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Curso
Resumen
El curso analiza la innegable importancia de las divinidades y de la mitología en el arte del antiguo
Egipto, que hunde sus raíces en los tiempos del Egipto predinástico. A través del análisis de la
iconografía de los amuletos, de esculturas, de las escenas en tumbas y templos, o incluso de los
textos literarios de teatro, conoceremos la complejidad de la religión egipcia. Se abordarán
temáticas que incluyen interesantes divinidades como Nut, Tueris o Herishef, así como la
evidencia en Egipto de dioses extranjeros de Próximo Oriente o Nubia, o la difusión de la
iconografía del panteón egipcio más allá de sus límites. El objetivo es acercar el arte egipcio a los
estudiantes y al gran público, en particular mostrando de qué modo las divinidades se representan
en el arte, que abarcan objetos diversos desde pequeños amuletos hasta arte mueble, pasando por
decoraciones murales en tumbas. La iconografía de las divinidades egipcias comprende un rico y
amplio repertorio, cargado de simbolismo religiosos.
Imagen de portada: Amuleto de cabeza de Hathor de la colección de amuletos egipcios del Metropolitan Museum de Nueva
York, 664–332 a. C., Dinastía XXVI-XXIX, nº 26.7.1041. Extraído en https://url2.cl/dYXp7 (21/06/2020).
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Programa
de
PONENCIAS Y PONENTES
SESIÓN 1
Lunes 13 julio
17:00 - 19:00 h.
Ponente
Resumen de la ponencia
Estudiar un dios egipcio desde su iconografía:
Heryshef, el carnero de Heracleópolis Magna
Heryshef fue el dios principal o tutelar de la ciudad de Heracleópolis Magna, una ciudad que alcanzó una
importancia muy notable durante el Primer Periodo Intermedio (2200-2000 a.e.), en tanto que cuna de la
realeza, y en el Tercer Periodo Intermedio (1070-656 a.e.), en tanto que asentamiento de un poderoso clan libio
conectado con los dos núcleos principales de poder del momento: Tanis y Tebas. Los acontecimientos políticos
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contribuyeron a impulsar su figura, enriqueciendo su iconografía, atributos (principalmente las coronas que suele
portar), nombre y epítetos. Referencias textuales en una gran variedad de fuentes escritas y representaciones
pictóricas que se extienden a lo largo de más de tres milenios son la base para estudiar su figura. En esta
presentación veremos cómo los dos tipos de fuentes mencionadas (textuales e iconográficas) se interrelacionan y
sirven para ir definiendo los rasgos característicos del dios y sus esferas de actuación.
Heryshef fue representado en forma de carnero o híbrida, con cuerpo humano y criocéfalo. Después de señalar
por qué los antiguos egipcios escogieron ciertos animales para encarnar a una divinidad, se indicarán cuáles son
los rasgos distintivos de los carneros (cornamenta, fertilidad sexual, virilidad, apariencia imponente, fuerza y
relación con el agua). A continuación, se mostrará a través de ejemplos en textos e imágenes cómo estos rasgos
influyen en la caracterización del dios Heracleopolitano. El devenir político también contribuye a moldear su
figura, haciendo de Heryshef una deidad vinculada a la realeza. Se hará un repaso por cuatro ámbitos en los que
este dios desempeña un papel importante: la purificación y fecundación; la realeza; el miedo y el temor
reverencial; el ba o capacidad de manifestarse en otros dioses.
Bibliografía
SESIÓN 2
Lunes 13 julio
19:00 - 21:00 h.
Ponente
Por otro lado, es autor de varias obras en ese ámbito, además de haber participado en varios proyectos de
investigación en Egipto como epigrafista, destacando la tumba de Ankhtyfy y la tumba tebana nº 39, de cuyo
proyecto fue director técnico. En la actualidad, es miembro del equipo de investigación español en el yacimiento
de Heracleópolis Magna, donde lleva a cabo un estudio del templo de Heryshef. Además, es director de
Egiptología Complutense. Desde el 2017 es codirector del proyecto de Investigación “C2 ROYAL CACHE
SURVEY PROJECT”, Universidad Complutense de Madrid, (UCM) y Documentation Center Ancient
Egyptian Ministry of Antiquities (CEDAE), https://www.c2luxor.es/
Resumen de la ponencia
La diosa egipcia Nut forma parte de un grupo de divinidades esenciales conocido como la Enéada, los Nueve
Dioses de Heliópolis, protagonistas de una de las cosmogonías mejor conocidas de la religión egipcia.
