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Constituciones y Cultura Política 1863-1886

Fabio Humberio Giralda limenez"

uedo afirmar que pertenezco a el discurso jurídico-político para que en

P una generación que creció en el la sociedad todo siga igual. La amplia-


temor pero, y por una formación ción del espectro electoral, por ejemplo,
muy personal, no me he resignado a la contribuye a que grupos de presión
derrota. Por ello, puedo hacer mía la otrora excluidos participen en el gobíer-
sentencia de Bobbio según la cual la no, así como la descentralización puede
«actitud de un buen demócrata será la 'contribuir a que se escuchen más las
de no hacerse ilusiones respecto a lo voces mudas de las regiones margina-
mejor y no resignarse a lo peor»! :::\ das. Y es una gran ventaja que se con-
El optimismo que ha producido en sagren jurídicamente esos presupues-
la prensa yen la clase política la promul- tos Pero más allá de las posibilidades
gación de la nueva Constitución es jurídicas está la disponibilidad política
exagerado. Unciertoambientepropicio~que es, en último término, el nivel de
a la tolerancia, que sin embargo se va decisión de más importancia. Para que
desvaneciendo cada vez más, y los pre- ella sea efectiva, se requiere, entre otras
supuestos jurídicos consagrados en la disposiciones, una cultura política dís-
nueva carta, bien pueden dar lugar a la tinta a aquella que ha moldeado nues-
resolución de algunos conflictos políti- tras costumbres.
cos por la ampliación de los procedí- Por ello considero un deber civil
mientos y del espacio para la confronta - actuar con el beneficio que reporta la
ción ideológica; pero como democracia no desconfianza alimentando la crítica teó-
es una forma de gobierno sino una clase de rica para.identificar y denunciar las 50-
sociedad, la solución de los conflictos luciones meramente verbales y emoti-
políticos no trae como consecuencia ne- vas diferenciándolas de las propuestas
cesaria la solución de los conflictos 50- operativas con contenido real. Me mue-
ciales. Y puede ocurrir lo que general- ve a escribir estas líneas el pesimismo de
mente ha sucedido: que todo cambie en quien teme lopeorporquedesea b mejor.
Sería una irresponsabilidad enterrar
.• Profesor del Instituto de Filosofía. ilusiones, pero es tambíén una írrespon-
Universidad de Antioquia. sabilidad alimentar ilusiones vanas.

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Respetar la nueva Constitución en general, no se deben a ellas. Induda-
sólo es una condición necesaria para el blemente es mucho mejor haberlas t~
buen funcionamiento de la sociedad. nido; sin embargo, además de ellas hay
Aunque ella sea imperfecta, es indis- que contar con el poder político: el del
pensable invocar el respeto, entre otras gobierno central, el de los mandos me-
razones, porque allí están escritos la dios, el poder invisible de los grupos
mayoría de los más significativos lo- económicos y el de los grupos de pre-
gros de una civilización política moder- sión capaces de influir por la fuerza o
na; pero la adhesión formal, aunque sea por elsoborno, elpoderdelclientelismo,
total, puede conducimos a hacer de la el poder supranacíonal," y más aún, el
Constitución el tótem. Con ello quiero poder del lenguaje político para mime-
decir que esa adhesión no es suficiente; tizar realidades aplazando expectati-
por cuanto la Constitución es sólo en vas. De estas formas subterráneas de
parte responsable de la forma como se ejercicio del poder, que son parte esen-
gobierna un país, de nada valdría tener cial de nuestra cultura política, una
una nueva si los dueños del gobierno constitución no dice nada.
siguen siendo los mismos, y si las cos- Dado que las fórmulas políticas
tumbres políticas, si la cultura política, tienden más a suscitar emociones que a
no se le adecúa. ~ proveer soluciones, me preocupa que el
Las constituciones colombianas, I optimismo sobre la nueva Constitu-
además de ser cartas de batalla y no ción, emblema de los bienvenidos al fu-
tratados de paz, como bien se ha seña- turo, sea, má s que nada, una propaganda
lado en un fino análisis," tienen otra producida por la necesidad de acomo-
característica: han sido el producto de dar las nuevas circunstancias a los vie-
pactos de paz entre ideas, que no han jos intereses, o en el mejor de los casos,
logrado detener la batalla social, dado el producto de un optimismo fatuo. Y
que han servido para dirimir conflictos por ello conviene advertir que un traba-
políticos entre élites gobernantes pero jo teórico-crítico como éste, no puede
no para resolver conflictos sociales. Es sustraerse a la realidad de las insonda-
decir, han sido tratados de paz para bles dificultades que implica lograr un
las instituciones del régimen y para presupuesto adecuado para que los
los gobiernos que las dirigen, mientras postulados de una constitución como la
en la comunidad política ha continua- nuestra sean eficaces socialmente. Esa
do el conflicto. Han sido la encarna- es una de las dificultades, tal vez la
ción más precisa de lo que es una máxima; pero hay otras, como la exis-
guprra fria. ' tencia de una cultura política inadecua-
Nuestras constituciones han sufri- da, sentido en el cual está elaborado
do de aquellas enfermedades que ni este ensayo, pues la relación con el pa-
matan ni curan. No se trata de que sado no deja de ser un lastre tan pesado
hayan sido imperfectas o de que no se como el de Prometeo. En la tensión
hayan cumplido, aunque las dos cosas entre fuerzas renovadoras y regresivas
han ocurrido, sino más bien de que no hemos medido la capacidad de estas
nuestros problemas, los de la sociedad últimas. Apenas si las conocemos a

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medias y promover su conocimien to es tos de la primera y de la segunda parte.
la intención de este trabajo.
Los pensamientos que a continua- 1. Sobre las Constituciones
ción divulgo apuntan a la crítica de 1.1 Conviene empezar diferencian-
nuestra historia, para precaver males do dos tipos de constituciones: las que
futuros, mostrando la frustración que son elaboradas con un criterio proyecti-
ellanos ha dejado. Mi intención es tra tar va o futurista, para ser aplicadas a una
de descubrir las justificaciones que se sociedad determinada; son una especie
han elaborado como sustento de los dis- de modelo de desarrollo, expresado ju-
cursos jurídico-políticos, al igual que rídicamente, con el fin de moldear una
tratar de mostrar cómo esos discursos sociedad; un ejemplo de este tipo es la
sehan desarrollado con una autonomía Constitución de 1863; y las que son
propia a tal punto que se puede afirmar elaboradas como expresiones propias
que la sociedad real palpita e incluso se del grupo social al que se aplican como
desarrolla sin relación con ellos. Y no la Constitución de 1886.Estas tienen un
solo por el carácter técnico, o metateó- carácter más reductivo que proyectivo
rico y sofisticado de las teorías jurídicas y son, para decirlo metafóricamente,
y políticas. Más bien se trata de que moldes extraídos de la realidad social
existe un discurso jurídico-político que en tanto que las del primer tipo son
muy poco o nada se ha estructurado moldes propuestos o impuestos a la
con base en la sociedad en la que viven sociedad.
y mueren los hombres reales quienes, Las primeras, cuyos antecedentes
sin construirla, han padecido los rigo- deben buscarse en el Iusnaturalismo
res de una ciudad celestial, la cual, clásico moderno, consideran el derecho
contrariamente a los descubrimientos como un sistema independiente que
de la ciencia desde los siglos XVIY XVII surge de la sociedad, pero que después
no parece obedecer a las mismas leyes a se impone y prima sobre la misma. Las
que obedece la ciudad terrestre. otras, cuyos antecedentes deben bus-
Este trabajo está dividido en tres carse en la Escuela Historicista, no con-
partes. En la primera, describo una se- sideran el derecho como un sistema de
rie de presupuestos de teoría constitu- normas impuestas a la sociedad, sino
cional para fundamentar la tesis central como un conjunto de reglas producidas
sobre el desarrollo de la cul tura política espontáneamente por ella. El derecho
de mayor presencia y efectividad en es, entonces, un hecho de formación
nuestra historia; en la segunda, descri- espontánea y natural que vive en la
bo los antecedentes históricos y las tesis conciencia popular de la misma mane-
más representativas de la cultura políti- ra que el lenguaje y las costumbres. Las
ca surgida durante el período de la Re- dos posiciones muestran el contraste
generación en contraste con el pensa- entre quienes piensan que el derecho
miento del Liberalismo Radical que con- debe ser un factor determinante en la
fluye en la Constitución de 1863; en la formación de nuevas normas y quie-
tercera, elaboro algunas conclusiones nes piensan que el derecho debe seguir
que permiten reunificar los presu pues- y no guiar.

