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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD FERMIN TORO


DOCTORADO EN GERENCIA AVANZADA

APROXIMACIÓN TEÓRICA DE ESTRATEGIAS BASADAS EN


NEUROGERENCIA PARA LA EVALUACIÓN DE LOS
APRENDIZAJES EN UN SISTEMA DE EDUCACIÓN A
DISTANCIA.
CASO UNA – VENEZUELA

ESCENARIO I

Profesor: Dr. Mauricio Villabona


Autora: Margely J. Moreno Muñoz

Cabudare, Enero 2011


Escenario I

Acercamiento a la Realidad

El ser humano que vive en esta realidad compleja requiere


día a día: capacidades, habilidades y destrezas que le permitan
abordar con efectividad los cambios que impone una sociedad
globalizada en la que el riesgo y la incertidumbre se convierten en
un factor constante. Por ello, la educación debe brindar las
herramientas para enfrentar los retos a los que son sometidos los
habitantes del planeta.
Señala Balza (2010a) respecto a la educación lo siguiente:

En un plano más plural, la educación constituye el


agregado sociocognoscitivo y cultural del individuo,
que le permite afrontar, comprender y transformar la
realidad que le circunda, a través del reconocimiento
de la unidad y la diversidad, la simplicidad y
complejidad del ser humano; por ello la tarea de
educar y el acto de aprender, se integran en una sola
dinámica axiológica que permea la vida, donde se
construyen y reconstruyen saberes los cuales se
expresan en los cambios de la conducta del hombre y
se proyectan en el tiempo a través de un
metalenguaje como una herencia cultural de la
sociedad. (p. 30)

