Sie sind auf Seite 1von 18

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

Magistrado ponente

SL3110-2018
Radicación n.° 47494
Acta 28

Bogotá, D. C., primero (01) de agosto de dos mil


dieciocho (2018).

Decide la Sala el recurso de casación interpuesto por


MARÍA ISABEL CORTÉS ACERO, MARÍA TERESA
CLEMENCIA DEVIA CASTILLA, CARLOS ALBERTO
FORERO, ANA MARÍA GÓMEZ GÓMEZ contra la sentencia
proferida por la Sala Laboral de Descongestión del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 30 de mayo de
2010, en el proceso que instauraron contra la FUNDACIÓN
GIMNASIO MODERNO.

I. ANTECEDENTES

La parte actora llamó a juicio a la demandada con el


fin que se declare que ellos laboraron para esa entidad
mediante contratos de trabajo a término indefinido. En
subsidio de lo anterior, se declare que sus contratos «(…)
por haberse suscrito a término fijo y finalizados
Radicación n.°47494

extemporáneamente se prorrogaron por un año más bajo la


continuada dependencia y subordinación de la demandada».
Que, a la profesora MARÍA ISABEL CORTÉS ACERO, le
cancelaron sobresueldos adicionales mensualmente por
cumplir funciones de coordinadora de área y por realizar
quemas de cerámica los fines de semana, pero tales pagos
adicionales no fueron tenidos en cuenta en la liquidación de
prestaciones. También, que el colegio les retuvo
indebidamente salarios, porque les efectuó descuentos
nominales por concepto de «auxilio de alimentación», sin
autorización expresa y que este derecho salarial no fue
reconocido ni pagado durante los periodos vacacionales; y
se les reconozca el derecho a los quinquenios.
Consecuencialmente, persiguió el reintegro de los salarios
retenidos y el reconocimiento del auxilio de alimentación en
los periodos de vacaciones; se les pague los quinquenios,
reliquide las prestaciones sociales legales teniendo en
cuenta lo recibido por auxilio de alimentación; se les pague
también la indemnización por terminación unilateral del
contrato a término indefinido sin justa causa y la
moratoria. En subsidio, si el juez concluyese que los
contratos de trabajo eran a término fijo de un año por
prórroga automática, condene a la fundación a reconocer
los salarios y prestaciones sociales correspondientes a ese
nuevo año de prórroga en aplicación del inciso 3º del
artículo 64 del CST. Que a la profesora CORTÉS ACERO, en
la reliquidación de prestaciones, se le tenga en cuenta
también como factor salarial lo percibido por sobresueldos
mensuales atrás mencionados. Y se les reconozca el IPC
sobre todas las obligaciones vencidas y no canceladas

2
Radicación n.°47494

oportunamente.

Fundamentaron sus peticiones, básicamente, en que


laboraron para el establecimiento enjuiciado en los
extremos relacionados para cada accionante, con fecha de
terminación 31 de diciembre de 2004. Que los contratos
que suscribieron con el colegio se desarrollaron de forma
continua, sin interrupción y bajo la continuada
dependencia y subordinación de la accionada. Así, alegaron
que, por primacía de la realidad, sostuvieron un solo
contrato de trabajo para con la fundación, aunque
formalmente hayan suscrito distintos documentos, pues la
demandada les reconoce dicha continuidad en la
liquidación de prestaciones sociales como auxilio de
cesantía, intereses sobre la cesantía, vacaciones, primas de
servicios y aportes a seguridad sociales, en razón a que
jamás hubo interrupción en su pago. Los cargos
desempeñados, según su dicho, fueron de profesor con los
salarios que relacionan respecto de cada uno, durante todo
el tiempo de servicio. Además, informaron que pactaron en
los contratos de trabajo el reconocimiento de un «auxilio de
alimentación», pero que en los comprobantes de pago del
salario donde se lo incluían como pago también,
inmediatamente, en el recibo, se descontaba el valor
asignado por este concepto. Y que no se los tenían en
cuenta para efectos de liquidar prestaciones sociales ni se
los pagaban en periodos de vacaciones. Que la accionada,
por costumbre, les ha pagado los quinquenios a los
profesores del establecimiento, pero a ellos no se los han
reconocido a pesar de cumplir con el tiempo exigido.

