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Venezuela

 Constitución Política de Venezuela

Artículo

324.- Sólo el Estado puede poseer y usar armas de guerra, todas las que
existan, se fabriquen o introduzcan en el país, pasarán a ser propiedad de la
República sin indemnización ni proceso. La Fuerza Armada Nacional será la
institución competente para reglamentar y controlar, de acuerdo con la ley
respectiva la fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito,
registro, control, inspección, comercio, posesión y uso de otras armas,
municiones y explosivos.

 Ley de Armas y Explosivos

Artículo

1.- Se consideran delictuosos la introducción, fabricación, comercio,


detención, porte y ocultamiento de armas y explosivos que se efectúen en
contravención de las disposiciones del Código Penal y de la presente Ley.

7.- La importación, fabricación, porte, detención y ocultamiento de las armas


y municiones de guerra, por particulares, se castigará de conformidad con las
disposiciones pertinentes del Código Penal.

 Código Penal

Artículo

273.- Se consideran delictuosos, y serán castigados conforme a los artículos


pertinentes de este Capítulo, la introducción, fabricación, comercio, detención
y porte de armas que se efectúen en contravención a las disposiciones del
presente Código y de la Ley sobre Armas y Explosivos.

274. Son armas, en general, todos los instrumentos propios para maltratar o
herir; mas, para los efectos de este Capitulo, sólo se considerarán como tales
las que se enuncian en la Ley citada en el artículo anterior.

275.- La importación, fabricación, porte, detentación, suministro u


ocultamiento de las ramas, clasificadas como de guerra según la Ley citada
en el artículo 273 y demás disposiciones legales concernientes a la materia,
se castigarán con pena de prisión de dos a cinco años.

276.- No incurrirán en la pena prevista en el artículo anterior los que posean


colecciones de armas consideradas como objetos históricos o de estudio,
siempre que para formar, conservar o enajenar dichas colecciones se ciñan a
los Reglamentos que dicte el Ejecutivo Federal.

277.- El comercio, la importación o la fabricación de las demás armas que no


fueren de guerra, pero respecto a las cuales estuvieren prohibidas dichas
operaciones por la Ley citada en el artículo 275, se castigarán con prisión de
uno a dos años.

278.- El porte. la detención o el ocultamiento de las armas a que se refiere el


artículo anterior, se castigarán con multa de mil a dos mil bolívares o arresto
proporcional.

279.- En los casos previstos en los artículos 275, 277 y 278, las armas
materia del proceso se confiscarán y se destinarán al Parque Nacional.

280.- No incurrirán en las penas establecidas en los artículos 278 y 279 los
militares en servicio, los funcionarios de policía, los Resguardos de Aduanas
y demás empleados públicos que estuvieren autorizados para tenerlas o
portarías por las leyes o reglamentos que rijan el desempeño o servicio de
sus cargos.

281.- Tampoco incurrirán en las penas previstas en los artículos 278 y 279
los ciudadanos a quienes el Ejecutivo Federal autorice expresamente a
portarías conforme a las leyes y reglamentos sobre la materia.

282.- Las personas a que se refieren los artículos 280 y 281 no podrán hacer
uso de las armas que porten sino en caso de legítima defensa o de defensa
del orden público. Si hicieren uso indebido de dichas armas, quedarán
sujetas a las penas impuestas por los artículos. 278 y 279, según el caso,
además de las penas correspondientes al delito en que, usando dichas
armas, hubieren incurrido.

283.- No incurrirán en las penas impuestas en los artículos 277, 278 y 279
los poseedores de armas que las hubieren empadronado de conformidad con
la Ley sobre Armas y Explosivos, siempre que posteriormente no les hayan
dado un destino contrarío a las disposiciones de dicha Ley, caso en el cual
incurrirán en las penas citadas, según el caso.