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Aunque ambos tipos de constitu- ridadal derecho. En el segundo, se sitúa
ciones tengan procesos de conforma- la aplicación de las normas a casos es-
ción y de consolidación diferentes, es pecíficos, es decir, las sentencias, polo
posible afirmar que en ellas el derecho, en el cual se garantiza la capacidad del
desde el punto de vista técnico, cumple derecho para comunicarse con lo social.
funciones comprehensivas de genera- En todo sistema jurídico se puede diri-
lización y estabilización de expectati- gir el énfasis hacia uno de ellos; es decir,
vas de conducta para el caso de las se puede privilegiar más la seguridad
constituciones del primer tipo, o de jurídica que la capacidad de relación
conductas ya practicadas para el caso con los hechos sociales o viceversa.
de las del segundo tipo. Si el sistema construye normas
Tenemos por sabido que una cons- partiendo de las entradas funciona con
titución, y la consecuente legislación relativa independencia de las conse-
que de ella se desprende, se completa cuencias que desata. Si la construcción
en su aplicación y que este proceso, a su se hace en dirección a las salidas signi-
vez, está regulado por los principios fica que el sistema se desarrolla con el
constitucionales. El principio lógico específico interés de producir efectos.
fundamental de una constitución es la La concepción clásica del Estado liberal
no negabilidad de los preceptos consti- que sirvió de base a la Constitución
tucionales, por lo cual, ellas mismas colombiana de 1863, por ejemplo, hace
establecen los procedimientos para el más énfasis en la seguridad jurídica que
cambio. Dicho principio garantiza que en las consecuencias que produce. De
la constitución sea ley de leyes. Una vez allí se desprende la teoría política que
sancionada la carta, la preceptiva ad- defiende un ejecutivo débil yunlegisla-
quiere independencia y autonomía yel tivo fuerte, lo cual, en última instancia
texto promulgado queda como una se manifiesta en un Estado débil, en el
dogmática jurídica. La no negabilidad sentido de Estado no interventor. La
establece el control y la consistencia de Teoría del Estado social de Derecho o
lo jurídicamente posible. Esta caracte- Estado interventor, como ejemplo con-
rística, que en principio parece muy trario, pone el énfasis en las consecuen-
reductiva, tiene su reverso en el hecho cias sociales del derecho.
de que las normas son de carácter gene- La teoría del derecho propia de la
ral y por eso incluyen, en cuanto se Constitución del 63 hizo énfasis en la
desglosan o se especifican, la posibili- seguridad del derecho hasta el punto
dad de su aplicación a casos concretos. dequese pudo decir de ella que era una
En éste sentido la dogmática es abierta. constitución para ángeles; la del 86hizo
De acuerdo con Luhman,' el dere- énfasis en la aplicación del derecho al
cho puede ser explicado como un sis- aspectosocial pero terminó reforzando
tema que tiene entradas (input) y sali- el polo de la seguridad. Como hemos de
das (output),las cuales serían los polos ver, a diferencia de otros países, en
del sistema jurídico. En el primero están Colombia, desde 1886 se conformó un
los códigos, cuya coherencia, sistema- Estado fuerte e interventor pero descui-
ticidad ycompletitud le confieren segu- dando la efectividad social del derecho.

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Desde allí, se produce un híbrido en las pretende un tra tamiento uniforme para
concepciones sobre el sistema juridico: decidir cuestiones. Así, el sistema jurí-
reforzar la seguridad juridica que es dico adquiere independencia con res-
propio de la concepción de un Estado pecto al sistema social, pero a él se
simple, pero presentado formalmente aplica. Idealmente, esta posición media
como defensa del Estado interventor seria la garantía contra los desafueros
para garantizar el compromiso social dado que hay independencia con res-
del sistema juridico. Esdecir, se presenta pecto a los dos polos: con respecto al
como Estado social, pero se refuerza en polo extremo que hace prácticamente
la seguridad juridica, eximiéndose de la ineficaz el derecho, y con respecto al
responsabilidad de hacer efectivo el otro contrario que pide que el sistema juridi-
postulado. co tenga una relación más estrecha, in-
Sise relaciona una amstitucióncon cluso de compromiso, con factores so-
su entorno social se puede notar que ciopolíticos.
aquella es, o pretende ser, la expresión Pero resulta que la complejidad
o la proyección juridica, unificada en del sistema social rebasa, porloregular,
una preceptiva, de la complejidad de la capacidad unificadora del sistema
éste. Desde un punto de vista estricta- juridico aún suponiendo que la aplica-
mente técnico-juridico no tienen inci- ción del derecho sea plena. Cuando este
dencia, en la preceptiva, los origen es fenómeno ocurre, aumenta la contin-
sociales y políticos que dan lugar al gencia de los criterios juridicos y, por
nacimiento de una constitución, aun- tanto, la inseguridad del derecho y se
que es cierto que las intenciones del acto llega, como de hecho ha ocurrido, al
fundador quedan plasmadas en la pre- cambio en el sistema básico: las normas
ceptiva constitucional. Así ha ocurrido constituciona les.
con todas nuestras constituciones y La experiencia colombiana nos
evidentemente con la última, en la cual, muestra que las constituciones y sus
cada grupo constituyente incluyó su reformas se han hecho con base en el
propio artículo. Por otro lado, se supo- deseo de que el derecho tenga relacio-
ne, al menos idealmente, que el sistema nes más estrechas con los sucesos socia-
juridico establece los criterios para fijar les y políticos; pero, una vez promulga-
los límites entre lo lícito y lo ilícito me- dos y sancionados los códigos, las
diante normas diferenciadoras y clasi- constituciones privilegian la norma sin
ficatorias, sin que en esos criterios una cumplir el deseo; es decir, se volcaron al
vez establecidos, entren en juego con- otro polo. Así, la del 63 fracasó en su
sideraciones extra jurídicas como las intento de producir sucesos nuevos y la
relaciones de poder ola necesidad polí- del 86 no produjo las consecuencias
tica. Por ello se hace posible la sistema- sociales que predicaba.
tización de las normas hasta el grado De aquí es de donde se desprende
sofisticado del tecnicismo juridico. mi tesis central: la forma en que se ha
La abstracción mediante la forma- desarrollado el sistema jurídico en Co-
ción de tipos generales en los cuales lombia, en lo que tiene que ver con las
pueden subsumirse múltiples casos reformas constitucionales y su aplica-

