 5% entre las de La mayor parte de la ayuda que proporcionan los abuelos tiene que ver con el
nivel alto). Las que viven en otro barrio son menos de la mitad (47%), que au- cuidado de sus nietos. En casi la mitad de los casos (46%) la abuela materna cui-
menta a casi dos tercios (59%) entre las de nivel alto. da cotidianamente a los hijos en edad preescolar (cuando viven en la misma lo-
La ayuda de las abuelas está claramente asociada a la proximidad espacial de calidad y la madre trabajadora tiene al menos un hijo de menos de 6 años). En
sus hijas y nietos. Tres de cada cuatro madres trabajadoras cuya madre vive en la otro 38% de los casos la abuela materna se encarga del cuidado de los nietos
misma casa, edificio o calle son ayudadas por ella en el cuidado de los hijos. La cuando vuelven a casa después del colegio, bien en su propia casa o en la de su
cifra baja a un 51 % para aquellas que viven en el mismo barrio y a un 38% para hija. A menudo (25%) preparan comida para toda la familia de sus hijas o llevan
las que lo hacen en la misma localidad pero en otro barrio. a los nietos a su centro escolar y los recogen a la salida (19%).
T
I

182 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL


CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 183

Diferentes autores han señalado el hecho de que la ayuda de la generación pre- CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN
cedente se recibe generalmente a través de la línea femenina, aunque la ayuda a LAS MADRES TRABAJADORAS
través de la línea masculina puede ser importante en ocasiones (Bloch y Buisson,
1996). La gran encuesta sobre los abuelos en Francia realizada por Attias-Donfut CUADRO 5. Ayuda que aporta la red familiar de las madres trabajadoras en tareas
y Segalen (1998) muestra que la relación entre las abuelas y sus hijas que también domésticas ordinarias
son madres es mucho más intensa y frecuente que la que se da entre abuelas-hijos, (Porcentaje de madres trabajadoras con parientes que residen en su misma localidad
abuelos-hijas o abuelos-hijos. que son ayudadas por ellos)
1\1
En el caso español, la ayuda de la generación anterior parece seguir una do-
ble lógica de consanguinidad y de género. Por una parte, los parientes consan- Abuela Abuelo Abuela Abuelo Otros Otros
11 Tipo de tarea
ji
Ii I guíneos ayudan siempre más que los políticos (desde la perspectiva de la madre materna materno paterna paterno parientes parientes
trabajadora). Las madres ayudan más que las suegras y los padres más que los femeninos Jmasculinm
I suegros. Por otra parte, las mujeres ayudan más que los hombres, lo cual explica Cuidar niños en edad
por qué las madres ayudan más que los padres y las suegras más que los suegros. preescolar.. ............. 31,3 18,8 15,0 7,4 6,6 2,2
Por ejemplo, como ya se ha mencionado, el 19% de las abuelas maternas llevan Cuidar niños después
del colegio ............. 38,2 15,7 17,5 8,5 8,1
y traen a sus nietos del centro escolar, porcentaje que se reduce a un 11 % en el 2,8
Llevar/traer niños al
caso de los abuelos matemos, a un 9% en el de las abuelas paternas y a un 5% en colegio ................... 18,6 10,6 8,9 4,7 5,6 0,6
el de los abuelos paternos. Esta misma jerarquía se reproduce en la mayor parte Preparar comida para
de las tareas. los niños ................. 23,0 4,5 6,0 1,1 3,2 0,1
La ayuda de los abuelos parece ser menos autónoma que la de las abuelas. Preparar comida para
Es más importante cuando viven con su mujer, probablemente porque ésta es entrevistada ............ 18,3 2,2 3,1 O 1,9 O
quien organiza el cuidado de los nietos y les anima a participar. Los abuelos se es- Preparar comida
pecializan en diferentes tipos de tareas, como llevar o traer a los niños al colegio marido entrevistada. 11,9 1,5 3,1 0,2 1,3 O
y cuidarlos cuando vuelven; raramente se encargan de la preparación de comida, Limpiar la casa ......... 9,4 0,7 1,7 O 3,2 0,4
realizan tareas de limpieza o llevan a los nietos al médico. Por el contrario, las Lavar la ropa ............ 8,6 0,4 1,7 O 2,7 0,3
abuelas maternas son los únicos parientes que ayudan de forma significativa en ta- Planchar ................... 8,8 0,2 2,3 O 1,6 0,1
Coser ........................ 8,2 0,2 1,4 O 2,1 0,1
reas domésticas no directamente relacionadas con el cuidado de los nietos, como
Hacer la compra ....... 8,6 0,7 2,5 O 1,8 0,1
limpiar, planchar o coser. Llevar a los niños al
La ayuda de otros parientes diferentes de los abuelos es mucho más escasa, médico ................... 8,6 1,9 3,9 0,1 1,8 0,1
casi inexistente en el caso de otros parientes masculinos. Los mayores porcentajes Ninguna tarea ........... 46,2 73,8 75,9 87,4 87,4 95,3
corresponden al cuidado de niños después del colegio o de niños en edad prees-
colar por parte de parientes femeninos diferentes de las abuelas, sin sobrepasar en Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo.
ninguno de los dos casos el 10%.
La ayuda de la red familiar se hace todavía más importante en ocasiones ex-
traordinarias, que de hecho no lo son tanto. Dos tercios de las madres trabajadoras En cuanto a las situaciones extraordinarias relacionadas con los hijos, la pro-
cuentan con la ayuda de sus propias madres, cuando viven en la misma localidad, ximidad espacial no es una condición necesaria respecto de la ayuda que propor-
en situaciones como enfermedades de los hijos, vacaciones escolares, quedarse cionan los abuelos. Aunque los que viven más cerca ayudan más, también los que
con los hijos por las noches cuando los padres salen o algún fin de semana. Los viven lejos -incluso a veces en otra localidad-lo hacen. Por ejemplo, el 57% de
porcentqjes para los restantes miembros de la generación anterior son: 40% abue- las madres trabajadoras son ayudadas por sus madres residentes en la misma lo-
los maternos, 36% abuelas paternas, 22% abuelos paternos. calidad pero en otro barrio.
La ayuda de otro tipo de parientes femeninos es más importante en ocasiones La percepción de las madres trabajadoras acerca de la ayuda que reciben de la
extraordinarias que en ordinarias: hermanas, tías o cuñadas ayudan frecuente- red familiar es coherente con las prácticas observadas. Para dos tercios de las en-
mente cuando se plantea una situación de este tipo. trevistadas, es al menos bastante importante. Es especialmente importante para las
La ayuda de parientes masculinos es, por el contrario, mucho menos fre- más jóvenes (de menos de 30 años), para las de menor nivel socioeconómico y
cuente. para las madres solas.
184 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL
T CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 185

CUADRO 6. Ayuda que aporta la red familiar de las madres trabajadoras en tareas CUADRO 9. Opinión acerca de la importancia de la ayuda familiar por situación
domésticas extraordinarias de cuidado de niños familiar de la entrevistada
(Porcentaje de madres trabajadoras con parientes que residen en su misma localidad (Base = entrevistadas con red familiar en su localidad) (Porcentajes verticales)
que son ayudadas por ellos)

Otros Otros Con pareja Con pareja, Sin pareja,


Con pareja Sin pareja,
Abuela Abuelo Abuela Abuelo hijos y hijos y Total
Tipo de tarea parientes parientes e hijos e hijos con hijo
materna materno paterna paterno parientes parientes
femeninos masculinos
Sin su ayuda no
En fines de semana .. 29,9 20,4 13,9 9,6 6,8 2,3
podría trabajar ........ 14,9 20,7 17,4 60,0 16,8
Por la noche cuando
salen los padres ...... 33,7 18,9 16,7 11,2 8,9 2,5 Muy importante ........ 25,4 36,6 27,5 24,0 26,5
Cuando los niños Importante o bastante
están enfermos ........ 41,6 21,9 16,7 9,9 8,4 2,2 importante .............. 21,6 20,7 11,6 8,0 20,4
Durante las Poco o nada
vacaciones escolares 33,0 19,8 13,8 8,5 6,6 1,2 importante .............. 38,0 22,0 43,5 8,0 36,2
Si la persona que los
cuida no está TOTAL ........... 100 100 100 100 100
disponible .............. 11,7 6,5 5,3 3,4 5,6 0,9
Otras situaciones Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; 1 casilla
[6,3%] frecuencia esperada <5).
extraordinarias ....... 38,9 22,8 18,3 12,6 11;5 5,2
Ninguna tarea ........... 35,1 60,2 65,0 78,0 78,2 91,1
, "
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo. l, ',
La abuela materna se señala como la persona principal que aporta ayuda para
CUADRO 7. Opinión acerca de la importancia de la ayuda familiar por edad de la entrevistada dos tercios de las entrevistadas para las que la ayuda de la familia extensa es im-
(Base = entrevistadas con red familiar en su localidad) (Porcentajes verticales) portante. En segundo lugar se señala la suegra; en tercer lugar, otros parientes fe-
meninos, y en cuarto lugar, los parientes masculinos. Ello permite matizar lo vis-
Tipo de tarea <30 30-39 <39 Total to anteriormente en cuanto a la ayuda que prestan unos y otros. La ayuda de los
Sin su ayuda no podría trabajar ...... 37,3 18,5 4,9 16,8 abuelos, probablemente, no es comparable en términos de importancia relativa a
Muy importante .............................. 31,7 30,8 17,5 26,5 la que prestan las abuelas, cuya disponibilidad parece ser mucho más amplia y te-
Importante o bastante importante ... 17,5 24,8 13,6 20,4 ner un carácter más polivalente. La percepción diferencial de la ayuda que pres-
Poco o nada importante .................. 13,5 26,0 64,0 36,2
tan unos y otros, que parece oponerse al ranking de tareas que realizan, es co-
TOTAL ................................. 100 100 100 100 herente con las menciones en los discursos de las madres trabajadoras en la
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla investigación cualitativa, en la que la presencia de los abuelos es muy reducida y,
frecuencia esperada <5). cuando aparece, suele limitarse a tareas auxiliares encomendadas por sus cón-
yuges.
CUADRO 8. Opinión acerca de la importancia de la ayuda familiar por nivel
socioeconómico de la entrevistada
-ENTREVISTADORA: ¿ Quién cuida a vuestros hijos cuando estáis trabajando?
(Base = entrevistadas con red familiar en su localidad) (Porcentajes verticales) -Mi madre.
Tipo de tarea <30 30-39 <39 Total -A mí, mi madre.
-A mí, mi madre.
Sin su ayuda no podría trabajar ...... 10,8 13,4 24,2 16,8 -Las abuelas, ¿no?
Muy importante .............................. 32,5 29,7 19,7 26,5
Importante o bastante importante ... 18,1 20,5 21,7 20,4 -Mi hermana.
Poco o nada importante .................. 38,6 36,4 34,4 36,2 (Grupo de discusión, madres trabajadoras, Madrid, nivel socioeconómÍco bajo,
TOTAL ................................. 100 100 100 100 20-29 años.)

Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla


frecuencia esperada <5).

111,
I

186 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 187

LA AYUDA DOMÉSTICA REMUNERADA -Me quedaba yo con los niíios y decidí que no, que prefería quitármelo de otra
parte ... Nunca he aceptado quitar la ayuda [remunerada] trabajando yo ... [ .. .] ...
siempre parece que es el parámetro más importante, bueno más caro, la persona
Los hogares de clase alta tradicionalmente han tenido trabajadores de diferente que puedas tener de ayuda. Siempre tiendes a: «esto lo reduzco, esto lo quito». Por
tipo como forma normal de organizar la vida doméstica, con independencia de las eso he mantenido la cabeza fría ahí, y he dicho que ni habla/: Que ni habla/; que
actividades de la esposa. De hecho, las mujeres de clase alta generalmente han te- antes prefería ... comer patatas que quitarme eso.
nido una intensa actividad social fuera del hogar o desde éste como espacio pú- -ENTREVISTADORA: ¿Porque eso hubiera repercutido negativamente en tu trabajo?
blico, de mantenimiento del estatus o de promoción de la actividad profesional del -Por supesto, por supuesto. [ ... ] Siempre he tenido un trabajo bastante atípico, he
hombre. Esto continúa siendo así en gran medida y significa, desde el punto de tenido un trabajo con muchísima presión, con muchísmo estrés. Un trabajo atípico
vista de las mujeres de este origen social que se incorporan hayal mundo del tra- para la muja Las circunstancias se me han presentado así, nunca he aspirado a
bajo, que los problemas de compatibilización entre ambos mun~o~ son esc~sos, ocupar un puesto equis ... Y nunca he dicho que no; o sea, he aceptado todos los re-
casi inexistentes. La infraestructura doméstica que siempre ha eXlstido permite la tos que se me han presentado.
ausencia de la mujer del hogar, ahora más frecuentemente por motivos laborales. (Entrevista en profundidad, madre que trabaja, nivel socioeconómÍco alto, Madrid,
E incluso cuentan a menudo con sus propias madres, generalmente disponibles 40-49 años.)
para tareas de supervisión o, como se vio anteriormente, en situaciones extraor-
dinarias. Algo más de la cuarta parte de las madres que trabajan y tienen hijos de me-
nos de 18 años (28%) cuentan con algún tipo de ayuda doméstica remunerada. En
Cuando eran más pequeños, pues aparte de que he tenido en todo momento [ ... ] una la mayor parte de los casos (73%) se trata de una ayuda puntual, limitada a unas
chica que los cuidaba, digamos fija, y aparte una interna ... Y encima mi madre vi- horas a la semana. Las entrevistadas que cuentan con una ayuda diaria represen-
I vía en el piso de alIado, no tenía ningún problema. II
¡:: tan solamente el 6% de las mismas. La existencia de ayuda remunerada está
I (Entrevista en profundidad, madre trabajadora, Bilbao, nivel socioeconómÍco alto, fundamentalmente asociada al nivel socioeconómico: más de la mitad de las de ni-
Ili 40-49 años.) vel alto (54,5%) cuentan con ella, así como el 29,5% de las de nivel medio y sólo
I Lo hace todo ella [la chica]. Viene a las nueve de la mañana y se va a las nueve de el 11,5% de las de nivel bajo.
la noche.
(Entrevista en profundidad, Bilbao, nivel socioeconómÍco alto, 30-39 años.) CUADRO 10. Existencia de ayuda doméstica remunerada por nivel socioeconómico de
Bueno, yo tengo una señora. Y luego tengo una chica para el niño. las entrevistadas
(Entrevista en profundidad, madre trabajadora, Madrid, nivel socioeconómÍco alto, (Porcentajes verticales)
40-49 años.)
Ayuda doméstica remunerada Nivel alto Nivel medio Nivel bajo Total
En otros casos, la ayuda doméstica a tiempo completo constituye una estra- Tienen .......................................... 54,5 29,5 11,5 27,6
tegia mucho más consciente e incluso arriesgada. Se trata de las .mujeres que No tienen ..................................... 45,5 70,5 88,5 72,4
perciben que traspasar el trabajo doméstico a otra persona a camblO de una re-
TOTAL .............................. 100 100 100 100
muneración es liberar tiempo para sí mismas, así como una condición para el
desarrollo de la propia carrera profesional. Se trata de una apuesta difícil, ya que Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla
se produce un conflicto de presente entre la lógica familiar, ahorrar en ese ca- frecuencia esperada <5).
pítulo para poder gastar en otros consumos familiares, y la lógica individua~ ~e
la mujer, según la cual hay que invertir en el presente para lograr un beneflclO La segunda variable que determina de forma importante la existencia de ayu-
probable -pero no asegurado- en el futuro, lo cual exige una elevada dispo- da doméstica remunerada es el número de horas de trabajo de la entrevistada. Por
nibilidad laboral. Esa decisión exige una notable seguridad por parte de la mu- debajo de treinta horas a la semana, sólo el 12% de las madres trabajadoras
jer en su carrera profesional, ya que pesa la idea de que la ayuda doméstica .es cuenta con ayuda de este tipo. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la ma-
un gasto del que se puede prescindir. Es, por ejemplo, el caso de una entrevlS- yoría (81 %) de las entrevistadas trabaja más de treinta horas semanales y que el
tada de origen modesto y brillante carrera profesional que ha alcanzado un número de horas de trabajo está estadísticamente asociado al nivel socioeconó-
alto cargo en una gran empresa, de mayor estatus y remuneración que el traba- mico, ya que sólo e19% de las madres trabajadoras de nivel alto tiene unajorna-
jo de su marido. da inferior a treinta horas por semana.
188 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 189

CUADRO 11. Existencia de ayuda doméstica remunerada por número de horas de trabajo Las tres funciones ordinarias que con más frecuencia realiza la ayuda domés-
de las entrevistadas tica remunerada son limpiar la casa (85,5%), planchar (58%) Y lavar y tender la
(Porcentajes verticales) ropa (51 %). Las dos funciones que realiza con menos frecuencia la persona que a
cambio de un salario ayuda en las tareas domésticas son llevar a los niños al mé-
Ayuda doméstica remunerada <30 30-39 <39 Total dico (7%) y hacer la compra (11 %).
Tienen .......................................... 12,3 32,6 19,7 27,6 Los diferentes tipos de ayuda doméstica remunerada asumen diferentes tipos
No tienen ..................................... 87,7 67,4 80,3 72,4 de funciones domésticas. Las internas y las externas a tiempo completo mayori-
100 100 tariamente se encargan de la limpieza de la casa, del cuidado de los hijos y de la
TOTAL .............................. 100 100
preparación de comida para todos los miembros de la familia. Menos frecuente es
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla su dedicación a la costura y al arreglo de la ropa, la compra y llevar a los niños al
frecuencia esperada <5). médico. Las asistentas por horas se dedican fundamentalmente a limpiar la casa;
en menor medida, a planchar y lavar la ropa.
Aunque las variables que más claramente determinan la decisión de pagar a al-
guien para que asuma parte de las tareas domésticas son el nivel socio económico CUADRO 13. Tareas domésticas ordinarias que realiza la ayuda doméstica remunerada
(Porcentaje que realiza sobre total entrevistadas con ayuda doméstica remunerada)
y la jornada laboral, hay otras tres variables que también ejercen una influencia
destacable. En primer lugar, la situación familiar, siendo los hogares formados por
una pareja con hijos los que más frecuentemente cuentan con ayuda remunerada, Tipo de tarea Porcentaje
excepto cuando a ese núcleo básico se añade otra persona, que muy frecuente- que realiza
mente es la abuela. Los hogares formados por madres solas con hijos raramente Cuidar niños en edad preescolar .............................................................. . 25,5
tienen ayuda doméstica remunerada. En segundo lugar, ejerce también una in- Cuidar niños después del colegio ............................................................ . 29,9
fluencia el número de hijos menores de dieciocho años que conviven con las Llevar/traer niños al colegio .................................................................... . 23,3
entrevistadas. El 24% de las que tienen un hijo cuenta con ayuda remunerada, pro- Preparar comida para los niños ............................................................... . 23,6 I
porción que aumenta a un 33% entre las que tienen dos hijos. En tercer lugar, hay Preparar comida para entevistada ............................................................ . 21,1 1, I

que mencionar la ayuda de la red familiar, concretada en la ayuda de la abuela Preparar comida marido entrevistada ...................................................... . 0,9
materna. No se ha observado relación entre la ayuda que ésta proporciona en ta- Limpiar la casa ....................................................................................... .. 85,5
reas de cuidado de los hijos o de elaboración de comida y la existencia de ayuda Lavar ropa ................................................................................................ . 51,2
Planchar ..........................................................,......................................... . 57,7
remunerada, pero sí, en cambio, en lo que se refiere a tareas de limpieza y cuida-
Coser ........................................................................................................ . 28,7
do de la ropa. Es decir, la ayuda remunerada parece centrarse fundamentalmente Hacer la compra ....................................................................................... . 10,6
en este tipo de tareas duras, más que en el cuidado de niños, que básicamente asu- Llevar a los niños al médico .................................................................... . 7,0
me la familia, nuclear o extensa. La excepción es esa minoría que cuenta con ser-
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo.
vicio doméstico a tiempo completo.