3
Radicación n.°47494

Manifestaron que, el 30 de noviembre de 2004, les


comunicaron la decisión de dar por terminados los
contratos de trabajo a partir del 31 de diciembre siguiente,
sin pago de indemnización.

Al dar respuesta a la demanda, la entidad se opuso a


las pretensiones. Alegó que los accionantes no tuvieron un
solo contrato, sino varios. Unos de tiempo completo y otros
de hora cátedra, y que la terminación fue por agotamiento
del año escolar. Aclaró que el «auxilio de alimentación» fue
pactado con cada actor, desde la celebración del contrato.
Este era un salario en especie y no una suma de dinero,
cuyo valor se hacía constar en el volante de pago, para que
en nómina quedara reflejado dicho servicio prestado por el
colegio a sus trabajadores. Y que tal valor fue incluido como
salario para liquidar prestaciones. Además que, como era
salario en especie, no era posible pagarlo en vacaciones, ya
que estas son un descanso remunerado. Alegó que los
contratos de los actores estaban regulados por los artículos
101 y 102 del CST, por ende cada contrato de trabajo de
docente terminaba con el año escolar y se volvía a celebrar
uno nuevo para el siguiente año escolar.

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Once Laboral del Circuito de


Descongestión de Bogotá, mediante sentencia del 31 de
marzo de 2009, absolvió a la demandada de todas las
pretensiones de la demanda.

4
Radicación n.°47494

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Sala Laboral de Descongestión del Tribunal


Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 31 de mayo de
2010, al resolver la apelación de los demandantes, confirmó
la sentencia de primera instancia, y la adicionó para
declarar la prescripción de los derechos causados con
anterioridad al 27 de mayo de 2002.

El ad quem determinó que la parte actora persistía en


que se declarara i) la existencia de un solo contrato para
cada uno de los accionantes, aplicando para ello el principio
de la primacía de la realidad sobre las formalidades de los
sujetos contratantes; ii) que a los actores se les debe
reconocer los quinquenios, anteriores a los cancelados; iii)
de igual manera, se condene al pago de los descuentos
ilegales por concepto de auxilio de alimentación.
Seguidamente, el ad quem recordó el principio de la carga
de la prueba contenido en el artículo 177 del CPC.

Sobre el primer punto, de la existencia de un solo


contrato, consideró que la parte actora debió demostrar que
estuvo vinculado de forma continua durante el periodo
afirmado, a través de un solo contrato de trabajo a término
indefinido. Sin embargo, los promotores del juicio no habían
cumplido con su carga, pues allegaron copia de los varios
contratos suscritos entre las partes, obrantes a fls. 114 a
127 del cuaderno principal, concordantes con los aportados
por la demandada a fls. 3 a 131 del anexo 1, donde se
establece que cada actor firmó durante el periodo

5
Radicación n.°47494

determinado en la demanda, varios contratos de acuerdo


con el artículo 101 del CST.

Con base en lo anterior, el juez colegiado le dio la


razón al a quo, en razón a que tales contratos fueron
celebrados conforme al artículo 101 del CST, por autonomía
de la voluntad de las partes, y corresponde al modelo que
forma parte del catálogo de la clase de contratos
establecidos en el ordenamiento jurídico laboral, sin que se
pueda hablar de la primacía de la realidad en estos casos.
En conclusión, con base en prueba documental que al no
haber sido tachada de falsa, ni mucho menos que su
suscripción se hizo por presión u otro vicio del
consentimiento de estos, el Tribunal determinó que hubo
varias relaciones laborales. Para reforzar esto, hizo suyas
las consideraciones de la sentencia CSJ SL del 16 de
febrero de 2010, No. 36455. De tal suerte que absolvió de
esta pretensión.

