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Ciencia y capitalismo

 
La ciencia es un modo de conocer, de simbolizar lo real
 
La ciencia surge entre los siglos XVII y XVIII, en el momento en el que se rompió el monopolio del conocimiento
por parte de la iglesia.
La ciencia solo puede existir en un tipo particular de sociedad ya que es un proceso social muy largo que construye
saberes perfectibles y nunca absolutos.
 
La ciencia y el capitalismo se potencian y se necesitan mutuamente.
Se dice esto ya que el capitalismo para su desarrollo necesita de los avances de la ciencia, y al mismo tiempo
la ciencia necesita de los incentivos y medios materiales del capitalismo, que al concentrar el producto social
en pocas manos posibilita que se destinen grandes recursos al desarrollo científico.
Por esto también podemos decir que la ciencia esta altamente relacionada con la guerra y la búsqueda de
maximizar las ganancias ya que estos conceptos, a su vez, están altamente relacionados con el capitalismo.
o El éxito para el capitalismo es generar la mayor cantidad de capital sin importar lo que se tiene que hacer
para lograrlo.
o El capitalismo surge con la producción de armamento de guerra, que luego se vuelve de uso domestico
(ej.: drones, internet, GPS, celulares)
No se puede pensar la historia de las ciencias sociales antes que el capitalismo
Marx: "la ciencia es una fuerza productiva del capital"
 
Lo que relaciona a la ciencia y al capitalismo es la racionalidad moderna.
Esto se vio impulsado por el desarrollo de la matemática y la cuantificación, ya que esta ultima comenzó a ordenar
las relaciones entre los hombres con la naturaleza, entre ellos mismos y su pensamiento.
Por esto los fenómenos dejaron de ser vistos como algo "místico" y pasaron a ser vistos como vinculaciones simples
en cuyo trasfondo operaba una relación de cantidades.
 
Los primeros pensamientos de la ciencia surgen de la filosofía
 
Los dos pilares de la ciencia que se referían a la naturaleza inerte y a la naturaleza viva dieron nuevos
conocimientos que les permitió prolongar la vida en años promedio, y luego en el siglo XX con el surgimiento de la
biogenética permitió que surgiera la idea de que se podía intervenir en la vida para prolongarla, no estando ya a
merced de Dios. De este modo, el pensamiento científico se separa y se opone del pensamiento religioso.
 
Contexto de surgimiento de las ciencias
 
Las ciencias surgen durante el periodo de transición del mundo medieval cristiano hacia el moderno capitalista del
renacimiento
 
Este fue un periodo de grandes cambios ya que surge un nuevo hombre muy diferente al de el medioevo y con esto
surgen nuevas relaciones, además de que el mundo estaba cambiando con el surgimiento de las pestes, la mayor
importancia a la razón y la utilización de calendarios que organizaban el día de formas que no remitían a la religión.
Para poder explicar todos estos nuevos cambios que estaban pasando, necesitaban una nueva ciencia con un método
científico.
 
Durante este periodo se distinguen tres contextos importantes:
o importancia del comercio
o Importancia del cambio religioso
o Importancia del cambio cultural
 
Importancia del comercio:
 
El comercio en Europa tenia como base la recolección de especies de Asia y para esto necesitaban pasar por el
Mediterráneo, pero en el año 1473 cae el poder de los turcos, por lo que ya no podían pasar por el Mediterráneo.
Colon, afirmando que la tierra era redonda, decide dar la vuelta para llegar Asia, pero llega a américa.
Por esto el eje del comercio pasa de estar en el mediterráneo al atlántico.
Con esto inicia la globalización.
 
Colon pone a trabajar a los americanos
Pero estos se empiezan a morir porque no estaban acostumbrados
Por esto los europeos cazaban africanos para ser esclavos en américa
 
 Comienza el sistema mundial como tal
 
Los europeos se cuestionan si los hombres americanos son hombres ya que la biblia no los mencionaba.
Se genera una distinta percepción de la sociedad al haber un nueva percepción del mundo.
Se sorprenden al saber que hay poblaciones y lugares que siempre existieron pero que ellos no conocían.
 
En la edad media había una organización tripartita:
o Caballeros
o Oradores
o Campesinos
 
Pero en la modernidad surge un nuevo estamento, la burguesía.
Aparecen los nuevos mercaderes, los burgueses. (padres del capitalismo y el marketing)
 
Ellos no tenían poder político, pero si económico.
Los burgueses se casan con los nobles ya que ellos necesitaban poder político y los otros poder económico.
 
Surge el concepto de ahorrar
o El hombre anterior a la modernidad es comunitario (conocía a todos y era solidario)
o El hombre de la modernidad es competitivo
 
Se necesita una ciencia que explique la nueva sociedad que surge después de la peste negra.
La sociedad se pone en contra de la iglesia porque no los ayudaban
 
Se comienza a valorar la razón sobre la fe:
o Edad medio: el centro es dios
o Edad moderna: el centro es el hombre
 
Se utiliza el calendario gregoriano y se dejan de dividir los días según los rezos, sino que se ordenan según el
trabajo, con la ayuda del cronometro.
 
El renacimiento es el proceso civilizatorio que da origen a la modernidad:
o Renace la antigüedad grecolatina (renace una nueva idea de hombre y de sociedad)
o Proyecto civilizatorio, el hombre sobre dios
o Utilización de la razón para explicar el mundo
o Cambia la percepción del hombre sobre la naturaleza
Naturaleza: materia prima
 
Con el surgimiento de los mercaderes de extiende la economía y es sentaron las bases del mercantilismo, lo que
posibilito la circulación de conocimientos y permitió asentar la noción de que por fuera de la experiencia vital existe
un mundo similar al de la propia comunidad (ayudaron a construir la noción de universalidad)
 
Importancia del cambio religioso:
 
Esta época se caracteriza por la constitución de la iglesia protestante y la reforma y contrarreforma
 
La reforma era un movimiento del catolicismo liderado por Martin Lutero
Criticaba a la iglesia la venta de indulgencias (tenían que pagar y ofrecer sus tierras para llegar al cielo)
La iglesia tiene que apelar a la tolerancia después de la inquisición.
 
Con la expansión ultramarina se expandió el conocimiento del mundo y con esto se conocieron nuevos modos de
vida y posibilidades sociales y económicas.
Así, se destruyo la sociedad feudal y la iglesia, poniendo en cuestionamiento varios de sus preceptos.
Antes los campesinos eran sometidos a los ciclos naturales, por lo que necesitaban una protección de entidades
supremas.
 
El capitalismo crea una ciencia para explicar lo que la religión no puede explicar aprovechando que la iglesia estaba
debilitada.
Buscaba explicar por que el hombre de la edad moderna es completamente diferente al de la edad moderna
 
El hombre moderno no trabaja de la tierra porque es un proletariado:
o no tiene la tierra
o No tiene las herramientas
 
"el capitalismo llega al mundo chorreando lodo y sangre"
 
La importancia del cambio cultural:
 
surge en el renacimiento con la importancia a las tradiciones grecolatinas centradas en el hombre
La sociedad pasa de ser explicada por la biblia a ser explicada por las ciencias sociales
La burguesía no existía en la edad media, surge con el comercio.
 
La iglesia realizo un gran aporte al desarrollo de la ciencia ya que estaban en contra de la magia, pero esto fue
contraproducente.
 
La ciencia no surgió ni por genialidad, ni por acumulación de conocimiento, ni por la legendaria y azarosa caída de
una manzana en la cabeza de Newton.
Es mas bien un proceso enmarañado, que, estimulado por condiciones favorables, se constituye favorablemente en
la nueva sociedad.
 
Para el surgimiento de la sociología hay que considerar:
o La revolución industrial (mediados del s. XVII)
o La revolución francesa (1789)
 
Proceso de proletarización del campesinado
 
Prole: obrero (todos los trabajadores son obreros)
El campesino trabaja la tierra que no es suya
 
S.XVI: proceso de cercamiento (propiedad privada)
o Se cercaba la propiedad por medio de fosas y pozos para diferenciar lo propio de lo de los demás.
o Los dueños de las tierras echaban a los campesinos
 
Se produce el éxodo rural en el que los campesinos se mudan a las ciudades y comienzan a realizar otros tipos de
trabajos como manufacturas y artesanías.
Estos objetos los vendían en el mercado como mercancías.
Por esto surgen los mercaderes, que eran los intermediarios entre el comprador y el productor.
 
Con la evolución del comercio:
o surgen los burgueses
o Las personas empiezan a tener ordenes de alguien
o Surgen las fabricas artesanales
o El trabajo se convierte en mercancía y se puede comprar y vender
o El trabajador es asalariado (recibe un pago por trabajar las horas que la ciencia decía que tenia
que trabajar)
 
Revolución industrial en Inglaterra
 
La revolución industrial fue un proceso de innovación tecnológica que trascendió los limites impuestos por la
naturaleza al trabajo humano, apoyándose en los avances de la ciencia, la tecnología y el capitalismo en búsqueda de
producción para la valorización del capital.
Así surgió el vinculo vicioso entre ciencia-tecnología y relaciones capitalistas
 
Los ingleses consumían telas de la india (muselinas)
Dumping: se compra algo muy barato y se vende muy caro
 
Inglaterra: gran industria de telas
Pelea entre productores ingleses e importadores de la india.
La corona prioriza la industria nacional.
 
Hay una gran demanda de telas y la industria nacional necesita producir muchas mas:
o Necesitaban algodón: buscaban en américa y realizan lazos económicos con USA que se había
independizado hace poco
o Necesitaban carbón: para poder trabajar se tenia que generar energía a través del fuego
 
La industria no estaba capacitada (se necesitaba mayor cantidad de algodón y maquinarias)
 
Surgen maquinas mas desarrolladas para acelerar el proceso de hilandería, y luego, de tejeduría.
Estas maquinas podían producir telas mas anchas
Estas maquinas primero eran de madera y luego de metal
Las maquinas reemplazan al hombre
 
Tiene que surgir una nueva industria: la industria pesada (minera y metalera)
 
Necesitaban energía de vapor para trabajar, por lo que crean las maquinarias a vapor
(la energía a vapor surge de manera accidental, sacaban el agua de las minas y se dieron cuenta de que daba energía)
 
Revolución francesa
 
Durante la revolución francesa se expresaron muchos conflictos sociales llenos de radicalismo.
En esta no solo hubo una ruptura política y social, sino también una epistemológica refiriendo a los cambios en la
forma de gobierno, los calendarios, las medidas, etc.
 
Mercado: espacio social de concurrencia para el intercambio de equivalencias
El mercado hegemónico en el siglo XVII se había expandido por toda Europa occidental y la revolución francesa se
basa en ese mismo
 
La ruptura del orden establecido y la igualdad de derechos bajo la inauguración de la noción de humanidad fueron
las condiciones que posibilitaron el levantamiento de la clase obrera francesa.
 
Con la revolución se sentaron las bases del parlamentarismo británico, que había pasado de ser una noción de
pastores a una potencia mundial.
 
Las bases de las relaciones ya no son cualitativas, sino que son cuantitativas.
 
 
Surgimiento de la sociología
 
El siglo XVII es un siglo de grandes cambios sociales, políticos y económicos causados principalmente por la doble
revolución, la población ya se encuentra urbanizada y la intelectualidad tiene nuevos intereses y buscan respuestas
científicas mediante el uso de la razón.
 
En este tiempo la ciencia tenia una gran fuerza que se veía demostrada en las transformaciones tecnológicas y
técnicas que había producido. Las ciencias naturales estaban en su auge y la ciencia remitía a los patrones
cuantitativos.
 
Las ciencias sociales surgen para explicar una nueva realidad creada por el origen del trabajo.
La sociología cuando surge es una ciencia del hombre. Esta explicaba como deberían ser las cosas ( a diferencia de
Marx que explicaba como eran las cosas en su momento, por lo que no es considerado un sociólogo)
 
SAINT SIMON:
o Para él la sociedad es una unidad entre el aparato de producción y las ideas que contiene y desarrolla
o Buscaba comprender los desordenes del mundo capitalista y del republicanismo
o Plantea el ordenamiento de la sociedad en función de sus actividades productivas
 
COMTE:
o Es considerado el padre de la sociología
o Positivista
o Estableció una ciencia de la sociedad siguiendo el modelo de la física newtoniana (física social -
sociología)
o Se intereso por captar regularidades (leyes), las causas, los efectos y las fuerzas operantes.
o Consideraba los desordenes como desajustes que debían ser armonizados, conociendo las causas de los
fenómenos y leyes que los regulan. (arreglar el desorden y que vuelva el orden)
o Se basaba en la noción de equilibrio.
 
DURKHEIM:
o instituye a la sociología como disciplina dentro de la academia (ámbito universitario)
o Utiliza herramientas de las ciencias naturales y las adapta para las ciencias sociales (método fisiológico)
o Veía a la sociedad como elemento significante en si mismo y los individuos e instituciones que la
conforman como componentes necesarios, pero no indispensables.
o Con él, la sociología alcanzo el rengo de ciencia de la época (era considerado un saber con la capacidad
de cuantificar y predecir un fenómeno determinado)
o Sustituye la noción de naturaleza humana por la de persona normal (comparte características con la
mayoría de los individuos)
La persona anormal o desviada se caracteriza por la singularidad positiva o negativa de sus actos
El sujeto normal no debe dar explicaciones de cómo es o por qué hace lo que hace, sus razones se
sobreentienden. Esto, además, fortalece y expande la aceptación de lo instituido, y debilita la capacidad y
costumbre de preguntarse la razón de las cosas
Al determinar estos patrones la sociología se vuelve performativa
 
MARX:
o Analizo el tipo de vinculaciones que se establecen en el capitalismo
o Estableció la supremacía de la cantidad sobre la calidad
o Las personas se vinculan mediante intercambios mercantiles, siendo la mercancía una expansión del
producto social, que, en este sistema tiende a expandirse.
 
WEBER:
o Contrariamente a Durkheim, construyo una teoría social basada en el individualismo metodológico, en la
que el centro de la acción social es el individuo.
o Influenciado por el modelo físico.
o Postulaba la predictibilidad de la conducta humana en función de su tipificación según modelos ideales
o Modelo ideal: construcciones conceptuales puras que sirven como patrón para orientar el análisis social.
Estos nunca se encuentran en estado puro en la realidad.
o En sociología la comprensión de las acciones sociales de los individuos permitía entender el
comportamiento social.
 
Anomalía
 
CLAUSEWITZ se cuestionaba sobre por qué los ejércitos franceses luchaban tan mal pero siempre ganaban. Llegó
a la conclusión de que la diferencia con otros ejércitos estaba en los ordenes sociales y políticos de donde provenían
las ordenes de guerra. Lo mas importante era el fuerte nacionalismo que tenían en el que se juntaba lo técnico con la
fuerza moral.
Su pensamiento escapaba los cánones de la época, por lo que su teoría fue una anomalía. No fue asimilada, pero
tampoco rechazada.
 
Orden de las transformaciones
 
La principal transformación en la vida de las personas se observa en el cambio de perspectiva sobre la naturaleza,
esta pasa de ser considerada como algo "mágico" a basarse en los nuevos conocimientos de la ciencia.
Estas transformaciones cambiaron la forma en la que las personas se relacionaban entre sí, por ejemplo:
o Cambiaron las condiciones objetivas de vida
o Cambiaron las formas de vinculación entre las personas
o Sucedió el proceso civilizatorio y la conformación de nuevas formas estatales.
 
Estos cambios no pudieron haberse dado de forma inversa ya que los cambios en la naturaleza son casi inmediatos,
pero los cambios sociales que esta conlleva son menos perceptibles y tienen distinto tiempo de maduración.
 
Radicalización del número de la teoría social
 
PARSONS, realizo un síntesis de la teoría sociológica, combinando elementos de Durkheim, Weber, Paretto y
Freud; llamada estructural-funcionalismo
 
Esta teoría construyo una estructura conceptual en la que se combina una visión deseable de la sociedad, con las
motivaciones subjetivas de aquellos agentes.
Este equilibrio permitió construir instrumentos de medición que posibilitaban observar cuan apropiadas eran las
situaciones con respecto al modelo ideal.
 
o Fue criticada de forma que al abstraerse tanto del presente llegaba a despreciar el origen histórico de los
fenómenos que analizaba el estudio de procesos
o Esta también presenta un estudio de los estratos sociales en vez de las clases sociales, que se miden
cualitativamente al contario de los estratos que se miden cuantitativamente.
o Además, instituyó la creencia de que existe la "opinión pública"
 
Por esto no se utiliza para investigaciones académicas
 
La renovación de las ciencias
 
Ciencia: se encuentra en renovación constante
Verdad: es la suposición de que existe un sustrato último, imperecedero e invariable.
 
Por esto la ciencia no busca verdades ya que se encuentra en constante transformación y se revoluciona de manera
permanente
 
En la actualidad en la ciencia hay dos tendencias que se encuentran de manera contrapuesta
o Hiper-especialización
o Generalización
 
Hiper-especialización:
o En ella los conocimientos son cada vez más parcelados, profundos, sobre universos más y más pequeños
o Esta es necesaria ya que los conocimientos se incrementan mucho mas rápido que la capacidad de
asimilación de los humanos
o Al reducirse cada vez mas el objeto de estudio se genera un problema semántico: los términos solo se van
haciendo significativos para su propio ámbito
 
Generalización:
o Se inclina hacia una unidad epistemológica de la totalidad de la ciencia
o Se trata de buscar patrones comunes
o Teoría general de sistemas
 
Los puntos de encuentro de estas dos tendencias son:
o El principio de incertidumbre: más conocimiento produce mayor incerteza, lo que debilita la capacidad
de predicción de la ciencia
o No hay exterioridad de la observación respecto al objeto observado: al observar un objeto, tanto como al
medirlo, se realiza una acción sobre ese objeto, lo que genera una alteración en este mismo, lo que
imposibilita la repetición de un experimento.
o En el transcurso del tiempo todo se modifica: todas las ciencias tienen que reconocer la singularidad de
los fenómenos y trabajar a partir de la imposibilidad de repetición. Así se eliminan las líneas que distinguen a
las ciencias sociales de las naturales
Se considera que se tienen que desarrollar modelos explicativos/intervencionistas desde tres enfoques:
a. Heurístico: se descarta la búsqueda de la regularidad, enfatizando en la singularidad del hecho
b. De flujos/estructuras: examina los vínculos y las invariantes de los mismos pudiendo acentuar más en un
aspecto que en otros.
c. Probabilístico: busca regularidades a partir de los agregados con uso de elementos estadísticos.
Cuando se trabaja en estos términos se elimina la capacidad de certeza.
 
