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; Compania del Ferrocarril del Sur ae contra la Nacion i. , * sobre nulidad del contrato de venta — del Goon o Abril de 1911 Carrera 7.", numero 590 AGUA UE dif INTRODUCCION Una Asamblea de Accionistas de la Compa- iia del Fertocarril del Suv, Asamblea irregular- mente constitufda, autorizé al Gerente de la misma Compaiifa, en sesién del 10 de Abril de 1905, para vender al Gobierno Nacional el Fervocarril del Sur por la Suma de $ 30,000,000 en moneda Corriente, es decir, on billetes de curso forzoso, con pacto de retroventa por el mismo precio. No autoriz6 la venta 4 plazo ni el pacto de retroventa por precio distinto de aquél, Aparecfa entonces como Gerente de la Compaiifa él doctor Enrique Morales R., pero este seflor no hizo gestién alruna para la venta del Herrocarril. Antes bien, esquivé su ingeren- cia en la negociacion. Fue el doctor Guillermo Torres quieti se _entendié con el Gobierno y arreglé. todos los detalles del contrato. Quizis el doctor Morales no crefa conveniente la ena- jenacién del Ferrocarril. Por eso, cuando se traté de firmar la escritura de venta, el doc- tor Morales se deneg6 4 suscribirla. Por la denegacién del doctor Morales, el doctor Torres asumié de facto la Gerencia de la Compaiifa y firm6 tal escritura. “ eee Cree la Compaiifa que el contrato no es legal porque ni el doctor Torres era Gerente ni, concediendo que lo fuera, lo celebré con sujecién 4 las autorizaciones conferidas por la Asamblea de Accionistas. Ademfs: el Gobierno no ha pagado el pre- cio del. Ferrocarril, y si se ha de dar crédito filo que se afirma en el alegato del apodera- do de The Colombian Southern Railway Company Limited de que se inserta parte en el que se yer4 en seguida, el contrato ajustado entre el Gobierno y el doctor Torres fue apenas apa- vente: por tal alegato se comprende que no hubo por la uua parte intenciin de vender el Ferrocarri/, ni por la otra, intencién de com- prarlo, y que el tal contrato se eelebré tinica- mente con el fin de disfrazar, ua apoyo que el Gobierno prestaba al doctor Torres para que saliera de una inala situacion pecuniaria. Por todo esto y por otros muchos motiyos que se exponen en los alegatos que aqui se dan 4 la luz. publica, la Compafifa del Ferro- carril. ha demandado Ja nulidad 6 la resolu- cién del, contrato en referencia, A la Corte Suprema corresponde dictar el. fallo respecti- ¥0,.y s@ espera, como es natural, que impar- tird justicia. " : | Bogoté, Abril de'1911. se db Senores Magistrados de la Carte Suprema de Justiota : La Compattta del Ferrocarrit del Sur promovid pleito contra la Nacién para que se declare rescin- dido el contrato de compraventa del Ferrocarril del Sur, celebrado entre el doctor Guillermo Torres, di- ciéndose éste Gerente de la citada Compafifa, y el sefior Ministro de Obras Publicas el 21 de Abril de 1g05, conforme 4 escritura ptiblica otorgada en aquella fecha y por ante el Notario 5.° del Circuito de Bogoté, bajo el nimero 772; y para que, en caso de que no se decrete la rescisién, se declare resuvelto dicho contrato por falta de pago del precio de Ja-cosa vendida. El sefior Procurador General de la Nacién, que representa 4 sta en el pleito, negé el derecho de la Compajiia para demandar y la existencia de algunos de los hechos en que la demanda se apoya. Ademis, opuso la excepcién de prescripcién de la accién res- cisoria, Por ello, antes de hablar sobre lo principal del pleito me ocuparé de la Excepcién de prescripcién. Funda el sefior Procurador esta excepcién en que . El contrato cuya rescisién se ha pedido esti afectado de nulidad relativa y por eso se pidié su rescisi6n. Ese contrato se celebré, repito, el 21 de Abril de 1905, y la demanda.¢e rescisién se notifi- cé al sefior Procurador el 30 de Agosto de 1909, es decir, cuatro afios, cuatro meses y nueve dias des- pués de celebrado el contrato. Es evidente, pues, que transcurrieron mis de cuatro affos desde que se celebré el contrato hasta cuando se notificé la de- manda; pero este lapso no ha extinguido por pres- etipeidn el derecho que tiene la Compafifa para alegar la nulidad mencionada y, por consiguiente, para pedir la rescisién del contrato: el lapso nece- sario para esta prescripcién es el de ocho afios, El inciso segundo del articulo 1745 del Cédigo Civil dice: “Las corporaciones de derecho piiblico 'y las perso- nas juridicas son asimiladas en cuanto 4 la nulidad de sus ‘ actos 6 contratos 4 las personas quc estan \bajo tutela 6 curaduria”. Elinciso tercero del articulo 1750 del Cédigo Civil dice: =—o— ‘4 Jas personas juridicas que por asimilacion a los menores tengan derecho para pedir la declaracién de nu- lidad, se les duplicara ¢l cuatrienio y se contara desde la fecha del contrato”. Esto lo dice aquel inciso del articulo 1750 des- pués de haber establecido el mismo articulo en su primer inciso que . Y el segundo inciso del articulo 2079 del mis- mo Cédigo dice: “La sociedad forma una persona juridica distinta de los socios individualmente considerados”. Una persona juridica—/a Compaitta det Ferro- carril del Ser—demanda la rescisién de} contrato mencionado, celebrado por ella y afectado.de nuli- dad relativa, Es, pues, claro que, conforme 4 las dis- posiciones copiadas, esa Compafifa tiene para alegar la nulidad-y pedir Ja rescisién, un plazo de ocho afios contados desde la celebracién del mismo con- trato; no de cuatro affos solamente, como sostiene el sefior Procurador General, El sefior Procurador cuenta el tiempo de la prescripcién desde la fecha del contrato; luego el sefior Procurador reconoce que se trata de pleito iniciado por una persona jrrfdica, porque sélo cuan- do se trata de contratos celebrados por esta clase de personas, 6 por menores de edad en ciertas circuns- cias, 6 cuando se alega error 6 dolo se cuenta el Sane a i tiempo de la prescripcién desde la celebracién del contrato. Sélo en los casos en que la nulidad pro- viene de violencia 6 de incapacidad legal es de cua- tro afios el tiempo de la prescripcién, y estos cuatro aifos se cuentan en esos casos, conforme al articulo 1750 del Cédigo Civil, desde ef dfa en que la violen- cia ha cesado, : Luego no alegindose en este pleito, como no se alega, error ni dolo, ni siendo demandante un me- nor de edad, el sefior Procurador, al contar el tiem- po de la prescripcién desde la fecha del! contrato, reconoce que se trata de accidn rescisoria ejercitada por una persona jurfdica, caso en’ el cualel tiempo necesario para la prescripcién es de ocho afios, con- forme al tercer inciso del articulo 1750 del Cédigo Civil. Siendo persona juridica la Compaftia de! Ferro- tarril del Sur; teniendo las personas juridicas un lapso de ochoaffos, contados desde la celebracién del respectivo contrato, para pedir la rescisién de él cuando esta afectado de nulidad relativa, y habién- dose celebrado el 21 de Abril de 1905 el contrato de'cuya rescisién se trata en este pleito, es claro que no esta prescrita la accién ejercitada por la Compaififa demandante, pues la demanda se propuso el 14 de Agosto de 1909 y se notificé al sefior Pro- curador el 30 del mismo mes, es decir, dentro del término legal. Es, por tanto, infundada la excepcién de pres- cripcién propuesta por el sefior Procurador. 05 et Nulidad del contrato. Con el fin de simplificar el debate. supongo que, como sostiene el sefior Procurador, no obligan «4 terceros las disposiciones adoptadas por una Compa- fifa para su régimen interno 6 para su administracién Privada, tales como el ntimero de acciones que de- ban estar representadas para que haya guorwm en la Asamblea General de Accionistas, el ntimero de yotos que 4 cada accién correspondan 6’el ntimero de acciones que se requieran para cada voto, el ni- mero de votos que se necesiten para que en una vo- tacién haya mayoria absoluta 6 relativa, 6 para acor- dar la celebracién de un negocio que interese y obligue 4 la sociedad, el modo de convocacién delos socios 4 asamblea general, el de comprobar éstos su calidad de accionistas, etc., etc.» Con el mismo fin supongo también que, como lo afirma el seflor Procurador, al tercero «le basta cer- cjorarse de la capacilad de la Compaiifa y de la capacidad de su representante, esto es, de que el ne- gocio que va 4 celebrar est4 dentro del giro ordina- rio de los negocios sociales y de que aquella persona natural con quien se entiende lleva la representa- cién externa 6 aparente de la Compafifa Supongo esto, y supongo mds: supengo que la Asamblea General de Accionistas que autorizé la venta del Fe- rrocarril al Gobierno se reunié observando todos los requisitos y con el gvorwm necesarios, y que el doctor Guillermo Torres era el 21 de Abril de 190s, fecha del contrato, Gerente de la Compafiia duefta del Ferrocarril, y mediante estas suposiciones me coloco en el mismo punto’ de vista del sefior Pro- curador, : En la escritura que contiene el contrato consta que el doctor Torres vendié el Ferrocarril en virtud de la autorizacién dada por la Asamblea General de Accionistas de la Compafifa en estos términos: “ Autorizase al Gerente de la Compajifa del Ferrocarril del Sur para que venda dicho Ferrocarril al Gobierno Na- cional, bajo las siguientes condiciones: 1.2 Que el precio no sea menor de treinta millones de pesos ($ 30.000,000) en moneda corriente; y 2.