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RESUMEN RESPONSABILIDAD CIVIL

TEORIA GENERAL DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Reseña Histórica de la Responsabilidad civil:


El tema de la responsabilidad civil entendido como la indemnización del daño
sufrido por alguna persona (ya sea en su integridad física o en su patrimonio)
 La responsabilidad civil nace de una necesidad social de buscar una forma
de reparar daños sin acudir a métodos primitivos (evolución).
 El tema de la responsabilidad civil tuvo sus inicios desde los mismos
albores de la humanidad. Existía un apetito de venganza causando un daño
similar al anterior o peor aún a falta de éste la venganza se enfocaba en
alguien de su grupo familiar.
 Luego nació la Ley del Talión, esta ley le puso límites a la venganza en el
aspecto de no involucrar a la familia del causante del daño, entonces
apareció el aforismo del “ojo por ojo y diente por diente” como solución a
ese desagravio que sufría la víctima, con la aplicación del mismo daño que le
aplicó a la víctima (pena equivalente o análoga).
 Posteriormente, con la promulgación de las 12 tablas del derecho romano,
apareció la posibilidad de que el afectado o victima tuviera la posibilidad de
ejercer esa venganza no solo con ejercer el mismo daño (físico) sino con la
aceptación de una compensación económica por ese daño (reses, monedas).
 La aceptación de las monedas era voluntaria, la intervención del juez (ley 12
tablas) era mediadora en el esclarecimiento de esos hechos sin que éste
determinara el monto de la pena. Entonces sobre la victima recaía la
responsabilidad de perseguir al culpable, en este momento el estado no
cumplía la función de hoy como ese tercero de buscar la solución de un
conflicto.
 Posteriormente apareció el concepto actual de responsabilidad civil, el cual
busca proteger unos bienes que son lesionados determinando cual es la
afectación en su componente económico y frente a eso tasar los perjuicios
causados y tratar de indemnizar.
 El concepto de la indemnización es tratar de que revertir el daño dejando a la
persona en estado similar al que se encontraba antes del daño. Sin embargo,
existen dos casos en los que nunca la indemnización revierte el daño causado
como son la muerte y la pérdida de miembros u órganos físicos corporales de
la persona.
Visto lo anterior, concluimos que la responsabilidad civil es un
mecanismo mediante el cual los ciudadanos buscamos resarcir los
perjuicios de una forma racional y pacífica.
Los elementos comunes de la responsabilidad civil se refieren a que tanto la
responsabilidad civil contractual como extracontractual tienen unos elementos
comunes que son tres:
- Debe existir un hecho o una conducta culpable o riesgosa del autor del
daño.
- El daño (para que exista responsabilidad civil debe existir un daño).
- Nexo causal, se refiere al concepto del daño y el nexo causal (entre el
hecho o conducta riesgosa o culposa haya una relación directa con el
daño).
Normatividad (aspectos generales)
Art. 88 Constitución Política: “La ley regulará las acciones populares para la
protección de los derechos de intereses colectivos […] También regulará las
acciones originadas en los daños ocasionados a un número plural de personas,
sin perjuicio de las correspondientes acciones particulares”.
Fundamentos Legales:
Si miramos el tema administrativo:
- Art. 90 Constitución Política: “El estado responderá patrimonialmente
por los daños antijurídicos que le sean imputables por la acción o la
omisión de las autoridades públicas”. La victima puede ser una persona
natural o jurídica.
- Art. 2341 Código Civil: “El que ha cometido un delito o culpa que ha
inferido daño a otro es obligado a su indemnización sin perjuicio de la
pena principal que la ley le imponga por culpa o el delito cometido”.
¿Qué es Responsabilidad?:
- Jurídicamente decimos que es la obligación de asumir las consecuencias
de un hecho, de un acto de una conducta que lesiona a alguien.
- Tamayo Jaramillo “La responsabilidad civil es la consecuencia jurídica
en virtud de la cual, quien se ha comportado en forma ilícita debe
indemnizar los daños producidos a terceros”.
Funciones de la Responsabilidad civil:
1. Reparadora
. - El fin es indemnizar, reparar los perjuicios causados en el ejercicio
de las funciones sociales.
. - Debe ser reparado el perjuicio sin que se constituya en fuente de
enriquecimiento.
. - La finalidad esperada con la reparación es dejar a la víctima en la
misma situación que tenía antes de ocurrir el daño o la misma situación
que tuviese hoy de no haber ocurrido el daño.

El perjuicio debe ser reparado integralmente:


Art. 16 Ley 446 de 1998 Ley de Administración de Justicia: “Valoración
de Daños: Dentro de cualquier proceso que se surta ante la
Administración de Justicia, la valoración de daños irrogados a las
personas y a las cosas, atenderá los principios de reparación integral y
equidad y observará los criterios técnicos actuariales” Inc. Final art.
283 C.G.P.

Concepto de Reparación integral: Según la jurisprudencia el perjuicio


queda reparado integralmente cuando se produce reconocimiento de
daños:

. - Materiales o patrimoniales o pecuniarios. Quien alega el perjuicio


tiene la carga de acreditar el mismo.
. - Inmateriales o extrapatrimoniales o no pecuniarios. Hay una
presunción legal hasta el segundo grado de consanguinidad y primero
civil de que esas personas sufren un perjuicio producto de ese hecho
dañoso. Se acredita demostrando frente a los de consanguinidad el
parentesco y ante los otros las relaciones de afinidad. En estos existe
una presunción que puede ser desvirtuada por quien está llamado a
reparar.

2. Preventiva
. - Las normas de la responsabilidad civil deben estar encaminadas a
evitar la ocurrencia del daño, no solo a repararlo.
. - Principio de precaución. Ley 99 de 1993 (Conservación medio
ambiente). Evitar a través de medio legales, evitar que el daño se
presente.
3. Sancionatoria: en Colombia esta función no se aplica (porque la sanción
trae un daño punitivo)
. - Daño Punitivo Rubro Indemnizatorio a cargo del responsable y a
favor de la víctima cuando este se ha cometido con malicia o mala fe,
que tiene por objeto no reparar sino sancionar al responsable a pagar
una suma de dinero que determine el juez que puede llegar a ser
superior al perjuicio causado. Esta es la diferencia con lo que se aplica
en Colombia, aquí se aplica el principio indemnizatorio.
. - Tiene por objeto sancionar, causar escarmiento social
. - Pretende mostrarle a la sociedad cuales son las consecuencias de
actuar con malicia o mala fe.
. - Colombia no.
Condiciones de la indemnización:
 La indemnización es la suma de dinero a través de la cual se repara el daño
sufrido por una persona en su esfera patrimonial, material o pecuniaria y
extrapatrimonial, inmaterial o no pecuniaria.
 Para que haya indemnización es necesario que se haya causado un daño
 Si no hay daño no hay derecho a indemnización
 ¿Diferencia entre daño y perjuicio?

28-07-2020
ASPECTOS GENERALES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

1. Concepto:

La responsabilidad civil puede ser considerada como el área del derecho


privado, concretamente del derecho de las obligaciones y de los contratos,
que estudia los hechos, acciones u omisiones que generan daños o
perjuicios a las personas, y contrarían o incumplen el orden jurídico, el que
se compone de las normas jurídicas de carácter general, como la
Constitución o la ley, y de las normas jurídicas de carácter particular, como
son los actos o negocios jurídicos, entre esos el contrato o convención. En
general, la responsabilidad civil se conoce en la doctrina como “el hecho
ilícito”.

Existen varias circunstancias que pueden causar responsabilidad, pero todas


parten del concepto de HECHO ILICITO (incumplimiento) (ilicitud civil).

La generación de un hecho ilícito se puede dar por una acción o una omisión.

2. Comparación con otras formas de responsabilidad civil:

Si se hablara en abstracto, podría decirse que, así como el derecho es uno


solo, que se clasifica para facilitar su estudio y racionalizar el trabajo de
los órganos estatales y de los operadores jurídicos, también debería decirse
que la responsabilidad es una sola, ya que se trata de un principio general,
aplicable a todos los ámbitos del derecho, conforme al cual todo el que
cause daño injustificado a otro está obligado a la reparación
correspondiente.
Con todo, hay varios tipos de responsabilidad de acuerdo con las ramas del
derecho como:

- la responsabilidad civil y comercial,


- la responsabilidad penal:
En materia penal la conducta subjetiva se debe realizar con culpa o dolo
para indilgar responsabilidad. En algunos casos de responsabilidad civil
no importa si hubo culpa o dolo, porque hay casos de responsabilidad
adjetiva.

La responsabilidad civil normalmente tiene un mayor grado de relación


con la responsabilidad penal, por cuanto esta última casi siempre tiene
incidencia en la primera. La responsabilidad penal ocurre cuando se
viola la ley penal con de comisión de hechos punibles, para cuyos efectos
se consagra una pena, responsabilidad que es de linaje subjetivo, vale
decir, que necesariamente debe radicarse en cabeza de personas
naturales concretas y determinadas, y según el artículo 21 del Código
Penal (Ley 599 de 2000), puede ser “dolosa o preterintencional”, de
conformidad con las reglas de ese estatuto. Hay teorías que consideran
que las personas jurídicas también pueden cometer infracciones y ser
sancionadas con penas de multas u otras distintas de la privación de la
libertad, y desde ese punto de vista es factible considerar que al lado de
la responsabilidad civil también tienen una responsabilidad punitiva o
correccional, aunque de manera distinta a la de personas físicas.

Algunas violaciones de la ley penal también generan perjuicios de índole


patrimonial y moral, y esta forma de responsabilidad civil se extiende a
los herederos del infractor o a quienes deban responder por el mismo, es
decir, la responsabilidad civil derivada del hecho punible puede
extenderse a terceros, cosa que no ocurre con la responsabilidad penal
que es netamente individual y se extingue por varias causas legales,
entre esas al finalizar la existencia de las personas enjuiciadas.
La responsabilidad civil puede ser tanto de personas naturales como
jurídicas.

La gran diferencia de la responsabilidad civil con la responsabilidad penal


es que mientras en la responsabilidad civil puede haber casos de
responsabilidad adjetiva, en la responsabilidad penal están proscritas al
principio de que nadie puede ser condenado si no actuó en forma dolosa o
culposa.
Otra diferencia es que en materia penal existe discusión si la
responsabilidad se puede aplicar a personas jurídicas, en cambio en
materia civil no existe discusión. Ejemplo: un accidente de tránsito genera
responsabilidad penal como civil.

- la responsabilidad laboral y administrativa:


Las otras formas de responsabilidad como la laboral y la administrativa,
tienen quizás una menor influencia en lo civil, pero no por eso se
excluyen sus relaciones.
. - La responsabilidad laboral: se refiere a los daños ocasionados a raíz
de las relaciones de trabajo, bien sea respecto del empleado o del
empleador, o las entidades del sistema general de seguridad social, y
cuando es a favor del trabajador casi siempre tiene un carácter objetivo,
verbi gratia, la que surge de accidentes de trabajo, la enfermedad
profesional, las pensiones por invalidez o muerte, etc. La responsabilidad
laboral del sistema de seguridad social tiene algunos lugares
circunvecinos de mutua relación con la responsabilidad civil, como los
temas relativos a los perjuicios por lesiones o muerte de una persona. Y
en esas eventualidades, como en otras varias, las prestaciones
respectivas, por ejemplo, las pensiones por invalidez o muerte pueden
llegar a tener influencia en el campo civil, aunque son puntos que
todavía ofrecen controversia, puesto que no es fácil determinar en todos
los casos si al lado de la pensión por invalidez o muerte pueden coexistir
indemnizaciones civiles por lucro cesante, que en un comienzo
parecieran estar excluidas. También es cierto que algunas
indemnizaciones civiles utilizan por analogía las prestaciones propias de
la seguridad social o del derecho laboral, que pueden ser las
indemnizaciones laborales, o en algunos casos emplear el juez civil el
salario mínimo para liquidar reparaciones.

Cuando existe un seguro, una cosa es el reconocimiento de una prestación


asistencial bajo el sistema de seguridad social y otra cosa es la
responsabilidad del causante del daño y la indemnización de perjuicios.