En cuanto al quinquenio, el juez colegiado estableció


que la propia demandada reconoció que a los profesores se
les cancelaba el quinquenio. Incluso, había probado el pago
a cada uno de los accionantes con los fls. 157, 158, 159 y
160 del cuaderno anexo 1. Igualmente, observó que la
accionada había propuesto la excepción de prescripción.
Así, tuvo en cuenta que la demanda fue presentada el 27 de
mayo de 2005, sin que hubiera probanza de la interrupción
de la prescripción en el informativo. Por tanto, con
fundamento en los artículos 488 del CST y 151 del CPT y
SS, declaró prescritos los derechos anteriores al 27 de mayo

6
Radicación n.°47494

de 2002, razón por la cual decidió que no cabía condena


alguna por este concepto, dado que, en adelante, no se
había causado un quinquenio para alguno de los actores,
ya que la relación laboral de cada uno de ellos se había
terminado el 31 de diciembre de 2004.

Por último, con relación al auxilio de alimentación,


manifestó que le bastaba remitirse a la cláusula 5ª del
contrato de trabajo modelo para cada actor, donde se pactó:
«Los servicios de alimentación o de cualquier otra clase que
el EMPLEADO recibiere durante el tiempo dedicado al
servicio de su cargo, se avalúa, para los efectos de las
prestaciones legales en $15.000.oo mensuales». Frente a lo
cual, el juez de la alzada coligió que las partes acordaron
contractualmente el valor del salario en especie, que
correspondía a la alimentación que recibían en el colegio,
tema no discutido. De esta manera, consideró, para reflejar
este valor en nómina por el servicio ya recibido, se le
realizaba una nota crédito por $15.000 y, a la vez, la nota
débito por el mismo valor, lo que corresponde a una ficción
contable, para efectos de los estados financieros, pero en
momento alguno significa un descuento ilegal como lo
pretendían hacer ver los accionantes. Mucho menos, se
dijo en el contrato que el auxilio se debía reconocer en
vacaciones, pues en la misma cláusula se dispuso que solo
se reconocería en el tiempo de prestación del servicio. En
consecuencia, confirmó la decisión absolutoria.

Sobre las pretensiones especiales de la accionante


MARÍA ISABEL CORTÉS consistentes en que, para los años

7
Radicación n.°47494

1999 a 2001, había desempeñado el cargo de coordinadora


de área, motivo por el cual recibió un sobresueldo, por el
que persigue el reajuste de las prestaciones sociales, el juez
colegiado recordó que las prestaciones se causaron en
diciembre de 2001 y las cesantías al 15 de febrero de 2002,
pero todos los derechos causados antes del 27 de mayo de
2002 habían prescrito, por tal razón, declaró la prescripción
de estos reajustes. Y por la suma adicional que, según
dicha trabajadora, le fue cancelada sobre su salario por
efectuar quemas de cerámica los fines de semana, el ad
quem manifestó no encontrar prueba que, desde 1994, le
fuera asignada esa función, carga que se la atribuyó a la
accionante con base en el artículo 177 del CPC, porque «…
en esta instancia no se pueden modificar los hechos de la
demanda. Mucho menos entrar a fallar ultra o extra petita,
ya que esta es una facultad reservada a los jueces de
primera instancia, lo que conlleva a absolver de esta
pretensiones»

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por la parte actora, concedido por el


Tribunal, se procede a resolver el recurso.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

La parte actora persigue la casación total de la


sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá D.C., Sala de Descongestión Laboral, el
31 de mayo de 2010. Luego, convertida la Corte Suprema

8
Radicación n.°47494

de Justicia en Tribunal de Segunda Instancia, revoque en


su integridad la sentencia de primera y profiera condena
conforme a las pretensiones contenidas en la demanda.
Con el citado propósito, la censura presentó un solo cargo
que fue objeto de réplica.