* Que la venta se haga con pacto de retroventa, quedando plenamente establecido el dere cho para que la Compaiiia vuelva 4 comprar el Ferroca- tril por el mismo precio de venta, dentre de un afio subsi- guiente 4 la fecha del respectivo contrato de venta...” La Compafiia autorizé, pues, al Gerente para yender el Ferrocarril al Gobierno con dos condicio- nes, de las cuales era la primera que el precio de venta no fuera menor de treinta millones de pesos en moneda corriente. Ahora bien: el Gerente de la Compafifa, en ejer- cicio de este mandato, vendié al Gobierno no sdlo el Ferrocarril sino también «los créditos que tiene la Compafifa 4 su favor, de los cuales los principa- les son: uno 4 cargo del Departamento de Cundi- namarca por el valor de las zonas de terreno que el Departamento estaba obligado 4 entregar 4 la Com- paiiia para la obra; el crédito contra la Nacién por el monto de la subyencién que corresponde 4 la Empresa segtin el contrato de doce de Julio de mil echocientos noventa y cinco, por el trayecto de Inea férrea construfda entre el punto de Pensifvania y la Estacién del Ferrocarril de esta ciudad; el eré- dito por dos millones de pesos de capital 4 favor de la Compaiiia y 4 cargo del sefior Guillermo Torres, que vence el dia diez y ocho de Diciembre préxi- mo y consta en documento.> La clausula quinta de la citada escritura dice: “Que la Compafiia vende todas estas cosas por treinta millones de pesos ($ 30.000,000) en mioneda legal y co- rriente, asi: diez millones de pesos que el comprador debe pagarle el primero de noviembre de mil novecientos cin- co; cinco millones el primero de diciembre de mil nove- cientos cinco; diez millones de pesos e} primero de enero de mil novecientos seis, y los cinco millones de pesos res- tantes el primero de febrero del mismo afio de mil nove- cientos seis”, Se ve, pues, que el Gerente, autorizado para vender el Ferrocarril, sé/o el Ferrocarril, por treinta millones de pesos, lo vendid por menos de esta can- tidad, pues ella fue el precio, conforme al contrato, no del Ferrocarril sino de todas las cosas vendidas, es decir, el Ferrocarril y créditos activos mencionados en la escritura de venta, uno de los cuales no mas ascendia 4 dos millones de pesos de capital. De los treinta millones de pesos precio de todas las cosas ee 1 . a ¥ 13. — vendides, hay que deducir el valor de dichos crédi- 4 tos, y hecha la deduccién, cualquiera que sea aquel valor, resulta que el precio del Ferrocarril fue me- nor de tréinta millones de pesos, que fue la canti- dad por la cual la Asamblea General de Accionistas de la Compafifa‘autorizé la venta de sélo el Ferro- carril. Y si ademds del precio de los créditos cedidos al vender el Ferrocarril, se tiene en cuenta que el Gerente se obligé por la clausula décima de la escri- tura de venta, 4 cancelar el crédito hipoiecario cons- tituide sobre el Ferrocarril y 4 favor de la Compafifa de Energia Eléctrica de Bogoth, y que por Ja clausu- Ja novena obligd «4 la Compafifa 4 terminar el tra- “ yecto de ferrocarril comprendido entre el punto de Penstivania y la Estacién del mismo en esta ciudad de manera que dicho trayecto quede completamente concluido y dado al servicio publico dentro de tres meses contados desde hoy» (es decir, desde el 21 de Abril de 1905, fecha del contrato); si se tiene en E cuenta todo esto, repito, se ve que el precio del Fe- rrocarril fue tanto: menor de treinta millones de pesos cuanto valieran el crédito que la Compafiia ; debia cancelar y la obra que debfa construtr. ; _ El Gerente, autorizado para vender el Ferroca- rril por un precio no menor de treinta millones de pesos, vendié el Ferrocarril por menos de esta can- tidad. Y no sélo vendié el Ferrocarril por menos del precio en que podfa venderlo, sino concedié plazos para el pago del precio, sin autorizacién de la en- —3- tidad mandante y sin que la ley lo autorizara para concederlos. La Compafiia confirié poder al Gerente para vender el Ferrocarril bajo ciertas condiciones, En la facultad para vender quedé comprendida la de recibir el precio, pero no la de conceder plazos para el pago de éste. «1 mandatario se ceflira rigurosa- mente 4 los términos del mandato, fuera de los casos en que las leyes lo autoricen 4 obrar de otro modo», dice el articulo 2157 del Cédigo Civil. Entre las facultades que, conforme al articulo 2158 del Cédigo Civil, se confieren naturaimente por el mandato al mandatario no esté la de otorgar plazo cuando se le autoriza para yender. Otorgar plazo para el pago dél precio de Ja cosa vendida cuando el mandante no ha conferido facultad para ello, es acto que sale de los Nmites del mandato-y para el cual se requiere poder especial, sextin el segun- do inciso del articulo que acabe de citar. La, segunda de las condiciones: bajo las cuales se, autorizé, al Gerente para vender el Ferrocarril fue quela venta se hiciera_. La nulidad de Ja tradicién en, que intervienen mandatarios que no obrandentro de los) limites de su mandato. es relativa, porque'el requisite de que el mandatario obre dentro de Jos limites de su man- dato lo exige la ley no en consideracidn 4 la natura- leza de la tradicién, sino,4 la calidad de mandatarios de quienes en.ella intervienen; y porque la ley mis- maestablece que esta nulidad es susceptible de rati- ficacién expresa 6 tacita. * x o* Demostrado, como est4.con la misma escritura de compraventa ‘del Ferrocarril que el Gerente de la Compafiia duefia de aquél,.no obré. conforme al mandato de la Asamblea General de Accionistas; que extralimité ese mandato}; quéda demostrado que el contrato"que esa escritura ‘expresa esta ‘viciado de nulidad relativa, nulidad que, conforme al tercer — 6 — inciso del articulo.1741 del Cédigo Civil, da’ dere- cho para ‘pedir y obtener la rescisién’ del mismo contrato. La Corte Suprema de Justicia, en senten- cia dictada el 28 de Febrero de 1896 (Gacefa Judi- cial, nimero 560) en el recurso de casacién inter- puesto contra la sentencia que decidid en segunda instancia el pleito promovido por Moisés Delgado contra Cupertino Ruiz B., ante el Juez 2.° del Cir- cuito de Neiva, sobre restitucién de una cantidad y de un inmueble, dijo: “La nulidad que proviene de extralimitacién del po- der es, con efecto, putamente’ relativa, porque no hallin- dose comprendida cn los incisos 5.° y 2.°delarticulo 1741 del Cédigo Civil, debe hallarse en ell inciso 3.°; y porque, segin el inciso del mencionada avticulo 2186 del Cédigo Civil, puede sanearse por la ratificaciéy expresa 6 tacita del mandante, al paso que la nulidad absoluta no pue- de, en ningiin caso, sanearse por la ratificacién de Jas par- tes, segiin asi-lo declara terminantemente el articulo 15 de la Ley 95 de 18907". T Accién resolutoria. En caso que no se declare rescindido el contrato de compraventa del Ferrocarril, se le debe declarar resuelto por no haber ‘cumplido el’ comprador la obligacién dé pagar el precio. “La principal obligacién! del comprador'— dice el articulo 1928 del Codigo Civil— es la de pagar el precio convenido”. : -h— Y el primer inciso del articulo 1929 del mismo Cédigo dice ast: “El precio deberA pagarse en el lugar y el tiempo es- tipulados, 6 en el lugar y el tiempo de Ja entrega, no ha- biendo estipulacién en contrario”. En el contrato de 21 de Abrilide 1905 se esti- pulé que los treinta millones de pesos en moneda corriente, precio de las cosas vendidas, se pagarian 4 plazos que vencian, respectivamente, el 1.° de No- viembre y el 1.° de Diciembre de 1995, y el 1.° de Enero y el 1.° de Febrero de 1906. Entre los documentos que el seffor Procurador General de la Nacién acompafié 4la centestacién de la demanda y con los cuales se propone demostrar que, el Gobierno pagé el precio del Ferrocairil, se halla 4 Ja pagina 58 del cuaderng 1.° de los autos el que paso 4 copiar: “Nianero 257—Repithlica de Colombia —Tesoreria General— Contabilidad—Bogotd, 24 de Agosio de 1910. Sefior Procurador General de In Repfiblica- Presente. En cumplimicnto a lo solicitado por usted, tengo el honor deinsertar 4 continuacién copia de los siguientes documentos relacionados con e¢] asunto del Ferrocarril del Sur, tomamoside los copiadores dé.comunicaciones: ry ‘Niimero 2,028—24 de Abril (1905). Ministro de Obras Paiblicas—Presente. Se han recibido en este Despacho el atento oficio de ese Ministerio, fechado el 22 de los corrientes, ndmero rro de la Seccién 3." y Ja Carta de Aviso nimero 32 que anunceia el giro de $ 300,000 oro 4 favor. de la Empresa del Ferrocarril del Sur. El detenido estudio que he hecho sobre los documen- tos expresados, me permite hacer las siguientes observa- ciones: 1.