Cada día es más notorio el deficiente sentido de pertenencia que acecha al país
colombiano, tanto en sus habitantes como en sus mandatarios, arrastrando
consigo el valor de una nación apta y competente y dejándola en una situación vil e inquietante, los dirigentes manipulan a un pueblo conformista y la sociedad culpa constantemente a un gobierno mediocre e incapaz de manejar y cumplir las demandas de una prospera nación como lo es Colombia, entonces, ¿A quién debemos culpar?, una inextricable incógnita que corroe el juicio de muchos habitantes colombianos y que al momento en que se ven tentados a hurgar en el tema se vuelve inevitable sucumbir a extensos debates que conllevan diversas problemáticas, como que el régimen con el que cuenta el estado no es totalmente justo, poco sincero y con altos niveles de corrupción y desigualdad, pero la punta de la saeta cambia su rumbo al deliberar que parte de esta culpa también es de nosotros, si, del pueblo colombiano, uno que hace 209 años se levantó humildemente de la esclavitud y que con valor, sacrificio y firmeza logro tan memorable triunfo, ¿Acaso hemos olvidado lo que nuestros colores representan? o, quizás el orgullo de una patria pujante y victoriosa se ha visto delimitada por el conformismo. Colombia, un país con exuberantes riquezas que día tras día es injustamente explotado, un país digno de ser valorado y es lamentable como personas del exterior admiran y añoran la opulencia de este, mientras que nosotros por el contrario no la apreciamos, teniendo una preocupacion casi nula por desarrollar ese amor patrio, anhelando más el hecho de conocer lugares y culturas diferentes a las de nuestro país, ignorando la diversidad cultural que nos respalda siendo esto la consecuencia de la falta de sentido de pertenencia que tenemos la mayoría de los habitantes colombianos y no siendo suficiente con esto, la nación es manipulada por dirigentes que saben manejar muy bien sus campañas políticas, sometiendo sutilmente al pueblo con promesas falsas y algunas veces con presentes convenientes y deshonestos, siendo principalmente estas problemáticas las que someten la dignidad de toda una nación. A lo largo del tiempo hemos estado sometidos por una forma de gobierno capitalista, este se caracteriza principalmente porque empresas e individuos producen e intercambian bienes y servicios en el mercado por medio de transacciones económicas a través de determinados precios, donde prevalece el sector privado y su mayor interés es el de seguir con proyectos que generen un buen ingreso de dinero, lo cual ayuda mucho en el desarrollo del país, pero lastimosamente la falta de un gobierno estricto y honesto ha evitado en gran parte el máximo desempeño de esta actividad, generando consigo desigualdad, donde solo vale la voz de aquellos que poseen un buen apellido o los que tienen un cargo político, mientras que el clamor de los más necesitados misteriosamente nunca ha ganado la victoria, creándose así un monopolio de las clases dirigentes, pero realmente la voz afectada del susceptible pueblo colombiano no gana no por la falta de dichas ventajas sino por la frágil, ignorante y conformista manera de pensar que tenemos, volviéndonos inseguros a causa de haber sido violentados nuestros derechos por tanto tiempo, creyendo que ya es muy tarde para hablar y protestar por lo que nos pertenece, lo cual depende de nosotros como colombianos darle su lugar y valor a esa voz que aclama justicia. Tenemos algo valioso que es “la democracia” y considero que el pueblo colombiano aun no comprende lo que realmente significa este término; La democracia es un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho que este tiene de elegir y controlar a sus gobernantes. Es mucho lo que nos falta comprender como colombianos que nosotros podemos y tenemos derecho a controlar nuestros gobernantes, se nos olvida la historia política que ha vivido nuestro país, olvidamos una y otra vez que las clases dirigentes que nos han gobernado por años y que actualmente aun lo hacen, son los autores de la problemática social que hoy día vive el país, siendo el conflicto armado la mayor de ellas.