VI. CARGO ÚNICO

La parte recurrente acusa la sentencia impugnada por


violación directa de la ley sustancial, en la modalidad de
falta de aplicación de los artículos 46 y 64 del Código
Sustantivo del Trabajo, el artículo 70 del Código Civil,
subrogado por el artículo 62 del Código de Régimen Político
Municipal, 1º de la Ley 51 de 1983, 62 de la Ley 4ª de 1913
y el 145 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad
Social, en relación con los artículos 101 y 102 del mismo
estatuto laboral y el 53 de la Constitución Política de
Colombia, especialmente, y con los artículos 1º, 2º, 3º, 5º,
9º, 10º, 11, 13, 14, 16, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 27, 28, 39,
43, 46, 45, 47, 54, 55, 57, 59 - 1, 64, 65, 101, 102, 127,
128, 140, 142, 149, 164, 177, 186, 230, 249, 253 y 306 del
Código Sustantivo del Trabajo, 121 del Código de
Procedimiento Civil, dentro de los parámetros fijados por los
artículos 1º, 2º, 4º, 13, 25, 29 y 48 de la Constitución
Política de Colombia.

Precisión previa:

Bajo este título, la censura manifiesta que, en el


presente caso, los demandantes formularon pretensiones

9
Radicación n.°47494

principales y subsidiarias. Las principales, analizadas por


la Sala de Descongestión Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial en la sentencia objeto de este recurso,
estaban encaminadas a que se declarara la existencia de un
solo contrato de trabajo entre demandantes y demandada,
sustentadas en el hecho de que los primeros laboraron al
servicio de la segunda, de manera ininterrumpida, bajo su
continuada dependencia y subordinación, en los periodos
descritos en cada caso. Estas pretensiones fueron
despachadas de manera adversa a los demandantes, porque
la demandada demostró la suscripción de contratos de
trabajo a término fijo, en aplicación del artículo 101 del
Código Sustantivo del Trabajo, esto es, con profesores de
establecimientos educativos particulares.

Refiere que las pretensiones subsidiarias no fueron


objeto de pronunciamiento expreso en el fallo, y estaban
encaminadas a que se declarara la existencia de sucesivos
contratos de trabajo a término fijo y la terminación
unilateral sin justa causa y de manera extemporánea del
último de ellos, con el consecuente pago de la
indemnización que corresponde. Se lamenta que, en este
aspecto, la corporación se limitó a hacer suyos los
argumentos expuestos en la sentencia de primera instancia,
cuando resolvió confirmarla, en lo que tiene que ver con la
legalidad de la terminación de los contratos de trabajo y,
por tanto, la inexistencia del derecho a la indemnización
reclamada.

Seguidamente, alude a que, en la sentencia de primera

10
Radicación n.°47494

instancia, sobre este tema se concluyó que esta clase de


contratos terminan al vencimiento del término pactado, lo
que determina la certeza respecto de la causa que origina la
terminación y, por tanto, no es posible alegar una distinta.
Conclusión, que, reitera, hizo suya el ad quem.

El recurrente acusa al juez colegiado de no aplicar las


normas descritas en la proposición jurídica que regulan el
tema objeto de la controversia, según las siguientes
precisiones:

Se remite al raciocinio contenido en la sentencia


impugnada. Considera que debió ser suficiente para que la
Sala de Descongestión Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá despachara favorablemente las
pretensiones subsidiarias de la demanda. Sin embargo, el
análisis que hizo cimentado en la aplicación del artículo
101 del Código Sustantivo del Trabajo y en la ausencia de
prueba que demostrara la existencia de un solo contrato de
trabajo entre las partes se limitó a estudiar las pretensiones
principales.

Según la recurrente, el ad quem dejó de aplicar el


artículo 102 del CST, norma con la cual legislador quiso
amparar a esta clase de trabajadores, de tal manera que,
aunque el año escolar sea inferior al año calendario, sus
salarios y prestaciones deben ser reconocidas como si en
verdad laboraran todo el año calendario.

Argumenta que el hecho que exista norma expresa que

11
Radicación n.°47494

determine la duración de los contratos de trabajo con este


grupo de trabajadores, no los excluye de las demás normas
que reglamentan la remuneración, prórroga de los contratos
de trabajo a término fijo y que, en este específico caso,
fueron desconocidas por el Tribunal.

