Sie sind auf Seite 1von 8

Misterios gozosos lunes-sábado

1. Encarnación de Jesús en el vientre de María Santísima.

En este misterio contemplamos la visita del ángel a María y utiliza un saludo que solo se
les daba al rey y reina “salve, llena de gracia” quien más que María, la Reina del cielo, ser
la escogida como madre de Dios. Y de sus dulces labios brota la respuesta que da
comienzo al plan salvífico de Dios “he aquí la esclava del señor, hágase en mi según tu
palabra”, este si de María que a pesar de ser joven ha aceptado la voluntad del padre.
Pidámosle a María que nos enseñe a ser como ella, que a pasear de nuestros miedos
podamos decirle Si a Dios, pidamos que interceda por todos los niños no nacidos, por las
madres que no han tomado una buena decisión, para que Dios tenga misericordia de ellos.

2. La visita de María Santísima a su prima Santa Isabel.

En este misterio contémplanos el servicio y la humildad de María con su prima Isabel, y a


pesar de ser la madre de Dios no iba gritándolo al mundo, sino que se humillo, agacho la
cabeza y sirvió.
Pidámosle a María que nos enseñe a se humildes a servir con amor, a humillarnos, a
ayudar al hermano, y no importa si estamos cansados, como dice la canción: pescador de
hombres, mi cansancio que a otros descanse.

3. El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Meditemos ese momento en que Jesús nace en un humilde portal de belén, siendo el
Rey, dueño de todo, ha querido nacer en lo humilde, en lo perecedero, para mostrarnos
que lo material es un medio, mas no un fin. Visitándolo 3 reyes magos llevándole oro
reconocimiento de su realeza, incienso reconocimiento de su divinidad y mirra anunciando
sus padecimientos.
Pidámosle a Jesús que nuestro corazón este adherido a él, que podamos desprendernos
de lo material y reconocer que todo lo que tenemos es dado por él.

4. La presentación del niño Jesús en el templo.

En este misterio contemplamos el momento en que José y María llevan al niño Jesús al
templo para ser presentado, pues era un requisito por ser hijo único y recordemos que el
Espíritu Santo inspira a Simeón para decirle a María que una espada atravesara su alma,
ella es un ejemplo hermoso de perseverancia pues creía en que Cristo había de resucitar y
que saldría victorioso de la muerte.
Pidámosle a Dios ser como María en cumplir con los preceptos de la iglesia que Cristo
mismo fundo, yo sé que a veces nos gana la pereza, el estudio u otras actividades, pero
Dios siempre esta a la espera de nosotros.
5. La perdida y hallazgo del niño Jesús en el templo.

Meditemos ese momento en que Jesús se extravía de camino llegando al templo de


Jerusalén, sus padres angustiados prenden la búsqueda y al encontrarlo se quedan
admirados de la forma en como discutía con los doctores de la ley.
Muchas veces nosotros nos perdemos de los caminos de Dios por buscar otras cosas,
sueños, sentimientos, dinero, y apartamos a Cristo de nuestro lado, pidamos a la sagrada
familia que, en tiempos de perdidas, ellos nos encuentren y nos lleven nuevamente a
Jesús.

Misterios dolorosos martes-viernes

1. La oración de Jesús en el huerto


Meditemos ese momento en que Cristo esta orando porque sabia que la estaba cerca su
hora, y en su oración le pedía al padre que si era posible que apartara de él el cáliz pero
que no se haga su voluntad sino la del padre. Ese momento en que le decía a sus
discípulos que estuvieran en vela y que oraran, pero ellos se dormían.
Cuantas veces nosotros nos olvidamos de la oración, o incluso cuando oramos y sentimos
que Dios no nos escucha, dejamos la oración a un lado.
Pidámosle a Cristo que cuando decaigamos en la oración, su ejemplo nos anime y que a
pesar de que no ocurra lo que hemos pedido, podamos entender que así es la voluntad de
Dios.

2. La flagelación de nuestro señor Jesucristo.


Meditemos ese momento en que encadenan a Cristo en la columna de la injusticia y es
flagelado por los soldados, ese momento en que todo su cuerpo fue desfigurado a causa
de nuestros pecados y aun así no se defendió. ¿Cuántas veces nos hemos defendido con
insultos, gritos cuando una persona es injusta conmigo? ¿será que soporto todo con
humildad como lo hizo Jesús?
Pidamos a Cristo que ante cada injusticia reine el amor y la paz en nuestro corazón, que
sepamos soportar los flagelos de la vida, que perdone nuestros pecados con que lo
latigamos a diario y que nos ayude a levantarnos una y otra vez.