* E] contrato de compravenia del Ferrocarril del Sur, 4 que alude la escritura publica numero 772 del 21 del presente mes otorgada ante el Notario 5.° de este Cir- cuito no aparece ajustado a lo que ordena el articulo 970 del Codigo Fiscal, porque no consta que ¢l Ferrocarril haya sido avaluado por peritos designados por el Gobierno, con intervencién del Procurador General de ia Nacién. 2." No aparece la negociaci6n aprobada por el Poder Ejecutivo, ni la prueba del asentimiento del Consejo de Ministros, segtin lo ordena el articulo 88 de la Ley 149 de 1888, candiciones esenciales para la validez del contrato, 36 Tampoco aparece comprobada la personeria juri- dica dela Compafiia’ Concesionaria del Ferrocarril, me- diante declaratoria hecha por ¢l Poder Ejecutivo. 4 Ann en el supuesto de estar perfeccionado el con- trato referido, no puede este Despacho hacer pago alguno mientras subsista la condicién del plazo estipulado, el cual implica’ la expedicién de tantas érdenes sucesivas cuantos contados deban cubrirse, 4 medida que vayan venciéndose los plazos; pues mientras subsista la condi- cién no hay derechos adquiridos sino nuevas expectativas, segiin las leyes civiles. ; 5." La imputacién de los $ 30,000,000 en papel moe —19 — neda para la adquisici6n del mencionado Ferrocarril, 4 cargo del articulo goo del Presupuesto, parece incorrecta, porque la partida de ese articulo esta destinada al pago de subyenciones y otros gastos 4 cargo del Gobiernoen los Ferrocarriles, lo que presupone una obligacién anterior de parte del Gobierno, y un derecho adquirido, anterior también, de parte de los constructores de vias férreas, todo ello de acuerdo con la ley que hubiera preestablecido los derechos y las obligaciones correlativas. Mientras no se subsanen, pues, las observaciones que me permito consignar en este oficio, tendré que abstener- me de cubrir el giro 4 favor del sefior doctor Guillermo Torres, 4 que se contrae la carta de aviso en referencia. Dios guarde 4 u8ted. Jinio Solano’, Soy de usted atento seguro servidor, José Joaguin PEREZ”, Este documento comprueba que el Ministro de Obras Publicas gird el 22 de Abril de.1905 —es clecir, seis meses menos un dia antes del vencimiento del primer plazo —4 cargo del Tesorero General de la Reptiblica por la cantidad de trescientos mil pe- sos en oro, 4 favor de la Compaitia del Ferrocarrit del Sur, y que el giro fue protestado.’ Protestar una orden de pago no es pagarla. Dice otro de los documentos insertos en el oficio nimero 257 del Tesorero General al sefior Procura- dor General de la Repiblica, fecha 24 de Agosto de 1910: aa “Numero 2,104—Mayo 3 (1905). Gerente de] Banco Internacional—Presente. Remito a ‘usted la suma de diez millones de pesos (§ 10.000,000) moneda corriente, valor de la Libranza ndmero 1 girada|por esta Tesoreria 4 favor del sefior Gui- lermo Torres, Gerente de la Compaiiia del Ferrocarril del Sur y 4 cargo del Banco Central de esta ciudad, y que por valor recibido endosé dicho sefior Torres a esta Tesoreria General. Dios guarde 4 usted. ‘ Junio’ Solano, Soy de usted atento seguro servidor, José Joaquin PEREZ”. De este documento resulta que la Tesoreria Ge- neral de la Reptblica remitié al Banco Internacional diez millones de pesos en moneda corriente,; valor de la Libranza Numero 1, girada por la misma Tesore- ria 4 favor'del doctor Guillermo Torres como Geren- te) éste, dé la Compestta del Ferzocarril del Sur,y & cargo ‘del Banco Central, y que el doctor Torres en- dosd dicha libranza 4 la Tesoreria por valor recibido. Quien debia pagar la libranza era el Banco Cen- tral, y para el pago, la Tesorerfa General remitid los fondos necesarios af Banco Internacional. El Tésoro Nacional debia al doctor Torres. Por ~esto)el Tesorero General giré Ja libranza nimero 1 & favor del doctor Torres y ¢ cargo del Batico Cen- bail. El doctor Torres endosé la libranza, es decir, Soop cedidé sus derechos de. acreedor al Tesorero General, 6 sea 4 su propio deudor. La libranza quedé asf amortizada. No obstante, en el cuaderno de pruebas del se- fior Procurador General se halla una nota fechada en esta ciudad el 6 de Septiembre de 1910 y dirigi- da por el Gerente del Banco Central al sefior Procu- rador, nota de la cual aparece que aquel Banco pagdé la libranza nimero 1, girada 4 favor del doctor To- tres. Copio de dicha nota: “Seiior Procurador General de a Nacién--E, 8. D, Con fecha 28 de Noviembre de 90s, y bajo el namero 360, ios dirtgio el entonces Administrador General de Hacienda Nacional, que hoy se llama Tesorero General dé la Republica, una comunicacion en que nos dice : ‘ Sefior Gerente del Banco Central—Presente, En cumplimiento de expresa y terminante orden del Ministerio de Obras Publicas, comunicada esta Tesoreria General en carla oficial ntimero 413 de esta misma fecha, por la cual se dispone el pago del primer contado del va- lor del contrato sobre compraventa del Ferrocarril del Sur.... $ 10.000,000 papel moneda, me permito avisar 4 usted que es Ilegado el caso de cubrir, por la Caja de ese Establecimiento, y con cargo all crédito flotante del Go- bierno, la libranza nimero 1,°, girada por este Despacho el dia 27 de Abril del presente afio. Cubierta la libranza en referencia, ruego a usted se sirva enviarla 4 esta Oficina, con el fin de expedir el correspondiente cheque. De usted atento seguro servidor, Martin Restrepo Mejia’. En cumplimiento de esta orden, hicimos la operacion de pago 4 que se refiere el siguiente asiento de nuestros libros: Libro Diario, pagina 737—Bogota, 23 de Noviembre de 1905. (Legajo 201—Articulo 759—Letras s/ el Interior 4 Cheques de la Gerenct §$ 10.000,000—N). cheque nu- mero 818 0) Tesorero General de la Reptiblica en pago de la libranza namero 1 de 27 de Abril ultimo, girada por el Tesorero General a favor de Guillermo Torres y 4n/. ¢argo por $ 10.000,000 papel moneda, stima que cargar ~ mos provisionalmente 4 Letras s/. el Interior. Somos de usted muy atentos seguros servidores, Banco Central—Por el Gerente, ESTEBAN JARAMILLO”, Resulta, pues, que la libranza, endosada por et doctor Guillermo Torres & la Tesoverta General POR -varor rectpipo, fue pagada por el Banco Central con fondos de la Tesorer‘a General, la cual Tesoreria ha- bla remitido de antemano af Banco Internacional diez millones de pesos en papel moneda para pagar la misma libranza. A ser esto asi, la libranza en men- cién habrfa sido pagada tres veces: una por la Teso- rerfa General; otra por el Banco Internacional con los diez millones de pesos que la Tesoreria remitid 4 este Banco el 3 de Mayo de 1905, y otra por el Banco Central, con fondos de la misma Tesoreria, el 28 de Noviembre de 1905. reo Sea de esto lo que fuere y cualquiera que sea el ntimero de veces que el Tesoro piiblico haya paga- 23 — do la Libranza Niimero 1, el pago de ella, una 6 mu- chas veces hecho, no es pago del precio ni de parte del precio del Ferrocarril del Sur. En la orden de pago ntimero 43, girada el 22 de Abril de 1905 por el Ministro de Obras Publicas 4 favor del doctor Guillermo Torres, Gerente del Fe- rrocarril del Sur, por trescientos mil pesos, se en- cuentra esta constancia: “Noviembre 28 de 1905 —Se abonan 4 la presente or- den $ 100,000 en oro, que la Tesoreria General cubre en la libranza numero 1.°, 4 cargo del Banco Central, y que vencid el dia primero (1.°) de Noviembre del corriente aiio. El Tesorero General, MARTIN RESTREPO MEJIA”. La parte del precio del Ferrocarril del Sur que debié pagarse el 1.° de Noviembre de 1995, se cu- brid, dice el Tesorero General, «en la libranza nime- ro 1.’, 4 cargo del Banco Central.» De suerte que los diez millones de pesos en mone- da legal y corriente que el comprador debia pagar el 1.°de Noviembre de 1905, los cubrid, 6 sea los pagé «en la libranza nimero 1.” 