CUADRO 12. Existencia de ayuda doméstica remunerada según ayuda de las abuelas en Con menos frecuencia, excepto en el caso de las internas y de las canguros, la
limpiar la casa/cuidar la ropa ayuda doméstica remunerada asume tareas de carácter extraordinario, en especial
(Porcentajes verticales) quedarse con los hijos si están enfermos mientras los padres trabajan y cuidar a
los hijos durante las vacaciones escolares.
Ayuda doméstica remunerada Abuela ayuda Abuela no ayuda Total Tal como se ha comentado anteriormente, la decisión de contratar a alguien
Tienen .......................................... 15,8 28,4 27,6 para que a cambio de una remuneración asuma una parte de las tareas domésticas
No tienen ..................................... 84,2 71,6 72,4 es generalmente difícil, ya que supone dedicar a ello una parte importante de los
ingresos familiares. Con frecuencia, el cálculo se hace sobre los ingresos de la
TOTAL .............................. 100 10 100
mujer, lo cual hace que su coste de oportunidad se perciba como elevado, apo-
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chí cuadrado significativo al 0,008; O casilla yando la teoría de la elección racional aplicada a la división de roles en la familia
frecuencia esperada <5). (Becker, 1987). La diferencia entre lo que gana la madre trabajadora y lo que se
190 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 191

paga a alguien por realizar una parte del trabajo doméstico debe ser tal que <<jus- to de los datos de 1986 (Izquierdo et al., 1988: 31), muestra que el 44% de los
tifique» el trabajo extradoméstico de la mujer. Es decir, subyace la idea de que la hombres no dedica nada de tiempo al trabajo doméstico (Prats Ferret et al., 1995:
ayuda doméstica remunerada «sustituye» a la mujer en el hogar (no así a los hom- 56). Una encuesta realizada en 1995 en el País Vasco a mujeres que trabajan fue-
bres). Sin embargo, a pesar de la menor «racionalidad» económica en términos de ra de casa registra que sobre una escala de puntuación de 0-10 aplicada a la can-
lógica familiar, se superponen frecuentemente otras lógicas relacionadas con la in- tidad de trabajo doméstico que realizan hombres y mujeres que viven en pareja, el
dependencia económica de las mujeres (Tobío et al., 1998: 54-84). Para la mayor 80,7% de las mujeres se sitúa entre 6 y 10, cifra que se reduce a un 13,9% en el
parte de las entrevistadas, la ayuda doméstica remunerada es muy importante: un caso de los hombres (Emakunde, 1997: 168).
18,8% afirma que sin ella no podría trabajar, un 41,5% que es muy importante y Datos referidos a nuevas familias (parejas con al menos un hijo de 13 años o
un 27% que es importante. Sólo un 4% de las entrevistadas que tienen ayuda do- menos que convive) en la corona metropolitana de Madrid muestran que la pauta
méstica remunerada afirma que ésta es poco o nada importante. de división del trabajo cuasi-igualitaria es muy minoritaria, alcanzando entre el 8
La percepción de la importancia de la ayuda doméstica remunerada sólo apa- y el 12%, según los tipos de tareas que se incluyan (Meil, 1999: 90-106). En lo
rece asociada claramente a la percepción de la importancia de la red familiar. que se refiere a mujeres trabajadoras para el total español, un estudio sobre el uso
Cuanto mayor es la importancia que se le da a la ayuda de la red familiar, menor del tiempo muestra que su dedicación al trabajo doméstico es de 3,28 horas/día de
es la que se le atribuye a la ayuda remunerada. El 31 % de las entrevistadas sin fa- lunes a viernes, 3,96 los sábados y 3,26 los domingos. Los datos para los hombres
milia en su localidad de residencia (entre las que tienen ayuda remunerada) afirma que trabajan son, respectivamente, 0,59, 0,85 y 0,57 (Ramos Torres, 1990: 55). Un
que sin ésta no podría trabajar. El 88% de las que afirman que la ayuda que les estudio comparativo europeo realizado en 1991, mencionado anteriormente,
presta la red familiar es poco o nada importante dice que la ayuda remunerada es muestra que los hombres españoles que viven en pareja son los que en mayor pro-
al menos importante (36,6% afirma que sin ella no podría trabajar). porción no realizan ningún tipo de trabajo doméstico: 76,6% según ellos mismos
En resumen, la existencia de la ayuda doméstica remunerada está en primer y 79,7% según sus parejas femeninas (Eurobarometre, 1991).
lugar asociada a la capacidad económica de las madres trabajadoras, así como al Según datos ECFE, de las dieciocho tareas domésticas estudiadas en los ho-
número de hijos. Se asocia también a la ayuda de la red familiar, y en especial de gares de las madres trabajadoras que viven en pareja, no hay ninguna que sea re-
su protagonista principal, la abuela materna. Hay una complementariedad entre alizada mayoritariamente por los hombres, y sólo tres que en la mayor parte de los
los recursos principales con los que cuentan las madres trabajadoras, de tal casos realizan ambos miembros conjuntamente: levantarse por las noches para
manera que la ayuda doméstica a cambio de una remuneración se hace más im- atender a los niños, ayudar a los niños en los deberes y estar con los niños después
portante cuando no se puede contar con la red familiar y viceversa, excepto en- del colegio, aunque hay que señalar que, en estos dos últimos casos, en una
tre las clases altas, entre las que la ayuda de la familia extensa se limita a situa- cuarta parte de los hogares nadie realiza esa tarea. Lo que más frecuentemente ha-
ciones especiales. Parece así haber una lógica social que rige la división del cen las entrevistadas solas es poner la lavadora (77%), planchar (76%), limpiar los
trabajo entre los agentes principales que colaboran en la organización domésti- baños (70%), tender la ropa (68%), preparar la comida (66,5%) y limpiar los cris-
ca. Se trata de una red femenina en cuya base está la solidaridad de la genera- tales (65%). Las tareas que menos realizan los hombres solos son: limpiar los ba-
ción precedente. La ayuda de las abuelas se intensifica cuando no se dispone de ños (2%), planchar (2%), quitar el polvo (3%), poner la lavadora (3%), hacer las
otros recursos. Así, por ejemplo, los hijos de las madres que trabajan en el ser- camas (4%) y llevar a los niños al médico (5%). Entre las tareas que menos rea-
vicio doméstico cuidando a los hijos de las madres trabajadoras de clase media lizan los hombres solos hay algunas que son asumidas mayoritariamente por las
son cuidados por las abuelas y otras parientas femeninas, no sólo en España, mujeres, en especial las relacionadas con la limpieza, el cuidado de la ropa y la
sino también en otros países como Estados Unidos (Romero, 1997). Otra estra- preparación de comida, mientras que las que se refieren al cuidado de los niños en
tegia frecuente entre las inmigrantes es dejar a los hijos en su país de origen al una elevada proporción son asumidas conjuntamente por ambos miembros de la
cuidado de las abuelas. pareja. No está claro, sin embargo, qué significa exactamente en cuanto a cargo
del trabajo doméstico la elaboración conjunta de tareas.
Las dos variables más claramente asociadas al reparto de tareas son el nivel
EL REPARTO DE TAREAS CON LA PAREJA MASCULINA socioeconómico correspondiente a la ocupación de la mujer y del hombre. Ac-
túan, sin embargo, en un sentido diferente en cuanto a la participación de los hom-
El hecho de que las mujeres trabajen no evita el fuerte desequilibrio en la re- bres en el hogar. Cuando la ocupación de la mujer tiene una mayor cualificación
alización de las tareas domésticas en las parejas españolas, puesto de manifiesto y remuneración, aumenta la participación del hombre en el trabqjo doméstico, tan-
en numerosas investigaciones. Entre otras, se puede señalar la Encuesta Metro- to de las tareas que realiza él solo como de las que realizan conjuntamente ambos
l. politana de Barcelona de 1990, que, aunque registra una pequeña mejora respec- miembros de la pareja, disminuyendo las que realizan las mujeres solas. Au-
1
192 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 193

mentan también las tareas que no realiza ninguno de los miembros de la pareja Cuando el nivel socioeconómico correspondiente a la ocupación de la pareja
(que previsiblemente asume la ayuda doméstica remunerada). masculina es más alto, las tareas domésticas que hace la mujer sola disminuyen,
pero no aumentan las que hace el hombre solo, aunque sí lo hacen las conjuntas y,
CUADRO 14. Tareas según quién las realiza: entrevisttada, pareja, ambos o ninguno
sobre todo, las que no asume ninguno de los miembros de la pareja, ya que pre-
(Porcentajes verticales) visiblemente se hace cargo alguien a cambio de un salario.

Tarea Entrevistada Pareja Ambos Ninguno CUADRO 16. Quién hace las camas por nivel socioeconómico de la entrevistada
(Base = madres trabajadoras que viven en pareja) (Porcentajes verticales)
Preparar el desayuno ......................... 49,6 8,1 38,0 4,5
Preparar la comida ............................ 66,5 6,7 18,4 8,3
Alto Medio Bajo Total
Fregar cacharros/recoger mesa ......... 55,8 6,5 30,7 7,1
Hacer la compra ................................ 49,7 6,4 42,3 1,6 Entrevistada ....................................... 41,4 65,6 63,6 60,6
Pasar el aspirador/barrer ................... 60,1 5,2 23,0 11,8 Pareja ................................................. 7,3 2,4 5,6 4,3
Limpiar los cristales .......................... 65,0 5,0 16,1 14,0 Ambos ............................................... 40,8 25,3 26,7 28,6
Limpiar los baños .............................. 69,9 1,9 15,1 13,1 Ninguno de los dos ........................... 10,5 6,7 4,2 6,5
Quitar el polvo .................................. 62,3 2,7 20,9 14,1 TOTAL ................................... 100 100 100 100
Hacer las camas ................................. 60,7 4,3 28,5 6,5
Poner la lavadora ............................... 77,1 3,0 14,0 5,9 Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla
Tender la ropa ................................... 68,4 5,7 1&,1 7,8 frecuencia esperada <5).
Planchar ............................................ 76,4 2,0 9,9 11,7
Llevar/traer niños centro
escolar ............................................. 30,1 8,9 24,9 36,1 CUADRO 17. Quién pasa el aspirador/barre por nivel socioeconómico
Llevar a los niños al médico ............ 48,6 4,7 39,2 7,5 de la pareja entrevistada
Ayudar a los niños en los deberes ...... 29,5 10,2 38,3 22,1 (Base = madres trabajadoras que viven en pareja) (Porcentajes verticales)
Estar con los niños después
del colegio ....................................... 33,1 8,2 33,7 25,0
Alto Medio Bajo Total
Levantarse noches para atender
niños ................................................ 40,0 5,1 46,5 8,3 Entrevistada ....................................... 56,3 63,7 58,6 59,8
Regar las plantas ............................... 54,9 11,8 17,6 15,7 Pareja ................................................. 3,6 4,8 6,0 5,3
Ambos ............................................... 21,5 18,4 27,2 23,0
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo. Ninguno de los dos ........................... 18,6 13,0 8,1 11,9
TOTAL ................................... 100 100 100 100

Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla


CUADRO 15. Quién pasa el aspirador/barre por nivel socio económico
frecuencia esperada <5).
de la entrevistada
(Base = madres trabajadoras que viven en pareja) (Porcentajes verticales)

Alto Medio Bajo Total El diferente efecto de las características del empleo de hombres y mujeres so-
Entrevistada ....................................... 44,0 60,5 67,0 59,8 bre el reparto de tareas domésticas parece indicar que el factor más claramente
Pareja ................................................. 7,9 4,7 4,4 5,2 asociado a una mayor igualdad de género es el nivel de cualificación de la ocu-
Ambos ............................................... 55,8 6,5 22,2 23,1 pación de la mujer, que cuando es más alto produce un aumento de la participa-
Ninguno de los dos ........................... 49,7 6,4 6,4 12,0 ción doméstica de los hombres. Sin embargo, el mayor nivel socioeconómico, tan-
TOTAL ................................... 100 100 100 100 to derivado de la ocupación de la mujer como del hombre, se traduce en un
aumento de la igualdad en el trabajo del hogar a través del incremento de las ta-
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla reas que realizan conjuntamente. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que hay
frecuencia esperada <5). una fuerte homogamia* en las parejas españolas (Carabaña, 1994). Según datos de
194 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 195

la ECFE, el 55% de las entrevistadas tiene una ocupación del mismo nivel socio- Cuando no hay comedor escolar, a ello se añaden dos desplazamientos más, por lo
económico que su pareja masculina. general entre 12,30-13,30 y 14,30-15,30. Pocas opciones se ofrecen, por lo ge-
neral, para el cuidado de los niños antes o después de esas horas.
CUADRO 18. Quién hace las camas por nivel socioeconómico de la pareja entrevistada La ECFE aporta información sobre la relación entre los horarios laborales y es-
(Base = madres trabajadoras que viven en pareja) (Porcentajes verticales) colares. Casi un tercio (29%) de los hijos de las madres trabajadoras entran en la
guardería después de que comience su jamada laboral. La falta de coordinación es
Alto Medio Bajo Total todavía más acusada en la hora de salida: en un 58% de los casos los hijos salen
antes de que la madre haya finalizado su jornada de trabajo. La situación no me-
Entrevistada ....................................... 58,2 66,6 60,6 58,0
Pareja ................................................. 1,6 2,8 6,0 11,1 jora, sino que empeora, cuando los niños van al colegio. Un 33% de las entrevis-
Ambos ............................................... 33,5 24,9 29,2 25,9 tadas empieza a trabajar antes de que los hijos menores de 12 años entren al cole-
Ninguno de los dos ........................... 12,1 5,7 4,2 4,9 gio, y un 60% sale cuando sus hijos pequeños ya han terminado su jornada escolar.
¿Cómo se soluciona tal discrepancia horaria? Sorprendentemente, una de
TOTAL ................................... 100 100 100 100
cada cuatro entrevistadas que entran a trabajar antes de que abra la guardería lle-
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla va ella misma a sus hijos al centro escolar. En un porcentaje igual de casos es la
frecuencia esperada <5). pareja masculina quien lo hace, y a continuación los abuelos y otros parientes.
Cuando no hay compatibilidad horaria es la madre quien, en tres casos de cada
cuatro, lleva a los niños al colegio.

LOS CENTROS ESCOLARES COMO RECURSO PARA HACER CUADRO 19. Quién lleva a los niños a la guardería por hora de entrada en la guardería
COMPATIBLE FAMILIA Y EMPLEO en relación a jornada laboral de las madres que trabajan: antes o después de que éstas
empiecen a trabajar
Las guarderías y los centros escolares deberían ser uno de los recursos prin- (Base = madres que trabajan con algún hijo en guardería) (Porcentajes verticales)
cipales para ayudar a hacer compatible la participación en el mundo del trabajo y
el cuidado de los hijos. Desde el punto de vista cuantitativo son muy importantes. Antes Después Total
Prácticamente el cien por cien de los niños de más de tres años está escolarizado Entrevistada....................................... 75,2 24,1 59,4
(Pérez Díaz et al., 1998: 145) y, según datos de la ECFE, el 73% de las madres Pareja................................................. 17,4 24,1 19,4
que trabajan y tienen al menos un hijo menor de cuatro años utiliza los servicios Abuelos ............................................. 2,5 18,5 7,4
de guarderías y centro preescolares. Sin embargo, sólo el 1,5% de las entrevista- Otros parientes .................................. 1,7 14,8 5,4
das señala los centros escolares como un factor que facilita la conciliación entre la Otras formas...................................... 3,3 18,5 8,0
~-----+-----~----~
actividad laboral y las responsabilidades familiares. La mayor parte de los centros, TOTAL................................... 100 100 100
en especial los públicos, no han asumido que la mujer ama de casa disponible en
todo momento para el cuidado del hogar y de los hijos no constituye ya la nor- Fuente: Encllesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla
malidad social. Hay un retraso de la organización social respecto de la nueva re- frecuencia esperada <5).
alidad, pronto mayoritaria, que constituyen los hogares en los que ambos cónyu-
ges trabajan. Ello se concreta en dos problemas principales: falta de coordinación Coherentemente con lo antes señalado acerca de la todavía más acusada falta
entre los horarios escolares y laborales, y las vacaciones escolares considerable- de coordinación de horarios a la salida de las guarderías, el porcentaje de madres
mente más prolongadas que las que disfrutan los trabajadores. que van a recoger a sus hijos a la guardería es menor que por las mañanas: 47%.
La falta de coordinación entre los horarios escolares y la jornada laboral Ese porcentaje se eleva a un 69% cuando terminan su jornada laboral antes de la
constituye un indicador de la escasa asunción por parte de la Administración y las hora de salida de la guardería, pero incluso en caso contrario un tercio de las en-
instituciones públicas de las consecuencias de la generalización de la actividad la- trevistadas (34%) va a recoger a los hijos pequeños al centro escolar. Si la madre
boral femenina. Los horarios de guarderías, escuelas y colegios siguen básica- cuya jamada todavía no ha finalizado cuando los hijos salen de la guardería no los
mente adaptados -de forma seguramente implícita, inconsciente o como una va a buscar, lo hacen los abuelos (25%), la pareja masculina (17%) o una variedad
mera inercia del pasado- a un ritmo temporal característico del ama de casa: en- de personas desde otros parientes a vecinos, amigos, ayuda doméstica remunera-
trada tardía, entre 9,00 y 9,30, y salida temprana, entre 16,00 y 17,00 de la tarde. da habitual o contratada específicamente para esta finalidad.
T
196 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 197

CUADRO 20. Quién recoge a los niños a la guardería por hora de salida de la guardería ven solos del colegio, lo cual se agudiza cuando la madre tiene problemas de co-
en relación a jornada laboral de las madres que trabajan: antes o después de que éstas ordinación horaria.
salgan del trabajo Otra forma de incompatibilidad entre el mundo escolar y el laboral son las va-
(Base = madres que trabajan con algún hijo en guardería) (Porcentajes verticales) caciones, considerablemente más largas y diversificadas en el primero que en el
segundo. Los trabajos cualitativos previos a la ECFE indicaron la existencia de
Antes Después Total una preocupación, y a veces incluso una angustia, ante las dificultades para re-
Entrevistada....................................... 34,3 68,7 47,4 solver el cuidado de los hijos durante los períodos de vacaciones escolares en los
Pareja................................................. 16,7 25,4 20,0 que los padres tienen que trabajar.
Abuelos ............................................. 25,0 1,5 16,0
Otros parientes .......... ........ ................ 4,6 3,0 4,0 ... los horarios, las vacaciones escolares de tres meses, que en verano no sabes dón-
Otras formas...................................... 19,4 1,5 12,6 de dejar a los niños (... ) y la verdad es que en el tiempo éste de verano es que es Ull
~---------+----------~--------~
TOTAL................................... 100 100 100 desarreglo (... ) es que es un desarreglo horroroso, las vacaciones éstas de los niños
es que son demasiado largas, es que son tres meses que son fatales para todo.
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla (Entrevista en profundidad, madre sola que trabaja, Madrid, nivel socioeconómico
frecuencia esperada <5). bajo.)

Para la mitad de las entrevistadas, resolver el cuidado de los hijos durante las
Una pauta similar se repite cuando los niños van al colegio. Si Los horarios de vacaciones escolares supone algún tipo de dificultad. Un 10% afirma que la di-
r 1; las madres son compatibles, son éstas quienes mayoritariamente llevan a los niños ficultad es mucha, un 15% que bastante y un 23% que alguna. La percepción de
al colegio; si no es así, aparece un abanico mayor de opciones en comparación dificultad se agudiza entre las entrevistadas que tienen jornadas laborales más
'1 con los menores de cuatro años. A la pareja y los abuelos se añaden los niños me- largas.
nores de 12 años que van solos y los que van con la ayuda doméstica remunerada. El protagonismo principal en el cuidado de los hijos durante las vacaciones
A la salida del colegio, si la madre todavía no ha terminado de trabajar, lo más ha- corresponde a los abuelos. En más de la mitad de los casos de hijos de menos de
bitual es que los niños de menos de 12 años vuelvan solos a casa (25% de los ca- 12 años, son ellos quienes asumen esta función. Lo más frecuente es que los niños
sos). En otros casos es la propia madre quien los recoge (18%), los abuelos sean llevados a casa de los abuelos (33%), aunque tampoco es raro que los abue-
(18%) o la ayuda doméstica (9%). los vayan a la casa de sus nietos (20%). Cuando los abuelos no se encargan de esta
En síntesis, la incompatibilidad de horarios aparece como un problema grave tarea, las estrategias son muy variadas. Una de ellas es que los padres se turnen las
que afecta a una parte muy importante de las madres trabajadoras, a un tercio vacaciones, solución a la que recurre el 10% de las entrevistadas. Tiene múltiples
aproximadamente por las mañanas a la hora de entrar en los centros escolares y a ventajas (facilidad, comodidad, gratuidad), pero también inconvenientes, ya que la
más de la mitad a la hora de la salida. Pero todavía más sorprendente y preocu- familia no puede disfrutar a la vez de un período de descanso. En otros casos los
pante es cómo se solucionan en términos prácticos esos desfases temporales. En hijos se quedan solos en casa (9%), lo cual no es seguramente la más recomen-
primer lugar, son las propias madres cuyos horarios son incompatibles quienes en dable forma de vacaciones. La ayuda doméstica remunerada es otro recurso que
una proporción destacable se encargan de llevar o traer los hijos de los centros es- utiliza el 9% de las entrevistadas, a veces contratada específicamente para esta fi-
colares, lo cual cabe pensar sea fuente de problemas, conflictos, tensiones o difi- nalidad. También hay madres que llevan a sus hijos al trabajo (7%), no como so-
cultades en su actividad laboral. En segundo lugar aparecen los abuelos, que en lución puntual, sino habitual durante las vacaciones. En ocasiones son otros pa-
casi una quinta parte de los casos se encargan de llevar y traer a los niños de los rientes o los hermanos mayores los que se encargan del cuidado de los hijos
centros de enseñanza cuando la madre no tiene disponibilidad para hacerlo. Las más pequeños, y en un reducido número de casos (2%) coinciden las vacaciones
parejas de las entrevistadas asumen en mayor medida estas tareas cuando ellas no de la madre y las de los hijos, generalmente cuando su trabajo tiene que ver con la
pueden hacerlo, más frecuentemente para llevarlos que para traerlos del colegio, enseñanza. Los niños que acuden habitualmente a actividades lúdicas organizadas
por causas seguramente relacionadas con sus propias limitaciones temporales. La por el colegio, por instituciones públicas o de carácter privado (centros de verano,
ayuda doméstica remunerada es otro recurso que aparece cuando la madre no pue- campamentos, etc.) son muy pocos: 3%.
de encargarse de llevar y traer a los niños del colegio, siendo casi inexistente cuan- Cuando hay hijos menores de seis años, las estrategias desplegadas para so-
do las madres están disponibles. Por último, hay que señalar que hay proporciones lucionar el problema que plantean las vacaciones escolares son algo diferentes. El
destacables de niños pequeños de menos de 12 años que van y, sobre todo, vuel- recurso a la ayuda doméstica remunerada es más importante (de un 5 a un 13 %) Y
l~