3. La coronación de espinas
Recordemos ese momento en que le colocan la corona de espinas a Cristo, y cada espina
rasgaba su piel derramando sangre hasta el punto de no poder ver bien y aun así seguía en
su camino a la cruz, las burlas que recibía… y ¿Cuántas veces nosotros nos burlamos de
Cristo por nuestros pecados? ¿Cuatas veces clavamos esa misma corona de espina a
nuestros hermanos cuando tenemos rabia?
Pidámosle a Jesús que seamos capaz de entender a nuestros hermanos, que podamos
entender que este mundo no es eterno y que podamos aspirar a la corona que no se
marchita, apartándonos de las cosas materiales y superficiales.

4. Jesús carga con la cruz a cuesta


Meditemos ese momento en que Cristo carga la cruz pesada y no es pesada por el
material sino por nuestros pecados pero que su amor por nosotros fortalecía cada paso
que daba en el camino… y ¿cuántas veces nosotros hemos renegado de nuestra propia
cruz? También recordemos ese momento en que Simón de Sirene le ayuda a Cargar la
cruz.
Pidámosle a Cristo que nos ayude a cargar nuestra cruz, que podamos amarla como él la
amó, que podamos entregarnos al sufrimiento de llevarla y que cuando desfallezcamos
acudamos al consuelo de la virgen maría para amar al prójimo, al más necesitado.

5. Crucifixión y muerte de nuestro señor Jesucristo


Meditemos ese momento en que Cristo es clavado en la cruz, es expuesto como un ladrón,
y ¿qué hacemos nosotros? Si a veces por pereza o por los afanes de la vida no
contemplamos la pasión de Cristo en el altar de la Eucaristía, a veces caemos en el error de
creer que el mismo pan que se parte en el altar es el mismo que se partido en la Cruz,
como quisiera señor estar a los pies de la cruz como estuvo tu santísima madre, como
quisiera ser obediente como lo fue juan, ¿Por qué será señor que me cuesta tanto seguir
tus mandatos?
Pidamos a Cristo ser obedientes a sus mandatos, ayúdanos señor a desear intensamente
estar contigo en el paraíso, a reconocer el acto mas grande de amor que has tenido con
nosotros y poder amarte así mismo.

Misterios Gloriosos miércoles-domingo

1. La Gloriosa Resurrección del señor.


En este misterio contemplamos la resurrección de Cristo venciendo la muerte,
destruyendo las cadenas del pecado, saliendo victorioso por ti y por mí, y así como
maría hemos buscado a Cristo con ojos del mundo y no podemos verlo, tenemos
ceguera espiritual y solo buscamos en lo material.
Pidamos a Cristo que nos ayude a quitar las vendas de nuestros ojos, que nos abra los
ojos de la fe, que podamos encontrarlo Resucitado y Glorificado

2. La Ascensión del Señor.


Recordemos ese momento en que Jesús se eleva a los cielos mostrándonos que existe
un mundo espiritual al cual estamos todos invitados, pero Jesús nos deja sus
enseñanzas a través de sus apósteles, que, llenos del Espíritu Santo, nos permitieron
conocer a Jesús, y muchas veces nosotros nos encargamos de conocer otras cosas que
nos alejan de Dios, llenamos nuestra vida de cosas materiales, superficiales y dejamos
los vacíos de Dios.
Pidamos a Cristo que nos ayude a conocerlo mejor, a que tengamos sed de él, de su
enseñanza, y pidamos por todas las vocaciones para que Dios les de fortalezas a
quienes nos muestran a Cristo con su servicio.

3. La venida del Espíritu Santo.


Recordemos ese momento en que los apóstoles estaban con las puertas cerradas por
miedo a que los mataran, estaban desconcertados por la partida de Cristo y no sabían
que hacer. Pero quien más que María podía guiarlos pues ella ya había recibido la
fuerza del Espíritu Santo.
Pidamos a Cristo que nos envíe su Espíritu Santo en los momentos que nos sentimos
desconcertados, que nos acompañe y nos enseñe a hablar la lengua del amor, asi
como lo hizo María.

4. La Asunción de la Virgen María.


Imaginémonos como fue la asunción de María a los cielos, tuvo que haber sido lo mas
solemne, pues Cristo se llevaba en cuerpo y alma su sagrario, la mujer pura, la nueva
Eva.
Pidamos a María Santísima que nos enseñe a ser como ella, Humilde, servicial, que
interceda por nosotros ante su hijo para que tenga misericordia de nosotros, ella que
siempre estuvo a los pies de la cruz nos lleve de la mano a Cristo.

