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TEMA 1
EL HECHO RELIGIOSO
CURSO 2018-19
Introducción
La religión ocupa un puesto central en la vida de los hombres de todos los tiempos. Ella
ofrece una respuesta al problema del origen y del destino de la humanidad, responde a la gran
incógnita de la existencia del mal y de la muerte y se constituye como una de las claves
fundamentales de interpretación de la actividad humana, ya sea ética, social, individual, etc.
Incluso cuando una cultura pasa por un momento de crisis religión y valores, surge la
aspiración religiosa con más fuerza y claridad. Se puede constatar en la cultura occidental:
muchos que han abandonado la fe de sus padres, que dicen no creer en Dios, se abandonan a
las creencias más extravagantes, a los brujos tecnócratas, a las ideologías, consultan los
horóscopos, caen en las redes de las sectas...1.
Tema 1:
I. El fenómeno religioso, ¿es universal?
Tema 2:
III. Lo sagrado. El Mysterim
Objetivos:
Contenidos:
4. La definición de la religión.
A. Etimológica.
B. Descriptiva.
C. Fenomenológica.
En el siglo XVIII, Kant sostuvo que Dios escapa a las categorías humanas, a la ciencia
pura. Según él no se puede conocer. ¿Cómo podemos conocer a Dios? Lo único que el hombre
puede hacer es ser bueno cumpliendo una serie de preceptos y normas. El creyente, por tanto,
es el que se comporta de una manera buena, el que cumple sus deberes humanos y los preceptos
morales. Dios queda reducido a los límites de la razón y la religión se reduce a un código de
conducta. Hegel llevaría a sus últimas consecuencias este subjetivismo kantiano.
En el s. XIX y principios del XX, los así llamados “autores de la sospecha” hicieron
una dura crítica de la religión. En el fondo, la religión sería una mera consolación del hombre
por aquello que no puede alcanzar por sí mismo; entonces, el hombre inventa un ser superior
en el que pone su confianza. Sobresalen los siguientes autores: Marx2, Freud3, Feuerbach 4,
Nietzsche5.
Durante este mismo periodo (s. XIX-XX) destaca la preocupación por los orígenes de
la religión. Algunos autores, apoyándose en distintas tesis, llegaron a la conclusión de que el
hombre sería en un principio arreligioso y la religión, un fenómeno no universal, sino más bien
un producto accidental del primer estado de la evolución social del hombre, un apéndice que
poco a poco iría desapareciendo.
El animismo. E. B. Tylor8
Para Tylor el elemento más común a todas las religiones era la creencia en seres
espirituales. Esta creencia surgiría de la experiencia que el hombre hace de su dualidad
alma-cuerpo. Esta alma sobrevive a la muerte y sigue actuando benéfica o
negativamente en el mundo de los vivos. Esta dualidad alma-cuerpo no se aplica sólo
al hombre, a los espíritus de los muertos, sino también a las cosas del mundo, la
naturaleza, los fenómenos ambientales, etc. El hombre primitivo habría sentido la
necesidad de venerar estos espíritus para salvarse de cualquier daño que éstos le
pudiesen infringir, dando así origen a la religión.
2
Karl Heinrich Marx, economista, filósofo y periodista revolucionario alemán de origen judío
3
Sigmund Freud, médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis.
4
Ludwig Andreas Feuerbach, filósofo alemán, antropólogo, biólogo y crítico de la religión. Es considerado el
padre intelectual del humanismo ateo contemporáneo, también denominado ateísmo antropológico.
5
Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los
pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX
6
Sigo en esta parte la síntesis elaborada por J. Martín Velasco op. Cit., págs. 25 y ss.
7
Cfr. M. Müller, Introduction to the science of religion, London, 1873; Natural Religion, London, 1889
8
Cfr. E. B. Tylor, Primitive Culture, 2 vol. London, 1871
La magia. J. G. Frazer9
Según esta corriente, en la historia del hombre se habrían dado tres estadios: el
mágico, el religioso y el científico. La magia es una actitud emparentada con la ciencia
y diametralmente opuesta a la religión. Tanto la ciencia como la magia están basadas
en la convicción de unas leyes que, una vez descubiertas, pueden ser manejadas por el
hombre. La religión, por el contrario, sería la creencia en un mundo sometido al
capricho de los espíritus. Ahora bien, cuando el hombre descubre su incapacidad de
dominar la naturaleza mediante la magia, se abraza a la religión. Según éstos cuando el
hombre descubra las leyes de la naturaleza, no mediante la magia, sino mediante la
ciencia, abandonará la religión.
En resumen,
1. Estas escuelas aplicaban un método evolucionista: veían el hecho religioso como
un dato natural al que se podrían aplicar las mismas leyes de la evolución de las
realidades naturales.
