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CONTENIDOS QUE NO PUEDEN FALTAR EN LA GRILLA DE ROMA

Para ofrecer al alumno mayores elementos de comprensión y herramientas de estudio, es preciso tener en cuenta que en la
elaboración de la Grilla no pueden faltar en cada una de las categorías (filas) y en cada campo de análisis (formal, funcional
y simbólico), una serie de variables y conceptos fundamentales para cada uno de los  períodos a estudiar. Tales elementos
serán considerados a su vez en los exámenes parciales y finales.

Para ROMA IMPERIAL:

Fila I. Unidad Socio-Territorial-Ambiental:

Ubicación témporo-espacial de la civilización y el imperio, escala de su territorio de influencia y de asentamiento. Formas de


organización de las ciudades dentro del territorio. Las ciudades-campamento. El Castro. El Mar Mediterráneo, Mare
Nostrum. , la navegación y el comercio. El territorio entendido como dominio geográfico (clima, relieve, recursos naturales) y
el dominio cultural (cómo y con qué se trasforma el soporte natural). Relación ciudad-territorio, las escalas territoriales, los
sistemas políticos y religiosos de organización social. Los modos de producción. Intervenciones para dominar el territorio,
rutas, acueductos, puentes, fronteras.

Fila II. La ciudad y sus componentes urbanos:

Concepto de ciudad como ocupación del territorio. Lo urbano como expresión del hábitat y el habitar. La ciudad de Roma.
Origen de la ciudad, relación de la ciudad con su entorno, límites y bordes (naturales, construidos e ideales), la forma y las
características del trazado, redes, ejes (principales y secundarais), zonificación (por actividad predominantes, por clase
social, por jerarquía religiosa, etc.). Elementos morfológicos (espacios significativos). Relación cultural de lo construido con
la naturaleza. Lo sagrado, lo público y lo privado. Programas de arquitectura y funciones. Infraestructura urbana. Calles,
Termas, acueductos urbanos, infraestructura. Relación entre los espacios públicos y los privados. Ejemplos de ciudades
planificadas (Barcino, Ampuria,Timgad, Etc.). Conceptos de República e Imperio, la participación política. Importancia de los
espectáculos públicos el ocio y su relación con el poder (circo, coliseo, teatro, termas, etc.). El Foro como edificio de poder y
comercio

Fila III. Arquitectura singular y repetitiva

Arquitectura singular: Concepción socio-cultural del ejemplo seleccionado. Formas de implantación en la estructura urbana,
integración al trazado y vinculación visual y conceptual con el entorno (construido y natural). Relación de las partes y el todo.
Escala. Proceso de generación de la forma (lógica de proyecto), composición: formas, volumen, proporciones, geometría,
simetrías, asimetrías, adición, yuxtaposición, articulación, relaciones áuricas, colores, texturas, etc. Relación entre espacios
abiertos y cerrados. Materialidad, técnicas, sistemas constructivos y tecnológicos. Sistema ornamental. Sistema estructural.
Características funcionales, simbólicas e implicancias sociales. El programa de usos, actividades primarias o secundarias,
usos y funciones originales y adquiridas con el tiempo, relación entre funciones y necesidades, la función del todo y de las

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partes. Diferenciación y organización espacial, zonificación: público-privado; social-íntimo. Sectores o partes determinantes
del proyecto. Objeto como portador de mensaje, como reflejo del pensar de la época y de la ideología reinante, como
expresión visual de la circunstancia histórica. Elementos y operaciones que hacen a un lenguaje de clase o condición
económica. Identificación de signos, símbolos y alegorías. Cualidades expresivas o comunicacionales.

Arquitectura Repetitiva: La vivienda Romana individual y colectiva (Domus e Insulae). Vinculación con el entorno (otras
viviendas, calles, barrio, integración al trazado urbano, etc.). Relaciones entre su forma-función-significado. Formas,
volumen, proporciones, geometría, escala. Antecedente. Relación entre espacios cerrados y abiertos. El patio. El acceso.
Características de los espacios públicos y los privados dentro de la vivienda. El espacio de culto en la vivienda. Programa de
necesidades, usos y significados de los espacios. Zonificación según actividades, períodos del año, trabajo, sexo, edad,
período del año, clase, etc.). Materialidad, técnicas, sistemas constructivos y tecnológicos. El interior de las viviendas.. La
estructura familiar. El rol del hombre y el de la mujer y los niños. La esclavitud.