511.- El que, sin previo permiso de la autoridad competente, haya


establecido una fábrica de armas y municiones de libre comercio. o que sin
sujetarse a las prescripciones legales sobre la materia. introduzca en la
República más de las que fueren permitidas, será penado con arresto hasta
por tres meses o con multa de cincuenta a mil bolívares.
ANALISIS E INTERPRETACIÓN DE LA LEY DE ARMAS Y EXPLOSIVOS

Las armas de fuego son dispositivos de autodefensa que únicamente deben ser
utilizados por personas autorizadas y con fines netamente de seguridad y no de
violencia.

Un arma es tan sólo un elemento mecánico que debe ser utilizado con la
seriedad y los conocimientos mínimos en los aspectos de manejo y seguridad,
para hacer de ella un sistema operativo (hombre/arma) que no genere la
posibilidad de un accidente humano.

En este sentido, la tenencia de estos instrumentos debe responder a una actitud


muy seria, madura, responsable y metódica. Lo primero que se debe saber es
que el uso de las armas de fuego debe ser el último elemento defensivo o
disuasorio, teniendo en cuenta las graves consecuencias que produce cuando
una munición impacta en alguna persona. Todo ello unido a la controversia que
produce en la sociedad su utilización, así como el correspondiente proceso
penal que se inicia cuando se produce un resultado lesivo o la muerte de alguna
persona de manera accidental o intencional.

En consecuencia, adquirir este tipo de dispositivos requiere de diversas pruebas


y justificativos para obtener un permiso o licencia de porte que autorice su
tenencia; lo correcto es que el derecho de usar armas en un ciudadano común
lleve implícita la obligación de que el Estado haga los exámenes psicológicos y
de conducta necesarios, a fin de que los aspirantes a portadores comprueben
que no constituyen un riesgo latente para la sociedad, y no que cualquiera porte
un elemento peligroso y lo utilice para delinquir o irrespetar a otra persona
ciudadano.

Cabe resaltar, que las armas de fuego son mucho más un peligro que una
protección, ya que aumentan el riesgo de muertos y heridos; es así como
generan una falsa sensación de seguridad. Incluso los policías, que son
entrenados para manejar armas, tienen riesgo de ser víctimas de las mismas en
diversos casos por su mala manipulación.

En ataque, las armas pueden ser utilizadas como un instrumento de coacción,


por contacto directo o mediante uso de proyectiles. Estas herramientas, por
tanto, van desde algo tan sencillo como un palo afilado a un complejo
aglomerado de tecnologías, como un misil balístico intercontinental. En sentido
metafórico, cualquier cosa capaz de causar un daño puede ser entendido como
arma.

Actualmente se encuentra en vigencia la Ley de Armas y Explosivos, según


Gaceta Oficial Nº 19.900 de fecha 12 de junio de 1939 e igualmente; así como
también la Ley para el Desarme promulgada en el año 2002; sin embargo, como
se puede evidenciar, la primera es de muy vieja data y requiere de las
actualizaciones necesarias y la segunda no contempla la protección de las
personas que entregan las armas ni la confidencialidad del acto, no define las
armas de guerra y tampoco presenta un programa político-institucional para su
implementación; razones que han llevado a la Asamblea Nacional a presentar un
proyecto que intenta fusionar ambos instrumentos legales, con la finalidad de
adecuarla y solventar los vacíos existentes en ellas.

ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA LEY DE ARMAS Y EXPLOSIVOS

Este instrumento legal es aplicable a todos los ciudadanos venezolanos y


venezolanas que de conformidad con el Artículo 1 de dicha ley introduzcan,
fabriquen, comercialicen, detenten, porten u oculten armas y explosivos en
menoscabo del contenido de la Ley de Armas y Explosivos y el Código Penal
Venezolano vigente.
Esta Ley, estipula en sus disposiciones la clasificación de las armas así como la
prohibición taxativa de que ninguna persona que no sea el Gobierno Nacional
pueda introducir en el país fábrica de armas y municiones de guerra, conforme a
los reglamentos que en la materia los organismos encargados tengan a bien
dictar.