198 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 199

se reduce mucho, aunque no desaparece, el porcentaje de niños que se quedan so- CUADRO 22. Distancia del lugar de trabajo de las madres trabajadoras
los en casa (de un 13 a un 5%). y de sus parejas masculinas
(Porcentajes verticales)
CUADRO 21. Quién cuida a los hijos durante las vacaciones escolares mientras
los padres trabajan según número de hijos de menos de 12 años escolarizados Entrevistada Pareja
(Base = entrevistadas con hijos (Base <12 alios escolarizados) (Porcentajes verticales) Muy cerca................................................................ 21,1 12,0
Cerca........................................................................ 31,3 22,6
Quiét;t cuida Con hijos <6 Sin hijos <6 Total No muy lejos ................ ........................... ..... ........... 22,1 21,0
Los llevan a la casa de los abuelos ......... 33,8 32,6 Lejos........................................................................ 17,8 25,6
33,2
Los abuelos en casa de la entrevistada ... 20,6 Muy lejos ................................................................. 5,9 12,5
19,8 20,2
Los padres se turnan las vacaciones ....... 9,9 10,3 Variable.................................................................... 1,6 5,3
10,1
Se quedan solos en casa .......................... 4,6 13,3 9,0 TOTAL ......................................................... . 100 100
Ayuda doméstica remunerada ................. 12,7 5,0 8,8
La entrevistada los lleva al trabajo ......... 6,9 6,8 6,8 Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo.
Los cuidan otros parientes ...................... 3,6 2,0 2,8
Coinciden las vacaciones de la
entrevistada y de los hijos ....................... 1,5 3,3 2,4 Tal como señalan Hanson y Pratt (1995: 93-119), la menor distancia casa-tra-
Actividades lúdicas en su localidad ........ 0,8 2,8 1,8 bajo entre las mujeres puede interpretarse en dos sentidos diferentes y comple-
Los cuidan los hermanos mayores .......... 1,0 1,5 1,3 mentarios. Por un lado, se trata de una estrategia encaminada a facilitar la com-
Campamentos/centros de verano ............ O 1,8 0,9
Otras formas ...........................................
patibilidad entre las responsabilidades familiares y laborales (así como a hacer
3,6 1,0 2,3 más racional la vida urbana), pero, por otro lado, supone una limitación respecto
TOTAL ......................................... 100 100 100 de las oportunidades en el mundo del trabajo ya que la condición de cercanía de la
Fuente: Encuesta de Compat¡bilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al O 000' 2 ca- vivienda supone una exigencia que restringe las posibilidades de desarrollo pro-
sillas [7,68%] frecuencia esperada <5). ' , fesional.
Aproximadamente cuatro de cada diez entrevistadas (38%) que viven cerca o
muy cerca de su trabajo buscaron intencionadamente esa aproximación. Con
más frecuencia buscan el trabajo cerca de lacasa que al revés, aunque en una pro-
ESTRATEGIAS ESPACIALES porción destacable de casos (12,5%) es al revés. Los datos para las parejas mas-
culinas de las entrevistadas son diferentes al disminuir la intencionalidad en la
La estructur~ de .localizaciones espaciales de las viviendas y el empleo, así búsqueda de la aproximación casa-trabajo y, cuando la hay, estar más orientada
como de los eqmpmruentos escolares, comerciales y otros, constituye un factor que que en el caso de las mujeres a buscar la casa cerca del trabajo.
hace más f~cil o ~ás difícil la doble participación en el mundo familiar y laboral.
La tendencIa, dommante a lo largo del siglo xx, y en especial a lo largo de los años CUAúRO 23. Razones de la cercanía casa-trabajo de las madres trabajadoras
sesenta,. a.l.a separación entre los espacios residenciales y laborales no favorece la y de sus parejas masculinas
compatIbIlIdad entre ambos mundos, sino que es un obstáculo añadido a los otros (Base-entrevistadas que trabajan cerca o muy cerca de casa; parejas que trabajan cerca o
muchos que se les plantean a las familias en las que ambos cónyuges trabqjan o muy cerca de su casa) (Porcentajes verticales)
aquellas en las que un único progenitor asume la carga de los hijos (Tobío, 1996).
Superar la creciente distancia entre actividades requiere estrategias específicas Razones cercanía Entrevistada Pareja
para acercar los lugares principales en los que transcurre la vida cotidiana de las Buscó trabajo cerca de casa..................................... 25,1 16,5
madres trabajadoras: la casa propia, el trabajo, los centros escolares y la casa de Buscó casa cerca del trabajo.................................... 12,5 15,6
los abuelos. El ámbito espacial de las actividades laborales de las entrevistadas en Puramente casual..................................................... 61,7 67,9
la ECFE es más reducido que el de sus parejas masculinas. Más de la mitad de las r-----------r---------~
TOTAL.......................................................... 100 100
madres trabajadoras trabajan cerca o muy cerca de sus hogares, cifra que se re-
duce a un 35% en el caso de sus parejas. Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo.
200 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 201

Según la percepción de las entrevistadas, los centros escolares están general- CUADRO 24. Opinión sobre horas de trabajo por nivel socioeconómico de las madres
mente localizados en un entorno cercano a la vivienda, especialmente las guar- trabajadoras
derías. El 35% con algún hijo en guardería dice que está muy cerca de la vivien- (Base = madres trabajadoras que viven en pareja) (Porcentajes verticales)
da, y otro 35% que está cerca. Sólo el 13% afirma que la guardería está lejos o
muy lejos. En cuanto a los colegios, se dice que están algo más alejados, pero para Alto Medio Bajo Total
dos tercios de los casos (63%) están cerca o muy cerca. Hay un 23% que afirma Trabaja más de lo que quería ............ 46,9 46,3 39,8 44,1
que el colegio está muy cerca, entre las que se cuenta la mayoría de las que dicen Trabaja menos de lo que quería ........ 7,5 5,2 12,5 8,2
que lo que más les facilita poder hacer compatible familia y empleo es la proxi- Trabaja las horas que quiere .............. 45,5 48,5 47,8 47,7
midad del centro escolar. Sin embargo, el 16% de las entrevistadas afirma que el TOTAL ................................... 100 100 100 100
colegio está lejos o muy lejos.
Fuente: Encuesta de Compatibilización Familia-Empleo (chi cuadrado significativo al 0,000; O casilla
frecuencia esperada <5).

Hay que reorganizarse, hay que planificarse correctamente para que todas las co-
ESTRATEGIAS TEMPORALES sas se puedan hacer en un horario ... que me parece lógico y humano ... , que pueden
ser ocho horas, pero ¡de la maliana! Que se te pueda extender la jornada hasta las
cuatro o las cinco de la tarde, pero no tener reuniones ... , pues /la sé cómo decirte,
El trabajo a tiempo parcial es escaso en España, aunque es fundamentalmen- olímpicas, olímpicas... , que metes ahí de todo, que no solamente se tratan los temas
te femenino. La mayor parte de las mujeres tienen largas jornadas de trabajo: sólo que interesan, sino otros muchos y que se te van alargando las jornadas pues has-
el 19% menos de 30 horas a la semana, y el 62% más de 40 horas a la semana ta las ocho, las nueve o las diez de la noche.
(INE, 1998: 284). La condición de madre no acorta sustancialmente el número de (Grupo de discusión, madres trabajadoras, nivel socioeconórnico alto, Madrid, 30-39
horas de trabajo según la ECFE. El 19% de las entrevistadas trabaja menos de 30 años.)
horas a la semana, y el 60% lo hace más de 40. Las variaciones en la jornada de
trabajo están especialmente asociadas al nivel socioeconómico de la ocupación (a Cuando el número de horas de trabajo o su distribución temporal no se
más alto, más duración de la jornada) y a la situación profesional (las trabajadoras puede elegir, las entrevistadas adaptan el tiempo libre que deja la actividad la-
por cuenta propia trabajan el mayor número de horas y las asalariadas eventuales boral para realizar las tareas domésticas, incluyendo las noches, las madrugadas o
el menor). los fines de semana. Pocas actividades domésticas realizan personalmente las
Más de la mitad de las madres que trabajan (53%) lo hacen en jornada de ma- madres trabajadoras por las mañanas, ya que la mayoría trabaja a estas horas del
ñana y tarde, a lo que se añade un tercio que trabaja solamente por las mañanas. día. Pero no es infrecuente que antes de ir a trabajar realicen ciertas tareas do-
Las entrevistadas con ocupaciones de nivel socioeconómico alto y las que traba- mésticas como hacer las camas (54%), preparar la comida (17%), poner la lava-
jan por cuenta propia son las que más frecuentemente trabajan con jornada parti- dora (15%) o limpiar los baños (14%). La hora de comer entre la mañana y la tar-
da de mañana y tarde. de se aprovecha para tender la ropa (11 %) o poner la lavadora (9%). Menos de
Casi la mitad de las madres trabajadoras afirma trabajar las horas que desea, una quinta parte de las entrevistadas prepara la comida a la hora de comer, lo más
pero un 44% afirma trabajar más de las deseadas y un 8% menos horas de las que habitual es que se haya preparado antes. La tarde es una parte del día de intensa
querría. Son, especialmente, las entrevistadas con ocupaciones de nivel alto las actividad doméstica para las madres que no trabajan a estas horas. Un tercio
que afirman trabajar más horas de las deseadas, mientras que las de ocupaciones aproximadamente de las entrevistadas hace la compra, pone la lavadora y tiende la
con menor cualificación y remuneración afirman en mayor proporción desear tra- ropa. Porcentajes algo menores dedican la tarde a planchar (29%), quitar el polvo
bajar más horas de las que lo hacen. (24%), limpiar los baños (23%) o pasar el aspirador (21 %). Las noches, después
Sin embargo, a pesar de la opinión mayoritaria acerca de la excesiva longitud de cenar, no son tampoco siempre un tiempo dedicado al descanso, sino que es en-
de la jornada laboral y del deseo de trabajar un menor número de horas, si pu- tonces cuando se realizan muchas tareas que no se han podido hacer en otro mo-
dieran acceder a una reducción con pérdida de salario, sólo un 15% elegiría esa mento, como cocinar (27%), poner la lavadora, tender la ropa y planchar. Pero la
opción. Hay también una queja, entre las entrevistadas de mayor nivel de cualifi- dedicación más intensa al trabajo doméstico corresponde al fin de semana. Es en-
cación, hacia las jornadas laborales que se prolongan innecesariamente, más allá tonces cuando la mayor parte de las entrevistadas limpian los cristales (54%), pa-
del horario oficial. san el aspirador (38%) o hacen la compra (37%).
T
202 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL CONCILIACIÓN O CONTRADICCIÓN: CÓMO HACEN LAS MADRES TRABAJADORAS 203

CUADRO 25. Cuándo realizan las madres trabajadoras las tareas domésticas que realizan rece que sea un camino con vuelta atrás. El caso español presenta particularidades
ellas personalmente por el retraso, compensado con la aceleración, de la incorporación de las mujeres
(Porcentajes verticales) al mercado de trabajo. Ello explica, seguramente, la escasa conciencia de la so-
ciedad española ante la magnitud del cambio que está teniendo lugar. Se explica
1 2 3 4 5 6 7 probablemente también porque la mayor parte de los nuevos problemas que plan-
Preparar la comida ..... 16,8 14,3 27,0 6,7
tea el nuevo modelo están siendo solucionados de forma callada, privada e infor-
7,2 18,6 9,4
Hacer la compra ........ 7,2 9,8 5,8 34,4 1,9 37,3 3,5 mal entre mujeres, a través de una variedad de estrategias de las que es pieza cla-
Pasar el aspirador ....... 9,2 8,8 6,4 20,9 2,9 37,7 14,1 ve la solidaridad intergeneracional. Las primeras generaciones de madres
Limpiar cristales ........ 5,3 7,2 3,3 14,6 1,9 53,7 13,8 mayoritariamente activas son escasamente reivindicativas respecto del carácter de
Limpiar los baños ...... 13,7 11,8 6,4 22,8 5,1 29,7 10,4 «problema social» de las nuevas situaciones que se les plantean, quizá porque to-
Quitar el polvo ........... 13,1 10,3 5,9 23,7 3,1 32,1 11,7 davía hay un ciel10 temor a la vuelta al pasado, a que si se insiste demasiado en la
Hacer las camas ......... 54,3 16,0 5,5 9,5 2,1 5,8 6,5 dificultad de conciliar familia y empleo acaben siendo de nuevo amas de casa.
Poner la lavadora ....... 15,3 9,5 8,9 32,7 18,2 9,8 5,5 Muchas de las estrategias que utilizan las madres trabajadoras no serán posibles
Tender la ropa ............ 8,7 9,4 11,0 35,1 17,1 10,9 7,6 en un futuro próximo, cuando las últimas generaciones de abuelas inactivas y dis-
Planchar ..................... 4,8 4,9 3,2 28,7 19,3 28,2 10,7 ponibles vayan desapareciendo y sustituyéndose por abuelas ocupadas y menos pro-
clives a asumir el papel de madres sustitutas. Por otra parte, otras de las estrategias
1. Por la mañana antes de ir a trabajar.
hoy utilizadas son escasamente deseables y tienen seguramente efectos negativos,
2. Por la mañana.
3. A la hora de comer entre la mañana y la tarde.
bien para los hijos o para las madres. La bajísima fecundidad española no es tam-
4. Por la tarde. poco ajena a los problemas que plantea una situación de transición como la que hoy
5. Por las noches después de cenar. vivimos. El primer paso para empezar a dar soluciones es reconocer la existencia de
6. Los fines de semana. un problema. El objetivo de los datos aquí presentados es contribuir a la discusión
7. Nunca. acerca de la definición de un modelo de futuro que sea realmente capaz de conciliar
la participación de todos -mujeres y hombres- en el trabajo y en la familia.
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Rubery, J.; Smith, M., y Fagan, C. (1999): Women's Employment in Eumpe: Trends and terminadas características, pero que siempre muestran una incidencia negativa en
Pmspects, Routledge, Londres. los hijos de familias divorciadas. Sin embargo, un examen detallado manifiesta
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Departamento de Humanidades, Ciencia Política y Sociología/Instituto de la Mujer gunda vez en la historia de España-la legalización de las rupturas matrimonia-
~~ ,
les. Desde un principio, tanto los legisladores como la sociedad fueron cons-
Tobío, C.(1998): «Roles de género y la relación familia-empleo», en Asparkía. Investiga- cientes que el divorcio, si bien podía beneficiar a la pareja tendría, quizás, efectos
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científicos sociales han prestado mucha atención a los efectos del divorcio. Esta
situación se ha producido aún a pesar de que la ruptura tiene una consecuencia so-

• En Revista de Estudios de Juventud, 1997,39, pp. 67-79.


206 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 207

cial objetiva y evidente, el aumento de familias monoparentales encabezadas, En general, todos los estudios sobre este indicador alcanzan la misma con-
sobre todo, por mujeres. Este tipo de familias no son nuevas, siempre han existi- clusión, a saber, que los hijos de familias divorciadas tienen menor autoestima
do las formadas por viudas; la novedad es la aparición de la monoparentalidad por que los hijos de familias intactas. Pero -y esto es de suma importancia- la
separación o divorcio. Este tipo de familias monoparentales han aumentado tanto, estructura familiar no está ligada a la autoestima del hijo. Es, fundamental-
que en mujeres menores de 45 años las separadas o divorciadas constituyen el por- mente, el grado de conflicto matrimonial lo que determina éste (Demo y
centaje más elevado. No obstante, España es uno de los países europeos donde la Acock, 1988).
monopm'entalidad tiene menor incidencia (Iglesias, 1994). Las investigaciones se basan en los informes de los propios hijos para estu-
El hecho es que los hijos, tras la separación de sus padres, pasan a vivir en diar la autoestima, complementados por la visión que ofrecen los padres y el pro-
monoparentalidad, en ocho de cada diez casos con la madre (Encuesta Sociode- fesorado. Se descubre que la estructura familiar (bien intacta, monoparental o re-
mográfica, 1991. Elaboración propia). Estos hijos de divorciados experimentan constituida) no provoca diferencias significativas. Por el contrario, sí se observa
una situación novedosa en España. Con anterioridad no ha existido esta circuns- la tendencia a disminuir la autoestima cuando los hijos perciben un conflicto alto
tancia legal, social y cultural en nuestro país. Pues bien, frente a la posibilidad úni- en sus familias. Es el conflicto matrimonial el que disminuye la autoestima, in-
ca y exclusiva de poder analizar la primera generación juvenil que ha vivido el di- dependientemente de la estructura familiar, la edad o sexo del hijo y el número
vorcio, se está dejando transcunir este hecho. En el plano teórico, a su vez, el de hermanos. Según esto, para el hijo es más negativo vivir en familias intactas
panorama internacional no es nada claro. Los resultados que existen son en gran conflictivas, que en familias monoparentales sin conflicto. En estos casos la
medida contradictorios y muy confusos. Esta característica se debe a que, en ge- ruptura matrimonial es incluso positiva para los hijos en el sentido de que mues-
neral, son examinadas sólo dimensiones seleccionadas del bienestar de los hijos, tran una mayor autoestima y bienestar psicológico que los hijos de familias in-
sin considerar las variaciones en las estructuras familiares y, sobre todo, porque tactas.
son estudios no siempre representativos ni longitudinales. Cuando los' investiga- En definitiva, las investigaciones parecen constatar que no es el tipo de com-
dores han observado todas estas precauciones sus conclusiones se asemejan, si posición familiar que resulte tras la ruptura matrimonial la que determina el
bien aún restan muchos aspectos que registran controversia. autoconcepto del hijo -al igual que otras variables psicosociales-. Es el grado
La noción de ajuste personal nació bajo la perspectiva psicosocial, preten- de conflicto el que influye básicamente, con independencia de factores como
diéndose conocer en qué grado la adaptación psicosocial del hijo de padres di- edad, sexo o clase social (Furstenberg y Cherlin, 1991). Sin embargo, existe una
vorciados era similar a la de hijos de familias intactas. Esto es, cómo afectaba la excepción que sí provoca diferencias según el tipo de familia. Aquellas situa-
mptura matrimonial y la estmctura familiar monoparental a la vida y caracterís- ciones donde la familia monoparental aparece en un contexto social negativo ha-
ticas personales del hijo. Conforme la investigación se fue desarrollando la trans- cia estas familias, sí registran una relación directa entre divorcio y efectos nega-
formación del término era inevitable. Progresivamente se estudiaban más aspectos tivos sobre la autoestima y bienestar del hijo. Cuando existe un determinado
del ajuste y se descubría la configuración de un proceso, una trayectoria que estigma social, la estructura familiar de monoparentalidad genera consecuencias
desbordaba el teneno puramente psicológico para invadir un área multidisciplinar más severas en el hijo, excepción que puede ser importante para el caso de Es-
y heterogénea. De esta forma, el conjunto de variables que hoy abarca el concepto paña, especialmente en las primeras generaciones juveniles que tuvieron pa-
es vastísimo de tal manera que, en la actualidad, se discute seriamente la necesi- dres separados.
dad de un modelo general que ordene y aclare las consecuencias generales de la Por otra parte, el grado de adaptación del hijo en la postruptura se debe
mptura matrimonial sobre los hijos. En este trabajo realizaré up aná~isis de las también' al soporte que reciba de la familia. En general el apoyo que recibe el
áreas más consolidadas de la investigación, especialmente en lo referente a rela- hijo y la persona que lo custodia proviene de parientes, vecinos, amigos,. ~l ex-
ciones intergeneracionales y al ámbito a,cadémico.· .", cónyuge o de asistencia contratada. A partir de todas estas fuentes la .fmm~la re-
En primer lugar, referente a los rasgos psicosociales disti,r¡tivos que los hijos cibe soporte permitiendo al hijo tener un ajuste más adecuado a las sItuaCIOnes.
de familias rotas presentan en comparación a las intactas podría enumerarse un En la medida que se reciban más ayudas será más beneficioso y fácil el proceso
amplio listado. El perfil típico abarcaría desde el estrés emocional, a la depresión de adaptación.
o ansiedad y baja autoestima. Siempre muestran menores puntuaciones en felici- El tipo de ayuda que se reciba es de muy distinta naturaleza, desde acoger al
dad, interés por la vida y baja satisfacción con determinados valores como los hijo en su hogar, a la del cuidado de los hijos durante algunos días, pasando por la
amigos y la vida familiar (Cummings y Davies, 1994; Castells, 1993; Emery, ayuda estrictamente financiera o el soporte psicológico y emocional. Estos apoyos
1?88). Sin embargo, muchos de estos rasgos desaparecen con el tiempo y no son significativamente positivos para el hijo, tanto de forma directa, los ofrecidos
SIempre este perfil es propio y único de los hijos de padres separados. Por ejem- al hijo, como de forma indirecta, por medio de los que reciben los padres, espe-
plo, analizaré con mayor detención el caso de la autoestima. cialmente el que custodia.
208 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 209

LAS RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS edad, nivel educativo, hábitat, etc. En todos los casos el padre registra un mayor
menoscabo de las relaciones con sus hijos mientras que las madres mantienen las
Las relaciones intergeneracionales padre-hijo son un rasgo esencial para el relaciones después de la ruptura matrimonial. Observemos esto desde dos indi-
bienestar y la delimitación de roles y status en el ámbito familiar.'El contacto en- cadores: la frecuencia de contactos y el grado de intimidad o afectividad de las re-
tre generaciones, si para cualquier persona es imprescindible, adquiere especial re- laciones.
levancia cuando nos referimos a personas divorciadas y sus hijos. Si atendemos a los estudios sobre las interacciones y contacto de los hijos con
La ruptura matrimonial representa un fuerte impacto para las relaciones entre sus padres separados (Se1tzer y Bianchi, 1988; Furstenberg et alii, 1983), se ve-
padres e hijos. La separación tanto física como emocional las afecta negativa- rifica que las relaciones con el padre ausente caen drásticamente, dato constatable
mente. En realidad, en la mayoría de ocasiones, no es la ruptura el determinante desde una perspectiva longitudinal. En los recién separados se produce un cierto
del deterioro de las relaciones sino que éstas han sufrido un desgaste previo du- aumento del contacto con sus hijos, pero este ascenso se interrumpe para des-
rante la vida matrimonial, en los conflictos entre padres de los que los hijos no cender con el paso del tiempo. En España (Hernández, 1996) en algunos estudios
pueden evitar sus consecuencias. Es más, aun después de alcanzada la separación se cifra en un 46% de hijos los que no tienen ningún contacto con su padre.
o el divorcio el hijo sigue siendo uno de los aspectos más polémicos de las rela- Aunque este dato está referido sólo para Galicia, puede servir como representati- i
ciones entre cónyuges ya que en torno a él se debate el régimen de visitas y de vo de lo que ocurre en el conjunto de España. .1
pensiones. De hecho, la figura del padre ausente es una característica muy común en los
Han sido numerosos los estudios que se han interesado por las repercusiones procesos de ruptura matrimonial pues los hijos, aun no estando sujetos a custodia,
que tiene el divorcio en las relaciones entre padres e hijos. Este amplio interés se residen con la madre con mayor frecuencia que con el padre. Esta falta de con-
ha debido, sobre todo, a la preocupación que ha existido en todo momento sobre tacto es uno de los efectos más marcados del divorcio sobre las relaciones entre
las consecuencias que la ruptura puede provocar en los hijos (Cooney, 1994; padres e hijos. El resultado es decisivo tanto cuando los hijos viven el divorcio en
Cummings y Davies, 1994; Pett et alii, 1992). su infancia como cuando son adultos. La interacción reducida con los hijos es una
Ahora bien, si es cierto que existe gran cantidad de estudios sobre las rela- pauta contrastada y un efecto persistente, siempre más pronunciado para el padre
ciones entre padres e hijos, los análisis se suelen restringir a los casos en que los que para la madre.
hijos son menores de edad, siendo menos frecuentes las investigaciones de las re- Esta última afirmación es cierta incluso cuando se igualan las condiciones de
laciones en la juventud o edad adulta. presencia o ausencia, esto es, cuando se controla la custodia. El contacto con la
Esta desproporción no es inquietante pues, en general, parece ser que los madre ausente revela pocas diferencias entre familias intactas y divorciadas,
efectos de la ruptura matrimonial son similares en los hijos con independencia de mientras que no ocurre lo mismo en el caso del padre. Podría pensarse que al no
su edad. La distinción más relevante es la referida a los acuerdos legales sobre tener la custodia las relaciones de la madre van a ser más débiles que en las fa-
pensiones, custodia y visitas, muy problemáticos en la infancia, pero con muchas milias intactas, pero no es así. Las madres sin custodia no tienen significativa-
menos dificultades en los hijos mayores. Respecto a la frecuencia de contactos, mente menos relaciones con sus hijos que las que viven en familias intactas.
afecto o intercambio con los padres son semejantes con independencia de la Este tipo de madres disfrutan de estrechas relaciones y conservan altos niveles de
edad a la que se produce la ruptura (Furstenberg y Teitler, 1994). No obstante, a contacto, sobre todo comparado con el padre que no custodia (Aquilino, 1994a;
pesar de existir resultados más concluyentes en el sentido de no determinación, la Cooney, 1994).
influencia de la edad del hijo es una cuestión controvertida. Otros autores afirman A raíz' de determinadas investigaciones (Peterson y Zill, 1986), y por cierto
que existe una relación positiva entre edad del hijo en la separación del padre o sentido común, se pensó que los hijos serían más beneficiados si vivían con un pa-
madre y la relación que se mantenga con ellos. La calidad y contacto aumentan en dre de su mismo sexo. Según esto, la identificación de género sería positiva para
función de los años que se conviva con los padres antes de la ruptura familiar el hijo y se ajustaría mejor en el periodo de postruptura matrimonial. No obstan-
(Aquilino, 1994a). . te, los análisis recientes, con mayor representatividad, no han dado soporte a
Donde sí existe un acuerdo más general es en la diferencia de género del padre esta idea (Downey y Powell, 1993).
respecto a las relaciones con su hijo. Cuando la separación llega, en la práctica to- En cualquier caso, no debemos pensar que la separación física derivada de la
talidad de casos los hijos son custodiados por las madres, hecho que quiebra de división de hogares es únicamente la que determina las relaciones, incluso el
forma drástica la relación con quien no adquiere la custodia, el padre. progenitor que vive con su hijo observa cómo la relación se deteriora. Efectiva-
El género de los padres es la variable más relevante cuando nos referimos a las mente, si bien la madre parte de una posición aventajada a la hora de relacionar-
relaciones entre padres e hijos. Existe una enorme diferencia entre las relaciones se, esto no implica que no sufra una serie de tensiones en las relaciones con sus
con el padre y/o con la madre, independientemente de otras características como hijos. La calidad de la relación y el contacto con la madre divorciada es general-
210 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL
r
I LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 211