Además agrega:
Como se puede apreciar, la educación concebida en
estos términos significa la activación y desarrollo de la
capacidad del individuo para la apropiación, a lo largo
de su vida de un corpus de conocimientos sin límites,
que emergen, tanto de las construcciones
socioculturales colectivas como de su propia
experiencia de vida. Se trata de aprendizajes de
naturaleza cognitiva y afectiva, pero también ética,
política y cultural, es decir, una educación pensada
desde la perspectiva de la transversalidad del
conocimiento se nutre de saberes construidos, en
proceso de construcción e imaginarios a través de un
pensamiento liberador que circula en una sociedad sin
frontera. (p. 30)
En este sentido, la educación universitaria es una estación
más en el viaje que emprendemos hacia el conocer de lo
desconocido, por tanto, los diseños curriculares de las distintas
carreras que ofrecen estas instituciones creadoras de capital
humano, deben estar a tono con la dinámica impuesta por la
sociedad de la información, ya que son ellas las encargadas de
formar al sujeto a través de distintas técnicas y herramientas
acordes con su especialidad para enfrentar las exigencias que le
demanda dicha sociedad y además, generar conocimiento que
debe ser difundido posteriormente.
A ello se le adiciona, que el profesional debe ser competente
para desempeñarse en su área por lo que debe contar con:
habilidades, destrezas, valores, actitudes y aptitudes, que le
permitan desenvolverse en un contexto cambiante. De esta
manera, debe adquirir durante su proceso formativo rasgos tales
como: aprender a ser, aprender a hacer, aprender a convivir,
aprender a aprender, los cuales serán potenciados mediante
situaciones de aprendizaje individuales y en equipo, aunado a unos
contenidos específicos de acuerdo a la disciplina seleccionada.
Lo anterior requiere que nuestras universidades adecuen sus
programas curriculares para lograr profesionales que aprendan a lo
largo de la vida desde una concepción global y no fraccionada
como se ofrece actualmente. Si tomo como cierto lo expresado por
Pacheco (2010) en relación a las universidades públicas: que
siguen ancladas en torno a estructuras organizativas propias de
siglos pasados, enclaustradas en el pensamiento cartesiano,
mecanicista, lineal y atomista, manteniéndola estatizada en su
gestión burocrática y descontextualizada de un sistema de gestión
universitaria, que controla su evolución institucional; también es
cierto que urge la necesidad de plantearse nuevos escenarios para
reformular cambios en los paradigmas académicos actuales lo cual
implica una revisión de los principios y valores en los que ella se
sustenta.
Las modalidades educativas de las universidades
venezolanas pueden ser: presenciales o a distancia. Ambas son
totalmente diferentes en estructura y gestión, no así en la misión
para la cual fueron creadas; pues las segundas atienden a una
población con características heterogéneas, en cuanto a edad,
sexo, ingreso familiar, entre otras, que generalmente labora, que no
puede asistir a clases presenciales y que el costo de su formación
es menor en comparación con las presenciales. En este estudio
tomo como base, el sistema educativo a distancia, pues
actualmente, hasta las presenciales están innovando hacia la
formación a distancia como vía para satisfacer las necesidades de
una creciente demanda estudiantil a la que hay que dar atención a
efectos de cumplir con políticas de Estado, con un presupuesto que
cada día se torna más reducido, lo cual dificulta la calidad
académica de sus egresados.
Para Flores (2004), “la Educación Superior en Venezuela a
partir de la década de los setenta, como consecuencia de la
democracia, comenzó a sufrir cambios sustanciales en lo
académico y en lo administrativo que llevaron a la creación de más
universidades, institutos de educación superior y modalidades
diferentes de aprendizaje”. (p.1)
Con el objeto de masificar la educación y dar respuestas a
una parte de la población que no podía asistir a clases presenciales
por diferentes motivos: laborales, familiares, entre otros; es creada
la Universidad Nacional Abierta (UNA) por Decreto Presidencial Nº
2398 de fecha 27 de Septiembre de 1977. Es una universidad
pública, que tiene cobertura nacional ya que funciona con una
estructura sistémica integrada por una Sede Central en Caracas y
una red de Centros Locales ubicados en cada uno de los estados
de Venezuela y Unidades de Apoyo, situados en zonas foráneas al
Centro Local.
Actualmente existen 22 Centros Locales, ubicados en las
diferentes capitales de estado del país, 28 Unidades de Apoyo y 12
Centros de Inscripción y Aplicación de Pruebas.
En la Sede Central se programan y diseñan todas las
actividades académico-administrativas para el desarrollo del
proceso educativo, tales como: procesos de control de estudios
(inscripción, equivalencias, reválidas); producción y distribución del
material instruccional, informativo y de evaluación; planificación de
la administración de las pruebas, acreditación de los aprendizajes;
el proceso de orientación y bienestar estudiantil.
Por otro lado, los Centros Locales (CL) y Unidades de Apoyo
(UA) se constituyen en las unidades ejecutoras de los programas
de la institución y son los órganos inmediatos de apoyo a los
estudiantes; es decir, corresponden a la parte en la cual se orienta
y asesora directamente al participante en la conducción de su
aprendizaje, se ejecutan los procesos de inscripción y desarrollo del
lapso académico, se aplican pruebas y otras estrategias de
evaluación.
Entre las oportunidades de estudio se ofrecen carreras a
nivel de Licenciatura o su equivalente y carreras técnicas. Entre las
primeras se mencionan: Administración, Contaduría, Educación,
Ingeniería y Matemáticas.
Con el objeto de ofrecer respuestas educativas para impulsar
el desarrollo del país, se ofertarán nuevas carreras técnicas en
cuanto sean aprobados los programas en el Área de Administración
y Contaduría: Técnico Superior Universitario en Procesos
Contables y Técnico Superior Universitario en Administración de
Empresas Mención Riesgos y Seguros; en el Área de Ingeniería
Industrial: Técnico Superior Universitario en Sistemas
Administrativos de Mantenimiento y Técnico Superior Universitario
en Higiene y Seguridad Industrial. El Área de Educación ofrece,
desde el lapso 2003-2, una carrera corta con duración de seis
semestres, conducente al Título de Técnico Superior Universitario
en Educación Integral. Cabe destacar que el tiempo de duración de
todas las carreras o menciones se establece a partir de la
aprobación del Curso Introductorio, el cual tiene como objetivo
estimular al estudiante novel, hacia el autoaprendizaje y la
disciplina necesaria para estudiar bajo este sistema educativo.
La UNA desde su creación, funciona exclusivamente con una
modalidad educativa a distancia. Esta se caracteriza por atender,
preferentemente, a los sectores de la población que por razones
geográficas, laborales o de otro tipo, no pueden asistir a las
Instituciones de Educación Superior con modalidad presencial, es
decir, existe una separación física de facilitadores y estudiantes al
menos en la mayor parte del proceso educativo; se utilizan medios
tecnológicos educacionales para la comunicación bidireccional, el
aprendizaje es independiente y flexible y además, existe una
organización de apoyo y tutoría que garantiza el proceso de
formación.
Según García (2001), la educación a distancia es:
Un sistema tecnológico de comunicación bidireccional
(multidireccional), que puede ser masivo, basado en la
acción sistemática y conjunta de recursos didácticos y
el apoyo de una organización y tutoría, que, separados
físicamente de los estudiantes, propician en éstos un
aprendizaje independiente (cooperativo). (p. 39)