CLASIFICACIÓN DE LAS ARMAS SEGÚN LA LEY DE ARMAS Y


EXPLOSIVOS.

La Ley de Armas y Explosivos ha consagrado taxativamente los instrumentos


que deben considerarse Armas, y en este sentido solo deben considerarse como
tales las siguientes:

- Armas de Guerra: Son las que se usan o puedan usarse en el Ejército, la


Guardia Nacional y demás Cuerpos de Seguridad, para la defensa de la Nación
y resguardo del orden público, entre las que se encuentran: cañones, obuses,
morteros, ametralladoras, fusiles, carabinas y mosquetones; pistolas y
revólveres de largo alcance; y, en general, todas aquellas armas que pudieren
ser útiles en la guerra, de todas clases y calibres, de un tiro, de repetición,
automáticas y semiautomáticas y sus respectivas municiones y aparejos para
ponerlas en actividad; sables, espadas, espadines, lanzas y bayonetas; aparatos
lanzallamas; bombas, granadas de mano; gases y sustancias agresivas, así
como las armas y dispositivos que puedan arrojarlos o los envases que puedan
contenerlos. Dichas armas y sus municiones, siempre y cuando se encuentren,
se introduzcan o fabriquen en Venezuela son de la única y exclusiva propiedad
de la Nación.

Según la Ley en cuestión, bajo ningún concepto, los particulares podrán fabricar,
portar, detentar y ocultar armas de guerra ni sus municiones, debido a que esta
facultad es exclusiva de la Nación a través del Ejército, la Guardia Nacional, y
demás Cuerpos de Seguridad. Sin embargo, atendiendo a la premisa de que
toda regla tiene su excepción, las personas que posean colecciones de armas
consideradas como objetos de estudio o históricos podrán formar, conservar o
vender dichas colecciones de armas, siempre y cuando se apeguen a los
Reglamentos que el poder Ejecutivo tenga a bien dictar.

- Armas de prohibida importación, fabricación, comercio, porte y detención:

a. Las escopetas de uno o más cañones rayados para usar balas rasas.
b. Revólveres y pistolas de toda clase y calibre. A excepción del caso en el
que los organismos competentes, previa presentación de una fianza por parte
del interesado, otorgue autorización para importar un arma de fuego, de
conformidad con los reglamentos y las condiciones legales que existan.
c. Los rifles de cacería de cañón rayado, de largo alcance y bala blindada de
calibre 22 o 5 milímetros en adelante.
d. Los bastones pistolas, puñales, dagas y estoques.
e. Los cartuchos correspondientes a las mencionadas armas de fuego.
f. Las pólvoras piróxiladas para las cargas de los cartuchos de pistolas,
revólveres y rifles de cañón rayado.
g. Los cuchillos y machetes que no sean de uso doméstico, industrial o
agrícola.

El Estado, a través del Ministerio de la Defensa y de la Dirección de


Armamento de la Fuerza Armada Nacional, igualmente puede autorizar la
importación y expendio de las escopetas de Cacería de uno o dos cañones lisos
de un solo tiro o de repetición, en los calibres de 12 a 32, inclusive, y los flowers
de cañones lisos, comprendidos entre 9 y 14 Mm. para usar cartuchos de cartón.
Del análisis de la Ley de Armas y Explosivos se desprende que Artículo
11 de la misma establece la autorización para la importación y el expendio de las
escopetas de Cacería de uno o dos cañones lisos de un solo tiro o de repetición,
en los calibres de 12 a 32, inclusive, y los flowers de cañones lisos,
comprendidos entre 9 y 14 Mm. para usar cartuchos de cartón, mas no para el
porte o detentación de las mismas, sin embargo; teniendo en cuenta que todas
las armas de fuego, requieren de un porte expedido por el Ministerio de Defensa,
a través de la Dirección de Armamento de la Fuerza Armada Nacional, y que el
porte o la detentación de un arma de fuego, sin la permisología correspondiente,
amerita la aplicación del tipo penal (porte ilícito de arma de fuego) el artículo 277
del Código Penal establece:

“Artículo 277. El porte, la detentación o el ocultamiento de las armas a que se


refiere el artículo anterior se castigará con pena de tres a cinco años”.