Considera claro, de acuerdo con la argumentación


contenida en el fallo, e independiente de los hechos y las
pruebas que, cuando se trata de contrato de trabajo a
término fijo, como el celebrado en los términos del Código
Sustantivo del Trabajo, su finalización se rige por lo
dispuesto en el artículo 46 del Código Sustantivo del
Trabajo, cuyo texto trascribe, al igual que lo hace respecto
del artículo 64 ibídem que, en su parecer, también fue
inaplicado, por haber entendido el Tribunal que los
contratos celebrados entre las partes únicamente se rigen
por el artículo 101 del CST.

Por último, sostiene que un análisis completo de las


pretensiones, independientemente de los hechos y las
pruebas que las sustentan, dentro del marco que
determinan las normas señaladas en la proposición
jurídica, le habría permitido al juzgador llegar a una
conclusión completamente distinta a la que llegó.
Obviamente, afirma, el análisis de los hechos y las pruebas
tenía que resultar adverso a los demandantes, porque se
partió de la premisa de que sólo se pretendía la declaración
de la existencia de un único contrato de trabajo entre las
partes, sin tener en cuenta las pretensiones subsidiarias.

12
Radicación n.°47494

VII. RÉPLICA

El opositor considera que no hay consonancia entre el


alcance la impugnación y el contenido del único cargo,
puesto que la censura persigue finalmente obtener todas las
pretensiones de la demanda, pero el cargo solamente
guarda relación las pretensiones subsidiarias y no, con las
principales. Que si la parte recurrente considera que el
Tribunal no se pronunció sobre las pretensiones
subsidiarias, debió solicitar sentencia complementaria, tal
como lo prescribe el artículo 311 del CPC. Adicionalmente,
con fundamento en la sentencia CSJ SL del 23 de abril de
2001, No. 15623, sostuvo que a los contratos del artículo
101 del CST no se les aplica el artículo 46 ibídem.

VIII. CONSIDERACIONES

De acuerdo con los antecedentes de la contienda


presentada entre las partes que fueron registrados al inicio,
en la demanda, como pretensiones subsidiarias, se solicitó
que se declarase que los contratos de trabajo suscritos
entre las partes fueron a término fijo de un año y que se
prorrogaron por un año más, por terminación
extemporánea. Al igual que, en caso que el juzgador
concluyese que los contratos suscritos eran a término fijo
de un año por prórroga automática, se condenara a la
fundación a reconocer salarios y prestaciones sociales por
ese año de prórroga, por terminación extemporánea de los
contratos de trabajo, en aplicación del inciso 3º del artículo
64 del CST.

13
Radicación n.°47494

En otras palabras, la parte actora, como pretensiones


subsidiarias a la declaración de un solo contrato de trabajo
a término indefinido y a la indemnización por despido
correspondiente a esta modalidad de vinculación, solicitó,
en caso que el juez determinase que los contratos fueron a
término fijo de un año, se les reconociese los salarios y
prestaciones sociales del año de prórroga automática, con
fundamento en el inciso 3 del artículo 64 del CST.

El Tribunal en la sentencia impugnada arribó a la


conclusión que la fundación suscribió varios contratos con
cada accionante y que los contratos celebrados entre las
partes fueron bajo la modalidad del artículo 101 del CST,
es decir, para el ad quem, estaba excluida la existencia del
contrato a término fijo de un año. Por tal razón, encuentra
la Sala que el ad quem no procedió a referirse expresamente
a las pretensiones subsidiarias, objeto de disconformidad
del recurrente. Es de recordar por la Sala que el contrato
del artículo 101 del CST es una modalidad del contrato a
término fijo, cuyo plazo está definido por el legislador y
puede ser excepcionado por las partes. Por lo que el ad
quem se equivocó al considerarlos excluyentes.