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ción, se nutre casi exclusivamente de las hace muchos años una de cuyas mu-
entradas, es decir, del input. Aparente- chas causas es que poseemos una cul-
mente no es aSÍ, porque las reformas tura politica inadecuada para lograr el
han sido producto de la presión de éxito de los presupuestos jurídicos.
múltiples factoressociopolíticos que han Se han hecho muchos análisis rus-
indicado la conveniencia de introducir tóricos, políticos, sociológicos y hasta
reformas o la necesidad de hacer cam- antropológicos que, desde sus puntos
bios radicales. Se podría pensar, enton- de vista, han elaborado diagnósticos
ces, que esas reformas en el sistema sobre las causas de la ineficiencia y de la
jurídico constitucional se nutren más ineficacia en las leyes colombianas. Yo
del output, es decir, de la conveniencia voy a hacer uno más, desde el punto de
de establecer una relación más estrecha vista de la teoría política.
entre el sistema jurídico y la realidad
social a la cual se aplicaría. Pero eso es 1.2 Me parece que, aparte de la
sólo aparente. precariedad del sistema de justicia, de
Lo que ha ocurrido, en realidad, es las objetivas condiciones de desigual-
que al sistema jurídico entra informa- dad social y política, de las históricas
ción sobre conflictos jurídicos con origen formas de poder elitistas y de otras
en conflictos sociopolíticos, pero la ela- muchas razones, existe una filosofía
boración de normas sólo ofrece reglas jurídico-política de gran tradición y de
para la estandarización y clasificación profundo arraigo que ha ejercido una
de las decisiones sobre conflictos. Esta especie de pedagogía negativa con
función, que puede denominarse uni- respecto a las leyes positivas. Ha sido
ficación, en una preceptiva, de la com- una verdadera filosofía de evasión, fi-
plejidad del comportamiento social, se losofía negativa en el sentido más pe-
ha quedado únicamente en eso, sin in- yorativodel término que, me parece, ha
cidir en el entorno social. No en vano influido de manera determinante para
nos quejamos de que con constitución o que el derecho en Colombia tenga un
sin ella la vida sigue tal cual, o de que carácter más simbólico que real o que su
éste es un país construido en el perga- realidad radique en su simbolismo.
mino en que están escritas las leyes. Hoy sabemos que la democracia
La historia denuestrasconstitucio- directa es una ficción aunque no deje de
nes y de sus reformas se inscribe en esta ser una esperanza o una expectativa.
tendencia con tal insistencia que se ha Sabemos también que el lenguaje nun-
podido llegar a decir que todo cambia ca es lo diáfano que supone la ingenui-
en el derecho para que todo siga igual dad de hacer corresponder a cada cosa
en la sociedad. El sistema jurídico ha una palabra ya cada palabra un único
servido, pues, para exorcizar los peli- significado. Y mucho menos diáfano es
grosdeuna sociedad que crece en com- el lenguaje político. También sabemos
plejidad y en conflictos. No es ésta una que existe una disfunción entre el pen-
culpa que se pueda imputar sólo a los samiento,la palabra y la acción: lo más
juristas, pues, en realidad, éste es un elemental, que se producen más rápi-
lastre que venimos arrastrando desde damente unos que otros, y,ademásque

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las ideas producen hechos y éstos pro- No pretendo, porque sería anacró-
ducen ideas que se convierten en idea- nico, rebuscar en la lucha religiosa, o en
les que, a su vez, terminan por dirigir la pugna entre Iusnaturalismo y Positi-
toda forma de pensamiento. Todo ello vismo jurídico, una explicación de la
nos permite mirar de soslayo y con historia de nuestras ideologías. Cierto
desconfianza la cultura política con que es, en lo que respecta a la religión, que
hemos convivido tan estrechamente en ésta constituye una fuente de inspira-
los últimos cien años y desentrañar el ción siempre presente y actuante en la
contenido de los lugares comunes que formación de nuestra nacionalidad y en
forman esa cultura. la justificación de nuestras teorías jurí-
Hoy entendemos por cultura po- dico-políticas. Hoy día, el problema
lítica, no propiamente la erudición, sino religioso no es tan notorio desde el pun-
una forma de sabiduría desplegada to de vista político como enfrentamiento
sobre la mayor cantidad posible de los entre grupos, pero desde el punto de
miembros de una sociedad y que se vista cultural sí tiene, como hemos de
manifiesta de manera concreta en la ver, una gran vigencia. No es el caso del
capacidad autónoma para decidir yac- Positivismo, sin embargo, que ha sido
tuar directa o indirectamente en los una corriente aislada. A los trazos de
asuntos públicos, sin entorpecimientos Positivismo que se han manifestado en
mutuos entre lo público y lo privado. nuestra cultura en el presente siglo,
Esa es una condición sin la cual no sobre todo el que contiene intenciones
existe una sociedad civil fuerte que es la modernizadoras, se les ha identificado
máxima garantía contra los desafueros con otras corrientes de pensamiento
del poder en cualquier forma que éste como el Ateísmo, el Comunismo o el
adopte. Una cultura política tal no la Materialismo las cuales son más reco-
hemos tenido, no se ha construido. nocibles por las críticas malversadas
Existe allí un gran vado histórico. No que se les hacen que por su presencia
sólo padecemos la ignorancia en rela- real. Han sido más bien, en nuestro
ción con el conocimiento de la política, muy peculiar maniqueísmo, los diablos
sino también la muda incapacidad de o los fantasmas que permiten, mediante
participar en ella. el temor, reforzar la cultura ortodoxa.
Sí hemos tenido, sin embargo, una La cultura política que hemos
cultura política, pero en ninguna manera aprendido, padecido y muchas veces
parecida a lo que hoy pensamos y an- repetido en toda nuestra historia repu-
helamos cuando ha blamos de apertura blicana, es un catecismo lleno dedefini-
política y de democracia participa tiva y ciones inasibles y vagas y por ello tan
cuando repetimos que la democracia posible de llenar de contenidos como
no es una forma de gobierno sino una de vados. Es un catecismo compuesto
clase de sociedad. La nuestra ha estado por esos comunes especímenes dellen-
dirigida, en los últimos cien años, por la guaje que cautivan por su densidad y
más ortodoxa doctrina iusnaturalista; su capacidad para generar y degenerar
aquella que es propia del Iusnaturalis- explicaciones sobre los modos de vida
mo teológico. deun pueblo. Uno de esos espeámenes

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es el concepto alma del pueblo, puesto en mundo pletórico de dicha para el cual
escena durante el movimiento político debemos preparamos en este tránsito
de la Regeneración, movimiento que pasajero por el frío valle arropados sólo
condujo a la promulgación de la Cons- con las miserias del cuerpo.
titución de 1886. Pretendo mostrar a continuación,
Sería objeto de otro trabajo exami- en su fuente, las bases más fuertes de
nar la cultura política que tuvo vigencia nuestras ideologías políticas para que
pasajera durante los regímenes libera- podamos medir el grado de influencia
les del siglo XIX colombiano y que es- que han llegado a tener en la conforma-
tuvo basada en el Derecho Natural ción de nuestro mundillo, incluyendo
Racionalista. Este Iusnaturalismo fue el que actualmente se denomina nuevo
prácticamente proscrito a partir de 1886 país, calificativo surgido al calor de la
y apenas si se ha manifestado tímida- promulgación de la Constitución de
mente en algunos pasajes del presente 1991 que, dicho de paso, incluye buena
siglo. Aquí habla~emos de ella porque parte de la Constitución liberal del 63 y
es un referente histórico obligatorio y de la conservadora del 86.
porque, aunque con un sentido muy
diferente, estipula la existencia de dos
derechos; pero una diferencia es clara: 2. Teorías políticas en las
los Liberales Radicales sólo creyeron y Constituciones de1863
defendieron el mundo de lo humano,
y 1886
incluso demasiado humano; un mun-
do desacralizado y laico. Conviene,
además, hacer una aclaración: los ava- 2.1 Teoría Política
tares políticos que sucedieron a la en El Liberalismo Radical
Constitución de Rionegro y que termi- La economía política liberal, em-
naron por hacerla fracasar nos impiden parentada con los principios fisiócratas
hacer un diagnóstico de sus realizacio- ---que presupuesta la invariabilidad de
nes, ya que, en sus casi veintitrés años las leyes que gobiernan la naturaleza y
de tortuosa vigencia, fueron más signi- su bondad y que al operar en la práctica
ficativos políticamente sus fracasos que social conducen al dejar hacer- es pro-
sus logros y, fundamentalmente, porque ducto del racionalismo ortodoxo que
no pudo crear una cultura política consideraba la ciencia, una de las ma-
adecuada para sus emprendedoras re- nifestaciones culturales de la razón,
formas de todo orden. Su vigencia, no como la punta de lanza de la civiliza-
sólo como constitución, sino también ción.
como cultura política, prácticamente La teoría política propia del Iusna-
terminó en 1886. turalismo racionalista lleva implícita la
Los Regeneradores creyeron, de- convicción de que la forma del Estado
fendieron y enseñaron, como aún se liberal, el del individualismo y la libre
hace en nuestra cultura cívica, la exis- competencia, constituye un modelo de
tencia de dos mundos: el mundo triste, validez absoluto y universal ya que se
el valle de lágrimas de los hombres yel basa en los mandatos de una naturaleza