Por el contrario, en voto salvado de la magistrada Blanca Rosa Mármol


de León, con respecto a decisión de la Sala de Casación Penal del Tribunal
Supremo de Justicia de fecha veintinueve ( 29 ) días del mes de marzo de
2011, expone que a su criterio cuando no se trate de un arma de guerra de las
previstas en el artículo 9 de la Ley Sobre Armas y Explosivos, no está prohibido
su porte, ya que únicamente para su detentación se requiere de un
empadronamiento o registro del arma, expedido por el Ministerio de la Defensa,
a través del Servicio de Armamento de la Fuerza Armada Nacional, por lo tanto
su inobservancia, acarrea una falta administrativa, disciplinaria o pecuniaria, y en
este sentido no se debe considerar que la persona que porte un arma que no
sea de guerra esté cometiendo un delito.

Es necesario que se plantee una modificación a este importante texto


legal, que si bien ha permitido regular los aspectos atinentes a la fabricación,
porte, detentación, comercio, introducción y ocultamiento de armas y explosivos
definidos en la misma; requiere que se ajuste a los nuevos tiempos y que sea
más amplia en la definición de las armas; considerando que deberían incluir las
armas de fabricación casera (como los chopos) entre la clasificación de armas,
debido a que actualmente las mismas no pertenecen a las definidas por la Ley
de Armas y Explosivos, por lo que de conformidad con los artículos 276 y 277
del Código Penal, es imposible castigar el comercio, la fabricación, la
importación, el suministro, ni mucho menos el porte ilícito de un arma que no
estuviere expresamente indicada en la Ley sobre Armas y Explosivos, es decir,
impide que quienes las porten, fabriquen, comercialicen u oculten sean
sancionados de conformidad con lo dispuesto en la Ley bajo análisis; atendiendo
a lo dispuesto en reiteradas decisiones.

Es importante conocer que aún y cuando el Estado puede autorizar un


porte de arma de fuego (siempre que no sea arma de guerra) la Ley de Armas y
Explosivos ha determinado taxativamente que no se autorizará para importar o
hacer uso de armas de fuego a personas que tengan antecedentes penales. Y
debe quedar claro igualmente que cuando se haya otorgado un permiso para
portar armas, su uso sólo estará destinado a su legítima defensa o defensa del
orden público, a los fines de que su uso no se considere punible de acuerdo a
los establecido en el Artículo 65 del Código Penal.

Actualmente en resolución conjunta Nº 041 de fecha 29 de Febrero de


2012 proveniente del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores
y Justicia y el Ministerio de la Defensa se ordenó un operativo de registro de
armas y actualización de portes de arma de fuego a nivel nacional, dirigido a
todas aquellas personas que posean un arma de fuego en situación irregular, ya
sea por vencimiento de porte o por no haber sido registradas dichas armas al
momento de su adquisición

Los Explosivos.

Se debe considerar explosivos toda materia sólida, líquida o mezcla de


ambas que, por reacción química, emite gases a altas temperatura, presión y
velocidad, desplegando gran cantidad de energía calórica que impacta
físicamente su entorno.
Los explosivos, municiones, químicos y afines se clasifican en: militares,
industriales, comerciales, pirotécnicos, caseros e improvisados.

Fundamentación legal de la importación, fabricación y uso de las


sustancias explosivas.

De acuerdo a la Ley de Armas y Explosivos es posible que, previa


autorización formal ante el Ministerio de Defensa, en donde el solicitante
exprese sus datos personales y justifique el uso que le dará a las sustancias
explosivos, (siempre y cuando no se trate de pólvora negra para cacería y
pirotecnia) dicho ministerio pueda autorizar la fabricación, introducción y uso de
las mencionadas sustancias.

