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Universidad Adolfo Ibáñez

Escuela de Gobierno
Política: Pensamiento

Los Fundamentos de la Vida en Común


-
La Respuesta Aristotélica

(TEXTO EN PREPARACIÓN: NO CITAR NI DISTRIBUIR )

Juan Ignacio Gómez Corvalán

Viña del Mar, Septiembre de 2010


Última Revisión, Septiembre 05 de 2010
1. Esquema General de la Obra:
La idea de “Naturaleza”

El Zoon Politikon

Orígenes
Familia y Cuerpos
Intermedios

La Polis
Sociedad

Sistema General
La Felicidad

Fines Justicia
La Virtud de
Las Virtudes lo Político
Perfección Moral
Morales
Prudencia

Finalidad de la Virtud

2. La Sociedad:
1.1. Orígenes:
1.1.1. La Idea de naturaleza1: ARISTÓTELES distinguió a aquellos que
discurren sobre la naturaleza de aquellos que discurren sobre
los dioses. La primera referencia a la naturaleza está en el
canto X de “La Odisea”, donde se refiere la historia de la
diosa-hechicera Circe. En este fragmento, para rescatar a sus
compañeros que han caído prisioneros de Circe, Odiseo recibe
la ayuda del dios Hermes, quien le entrega una hierba con la
que será inmune a la magia de la diosa:

1
En esta sección gran parte ha sido tomada de la introducción de la obra “Historia de la Filosofía Política” de
Leo STRAUSS y Joseph CROPSEY.
“[…] arrancó una hierba de la tierra y me mostró su
naturaleza. Era negra en las raíces, como leche su floración;
los dioses le llaman ajo. Es difícil arrancarla para los hombres
mortales, pero los dioses lo pueden todo”.

Relevante es que los dioses no pueden hacer nada útil con la


yerba si ellos no conocieran la naturaleza, carácter y don, de
aquello que ellos no han creado2. En griego clásico, naturaleza
quiere decir crecimiento. El término es φύσις (phýsis). De este
modo, naturaleza corresponde al carácter en madurez, al fin
de un proceso de desarrollo, a aquello en que una cosa se
convierte al crecer. Los objetos inertes son “hechos”, pues no
crecen (carecen de un motor interno de desarrollo), por ello,
son cosas de “arte” y no de “naturaleza”; por otro lado hay
“cosas de naturaleza” cuando son lo primero, aquello de lo
cual lo demás ha brotado, como los átomos de Demócrito. Así,
pues, podemos decir de la sociedad, de la comunidad política,
que ella es una “cosa de naturaleza”, pues ella crece, tiene
una vida propia. Dice el estagirita: “de todo esto es evidente
que la ciudad es una de las cosas naturales3”. La sociedad,
entonces, no es un concepto que resuma la existencia de una
suma de individuos, sino que tiene una existencia propia,
independiente de los individuos que la componen y, por ser
general, puede estar en diversos lugares: por eso, la sociedad
existe en Chile, en Argentina, en Bolivia o en Perú y en todas
partes del mundo, pudiendo distinguirse en cada cual, sin la
necesidad de ir al lugar y verificar, empíricamente, su
existencia. De este modo, lo natural es un universal y la idea
de naturaleza quiere representar todo aquello que, desde un

2
Debemos recordar que en la mitología griega, los dioses olímpicos no eran creadores del mundo ni de la
materia.
3
ARISTÓTELES, la Política, 1253a 9.
inicio, es en las cosas; es decir, la primera configuración o
aquella que es por defecto.
1.1.2. El Zoon Politikon: “la naturaleza, como decimos, no hace
nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene
palabra. Pues la voz es signo del dolor y del placer, y por eso
la poseen también los demás animales, porque su naturaleza
llega hasta tener sensación y de placer e indicársele unos a
otros. Pero la palabra es para manifestar lo conveniente y lo
perjudicial, así como lo justo y lo injusto. Y esto es propio del
hombre frente a los demás animales: poseer, él sólo, el
sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, y de los
demás valores, y la participación comunitaria de estas cosas
constituye la casa y la ciudad. […] Porque si cada uno por
separado no se basta a sí mismo, se encontrará de
manera semejante a las demás partes en relación con
el todo. Y el que no puede vivir en comunidad, o no
necesita nada por su propia suficiencia, no es miembro
de la ciudad, sino una bestia o un dios”4.
Tras de este texto está la idea de la insuficiencia humana, de
sus límites y de su naturaleza. Aristóteles parte del supuesto
que el hombre tiene, en efecto, una naturaleza, una serie de
atributos presentes universalmente en todos los hombres y
que son una limitante a su actuar, en razón de lo que son. El
siguiente silogismo ilustra la afirmación:

(1)Ningún hombre puede volar mediante alas;


(2)Los hombres por naturaleza no tienen alas;
(3)Entonces, es de naturaleza no tener alas.

