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EL HOMBRE QUE CAMBIO SU CASA POR UN TULIPÁN

III. “La bolsa o la vida” El crac de 1,929

El crac de 1929. El autor alerta acerca de un mal síntoma: si hasta el limpiabotas (o


el taxista, extrapolando a la actualidad) hablan de economía e invierten en bolsa,
mal asunto. Fue la primera burbuja que produjo una crisis de dimensiones
mundiales, que se tradujo en una caída de los valores bursátiles de hasta el noventa
por cien y de la que la economía tardo décadas en recuperarse (y lo hizo,
paradójicamente, gracias a la Segunda Guerra Mundial). Los pagos aplazados, las
compras apalancadas (es decir, con préstamos) y las bajadas de los precios de los
bienes más allá del nivel que se creía de mínimos son las grandes enseñanzas de
esta burbuja.

Entre 1,920 hasta 1,929 los Estados Unidos de Norteamérica, disfrutó de un período
de expansión continuado. La economía tuvo un crecimiento extraordinario a un ritmo
espectacular gracias a una profunda transformación técnica. Años de las líneas de
montaje en cadena que redujeron extraordinariamente los costes de fabricación de
todo tipo de productos modernos. Primeros electrodomésticos manufacturados:
aspiradoras, secadores de cabello, neveras.

El revolucionario invento del teléfono y el automóvil irrumpen en la vida cotidiana de


la sociedad norteamericana. Época de la radiodifusión, de la construcción de los
imponentes rascacielos de Nueva York, de la siderurgia, del cristal.

En el 1,927 se da inicio a la política monetaria, está fuertemente expansiva, la


Reserva Federal, expansiva, liberando una cantidad descomunal de fondos que fue
a parar a bancos y particulares.

Mecanismos diabólicos

Tuvieron nacimiento dos mecanismos que eximieron a los inversores de la


incómoda obligación de adelantar dinero para lograr grandes beneficios:
La compra de títulos a plazo con fianza:

Los trusts.

La compra de títulos a plazo con fianza

Operación tan sencilla como lucrativa, se ofrecieron acciones, sin que las pagaran
en su totalidad, siendo ahora posible comprar acciones sin realizar desembolso
alguno.

Obtención de grandes ganancias con pocas aportaciones desató la locura entre la


gente. Era posible duplicar, triplicar, cuadruplicar y hasta multiplicar por diez el
dinero.

Sucedió que entre 1920 y 1929. Los propios agentes de cambio prestaban el dinero
de las fianzas a sus propios clientes.

Los Trust

Crear un trust llamado Big Palanca Corporation & Trust.

La mitad serán acciones con techo (acciones preferentes)

Que su cotización no variará. Su valor será siempre el mismo y quien las compre
recibirá un porcentaje de rentabilidad. La otra mitad de acciones no tendrán techo
(acciones ordinarias). Serán las que aglutinen toda la plusvalía del Big Palanca
Corporation y como esta plusvalía será tan grande, de ahí sacaremos los treinta mil
dólares de intereses.

Cuando el trust salga a bolsa, aumentará de valor con las acciones preferentes
también se emitían obligaciones.

Esto es lo que se denomina el mecanismo de la palanca y puede acentuarse todavía


más si las acciones sin techo pertenecen, a su vez, a un segundo trust de inversión,
que también tiene acciones con techo y acciones sin techo. Gran beneficio se
repercuta sobre una pequeñísima aportación de capital inicial.

Las entidades financieras se lanzaron a constituir trust los bancos de inversión, los
bancos comerciales, los agentes de bolsa, las agencias de cambio. Exactamente
igual que en la Compañía de los Mares del Sur, los promotores de los trust recibían
una comisión por las emisiones de capital y por los beneficios.

IV. “El eclipse del Sol Naciente” Los años noventa

El eclipse del Sol Naciente es el título dado a la burbuja inmobiliaria japonesa, que
comenzó en la década de 1990 y de la que Japón todavía no se ha recuperado, casi
veinte años después. Considera esto como una advertencia, pues es la burbuja que
más se parece a la que sufre España en la actualidad. Al especular en un producto
como el suelo, el dinero fluye en grandísimas cantidades, por encima de la
producción real, con lo que hay cada vez más activos. Se crea la idea, falsa, de que
quien más ha especulado tiene más dinero, pues no se tiene en cuenta que, cuando
se desplomen los precios, el valor del suelo va a disminuir de manera drástica. Dado
que se gana dinero de manera muy fácil, se invierte mucho y de manera
descontrolada, con lo que el estallido de este tipo de burbujas es mucho más
espectacular.

