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El documento describe las funciones y componentes del sistema óseo. El sistema óseo está compuesto por huesos, cartílagos, ligamentos y tendones. Los huesos proporcionan sostén, protección y asistencia en el movimiento. También almacenan minerales y producen células sanguíneas. Existen dos tipos principales de tejido óseo: cortical, que forma la periferia de los huesos, y esponjoso, que se encuentra en el interior y tiene una mayor actividad metabólica.
El documento describe las funciones y componentes del sistema óseo. El sistema óseo está compuesto por huesos, cartílagos, ligamentos y tendones. Los huesos proporcionan sostén, protección y asistencia en el movimiento. También almacenan minerales y producen células sanguíneas. Existen dos tipos principales de tejido óseo: cortical, que forma la periferia de los huesos, y esponjoso, que se encuentra en el interior y tiene una mayor actividad metabólica.
El documento describe las funciones y componentes del sistema óseo. El sistema óseo está compuesto por huesos, cartílagos, ligamentos y tendones. Los huesos proporcionan sostén, protección y asistencia en el movimiento. También almacenan minerales y producen células sanguíneas. Existen dos tipos principales de tejido óseo: cortical, que forma la periferia de los huesos, y esponjoso, que se encuentra en el interior y tiene una mayor actividad metabólica.
El tejido óseo constituye aproximadamente el 18% del peso corporal y desempeña
seis funciones básicas: 1. Sostén. El esqueleto es la estructura del organismo que da sostén a los tejidos blandos y brinda los puntos de inserción para los tendones de la mayoría de los músculos esqueléticos. 2. Protección. El esqueleto protege de lesiones a los órganos internos más importantes. Por ejemplo, los huesos del cráneo protegen el cerebro; las vértebras, la médula espinal y la caja torácica, el corazón y los pulmones. 3. Asistencia en el movimiento. La mayoría de los músculos esqueléticos se fijan a los huesos; cuando se contraen, traccionan de ellos para producir el movimiento. Esta función se trata en detalle en el capítulo 10. 4. Homeostasis mineral (almacenamiento y liberación). El tejido óseo almacena diversos minerales, especialmente calcio y fósforo, lo que contribuye a la resistencia del hueso. Según los requerimientos, el hueso libera minerales a la circulación para mantener el equilibrio de algunos componentes esenciales de la sangre (homeostasis) y para distribuir esos minerales en otros sectores del organismo. 5. Producción de células sanguíneas. Dentro de algunos huesos, un tejido conectivo denominado médula ósea roja produce glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Este proceso se denomina hemopoyesis (hemo- de háima, sangre, y -poiesis de poieesis, formación). La médula ósea roja consta de células sanguíneas en desarrollo, adipocitos, fibroblastos y macrófagos, que están inmersos en un tejido de sostén (estroma) formado por fibras reticulares. Se encuentra en los huesos fetales en desarrollo y en algunos huesos del adulto, como la pelvis, las costillas, el esternón, las vértebras, el cráneo y los extremos proximales de los huesos largos del brazo (húmero) y del muslo (fémur). En el recién nacido, toda la médula ósea es roja y participa de la hemopoyesis. Con el paso del tiempo, gran parte de la médula ósea roja se convierte en médula ósea amarilla. La producción de células sanguíneas se analiza en detalle en la Sección 19.2. 6. Almacenamiento de triglicéridos. La médula ósea amarilla está constituida principalmente por adipocitos, en los que se almacenan triglicéridos. Dichos adipocitos constituyen una posible fuente de energía química.
El sistema óseo está conformado entonces por:
Huesos. Estructuras rígidas, mineralizadas a partir de calcio y
otros metales, son las partes más duras y resistentes del cuerpo humano y de los animales vertebrados. En su interior, además, se halla la médula que cumple con funciones hematopoyéticas (se crean los glóbulos rojos sanguíneos). Cartílagos. Los cartílagos se encuentran en los extremos de los huesos, protegiéndolos al servirles de amortiguación, para que uno no choque con otro, evitando así el desgaste. Se trata de estructuras flexibles y gruesas, compuestas principalmente de colágeno. Ligamentos. Tejidos fibrosos muy resistentes, densos y elásticos, que unen los huesos entre sí en los puntos de rotación que son las articulaciones. Así, es vital para el movimiento, pero también para evitar que los huesos se salgan de su lugar o se muevan antinaturalmente. Tendones. Así como los ligamentos, se trata de tejidos fibrosos gruesos y elásticos, que unen la musculatura a las piezas rígidas de los huesos, permitiendo que la fuerza de las células musculares se transmita a los huesos y posibilitando así el movimiento voluntario.