4
ARISTÓTELES, Op. Cit., 1253a 10 -12 y 14.
Incluso, una cuestión de orden más corriente: supongamos
que Juan tiene un dolor de muelas y vive alejado de la
comunidad. Él puede cazar, encender fuego y realizar
múltiples operaciones de cultivo con gran sofisticación; sin
embargo, no tiene el conocimiento necesario para atender
correctamente su dolor. Él aprendió a cazar y cultivar la tierra
y todo cuanto es necesario para subsistir, pero mal podría
haber aprendido la ciencia de la odontología, pues debía estar
atendiendo a su supervivencia, constantemente, en vez de
poder estudiarla; y aun cuando hubiese podido, su dominio
jamás habría sido tan bueno como aquel que posee quien se
ha abocado a estudiarla in extenso. La solución que queda a
su mano es arrancarse algún diente, lo cual le causará gran
dolor y, probablemente, le cause aún más daños, pues no está
instruido en la ciencia respectiva. Si Juan hubiese vivido en
sociedad, habría podido recurrir donde Ignacio, quien se
dedicó a estudiar odontología, pero por ser un buen
odontólogo, no pudo aprender a cazar o cultivar la tierra. Dado
que Juan necesita una revisión de sus dientes e Ignacio
necesita comer, ambos no se bastan a sí mismos y la vida en
comunidad es la solución a los problemas que la naturaleza les
impone, como es la sujeción al tiempo, la ausencia de
ubicuidad y un uso limitado de las ya limitadas facultades del
cerebro y el pensamiento, en general. La satisfacción de las
necesidades importa un bien y parece que todos los
hombres tienden a alcanzar aquello que les aprovecha,
“porque en vista de lo que les parece bueno todos
obran en todos sus actos”5. Si ello fuese así y los bienes
pueden obtenerse solamente en la comunidad política,
entonces es dable concluir que:

5
ARISTÓTELES, Op. Cit., 1252a 1.
(1) Los seres humanos poseen una naturaleza humana;
(2) La naturaleza humana impone límites a sus depositarios;
(3) Entonces, los seres humanos son limitados.

(4)La coexistencia permite dividir el trabajo;


(5)La división del trabajo permite satisfacer más necesidades
naturales;
(6)Entonces, la coexistencia (sociedad) permite satisfacer
nuestras necesidades naturales.

(7)Los hombres se tienen naturalmente a lo bueno;


(8)Lo bueno suele encontrarse en sociedad;
(9)Los hombres tienen naturalmente a la sociedad.

1.1.3. La Familia y los Cuerpos Intermedios: “Si uno observa


desde su origen la evolución de las cosas, también en esta
cuestión, como en las demás, podrá obtener la visión más
perfecta. En primer lugar, es necesario que se emparejen los
que no pueden existir uno sin el otro, como la hembra y el
macho con vistas a la generación (y esto no en virtud de una
decisión, sino como en los demás animales y plantas; es
natural la tendencia a dejar tras de sí otro ser semejante a
uno mismo)6”.

1.1.3.1. La Familia: señala el autor que la génesis de la ciudad


se encuentra en la familia y a ella debe tenérsele por la
comunidad política básica, cuyo objeto es la satisfacción
de las necesidades que emanan de la vida de cada día.
Esta familia, del griego οικία (oikía), debe entenderse en

6
ARISTÓTELES, Op. Cit., 1252a 2.
un sentido amplio: los cónyuges, los hijos, los esclavos y
los bienes7. Las necesidades de la vida de cada día
corresponden a aquellas más vitales que solemos realizar
con aquellos a quien más confianza otorgamos, como es
la alimentación o la defensa;

1.1.3.2. La Aldea: una buena idea de aquello que debe


entenderse por este término la da el mismo ARISTÓTELES al
decir que “[…] algunos llaman a sus miembros ‘hermanos
de leche’, ‘hijos e hijos de hijos’8”. Parece, entonces, que
se refiere a una agrupación de familias que,
probablemente por la lógica expansión de ellas, viven
como una gran familia, pero que excede a la οικία (oikía).
El estagirita, citando a HOMERO, recuerda que esta
agrupación de familias no es extraña pues “Cada uno es
legislador de sus hijos y esposas9”;