4 cargo del Banco Cen- tral» El Gobierno no pagé, pues, esta suma, parte del precio del Ferrocarril del Sur, «en moneda legal » corriente,» como se estipuld en el contrato de com- praventa. En el contrato de compraventa, el comprador se obliga 4 pagar en dinero la cosa vendida. El dinero que el comprador da por Ja cosa vendida se llama precio. Por tanto, quien dice precio dice dinero. ae it ee =e eee ee ee Si esto es correcto conforme al articulo 1849 del Gédigo Civil, lo es también con arreglo 4 la escritura publica en que consta el contrato de compraventa del Ferrocarril, escritura en la cual se dice «que la Compafiia vende fodas estas cosas (el Ferrocarril, unos créditos activos y una cosa futura) por treinta millones de pesos ex moneda legal y corriente» (sub- rayo las palabras 4 que quiero lamar la atencién). No sélo del texto de la ley sino también de ex- presa estipulacién de las partes, resulta que el precio del Ferrocarril debia pagarse de la Compafifa para ejercer el cargo de Director Gerente de ésta cedida para separarse de ese empleo al doctor Enri- ao que Morales R.», ni tomd posesién de la Gerencia en dicho dia, ni aquella acta se extendié en la fecha que tiene, ni es verdadera. Todo esto se demuestra con el cambio de nombre del Gerente que se hizo en la escritura de venta del Ferrocarril, firmada el dia 21; con lo que aparece de la inspeccién ocular prac- ticada por el sefior Magistrado sustanciador el 22 de Octubre de 1910 (fojas 40 y 41 del cuaderno de mis pruebas); con las declaraciones ya copiadas, y con las del Secretario de la Compafiia, doctor Alejandro M. Olivares. En efecto, llamado este’sefigr 4 decla- rar a solicitud del sefior Procurador, fue contrainte- trogado por mf y contesté en los términos que se ven en seguida: Contrainterrogado: zEs cierto que el Jueves Santo del aio de 1905 usted no se ocups, tanto‘en el dia como ‘en da noche, sino en el cump!imiento de sus deberes ‘reli- Biosos? Contesté: ‘El Jueves Santo de 1905 me encon- traba en la poblacidn de Usaquén, donde traté de cumplir en cuanto me fue posible;mis deberes religiosos, sin venir 4 la ciudad”. Contrainterrogado: ;Es cierto que ni la Asamblea General dé Accionistas ni el Consejo Directivo de la Com- paiiia del Ferrocarril del Sur tuvieron reunién el Jueves Santo expresado: Contesté: “No tengo conocimiento, por cuanto, como dejo dicho, ese dia me hallaba en la poblacién de Usaquén”. Contrainterrogado: 2Es cierto, y lo declara usted po- niendo d Dios por testigo de la verdad de ‘sn respuesta 4 esta pregunia, que el. acta de la sesion del Consejo Direc- tivo de la Compafiia del Ferrocarril del Sur que se le == pone de presente y que aparece en la pagina 40 del Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de la misma Compafiia, fue extendida después de estar firmada la escritura piblica en que se le vendié al Gobierno el Ferrocarril del Sur, y que por eso fue por lo que usted no Ilev6 la copia de tal acta al Notario ante el cual se otorgé aquella escritura sino dias después de la fecha de Ja misma escritura? Contesto: ‘El dia 22 de Abril, Siba- do Santo de 1905, fui llamado per un propio que me dijo ir en nombre del doctor Enrique Morales, de la pobla- cién de Usaquén, donde me encontraba, 4 Bogota; aqui se me manifesté por los superiores dela Compania que el objeto de habérseme llamado en la nvahana de ese dia, era el de escribir y autorizar como Secretario el acta de la reunién del Consejo Directivo en que presentd excusa de continuar en la Gerencia el docidr Enrique Morales, y design para ejercerla al doctor Guillermo Torres. Para cumplir esta orden superior no recuerdo precisamente si se me dio minuta 6 acta escrita en hoja suelta: solo puedo afirmar que el acta que tengo 4 la vista y que esta al folio 4o del Libro de Actas de las sesiones de la Junta General de Accionistas, la escriht. de mi punto y letra el mencio- nado Sabado Santo, 22 de Abril de 1905. ‘Personalinente no Mevé al Notario la copia 4 que se refiere la pregunta, ni séquien se la llevd, ni supe en qué fecha precisa la hubieran Ilevado al Notario”. Llamiado el doctor Olivares 4 declarar por so- licitud mia, se le recibié su testimonio: por el sefior Magistrado sustanciador él 20 de Octubre tiltimo, y aquel testimonio est& en un todo conforme con lo que acabo de transcribir, siendo de notar que en él consigné el doctor Olivares estas palabras: — 40 — “;.. mada me consta sobre los detalles anteriores 4 la firma de la escritura de 21 de Abril de 1905, por la cir- cunstancia de no haber estado en Bogota ese dia ni el an- terior; sobre el nombre de la persona que ejerciera la Ge- rencia en esos dias, me remito 4 lo que aparece en los libros oficiales de la Compa pues si bien es cierto que en los dias Jueves y Viernes Santos de 1905 no estuve en Bogota, también lo es, por consiguiente, que no tuve no- ticia de las labores que en esos dias hubieran tenido Jos directores principales de la Compafiia, que constituian el Consejo Directivo”. Sea que, contra la evidencia de los hechos, pue- da creerse que el doctor Torres era Gerente de la Compatfifa desde el 20 de Abril de 1905, como lo dice elacta de posesién —acta absolutamente falsa,— 6 que hubiera esvmido la Gerencia el dfa 21, como él mismo y los testigos lo declaran, ni aquella su- puesta posesién ni el hecho de asumir la Gerencia dieron al doctor Torres la representacién legal de la Compafifa.»Conforme al articulo 3.° dela Ley 42 de) 1898, es el registro, en el Juzgado respectivo, del acta de nombramiento de Gerente lo que con- fiere la personerfa de la Compafifa. El acta que dice que el doctor Torres fue nombrado Gerente de la Compajifa del Ferrocarril del. Sur el 20 de.Abril de 1905, no esta registrada en ninguno de los Juzgados de este Circuito, La representacién legal de una Compajiia como la del Ferrocarril del Sur no se adquiere por el hecho de tomar posesién del cargo de Gerente ni, mucho menos, por el de asumtr la Gerencia. —41- Si, como se dice en el A/zgato del apoderado de The Colombian Southern Railway Company Limi- ted, que he citado y copiado en parte, se llegé 4 celebrar el contrato del Viernes Santo de 1905 por- que «el sefior Torres apelé 4 que el Gobierno le ayu- dara en sus dificultades, no con el” Animo dé perju- dicar en forma alguna 4 la Nacién’ sino con‘el de impedir el desastre 4 que siempre conduce el panico y laimpaciencia del piblico en esta clase de desgra- ciadas situaciones»; porque «el General Reyes ma- nifesté muy buena voluntad en’ ayudarlo y Torres puso toda su confianza en el Gobietno por aquél presidido», y si «nunca hubo, pues, en el sefior To- rres intencién de vender definitivamente el Ferroca- rril al Gobierno, ni en éste de comprirselo®; si este que dice el Avegato citado es cierto, se explica, aun- que no se justifica, la vertiginosa rapidez con que se otorg6é la escritura de venta del Ferrocarril en'un diaen que las oficiaas pablicas, unas por ley y otras por costumbre, permanecen cerradas. Se explica que se asumiera la representacién de 1a Compafiia del Ferrocarril por quien no era Geren- te de ella: sé trataba de «ayudar» al doctor Torres «en sus dificultades>, no de contratar con la Com- pafifa ni de comprar el Ferrocarril. Se trataba de dzs- Srazar por medio de un contrato de compraventa la «ayuda» gue se daba al doctor Torres cen sus difi- cullades» Si las afirmaciones que hace el Alegalo mencio- =—4q2— nado son ciertas, el contrato de 21 de Abril de 1905 no es'real,.es aparente. La escritura que se firmdé el 21 de Abril de 1905 se registré el 22 delmismo mes, Sabado Santo, y en este, mismo dia~-Sabado. Santo—el Ministro de Obras Piiblicas'gird la orden de pago 4 favor del doc- tor Guillermo Torres por la cantidad de trescientos mil pesos que se deb{an pagar 4 plazos, el primero de los cuales no habia vencido, apenas empezaba. En la orden de pago se expresa el dia en que yence cada plazo, y se agrega: «Este ultimo contado debe Pagarse al sefiorjFederico Montoya, en virtud de orden de dicho Gerente (Torres); y el. tercero de $100,000 ‘oro debe abonarse 4 la Tesorerfia Gene- ral, por orden del mismo Gerente de la Empresa, quien dice que los depésitos para responder de esta stuna estén en el Banco Central, en la cuenta de la Tesoreria: General». La_orden, de pago no fue pagada. Hay en ella una nota puesta el 28 de Noviembre de 1905, que yahe copiado, nota que dice se abonan $ 100,000 en oro que la Tesoreria General «cubre en la libran- za muimero 1.° 4 cargo del Banco Central». Esta li- branza. no obra en los autos, De una copia simple de los asientos hechos en los Libros del Banco Central. aparece que se pagé por el Banco, pero no se sabe 4, .quién se hizo el pago. Seguin copia de una nota del Tesorero General al Banco. Interna- cional, inserta ya‘en este escrito, la Tesoreria re- mitié 4 dicho Banco el 5 de Mayo de 1905 diez —g- millones de pesos para pagar esta libranza, que. no ha aparecido. El Tesorero General emitid seis libranzas que obran en los autos y llevan los ntimeros 2, 3, 3 ¢i5, 4,4 4, y 4E. La libranza ntimero 1.