mente menor que en la casada, especialmente cuando el hijo es adulto (Aquilino, Una segunda explicación es que, de hecho, el padre puede desear más contacto
1994b). con su hijo, pero encuentra dificultades en tenerlo. El que los padres no tengan
Utilizando el segundo indicador, referido a las relaciones afectivas e intimidad tanto contacto con sus hijos como la madre no se debería a la falta de compromi-
entre padres separados y sus hijos, se comprueba en múltiples estudios que son so o implicación sino que es consecuencia de otros factores. Las causas que ex-
menos positivas que las de los hijos con padres casados. La intimidad de los hijos plican este comportamiento son los conflictos con la exesposa, problemas perso-
en familias divorciadas es menor que la registrada en familias intactas (Cooney, nales, demanda de tiempo de los hijos o la distancia geográfica.
1994; White, 1992; Peterson y Zill, 1986). Respecto a la distancia geográfica es común que, aun en situaciones en las que
Si se distinguen los resultados según género, las madres divorciadas fueron el hijo no esté sujeto a custodia, la distancia física del padre sea muy superior a la
menos comunicativas y tienen más problemas de interacción con sus hijos que las de la madre. Así, se verifica un efecto negativo para la relación con el padre, que
casadas, mientras que el padre fue menos cuidadoso y cariñoso que los padres en tendrá un obstáculo real y objetivo importante (Cooney, 1994; Aquilino, 1994b).
familias intactas. Ahora bien, mientras la madre a los dos años muestra mejores Tanto una explicación como otra deben conceptualizarse dentro de un proce-
relaciones y más interacciones que antes incluso de la ruptura, el padre sigue emo- so interconectado, donde la presencia de impedimentos para la relación merma la
cionalmente distanciado y muestra más interacciones negativas que los casados. implicación del padre y, este desgaste, origina nuevos compromisos que se en-
Existe un impacto negativo en la intimidad y afecto cuando la familia se rompe, frentan a la relación del hijo. En cualquier caso, estas razones son menos rele-
perjudicando a los dos padres. Pero, mientras el padre generalmente no consigue vantes cuando los hijos han crecido y no tienen que vivir necesariamente con uno
sobrepasar esta situación la madre, una vez superado un periodo crítico, logra me- de sus padres.
jorar sus relaciones con los hijos e incluso, en algunos casos, se sitúan en unos ni- La relación más negativa en el caso del padre se explica, en tercer lugar, por-
veles superiores a los vividos en su familia antes del divorcio. . que a la mayoría de padres pueden faltarle la necesaria habilidad relacional y de
Al hilo de esta situación, es preciso destacar que los padres son muy frecuen- atención al hijo. Estas destrezas sociales se requieren para mantener, con cierto
temente el objetivo del resentimiento del hijo, lo que aumenta la distancia emo- éxito, relaciones independientes con su hijo.
cional y los reproches. Por el contrario, cuando se observa la intimidad entre ma- Durante el matrimonio y la vida en familia el varón, según muestran numero-
dre-hijos no se hallaron diferencias relevantes ni por sexo ni por grupo de familia sos estudios, deja en manos de la esposa el cuidado de los hijos y en las relaciones
intacta o rota (Cooney, 1994). con ellos es frecuente que la madre desempeñe un rol intermedio entre el padre y
En general, podemos concluir que la pérdida de relaciones con los hijos es una el hijo. El protagonismo de la mujer, de esta forma, no favorece una relación afec-
consecuencia sufrida casi exclusivamente por el padre. Tal es la situación que al- tiva directa y el varón no desarrolla las habilidades necesarias.
gunos autores hablan de un cambio en las relaciones de parentesco. La ruptura ori- No pretendo afirmar que este proceso sea deliberado, en la mayoría de oca-
gina que las relaciones patrilineales se deterioren y se primen las líneas matrili- siones responde a un mecanismo derivado, fundamentalmente, de una socializa-
neales (Furstenberg, Hoffman y Shrestha, 1995). Tanto a nivel de contacto como ción tradicional en los roles sexuales. Desde esta situación es muy probable que el
de afectividad el padre varón es quien marca diferencias relevantes en las rela- varón experimente un descenso en las relaciones con los hijos tras la separa-
ciones con sus hijos. Esbozaré una serie de explicaciones a esto último. ción. Ahora bien, en la medida que el varón se implica más en las tareas del hogar,
En primer lugar, es posible que algunos padres divorciados pierdan interés por en el cuidado de los hijos y se relaciona más con ellos, es previsible que las rela-
su hijo. Entiéndase bien que hablamos a nivel general y siempre de una pérdida ciones con el padre, después de su ruptura, serán mejores. Por tanto, aun llegado
relativa, por supuesto que no se pretende sugerir que con el divorcio se aprecien el caso de· ruptura matrimonial el impacto sería menor o, al menos, similar al de
menos a los hijos. Lo que sí puede existir, o terminar por producirse en determi- las madres. En este punto sólo investigaciones futuras podrán consolidar o re-
nados casos, es la concepción de que el compromiso paternal es una cara del com- chazar esta idea.
promiso matrimonial. De esta forma el rol de padre y el matrimonio quedan aso- Por último, para el caso de los hijos adultos y su padre, hay que considerar la
ciados, unión que ha aparecido siempre como norma social, pues no existía el voluntad del hijo de tener contactos o no, más cuando no hay obligaciones. Los
divorcio, y la posibilidad de tener un hijo fuera del matrimonio era fuertemente hijos, si han sido educados en una familia donde las relaciones afectivas eran fo-
sancionada. Es decir, no se entendería la paternidad si no es desarrollada dentro calizadas en la madre, no desearán de igual forma o en los mismos supuestos re-
del marco de una familia, de un matrimonio. Si partimos de esta base, se deriva lacionarse con el padre que con la madre. Al dividirse los hogares es necesario te-
que el interés del varón por sus hijos puede depender fuertemente de su interés por ner la intención de relacionarse con cada uno, hecho que en una familia intacta,
la esposa y el matrimonio (Furstenberg y Cherlin, 1991). Siguiendo un recorrido con un mismo hogar, es diferente.
lógico, en la medida que existe separación de la esposa, y el matrimonio se di- Estas serían las principales causas para la figura de padre ausente que tan tra-
suelve, sería posible derivar que disminuye la implicación del padre con el hijo. dicionalmente se liga a los procesos de ruptura matrimonial. Figura que, segura-
212 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL
f LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 213

mente, ha evolucionado en función de la implantación de los roles más igualitarios damentales para el hijo: las relaciones entre iguales y las relaciones de pareja. De
dentro del entorno familiar. estos dos tipos de relaciones, son muy escasos los estudios referidos a iguales en
Pero, fuera de la explicación que quiera argumentarse para este proceso, de- los que aparezca algún dato sobre hijos de familias divorciadas. Distinto, si bien
terminados autores, lejos de teñir de aspectos negativos la ruptura matrimonial su- tampoco excesivo, ha sido el desanollo de la investigación sobre las relaciones de
gieren que vivir en una familia monoparental con una madre tiene efectos positi- pareja debido, sobre todo, a que determinados autores creen que en estas relacio-
vos. Entre estos efectos destaca que el hijo se hace rápidamente maduro; está más nes se encuentra la explicación de la transmisión de inestabilidad matrimonial en-
responsabilizado en el mantenimiento del hogar y sometido a una estructura de tre padres e hijos. En especial, las investigaciones han sido relativamente nume-
poder menos autoritaria (Demo y Acock, 1988; Weiss, 1979). En esta línea de in- rosas en el análisis del comportamiento sexual.
vestigación existen aún carencias significativas, pues son muy escasos los análisis
realizados.
Lo cierto es que en la medida que las familias monoparentales mayoritaria- Relaciones entre iguales
mente son encabezadas por mujeres, el análisis de las formadas por un varón y su
hijo era inexistente o anecdótico. Con el incremento de la monoparentalidad del va- Son contadas las investigaciones sobre las relaciones sociales entre iguales de
rón, han ido surgiendo investigaciones que han desmentido muchas de las con- los hijos de familias divorciadas. De ellas, y siempre teniendo en cuenta su limi-
cepciones que se mantenían anteriormente. Así, cuando el padre es el que posee la tación, se deduce que estas personas son menos sociables que las de familias in-
custodia del hijo la relación con el hijo es buena, o al menos tan buena como en el tactas, tienen pocas relaciones íntimas, pasan menos tiempo con los amigos y par-
caso de la madre. A este respecto, y a pesar de los estereotipos que pueden haber ticipan menos en actividades compartidas (Guidubaldi, Peny y Nastasi, 1987).
surgido, no se encuentran diferencias significativas respecto a afecto, pr,oblemas de Igualmente, los hijos de familias divorciadas tienen un menor grado de populari-
los hijos y percepción de las relaciones por los mismos hijos, cuando quien custo- dad entre su grupo de iguales y demuestran poseer unas habilidades más restrin-
dia es el padre o la madre (Risman y Park, 1988). Esto demuestra que el padre es gidas en las interacciones sociales y la comunicación. Ahora bien, esta visión pe-
tan capaz como la madre de cuidar de sus hijos, no advirtiendo éstos diferencias en simista debe ser matizada.
las relaciones. En comparación con las familias intactas, se ha analizado si existen Es necesario advertir que el grueso de los efectos es transitorio. En los estu-
o no diferencias en las relaciones del hijo con el padre en monoparentalidad. Los dios longitudinales se evidencia una tendencia temporal donde la mayoría de es-
recientes estudios que han tratado este punto han confirmado que la calidad de la tas características se atenúan y tienden a ser más parecidas a las presentadas por
relación con el padre que custodia es muy similar a la de los hijos con su padre en hijos de familias intactas conforme transcune el tiempo desde la ruptura. Es decir,
familias intactas (Amato, 1993). Aunque la investigación sobre los varones en mo- los problemas detectados en las relaciones con los iguales pertenecerían al primer
noparentalidad es aún muy precaria, todo parece apuntar a una igualdad de condi- periodo de crisis de la postruptura, donde la situación desorganizada y de reajus-
ciones, al menos en lo referente a las relaciones con los hijos. te que se vive provoca la aparición de estos rasgos. Esto no significa, sin embargo,
Ahora bien, la relación que padres separados e hijos disfruten no depende sólo que todos los efectos desaparezcan, existe un porcentaje limitado de característi-
del género del padre o de quien posea la custodia. Existen otros factores entre los que cas que perduran en el hijo y sus relaciones con iguales, pero la mayoría desapa-
podemos destacar el nivel de estudios, clima emocional y el conflicto familiar. Res- rece (Curnmings y Davies, 1994). Asimismo, estas características relatadas no
pecto al nivel de estudios, los padres con nivel más alto presentan unas relaciones siempre están asociadas a situaciones de ruptura matrimonial. Cuando el soporte
más frecuentes e íntimas con sus hijos, relaciones que empeoran cuando desciende la o la ayuda' familiar al hijo desciende, las relaciones sociales con los iguales se de-
educación de los padres (Cooney y Uhlenberg, 1990; Seltzer y Bianchi, 1988). terioran en cualquier tipo de familia. No es indispensable que el hijo provenga de
De igual forma, un clima emocional negativo en la familia y la existencia de con- familias divorciadas para que presente relaciones débiles con sus iguales, basta
flictos determinan la relación entre padres e hijos, en muchas ocasiones antes inclu- con que el soporte de los padres sea pobre para que aparezca esta característica.
so de llegar a la ruptura matrimonial (Amato y Booth 1991; Peterson y Zi1l1986). Resulta evidente que la investigación es muy insuficiente sobre este tipo de re-
laciones pero, de lo realizado hasta ahora, puede desprenderse la conclusión de
que los hijos de familias divorciadas no se apoyan en este tipo de relaciones ni in-
RELACIONESINTERPERSONALES vierten tiempo ni actividades, no hay excesiva implicación con los iguales. Falta-
ría investigar rasgos claves como conocer en qué medida este comportamiento se
Las relaciones interpersonales es un área clave en la que se desenvuelve el in- debe a estigmas sociales o que el hijo no se identifica con unos «iguales» que no
dividuo en sociedad y donde se van a manifestar las diferencias más relevantes de han vivido ni viven sus mismas circunstancias personales o si sus ritmos vitales,
los hijos de familias rotas. Estas relaciones se han dividido en dos campos fun- vida cotidiana, actividades domésticas son o no análogos.
214 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 215

Relaciones de pareja que estos hijos se inician sexualmente antes que los de familias intactas, con in-
dependencia del género (Newcomer y Udry, 1987; Hogan y Kitagawa, 1985;
En las relaciones de pareja existe un cuerpo de investigaciones más amplio que Booth, Brinkerhoff y White, 1984).
en el caso anterior. Estas relaciones son decisivas para el futuro del hijo ya que de- Newcomer y Udry (1987) con un estudio de panel comprobaron que el estado
terminan la elección de cónyuge y el momento en que se va a contraer matrimonio civil de los padres y sus cambios está relacionado con la iniciación de las relaciones
debido, fundamentalmente, al inicio más temprano en las relaciones sexuales. sexuales entre jóvenes adolescentes. Partiendo de una situación de familias intactas
Entre los estudios sobre las relaciones de pareja de hijos con padres separados, con adolescentes vírgenes, a los dos años de diferencia, se realizaron nuevas en-
destaca el realizado por Booth, Brinkerhoff y White (1984). Estos autores realizaron cuestas. Los que permanecían en familias intactas durante ese tiempo el 24% de los
una investigación sobre 3.622 estudiantes, donde estaban representados tanto hijos varones habían tenido su primera relación sexual. Quienes vivían en familias mo-
de familias intactas como de rotas. Concluyeron que los principales factores que noparentales encabezadas por la madre, el 70% había tenido relaciones. Para las hi-
afectan a las relaciones de noviazgo del hijo son el conflicto entre padres y las re- jas la diferencia era menor, siendo un 15% las que tuvieron su primera experiencia
laciones padres-hijos. En lo referente al conflicto, se evidenció que un nivel alto de permaneciendo en familias intactas y un 31 % si residían en monoparentalidad.
conflicto durante la ruptura significaba una mayor actividad sexual de los hijos. El Por tanto, existe mayor probabilidad de tener relaciones sexuales precoces si
grado de conflicto y de actividad sexual están positivamente asociados. La exis- se divorcian los padres. Esta conclusión se mantiene siempre que no haya segun-
tencia de conflicto significa, además, una duración de las parejas del hijo más cor- das nupcias ya que en familias reconstituidas los índices son muy parecidos a las
ta, parejas que no superan el año de antigüedad. Junto a estas consecuencias, las ten- de intactas.
siones tras la ruptura estimulan más la cohabitación entre los hijos de familias Para determinar si las diferencias presentes en los hijos de familias divorciadas
rotas, situación que tiene especial incidencia entre las hijas. Ya de por. sí, indepen- se deben a características familiares anteriores y preexistentes a la ruptura, se con-
dientemente de las desavenencias, este tipo de personas tienen una mayor probabi- trolaron un total de 24 variables en el análisis longitudinal. Se comprobó que, al me-
lidad de estar cohabitando con su pareja, incrementándose cuando existe conflicto. nos para el inicio de relaciones sexuales, los rasgos previos de composición familiar
En el análisis de estos casos donde aparecen disputas familiares, se observó o actitudinal no explicaban las discrepancias en las relaciones según la estructura del
que un ascenso en el grado de tensión se correspondía con una disminución -li- hogar. El proceso de ruptura y la propia estructura familiar en la que se viva, son las
gera- del número de relaciones que el hijo registraba, estando este proceso en- que provocan las diferencias, con independencia de características previas. .
cadenado a la manifestación de un deseo de tener más relaciones. Ahora bien, ¿las diferencias en el comportamiento sexual son un hecho aIsla-
De otro lado, si atendemos a las relaciones entre padres e hijos, cuando la rela- do o se enmarcan dentro de un proceso general de mayor permisividad y rebeldía
ción con los padres se ha deteriorado tras la ruptura, los hijos tienden a independi- de los hijos de padres separados?
zarse a una edad más temprana. Establecen relaciones con más frecuencia pero su Sin duda es parte de un proceso que está relacionado con los problemas de
evaluación tiende a bajar si hay pérdida de calidad en la relación con los padres. conducta.
En esta misma investigación se concluye que la edad a la que se vivió el di-
vorcio no influye en las relaciones de pareja -con la excepción de las segundas
nupcias que es más probable que se registren cuanto menor es la edad del hijo-
LAS CONSECUENCIAS EN LA CONDUCTA
o igualmente el género del hijo tampoco tiene una determinación significativa.
A nivel general, fuera de la incidencia de determinadas variables, los hijos de pa- Las alteraciones sobre el comportamiento sexual, examinadas anteriormente,
dres separados tienen menos satisfacción con sus relaciones heterosexuales y regis- no son más que una parte de las consecuencias que el divorcio ejerce sobre los hi-
tran una limitada implicación en el matrimonio. Estas características son apoyadas jos. Los efectos y rasgos diferenciadores no se restringen sólo a la sexualidad sino
por el dato de una mayor tendencia hacia la cohabitación. El perfil de comporta- que existen consecuencias generales sobre el comportamiento. La relación entre
miento ante las relaciones de pareja puede explicarse por ser un tipo de personas más delincuencia, desviación y comportamiento antisocial con este tipo de hijos es una
críticas y realistas en sus relaciones, lo que incide en sus rasgos diferenciadores. constatación que aparece desde autores clásicos como Bandura y Walters (1959)
y se registra aún controlando las variables sociodemográficas tradicionales como
edad, educación o clase social (Peterson y Zill, 1986).
Comportamiento sexual Podemos afirmar que aparece una graduación de pequeños actos que se ven
afectados por este cambio de estado civil de los padres. El hijo en la postruptura
Una de las conclusiones más claras y consolidadas de la investigación sobre -y la mayoría de veces antes- comienza a incumplir normas y actitudes desde
hijos de familias rotas se refiere a su comportamiento sexual. El dato objetivo es las más leves, por ejemplo fumar a edades tempranas con los amigos, a las de ma-
216 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 217

yor riesgo como tomar drogas o cometer delitos de distinta consideración. El as- ta con una importante literatura y un interés destacado en comparar los resultados
censo en esta escala de infracciones se debe tanto a un pérdida de control como a escolares de los niños según sean de familias divorciadas o intactas.
una afirmación de los jóvenes ante los padres. Este interés se puede explicar por varios motivos. En primer lugar la mayoría
En realidad, la explicación más general que se ofrece ante esta constatación es de hijos que viven una ruptura matrimonial son menores de dieciocho años por lo
que existe una pérdida de control en las familias monoparentales (Mclanahan y que el ámbito escolar y académico es donde desarrollan sus actividades y donde
Bumpass, 1988). Los padres, tanto con custodia como sin ella, se ven impotentes se pueden observar sus comportamientos y actitudes. El lugar «natural» en el que
ante una merma de sus habilidades para controlar a sus hijos, especialmente en los el niño permanece durante la mayor parte del día es dentro de una institución es-
periodos de mayor conflictividad o crisis. La existencia de menor control es de- colar. Esta observación, además, se realiza junto a niños de su misma edad por lo
bida a varias causas. que el análisis comparativo se facilita en gran medida. Por otra parte, los resulta-
En primer lugar, la ruptura implica que una de las dos personas se separe físi- dos académicos están estandarizados y son homogéneos no ya en un mismo co-
camente del hijo, por lo que sólo restará una persona ocupada del hijo, hecho que legio sino a nivel nacional, siendo las conclusiones de la investigación compara-
irremediablemente disminuye el control. Además, esta persona que queda en el ho- bles con otros estudios. Añadido a lo anterior hay que considerar -y esto es una
gar mayoritariamente es la madre que, al no asignársele los roles autoritarios en la característica peculiar de este tipo de estudios- que en las aulas escolares se
división tradicional de roles, puede mostrar menos habilidad o percepción de au- cuenta con un observador privilegiado, el profesor. El investigador puede contar
toridad que la ejercida por el padre ante los hijos. Por otra parte, la madre, en mu- con la opinión de una persona adulta que convive y conoce bien a los niños por lo
chas ocasiones, al trabajar estará ausente del núcleo familiar, circunstancia que deja que puede facilitar información sobre aspectos cualitativos como atención en las
más libre al hijo y permite que éste no se encuentre tan controlado por sus padres. clases, obediencia, relaciones con los compañeros, etc.
Pero, el factor que determina con más fuerza el menor control de los padres La conclusión general de los estudios que han comparado los hijos de padres
sobre el hijo es la turbulencia, conflicto y crisis que rodea la ruptura matrimonial, divorciados con los de familias intactas es que los de familias divorciadas pre-
especialmente en el periodo de transición hacia la monoparentalidad. El conflic- sentan un menor nivel educativo y peores rendimientos académicos. Los hijos de
to marital y la calidad de las relaciones que se mantengan entre padres e hijos está familias divorciadas registran un mayor nivel de absentismo, tienen más proba-
muy relacionado con el comportamiento de los hijos. En familias con alto nivel de bilidad de repetir curso, menos atención e implicación en las clases y sus actitudes
conflicto y falta de comunicación la conducta de los hijos tenderá a ser más ne- o comportamientos son valorados con calificaciones inferiores por parte de sus
gativa. Esta circunstancia, por tanto, puede aparecer con independencia de la profesores (Keith y Finlay, 1988; Guidubaldi, Perry y Nastasi, 1987).
ruptura. La ruptura matrimonial, de hecho, se relaciona a comportamientos ina- En el ámbito académico aparece de nuevo la poca relevancia de la edad del
daptados en el hijo pero, en similar grado, una familia intacta con tensiones y de- hijo cuando se produce la ruptura. En los análisis longitudinales no aparece que
savenencias también los provoca (Mirón Redondo et alii, 1988; Demo y Acock, la ruptura a edades tempranas sea más perjudicial que a otras edades, como se
1988; Peterson y Zill, 1986). suponía anteriormente. Más bien lo que comienza a configurarse con claridad
Si bien no específicamente dedicados al estudio de hijos en familias mono- es la importancia del tiempo transcurrido desde la ruptura. De esta forma
parentales por ruptura matrimonial, varios autores han estudiado en España la de- cuanto más tiempo transcurra, menores serán los efectos que resten (Kinard y
lincuencia asociada a hogares rotos. Reinherz, 1986).
En estos estudios se presenta una tendencia, la falta de los padres en la mitad Tamp~co influye el género del hijo. Los resultados y diferencias académicas
de los delincuentes (50% en Onrubia et alii (1985) y 49,6% en López Coira determinadas por la ruptura matrimonial de los padres son similares para todos los
(1986)). Este dato parece confirmar la idea de la relevancia del padre varón en el hijos ya sean varones o mujeres (Keith y Finlay, 1988; Kinard y Reinherz, 1986).
control de los hijos y la limitación de su comportamiento. Por el contrario, y frente a la mayoría, algunos autores defienden que sí existen
A falta de investigaciones más precisas y representativas, todo indica hacia una re- desigualdades según género (Morrison y Cherlin, 1995; Guidubaldi, Perry y Nas-
lación entre ruptura matrimonial y comportamiento antisocial, con mayor incidencia tasi, 1987), pero las pruebas son pocas y contradictorias.
en los primeros años de separación de los padres, período de crisis más intensa. Junto a esto es preciso añadir que, si bien no existen diferencias significativas
en un plano general, aparecen determinadas excepciones que se confirman en la
mayoría de estudios. La excepción es que los profesores identifican a los hijos va-
EL ÁMBITO ACADÉMICO rones con una menor productividad. Este dato conducía a pensar en un mayor im-
pacto de la ruptura sobre el varón si bien, en estudios más generales y represen-
Entre los temas clásicos referidos a los hijos de padres divorciados encuentra tativos, se advirtió que esta diferencia es aplicable al género independientemente
un lugar privilegiado el estudio de sus resultados académicos. Este aspecto cuen- de la estructura familiar.
218 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 219