2. La religión sería un producto cultural del hombre y este producto cultural apareció
en una época determinada de la historia.
3. La religión pertenece al primer estadio mítico de la humanidad, provisorio y
primitivo, que dejará paso al estadio metafísico y finalmente al estadio definitivo,
que es el científico.
Estas teorías han quedado superadas con el progreso en los estudios de la religión
porque a fin de cuentas resulta científicamente imposible determinar cuál es la forma primera
y originaria de religión. La respuesta a la pregunta: ¿cuándo “comenzó” el hombre a ser
religioso?, no se puede dar de modo definitivo. Sólo sabemos que siempre que se han hallado
indicios de vida humana inteligente, allí ha habido indicios de simbolismo religioso.
9
Cfr. J. C. Frazer, The Golden Bough, MacMillan and Co. London, 1932
10
Cfr. W. Schmidt, Handbuch derr Vergleichenden Religionsgeschichte, (ed. Española: Manual de Historia
comparada de las religiones, Madrid, 1941).
La arqueología es el estudio de los restos, las ruinas y los monumentos de las culturas
antiguas. Es, pues, una parte de la historia que trata, no de acontecimientos, sino de objetos
materiales.
11
Para un estudio más profundo del tema remitimos al lector a M. Eliade, Historia de las creencias y de las ideas
religiosas, Cristiandad, Madrid, 1978; o la obra de A. C. Bouquet, Comparative Religion, Penguin Books ltd.,
Middlesex, 1961.
B. Literatura y arte
Para confirmar lo anterior se sabe que las mayores y más antiguas obras literarias son
de carácter religioso. Alrededor del siglo XII a. C. se compuso el poema cosmogónico Enuma
Elis con la intención de exaltar el dios babilónico Marduk, a la vez que da una explicación
religiosa del origen del cosmos. Yendo hacia oriente nos encontramos con el Rig-Veda, la
colección más antigua de los escritos Veda, compuestos entre los siglos XVIII y VII antes de
Cristo en las cercanías del Punjab, India. La mayor parte de estos himnos están dedicados a las
divinidades. En 1850 se descubrió la Épica de Gilgamesh, el mayor trabajo de la literatura
mesopotámica de profundo carácter religioso. Por lo tanto, ya en el segundo milenio antes de
Cristo, los testimonios escritos más antiguos muestran un alto desarrollo religioso y una visión
del mundo y del hombre basada e inspirada en la religión.
C. Historia
3. La fenomenología de la religión
12
Juan Pablo II, discurso en la sede de la ONU el 5 de octubre de 1995
El fenómeno religioso, como hemos visto, puede ser observado desde varias ópticas y
de acuerdo con diversos métodos de investigación (Sociología, Historia, Filosofía,
Teología…). Nosotros lo estudiaremos desde la fenomenología.
El fenomenólogo se interesa por los significados de los datos religiosos, es decir, busca
en esos datos el deseo del hombre de trascender lo temporal y tomar contacto con la realidad
última. Un fenomenólogo no es un arqueólogo: el arqueólogo encuentra un objeto, describe
cómo está hecho, su estructura, su datación, etc; mientras que el fenomenólogo es capaz de
descifrar la trascendencia de ese objeto.
4. La definición de la religión
13
Cfr. B. Mondin, Il problema di Dio, E.S.D. 1999, pág. 18
A. Definición etimológica
Si se prefiere deducir el término del verbo latino religare, la religión será un hallarse
unidos y vinculados (religati) a Dios por este vínculo de la piedad15.
Santo Tomás de Aquino privilegia la segunda definición y hace de la religión una virtud
por la cual los hombres rinden el culto debido a Dios. El hombre religioso por excelencia es
aquel que se ofrece totalmente a Dios como holocausto16. La religión es la recta ordenación
del hombre a Dios.
Estas definiciones clásicas ponen en evidencia la relación que se debe establecer entre
el sujeto de la religión: el hombre religioso, y el objeto o fin al que se dirige: Dios, la divinidad.
14
De Natura deorum, II, 72
15
Cfr. Lactancio, Divinae institutiones, IV, 28
16
S. Theol. IIª II ae, q. 186, a. 1; In III Sent. d. 33, q. 3, a. 4.
17
Battista Mondin, Il problema di Dio, op. cit., pág. 39
¿Qué es la religión, más allá de su descripción externa? Juan Martín Velasco, desde la
fenomenología, define a la religión como una experiencia humana específica, originalmente
primaria, de relación con una realidad suprema o misteriosa que confiere sentido a la
propia vida, a la vida social y a la vida histórica.