° no esta en los autos ni hay en ellos constancia legal de que haya sido pagada. El Tesorero General emitié dichas libranzas el 27/de Abril de 1905, es decir, tres dias. después de haber dirigido al Ministro de Obras Piiblicas la nota de 24 de Abril, yé copiaday que concluye asi: “Mientras no se subsanen, pucs, las observaciones que me permito consignar en este oficio, tendré atic abstener- me de cubrir el giro 4 favor del sefior doctor Guillermo. Torres, 4 que se contrae la carta de aviso cn referencia”. El 27 de Abril de 1905, fecha de las libranzas, no habian vencido los plazos estipulados en la escri- tura de venta. Repito: apenas empezaban 4 trans- currir. En la orden de pago se expresa que uno de los _ contados se debia pagar al sefior Federico Montoya, y otro, adondrsele 4 la Tesoreria General. Nise hizo el pago al sefior Montoya ni se hizo el abono 4 la Tesoreria: todas las libranzas se emitieron 4 favor del doctor Torres y 4 cargo del Banco Central. No hay constancia en el expediente de que el Ministro de Obras Ptblicas insistiera en la orden de pago expedida 4 favor del doctor Torres. Se ca- rece, pues, de, datos para saber en virtud de qué y = por orden de quién emitié el Tesorero las libranzas, y para saber si lo que no podia hacersé legalmente por medio de una orden de pago, era licito hacerlo por medio de libranzas que no tienen cardcter legal. Emitidas las libranzas el 27 de Abril, el doctor Torres las ‘endosé el mismo dia, 27 de Abril, excep- to la marcada con el ntimero 3 S¢s, que fue endosada el 1.° de Mayo siguiente: El pago de las libranzas mimeros 2 y 3 fue rehu- sado por el Banco Central por orden del librancista, es decir, del Tesorero General. Acerca de las libranzas emitidas, el Tesorero Ge- neral, entre otras cosas, dice al sefior Procurador en nota oficial de 8 de Julio de 1910 lo que sigue: “En los copiadores de 1905 hay una nota en que el ‘Tesorero protesta la orden 4 favor del Gerente del Ferro- carril del Sur por $ 30.000,000 como precio de esa Ems Presa, y-se sabe que e] Tesorero de esa época gird 4 cam- bio de fa orden, Jibranzas que el sefior Guillermo Torres desconto en los Bancos de esta ciudad, las cuales se han venide pagando segtn la relacién que queda detallada. En ¢sa ¢poca era Ministro del Tesoro el mismo sefior Torres”. ; Esta relacién, tomada de lo que consta én autos, parece que justificara Ja siguiente afirmacién que se hace en el Alegato que tanto he citado: “El propdsito de este negocio (la compraventa del Ferrocarril) era que Torres pudiera hacer frente 4 sus di- ficultades con las libranzas que el Gobierno entregaba, y egies que dentro del afio de la retroventa pudiera colocar el Ferrocarril en Europa y con parte de su precio pagar al Gobierno”. Y parece confirmarla también lo que el Ministro de Guerra dijo en el informe que presenté al Presi- dente de la Reptiblica y 4 los dem4s Ministros el 19 de Agosto de 1907 respecto 4 la venta del Ferroca- rril del Sur, 4 saber; “Fue convenido desde un principio que el valor de las libranzas 4 su vencimiento se aplicaria primeramente A cubrir $ 100,000 que el Banco Internacional debia 4 la Tesoreria General de la Republica, y los § 200,000 restan- tes se aplicarian al pago de las deudas particulares del se- fior Guillermo Torres, entre las cuales figuraban wa eré- dito hipotecario de $ 80,000 de principal 4 favor de la Compaiiia de Energia Eléctrica de Bogota, y varios otros créditos garantizados con titulos de acciones de la Com- paiiia del Ferrocarri! del Sur”. Parece que esto no dejara duda ninguna, pues el General Eduardo Bricefio, ha declarado: “Es cierto que el doctor Guillermo Torres me endos6 y traspaso la libranza 4 que se refiere el contrato que se me acaba de leer, para pagarme parte de una deuda perso- nal del mismo sefior Torrés 4 mi favor”. Como no se alcanzaron 4 practicar todas las pruebas que pedf, no puedo aducir otros testimonios en el mismo sentido que el del General Bricefio. k Pero'lo que queda dicho es bastante’ para com- prender por qué y para qué ‘se émitieron las libran- = = zas, que no son documentos de deuda piblica, ni ér- denes de pago, ni cheques de Banco, y queson de equivoco valor ante la ley. Tratébase de «ayudar en sus dificultades» al doctor Torres, y las libranzas se emitieron, Todo .concurre, pues, 4 demostrar que el contra- to de compraventa del Ferrocarril del Sur no es real, no es verdadero: es apenas afarente. En el Adegato citado se dice que “A principios de Abril de 1905 él seftor Guillermo Torres se vio arrastrado 4 muy serias dificultades de ne= gocios "5 i y que aunque el doctor Torres habia traspasado la propiedad del Ferrocarril 4 una Compafifa anénima organizada por €l, “virtualmente seguia siendo ducfio casi exclusivo del Fe- trocarril por ser propietario de veintitrés veinticuatroavas partes de las acciones dé Ja Compaiiia. El publico no sus- cribié sino $23,000 en papel moneda...... secon, ¥ C88 suma habia sido devuelta yA veinte veces 4 titulo de divi- dendos en el aio de 1905”. * * % No he alegado la nulidad del contrato por simu- Jacién 6 falta de causa: he partido del supuesto de que el contrato es real-y no simulado. Por esto he demandado la rescisién de €1 y subsidiariamente he pedido que se le declare resuelto. —47— Si he hablado del contrato calificdndolo de apa- vente, es porque los hechos que sirven para demos- trar esa apariencia prueban también los hechos en que he apoyado Id accidn rescisoria, pues si el doctor Torres se crefa vértvalmente duefio del Ferrocarril, era natural que, procediendo de acuerdo con esa creencia, cuando sélo debfa obrar como mandatario, extralimitara el mandato; y prueban también el hecho en que fundé la accién resolutoria, porque si el objeto del contrato fue el de ayudar al doctor Torres en las «muy serias dificultades de negocios 4 que se vio arrastrado 4 principios de Abril de 1905», las libran- zas emitidas en Abril de 1905 se aplicaron 4 la ayu-- da prometida al doctor Torres, esto es, 4 pagar una deuda del Banco Internacional y las deudas persona- les del mismo doctor, y no 4 pagar el precio del Fe- rrocarril. Por lo demas, lo que he dicho. puede servir en parte para contestar 4 la pregunta que hace el seffor Procurador, 4 saber: s{CuUAL DE LOS ASPECTOS DE ESTE PLEITO ES MAS HERMOSO, EL LEGAL 6 EL MORAL?». Bogot4, 27 de Febrero de Igtl. Sefiores Magistrados. Fernando Cortés Contrarréplica al alegato de conclusién presentado por el Procurador General de la Reptiblica en el juicio que sigue la Compafiia del Ferrocarril del Sur contra la Nacion, sobre mulidad del contrate de compraventa de dicho Ferrocarril y, subsidiariamente, sobre resolucién del mismo contrato. Como dije en el alegato que precede, con el fin de concretar y simplificar el debate, supongo que el sefior’ Procurador tenga razén cuando afirma que «no obligan 4 terceros las disposicisnes adoptadas por una Compafifa para‘su régimen interno 6 para su administracién privadas; y que al tercero «le basta cercioratse de la capacidad de la Compaiiia y de la capacidad desu tepresentante». Porque supon- golesto, prescindo de la parte’ del alegato del sefior Procurador en que se trata: de: demostrar la exacti- tud de las expresadas afirmaciones, y me ocuparé de él en cuanto’se’refiere 4 lo esencial del pleito. Existencia legal de la Compaiiia yvendedora. Dice el sefior Procurador, refiriéndose al prime- ro de los hechos en que se apoyé la demanda: 4 — 50 — ff es verdad que el doctor Torres no era Ge- rente de una Compafiia anénima, porque la del Ferroca- rril del Sur no tenia escritura ptiblica, desde luégo que la escritura de asociacién no fue registrada en ningin Juzga- do (C. Co., arts. 469, 479, 472 ¥ 551); pero si era repre- sentante legal de la sociedad de hecho ”. La Compafifa del Ferrocarril del Sur se consti- tuyé por la escritura piiblica ntimero 1,393 de 18 de Diciembre de 1895 que se presenté en copia autén- tica con la demanda y obra en los autos. Si el ew- tracto de esta escritura no se registré en ninguno de los Juzgados, como lo ordena el articulo 470 del Cédigo de Comercio, esta omisién no es prueba de que, como dice el seffor Procurador, la Compafiia no dene escritura publica. Esa escritura esti en el ex-) pediente. Aquella omisién, si existe, ser4 prueba de que no se registré el extracto de la escritura; pero no de que no existe la escritura. No es lo mismo una escritura piblica que un extracto de ella. © La omisién de cualquiera de las solemnidades prescritas en los articulos 469 y 470 del Cédigo de Comercio — es decir, no entregar en la Secretaria del Juzgado respectivo wx extracto de la escrituta pi- blica de constitucién de la sociedad,-y no registrar ese extracto—, «produce, dice el articulo 472 del citado Cédigo, nulidad absoluta entre los socios». La nulidad absoluta se produce, pues, sélo entre tos socios. Mientras esta nulidad no se declare, la so- ciedad tiene una existencia morbosa, est4 herida por la ley; pero existe. La declaracién de nulidad es la —s51— que pone término 4 la sociedad, la que impone la li- quidacién de las operaciones anteriores y la que res- tituye