Señala así mismo, como características primordiales de esta


modalidad educativa: la separación asesor alumno, utilización de
medios técnicos, organización de apoyo y tutoría, aprendizaje
independiente y flexible, comunicación bidireccional, enfoque
tecnológico, comunicación masiva y procedimientos industriales.
En cuanto al proceso de evaluación del rendimiento
estudiantil en la UNA, éste puede ser diagnóstica, formativa o
sumativa, a través de actividades presenciales, no presenciales o
ambas, tal como lo establece el Reglamento de Evaluación del
Rendimiento Estudiantil (1987). La finalidad de la evaluación del
rendimiento es:
a.- Proporcionar evidencias válidas y confiables que permitan
verificar el rendimiento del estudiante;
b.- Determinar resultados;
c.- Establecer orientaciones necesarias para el mejoramiento
permanente del rendimiento estudiantil.
Por otro lado, la producción y distribución del material
instruccional es competencia de la Sede Central, tal como se
mencionó anteriormente. En la actualidad, la UNA utiliza diferentes
medios y recursos para desarrollar su labor educativa, algunos de
ellos son: Materiales Impresos: material de autoinstrucción, guía de
instrucción, selección de lecturas, libros del mercado; Materiales
Audiovisuales producidos por la institución como por ejemplo:
audio-cassettes o video cassettes; Equipos de Experimentación y
Materiales Informativos: oferta de asignaturas por lapsos
académicos, plan de curso, plan de evaluación, calendario de
pruebas, clave de corrección y modelo de respuesta.
Tratando de adaptarse a los nuevos tiempos, el Plan
Estratégico de la UNA: Presente y Futuro desde un punto de vista
colectivo (2005) contempla entre los objetivos que habilitan, es
decir, actúan como logro intermedio que facilita la consecución de
la Misión de la Institución lo siguiente: diversificar la producción y
uso de medios tecnológicos e impulsar el acceso y uso de las TIC
en la comunidad universitaria. (p. 11)
En esa búsqueda de formar profesionales integrales en las
carreras que dicta, la UNA realizó ajustes curriculares durante el
año 2004, de tal manera que el perfil de cada egresado esté en
consonancia con el ambiente laboral en el cual se desenvolverá y a
tal fin, introdujo aspectos sustanciales en cada matriz curricular de
las mismas. En el Proyecto Académico UNA (2004) para las
carreras gerenciales se afirma que:
Las nuevas tendencias en el mundo de los negocios,
influenciados por la globalización de los mercados, la
internacionalización de la empresa, las Tecnologías de
la Información y Comunicación (TICs), el ajuste y la
sistematización de las finanzas, entre otros aspectos,
obligan a repensar los diseños curriculares de las
carreras administradas en esta área. (p. 4).