- del régimen de seguridad social: En torno a las prestaciones en salud


también pueden relacionarse los campos de responsabilidad civil y laboral,
pues muchas veces los gastos o prestaciones por lesiones son cubiertas por
las entidades de seguridad social, y es natural que eso deba tener alguna
influencia en la tasación de perjuicios que efectúe el juez civil, para evitar
un doble pago. Es más, la asistencia prestacional de las relaciones
laborales y de la seguridad social, se han considerado como ciertas formas
de socialización de los daños, es decir, de su distribución social.

En el régimen de seguridad social no se convierte en un proceso de


responsabilidad civil, aquí no se determina ni siquiera quien es el
responsable o causante del daño, más bien aquí se debe cumplir con los
requisitos legales que le exigen para acceder a la pensión de invalidez; si
estos se cumplen, no se exige a la persona que debe haber una sentencia
condenatoria que determine la responsabilidad del causante del daño,
cumplir con más de 50 semanas cotizadas en los últimos 3 años y acreditar
una perdida física de más del 50%.

Existen lesiones que son cubiertas por las entidades de seguridad social y se
pensaría que eso tiene que ver con la indemnización, sin embargo, si la
persona no quedó con pérdida de la incapacidad laboral, pero si quedó con
una discapacidad que lo inhabilitó para trabajar por unos meses. Esta
incapacidad a partir del tercer día se la debe reconocer el sistema de
seguridad social. El trabajador también podría solicitar indemnización por el
daño físico.

- la responsabilidad del Estado (administrativa): surge normalmente por la


actuación u omisión de los entes públicos, o de ciertos particulares, verbi
gratia, cuando estos son delegados para el ejercicio de funciones o
actuaciones administrativas, puede ser contractual o extracontractual,
aunque modernamente la responsabilidad extracontractual pública se
funda en la falla del servicio y el daño antijuridico. También puede haber
lugares comunes o de choque con la responsabilidad civil, ya que, por
ejemplo, la conducta de un agente estatal puede generar dificultades en
cuanto a la restructuración del tipo de responsabilidad, y así examinada esa
conducta desde el punto de vista meramente personal su responsabilidad
puede considerarse civil, mientras que, examinada como agente del estado,
la responsabilidad puede ser estatal. Del mismo modo, como también puede
ocurrir con lo laboral, una indemnización pagada por la administración
pública tiene efectos indudables en otro reclamo por el mismo hecho en el
campo civil, para evitar una doble indemnización injustificada.

La responsabilidad administrativa tiene unos factores de imputación y unos


medios de control distintos a los que tiene el régimen civil. En cuanto a
factores de imputación se analiza si hubo falla en el servicio, riesgo
excepcional, daño especial, omisión administrativa ; y en cuanto a medios de
control, habría que mirar si el daño proviene de un acto administrativo
particular y concreto se solicita a través de una acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, si es un acto administrativo de contenido
general a través de una nulidad simple, si es una afectación de un interés de
una persona proveniente de una falla en el servicio a cargo del mismo estado
se hará a través de una reparación directa y la acciones electorales que se
puedan presentar en temas relacionados con el ejercicio del derecho al voto.

Para el Consejo de Estado (contencioso) no se exime de responsabilidad el


caso fortuito como si lo es para la jurisdicción civil. Para el Consejo de
estado las causales de exoneración de la responsabilidad civil está la fuerza
mayor, el hecho de la víctima y el hecho de un tercero.
Entonces para la responsabilidad civil se incluye la fuerza mayor y el caso
fortuito.
También se puede incurrir en una responsabilidad laboral administrativa
cuando el empleador es la misma entidad estatal (responsabilidad laboral
administrativa).

3. La Cosa Juzgada

A propósito de las relaciones entre la responsabilidad civil y la penal, vale


la pena anotar que cuando un hecho ilícito ha sido juzgado por la justicia
penal, la decisión condenatoria o absolutoria emitida por el funcionario
penal influye en la decisión indemnizatoria que deba tomar el juez civil,
aunque esa influencia no es absoluta.
Si se trata de decisión condenatoria en firme, no puede ponerse en duda la
responsabilidad del condenado para los efectos pertinentes, salvo que en el
tema de la responsabilidad civil la acción atinente a esta se haya extinguido
por los medios legales, verbi gratia, reparación integral, conciliación,
prescripción u otro con efectos de extinción.
La mayor dificultad se ha ofrecido cuando la acción penal se ha extinguido,
donde cabe indagar si la acción civil corre la misma suerte. Sobre el
particular, el Código de Procedimiento Penal de la ley 600 de 2000, de
materia similar a los anteriores, dijo en materia de efectos de la cosa
juzgada penal absolutoria, articulo 57, que “la acción civil no podrá
iniciarse ni proseguirse cuando se haya declarado, por providencia en
firme, que la conducta causante del perjuicio no se realizó o que el
sindicado no lo cometió o que obró en estricto cumplimiento de un deber
legal o en legítima defensa”, y así aceptó una influencia necesaria de la
decisión penal absolutoria en el proceso en el proceso civil de perjuicios
por el mismo hecho.

Con todo, la jurisdicción civil ha considerado que esa influencia de la


absolución penal no es definitiva, ya que como reiteró la Corte en casación
civil del 26 de febrero de 1998 (Exp. 4702, M.P. Jorge Antonio Castillo
Rugeles), ¡Error! Marcador no definido, si bien no puede desconocerse esa
decisión de la justicia criminal, dada la necesidad de evitar decisiones
contradictorias que mengüen la unidad de jurisdicción que debe orientar las
sentencias judiciales cuando se refieran a un mismo objeto, de todas
maneras, el efecto erga omnes del proceso penal debe predicarse siempre
para la cuestión punitiva, aunque deben tenerse en cuenta dos aspectos:
“(i) los jueces penales tienen la función privativa de decidir sobre la
existencia del hecho constitutivo de la infracción penal, si ese mismo
hecho le es jurídicamente imputable al sindicado, y en fin, si se produjo con
las características exigidas por la ley para motivar la aplicación de una
determinada pena prevista en el código del ramo;

“(ii) En general y por eso mismo dejando a salvo eventos de excepción


legalmente regulados, los jueces del fuero punitivo en el marco propio de la
acción penal, no están llamados a estatuir sobre hechos determinantes de
simple responsabilidad civil no condicionada por la solución dada a la
cuestión penal en el correspondiente fallo; si lo hacen, no se remite a duda
que sus conclusiones forman parte del juicio jurisdiccional así emitido, pero
lo cierto es que a ellas no se une la autoridad absoluta a la cual viene
aludiéndose y por ende “...no existe ningún inconveniente para que sean
contradichas en el proceso civil, puesto que aun cuando el mismo juez
penal hubiera advertido su error, su resolución no habría sido modificada.
El juez civil no tropieza con la decisión dada a la acción pública, no la
declara inexacta, y solamente aprecia a su manera hechos que el juez penal
no tenía por qué considerar...’ (Mazeaud. Op. Cit, Num. 1766)” (Casación
del 15 de abril de 1997)”.

Igualmente, en casación civil del 12 de octubre de 1999 (exp. 5253, M.P.


Manuel Ardila Velásquez), la Corte precisó varias cosas para que ocurra
la influencia de cosa juzgada penal en lo civil:

a. El fallo civil no debe haberse proferido con anterioridad, porque eso es


lo que quiere significar la norma procesal penal cuando establece que
la acción civil no ha concluido, no puede “proseguirse”.
b. La absolución penal debe descansar en una de las causas descritas en
la anterior norma penal, “porque es natural pensar que la preceptiva
en cita, atendidos sus peculiares efectos, rechaza su aplicación en
aquellos eventos en que, como ocurre a menudo, el pronunciamiento
penal se ofrece oscuro, ambiguo y hasta contradictorio…”, de manera
que la autoridad de dicha absolución debe tener lugar cuando el
pronunciamiento penal sea cierto, no esté afectado de duda y no se
preste a interpretaciones diversas, “porque si para ello se requieren
elucubraciones más o menos intensas a fin desentrañar cuál fue el
verdadero motivo de la absolución, eso mismo descarta la aplicación
del postulado. De ahí que sea de desear que los fallos penales sean
refulgentes acerca de estos puntos.

c. Es razonable que el juez civil “…dentro de la órbita de su


competencia y en desarrollo del juicio propio previsto en la ley, evalué
la conduta del sindicado a efectos de auscultar la responsabilidad que
dentro del marco puramente civil le pueda caber; será quien, ya
pudiendo hablar, delante el correspondiente análisis a objeto de
determinar si la absolución penal por causa diversa de aquellas de las
que expresamente se ocupa el legislador, ha de tener acatamiento o
no, todo de conformidad con las peculiaridades propias de cada caso,
y sin perder de vista el riguroso estudio que imponen la dificultad y la
complejidad del tema con el fin de superar los incontables escollos
con que la doctrina y la jurisprudencia han tropezado. Lo cierto es
que ya el proveído penal no ata, con la fatalidad vista, al juez civil”.

d. Expuso la Corte también que los motivos de absolución penal que


impiden la acción civil son de carácter limitado, por lo cual no
pueden aplicarse de manera amplia, y concluyó sobre el tema:
“Establecida la taxatividad en el punto, conviene enseguida memo-
rar los eventos que tienen la virtualidad de silenciar al juez civil.
Tradicionalmente se ha hablado de proveído absolutorio que halla su
fuente en que el hecho investigado no existió, o que el sindicado no
lo cometió, o que éste obró en riguroso cumplimiento de un deber o
en legítima defensa. Tanto el primero como el tercer caso son tan
coruscantes que relevan al intérprete de cualquier comentario y su
comprobación se convierte en una tarea bastante hacedera. Acaso el
segundo reclama puntualizar, pues en él se anidan muchas
equivocaciones, de lo cual es muestra patente el caso que de
momento ocupa la atención de la Corte, que necesariamente abarca
todas las hipótesis en que la absolución penal se debió al
reconocimiento de un hecho que rompe el nexo causal indispensable
para la configuración de la responsabilidad civil; en reducidas cuentas,
quedan compren- didas allí todas las hipótesis que caen bajo el
denominador común de ‘causa extraña’. Evidentemente, llegarse a la
absolución porque se estima que medió el caso fortuito o la fuerza
mayor, o el hecho de un tercero, o la culpa de la víctima, es tanto
como asegurar que el hecho generador de la responsabilidad que se
imputa al procesado no lo cometió éste. Obsérvese bien que la ley, al
referirse al hecho, no ha-bla a secas, como para que entonces no
pudiera hablarse más que de una participación física o material del
sindicado, sino que alude es al hecho ‘causante’ del perjuicio, para
aludir así al hecho jurídicamente relevante en la producción del daño.
“Quizá no está de más rememorar aquí con mayor énfasis el celo con
que el juez civil se aplicará a verificar una cualquiera de tales causas,
fijando su atención especialmente en el aspecto intrínseco del
pronunciamiento penal, antes que en nomenclaturas que fácilmente lo
puedan distorsionar. En esto quiere ser insistente la Corte: si la
decisión penal no es lo suficientemente puntual al respecto, la norma
comentada rehúsa su aplicación.” (Gaceta Judicial G.J. Tomo CCLXI,
Número 2500).

la anterior posición, según la cual el juez civil debe verificar si en


realidad el proveído penal absolutorio se ajusta a las causas que
impiden la acción civil, se ha reiterado varias veces, entre ellas en
casación civil de 16 de mayo de 2003, expediente 7576. y aunque el
nuevo Código de procedimiento penal (ley 906 de 2004), no consagra
una norma igual al artículo 57 del anterior estatuto en esa materia,
conserva vigencia la doctrina sentada por la sala de Casación Civil
de la Corte suprema de Justicia, en cuanto a que la absolución penal
se aplica plenamente en lo punitivo y que el juez civil debe analizar el
contenido de la decisión penal, en aras de establecer si lo allí
decidido significa la ruptura del nexo causal de la responsabilidad
civil, vale decir, si produce efectos de cosa juzgada para el reclamo de
perjuicios por la vía civil. en ese sentido, debe entenderse el artículo
80 del actual Código de procedimiento penal cuando establece: “La
extinción de la acción penal producirá efectos de cosa juzgada. Sin
embargo, no se extenderá a la acción civil derivada del injusto ni a
la acción de extinción de dominio”, norma declarada exequible
mediante sentencia C-591 de 9 de junio de 2005. es lógico entender
que la extinción de la acción penal no se extiende a la acción civil
derivada del hecho, pero naturalmente que el juez civil debe
analizar si de todas maneras hay o no cosa juzgada, según lo antes
dicho.