Una característica que, frente al sexo o edad, sí posee una enorme relevancia de las consecuencias sobre el hijo. Así, el mejor medio para disminuir la inciden-
en los resultados académicos de los hijos es el status socioeconómico. Esto, des- cia de la ruptura sobre el hijo es preservarlo de las tensiones que se produzcan.
de luego, no es decir nada nuevo, pues es ampliamente conocida la incidencia que Con independencia de su nivel de aceptación, en realidad se hace imprescin-
esta variable posee sobre el ámbito académico. Aquí interesa destacar este factor dible un modelo donde se estructuren y complementen las cinco teorías, pues to-
porque, si bien en muchas investigaciones se encuentran diferencias entre familias das explican alguna parte del complejo entramado que son las secuelas en el
rotas e intactas, con la intervención de la variable status socioeconómico se ob- hijo del divorcio.
serva cómo tales discrepancias prácticamente desaparecían. Esto significa que en Sí es verdad que los análisis restringen cada vez más el campo específico don-
la mayoría de ocasiones los efectos que se registran en los hijos de familias di- de realmente incide la ruptura, clarificando los indicadores esenciales del proce-
vorciadas no se deben tanto a la propia ruptura como a la movilidad de status que so. En este sentido, la mayoría de autores reconocen que existe un amplio espec-
sucede. tro de disrupciones en el hijo que, generalmente, desaparecen transcUlTidos dos o
Cuando se controla el status socio económico (Keith y Finlay, 1988; Guidu- tres años tras la separación. Por el contrario, persisten otros efectos duraderos. En
baldi, Perry y Nastasi, 1987) éste se muestra claramente relacionado con los lo- este caso estamos refiriéndonos, fundamentalmente, a la transmisión de inestabi-
gros académicos de los hijos con independencia de la estructura familiar. Espe- lidad matrimonial. Esta transmisión no se evidencia hasta años después, cuando el
cialmente son los ingresos familiares la variable que más influye en los resultados hijo ha constituido su propia familia y es uno de los sesgos más evidentes de los hi-
por encima de la educación de los padres. En aquellas familias con alto status los jos de familias divorciadas.
resultados académicos de los hijos son superiores a los resultados de hijos de fa- En definitiva, los estudios sobre los hijos de padres separados han conocido un
milias de status medio o bajo. desarrollo importante en las últimas décadas, progreso que no esconde su hete-
Si cuando la clase social es controlada desaparecen muchas de la& diferencias rogeneidad y disparidad de conclusiones. Para solucionar este handicap, en futu-
académicas entre hijos de familias intactas y divorciadas, no significa que desa- ras investigaciones es preciso incidir más en la estructuración de modelos globa-
parezcan todas, siguen persistiendo determinados rasgos distintivos. Este hecho no les que en el análisis específico de determinados rasgos.
hace sino evidenciar que no todo puede ser explicado por la falta de recursos eco-
nómicos, aunque sí la mayor parte del efecto.
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A pesar de todo, es indudable que el divorcio afecta a los hijos y provoca en Castells, P. (1993): Separación y divorcio: efectos psicológicos en los hijos, Planeta, Bar-
ellos la necesidad de un ajuste a sus nuevas circunstancias. Cinco son las princi- celona.
pales teorías que se disputan la explicación de cómo el hijo se adapta tras el di- Cooney, T. M. Y Uhlenberg, P. (1990): The role of divorce in men's relations with their
vorcio. Estos modelos se refieren a los acontecimientos estresantes de la postrup- adult children after rnid-life, Journal of Marriage and the Farnily, 52, 677-688.
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dencias empíricas, el nivel de conflicto se configura como el principal determinante and the Farnily, 50, 619-648.
T
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220 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL LOS HIJOS Y LA RUPTURA MATRIMONIAL 221

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e
A
~
1
T
U
L
El maltrato infantil o

María José Díaz-Aguado*


Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Psicología

RESUMEN

Las reflexiones y resultados que en este artículo se presentan proceden de una


larga serie de investigaciones sobre el maltrato infantil, llevada a cabo en colabo-
ración entre el equipo de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense, que
esta autora dirige, y diversas instituciones con responsabilidad en la protección de
la infancia. Y se estmcturan en torno a cinco cuestiones: la conceptualización del
maltrato infantil dentro de una dimensión continua; el análisis ecológico de las con-
diciones que incrementan o reducen su riesgo; la descripción de sus consecuencias
en los niños y en las niñas en función del deterioro que produce en las tareas y com-
petencias evolutivas básicas; su detección desde la escuela a través de los problemas
de internalización y externalización que origina en cada edad y en cada género; y
cómo prevenirlo a través de la intervención en múltiples niveles (modificando
desde el macrosistema social las creencias de riesgo o la exclusión que sufren de-
terminadas familias, desarrollando alternativas al maltrato en el microsistema fa-
miliar, favoreciendo una mejor comunicación entre la escuela y los padres y madres
de riesgo, proporcionando directamente a los niños y niñas maltratados oportuni-
dades que les ayuden a superar el daño originado por el maltrato ... ).

Las reflexiones y resultados que en este artículo se presentan han sido elaborados
a través de una larga serie de investigaciones sobre el maltrato infantil, llevada a cabo
en colaboración entre el equipo de Psicología Preventiva de la Universidad Complu-
tense, que esta autora dirige, y diversas instituciones con responsabilidad en la pro-

* En Revista de Educación, 2001,325, pp. 143-160.


r
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224 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL EL MALTRATO INFANTIL 225

tección de la infancia (Díaz-Aguado, Dir. 1995, 1996 en preparación; Díaz-Aguado, Actualmente, existe un amplio consenso en considerar que el maltrato surge
Segura y Royo, 1996; Díaz-Aguado, Martínez Arias, Varona et al., 1996,2000). como resultado de una interacción problemática entre el individuo y el ambiente
en el que se encuentra, así como en la necesidad de adoptar para definir dicho am-
LA CONCEPTUALIZACIÓN DEL MALTRATO biente una perspectiva ecológica (Belsky, 1980), que considere su naturaleza
compleja y cambiante en términos de sistemas y subsistemas que interactúan re-
Suele conceptualizarse actualmente el maltrato infantil como el tratamiento cíprocamente y producen efectos de diversos órdenes, diferenciando entre:
extremadamente inadecuado que los adultos encargados de cuidar al niño le pro- • el microsistema, escenario de conducta inmediato en que se encuentra el su-
porcionan y que representa un grave obstáculo para su desarrollo, diferenciándo- jeto;
se cinco tipos: • el mesosistenza, conjunto de microsistemas en que se desenvuelve;
• Abuso físico: cualquier acción, no accidental, llevada a cabo por un adulto • el exosistema, estructuras sociales que no contienen en sí mismas al sujeto
encargado de cuidar al niño, que le produce daño físico o que le sitúa en alto pero que influyen en los entornos específicos que sí lo contienen;
riesgo de sufrirlo. • y el macrosistema, conjunto de esquemas culturales del cual los niveles an-
• Abuso emocional: cualquier acción, no accidental, llevada a cabo por un teriores son manifestaciones concretas (Bronfenbrenner, 1979).
adulto encargado de cuidar al niño, de naturaleza psicológicamente des-
tructiva y que deteriora gravemente el desarrollo psicológico del niño o Caracteríssticas individuales
que representa un grave riesgo para ello.
• Abandono físico: persistente falta de atención a las necesidades físicas del Los estudios realizados sobre las características individuales de los padres que
niño (alimentación, vestido, higiene, vigilancia médica ... ) por parte de los incrementan el riesgo de maltrato permiten destacar, en este sentido, tres tipos
adultos encargados de su cuidado. de variables, sobre: la exposición a dicho problema en su infancia; la inmadurez
• Abandono emocional: persistente falta de atención a las necesidades psico- psicosocial general; y determinadas deficiencias que obstaculizan su competen-
lógicas del niño (seguridad, afecto, interacción ... ) por parte de los adultos cia educativa, incrementando especialmente el riesgo de abuso.
encargados de su cuidado.
• Abuso sexual: cualquier acción de tipo sexual (que transgrede los tabúes
existentes en la sociedad en este sentido) de un adulto hacia un niño. La transmisión intergeneracional
La mayoría de las investigaciones realizadas, en este sentido, reflejan que los
tipos de maltrato anteriormente definidos pocas veces se observan de forma ais- Existe suficiente evidencia que permite considerar a las experiencias infanti-
lada, encontrando, por ejemplo, que el maltrato emocional acompaña casi siempre les de maltrato como una condición de riesgo, que aumenta la probabilidad de
a otras formas de maltrato (Clausen y Crittenden, 1991; Hart, Germain y Brassard, problemas en las relaciones posteriores, incluyendo en este sentido las que se es-
1987; Garbarino, Guttman y Seeley, 1986); y que en la mayoría de los casos en tablecen con los propios hijos. Conviene dejar muy claro, sin embargo, que la
los que se detecta maltrato activo suele haber también abandono (Díaz-Aguado, transmisión del maltrato no es algo inevitable. La mayoría de las personas que
Segura y Royo, 1996; Knudsen, 1988; Russell y Trainor, 1984). fueron maltratadas en su infancia (en torno al 70%) no reproducen dicho proble-
ma con.sus hijos (Kauffman y Zigler, 1989). y el maltrato en la vida adulta se
produce también en personas que no fueron maltratadas en su infancia. Los estu-
¿POR QUÉ SE PRODUCE EL MALTRATO INFANTIL? dios que comparan el desarrollo de los adultos que fueron maltratados en su in-
DEL ENFOQUE PSIQUIÁTRICO AL ECOLÓGICO fancia que no reproducen el problema con sus hijos y los que sí lo hacen (Ege-
land, jacobitz y Sroufe, 1988; Kauffman y Zigler, 1989) encuentran como
Los primeros intentos de explicar el origen del maltrato adoptaban una pers- principales variables compensadoras, que disminuyen el riesgo de la transmisión:
pectiva psiquiátrica, tratando de encontrar como su única o principal causa algu- • el establecimiento de relaciones sociales opuestas al maltrato, que permitan
na alteración mental de extrema gravedad en los padres que maltratan a sus hijos. adquirir modelos internos de tipo positivo (a través de una relación de ape-
Este modelo fue abandonado ante: go segura [no maltratante] con uno de los padres, una relación afectiva es-
• la complejidad y diversidad de condiciones que subyacen al maltrato, mu- table y satisfactoria durante la edad adulta [con una pareja no maltratante],
chas de las cuales se encuentran más allá de dichos padres; y una relación terapéutica eficaz);
• y la escasa frecuencia (entre un 5% y un 10%) con que se observan en los • la conceptualización de las experiencias de maltrato sufridas como tales, re-
padres maltratadores enfermedades psiquiátricas graves. conociendo su inadecuación y expresando a otra/s persona/s las emociones
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que suscitaron; así como el compromiso explícito de no reproducir con los adulta), sentido de control sobre la propia vida y un nivel suficiente de salud men-
propios hijos lo sufrido en la infancia tal, cabe interpretar, por ejemplo:
• y el desarrollo de habilidades sociales y de afrontamiento del estrés. • el hecho de que los padres adolescentes (por debajo de los 20 años), a los
).
El riesgo de la transmisión varía también en función de la calidad de la in- que cabe atribuir un nivel insuficiente de madurez psicosocial, tengan más
teracción que el individuo establece durante la vida adulta con el ambiente riesgo de maltratar a sus hijos que los padres de mayor edad (Schloesser et
que le rodea a distintos niveles (microsistema, mesosistema, exosistema y ma- al., 1992; Wolfe y Wolfe, 1988);
crosistema) . • el hecho de que la inteligencia de los padres (evaluada en pruebas de co-
ciente intelectual), su competencia social y las habilidades de afrontamien-
to del estrés, sean condiciones compensadoras del riesgo, que disminuyen la
Edad y competencia socioemocional general probabilidad de maltrato; (Kauffman y Zigler, 1989);
• así como la influencia negativa que los desequilibrios emocionales y las dro-
En función de los escasos resultados obtenidos a partir del modelo psiquiátri- godependencias de los padres tienen en su eficacia educativa y en la calidad
co (Wolfe y Wolfe, 1988), los estudios que actualmente se llevan a cabo sobre las general de la vida familiar (Belsky y Vondra, 1989; Lacharite, 1992; Tho-
características de los padres maltratadores invierten, con frecuencia, la perspecti- mas, 1990).
va y tratan de comprender las condiciones de riesgo analizando cuáles son los re-
quisitos que favorecen una adecuada paternidad. En este sentido, Belsky y Vondra
(1987) analizan cuales son las condiciones óptimas que los padres pueden pro- Deficiencias especificas que incrementan el riesgo de abuso
porcionar a sus hijos para favorecer su desarrollo; condiciones que resumen en
tomo a: Entre las cuales se han detectado:
• un cuidado atento, adecuado a las cambiantes necesidades de seguridad y • la dificultad para interpretar la conducta del niño (Bauer y Twentyman, 1985);
autonomía que experimentan los niños en función de su edad; • un nivel de activación excesivo en respuesta a los comportamientos infantiles,
• una relación afectiva cálida que les proporcione seguridad sin protegerles en pero que resulta especialmente exagerado en las situaciones difíciles o con-
exceso; flictivas (Wolfe, Fairbank, Kelly y Bradlyn, 1983; Bauer y Twentyman, 1985);
• y una disciplina consistente, basada en el razonamiento, que induzca a los • Y rechazo hacia los hijos (Bauer y Twentyman, 1985).
niños a respetar ciertos límites y autocontrolar su propia conducta. Para entender el proceso que deteriora la vida familiar y obstaculiza el desarro-
Para proporcionar dichos cuidados los padres deben tener habilidades educa- llo de los niños conviene considerar no sólo las características de los padres sino
tivas de cierta complejidad, como son las que se requieren para: detectar cuáles también las de los hijos, así como la interacción que se produce entre ambas. Tam-
son las necesidades del niño; proporcionarle experiencias que favorezcan su de- bién en estos últimos pueden identificarse factores de riesgo y de protección: que in-
sarrollo; y razonar consistentemente sobre la disciplina sin caer en el autoritaris- fluyen en la conducta de sus padres; y que hacen al niño más o menos vulnerable a
mo ni en la negligencia. Habilidades que requieren madurez psicosocial y sentido los efectos del maltrato. Entre los cuales suelen distinguirse los siguientes:
de la responsabilidad: • Edad y género. Los análisis realizados a partir de los casos detectados por
lo~ Servicios Sociales, reflejan que el abandono es mucho más frecuente y
Es difícil imaginar como una persona inmadura, sin capacidad para ir más allá de grave entre los niños de menor edad. Por el contrario, los informes sobre
su propia perspectiva, puede tener la sensibilidad y flexibilidad necesarias para abuso sexual y emocional se refieren sobre todo a adolescentes. Los casos
adaptarse a las necesidades cambiantes de un niño (. .. ) Para una paternidad ade- de abuso físico se distribuyen entre todas las edades; aunque la gravedad de
cuada se necesita probablemente también experiencia y sentido de control sobre la los daños suele ser superior entre los niños mayores. La única diferencia que
propia vida y sentir que las propias necesidades psicológicas están cubiertas. (. .. ) se detecta en función del género, es el riesgo superior de las niñas a ser víc-
la esencia de la paternidad (. .. ) es «dar», por eso parece razonable que los padres timas de abuso sexual. (Russell y Trainor, 1984; National Center on Child
más competentes sean adultos maduros y psicológicamente sanos. Abuse and Neglect, 1981; Wolfe y Wolfe, 1988).
(Belsky y Vondra, 1987, p. 169). • Necesidades especiales. Algunos niños resultan más difíciles de atender
para sus padres que otros. Cuando dicha dificultad supera a la capacidad de
En función de la perspectiva anteriormente expuesta, según la cual un ade- los padres para responder a ella puede ser considerada como un factor de
cuado desempeño de los papeles paternales exige como condiciones necesarias: riesgo. En los primeros estudios realizados sobre este tema se destacaban
un determinado nivel de madurez (que no se produce generalmente hasta la edad como condiciones que aumentan la probabilidad de maltrato determinadas
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características físicas del niño que pueden dificultar desde el comienzo de su • Violencia reactiva, o expresiva. Se activa a partir de estímulos aversivos pro-
vida la relación con sus padres; como son: cedentes de distintas fuentes (dificultades planteadas por los niños, con-
- el nacimiento prematuro; flictos existentes entre los padres, el ruido, el dolor ... ), y su riesgo se in-
el bajo peso al nacer; crementa cuando el individuo tiene un alto nivel de activación y carece de
las enfermedades frecuentes; recursos alternativos para responder a dicha situación.
el excesivo o insuficiente nivel de actividad (hiperactividad o pasividad • Violencia instrumental. Surge con frecuencia a partir del componente ante-
extrema); rior, debido al sentido de poder que la utilización de la violencia reactiva ori-
- y la discapacidad (Belsky, 1980). gina, al lograr con ella que desaparezca momentáneamente la estimulación
• Problemas de conducta. Los análisis más recientes realizados sobre este aversiva que la desencadena, sobre todo cuando se carecen de otras formas
tema destacan como las características del niño que más relevancia tienen más eficaces para conseguirlo y se justifica como disciplina (Emery, 1989;
en el riesgo de maltrato activo determinados problemas de comporta- Vasta, 1982; Burgess y Conger, 1978).
miento, que dificultan la tarea de los padres sin poder atribuir dicha difi- Aunque de forma inmediata la violencia suele eliminar la estimulación aver-
cultad a una característica fácil de percibir (como la enfermedad); y que en siva que la desencadena, a la larga hace que aumente; aumento que cabe relacio-
función de los sesgos atribucionales que caracterizan a dichos padres sue- nar con el deterioro que produce en las relaciones familiares así como en las con-
len explicar como consecuencia de la maldad intencional del niño (Wolfe ductas positivas que deberían emitirse para evitar dicha estimulación.
y Wolfe, 1988). En relación a lo anteriormente expuesto no sorprende que el riesgo de maltrato
aumente cuando el nivel de estrés que experimentan los padres supera a su ca-
pacidad para afrontarlo (Conger et al., 1979; Straus y Kantor, 1987). De 10 cual
El microsistema familiar se deduce la necesidad de incluir en los programas preventivos componentes
que contribuyan a reducir el nivel de estrés que viven las familias de riesgo y a de-
Las observaciones realizadas en contextos familiares reflejan que el abuso in- sarrollar en ellas habilidades adecuadas para afrontarlo.
fantil no es un episodio aislado que se produzca en determinados momentos,
sino el extremo de un profundo deterioro de la interacción familiar, que supone:
• escasez de episodios positivos, característica compartida con el abandono, Más allá del microsistema familiar
dato que apoya la hipótesis de que el abuso lo implica en cierta medida;
• alta frecuencia de conductas coercitivas para controlar la conducta infantil Una importante fuente de estrés familiar procede de las condiciones extremas
(uso del castigo físico, continuas críticas, amenazas ... ) de pobreza y de las dificultades que de ella suelen derivarse en la vivienda familiar
• tendencia a repetirse crónicamente y a hacerse con ello más grave; (condiciones higiénicas, falta de espacio, temperaturas extremas ... ). En función de
• y progresiva generalización a las diversas relaciones que en el sistema fa- lo cual puede explicarse por qué dichas condiciones extremas son una condición
miliar se producen (Burgess y Conger, 1978). de riesgo psico-social para las personas que en ellas se encuentran, incluyendo en
Como reflejo de dicha generalización cabe considerar la estrecha asociación este sentido el riesgo de maltrato infantil (National Center on Child Abuse and Ne-
que suele observarse entre la utilización de la violencia con los niños y su uso en- glect, 1981; Russell y Trainor, 1984; Wolfe y Wolfe, 1988), como consecuencia
tre los adultos que con ellos conviven. Strauss et al. (1980) encontraron, en este del estrés que origina la pobreza y de las menores oportunidades que implica
sentido, que en el 40% de las familias (Strauss et al., 1980) en las que había abu- para desarrollar condiciones compensadoras (habilidades socio-emocionales, apo-
so infantil también existía violencia contra la mujer. La mayoría de los estudios re- yo social; autoestima ... ). Además, el contexto familiar en el que se produce el
alizados sobre mujeres maltratadas concluyen, además, que la exposición a dichas maltrato suele estar aislado de otros sistemas sociales (parientes, vecinos, amigos,
situaciones genera en sus hijos problemas de internalización (miedo, retraimien- asociaciones ... ), situación que priva a los adultos de un apoyo social que les:
to ... ) y externalización (agresividad ... ) similares a los que produce el hecho de • permitiría reducir el estrés (tanto el que experimentan en general como el
ser maltratados directamente (Emery, 1989); y que dichos niños se encuentran, que se deriva del cuidado de los niños);
además, en alto riesgo de sufrir abuso. • y les proporcionaría la oportunidad de mejorar su competencia educativa
Analizando los antecedentes y las consecuencias que rodean a los episodios de (Kauffman y Zigler, 1989; Belsky y Vondra, 1989; Gracia y Musitu, 1993).
maltrato activo puede explicarse por qué tienden a repetirse y agravarse con el Conviene recordar, sin embargo, que la mayoría de los padres que atraviesan
tiempo, siguiendo una escalada (Vasta, 1982; Patterson, 1976; Emery, 1989), por dificultades económicas graves o que sufren problemas de exclusión social no
que implica dos componentes: maltratan a sus hijos; y que el maltrato se produce en todas las clases sociales.
230 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL EL MALTRATO INFANTIL 231