Lugar de las teorías
 
Las teorías son las grandes directrices sobre las que se trazan mapas concretos
La teoría se produce por agentes concretos que habitan en un momento histórico determinado, y es la historia quien
determina cual tiene razón en un momento determinado.
Por lo tanto las teorías subsisten si se mantienen fructíferas, si permiten organizar y dar sentido a los hechos.
Por lo tanto una buena teoría es aquella que permanece vigente
 
Ciencia, verdad y eficacia
 
La adecuación de la ciencia en general no se enlaza con la verdad, sino con su eficacia transformadora. Esto permite
la coexistencia de teorías, que fortalece a la ciencia haciéndola más productiva.
 
La ciencia no descubre la verdad, sino que la instaura. Esta es una verdad eficaz, transitoria, pero con capacidad de
inaugurar espacios de realidad.
 
La eficacia es la capacidad del uso de teorías para lograr efectos en la modificación del entorno, para lo cual se debe
contar con los recursos que lo hagan posible. (del poder)
La relación de la ciencia con el poder ha sido muchas veces íntima pero no sin contradicciones. Esta puede
enfrentarse al poder, contraponiéndose a las verdades construidas.
 
Cada teoría en su interacción con el entorno construye sus evidencias, sus datos y finalmente sus certidumbres.
El sentido común es una vulgarización fragmentaria de las teorías sociales, que dificulta su estudio ya que hace que
portemos distintos significados sobre los mismos significantes
 
Naturaleza y cultura (Bauman)
 
Cultura: cosas que están dentro de las "posibilidades humanas"
Naturaleza: las pautas, las normas a las cuales la acción humana debe someterse.
 
 
Algo que es asunto de la naturaleza es manipulable, y que existe un estado deseable al que se debería llegar a través
de la manipulación.
Las herramientas disponibles para esa manipulación son las que ofrecen los criterios para distinguir entre orden y
desorden, entre la norma y la desviación de la norma.
 
La cultura consiste en hacer que las cosas sean diferentes de lo que serían, y en mantenerlos en una forma artificial,
construida.
Consiste en introducir y mantener ese orden y en combatir todo lo que se aparte de él y sea considerado, desde el
punto de vista de ese orden, como caos.
Busca complementar el orden de la naturaleza (el estado de las cosas como lo son sin interferencia humana) o
suplantarlo por uno artificial e inventado, que no solo promueve sino también evalúa: significa preferencia.
La cultura siempre exalta a un orden como el mejor o el único bueno.
 
Lo que traza la división entre naturaleza y cultura depende de los conocimientos y las técnicas disponibles, y de
que exista la ambición de usarlos con fines no perseguidos hasta entonces.
El desarrollo de la ciencia y la tecnología amplía el ámbito de la manipulación de fenómenos que hasta ahora eran
naturales, y extiende así el dominio de la cultura.

La cultura manifiesta el creciente poder de la humanidad en su conjunto, la independencia, la libertad de la especie


humana respecto de la naturaleza.
Y como esta última, puede parecernos un destino contra el que no podemos rebelarnos
Es una actividad que algunas personas realizan sobre otras, aunque la autoridad detrás de una norma sea vaga y a
menudo anónima.
 
Se presenta bajo varias formas:
a. opinión pública,
b. moda,
c. consenso,
d. visión de los expertos,
e. sentido común (de todos en general y de nadie en particular).
 
Por lo tanto debe tiene una sustancia ilusoria: es irresistible, oponerse a ella es riesgoso.
Además, no es menos natural que la naturaleza y, a pesar de su origen humano es inalcanzable, representa como son
las cosas.
 
Las acciones que tienen que ver con la introducción y la permanencia de un orden artificial son de dos tipos:
a. Dirigido al medio ambiente: regula, ordena el contexto en el que se producen los procesos vitales
individuales. Hace que el mundo parezca más regular, de modo que ciertas clases de comportamiento sean
mejores que otras, y por lo tanto más probables.
a. Dirigido al individuo: modela los motivos y los propósitos del proceso vital mismo. Hace que nos
sintamos más inclinados a seleccionar ciertos motivos y propósitos de entre muchos otros.
 
El orden se distingue de la aleatoriedad por el hecho de que en él no puede suceder cualquier cosa, no todo es
posible, solo un número finito de una serie infinita de acontecimientos puede tener lugar, y algunos son más
probables que otros.
De este modo, el orden se establece cuando lo probable se transforma en inevitable, y diseñar un orden significa
manipular la probabilidad de los hechos: seleccionar, elegir y establecer preferencias y prioridades, evaluar.
Los valores respaldan el orden artificial y luego se incorporan a él.
Cada orden artificial representa una de las muchas maneras en las que pueden definirse las posibilidades, pero una
vez establecido parece ser el único posible.

Todos tenemos un interés creado en la generación y mantenimiento de un entorno ordenado, debido a que la mayor
parte de nuestro comportamiento es aprendido. Gracias a la memoria y a nuestra capacidad de aprendizaje somos
capaces de acumular conocimiento, capacidades, experiencia, destreza para la vida, siempre y cuando el mundo que
nos rodea sea constante.
 
El mundo ordenado es ese entorno regular y previsible de nuestra existencia, un producto de la planificación y la
selección de la cultura.
Este orden del mundo que nos rodea tiene su contrapartida en el mundo de nuestro comportamiento. Las variaciones
de lo que aparentemente es una norma son poco frecuentes.
Si uno se desvía de la norma, siente vergüenza, que es una reacción automática frente a la mezcla, a la
conjunción de lo que tendría que haber permanecido separado, a la violación de una distinción que debería
haber sido observada y mantenida intacta. Es una defensa (aprendida culturalmente) contra el
desconocimiento de las diferencias.
 
La cultura se manifiesta principalmente por medio de distinciones, divisiones, segregaciones, discriminaciones entre
cosas o acciones que de otro modo quizás no estarían separadas.
Se logra que las partes del mundo sean diferentes entre sí y también que cambien según los períodos
distinguidos en el fluir del tiempo.
Del mismo modo se establecen diferenciaciones entre las acciones.
 
La división entre estos dos planos es producto de la abstracción, ya que en realidad no son independientes: en la
práctica están indisolublemente unidos.
Las distinciones (sustancia del orden producido culturalmente) afectan simultáneamente a ambos planos. Las
oposiciones establecidas en el mundo que nos rodea repiten en la diferenciación de la conducta de los actores, y que
el despliegue de pautas de conducta opuestas se refleja en las divisiones externas del mundo exterior.
 
Es decir que ambos mundos se estructuran (articulan) con ayuda de oposiciones: en contextos sociales separados
que requieren conductas distintas y pautas de comportamiento adecuadas para los contextos sociales distintivos (y
las dos articulaciones se corresponden mutuamente o son isomórficas). Es decir que cuando hay una oposición entre
los modos de conducta también habrá una oposición en los contextos sociales.

El código cultural es el recurso que asegura esa superposición. Este es un sistema de oposiciones entre conjuntos de
signos que establecen una vinculación entre el comportamiento de los actores y la situación social sostenida por este
comportamiento.
 
Estos signos apuntan en dos direcciones:
 a las intenciones de los actores
 hacia el segmento de realidad social en el que actúan
una no es un reflejo de la otra, sino que existen sólo juntas, y ninguna es principal ni secundaria
 
El entrenamiento de los individuos humanos consiste en impartir el conocimiento del código cultural: enseñar a leer
los signos y las destrezas necesarias para seleccionarlos y desplegarlos.
Todas las personas culturalmente entrenadas pueden “leer” correctamente el contexto en el que ingresan y escoger
un modo de comportamiento que posiblemente provoque el tipo de situación que deseen.

El código funciona si todas las personas que participan en determinada situación han recibido el entrenamiento
cultural necesario. De otro modo, la pretendida coordinación no se producirá.
Conocer el código significa comprender el significado de los signos, es decir, saber cómo actuar en una situación en
la que aparece el signo y cómo usarlo para provocar una situación semejante.
 
La comprensión representa una doble selección:
el signo remite a una determinada clase de entorno y a una determinada clase de conducta.
Esa captación de significado no evoca ningún pensamiento, sino que es solamente saber como proceder.
 
El significado reside en su relación (oposición) con otros signos: es la distinción entre la situación del momento y
otras situaciones que podrían haber tomado lugar pero no lo hicieron.
Pero casi siempre un solo signo es insuficiente para hacer presente esa distinción, por lo que se necesita un exceso
de señales, una acumulación de oposiciones que solo repiten la información, una redundancia.
Esta es fundamental para el correcto funcionamiento de cualquier código cultural, un factor indispensable en la
actividad de la cultura productora de orden.
Hace posible el uso del código cultural como un medio de comunicación (mutua coordinación de comportamiento).
 
Los significados de los signos deben ser descifrados y entendidos dentro del código cultural tomado como un todo
(en las distinciones que establece) y no en el supuesto vínculo especial entre el signo y su referente, porque ese
vínculo no existe: los signos son arbitrarios o culturales.
Eso es lo que los diferencia de los indicios o síntomas que nos da la naturaleza, que (al igual que los signos
culturales) nos dan información sobre algo que no podemos ver. Pero esos indicios son efectos directos de sus
respectivas causas (determinados) y lo que uno descifra son esas causas.
 
El hecho de que los signos sean arbitrarios permite que estos puedan ser reemplazados por toda otra clase de signos
en toda otra clase de formas. Por eso es que suelen cambiar radicalmente con el tiempo y de un lugar a otro, y
siguen cumpliendo su función de discriminar.
 
La libertad completa de elección no siempre es igual a arbitrariedad.
Solamente en el lenguaje la arbitrariedad de los signos no tiene limitaciones, en otros sistemas de signos no es así
debido a que, además de la comunicación, estos están vinculados a otras necesidades humanas, y por lo tanto, a
otras funciones. Pero en su función comunicativa los signos son siempre arbitrarios, aunque no lo parecen.
Para las personas criadas en una lengua parece que existe un vínculo material entre el sonido de una palabra y
el vínculo al que se refiere.
Esta ceguera forma parte de la cultura, mientras menos consciencia tenemos de la función no sustantiva,
constructora de orden de las acciones culturalmente determinada, más seguro es el orden que ellas mantienen.
La cultura es más eficaz cuando se disfraza de naturaleza, y esto funciona siempre y cuando no se ponga en
evidencia el carácter convencional de las normas que propaga.
Es difícil que esto ocurra si todos los individuos próximos han sido sometidos al mismo tipo de información cultura,
pero hoy en día todos sabemos que hay muchas formas de vida diferentes, y tenemos la conciencia de que toda
forma de vida es una elección.
 
No podemos equiparar la idea de cultura con la de naturaleza. El orden al que apunta la primera nunca está
seguro: la propia cultura no es la única y ni siquiera la mejor.
 
Esto puede provocar que desacreditemos y denigremos las normas de otras culturas y sus productos (los órdenes
alternativas), las presentamos como una ausencia de cultura o (si son completas y viables) como extravagantes,
inferiores y amenazadoras. Esto se denomina xenofobia o heterofobia, y son métodos para defender nuestro frágil e
inestable orden mantenido solamente por el código cultural compartido.
 
Es decir que las culturas tienden a la hegemonía: al monopolio de las normas y valores sobre los que se ha
erigido su orden. Tienden a la uniformidad en el ámbito sujeto a su hegemonía, y a una clara diferenciación entre
ese ámbito y el resto del mundo humano: están en contra de la igualdad de las diversas formas de vida.
Es una actividad proselitista que apunta a la conversión, y toda su hostilidad está dirigida a la herejía.
 
Cuando coexisten varios modelos culturales sin líneas divisorias entre sí se necesita una actitud de tolerancia
mutua: mutuo reconocimiento de la validez y los méritos de la otra parte.

Las tres miradas sociológicas (nievas)


 
Ciencia: actividad propia del mundo moderno que nace en el renacimiento, cuando estaba ligada a las formas de
conocimiento del mundo físico. Las observaciones sobre el mismo modelaron una manera de pensar abstracta,
regida por reglas invariantes que fueron configurando una lógica particular, culminando en la razón moderna (una
serie de enunciados concatenados que conforman una unidad armónica, vinculados con axiomas y con la
observación de los fenómenos).
Las formas de pensamiento anteriores eran especulativas, esencialistas y dogmáticas.
 
La ciencia no busca la verdad, sino conocimiento, que nos permite avanzar en nuestro dominio del mundo.
Para esto necesitamos organizarlo en teorías (sistemas de conocimiento). La ciencia admite más de una teoría para
un mismo aspecto de la realidad, por lo que se puede decir que el conocimiento es asequible desde diferentes
marcos.
 
Pensamiento científico Pensamiento dogmático
Necesita demostración Necesita adhesión
Busca y genera conocimiento Busca la verdad y genera creencias
Es complejo Es simple (las cosas son de una manera)
Construye argumentos sofisticados Opone verdad a mentira
 
Ciencias sociales: entre los siglos XVIII e inicios del XIX se buscó entender la transformación del mundo social
que había ocurrido, y así surgió un aspecto inesperado de la reflexión científica: que existía el ámbito específico de
“lo social” como entidad dentro de la realidad.
Las causas de esto fueron que de una sociedad relativamente estable y de población más que nada campesina, se
pasó a vivir grandes cambios políticos, económicos y sociales, especialmente el proceso de concentración en las
ciudades, lo que requiere una mayor interacción e interdependencia, y mayor cantidad de fricciones (políticas).

Las ciencias sociales, en un principio, imitaban los modelos de las ciencias naturales, aunque hubo excepciones a
esta regla.
Comenzaron más o menos indiferenciadas como reflexiones en función de temas y no como enfoques. La
segmentación sobrevino con el desarrollo, pero originalmente su pensamiento propio vino de la filosofía social.
 
Filosofía Ciencia
Reflexión especulativa, sistemas de pensamientos Busca la constatación empírica de sus proposiciones
armónicos, generales, de alto nivel de abstracción
 
Las primeras estructuraciones surgieron en torno a la economía-política (que incluía política, economía y
sociología).
 
Materialismo dialéctico (marxismo):
llevado a los análisis empíricos se denomina materialismo histórico.
Critica el materialismo vulgar o contemplativo (Feuerbach) y a la dialéctica idealista de Hegel.
 
Hegel Tradición occidental Materialismo dialéctico
Centra su atención en la relación A partir de la definición de las Observa centralmente el vínculo y a
entre las entidades (no en las entidades evalúa su relación partir de éste evalúa las entidades
entidades mismas), renunciando a
toda ontología, dado que el
significado de las entidades depende
de sus vinculaciones con otras
entidades.
 
Este último no construye su teoría sobre cualquier vínculo, sino sobre el entramado de las relaciones estables para
cada período histórico.
Para ello Marx y Engels parten de la premisa de que para que haya historia humana deben existir los humanos,
cuya vida y reproducción está condicionada por su corporeidad y las condiciones naturales y sociales en las que se
encuentran, en las cuales comienza la observación.
El ser humano es el único ser vivo que no vive solo de lo que encuentra en la naturaleza, sino que construye su
hábitat, y que los medios ambientales son múltiples y diversos, por lo que debe considerarse qué y cómo producen
en su propia vida material para entender la dinámica de los grupos.
Es decir, las relaciones de producción que se estructuran en cada uno de ellos.
 
A medida que los grupos crecen y se interrelacionan entre sí van formándose las sociedades complejas, y
entenderlas requiere entender sus relaciones de producción porque el conjunto social puede reproducirse solo a
partir de ellas.
Marx y Engels las denominaron modos de producción, encontrando que estos se suceden unos a otros en una
secuencia de sucesiones que supone cada vez mayor complejidad. Para comprender esa secuencia, se empieza por
comprender el modo de producción más complejos y se sigue por los más simples.
Esto es debido a la importancia que Marx y Engels le prestaron al factor azar.
En lugar de pretender encontrar las regulaciones de toda la actividad cósmica en forma de leyes (como el
positivismo), encontraron leyes acotadas a cada modo de producción, y entendieron que su articulación no está
concatenada con una necesidad matemática sino que el azar influye en su constitución, después de la cual actuarán
como leyes naturales.
Es la conjunción de estas con el azar lo que determina el fin de un modo de producción y su sustitución por otro más
complejo.
 
En resumen, solo a partir del presente puede explicarse el pasado (no desde el pasado explicarse el presente), pero
debe recurrirse al pasado porque en él se dieron las combinaciones entre leyes tendenciales y causas azarosas que
culminaron en este presente y no en otro. Y a su vez, estas combinaciones particulares solo son aprehensibles desde
el estudio de las relaciones entre las entidades.
Por lo tanto, este modelo teórico parte del estudio de las relaciones sociales, acentuando aquellas que resultan
relativamente invariantes en un espacio-tiempo dado (modelo de producción)
 
Modelo holista:
 
La sociología como disciplina científica en el ámbito aparece en el último cuarto del siglo XIX, y Émile Durkheim
fue su propulsor.
Circunscribió el objeto de estudio de esta ciencia: la sociedad, que es más que el conjunto de los individuos que la
forman.
Observando el todo se pueden entender cómo funcionan las partes (adaptaciones funcionales al todo). Por lo tanto,
la unidad analítica del holismo es el hecho social (fenómeno colectivo que actúa ejerciendo sobre las personas un
poder coercitivo anterior a las personas).
Este modelo descarta las explicaciones individualistas.
 
El hecho social es mensurable mediante la estadística, y en él se manifiesta la vida anímica de la sociedad.
Lo importante es lo que ocurre en promedio.
 
La campana de Gauss grafica la distribución de elementos (en función de una característica) de forma que la
mayoría de ellos se agrupa en el centro de los valores, y hacia los extremos disminuyen.
Los casos medios son “normales”, y los de los extremos “desviados”.
 
El holismo generalmente permanece en el plano descriptivo de la situación: los datos empíricos son más valiosos
que las explicaciones especulativas en torno a él.
Recurre al análisis multivariado, lo que permite establecer correlaciones o regresiones que muestran cómo
distintos factores se vinculan entre sí o varían con el tiempo.
Pero el método estadístico tiene un carácter performativo, induciendo a que las cosas sean cómo son y no de otro
modo, reforzando la forma de distribución.
Si esto no ocurre, una serie de impugnaciones y sanciones sociales llevarán al individuo a actuar “aceptablemente”.
Por lo tanto, este modelo es conservador porque se ciñe a lo existente.
 
Individualismo metodológico:
 
fue elaborado entre fines del siglo XIX e inicios del XX, y es opuesto al holista.
 
Considera al individuo el centro de todo vínculo social, y la unidad de análisis es la acción social (actividad del
sujeto, considerada en su mínima expresión).
 
Está inspirado en el modelo atómico, y supone que las mallas de actividades sociales pueden ser estudiadas a partir
de su núcleo mínimo e indivisible. Su gran teórico fue Max Weber.
 