las cosas al estado anterior al contrato nulo. La nulidad absoluta no es la inexistencia, no. es Ja nada, que si lo fuera, no mandarfa la ley liquidar las operaciones anteriores sujetindose 4 las reglas del cuasicontrato de comunidad, ni hablarfa de socie- dades de hecho, ni de socios de hecho, ni ordenaria restituir las cosas 4 un estado anterior. Si la nulidad absoluta fuera la inexistencia, la ley. no exigiria que fuera declarada por el Juez, puesto que la nada, el no ser, no pueden ser objeto de declaratorias judi- ciales. Para los terceros la sociedad existe aun cuando falten una 6 ms de las solemnidades de que tratan los citados articulos 469 y 470. Los terceros intere- sados en la existencia de la sociedad «podran acre- ditarla por cualquiera de los medios probatorios que reconoce este Cédigos, dice elarticulo 477 del Cé- digo de Comercio. El articulo 479 del mismo Cédigo dice: “El tercero que contratare con una sociedad que no ha sido legalmente constituida, no puede sustraerse por esta razon-al cumplimiento de sus obligaciones”, No estando declarada la nulidad absoluta entre 4os socios de la Compafifa del Ferrocarril del Sur, ni declarado nulo el contrato de sociedad, ésta, aunque viciada, tiene todavia existencia. : Si la sociedad no hubiera existido, el Gobierno = 52 -- no seria comprador del Ferrocarril del Sur. Si la so- ciedad'vendedora no hubiera existido, el Gobierno no habria pagado, como el seffor Procurador ase- gura que pag6, el precio del Ferrocarril, pues no habria tenido 4 quién hacer el pago. El sefior Proctirador, cuando sostiene que el Go- bierno compré validamente el Ferrocarril del Sur, que pagé el precio, y que cualquier vicio que al con- trato afectara esté saneado por la ratificacién del vendedor y por el transcurso del tiempo, acepta la existencia legal de la Compafifa vendedora. Si se admite que el contrato de sociedad es nulo, y la nulidad se declara, desaparecerd el titulo de do- minio que el Gobierno adquirié sobre el Ferrocarril, titulo viciado, pero en el cual se fundd para vender e] Ferrocarril 4 una sociedad extranjera; y en este caso seria inobjetable la accidén dé reivindicacién de aquél intentada por los comuneros 6 socios de hecho. Nulidad relativa. He'‘sostertido que esté viciado de nulidad relativa el contrato de compraventa del Ferrocarril del Sur, celebrado por el doctor Guillermo Torres en repre- sentacién dela, Compafifa del. citado Ferrocarril, y el Gobierno Nacional, porque autorizado el Gerente de fa Sociedad para vender por una determinada suma de pesos en papel moneda, 6 sea moneda legal ent el tigmpo'dé la celebracién del contrato, vendid una cantidad menor; porque vendid 4 plazos xo eslando facultads para conceder plazos, y porque de- — 533 — biendo pactar la retroyenta del Ferrocarril por el mismo precio de Ja venta, estipuld un precio mayor y en adtstinta moneda. He dicho que el Ferrocarril se vendié por mucho menos de treinta mil pesos, porque esta cantidad es el precio no sélodel Ferrocarril size de varios va- liosos créditos acttuos y de una obra gue la Compa- ila debe construtr, 4 \o cual el sefior Procurador replica que la cosa vendida fue una Empresa y que, por consiguiente, en la autorizacién para venderla por el precio de treinta millones de pesos quedé comprendido el precio de los créditos activos y el de la obra que se debfa construir. La Asamblea General autorizé la yenta del Fe- rrocarril, de sélo ef Ferrocarril; de wna finca:raiz, no de Empresa alguna. Los eréditos activos no son ac- cesorios de un Ferrocarril, no son bienes que const#- éuyan 6 concurran 4 constituic un Ferrocarril. Tam- poco es accesorio de un Ferrocarril la construccién de una obra. Por esto, la escritura ptiblica de compra- venta habla de precio de “odas las cosas vendidas y no de precio de ¢a cosa vendida. En. cuanto 4 la estipulacién de plazos para el pago del precio de /as cosas vendidas, el sefior Pro- curador alega: “1° Que en el mandato que Je confirid (la Compania) al llamado Gerente y que se inserté en la escritura de que se trata, se dice: ‘Autorizase también al Gerente para pro- veer 4 las necesidades que esta negociacién imponga’, lo que implica.la facultad de conceder plazos ”. Esta autorizacién no implica ‘facultad para con- ceder plazos: significa que el Gerente debia tener prontas las cosas necesarias para la realizacién del negocio, que debfa hacer los gastos que exigiera la negociacién. Conceder plazos no es necesidad sin cuya satisfaccién sea imposible celebrar el contrato de compraventa. El plazo no es requisito esencial en este contrato. No es una necesidad de él. Continiia el sefior Procurador: 2.9 Que habiéndole concedido (el plaza) 4 entidad enteramente solvente, como lo es el Gobierno, obré den- tro de la facultad que concede el articulo g1q del Cédigo de Comercio”. Este articulo dice: “(Aun cuando el comisionista esiuviere antorizado ta- cita 6 expresamente para vender 4 plazo, s6lo podra veri- - ficarlo 4 personas notoriamente solventes”. El comisionista se considera tacitamente autori- zado para vender 4 plazo cuando. sus instrucciones no se lo prohiben. He sostenido que el Gerente de la Compafiia del Ferrocarril del Sur no fue autorizado para vender 4 plazo. El sefior Procurador no ha comprobado que se le hubiera conferido tal facultad. El Gerente de la Compafifa del Ferrocarril del Sur no estaba tacitamente autorizado para vender 4 plazo, porque la autorizacién tacita es, conforme al articulo 413 del Cédigo de Comercio, «para vender es 4 los plazos de uso general en la plaza>, y no esta comprobado que los plazos concedidos en el contra- to de compraventa del Ferrocarril sean los de uso general en Bogota para vender Ferrocarriles, com- probacién que no podra hacerse jams, entre otras razones, porque la venta de un Ferrocarril, de un bien inmueble, no es contrato de comercio; ni aun cuando lo fuera podria aplicarse el articulo 414 cita- do por el sefior Procurador. El Ferrocarril no es mercaderfa que se pueda vender <é éos plazos de uso general en la plaza», Ni el Gerente de la Compaitia obré en la negociacién como comisionista. El encar- gado de la administracién y del uso de la razén so- cial de una Compafifa colectiva de Comercio no es un comisignisia para vender. Dice el sefior Procurador : “vy 4° Que aungue la hubiera habido (la prohibicién de vender 4 plazo) ella no afectaria la validez del contrato, aun suponiendo li exisiencia legal de la Compaiiia, porque fa contravencién en este caso, no est’ determinada por Ia ley como causal de nulidad: antes bien, el caso esta pre- visto y sélo hubiera dado lugar 4 relaciones juridicas entre el comisionado y los comitentes, como se deduce del ar- ticulo 416 del Cédigo de Comercio, que dice: ‘El comi- sionista que, teniendo orden de vender al contado y por un precio fijo, vendiere al fiado por otro mas subido, hara suya la diferencia, toda vez que el comitente le exija el pago en la forma prescrita en sus instrucciones’.” El sefior Procurador es quien ha subrayado. Salta 4 la vista que, aun suponiendo que él Ge- — 56 — rente de la Compaiifa hubiera sido comisionista para vender, y que el Ferrocarril fuera mercaderta, el ar- ticulo copiado por el sefior Procurador y que él sub- rayé en parte no. serfa aplicable’ al caso del pleito, ademas de muchas otras razones, por la de que el Gerente, comisionista en concepto del sefior Procu- rador, no vendié el Ferrocarril por un precio ds sudtdo; NO VENDIO SIQUIERA POR EL PRECIO QUE SE LE riy6; como lo tengo demostrado, vendié por un pre- cio mrcho menor del que se le fijé. Habiendo vendido el Gerente 4 plazos y por un precio menordel que se le fij6, extralimité su,man- dato, y el contrato que celebré con el Gobierno quedé, por esto, yiciado de nulidad relativa. Ratificacién de! coutrato. El sefior Procurador dice: ‘“Perojsi todo lo expuesto carecieva de valor, no podria negarse que los\demandantes ratificaron el contrato en referencia (C, C., arts. 1753 y 1754). i Para probarlo- basta leer los contratos de diez y dieci- siete de Agosto de mnil novecientos siete, celebrados entre el Ministro de Obras Pablicas y el sefior Miguel Nicto y que figuran en el cuaderno de pruebas del demandante (fs. 60 vuelta 4 67 vuelta), en Jos cuales se reconocié expresa- mente la existencia y validez del de 21 de Abril de 1905 y el de 13 de Junio de 1906, que figuran en el nimero 12,700 del Diario Oficial, del cual acompaiio un ejemplar, contra- to en que también reconocié dicha Compaiiia 6 Sociedad de hecho el dominio del Gobierno sobre el Ferrocarril del Sur”. eT El sefior Procurador sostiene que en caso de que existiera la nulidad relativa alegada, quedé sa- neada por la ratificacién de las. partes, ratificacién que encuentra en los contratos de 10 y 17 de Agosto de 1907 y