En función de lo expuesto en el párrafo anterior, resulta evidente que una de cuando o a menudo). Frente al 65% que manifiesta no haber reaccionado así casi
las principales líneas de actuación para prevenir el maltrato infantil a nivel del ma- nunca o nunca. La interpretación de los datos obtenidos en esta encuesta sugiere
crosistema social es la lucha contra la pobreza y la exclusión. En este mismo nivel que la población española, y especialmente los jóvenes, rechaza en mayor grado
de intervención es necesario situar la necesidad de cambiar determinadas creen- que en épocas anteriores la educación autoritaria y el castigo físico, pero sigue
cias existentes en nuestra sociedad que incrementan el riesgo de maltratar a la in- justificándolo y utilizándolo en conflictos graves debido probablemente a la
fancia y su sustitución por otras creencias que contribuyan a su protección. Entre falta de alternativas eficaces para enseñar a los niños en dichas situaciones. De-
las que cabe destacar, por ejemplo (Belsky, 1980; Maher, 1988; Fesbach, 1980; sarrollar estas alternativas es, por tanto, un objetivo básico para prevenir la vio-
Consejo de Europa, 1979): lencia en la educación familiar.
• la crítica de la violencia en todas sus manifestaciones y el desarrollo de con-
diciones que permitan resolver conflictos sin recurrir a ella;
• la sensibilización sobre los efectos negativos del castigo físico y la eficacia CONSECUENCIAS DEL MALTRATO EN EL DESARROLLO
de la comunicación; DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS
• el desarrollo de la conciencia de los derechos de los niños y su necesidad de
protección; La mayoría de los estudios realizados sobre este tema concluyen que aunque no
• la superación de la creencia según la cual los hijos son una propiedad de sus existe un perfil patológico específico asociado al maltrato o a sus distintas modali-
padres; dades, los niños y niñas maltratados suelen manifestar dos importantes alteraciones
• la transformación del concepto de autoridad parental por el de responsabi- de conducta observadas con anterioridad en otras poblaciones de riesgo (Achenbach
li~d; . y Edelbrock, 1983; Wolfe y Wolfe, 1988) y que suelen agruparse en torno a:
• la superación de los estereotipos sexistas y el reconocimiento de que las ta- • una tendencia fácilmente perceptible, violenta y antisocial, que exterioriza la
reas familiares deben ser compartidas por ambos padres. tensión generando problemas a los demás;
Como se reconoce desde el Consejo de Europa (1979), para luchar contra el • una tendencia al aislamiento y la pasividad caracterizada por la interioriza-
maltrato infantil es necesario combatir la idea de que el castigo físico pueda ser ción del conflicto, y que resulta por tanto más difícil de percibir.
utilizado como un procedimiento adecuado de disciplina, favoreciendo alterna- Aunque las dos tendencias anteriormente expuestas no son incompatibles,
tivas no violentas, basadas en la comunicación. Para adecuar dicha intervención determinadas condiciones del niño (como el temperamento, el género o la edad)
a la situación actual en la que se encuentra nuestra sociedad pueden considerar- pueden aumentar la predominancia de una tendencia sobre otra. La interacción en-
se los resultados obtenidos en un reciente análisis (Juste y Morales, 1998) sobre tre dichas tendencias y los estereotipos femeninos y masculinos, que se desarrolla
la Encuesta Nacional de Actitudes y Opiniones de los españoles sobre el mal- con la edad (Kilhenhor, 1999), suele hacer más probable la exteriorización anti-
trato infantil dentro del ámbito familia¡; diseñada y promovida por el Ministerio social en el caso de los niños y la interiorización en el caso de las niñas (Díaz-
de Trabajo y Asuntos Sociales. Yen la que se encuentra que, en general, parece Aguado, Martínez Arias, Varona et al., 1996).
haber aumentado respecto a otras épocas la consideración del diálogo como la Par~ explicar la relación entre el maltrato infantil y los problemas conductua-
base más adecuada para enseñar a los niños a respetar los límites. Aunque, to- les anteriormente mencionados conviene tener en cuenta el deterioro que produce
davía la creencia de que es necesario en determinadas ocasiones «pegar a los ni- en las tareas evolutivas básicas. Y es que, como reconoce la psicopatología evo-
ños» o «dar/es un buen bofetón para mantener la disciplina» es aceptada por un lutiva' (Cichetti, 1989), cuando el desarrollo se produce normalmente, las com-
porcentaje alarmante de personas. Claramente en desacuerdo con la primera petencias adquiridas en los niveles básicos permiten la adquisición de las com-
creencia se pronuncia el 31 % de los entrevistados (para los que no hay que pegar petencias posteriores y quedan integradas en estas últimas; mientras que las
a los niños nunca); y respecto a la segunda el 50,7% (en desacuerdo o muy en deficiencias producidas en la resolución de una determinada tarea evolutiva obs-
desacuerdo con la necesidad de dar un buen bofetón). Existen, sin embargo, taculizan el desarrollo de las siguientes. Los estudios realizados con niños mal-
importantes diferencias en función de la edad de los entrevistados en las dos cre- tratados proporcionan un sólido respaldo a dicha hipótesis al encontrar que sus
encias anteriormente mencionadas. La opinión mayoritaria (61,4%) entre los efectos dependen, en gran medida, de la edad en que se produce y de las oportu-
mayores de 25 años lleva a justificar el castigo físico. Mientras que entre los jó- nidades que el niño tiene para resolver las tareas evolutivas críticas a pesar del
venes, menores de 25, la opinión mayoritaria (62%) expresa su desacuerdo con maltrato. Entre las tareas evolutivas críticas de la infancia que suelen estar dete-
dicha necesidad. Por otra parte, la justificación del castigo físico parece estar re- rioradas como consecuencia del maltrato, cabe destacar:
lacionada con su uso. El 33% de los padres entrevistados reconoce haber reac- • el establecilniento de los primeros vínculos, a partir de los cuales se desa-
cionado ante conflictos graves: pegando una bofetada o un azote (de vez en rrollan los modelos internos que regulan las relaciones sociales;
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• el establecimiento de la autonomía y la motivación de eficacia (tarea evo- Logro, motivación de eficacia y orientación a tareas
lutiva crítica de los años escolares y preescolares) a partir de la cual se de-
sarrolla la capacidad para establecer objetivos propios y esforzarse en su Con el término motivación de eficacia suele hacerse referencia a la motivación
consecución; del niño por ser competente, por influir en el entorno que le rodea, a la motivación
• y el desarrollo de la interacción con iguales (tarea evolutiva crítica de los intrínseca por el logro; motivación que parece estar estrechamente relacionada con
años escolares) a partir de la cual se adquieren las habilidades socioemo- la calidad de la interacciones que el niño establece en el sistema escolar (Harter y
cionales más sofisticadas. Zigler, 1974). El sentido de la propia eficacia es una de las dimensiones psicoló-
gicas más importantes en la calidad de la vida de los seres humanos, puesto que
de dicho sentido depende la capacidad de orientar la conducta en función de los
Los modelos internos básicos y la auto estima propios objetivos y de esforzarse para conseguidos con la suficiente eficacia y per-
sistencia como para superar los obstáculos que con frecuencia suelen encontrarse
A través de las relaciones que los niños desarrollan desde su primera infancia, White, 1959). Cuando los esfuerzos de dominio independiente que realiza un niño
con los adultos encargados de su cuidado, adquieren los modelos básicos a partir de le permiten conseguir sus objetivos y los adultos significativos para él se los
los cuales aprenden lo que se puede esperar de los demás y de uno mismo; de gran alientan y reconocen de forma consistente y adecuada, desalTolla una motivación
relevancia en la regulación de sus emociones y conductas. La formación de estos intrínseca por la superación de las dificultades (que se convierten en alicientes
modelos es una de las tareas evolutivas más relevantes; a partir de la cual puede ex- para la actividad) e interioriza los mensajes positivos que en dichos intentos de in-
plicarse la relativa continuidad que suele existir entre la calidad de las relaciones dependencia ha recibido de los demás. Todo ello hace que el niño desanolle su ca-
que los niños establecen desde su primera infancia y la calidad de las. relaciones pacidad de autonomía, la curiosidad, el deseo de aprender por sí mismo y la
que establecen en edades posteriores (Ainsworth, 1993; Bolwby, 1992; Crittenden, motivación de logro, y que se enfrente a las dificultades con seguridad y eficacia
1992; Díaz-Aguado, Segura y Royo, 1996; Egeland y Erickson, 1987). Para favo- (Harter, 1978). Se produce el proceso contrario al anteriormente descrito cuando
recer el desanollo de modelos internos positivos es preciso proporcionar al niño ex- los resultados que un niño obtiene en los intentos de dominio independiente sue-
periencias de interacción con adultos que le ayuden a aprender: len ser negativos o cuando los adultos le manifiestan rechazo hacia dichos inten-
• a confiar en sí mismo y en los demás; tos o los inhiben. Condiciones que hacen que el niño no desanolle su autonomía,
• a predecir, interpretar y expresar lo que sucede; tenga problemas para tomar decisiones y responda ante las dificultades con an-
• así como a estructurar de forma consistente su comportamiento en relación siedad e ineficacia, al anticipar resultados negativos y carecer de pautas adecuadas
al comportamiento de los demás. para controlar su propia conducta de forma autónoma. Como consecuencia de di-
Entre las situaciones que impiden dicho aprendizaje cabe destacar: cho proceso, el niño suele ser en dichas situaciones muy dependiente de la apro-
• la privación emocional, que se produce cuando los adultos encargados de bación de los demás (Harter, 1978; Cichetti y Beeghly, 1987; Aber y Allen,
atender al niño no están psicológicamente disponibles para él; condición que 1989). La capacidad para relacionarse con nuevos adultos y la motivación de efi-
si se hace persistente es conceptualizada como abandono emocional; y cacia son componentes básicos de la capacidad de adaptación más allá del mi-
que suele originar en los niños una fuerte tendencia a la pasividad, dificul- crosistema familiar; y resultan especialmente relevantes para la competencia es-
tades de aprendizaje y falta de sensibilidad social; colar (Cichetti et al., 1987). Hasta el punto de poderlos considerar como una de
• la ausencia de relaciones estables y previsibles, ausencia que se produce las principales causas de las dificultades de aprendizaje que suelen producirse en
cuando el niño carece de figuras estables con las que establecer una relación determinados alumnos, entre los que se encuentran los niños maltratados y tam-
de apego segura o cuando la/s persona/s encargadas de su cuidado le tratan bién, aunque en menor grado, los alumnos procedentes de entornos en desventa-
de forma contradictoria e imprevisible, originando indefensión e inseguridad ja socio-cultural (Aber y Allen, 1987; Harter y Zigler, 1974; Díaz-Aguado, Mar-
en el niño, e impidiéndole aprender a estructurar su conducta de forma co- tínez Arias, Martínez y Andrés, 2000).
herente en relación a la conducta de los demás;
• la relación coercitiva como esquema relacional básico, orientado al control
y al dominio a través de conductas que en sus formas más extremas implican Interacción con los compañeros y desarrollo de la competencia social
abuso (emocional o físico), y que suele originar en el niño una tendencia ne-
gativista y antisocial, de resistencia a los demás, en la que se reproducen con- Con los adultos se produce el primer tipo de relación como consecuencia de la
ductas agresivas, similares a las que los adultos han utilizado con él, o/y la cual se adquiere la seguridad o inseguridad básica. Los compañeros comienzan a
tendencia a una complacencia extrema, a la sumisión absoluta. influir en el desarrollo un poco después y a través de complejas interacciones es-
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timulan el desarrollo de las habilidades sociales más sofisticadas necesarias para Los estudios realizados, en este sentido, reflejan sin embargo que la mayoría
un adecuado desempeño del papel adulto (cooperar, negociar, intercambiar, com- de los profesionales que trabajan en la escuela tienen serias dudas para inferir a
petir, defenderse, crear normas, cuestionar lo que es injusto ... ). Con los iguales se pm1ir de lo que observan que un niño está siendo maltratado, en función de 10 cual
aprende un importante principio social que difícilmente pueden enseñar los adul- puede explicarse por qué con frecuencia no informan de los casos de riesgo que
tos: la estrecha reciprocidad que caracteriza a la mayoría de las relaciones socia- detectan a partir de sus observaciones, debido al miedo a equivocm'se y a las po-
les. Condición que permite aprender a negociar y transformar los vínculos y sibles consecuencias negativas que anticipan de dicho error (Abrahams et al.,
contextos sociales (Díaz-Aguado, 1986, 1995). Hay, sin embargo, situaciones 1992; McIntyre, 1987; Zellman, 1990). En una investigación (Abrahams, Casey y
en las que el grupo de iguales no cumple adecuadamente las funciones anterior- Daro, 1992), llevada a cabo en Estados Unidos a nivel nacional con una muestra
mente expuestas: de 568 profesores por iniciativa del Comité para la Prevención del Abuso Infantil
• cuando no existen suficientes oportunidades para interactuar con ellos; (NCPCA), sobre los conocimientos, actitudes y creencias existentes en relación a
• cuando se comienza a interactuar con iguales sin haber adquirido las com- este tema, se concluye que la mayoría de los profesores consideran que la infor-
petencia necesaria para establecer relaciones simétricas; mación que tienen sobre el abuso infantil es insuficiente, por lo que a veces no in-
• o cuando las relaciones entre iguales sustituyen a las relaciones con los adul- forman de los casos en los que observan indicios. Y destacan como principales
tos (por carecer el niño de oportunidades adecuadas en este sentido). obstáculos para ello:
Pueden diferenciarse dos perspectivas en las investigaciones sobre el desa- • la inseguridad y falta de información sobre cómo comunicar lo que observan;
rrollo de las relaciones con los compañeros en los niños maltratados. La mayoc • las posibles consecuencias legales que podría tener el hecho de equivocarse;
ría de los estudios postulan y encuentran continuidad entre ambas relaciones • así como el deterioro de las relaciones entre los padres y el niño que podría
(Díaz-Aguado, Segura y Royo, 1996; George y Main, 1979; Main.y George, producirse.
1985), que suelen explicar como consecuencia de los modelos internos adqui- Con el objetivo de superar los obstáculos anteriormente expuestos, se puso en
ridos como consecuencia del maltrato. En otros estudios, por el contrario, se marcha en 1989 el Programa de Apoyo Escolar para la Protección de la Infancia
plantea una relativa independencia de ambas relaciones (Lewis y Schaeffer, de la Comunidad de Madrid, pionero en este campo. Este programa trabaja desde
1981); así como la posibilidad de que el niño maltratado pueda compensar con entonces para detectar lo antes posible, a través de la percepción del profesor/a, a
sus compañeros la privación que ha sufrido con sus padres (Jacobson, Tianen, los niños y niñas que pueden estar en una situación de riesgo, y poder protegerles
Wille y Aytch, 1986). Uno de los resultados más significativos obtenidos en es- antes de que su situación siga deteriorándose. La colaboración entre dicho Pro-
tos estudios es que los niños que han sufrido maltrato físico activo responden al grama y el equipo de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense ha
sufrimiento de otro niño de forma agresiva; situación en la que los niños no mal- permitido desarrollar dos instrumentos destinados a la detección de los casos de
tratados responden con conductas prosociales (Main y George, 1985; Howes y riesgo.
Eldredge, 1985). Diferencias que algunos autores interpretan como reflejo de la • La primera de estas investigaciones (Díaz-Aguado, Martínez Arias, Varona,
tendencia de los niños maltratados a reproducir el modelo de relación que man- et al., 1996), basada en el estudio de 1744 casos (525 de riesgo y 1219 de
tienen con sus padres y el primer indicador de la transmisión intergeneracional contraste) permitió validar un instrumento para niños y niñas de 6 a 16
del maltrato. años, compuesto por 80 elementos, que de acuerdo a la validación factorial
realizada se agrupan en cuatro dimensiones:
- maltrato activo;
DETECCIÓN DE NIÑOS Y NIÑAS EN SITUACIÓN DE RIESGO negligencia;
DESDE LA ESCUELA - problemas emocionales de internalización;
- y problemas de externalización o conducta antisocial.
Los profesionales que trabajan en la escuela se encuentran en una posición pri- • La segunda investigación (Díaz-Aguado, Martínez Arias, Varona, et al.,
vilegiada para detectar algunos de los problemas que suelen manifestar los niños 2000), basada en el estudio de 1251 casos (253 de riesgo y 998 de contras-
maltratados, debido a: te), ha permitido validar un instrumento para detectar a niños y niñas de 3 a
• que generalmente pueden observarles diariamente y a lo largo, como míni- 6 años, a través de un cuestionario compuesto de 90 elementos, que se
mo, de un curso escolar; agrupan en cinco factores:
• la posibilidad de comparar su conducta con la de otros niños y niñas de la - conductas agresivas y antisociales;
misma edad y contexto sociocultural; apatía, evitación social y dificultades para aprender;
• y el tipo de interacción que tienen con ellos y sus familias. - abandono, negligencia;
236 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL EL MALTRATO INFANTIL 237

conductas autodestructivas e indicadores de abuso en sus formas más que sufran dichos problemas en edades posteriores (Golombock y Fivush,
graves; 1994) cuando se dan otras condiciones de riesgo, como es la exposición al
- relación coercitiva y/o de rechazo de los padres. maltrato.
A partir de dichas investigaciones se extraen las siguientes conclusiones sobre • La situación de riesgo en la que se encuentran las niñas entre los 6 y los 16
las condiciones de riesgo y su detección a través de la percepción del profesor/a: años parece ser menos visible para el profesorado; probablemente debido a
• En los dos grupos de edad estudiados, el profesorado detecta con precisión su menor tendencia a la externalización. Tendencia que podría estar relacio-
dos tipos de alteraciones comportamentales que coinciden con los proble- nada con el hecho de que las niñas tengan menos riesgo de sufrir situaciones
mas de internalización y de externalización observados en investigaciones de gravedad media (que parecen ser las más visibles y afectar en mayor
anteriores (Achebach y Edelbrock, 1983; Wolfe y Wolfe, 1988); y que re- grado a la adaptación escolar), pero más riesgo de sufrir situaciones de má-
flejan ausencia de competencias necesarias para el desarrollo; que deben ser, xima gravedad, entre las que se incluye el abuso sexual y la explotación, a las
por tanto, favorecidas a través de la educación. Objetivo que puede facili- que tienden a responder con trastornos de internalización. Conviene tener en
tarse a través de un diagnóstico precoz. cuenta, en este sentido, la necesidad de prestar una especial atención a estos
• El abandono es entre los 3 y los 6 años, una situación mucho más grave y casos menos visibles, pero que tienden a convertirse en los más graves.
específica que en edades posteriores, debido a la imposibilidad de que los
propios niños puedan compensarlo. Por otra parte, para explicar por qué el
abandono en la primera infancia aumenta el riesgo de sufrir abuso en edades PAUTAS PARA REDUCIR EL RIESGO DE MALTRATO INFANTIL
posteriores, hay que tener en cuenta, como observa Crittenden (1996), que Y SUS CONSECUENCIAS
los adultos que manifiestan una pasividad extrema hacia sus hijos pequeños
suelen emitir con el tiempo conductas cada vez más negativas hacia ellos. En función de lo anteriormente expuesto se deduce que para prevenir el mal-
• Las conductas antisociales son percibidas con gran precisión y especificidad trato infantil y curar a los niños y a las niñas que lo han sufrido de sus destructivos
desde la educación infantil. Resultado que concuerda con los obtenidos en efectos, conviene situar la intervención a distintos niveles (en el macrosistema so-
otros estudios sobre los orígenes de dicho problema en esta temprana edad, cial, en el microsistema familiar y su relación con el resto de la sociedad, en el mi-
desde la cual el profesorado percibe en los niños más problemas de exter- crosistema escolar, en los adultos con riesgo de maltrato, en los niños y niñas mal-
nalización que en las niñas. Problemas que suelen estar relacionados con tratados/as ... ), orientándola en torno a los siguientes objetivos:
una relación familiar coercitiva; y que con el paso del tiempo pueden agra- • Desarrollar la conciencia de los derechos de los niños y las niñas y su ne-
varse dando origen al abuso detectado en edades posteriores (6-16 años). cesidad de protección, incluyendo en este sentido la necesidad de sustituir el
Para prevenirlo es necesario ayudar a dichas familias a desarrollar esque- castigo violento por otras formas alternativas de disciplina, basadas en la
mas de relación más positivos, siguiendo las pautas que se describen más comunicación, que les enseñen a respetar ciertos límites y controlar su pro-
adelante. pia conducta.
• Como cabía esperar, las diferencias de género son a los 3-6 años menos sig- • Erradicar las condiciones de pobreza y exclusión social en las que viven de-
nificativas que las observadas entre los 6-16 años, probablemente debido a terminadas familias, condiciones que incrementan el riesgo de maltrato
que, el impacto de los estereotipos sexistas de los que dependen dichas di- infantil y que tienden, además, a ser transmitidas de generación en genera-
ferencias aumenta con la edad. ción. La superación de estos dos graves problemas de nuestra sociedad
• A diferencia de lo que sucede en edades posteriores (6-16 años), los niños debe también ser planteada a múltiples niveles, incluyendo entre ellos el de-
de 3-6 años presentan más problemas de internalización (pasividad, evita- sarrollo de nuevos esquemas de comunicación entre la escuela y las familias
ción) que las niñas. ¿Por qué el sentido de estas diferencias se invierte con el de riesgo; que permitan a dichas familias acercarse a la escuela sin temor,
paso del tiempo? Aunque es difícil contestar con precisión a esta pregunta, para colaborar en lo que debe ser percibido como un objetivo compartido: la
cabe relacionar dichas diferencias, como sugiere Filkenhor (1999), con la mejora de la calidad de la vida de las personas que interactúan en el proce-
eficacia de las distintas estrategias de afrontamiento del estrés en función de so educativo (niños y niñas, padres y madres, profesores/as ... ).
la edad y del género, según lo cual el estereotipo femenino podría coincidir • Mejorar la capacidad educativa de los padres y las madres, de forma que
con lo que se espera de los niños pequeños (a los que se permite llorar y pe- puedan garantizar las tres condiciones básicas de las que depende la calidad
dir ayuda a los adultos más que en edades posteriores); representando así de la educación familiar:
una condición protectora contra los problemas de internalización en las ni- - un cuidado atento, adecuado a las cambiantes necesidades de seguridad
ñas que asisten a la escuela infantil, pero incrementando la probabilidad de y autonomía que experimentan los niños con la edad;
238 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL EL MALTRATO INFANTIL 239