Las acciones son sociales si se desarrollan con la expectativa de una acción recíproca.
Esto reintroduce el subjetivismo en sociología, entendiendo por ello la perspectiva del actor social.
 
Esto tiene (metodológicamente) una perspectiva teleológica (estudio de los fines): importa la finalidad buscada
independientemente de su éxito o fracaso.
Estas acciones sociales se clasifican en una tipología que conforma un marco que el sociólogo puede racionalizar y
comprender las acciones básicas que conforman, en su conjunto, la totalidad de la acción social.
Este marco analítico torna inteligible distintas situaciones no racionales de las personas en un cuerpo teórico
racional. De este modo se puede reconstruir el sentido de acciones que terminan en equívocos.
 
Cuerpo teórico Materialismo dialéctico Holismo Individualismo metodológico
Unidad de análisis Relación social Hecho social Acción social
Tipo de objeto que Análisis global: estudios Análisis global: estudios Situaciones cotidianas o algunos
se abordará diacrónicos (históricos) sincrónicos (de un enfoques de estudios culturales
momento)
Comprende La lógica del capitalismo y El mundo tal cual es El mundo cotidiano
propender a su superación
autor Marx y Engels Durkheim Weber
 
La coexistencia de teorías
 
Estos tres cuerpos teóricos conviven en sociología. Son los principales en sociología.
Esta coexistencia existe porque las ciencias sociales admiten teorías que pueden ser contrapuestas.
 
Las teorías son construcciones simbólicas que contienen proposiciones básicas relativamente invariantes
(postulados) que, en interacción con la observación, permiten construir hipótesis (explicaciones probables de un
fenómeno) que, en la medida en que pueden ser corroborada por datos empíricos se transforman en tesis o
demostraciones, que a su vez son siempre precarias e históricamente acotadas (especialmente en sociología, en
dónde el sujeto de estudio cambia más o menos rápidamente).
No suele haber debate entre las teorías, sino en el interior de cada cuerpo teórico.
 
Hay determinado tipo de fenómenos que son mejor abordados por una teoría que otras (ninguna tiene supremacía),
debido a que toda sociedad es relativamente estable (se reproduce) (holismo) pero a la vez, no es idéntica a sí misma
cada día (va variando) (materialismo dialéctico) y en todos los casos siempre hay situaciones cotidianas
(individualismo metodológico).
 
El holismo y el individualismo metodológico surgieron como alternativas al materialismo directo, debido a que la
teoría marxista fue apropiada por movimientos antisistémicos.
Weber y Durkheim adherían al régimen social existente, y pensaban que no era conveniente un cambio
revolucionario.
 
El contexto de producción de las teorías:
 
Materialismo histórico (dialéctico):
Toma parte de la tradición filosófica alemana, pero se elabora en el marco de las luchas obreras (Europa, mediados
siglo XIX) y de la búsqueda de alternativas superadoras del capitalismo de la que participaron varios intelectuales
de la época.
Muchos de esos “socialistas utópicos” fracasaron, mientras que los precursores del materialismo dialéctico lograron
dar un sustento científico a las ideas socialistas, un estudio minucioso de la lógica del capitalismo.
Trabajando en secreto en ese clima político revolucionario, concentraron su pensamiento en el cambio social.

Holismo:
En Francia todavía estaba fresca la memoria (traumática) de la revolución francesa y de las revoluciones fracasadas
del movimiento obrero.
Durkheim y otros republicanos intentaban fortificar a la República (Tercera República). Tenían un pensamiento
evolucionista, de que las demandas obreras serían satisfechas en el republicanismo.
 
Individualismo metodológico:
Max Weber produce intelectualmente en el contexto de la consolidación de una Alemania relativamente unificada.
El Imperio Alemán había desarrollado una fuerte burocracia sobre la que se asentaba, pero el aparato estatal perdió
parte de su poder, lo que llevó a Weber y muchos intelectuales a pensar formas alternativas del fortalecimiento del
Estado (especialmente por el crecimiento del partido Socialdemócrata obrero que amenazaba con llevar a cabo una
revolución socialista).
 
En este contexto, la burocracia era insuficiente, la clase política venía de un sector social atrasado, los capitalistas
eran indiferentes a la política y los obreros carecían de la madurez política necesaria para dirigir los destinos del
país.
 
Teorías sociológicas hoy:
 
Hay pocos cultores de estas teorías puras hoy.
En el materialismo dialéctico hay muchas variantes y subvariantes pero con poca representación.
Los holistas han devenido en variantes del funcionalismo o el estructural-funcionalismo.
 
Ha habido intentos de síntesis entre materialismo dialéctico e individualismo metodológico (Bourdieu, marxismo
analítico).
También intentos de fusión entre marxismo y funcionalismo, marxismo y psicoanálisis, y de síntesis entre el
individualismo metodológico y la fenomenología (interaccionismo simbólico).
 
No se elige la teoría en función del objeto, sino que se adopta una teoría y esta delimita el o los objetos (o
niveles de observación) que se abordarán. Esta diferencia en los niveles de observación, objetos que se construyen,
campos de interés que generan es lo que facilita la situación de no diálogo entre las teorías.
 
Norbert Elías: Centra su atención en las relaciones sociales, poniendo el foco en la cultura y en los modales,
logrando construir una perspectiva desde las relaciones.
Su método es historicista (apegado a las particularidades de la historia) por lo que tiene dificultades a la hora de
generalizar un entramado específico.
Sus reflexiones metodológicas ayudan a construir una perspectiva que elude la dicotomía individuo sociedad (falsa
porque no existen sociedades sin individuos ni individuos fuera de la sociedad).
Esta perspectiva enlaza con el materialismo dialéctico.
 
El hecho de que no haya diálogo en las teorías no es una debilidad, porque de darse se desplazarían unas a otras.
 
Comte
 
Se declaró como el descubridor de la sociología, y se enfocó en delimitar el objeto de estudio de la materia. Dice
que los sociólogos son más importantes que los religiosos y el Estado, y que había que crear una ciencia que sirviera
para ver la dinámica y el funcionamiento de la sociedad.
Esta ciencia es la sociología, ciencia que en sus comienzos nombrara como “física social” con el fin de asemejarse
(no solo de nombre, sino en metodología) a las ciencias naturales.
 
Identificaba 3 modos de hacer investigación social con el fin de obtener un conocimiento empírico del mundo social
real:
 el primero es la observación (debe hacerse guiada por una teoría y conectadas con una ley);
 el segundo es la experimentación (de las consecuencias de lo que sucede en un lugar, observando y
comparando con las condiciones de otro lugar);
 y el tercero es la comparación (comparar a las sociedades humanas con la de los animales, con otras
sociedades del mundo, o con esa misma sociedad en una época distinta a la actual).
 
Es uno de los precursores de la corriente positivista. Usaba el término positivismo en el sentido de una ciencia
comprometida con la búsqueda de leyes invariables.
No les da importancia a los sentimientos sino a la ley, normas, al orden.
Su objetivo era contrarrestar la filosofía del negativismo y los síntomas de la revolución francesa.
Para él, el positivismo era el único sistema capaz de garantizar el orden y progreso.
 
Había que construir un orden social con progreso, algo distinto al siglo anterior, es así que le da un concepto de
orden (estático) y de progreso (dinámico) a la sociología.
 
Si hablamos de “estática social”, estamos hablando de la estructura propiamente dicha de la sociedad, reflejada en
la investigación de las leyes que gobiernan la acción y la relación de las diferentes partes del sistema social, es así
que para Comte la familia era el pilar de la sociología, estas cumplen la función de integrar al individuo en sociedad
y ayuda a controlar el egoísmo (tema importante para él) y el surgimiento del altruismo individual.
Otra institución a tener en cuenta es el lenguaje (que servía para promover la unidad entre la gente y la división de
trabajo), así como también lo era la religión, que regulaba la vida del individuo y reprimía ese egoísmo.
 
La “dinámica social” por su parte, nos habla del cambio progresivo y ordenado dentro de las sociedades, es decir
que el objetivo era el estudio de las leyes de sucesión de los fenómenos sociales. Comte veía a la sociedad en una
continua evolución hacia el predominio del altruismo sobre el egoísmo y que la sociedad sigue la ley del desarrollo
progresivo.
 
Presenta la “ley de los tres estadios”, y establece que todo estaba atravesado por tres etapas, incluso la sociedad:
 Estadio Teológico: todo se explicaba mediante fenómenos sobrenaturales (Dios), a ellos se les atribuía el
origen y propósito de todo. Es un estado donde hay orden, pero no progreso. Etapa dominada por sentimientos
y la imaginación.
 Estadio Metafísico: Comte dice que la sociedad se encontraba atravesando este estadio, en donde las
fuerzas abstractas tienden a sustituir a los seres sobrenaturales. Se cuestionan las causas y orígenes de todo a
través de la razón y se busca una sociedad mejor. En este estadio había progreso, pero no orden.
 Estadio Positivista: Es la etapa final, donde las personas abandonan las ideas no-científicas y se centran
en la búsqueda de leyes naturales invariables que gobiernan todos los fenómenos. Se une el orden y progreso,
el positivismo era el único sistema capaz de garantizarlo: el orden lo iba a imponer restringiendo el desorden
social e intelectual, por otra parte, lograría el progreso mediante la extensión del conocimiento y la perfección
de la relación entre las partes del sistema social, a través de la ciencia, en este caso, la Sociología.
 
Contribuciones positivas:
 Fue el primer pensador que utilizo el termino sociología y la definió como una ciencia positiva.
 Enuncio los tres principales métodos sociológicos (experimentación, observación y comparación).
 Diferencio la estática de la dinámica social.
 Desarrollo de la ley de los 3 estadíos.
 Expreso su idea de que, si se la dejaba a su arbitrio, la naturaleza humana se vería dominada por el
egoísmo.
 Trato de integrar teoría y práctica.
 
Debilidades de su teoría:
 Permitió que sus experiencias personales distorsionaran su trabajo teórico.
 Por su paranoia perdió contacto con el mundo social e intelectual.
 Su trabajo empírico y teórico es escaso.
 A pesar de ser el precursor de la sociología, hay muy poca sociología autentica en sus obras.
 Sus propuestas están afectadas por un organicismo primitivo.
 Mucho ego y sugerencias ridículas.
 
 
 
Émile Durkheim
 
Contexto histórico:
 
Nació en Espinal, Francia en 1958.
En la época en que vivió, Francia estaba convulsionada desde la revolución (cien años antes de que comenzara a
escribir). Había guerras, rebeliones, crisis social, y seguían sin cumplirse las premisas de la revolución.
Se habían mostrado absurdas las ideas de quienes querían la restauración moderna, y afloraban las de aquellos como
Marx, que proponían medidas revolucionarias.
Durkheim todavía recordaba los sucesos de la Comuna de Paris (primer estado socialista de la historia moderna) y
de la guerra franco-prusiana.
Vivía las crisis presentes del capitalismo liberal, que conspiraban contra la estabilidad de las instituciones
republicanas (provocando descontento obrero y desorden). Además, la lucha antimperialista europea desembocaría
en la primera guerra mundial.
 
Pensamiento:
 
No estaba de acuerdo con retrotraerse al pasado, ni con el liberalismo a la iglesia (competencia individualista) ni el
comunismo.
 
Su perspectiva era mirar al pasado para estudiar las leyes generales del funcionamiento de la sociedad, y poder
diagnosticar los males de su presente, contribuyendo a su resolución para lograr estabilidad social y política para la
república (Fabián Nievas).
Ansiaba aprender los métodos científicos y los principios morales que guiaban la vida social. Tiene una gran
influencia de la antropología y la biología.
 
Sociología:
 
Como ciencia que siguiera el modelo de las ciencias naturales, en especial la biología (paradigmática de su época) y
sus conceptos de órgano y función.
 
Concebía a la sociedad como un organismo con leyes propias que no derivaban de la existencia biológica de los
seres humanos, sino que estaba unida por vínculos de ideas, lo que no subordinaba esta ciencia a la psicología.
 
Su enfoque es funcionalista (derivado del positivismo de Comte y Spencer).
Su perspectiva se centra en su visión en el equilibrio social, las normas que lo constituyen y las instituciones que
entregan “salud al cuerpo social”
 
Intento delimitar la sociología (de la biología, la historia y la psicología).
 
Para buscar las leyes de lo social, requería dejar de lado la especulación filosófica y atenerse a la observación
metódica.
 
Se estudiaban los hechos sociales desde el punto de vista de sus funciones (como en la fisiología) (enfoque
funcional).
Consideraba que no había que centrarse en las estructuras (enfoque estructural), porque estas eran flexibles
(cumplían funciones distintas en las distintas sociedades).
Las formas de vida social eran secundarias y derivadas, mientras que las estructuras funciones consolidadas,
acciones que se han hecho habituales y ha cristalizado.
Estas son las dos dimensiones del hecho social (la segunda subordinada a la primera).
 
Hechos sociales:
 
Objeto de estudio de la sociología.
 
Maneras de obrar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo y que están dotadas de un poder coactivo, en
virtud del cual se imponen.
Ese poder coactivo no puede ser visto desde el punto de vista personal como imposición, porque hemos asimilado
las normas sociales y aún si las sentimos naturales, tienen un origen social.
 
Para Durkheim, la individualidad solo puede ser resultado del desarrollo de la sociedad, por lo que la coacción no es
un carácter esencial, sino que manifiesta la exterioridad de los hechos sociales en relación a los individuos (lo que
no quiere decir que individuo y sociedad sean fenómenos enfrentados y excluyentes), la individualidad es un
producto de lo social que solo es posible porque la sociedad se despliega en cada uno de nosotros.
Los hechos sociales pueden observarse claramente cuando alguien quiere resistirse a ellos, en el caso de que no sea
así, debemos dirigir la observación hacia su generalidad (manifestación de una característica en un número elevado
de individuos de un grupo social). (Fabián Nievas)
 
Generalmente se emplea el término hecho social para designar a casi todos los fenómenos que pasan en el interior
de la sociedad con tal de que presenten algún interés social.
Pero si fuera así, no hay acontecimiento humano que no sea un hecho social.
Estos tienen caracteres definidos. Son modos de obrar, pensar y sentir que existen fuera de las conciencias
individuales, dotados de un poder imperativo y coercitivo en virtud del cual se imponen.
 
La coacción puede ser más o menos violenta, pero no deja de existir, y aunque sea indirecta, es eficaz. Aunque
pueda liberarme de esas reglas y violarlas con éxito, estoy obligado a luchar contra ellas para conseguirlo.
 
No pueden confundirse con los fenómenos orgánicos ni los psíquicos (de la conciencia individual). Tienen su
sustrato en la sociedad, porque está claro que el individuo no es su base. La definición designa únicamente
fenómenos que no entran en ninguna de las categorías de hechos constituidos y denominados (son el dominio
propio de la sociología).
 
No es su generalidad la que los caracteriza, dado que existen pensamientos que se encuentran en todas las
conciencias particulares, movimientos que repiten todos los individuos (no son hechos sociales). Lo que los
constituye son las creencias, las tendencias, las prácticas del grupo tomado colectivamente. Pueden incluso existir
sin ser aplicadas.
 
El hecho social es distinto de sus repercusiones individuales. Aunque a primera vista los hechos sociales parecen
inseparables de las formas que toman en los casos particulares, la estadística nos da el medio para aislarlos. Las
cifras que se obtienen comprenden todos los casos particulares, y todas las circunstancias individuales que puedan
intervenir en la producción del fenómeno se neutralizan y no contribuyen a determinarlo. Las manifestaciones
privadas de los hechos sociales tienen algo de social (porque reproducen en parte un modelo colectivo) pero
dependen en parte del individuo y de sus circunstancias particulares, por lo que no son fenómenos propiamente
sociológicos.
 
Un fenómeno general (que afecta a la mayoría de los miembros de la sociedad), es general porque es colectivo (más
o menos obligatorio), pero no es colectivo por ser general. Está en cada parte porque está en el todo, pero no está en
el todo porque esté en las partes.
 
Un hecho social se reconoce por el poder de coacción externo que ejerce o es susceptible de ejercer sobre los
individuos, y la presencia de ese poder se reconoce por la existencia de una sanción determinada.
Se le puede definir también por la difusión que presenta en el interior del grupo, siempre y cuando se le añada como
característica segunda y esencial que existe independientemente de las formas individuales que toma al difundirse
(Durkheim).
 
 Hechos sociales materiales
a. Sociedad
b. Componentes estructurales de la sociedad
c. Componentes morfológicos de la sociedad
 Hechos sociales inmateriales:
a. Moralidad
b. Conciencia colectiva
c. Representaciones colectivas
 
Dimensiones del hecho social:
 
 Modo funcional de solidaridad:
Las formas en que funciona el lazo social que une a los individuos en sociedad.
Puede presentarse como coerción manifiesta sobre el individuo o como tendencias voluntarias hacia un bien deseado
por el individuo en las cuales somos víctimas de una ilusión que nos hace creer que hemos elaborado lo que nos ha
sido impuesto desde el exterior
 Plasticidad en el tiempo (o grado de estructuración):
Esta relación es relativa a su grado de estructuración que constituye un continuo. Los hechos sociales pueden ser
creencias o prácticas constituidas que existen allí donde existe una organización definida, es decir, maneras de ser
consolidados (hechos de orden morfológico), o no presentar formas cristalizadas, y ser corrientes sociales.
Estos solo presentan diferencias en el grado de consolidación que presentan. Las corrientes sociales vienen a cada
uno de nosotros desde el exterior, y pueden arrastrarnos de nosotros mismos.
 
Reglas del método sociológico: (1895)
 
Con este libro buscaba establecer la sociología como una ciencia social positivista. Fue uno de los que definieron la
sociología, buscaba imitar el método científico de las ciencias naturales.
 
Los hechos sociales se deben tratar como cosas.
Esto no significa rebajarlos, sino reivindicarles un grado de realidad que el mundo reconoce a las cosas. Los hechos
sociales no son materiales, pero son cosas de la misma manera que estas (aunque de otra manera).
 
Las cosas son objetos de conocimiento que no son naturalmente penetrables para la inteligencia humana, todo
lo que solo se puede comprender por medio de la observación y la experimentación (desde el exterior) pasando por
los caracteres más exteriores hasta los menos visibles.
 
Tomar los hechos sociales como cosas es comprender que se ignora lo que son y sus propiedades y sus causas, y que
estas no se pueden descubrir por la introspección.
Se puede decir que los hechos son cosas ignoradas, porque las representaciones que nos hacemos de ellos
cotidianamente (sin método o crítica) no tienen valor científico. Aunque nos parezcan interiores, la conciencia que
tenemos de ellos no nos revela nada. Por eso se deben estudiar desde el exterior.
 