4. Fuentes de la Responsabilidad Civil:

Es problemático tratar las fuentes de la responsabilidad civil, esto es,


determinar ¿en que se origina la responsabilidad civil? Decía el profesor
Ricardo Uribe Holguín, que “la responsabilidad civil solo puede tener una
de dos causas: el incumplimiento de la obligación y la comisión del hecho
ilícito”, y así de sencillo deben tenerse las fuentes de la responsabilidad,
con algunas precisiones. Como emana del concepto general de
responsabilidad civil, esta se genera en los hechos, acciones u omisiones
que generan daños o perjuicios a las personas, y contrarían o incumplen el
orden jurídico, que se compone de las normas jurídicas de carácter general,
como la Constitución o la ley, y de las normas jurídicas de carácter
particular, como los actos o negocios jurídicos, entre esos el contrato o
convención. En resumen, la responsabilidad civil se origina en el “hecho
ilícito”, entendido como la infracción de la ley o del negocio jurídico, que
cause daños o perjuicios.

- El incumplimiento de una obligación tiene que ver con la responsabilidad


civil contractual (existe un incumplimiento a un contrato prexistente)
- La comisión de un hecho ilícito (si no existe contrato)
Entonces las fuentes de la responsabilidad civil son el contrato o el hecho
ilícito. Ese incumplimiento del contrato de la obligación y la comisión del
hecho ilícito pueden generar un daño por acciones u omisiones,
requisito para que se presente responsabilidad civil (el daño).

Daño: afectación de un bien perteneciente al afectado


Perjuicio: cuantificación económica del daño.

5. La responsabilidad y su ubicación como fuente de obligaciones.


También debe recordarse que la responsabilidad civil es una de las fuentes
de las obligaciones. de ahí que la responsabilidad hace parte del derecho
de las obligaciones, común a los negocios jurídicos y las otras fuentes, es
decir, a lo contractual y lo extracontractual.

Cabe recordar que las fuentes de las obligaciones, según la teoría clásica
que consagra el Código Civil, son el contrato, el cuasicontrato, los delitos,
los cuasidelitos y la ley (artículos 666, 1494 y 2302, modificado este último
por el art. 34 ley 57 de 1887).

La responsabilidad entonces puede provenir de un hecho ilícito o del


incumplimiento de una obligación.

la teoría clásica sobre las fuentes de las obligaciones tuvo su origen en el


derecho romano, ya que en Roma los actos jurídicos normalmente eran
contratos, es decir, un acuerdo de voluntades, y si algo no era un contrato,
o era casi parecido a un contrato, y podía generar obligaciones, lo
denominaban cuasi-contrato, esto es, que era casi un contrato; al igual que
si un hecho ilícito no era delito, pero se le aproximaba o se parecía, se le
llamaba un cuasidelito.

la teoría clásica sobre la fuente de las obligaciones ha sido muy criticada, ya que las
nociones de cuasicontratos y cuasidelitos están superadas en los tiempos
modernos, aunque a veces pareciera que toda la crítica se resume en el
cambio de unos nombres y unas precisiones conceptuales.

las teorías modernas, uno de cuyos principales cultores es Josserand,


dicen que las fuentes de las obligaciones están en:

a. los actos jurídicos, incluyendo los unilaterales, bilaterales o


plurilaterales, que se relaciona con la voluntad de los partícipes en el
acto, y dentro de ellos se encuentran los negocios jurídicos y los
contratos;

b. el enriquecimiento sin justa causa, que es fuente obligacional y


sustituye al cuasicontrato; los hechos o actos ilícitos, que comprenden
los delitos y los otros que antes de llamaban cuasidelitos; y

c. la ley, que en algunos casos fija obligaciones de manera directa, como


obligaciones entre padres e hijos. esta teoría también fue criticada,
porque si bien superó lo relativo a cuasicontratos y cuasidelitos, la ley
no es fuente inmediata, sino mediata de toda obligación.
Otras teorías modernas buscan sustituir el concepto de la ley como
fuente de las obligaciones, dada la crítica anterior, y por eso se refieren a
las siguientes:

a. Acto jurídico, que comprende las declaraciones de voluntad, en general,


como contratos, negocios unilaterales, bilaterales, entre otros;

b. los hechos jurídicos lícitos e ilícitos;

c. ciertas situaciones de hecho o de derecho que pueden engendrar


obligaciones, noción esta que sustituye la ley como fuente de
obligaciones, como, por ejemplo, relaciones de parentesco, situaciones de
vecindad, agencia oficiosa, etc.; y

d. el enriquecimiento sin causa. de lo anterior puede verse, entonces, que


cualquiera sea la teoría que se adopte sobre las fuentes de las
obligaciones, lo cierto es que el tema de la responsabilidad civil recoge
varias de dichas fuentes, bien sea que se estimen los contratos, los
cuasicontratos, los delitos y cuasidelitos como hechos ilícitos, y demás,
que al ser fuente de obligaciones generan responsabilidad civil.

ELEMENTOS COMUNES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Sin perjuicio de ciertos elementos específicos de las distintas formas de


responsabilidad, pueden resumirse aquí los elementos comunes de todo tipo
de responsabilidad civil, aunque la temática de elementos comunes
tampoco escapa a la controversia sobre la clasificación, que luego se verá.

Así, en toda clase de responsabilidad precontractual, contractual o extra-


contractual, deben concurrir los siguientes elementos:

1. un hecho o una conducta culpable o riesgosa;

2. un daño o perjuicio concreto a alguien;

3. el nexo causal entre los anteriores supuestos.

1.HECHO O CONDUCTA CULPABLE O RIESGOSA

Este elemento tiene lugar con todo hecho, o toda conducta de acción u
omisión, que pueda imputarse a una persona, directa o indirectamente, con
origen en la culpabilidad o en una actividad riesgosa o peligrosa que hace
presumir la culpa.

Cuando se habla de culpabilidad es que la conducta puede culposa o


dolosa, y que a la persona responsable se le puede imputar de forma
directa e indirecta.

Se habla de actividad riesgosa cuando el daño se ha causado en el


ejercicio de una activada peligrosa (art. 2656 C.C.). En esta actividad
riesgosa se presenta una presunción de culpa (o sea que el afectado o
tiene que acreditar que existió un daño y el nexo causal y que ese daño
proviene de esa conducta. A la persona a quien se indilgue la
responsabilidad por actividad riesgosa o culpo peligrosa tendrá que
acreditar una causa extraña

Cuando se presenta una concurrencia de culpas (victima y causante del


daño), de acuerdo al articulo 2356 del C.C. es una reducción del monto
indemnizable. Quiere decir que al tener la victima incidencia causal en
la causación del daño no se le va a reconocer totalmente la
indemnización.

También se puede alegar fuerza mayor o caso fortuito (art. 64 C.C. es


como si los dos conceptos fueran sinónimos) y también contempla la
acción de un tercero a quien se le puede indilgar responsabilidad.

Sobre la actividad riesgosa se ha dicho que genera una responsabilidad


objetiva, vale decir, ajena a una imputación subjetiva, pero en el campo del
derecho privado esto no ha sido aceptado en su totalidad, pues la Corte
suprema de Justicia y con ella parte de la doctrina, estima que en esos
eventos no hay propiamente una responsabilidad objetiva, pues sigue siendo
subjetiva, aunque se facilita a la víctima la demostración de la
responsabilidad con la presunción de la culpa, no obstante que puede
aceptarse la expresión de “responsabilidad objetiva” como sinónima de
dicha presunción, sobre lo cual se volverá en este acápite. las personas
actúan o se abstienen de hacerlo, como también pueden generarse hechos
de personas a su cargo o de sus cosas, y esa conducta o actividad puede ser
culpable, con presunción de culpa o con responsabilidad objetiva.

Si quien alega la existencia de una fuerza extraña en la ocurrencia del hecho


dañoso, debe acreditarla, de lo contrario tendrá que indemnizar los perjuicios.

Para eximirse de responsabilidad para actividades peligrosas tiene tres


posibilidades para alegar: fuerza mayor, caso fortuito, hecho exclusivo de la
víctima o hecho de un tercero.
1.1. Clasificación de la culpabilidad.

Inicialmente debe considerarse que de acuerdo con el artículo 63 del


Código Civil (grado de diligencia y cuidado que se debe emplear), la culpa
o descuido tiene tres especies:

a) la culpa o negligencia grave o lata, (menor grado de diligencia y


cuidado) “que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel
cuidado que aun las personas negligentes o de poca prudencia suelen
emplear en sus negocios propios”. esta especie de culpa en lo civil
equivale al dolo, aunque no son figuras iguales, porque al final la
norma precisa que el dolo es “la intención positiva de inferir injuria a la
persona o propiedad de otro”.

b) la culpa o descuido leve, o ligero, que es la falta de una diligencia


y cuidado comunes, que las personas “emplean ordinariamente en sus
negocios propios”, es decir, que se trata de una culpa que “se opone a
la diligencia o cuidado ordinario o mediano”, como es la actuación de
“un buen padre de familia”.

c) y la culpa o descuido levísimo, que consiste en “la falta de aquella


esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en la
administración de sus negocios importantes”, y “se opone a la suma
diligencia o cuidado”.

Esta grabación de la culpa solamente se aplicará en el contrato. Si


dentro del contrato no se pacta el grado de diligencia y cuidado se
aplicará lo que t

Estas tres clasificaciones solo tienen aplicación en materia de


responsabilidad civil contractual, porque estos grados de diligencia y
cuidado son las que pueden estipular las partes dentro de un contrato,
incluso aumentarlas porque son de libre disposición de las partes.

sobre el particular, sin entrar en las disquisiciones sobre las críticas a la


anterior clasificación tripartita de la culpa, por las razones de espacio de
este trabajo, es pertinente hacer dos precisiones:
Para la responsabilidad civil extracontractual se presenta es el respeto por el deber
general de prudencia (o sea que la actuación de la persona debe ser diligente,
prudente, tener pericia y actuar de acuerdo a las normas). Cuando se exige el grado
de negligencia y cuidado, se pueden presentar estos cuatro factores o al menos dos de
ellas.
De otro lado, a pesar del divorcio que ha querido plantearse en algunas
ocasiones entre las áreas civil y penal, lo cierto es que la conducta
culpable, o la culpabilidad, en ambas materias tienen mucha similitud, y
prescindiendo del fenómeno de la preterintención cuya especificación sí
parece ser más propia de algunas conductas punibles, puede decirse que en
general la culpabilidad es a título de dolo o de culpa.

El dolo, de acuerdo con el criterio generalizado y el ya citado artículo 63


del Código Civil, es “la intención positiva de inferir injuria a la persona o
propiedad de otro”, es decir, que se refiere a un criterio intencional, a un
acto voluntario y deseado, y tenga o no relevancia en el campo penal, el
hecho puede generar responsabilidad civil.
Nos habla de la intencionalidad de realizar el hecho dañoso, aspecto que
incide en el tema de la responsabilidad penal y civil

la culpa, en cambio, es una conducta sin intención de causar daño, pero


que de todos modos puede generarlo, y se tipifica en varias situaciones: la
imprudencia, que se da cuando el agente es consciente de la actividad y el
posible daño, y hasta puede preverlo, pero confía imprudentemente en poder
evitarlo; la negligencia, donde la persona actúa sin prever el daño, no
obstante que está obligado a preverlo, o como se dice comúnmente, actúa con
“imprevisión del resultado previsible”, forma esta que comprende la impericia,
la inobservancia de normas o reglamentos y la falta de vigilancia.

1.2. Actividades riesgosas o peligrosas.

Hay casos en que se trata de una actividad riesgosa o peligrosa, es decir, el


desarrollo de actividades en que la persona no actúa con sus fuerzas
comunes, sino a través de cosas, aparatos o animales que aumentar la
fuerza común y por eso generan un mayor riesgo de daño a los demás, cual
ocurre con la manipulación de armas de fuego, conducción de vehículos
automotores o de otra clase, maquinarias, construcción de edificaciones o
de obras, etc. esta es una de las cuestiones donde ha sido más fecunda la
jurisprudencia de la Corte con fundamento en el artículo 2356 del Código
Civil, como explicará en la responsabilidad extracontractual.

Quien genere el mayor riesgo, es quien debe entrar a indemnizar ese


perjuicio.