Directamente asociada con el firmamento, con su cuerpo plagado de estrellas y constelaciones, es una divinidad
femenina especialmente activa. Se representa de varias maneras y es por eso que su personalidad no es fácil de
establecer. Su actuación se extiende por varias esferas, la funeraria especialmente conocida. Se trata de una diosa
que estuvo presente en la mentalidad egipcia desde los orígenes y fue capaz de viajar a otras culturas siendo
adoptada bajo varias formas en otros lugares. La conferencia intentará establecer este tipo de relaciones y
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aventurar algunas teorías de interpretación que permiten contemplar a esta divinidad de un modo más completo
y coherente.
SESIÓN 3
Martes 14 julio
10:00 -12:00 h.
Ponente
A su vez, también ha sido colaborador del Centro Superior de Asiriología y Egiptología y del Instituto Virtual de
Ciencias Humanas. Actualmente es Profesor Agregado en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Ha
sido presidente de la Comisión organizadora del V Congreso Ibérico de Egiptología, celebrado en Cuenca en el seno
de la Universidad de Castilla-la Mancha. Además, junto con Inmaculada Vivas, es comisario de la exposición
itinerante “Tebas: los tesoros de una ciudad milenaria a las puertas del desierto” (http://exposiciontebas.com)
Resumen de la ponencia
Durante el período predinástico se fueron poniendo las bases no solamente de lo que sería el Estado Faraónico,
también de sus creencias religiosas. Durante cerca de un milenio las sociedades neolíticas que habitaron el Valle
del Nilo debieron proceder a su dominio y conquista, poniendo las bases de un orden cósmico que, con
posterioridad, debería ser protegido y mantenido por los faraones. De esa forma también se fueron poniendo las
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bases de una memoria cultural, de una identidad, que encontraremos latente durante cerca de tres mil años de
historia.
En la presente comunicación analizaremos el origen, significado y función que tuvieron los rituales durante este
largo período, no solo de aquellos que acabaron ligados a la figura del Faraón -como el Festival Sed-, también los
realizados en los ámbitos domésticos y comunitarios. Unos rituales que también serán analizados desde la
perspectiva funeraria y los lazos que se van estableciendo entre el difunto y la sociedad. Igualmente, en la
realización de dichos rituales fueron adquiriendo importancia unas divinidades que sancionaban y legitimaban lo
que se estaba obteniendo, al tiempo que se establecían lazos de unión con las élites políticas predinásticas. Un
proceso cognitivo que no solo debe ser analizado desde la óptica religiosa, también desde el arte, la economía, la
sociedad y el proceso histórico, ya que todos ellos forman parte de la creación de una misma realidad, el Egipto
Faraónico.
SESIÓN 4
Martes 14 julio
12:00 - 14.00 h.
Ponente
Resumen de la ponencia
Como componente esencial de la vida en el antiguo Egipto, la religión y la mitología estaban ancladas a profundos
componente naturales del entorno geográfico en el que esta civilización se desarrolló. Sus mitos cosmogónicos
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estuvieron estrechamente relacionados con elementos paisajísticos, que crearon y reforzaron determinadas
concepciones del mundo. Esta cosmovisión, se vio reflejada en las construcciones y actividades litúrgicas y
festivales que se llevaron a cabo en estos espacios, creando una reciprocidad entre la sociedad, sus creencias y el
propio paisaje.
Esta ponencia pretende realizar una serie de interpretaciones del paisaje tebano desde una óptica teórica
relacionada con la Arqueología del Paisaje. Este marco teórico, aplicado desde hace décadas en otros periodos
históricos, servirá para ampliar nuestra visión de la influencia y rol del paisaje egipcio en la concepción y creación
de espacios sagrados. En el Reino Nuevo, y concretamente en el ámbito tebano, se desarrollará todo un programa
constructivo en la necrópolis destinado a reforzar y reafirmar esa cosmogonía primigenia gracias a la interacción
de las construcciones arquitectónicas con los elementos naturales. La ponencia analizará este fenómeno para
comprender mejor el cómo y el porqué de este fenómeno y, en consecuencia, alcanzar un mayor conocimiento
de la sociedad y cultura del Antiguo Egipto.
SESIÓN 5
Martes 14 julio
17:00 - 19:00 h.
Ponente
Dr. Dña. Inmaculada Vivas Sainz, profesora contratada doctor, Historia del
Arte, Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED.