Destaca además que de la revisión curricular surgieron


entonces como resultado las siguientes acciones: a) cambio de
estrategias de evaluación orientadas a la inserción de la práctica; b)
inclusión de nuevas asignaturas que den respuestas concretas a
necesidades de formación recientemente detectadas; c) la duración
de las carreras concentrarán su carga académica en ocho
semestres, dejando un semestre para la pasantía; d) inserción de la
extensión para facilitar la integración del perfil profesional del
egresado UNA con su comunidad; e) uso de las Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC); f) modificación del sistema de
prelaciones atendiendo a criterios lógico-cognoscitivos y de
contenido y finalmente, la racionalización de los contenidos
programáticos con el fin de evitar la repetición innecesaria de
objetivos y contenidos.
En cuanto al uso de las TIC en el nivel de postgrado en la
UNA, es sumamente intensivo, mientras que para pregrado, aun no
termina de consolidarse. Cabe destacar que en esta sociedad
caracterizada por un auge vertiginoso de las TIC que abarca la
mayoría de las actividades humanas, Marqués (2000) alega que:
En este nuevo contexto y para afrontar los continuos
cambios que imponen en todos los órdenes de nuestra
vida los rápidos avances científicos y la nueva
"economía global", los ciudadanos nos vemos
obligados a adquirir unas nuevas competencias
personales, sociales y profesionales que, aunque en
gran medida siempre han sido necesarias, hoy en día
resultan imprescindibles. (p. 2)
El autor manifiesta que esas nuevas competencias tienen que
ver con la necesaria habilidad en el uso de las TIC en cuanto a:
- Aprender a ser, desarrollar la personalidad para
actuar con una cada vez mayor capacidad de
autonomía, de juicio y de responsabilidad personal.
- Aprender a saber, conocer, compaginar una cultura
amplia con la posibilidad de estudiar a fondo algunas
materias; y aprender a aprender para poder seguir este
proceso a lo largo de toda la vida.
- Aprender a hacer, de manera que se puedan afrontar
las diversas (y muchas veces imprevisibles)
situaciones que se presenten.
- Aprender a convivir, a vivir juntos, conociendo y
comprendiendo mejor a los demás, al mundo y a las
interdependencias que se producen a todos los niveles.
También es necesario saber trabajar en equipo. (p. 3)

Asimismo, Silvio (2000) sostiene que el desarrollo de las TIC


es de particular significación en la Educación Superior,
caracterizada por ser un sistema en el cual se administran
exclusivamente, datos, informaciones y conocimiento, siendo éste
último una creación de la investigación. Manifiesta que la
Educación Superior a través de sus funciones de enseñanza,
investigación y extensión, es una compleja organización destinada
esencialmente a gerenciar conocimiento, por tal razón, es lógico
pensar que tengan amplia significación para este sector educativo.
(p. 10)
Acota además el autor que, a pesar de que la educación ha
sido tal vez una de las áreas institucionales de la sociedad en la
cual se han manifestado con menos amplitud esas nuevas
tecnologías, por el alto grado de conservatismo, tradicionalismo y
resistencia al cambio de los sistemas educativos; ahora se le exige
que liderice el cambio y la innovación formando a las nuevas
generaciones de personas como agentes de invención. Afirma que
es una situación paradójica por resolver, la de una institución que
sea al mismo tiempo preservadora y crítica del orden establecido, si
desea convertirse en un factor de transformación. (p. 10)
A pesar de que la UNA actualizó los diseños curriculares tal
como expuse anteriormente y de que a nivel de pregrado ha hecho
intentos en el uso de las TIC en algunas asignaturas de los ejes
curriculares, nuestro egresado sigue presentando debilidades en su
formación, producto de la resistencia al cambio de paradigma
relacionado con:
 el aspecto académico - administrativo basado en: una
estructura rígida totalmente diferenciada Nivel Central –
Centros Locales y Unidades de Apoyo, en relación al recurso
humano dividido por tareas: Especialistas en contenido –
diseñadores de instrucción - evaluadores – asesores –
orientadores - extensionistas.
 diseños curriculares inflexibles que no le permiten a los
asesores tener autonomía para realizar cambios profundos
en los planes de curso de las asignaturas que asesora.
 una metodología de enseñanza soportada en unos
materiales instruccionales predominantemente escritos, que
fueron diseñados bajo un enfoque conductista y que aun
permanecen.
 un cronograma de evaluaciones estricto que no le ofrece la
posibilidad al estudiante de postergar una evaluación si por
alguna razón no pudiera presentar en la fecha establecida.
 una escala de evaluación numérica comprendida entre 1 y
10, cuya nota aprobatoria es 6, correspondiente al 60% de
los objetivos de la asignatura que sean validados como
logrados.
 finalmente, y lo que representa motivo de investigación para
la autora de la misma, unas estrategias de evaluación, que
dada su confiabilidad debilitada, ponen en entredicho la
excelencia académica de nuestros egresados y en
consecuencia sus competencias para el desempeño laboral,
pues ni siquiera toma en cuenta lo atinente a las reglas
básicas de ortografía y redacción que son vitales en la
comunicación escrita para cualquier profesional. Dichas
estrategias se fundamentan en pruebas (objetivas y de
desarrollo) y trabajos prácticos de su contexto laboral o
presentados a través de situaciones de simulación
hipotéticas. Ambas, se convierten en repetitivas a medida
que transcurren los lapsos.
Chacón (1994) destaca en relación a la evaluación de los
aprendizajes en un sistema de educación a distancia lo siguiente:
La evaluación del aprendizaje se utiliza en función de
una variedad de propósitos en los programas de
educación a distancia; entre ellos: determinar el
grado de cumplimiento de los objetivos
instruccionales, medir el progreso de los estudiantes
a lo largo de una carrera, seleccionar grupos de
estudiantes para un tratamiento especial, facilitar el
control de calidad de instrucción. Sin embargo, a
pesar de estas importantes funciones, no se ha
determinado aún un modelo que sirva como
referencia comúnmente aceptada en cuanto a la
forma óptima de realizar la evaluación de aquellos
aprendizajes que ocurren lejos del contacto directo
con la institución educativa. Al respecto, lo que se ha
hecho en la mayor parte de los programas de
educación a distancia en América Latina es
transvasar las prácticas tradicionales de la evaluación
en las aulas, sin una consecuente reflexión sobre el
impacto que estas ocasionan en una situación de
aprendizaje diferente.