El hecho de que los hayamos creado no los hacen más inteligibles, porque las instituciones sociales generalmente
nos son legadas completamente, y aunque hayamos colaborado en su génesis, no entendemos las razones que nos
han impulsado a obrar y la naturaleza de nuestra acción. Entendemos muy mal también nuestros actos privados. Por
lo tanto, el sociólogo, al penetrar el mundo social, entra en un mundo desconocido con leyes desconocidas.
 
La idea que nos hacemos de las prácticas colectivas, de lo que ellas son o deben ser, es un factor de desarrollo. Pero
esta idea es en sí misma un hecho social, que debe ser estudiado también desde afuera.
Lo que importa no son las representaciones individuales que se hacen de las instituciones, sino la concepción que
tiene el grupo sobre ella.
Por eso no se puede conocer mediante la simple observación: porque no está toda entera dentro de ninguno de
nosotros. Además, ella es efecto de causas externas que hay que conocer.
 
Los fenómenos sociales son externos respecto de los individuos. La sociedad no está compuesta más que de
individuos, por lo que parece de sentido común que la vida social no pueda tener otro sustrato que la conciencia
individual. Pero NO ES ASÍ.
Si la síntesis sui generis (sociedad) produce fenómenos nuevos, diferentes de los que hay en las conciencias
solitarias, esos hechos específicos residen en la sociedad misma que los produce, no en sus partes. Por eso son
exteriores a las conciencias individuales.
 
A su vez, los hechos sociales son distintos que los hechos psíquicos porque tienen otro sustrato. Son psíquicos de
alguna manera, porque consisten en maneras de pensar o de obrar. Pero lo estados de conciencia colectiva son de
otra naturaleza que los de conciencia individual, porque tiene leyes propias.
 
Lo que las representaciones colectivas expresan es la forma en que el grupo se considera en sus relaciones con los
objetos que le afectan.
El grupo está constituido de otra forma que el individuo, y las cosas que le atañen son de otra naturaleza.
Para comprender la forma en que la sociedad se representa a sí misma y al mundo que la rodea, hay que considerar
la naturaleza de la sociedad, no la de los particulares. Los símbolos con los que se representa a ella misma cambian
de acuerdo a lo que ella es.
 
Parece inadmisible que las materias de que están hechas las representaciones (colectivas e individuales) no actúen
sobre sus maneras de combinarse. Por lo que si bien puede haber semejanzas entre sus leyes, también habrá
marcadas diferencias. El pensamiento colectivo en su integridad debe ser estudiado para sí mismo.
 
La definición de hechos sociales no pretende anticipar por vía filosófica las conclusiones de la ciencia, sino indicar
como se puede reconocerlos para estudiarlos. Es solo un instrumento metodológico. Se ha considerado esta
definición demasiado estrecha, y también demasiado amplia, porque como medio físico ejerce una coacción sobre
los seres que sufren su acción, porque se ven obligados a adaptarse al mismo. Pero esto no puede confundirse con la
coacción que produce la conciencia de un grupo sobre las de sus miembros. Pueden parecerse porque todo lo que es
real tiene una naturaleza definida que se impone, con la que hay que contar y que jamás es vencida completamente,
porque son exteriores a los individuos, con existencia propia.
 
Se puede llamar institución a todas las creencias y a todos los modos de conducta instituidos por la
colectividad, y se puede definir a la sociología como la ciencia de las instituciones, su génesis y su
funcionamiento.
 
Reglas de método:
 
1. Desechar ideas preconcebidas
2. Definición y segmentación del hechos
3. Alejarse de la subjetividad del investigador.
 
Estudio sobre el funcionamiento de la moralidad:
 
Destaca que el mecanismo de imposición debe estar acompañado del de predisposición del individuo (de origen
también social). La disposición que tenemos a realizar actos morales están movidas por el deber y bien (ambas
fuerzas tienden a la formación o conservación de lazos sociales porque ambas tienen un origen social).
 
Teoría de la socialización:
 
Se hace desde el enfoque funcional.
Durkheim se preguntó cuáles eran los lazos que unían a los hombres, planteando la dimensión del modo funcional
de solidaridad. Buscaba determinar la naturaleza de la solidaridad social en sociedades industriales, opuesta a la
existente en sociedades tradicionales o preindustriales, y explicar la transición histórica de unas otras. Expone esto
en La división del trabajo social.
 
Su tesis central es que la división del trabajo (especialización ocupacional, hecho social que coacciona al
individuo) desempeña crecientemente el rol que en las sociedades colectivas cumplía la conciencia colectiva (el
conjunto de sentimientos y creencias comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad).
La división del trabajo es el único proceso que permite hacer compatibles las necesidades de la cohesión social con
el crecimiento de la individualidad.
 
Semejanza y desemejanza: entre dos semejantes hay solidaridad, pero la desemejanza puede ser causa de atracción
si complementa, y por lo tanto también genera un sentimiento de solidaridad. Pero los sentimientos no son iguales si
son movidos por semejanzas o desemejanzas, ni las relaciones que derivan de ellos van a ser iguales. Además, cada
uno de estos tipos está relacionado con una estructura social definida y con un principio evolutivo que va del
primero al segundo. La división del trabajo tiene por función en la sociedad integrar el cuerpo social, asegurar la
unidad (es la principal fuente de solidaridad social, pero no la única).
 
1. Solidaridad mecánica:
 Nace de las semejanzas
 Es espontanea
 Une directamente al individuo de la sociedad
 Proviene del hecho de que un cierto número de estados de conciencia son comunes a todos los
miembros de una sociedad.
 Es fuerte en la medida que las ideas y tendencias comunes a todos los miembros de la sociedad
sobrepasen en número e intensidad a aquellas que pertenecen a cada uno de ellos personalmente.
 Se acrecienta inversamente a la personalidad (dentro nuestro hay dos conciencias: la que nos es
común con todo el grupo y la individual).
 Cuando la conciencia colectiva cubre nuestra conciencia individual en todos los puntos, nuestra
personalidad es nula.
 Se corresponde con una estructura social: el de las comunidades primitivas (sistema de
segmentos homogéneos, parecidos entre sí).
 Tenían lazos emocionales muy fuertes porque se conocían entre todos. (la afectividad generaba
solidaridad espontanea)
 Esta similitud entre las conciencias origina normas jurídicas, que imponen creencias y prácticas
uniformes a todos.
 La sociedad interviene como una unidad repudiando al infractor.
 El castigo expresa la incidencia de esa solidaridad mecánica, sino que la mantiene al reforzar los
sentimientos y valores colectivos.
 Pena represiva
 El contenido de la conciencia colectiva en estas condiciones es predominantemente religioso.
 Las conductas están orientadas por el tabú por lo sagrado y no por la búsqueda del bien como una
moral secular
(A Durkheim se le criticó no tener en cuenta la complejidad de las sociedades primitivas, y subestimar su
solidaridad orgánica).
 
1. Solidaridad orgánica:
 Presupone que los individuos difieren unos de otros y cada uno tiene su esfera de acción propia (y
por lo tanto una personalidad).
 Para esto, es necesario que la conciencia colectiva deje existir una parte de conciencia individual
para que se establezcan funciones especiales que ella no puede reglamentar, y cuanta más conciencia
individual exista más fuerte es la cohesión resultante de la solidaridad.
 Cuanto más dividido es el trabajo, más dependemos de la sociedad, y cuanto más especializado es
nuestro trabajo, más personales somos.
 La estructura en sociedades que la contienen es un sistema de órganos que funcionan alrededor de
un órgano central: el Estado.
 Se fusionan los segmentos parecidos de las sociedades preindustriales (el individuo entra en
relación con localidades lejanas).
 La división del trabajo origina normas jurídicas que determinan la naturaleza y las relaciones de
las funciones divididas, pero su violación ocasiona medidas reparadoras sin carácter represivo, es decir que
ciertos órganos tienden a reconstituir las relaciones violentas regulando el conflicto. (la pena es restitutiva)
 Estas reglas, legales y consuetudinarias, son necesarias para mantener esta solidaridad. La
conciencia colectiva es solo una parte muy restringida de las sociedades modernas. El dominio de la religión
va mermando.
 
Es el resultado normal de la división del trabajo, pero presenta formas patológicas (conflicto y desintegración)
provocadas por la anomia (falta de reglamentación suficiente y necesaria en la relación con el desarrollo de la
división del trabajo. Erosión, disminución o ausencia de normas, estándares o valores personales).
Cuando una sociedad sufre la pérdida de valores compartidos cae en este estado, y los individuos
experimentan ansiedad e insatisfacción.
La división del trabajo solo produce solidaridad si es espontánea, es decir, si la sociedad está constituida
de tal manera que las desigualdades sociales expresan naturales (y no se produce coacción, que se mantiene de
forma forzada, en contra de la naturaleza de las cosas).
 
Relación entre solidaridades mecánica y orgánica:
 
Hay una relación evolutiva, pero también de coexistencia. En las sociedades modernas es predominante la
solidaridad orgánica, pero la conciencia colectiva se refuerza y se extiende en la consideración de la individualidad
humana como un ámbito sagrado.
 
En su teoría de la socialización, hay una distinción entre dos aspectos de la misma (que son los modos funcionales
del hecho social):
 
Integración social Regulación social
Manera en que el grupo social atrae al individuo Regula y armoniza los comportamientos de los
individuos
Pasa por interacciones frecuentes entre los miembros Pasa por la existencia de una jerarquía social
del grupo, la existencia de pasiones uniformes y la (considerada legítima por los miembros del grupo, de
prosecución de objetivos comunes. pasiones adaptadas para cada uno).
Tienden a construir una semejanza Tienden a vincular las desemejanzas
Proveen una moral heterónoma en los individuos Proveen una moral autónoma en los individuos
Movidos por la noción de deber apelarán a la sanción Habiendo incorporado las normas, tenderán hacia lo
de los otros que no cumplen la norma bueno y razonable en el marco de jerarquías
legítimas, y cuando entren en conflicto apelarán a la
mediación de la justicia retributiva
 
Los procesos de integración de solidaridad orgánica no pueden quedar relegados, tienen una función
complementaria de los procesos de regulación de solidaridad orgánica
 
Efervescencia social:
 
Hecho de orden morfológico.
Durkheim hace un análisis de la religión a partir del análisis de las religiones totémicas de sociedades primitivas
(que considera las más básicas, por lo que se puede observar mejor sus funciones).
 
Cree que ese sentimiento unánime de creencias no es ilusorio (aunque si en parte porque no acepta las explicaciones
que los fieles dan de sus creencias y prácticas): la religión es una realidad, un hecho social con una función. Es
verdadera en el sentido que afirma y expresa de manera simbólica o metafórica, verdades sobre las realidades
subyacentes a ella (la sociedad). Estrechan al fiel con dios, y los vínculos que unen al individuo con la sociedad de
que es miembro (su función es la integración).
 
Cada representación religiosa corresponde a un medio social definido. Pero la religión, si bien es derivada del medio
social, tiene una realidad y efectividad propia al punto que ese ser social requiere de cierta exacerbación de las
pasiones para reafirmarse (el rito).
Esta efervescencia colectiva recrea creencias sentimientos religiosos (forma recurrente), pero también de ella
surgió la idea religiosa (forma fundante). Por lo tanto, los fenómenos de efervescencia religiosa consisten en actos
que tienen por objeto la perpetua creación y recreación del alma de la colectividad y de los individuos, ya que su
función es estrechar los vínculos que unen a los individuos con la sociedad de la que eran miembros.
 
La religión cumple esas funciones, siendo un sistema de comunicación de ideas y sentimientos y un medio de
especificar y regular las relaciones sociales.
El simbolismo es necesario para permitir a la sociedad tomar conciencia de sí, y para asegurar la continuidad de esa
conciencia. A nivel individual, el fiel es un hombre que puede más.

La religión ha perdido fuerza, pero las funciones que cumple siguen vigentes porque todas las sociedades generan
sistemas de creencias, consideran sagradas determinadas actividades y prescriben determinadas prácticas rituales
(ej: carácter sagrado autoridades políticas, creencia en el progreso y culto del hombre racional).
Si estas no son decisivas, la sociedad pasa por un período de crisis moral. Todas las cosas sagradas que ponen al
individuo en un lugar de privilegio hacen posible la solidaridad orgánica en sociedades modernas, viabilizan
procesos de regulación social.
 
La efervescencia tiene un papel positivo en la vida social si la desregulación y el desencadenamiento de las pasiones
producen una integración superior a través de la creación o revitalización de los ideales. La efervescencia social
aparece como un acontecimiento fundamental de lo social cuando los hechos más estructurados pierden
funcionalidad.
 
Pero además hay que tener en cuenta el grado de estructuración: ciertas maneras de hacer, sentir o pensar de alta
maleabilidad son el origen de los valores que mantienen cohesionada la sociedad (son necesarios para que no se
desestructuren)
 
Las formas elementales de vida religiosa:
 
Define la sociología como ciencia positiva cuyo objetivo es explicar la realidad actual susceptible de afectar
nuestras ideas y actos, y toma el estudio de una religión primitiva porque esta es óptima para entender un aspecto
esencial y permanente en la humanidad.
 
Postula que las instituciones humanas no pueden descansar en el error ni en la mentira, porque no perdurarán: tienen
que estar basadas en la naturaleza de las cosas.
Por eso las religiones se sustentan y expresan la realidad mediante símbolos, traducen alguna necesidad humana,
algún aspecto de la vida (individual o social).
 
No hay religiones falsas, pero estas pueden jerarquizarse (según su complejidad). Elige una religión simple como
objeto de estudio porque cree que no podemos comprender las más recientes si no es siguiendo en la historia la
secuencia progresiva de su constitución, siendo la historia el único método que permite comprender sus causas.
 
Considera que nuestra visión de la religión varía según donde situemos su origen: por qué determinadas formas de
religión han adoptado ciertas formas.
 
Es muy importante saber qué es la religión de manera general. Como todas las religiones son comparables, hay
elementos esenciales que tienen en común, que no son solo los exteriores y visibles (en la superficie) sino las
diferencias más profundas que suponen esas externas.
 
Tiene que haber en todas las representaciones y actitudes rituales, algunas que tengan la misma significación
objetiva y funciones: el contenido objetivo de la religión. Este puede aprehenderse solo observando las religiones
más simples: hay menor desarrollo de individualidades, débil extensión del grupo, homogeneidad de circunstancias
exteriores. El grupo se homogeneiza intelectual y moralmente, todo es común a todos. Para esto hacemos uso de la
etnografía (útil para la sociología, porque ha transformado la idea que nos hacíamos de la vida).
 
Además de facilitar el estudio de los elementos esenciales de la religión, las religiones simples facilitan su
explicación. Es más fácil aislar un acontecimiento cuanto más cerca de sus orígenes puede observarse. A medida
que el pensamiento religioso progresa, no se perciben las causas que lo han creado, si no es a través de un amplio
sistema de interpretaciones que las deforman. Su estudio retoma el origen de las religiones: busca un medio para
discernir la causa de la que dependen las formas esenciales de la religión.
 
Toda religión tiene un aspecto por el que va más allá del círculo de las ideas propiamente religiosas. La religión no
solo ha enriquecido el espíritu humano, sino que ha contribuido a que se forje. En nuestras conciencias hay ciertas
nociones esenciales que dominan nuestra vida intelectual: las categorías del pensamiento (nociones, de tiempo,
espacio, género, cantidad, causa, etc).
Son las propiedades más universales de las cosas, marcos sólidos que delimitan el pensamiento (las otras nociones
son movibles) y que parece que no podríamos salir de ellas sin destruirlo. Al estudiar las religiones primitivas,
encontramos las más importantes de esas categorías: han nacido en la religión, son producto del pensamiento
religioso. Por eso, las representaciones religiosas son representaciones colectivas que expresan realidades
colectivas. SI las categorías son de origen religioso, también son cosas sociales, producto del pensamiento
colectivo.
 
Las categorías de pensamiento existen más allá de cualquier individuo: son marcos abstractos e impersonales que
envuelven la existencia de la humanidad, que tienen un origen social.
 
Hasta ahora, unos creían que las categorías no pueden derivarse de la experiencia (son anteriores a esta y la
condicionan). Son propiedades simples, irreductibles, inmanentes al espíritu humano en base a su constitución
originaria (aprioristas).
Otros creen que las categorías son elaboradas, confeccionadas por los individuos (empiristas).
 
Los empiristas privan a las categorías de sus propiedades características (universalidad y necesidad). Estas no están
ligadas a ningún objeto en particular, y son independientes de cualquier sujeto individual.
La razón (conjunto de categorías) está investida de una autoridad de la que no es posible sustraerse a voluntad. No
solo que no dependen de nosotros, sino que se imponen a nosotros.
Reducir la razón a la experiencia es hacerla desaparecer: es reducir la universalidad y necesidad que las caracterizan
a no ser más que puras apariencias, ilusiones, que no corresponden a nada en el orden fáctico. Es negar la realidad
objetiva a la vida lógica, que las categorías reglamentan y organizan.
 
Los aprioristas, al no admitir que las categorías están conformadas por los mismos elementos que nuestras
representaciones sensibles, las empobreces sistemáticamente: las vacían de todo contenido real. Las categorías del
pensamiento humano no están fijadas bajo una forma definitiva, pero la razón divina es inmutable (la invariabilidad
no puede dar cuenta de la variabilidad, como creen los racionalistas.
 
Las categorías son representaciones esencialmente colectivas, que traducen estados de colectividad. No se puede
derivar lo individual de lo social, ni lo social de lo individual. La sociedad es una realidad sui generis, con
características propias que no se encuentran en el resto del universo.
Las representaciones colectivas son el producto de una inmensa cooperación extendida en el tiempo y el espacio.
Se concentra en ellas un capital intelectual muy particular, más rico y complejo que el individual.
 
El hombre es doble: en él hay un ser individual (con raíces en el organismo y el círculo en que se encuentra) y un
ser social, que representa la más elevada realidad (que conocemos mediante la observación): la sociedad.
Ese carácter social perite comprender lo necesario de las categorías. Son necesarias porque una especie de virtud
interior se impone sobre el espíritu sin tener pruebas. Expresan las relaciones más generales existentes entre las
cosas, superando todas nuestras otras nociones. Para vivir no se puede prescindir de un mínimo de conformismo
lógico. Por eso no podemos oponernos a ellas, porque la propia autoridad de la sociedad comunica a ciertas maneras
de pensar que son la condición indispensable de toda acción en común. Las categorías cambian en razón de tiempo y
lugar.
 