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única y unívoca que la razón humana los nexos con la metrópoli ya no exis-
capta siempre y cuando esté dispuesta, tían, era necesario eliminar el pasado y
iluminada, es decir, no ofuscada por las adoptar las formas de vida y de cultura
creencias míticas. Esos mandatos, por de naciones auténtica mente modernas
tanto, son idénticos en todo tiempo y como Francia, Ingla terra y Estados
lugar y la expresión más clara de ellos Unidos. El cambio debería ser radical,
son los derechos innatos que el Estado no sólo de las de instituciones, sino
liberal debe preservar. también el de la mentalidad, los hábi-
Estas ideas constituyen el sustrato tos, las costumbres y la concepción del
fundamental de la teoría política de mundo heredada de España.
nuestros liberales radicales del siglo XIX. Una de las vías para el cambio fue
Cuando a ellos se les nombra como la la adopción del positivismo en su ver-
generación romántica del liberalismo, sión más progresista. En ella fue susti-
se les denomina mal si no se alude con tuida la idea de Dios, al menos episte-
el término romántico al carácter idealista mológicamente, por la idea de una na-
Yutópico de sus propuestas, basadas en turaleza concebida como el conjunto de
las enseñanzas de la ilustración para un hechos sometidos a leyes explicables
país que no las resistió. Pero no es el científicamente, de acuerdo con los
romanticismo conservadurista que si- métodos de las ciencias naturales que
túa la sociedad perfecta en el pasado; podían ser aplicados a los asuntos so-
ellos pensaron en la construcción de ciales y humanos. Se tra taba, según esos
una sociedad para el futuro tal como lo métodos, de utilizar la observación y la
prescribía el ideal de progreso que pro- experimentación con el presupuesto
movieron. epistemológico de que sólo se conocía
Hubo otras fuentes, como el Positi- bien lo que se hacía o se producía. En
vismo, que sirvieron de inspiración a consecuencia, el conocimiento era una
sus teorías. En Europa y en otros países acción de la razón atenta a descubrir las
Iberoamericanos el positivismo sirvió leyes del comportamiento natural me-
de soporte a los ideales de progreso, diante un procedimiento científico, sin
ecos de la ilustración dieciochesca y de partir de verdades reveladas y previas
la tradición cientifista moderna, que a la acción cognoscitiva. Por ello, se
busca ban liberar la cultura de las explica que defendieran con tanta ve-
trampas teológicas y metafísicas. En hemencia una ética del trabajo como
Colombia, ésta concepción del Positi- forma de lograr riqueza y bienestaryno
vismo, que no fue la única como vere- por títulos de riqueza heredada, lo cual
mos en el caso de Núñez, inspiró la es consecuente con el principio que
reforma anticolonial de los radicales que concibe el conocimiento como acción
quisieron romper decididamente con el productiva y con el principio ético que
pasado, alentados por un sentimiento considera que la conciencia no se here-
de impaciencia que el lastre de la tradi- da sino que se construye.
ción termínó por derrotar. ~\ En la tendencia de los liberales, se
Para los liberales, superviviendo trataba de conciliar el positivismo con
las estructuras coloniales a pesar de que el liberalismo mercantilista. Proponen,

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por ello, una anulación de la influencia del egoísmo una fuerza progresista;
del pasado hispánico por considerarla pues, en la medida en que los hombres
fuente de todos los males y lastre dema- progresaran alcanzando el máximo
siado fuerte para los anhelos de moder- provecho de sus esfuerzos y la mayor
nización del país. Los postulados posi- comodidad, la nación iría alcanzando
tivistas fueron decisivos entre los libe- el progreso y el bienestar para todos sus
rales, por ejemplo, para justificar la se- ciudadanos. La élite comerciante que
paración entre la Iglesia y el Estado y impulsó el liberalismo radical aplicó a
para proponer una reforma radical en la política ya la economía este principio
los métodos y en los contenidos de la ético de sello Benthamista. Dealli que se
educación, corno efectivamente lo hi- considerara la industria comoun medio
cieron. para la moralización, pues, al propor-
Concurren en esta misma direc- cionar los medios para vivir con digni-
ción los trazos de ideología sainsimo- dad, prevenía a delito que regularmente
niana que hubo entre algunos liberales se incubaba en la miseria yen el ocio.
radicales. En unión con los principios Pensaban que la religión, en medio del
liberales dellibrecambismo, que es la ocio y la pobreza, no produce sino el
teoría económico-política de base, se gusto por el despilfarro, el boato y la
quiso emprender de inmediato la reor- comodidad defendidas con fanatismo
ganización material de la sociedad im- sin crear las condiciones para una vida
pulsando una educación útil y práctica. material cómoda y que la riqueza, ori-
Contra la tendencia moralizante y mis- ginada en el trabajo industrial, viene a
tificadora de las relaciones sociales, la ser el mejor instrumento para el esta-
teoría política de los Radicales conside- blecimiento de un nuevo orden social y
ró que el nuevo orden social debía ba- moral.
sarse en una moral diferente según la Pero además de la industria se re-
cual el trabajo, la industria y la riqueza quería la ilustración y por ello se entien-
eran los valores que hacían al hombre de su empeño en adelantar la reforma
verdadera y sólidamente virtuoso. Es- educativa, basada en el método instruc-
tas formas de vida, según ellos, eran las cionista, la cual cambió el contenido de
que permitían poner al individuo en los tradicionales catecismos y amplió la
independencia con respecto a los demás cobertura social de la educación.
y al Estado. la industria conducía por el Consideraba n los Radicales que era
bienestar y por la riqueza, al orden y por necesario controlar la imaginación
el orden a la libertad. Los hombres no mistificadora que, influenciada por la
necesita ban del misticismo para salvar- tradición española, había sustituido la
se o para ser felices y ello con indepen- realidad. A la imaginación religiosa
dencia de que tuvieran sus creencias había que oponer un método filosófico
religiosas. que renunciase a ella: el método experi-
Puede por ello explicarse que mental según el cual, los conocimientos
consideraran que la instrucción, antes antes de aprenderse se construyen. Lo
que moral, debía encaminar sus propó- contrario era plegarse al fatalismo his-
sitos a la industria. Se trataba de hacer tórico que no es otra cosa que un arma

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defensiva en manos de quienes trata- ideario concentraron en la Constitu-
ban aún de justificar la tradición espa- ción de Rionegro. No cabe duda que así
ñola. Una posición no fatalista parte del corno los liberales desarrollaron sus
principio según el cual, el género hu- ideas con base en los vientos reformis-
mano tiene la capacidad de perfeccio- tas que aún retumbaban en el siglo XIX
narse y de dirigir y promover su desa- como ecos de la ilustración europea, los
rrollo, puesto que es esencialmente li- Regeneradores lo hicieron con base en
bre y, por tanto, responsable. Ello per- los vientos contrarreformistas que le
mite concluir, además, que también sucedieron a aquella.
tiene el deber de corregir la experiencia Rousseau, en una proyección hacia
de sus antepasados para asegurar su la democracia moderna, había elabo-
porvenir. rado el revolucionario concepto de la
Para los Liberales radicales la so- voluntad general, sin que, por supues-
ciedad era un instrumento al servicio to, previera cómo sería utilizado. Este
de los fines de la libertad individual. concepto fue utilizado para la revolu-
Aquella debía dejar al individuo liber- ción y, también, para la contrarrevolu-
tad para todas sus acciones, con lo cual, ción. ASÍ, Burke, uno de los autores
la acción del Estado se limitaba a facili- favoritos de Núñez, le dio una expre-
tar las condiciones de la existencia y de sión orgánica y coherente a la teoría de
las acciones individuales. Es decir, que la voluntad general de Rousseau para
sólo se puede comprender la existencia defender la contrarreforma; pero para
del grupo social por la confluencia de sus efectos aristocráticos ya no la llamó
las acciones individuales. Se partía del voluntad general, pues, un concepto así
presupuestodequedondenohaycam- se prestaba para ser usado con el proce-
pos abiertos para la libre actividad, ni dimientodela representación ydel voto
abunda el trabajo remunerativo propio igualitario. Previendo la posibilidad de
de la industria libre, aparece como la tiranía electoral de la rnayoríasobre la
sustituto la industria de vivir a costa del minoría acuñó un concepto con menos
Estado.Enotraspalabras,quelacarencia posibilidad de concreción política me-
de una industria libre y de libertades diante el procedimiento del voto igua-
individuales, predispone a ganar por la litario y de la matemática electoral:
revolución o por la intriga y el soborno, convirtió la voluntad general en-espíri-
negocios, favores y posiciones. tu del pueblo.
El espíritu del pueblo no está cons-
tituido por el conjunto de las volunta-
2.2 Teorías políticas des individuales corno se pretende en
durante la Regeneración las teorías contractualistaseigualitarias,
El contexto en el cual los Regenera- sino que representa un nexo orgánico,
dores Núñez y Caro le dieron vida al racionalmente insonda ble, dado que es
concepto alma del pueblo fue la confron- un punto de convergencia de las mani-
tación con la desacralización de la so- festaciones no necesariamente raciona-
ciedad que introdujeron, al menos ju- lesdeunpueblo. Ese nexo de fuerzas es
rídicamente, los liberales radicales, cuyo el principio creativo unitario de las