En torno a este último aspecto, González y Ayarza (s/f)


señalan que:

Se ha desarrollado un concepto más amplio de la


función docente, que comprende toda acción
tendiente a lograr un cambio cultural en las personas,
cuyo aprendizaje debe ser debidamente evaluado y
acreditado por medio de algún sistema bien
establecido, que resguarde la fe pública en cuanto a
la calidad de las instituciones y sus programas
educativos.

Agregan incluso lo siguiente:


La educación en general y la educación superior en
particular se presenta, en este contexto, como una
opción que puede romper la estricta lógica de medios
a fines y la reintroducción de la persona como eje
central del desarrollo, al cual deben estar
subordinados medios y fines. Aparece así la
importancia de la creatividad y la comprensión
inteligente de principios y fenómenos. De ello surgen
cuatro aspectos fundamentales asociados a la
calidad de la educación superior, que son:
. el fomento al desarrollo de cada persona, a su
integridad y diversidad;
• el fortalecimiento de una actitud crítica frente a lo
dogmático y absoluto;
• el rechazo al conocimiento memorístico y la
valoración de la creatividad y de la capacidad, para
adecuarse a situaciones nuevas y para innovar
utilizando la información disponible;
• una nueva actitud y conceptualización de los
espacios y de los tiempos y por ende, de las formas
de organización de la vida cotidiana.

