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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES


ESCUELA PROFESIONAL DE ARTES

TALLER DE ARMONÍA
DOCENTE: Dr. HUGO CUETO VASQUEZ
MAESTRISTA: MARILIA ESTHER QUISPE ALVAREZ

MONOGRAFÍA:
“CADENCIAS”

Agosto de 2020
Arequipa, Perú
INTRODUCCIÓN

La música, como lenguaje que es, necesita respirar, crear pausas, puntos suspensivos e
interrogaciones. El conocimiento y la comprensión de las distintas cadencias nos ayudarán
a reconocer frases musicales, a entender la estructura de la música (con sus puntos de
tensión y reposo), y de esta forma dar un paso adelante en la interpretación y la
interiorización del lenguaje musical. Se denominan cadencias a los descansos (signos de
puntuación) de las frases musicales. Éstas marcan los puntos de respiración de la música,
establecen o confirman la tonalidad y dan coherencia a la estructura formal.
Es por eso que el recurso más importante sobre el que se afianza la música occidental sean
las conocidas como Candencias; los signos de puntuación dentro del discurso musical. Con
las cadencias podemos crear el efecto de final o conclusión, una pausa o respiración y
hasta una exclamación o sorpresa y todo esto jugando con los efectos armónicos de tensión
y relajación.

En la presente monografía encontraremos información acerca de las cadencias, que es, su


clasificación, con sus respectivos ejemplos para una mejor comprensión del tema.
Definición

Las cadencias son reposos o suspensiones del discurso musical, En la mayoría de los
casos asociados a una detención del movimiento rítmico, que van delimitando las distintas
secciones en que se divide. En Armonía, el término "cadencia" se suele referir a los efectos
expresivos y sonoros provocados por sucesiones de acordes típicas, aunque no se detenga
el movimiento rítmico. Pero, sería más correcto emplear el término matizado "cadencia
armónica", para evitar confusiones.

Una de las funciones más importantes de la armonía es dar unidad a una obra. Una pieza
musical no puede consistir en solo una sucesión de acordes. Del mismo modo que un texto
está compuesto de frases, y estas frases a su vez están articuladas por puntos, comas,
etc., para que éste tenga sentido y cohesión, la música tiene que estructurarse de tal forma
que puedan apreciarse puntos de partida y de llegada, puntos de tensión y de relajación.
La práctica de la armonía ha establecido una serie de fórmulas establecidas por convención
para marcar estos puntos de respiración de la música: las cadencias.

Antes de ver la clasificación de las cadencias, definiremos tres conceptos claves: Grados,
acordes e inversiones.

 Grados:
La cadencia es una relación, generalmente entre dos acordes, uno antecedente
y otro resolutivo, y es este último el que establece el carácter de la cadencia.
Las cadencias funcionan a las relaciones jerárquicas entre los tonos; es decir,
poniendo como ejemplo la escala de Do Mayor (puede ser cualquier otra de las
24 tonalidades), los siete sonidos, denominados grados, tienen diferentes
funciones:

Do (I): Tónica (Nota fundamental de la escala, sobre ella orbitan el resto de


tonos)
Re (II): Supertónica
Mi (III): Mediante (Si la convertimos en tónica en una tonalidad menor, nos
trasladaremos a la tonalidad relativa mayor)
Fa (IV): Subdominante (Suele ser un grado ambiguo que funciona como tónica
secundaria o como precedente de una dominante)
Sol (V): Dominante (Segundo grado más importante, genera una tensión que
necesita resolverse en la tónica)
La (VI): Superdominante (Misma función que el grado IV, si además la
convertimos en tónica, nos habremos trasladado a la tonalidad relativa en el
modo mayor)
Si: (VII): Sensible (En el modo mayor, constituye el acorde más tensionado, y
por tanto, más precipitado a la tónica, en el modo menor se la denomina
subtónica y la tensión es menor).

Una cadencia, por tanto, es el efecto "resolutivo" que se produce al encadenar,


generalmente dos acordes por efecto de las relaciones entre grados.
 Acordes:
Un acorde es dos o más notas que suenan de manera simultánea y que se
construyen a partir de una nota fundamental, que es la que da nombre al acorde.
Las acordes tríadas, que son los más extendidos y utilizados en la notación
anglosajona se forman añadiendo intervalos de tercera sobre la nota
fundamental, lo que, traducido al piano, sería dejando una tecla sin pulsar entre
dos notas. Por tanto, el acorde de Do Mayor, se construye añadiendo una
tercera (la tercera), que sería Mi, y añadiendo otra más, Sol (la quinta). La
modalidad del acorde (mayor o menor), depende de "la tercera", si entre la
fundamental y ésta hay una distancia de 2 tonos, el acorde será mayor, si por
el contrario existe una distancia de un tono y medio, el acorde será menor. El
acorde de Do menor sería el siguiente: Do-Mib-Sol

 Inversiones:
Cuando un acorde se ejecuta con su nota fundamental en el bajo (La nota más
grave), decimos que el acorde está en estado fundamental, pero esto no
siempre es así. Tomando de nuevo como ejemplo el acorde de Do Mayor, si es
"la tercera" (Mi) la que se encuentra en el bajo, el acorde está en 1ª inversión y
se representa con el número 6, si es "la quinta" (Sol), estará en 2ª
inversión representándose con la fracción 6/4.

A continuación, veremos una clasificación de cadencias:

 Formas de cadencia según el número de acordes:

 Simple: formada por dos acordes. Ej. V-I, IV-I.


 Compuesta: formada por 3 acordes o más. Ej: IV-V-I, II-V-I, II 6 -I 6/4 -V-I.