- una relación afectiva cálida, que les proporcione seguridad sin prote- • Proporcionar a los niños y niñas que han desarrollado modelos básicos ne-
gerles en exceso; gativos, experiencias de interacción con adultos que tengan una adecuada
y una disciplina consistente, sin caer en el autoritarismo ni en la negli- disponibilidad psicológica, con los cuales puedan aprender: a confiar en sí
gencia, que ayude a los hijos a respetar ciertos límites y aprender a mismos y en los demás, a predecir, interpretar y expresar sus emociones, así
controlar su propia conducta. como a estructurar de forma consistente su comportamiento en relación al
Para ello, los adultos necesitan aprender habilidades de comunicación, de in- comportamiento de otras personas. Para lo cual, con frecuencia suele ser
terpretación de la conducta del niño/a y de diseño o selección de situaciones preciso, establecer un contexto protegido en el que puedan expresar sus di-
educativas. ficultades sin miedo ni ansiedad y obtener la ayuda necesaria para concep-
• Mejorar la calidad de la vida familiar, promoviendo actividades y rutinas que tualizar adecuadamente el maltrato, superando los fuertes sentimientos de
incrementen las oportunidades de realizar juntos actividades gratificantes, en culpabilidad e infravaloración que con frecuencia origina.
las que tanto los adultos como los niños puedan compartir episodios positivos • Enseñar a los niños y niñas maltratados a orientar la conducta hacia la
(en situaciones relajadas, no conflictivas), y disfrutar conjuntamente. consecución de objetivos constructivos, ayudándoles a: plantearse objetivos
• Desarrollar alternativas a la violencia reactiva y a la violencia instrumen- realistas; poner en marcha acciones adecuadas para conseguirlos; esforzar-
tal, tanto en los individuos, en forma de habilidades, como en el microsis- se superando los obstáculos que pueden aparecer; y reconocer el progreso de
tema familiar, en forma de contextos y rutinas, a través de las cuales puedan forma optimista aunque los resultados estén todavía lejos de los deseados.
expresarse las tensiones y resolverse los conflictos (a través de la comuni- Para ayudar a afrontar el éxito y el fracaso, conviene que los adultos cuiden
cación, la negociación, la mediación ... ) de forma constructiva. los mensajes que dan al niño en dichas situaciones, de forma que resulten
• Enseñar a rechazar la violencia, para lo cual los adultos deben r.enunciar a positivos y alentadores y enseñen a relativizar ambos resultados.
utilizarla entre ellos o con aquellos a los que se supone deben educar. Lo • Prevenir la exclusión social de los niños maltratados, ayudándoles a esta-
cual es, por otra parte, incompatible con la permisividad, con la tendencia a blecer relaciones adecuadas con sus compañeros, en las que aprender a co-
mirar para otro lado cuando el niño utiliza la violencia. Situaciones en las laborar y negociar los vínculos sociales; y conseguir amigos, una de las prin-
que es preciso emplear procedimientos de disciplina que cumplan las con- cipales fuentes de apoyo emocional que los niños encuentran en la escuela.
diciones que se mencionan a continuación. Para lo cual conviene enseñarles a ponerse en el lugar de los demás, cola-
• Enseñar a respetar límites a través de procedimientos no violentos, alter- borar desde un estatus de igualdad, expresar aceptación y reducir las fre-
nativos a los esquemas coercitivos detectados como condición de riesgo. cuentes conductas de rechazo que suelen expresar.
Para lo cual conviene que:
- las normas estén definidas con coherencia y precisión y que los adultos
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I
I
l.'
244 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL TRABAJO SOCIAL, FAMILIA Y ESCUELA
245