VARIANTES DE TEJIDO ÓSEO
Dependiendo de la cronología o edad hay dos variantes de tejido óseo: Tejido óseo inmaduro, no laminar, plexiforme, primitivo o primario. Este tejido es aquel que aun no está organizado del todo, lo que le caracteriza es que las fibras colágenas no están organizadas como deberían y son fibras colágenas gruesas y desordenadas, además las células están situadas al azar lo que le proporciona mayor flexibilidad, debilidad y deformabilidad. Aparece durante el desarrollo embrionario y en los primeros 3 o 4 años de edad. A veces puede quedar tejido óseo inmaduro en algunas localizaciones como zonas de inserción de los tendones, suturas craneales, en los pequeños huesecillos del oído, y en los alveolos dentario, esto a partir de los 4 años. El hueso inmaduro puede aparecer en situaciones fisiológicas, durante el proceso de consolidación de las fracturas, aparecerá en el cayo de fractura. También puede aparecer en determinadas patológicas como metástasis óseas, las células tumorales anidarían en el hueso y formarían un tejido metastásica, también aparece en enfermedades como la osteopatía de Paget y en la osteogénesis imperfecta. Tejido óseo maduro, secundario o laminar. Formado por laminas perfectamente estructuradas donde el colágeno se dispone en una situación perfectamente orientada. Es el que tendremos en los huesos seguros a partir de los 4 años. Las fibras colágenas están perfectamente ordenadas, esta disposición variará según sea el hueso esponjoso o laminar. Esta disposición permite al hueso soportar diversas cargas. ANATOMÍA BÁSICA Tipos de hueso en función de su dimensión: Huesos largos: predomina la longitud sobre grosor y anchura. Son: peroné, ulna (cúbito), radio, fémur, metacarpianos, metatarsiano, falanges,… dentro de este grupo algunos autores hablan de los huesos tubulares que son aquellos huesos que son huesos largos pero pequeños, dentro de estos nos encontramos las falanges, metacarpianos y metatarsianos. Tienen una cavidad medular que contiene medula hematopoyética que con el tiempo será sustituida por tejido graso en la mayoría de los huesos aunque persiste en columna, huesos iliacos, esternón y algún segmento epifisario. Huesos cortos: tienen las tres dimensiones iguales. Son los del tarso, carpo Huesos planos: Predomina la anchura sobre la longitud y grosor, como huesos iliacos, escapula y esternón. Huesos irregulares: no son ni largos, ni cortos ni planos. Tienen una zona central grande de la que nacen prolongaciones. El hueso típico son las vértebras, algunos autores incluyen también el calcáneo y el astrágalo ARQUITECTURA DEL HUESO El hueso tiene dos tipos fundamentales: cortical y esponjoso Comparación hueso cortical y esponjoso El tejido óseo esponjoso que está situado en el interior del hueso y tiene un aspecto poroso como una esponja mientras que el cortical es un hueso mucho más compacto y se sitúa en la periferia. El hueso esponjoso es mucho más poroso que el compacto y por tanto es menos denso. El esponjoso tiene una mayor superficie, es hasta 20 veces mayor que la compacta. El tejido esponjoso tiene una actividad metabólica mayor que el compacto (hasta 8 veces más), esto explica que su función fundamental sea metabólica mientras que la del compacto sea mecánica. Cuando aparece una patología con un hueso, se ve antes patología sobre el hueso esponjoso que sobre el compacto. Tenemos que saber que el hueso cortical o compacto tiene una disposición arquitectural diferente al esponjoso Tejido esponjoso En él vemos trabéculas óseas y vemos como por las trabéculas se sitúan osteoclastos y por el lado contrario osteoblastos. Podemos observar láminas óseas irregulares y curvadas. Tiene muchos poros (50-90%) lo que favorece los procesos metabólicos. La disposición del tejido óseo esponjoso consiste en tubos unidos unos con otros, entrelazándose. Cada tubo está formado por laminillas óseas con sus correspondientes osteocitos. Se forman espacios entre los tubos que están rellenos de medula ósea (sobre todo en los primeros años de vida) y por grasa. Tejido cortical Todos los huesos tienen tejido óseo compacto que será el que forma la periferia del hueso. El hueso que tiene la cortical más dura y grande es el fémur. El hueso cortical que se llama también compacto, es muy denso y forma el 80% de la masa de nuestro esqueleto