Cinco grandes revelaciones  

Primera :El poder de “La Sangre de Cristo” 

 
Hebreos 9:4…….​ ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual 
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, 
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al 
Dios vivo? 
Una de las más grandes revelaciones que Dios nos entregó fue la del poder de la sangre
de Cristo.

Ella tiene el poder de limpiar nuestros pecados (1de Juan 1:7)

Limpiar nuestra conciencia (Hebreos 9:4)
Libertarnos de la esclavitud del pecado, de los vicios y del diablo
Impedir que el diablo nos pueda tocar
Tiene el poder de sanar nuestro cuerpo.
Tiene el poder de justificarnos(Romanos 5:8-9)
Tiene el poder de reconciliarnos (Romanos 5:9)

El diablo está interesado en que nosotros desconozcamos tal poder y viene desarrollando
una estrategia cambiando lo que dice la Biblia “antigua según él” por una interpretación
“moderna” a su favor de tal forma que algunas versiones omiten la palabra ​sangre​.

Por ejemplo la versión Reina Valera de 1960 traduce del idioma original en Romanos
5:8..”Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros. Pues mucho más, ​estando ya justificados en su sangre, ​por él
seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos ​reconciliados​ con Dios por la
muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos ​salvos​ por su vida. Y no
sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por
quien hemos recibido ahora la reconciliación.

La versión Dios habla hoy (DHH) dice: “Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando
todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora, después que Dios nos ha
hecho justos mediante la muerte de Cristo, con mayor razón seremos salvados del castigo
final por medio de él. Porque si Dios, cuando todavía éramos sus enemigos, nos reconcilió
consigo mismo mediante la muerte de su Hijo, con mayor razón seremos salvados por su
vida, ahora que ya estamos reconciliados con él. Y no sólo esto, sino que también nos
gloriamos en Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, pues por Cristo hemos recibido ahora
la reconciliación.

Esta versión omite a propósito la palabra ​¡sangre! ​Quitándole importancia.

Colosenses 1:11 versión reina Valera 1960 dice: “con gozo dando gracias al Padre que nos
hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la
potestad​ de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos
redención​ por su ​sangre​, el perdón de pecados.

La versión DHH dice: “por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados”

Ignorando a propósito la palabra ​sangre.

Redención significa dar a cambio de, por ejemplo usted redime los puntos obtenidos en un
almacén por una mercancía, o por un tiquete aéreo.

Dios nos redimió por medio de la sangre de Jesús, omítale esto a las nuevas generaciones
y ellas continuarán esclavos del pecado y del diablo, no sabrán que fueron justificados,
perdónalos, reconciliados por el poder de la sangre de Jesús.

Sucedió en el momento de mayor angustia de los israelitas, mientras vivían bajo la

esclavitud de Faraón; que ellos clamaron a Dios para que hiciera un milagro y los librará.
Dios escuchó su clamor y envió a Moisés con la misión de liberarlos de ese yugo.

Faraón se opuso y Dios ordenó sacrificar un cordero por familia, tomar de la sangre
derramada del cordero y untar las entrada de las casas como una señal para que al pasar
la muerte esta no tocará al primer hijo de cada hogar.

Esto suena al oído desagradable pero si eso va a salvar a mi hijo mayor. ! ​yo lo haría !

Le pregunto a usted que lee o escucha esto hoy: ¿​usted lo haría?

Dos mil años después el diablo tenía esclavizada a la humanidad por medio del pecado y
Dios decide redimir al ser humano por medio de la sangre derramada por Cristo Jesús y
todo aquel que cree y acepta este sacrificio le es colocada la señal de la ​sangre​ de Jesús
invisible al ojo humano pero visible al diablo, él no matar , no podrá tocar ni dañar a quien la
tenga….

Le pregunto usted aceptaría la señal de la ​sangre​ de Jesús?

Le comento el diablo quiere que usted ignore esta verdad para mantenerlo sometido y
cambia la versión de la palabra de Dios.

Cada instrucción dada por Moisés al pueblo, toda esta enseñanza era un símbolo de lo que
sucedería al enviar Dios a Su Hijo para redimir a la humanidad.
En forma similar Jesús el cordero de Dios Murió por todos los seres humanos y de acuerdo
a las sagradas Escrituras la sangre de Cristo es una señal y una protección a nuestro favor.

Usted si no lo está aún debería hoy entrar bajo esa cobertura.

En el libro de Apocalipsis 12:11 se encuentra la siguiente declaración:

“Y ellos le han vencido por medio de la ​sangre​ del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

La ​sangre​ del cordero, en la puerta de los israelitas representa la promesa de Dios de

protección. Era algo físico; la sangre de un cordero sacrificado. Pero tenía efectos
espirituales; detuvo al ángel de la muerte.

Nosotros al igual que los israelitas, y los creyentes del libro de Apocalipsis tenemos un arma
poderosa en la sangre de Cristo.

Es por medio de la ​sangre​ de Cristo que podemos vencer a nuestro enemigo. Cuando este
se levante en nuestra contra podemos “clamar” la sangre de Cristo en nuestros medios,
familias, y hogares, para que nuestro enemigo no pueda venir y destruir, o hacernos daño.

Si el pecado es el arma más eficaz del diablo para tener acceso a nuestra vida, la ​sangre
de Jesús es el,arma más grande que tenemos nosotros para vencer al diablo y es
suficiente también para limpiar nuestros pecados y declararle al enemigo que él no tiene
ninguna autoridad en nuestras vidas. Fue en la cruz que Jesús derramó su sangre, y fue ahí
donde derrotó al diablo.

Al confesar la ​sangre​ de Cristo estamos reclamando la victoria de Cristo sobre nuestro

enemigo. La sangre de Cristo es una de las armas que Dios nos ha dado para vencer al
enemigo. Cuando estés siendo atacado por el enemigo, ya sea en tu vida personal, la de
tus hijos, o la tu ministerio, clama la sangre del cordero de Dios a tu favor y en contra del
enemigo y así lo podrás derrotar.

A diferencia de los israelitas en Egipto, nosotros no tenemos que sacrificar un cordero, ni

poner en la puerta de nuestras casas, la sangre de ese cordero.

Jesús es nuestro cordero pascual que ha sido sacrificado por nuestros pecados, y su
sangre​ nos limpia de todo pecado. En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por
manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para
presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.

Ni entró en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar
Santísimo cada año con sangre ajena. Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas
veces desde la creación del mundo.
Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a
fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo. (Heb. 9:24-26)

Efesios 2:13…..Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais
lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.