17
múltiples manifestaciones sociales, de ser intelectualista, utópico, por su
políticas y culturales de cada pueblo y, pretensión de establecer normas inmu-
por lo tanto, sólo tienen validez nor- nes a la tradición y al devenir histórico
mativa en relación con el espíritu del concreto de la nacionalidad colombia-
pueblo individual e irreductible que na. Siendo una constitución la expre-
las ha producido. Decir que es un nexo sión del alma del pueblo,de su forma de
de fuerzas no racionales, es decir que ser histórica y de sus sentimientos más
ellas no se pueden contar; que no se les arraigados, no podía elaborarse una
puede aplicar la lógica del dos mas dos, que, como la del 63, violara ese espíritu.
como le gustaba decir a Núñez. Eso se Coinciden en su crítica al principio de la
traduce, en último término, en la de- inmutabilidad de las leyes de la natu-
fensa de la imposibilidad de la demo- raleza, tan propio del iusnaturalismo
cracia representativa basada en el voto racionalista, y en que las afirmaciones
igualitario. Pues bien, en esta dirección de la razón pueden ofuscarse por las
contrarreformista hay que situar el pasiones y la ignorancia.
movimiento político de la Regenera- Frente a lo que consideraba racio-
ción cuyo proyecto moral más impor- nalismo arrogante y dogmático de los
tante era el rescate del alma del pueblo liberales, Caro defendió la prevalencia
colombiano, supuestamente perdida de los principios morales propios del
durante los gobiernos liberales. Iusnaturalismo católico y Núñez siem-
Aparte de las coincidencias políti- pre se mostró escéptico frente al poder
cas, que no examinaremos aquí en de- comprehensivo y explicativo de la ra-
talle, se produjo entre Núñez y Caro un zón, una de cuyas manifestaciones
profundo acercamiento teórico. En el culturales, la ciencia, fue considerada
proceso de conformación política de la por los Liberales radicales como la punta
Regeneración se cruzan, hasta llegar a de lanza de la civilización moderniza-
conformar un movimiento teórico uni- dora. Por otra parte, la concepción
tario,el pensamiento de Caro, más claro unitaria y organicista del Estado que
y bien escrito, ortodoxo y vertical, ba- promovió Caro, se emparenta con el
sado en el Iusnaturalismo neoescolás- Positivismo conservador de Núñez que
tico, anti-individualista, organicista y privilegia el orden sobre el progreso.
autoritario, con el Positivismo muy Ello les permitió una comunión con la
peculiar de Núñez que constituye una idea de establecer una república unita-
especie de simbiosis entre Iusnatura- ria contra el federalismo liberal y un
lismo racionalista y religión, entre his- Estado interventor fuerte contra el de-
toricismo y romanticismo. bilucho Estado de la Constitución de
El pensamiento de Núñez que es Rionegro.
una mezcla, difícil de discernir, de ro- Núñez desarrolló en su ideario
manticismo,historicismo, pragma tismo pensamientos muy propios de su época
y positivismo, parece no encajar con el de viajero y de lector de revistas y los
de Caro. Examinando más de cerca, es acomodó a las circunstancias bastante
notorio que coinciden en acusar al Ius- especiales del país, para justificar, en el
na tura lismo ra dona lista d e los libera les movimiento de la Regeneración, un

, 18
proyecto nacional que consistía en la ciones del desarrollo económico. Du-
reconformación orgánica de la Nación. rante la época, como siempre ha ocu-
En ese ideario, conjuga su historia polí- rrido, se hizo gran énfasis en la inter-
tica y personal con versiones filosóficas vención protectora del Estado para la
e ideológicas aparentemente antagóni- población másdesfavorecida por la for-
cas. Se trataba de conciliar intereses tuna. Indudablemente, esta defensa no
sociales Ypolíticos muy heterogéneos y se debió solo a convicciones filosóficas,
no es casual que haya mostrado una pues, en el caso del intervencionismo
especial sensibilidad por la diferencia estatal que estamos describiendo, se
=-cualíded que ensaya a mostrar en trataba también de una estrategia elec-
muchos textos de dudoso valor litera- toral para captar la simpatía de los ar-
rio-- y que, consecuente con ello, su tesanos y del pueblo raso. En aquellos
vida política fuera tan sinuosa. caía muy bien por el desahucio sufrido
NúñezyCaro,aligualque la Iglesia en las quiebras producidas por el libre
de la época con sus doctrinas sociales, comercio, yen el pueblo raso caían muy
fueron conscientes de los conflictos bien tanto la protección como la refor-
generados por la libertad económica ma moral dadas su pobreza y sus cos-
del mercantilismo; percibieron los tumbres decididamente católicas.
conflictos obrero-patronales, especial- En los postulados de la Regene-
mente en lo referente a la disminución ración y, por supuesto, en la sociedad
de salarios y a la quiebra de la produc- que crearon, no hay necesariamente
ción manufacturera y artesanal de pe- una tendencia ni teórica ni práctica
queña escala, debido a las ventajas en la hacia el igualitarismo social tal como lo
competencia para los comerciantes y a predicaban el socialismo y el libera-
la falta de restricciones que permitieran lismo.
igualar las condiciones para la práctica El intervencionismo estatal y el
de la misma. En ello fueron sumamente sistema electoral, por ejemplo, fueron
realistas, y por lo mismo, coincidieron diseñados para mantener la desigual-
en la necesidad de comenzar, no por la dad económica y política. Así, mientras
reforma económica, sino por la reforma que el liberalismo clásico veía una solu-
de las costumbres morales tendientes a ción a los desequilibrios sociales en la
la unificación social centralizada en un libre competencia, en la Regeneración
Estado interventor. se defendió el principio según el cual, el
Las doctrinas sociales de la Iglesia, mejoramiento económico de la Nación
elaboradas para disputarle la grey y, en especial, el de las clases más des-
proletaria a los proyectos igualitaristas, protegidas, no podía hacerse sino
forman parte del ideario común de manteniendo la diferencia entre ricos y
Núñez y Caro, y por paradójico que pobres o, como gustaban decir, entre
parezca, coinciden con algunos princi- socios capitalistas y socios trabajado-
pios d~socialismo. Así por ejemplo, res, ambos incluidos en la unidad social.
con la Regeneración se le dio más crédi- Por ello se tra taba de erradicar el egoís-
to al principio político del Estado inter- mo individualista del liberalismo y
ventor en los antagonismos y fluctua- sustituirlo por una mentalidad que,