1º Una experiencia humana específica: sólo el ser humano, porque es racional y libre,
tiene la capacidad de entrar en un diálogo con lo absoluto. El hombre es capaz de conocer a
Dios. ¡Aquí entra su dignidad! La propia naturaleza del hombre le exige dirigirse al horizonte
trascendental del ser.
4º Con una realidad suprema: con un Ser superior al ser humano, que lo trasciende
todo y que le hace “salir de sí”, trascenderse. Este Ser superior es quien tiene la iniciativa en
la relación, es el primero que se comunica; la religión es respuesta libre del hombre a esta
comunicación de lo divino, de Dios. Esta Realidad suprema no la elabora el hombre
mentalmente, sino que se le impone con una libertad absoluta. Porque ese Ser superior tiene
una cierta18 dimensión personal, es decir, no es algo abstracto, sino que aparece como un “tú”,
aunque el hombre no sea capaz de abarcarlo porque le sobrepasa.
5º Que da sentido a la propia vida, a la vida social y a la vida histórica: una relación
que no deja indiferente al ser humano sino que le exige una respuesta personal y activa, y que
le hace tener una visión de la realidad diversa. La religiosidad enraiza en el nivel interno de la
persona, ese santuario del alma, de la conciencia; pero por ser un elemento primario necesita
ser expresada. La religiosidad pone en juego todas las capacidades de la persona: la inteligencia
18
Decimos “cierta” porque no en todas las religiones la divinidad tiene el mismo carácter personal.
para entender, la voluntad para adherirse, el corazón para amar, la creatividad y la corporeidad
para expresar, etc. Por eso, la religión es verdaderamente religión cuando llega a estructurar y
vertebrar la vida del hombre; si es algo indiferente en su vida, no será verdadera religión.
En la comparación con los animales se comprueba que en el hombre existen
determinados comportamientos como conocimiento, memoria o capacidad de reacción, que
pudieran tener elementos de semejanza con ellos, pero lo que hace al hombre un ser diverso y
distinto, donde no hay posibilidad de analogía, es respecto a lo que la religión significa para el
hombre; porque la religión es un fenómeno esencialmente humano (aunque no es lo único
esencialmente humano).
Hemos visto que la religión pone en relación al hombre y al Ser supremo o absoluto;
esta relación ha de ser recta, de lo contrario no es auténtica religión, sino que puede dar lugar
al fundamentalismo, la desacralización o la idolatría.
A. El fundamentalismo religioso
B. La desacralización
Nace del efecto contrario: es una vivencia de lo divino tan desdibujada, que lo sagrado
no tiene relevancia sino que tiene más relevancia lo profano. El hombre apenas hace referencia
en su vida al Ser Absoluto.
C. La idolatría
Consiste en poner en el lugar del ser absoluto algo o a alguien que no es absoluto, como si
lo fuera (una cosa, un ser inferior al Absoluto, una ideología, el dinero, el poder, el placer, etc.).
Tampoco hay que confundir una religión auténtica con un grupo sectario o pseudo religioso
en los que están desviados uno o varios elementos implicados en la recta relación hombre-Dios.
(Cfr. Material de apoyo: cuadro con elementos que diferencian una religión de un grupo
sectario; presentación audiovisual sobre las sectas).
Conclusiones:
Esa recta relación del hombre y Dios, que es la Religión, puede pervertirse dando lugar
al fundamentalismo, la desacralización o la idolatría. Atendiendo a estas posibles desviaciones
podemos distinguir una auténtica religión de un grupo sectario o pseudo religioso.
Vocabulario:
Conciencia religiosa: conciencia es el saber algo dándose cuenta de que se sabe. La conciencia
religiosa es, por tanto, la experiencia que el hombre tiene de la realidad que lo trasciende y que
se constituye como objeto de la religión.
Fe: es la virtud por la cual se acepta una verdad no por la evidencia de la misma sino por la
autoridad del que la trasmite. Aunque esté en relación, sin embargo, la fe no se identifica con
la creencia. Ésta última tiene más que ver con las conjeturas, a las que el hombre se adhiere
provisoriamente al no tener la certeza que proviene de la evidencia. La fe teologal es la virtud
que se recibe en el bautismo por la cual aceptamos con firmeza aquello que Dios ha revelado.
Fundamento: lo que sirve de base. Son los principios evidentes sobre los que se construye la
ciencia o la certeza humana.
Proprium: un “propio” es una característica que compete a un objeto por su misma naturaleza
y que por lo tanto no se encuentra en otras especies. Así la compasión, por ejemplo, es una
característica que se encuentra sólo en el hombre.
Trasciende (trascendencia): aquello que trasciende se entiende como la realidad que está por
encima del mundo material; es decir, el mundo espiritual.
1. Sintetiza brevemente las diversas respuestas a la pregunta acerca de la religión en los siglos
XVIII, XIX y principios del XX.