V. “La exportación de hipotecas” La crisis subprime (2,006)

La crisis subprime (2006). Es la crisis en la que estamos inmersos, y se forma a


partir de la proliferación de créditos e hipotecas a clientes de riesgo. La venta de
paquetes de préstamos entre bancos hace que se multipliquen los activos tóxicos,
con lo que, cuando la burbuja estalla, todo el sistema económico ha sido
contaminado y, literalmente, hay billones de dólares que dejan de existir o que tal
vez nunca hayan existido. Al refinanciar la deuda, se agrava el problema. Asimismo,
en los momentos de euforia nadie se molesta en informarse acerca de la fiabilidad
de los activos que está adquiriendo, dado que se pueden revender sin problemas
hasta que ya no se pueden revender. La garantía del dinero prestado para la
inversión es el propio bien con el que se especula.
VI. “El síndrome del Necio” Los 10 síntomas de la enfermedad de la codicia

El autor deja claro que “necio” no es un juicio de valor, sino que literalmente significa
“que no sabe”.

El autor ofrece los diez síntomas que, según él, caracterizan al necio y codicioso
que suele salir trasquilado en toda burbuja económica.

Antes de enumerarlos, explica que hay dos factores que favorecen su aparición:

El primero es haber vivido en una época de prosperidad.

El segundo, vivir en una época de política económica expansiva, es decir, que haya
mucho gasto público y/o acceso abundante al crédito.

Así pues, los síntomas del síndrome del Necio son los siguientes:

Exceso de confianza

Engaño consentido o autoengaño

Envidia del beneficio ajeno

Gula de dinero

Lógica irracional

Confundir valor y precio

No reconocer que no se sabe

Toma excesiva de riesgos

Creencia en la demanda infinita

Tardanza en asumir la pérdida.

VII. “La propagación del síndrome” De la especulación financiera a la recesión


económica La propagación del síndrome, cómo se pasa de la especulación
financiera a la recesión económica. Para ello se vale de un ejemplo brillantísimo
propuesto por el premio Nobel Paul Krugman, quien urde un sistema económico
basado en la hipotética demanda de un modelo real, el sistema por el que los
funcionarios de Washington acordaron convertirse en canguros de los hijos de sus
compañeros de profesión, a cambio de incentivos varios.

En poco tiempo se produjo una alta especulación, pues había funcionarios que
apenas salían y se ofrecían como canguros de sus compañeros, y otros que
dilapidaban sus recursos.

De este modo, el autor perfila varios tipos de burbujas, siendo estas:

Burbujas de grado 0 es de carácter psicológico, ya que la economía apenas se


retrae y no hay desempleo.

Burbujas de grado 1. Se financia con ahorro. Los precios suben de manera


moderada y apenas se genera desempleo. Un ejemplo fue la burbuja de los
tulipanes.

Burbujas de grado 2. Se financia con el endeudamiento de los participantes, en


concreto a través de préstamos ejemplos la burbuja de la Compañía de los Mares
del Sur y la burbuja de las empresas puntocom. El paro sube y la economía aumenta
al haber más dinero en circulación gracias a los créditos.

Burbujas de grado 3. Se recurre a préstamos procedentes de la banca internacional,


pues ya no basta con la banca nacional. La inflación es notable, así como el paro y
la cantidad de gente que se arruina. Ejemplo: el crac de 1929.

Burbujas de grado 4. Se refinancia la morosidad, lo que conduce a frecuentes


quiebras bancarias y, por supuesto, una elevada inflación y posterior deflación, así
como un desempleo brutal. Ejemplos: la crisis de Japón y la crisis de las subprime.

Burbujas de grado 5. Añade un elemento nuevo que hace que su crudeza sea
indiscriminada: algunos bienes de consumo (como la vivienda) se convierten en
objetos de la burbuja. La economía queda dañada de manera prolongadísima. Es
la crisis en la que vivimos en la actualidad.
¿Quiénes son responsables de esta tremenda crisis?

Bancos Centrales

Controlan la inflación mediante política monetaria y fomentan el crecimiento


económico. La principal causa de todos los problemas estuvo en la laxitud crediticia.
Se originó principalmente por un tiempo prolongado de tipo de intereses bajos.

En esta época afluye una cantidad de dinero mayor al incremento real de bienes y
servicios, no es capaz de absorber, a esto se le da el nombre de inflación.

Bancos de inversión

Responsables que, durante euforias financieras, cuando es abundante el dinero, los


riesgos se obvian.

Estos bancos de inversión obtenían tanto dinero de inversores que buscaban


cualquier crédito como fondo de inversión cobrable, siendo estos de dudoso cobro.

Agencias de rating

Evaluaron el riesgo de los productos financieros. Estas cobran una cantidad variable
por cada producto financiero que evalúan.

Agencias de tasación de inmuebles

Determinan cual es el valor de un inmueble, de modo que cuando un banco conceda


un crédito tengan una cuantificación de la garantía que sobre ese préstamo recae.

La responsabilidad, o error de las agencias de tasación es valorar inmuebles a


precios de corto plazo para que los bancos concedan préstamos a largo plazo.
EPÍLOGO

El autor nos alerta acerca de cuáles pueden ser las próximas burbujas, y llega a una
conclusión honesta no se puede saber.

Además, la gente siempre olvida los errores pasados y, en cuanto vuelva a


generarse confianza en el mercado, repetiremos el esquema y volveremos a las
andadas.

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