Fila IV Desarrollos culturales:

Relación entre contexto social-cultural y la producción. Las técnicas y los sistemas de producción como determinantes del
sistema económico y del sistema de organización social. Qué y cómo se produce. Cómo se modifica el medio ambiente para
alcanzar esa producción. Cómo se involucra el sistema político/religioso en el sistema de producción. Continuidades del
modelo griego, El desarrollo de la cerámica. La vestimenta. La música. Aportes o legados. Nuevas tecnologías constructivas,
el arco, la agrimensura, la cúpula. Indumentaria, La toga símbolo y diseño. Poder imperial y ejercito, las maquinas de guerra,
la legión y su organización, la gladius, espada corta.

IMPERIO ROMANO y El ORIGEN DE ROMA

Según la historiografía moderna

Los elementos de la leyenda sobre los orígenes de Roma son complejos según indica Heurgon: Un culto totémico del lobo
propio de las civilizaciones pastoriles; presencia de temas mitológicos grecoetruscos (cierva de Télefo, loba de Bolonia);
dualidad étnica (romanos-sabinos) o política (patricios-plebeyos) a través de dos etimologías (una griega Rhomos y otra
latina Romulus) para el eponimo fundador de la ciudad, ambientado todo ello en una escenografía local: Gruta del Palatino
(Lupercal), higuera sagrada (Ruminal).

Las zonas inmediatas al río eran muy favorables y además ofrecían recursos estratégicos notables: el río formaba una
frontera natural por un lado mientras los montes daban un resguardo defensivo del otro. Esta posición también daba a los
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latinos control sobre el río, y su posible tráfico comercial y militar, desde el natural punto de observación en la isla Tiberina, la
isla situada frente al actual Trastevere. También se podía controlar el tráfico terrestre ya que Roma se situaba en la
intersección de los principales caminos al mar desde Sabinia, al sureste, y Etruria, al noroeste.

Se supone que el desarrollo del asentamiento comenzó con diferentes poblaciones separadas (borgate), situadas en los
montes, las cuales se unieron para formar Roma. Estudios recientes sugieren que el monte Quirinal fue muy importante en
los tiempos antiguos. Sin embargo, el primer monte en ser habitado parece haber sido el Palatino (lo que confirmaría la
leyenda), que está en el centro de la Roma antigua. Sus tres crestas (los montes menores Cermalo o Germalo, Palatium y
Velia) se unieron con las tres cimas del Esquilino (Cispio, Fagutal y Opio), y luego los pueblos sobre el monte Celio y la
Subura, entre los montes de Rione Moderna, Monti y Opio. Posteriormente, la ciudad creció hasta abarcar también los
montes Aventino, Capitolino, Quirinal y Viminal.

La fecha de la fundación de Roma

Durante la República Romana, varias fechas fueron dadas para la fundación de la ciudad, todas en el intervalo entre 758 a.
C. y 728 a. C. Finalmente, bajo el Imperio Romano la fecha sugerida por Atticus y Varro, (753 a. C.) fue acordada, pero en
fasti capitolini el año dado fue 752. Mientras que los años variaban, todas las versiones estaban de acuerdo en que la ciudad
fue fundada el 21 de abril, un día santo dedicado al sagrado culto de Pales, diosa de los pastores; en su honor, Roma
celebraba el parritta (o palilia). Ver también Ab urbe condita.

El nombre de Roma

El nombre del pueblo se considera generalmente que se refiere a Rómulo, pero hay otras hipótesis. Una de ellas se refiere a
Roma, que sería la hija de Eneas o Evandro. También puede rastrearse un origen etrusco, que apuntaría a la gens etrusca
Ruma, o a Rumon, nombre etrusco del río Tíber. Estudios recientes parecen darle preferencia a una raíz de origen
indoeuropeo con significado de "río"; Roma en ese caso significaría "el pueblo sobre el río".

Roma es también llamada "urbe", y este nombre, que después en latín significaría genéricamente cualquier otro pueblo,
proviene de "urvus", la ranura cortada por un arado, aquí, por la de Rómulo.

Sobre el monte Capitolino, a mediodía, el 21 de abril de cada año, una campana especial llamada la patarina suena del
Campidoglio para conmemorar la fundación de Roma. En esa ocasión, el famoso cañón de Gianicolo permanece silencioso,
el único día del año en que no suena.

