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TUTORÍAS AFECTIVAS

Introducción

En la escuela actual se emplean diferentes estrategias para prevenir y resolver conflictos en


consonancia con la realidad social y personal del alumnado con que nos encontramos.

Las tutorías afectivas son una estrategia enmarcada dentro de la enseñanza personalista
(basada en el alumno/a, el afecto, la atención, la empatía etc.)

Es un modelo preventivo que atiende a la persona y sus conflictos en relación a sí mismo y a


los demás. Se pretende, con su puesta en marcha, favorecer la resolución de conflictos, la
mejora la convivencia en el Centro y el cambio de actitud del niño/a problemático,
aumentando a la vez su rendimiento escolar.

Partimos de los conocimientos aportados por el modelo constructivista que hace hincapié en la
relación emocional del profesor/a y el alumno/a como una fuente de estabilidad emocional
que facilita la integración escolar y social del niño/a. Es ésta una perspectiva que da una
importancia fundamental a las emociones como los pilares que organizan la personalidad y
entiende la relación profesor-alumno como una relación afectiva real y, por tanto, una
herramienta potente para promover el cambio del niño/a problemático, así como para ofrecer
estabilidad emocional al mismo.

Las tutorías afectivas precisan de un tiempo y un espacio adecuado en el que el profesor/a


utiliza su propia persona, su personalidad y sus emociones para entrar en contacto con el
alumno/a y ayudarle en las dificultades presentadas. El profesor/a mantiene una relación
estable, única y especial con el alumno/a al que tutoriza. Desde esta posición, llega a él y
comprende su experiencia desde el propio punto de vista del niño/a. En el proceso también el
profesor/a comprende su propia manera de funcionar. Nuestro objetivo es “afectivizar” la
relación con el alumno/a, especialmente con aquellos que presentan más carencias afectivas
que le llevan a desarrollar comportamientos inadecuados, baja autoestima y fracaso escolar.

Justificación

¿A qué tipo de alumnos/as se han de dedicar estas tutorías?

A niños y niñas que destacan por su comportamiento problemático: no atienden, se pelean, no


hacen caso al profesor/a, no están motivados para el estudio, se muestran violentos o
desesperados, no acuden regularmente al centro escolar, son absentistas. También hay otra
clase de niños/as que pasan más desapercibidos pero que también sufren; son los niños/as
tímidos, siempre escondidos de la mirada del profesor/a, con dificultades para relacionarse
con los compañeros/as de clase.

El Centro busca, en general, la manera de regular esta clase de situaciones. Por el propio
sufrimiento del menor, por el sufrimiento de los compañeros de clase, por las dificultades para
la convivencia, por el desarrollo de los contenidos curriculares, etc., es por lo que las tutorías
afectivas pueden ser un instrumento extraordinario que nos ayude a resolver estas
situaciones.
La tutoría individualizada, además, puede ayudar a reforzar la adquisición de algunas
competencias básicas, como la competencia social y ciudadana, la competencia para aprender
a aprender, y la autonomía e iniciativa personal. Además, creemos que la adquisición de estas
competencias favorecerá la adquisición de las otras.

Objetivos

- Mejorar la convivencia en el Centro a través de la mejora de la estabilidad


personal, social y emocional del alumnado que precise la tutoría.
- Mejorar los canales de comunicación entre el profesorado y los alumnos/as.
- Detectar cualquier tipo de problema que impida al alumno/a llevar a cabo, con
éxito, su aprendizaje.
- Ayudar al desarrollo de las competencias básicas en el alumnado, especialmente
en la competencia social y ciudadana, la autonomía e iniciativa personal y la
competencia de aprender a aprender.
- Desarrollar en profundidad los objetivos que nos marcamos en los programas de
atención a la diversidad.
- Llevar a cabo una enseñanza lo más individualizada posible.
- Servir de referente a alumnos/as con dificultades de adaptación escolar y personal
y ayudarles a su desarrollo como personas.
- Establecer relaciones de confianza y respeto entre el profesor/a y el alumno/a que
favorezcan la comunicación y la resolución pacífica de los conflictos.
- Creación de cauces adecuados para la resolución de conflictos en el Centro y para
su gestión desde Jefatura de Estudios.
- Abrir cauces de comunicación y participación con las familias de los alumnos/as
que se beneficien de estas tutorías.
- Educar en valores.

TUTORES AFECTIVOS

Serán profesores/as voluntarios del claustro, pertenecientes, o no, al aula de


convivencia y pertenecientes al ciclo del alumno/a sobre el que se ejerza la tutoría, siempre
que sea posible.
El tutor/a tratará de establecer con el alumno/a una relación que favorezca la empatía,
a través del diálogo, de la aceptación personal, de la comprensión de su situación, de las
relaciones que establezca con la familia de éste y de la disponibilidad para ayudarle a superar
sus dificultades. La actitud del profesor/a tutor/a con el alumno/a asignado será siempre
equilibrada sin excesos de autoritarismos ni de permisividad.

Entre los profesores/as voluntarios el alumno/a podrá elegir al que lleve a cabo la tutoría,
dentro de lo posible.

El Coordinador/a de Convivencia del Centro, junto con el Orientador y los profesores/as


voluntarios serán los responsables de la programación, organización y puesta en marcha de las
diferentes actuaciones que se lleven a cabo con el alumno/a que sea derivado a una tutoría.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN CON LOS ALUMNOS/AS

La propuesta de tutoría de un alumno/a se llevará a cabo por el tutor/a del mismo, Jefatura de
Estudios, Equipo de Orientación a raíz de una determinada necesidad detectada.

El Coordinador/a de Convivencia y el equipo de tutores/as afectivos organizarán la tutoría del


alumno/a.

Jefatura de Estudios, oídas las preferencias del alumno/a, será quien asigne la tutoría a un
profesor determinado.

Antes de comenzar la tutoría se pedirá permiso a las familias que deberán entrevistarse con el
profesor/a tutor/a del grupo de alumnos/as al que pertenece, el orientador y el profesor/a que
va a llevar a cabo la tutoría afectiva.

Se procurará que un profesor/a sea tutor/a afectivo de un alumno/a solamente, aunque


podían ser dos, en caso necesario.

El alumno que entre en el programa de tutorías afectivas realizará una entrevista inicial con su
tutor en la que se marcarán las pautas de actuación y de trabajo y se presentará al alumno lao
que de él se espera en esa tutoría, llegando a acuerdos de las partes que serán revisados
periódicamente. (1 vez al mes)

Se hará un registro de las actuaciones llevadas a cabo en la tutoría afectiva, a modo de diario
que será revisado y consensuado por ambas parte.

Tanto los acuerdos que tomen las partes como las actividades que se planteen y las acciones
que se recojan en el Diario serán comunicadas al tutor/a del grupo de clase, quien también
ejerce de tutor/a afectivo de este alumno/a concreto, aunque de forma más limitada por razón
de tiempo.

La relación con las familias se llevará a cabo a partir de la entrevista inicial y con una cita
periódica una vez al mes donde se vaya poniendo de manifiesto la evolución del alumno/a
desde el inicio de la tutoría.

Las tutorías se darán por finalizadas siempre que se alcancen los objetivos planteados para el
alumno/a concreto, cuando no haya ningún beneficia de la acción tutorial sobre el alumno/a, a
petición de las familias o de alguna de las partes, comunicándose la decisión por escrito a
Jefatura de Estudios que tomará las medidas oportunas.

ANEXOS

Se incluirán modelos de entrevista inicial con alumnos, de tablas de registro de actuaciones y


de seguimiento del alumnado, modelo de diario, hoja de aviso de reuniones a padres, etc.

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