 Formas de cadencia según la desinencia rítmica:

 Masculina: cuando el último acorde de la cadencia se produce en la primera


parte del compás.
 Femenina: cuando el último acorde se produce en cualquier otra parte que
no sea la primera.

Las cadencias de ritmo femenino resultan mucho menos conclusivas que las de
ritmo masculino.
 Formas de cadencia según el sentido de la terminación:

Para el acertado empleo de las diferentes cadencias hay que tener muy en
cuenta el carácter particular de cada una y su sentido que si en unas es de
conclusión de reposo categórico sea para terminar definitivamente o sea para
continuar seguidamente en otras es de suspensión como con un pie en el aire
qué hace indispensable una continuación:
Bajo la estricta concepción de la tonalidad, únicamente las cadencias que
cierran su proceso con el acorde de tríada de tónica pueden ser conclusivas.
Sólo pues, las cadencias auténtica y plagal tienen esta condición. pero la
pierden y se convierten en suspensivas cuando la disposición de sus acordes
no es la adecuada para producir el indispensable efecto conclusivo.
La cadencia auténtica y el tipo básico de la plagal son plenamente conclusivas
cuando la voz superior termina con la tónica y el bajo tiene los dos acordes en
estado fundamental. Si el penúltimo acordé está invertido, pierden ambas
mucho de su sentido conclusivo, y lo pierden por completo, si está invertido el
último (el de tónica). También pierden en sentido conclusivo ambas cadencias.

 Conclusivas: Es las que crean el efecto de final o pausa larga y puede ser
perfecta, imperfecta o plagal

 Cadencia Perfecta o Auténtica: Es la principal cadencia


conclusiva ya que no da pie a una continuación del discurso
musical. Se construye enlazando el acorde sobre el V grado y el
acorde de I grado, ambos, en estado fundamental. Si duplicamos
la fundamental dentro del acorde de tónica colocándola en la voz
más aguda, conseguiremos una sensación aún mayor de final.
 Cadencia Plagal (Litúrgica o de Iglesia): Es el que se produce al
enlazar un acorde de Subdominante (IV) con uno de tónica (I). Su
efecto es más suave y dulce que la perfecta. Esta cadencia
siempre ha estado muy vinculada a la música religiosa y es
gracias a que es una de las fuentes musicales mejor
conservadas, ha ido sobreviviendo a la difusión de la perfecta. Su
efecto se consigue por el salto en el bajo del IV al I grado, por eso,
se obtendrá una cadencia plagal con cualquier acorde
antecedente que posea en el bajo dicho grado como en el acorde
de II en 1ª inversión o el de VII en 2ª inversión.

La cadencia plagal es el reposo sobre el acorde de tónica, al cual


se llega desde un acorde que no es el de dominante el tipo básico
de esta cadencia lo constituye la sucesión en el bajo de los
grados IV – I con acordes directos. Las demás son variantes:

 Cadencias suspensivas:

 Cadencia rota: V-VI (variante: V-IV6) Cuando en la cadencia


perfecta se sustituye el I grado por otro grado inesperado, que
suele ser el VI, cambiando así el sentido conclusivo por una
suspensión momentánea que propicia la continuación el discurso.
La cadencia rota es un proceso de cadencia auténtica en el cual
se sustituye el acorde de tónica por uno inspirado que trunca, el
sentido de la misma. El tipo básico lo constituye la sucesión, en
el bajo de los grados V – VI, con acordes directos. Las demás
fórmulas posibles pueden considerarse variantes.

 Semicadencia: I-V, II-V, IV-V... Reposo momentáneo sobre un


acorde que no sea el de tónica. Es frecuente que se produzca
sobre el acorde de dominante de la tonalidad (V grado), pero
podría hallarse sobre cualquier grado de la escala que admita un
acorde perfecto, mayor o menor: II, III, IV o VI grados del modo
mayor VI del modo menor.

La semicadencia es un reposo momentáneo sobre un acordé que


no es el de tónica. El tipo básico lo constituye el descanso sobre
la dominante. Le sigue en importancia el descanso sobre el IV
grado luego sobre el II, – VI y – III.

La semicadencia descansa normalmente en el estado directo del


acorde, aunque a veces excepcionalmente lo hace sobre la
primera inversión. Sobre la segunda inversión es completamente
inusitada.

 Cadencia imperfecta: se trata de una cadencia perfecta que no


presenta un sentido plenamente conclusivo, por alguna de las
causas siguientes: la melodía no termina con la tónica, el acorde
de tónica se produce en parte débil, o alguno de los acordes está
invertido.

 Cadencia evitada: es un reposo momentáneo sobre un acorde,


generalmente extraño a la tonalidad del pasaje. En ocasiones
puede entenderse como un préstamo del modo menor al modo
mayor. Ej. V-VIb (Rimsky Korsakof llama "cadencia de engaño"
en su Tratado de Armonía a una cadencia similar al ejemplo, y
"cadencia evitada" a la cadencia rota. Schönberg llama a la
cadencia rota "progresión interrumpida".)
BIBLIOGRAFÍA

Arnold Schonberg, Tratado de armonía, by Universal Edition, 1922.


Benward, Bruce & Saker, Marilyn: Music in Theory and Practice, vol. 1 & 2. Nueva York:
McGraw-Hill, 2009 [2003].
Grabner, Hermann: Teoría general de la música. Barcelona: Akal, 2001.

MOTTE, D., (1998): Armonía, Cornellà de Llobregat, Idea Books, 130-131.

Zamacois, Joaquín: Tratado de armonía Libro I. Barcelona: Labor, 1997; Idea, 2002e

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