Por ahora basta anotar que en esos eventos, para algunos hay una especie
de responsabilidad objetiva, que prescinde de la culpa o imputación
subjetiva, pero otra tesis, que sigue la Corte suprema de Justicia, sigue
rigiendo la culpa, sólo que esta se presume, es decir, que acreditada la
actividad peligrosa o la obligación de resultado, imputables al demandado,
se presume su culpa o responsabilidad, y el mismo puede desvirtuarla a
través de la denominada causa extraña, que comprende: fuerza mayor o
caso fortuito, el hecho de un tercero o culpa exclusiva de la víctima.

1.3. Conclusiones sobre la culpabilidad.

Así que, en estos temas de la responsabilidad, pueden resumirse dos


aspectos:

a). el de la teoría sobre la culpa probada tratándose de actividades


comunes o en obligaciones de medio, esto es, la carga de la prueba que
incumbe al demandante de acreditar la culpabilidad del demandado;

En la culpa probada la carga de la prueba está en cabeza de quien alega la


ausencia de diligencia y cuidado, ejemplo: la responsabilidad médica, la
responsabilidad de un abogado, la responsabilidad de los administradores.

b). tratándose de actividades peligrosas u obligaciones de resultado la


Corte ha acudido a la presunción de culpa, que obedece a una
responsabilidad subjetiva y no objetiva.

En este caso, la carga de la prueba se invierte, quien ejerce la actividad peligrosa


entra culpable al proceso y tendrá que demostrar que fue una circunstancia externa
y totalmente ajena (causal que exime de responsabilidad denominadas causa
extraña como son fuerza mayor, caso fortuito, hecho exclusivo de la victima o un
hecho exclusivo de un tercero) como eximentes de responsabilidad . Si esa
persona no acredita esto, el demandante saldrá avante en sus pretensiones.

04-08-2020

Repaso:

Origen de la responsabilidad civil: son los hechos ilícitos, es decir aquellas


conductas que no tienen la intencionalidad de causar el daño, pero sin embargo lo
causan y que finalmente esa conducta esté prohibida por el ordenamiento jurídico
en materia civil.
El hecho ilícito consiste en el incumplimiento de una obligación contractual, o
sea existe un vinculo prexistente en donde las partes se obligan a realizar una
prestación, tienen la intención inicial de dar cumplimiento, sin embargo, se
presenta un incumplimiento y éste genera un perjuicio, presentándose el hecho
ilícito que es el incumplimiento.

Partamos del hecho ilícito y hecho culposo

Hecho culposo: hecho causado sin la intención de dañar

Independiente que el daño sea contractual o extracontractual, el elemento


subjetivo siempre va a ser el mismo, va a ser la culpa.

El hecho culposo es una subclase del hecho ilícito, el hecho ilícito es el género,
entonces dentro de él vamos a englobar el hecho culposo (se actuó con elemento
subjetivo de la culpa).

Existen hechos ilícitos en los cuales no importa el elemento subjetivo, es decir


que si la conducta se realizó con dolo o culpa como la responsabilidad adjetiva, o
hay casos como la responsabilidad por actividades peligrosas donde no importa
ese elemento subjetivo.

Lo que vuelve ilícito el hecho es la conformidad o inconformidad del orden


jurídico, porque existen circunstancias objetivas que son ilícitas también.

Cuando existe un hecho dañoso y se ve afectada la integridad física de la persona,


van a confluir tanto la responsabilidad civil como la seguridad social.

Cuando se habla de la responsabilidad civil tiene que demostrarse quien fue el


responsable, quien indemniza fue quien causó el daño; en cambio la seguridad
social no nos exige esa declaratoria de responsabilidad para cumplir con las
prestaciones. Entonces en la responsabilidad civil, para que parta la prestación se
demostrar quien es el responsable del daño y ese será obligado a reparar; en el
sistema de seguridad social no se exige que se acredite responsabilidad, solo se
debe cumplir con unos requisitos que exige la ley para reconocer ese tipo de
prestaciones.

Este tema es importante porque la persona puede acumular el reconocimiento del


sistema de seguridad social y solicitar a la vez indemnización de esos perjuicios al
causante del daño.

Que es el delito y que es cuasidelito en materia civil: el cuasidelito es una


conducta que se realiza sin intención de causar el daño y sin embargo se produce
y causa un daño.
Cuando se presenta un delito penal y un delito civil, el juez analiza el elemento
subjetivo de la conducta, pues analiza lo mismo, o sea la intención de causar
daño. Lo que en este caso varía es el tema normativo, entonces en el Código
vamos a encontrar las definiciones del dolo y nos habla que el dolo parte de la
existencia de la intención de causar el daño haber dejado el resultado al azar.

Cuando se habla del dolo penal es que este consiste en el atentado a un bien
protegido por el ordenamiento jurídico penal realizado de forma dolosa o culposa,
y en materia penal solo puede realizarse desde esos dos elementos subjetivos.

Cuando se habla del delito civil se está hablando del dolo, y cuando le hablan del
delito penal se habla de la culpa y el dolo.

A diferencia con la responsabilidad penal es que en la legislación civil si hay


responsabilidad adjetiva, es decir, en materia civil si podemos suprimir el
elemento subjetivo de la conducta. A la legislación civil le interesa reconstituir el
patrimonio de las personas.

Tanto el juez civil como el juez penal analizan la conducta dolosa con la que se
actuó al momento de causar el daño.

Diferencia entre el cuasidelito y culpa: la culpa es un elemento que estructura el


cuasidelito, y la culpa puede ser una imprudencia, una negligencia o una
violación de reglamentos.

Lo que interesa del tema de la culpabilidad, es lo que analiza el juez penal y el


juez civil en su momento.

En materia penal como civil la culpa tiene la misma interpretación.

Dolo civil contractual y dolo civil extracontractual: en el dolo contractual hay que
demostrar que además de no cumplir con esa responsabilidad hubo intención de
deliberada de no cumplir con el contrato.

El dolo contractual se presenta cuando el deudor en forma deliberada y sin que


haya causa extraña que se lo impide, incumple con la obligación del contrato.

Cuando se presenta un incumplimiento puro y simple, quiere decir que el deudor


nunca realizó una prestación a la que se comprometió. Cosa diferente es cuando
se habla del cumplimiento defectuoso, o sea, el deudor si cumplió, pero
defectuosamente; también cuando hay un cumplimiento tardío, y en este caso lo
que único que se podría alegar es la causa extraña para eximirse de
responsabilidad.
En el dolo extracontractual lo que se plantea es la violación al deber general de
prudencia.

Existe una clasificación tripartita de la culpa, la cual indica que puede existir una
culpa grave, leve y levísima, de acuerdo al grado de diligencia y cuidado que se le
exige al contratante. Esta clasificación va de menor a mayor:

Cuando se habla de culpa grave se refiere a que el deudor haya actuado


demasiadamente negligente y muy poco cuidadoso para que tenga que responder;
en la culpa leve, el actuar del deudor es de negligencia mediana (un padre de
familia). Cuando se habla de la culpa levísima, se refiere a que el deudor tiene
que ser demasiado diligente y cuidadoso.

Si las partes no pactan cual va a ser el grado de diligencia y cuidado, pues cada
contrato lo tiene especificado (art. 1604 C.C.), dependiendo de quien se beneficie
en el contrato. Cuando en el contrato solo se beneficia el acreedor, para que sea
responsable en el contrato de la conducta irresponsable; en los contratos con
beneficio recíproco o sea los bilaterales (obligados recíprocos), en ellos la
conducta será levísima cuando el contrato le aporta solo beneficio al deudor.

Se exime de responsabilidad cuando se demuestra que existió una fuerza mayor,


o que se actuó diligentemente.

11-08-2020

RESPONASBILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL

I. Tipos de responsabilidad Contractual: según el origen del daño y según la


carga de la prueba de la culpa y de la exoneración del deudor.

A. Tipos de responsabilidad contractual según el origen del daño:

Tipos de incumplimiento contractual: la responsabilidad civil contractual tiene


su origen en el daño surgido del incumplimiento de las obligaciones
contractuales. En ese sentido, el daño puede tener su origen en:

- Incumplimiento puro y simple del contrato

No se cumplió con ninguna prestación de ese contrato. Esta diciendo que


el deudor no ejecutó ninguna de las prestaciones a las cuales se obligó
dentro del contrato. En este caso, el deudor para eximirse de
responsabilidad tendrá que demostrar la ocurrencia de una causa
extraña.

- En su cumplimiento moroso:

En este caso el moroso le cumple al afectado, pero tardíamente. El


afectado tendrá que acreditar los perjuicios que le causaron con ese
incumplimiento. Se puede dejar sin efectos el contrato si aún está vigente.
Ejemplo: contrato de suministro.

- En su cumplimiento defectuoso.
Cumplen, pero no en el grado en el que se comprometieron. El afectado
debe atacar ese cumplimiento como defectuoso y entonces.

B. Tipos de responsabilidad contractual según la carga de la prueba de la culpa:


Las cargas probatorias del deudor y del acreedor contractual varían de
acuerdo con la naturaleza de cada contrato y de la obligación incumplida. En
efecto, mientras en algunas oportunidades el demandante debe establecer la
culpa del deudor, en otras, dicha culpa se presume. Esa diversidad probatoria
muestra varias clasificaciones elaboradas por la doctrina y la jurisprudencia,
siendo la principal de ellas la consistente en separar las obligaciones de medio
de las de resultado. Esta distinción entre obligaciones de medio y de resultado
no se presenta dentro de un incumplimiento puro y simple y de cumplimiento
moroso, pues en los dos casos la culpa del deudor no tiene incidencia y solo se
exonera de culpa mediante la prueba de la existencia de una causa extraña.
El legislador en ninguna parte habla de obligaciones de medio y obligaciones
de resultado.

a. La carga probatoria en las obligaciones de medio: se da en la


responsabilidad contractual por cumplimiento defectuoso de las
obligaciones contraídas. En algunas obligaciones contractuales de medio
el deudor entra inocente al proceso y es al acreedor demandante a quien
corresponde probar la culpa del deudor. Ejemplo: la responsabilidad del
mandatario o del médico por cumplimiento defectuoso del servicio
prestado.
En otros casos, la obligación de medio supone la presunción de culpa del
deudor, pero este puede exonerarse demostrando diligencia y cuidado,
es decir, ausencia de culpa. No se le exige al deudor la prueba de una
causa extraña. Ejemplo: la presunción de culpa contra el vendedor de la
compraventa civil en caso de pérdida de la cosa vendida.

A su vez, en esas obligaciones de medio se distinguen dos tipos de


responsabilidad:

 Responsabilidad civil con culpa probada : en el proceso de


responsabilidad civil el demandado entra al proceso exonerado de
responsabilidad, porque el demandante, de acuerdo al artículo 167
tiene la carga de demostrar que el demandado actuó con ausencia de
diligencia y cuidado.
En esta culpa probada, como demandante se debe acreditar la
ausencia de diligencia y cuidado. Ejemplo: la culpa del abogado,
cuando no asiste a la audiencia de instrucción y juzgamiento. Otro
ejemplo, el médico, el contador en la declaración de renta.

 Responsabilidad civil con culpa presunta: en ella relevan de esa carga


al demandante el demandado entra al proceso siendo responsable.
Cuando esto ocurre, el demandado tendrá que acreditar que existió
una causa extraña que hace una ruptura del nexo causal. Que, si bien
él viene cumpliendo con el contrato, el incumplimiento proviene de
una conducta de un tercero, de un hecho de la naturaleza o de un caso
fortuito.
Obligaciones que se adquieren: obligaciones de medio y de resultado.
En esta existe una presunción de culpa, entonces el demandante es
relevado de la responsabilidad de demostrar la culpabilidad del
demandado.