Se incorporó al Departamento de Historia del Arte de la UNED en octubre de 2010 como Profesora Asociada, y
actualmente es Profesora Contratada Doctor. Además, ha sido profesora-tutora del Grado de Historia del Arte
del Centro Asociado de Madrid-Sur desde 2011 a 2016. Ha dirigido distintos cursos de extensión universitaria y
cursos de verano de la UNED, centrados en el arte egipcio y en la divulgación científica. Desde marzo de 2016
es editora de la revista Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, Historia del Arte
(http://revistas.uned.es/index.php/ETFVII)
Su campo de interés se centra en el arte egipcio, especialmente de la pintura y relieve del Reino Nuevo, así como
los préstamos iconográficos entre las culturas del Mediterráneo Oriental durante la Edad del Bronce. Ha
publicado recientemente la obra Egipto y el Egeo a comienzos de la XVIII Dinastía: Una visión de sus relaciones,
antecedentes e influencia iconográfica, en B.A.R. International Series, 2585, Oxford 2013. Tiene publicados
diversos artículos en revistas nacionales sobre Egiptología en general, y en particular sobre préstamos
iconográficos en el ámbito del arte egipcio, y ha participado en distintos congresos egiptológicos nacionales e
internacionales. Actualmente es miembro del proyecto “Mujeres en el cielo y en la tierra: iconografía femenina
y religión en las tablillas de Nuzi, Irak, s. XIV a. C. (Junta de Castilla la-Mancha/ UAH). Ha sido vicepresidenta
de la Comisión organizadora del V Congreso Ibérico de Egiptología, celebrado en Cuenca en el seno de la Universidad
de Castilla-la Mancha. Además, junto con Antonio Pérez Largacha, es comisaria de la exposición itinerante
“Tebas: los tesoros de una ciudad milenaria a las puertas del desierto” (http://exposiciontebas.com). Desde el
2017 es miembro colaborador del proyecto de Investigación “C2 ROYAL CACHE SURVEY PROJECT”,
Universidad Complutense de Madrid, (UCM) y Documentation Center Ancient Egyptian Ministry of
Antiquities (CEDAE), https://www.c2luxor.es/
Resumen de la ponencia
La presente comunicación analiza la presencia de la iconografía egipcia fuera de Egipto, un proceso que
probablemente hunde sus raíces en los comienzos del Estado egipcio y que se produce gracias a las relaciones
exteriores comerciales con otras zonas. Desde el segundo milenio antes de nuestra era la presencia de elementos
faraónicos más allá de Egipto es notable, llegando a lugares muy distantes como consecuencia de los contactos
marítimos que implican diversas zonas, como prueban los naufragios de esa época, en especial el de Ulu Burun.
A través de las relaciones diplomáticas y comerciales con lugares como Byblos, Ebla o Qatna, se “exporta” la
iconografía de divinidades egipcias, como consecuencia de un intercambio cultural y un proceso de préstamos
iconográficos. Divinidades como Hathor, Horus o Bes, así como símbolos como el escarabeo o los babuinos son
adoptados, imitados y transformados.
La influencia del arte egipcio en el de Próximo Oriente se atestigua en zonas más lejanas como Anatolia o el Egeo,
hasta donde también llegan diosas como Hathor o Tueris, vinculadas a la fertilidad y a la fecundidad, y por eso
quizás fácilmente “comprensibles” para la población de esas zonas. Probablemente la cuestión más compleja sea
determinar si esos pueblos más allá de Egipto conocían esas divinidades que adoptan, sus mitos, sus capacidades
protectoras, o si por el contrario eran solo un elemento exótico y atractivo, cargado de magnetismo que les
resultada simplemente llamativo. Todo ese proceso de difusión de iconografía egipcia culmina en la creación del
llamado “estilo internacional” de finales del II milenio a.C., en el que se produce una compleja fusión de
iconografías locales y foráneas, resultando en estilos egiptizantes.
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SESIÓN 6
Martes 14 julio
19:00 - 21:00 h.
Ponente
Resumen de la ponencia
entre las gentes egipcias, a la vez que en ocasiones señalan la presencia de extranjeros en el seno de aquella
comunidad.
La iconografía de estos dioses próximo-orientales en los documentos egipcios les presenta mayoritariamente en
imágenes antropomorfas adaptadas a la estética y el canon de proporción egipcios, pero acompañadas de rasgos
distintivos que evocan su procedencia extranjera y sus competencias divinas. Su carácter próximo-oriental queda
especialmente indicado en las indumentarias y/u ornamentos que lucen, en la actitud combativa que a menudo
presentan y en las armas que muchos de ellos esgrimen, detalles que subrayan su origen foráneo.
