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EL TEATRO COLOMBIANO de Carlos José Reyes

Eloísa Saldarriaga Aguirre

Historia del Teatro Colombiana Y Latinoamericano

Carlos José Reyes es un dramaturgo, libretista, guionista e investigador nacido en


Bogotá (1941). Inició actividades teatrales en 1958. Miembro fundador de diversos
grupos escénicos, entre estos director del Teatro Universidad Externado de
Colombia, conocido como la Casa de la Cultura (hoy teatro La Candelaria) y El
Alacrán. Dirigió la Escuela de Teatro del Distrito y la Biblioteca Nacional de
Colombia. Es miembro de las academias Colombiana de Historia, de Historia de
Bogotá y Colombiana de la Lengua. Entre sus textos dramáticos se encuentran:
 Dulcita y el burrito
 La piedra de la felicidad
 La fiesta de los muñecos
 El hombre que escondió el sol y la luna
 Soldados
 Los viejos baúles empolvados que nuestros padres nos prohibieron abrir
Durante su carrera como dramaturgo y director en escuelas públicas y universidades
se afrontó en diversas ocasiones a la censura por parte de los administrativos de
entidades académicas, señalando las obras de inapropiadas para su contexto
educativo del momento, lo cual el definió como “ Desconocer, por discrepancias
doctrinarias, un buen montaje, es la peor censura· concebible…” Ante estas
palabras queda claramente expuesto su punto de vista, donde el teatro y las artes no
deben ser juzgadas por su forma sino por su contenido, y desde allí invita al público
en general a ampliar la visión de los espectáculos propuestos como una posibilidad
crecimiento artístico a nivel nacional.
Dentro de sus funciones teatrales tuvo la oportunidad de participar en el festival de
teatro latinoamericano de teatro universitario de Manizales en su tercera versión el
cual trae consigo una serie de preguntas a los participantes, dado que a pesar de
ser un lugar de dialogo entre las artes de Abya yala se ve como un espacio reducido
y académico que excluye otras representaciones nacionales que son importantes
para el desarrollo del teatro en esta parte del mundo; y por ello proponen un cambio
en el objetivo del festival teniendo en cuenta los diversos públicos y sus
posibilidades económicas, se trata incluso de incluir las propuestas teóricas teatrales
como parte de estudio dentro del festival y a si mismo ampliar el panorama creativo
de los estudiantes participantes, desde la “Búsqueda de la aprehensión de la
realidad de Abya Yala, con carácter experimental, y con el más alto nivel artístico”
fue una de las premisas propuestas para esta versión del festival. No solo teniendo
en cuenta el nivel de Abya yala sino también proponiendo un encuentro continental
de las artes, con la intención de observar los procesos en otro lugares del mundo
como una ventana al estudio teatral mundial.
El teatro universitario comienza a proponer una nueva forma de ver el mundo en la
escena, lo cual desata un campo de batalla para la realidad escénica y la relación
entre arte y política, con ideas revolucionarias donde se buscaba plasmar esto en la
escena ante esta lucha se promueve en las universidades la lectura de escritores
locales queriendo retomar el rumbo del teatro universitario hacia la conciencia social
local del momento. El teatro académico permitió a Carlos José Reyes llegar a
diversos estudiantes y profesionales en sus formación artística y dejar una huella
importante para el teatro Colombiano, mas allá de sus dramaturgias también produjo
textos académicos e investigativos de gran importancia para el desarrollo teatral del
país, los cuales aún siguen vigentes como carta de navegación para los estudios
teatrales del país, entre estos El teatro en el nuevo reino de granada, Teatro y
violencia en dos siglos de historia de Colombia (3 tomos), Materiales para una
historia del teatro en Colombia. Muchas de sus obras aún son llevadas a escena,
especialmente su teatro infantil donde rompe esquemas generacionales y
paradigmas sociales entre el público, aclarando por ejemplo, que el teatro de
muñecos animados no es exclusivamente para el público infantil, incluso el público
joven y adulto hace parte de esta construcción dado que todo en algún momento
fuimos también niños, y esta premisa se refleja en sus dramaturgias infantiles sin
temor ni vergüenza por el mundo de los muñecos animados.
En la actualidad se usan los muñecos animados con fines de educativos, sin
embargo, históricamente los muñecos se han asociado a rituales profanos, creer que
un cuerpo inerte puede cobrar vida y aún más, asumir una personalidad y
emocionalidades suele cuestionar la capacidad imaginativa de un público que tal
vez, para el momento no estaba preparado para presenciar dicha magia escénica y
por ello se asociaba a lo profano más que a lo creativo. Carlos José Reyes nos
regalo la experiencia de poder concebir a estos personajes en objetos u objetos en
personajes, un burro que puede hablar, una muñeca que tiene sentimientos, un par
de brujas que no saben conjurar y un titiritero que se ha quedado sin trabajo son la
excusa creativa para dar vida a una de sus obras mas populares “Dulcita y el
burrito” esta obra resulta
encantadora desde su
construcción textual y de
caracteres, hace un poco de
comedia de enredos entre los
diálogos, los personajes en
algunos momentos de la obra
se encuentran juntos en un
mismo espacio pero no se
ven entre sí, juego dramático
que produce la risa en el
espectador; a través de estos
juego escénicos, que aunque
son sencillos dan al
espectador la sensación de
estar en la misma historia
narrada por voces diferentes.
El juego no solo de los actores sino de
sus caracteres a través de sus
emociones son otro detonante para la
risa dado que, es curioso observar a
un par de brujas que no les sale ni un
conjuro. También esta el contenido
parateatral, dado que dentro de la obra
el titiritero hace su propia obra de
títeres dentro de la obra infantil, este
recurso termina por enamorar al
público de estos personajes tan
simples y nobles que plantea el autor.
En estos apartes podemos observar el
aura que propone Carlos José al
escribir teatro de muñecos, donde
queda abierta cualquier posibilidad
escénica e interpretativa tanto para los
interpretes como para el público, que
según resalta el va de los 0 a os 100 años, recordándonos lo vital que es la primera
etapa de vida en nuestra construcción como personas.

Dulcita se vuelve parte de la obra


dentro de la obra, gracias a Aserrín
quien le da cuerda para que haga
parte de su función especial.

La historia da su cierre y finaliza


cuando los personajes se dan cuenta
que hay una varita mágica que
puede cumplir los deseos de todos, y
la obra se resuelve de una manera
feliz para todos, otro detalle particular
es que la obra se cierra cuando los personajes dentro de la obra construyen sus
propio teatro gracias al deseo que les queda, se abre su telón pero se cierra el
nuestro, dejando abierto a la imaginación del público las aventuras que esta nueva
compañía teatral va a emprender.

Al leer la obra se juega todo el tiempo, el autor verdaderamente permite una


conexión con el niño interior de cada persona, he tenido la oportunidad de ver este
texto en escena y ha sido encantador visualizar estos personajes que van más allá
de toda lógica humana teatral, con sus giros inesperados y sus propias lógicas nos
llevan a habitar el mundo de Dulcita y el burrito.

… Fin

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