LA LIBERTAD.

La palabra libertad, por sí sola evoca un sentimiento de paz, armonía y

tranquilidad, pues no existe regalo más grande para un ser humano que el
vivir y actuar sin opresión. Empero, para gozar de un derecho natural tan
soberano como es la libertad, todos los integrantes de la sociedad deben
participar activamente, pues el invaluable derecho a la libertad no es
irrestricto, dado que los derechos humanos tienen fronteras cuyos límites se
demarcan con la presencia del derecho ajeno, que debemos privilegiar so
pena de perder la propia libertad.
En inicio, las reglas de sana convivencia nacen en la voluntad y
conciencia individuales; sin embargo, el Estado debe compilar y dar a
conocer con claridad las normas con base en las que habrá convivir
legalmente los individuos, señalando en forma diáfana cuáles son las
consecuencias de incumplir con las obligaciones legales.
En conclusión, la libertad es un don con el que nacemos, pero debemos
atesorarlo, pues la falta de respeto a los derechos de terceras personas
podría llevar a la pérdida de tan valioso bien intangible, pero tan alta
consecuencia, debería ser prevenida por los Gobiernos, fomentando el
respeto entre individuos por la simple idea de bienestar, en tanto que, tales
individuos deben apoyar cualquier medio de educación en los cimientos de
la moralidad y los principios, con la finalidad de que se viva libremente con
base en la prevención y no en el castigo.

Además, los ámbitos de gobierno deben garantizar el derecho a la libertad

como premisa fundamental a partir del nacimiento y condenar cualquier
restricción que un individuo ejerza sobre otro que atente contra la libertad,
que es casi tan valioso como la vida misma.
“NO TODAS LAS PROPOSICIONES QUE ADSCRIBEN VALOR A
ALGO SON PROPOSICIONES ETICAS”

Hemos entendido que la filosofía para abarcar el amplio conocimiento humano se

divide en distintas ramas las cuales tocan distintos ámbitos de dicho
conocimiento, aunque también podemos encontrar que dichas ramas de la
filosofía pueden compartir dicho conocimiento, por ejemplo:

 Metafísica y la Ontología (comparten la temática sobre el SER).

 Epistemología y la Gnoseología (comparten la temática del
CONOCIMIENTO).
 Ética y la Estética (comparten la temática sobre el VALOR de cada objeto
o persona).

Podemos entender o conocer que, aunque en cada uno de los ejemplos compartan
el punto de partida no mantienen las mismas ideas o formulan las mismas
hipótesis.

Sabemos que, aunque ambas se asemejan al dar VALOR a algo o alguien, al

igual que en ética en la estética entra en función el subjetivismo y el relativismo,
porque el VALOR que se le da a cada cosa o persona se define por los contextos
sociales y culturales en cada época, y también entraría lo que cada quien
entendería como valeroso.

Entonces la ética se puede expresar como una rama de la filosofía que se encarga
de adjudicarle VALOR a las acciones que realizamos, pero van direccionadas
hacia si la acción es correcta o no.

En cambio, la estética se encarga del estudio de la esencia y la percepción de la

belleza, es decir, que valora lo que se entiende por bello en cada ámbito y cultura.

Por lo tanto, la ética y la estética comparten la gran mayoría de su “estructura”,

pero no comparten su enfoque, la estética determina lo bello de cada objeto y/o
persona y la ética determina lo que es bueno y lo que es malo.