Esta manifestación genérica, que comentaremos en nuestra conferencia con diversos ejemplos, corresponde a los
dioses Reshpu, Mikal, Kothar y las diosas Astarté y Anat. Dos de estas deidades, Astarté y Reshpu, aparecen
además en algunos documentos egipcios vinculadas a los caballos y al carro ligero de dos ruedas, elementos
foráneos que, como los propios dioses, llegaron a las tierras del Nilo a través de las influencias derivadas de
contactos mantenidos con las gentes del Cercano Oriente.
Las fuentes egipcias resultan de enorme interés para el estudio de los dioses de procedencia próximo-oriental que
desde la dinastía XVIII recibieron culto en Egipto. Resultan especialmente interesantes los documentos en los
que aparece la imagen de la divinidad a la vez que se la identifica con la inscripción de su nombre en el mismo
soporte. Esta caracterización doble, ofrecida por la combinación de la representación figurada del dios y la
indicación de su teóforo, no existe en las fuentes próximo orientales. Dicho ámbito cultural es rico en textos e
inscripciones que ofrecen abundante información sobre la naturaleza, competencias y prerrogativas de los dioses.
Es, asimismo, generoso en representaciones iconográficas de las divinidades. Pero esas imágenes están, por lo
general, disociadas de inscripciones identificativas. Esta carencia recurrente en las fuentes próximo-orientales,
unida a la uniformidad de las manifestaciones iconográficas utilizadas en dicho ámbito para representar a los
dioses, dota a las fuentes egipcias de un valor extraordinario.
SESIÓN 7
Miércoles 15 Julio
9:00 a 11:00 h.
Ponente
(Egipto) en 1986-1988 y 1992; de la excavación arqueológica de Oxirrinco 8El-Bahansa, desde 2000 hasta la
actualidad.
Por otra parte, ha publicado en revistas nacionales e internacionales sobre cuestiones relacionadas con la
metalurgia en Egipto; sobre los hallazgos en el Yacimiento Arqueológico de Oxirrinco; y sobre las colecciones
de Terracotas egipcias de época grecorromana custodiadas en museos y colecciones privadas. Otras obras
publicadas en solitario son la “Colección de Terracotas egipcias de época Grecorromanas del Monasterio de
Montserrat “(1995), “La búsqueda de los metales en el Antiguo Egipto” (Monografía); Cuadernos de Egiptología
Mizar, nº 6, 2000, “TERRACOTAS. Terracottas”; Catálogo del Museu Egipci de Barcelona, 2008. Otros trabajos
realizados en colaboración son el “Catálogo de la colección egipcia de la Real Academia de Córdoba (legado Blanco Caro),
Córdoba”,1999; “Études Historic-Archéologiques sur Héracléopolis Magna.
La Nécropole de la muraille Méridionale, Nova Studia Aegyptiaca I”, 1999; “Oxyrhynchos I. Fouilles
Archéologiques à El-Bahnasa (1982-2005), 2006; Catálogo de la exposición “Tesoros sumergidos en Egipto”,
2008; “La Tombe 1 à la Nécropole Haute”, 2014.
Como ponente ha asistido a numerosos Congresos nacionales e Internacionales como los Congresos Internaciones
de Egiptología; los Congresos Internacionales para egiptólogos de museos; Congresos Ibéricos de Egiptología;
Congresos Nacionales de Paleopatología; o Congresos Nacionales de Numismática, entre otros.
Resumen de la ponencia
Casi siempre se muestra con cuerpo y cabeza de hipopótamo femenino, grandes pechos caídos, patas de león,
cola de cocodrilo y apoyada con el signo de protección SA, pero en ocasiones aparece tocada con una corona
hathórica, plumas de avestruz o un Podio, con cabeza humana o de leona, e incluso, como forma de pez oxirrinco,
como diosa y protectora de esta ciudad.
Las primeras representaciones de hipopótamos, considerados como animales peligrosos de las orillas pantanosas
del Nilo, pero todavía sin su asimilación con Tueris, datan del Periodo Predinástico (vasos de cerámica y
amuletos). A partir del Reino Antiguo la imagen de este animal se generaliza apareciendo en escenas de caza y
pesca en el río, y se asimila al dios Set, el caos y la maldad.
