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A los ateos les falta empatía

escrito por TC
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Según un trabajo publicado por los científicos cognitivos Ara Norenzayan, Will
Gervais y Kali Trzeniewski (2012), la empatía es un mediador entre los
desórdenes de espectro autista y la falta de creencia en un Dios personal. Las
personas que tienen más dificultades para leer las mentes de los demás, al
menos en la muestra de sujetos estadounidenses, también tienen menos
probabilidades de creer en un Dios personal.

Publicado por Tom Rees en Epiphenom


Este es realmente un estudio de mediados del año pasado que no tuve tiempo de
comentar (había varios estudios del mismo equipo, y este terminó al fondo de la
pila). Pero, me alegro de haberlo hecho.

El estudio está dirigido por Ara Norenzayan y Will Gervais en la universidad de


British Columbia, Vancouver, Canda, y ha colaborado Kali Trzeniewski en la
universidade de California, EE.UU.

Estaban intrigados por un estudio anterior que encontró que las personas


autistas tenían más probabilidades de ser ateos. Querían saber si eso era cierto,
y si era cierto, querían saber por qué.
Prepararon cuatro estudios separados. El primero reunía a un pequeño grupo de
individuos autistas con un grupo de neurotípicos, y encontró que los individuos
autistas eran menos religiosos.

El segundo se fijaba en un grupo de estudiantes canadienses, y encontró que


aquellos que informaban sobre más síntomas de autismo también eran menos
religiosos. El estudio tres se ampliaba hasta un grupo de 725 americanos adultos
reclutados a través del Mechanical Turk de Amazon, el estudio cuatro se fijaba
en una muestra de 425 adultos (parte del panel de una encuesta pagada).

Una y otra vez, encontraron que los síntomas de autismo correlacionaban con la
falta de creencia en Dios.

Pero sus análisis iban más lejos. Preguntaron también sobre su empatía
(empleando cuestiones como “A menudo encuentro difícil juzgar si alguien está
siendo rudo o amable” y “Soy bueno prediciendo cómo se sentirá alguien”).

 
La «mentalización», pero no la sistematización, media el efecto entre espectro
autista, género y creencia en un Dios personal
 

Encontraron que la empatía también correlacionaba con las creencias. No sólo


eso sino que, utilizando una técnica estadística llamada “bootstraping”,
encontraron que la explicación más plausible para la correlación era que el
autismo estaba relacionado con una falta de empatía, lo que a su vez se
relacionaba con la carencia de creencias (Ver figura).

En otras palabras, la falta de empatía era el factor “entre medias” que mediaba
las relaciones entre el autismo y la falta de creencias.

Ahora han probado también otras explicaciones potenciales. Por ejemplo, han
medido también algo llamado sistematización, que trata sobre “la aptitud para,
el interés en y el razonamiento sobre objetos y procesos mecánicos o físicos”,
medido mediante cuestiones como “Me fascina cómo funcionan las máquinas” y
“Encuentro difícil entender la información que me mandan los bancos sobre
diferentes sistemas de inversión y ahorro”.

Como la empatía, la sistematización correlacionó tanto con ser hombre como


con el grado de empatía (aunque en la dirección opuesta: los autistas son
mejores sistematizando que los neurotípicos). Pero, a diferencia de la empatía,
no se halló que “mediara” el efecto del autismo en la religión.

También se fijaron en aspectos de la personalidad (carácter agradable y


escrupulosidad) y evaluaron si era relevante la asistencia a la iglesia, basándose
en la idea de que ir a la iglesia con otras personas podría mejorar
simultáneamente la empatía y disminuir la creencia en Dios. Pero nada de esto
pudo explicar el efecto.

En el cuarto estudio, también pusieron a prueba otra medida de la lectura de la


mente. En este, se les mostró a los participantes imágenes de ojos y se les pidió
que escogieran las palabras que describían mejor el sentimiento o el
pensamiento de la persona en la imagen. De nuevo, se encontró que una alta
habilidad en esta tarea mediaba las relaciones entre la religión y el autismo.
En resumidas cuentas, estas son buenas evidencias de que, al menos en el tipo
de religión favorecida en los EE.UU, la falta de habilidad para empatizar y leer
las mentes de los demás está relacionada con una disminución en la creencia en
dioses personales. ¿Pero por qué podría ser esto?

En realidad, esto encaja bien con otra investigación según la cual la soledad
puede hacer que disminuyan las creencias en lo sobrenatural . Y también encaja
con estudios de neuroimagen que encontraron que las personas muy religiosas
que practican la oración personal emplean las mismas partes del cerebro que
cuando hablan con un buen amigo.
Parece que una parte esencial de las creencias en un Dios personal es la
capacidad de relacionarlas con un amigo personal. Quizás no sea tan
sorprendente que las personas cuyas mentes no funcionan tan bien en esto
tengan menos probabilidades de creer.

Referencia: Norenzayan, A., Gervais, W., & Trzesniewski, K. (2012).


Mentalizing Deficits Constrain Belief in a Personal God PLoS ONE, 7 (5) DOI:
10.1371/journal.pone.0036880

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