Pensar que las como las categorías están hechas para expresar cosas sociales no podemos transferirlas al dominio de
la naturaleza, es olvidar que la sociedad forma parte de la naturaleza: es su manifestación más elevada. No se puede
pensar que las categorías de pensamiento carecen de valor objetivo porque están elaboradas en base a elementos
sociales: su origen social hace presumir que están fundadas en la naturaleza de las cosas
 
Max Weber
 
Contexto histórico:
 
Nació en Turingia (1864), de una familia burguesa protestante. Su padre era un liberal nacionalista que apoyaba a
Bismarck y su realismo político, su madre una mujer piadosa. Se interesó por el derecho, la historia y la economía.
Fue un liberal democrático y reformista, que contribuyó a fundar el partido demócrata alemán. Criticó los objetivos
expansionistas de su país durante la primera guerra mundial
 
Pensamiento:
 
 Su obra puede ser considerada una gran respuesta a Marx, por haber absolutizado en su análisis el factor
económico.
 Incorpora elementos culturales y políticos.
 Para él la complejidad de las relaciones sociales impide cualquier intento de explicación monocausal.
 Pero también es una respuesta parcial a Durkheim.
 Se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que confluyen en la construcción de
una estructura social.
 Reivindicó la importancia de los elementos culturales y las mentalidades colectivas en la evolución
histórica.
 Se considera antipositivista, y busca invalidar tres supuestos básicos del positivismo:
i. Relación entre el desarrollo científico y el progreso social
ii. Pretendida objetividad de las ciencias sociales
iii. La supuesta existencia de una legalidad de lo social
 En su pensamiento hay una tensión entre las ideas de comprensión y causalidad.
 
La ciencia social:
 
Quiere promover una ciencia para comprender la realidad. No intenta encontrar leyes permanentes y necesarias que
regulen las conductas humanas como las leyes físicas, no intenta cuantificar o materializar toda la realidad (emular
las ciencias naturales o matemáticas). Busca la especificidad propia de la ciencia social, lo que lo lleva a elaborar
tres instrumentos o conceptos metodológicos:
 
 La comprensión: es la forma de abordar el estudio de los hechos sociales. En los fenómenos naturales,
podemos observarlos y deducir leyes uniformes y constantes, expresables en fórmulas matemáticas. En los sociales,
podemos comprender las acciones o motivaciones que impulsaron a los actores sociales en cuestión a actuar como
lo hicieron. Los fenómenos naturales no pueden comprenderse interiormente, los sociales sí (pero no podemos
alcanzar más que explicaciones parciales y relativas para estos hechos, estudiando los aspectos subjetivos internos
de estas realidades).
Las cosas que conocemos como verdades inmutables son las que no comprendemos, las que comprendemos son
mutables y nunca plenamente conocidas. Pero esto tiene una ventaja, porque podemos alcanzar lo inalcanzable de
las ciencias naturales: la comprensión subjetiva de la acción de los individuos componentes, al precio del carácter
más hipotético y fragmentario de sus resultados.
 
 Tipos ideales (puros): son conceptos construidos racionalmente a partir de la experiencia, que describen
aspectos más salientes del objeto de estudio pero que son distintos al modo en que efectivamente se dan en la
realidad. “un tipo ideal se forma por la acentuación unilateral de uno o más puntos de vista y por la síntesis de un
gran número de fenómenos concretos. No puede encontrarse empíricamente en ninguna parte de la realidad, es una
utopía” (no son deseables, sino construcciones racionales).
Son construcciones abstractas, un conjunto de conceptos creados por especialistas para estudiar logrando sacar la
subjetividad del objetos de estudio, alejándose de la contaminación de la sociedad.
Todas las acciones que realizamos entran por lo menos en alguno de estos tipos ideales:
1. Tipo ideal de acción social con arreglo a fines (analizo, le interesa la finalidad ultima por medio de un
proceso racional)
2. Tipo ideal de acción social con arreglo a valores (los valores determinan de que forma se hacen las
cosas, no importan los fines y consecuencias, solo los valores. Ej.: militar tarándose arriba de una granada)
3. Tipo ideal de acción social emotiva (determinadas por los afectos y lo sentimental)
4. Tipo ideal de acción social tradicional (acciones cotidianas habitualizadas)
 
1. Objetividad científica: la ciencia social debe ser neutral en relación con intereses políticos o económicos,
para avanzar en el conocimiento de la realidad. No debe despojarse de sus convicciones morales, pero debe tratar de
comprender y explicar las cosas como son.
Weber considera que es insuficiente la perspectiva funcionalista para analizar la conducta humana en la sociedad
(sirve solo para los animales y los hombres considerados históricamente, como en el caso de la antropología y la
etnología).
 
Sociología:
 
“La ciencia que pretende comprender, interpretándolo, el sentido subjetivo común de la acción social, para
explicarla causalmente en su desarrollo y sus efectos” (comprender, interpretándola, la acción orientada por un
sentido).
 
Entiende las acciones sociales como conductas humanas dotadas de sentido, y por lo tanto, accesibles a la
comprensión.
 
Es sociología comprensiva cuyo método es racionalista. No implica la creencia de un predominio en la vida de lo
racional, porque nada puede medir eso. No separa las instituciones y estructuras sociales de las actividades que
desarrollan los hombres, sino que las segundas crean y definen a las primeras.
Para Weber no es una ciencia que intente el análisis de la realidad social como totalidad, sino que se centra en el
estudio de las relaciones interindividuales a partir del concepto de acción social, lo que remite a la construcción de
tipos ideales.
 
La acción social:

Acción: conductas humanas con sentido para el sujeto.


 
La acción social es el objeto de la sociología.
Es “una acción donde el sentido subjetivo común asignado por el sujeto que la realiza está referido a la
conducta de otros, orientándose por ésta en su desarrollo” (la posible respuesta de otros orienta la acción social).
Los otros pueden ser individualizados y conocidos o una pluralidad de individuos indeterminados y completamente
desconocidos. Esta respuesta no tiene que darse efectivamente para que la acción social sea acción social.
 
Dicho con otras palabras, la acción social es toda conducta humana individual a la que el sujeto actuante le
asigna un sentido, y ese sentido es compartido por otros, lo que le permite orientar una respuesta. Las
acciones de otros que orientan la acción social pueden ser pasadas, presentes o futuras (esperadas).
 
Además, la acción social no es idéntica ni a una acción homogénea de muchos ni a la acción de alguien influido por
conductas de otros. No son acciones sociales las actividades realizadas por entidades u organizaciones, se requiere
que la conducta sea individual.
Los límites entre una acción social y un modo de conducta simplemente reactivo son muy elásticos, y esta frontera
es muy importante para la sociología (nunca se puede separar del todo el mero influjo y la orientación con sentido).
 
La sociología no solo tiene que ver con la acción social, pero esta constituye el dato central constitutivo de la
misma.
 
Comprensión:
 
Es fundamental comprender el sentido de una acción. Para esto no es necesario poder reproducirla nosotros mismos,
esto puede ser importante para la evidencia de la comprensión pero no para la interpretación del sentido.
 
Esta comprensión de las acciones puede tener evidencia:
 
1. De carácter racional: lógico o matemático. El sentido se comprende intelectualmente de modo diáfano y
exhaustivo. Las acciones con arreglo a fines interpretadas de esta manera tienen el grado máximo de
evidencia.
A veces no podemos comprender los valores o fines que orientan la acción del hombre, sino solo captarlos
intelectualmente. Debemos aceptar esos valores sencillamente como datos, para luego hacer comprensible la
acción que motivan.
 
1. De carácter endopático: afectivo, receptivo artístico. La evidencia se da cuando se revive plenamente la
conexión de sentimientos que se vivió al realizar la acción. Se puede comprender endopáticamente el sentido
de las acciones, y luego calcular intelectualmente sus efectos sobre la acción.
 
Puede entenderse por comprensión:
 
1. Comprensión actual de su sentido mentado: racional (de pensamientos) o irracional (de afectos)
 
1. Comprensión explicativa: racional por motivos o irracional por motivos. Todas estas representan
conexiones de sentido comprensibles, debido a una explicación del desarrollo real de la acción. Explicar
significa la captación de la conexión del sentido de una acción, ya comprendida de modo actual.
 
En todos estos casos comprensión equivale a captación interpretativa del sentido o conexión de sentido para la
elaboración del tipo ideal de un fenómeno frecuente.
 
Toda interpretación persigue la evidencia, pero ninguna interpretación de sentido (por más evidente que sea) es la
interpretación causal válida. Es solamente una hipótesis causal (más o menos evidente). A veces incluso para los
actuantes, los “motivos” pretextados no son los verdaderos. La tarea de la sociología es averiguar e interpretar esa
conexión, aunque no sea consciente o no lo sea con plenitud (como en los casos límites de la interpretación del
sentido).
Además, a veces manifestaciones externas de la acción social, que creemos que son “iguales” o “semejantes”, se
apoyan en conexiones de sentido muy diversas en el actor o los actores, y por lo tanto comprendemos un actuar
fuertemente diverso en situaciones que creímos parecidas. En ciertos casos, los hombres están influidos por
impulsos contrarios, todos ellos comprensibles. Cual sea la intensidad de cada uno nunca es seguro.
Es indispensable el control de la interpretación comprensiva de sentidos por los resultados, puede ser por medio de
la estadística, o a veces solo es posible el experimento ideal (construir el curso probable de la acción para llegar a
una imputación causal).
Los procesos y objetos ajenos al sentido son ocasión, resultado, estímulo y obstáculo de la acción humana.
 
Relación social:
 
Es una conducta plural que se presenta como recíprocamente referida, orientándose por esa reciprocidad.
 
La relación social existe sola y exclusivamente en la probabilidad de que una forma determinada de conducta social,
de carácter recíproco por su sentido, haya existido, exista o pueda existir. Es decir, que está fundamentada en la
posible existencia de un orden legítimo, un sistema de normas que pueden ser obligatorias o presentarse como
modelos de comportamiento (que los actores siguen y acatan en la acción), sea en mérito de la tradición, de una
creencia afectiva, de una creencia racional con arreglo a valores o por efecto de lo estatuido positivamente. Es decir
que debe existir un mínimo de reciprocidad en la acción, lo que no quiere decir que los partícipes de la acción
mutuamente referida pongan el mismo sentido en esa acción (reciprocidad de sentido), por lo que la relación social
es por ambos lados objetivamente unilateral. Solo es objetivamente bilateral cuando el sentido de la acción se
corresponde en ambos (esto es un caso límite).
 
Las acciones de las instituciones sí pueden resultar de una pluralidad de acciones sociales concretas, siendo
relaciones sociales. Estas pueden tener un carácter transitorio o permanente (probabilísticamente).
El contenido del sentido de una relación social puede variar. Y su sentido puede ser pactado por declaración
recíproca (y se orientará por racionalidad con arreglo a fines y a valores.
 
Tipos de relación social:
 
1. Comunidad: La acción social se inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los
participantes de construir un todo.
2. Sociedad: se inspira en una compensación de intereses por motivos racionales (arreglo a fines o valores)
 
Sentido subjetivo común/mentado:
 
Quiere decir que el sentido de la acción está referido a otros, a la posibilidad de una respuesta de otros. La acción
social no se agota en sí misma, sino que se hace para obtener alguna respuesta de otro.
 
Lo entendemos como existente de hecho, en un caso históricamente dado, como promedio y de un modo
aproximado en una determinada masa de casos o como construido en un tipo ideal. No es objetivamente justo o
verdadero
 
Motivo:
 
Conexión de sentido que para el actor o el observador aparece como el fundamento con sentido de una conducta.
La comprensión de la actividad humana supone retrotraerse a los motivos que la han originado:
 
1. Motivos para
2. Motivos porque
 
Las leyes:
 
Determinadas probabilidades típicas, confirmadas por la observación de que dadas determinadas situaciones de
hecho, trascurran en la forma esperada ciertas acciones sociales que son comprensibles por sus motivos típicos y por
el sentido mentado por los sujetos de la acción. El hecho de que la experiencia permita apreciar ciertas constantes o
regularidades históricas no permite inferir leyes ineluctables acerca de la evolución o el progreso de la humanidad.
 
Tipos ideales:
 
Es el procedimiento adecuado para la formación de conceptos históricos, específicos y rigurosos, que permiten el
análisis y la interpretación causal de los fenómenos históricos (para comprender los nexos reales, construimos nexos
irreales).
Los conceptos constructivos de la sociología son típico ideales interna y externamente.
Constituyen un alejamiento de la realidad consciente en la búsqueda del máximo nivel de racionalidad: cuanto más
se alejan de la realidad, más permiten comprenderla por comparación.
A partir de ellos se asignan motivaciones a ciertos comportamientos externos.
 
Tipos ideales de acción social:
 
Puede ser que haya más tipos puros de acción social. Muy raramente la acción social está orientada exclusivamente
por uno de estos.
 
No es una clasificación exhaustiva, sino una herramienta conceptual para la sociología.
 
Este método científico investiga y expone todas las conexiones de sentido irracionales (afectivamente
condicionadas) de comportamiento que influyen en la acción como desviaciones de un desarrollo de la misma
construido como puramente racional con arreglo a fines.
Solo es posible la imputación de las desviaciones a las irracionalidades que las condicionaron. La construcción de
una acción rigurosamente racional sirve a la sociología como un tipo ideal mediante el cual comprender la acción
real, influida por irracionalidades múltiples, como una desviación del desarrollo esperado de la acción racional.
 
Una acción con sentido (con clara y absoluta consciencia de ese sentido) es un caso límite, esto es un hecho a tener
en cuenta cuando analizamos la realidad. Son un medio para comprender la significación cultural de un fenómeno o
proceso individual y su condicionamiento causal. No son verdaderos ni falsos, sino más o menos útiles
heurísticamente considerados.
No es una hipótesis, sino que orientan la hipótesis
 
Irracionales:
1. Tradicional: conducta determinada por una costumbre arraigada, a veces no es una acción social (solo
una reacción a estímulos habituales, desprovista de sentido para el que la ejecuta). Es un caso límite.
2. Afectiva: acción especialmente emotiva, dominada por afectos y estados sentimentales actuales.
Emociones o sentimientos que justifican la acción por sí misma.
 
Racionales: se elabora conscientemente los propósitos de la acción y su planteamiento
1. Con arreglo a valores: comportamiento determinado por la creencia consciente en el valor propio y
absoluto de una determinada conducta (tiene en común con la acción afectiva que el sentido de la acción no es
el resultado sino en la acción misma). Es siempre una acción según mandatos o de acuerdo con exigencias que
el actor cree dirigidos a él.
1. Con arreglo a fines: determinada por expectativas en el comportamiento de objetos del mundo exterior
u otros hombres, utilizando esas expectativas como condiciones o medios para el logro de fines propios
racionalmente sopesados y perseguidos. Todas las otras acciones son irracionales con respecto a esta: es el
modelo de máxima racionalidad.
 
Teoría de la dominación:
 
Cuando un comportamiento se quiere imponer a otros, la relación social que se establece es conflictiva. El conflicto
es un elemento inevitable en el marco de la convivencia humana, que permite el cambio, la dinámica social.
 
1. Poder: probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, contra toda resistencia
y cualquiera sea el fundamento de esa probabilidad (hay voluntad y probabilidad)
2. Dominación: la probabilidad de que un mandato sea obedecido por un conjunto de personas. Quien acata
la voluntad de otro, debe percibir ese acatamiento como legítimo (por el respaldo de un ordenamiento
legitimador). Este concepto está teóricamente asociado a la idea de mandato eficaz, autoridad y legitimidad.
3. Disciplina: probabilidad de encontrar obediencia a un mandato pero de forma pronta, simple y
automática, basada en actitudes arraigadas.
 
Tipos puros (ideales) de dominación:
La dominación es legítima cuando tiende a ser aceptada y mantenida, y esa legitimación puede fundarse en
diversos motivos. Puede ser una consideración de intereses o depender de la costumbre (tipo de dominación
inestable). Suele apoyarse interiormente en motivos jurídicos.
 
1. Dominación carismática: en virtud de la devoción afectiva hacia la persona y sus dotes sobrenaturales
(carisma) (profeta, héroe guerrero, gran demagogo). El carisma descansa en el reconocimiento que tienen los
dominados hacia el carácter sobrenatural de la personalidad del jefe pero no deriva de su autoridad ese
reconocimiento. El líder carismático está por encima de cualquier ordenamiento normativo (ni siquiera el suyo
propio). El concepto de “carisma” no tiene juicio de valor: es carisma si se la consideró como tal.
Si muere la persona con carisma, muere el carisma, y si muere el carisma muere el poder.
Ej.: Perón
 
1. Dominación tradicional: en virtud de la creencia en la santidad de los ordenamientos y los poderes
señoriales existentes desde siempre. Se obedece a la persona en virtud de su dignidad propia, sacralizada por
la tradición, por la fidelidad. Las órdenes del jefe no pueden apartarse mucho de los usos y costumbres, pero
el límite entre uno y otro es muy elástico. La estructura administrativa no es seleccionada según los principios
de competencia o idoneidad, sino por la fidelidad del servidor.
 
1. Dominación legal-racional: su tipo más puro es la dominación burocrática. No obedece a una persona
sino a una norma estatuida. El que ordena obedece al emitir la orden a una norma formalmente abstracta, que
puede modificarse pero siguiendo siempre pasos claramente establecidos. Todos están sujetos a cumplir esa
nueva regla (incluso quienes la crearon). El derecho de mando del jefe está legitimado por una regla estatuida
en el marco de una competencia concreta, basada en una utilidad objetiva. Este teóricamente debe estar al
servicio de los ciudadanos.
 
Divisiones:
 
1. Clases sociales: forma de estratificación social en función de las condiciones materiales. No constituyen
un grupo consciente de su propia unidad más allá de ciertas condiciones de vida.
2. Grupos de estatus: se distinguen por su modo de consumo y por sus prácticas sociales diferenciadas que
dependen de elementos objetivos y también subjetivos (capital social y reputación).
3. Partidos políticos: expresan y unifican en forma institucional intereses varios
 
Proceso de racionalización:
 
La historia de occidente marcha hacia cada vez mayor racionalización formal (tránsito del predominio de las
acciones sociales afectivas, pasando por las tradicionales y racionales con arreglo a valores, hacia las racionales con
arreglo a fines, y sus respectivas formas de dominación).
Esto es una tendencia, no una ley necesaria.
 
Este proceso tiene por finalidad la desmagización del mundo (quitarle a la realidad todo aquello que tiene de
mágico o misterioso para suplantarlo por un conocimiento rigurosamente lógico-científico). Considera que la razón
puede, lejos de cumplir con el ideal emancipatorio, regimentar al ser humano hasta anularlo como persona capaz de
sentir, desear o pensar al margen de lo racionalmente establecido.
 
