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Ahora bien, para mejorar tanto las prestaciones del aceite como su longevidad es común
añadir aditivos en cantidades de entre un 15 y un 25% e volumen de producto
terminado. Estos aditivos son diferente naturaleza y confieren al aceite propiedades
específicas (antiespumantes, antioxidantes, etc.). Estos aditivos suelen provocar
problemas en la gestión del aceite una vez se ha usado (Tabla I).
Tabla I
Composición media de un aceite lubricante
Dependiendo de la aplicación que se les vaya a dar, los aceites poseen composiciones
muy variables, no obstante, en todos los casos como consecuencia de la utilización se
degradan perdiendo las cualidades que les hacían operativos. Llegado este punto, se
hace necesario su sustitución por otros nuevos, generándose un residuo que si puede ser
variable en cantidad y composición dependiendo de la procedencia.
Como se mencionó anteriormente, las características del aceite usado puede variar
dentro de un amplio margen dependiendo de la procedencia y aplicación del aceite. En
general, las contaminaciones tienen su origen en compuestos derivados de la
degradación de los aditivos, en subproductos de combustiones incompletas (gasolina).
Polvo, partículas metálicas o en contaminaciones exteriores por mal mantenimiento o
mal almacenamiento del aceite (agua, disolventes, etc).
En cuanto a su composición química, los aceites usados presentan una serie de
contaminantes como son agua, azufre, compuestos clorados y metales pesados, que
determinan sus características tóxicas y peligrosas (Tabla II).
Tabla II
Composición media de un aceite usado (EPA 1984)
SeP.I.trabaja
(C) en la recogida y 120 120de los aceites
correcta gestión 120 usados en120
diferentes
P.C.I. (Cal/gr) 9.816 9.127 9.682 9.607
comunidades
Densidad (gr/l)
autónomas. A lo largo
0,89
de su experiencia
0,85
ha observado
0,905
que la composición
0,902
deHumedad
los aceites
(%) usados ha cambiado
3,75 y esta cambiado
3 notablemente
3,67 a lo largo
2,9 de los
últimos años,
Sedimentos (%)según se advierte 0,28
en la (Tabla III).
0,45 0,45 0,2
Cloro (ppm) 3.143 1.931 1.750 750
Fluor (ppm) 100 100 100 100
Azufre (ppm) 5.350 7.030 6.400 4.700
Plomo (ppm) 1.297 1.436 837 632
Cromo (ppm) 25 8 7,41 4,2
Cobre (ppm) 99 26 25 22,3
Cadmio (ppm) 1 1 1 1
Níquel (ppm) 200 5 5 5
Vanadio (ppm) 3,67 1 1 1
PCB’s (ppm) 11 5 5,75 4,5
Si analizamos con detalle los datos se observa que lo mas significativo y relevante es el
brusco descenso en la concentración de metales. La concentración de metales en un
aceite usado se debe, principalmente, a la degradación de aditivos órgano – metálicos
del aceite lubricante nuevo, además de a desgastes producidos por rozamientos en las
piezas móviles del motor. La presencia del plomo en particular, se debe prácticamente
en su totalidad a la degradación del tetraetilo de plomo de las gasolinas.
Sin duda, este hecho puede explicar que la concentración de metales pesados disminuya
de año en año hasta en algunos casos (níquel) desaparecer. Por otra parte, el descenso en
la concentración del plomo puede entenderse si tenemos en cuenta la extensión en el uso
de la “gasolina verde”, la cual no incluye plomo en su composición, o quizás un
aumento en las ventas de coches de motores diesel, que como se ha visto generan un
aceite usado con menor contenido en metales pesados.
Técnicamente, casi todos los aceites usados son regenerables, aunque en la práctica la
dificultad y el coste hacen inviable la regeneración de aceites usados con alto contenido
de aceites vegetales, aceites sintéticos, agua y sólidos.
El sector de regeneración en esta pasando una grave crisis durante los últimos años. Este
hecho es debido a las dificultades de comercialización del aceite regenerado ante la
amplia oferta existente en el mercado de aceites lubricantes después de su
liberalización, además existen algunas deficiencias estructurales y de otros tipos en las
plantas existentes. En total, la capacidad de regeneración de aceites usados en España
no supera las 50.000 t/año. Evidentemente, esta capacidad esta muy lejos de ser
suficiente para los niveles de aceite usado generados en nuestro país.