Sin embargo, el mismo instrumento legal contempla que bajo ninguna


circunstancia las sustancias explosivas podrán comercializarse por parte de las
personas a quién se les ha aprobado una solicitud para su importación,
fabricación y uso; ello quiere decir que cuando una sustancia de este tipo
ingresa al país, obligatoriamente debe venir previamente destinada a un fin
específico, el cual puede ser industrial, agrícola o de minería, pero jamás el fin
puede ser lucrarse con el comercio de los mismos, a menos que se trate de la ya
mencionada pólvora negra para cacería y pirotecnia; todo ello de conformidad
con los artículo 12, 13 y 14 de la Ley bajo estudio.

Así mismo, cuando se importe una sustancia explosiva, su uso siempre


va a estar regulado por el Ministerio del Poder Popular para la Defensa, es decir,
la persona que la importe no podrá llevarse dichos explosivos a su casa y usarlo
indiscriminadamente, sino que al momento de ser despachadas por la Aduana,
las sustancias pasaran al depósito que designe el estado Venezolano a través
del Ministerio de Defensa (Por ejemplo CAVIM), y los importadores podrán
sacar, con los respectivos informes, las cantidades específicas que vayan a ir
utilizando en sus trabajos. Por lo que se puede deducir que aún y cuando el
Ministerio haya aprobado la importación de un explosivo siempre el uso y las
cantidades que se necesiten y vayan a retirar va a estar condicionado a un
informe favorable que otorgue la autoridad competente.

De acuerdo con la Ley de Armas y Explosivos en su artículo 16, una vez


que los importadores hayan obtenido el respectivo permiso para utilizar las
sustancias explosivas, tienen la obligación de almacenar la cantidad que retiren
en depósitos que deben construir lejos de los centros poblados, todo ello con la
finalidad de resguardar la integridad y la vida de la población en general, ante
una explosión involuntaria o indiscriminada. Debiendo tener en cuenta que quien
contravenga la mencionada disposición será sancionado con las multas a que
hubiere lugar, de acuerdo con la disposición contenida en el Artículo 20
ejusdem.
Del estudio de la Ley de Armas y Explosivos, se puede evidenciar que
las sustancias explosivas por constituir un material altamente nocivo y de uso
peligroso ha tratado de ser regulado de una manera tan minuciosa que el
importador o dueño de las sustancias está obligado a cancelar mensualmente al
Ministerio encargado las cantidades que haya consumido y a justificar que
realmente se han usado para el fin bajo el cual se acordó su importación; así
como también los vehículos o embarcaciones que los transporten deben cumplir
con las medidas mínimas de seguridad para demostrar tanto a los pasajeros
como a cualquier autoridad que llevan dentro de sí sustancias explosivas

Es importante que todas las personas que de alguna manera quieran


utilizar, fabricar o usar sustancias explosivas cumplan con las disposiciones que
presenta la Ley de Armas y Explosivos, ya que de lo contrario, el contrabando o
uso ilícito de dichas las sustancias, acarreará su decomiso y la aplicación de
multas o penas correspondientes de acuerdo con el Artículo 19 ejusdem. En
cuyo caso de decomiso, ya sea de explosivos o armas, las autoridades que lo
practiquen deberán notificarlo rápidamente al Ministerio del Poder Popular para
las Relaciones Interiores y Justicia.

No solamente los nacionales se encuentran regidos por la Ley de Armas


y Explosivos, sino que de acuerdo a las disposiciones de la misma, los
extranjeros que ingrese al país deberán depositar ante la autoridad competente
las armas y cartuchos de comercio ilícito que traigan consigo y previo el
cumplimiento de las formalidades necesarias, el viajero podrá reclamar su
devolución a la salida del país.