en el de 13 de Junio de 1906, publicado en el niimero 12,700 del Diario Oficial, del cual Diario acompafié un ejemplar 4 su alegato de bien probado. Ciertamente la nulidad relativa puede ser sanea- da por la ratificacién de las partes. Esta ratificaci6n puede ser expresa 6 tacita, En el caso del pleito, la ratificaci6n fue expresa puesto que se dice que consta en los contratos que cita el sefior Procurador. “Ni la ratificacion expresa ni la tacita, dice el articulo 1755 del Codigo Civil, serin validas si no emanan de la parte 6 partes que tienen derecho de alegar la nulidad”. La parte que tiene derecho de alegar la nulidad es la Compaiifa\del Ferrocarril del Sur, y esta Com- pafiia no intervino en los contratos que el sefior Procurador cita, porque el sefior Nieto, que figura en cllos como Gerente de aquélla, no tenia tal cardc- ter, no era Gerente, y porque aun cuando el sefior Nieto hubiera sido Gerente, la Compafifa no lo au- toriz6 para ratificar el contrato de compraventa del Ferrocarril; de manera que si el sefior Nieto ratifi- cé dicho contrato, esa ratificaci6n no emané de la Compafiia y, por consiguiente, no obliga 4 ésta. Los contratos que el sefior Procurador cita. ae constan en los autos: dos de ellos, en copia expedi- da por el Ministro de Obras Piiblicas, y el otro, en el Diario Oficial que el sefior Procurador presenté -con su alegaté de bien probado. Analizaré no sélo los contratos que cita el sefior Procurador, sino todos los celebrados con el Gobier- no sobre el Ferrocarril del Sur, y haré el andlisis siguiendo el orden de la publicacién de ellos en el Diario Oficial. Para entrar en este trabajo supongo que quien intervino en los contratos por parte de la Compaiiia era Gerente de ella. No se puede suponer mas. Tampoco se podria exigir mas. En 1 supuesto de que el sefior Miguel Nieto fuera Gerente de la Compafiia, de los contratos cele- brados por éi resulta: Contrato de 18 de Junio de 1906. (Diario Oficial nimero 12,700) Este es uno de 16s contratos que el sefior Procu- rador cita como de ratificacién del de 21 de Abril de 1905. Este contrato versa sobre admintstracién del Ferrocerrit-del Sur. En él no se ratifica el de 21 de Abril de 1905.) Ni una palabra s¢ encuentra en su texto de la cual se pueda deducir la ratificacién. Ni este contrato es ejecucién del de 21 de Abril. Todo lo contrario. Copio de dicho contrato (el de 13 de Junio de 1906), estas cldusulas: “h) La Compafia presentara al Gobierno oportuna- mente el comprobante de haber cancelado el crédito 4 favor del Ferrocarril)de la Sabana y haber aténdido al ser- vicio de los demas créditos y obligaciones que el Gobier- no ha contraido durante el tiempo que’ha tenido la admi- nistracién; i) Con la entrega que el Gobierno haga 4 la Compania del Ferrocarril con ‘todo lo que le pertenece, quedara 4 paz y salvo por raz6n de la administracién que ha tenido del Ferrocarril desde el veintiuno de Abril antepasado”, De estas cliusulas resulta que, no obstante el contrato de compraventa del Ferrocarril, el Gobierno no se considerd duefiode (ste sino wero administrador de él, puesto que en este caracter, noen el de due- fio, contrajo obligaciones quela Compafiia debia can- celar, y porque éstipulé que con Ja entrega que del Ferrocarril hiciera 4 la Compafiia, quedaria <4 paz y salve por razén dela administraciin gue ha tenido del Ferrocarril desde el veintiuno de Abril antepasa- do», esto es, desde el dfa 21 de Abril de 1905, fecha del contrato de’ compraventa del Ferrocarril del Sur. E] dueffo no estipula que queda paz y salve por ra- z6n de la administracién de sus propios dienes. Los administradores ‘de bienes ajenos son ‘los que dejan constancia de quedar 4 paz y salvo con los duefios de esos bienes. El contrato que estudio no es, pues, una ratifica- cién del de 21 de Abril de 1905; antes bien, tien- de 4 demostrar'la exactitud de los siguientes concep- tos, emitidos en‘el A/egato impreso presentado 4 la er E 5 =e — Corte Suprema por el apoderado sustituto de la Co- lombian Southern Railway Company Limited en plei- to que contra €sta sigue el Gobierno: “El sefior Torres apelé 4 que el Gobierno le ayudara en sus dificultades, no con el animo de perjudicar en for- ma alguna 4 la Nacién sino con el de impedir el desastre A que siempre conduce el panico y Ja impaciencia del publico en esta clase de desgraciadas situaciones. El Ge- neral Reyes manifesté muy buena, voluntad en ayudarlo y Torres puso toda su confianza en el Gobierno por aquél presidido. Asi fue como lleg6 4 convenirse que el Gobier- no compraria el Ferrocarril del Sur por $30,000,000, paga- deros 4 plazos, y que la Compaitia Colombiana recuperaria la cosa vendida dentro del afio siguiente por § 300,000 en oro,-y siendo de advertir que Torres entregaba el Terroca- rril inmediatamente, mientras que ¢l Gobierno no empeza- ba 4 pagar sino seis meses después y. por mensualidades. E! propésito de este negocio era que Torres puciera hacer frenie 4 sus dificultades con las Libranzas que el Gobier- no entregaba, -y que dentro del atio de ia retroventa pudie- ra colocar el Fecrocartil-en Europa y con parte desu pre- ¢io pagar al Gobierno. Nunca hubo, pues, en el sefior Torres intencién de vender definitivamente el.Ferrocarril al Gabierno, ni en éste de comprarselo”. * Contrato de 7 de Julio de 1906. (Diario Oficial mimero 12,726) Por este contrato, el \Gobierno se obligé para -con la Compafifa del Ferrocarril del Sur 4 vender 4 la Compafiia The Teguendama Sindicate Limited, que se debia organizarconforme 4 las leyes inglesas, a los bienes que se enumeran en el mismo contrato y que el Gobierno adquirié por el de 21 de Abril de 1905. Siel Gobierno adquiridé por este ultimo con- trato el dominio del Ferrocarril del Sur, no se com- prende por qué se obligé para con tuna Compaiiia que ningtin derecho tenfa sobre él, 4 venderlo por cierto precio y en determinadas condiciones 4 una Compaiiia inglesa. Esta obligacién, contraida por el Gobierno, concurre 4 demostrar que al celebrar el contratode 21 de Abril de 1905, aquél no sé propuso adquirir el dominio del Ferrocarril, y que s6lo tuvo en mira, como se dicé en Ia parte que he transcrito del Aéegato citado, auxiliar 4 uno de sus amigos, que se encontraba en momentineas dificultades pecu- niarias, En el contrato dey de Junio de 1406 se encuen- tran estas otras cl4usulas: “¢) El Gobierno devolvera 4 la Compaiiia la propiedad de los demas valores que fueron objeto del contrato de compraventa que consta en la escritura ntimero 672 ya citada, y que ‘no sean los relacionados en la clausula pre- cedente; “f) Son de cargo de la’ Compaiia del Ferrocarril las comisiones que haya de abonarse al Banco:Central por los servicios que tiene que prestar conforme 4 este cOntrato; “k) La Compafiia declara al Gobierno 4 paz y salvo por toda cuenta proveniente de la administracion del Fe- trocarril en todo el tiempo en que ha estado 4 su cargo”, De este contrato apareceique el Gobierno obra- ba como administrador, no como duefio!del: Ferro- re } ee carril. Como mandatario de la Compafifa se obligé 4 vender el Ferrocarril. Procedié, como mandatario de la Compafifa al obligarla 4 pagar al Banco Cen; tral los servicios que éste debia prestar, y al exigir una vez m4s que la Compafifa lo declarara 4 paz y saleo por toda cuenta proveniente de la adminisiractén del Ferrocarril en todo el tiempo en gue ha estado & Sie cargo. No es ratificar un contrato de compraventa obli- garse el comprador 4 vender 4 un tercero parte de los bienes que se dicen comprados y, 4 devolver el resto de ellos al mismo vendedor. Pyesisaments esto es lo contrario de ratificar. Pero no es esto sdlo: Por la cléusula f) del contrato, el Gobierno se obliga 4 pagar con ciertas condiciones las libranzas que emitid, y por la clausula J, la. Compafifa se obli- gO 4 reeembolsar el valor de las libranzas y las su- mas que habia entregado por cuenta del precio del Ferrocarril. Las libranzas de que se habla se emitieron en pago del precio del Ferrocarril; y en este contrato, la Compafifa vendedora se obliga 4 reembolsar al Gobierno comprador el valor de las mismas libran- zas y las sumas erogadas por él en pago del precio del Ferrocarril. Esto es resolver el contrato de com- praventa, no es ratificarlo. Enel contrato de compraventa celebrado entre la Compafifa y el Gobierno quedaron comprendidos, adem4s del Ferrocarril, varios créditos: uno 4 cargo Sel del Gobierno y otro 4 cargo.del Departamento; y por la cl4usula g) del contrato que examino, el Go- bierno se obligé 4 deducir estos créditos del valor de las libranzas y de las sumas que hubiera entregado por cuenta del precio del Ferrocarril. Restituir las cosas al estado anterior 4 la cele- bracién de un contrato no es ratificarlo, y aquello fue lo que se hizo por el contrato que estudio. Luego este contrato no ratifica el de compraven- ta celebrado el 21 de Abril de 1905. Este contrato comprueba dos cosas: que el Gobierno no pagé el precio del Ferrocarril, y que la’ comprayenta fue apenas aparente; fue una simulacién de contrato. * Contrato de 10.