Ciencia, Estado y capitalismo:
 
El motor de este proceso radica en las peculiaridades del pensamiento científico tecnológico.
A medida que se expande, puede prever conductas futuras y orientar su propia acción. Pero este proceso no es igual
en todas partes del mundo, porque solo en occidente hay ciencia en aquella fase de su evolución que consideramos
válida actualmente: el cultivo sistematizado y racional de las especialidades científicas, la formación del especialista
como elemento dominante de la cultura, es algo que solo en Occidente ha sido conocido.
Es producto de occidente el funcionario especializado, el Estado como organización política, y el capitalismo.
El acto en la economía capitalista descansa en la expectativa de una ganancia por el juego de recíprocas
posibilidades de cambio, en probabilidades formalmente pacíficas de lucro. Hay que guiarse en todo momento por el
cálculo de valor aportado y el obtenido. Pero solo en occidente existe el capitalismo con organización racional del
trabajo formalmente (porque puede ser que no sea así) libre. Esto no hubiera sido posible sin la separación de la
economía doméstica de la industria, y la consiguiente contabilidad racional. Este sistema permite la satisfacción de
las necesidades materiales cotidianas de la población.
 
Ética protestante y el espíritu del capitalismo:
 
La religión es una de las causas del cambio social, con incidencia en manifestaciones económicas, políticas,
artísticas, etc.
Indaga las relaciones entre protestantismo y capitalismo, pero dice que el espíritu capitalista NO es producto de la
Reforma.
Utiliza el pensamiento de Franklin (el tiempo es dinero) en el que aparecen cuatro elementos básicos del
capitalismo:
 
1. Una posición consciente del burgués frente al capital y los intereses
2. La obligación de actuar siguiendo patrones de diligencia, decoro, prudencia y moderación
3. El deber de ganar dinero
4. Una conducta ética fundada en el trabajo.
 
Lutero revaloriza el trabajo manual en contra de la actitud contemplativa.
El cumplimiento de los deberes terrenales es el único modo de agradar a Dios.
 
En el calvinismo encuentra el fundamento principal de esa nueva ética, caracterizado por la predestinación, la vida
ascética y laboriosa (que produce ganancias que no pueden ser gastadas: acumulación de capital).
Luego la raíz religiosa se destruye, y se sustituyen las consideraciones celestiales por otras utilitarias. No se vale de
la etnografía.
 
Se pregunta qué serie de circunstancias ha determinado que solo en occidente hayan surgido ciertos “hechos
culturales que parecen señalar un rumbo evolutivo de validez y alcance universal”.
 
En varios países ha existido el conocimiento empírico, filosofía racionalista y teológica, conocimientos y
observaciones profundos, arte complejo y hermoso. Pero ninguna de estas manifestaciones tenían la racionalización
(y cuantificación, sistematización) característica de Occidente.
El cultivo especializado y racional de las especialidades científicas, la enseñanza del especialista como factor
destacado en la cultura, y el funcionario especializado como piedra angular del Estado y de la economía moderna en
Europa (importante para el orden social) es producto occidental. Además, ninguna sociedad ha tenido Estado
moderno tal como se lo conoce en occidente.
 
El deseo de lucro y la tendencia a enriquecerse monetariamente hasta el máximo no guardan relación con el
capitalismo. Se encuentran en todos los hombres de todos los tiempos.
El capitalismo debe ser considerado como una sujeción o moderación racional del instinto desmedido de lucro. Se
identifica con el deseo de la ganancia, que tiene que ganarse con el trabajo capitalista, continua y racional, siempre
renovada, a la rentabilidad.
 
En una organización capitalista de la economía, cualquier esfuerzo no encaminado al logro de una ganancia
fracasará. Un acto de economía capitalista se apoya en la expectativa de una ganancia producto del juego de
recíprocas posibilidades de cambio, en clásicas probabilidades pacíficas lucrativas.
La actividad de aumentar el lucro se basa en un cálculo de capital: el valor de los bienes estimables monetarios
deberá superar, en el balance final, al valor estimativo de los medios adquisitivos reales que fueron aplicados para la
adquisición por cambio. Este cálculo es determinante, no importa el medio. Siendo así, no ha dejado de haber
capitalismo y empresas capitalistas en todas las naciones civilizadas.
 
El capitalista aventurero (que financia guerras y piratería, empresario colonial, comprador o vendedor de esclavos,
que oprime trabajadores) ha existido siempre, pero sus posibilidades han sido siempre de índole irracional y
especulativa (basadas en el despojo con la violencia).
Pero en Occidente existe un tipo de capitalismo único: la organización racional capitalista del trabajo
básicamente libre.
En él hay “industrias domésticas” auténticas, fundamentadas en el trabajo libre. Empleo universal de jornaleros para
la creación de manufacturas. La organización industrial racional mide las posibilidades de los mercados y no
permite la especulación irracional o política.
 
El capitalismo europeo no hubiera evolucionado en esto sin dos factores: la bifurcación de la economía doméstica
y la industria, y la consecuente contabilidad racional.
Todo esto es debido a la organización capitalista del trabajo, que produce también la comercialización (vinculada al
desenvolvimiento conseguido por los títulos de crédito y la especulación racionalizada en las Bolsas).
Fuera de Occidente faltan los conceptos de “burgués” y “burguesía”, y por lo tanto también el “proletariado” como
clase, debido a que se carecía de organización racional del trabajo libre. Solo en Occidente se produce esta
oposición.
 
El problema desde el ángulo económico no es el desenvolvimiento de la actividad capitalista, sino aquel que dio
origen al capitalismo industrial burgués con su organización racional del trabajo libre (principal característica).
 
Antes de haber capitalismo en Occidente, ya había burgueses. Este capitalismo ha recibido un fuerte influjo por
parte de la técnica, porque su racionalidad se encuentra condicionada por las posibilidades técnicas de realizar un
cálculo con precisión: las posibilidades de la ciencia occidental, especialmente las naturales precisas.
El desarrollo de las mismas se debe a la aplicación que hace de ellas el capitalismo.
Existen racionalizaciones de la contemplación mística y de todas las otras áreas.
 
Es primordial conocer las características particulares del racionalismo occidental moderno y explicar sus orígenes.
Para esto hay que valorar la importancia fundamental de las condiciones económicas, pero no deberá descuidarse
el conocimiento de la relación causal inversa, porque el racionalismo económico depende en su nacimiento de la
capacidad del hombre para determinadas clases de conducta racional.
Entre los factores de formación más importantes se encuentran la fe en los poderes mágicos y piadosos y la
consecuente obligación moral.
En este libro, Weber intenta determinar la determinación del influjo y conexión causalístico de la ética racional del
protestantismo ascético en la constitución de la mentalidad económica (ethos económico) de la actividad económica
moderna
 
Se propone estudiar la relación de los fenómenos económicamente pertinentes (producen efectos que interesan
desde el punto de vista socioeconómico) y económicos.
No produce un tipo de explicación causal sino, una explicación condicional, en la cual existe la posibilidad de
diversos órdenes de explicación en relación a la diversidad de los puntos de vista que indican la dirección de las
relaciones indagadas.
 
Construye dos estructuras típicas ideales (capitalismo y calvinismo) y las relaciona analógicamente, asignándole al
calvinismo el papel de condicionante y al capitalismo el de condicionada, haciendo una comparación de procesos
análogos para mostrar la influencia causal de determinados acontecimientos sobre otros.
Su hipótesis central es que existe una relación determinada entre ciertos ideales religiosos y la formación de
la mentalidad económica moderna, de las conexiones entre de la ética moderna con la ética racional de
protestantismo ascético.
 
Parte de un hallazgo empírico: los protestantes participan relativamente más en la posesión de capital y en la
dirección de las grandes empresas comerciales e industriales. Estos siempre han mostrado una tendencia importante
hacia el racionalismo económico (por eso la relación causal es del protestantismo al capitalismo y no al revés).
 
Considera que los escritos de Franklin expresan el ethos del capitalismo, por lo que llega a una conclusión opuesta
al materialismo dialéctico: el espíritu del capitalismo existió con anterioridad al desarrollo del mismo.
Considera que es posible definir el espíritu del capitalismo moderno como una mentalidad que aspira a obtener
un fin de lucro mediante el ejercicio sistemático de una profesión, en búsqueda de una ganancia
racionalmente legítima.
Plantea que la consideración de la profesión como una misión impuesta por Dios es un producto de la Reforma
(Lutero), pero que este concepto tenía un carácter tradicionalista.
El calvinismo y otras sectas puritanas realizan la conexión racional del trabajo profesional con las ideas religiosas.
 
Investiga los efectos socioculturales de la predestinación (dogma típico del calvinismo), teniendo en cuenta el
carácter utilitarista de esta secta y su concepción profesional.
El obrar ascético es central del calvinismo, y exige una racionalización de la conducta, lo que tiene una conexión
directa con la idea de comprobar la fe en la vida profesional: racionalizó sistemáticamente la vida moral.

Weber señaló que los elementos más importantes del protestantismo ascético son:
1. Lo que es reprobable no es la riqueza, sino el descanso en ella;
2. El trabajo es un medio ascético y un fin absoluto en la vida, pero tiene que ser el trabajo racional en una
profesión.
 
Llega a la conclusión de que el puritanismo tenía el ethos de la industria racional burguesa y de la organización
racional del trabajo, lo que favoreció la formación de capitales y la conducta burguesa y racional desde el punto de
vista económico.
 
Diferencias entre sociología e historia:
 
3. la sociología se ocupa de regularidades de hecho (desarrollo de una acción repetida por los mismos
agentes o extendida a muchos, con sentido mentado típicamente homogéneo).
4. La historia se ocupa de conexiones singulares, más importantes para la imputación causal
 
Juicios:
 
Abordó las relaciones entre lo fáctico y lo valorativo. Su esquema lógico explicativo plantea la utilización de valores
en la selección de los problemas por investigar y el estudio objetivo causal de estos una vez que han sido
seleccionados de manera subjetiva (pero esa subjetividad no debe interferir en la investigación y la interpretación
científica de ellos, que debe mostrar los encadenamientos causales (no leyes)).
Su visión de la realidad histórico-social es una totalidad constituida por un conjunto infinito de elementos y
relaciones entre ellos, que impide la comprensión completa de esta. Por lo tanto, propone hacer una delimitación del
campo de investigación a través de valores del investigador (según el cual ciertos sectores de esa realidad son
significativos).
Pero la relevancia no depende del objeto en sí mismo, sino del punto de vista del investigador. Pero luego se puede
realizar un estudio objetivo de esta.
 
Karl Marx
 
Materialismo histórico:
 
Las cualidades y deficiencias físicas del hombre son indispensables para la fabricación de útiles y se perfeccionan a
medida que los útiles y el trabajo productivos se perfeccionan, porque están ancladas a la posibilidad y necesidad de
organización social: el hombre no puede vivir solo. Debe producir sus víveres con la ayuda de útiles que
prolonguen y perfeccionen esos órganos, y la acción común del grupo humano asegura esa producción.
 
Mediante la socialización progresiva, los niños aprenden las reglas y técnicas de supervivencia.
Las diferentes características del hombre están estrechamente ligadas unas con otras.
Solo la especie humana es capaz de fabricar útiles de manera deliberada para que vayan siendo cada vez más
perfeccionados, después de que hayan sido concebidos de manera consciente sobre la base de la experiencia
progresiva, gracias a las comunicaciones cada vez más perfeccionadas.
 
Esta dialéctica producción/Comunicación crea la posibilidad de un desarrollo ilimitado en la fabricación de útiles,
de la producción humana, de un desarrollo ilimitado de experiencias y del aprendizaje humano y por ello una
plasticidad y una adaptabilidad prácticamente ilimitadas en el género humano.
La sociedad y la cultura material llegan a ser la segunda naturaleza del hombre (por lo que ninguna institución
es contraria a la naturaleza humana).
 
La dialéctica producción/comunicación domina por completo la condición humana. El materialismo histórico es la
ciencia de las sociedades humanas, que trata de dar cuenta de esa dialéctica y explicarla.
 
Toda sociedad humana debe producir para sobrevivir. Esta producción de subsistencias (satisfacción de necesidades
de consumo) es la condición previa a cualquier organización o actividad compleja.
El materialismo histórico afirma que la manera como los hombres organicen su producción material constituye
la base de toda organización social, que a su vez determina todas las otras actividades sociales
(superestructura social).
 
No afirma de ningún modo que la producción material determine directamente e inmediatamente el contenido y la
forma de todas las actividades de la superestructura. La base social no es la actividad productiva en sí, sino las
relaciones sociales que los hombres establecen en la producción de su vida material.
 
Es un determinismo socioeconómico, por lo tanto, las actividades de la superestructura no se derivan directamente
de las relaciones sociales de producción (solo en última instancia), y pueden luchar contra esta última.
Esto es debido a que quienes controlan la producción material y el sobreproducto social controlan también a
aquellos que viven del sobreproducto social.
 
Las relaciones de producción van acompañadas de formas de comunicación predominantes en cada tipo de sociedad,
lo que conlleva la aparición de estructuras mentales predominantes que condicionan las formas del pensamiento.
 
Relaciones entre base y superestructura:
 
La producción material es el objeto fundamental de las actividades en el nivel de la base social,
y la ideológica, artística y científica en las actividades de la superestructura social (engloba también al Estado).
 
El materialismo histórico busca explicar la evolución de cada una de esas dos esferas, su interdependencia y sus
relaciones recíprocas, en cuatro niveles de determinación:
 
1. Toda producción espiritual está relacionada de un modo u otro con el proceso de trabajo material. Opera
siempre con una infraestructura material propia.
 
1. Toda producción espiritual evoluciona de acuerdo con una dialéctica interna que le es propia a su historia.
 
1. Las modificaciones en el tratamiento de los conceptos ideológicos, formas artísticas o hipótesis de trabajo
científico no se hacen de modo arbitrario, o en condiciones socio-históricas cualquiera. Están condicionadas,
suscitadas o al menos, permitidas por un contexto y unas necesidades socio-económicas.
Las grandes transformaciones en la producción espiritual están ligadas a estructuras mentales particulares,
predeterminadas por las estructuras sociales.
 
1. La evolución de la producción espiritual está determinada en último término por conflictos de interés
social
 
Estas determinaciones reflejan una correlación objetiva que puede ser subjetivamente asumida, pero que no tiene
que serlo necesariamente
 
Fuerzas productivas, relaciones sociales de producción y modos de producción:
 
Todo producto fabricado por el hombre es resultado de esa combinación:
 El objeto del trabajo que es, directa o indirectamente, una materia prima producida por la naturaleza;
 el instrumento del trabajo, que es un medio de producción más o menos desarrollado y creado por el
hombre;
 el sujeto de trabajo (trabajador).
 
El trabajo es social, no individual, por lo que el sujeto está insertado en relaciones sociales de producción.
Estas relaciones de trabajo no deben ser vistas como si se tratara de relaciones entre cosas, o entre hombres y cosas:
conciernen a las relaciones entre hombres, reúnen el conjunto de relaciones que los hombres anudan entre ellos en la
producción de su vida material.
 
A un grado determinado de desarrollo de las fuerzas productivas, a una suma determinada de medios de producción,
a una técnica y a una organización determinada del trabajo, corresponden en general relaciones de producción que
les son idóneas.
 
Pero si bien hay una correspondencia general en el grado de desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones
sociales de producción, esta no es absoluta ni permanente: puede producirse entre estas una doble desarticulación
(las segundas pueden ser el freno de las primeras, y las segundas adelantadas para las primeras).
Esta desarticulación coincide con períodos históricos de transformaciones sociales profundas, con períodos de
revoluciones sociales.
 
La dialéctica entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales determina en su mayor parte la grandes épocas
de la historia humana.
Cada modo de producción tiene su fase de nacimiento, ascensión, madurez, declive, caída y desaparición. Estas
fases dependen de la manera cómo las relaciones de producción favorezcan, permitan o entorpezcan el desarrollo de
las fuerzas productivas. Sólo a través de la acción de una clase social o de varias clases sociales las relaciones de
producción pueden ser introducidas o conservadas o derribadas.
 
Cada formación social está caracterizada siempre por un conjunto de relaciones de producción, pero este no implica
la existencia de un modo de producción estabilizado (conjunto de relaciones de producción que se producen más o
menos automáticamente por el mismo funcionamiento de la economía, por el juego normal de la reproducción de las
fuerzas productivas, con un papel correlativo más o menos importante de ciertos factores de la estructura social), ni
la homogeneidad de estas relaciones de producción. Un modo de producción es una estructura que no puede ser
modificada fundamentalmente por evolución, adaptación o reforma, su lógica interna no puede superarse a menos
que sea trastocado ese modo de producción.
 
Pero en períodos de transformaciones profundas hay conjuntos de relaciones de producción no estabilizados. Pueden
conducir a la restauración de la antigua sociedad o a la llegada de un nuevo modo de producción. Esto depende del
desarrollo suficiente o no de las fuerzas productivas, el resultado de la lucha de clase en un país dado e
internacionalmente y el juego de elementos superestructurales y subjetivos.
 
Incluso cuando existe un modo de producción estabilizado, las relaciones de producción no son necesariamente
homogéneas (de hecho, casi nunca). En cada formación social concreta hay una combinación entre relaciones de
producción características del modo de producción existente y vestigios de lo anteriores. Por lo tanto, se puede
hablar de un modo de producción estabilizado cuando la predominancia de las relaciones de producción que le son
características es tal que las reproduce automáticamente, dominando el conjunto de la vida económica con su lógica
interna, con sus leyes de desarrollo.
 
Determinismo histórico y práctica revolucionaria:
 
La tesis fundamental del materialismo histórico es que la existencia social determina la conciencia social.
 
La historia de las sociedades humanas se puede explicar y no es fortuita o arbitraria: se explica por la estructura
fundamental de la sociedad de cada época determinada y por las contradicciones esenciales de esa estructura.
Ej.: Desde que la sociedad está dividida en clases, se explica por lucha de clases.
 
Es una doctrina determinista, pero en el sentido dialéctico y no mecanicismo del término. No es fatalista, porque si
bien las elecciones del hombre están predeterminadas por coacciones materiales y sociales, la humanidad puede
forjar su propio destino en el marco de esas coacciones.
Los hombres hacen su propia historia. Son producto de condiciones materiales, pero estas son producto de la
práctica social de los hombres. Por lo tanto, la salida de cada gran época de convulsiones sociales de la historia es
incierta.
 
Es decir que la decadencia evidente del capitalismo contemporáneo no desemboca inevitablemente en la victoria del
socialismo. El socialismo es una necesidad histórica para permitir un nuevo desarrollo de las fuerzas productivas,
conforme a las posibilidades de la ciencia y la técnica contemporáneas.
Es necesario para permitir la satisfacción de las necesidades que el progreso de la ciencia y la técnica han
despertado en los hombres.
 