A su vez la incorporación del niño en la escuela implica una etapa de transi- maestro debería ser la voz de una realidad más inmediata, de la exigencia de una
ción en la familia, se trata de una experiencia prolongada que adquiere un signi- vida colectiva más amplia y en cierto sentido mas objetiva. Ambos aspectos no
ficado profundo por varias razones; entre otras, se valora la capacidad productiva deberían contraponerse sino complementarse.
del niño, su rendimiento académico, su responsabilidad, la aceptación de satis- Para poder complementarse con el otro es necesario crear una relación de cali-
facciones aplazadas, su control de impulsos, así como el control de la curiosidad dad, que ante todo dé un lugar de respeto a los padres, entendiendo que la familia es
e interés que deben ir dirigidos a objetos o hechos culturales. la red de sostén más importante para el crecimiento y desarrollo del niño; red que a
La familia es un organismo social en continuo proceso de transformación su vez debe ser sostenida por otras redes que posibiliten apoyo social. Las redes las
con fases de estabilidad y de cambio. En cada una de las fases la familia debe aco- c,o.nfOlmamo,s a. través de ~a interacción y dellengu~e, en un contexto histórico, po-
modarse a las demandas y necesidades de cada uno de los miembros que la com- lIbco y econonuco deternunado; de tal manera que deberíamos reflexionar acerca de
ponen, así como a requerimientos de determinadas exigencias externas: escuel~, cómo la calidad de la relación, en cuanto responsabilidad profesional esta condi-
trabajo, etcétera. Estas sucesivas acomodaciones implican cambios en la orgam- cionada con la forma en que nuestros modelos teóricos toman en cuenta o no, la dis-
zación familiar y en determinadas creencias, es decir, en el modelo familiar. Así, tancia interpersonal generada por las diferencias de clase social, de género o étnicas.
cuando la pareja tiene su primer hijo debe crear un espacio situado fuera de la re- En el contexto histórico actual la escuela se ha convertido en nuestros días en
laciones conyugales para poder atender las perentorias y urgentes necesidades del una institución, que por su universalidad, acoge una realidad compleja: los fenó-
bebé; se ha de organizar para cubrir una serie de tareas importantes que, en parte, menos migratorios, la precariedad laboral y situaciones de pobreza, etcétera, ha-
relegan la vida íntima de la pareja. Por otro lado, en esta fase van a tener posi- cen necesario remitirnos a otros conceptos como identidad versus cohesión y
blemente que confrontar o dialogar sobre las creencias del modelo familiar de exclusión versus integración. La escuela en nuestra sociedad parece que crece en
cada uno sobre el estilo de crianza pues deberán generar el suyo propio. importancia como institución integradora y normalizadora. Así, en el informe de
S. Minuchin y A. C. Fishman (1984) enfatizan la importancia para la familia del la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI
momento del ingreso de los niños en la escuela. La familia ha de aprender a relacio- presidida por J. Delors (1996) se insiste, entre otros aspectos, en la lucha contra l~
narse con un sistema nuevo, con una organización compleja y un sistema de creencias exclusión y el fracaso escolar. El informe explica que, paradójicamente, la pro-
propio. Obviamente los cometidos de la familia y el sistema escolar son comple- longación de la escolaridad ha agravado la situación de los jóvenes más desfavo-
mentarios, mas, la complementariedad hace a la diferencia. La familia tiene que re- recidos y apunta como una de las causas de exclusión social la del fracaso escolar.
ordenarse en función de las nuevas demandas, ha de incorporar información nueva También recoge otro indicador social propio de nuestra sociedad como es el de la
que el maestro ofrece acerca de su hijo, ayudar en las tareas escolares, establecer rit- crisis del vínculo social y la participación social.
mos cotidianos que favorezcan el descanso, quién los lleva y los recoge del colegio, de La escuela, pues, es algo más que un lugar donde se enseña, es un sistema in-
quien disponemos como red de apoyo para resolver ciertas contingencias, etcétera. sertado en la comunidad que no puede escapar o aislarse del contexto social. En
El niño sale, por otra parte, del universo único de la familia y progresivamente consecuencia, puede ser un lugar que favorezca el crecimiento de los niños y de
accede a los mundos de sus profesores y de las familias de sus compañeros y ami- los adultos, conformándose como un espacio comunitario que puede aportar de-
gas, otras reglas y visiones que suponen informaciones nuevas con las que los pa- terminados tipos de apoyo social para los niños y sus familias. No obstante para
dres tendrán que dialogar, confrontar o negociar. esto, la escuela debe ser consciente y reflexiva acerca del contexto comunitario
Por último, en esta fase de la vida familiar, los padres tendrán que regular su donde ~e ubica, las contradicciones que éste genera. Es necesario buscar meto-
relación con los profesores de sus hijos a través de un conjunto de encuentros que dologías de trabajo comunitarias, que para D. Renau significa potenciar la parti-
varían desde aquellos informales u ocasionales hasta otros más formales que re- cipación de las personas o colectivos afectados en la discusión y búsqueda de so-
quieren la toma de decisiones importantes para el niño. Serán encuentros donde el lución a sus problemas, ampliar el foco del problema contextualizándolo en un
profesor ofrece una información, requiere una colaboración o pide una decisión marco relacional e institucional más amplio en donde «es necesaria la inserción
compartida. Este último aspecto pone de relieve que el niño conecta dos contextos del profesional en el medio y la colaboración estrechísima entre los usuarios».
conformando un nuevo sistema al que U. Bronfenbrenner (1987) denomina me-
sosistema. Su riqueza depende de los lazos relacionales que se creen y de la ri-
queza de los mismos. El desarrollo humano depende no sólo de las amenazas u LA NECESIDAD DE LA AUTOOBSERVACION: ALGUNOS EFECTOS
oportunidades familiares sino también de la calidad de la relación entre ambos PROPIOS DE LA INTERVENCION SOCIO-EDUCATIVA
contextos. En este sentido D. Renau (1998) plantea que cada una de las partes de-
bería ser portavoz de una realidad; los padres podrían traer a la escuela la voz del Los niños en la escuela son motivo de preocupación por diversas razones: por
trato mas individualizado y de las necesidades afectivas más personalizadas. El retraso, inhibición y problemas de aprendizaje, aptitudes sociales deficientes,
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respuestas indebidas a los requerimientos de los adultos, dificultad en el control de Veamos ahora una pequeña viñeta sólo con el propósito de poder resaltar la
impulsos y falta de interés o de compromiso en las tareas escolares, y un largo et- importancia de los aspectos relacionales en términos de cooperación o compe-
cétera. En nuestra cultura, tanto para los padres como para los maestros y los pro- tencia de la familia y los profesionales de la escuela. Antonio de tres años de edad
pios alumnos, el éxito social esta relacionado con el éxito escolar; por ello toda acaba de incorporarse al sistema escolar. La tutora que le ha cOlTespondido no
demanda de intervención en este terreno supone una fuente impoitante de estrés sabe nada de él, aun es pronto, mas cada mañana cuando el padre o la madre la
para la familia que debemos tener en cuenta. dejan en la puerta del colegio ella tiene que quitarle de la boca (literalmente) el
Cuando la escuela demanda una intervención al trabajador social, se ha de ha- chupete. Varias semanas lleva insistiendo a los padres acerca de la necesidad de
cer un primer nivel de análisis, en el cual hemos de tomar en consideración el he- quitarle el chupete al niño. Los padres aparentemente asienten, sin embargo el
cho que sea un tercero -el docente- el que pide la evaluación de un alumno. niño sigue con el mismo. Pasa el curso escolar sin ningún cambio en la « conducta
¿Por qué es destacable que la demanda venga de un tercero y no de la propia fa- excesivamente infantil del niño, ni en la carencia de cooperación de los padres.»
milia? Porque dicha demanda puede no coincidir con la visión que tiene la fami- En los tres siguientes años de escolarización Antonio presenta diferentes pro-
lia de la situación. Así, cuando nos dirijamos a la familia, este hecho, que la de- blemas: Déficit de aprendizaje, problemas de relación entre los iguales y excesi-
manda es ajena, será tomado en consideración para no alienarnos con la visión del va dependencia de la figura adulta. La situación actual de Antonio, su tutora y sus
profesor y a la vez no coaligarnos con la familia. La tarea es intentar comprender padres es que estos últimos han puesto en conocimiento de la dirección del centro
con la familia las dificultades del niño, tomando su información como algo im- que «la tutora no sabe tratar a su hijo», «que no se ha esforzado suficientemente»
portante y valioso (aunque dicha visión no coincida con la del tutor). y que por consecuencia de ello «su hijo va a repetir curso».
Otra situación importante a tomar en consideración en la derivación de un caso Las tutoras sienten que los padres no han apoyado el esfuerzo que ellas han
es el análisis de las consecuencias o efectos secundarios del diagnóstico o «rotu- hecho para ayudar al niño en su crecimiento.
lación» y la alienación o enajenación de la familia. . Este ejemplo muestra el abismo que se crea entre los profesionales genuina-
E. Imber-Black (2000) plantea el hecho de que con la etiqueta y la conducta mente interesados por sus alumnos y las familias que mayoritariamente quieren lo
que ella implica, se pasa por alto o no se toma en cuenta su impacto o sus efec- mejor para sus hijos.
tos en la persona o en la familia. Cuando, en realidad, los rótulos pueden determinar ¿Cuál ha sido la dinámica relacional entre las respectivas tutoras y los padres?
las relaciones en las familias y entre éstas y el sistema escolar, lo que puede generar La misma que en la primera época del chupete: Han ido por carriles en paralelo.
conflictos, sobre todo cuando el rótulo implica determinada concepción del pro- Esto generalmente ocurre cuando los padres no piden asesoramiento pero se les da
blema y del recurso apropiado que entra en contradicción con la propia visión de la instrucción como esperando que, por nuestra posición profesional, tengan que ha-
situación que tiene la familia. Por ejemplo, la alternativa de un padre a aceptar los cernos caso.
problemas de conducta en un hijo, catalogado por el sistema escolar como hipe- En el caso de las familias disfuncionales (sin duda esta familia es una de
ractivo, cuando para el progenitor no es más que un niño travieso de seis años. ellas) los padres se hallan constreñidos por su propia y particular organización y
Por el contrario, puede ocurrir que la familia y los sistemas profesionales estén no por su intencionalidad o falta de instrucción. Además, influye el contexto
totalmente de acuerdo respecto de una etiqueta o rotulación. En este caso, tanto en que crea el profesional de manera implícita, por ejemplo de asesoramiento sin que
el niño como en su familia se ven restringidas sus capacidades creativas y «tera- esto sea negociado o hablado con la familia, generando situaciones llenas de
péuticas». ¿Por qué? Generalmente se dan dos situaciones: La desresponsabilizacion malos ent~ndidos y falsas o erróneas expectativas recíprocas.
en las causas y/o en las soluciones por un lado, o los fenómenos de culpabilización Creo que una de las funciones básicas de los trabajadores sociales es ayudar a
diversos, ya sea en el interior de la propia familia y/o entre la familia y los servicios. crear contextos en donde hacerles participar de nuestra mirada y a la vez recono-
Fishman (1994) describe varias formas de relación entre familia y escuela que se cerlos como padres y como personas capaces de aportarnos conocimiento sobre su
dan con relativa frecuencia: En primer lugar una relación competitiva, las fronteras realidad y fortalezas para poder ayudarlos.
de ambos sistemas se hacen difusas y así el personal escolar y los miembros de la Para poder realizar esta tarea es imprescindible un modelo teórico que pueda
familia se inmiscuyen en las competencias del otro dentro de una lucha por el poder. guiarnos en estas cuestiones sumamente complejas.
Otra posibilidad es aquella en la que familia y escuela se unen, pero se aísla al niño;
los padres en una posición down delegan su responsabilidad a la escuela.
MARCO CONCEPTUAL
CASO N. o 1,' Cuando la familia se defiende de la institución escolar y la ins-
titución escolar se defiende de la familia o la necesidad de cre- Los trabajadores sociales intervenimos con los sujetos en dificultad y con su
ar contextos de colaboración contexto social; para D. Howe (1997) el contexto social es el mundo de las rela-
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ciones entre las personas, el mundo del lenguaje y de la cultura, de la interpreta- venciones más directas con el grupo familiar. Para Bowlby el objetivo consiste en
ción y el significado. Así el individuo pasa de ser una entidad psicológica discre- ayudar a cada uno de los miembros a observar el problema desde perspectivas di-
ta a ser un producto y a la vez co-constructor de su propia historia. Esta mirada ferentes. Desde la neutralidad, el profesional intenta introducir información dife-
particular y necesariamente diferente del trabajador social, es intrínsecamente in- rente que ayuda a ver el problema desde otros ángulos y/o favorecer cursos de ac-
tegradora pues tiene en cuenta las posibilidades y restricciones del contexto. Con ción distintos a los ya intentados.
esta perspectiva tres son los caminos teóricos particularmente pertinentes que nos La perspectiva que queremos resaltar es aquella que permite comprender la ex-
inspiran y orientan en la intervención: el modelo sistémico, el modelo construc- periencia total del niño, prestando atención a sus aspectos vitales, que en muchas
tivista y el concepto de resiliencia. ocasiones no son explorados. El primer paso es poder entender el problema en tér-
minos amplios, esto es, conectar hechos, secuencias y conductas, explorar las di-
ferentes narrativas, conocer sus consecuencias así como observar la influencia re-
El modelo sistémico-ecológico cíproca de los múltiples contextos en los que el niño vive. La teoría ecológica del
desarrollo humano descrita por Bronfenbrenner (1987) sintéticamente plantea que
Bateson (1993) plantea que la vida psíquica de una persona puede entenderse las conexiones entre diferentes contextos (mesosistema), pueden ser tan decisivas
como el resultado de la organización individual de la experiencia relacional. para el desarrollo como lo que sucede en cada uno de los entornos inmediatos (mi-
Los sentidos y el lenguaje son sus bases instrumentales. La unidad de supervi- crosistema). Siguiendo esta orientación una de las metas de la intervención con la
vencia es el organismo en un ambiente. familia o desde la escuela, es lograr una coparticipación intensa de ambos sistemas.
El concepto de sistema, de manera muy esquemática, nos remite a la conexión El énfasis en estas breves líneas será destacar que para una buena intervención
entre las partes; esta conexión esta sujeta a ciertas reglas que hacen que la pauta habremos de centrarnos básicamente en los aspectos cooperativos de la relación
de interacción se repita. Esta interacción es de orden circular, es decir, cada uno de familia-escuela.
los polos de la relación es a la vez estimulo y respuesta en donde existe un inter- En los inicios de la intervención hay que rastrear los factores que pueden estar
juego entre la estabilidad (repetición de pautas conocidas) y el cambio (conservar, perturbando la relación, tales como los procesos de culpabilización y/o refugio re-
desechar y/o crear pautas alternativas). Desde esta perspectiva la familia es un tipo cíproco en actitudes defensivas; asimismo hay que tener en cuenta el grado de an-
especial de sistema, con una estructura que puede definirse como un conjunto de siedad de los adultos. Es imprescindible que el interventor mantenga una actitud
pautas de interacción gobernadas por reglas implícitas. neutral, impulsada por dos premisas generales, esto es, que ambos contextos
Las afiliaciones, las jerarquías, las tensiones y su particular modo de resolu- quieren lo mejor para el niño a pesar de que puede haber desacuerdos. Los obje-
ción confieren una significación especial a la relación, en tanto definen las ex- tivos son aproximarse a ambas partes y reconocer que puede haber más de una
pectativas reciprocas, los límites, lo permitido, lo prohibido. Las cualidades del in- manera de ver las cosas, centrando las conversaciones en atender el problema del
dividuo, la formación de la imagen de sí mismo, su conducta, están en parte niño desde las diferentes perspectivas, tener la convicción de que lo quiere supe-
determinadas por su particular posición dentro de la familia. rar y que es necesaria la ayuda mutua.
Así, la familia cumple una función difícilmente sustituible en cuanto que lugar
creador de identidad y de modelos de relación que tienden a transmitirse trans- CASO N. o 2: Las hipótesis relacionales
generacionalmente; pero también a modificarse, en virtud de las oportunidades
que aparecen a lo largo de la historia de la persona para crear nuevos vínculos sig- Javier de 12 años tiene necesidades educativas especiales por «problemas
nificativos. La familia, y por extensión su particular red social, pueden generar o emocionales». La situación para la orientadora escolar es de gran preocupación ya
mantener ciertas dificultades y/o modelos de relación disfuncionales no tanto que el chico necesita repetir curso pero se niega a hacerlo. Comienza a tener ide-
por las características intrínsecas de los individuos, sino más por su particular or- as persecutorias dificultando aún más la relación con sus compañeros, ya de por sí
ganización de las reglas o pautas de interacción. muy pobre.
Por otra parte la familia es una pequeña sociedad con recursos a veces inex- El chico presiona a la madre para que se oponga a la decisión de la tutora. La
plorados, los recursos están conectados con la posibilidad de cambiar ciertas re- madre es vista como una mujer muy incapaz, se muestra confusa en cada en-
laciones ofreciendo a los miembros de la familia otras posiciones y con ellas nue- cuentro con los profesionales, produce una respuesta estereotipada cuando se
vas y diferentes opciones de acción. intenta reflexionar con ella acerca de como ayudar a su hijo, responsabiliza de la
J. Bowlby (1996) plantea que el principio clave es poder convocar al grupo a situación a su marido, que les abandonó hace dos años y del que no se ha separa-
un encuentro conjunto. De este modo se ven las pautas de interacción, los círculos do. La consecuencia de esta respuesta conduce a la confirmación por parte de la
viciosos o virtuosos y, obteniendo el permiso de la familia, son posibles in ter- escuela de una incapacidad personal que conduce a la falta de intensidad emo-
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cional y cierta rutina; en los encuentros entre ella y el personal escolar: «su que- y nos cuenta cómo fue el fin de semana: «Hablé claramente con mi hijo; llamé al
ja aburre» «dice que no puede hacer más ... ». abuelo paterno para informarle de lo que pasaba. El abuelo habló con su ~ieto y
En este momento del proceso, el trabajador social se pregunta por qué la me apoyó».
madre no puede tener un criterio propio y delega en las profesionales determina- La madre y la tía materna, a los pocos días, van con el chico al Instituto para
das decisiones y opciones para su hijo. ¿Tal vez esta situación pudiera estar rela- que lo conozca.
cionada con los efectos de la separación? ¿La madre sobrecargada en su rol pa- Esta narración pretende señalar un camino en torno a un trabajo de vincula-
rental abdica y delega en los profesionales? o ¿La ansiedad de la madre al ción e influencia para que el ambiente donde vive el niño se acomode a sus ne-
contrariar a su hijo se debe a una necesidad de evitar el conflicto en una relación cesidades, esto es, que la madre pueda tener iniciativa involucrándose de manera
en donde ella se siente con poca autoridad? Si esto es así ¿A qué se debe? El niño activa, pero diferenciada, en la vida de su hijo, recuperando la red natural más pró-
cuenta que su padre ha venido a visitarle en vacaciones, cuando, en realidad, todo xima a su hijo.
el mundo sabe que no es verdad. Por el contrario se sabe que es una persona tre- Otra línea complementaria de intervención consiste en evaluar la relación
mendamente exigente con el niño, que nunca aceptó el hecho de que su hijo que el padre mantiene con su hijo, cómo se sitúa éste en la relación entre sus pa-
fuese un alumno con necesidades educativas especiales. Y por último, que ha ab- dres. El proceso (objetivos y estrategia) es guiado por la capacidad constructiva y
dicado totalmente de sus responsabilidades parentales. Pese a todo, Javier man- generativa de las hipótesis (M. Selvini et al., 1990) y la evaluación de las acciones
tiene la idealización frente a esta figura paterna. del interventor así como de las retroacciones del sistema que se intenta ayudar, en
El trabajador social también se pregunta si la gran ansiedad del niño frente a un continuum y un contexto, tanto en intentar poner a las personas en posiciones
repetir curso estaba relacionada con un temor a perder definitivamente a su padre, diferentes (en este caso salir de la pasividad y ocupar un lugar más comprometi-
al que, a pesar del abandono, el niño recuerda frente a profesores y compañeros do), como en reformular la situación problema o crear narrativas más adecuadas al
como si estuviera en casa. momento evolutivo.
Con las preguntas hipotéticas formuladas el trabajador social recaba infor- El cambio es facilitado en tanto la situación es entendida en términos de mu-
maciones a lo largo de encuentros breves con la madre; ésta narra conflictos im- tuas influencias, con sus particulares efectos; de tal manera que se puede cues-
portantes con Javier, no así con su hermano más pequeño que padece un trastorno tionar el lugar ocupado por cada uno y plantear la necesidad de un cambio de po-
grave del desarrollo. Muchas veces, dice la madre, « discutimos por el padre, Ja- siciones reciprocas sin que esto suponga un cuestionamiento a la persona en sí o
vier le defiende» mientras que la madre se queja del abandono sufrido y de su so- un elemento culpabilizador.
ledad.
Con estas primeras informaciones e hipótesis tentativas podemos plantear
que algo que puede estar determinando la situación de dificultad es la ausencia de El modelo construccionista
la madre como figura de autoridad y de contención, funciones tal vez delegadas en
otros. Así un primer objetivo es cómo darle un papel principal, cómo rejerarqui- El construccionismo social, tiene uno de sus orígenes en el trabajo de los so-
zarla y darle poder para asumir los problemas que tiene con su hijo. ciólogos P. L. Berger y T. Luckman (1979). Posteriormente otros autores han de-
La vivencia y la narrativa de la madre es ser una progenitora responsable. Al sarrollado esas ideas desde diversos campos como la psicología (J. Bruner, K.
comienzo la madre se mostraba satisfecha: « yo hago lo que me piden, llevo al Gergen);.la antropología (C. Geertz) y la terapia familiar (M. White, D. Epston o
niño a los especialistas, no paro de uno a otro, y todo sola». H. Anderson). Lo común a todos estos investigadores es su interés por compren-
En la entrevista, en primer lugar, se la confirma en su soledad y abandono, en der los procesos por los cuales las personas describen, explican y dan cuenta del
la dificultad de ser padre y madre a la vez, etcétera, para pasar posteriormente a mundo en que viven. Esas descripciones o relatos son resultado del diálogo social
cuestionar la percepción que tiene acerca de sí misma. En la medida que la con- y lejos de ser inocuas tienen importantes repercusiones para la vida de la gente.
sideramos necesaria para poder ejercer una influencia sobre el bienestar de su hijo, M. White (1993), siguiendo una antigua idea del gran antropólogo y uno de
se le dice, con mucha intensidad, que su hijo la necesita, pero de otra manera: ella los fundadores de la terapia familiar G. Bateson, plantea que la comprensión, el
no puede permitir que sea el niño el que tome la decisión de repetir curso o no, acto interpretativo, está restringido por el contexto receptor, es decir que los
tampoco puede delegar la toma de decisiones en los profesionales, todo ello acontecimientos son seleccionados e interpretados por una red de premisas y su-
mina su posición como madre respecto de sus hijos. La madre de Javier se marcha puestos previos que constituyen nuestro mapa. El acontecimiento que no encaja
de la entrevista muy conmovida y perturbada. con nuestras premisas no es seleccionado como dato, como hecho. En este senti-
Después del fin de semana, en la siguiente cita la madre nos dice que « el niño do, la estructura narrativa no es algo que surge de los datos sino que es la propia
quiere repetir». Le preguntamos como podía haberse dado un cambio tan rápido, narración la que establece qué debe considerarse como dato.
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Plantear este supuesto es muy importante pues las familias y las pequeñas co- La reunión con los padres es muy tensa. El padre se ofende sobremanera
munidades de las que forman parte están unidas por medio de percepciones, cuando siente que su hijo es presentado como un gran problema, se va enfadado
conductas y sentimientos compartidos relacionadas con una, digamos, historia ofi- de la entrevista. La madre se queda en la entrevista para expresar que su marido es
cial. Narración e interacción son procesos colectivos que influyen en las relacio- así, que es muy impulsivo. También comenta algunos detalles en particular de la
nes recíprocas. El relato aporta un significado a la experiencia que tiene conse- relación entre ellos, por ejemplo que es muy celoso. Comentado más tarde con la
cuencias en los comportamientos, emociones y relaciones. El relato se convierte profesora este hecho, la misma refiere que ésto le confirma que hay algo en la fa-
en un problema en la vida de las personas cuando éste se hace estereotipado, bien milia que está afectando la conducta de Nicolás. En el contexto de colaboración
porque no ofrece recursos representativos, no puede ser narrado, o no puede dar que debe ser creado entre los distintos profesionales hay que intentar esclarecer y
cuenta de las experiencias las personas. destacar los puntos de intersección entre los sistemas (escuela, familia, equipo de
Para White las relaciones se tornan difíciles cuando las personas viven dentro orientación). Siguiendo el caso, en primer lugar tenemos una situación en donde
de relatos saturados de problemas. Esta situación genera relaciones cargadas de se ha producido un conflicto y una ruptura entre parte de la familia (el padre) y la
culpabilidad, vergüenza, sensación de fracaso y desesperanza. El problema, para escuela (profesora y equipo directivo).
White, se añade a la identidad de la persona de tal manera que la persona deja de Esta perspectiva impone mirar las conexiones escuela-niño-familia; todos ellos
ser tal para convertirse en un problema. son contextos activos y reactivos a las intervenciones del profesional. Es necesario
La externalización es un recurso lingüístico que plantea separar a la persona comprender. Esas misma lentes hacen que me vea a mí mismo no como el experto
del problema, creando una distancia que permite estrategias, acciones, etc., que que despoja al otro de su saber (<<yo se, tú no sabes»), al tiempo que me pone en una
desafían al problema. Este proceso hace disminuir la sensación de incompetencia, situación paradojal donde he de delimitar y poner al servicio de la situación «mi no
favorece la colaboración y coloca a las personas en una posición act\va, de experto saber» para poder hacer aparecer conocimiento que la familia o el niño tienen de sí
en la resolución de la propia dificultad. mismos y de su situación. Aunque la teoría a veces nos ayuda a no descorazonamos,
la situación de Nicolás era muy preocupante: el padre y la escuela peleados, la ma-
CASO N. o 3: Nicolás tiene las respuestas dre en medio sin poder hacer nada y nosotros, los profesionales, cuando nos cerca la
incertidumbre tendiendo a la rotulación del mal que aqueja a nuestro pequeño
Nicolás es un niño de seis años que cursa primero de primaria. Tiene muy alumno. Cómo comprender la conducta de Nicolás, su situación, su conexión con
preocupados tanto a su profesora como el equipo directivo ya que no participa en otros contextos, hechos o sucesos tanto externos como internos.
la clase, está como ensimismado, y fuera del aula, en el patio en las horas de re- Lo primero a destacar es la necesidad de tener una orientación estratégica si se
creo o en el comedor, en ocasiones se le ha visto tan furioso y fuera de sí con quiere ayudar al niño. Había que optar por una posición neutral que introdujese la
otros niños que se teme que pueda herirles. Sus conductas han llegado a ser pe- idea de necesitar comprender; era necesario evitar que en la convocatoria los
ligrosas. padres se sientan culpabilizados. Al mismo tiempo asumir en parte la demanda de
La profesora conoce a la madre de Nicolás, algo sabe acerca de la vida fami- la escuela pero diferenciados de ella.
liar, ya que cuando habla con ella de los problemas de Nicolás ésta, espontánea- Así en la primera entrevista con los padres se les plantea las conductas de Ni-
mente le ha contado que la familia vive hace un año en un piso de protección que colás como algo, en esencia, dañinas para él mismo. De esta manera el padre pue-
le proporcionaron a la madre, y llegaron a él después de pasar un tiempo en un de comenzar a escucharnos: Nicolás no sólo es el niño travieso que él ve, si no
Centro de Acogida para mujeres maltratadas. ¿Con quien vive Nicolás y su ma- también un niño que pone en peligro su vida y se aísla de los compañeros como
dre? Con el papá y esposo respectivamente. La profesora no comprende ¿Cómo consecuencia de sus comportamientos. En este primer encuentro el mensaje im-
puede vivir esta mujer con su maltratador? plícito es: « Nos tienen que ayudar a entender qué es lo que le puede estar pa-
La profesora está conmovida con Nicolás, tiene un gran interés en que alguien sando a Nicolás y ver entre todos como podemos ayudarle ». En este punto el pa-
ayude a este niño y le salve de esta situación familiar. Este constituye el marco de dre manifiesta su preocupación por el retraso académico de su hijo, momento que
derivación al trabajador social del Equipo de Orientación Psicopedagógica: una se aprovecha para pedirle permiso para hablar con su hijo.
preocupación genuina de la docente por el menor asociada a una hipótesis culpa- En el primer encuentro con Nicolás le preguntamos que le gustaría hacer y nos
bilizadora para con los padres. dice que quiere pintar. Se le dice que haga el dibujo que él quiera y pinta un cua-
La cita a la familia se acelera tras un incidente con Nicolás, que después de sa- dro con varios personajes y una escena: Hacia la mitad del dibujo, en su parte
lir de clase y cuando ya le espera su cuidadora en la puerta del colegio para reco- baja, dibuja la torre de un castillo y una princesa que se halla encerrada en la mis-
gerle, se sube a una de las canastas del campo de baloncesto, sin dar explicaciones ma. A la izquierda, casi en el ángulo de la hoja, un rey minúsculo y, entre ambos,
y diciendo que no se bajará. un gran remolino o garabato. En la parte superior derecha dibuja un sol que,
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sonriente, contempla la escena. El dibujo que pinta el niño no interesa tanto significa la resistencia de un material a la presión y los golpes, logrando recuperar
como un producto a interpretar sino como un medio para establecer una comuni- su forma original. En 1955 comenzó su investigación longitudinal de más de 30
cación con el niño. Para constlUir con él una nalTativa, conectarlo con sus difi- años sobre 698 recién nacidos; entre ellos 201 presentaban situaciones que pro-
cultades y hablar con él a través de la trama creada por el dibujo, para así posibi- nosticaban un elevado riesgo de desarrollar problemas en un futuro dado la acu-
litar la aparición de una contratrama alternativa. mulación de factores de riesgo. A lo largo de la investigación lo que descubren es
En su nalTación Nicolás dice ser el rey pequeñito que montado en el caballo que más de un tercio de estos niños crecen sin problemas particulares. A estos ni-
está pendiente de la princesa que no puede salir de la tOlTe porque está prisionera ños los denominaron resilientes y con este concepto indican la capacidad de las
de un personaje malvado. Le planteamos que si esta situación le enfada. Nicolás personas a superar situaciones de adversidad, a la capacidad no sólo de resistencia
dice que sí, y le preguntamos si el torbellino es la expresión de su enfado. El chi- sino a la de construcción e incluso reconstrucción de la propia existencia.
co relajado contesta afirmativamente y le señalamos que el enfado es como diez La resiliencia es un proceso en el que están implicados diferentes niveles y
veces más grande que él. En el curso del diálogo le preguntamos a Nicolás si algo factores, la metáfora de la casita creada por S. Vanistendael y J. Lecomte (2002)
de esto que dibuja le ha pasado en el colegio; rápidamente dice: « David (otro nos permite enumerarlos sucintamente.
niño del colegio) se mete con mis amigas y yo las defiendo». Reflexionamos - La casita, la resiliencia, en primer lugar está sustentada en unos cimientos
con él por qué piensa que ellas no pueden defenderse, el niño se queda muy como son un entorno que permite cubrir las necesidades físicas básicas y
pensativo. A continuación también nos damos un tiempo para poder enumerar las fundamentalmente el sentirse amado y aceptado. No puede favorecerse la
consecuencias que tiene «tomarse la justicia por su mano» que es en esencia el resiliencia si no se promueven, en los contextos de vida de los niños, in-
problema consensuado entre el niño y el profesional. Entre otros efectos nos teracciones de aceptación, apoyo y sostén social, además hay que entender
dice que le cuesta tener amigos varones, además los profesores pued~n pensar mal a estos contextos como redes de mutua influencia en donde el entendi-
de él por lo cual a veces tiene que subir a dirección, etcétera. miento y la cooperación son fundamentales. En segundo lugar, es im-
Con la ayuda de los profesionales, a Nicolás se le ayudó a pensar qué podía prescindible la capacidad de descubrir un sentido a la existencia, las na-
hacer para librarse de tan pesada carga decidiendo que lo mejor sería que dejara rraciones que uno construye con otros a lo largo de la existencia. En
para los mayores el hecho de impartir justicia. tercer lugar un conjunto de condicionantes personales tales como la auto-
Además, nos cuenta que su cuidadora, una chica joven de origen lUmano sin ape- estima, las aptitudes y competencias y el uso del humor. Por ultimo el fu-
nas conocimiento del castellano, le da bofetones y le tira del pelo. Nicolás y sus her- turo, entendido éste como un conjunto de experiencias a descubrir. Así,
manos están con ella todas las tardes. Los padres son inmigrantes polacos y llegan aparece un sujeto conformado por múltiples dimensiones relacionadas
tarde de trabajar. Cuando les confrontamos con la información suministrada por su entre sí, no pudiéndolas reducir a una de ellas. Preguntarse sobre cómo
hijo, se disculpan expresando que no saben a quien creer, pues la cuidadora niega las está de enraizado en los cimientos o de amuebladas las habitaciones, qué
quejas del niño. En torno a este problema ayudamos a los padres a recordar los tes- recursos existen en cada uno de los rincones nos remite al diálogo del su-
timonios de cada uno de sus hijos, de sus reacciones de temor, de miedo, hay que re- jeto consigo mismo y con su contexto, donde la labor de interlocución del
cordar la conducta de Nicolás cuando por las tardes va a recogerlo la cuidadora (no profesional es imprescindible en la generación de diferentes narrativas y
quiere salir del colegio, subiéndose en una ocasión a la canasta de baloncesto). posibilidades. Se debe prestar especial atención a la búsqueda activa de los
Son tres o cuatro entrevistas a lo largo de las cuales Nicolás deja de tomarse la recursos y fortalezas del individuo así como de su contexto.
justicia por su mano, confiando ésta a los adultos; los padres inmediatamente des- El constructo de la resiliencia supone:
piden a la cuidadora y están mas pendientes de Nicolás. El padre, en un principio - Cuestionar el supuesto lineal de que determinadas dificultades en la in-
molesto con el colegio, confía más, pudiendo colaborar en el control de los de- fancia determinan un pronóstico negativo inamovible. Los estudios lon-
beres del niño. Se mantiene una reunión con los padres y con la educadora de Ser- gitudinales sobre la resiliencia nos informan que la infancia no predice.
vicios Sociales para que les pueda ofrecer actividades extraes colares para los ni- Puede debilitar o reforzar al individuo.
ños a la vez que la conocen por si pudieran necesitarla en un futuro. - Los relatos personales pueden ser el camino esencial para conocer y apre-
ciar a la persona. El profesional toma en cuenta el relato del otro como
algo importante y precioso. El profesional debe ser curioso, hacerse pre-
EL CONCEPTO DE RESILIENCIA guntas, estimulando un dialogo generador de otras posibilidades y/o ca-
minos.
E. Werner acuñó el término de resiliencia para describir la capacidad de los ni- - La pieza central del proceso de intervención son las aspiraciones del in-
ños a superar situaciones adversas. El término empleado proviene de la física y dividuo, la familia y la comunidad.
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- Los expertos son el propio individuo, los miembros de la familia, de la co- ciones de ayuda informal como organizaciones voluntarias, grupos cívicos y ser-
munidad, de tal manera que las posibilidades de elección, control, impli- vicios profesionales.
cación y desarrollo personales están abiertas. En síntesis, la ayuda pretende que la persona y su grupo de pertenencia avan-
Los puntos fuertes, las capacidades y las competencias adaptativas del in- ce en la vida afirmando y desarrollando sus valores y compromisos, haciendo que
dividuo, y el apoyo de la familia y de la comunidad son recursos para la sea y se descubra miembro de la comunidad. Esto significa promover la aparición
intervención. de su red social, de sus apoyos reales o virtuales, introducir una relación dialógi-
ca en donde frente a determinados dilemas opciones y/o elecciones, el usuario es
puesto en posición de agente en la resolución de sus dificultades sociales
PERSPECTIVA DEL TRABAJADOR SOCIAL CON VISIÓN En un sentido más concreto, A. Ripoll (2001) menciona las distintas activi-
SISTÉMICA dades que se pueden desarrollar en diferentes niveles:
Objetivos sobre el usuario:
Los trabajadores sociales constituimos un sistema de apoyo profesional a in- • Reducción del malestar psíquico.
dividuos y grupos para quienes la pobreza, las deficiencias físicas o psíquicas las • Incremento de la autoestima.
conductas estigmatizadas y las discriminaciones sociales se convierten en pro- • Ayuda en las transiciones vitales.
blemas sociales crónicos o graves. • Ayuda a mejorar la identidad.
Entre los objetivos considerados pel1inentes en este trabajo podemos destacar: • Dotar de habilidades.
- Observar, evaluar y esclarecer las relaciones recíprocas entre contextos así Objetivos sobre el medio familiar:
como su efecto en las personas y las familias favoreciendQ el cambio • Ayuda al reconocimiento de patrones de interacción disfuncionales.
constructivo en las relaciones, en la medida que podemos introducir in- • Ayuda al cambio de patrones.
formación diferente. • Ayuda a la adaptación a las fases del ciclo vital correspondiente.
- La restauración del sentido de conexión entre las personas, entre los sis- • Ayuda a la adaptación de nuevos roles.
temas, favoreciendo los procesos de reciprocidad, responsabilizacion y de • Análisis de las fronteras intra-extra familiares.
ayuda mutua. • Análisis de la comunicación familiar.
- La restauración del sentido de poder de agencia de los usuarios en la me- Objetivos sobre el medio:
dida que posibilitamos la co-construcción de dominios de sentido, en • Analizar la demanda y el contexto de intervención oportuno.
donde se definen problemas y a su vez aspiraciones. Se buscan recursos • Permitir y facilitar la actuación.
tanto intemos al propio sistema como del ambiente creando nuevas posi- • Análisis de la red.
bilidades. • Ayuda a la conexión de redes nutritivas.
Para este fin es importante tener en cuenta la noción de apoyo social. • Ayuda al trabajo colaborativo entre instituciones.
El apoyo social es el resultado (E. Gracia et al., 2002) de la interacción de un • Trabajo con la red social de la persona o de la familia.
conjunto de variables que operan en diferentes niveles, tales como los modelos in-
temos de representación del sí mismo y de los demás que tiene la persona, la ca- CONCLUSIONES
racterística de las redes, la característica o naturaleza del hecho estresante o per-
turbador y la posición en la estructura social y pertenencia a un grupo social El trabajo social de intervención en la escuela puede beneficiarse de ciertas
determinado. ideas, estrategias y técnicas que proceden de las ideas mostradas a lo largo del ar-
El apoyo social es una relación de ayuda basada en un intercambio, sustenta- tículo y que, en síntesis, describimos a continuación:
da en la propia red social y que supone o puede suponer para las personas parti- - Analizar los contextos en que se producen los problemas, así como utilizar
cipantes un sentimiento de conexión así como una asistencia real. sus recursos manifiestos o latentes. La intervención debe, fundamental-
El apoyo social puede presentar diversas formas: mente, apoyarse en la familia, pues además de comprender las dinámicas
- Apoyo emocional relacionales existentes, nos ayuda a identificar los recursos de la persona y
- Apoyo informacional de su entomo facilitando su movilización.
- Apoyo material o instrumental - La intervención debe analizar desde qué contexto de intervención pode-
Las fuentes de apoyo social son diversas: La red natural constituida por rela- mos o debemos intervenir así como evaluar la forma de conectar los ele-
ciones íntimas, de confianza, tales como la familia y los amigos. Las organiza- mentos de la demanda.
258 CAMBIOS FAMILIARES Y TRABAJO SOCIAL

Las hipótesis relacionales sobre el juego o la dinámica familiar son un ele-


mento privilegiado para poder dialogar sobre la posición del niño en de-
terminada situación y poder ocupar un lugar de mediador y clarificador
respecto de las alternativas existentes, de los dilemas y elecciones posibles.
Analizar las conexiones existentes dentro y entre los distintos sistemas par-
ticularmente el formado por el mesosistema familia-escuela.
La conversación profesional debe orientarse a introducir información no-
vedosa que ayude a ampliar opciones y posibilidades en la relación entre
las personas y entre las personas y los problemas.

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