Este tipo de clasificación se aplica al ejercicio de cierto tipo de


contratos o al ejercicio de cierta actividad peligrosa. Ejemplo: la
perdida de cuerpo cierto en el contrato de compraventa.

b. La carga probatoria en las obligaciones de resultado: en estas también se


encuentra diferencias de tipo probatorio:
En estas, el deudor si se compromete a obtener una finalidad, es decir
cumple con su prestación obteniendo ese resultado al cual se
comprometió. En ellas, si no se cumple con la obligación no tiene ninguna
forma de exonerarse:
- Cuando nada exonera al deudor de responsabilidad en caso de
incumplimiento. Ejemplo: incumplimiento de pagar una suma de dinero, en
la responsabilidad por evicción de la cosa vendida o en el incumplimiento de
la garantía de eficiencia en caso de compraventa mercantil.
- Cuando el deudor solo se exonera mediante la prueba de la ocurrencia de
eventos que constituyen causa extraña.
- Cuando se presenten casos en que cualquier cosa extraña exonera de
responsabilidad al deudor contractual. Ejemplo: en el caso del depositario
mercantil (art. 1171 C. Co.) o en el transportador terrestre de carga.

En el derecho colombiano se observa cómo en la responsabilidad


contractual la carga probatoria oscila desde una responsabilidad con culpa
probada hasta casos en que nada libera de responsabilidad al deudor.

- Otro ejemplo es la responsabilidad del médico especialista en la cirugía


plástica.

II. Tipos de responsabilidad Extracontractual: según el elemento subjetivo del


agente y según el origen del daño.

A. Según el elemento subjetivo: puede ser dolosa o culposa (delictual o


cuasidelictual)
(dolo como la intención de causar el daño y la culpa como el daño que se
produce pese a no querer su realización); y objetiva, en donde no interesa si
hubo ausencia de diligencia o hubo intencionalidad (culpa o dolo). Un ejemplo
es el daño causado por las aeronaves en la superficie, en donde el piloto o el
dueño de la aeronave para eximirse de responsabilidad debe demostrar que
ese hecho le fue ajeno, que se presentó por la acción de un tercero o una
causa exclusiva de la víctima o una fuerza mayor.

B. Según el origen del daño:

a. Responsabilidad por el hecho propio: delictual y cuasidelictual que se


fundamenta en una culpa probada del autor del daño (artículo 2341 C.C.).
También conocida como responsabilidad directa o responsabilidad con
culpa probada.
Esta es una norma residual porque hay varios casos que trae regulados
expresamente el Código Civil, en los cuales, si un caso en particular se
enmarca en una de estas circunstancias, se deberá aplicar este artículo
2341 (de la responsabilidad por el hecho propio); y si ninguna de esos
tipos de responsabilidad extracontractual que existen se enmarcan en la
circunstancia que le causó el daño al demandante, se aplica esta entonces
esta norma.
En particular este es un caso de culpa probada, en este caso, el
demandante tiene que demostrar que basa su manifestación que fue con
la intención de causarle el daño o cual fue la actuación imprudente o
negligente o violatoria de reglamentos que le causó al demandante ese
daño.

b. Responsabilidad por el hecho ajeno (artículos 2347,2348 y 2349 C.C.): se


fundamenta en una presunción de culpa por mala vigilancia de quien tiene
bajo su cuidado al causante del daño (art. 2347). La presunción puede
desvirtuarse con la prueba de una buena vigilancia (ausencia de culpa)
(arts. 2347 y 2349). Pero el artículo 2348 consagra una responsabilidad
por el hecho ajeno, con culpa probada, fundamentada en la mala
educación que los padres han dado al hijo causante del daño.

Quien tiene bajo su cuidado a otra la persona tiene que ser diligente y
cuidadoso, porque puede haber un problema en la vigilancia o un
problema en la elección en el caso de los empleadores y los empleados.

Se habla también la responsabilidad que tienen los directores de colegios y


escuelas en relación con daños que puedan causar esos alumnos que
están bajo su cuidado frente a terceros.

El fundamento de esta responsabilidad es la autoridad y el cuidado que se


tiene como empleador, como padre o como director de colegio en relación
a esas personas que quedan bajo ese cuidado, en donde se tiene la
posibilidad de tomar medidas preventivas para impedir la ocurrencia del
hecho.

El 2348 habla de los padres que permiten que sus hijos adquieran malos
hábitos o por darles mala educación. Ejemplo: los padres que enseñan a
robar a su hijo.
c. Responsabilidad por el hecho de las cosas que están bajo nuestro
cuidado (art. 669 C.C.: Aquí se habla de las cosas Animadas (Art. 2353 y
2354 C.C.) e Inanimadas (Arts. 2350, 2351 y 2355 C.C.)
derecho de dominio, de acuerdo a esta norma, todo el que cause daño con
el uso o el goce de la cosa de la que es dueño está obligado a indemnizar a
la víctima. El demandado solo se exonera mediante la prueba de una
causa extraña.
Por este principio general de responsabilidad por el hecho de las cosas, el
legislador estableció otros tipos de responsabilidad por el hecho de ciertas
cosas animadas o inanimadas:
- Art. 2350 C.C. responsabilidad del dueño de los edificios que se arruinan.
El dueño o propietario del bien no realiza las reparaciones necesarias para
evitar que se presente la ruina del edificio. Comparando este articulo con
el 2344, este último, nos habla de la responsabilidad solidaria, cuando hay
dos o mas causantes del daño, quiere decir que en una propiedad que
amenaza ruina por no hacer las reparaciones necesarias, si esta pertenece
a varios propietarios no existirá solidaridad si no que se cobrará la
indemnización en proporción o a prorrata de su derecho de propiedad.

- Art. 2351 C.C. responsabilidad extracontractual de los constructores en caso


de ruina de los edificios por ellos construidos. El legislador consagra una
garantía de buena calidad de la obra por un período de 10 años.

En los dos casos el demandado solo se libera de su responsabilidad


mediante la prueba de una causa extraña.

- Art. 2355 C.C. responsabilidad de los daños causados por una cosa que cae o
se arroja de la parte superior de un edificio. Se trata en este caso de una
responsabilidad objetiva, por la cual las personas que habitan el edificio se
consideran responsables, a menos que se demuestre que el hecho se debe a
culpa o dolo de alguna persona en particular.

- Arts. 2353 y 2354 C.C. establece la responsabilidad por el hecho de los


animales fieros y no fieros. En los no fieros el demandado se exonera
demostrando ausencia de culpa. En los daños causados por los fieros, solo la
culpa de la víctima exonera de responsabilidad al demandado.
- Arts. 1827, 1830 y 1831 C de Co., del explotador de una aeronave que causa
daños a terceros en la superficie.
d. Responsabilidad por actividades peligrosas, Art. 2356 C.C. (pilar
fundamental de la responsabilidad civil extracontractual). Todo el que
cause daño en el ejercicio de una actividad peligrosa, está obligado a
indemnizar a su víctima, a menos que establezca una causa extraña.
Este concepto de actividades peligrosas está desarrollado más por la
jurisprudencia que por la misma ley. Ejemplo: el desarrollo de la
revolución industrial genera mas actividades peligrosas (la construcción, la
acción de armas de fuego).

El articulo 2357 habla de una reducción de la indemnización cuando quien


la solicite también se expuso imprudentemente a la causación del mismo,
es decir también tuvo una incidencia causal en la realización del daño.
Cuando esto se presenta va haber una reducción del monto indemnizable.

e. Incumplimiento de obligaciones legales o cuasicontractuales: todo daño


que no constituya el incumplimiento de un contrato genera
responsabilidad extracontractual (quiere decir por fuera de un contrato).
El artículo 1729 C.C. y siguientes establece la extinción de obligaciones por
pérdida de la cosa que se debe, situación que es aplicable a las
obligaciones contractuales y a las cuasicontractuales o legales.

18-08-2020

RELACIONES ENTRE LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y LA


EXTRACONTRACTUAL

1. Paralelo entre la responsabilidad contractual y extracontractual:

C. Elementos comunes:
- Comportamiento activo u omisivo del demandado
- Que el demandante haya sufrido un perjuicio
- Nexo causal entre el comportamiento y el daño.
D. Diferencias: - desde el punto de vista de la prescripción – desde el punto de
vista de la capacidad para cometer el hecho ilícito (que capacidad exige una u
otra responsabilidad, la contractual o la extracontractual - desde el punto de
vista de la solidaridad – desde el punto de vista de la extensión del monto
indemnizable – desde el punto de vista de la jurisdicción y competencia –
desde el punto de vista de la culpa.
- Diferencias desde el punto de la vista de la prescripción.
De acuerdo al articulo 2512 del C.C. nos hace referencia tanto a la
prescripción adquisitiva como la extintiva de las acciones. Del tema nos
interesa la extinción de los derechos por ausencia de operancia por parte
del interesado (a quien le interese la prescripción), porque él tiene que
acudir entonces a proteger sus derechos dentro de un término perentorio,
si no lo hace, la otra parte pueda alegar la prescripción de ese derecho.
El artículo 2513 C.C., nos dice que “el que quiera aprovecharse de la
prescripción debe alegarla, el juez no puede decretarla de oficio”, o sea
que si a mi me prescribe un derecho y presento una demanda solicitando
la protección del mismo, la otra parte tendrá que alegar la prescripción en
la contestación de la demanda para que prospere la prescripción, de no
alegarla, así el juez identifique que efectivamente el lapso de tiempo que
trae la ley para extinguir un derecho por no ejercer las acciones, existió, él
no lo podrá hacer de oficio. Este enunciado también lo trae el artículo 282
del CGP (regulación de excepciones, sería una excepción de mérito).
a. En la responsabilidad contractual: la ley establece un principio
general de prescripción extintiva de 10 años (art. 2536 C.C. mod.
Arts. 1 y 8 de la Ley 791 de 2002, por la cual se redujeron los
términos de prescripción en materia civil). Sin embargo, en materia
civil como mercantil se consagran plazos diferentes de prescripción:
. - En materia de transporte la prescripción es de dos años (art. 993 C.
Co.) acciones directas o indirectas “el término de prescripción
correrá desde el día en que haya concluido la actividad del
transporte o debió haber concluido la obligación de conducción”.
Este aspecto debemos diferenciarla de la caducidad que opera y no
permite ejercer la acción, ni siquiera para una conciliación, la cual
opera de pleno derecho.

. - En materia de seguros la prescripción de las acciones que se


derivan de dicho contrato puede ser de dos a cinco años (art. 1081 C.
Co.), dependiendo si la prescripción es ordinario o extraordinaria
(ordinaria es de dos años y extraordinaria de 5). La prescripción
ordinaria trae un elemento subjetivo “desde el momento en que el
interesado haya debido tener conocimiento del hecho” (para ejercer
la acción). En la prescripción extraordinaria, nos trae un termino de
cinco años y correrá contra toda clase de personas y empezará a
contarse desde el momento en que nace el respectivo derecho
(desde el momento que ocurra el hecho), términos que tampoco
podrán ser modificados por las partes. Si se puede identificar que se
tenía que saber de la existencia de esa circunstancia por parte de
quien reclama, termino de la prescripción sería de dos años. Ej. los
incapaces (un niño, hasta cuando cumpla la mayoría de edad).
RUS: Registro Único de Seguros: donde se consulta sobre pólizas de
seguros.

. - Las acciones derivadas del vicio oculto de una cosa en la


compraventa mercantil, prescriben en seis meses (art. 936 C. de Co.).
Ejemplo: en la venta de un bien, si el comprador ve que ese bien no
sirve para la finalidad para la cual la adquirió o fue creada, porque
tiene un vicio anterior a la venta, o sea una circunstancia que
provenía desde antes de la adquisición, el cual no necesariamente la
tendría que conocer el vendedor, y durante los 6 meses siguientes se
manifiesta, el comprador tiene la posibilidad de acudir un vicio
redhibitorio porque tiene un vicio oculto, debiendo ejercer o la
acción cuantiminores que vendría a ser la reducción del precio a lo
que realmente debería valer el bien con esa falla que tiene o si no le
interesa permanecer en el contrato, solicita dejarlo sin efecto por la
existencia de ese vicio oculto. De acuerdo al art. 938 del C. Co. tiene
un término de 6 meses contados a partir de la entrega, no
necesariamente desde la celebración del contrato.
b. En materia extracontractual:
En el contenido de los arts. 2341 a 2359 C.C. (regla general), la
prescripción es de 10 años, consagrada en el modificado art. 2536,
norma que se aplica como principio general tanto a la
responsabilidad contractual como a la extracontractual.