Es la práctica social de los hombres lo que crea las estructuras sociales que a continuación los ingiere, y con la
práctica social revolucionaria las mismas pueden ser transformadas. Estas transformaciones no pueden hacerse de
cualquier forma: las revoluciones sociales progresistas no son posibles más que si en el seno de la vieja sociedad
han madurado las precondiciones materiales y las fuerzas sociales que permiten crear una organización social
superior. Este es el resultado del grado de eficacia de la acción revolucionaria.
 
Alienación y emancipación:
 
La humanidad vivió durante milenios dependiendo de la naturaleza. Con el desarrollo de las fuerzas productivas, la
humanidad consigue invertir esa relación de dependencia absoluta.
 
Somete a la naturaleza para utilizarla con el fin de acrecentar la producción, diversificar sus necesidades, desarrollar
sus potencialidades, amplificar sus relaciones sociales que acaban por englobar a todo nuestro planeta, y unificar
potencialmente a la humanidad.
 
Cuanto más se liberan los hombres de la naturaleza, más se alienan en relación con su propia organización social.
 
A medida que crecen las fuerzas productivas, que progresa la producción material, que las relaciones de producción
se convierten en las de una sociedad dividida en clases, la humanidad ya no controla el destino de su producción ni
el conjunto de su actividad productiva: no controla su destino social, parece cada vez más sometida a la fatalidad de
su organización social.
 
El desarrollo de las fuerzas productivas lleva a la alienación en relación con su producción y su sociedad, y crea,
bajo el capitalismo, la posibilidad de una verdadera emancipación del hombre: la sociedad será cada vez más capaz
de controlar y autodeterminar su desarrollo social y las transformaciones del medio natural en el que se produce,
será cada vez más capaz de explotar todas sus potencialidades de desarrollo individual y social.
 
La construcción de una sociedad sin clases implica la emancipación del trabajo (del hombre en tanto que productor).
Los hombres se convertirán en dueños de sus productos y procesos de trabajo.
 
De la pequeña producción mercantil al modo de producción capitalista:
 
En los primeros tiempos de la humanidad la producción estaba basada en la satisfacción de las necesidades de las
colectividades productivas. El cambio era accidental. Esto presupone una organización deliberada (no
necesariamente consciente ni minuciosa) del trabajo, lo que lo hace inmediatamente social. Muchas cosas pueden
ser dejadas al azar, porque ninguna postura tendente al enriquecimiento privado preside la actividad económica.
 
Poco a poco se desgaja una organización económica diametralmente opuesta. A partir de los progresos de la
división del trabajo, de la aparición de cierto excedente, el potencial de trabajo de la colectividad es
progresivamente dividido en unidades trabajando independientemente unas de otras. El carácter privado del trabajo
y de la propiedad privada de los productos del trabajo se interponen entre los miembros de una comunidad, e
impiden establecer relaciones económicas deliberadas entre ellos: se relacionan por intermedio del cambio de los
productos de su trabajo.
 
La mercancía es un producto del trabajo social que está destinado a ser cambiado por su productor (no consumido
por él o su comunidad).
La producción de mercancías apareció hace 10 o 12000 años en el Medio Oriente, en el marco de una primera
división del trabajo entre los artesanos profesionales y los campesinos (luego de la aparición de las primeras
ciudades).
 
La primera producción mercantil es aquella organización económica en la que prevalece la producción para el
cambio, y los productores son dueños de sus condiciones de producción.
La producción mercantil encontró su principal desarrollo en el siglo XIV y el XVI en Italia del norte central y en los
países Bajos del sur y del norte, en donde los propietarios de las mercancías eran libres e iguales, más o menos, en
derecho. Este carácter permite entender la función misma del cambio: permite la continuidad de todas sus
actividades productivas esenciales, a pesar de una división del trabajo ya avanzada, y sin que estas actividades
dependan de decisiones deliberadas de la colectividad o de sus señores.
 
La organización del trabajo fundada en el reparto deliberado y previsto de antemano de la mano de obra entre
diferentes ramas de actividad esenciales para satisfacer las necesidades de la sociedad se sustituye por una división
del trabajo más o menos libre, en la que aparentemente el azar gobierna este reparto de recursos productivos vivos y
muertos.
El cambio y su resultado se sustituyen por la planificación usual o consciente para repartir esos recursos, pero debe
hacerse de tal forma que la continuidad de la vida económica esté asegurada de tal modo que todas las actividades
esenciales encuentren practicantes. Es la misma forma de realización del cambio lo que asegura sus resultados, al
menos a medio plazo. Las mercancías se cambian según las cantidades de trabajo necesarias para producirlas.
 
La Ley del valor es la ley que gobierna el cambio de mercancías, y por intermedio de esta, el reparto de la fuerza de
trabajo y de todos los recursos productivos entre las diferentes ramas de actividad. Asegura el reconocimiento
social del trabajo convertido en trabajo privado.
Debe funcionar basándose en criterios objetivos, iguales para todos.
La equivalencia de las jornadas del trabajo asegurada por la ley del valor es una equivalencia de trabajo según la
media social de productividad. En una sociedad precapitalista, esta medida es generalmente estable y conocida por
todos, porque la técnica productiva en ella evoluciona muy lentamente o nada. El valor de las mercancías está
determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlas.
 
En la pequeña producción mercantil, la actividad de los que actúan en el mercado es muy simple: venden para
comprar. Pero esta producción exige la aparición de un medio de cambio universalmente aceptado para facilitar el
cambio: la moneda. Con su aparición, aparece también otra clase social: el propietario de dinero.
 
El capital es todo valor que trata de apropiarse de una plusvalía, que está lanzado a la búsqueda de una
plusvalía. Como todas las categorías económicas, la categoría capital puede entenderse solo si se la comprende
como fundada en una relación social entre los hombres (en la que un propietario de capital se apropia de una
plusvalía).
PLUSVALÍA: ES LA DIFERENCIA DE DINERO QUE OBTIENE EL BURGUES AL ESTABLECER UN
SALARIO DE SUBSITENCIA Y DE ESTA FORMA NO PAGA AL TRABAJADOR POR TODO LO QUE
PRODUCE.
 
El capital existía antes del capitalismo.
El usurero y el mercader aparecen en un principio en el seno de sociedades precapitalistas. Operan fuera de la esfera
de producción. Aseguran la introducción del dinero en una sociedad natural introduciendo productos de lujo venidos
de lejos, asegurando un mínimo de crédito a las clases poseedoras como a los reyes. Este capital es políticamente
débil, y no está protegido contra las exacciones, la rapiña y la confiscación.
Solamente cuando cambiaron las relaciones de fuerzas políticas hasta el punto en que esas confiscaciones directas e
indirectas fueron cada vez más difíciles, el capital pudo acumularse de manera cada vez más continua. A partir de
ese momento se hace posible la penetración del capital en la esfera de la producción, y con ella el nacimiento del
modo de producción capitalista (capitalismo moderno).
La plusvalía ya no se extrae de la esfera de la distribución, se produce de modo normal en el curso del proceso
productivo.
 
En la sociedad precapitalista, los propietarios de capitales no pueden apropiarse una plusvalía más que explotando
de manera parasitaria los rendimientos de otras clases de la sociedad. Esta plusvalía parasitaria puede provenir de
parte excedente agrícola. La piratería, el pillaje y el comercio de esclavos jugaron un papel esencial en la
constitución de las fortunas iniciales de mercaderes de la Edad media.
El hecho de comprar mercancías por debajo de su valor en mercados lejanos y luego venderlas por encima de su
valor también fue importante. Una plusvalía semejante no resulta más que de una actividad de transferencia. Unos
pierden lo que otros ganan. Con el advenimiento de la del capitalismo la plusvalía se producirá con normalidad y
se acrecentará normalmente en amplitud, en el curso del mismo proceso.
 
En todas las sociedades precapitalistas los productores estaban obligados a repartir parte de su producción entre una
parte que ellos mismos consumían, y una parte de la que se apropiaba la clase dominante.
En la fábrica capitalista se manifiesta el mismo fenómeno, pero está velado por la apariencia de relaciones
mercantiles que parecen gobernar la “libre compra venta” de la fuerza de trabajo entre capitalistas y obreros.
 
El capitalista compra la fuerza de trabajo para obtener de ella un producto más elevado a lo que ha pagado
para comprarla, esa es su plusvalía, su beneficio pagado para comprarla.
 
Por lo tanto, el origen de la plusvalía está en el trabajo excedente: el trabajo gratuito apropiado por el capitalista.
 
El capitalista no compra el trabajo que el obrero va a efectuar, sino su fuerza de trabajo. Esta tiene un valor propio:
está determinado por la cantidad de trabajo necesaria para reproducirla, es decir, para la subsistencia del obrero y su
familia.
 
La plusvalía tiene su origen en el hecho de la diferencia que aparece entre el valor producido por el obrero y el valor
de las mercancías necesarias para asegurar su subsistencia.
Esta diferencia se debe al crecimiento de la productividad del trabajo del obrero. El capitalista puede apropiarse de
los beneficios del crecimiento de la productividad del trabajo porque la fuerza de trabajo se ha convertido en una
mercancía, porque el obrero ha sido puesto en una situación en la que no puede producir su propia subsistencia.
 
Condiciones de aparición del capitalismo:
 
 La separación de los productores de sus medios de producción y de subsistencia.
 
 La formación de una clase social que monopoliza estos medios de producción: la burguesía moderna.
Esto supuso al principio una acumulación de capitales bajo forma de dinero, después una transformación de
los medios de producción que son tan caros que solo los propietarios de capitales-dinero considerables pueden
adquirirlos.
 
1. La transformación de la fuerza de trabajo en mercancía. Esta resulta de la aparición de una clase que no
posee nada más que su fuerza de trabajo y que, para subsistir, está obligada a vender esa fuerza de trabajo a
los propietarios de los medios de producción (Mandel)
 
Mercancía:
 
Parece que fueran evidentes y triviales. Pero son objetos muy intricados, llenos de sutilezas metafísicas y resabios
teológicos.
Tiene un valor de uso. La actividad del hombre hace cambiar a las materias naturales de forma, para servirse de
ellas.
En cuanto comienza a ser mercancía, un objeto se convierte en físicamente metafísico. Este carácter místico no
brota de su valor de uso, pero tampoco del contenido de sus determinaciones de valor. Por lo que se refiere a la
magnitud de valor y a lo que sirve para determinarla, o sea, la duración en el tiempo de aquel gasto o la cantidad de
trabajo invertido, la cantidad se distingue incluso mediante los sentidos de la calidad de trabajo. En las mercancías,
la igualdad de los trabajos humanos asume la forma material de una objetivación igual de valor de los productos del
trabajo, o el grado en que se gaste la fuerza humana de trabajo, medido por el tiempo de su duración (valor de
cambio).
 
Valor de uso:
 Le establece el valor que le parece que tiene.
 No puede ser considerado para el valor de las mercancías en el mercado.
 Cualitativo, subjetivo, personal.
 Uso personalizado y valor que le otorga uno mismo, no puede ser considerado para la venta
Valor de cambio:
 El valor que hay que tener en cuenta para el intercambio en el mercado
 Es cuantitativo y numérico.
 El valor se establece por el trabajo que posee el objeto. (El tiempo socialmente necesario que se necesito
para construirlo en condiciones óptimas de trabajo). El tiempo social que fue empleado.
 La mercancía es la cristalización del trabajo.
Por lo tanto, el carácter misterioso de la mercancía está en que proyecta ante los hombres el carácter social del
trabajo de estos como si fuese un carácter material de los propios productos de su trabajo y como si la relación que
media entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad fuese una relación social establecida entre los
mismos objetos, al margen de sus productores.
Esto es lo que convierte a los productos de trabajo en mercancía. La mercancía y la relación de valor de los
productos del trabajo en que esa mercancía cobra cuerpo, no tiene absolutamente nada que ver con su carácter físico,
ni con las relaciones materiales que de este carácter se derivan. Esto se llama fetichismo de la mercancía.
 
La mercancía tiene carácter misterioso ya que cuando se ven a simple vista no se tiene en cuenta el carácter
social del trabajo empleado y solo se tiene encuentra el aspecto material, por esto sucede el fetichismo, en el
que se ignora el trabajo empleado al realizar el objeto, ignorando así muchas veces el trabajo esclavo y
explotado empleado y el plusvalor, y se piensa a la mercancía como si tuviera una voluntad propia.
 
En el acto de cambio los productos del trabajo cobran una materialidad de valor socialmente igual e independiente
de su múltiple y diversa materialidad física de objetos útiles. Este desdoblamiento del producto del trabajo en valor
de uso y valor de cambio se presenta solamente donde el cambio adquiere la extensión e importancia suficientes
para que se produzcan objetos útiles con vistas al cambio, por lo que el valor de cambio de las mercancías existe en
el momento de ser producidos.
 
Las mercancías no son más que expresiones del trabajo humano invertido en su producción.
Lo que interesa a los que cambian unos productos por otros, es cuantos productos ajenos obtendrán por el suyo
propio. En cuanto estas proporciones cobran cierta fijeza, parece como si brotasen de la naturaleza inherente de los
productos del trabajo. Su movimiento social cobra a los ojos del ser humano la forma de cosas bajo cuyo control
está, en lugar de ser él el que las controle.
 
Los trabajos privados que se realizan independientemente unos de otros son eslabones elementales de la división
social del trabajo. Las proporciones fortuitas y oscilantes de cambio de sus productos se impone siempre como ley
natural reguladora del tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. La determinación del valor por
tiempo de trabajo es el secreto detrás de los oscilantes valores relativos de las mercancías.
 
Las categorías de la economía burguesa son formas mentales aceptadas por la sociedad (por lo tanto objetivas) que
expresan las condiciones de producción de este régimen social de producción históricamente dado, que es la
producción de mercancías.
En la edad media europea, no era necesario que los trabajos y los productos revistan en ella una forma fantástica
distinta de su realidad, porque estaba basada en vínculos personales de sujeción.
Las relaciones sociales de las personas en sus trabajos se revelan como relaciones personales suyas, sin disfrazarse
de relaciones sociales entre las cosas.
El gasto de las fuerzas individuales de trabajo, graduado por su duración en el tiempo, reviste la forma lógica y
natural de un trabajo determinado socialmente, porque en ese régimen las fuerzas individuales de trabajo sólo actúan
de por sí como órganos de la fuerza colectiva de trabajo de la familia.
 
La forma del proceso material de producción (o de la vida) se despojará de su halo místico cuando ese proceso sea
obra de hombres libremente socializados y puesta bajo su mando. El valor de cambio no es más que una
determinada manera social de expresar el trabajo invertido en un objeto y no puede, por tanto, contener materia
alguna natural. La mercancía es la forma más general y rudimentaria de la producción burguesa.
 
Manifiesto del partido comunista:
 
Toda la historia de la sociedad humana es la historia de una lucha de clases: de opresores contra oprimidos.
 
La sociedad moderna no ha abolido los antagonismos de clase de la sociedad feudal, sino que ha creado nuevas
clases, condiciones de opresión, modalidades de lucha.
En nuestra época (la de la burguesía) se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase: la sociedad
tiende a separarse en los campos enemigos de las clases antagónicas burguesía y proletariado.
 
El descubrimiento de América y la circunnavegación de África le dieron un nuevo impulso a la burguesía.
Los mercados en China, India, las colonias, el incremento de los medios de cambios y de las mercaderías dieron al
comercio, a la navegación, a la industria un impulso revolucionario escondido en el seno de la sociedad feudal en
descomposición, que ya no bastaba para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados.
Ocupó su puesto la manufactura, los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial y
la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada
taller.
 
Luego, la gran industria moderna reemplazó la manufactura, y la clase media industrial dejó paso a los burgueses
modernos. La gran industria creó el mercado mundial, y estos progresos redundaron en provecho de la industria (y
de la burguesía y sus capitales).
 
La burguesía es producto de un largo proceso histórico, fruto de una serie de transformaciones radicales operadas en
el régimen de cambio y de producción.
A cada etapa de avance de la burguesía corresponde una nueva etapa de progreso político, hasta que finalmente
implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial se conquista la hegemonía política y crea el
Estado moderno representativo.
Hoy el poder público es el consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.
 
La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.
 Echó por tierra todas las instituciones.
 No dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero constante y sonante.
 Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre.
 La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de producción y
con él todo el régimen.
 Al contrario que todas las clases que la precedieran, es que todas tenían por condición primaria de vida la
intangibilidad del régimen de producción vigente. Se distingue de ellas por el constante y agitado
desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una
inquietud y una dinámica incesantes.
 Se ha extendido por todo el mundo gracias al bajo precio de sus mercancías.
 Somete el campo a la ciudad, los pueblos bárbaros a las naciones civilizadas, el oriente a occidente.
 Va aglutinando cada vez más los medios de producción, la propiedad y los habitantes del país.
 Concentra en manos de unos cuantos la propiedad, lo que lleva a un régimen de centralización política.
 
Desde hace varias décadas, la historia de la industria y del comercio es la historia de las modernas fuerzas
productivas que se revelan contra el régimen vigente de producción, contra el régimen de propiedad, donde residen
las condiciones de vida y de predominio político de la burguesía.
 
Las fuerzas productivas no sirven ya para fomentar el régimen burgués de la propiedad, son demasiado poderosas
para servirlo. No pueden abarcar la riqueza que engendraron. Los proletarios son los que destruirán la burguesía,
los que sólo pueden vivir encontrando trabajo y solo lo encuentra en la medida en que este incrementa el capital.
El obrero es una mercancía sujeta a las fluctuaciones del mercado. Se convierten en simples resortes de
máquina que realizan operaciones mecánicas.
 
Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajo manual (mayor el desarrollo adquirido por la
moderna industria) también es mayor la proporción en que el trabajo de la mujer y el niño desplaza al del hombre, y
cuando la explotación del obrero da su fruto y aquel recibe el salario, caen sobre él los otros representantes de la
burguesía.
El proletario carece de bienes, apenas tiene relación con su familia, no tiene carácter nación.
Las leyes, la moral, la religión son para él solo prejuicios burgueses en los que anidan otros intereses de la
burguesía.
La gran industria va desgarrando los lazos familiares de los proletarios y los obreros, convirtiendo a los hijos en
simples mercancías y meros instrumentos de trabajo.
 
La única forma en que los proletarios puedan conquistar para sí las fuerzas sociales de la producción, aboliendo el
régimen adquisitivo al que se hallan sujetos, y con él todo el régimen de apropiación de la sociedad. No tienen nada
propio que asegurar, sino destruir lo de los demás.
 