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PLAN URBANO DE ROMA

Los planos de la antigua Roma 

Los antiguos romanos eran excelentes ingenieros y arquitectos, y también buenos conocedores de la importancia de la
planificación urbana. Naturalmente, para lograr un control adecuado de la Ciudad Eterna había que tener planos. La mayoría
de ellos se han perdido, sobre todo por estar realizados sobre materiales perecederos, pero he aquí que existe una maravilla
en forma de puzzle pétreo que puede ser considerado como un gigantesco plano de la antigua Roma. Lo de puzzle viene a
que está fragmentado en multitud de pedazos de piedra, lo que complica su reconstrucción, pequeños trozos de un plano
que mostraba en detalle todas las calles y casas de la ciudad.Un gigantesco plano, llamado Forma Urbis Romae, compuesto
por más de un millar de fragmentos de lo que un día llegó a ser un magno plano de 18 por 13 metros. Cierto es que estos
restos no son más que una pequeña parte del total, pero siguen siendo una maravilla.

Durante siglos se han intentado unir las piezas del puzzle “a mano”, pero lo costoso del proceso hacía que, con un poco de
suerte, se lograran casar dos piezas cada varios años. Para lograr montar el rompecabezas de una vez por todas, desde
1999 la Universidad de Stanford decidió escanear las piezas y emplear la informática en el proceso. Los resultados pueden
consultarse en línea :
http://formaurbis.stanford.edu/

ROMA MITO FUNDACIONAL

Según la tradición romana, Rómulo (c. 771 a. C.[1] – c. 717


a. C.) y su hermano gemelo Remo (c. 771 a. C. – c. 753 a.
C.) fueron los encargados de fundar Roma. Finalmente sería
solo Rómulo quien la fundaría, constituyéndose en su primer
rey. La historiografía actual considera falsa esta tradición,
fijando el origen de la ciudad a finales del siglo VII a. C.

Nacimiento y primeros años

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Numitor era el rey de una ciudad de Lacio llamada Alba Longa. Fue destronado por su hermano Amulio, quien lo expulsó de
la ciudad, y procedió a matar a todos sus hijos varones excepto a su única hija Rea Silvia. Como no quería que Rea Silvia
tuviera hijos la obligó a dedicarse al culto de Vesta asegurándose de esta forma de que no iba a tener hijos. Sigue narrando
la leyenda, que Rea Silvia se encontraba durmiendo en la orilla de un río y el dios Marte se quedó prendado de ella, la
poseyó y la dejó embarazada. Como consecuencia de esta unión, Silvia, tuvo gemelos a los que posteriormente llamó
Rómulo y Remo. Antes de que el rey Amulio se enterara del suceso, colocó a sus hijos en una cesta en el río Tíber para que
no sufrieran el mismo camino que sus tíos. La cesta embarrancó. Los pequeños fueron amamantados por una loba, Luperca,
y más tarde recogidos por el pastor Fáustulo y cuidados por su mujer, Aca Larentia. Se decía que habían sido educados en
Gabio, centro cultural del Lacio; más tarde se dedicaron al bandolerismo.

Regreso y fundación de Roma

Cuando crecieron descubrieron su origen, por lo que regresaron a Alba Longa, mataron a Amulio y repusieron a su abuelo
Numitor en el trono. Éste les entregó territorios al noroeste del Lacio. En el 753 a. C. los dos hermanos decidieron fundar una
ciudad, según el rito etrusco, en ese territorio, en una llanura del río Tíber en el preciso lugar en donde embarrancó la cesta.

No hubo acuerdo entre ellos, ya que Remo entendió que los augurios de seis aves en el cielo, señalaban fundarla sobre el
Aventino. En tanto Rómulo, al ver doce aves volando sobre el monte Palatino, decidió que en ese lugar debía levantarse la
nueva urbe. Rómulo demarcó con un arado lo que serían los límites de la ciudad (pomoerium), la futura Roma quadrata del
Palatino. A la vez juró matar a todo aquel que traspasara los límites sin permiso.

Remo, hallándose en estado de ebriedad desafió a su hermano, ya que no sería el nuevo rey. Burlándose de Rómulo saltó
sobre el surco del arado, mas cumpliendo el juramento, Rómulo lo mató. Mas tarde, lleno de arrepentimiento lo sepultó en la
cima del Palatino y le dió su nombre a la nueva ciudad.

La ciudad se levantó en el pomoerium palatino, y Rómulo quedó como único soberano. Creó el senado, compuesto por cien
miembros (patres) cuyos descendientes fueron llamados patricios y dividió la población en 30 curias (congregaciones). Para
poblar la ciudad, Rómulo aceptó todo tipo de gente (asylum): Refugiados, libertos, esclavos, prófugos, etc.