19

(
conviniendo con las nuevas formas de A las soluciones radicales del 63,
la sociedad industrial y la natural dife- pletóricas de un reformismo impacien-
rencia de clases, se adaptara a la moral te, la Regeneración respondió con ele-
religiosa mediante una educación que mentos de moderación. Se trataba de
promoviera sentimientos altruístas restaurar el equilibrio social mediante
cristianos de caridad en el rico y de un cambio continuo, lento y gradual
dignificación del trabajo o resignación dentro del orden como condición fun-
en el pobre. damental del progreso y de neutralizar
La gran fórmula social de Núñez: las tendencias disgregadoras impues-
«caridad en la cúspide y resignación en la tas por la Constitución de Rionegro.
base», se vincula con su idea de que la Era, pues, una filosofía política del or-
unificación de la nación no significaba, den y la armonía y no una filosofía de
necesariamente, laigualdad; antes bien, conflicto. Ideas como éstas aplicadas al
la libertad no puede ser lograda si no proyecto de regeneración son extra po-
existe la armonía de lo desigual. Y para laciones que extrajo Núñez del Libera-
Caro, la unidad no significa igualdad lismo moderado de Stuart Mill y del
sino, ante todo, subordinación; es decir, Positivismo Spenceriano con su teoría
ordenamiento de la desigualdad. Y evolucionista.
como en el centro de toda regulación A diferencia de su desarrollo en
equilibrada está el Estado, el Estado otros países como Brasil, Chile, México,
interventor se convierte en el Estado para citar solo algunos, el Positivismo
paternal que por igual reparte sus afec- se desarrolló en Colombia durante el
tos entre mayores y menores. La Regene- movimiento político regenerador como
ración parte del principio según el cual una herramienta de estabilización del
el progreso económico no produce pro- orden social resquebrajado durante la
greso moral, sino que corrompe. Se vigencia de los principios del radicalis-
aplicó una verdadera filosofía para po- mo liberal que, como vimos, incluían
bres. En efecto, se consideró que la algunos postulados de un positivismo
cuestión social era básicamente una más progresista. El Positivismo de
cuestión moral; por ello la solución a los Núñez y la teología política de Caro
problemas sociales debería fundarse en sirvieron para justificar el orden tradi-
una reforma espiritual. En una coinci- cional contra la negación que de él hi-
dencia muy estrecha con la teología cieron los liberales. El pragrnatismo in-
política de Caro, aunque no necesaria- glés que adoptó Núñez le permitió
mente manifiesta, Núñez desarrolló los concebir la política como el arte de la
presupuestos de la Regeneración de transacción entre el pasado y el presen-
acuerdo con algunos postulados del te, ni siquiera entre el pasadoyelfuturo.
Positivismo conservadurista. Por eso Por ello, se puede entender que el Po-
pudieron comulgar muy juiciosos con sitivismo de Núñez provenga del
los príncípíos de jerarquización de la principio según el cual, el espíritu posi-
sociedad, de rechazo al individualis- tivo es el que aprecia elvalor relativo de
mo, a la libertad de conciencia y a la las doctrinas y concilia la diversidad de
igualdad de derechos. opiniones. Se trataba del positivismo

20
del conciliador y no del positivismo rogéneo. Es decir, que en todo organis-
del progresista. mo a medida que se integran más sus
Por otra parte, también durante la partes, más se especializan y en este
Regeneración, se adaptaron las teorías doble movimiento se efectúa su perfec-
evolucionistas de Spencer para conver- cionamiento,lo que en las sociedades se
tirlas en proyecto político. La teoría or- llama progreso. En los organismos so-
ganicista de la sociedad se fundamenta ciales se pasa de la homogeneidad so-
en ideas como la de que existe natural- cial a la diferenciación individual, no al
mente en el hombre, individual y co- contrario como pensaba el individua-
lectivamente, un espíritu de cuerpo, es lismo liberal. Antes de la diferenciación
decir, una tendencia natural a la uni- individual es necesario el orden y la
dad El espíritu de cuerpo es un concepto unidad y sólo un Estado fuerte puede
que en la práctica se materializó en las realizar esta tarea. Por ello el Estado se
corporaciones coloniales que crearon yuxtapone a la sociedad,no la diferencia
para ellas formas especiales del derecho como sociedad civil; no hay diferencia
con privilegios y exenciones. Durante entre 10 público y lo privado porque el
la Regeneración se concibió el espíritu Estado penetra todo el entramado social.
de cuerpo de las corporaciones, iglesia
y propietarios, como una forma de ser 2.3 El alma del pueblo
particular pero congruente con el espí- Con las descripciones que hemos
ritu nacional; y no solo congruente sino hecho de las principales influencias que
también idéntico. Esdecir, el espíritu de recibió y de los principales postulados
cuerpo se supone idéntico con el espí- teórico-políticos en que se fundamentó
ritu público, con el espíritu nacional. la Regeneración, considero que tene-
La élite que dirigió la Regenera- mos ilustración para comprender el
ción encontró en las teorías de Spencer sentido en que fue construido y utilizado
una justificación para negar las revolu- el concepto alma del pueblo.
ciones al estilo de la que se proponía en Aunque con más antiguos arraigos
la Constitución del 63, partiendo del religiosos, muchasdoctrinasfilosóficas,
principio político que considera que el entre otras la de Burke y la de Hegel,
cambio no es una radical ruptura con el desarrollaron la idea del espíritu del
pasado sino una forma de adaptación. pueblo para describir la historia y al
Así, por ejemplo, los ideales de justicia mismo tiempo para dirigirla. Más pIe-
y libertad no se alcanzan por el camino tórica de sentido prosaico la literatura
de la revolución sino por el de la evolu- ha cargado el concepto con las imáge-
ción. En efecto, para Spencer la socie- nes, los mitos y los rituales que prueban
dad es un supraorganismo que tiene a explicar las relaciones entre el senti-
sus analogías con los organismos vivos. miento, el pensamiento y las acciones
Ambos están sometidos a las leyes de la de los pueblos y los individuos. La idea
evolución \:le acuerdo con las cuales de que existe un alma del pueblo me
todos los organismos realizan un movi- produce mucho desasosiego, entre otras
miento de integración y de diferencia- cosas por el hecho de que conceptos
ción que va de 10 homogéneo a 10 hete- como éste son acuñados no sólo para

21
explicar el pensamiento político sino Rafael Núñez, que en sus análisis
también, y fundamentalmente, para escruta el contenido de las convicciones
dirigirlo. Tal como lo pretendo mostrar más tradicionales y fuertes de la Co-
a continuación se ha consolídado una lombia de su época para defenderlas
metafísica, en el sentido vulgar de la como bases de la nacionalidad, convier-
palabra, poblada de representaciones te el concepto .nacion. en una entelequia
de un mundo ideal y vaporoso. Esa semejante al alma del pueblo de Caro. No
cultura se ha hecho cuerpo, es más, es desdeñable la influencia que sobre
arropa todo elentramado social a fuerza Núñez ejerció una de las formas del
de repetirse como cierta y única. Al romanticismo, aquella de inclinación
igual que cuando uno dice que el verbo conservadora que expresaba la familia-
se hace carne, nuestra sociedad se ha ridad entre la cultura política y las de-
regido por sus designios y providencias. más expresiones culturales como ma-
Podría objetarse que ese es un recuerdo nifestaciones de los sentimientos más
del pasado. Pero no. Si fuera así, el profundos de un pueblo, sentimientos
mundo de gloria que promete esa me- lejanos a cualquier explicación racio-
tafísica, su Jerusalén celeste, su edén o nalista. En la consolidacióndelconcepto
su arcadia ya hubieran trocado los ríos al que aludimos, se hace más precisa la
de sangre y miseria por ríos de leche y impronta conservadurista de Edmund
miel o, al menos, de agua, para no exigir Burke y parece más desvaída e impro-
demasiado. bable la influencia que sobre nuestros
dos próceres haya tenido la idea del
2.4 Miguel Antonio Caro le dió espíritu del pueblo de Hegel.
vida a la idea de la existencia del alma del Cuando Caro y Núñez le dieron
pueblo y muy diversas inspiraciones 10 vida al concepto alma del pueblo o nación,
condujeron a acuñarla como presu- que en ellos viene a ser lo mismo, lo
puesto metafísico para el programa hicieron pensando que esa expresión
político de la Regeneración. Centrados acaparaba las más profundas convic-
sus propósitos en una disputa ideológi- ciones, los sentimientos más arraiga-
ca en la cual la religión y el rol de la dos, las normas y los usos morales más
Iglesia fueron sus grandes preocupa- difundidos, las expresiones culturales
ciones, la inspiración Balmesiana cons- más solidificadas, los símbolos más re-
tituyó su fuente más inmediata sin que curridos, los rituales más practicados,
se pueda desdeñar la defensa del sen- las representaciones más permanentes,
tido común tal como la enseñaron los ellenguaje más hablado, elpensamiento
filósofos Escoceses que él tanto leyó. más común e, incluso, los miedos más
Con seguridad su formación como respetados.
hombre de letras le permitió acuñar Para Caro todo esto es el sustrato,
para el lenguaje político la sabiduría el sub-stratum balmesiano, la esencia
lingü~tica de la época que claramente sin la cual se desnaturalizaría el orden
definía la existencia en las palabras de social Enla visión pragmá tica de Núñez
un alma, el significado y de un cuerpo, todo esto conforma el sentido común
los signos. sin el que ninguna acción política ten-

