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CONSIDERACIONES INICIALES
José Roldán Ramírez
Servicio de Medicina Intensiva. Hospital de Navarra.
Definición: Podemos definir el TCE, como lesión física o deterioro funcional del contenido craneal,
debido a un intercambio brusco de energía mecánica. Jennett et al, lo hacen todavía más sencillo,
e incluyen como TCE aquellos pacientes que presenten alguna de las siguientes circunstancias:
-historia documentada de golpe en la cabeza.
-laceración del cuello cabelludo o de la frente.
-alteración de la conciencia.
Incidencia: La incidencia de los TCE varía entre 150-315 por 100.000 habitantes. En España la
incidencia estimada ronda los 200 casos por 100.000 habitantes.
La incidencia según la edad y el sexo es variable, pero sigue siendo mayor entre los varones, con
una relación varón/mujer de 3:1, y sobre todo en los adolescentes y varones jóvenes de 15 a 24
años.
Clasificación: Los TCE se clasifican por gravedad, de acuerdo con la escala de Coma de
Glasgow (en las primeras 24-48 horas del accidente y después de las maniobras de reanimación).
Aunque hay diferencias entre los distintos centros, un 10% de los TCE son graves, un 10%
moderados y un 80% leves.
El cerebro humano tiene un metabolismo elevado y muy estable, con una demanda energética muy
importante. Debido a esto, el cerebro precisa de un FSC estable y capaz de aumentar con rapidez
ante el incremento de las necesidades metabólicas.
Presión de Perfusión Cerebral1: la presión de perfusión de cualquier órgano se define como la
presión efectiva que mantiene el flujo sanguíneo, y es equivalente a la diferencia entre la presión
de entrada (arterial) y la de salida (venosa). En el cerebro la presión de entrada es igual a la TAM a
nivel de la arteria carótida interna, mientras que la presión de salida es equivalente a la presión de
las venas corticales. En condiciones de HTIC y por encontrarse el cerebro en carga hidrostática, la
presión en las venas corticales refleja de forma fidedigna la presión intracraneal.
PPC = TAM – PIC
Autorregulación2: Es aquella propiedad por la que el cerebro es capaz de mantener un flujo
sanguíneo cerebral relativamente constante a pesar de cambios en la PPC. La autorregulación es
una respuesta física de las arteriolas cerebrales a los cambios de presión transmural. En el
individuo normal, el rango de PPC en el que la autorregulación es efectiva, oscila entre 60-140
mmHg.
Vasorreactividad al CO2: Es la capacidad de respuesta del árbol cerebrovascular a los cambios
de presión parcial de CO2. La hipercapnia (↑ CO2) provoca vasodilatación y la hipocapnia (↓ CO2)
una vasoconstricción del árbol cerebral vascular. Esta capacidad de respuesta de las arteriolas al
CO2, nos pone a disposición de un método potente para la manipulación del VSC y por lo tanto
para el tratamiento de la HTIC. Pero la hiperventilación a ciegas, puede provocar alteraciones
hemodinámicas cerebrales en pacientes con lesiones isquémicas. Por lo tanto , en pacientes que
presentan un TCEG, la hiperventilación sólo se utilizará en aquellos casos en que tengamos
monitorizado el flujo cerebral (SjO2 y/o DTC). La hiperventilación sin ningún tipo de control es hoy
en día poco justificable, por el potencial riesgo isquémico.
EVALUACIÓN DIAGNOSTICA
El TC Craneal es el medio diagnóstico más útil para el estudio inicial del TCE. Se trata de una
exploración rápida y sensible que permite además el diagnóstico y seguimiento secuencial de las
lesiones. Según los hallazgos de la TC, podemos diferenciar entre lesiones focales (contusiones
cerebrales, hematomas cerebrales, etc.) y lesiones difusas (alteraciones axonales, swelling etc).
Existe una clasificación del TCE Grave mediante TC, que ofrece una buena correlación sobre el
pronóstico final. Se trata de la clasificación del estudio del Traumatic Coma Data Bank (TCDB)
(Marshall LF. J Neurosurg 1991; 75: S14-S20). El énfasis se centró en la apariencia de las
cisternas perimesencefálicas y del grado de desviación de la línea media.
-Lesión Encefálica Difusa Tipo I (LED-I): No hay lesiones patológicas en el TAC.
-Lesión Encefálica Difusa Tipo II (LED-II): Cisternas libres con desplazamiento de la línea
media < 5 mm y/o lesiones < 25 cc.
-Lesión Encefálica Difusa Tipo III (LED-III): “Swelling”: Cisternas ausentes con
desplazamiento de línea media <5 mm y/o lesiones < 25 cc.
-Lesión Encefálica Difusa Tipo IV (LED-IV): Desplazamiento de la línea media > 5 mm,
sin lesión > 25 cc.
-Masa Evacuada: Cualquier lesión evacuada quirúrgicamente.
-Masa No Evacuada: Lesión >25 cc no evacuada.
-Lesión Primaria de Tronco.
Tenemos que tener en cuenta que las lesiones neurotraumáticas son procesos dinámicos y que en
las TC de control podemos detectar nuevas lesiones, o modificaciones de los parámetros
radiológicos, que nos obliguen a cambiar la codificación del tipo de lesión. Por eso se recomienda
en aquellos pacientes con un TCE Grave-Moderado, en los que se ha realizado el TC incial dentro
de las tres primeras horas, se practique un control dentro de las siguientes 12-24 horas.
Ver Figuras 1 y 2
BIBILIOGRAFÍA
1. Guidelines for cerebral perfusion pressure. J. Neurotrauma 2000; 17:507-511.
2. Sahuquillo J, Biestro A, Man M, Amoros S, Lung M, Poca M, De Nadal M, Bagueda M, Parnazo
H, Mira JM, Garnacho A, Lobato RD. Medidas de primer nivel en el tratamiento de la
hipertensión intracraneal en el paciente con traumatismo craneoencefálico grave. Propuesta y
justificación de un protócolo. Neurocirugía 2002; 13: 78-100.
3. Bullock R, Chesnut R, Clifton G, et al. Guidelines for the management of severe head injury.
New York, NY: Brain Trauma Foundation, 1996.
Enlaces de Internet:
-Neurotrauma: http://www.neurotrauma.com
-REMI. Revista electrónica de Medicina Intensiva. http://remi.uninet.edu
-http://www.trauma.org