(¢ mas bien 22) de Agosto de 1907. (Diario Oficial ntimero 13,062) Este contrato, citado por el sefior Procurador, versa «sobre arreglo de cuentas pendientes entre el Gobierno y dicha Compajfifa> del Ferrocarril del Sur. La clausula 6." de este contrato dice: “La Compafiia del Ferrocarril del Sur debe 4 su tur- no al Gobierno la cantidad de trescientos mil pesos ($ 300,000) en oro, por valor de las libranzas que pag6, giradas por el Gobierno nacional 4 favor de la Compaiia y 4 cargo del Banco Central”. Y¥ después de enumerar otras cantidades que la Compaiiia debe al Gobierno, dice: — 64 — “De modo que el crédito del Gobierno para’ con la Compania del Ferrocarril del Surasciende A trescientos seis mil pesos ($ 306,000) en oro, Deducida la cantidad de sesen- ta y seis mil novecientos noventa y das pesos treinta centa- vos en oro que el Gobierno adeuda a la Compania, queda 4 cargo de la Compafia un saldo de doscientos treinta y nueve mil siete pesos setenta centavos ($ 239,007-70) en oro, cantidad que recibir el Gobierno al hacer la ven- ta del Ferrocarril 4 la Compafiia inglesa Hamada The Co- lombian Southern’ Railway. Limiled, la mitad en dinero efectivo y la otra mitad en acciones de esta Compaiia completamente pagadas al tenor del inciso g) del articulo 4. del contrato de 7 de Julio de 1906, celebrado con el Gobierno Nacional y publicado en el numero 12,726 del Diario Ofitial”. ee ese ap Es Segtin la clausula 5.4, la deuda 4 cargo del Go- piermo y 4 favor dé la Compaiifa proviene del valor de las zonas de terreno compradas por ella para el Ferrocarril, del saldo de una subvencién y de inte- rests sobre el valor de dichas zonas. Estos créditos fueyort cedides al’ Gobierno por el contrato de com- praventa del Ferrocarril, como consta en la clausu- la v del contrato de 21 de Abril de 1905. Si el Gobierno, no obstante haber adquirido esos créditos el.21 de Abril de 1905, los pagé conforme al contrato que analizo, fue, 6 porque el contrato de 21 de Abril es ficticio 6 simulado, 6 porque se resol- vi6 6 restindid ese contrato; pero en ningtin caso el pago, ni ese mismo contrato, son’ ratificacién del con- trato de 21 de Abril sobre compraventa del Ferroca- rrildel Sur. Pagar al cedente los créditos cedidos por éste al deudor no es ratificar el contrato de cesién. mroghle Si como dice la clausula’6.* del contrato de que me ocupo, la Compafifa del Ferrocarril del Sur debe al Gobierno trescientos mil pesos en oro, valor de las libranzas emitidas para pagar el precio del Ferroca- rril, segtin sostiene el'sefior Procurador, és claro que dichas libranzas no se dieron'en pago de aquel pre- cio puesto que el Gobierno las ‘cobré 4 la Compafifa, y €s, por tanto, evidente que el Gobierno no ha pa- gado el precio del Ferrocarril: La clausula 8.* del contrato dice, entre otras cosas: “(1eEn tal virtiid, desde lafecha ew que este'contra- to quede perfeccio nado empezaran 4 contarselo¢ cincuenta y cinco afios durante los cuales el concesionario tiene dere- cho de usufructuar el Fetrocarril,y vencitos los cuales pasara la dicha empresa 4 poder de la Nacién sin mediar indemnizacién ninguna, de acuerdo con el articulo 3.° del contrato de t2-de Julio de 1895, celebrado entre el Minis terio de Hacienda y el doctor Guillermo Torres. En con- secuencia, para el cumplimiento del presente contrato, la Compania del Perrocartil del Sur hace constar solemne- mente que queda 4 paz y salvo con el Gobierno por razon 4 la subvencién 4 que tenia derecho por la construccién del Ferrocarril en la extensién dada al servicio pablico...” De esta clausula resulta que el Gobierno no se consideraba con derecho al Ferrocarril por virtud del contrato. de compraventa de 21 de Abril de 1905, puesto que estipuld que vencidos. cincuenta y cinco afios, contados desde la fecha del contrato, el Ferrocarril ‘pasaria 4 poder de la Nacién sin me- 5 — 6 diar indemnizacién ninguna; y que el Gobierno no se reputé duefio de los créditos de que habla el cita- do contrato de 21,de Abril, desde luego que hizo constar solemnemente en dicha clausula 8.* que que- daba 4-paz y salvo con la Compafifa por razén de la subvencién 4 que ésta tenia derecho. El contrato de que se trata demuestra, pues, que el de.2t de Abril de 1905, es apenas aparente. No es ratificacién de 1: es su desconocimiento. * Contrato sobre compraventa del Ferrocarril del Sur, celebrado entre el Gobierno ye) sefior doctor Antonio José Cadavid como apoderado de “The Colombian Southern Railway Limited”, (Diario Oficial nimero 13,080) En este contrato no estuvo representada, ni bien ni mal, la Compafiia del Ferrocarril del Sur. En este contrato se consigné lo siguiente: “6° E| referido Gobierno se compromete 4 dar al re- ferido Ferrocarril y 4 los bienes inventariados un titulo bueno y valido, con arreglo a las leyes de Colombia y 4 satisfaccién de la Compafiia 6 de sus abogados, 6 de un representante acreditado en Colombia; pero nada de lo consignado en este convenio hard al referido Gobierno 6 4 la Compania responsable en concepto alguno de las deu- das 6 obligaciones en que hubieren incurrido los antiguos propietarios del Ferrocarril 6 de los bienes inventariados. 7° En el caso de que dicho Gobierno dejare de dar un buen titulo al citado Ferrocarril 6 4 los bienes inven- tariados, la Compaiiia quedara libre para notificar al refe- == rido Gobierno Ia rescisin del convenio} pero esa notifica- cién no dara lugar 4 reclamacién alguna de compensacion por cualquiera parte contratante en contra de la otra”. Hasta el 27 de Febrero de 1907, fecha de la ce- lebracién del contrato de que copio estos articulos, el titulo del Gobierno sobre el Ferrocarril del Sur no era éueno y vdlido con arreglo 4 las leyes de Colom- bia. Asf lo dijeron los contratantes, y el Gobierno se comprometié 4 dar 4 la Compafifa un titulo bueno. Luego hasta el 27 de Febrero de 1907, ©) Gobierno, segiin su propia confesién, no tenfa titulo valido sobre el Ferrocarril. Del 27 de Febrero al 22 de Agosto de 1907, fecha, esta diltima, en que el Poder Ejecutivo aprobé el citado contrato, no aparece en parte alguna que el Gobierno adquiriera sobre el Ferrocarril titulo dieno y udlide, mejor que el que tenfa el 27 de Febrero de 1907 6 siquiera igual 4 éste. Luego el Gobierno vendié 4 la citada Compafifa y ella compré el Ferro- carril del Sur A'sabiendas de que el titulo del vende- dor no era ni dveno ni valde. * Contrato de 12 de Agosto, de 1907, aprobado el 22 del mismo mes. (Diario Oficial nimero 13,107) En este contrato se dice que el sefior doctor An- tonio José Cadavid, representante de la Compaiifa inglesa, ha exigido al Gobierno que le otorgue el t{- tulo de propiedad sobre el Ferrocarril del Sur, cosa ee ee a FE E ’ a a 68 — t que los contratantes — el Gobierno, y el sefior Miguel Nieto como Gerente de la Compafiia del Ferroca- rril del Sur— «¢reyeron’ €onveniente ‘porque’ el cumplimiento del contrato de 6 de Julio de 1906, sin pejudicar al Gobierno, favorece los intereses. de los duefios de acciones de la Compafiia del Ferrocarril del Sur y los de los acreedores del sefior Guillermo Torres» . Por tanto, convinieron en que el Gobierno procederia:4 otorgar 4 la Compafifa inglesa el titulo de propiedad sobre el Ferrocarril del. Sur mediante ciertas condiciones. Una de estas condiciones fue el compromiso que la Compafifa del Ferrocarril del Sur contrajo de,com- prar al Gobierno, por su valor nominal, las accio- nes que debia recibir en pago de su acreencia . Se observa 4 primera vista que el Gobierno no contraté como duefio del Ferrocarril del Sur, Fue en virtud de contrato con el que creyé Gerente de la Compafifa del Ferrocarril del Sur que se juzgé auto- rizado para proceder 4 otorgar 4 la Compafita ingle = fol sa el titulo de propiedad sobre el Ferrocarril del Sur, Procedié como mandatario, no como duefio. El Gobierno se comprometié4 otorgar 4 la Com- pafifa inglesa titulo de dominio sobre el Ferrocarril con la condicién de que la Compafifa del Ferrocarril del Sur le comprara por su valor nominal las accio- nesque debia recibir en pago del valor de las libran- zas que emitié para cubrir el precio del Ferrocarril; es decir, que el Gobierno no intervino en el contra: tocomo vendedor del Ferrocarril sino ¢omo acree- dorde la’ Compafiia del Ferrocarril del Sur por el valor de unas libranzas cuyo pago quiso asegurar adquiriendo preferencia sobre acreedores hipote: carios. Segtin el articulo 6.° del contrato, si

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