1.1.3.3. Otros cuerpos intermedios (excurso): si bien el


autor no lo señala – y probablemente ni lo pensó – este
aspecto de su teoría da pie a que en una sociedad existan
diversos cuerpos intermedios que se encarguen de
determinados fines que otros no puedan cumplir. Esta
idea, analizada a la luz de la idea de zoon politikon,
guarda plena coherencia con el resto de su teoría en este
aspecto. Por tanto, lo dicho para la aldea debe verse en un
sentido amplio, hoy en día. Claramente, en la época de
ARISTÓTELES no existían ni los sindicatos ni los partidos
políticos, por ejemplo;

7
Nota del Traductor N°12. ARISTÓTELES, la Política, p.48.
8
ARISTÓTELES, Op. Cit., 1252b 6.
9
ARISTÓTELES, la Política, 1252b 7.
1.1.4. La Polis: “La comunidad perfecta de varias aldeas es
la ciudad, que tiene ya, por así decirlo, el nivel más alto
de autosuficiencia10, que nació a causa de las
necesidades de la vida, pero subsiste para el vivir bien.
De aquí que toda ciudad es por naturaleza, si también lo son
las comunidades primeras. La ciudad es el fin de aquellas, y la
naturaleza es fin. En efecto, lo que cada cosa es, una vez
cumplido el desarrollo, decimos que es su naturaleza, así de
un hombre, de un caballo o de una casa. Además, aquello por
lo que existe algo y su fin es lo mejor, y la autosuficiencia es,
a la vez, un fin y lo mejor.
De todo esto es evidente que la ciudad es una de las cosas
naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social,
y que el insocial por naturaleza y no por azar es o un ser
inferior o un ser superior al hombre […] porque el que es tal
por naturaleza es también amante de la guerra, como una
pieza aislada en el juego de damas”.
La polis – o comunidad política, propiamente11 – es la forma
por excelencia de asociación y en ella se pueden alcanzar los
máximos bienes. Su origen está determinado no tan solo por
un aumento circunstancial de la población, sino que también
porque dada la cantidad de individuos que no se bastan a sí
mismos y por ello están en relación los unos con los otros 12,
los beneficios que provee la sociabilidad son tales que ya no
se atiende la necesidad de la vida, sino que se puede
traspasar el umbral de la sobrevivencia y poder disfrutar del

10
La autosuficiencia, en griego autárkeia (αυτάρκεια), incluye el poseer lo necesario y lograr una vida feliz.
ARISTÓTELES, en la Ética a Nicómaco, señala que “consideramos suficiente lo que por sí solo hace deseable la
vida y no necesita nada”. Nota del Traductor N°18. ARISTÓTELES, la Política, p.49.
11
El término “Comunidad Política” puede entenderse en sentido lato, como cualquiera clase de sociedad
humana natural y necesaria, o en sentido estricto, como “polis”, “ciudad”, “estado” o “ciudad-estado”, entre
muchas otras. Creemos, de cualquier forma, que la distinción es innecesaria y que debe preferirse el sentido
lato.
12
Cfr. ARISTÓTELES, la Política, 1253a 14.
buen vivir. El estudio de este término se hará en la sección
siguiente, relativa a los fines. Baste por ahora, para explicar el
origen de la polis, que la perfección a la que el hombre tiende
– pues la perfección es el bien máximo y ya hemos establecido
que todos los hombres tienden al bien – solo puede alcanzarse
en ella y, por tanto, por naturaleza, los hombres tienden a ella
también.