22
dría posibilidades de éxito. Por ello, cho natural en sentido universal, y una
condensar el alma del pueblo, obra de na turaleza humana concreta, propia de
estadistas, es el propósito de la Consti- cada comunidad, específica ensu desa-
tución de 1886. Ellos la entendieron rrollo, y por esta vía encontraron una-
como el resumen, en la preceptiva jurí- propia de la nacionalidad colombia-
dica, de la forma de ser del pueblo na-anclada en los hechos concretos de
colombiano. Según ésto, la Constitu- su lengua y su religión acrisoladas por
ción ya existía; se trataba de expresarla la tradición y la costumbre.
enuna carta para darlevigencia positiva. Núñez, frente al Iusnaturalismo
Antes de la carta escrita y en un rango racionalista de los radicales, hace pre-
superior a ésta, existe la forma natural valecer la teoría hístorícista del dere-
de ser del pueblo. Y al igual que conci- cho. Por ello parte de la convicción
bieron la existencia de una relación según la cual la aplicación de juicios
biunívoca directa entre el alma del pue- generalizadores con respecto al hom-
blo y la Constitución en la que está bre y a los fenómenos culturales y so-
fielmente representada aquélla, los re- ciales a los que éste ha dado origen, no
generadores se pensaron a si mismos permiten comprender las transforma-
voceros y representantes directos del ciones profundas y la diversidad de
alma popular. formas que sufre yadopta la vida moral
No cabe duda que tenían razones y espiritual de un individuo o de una
de gran peso para demostrar que el comunidad, a pesar de la permanencia
alma del pueblo colombiano era- un de ciertas cualidades humanas funda-
alma católica. La simbiosis del fraile y el mentales.
indígena, de la Iglesia y el Estado, de la La orientación historicista afirma
religión y la política no era solo una el carácter históricamente relativo de
metáfora; en consecuencia, la Constitu- las formas de organización social y, por
ción no podría ser más que expresión tanto, deuna manera más global, de los
de ese sustrato fundamental. Con ello, valores políticos. Esta es la base del
la Carta Magna estaba ligada indefecti- pensamiento de Núñez. La primera
blemente a ese previo de más rango y forma significativa de reacción histori-
valor que permi te postular la existencia cista contra la doctrina de la racionali-
de dos derechos, uno lógicamente ante- dad irunanente y eterna de los derechos
riqr y éticamente superior que es el del hombre, está representada por la
delecho natural y otro, el derecho posi- revalorización romántica de los aspec-
tivo en el que aquel está escrito. tos irracionalesde la vida de los estados,
Núñez y Caro distinguen dos na- esdecir,porlareivindicacióndelafuerza
turalezas en el hombre, una variable y de las tradiciones, de las costumbres, de
otra inmutable. Caro, engarzado en la los instintos y de los sentimientos po-
tradición neotomista, las describe como pulares que condicionan de manera
el cuerpo y el alma, la materia y el decisiva, según el historicismo, el desa-
espíritu. Hay una naturaleza humana rrollo concreto de los estados. También
universal, esencia específica del hom- el romanticismo político, que no hay
bre, y sobre ella se constituye un dere- que confundir con el romanticismo

23
como, utopía que se le endilga a los esencialmente orgánico e inconsciente
liberales, le atribuye una importancia del que ningún individuo o élite puede
histórica fundamental a esas formas de ser poderdante, como se lo propusieron
comportamiento humano, individual los Radicales influidos por la idea con-
y colectivamente. traria de la capacidad de dirección de
Muy atentos a la crisis de la socie- una élite progresista e iluminada. An-
dad europea, a la crisis de su propia tes bien, las 'úrdcas instituciones válidas
sociedad producida durante los gobier- para un pueblo son las correspondien-
nos liberales, pero también a la crisis de tes a su forma de ser propia, aquella que
la racionalidad de su tiempo, Núñez.y se ha ido formando progresivamente a
Caro propusieron una salida a esa en- través de procesos históricos que no
crucijada. Pero su propuesta no estuvo toleran rupturas bruscas en su conti-
encaminada en la dirección que amplió nuidad como aquella que pretendió la
los criterios de racionalidad y replanteó Constitución del 63.
el cientifismo na turalista; propusieron,
al contrario, una reducción de los lími-
tes de la racionalidad para ampliar y 3. Conclusiones
darle cabida a otras formas de conoci-
miento ya otras realidades; para crearle 3.1 La descripción de los principa-
espacio a una especie de zona de mis- les postulados teórico-políticos en que
terio para el conocimiento de la cual, la se basaron las dos principales constitu-
razón, es decir, la ciencia, se considera- ciones del siglo pasado, nos permite
ba insuficiente. De esa zona de misterio ahora volver a la tesis central con un
a la que la explicación racional no llega, mayor bagaje de conocimientos; pero
se nutre el alma del pueblo. Así cobró como la cultura política que pretendió
vigencia política el dicho según el cual entronizar la Constitución de Rionegro
el corazón tiene razones que la razón no prácticamente terminó en 1886, el ba-
entiende. Por ello considero que Núñez lance debe hacerse básicamente sobre
es romántico en un sentido muy distinto los den años de vigencia jurídico-políti-
del utopismo liberal, ya que piensa que ca de la que se promulgó ese año.
el hombre en su comportamiento está Las dos constituciones se diferen-
determinado más por la intuición y el cian en primer lugar porque la del 63 es
sentimiento que por la razón. proyectiva y la del 86 es reductivar en
El rec~nocimiento de la importan- segundo lugar, se diferencian y se con-
cia de los aspectos irracionales de la tra ponen en cuantoa sus teorías políticas
vida política, conduce a la imposibili- y socio-económicas; pero de acuerdo
dad de someter a una norma común y con nuestra tesis tienen la misma carac-
universal, la vida y el desarrollo de terística, pues, en efecto, una vez pro-
todos los pueblos. Ello nos permite ex- mulgadas y sancionadas, se apertre-
plicar el nacionalismo de Núñez y de charon en los códigos sin realizar sus
Caro. Pensaron y defendieron la idea propósitos sociales. Además, se identi-
de que el desarrollo de las instituciones fican en el fracaso. Con la Constitución
políticas y sociales tiene un carácter liberal se trató de poner a tono la eco-