Adicionalmente, el juez de alzada determinó que, con


el recurso de apelación, la parte actora persistía en que se
declarara i) la existencia de un solo contrato para cada uno
de los accionantes, aplicando para ello el principio de la
primacía de la realidad sobre las formalidades de los sujetos
contratantes; ii) que a los actores se les debe reconocer los

14
Radicación n.°47494

quinquenios, anteriores a los cancelados; iii) de igual


manera, se condene al pago de los descuentos ilegales por
concepto de auxilio de alimentación.

Al margen de que el cargo fue presentado por la vía


directa, de aceptarse que la parte actora apeló para el
reconocimiento de la indemnización por terminación
unilateral del contrato de trabajo a término fijo de un año,
bajo el supuesto que había operado la prórroga automática,
es de advertir por la Sala que esta clase de contrato no
prevé el preaviso o el desahucio, de manera que el contrato
finaliza por su propia virtud, sin que opere la prórroga
automática.

Por tanto, no podía el juez de segundo grado declarar


la prórroga automática. En todo caso, si el ad quem dejó
un extremo de la apelación sin resolver, le correspondía a la
parte demandante pedir sentencia complementaria en el
momento oportuno.

En ese orden, menos puede entenderse que el juez de


segundo grado, al confirmar la sentencia del a quo, hizo
suyos todos los argumentos de esta decisión, como lo
plantea el recurrente para edificar la supuesta infracción
legal que se le atribuye a la decisión objeto del recurso.

Ahora bien, las precitadas consideraciones conducen a


esta corporación a concluir que el juez de alzada no pudo
incurrir en la infracción directa del artículo 46 del CST, no
solo porque la indemnización por la terminación unilateral

15
Radicación n.°47494

de contrato a término fijo de un año no fue tema de estudio


en la segunda instancia, sino también en razón a que,
conforme a las premisas establecidas en segunda instancia
relacionadas con la existencia de los contratos de trabajo
regulados por el artículo 101 del CST y no rebatidas en sede
de casación, dicho precepto no es aplicable a esta clase de
relaciones laborales. En consecuencia, tampoco lo era el
artículo 64 ibídem. Disposiciones sobre las cuales la parte
impugnante edificó la demostración del cargo.

En todo caso, cumple recordar la sentencia CSJ SL del


1º de febrero de 2011, No. 35678, donde, sobre la
terminación de los contratos de enseñanza, se reiteró:

Así puede afirmarse, porque sabido es que el contrato de los


profesores de establecimientos particulares de enseñanza que se
entienden celebrados por el año escolar, “no prevé el preaviso o
desahucio, de manera que basta la culminación del respectivo
período académico para que finalice el contrato por su propia
virtud y, por consiguiente, no opera la tácita reconducción, esto
es, la prórroga automática del nexo si las partes no expresan
oportunamente su ánimo de terminarlo”, tal cual lo expresó la
Corte en la sentencia de casación del 23 de abril de 2001,
radicación 15.623.

De todo lo antes expuesto, sigue que no prospere el


cargo.

Las costas en el recurso extraordinario estarán a cargo


del recurrente. Como agencias en derecho se fija la suma de
tres millones setecientos cincuenta mil pesos
($3.750.000,oo), que se incluirán en la liquidación que el
juez de primera instancia haga, con arreglo a lo dispuesto
en el artículo 366 del Código General del Proceso.

16
Radicación n.°47494

IX. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO
CASA la sentencia dictada por la Sala Laboral de
Descongestión del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá, el 30 de mayo de 2010, en el proceso que
instauraron MARÍA ISABEL CORTÉS ACERO, MARÍA
TERESA CLEMENCIA DEVIA CASTILLA, CARLOS
ALBERTO FORERO, ANA MARÍA GÓMEZ GÓMEZ contra
la FUNDACIÓN GIMNASIO MODERNO.

Costas como se indicó en la parte motiva.

Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y


devuélvase el expediente al tribunal de origen.

FERNANDO CASTILLO CADENA


Presidente de la Sala

GERARDO BOTERO ZULUAGA

17
Radicación n.°47494

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

18

Das könnte Ihnen auch gefallen