Existen unas excepciones:


. - El art. 2358 C.C. establece una prescripción de 3 años para las
acciones originadas en la responsabilidad civil por el hecho ajeno,
las cuales solo se aplican a las personas naturales.
. - El mismo artículo establece que si el ilícito civil es consecuencia de
un ilícito penal, la prescripción se rige por la aplicable a la acción
penal.
. - En las acciones derivadas de los daños causados por las aeronaves
en la superficie, prescriben a los 2 años (art. 1838 C. Co.).
Resumen Prescripción:
RCC: Regla general 10 años Art. 2536 C. C.
Contrato de transporte 2 años Art. 933 C. Co.
Contrato de seguros Art. 1081 C. Co.
Vicio oculto en compraventa mercantil Art. 938 C. Co.
RCE: Por el hecho ajeno 3 años art. 2358 C. C.
Cuando la conducta sea sancionada penalmente la prescripción
será la de la norma penal.
Daños causados por aeronaves en la superficie art. 1838 C. Co.

- Diferencias desde la capacidad para cometer el hecho ilícito:


a. En la responsabilidad contractual:
. - en la capacidad para obligarse supone que quien se obligue tenga
más de 18 años de edad y que esté sano mentalmente.
. - En muchas oportunidades los incapaces celebran contratos por
intermedio de sus representantes legales. Si el incumplimiento es
imputable a su representante legal, el incapaz deberá responder
contractualmente, así no tenga capacidad contractual, con la
consiguiente acción de repetición que prevé la ley contra el
representante por cuya culpa se produjo el incumplimiento.

b. En materia extracontractual:
. - El art. 2346 C.C. (modificada por la ley 1996 del 2019) menores de
doce años y los dementes no son capaces de cometer delito o culpa.
Este artículo se refiere a la capacidad para cometer delito o
cuasidelito. Por lo tanto, en aquellos casos donde la responsabilidad
extracontractual sea objetiva, la capacidad aquiliana
(extracontractual) carece de importancia por lo irrelevante del
elemento subjetivo del agente causante del daño.

Resumen hecho ilícito

RCC: Mayores de 18 años o incapaces a través de sus representantes


legales (acción de repetición).
RCE: mayores de 12 años art. 2346 C. C. excepto en las
responsabilidades objetivas (no interesa la parte subjetiva en la
realización de la conducta).

- Diferencias desde el punto de vista de la solidaridad:

la solidaridad consiste en que una obligación divisible pueda ser cobrada


en su totalidad a cualquiera de los deudores de la misma. En el derecho
colombiano la teoría del mandato recíproco entre los deudores solidarios
no existe.
Puede existir solidaridad por activa o solidaridad por pasiva.
. - Por pasiva: existen varios deudores. Se hace un pacto para que el
acreedor le pueda cobrar a cualquiera de los deudores la totalidad de la
obligación.
. - Por activa: existen varios acreedores.

a. La solidaridad en materia contractual:


. - En materia civil: art. 1568 C.C. puede surgir solidaridad entre
deudores (codeudores) en virtud de disposición expresa de la ley, del
testamento o de la convención.
. - En materia mercantil: art. 825 C. Co., ocurre a la inversa, “Cuando
varias personas se han obligado a una misma prestación, se presume
que todas se han obligado solidariamente”. Por lo tanto, mientras no
se pacte lo contrario, los deudores de un contrato son solidariamente
responsables ante un acreedor.
Sin embargo, si se trata de dos o más deudores de prestaciones
independientes, que al ejecutarse en forma conjunta causan daño al
acreedor, entonces no habrá presunción de solidaridad.

b. La solidaridad en materia extracontractual:


. - Art. 2344 C.C. establece la solidaridad en caso de que un delito o
culpa hubiese sido cometido por dos o más personas. La misma
norma establece dos excepciones (art. 2350 y art. 2355) a ese
principio general de solidaridad.
. - El art. 96 del Código Penal establece la solidaridad de todas las
personas que deben responder civilmente como consecuencia de un
hecho punible.
Resumen solidaridad:
RCC: Materia civil art. 1568 inc. 2
Materia mercantil: art. 825 C. Co. Excepto cuando las
obligaciones son independientes.
RCE: Art. 2344 C. C. (responsabilidad dolosa o culposa)
Responsabilidad objetiva.

c. Obligación al todo: La solidaridad en materia civil tiene que ser


establecida por la ley, por el testamento o la convención. Sin
embargo, existen casos, en los que, sin existir solidaridad, cada uno
de los deudores o de los responsables del daño, debe pagar la
totalidad de la indemnización como si solo él hubiera causado el
daño (porque tienen incidencia causal en la generación del daño).

. - El artículo 1568 C.C. identifica los vocablos “obligación solidaria y


para crear confusiones, se dice que en Colombia existen de un lado
las obligaciones solidarias (art. 1568 C.C.) y del otro, las obligaciones
al todo. En la práctica, ambas obligaciones permiten a la víctima
reclamar la totalidad de la indemnización a todos o a cada uno de los
responsables.

Casos de obligaciones al todo:


. - Cuando uno de los autores del daño es un deudor contractual y el
otro es un tercero, será imposible acudir a la solidaridad porque ésta
solo está consagrada en la ley civil para los responsables
extracontractuales (art. 2344 C.C.). En consecuencia, es la obligación
al todo la que permite cobrar toda la indemnización a cualquiera de
los responsables.
Ejemplo: el transportador contractual que, al colisionar con otro
vehículo lesiona al pasajero, está obligado a pagarle a este último la
totalidad de los daños sufridos con base en la responsabilidad
contractual. Pero también el conductor del otro vehículo está
obligado a indemnizar totalmente al pasajero, pero su
responsabilidad será extracontractual. Se trata de dos obligaciones
independientes que tienen un objeto común pero no son solidarias
porque la ley civil no establece solidaridad entre un responsable
contractual y otro extracontractual. Y no se puede aplicar la
solidaridad por analogía, pues lo prohíbe el artículo 1568 C.C.
. - Dos deudores en contratos civiles diferentes causen con su
comportamiento un mismo daño, en cuyo caso no hay solidaridad,
por eso se debe acudir a la figura de la obligación al todo.
Ejemplo: el constructor que hace reparación en un bien arrendado,
derrumbándose este por culpa del arrendatario y quien hace las
reparaciones. En este caso, ambos tienen la incidencia en la
causación del daño y el acreedor por medio de la obligación al todo
puede cobrarle a cualquiera de los dos la totalidad de la
indemnización.

. - Cuando hay de por medio un seguro: quien tiene asegurado un


bien que es dañado por un tercero, podrá cobrar el total de la
indemnización bien sea a la compañía aseguradora o se prefiere
podrá renunciar al seguro y cobrarle la indemnización al responsable.
Lo que no podrá hacer es cobrar dos veces la indemnización (art.1096
C. Co.).
. - Así mismo, en los seguros de responsabilidad civil (Ley 45 de 1990).
. - La victima puede demandar a todos o a cada uno de los
responsables (art. 1571 C.C.), idéntico beneficio existe en las
denominadas obligaciones al todo. Por ello, no es necesario ordenar
la integración del litis consorcio por parte del juez.
Ejemplo: en un accidente en donde un vehículo sale dañado, el
propietario no responsable del hecho, en ejercicio de la figura que se
llama acción directa en el contrato de seguro (art. 1133 C. Co.)
solicitando la indemnización a la aseguradora, así no haya sido parte
del contrato de seguro o cobrarle la indemnización al culpable del
accidente.
Lo importante de la obligación al todo es que el afectado podrá en
un solo proceso demostrar la responsabilidad del asegurado y
demandar la indemnización de la aseguradora (vinculando a los dos
en el mismo proceso).
Este tipo de figura de acción directa solo opera en los casos de
responsabilidad civil.

Como se enunció al comienzo en el derecho colombiano la teoría del


mandato recíproco entre los deudores solidarios no existe.
El tema de que los deudores solidarios no se representan
recíprocamente quiere decir que si a un deudor solidario lo
absuelven, esta decisión tiene efectos frente a ese deudor solidario y
no existe cosa juzgada, es decir no se comunica a los otros deudores
solidarios. Entonces si a un deudor solidario no lo declaran
responsable eso no quiere decir que habrá cosa juzgada y el resto se
beneficie de esa decisión. Esto quiere decir que los deudores no se
representan recíprocamente (cada uno asume la defensa de sus
intereses y pude ser que los declaren responsables a todos,
absolverlos a todos, o declarar culpable a uno solo ya a los otros
absolverlos.

Por otro lado, el artículo 303 CGP afirma que mientras no haya
identidad jurídica de partes, la sentencia ejecutoriada no tiene
fuerza de cosa juzgada, y el inciso 2° del mismo artículo 332
del Código de Procedimiento Civil, al definir la identidad jurídica
de partes, omite cualquier referencia a los deudores solidarios,
de donde se deduce que la ley colombiana condenó la posible
representación recíproca de dichos deudores.

Una de las ventajas de la solidaridad es justamente la posibilidad


que nene la víctima de demandar a lodos los deudores solidarios
conjuntamente u a cualquiera de ellos. sin que por tal motivo se
le pueda oponer el beneficio de la división de la deuda (art. 1571
C.C.)

Por ello es innecesaria ordenar la integración del Mis consorcio


por parte del juez, ya que ello haría nugatorio el beneficio de la
solidaridad. Tal ha sido la orientación de la jurisprudencia
nacional. En efecto, en fallo del 21 de agosto de 1951. la Corte
dijo:

"Dice el señor procurador delegado refiriéndose a la demanda:

"En la reclamación indemnizatoria, no es, pues, lógico


demandar exclusivamente a uno solo de los agentes que
operaron cuando se consumó el infortunio, dejando de lado
precisamente a otro, al que se ocupaba, del mismo modo que
el demandante, es una actividad en sí misma peligrosa, es decir
al Aero Club de Colombia I...).

"Los hechos aducidos en la demanda indicaban claramente al


actor que su acción no podría estimarse sino determinando un
litisconsorcio pasivo necesario. que ligara como contraparte
suya a la nación y al Aero Club, quien también es persona
jurídica, para probarles sus culpas y la proporción en que
debieran indemnizar los daños por ellas causados.
"Tal vez no tiene razón el señor procurador. Cuando hay de por
medio varios responsables de un accidente, la obligación de
resarcir los perjuicios es solidaria, lo que quiere decir que esos
perjuicios se pueden reclamar de uno cualquiera de los
responsables, según lo preceptúa el artículo 2344 del Código
Civil. en armonía con el artículo 1571 del mismo Código. La
nación se subroga en la acción contra el Aero Club, según el
artículo 1579 siguiente.

"De esta suerte, no se puede atender la exigencia del señor


procurador en el sentido que se declare que es
sustantivamente inepta la demanda incoada en el presente
juicio contra la nación".".

La Solidaridad y la obligación al todo y sus relaciones con el


pleito pendiente

Frecuentemente la víctima tiene la posibilidad de reclamarle la


indemnización a dos o más responsables, bien sea porque haya
una solidaridad entre ellos o porque estén obligados al todo.
Ante tal alternativa la víctima podría preguntarse si es posible
demandar en forma simultánea, pero en procesos separados, a
los demás responsables.

Me plantea la posibilidad de demandar de forma simultánea a


todos o a cada uno en procesos separados. Si hablamos de
solidaridad y obligación al todo yo puedo demandarlos a todos
simultáneamente, si los demando en procesos separados
habría que mirar como van a ser las decisiones, porque puede
existir una sentencia en la cual resulte una persona
responsable y este responsable al pagar la indemnización
extinga la obligación y libre a los otros.
Ejemplo: la victima que prefiere no demandar al conductor
causante del daño sino al propietario del vehículo y la empresa
donde está afiliado el vehículo. Si lo hace en proceso por
separado y si el propietario paga, pues eso extinguiría la
obligación de la empresa porque no puede recibir doble
indemnización por un mismo hecho en dos procesos por
ceparado (enriquecimiento sin causa). Lo mejor es iniciar un
solo proceso que agrupe tanto a propietario del vehículo y a la
empresa.

A primera vista, tal posibilidad aparece como excéntrica y a


todas luces inconveniente, pues ello podría dar lugar,
teóricamente, a una doble indemnización del perjudicado. Sin
embargo, la respuesta no es tan clara según veremos a
continuación:

Siguiendo los lineamientos generales de la solidaridad,


podemos afirmar que, si hay dos o más responsables solidarios
u obligados al todo, nada impide que la víctima demande la
totalidad de la indemnización, por separado y en forma
coetánea a cada uno d ellos responsables solidarios o al todo.