-Pretratamiento
Esta primera fase consiste en eliminar de forma grosera una parte importante de los
contaminantes del aceite usado, como son el agua, los hidrocarburos ligeros, los lodos,
las partículas gruesas, etc. Para ello cada proceso emplea un método determinado o
incluso una combinación de varios. Podemos citar: filtración, decantación,
centrifugación, deshidratación, calefacción, tratamiento térmico, desmetalización,
tratamiento químico, etc.
Como es lógico, cada proceso tiene sus ventajas y desventajas, pero todos con un cierto
rendimiento son capaces de obtener un aceite libre de contaminantes aunque con una
fuerte coloración que lo hace inviable comercialmente, por esta razón todos incluyen
una tercera etapa de acabado.
-Acabado
Como en las etapas anteriores, cada tecnología utiliza un sistema diferente, así unos
emplean tierras decolorantes, otros hidrotratamiento catalítico seguido de destilaciones,
tratamiento con zeolitas o destilación al vacío.
A partir de este punto empieza a tener mas influencia la política comercial, pues hay
quien comercializa directamente el aceite base así obtenido, quien realiza
fraccionamiento a distintas viscosidades mediante destilación al vacío o quien después
del fraccionamiento lo aditiva y comercializa como aceite final.
Tabla IV
Procesos de regeneración de aceites usados
Para el aprovechamiento energético de los aceites usados de pueden seguir dos caminos
diferentes en función de las instalaciones en las que se va a realizar el mismo.
En cualquiera de los dos casos se debe atender el cumplimiento de las normas dictadas
por la gestión de aceites usados, que exige la desclasificación de los aceites usados
como residuos tóxicos y peligrosos mediante la realización de análisis y eventual
pretratamiento que permitan garantizar los límites de emisiones establecidos en la citada
orden.
El primer camino tiene como destino la utilización como combustible en instalaciones
con alta potencia térmica, altas temperaturas, gran consumo de combustible y alta
producción de gases. El mayor ejemplo son los Hornos de fabricación de clinker de las
cementeras, aunque también se usan en las calderas de centrales térmicas e, incluso, en
los Hornos de plantas de arcillas, cerámicas y otros Hornos Industriales. En este caso,
los aceites usados deben ser gestionados a través de los llamados Centros de
Transferencia que son plantas que permiten el control, análisis, pretratamiento,
almacenamiento y distribución de los aceites usados hacia sus destinos finales,
realizando la oportuna desclasificación como residuos tóxicos y peligrosos. Este camino
que es el más sencillo, se ha demostrado hasta ahora como el más eficaz y
económicamente más viable en el que el análisis y control de los aceites tienen el mayor
peso.
En este tipo de plantas se esta utilizando aceite usado como combustible en forma
continua y prolongada con resultados satisfactotios.
Los contaminantes del aceite usado, sobre todo, los metales y dentro de estos
especialmente el plomo, quedan incorporados al producto y las particulas que no quedan
incorporadas son finalmente retenidas por los presipitadores electroestáticos.
En este tipo de instalaciones es muy importante una estabilidad térmica, por lo que
exigen un aceite con características mínimas que son fijadas mediante estudios previos y
de realización de pruebas de combustión. Durante las pruebas además de comprobar el
comportamiento del aceite como combustible, se trata de determinar los limites
admisibles de elementos contenidos en el mismo de forma que se cumpla la normativa
de emisiones atmosféricas, así como la cantidad de cloro máxima para no producir
atascos en los equipos de entrada de materias primas, típicos de los hornos de vía seca.
Diferentes experiencias han demostrado que los valores de las emisiones son muy
distintos, aun utilizando aceites usados de similares características químicas,
dependiendo de la estructura y tamaño del horno, del tipo de producto que se fabrica
y del régimen de trabajo que se establece.
4. CONCLUSIONES
En este campo, se deberá apostar por la regeneración de aceites usados, para ello
será necesario investigar nuevas tecnologías de regeneración que produzcan aceites
base de buena calidad con los menores costes y con la menor generación de residuos
posibles. Desgraciadamente, debido a las fuertes inversiones que exige, así como sus
altos costes de gestión, se hace necesario utilizar la combustión como alternativa.