Al considerar que el éxito de la educación a distancia


descansa en la confiabilidad del sistema de evaluación de los
aprendizajes, he realizado indagaciones con algunos informantes
claves para conocer el sentido que le otorgan al mismo,
seleccionando académicos y estudiantes.
Entre los académicos consultados, el informante clave 1, se
refirió al sistema de evaluación de la siguiente manera: “Me siento
cómplice del fraude y por tanto no voy a firmar más títulos”.
Por su lado, el informante clave 2 manifestó: “Siento que
estoy haciendo el papel de tonto, al tener que evaluar una prueba
cuyos resultados son idénticos a la clave de respuestas. Sobre
todo, cuando ésta trae un error, más se evidencia el desastre”.
El informante clave 3 alegó: “Me siento decepcionada, estoy
atada de manos pues no tengo opción para cambiar la prueba
antes de su presentación. Aunque tengo la posibilidad de revisión
de los objetivos posterior al momento de prueba, esto me aumenta
el trabajo, pues debo hacerlo de manera individual y la matrícula de
estudiantes es alta”.
Por otra parte, también algunos estudiantes se notan
decepcionados, entre quienes se esfuerzan estudiando y logran
solamente parte de los objetivos, en comparación con sus
compañeros que no esforzándose tanto, logran la totalidad de los
mismos. Así, presento a continuación algunas respuestas
obtenidas.
Señala el informante clave 4: “Siento rabia porque ¿Cómo es
posible que mengano tenga 10 sin haber estudiado y yo haya
logrado solamente 7? ”
En el informante clave 5, el sentimiento de frustración es alto,
indica: “Qué decepción, tanto que me esforcé y solo obtuve 6”.
En este sentido, el informante clave 6 siente que los culpables
somos los asesores, alegando lo siguiente: “Me siento mal. ¿Por
qué ustedes no hacen algo?”
Lo anterior, es una muestra de la fragilidad del sistema de
evaluación de los aprendizajes y en este sentido, la universidad
como institución educativa a nivel superior, debe emerger hacia
cambios paradigmáticos en sus procesos que impulsen, tal como lo
manifiesta Balza (2010b), a:
…pensar en una educación universitaria fundamentada
en la amplitud, la pluralidad, en la interacción horizontal
entre los factores y/o actores que la conforman, que
valore con afán la hominización para devolverle a las
personas la fe y las esperanzas perdidas en el tránsito
entre modernidad y postmodernidad. Planteada las
cosas así, la educación universitaria es un continuom
para la reconstrucción consciente de la trama de la
vida”. (p. 108)

Asimismo, Martínez (2003) citado por Balza (ob.cit)


puntualiza:
Necesitamos acuñar términos nuevos, o redefinir los ya
existentes, generar nuevas metáforas que revelen las
nuevas interrelaciones, para poder abordar estas
realidades que desafían nuestra mente inquisitiva… y
sobre todo, se requiere pensar en una metodología
para enfrentar ese mundo nuevo y la epistemología en
que esta se apoya y le da significado, lo cual equivale a
sentar las bases de un nuevo paradigma científico.
(p.90)

Para la autora de la investigación, este anquilosamiento del


sistema de evaluación de aprendizaje de la UNA, genera un
proceso de involución dado que el continuum de la vida no se
detiene y requiere de nuevas estrategias fundamentadas en
novedosas disciplinas como una manera de buscar alternativas de
sobrevivencia en la compleja realidad que nos envuelve, tal como lo
han señalado los autores citados anteriormente.
Me refiero entonces a estrategias basadas en la
Neurociencia concibiéndola como “el conjunto de ciencias cuya
investigación se enfoca en el sistema nervioso, particularmente en
la forma como el cerebro se relaciona con la conducta y el
aprendizaje”. (Balza, 2010b, p. 208)
Según Kandel Schwartz y Jessell (1997) citado por Balza
(ob.cit), “el propósito de la neurociencia es entender cómo el
encéfalo produce la marcada individualidad de la acción humana”.
(p. 208); mientras que Sierra y Sierra (2000) citados por dicho
autor, aluden a que “la neurociencia ha sido marginada de los
diseños curriculares para la formación de los educadores”. (p. 209)
La neurociencia debe ocuparse, según Balza (ob.cit), del
estudio de la conciencia como compendio existencial de adaptación
y trascendencia humana. La búsqueda de la conciencia desde la
neurociencia del microscopio, la circunscribe a una ciencia
interdisciplinaria que reduce la totalidad integrada del ser humano.
(p. 209). Cita además a Vilar (1997), quien postula, “que es preciso
asumir al ser humano como una inmensa red de complejidades:
neuronales, sensoriales, psíquicas y sociales, que se multiplican
con el transcurrir del tiempo”. (p. 210)
Para Braidot (2008), “el enorme campo de aplicaciones de la
neurociencia a las áreas fundamentales de gestión y conducción de
organizaciones trae consigo la creación de nuevas disciplinas”.
(p.25), por lo tanto, asevera que “estamos transitando desde:
. el management al neuromanagement
. el liderazgo al neuroliderazgo
. el marketing al neuromarketing
. la economía a la neuroeconomía
. el planeamiento al neuroplanning
. la selección de personas a la neuroselección de personas
. la investigación de mercado a las neuroinvestigaciones de
mercado.
. el aprendizaje al neurpoaprendizaje.
. la educación a la neuroeducación.” (p. 26)
Asimismo menciona que el neuromanagement
(neurogerencia) es “la aplicación de las neurociencias cognitivas al
gerenciamiento y la conducción de organizaciones. Focaliza en:
. los procesos neurológicos vinculados con la toma de decisiones.
. el desarrollo de inteligencia individual y organizacional (inteligencia
de equipos);
. la planificación y gestión de personas (selección, formación,
interacción grupal y liderazgo). (p. 29)
Se desprende de lo expuesto anteriormente las siguientes
interrogantes que se convierten en los ejes conductores sobre los
cuales gira la investigación a desarrollar:
 ¿Cómo conciben la evaluación de los aprendizajes los
usuarios del sistema educativo a distancia?
 ¿Cómo deber ser el proceso de evaluación de los
aprendizajes en un sistema educativo a distancia?
 ¿Cómo interpretar los fundamentos teóricos de la
neurogerencia en relación a la evaluación de los
aprendizajes en un contexto educativo a distancia?
 ¿Será posible generar una teoría de estrategias basadas en
la neurogerencia para la evaluación de los aprendizajes en
un sistema educativo a distancia en la UNA?