Por último, se debe indicar que los tipos penales a que se refiere la Ley
de Armas y Explosivos, y que a saber son la detentación, fabricación, comercio,
detentación, porte y ocultamiento ilícito de Armas y explosivos deberán ser del
conocimiento de los Jueces de Primera Instancia Penal en funciones de Control,
para que ejerzan su jurisdicción y den inicio a los procedimientos a que hubiere
lugar. Así mismo, de acuerdo a las situaciones específicas deberá darse
conocimiento al Ministerio del Poder Popular para las Relaciones y Interiores y
Justicia y al Ministerio del Poder Popular para la Defensa, tal y como se enunció
ampliamente en el transcurso de la investigación presentada.-

Del análisis de las disposiciones previstas en el Ordenamiento Jurídico


Venezolano respecto al delicado tema de las armas y explosivos, se puede
afirmar que sólo el Estado puede poseer y portar armas por medio de su fuerza
pública y de los miembros de los organismos y cuerpos oficiales de seguridad,
con el único objetivo de dar cumplimiento de los fines consagrados en la
Constitución y en la Ley. En este sentido, las disposiciones constitucionales
muestran que la posibilidad de que los particulares posean armas debe
derivarse exclusivamente del permiso estatal, y bajo la obligación expresa de
usarla en legítima defensa y en resguardo del orden público.

En Venezuela, ha despertado gran preocupación el tema de las armas y


explosivos, teniendo en cuenta que lamentablemente la gran cantidad de
homicidios que se cometen en el país se producen por armas de fuego y armas
blancas; por esta razón mucho se ha discutido respecto a los instrumentos
legales que deben regir la materia, sin embargo, aún y cuando el Legislador ha
tratado de regular desde un sentido amplísimo, como se pudo notar del análisis
realizado anteriormente, y que se encuentran en vigencia la Ley de Armas y
Explosivos y la Ley para el Desarme, y los organismos competentes han emitido
reglamentos y Resoluciones conjuntas para regular aspectos tan delicados como
el porte de armas de fuego; es necesario que se profundice sobre las
disposiciones, que se concentre en un único instrumento los vacíos legales
existentes, y sería interesante que el proyecto que actualmente se encuentra en
la Asamblea Nacional para fusionar tanto la Ley Desarme como la Ley de Armas
y Explosivos, finalmente sea aprobado y promulgado.

En los actuales momentos estamos conscientes que una política de desarme


cobra real importancia y sentido, sin embargo los problemas sociales no se
solucionan por decreto ni por mandatos de ley. Se necesita voluntad, así como
una seria implementación y toda una institucionalidad que la haga posible. De lo
contrario por más leyes que traten de implementarse las mismas se convertirán
en letra muerta. Una política de desarme debería estar integrada a una política
de seguridad más general, dirigida no sólo a las armas ilegales, sino también de
actualización, fiscalización y control de las armas con porte legal. En este
sentido, es rescatable la propuesta de ofrecer un programa político concreto
para recoger las armas de la calle lo más pronto posible, con estímulos sociales
para la gente que procure este objetivo.

Deben incrementarse los requisitos y filtros para el porte de armas, así como su
venta. Es necesario controlar y fiscalizar el uso y tráfico de armas por parte de
compañías de seguridad privada, así como la restricción o eliminación de las
armerías; establecerse un marcaje distintivo de municiones según su origen y
usuario final, siendo esto esencial para su control.

Así mismo, en la Ley de Armas y explosivos se expone que las Armas de Fuego
recuperadas tendrán como destino el Parque Nacional de Armas, pero sería
importante que en lugar de darle ese destino, dichas armas sean destruidas o
que exista la garantía por parte de las autoridades del no reciclaje de las armas
que se decomisen .

Sin importar las coyunturas políticas y los créditos por la aprobación o mejoras
de un nuevo instrumento legal hay un factor que jamás será negociable: la
protección de la vida de todos, en especial la de los más vulnerables de la
sociedad, estos últimos son los que sufren de manera más encarnizada la
violencia.

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