1.2. Fines: “Todo arte y toda investigación, y del mismo modo


toda acción y elección, parecen tender a algún bien; por
esto se ha dicho con razón que el bien es aquello a que
todas las cosas tienden. Pero parece que hay alguna diferencia
entre los fines, pues unos son actividades, y los otros, aparte de
éstas, ciertas obras; en los casos en que hay algunos fines aparte
de las acciones, son naturalmente preferibles las obras a las
actividades. Pero como hay muchas acciones, artes y ciencias,
resultan también muchos los fines […]. Y en todos aquellos que
dependen de una sola facultad […], los fines de las principales
son preferibles a los de las subordinadas, ya que éstos se
persiguen en vista de aquellos. Y es indiferente que los fines de
las acciones sean las actividades mismas o alguna otra cosa fuera
de ellas, como en las ciencias mencionadas.
Si existe, pues, algún fin de nuestros actos que queramos
por él mismo y los demás por él, y no elegimos todo por
otra cosa – pues así se seguiría hasta el infinito, de suerte que el
deseo sería vacío y vano – es evidente que ese fin será lo
bueno y lo mejor. Y así, ¿no tendrá su conocimiento gran
influencia sobre nuestra vida, y, como arqueros que tienen un
blanco, no alcanzaremos mejor el nuestro? Si es así, hemos de
intentar comprender de un modo general cuál es y a cuál de las
ciencias o facultades pertenece. Parecería que ha de ser el de la
más principal y eminentemente directiva. Tal es
manifiestamente la política. En efecto, ella es la que establece
qué ciencias son necesarias en las ciudades y cuáles ha de
aprender cada uno, y hasta que punto. Vemos además que las
facultades más estimadas le están subordinadas, como la
estrategia, la economía, la retórica. Y puesto que la política se
sirve de las demás ciencias prácticas y legisla además qué se
debe hacer y de qué cosas hay que apartarse, el fin de ella
comprenderá los de las demás ciencias, de modo que constituirá
el bien del hombre; pues aunque el bien del individuo y el de
la ciudad sean el mismo, es evidente que será mucho más
grande y más perfecto alcanzar y preservar el de la
ciudad; porque, ciertamente, ya es apetecible procurarlo
para uno solo, pero es más hermoso y divino para un
pueblo y para ciudades.
Este es, pues, el objeto de nuestra investigación, que es una
cierta disciplina política13”.

1.2.1. La Felicidad: “estimamos suficiente lo que por sí solo hace


deseable la vida y no necesita nada; y pensamos que tal es la
felicidad14” (εύδαιμονία, eúdaimonía). Dice ARISTÓTELES que todo
lo que hacen los hombres tiende al bien propio. Así, el
guerrero va tras de la victoria, pero la victoria no hace
deseable la vida por sí sola; dicho de otro modo, la victoria es
un vehículo para alcanzar algo más. De igual forma, quien se
encarga de los negocios y va tras la riqueza no lo hace por la
riqueza en sí, sino porque la riqueza es un medio para algo
más. Y de ello, reproducido al infinito, nos damos cuenta que
todo cuanto se hace tiende a algo más, que es según se

13
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, I, 1-2.
14
ARISTÓTELES, Op. Cit., I, 7, 1097b.
colige, el bien último y ello es la felicidad. Ésta no puede sino
alcanzarse en comunión con otros; esta no puede ser plena si
no es en un ámbito social; porque tanto como el guerrero
como el comerciante y el panadero y el sacerdote o el político,
todos ellos buscan su bien y desean y buscan el bien del todo,
porque si el bien del todo es acto, entonces será acto el bien
de las partes.
Y como hemos visto, felicidad y bien van de la mano.
Recordemos que uno de los fines de la comunidad política, de
la polis, es el vivir bien, o la vida buena. La felicidad, según
parece, solo podría alcanzarse en la polis, pues en ella, y no
en otro lugar, es donde las personas pueden alcanzar su
perfección que, sin duda, es la felicidad y es un bien.

1.2.1.1. Felicidad y Política: la política es la actividad cuyo


objeto es el conocimiento de lo bueno y lo mejor, porque
la política es acción y decisión. Ya lo dice ARISTÓTELES “En
efecto, ella es la que establece qué ciencias son
necesarias en las ciudades y cuáles ha de aprender cada
uno, y hasta que punto. Vemos además que las facultades
más estimadas le están subordinadas, como la estrategia,
la economía, la retórica. Y puesto que la política se
sirve de las demás ciencias prácticas y legisla
además qué se debe hacer y de qué cosas hay que
apartarse, el fin de ella comprenderá los de las
demás ciencias, de modo que constituirá el bien del
hombre15”. De lo anterior se colige que solo puede ser el
hombre feliz en la polis y no en otro lugar ni en otra
asociación, pues solo en ella se da la vida buena.

15
ARISTÓTELES, Op. Cit., I, 2.
1.2.2. La Perfección Moral: para alcanzar la felicidad debe
actuarse noblemente, esto es, actuar según la virtud. Si en
una ciudad se es ciudadano, debe por tanto ser no tan solo un
ciudadano, sino que un buen ciudadano; así, entonces, la
bondad del ciudadano está dada por una parte por el mismo
sujeto, que busca su bien y el del todo y, por otra, por el
político, cuya función no es más que la organización de la
ciudad y el discernimiento de todo cuanto debe en ella
hacerse.
1.2.2.1.Las Virtudes Morales:
1.2.2.1.1. Sistema General:
1.2.2.1.2. La Virtud de lo Político: con ello nos referimos a
las virtudes que hacen posible la vida en comunidad.
1.2.2.1.2.1. Justicia:
1.2.2.1.2.2. Prudencia:
1.2.2.1.3. Finalidad de la Virtud:
3. Conclusión:

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