TERITORIO IMPERIO Y MARE NOSTRUM

El territorio del Imperio Romano Abarcaba tres continentes: Sur y Oeste de Europa, el Oeste de Asia y el Norte de Africa.
Dentro de sus limites quedaron: Britania, Galia, España, Suiza, los paises situados al sur del Rio Danubio, Italia, Grecia,
Turquia, Asia Menor y el Norte de Africa.

El Imperio romano (en latín: IMPERIVM ROMANVM; pronunciado: [imperium rōmānum]) fue una etapa de la civilización
romana en la Antigüedad clásica, posterior a la República romana y caracterizada por una forma de gobierno autocrática. El
nacimiento del Imperio viene precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al mar
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Mediterráneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión
durante el reinado de Trajano, momento en que abarcaba desde el océano Atlántico al oeste hasta las orillas del mar
Caspio, el mar Rojo y el golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los
ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie máxima estimada sería de unos 6,5 millones de km².

El término es la traducción de la expresión latina «Imperium Romanum», que significa literalmente «El dominio de los
romanos». Polibio fue uno de los primeros hombres en documentar la expansión de Roma aún como República. Durante los
casi tres siglos anteriores al gobierno del primer emperador, César Augusto, Roma había adquirido mediante numerosos
conflictos bélicos grandes extensiones de territorio que fueron divididos en provincias gobernadas directamente por
propretores y procónsules, elegidos anualmente por sorteo entre los senadores que habían sido pretores o cónsules el año
anterior.

Durante la etapa republicana de Roma su principal competidora fue la ciudad púnica de Cartago, cuya expansión por la
cuenca sur y oeste del Mediterráneo occidental rivalizaba con la de Roma y que tras las tres Guerras Púnicas se convirtió en
la primera gran víctima de la República. Las Guerras Púnicas llevaron a Roma a salir de sus fronteras naturales en la
península Itálica y a adquirir poco a poco nuevos dominios que debía administrar,
como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, etc.

Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difícilmente gobernables por un Senado incapaz de
moverse de la capital ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente reveló la importancia que tenía
poseer la autoridad sobre las tropas para obtener réditos políticos. Así fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo
objetivo principal era el poder. Este fue el caso de Julio César, quien no solo amplió los dominios de Roma conquistando
la Galia, sino que desafió la autoridad del Senado romano.

El Imperio Romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los
momentos finales de la República romana. Tras la guerra civil que lo enfrentó a Pompeyo y al Senado, César se había
erigido en mandatario absoluto de Roma y se había hecho nombrar Dictator perpetuus (dictador vitalicio). Tal osadía no
agradó a los miembros más conservadores del Senado romano, que conspiraron contra él y lo asesinaron durante los Idus
de marzo dentro del propio Senado, lo que suponía el restablecimiento de la República, cuyo retorno, sin embargo, sería
efímero. El precedente no pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César, Octavio, quien se convirtió años más
tarde en el primer emperador de Roma, tras derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a
su antiguo aliado, Marco Antonio, unido a la reina Cleopatra VII de Egipto en una ambiciosa alianza para conquistar Roma.

A su regreso triunfal de Egipto, convertido desde ese momento en provincia romana, la implantación del sistema político
imperial sobre los dominios de Roma deviene imparable, aún manteniendo las formas republicanas. Augusto aseguró el
poder imperial con importantes reformas y una unidad política y cultural (civilización grecorromana) centrada en los países
mediterráneos, que mantendrían su vigencia hasta la llegada de Diocleciano, quien trató de salvar un Imperio que caía hacia
el abismo. Fue éste último quien, por primera vez, dividió el vasto Imperio para facilitar su gestión. El Imperio se volvió a unir
y a separar en diversas ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadores y repartos entre herederos al trono
hasta que, a la muerte de Teodosio I el Grande en el año 395, quedó definitivamente dividido.

Finalmente en 476 el hérulo Odoacro depuso al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El Senado envió las


insignias imperiales a Constantinopla, la capital de Oriente, formalizándose así la capitulación del Imperio de Occidente. El
Imperio oriental proseguiría casi un milenio en pie (bajo el moderno nombre historiográfico) de Imperio bizantino), hasta que
en 1453 Constantinopla cayó bajo el poder otomano.