A partir de estas inquietudes, seguidamente se presentan los


propósitos de esta investigación.

Propósitos de la Investigación

General
Generar una aproximación teórica de estrategias basadas en
neurogerencia para la evaluación de los aprendizajes en un
sistema de educación a distancia. Caso UNA –Venezuela

Específicos
• Develar el significado de la evaluación de los aprendizajes
en un sistema de educación a distancia. Caso UNA
• Conocer el estado del arte del proceso de evaluación de los
aprendizajes en un sistema de educación a distancia.
• Interpretar los fundamentos teóricos relacionados con la
neurogerencia en los procesos de evaluación de los
aprendizajes en un sistema de educación a distancia.
• Generar una aproximación teórica de estrategias basadas
en neurogerencia para la evaluación de los aprendizajes en
un sistema de educación a distancia. Caso UNA –Venezuela

Justificación de la Investigación

Los cambios no se detienen, en consecuencia el progreso


tampoco. La sociedad de la información ha roto esquemas de
comunicación que eran impensables en siglos pasados. La realidad
se ha complejizado a tal punto que las disciplinas se han
multiplicado e interrelacionado en un mismo contexto en el cual
tendrán cabida, dependiendo de la perspectiva de los implicados en
la situación, atendiendo a sus niveles axiológicos y de conciencia
ética.
Ante tal panorama, las instituciones educativas universitarias
son organizaciones que deben impulsar aprendizajes que
respondan de manera integral a los diferentes escenarios que
pueden aparecer en un contexto de riesgos e incertidumbre. El ser
humano formado en las universidades debe ser capaz de
autoaprender y autoadaptarse a situaciones, en las cuales el
manejo de las emociones y la toma de decisiones tienen que
efectuarse en momentos de crisis y ante panoramas que emergen
sin aparentes causas conocidas.
En este proceso intervienen los sentidos, las emociones, los
valores, las habilidades, las destrezas, las competencias; lo cual
descansa en el cerebro como fuente energética en el que se
almacena un cúmulo de información que permite relacionar lo
novedoso con lo antiguo, o en su defecto, incorporar nuevos
esquemas, es decir, aprender y desaprender.
Al considerar que las universidades son responsables de: la
educación de seres humanos competentes para insertarse a un
ambiente social y laboral que evoluciona constantemente y, la
generación de conocimientos para su difusión; se justifica el estudio
que genera una aproximación teórica de nuevas estrategias
basadas en la neurogerencia en relación a la evaluación de los
aprendizajes en un sistema educativo a distancia, en el que
predomina la no presencialidad del individuo que aprende,
generalmente por su remota posibilidad a la asistencia a clases en
un horario establecido.
El estudio pretende crear una nueva concepción teórica para
la evaluación de los aprendizajes en este sistema educativo, como
vía para promover un individuo más competente en su desempeño
laboral y comprometido con la sociedad en la que se desenvuelve.

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