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Tueris que hunde sus raíces en la diosa Ipet tal y como podemos en los textos de las Pirámides, adquiere entidad
propia a partir del Reino Nuevo, y no solo será venerada en numerosas localidades de Egipto como Tebas, Gebel
Silsila, Oxirrinco, etc., e incluso, fuera de él, Nubia y Creta, sino que tendrá numerosos epítetos relacionados
con sus múltiples funciones: La Grande, la Inundación, la diosa del Hogar, de manera especial de las mujeres
embarazadas, los partos, los niños recién nacidos, la que “da Vida” a los dioses y al faraón, la que “Elimina el Agua
estancada”, la del Cielo del Norte como Protectora de la Osa Mayor y de las Estrellas circumpolares, etc.,) y se
asimilará a distintas deidades egipcias (Ipet/Opet, Hathor, Isis, Reret, Nebet-Akhet, etc.).
SESIÓN 8
Miércoles 15 Julio
11:00 - 13:00 h.
Ponente
Miguel Ángel Elvira Barba (Madrid, 1950) ha llevado a cabo toda su carrera
docente en la Universidad Complutense de Madrid, donde es Catedrático de
Hª del Arte. Ha ocupado dos puestos de relevancia fuera de la universidad:
entre 1997 y 1999 ha sido Jefe del Departamento de Conservación de Escultura
en el Museo del Prado, y entre 2000 y 2004 ha sido Director del Museo
Arqueológico Nacional. Su actividad científica y divulgadora se extiende en
campos muy diversos, que abarcan las culturas de la Antigüedad Clásica (con
particular incidencia en Grecia y Etruria), el arte bizantino y el coleccionismo
de esculturas antiguas en los siglos XVII y XVIII. Ha comisariado diversas
exposiciones, nacionales e internacionales, ha publicado más de quince libros:
Arte y mito. Manual de iconografía clásica (2008), Manual de Arte Griego (2013),
Arte Etrusco y Romano. Del Tíber al Imperio universal (2017), Los mitos en el Museo del Prado en colaboración con Marta
Carrasco (2018) y ha escrito unos 150 artículos, tanto de investigación como de ensayo. Entre sus distinciones y
títulos, cabe señalar que es Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia
de Bellas Artes de Sevilla y del Instituto Arqueológico Alemán de Berlín.
Resumen de la ponencia
donde ciertos sacerdotes pronunciaban las palabras que se atribuían a dos o más dioses, creando así una especie
de diálogo. Poco a poco, estos intercambios de frases se fueron animando, y así se organizaron pequeñas escenas,
que conocemos de forma sesgada, incluidas -y desfiguradas- en pasajes de los Textos de las Pirámides y del Libro de
los Muertos.
Cuando toma su forma definitiva el teatro egipcio es en la Baja Época: el testimonio de Heródoto y ciertas
anotaciones a textos teatrales propiamente dichos nos informan sobre detalles de las representaciones, que se
celebraban, o bien en el interior del templo ante unos sacerdotes escogidos, o bien en los “lagos” de los santuarios
ante varias decenas de espectadores. Este teatro formaba parte del culto mistérico a Osiris, y relataba, por
ejemplo, el dolor que sintieron por su muerte Isis y Neftis, las andanzas de Isis para poner a salvo a su hijo Horus,
y, finalmente, los variados enfrentamientos de Horus y Seth.
Sencillos y repetitivos son los diálogos de Isis y Neftis, acompañados en ocasiones por un sacerdote: en realidad,
se limitan a cantar la gloria de Osiris y a pedir su regreso a la tierra. Más interés tienen las obras complejas, que
eran las que se representaban en los “lagos sagrados”. Cabe destacar en este punto Horus en los pantanos de Khemmi,
donde Isis pide auxilio a dioses y hombres para salvar a su hijo, que ha sido picado por un escorpión, hasta que
Thoth, presentándose en una nave, logra curarlo con sus conjuros. El retorno de Seth es un drama aún más
elaborado, que narra, en tres escenas, la vuelta a Egipto de Seth, ansioso por recuperar el territorio de Horus, y
su expulsión definitiva a los desiertos de Asia.
Pero la obra más espectacular del teatro egipcio se encuentra inscrita, e incluso ilustrada, en el templo de Edfú:
sobre sus muros, ya de época ptolemaica, se puede seguir la aparatosa lucha de Horus, subido en un barco y
ayudado por Isis, contra Seth en forma de hipopótamo, mientras que un coro, apoyado por los espectadores, jalea
las hazañas del hijo de Osiris.