24
nomía de mercado libre, aún incipien- enseñado que hansido impuestos como
te en la época, con una política permi- mandatos de Dios, de la naturaleza, o
siva y en ambos aspectos se fracasó. del Estado.
Así mismo, con la Constitución del 86 A algunos, esta teoría les ha servi-
se introdujo el autoritarismo paterna- do para resistir con resignación el dolor
lista, socio-moral y económico, cre- que produce la imperfecta justicia real;
yendo que por esta vía se entraba a otros, les ha permitido expiar sus
gradualmente al modernismo. El pro- cu1pas, no ante las leyes de los hombres,
yecto también fracasó porque si en el sino ante las leyes de Dios, les ha mos-
aspecto material del desarrollo se ha trado elcamino para violar la ley escrita
logrado un avance, en el aspecto mo- sin remordimientos; y a otros, les ha
ral, que es a lo que apunta la signifi- indicado cómo justificar su desmesura-
cación del concepto alma del pueblo, do poder sobre hombres y haciendas.
hay una pérdida de la comunidad y Por paradójico que parezca, esto nos
una gran fragmentación del propósito puede explicar, desde el punto de vista
nacional. del desarrollo de la cultura política,
El énfasis en la identidad de grupo cómo un Estado omnipresente, expre-
nos ha conducido a un individualismo sión del alma del pueblo, subsume y
que no ha nacido del principio liberal engulle la sociedad civil. Nos muestra
de la igualdad universal de cada indivi- también cómo, al hacerseinalcanzab1es
duo, sino del principio conservador de los fines individuales a través de un
la desigualdad individual en la unidad Estado que sin embargo los promete,
del grupo. El resultado ha sido un gran los individuos optan por vivir según
desequilibrio entre los intereses de sus propias leyes. Con ello la sociedad
grupo y los intereses individuales en el civil vuelve a un estado de naturaleza
que priman éstos aun a pesar del orden que contrasta con el orden del llamado
jurídico-político que mantiene a aque- Estado de Derecho que, según esa tra-
llos aparentemente sólidos y priorita- dición cultural, es expresión unificada
rios. del alma del pueblo. Nuestro Estado
La justificación sobre los fines del vive en el orden, pero nuestra sociedad
Estado y de la sociedad que contiene la civil vive en el estado de naturaleza.
Constitución de 1886, está basada en el La teoría política que nos ha acom-
iusnaturalismo teológico según el cual pañado por más tiempo que otras, es
éstos son impuestos por una autoridad decir, la teológica, muestra una tenden-
trascendente. Con esa teoría se ahonda cia muy marcada a reservar la interpre-
la brecha entre el Estado y la Sociedad tación del derecho positivo a la autori-
Civil y se ha materializado un compor- dad que crea ese derecho. Y esto ha
tamiento social tal que el ciudadano conducido en la práctica a un gran for-
común y corriente, que no es trascen- talecimiento de la seguridad del dere-
dente, se desentiende de sus responsa- cho positivo, pero entendido como
bilidades de crear condiciones propi- poder del Estado que se asume idéntico
cias para la realización de sus fines a la sociedad civil. Es una cultura polí-
individuales y sociales, porque se le ha tica que privilegia la unidad sobre la

25
multiplicidad, la unidad del alma del cacia simbólica nos ha conducido a
pueblo sobre la multiplicidad de los glorificar a Colombia como la demo-
individuos. Es el producto de un opti- cracia formal más sólida de América
mismo fatuo fundado en el vago y eté- Latina.
reo ideal del consenso unánime que
desecha la posibilidad del disenso. Con 3.2 Mal haríamos en suponer que
ello nos hemos acostumbrado a un la cultura política que hemos tenido es
eclecticismo que ahoga las diferencias la culpable de nuestros males. Si así lo
en lugar de solucionarlas y ese invete- hiciéramos, también retrocederíamos
rado eclecticismo nos ha impedido al resentimiento que producen las esté-
acostumbramos a la crítica y a la dife- riles luchas religiosas o filosóficas. Pero
rencia. también haríamos mal si no constatára-
A fuerza de repetir este catecismo mos que, frente a los proyectos de mo-
nos hemos acostumbrado, también, a dernización del país, el tradicionalismo
ser intolerantes con la diferencia, a creer inconsecuente es una barrera que es
en el centralismo, a delegar en el Estado necesario remover. Ypara hacerlo no es
y en el grupo, a esperarlo todo de ellos indispensable aca bar con todo vestigio
ya descreer de la indi vidualidad que es de cultura tradicional Una opción viable
lo mismo que negarse uno mismo en su consiste en darle otro sentido.
comunión con el Estado y con el grupo. Nuestra cultura política en los úl-
Políticamente, esta teoría converge en timos cien años puede considerarse
la negación de la sociedad civil como arcaica, no por lo vieja, sino porque se
contrapeso al poder estatal. Y además, caracteriza por una tendencia regresi-
el profundo descreimiento de la fuerza va, porque interpreta nuestras manifes-
y efectividad de la razón, que su filoso- taciones culturales de una manera re-
fía política contiene y enseña, nos pue- ductiva al contraer los ideales sociales,
de explicar en gran medida nuestra porque se ha desarrollado como un
tendencia a dirimir conflictos mediante retro-destino que se decide por la bús-
la fuerza. queda de lo primordial, del arché. En
En nuestra historia jurídico-políti- este sentido, los conceptos como alma
ca las respuestas jurídicas han supera- del pueblo, son arquetípicos en cuanto
do las demandas sociales, dado que están formados por símbolos sedimen-
han sido acalladas o cubiertas por el tados y estereotipados, más gastados
polvo de los códigos. Por ello digo que que usados, de los que sólo queda su
las constituciones y sus reformas han historia. Presuponiéndolo todo en un
servido para exorcizar los peligros de punto de partida, las manifestaciones
una demanda cada vez más imperiosa culturales del alma del pueblo, se con-
y para darle piso jurídico a la imposibi- denan a no encontrar sino sobreviven-
lidad del Estado y de los que han gober- cias. No en vano nuestra historia polí-
nado para satisfacerlas. Además, esto tica se asemeja a la arqueología.
nos permite explicar el carácter simbó- Pero hay otra dirección posible en
lico pero eficaz de las reformas como la cual la cultura literaria y el arte, en
salidas a los conflictos sociales. Esa efi- general, han dado muestras de gran

26
vitalidad. En estas manifestaciones sinónimos de miseria y sangre.
culturales, los símbolos repiten nues- Y, para volver al comienzo de
tra infancia cronológica y la no crono- nuestro trabajo, esa forma de vivir la
lógica, pero por otro lado, exploran cultura política se manifiesta en el fun-
nuestra vida adulta. Se parte del reco- cionamiento del sistema jurídico-polí-
nocimiento de que nuestros símbolos tico. En éste, se ha privilegiado el polo
son a la vez regresivos y progresivos: de la seguridad de los códigos sobre el
reminiscencia y anticipación, arcaísmo de la comunicación con lo social. Las
y profecía. El símbolo es vestigio pero constituciones se han reforzado en la
también aurora de sentido. Esta parte seguridad de su eficacia simbólica para
creativa de los símbolos de nuestra exorcizar el peligro y la inseguridad de
cultura es lo que ha permitido la vita- los conflictos sociales. Parece más na tu-
lidad de la creación artística. Sin em- ral y cómodo refugiarse en la seguridad
bargo, en la cultura politica,queincluye del pensamiento bien articulado que
los deseos y los sentimientos, no ha aventurarse a la explosión de sentido
aflorado la creatividad. Ha prevaleci- de una realidad siempre ambigua y a
do el resurgimiento de significaciones cuya ambigüedad, como a la del len-
arcaicas y no la aparición de figuras guaje, deberiamosacostumbramos para
anticipadoras de nuestra aventura es- consolidar una cultura política en la
piritual; el lenguaje político solo ha cual se privilegien más los consensos
servido para expresar la angustia, no sobre procedimientos para resolver
para construir lo que esperamos; por conflictos, que los consensos sobre va-
ello, es caldo de cultivo para la deses- lores para ahogarlos. Ese es el gran reto
peranza. y para ésta se han dado dos a que nos enfrentamos ahora que tene-
curas: la resignación que se predica mos una nueva carta de navegación
desde la Regeneración hasta nuestros política. Se trata de hacer otro mapa,
días, o la desesperación vinculada a la pero no en el pergamino de la carta, en l
violencia. Ambos paliativos han sido el que las leyes están aún pintadas con
brocha.

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Notas
1. BOBBIO, NORBERTO. El futuro de la Democracia. Barcelona: Plaza y [anés, 1985, p. 80
2. VALENCIA VILLA, HERNANDO. Cartas de Batalla. Bogotá: CEDEC, Universidad
Nacional,1987.
3. BOBBIO,NORBERTO. Op. cit. pp. 34-37.
4. LUHMAN,NIKLAUS.SistemaJurídicoyDogmáticaJurídica.Madrid:CentrodeEstudios
Constitucionales, 1983, p. 48.

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