En efecto, el único impedimento aparente sería el del pleito


pendiente, pues habría una aparente identidad jurídica de
partes desde el punto de vista de los demandados. Sin
embargo, esa identidad de partes es inexistentes no solo
porque el Código de Procedimiento Civil niega toda posibilidad
de identidad de partes de los deudores solidarios, sino porque,
en el derecho colombiano los deudores solidarios, y con mucha
mayor razón los responsables al todo, no se representan
recíprocamente.

Esta solución no solo es lógica, sino también justa, pues


muchas veces a pesar de existir la solidaridad, cada uno de los
responsables en un solo proceso o de demandarlos en procesos
separados. Por ello creemos que las dos demandas son
perfectamente concebibles en forma simultánea.

En relación con este punto, los señores Mazeaud-Tunc-Chabas


expresan:

“Puede ocurrir que la victima persiga simultáneamente a cada


uno de los codeudores ante un tribunal diferente. Se está
entonces frente a demandas conexas y una acumulación de
conexidad podría ser solicitada. Si falta de acumulación, la
victima obtiene sentencias distintas de condena por la totalidad
contra cada uno de los codeudores, ella no podrá ejecutar sino
una de esas condenas; después de la primera ejecución, los
codeudores que fueran ejecutados podrían legítimamente
oponer la regla non bis in idem. Si una nueva ejecución fuera
sin embargo obtenida, la victima debería restituir el exceso
percibido.

Esa misma solución sería válida en el derecho colombiano, ya


que el artículo 305 del Código de Procedimiento Civil (281 CGP)
establece en el inciso 3, que en la sentencia se tendrá en
cuenta cualquier hecho modificativo o extintivo del derecho
sustancial sobre el cual versa el litigio ocurrido después de
haberse propuesto la demanda. Por tanto, si existiendo los dos
procesos, en uno de ellos se obtiene el pago de la
indemnización, el demandado en el otro proceso podrá alegar
pago de la obligación debatida y, por tanto, el demandado de
ese segundo proceso deberá ser absuelto.

Ahora, ante la eventualidad de dos sentencias condenatorias,


es muy factible que, tratándose de indemnización de perjuicios,
las sumas otorgadas a la víctima sean diferentes en una y otra
sentencia. Como la víctima no puede ejecutar las dos
sentencias, creemos que de todas formas podrá ejecutar
aquella que más lo beneficie.
Finalmente, debe tenerse en cuenta que la sola sentencia
condenatoria contra uno de los deudores solidarios o la todo no
extingue la obligación de los otros responsables. En efecto, es
el pago efectivo de la indemnización y no la sentencia
condenatoria lo que extingue la obligación indeminzadora.

RESUMEN:

La solidaridad contractual: parte de la convención, la ley o el


testamento.
La solidaridad extracontractual parte de acuerdo al art. 2344
C.C., de que exista dos o más causantes del daño, del lado de
la víctima la posibilidad e acudir a la jurisdicción a cobrarle a
cualquiera de ellos la totalidad del perjuicio.

Existen tres casos específicos de obligaciones al todo: - cuando


hay dos deudores contractuales en contratos diferentes pero
ambos causan la totalidad del daño - cuando hay un deudor
contractual y otro extracontractual - en algunos casos en el
contrato de seguro donde se demande directamente al
responsable y también se vincula a la aseguradora en acción
directa de acuerdo al articulo 1133 del C. Co., haciendo la
salvedad que esta norma es exclusivamente para los contratos
de responsabilidad civil

25-08-2020

La solidaridad y la obligación al todo y sus relaciones con la


cosa juzgada

En cierta forma, los problemas que venimos de analizar con el


pleito pendiente se presentan en relación con la cosa juzgada
cuando hay varios responsables solidarios o al todo.
Hay casos en los cuales la sentencia que fue absolutoria
inicialmente no produciría efectos de cosa juzgada frente a los
demás deudores solidarios, en principio, como regla general, se
exceptúan dos circunstancias:
. - cuando un eventual responsable solidario es sindicado en un
proceso penal y en este se dicta una providencia con carácter
definitivo que establece que el hecho investigado no ocurrió.
Entonces si uno de los deudores solidarios.
Ejemplo: un vehículo que causa la muerte de un peatón.
Entonces civilmente están vinculados el conductor, propietario
y la empresa afiliadora. El hecho tuvo una connotación penal.
La familia presentó la demanda civil vinculando a estas tres
personas y por aparte la querella por el fallecimiento de esta
persona. En este proceso donde se vincula en primer lugar al
conductor, si el juez determina que el hecho investigado no
ocurrió (típica, antijuridica y culpable) y absuelve al conductor,
esa decisión del juez penal va a tener incidencia en la decisión
que vaya a tomar el juez civil. En este caso habrá cosa
juzgada, por lo tanto, el juez civil tendrá que absolver al
conductor, al propietario y a la empresa por ese hecho porque
el juez penal demostró que no existió esa conduta.

En efecto, cabe preguntarse sobre la posibilidad de una nueva


demanda contra uno de los deudores solidarios o al todo
después que se ha proferido sentencia contra otro de los
coautores del daño que fue demandado inicialmente. En tales
circunstancias, ¿habría cosa juzgada o cualquier otro obstáculo
para que sea procedente la nueva demanda?

Acá debemos distinguir si la primera sentencia fue


absolutoria o condenatoria.

Si la sentencia en el proceso inicial es absolutoria, la regla


general es la siguiente: la absolución por responsabilidad civil
pronunciada frente a un eventual responsable solidario, no
produce efectos de cosa juzgada frente a los otros posibles
responsables solidarios. Esta absolución no produce efectos de
cosa juzgada frente a quienes no hayan sido parte en el
proceso, pues según hemos visto, no se presenta la identidad
de partes que exige el artículo 332 del Código de
Procedimiento Civil y en nuestro ordenamiento se acepta
pacíficamente que los deudores solidarios no se representan.

Sin embargo, encontramos un reducido número de casos en


los que el principio general antes anunciado puede verse
excepcionado. Se trata de algunas hipótesis relacionadas con la
absolución penal de uno de los posibles responsables
solidarios. Veamos:

. - Cuando un eventual responsable solidario es sindicado en


un proceso penal y en este se dicta una providencia que
establece, con carácter definitivo, que el hecho investigado no
ocurrió. esta decisión produce efectos de cosa juzgada erga
omnes que impide que se produzca una declaración judicial
posterior en sentido contrario. Por lo tanto, esta absolución
producirá efectos frente a los demás eventuales responsables
vinculados al asunto investigado,

. - Igual situación se presenta cuando en un proceso penal se


investiga la conducta del eventual responsable y se establece,
en providencia con carácter definitivo, que el sindicado no
cometió el hecho, que actuó en ejercicio de un deber legal o en
legítima defensa. Esta absolución producirá efectos de cosa
juzgada frente a otros eventuales responsables solidarios.
siempre que esta responsabilidad dependa directamente de la
conducta del sindicado absuelto; en consecuencia, este efecto
no se aplicaría a los casos en que sería posible imputar
responsabilidad a los demás posibles deudores solidarios por
una conducta o acción independiente. Así, por ejemplo, la
absolución de un conductor por legítima defensa produce
efectos de cosa juzgada frente al guardián del vehículo que el
sindicado conducía. En este caso, la absolución penal del
conductor por las causas arriba mencionadas produce efectos
de cosa juzgada y beneficia al guardián de la actividad
peligrosa, que sería eventualmente responsable solidario.
Aquí se plantea los casos donde puede haber la posibilidad de
que tenga incidencia esa decisión que toma ese juez penal en
materia civil. En este caso habría cosa juzgada y el juez civil no
tendría la posibilidad de proponer una decisión diferente o
condenar a los otros deudores solidarios porque uno de ellos ya
lo absolvió el juez penal, porque se demostró que el hecho no
ocurrió o acreditó que actuó en ejercicio de un deber legal o
legítima defensa.

Es importante resaltar que el Código de Procedimiento Penal


promulgado mediante la Ley 906 de 2004 no reprodujo la
norma de los Códigos de Procedimiento anteriores que
establecía que la acción civil no podía iniciarse ni proseguirse
cuando se declarara en providencia en firme que la conducta
causante del perjuicio no se realizó, que el sindicado no realizó
el hecho, que obró en estricto cumplimiento de un deber legal
o en legítima defensa tan. 55 del D. 50 de 1937, art. 57 del a
2700 de 1991 y art. 57 de la L. 600 de 2000). Estas normas
establecían de forma expresa eventos en los cuales la
sentencia penal absolutoria producía efectos de cosa juzgada
civil. A pesar de esta omisión legislativa. consideramos que los
fallos penales producen efectos de cosa juzgada ergs omites,
no porque una norma positiva así lo consagre. sino por razones
de orden lógico y político que recomiendan observar la decisión
que se ha proferido en un juicio que involucra los intereses de
toda la sociedad. Sin embargo. reconocemos que este cambio
legislativo debe generar un amplio debate jurisprudencia) y
doctrinal, pues hoy se encuentra más vivo que nunca en
nuestro ordenamiento el problema de precisar hasta qué punto
lo que sea afirmado o negado en un proceso penal tiene
incidencia en un proceso de responsabilidad civil. A falta de
normas expresas sobre la materia, los esfuerzos interpretativos
deben redoblarse. Reconocemos que nuestro planteamiento se
encuentra apenas en estado de desarrollo y que debe
enriquecerse a través del debate académico que acá
proponemos. Más adelante volveremos sobre este punto en
forma detallada (infra. T. 1, 175 y su.).
Pero puede suceder que la sentencia proferida en el proceso
inicial contra uno de los coautores sea condenatoria, siendo
necesario averiguar cuáles son las consecuencias de esa
decisión judicial.

En primer lugar, cabe observar que esa sentencia no le es


oponible a los demás coautores solidarios que no fueron
demandados. Ello sería violar el principio de la relatividad de la
cosa juzgada en materia civil.

De otro lado, si la víctima obtiene una sentencia condenatoria


y no queda satisfecha con la indemnización otorgada,
creemos que nada impide un nuevo proceso contra los otros
deudores solidarios, a condición de que no haga efectiva la
primera decisión judicial. En efecto. ya vimos (supra, T. I, 54)
que es el pago efectivo de la indemnización lo que extingue
la obligación de los demás deudores solidarios y que no hasta
sentencia condenatoria contra uno de ellos. Es este uno de
los problemas que se presenta cuando la obligación solidaria
no es cierta y clara y está sometida al albur de la decisión del
juez.

Si la víctima acepta ejecutar la primera sentencia y obtiene la


indemnización, cierra toda posibilidad de una nueva acción, así
el juez se hubiese equivocado en la tasación de los perjuicios.
Solo en la medida en que aparezcan nuevos perjuicios no
discutidos en el primer proceso cabría una segunda acción
contra los otros responsables o, incluso, contra el que ya fue
demandado.
En un principio una sentencia absolutoria por regla general no
produce efectos de cosa juzgada frente a los demás
deudores solidarios, sin embargo, existen las siguientes
excepciones:
a). Cuando un eventual responsable solidario es sindicado en
un proceso penal y en esta se dicta una providencia que
establece, con carácter definitivo, que el hecho investigado no
ocurrió.
b). Cuando en un proceso penal se investiga la conducta del
eventual responsable y se establece, en providencia con
carácter definitivo, que el sindicado no cometió el hecho, que
actuó en ejercicio de un deber legal o en legítima defensa.

Si la sentencia es condenatoria solo tendría efectos frente al


condenado por el efecto relativo de la cosa juzgada en materia
civil (subrogación civil num 3 art. 1668 C. C.).

LA SUBROGACION EN LA RESPONSABILIDAD
CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL

En la subrogación, quien paga tiene la posibilidad de acudir a


cobrarle el resto del daño a los otros responsables. El juez en la
sentencia tendrá que determinar la incidencia causal (porcentajes)
de uno y otro u otros responsables.

La subrogación también se ve en el contrato de seguro, ahí


cuando la aseguradora paga el siniestro, el asegurado debe
permitir subrogarse en sus derechos para cobrarle al responsable,
es decir, la aseguradora le paga al asegurado, pero a ese tercero
que es el responsable del daño, la aseguradora tiene la facultad
de cobrarle a su vez esos daños.