5. La coronación de la Virgen María.


Imaginémonos ese momento en que Cristo corana a María Santísima haciéndola reina
universal de todo lo creado, Fue Ella quien recibió la corona más bella, la corona que
no se marchita, la corona de la Vida Eterna, y sentada junto a su Hijo nos bendice, nos
cuida, ruega por nosotros y nos lleva hacia Él.
Pidamos a María que interceda por todos nosotros para que al final de nuestras vidas
podamos alcanzar también la corona que no se marchita y sea ella misma quien nos
enseñe el camino para llegar a Su Hijo, el camino de la salvación y de la Vida Eterna.
Misterios Luminosos jueves

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.

Evangelio según san Marcos. (Mc 1, 9-11)

"Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia Él como una paloma. Se
oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi preferido"".

Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

Señor, Dios nuestro, cuyo Hijo se manifestó en la realidad de nuestra carne; concédenos
poder transformarnos interiormente a imagen de aquel que hemos conocido semejante a
nosotros en su humanidad.

Amén.

Padre nuestro.
10 ave María.
Gloria.

Jaculatoria

Tu: María Madre de gracia, Madre de piedad, amor y misericordia.


Todos: Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra
muerte.
Amen.

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu infinita misericordia. Amen.

Canto.

2. Las bodas de Caná.

Evangelio según San Juan. (Jn 2, 3-5.11)

"Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les queda vino". Jesús le contestó: "Mujer,
¿qué nos va a mí y a ti? Aún no ha llegado mi hora". Su Madre dijo a los sirvientes: "Haced
lo que Él os diga". Así, en Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y
creció la fe de sus discípulos en Él".

Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

Señor, Padre Santo, que, por admirable designio, quisiste que la Virgen santa interviniese
en los misterios de nuestra salvación; concédenos te rogamos, que dóciles a las palabras
de la misma Madre de Cristo, hagamos todo lo que tu Hijo enseñó y ordenó en su
Evangelio.
Amén.

Padre nuestro.
10 ave María.
Gloria.

Jaculatoria

Tu: María Madre de gracia, Madre de piedad, amor y misericordia.


Todos: Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra
muerte.
Amen.

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu infinita misericordia. Amen.

Canto.

3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

Evangelio según San Marcos. (Mc 1,14-15)

"Después que Juan fue encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea, a predicar la buena noticia
del Reino de Dios. Decía: "El tiempo ha llegado y el reino de Dios ya está cerca. Convertíos
y creed en el Evangelio"".

Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

Señor Dios nuestro, que, en la Bienaventurada Virgen María, nos diste el modelo del
discípulo que fielmente guarda las palabras de vida; te rogamos que abras nuestros
corazones para escuchar las palabras de la salvación, y así, por el poder del Espíritu Santo,
resuenen a diario en nosotros y produzcan abundantes frutos de conversión y santidad.

Amén.

Padre nuestro.
10 ave María.
Gloria.

Jaculatoria

Tu: María Madre de gracia, Madre de piedad, amor y misericordia.


Todos: Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra
muerte.
Amen.
¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu infinita misericordia. Amen.

Canto.

4. La transfiguración del Señor.

Evangelio según San Lucas (Lc 9, 29.35)

"Y sucedió que, mientras Jesús estaba orando, cambió el aspecto de su rostro, y su ropa se
volvió de una blancura resplandeciente...De la nube salió una voz, que dijo: "Éste es mi
Hijo amado, mi elegido. Escuchadle a Él"".

Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

Oh Dios, que en la Transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el


testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción
como hijos tuyos; concédenos, te rogamos que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo,
el predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Padre nuestro.
10 ave María.
Gloria.

Jaculatoria

Tu: María Madre de gracia, Madre de piedad, amor y misericordia.


Todos: Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra
muerte.
Amen.

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu infinita misericordia. Amen.

Canto.

5. La institución de la Eucaristía.

Evangelio según San Mateo. (Mt 26, 26-27)

"Durante la cena, Jesús tomó pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a sus discípulos,
diciendo. "Tomad y comed, esto es mi cuerpo". Tomó luego en sus manos una copa, dio
gracias a Dios y lo pasó a sus discípulos, diciendo: "Bebed todos de ella, porque esto es mi
sangre"".

Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

Oh, Dios, que en la Santa Eucaristía nos dejaste el memorial de tu pasión; te pedimos nos
concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que
experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

Padre nuestro.
10 ave María.
Gloria.

Jaculatoria

Tu: María Madre de gracia, Madre de piedad, amor y misericordia.


Todos: Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra
muerte.
Amen.

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu infinita misericordia. Amen.

Canto.

Das könnte Ihnen auch gefallen