Hasta hoy, para poder oprimir a una clase era necesario asegurarle, por lo menos, las condiciones indispensables de
vida, pues de otro modo se extinguiría y con ella su esclavitud. Pero el obrero, lejos de progresar conforme progresa
la industria, decae y empeora por debajo del nivel de su propia clase.
 
El pauperismo (acumulación de pobres) se desarrolla en proporciones mucho mayores que la población y la riqueza.
Por eso la burguesía es incapaz de seguir gobernando la sociedad, porque es incapaz de garantizar a los esclavos la
existencia ni aún dentro de su explotación, se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desamparo en que
no tiene más remedio que mantenerlos, cuando son ellos los que debieran mantenerla a ella .
 
Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad en general, sino la abolición del régimen de
propiedad burguesa: abolición de la propiedad privada.
Ser capitalista es ocupar un puesto social en el proceso de la producción. El capital es un producto colectivo, que
puede ponerse en marcha solo por la cooperación de muchos individuos. Por lo tanto, el capital no es un patrimonio
personal sino una potencia social.
El comunismo aspira a convertir el capital en propiedad colectiva, a transformar el carácter colectivo de la
propiedad, a despojarla de su carácter de clase.

El precio medio del trabajo asalariado es el mínimo del salario: la suma de víveres necesaria para sostener al obrero
como tal obrero (salario de subsistencia).
 
Acumulación originaria:
 
Acumulación capitalista:
 
El dinero se transforma en capital, el capital produce plusvalor y del plusvalor se obtiene más capital .
La acumulación del capital presupone el plusvalor, el plusvalor la producción capitalista, y esta la preexistencia de
masas de capital y de fuerza de trabajo relativamente grandes en manos de los productores de las mercancías. Todo
este proceso supone una acumulación originaria previa a la acumulación capitalista.
 
Acumulación originaria:
 
El dinero, la mercancía y los medios de producción y subsistencia no son capital desde un primer momento.
Requieren ser transformados en capital, y esta transformación solo puede operarse mediante determinadas
circunstancias:
 
Que se enfrenten y entren en contacto:
 
 Los propietarios de dinero, de medios de producción y de subsistencia, a quienes les toca valorizar
mediante la adquisición de fuerza de trabajo ajena, las suma de valor de la que se han apropiado
 
 Trabajadores libres, vendedores de fuerza de trabajo propia y por lo tanto vendedores de trabajo. Son
libres porque no están incluidos directamente entre los medios de producción, ni tampoco les pertenecen a
ellos los medios de producción.
 
Por lo tanto, la relación del capital presupone la escisión (división) entre los trabajadores y la propiedad sobre las
condiciones de realización de trabajo, que transforma en capital los medios de producción y de subsistencia sociales,
y convierte a los productores directos en asalariados.
 
En la historia de este proceso de escisión son importantes los momentos en que se separa súbita y violentamente a
las grandes masas humanas de sus medios de subsistencia y producción y se las arroja al mercado de trabajo.
La expropiación que despoja de la tierra al trabajador constituye el fundamento del proceso.

En todos los países de Europa la producción feudal se caracteriza por la división de la tierra entre el mayor número
posible de campesinos tributarios.
EL poder del señor feudal no se fundaba en la longitud de su registro de rentas, sino en el número de sus súbditos, y
este dependía de la cantidad de campesinos que trabajaban para sí mismos.
Esto permitió la riqueza popular, excluyendo la riqueza capitalista.
 
En el último tercio del siglo XV y los primeros decenios del siglo XVI una masa de proletarios fue arrojada al
mercado de trabajo por la disolución de las mesnadas feudales. Esto fue provocado por la nobleza y por los señores
feudales, que expulsaron violentamente a los campesinos de la tierra. Se comenzaron a convertir las tierras de labor
en pasturas.
El sistema capitalista demandaba una condición servil de las masas populares y la conversión de los medios de
trabajo en capital.
 
Este proceso de expropiación violenta de las masas populares recibió un fuerte impulso en el siglo XVI con la
reforma, y luego con la expoliación colosal de los bienes eclesiásticos.
En la época de la reforma, la iglesia católica era propietaria feudal de gran parte del suelo inglés.
Con la supresión de los monasterios, etc. arrojó a sus moradores al proletariado.
Los bienes eclesiásticos fueron donados rapazmente a los favoritos del rey, o vendidos por un muy bajo precio a
arrendatarios y residentes urbanos especuladores que expulsaron en masa a los antiguos campesinos tributarios
hereditarios, fusionando los predios de estos últimos.
El patrimonio eclesiástico configuraba el baluarte religioso de las relaciones tradicionales de propiedad de la tierra.
Con la ruina de aquel, estas últimas ya no podían mantenerse en pie.
 
Durante la restauración de los Estuardos, los terratenientes ejecutaron de manera legal una usurpación que en el
continente se practicó sin formalidades legales.
Abolieron el régimen feudal de tenencia de la tierra, indemnizaron al estado mediante impuestos sobre el
campesinado y las demás masas populares, reivindicaron la propiedad moderna sobre fincas que solo poseían títulos
feudales y finalmente, impusieron esas leyes asentamientos.
 
Los bienes fiscales, apropiados de manera fraudulenta, sumados a la depredación de las tierras eclesiásticas
constituyen el fundamento de los actuales dominios principescos que posee la oligarquía inglesa.
Los capitales burgueses favorecieron a la operación, entre otras cosas para convertir el suelo en artículo puramente
comercial para acrecentar el aflujo hacia ellos de proletarios enteramente libres procedentes del campo.
 
En el siglo XVII aún no se comprendía la identidad existente entre riqueza nacional y pobreza popular. Esto se
puede ver en el fenómeno del cercamiento de las tierras populares, que reduce el cultivo, aumenta el precio de los
medios de subsistencia y produce despoblación.
Con este proceso, los pequeños arrendatarios se convierten en gente que tiene que mantenerse a sí misma trabajando
para otros, y se ve obligado a ir al mercado para buscar lo que necesite.
Crecerán las ciudades y las manufacturas, porque más gente se verá empujada hacia ellas.
Así, las clases populares se ven reducidas a la condición de jornaleros y asalariados. Si la gente se ve obligada a
trabajar para otros, se pone en movimiento más trabajo.
 
En el siglo XIX se perdió hasta el recuerdo de la conexión que existía entre el campesino y la propiedad comunal.
El último gran proceso de expropiación que privó de tierra al campesino fue el llamado clearing of states
(despejamiento de las fincas). Se distingue por el carácter más sistemático, la magnitud de la escala en que se
practica la operación de una sola vez.
Las tierras de Escocia se convirtieron en coto de caza, cuyos dueños tenían el ojo puesto exclusivamente en la
ganancia (eran más lucrativos que las praderas para ovejas).
 
Estos métodos conquistaron el campo para la agricultura capitalista, incorporaron el suelo al capital y crearon para
la industria urbana la necesaria oferta de un proletariado enteramente libre.
Pero estos expulsados por la disolución de las mesnadas feudales y por la expropiación violenta e intermitente de
sus tierras no podían ser absorbidos por la naciente manufactura con la misma rapidez con que eran puestos en el
mundo. Las personas arrojadas súbitamente de su vida no podían adaptarse de manera tan súbita a la disciplina de su
nuevo estado. Se transformaron masivamente en mendigos, ladrones, vagabundos.
 
Por eso a fines del siglo XV y durante todo el siglo XVI prolifera en toda Europa Occidental una legislación
sanguinaria contra la vagancia. De este modo la población rural, expropiada por la violencia, expulsada de sus
tierras y reducida al vagabundaje, fue obligada a someterse, mediante una legislación terrorista y grotesca a
la disciplina que requería el sistema del trabajo asalariado.
 
No basta con que las condiciones de trabajo se presenten en un polo como capital y en el otro como hombres que no
tienen nada que vender, salvo su fuerza de trabajo. Tampoco basta con obligarlos a que se vendan voluntariamente.
En el transcurso de la producción capitalista se desarrolla una clase trabajadora que, por educación, tradición y
hábito reconoce las exigencias de ese modo de producción como leyes naturales, evidentes por sí mismas. La
organización del proceso capitalista de producción desarrollado quebranta toda resistencia; la generación constante
de una superpoblación relativa mantiene la ley de la oferta y la demanda de trabajo, y por tanto el salario, dentro de
los carriles que convienen a las necesidades de valorización del capital.
Sigue usándose la violencia directa, extraeconómica pero solo excepcionalmente. Para el curso usual de las cosas es
posible confiar el obrero a las leyes naturales de la producción, es decir, a la dependencia en que el mismo se
encuentra con respecto al capital (dependencia surgida de las condiciones de producción mismas y garantizada y
perpetuada por estas). La burguesía usa el poder del estado para regular el salario, es decir, para comprimirlo
dentro de los límites gratos a la producción de plusvalor, para prolongar la jornada laboral y mantener al
trabajador mismo en el grado normal de dependencia (esto es un factor esencial de la llamada acumulación
originaria).

Durante la segunda mitad del siglo XIV la subordinación del trabajo al capital era solo formal, es decir que el modo
de producción mismo no poseía un carácter específicamente capitalista.
De ahí a que la demanda de trabajo asalariado creciera rápidamente con cada acumulación del capital, mientras que
la oferta de trabajo asalariado solo la seguía con lentitud. Una gran parte del producto nacional, transformada más
tarde en fondo de acumulación del capital, ingresaba todavía en el fondo del trabajador.
En el siglo XVI la situación de los trabajadores había empeorado considerablemente. El salario en dinero aumentó,
pero no en proporción a la depreciación del dinero y al consiguiente aumento de los precios de las mercancías. El
salario, entonces, disminuyó.

Al enrarecimiento de la población rural independiente que cultivaba sus propias tierras no solo correspondía una
condensación del proletariado industrial. Pese al menor número de sus trabajadores, el suelo rendía el mismo
producto que siempre o más, porque la revolución en las relaciones de propiedad de la tierra iba acompañada de
métodos de cultivo perfeccionados, una mayor cooperación, la concentración de los medios de producción, etc. y
porque no solo se obligó a trabajar con mayor intensidad a los asalariados rurales, sino que además el campo de
producción con el que estos trabajaban para sí mismos se contrajo cada vez mas. Con la parte liberada de la
población rural se liberan también, sus medios alimentarios anteriores. Estos ahora se transforman en elemento
material de capital variable. Esto ocurre también con las materias primas agrícolas: se convierten en elementos del
capital constante.
 
El aspecto de las grandes manufacturas, como el de las grandes fincas arrendadas, no deja ver que se componen de
muchos pequeños focos de producción, ni que se han formado gracias a la expropiación de muchos pequeños
productores independientes. La expropiación y el desalojo de una parte de la población rural, solo liberan y pone a
disposición del capital industrial a los trabajadores, y junto a ellos a sus medios de subsistencia y su material de
trabajo, sino que además crea el mercado interno. El arrendatario vende ahora como mercancía y masivamente
medios de subsistencia y materias primas que antes, en su mayor parte, eran consumidos como medios directos de
subsistencias por sus productores y elaboradores rurales. Las manufacturas le proporcionan el mercado. No solo se
concentran, formando un gran mercado para el capital industrial, los numerosos clientes dispersos a quienes
aprovisionaban, localmente y al pormenor, numerosos productores pequeños, sino que una gran parte de los
artículos antes producidos en el campo mismo se convierten en artículos manufacturados, y el campo mismo se
transforma en un mercado para la venta de dichos artículos. De esta manera progresa la destrucción de la industria
rural subsidiaria, el proceso de escisión entre la manufactura y la agricultura.

Solo la gran industria proporciona, con las máquinas, el fundamento constante de la población rural y lleva a
término la escisión entre la agricultura y la industria doméstico-rural. La génesis del capitalista industrial no se
produjo de una manera tan gradual como la del arrendatario. La explotación de América, la esclavización de
aborígenes y negros (áfrica: coto reservado para la caza comercial de pieles negras) caracterizan los albores de la era
de producción originaria. Hace aparición la guerra comercial entre las naciones europeas, extendida por todo el
mundo. El sistema colonial hizo madurar el comercio y la navegación. La colonia aseguraba a las manufacturas en
ascenso un mercado donde colocar sus productos y una acumulación potenciada por el monopolio de mercado.
Provocó la producción de plusvalor como el fin último y único de la humanidad. Aquel sistema fue la cuna de los
sistemas modernos de la deuda pública y del crédito.
 
Trabajo alienado:
 
La economía política parte del hecho de la propiedad privada. No nos lo explica. Expresa el proceso material de la
propiedad privada en fórmulas generales y abstractas, que en seguida adquieren en ella valor de leyes. No
comprende de qué modo derivan de la esencia de la propiedad privada.
 
Debemos comprender el encadenamiento esencial que liga a la propiedad privada con la sed de riqueza y con la
separación entre el trabajo y el capital y la propiedad, así como entre el cambio y la competencia, el valor y la
depreciación del hombre, el monopolio y la competencia, etc. el vínculo de toda esta alienación con el sistema del
dinero.
 
El obrero se vuelve tanto más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece en poder y volumen su
producción.
La depreciación del mundo de los hombres aumenta en razón directa al incremento del mundo de las cosas.
El trabajo no produce solo mercancías, se produce a sí mismo y produce al obrero como mercancía, y esto en
la medida en que produce mercancías en general.
Este hecho se expresa en el hecho de que el objeto que el trabajo produce, su producto, lo enfrenta como un
ser extraño, como un poder independiente del productor.
La objetivación del trabajo resulta ser la pérdida del objeto a tal punto, que el obrero es despojado no solo de los
objetos más necesarios para la vida, sino también de los objetos del trabajo. Se produce una alienación tan grande,
que el obrero, cuantos más objetos produce, menos puede poseer, y más cae bajo la dominación de su
producto: el capital. Por lo tanto, el obrero está con respecto al producto de su trabajo, en la misma relación que
está con respecto a un objeto extraño. Cuanto más se exterioriza el obrero en su trabajo, más poderoso se vuelve el
mundo que crea frente a él.
 
La alienación del obrero en su producto significa no sólo que el trabajo de este se convierte en un objeto, en una
existencia exterior, sino además que su trabajo existe al margen de él, extraño a él, y que se convierte en un poder
autónomo frente a él.
 
Cuanto más se apropia el obrero, por su trabajo, el mundo exterior de la naturaleza sensible, más se priva de
medios de subsistencia, debido a que el mundo exterior sensible deja de ser cada vez más un objeto que pertenece a
su trabajo, y deja de ser cada vez más un medio de subsistencia en sentido inmediato, un medio para la subsistencia
física del obrero.
 
Por lo tanto, el obrero se convierte en esclavo de su objeto: primero recibe trabajo y después medios de
subsistencia, por lo tanto, existe primero como obrero y segundo como sujeto físico.
Solo su calidad de obrero le permite conservarse como sujeto físico. El trabajo debe ser para todos los hombres una
manifestación de su personalidad, pero para el obrero es sólo un medio de subsistencia.
 
El obrero solo puede conservarse como sujeto físico en su condición de obrero, ya no en condición de hombre
con acceso directo a los medios de subsistencia que le ofrece la naturaleza.
 
La alienación del obrero no es solo con respecto a los productos de su trabajo, pero la alienación no aparece solo en
el resultado, sino en el acto de la producción, en el interior de la actividad productiva misma.
El trabajo es exterior al obrero, no pertenece a su ser y por lo tanto no se afirma en su trabajo.
 
El obrero solo tiene la sensación de estar consigo mismo cuando está fuera de su trabajo, y cuando está en su
trabajo se siente fuera de sí. El carácter exterior del trabajo con respecto al obrero aparece en el hecho de que no
es un bien propio de este, sino un bien de otro, que no pertenece al obrero sino a otro. Por lo tanto, el hombre solo se
siente libremente activo en sus funciones animales. Lo bestial se convierte en lo humano y lo humano en lo
bestial.

El hombre es un ser genérico (es decir que se remonta por encima de su individualidad subjetiva, que reconoce en
sí lo universal objetivo y que se supera como ser finito) porque se comporta frente a sí mismo como un ser universal
y por lo tanto libre.
La vida genérica, consiste desde el punto de vista físico que el hombre (como el animal) vive de la naturaleza
inorgánica, y cuanto más universal es el hombre con relación al animal, más universal es el campo de la naturaleza
inorgánica de que vive.
La universalidad del hombre aparece precisamente en la práctica en la universalidad que hace toda la naturaleza su
cuerpo inorgánico, en la medida en que es un medio inmediato de subsistencia como en la medida que es la materia,
el objeto y la herramienta de su actividad vital.
 
El hombre es una parte de la naturaleza. Como el trabajo alienado vuelve extraños al hombre a la naturaleza y
al hombre mismo, también vuelve extraño el género al hombre: hace de la vida genérica el medio de la vida
individual.
 
El trabajo, la vida productiva se le presentan al hombre como medio de satisfacer la necesidad de la existencia
física. Pero la vida productiva es la vida genérica.
Solo por la actividad vital consciente se distingue la actividad viral del animal, y solo por eso es un ser genérico. El
trabajo alienado cambia el sentido de la relación de manera tal, que el hombre debido a que es un ser consiente no
hace de su actividad vital, de su esencia, nada más que un medio de su existencia.
 
El producto del trabajo es la objetivación de la vida genérica del hombre porque este se duplica a sí mismo no sólo
de manera intelectual, sino en forma activa, real, y se contempla, por tanto, a sí mismo en un mundo que él ha
creado. Por consiguiente, al arrancarle al hombre el objeto de su producción, el trabajo alienado le arranca a
su vez su vida genérica.
La conciencia que el hombre posee de su género se transforma debido a la alienación que la vida genérica se
convierte para él en un medio. El hombre se vuelve extraño al hombre, y cada uno de los hombres se ha vuelto
extraño a la esencia humana.
 
El ser extraño al que pertenecen el trabajo y el producto del trabajo, a cuyo servicio se encuentra el trabajo y a cuyo
goce sirve el producto del trabajo, no puede ser sino el hombre mismo. Si el producto del trabajo no pertenece al
obrero, si es un poder extraño frente a este, esto sólo es posible porque pertenece a otro hombre que no es el
obrero. Su tormento es el goce del otro.
 
La propiedad privada es el producto del trabajo alienado, de la relación exterior del obrero con la naturaleza
y consigo mismo. Es la realización de esa alienación.
 
El salario y la propiedad privada son idénticos, porque el hecho de que el salario remunera el trabajo mismo, es
una consecuencia necesaria de la alienación, y en el salario el trabajo no aparece como finalidad en sí, sino como el
sirviente del trabajo. El salario es una consecuencia directa del trabajo alienado, y el trabajo alienado es la
causa directa de la propiedad privada.

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