Tratándose de responsabilidad contractual. serán la ley o el


contrato los que determinen la cuantía de la repetición. En el
contrato de transporte, por ejemplo, el artículo 984 del Código
de Comercio autoriza al transportador contractual a delegar en
otro transportador la ejecución del contrato. en cuyo caso,
ambos transportadores son solidariamente responsables frente
al destinatario o el pasajero, según sea el tipo de transporte.
Igual responsabilidad solidaria tiene el propietario del vehículo
transportador según lo establece el artículo 991 del mismo
código. En estos casos, la subrogación reviste características
especiales.

En efecto, si el transportador contractual indemniza al pasajero


o al destinatario, podrá repetir por la totalidad de lo
indemnizado contra el transportador a quien se delegó la
ejecución del contrato, a menos que haya culpa del primero'''. y
si el que paga es el transportador quien se delegó la ejecución
del contrato, nada podrá recobrar contra el transportador
contractual, a menos que se demuestre que éste tuvo culpa en
el hecho que originó la ocurrencia de los daños. En estos casos,
lo normal es que sea el transportador quien se delegó el
cumplimiento del contrato el único causante del daño. El otro
transportador responde en virtud del contrato, pero no porque
haya participado en la causación del perjuicio.

Esta solución se impone en todos aquellos casos en que el


deudor contractual subcontrata con un tercero la ejecución de
un contrato". El deudor inicial cumple con su acreedor por la
totalidad, pero, al mismo tiempo, invocando la subcontratación
puede repetir por la totalidad contra el subcontratista.

Volviendo al contrato de transporte, si el demandado que paga


es el propietario del vehículo, que nada tuvo que ver con la
celebración o con la ejecución del contrato, entonces su acción
de repetición es por la totalidad de lo pagado, pues él es solo un
garante frente a la víctima. mas no un causante del perjuicio. Por
lo mismo, si el transportador contractual paga a la víctima, nada
podrá repetir contra el propietario en la medida en que éste no
es coautor de los daños indemnizados.

La subrogación en la responsabilidad
extracontractual

Tratándose de responsabilidad extracontractual, la cuantía de


la acción subrogatoria se determina así:

Cuando el civilmente responsable indemniza a la víctima por los


daños causados por una persona que está bajo su cuidado. la
subrogación. si se llenan las demás condiciones previstas en la
ley (infra. T. 1. 6061, es por la totalidad de lo indemnizado, a
menos que el directamente responsable del daño demuestre que
también el civilmente responsable incurrió en culpa. en cuyo
caso. el juez graduará la cuantía de la repetición de acuerdo con
la gravedad de ambas culpas si el que indemniza a la víctima es
el directamente responsable, entonces nada podrá cobrar al
civilmente responsable, a menos que haya culpa probada de
éste. E:1 uno y otro caso se parte del supuesto de que el único
causante del daño es el directamente responsable. El civilmente
responsable es una especie de garante frente a la víctima. De allí
la solidaridad. Pero si también hay culpa probada del civilmente
responsable, entonces se entiende que el daño fue causado por
los dos y de allí que la repetición sea parcial en uno u otro
sentido.

Ahora. en los otros tipos de responsabilidad extracontractual, la


graduación de la cuantía. en caso de acción de repetición se
efectúa de acuerdo con la gravedad de las culpas. Si no
apareciere prueba de la culpa de los coautores responsables o de
su gravedad, entonces la cuantía se determinará de acuerdo con
la incidencia causal de la acción de los responsables, y sí no se
puede determinar ni lo uno ni lo otro, la cuantía se determinará
por partes iguales.

- Diferencias desde el punto


de vista de la extensión del monto indemnizable:

Tiene que ver con el tema de hasta dónde va el monto de la


indemnización.
Por regla general la responsabilidad civil contractual reconocerá, ya
sea por un incumplimiento puro y simple o incumplimiento defectuoso o
tardío de las obligaciones del contrato, los perjuicios directos previsibles
(directos: consecuencia del incumplimiento, previsibles: que las partes
hayan determinado o previsto antes de que ocurriera).

Se presenta una variación cuando se acredita el dolo extracontractual (el


dolo extracontractual es la intención deliberada de incumplir el contrato
así no se quiera causar daño). A quien le corresponde acreditar el dolo
sería al demandante para que de esta forma los perjuicios sean más
gravosos, porque además de reconocer los perjuicios directos previsibles
también tendrá que reconocer los perjuicios imprevisibles (obviamente
hay que acreditarlos al juez en la cuantía que están solicitando). En este
caso el demandado tendrá que reconocer todos los perjuicios previsibles
e imprevisibles.

La anterior es la diferencia con la responsabilidad


extracontractual, porque en esta se reconocerán los perjuicios directos
previsibles e imprevisibles, porque como no hubo un acuerdo previo o
prexistente al momento de la causación del daño pues era imposible que
las partes se pusieran de acuerdo que antes de ocurrir el hecho poder
prever el mismo, pues no se conocían o no tenían un canal de
comunicación (art. 1616 C. C.).
Tanto en la responsabilidad contractual como extracontractual existe la
jurisdicción y competencia: se debe identificar donde se puede iniciar las
acciones por ese hecho dañoso (juez competente art. 28 num 1 y 3 CGP)
domicilio del demandado;
Domicilio de cumplimiento del contrato; como también domicilio del
demandado y lugar donde ocurrió el hecho dañoso (art. 28 num 1 y 6
CGP).
La diferencia entre la responsabilidad contractual y
extracontractual radica en ese numeral 6 del art. 28 del CGP: donde
dice que el juez competente del lugar en el que sucedió el hecho.

Tanto en materia contractual como extracontractual, solo hay lugar


al pago de la indemnización de los perjuicios directos, ya que se
considera que los indirectos no fueron causados por el demandado.
Más adelante (infra, T.1, 245) se verá en detalle lo relativo al nexo de
causalidad que, debe unir el hecho ilícito y el daño.

Ahora, el artículo 1616 del Código Civil establece que en materia


contractual solo se pagan los perjuicios directos y previsibles, si el
deudor no actuó dolosamente En cambio, si el deudor tuvo intención
de dañar con el incumplimiento del contrato, entonces habrá lugar a
indemnizar todos los daños previsibles e imprevisibles En este
volumen analizamos con detalle la distinción entre daños directos e
indirectos, así como previsibles e imprevisibles.

En cambio, en materia extracontractual o aquiliana, cualquier


culpa, así sea la levísima y aun en casos de responsabilidad
puramente objetiva, la víctima tiene derecho a cobrar la
indemnización de todos los daños previsibles e imprevisibles a
condición, desde luego, de que unos y otros sean directos".

- Diferencias desde el punto de vista de la culpa

La culpa entendida como ese elemento subjetivo que le exigen a la


conducta. Tanto en materia contractual como en materia
extracontractual existen casos de responsabilidad objetiva (elemento
culpa no le interesa al juez), en este caso no habría ningún tipo de
diferencia. Sin embargo, en los casos donde se dé el elemento
subjetivo, como en el caso de la responsabilidad contractual, la
clasificación tripartita de la culpa (art. 63, clasificación de la culpa y 1604
responsabilidad del deudor (norma supletiva), del C. C.).
Esta clasificación que se conoce como clasificación tripartita de la culpa,
solamente tiene aplicación en materia contractual, en materia
extracontractual no se va a hablar de este tipo de clasificación tripartita
porque en cualquier tipo de descuido si se causa un daño, entonces
generará la obligación de responder (diferencia).

Desde el punto de vista de la culpabilidad del agente causante del daño.


igualmente encontramos diferencias y similitudes entre la
responsabilidad contractual y la extracontractual. Esas
relaciones tienen que ver no solo con la carga de la prueba de la
culpa, sino también con la graduación de la misma.

a. De la Prueba de la Culpa: Tanto en materia contractual como


extracontractual encontramos casos en que la culpa del agente
causante del daño no es elemento necesario para comprometer su
responsabilidad. Existen, pues. casos de responsabilidad objetiva
tanto en materia extracontractual como contractual".

Así, por ejemplo, en la responsabilidad por accidentes de trabajo,


la indemnización de base a cargo del patrono no está
condicionada a una culpa suya y solo la culpa intencional del
trabajador exonera al patrono de responsabilidad. De idéntica
forma, el artículo 1827 del Código de Comercio establece una
responsabilidad extracontractual objetiva en caso de danos
causados por aeronaves a terceros en la Igualmente, tanto en
materia contractual como extracontractual existen presunciones
de responsabilidad en las que el responsable solo se exonera
mediante la prueba de una causa extraña". En el contrato de
transporte terrestre de mercancías, por ejemplo, el transportador
solo se libera mediante la prueba de una causa extraña (C. de
Co., art. 992). Igual carga probatoria existe en caso de daños
causados en el ejercicio de actividad peligrosa (C. C., art. 2356),
caso en el cual la responsabilidad es de naturaleza
extracontractual (infra, T. I, 973).

Así mismo, en una y otra responsabilidad existen presunciones


de culpa que se pueden desvirtuar estableciendo diligencia y
cuidado, es decir, ausencia de culpa. Así, cuando la cosa
arrendada perece en poder del arrendatario, éste, para
exonerarse de responsabilidad tendrá que demostrar que la cosa
pereció sin su culpa (C. C., art. 2005). En la responsabilidad
extracontractual por el hecho ajeno. el civilmente responsable se
exonera estableciendo que, pese a haber vigilado bien al
directamente responsable, no pudo impedir el daño, lo que
equivale a la prueba de que no se cometió culpa (C. C., art.
2347).

Finalmente, en ambos órdenes de responsabilidad encontramos


casos en los que la culpa del demandado debe ser establecida por el
demandante". Así, por ejemplo. en virtud de los artículos 2144 y
2184 del Código Civil, la responsabilidad de los médicos, de los
abogados o de los mandatarios por prestación defectuosa de sus
servicios está supeditada a que se demuestre su culpa. En materia
extracontractual, el artículo 2341 del Código Civil, que regula la
responsabilidad por el hecho propio, llamada también
responsabilidad directa, supone la prueba de que el demandado ha
actuado culposamente.

Como se ve, toda la gama de variables probatorias en relación con la


culpa se presenta en los dos órdenes de responsabilidad.

Con todo, un hecho determinado tendrá un régimen probatorio


diferente según que se trate de una responsabilidad contractual o
extracontractual. La responsabilidad por el hecho ajeno en materia
contractual, por ejemplo. no permite al deudor demostrar
ausencia de culpa. mientras que tal posibilidad de exoneración sí
existe en la responsabilidad por el hecho ajeno en materia
extracontractual (infra. T. 1, 570 y 597a Ello significa que el
deudor contractual se exoneraría mucho más fácil si a su causa se
aplicara la responsabilidad extracontractual y no la contractual.
que es la correcta. Ello muestra una vez más la importancia del
problema de la opción entre las dos responsabilidades.

b. De la graduación de la culpa:

El artículo 1604 del Código Civil establece la graduación tripartita


de la culpa en materia contractual. Más adelante I infra, T. 1. 357 y
s.s.) demostraremos que en la mayoría de las hipótesis de
responsabilidad contractual ese principio general de graduación de
las culpas en grave, leve y levísima no es de aplicación mayoritaria,
conservándose únicamente para casos excepcionales. De todas
formas. El Código Civil lo establece como principio general que
regula las relaciones contractuales.
En cambio, en materia extracontractual. la gravedad de las culpas no
tiene, en principio, ninguna importancia. Desde que el causante del
daño corneta una culpa. así sea levísima, está obligado a
indemnizar todos los daños que directamente provengan de dicha
culpa! Se dice que en materia extracontractual una culpa es
necesaria, pero una culpa es suficiente`'

Con todo, la gravedad de la culpa puede tener importancia en dos


casos de responsabilidad extracontractual, lo que no contradice el
principio ya expuesto.

En primer lugar, el artículo 2357 del Código Civil establece la


reducción del monto indemnizable en caso de que la culpa de la
víctima haya contribuido causalmente a la producción de su propio
daño. En tales circunstancias, el juez graduará el monto
indemnizable teniendo en cuenta la gravedad de la culpa tanto del
demandado como del demandante. Igualmente, cuando el daño es
imputable a dos o más personas y una de ellas paga la
indemnización a la víctima, la que pagó se subroga contra los
coautores del daño. En caso de que se el juez graduará las
relaciones entre los coautores, para ciertos de la subrogación,
teniendo en cuenta la gravedad de la culpa de cada uno de ellos.

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