El legado de Roma fue inmenso; tanto es así que varios fueron los intentos de restauración del Imperio, al menos en su
denominación. Destaca el intento de Justiniano I, por medio de sus generales Narsés y Belisario, el de Carlomagno así como
el del propio Sacro Imperio Romano Germánico, pero ninguno llegó jamás a reunificar todos los territorios del Mediterráneo
como una vez lograra la Roma de tiempos clásicos.

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TERRITORIO Y URBANIDAD

Las características físicas de la península itálica

Con una disposición longitudinal, la famosa bota limita al norte con los Alpes, al sur con el mar Jónico, al este con el mar
Adriático y al oeste con el Tirreno. Su relieve está dominado por dos cordilleras, al norte los Alpes que constituyen una
barrera casi infranqueable que la separa de centroeuropa, y los Apeninos, cordillera de menor altura que recorre todo su
territorio de norte a sur, pero con numerosos pasos naturales que facilitan la comunicación entre los dos mares.

El resto de la península está formado por llanuras y suaves colinas

La costa es en su mayor parte baja y rectilínea por lo que escasean los puertos naturales

Sus principales cuencas hidrográficas el Po al norte, el Arno en la Toscana y el Tíber en el centro, irrigan las fértiles vegas
italianas.

La influencia marítima y la latitud determinan el dominio de un clima Mediterráneo de escasas lluvias, inviernos suaves y
veranos calurosos, a excepción de la zona próxima a los Alpes, donde el clima tiende a la continentalidad.

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La existencia de amplias llanuras y suaves colinas, junto con el dominio del clima mediterráneo y la falta de puertos
naturales, explica que los romanos, a diferencia de los griegos, fueran un pueblo de campesinos y no de marineros. Se
cultivaba principalmente cereal, vid y olivo, en rotación con hortalizas en las vegas de los ríos, donde también abundaban los
frutales. Por el contrario, en las zonas más abruptas dominaba el pastoreo.

Respecto al subsuelo, el norte y el centro de Italia presentan ricos yacimientos de hierro, cobre, plomo y bronce, minerales
que fueron la base de la civilización etrusca.

vega Terreno bajo y fértil generalmente a la orilla de un río.

URBANIDAD

'Es privilegio de la antigüedad mezclar las cosas humanas y divinas para dignificar los orígenes de las ciudades por la
intervención de los dioses' (Tito Livio, 59 a.C.- 17 d.C.)

Para los romanos la vida urbana era muy superior a la rural, a pesar de las numerosos inconvenientes que a veces ofrecía la
ciudad (ruidos, inseguridad, intrigas, falta de intimidad...), y que los ricos salvaban construyéndose villas en el campo. En el
mundo romano, como en el actual, urbanidad era sinónimo de educación y cultura.

De hecho la palabra civilización está relacionada con la palabra ciudad y ambas proceden de civis "ciudadano"..

OCUPACIÓN DEL TERRITORIO IMPERIO ROMANO

La Muralla y el campamento

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La construcción de una muralla para los romanos tenía un carácter mágico. La línea por donde se levantará el muro era
delimitada en el ritual de fundación de la ciudad y separaba la urbs del agger. En época republicana se construían con
aparejo poligonal y la puerta en forma ojival por aproximación de hiladas, pero a partir del siglo III a.C. debido a la influencia
griega comienzan a desarrollarse formas monumentales de amurallamiento, así como el empleo de la técnica del emplectom
que consistía en dos muros de piedra (opus quadratorum) rellenos de tierra y cascotes. A finales del siglo II a.C. comienza la
monumentación de las puertas que continuará Augusto con las dobles puertas con patio interior (procedentes del mundo
griego), rodeado éste por altos muros. También son aportaciones de Augusto las torres cuadrangulares.

A partir del siglo III d.C. con la llegada de las invasiones, se construyen murallas de nueva planta por todo el

imperio y se refortifican las existentes. Se aumenta el grosor de los muros así como el número de torres que suelen ser
semicirculares y se incrementan los elementos de defensa. La construcción de estas fortificaciones es encomendada al
ejército mediante programas imperiales.

Los campamentos:

Denominados “castra o castro” los conocemos por hallazgos arqueológicos y por las descripciones de Higinio y Polibio. El
campamento servía para albergar un contingente militar durante un periodo determinado de tiempo, así se dividían en:

Temporales hechos de madera y de pequeñas dimensiones y permanentes eran grandes y poseían buenas defensas. En su
emplazamiento influía fundamentalmente la existencia de una fuente de agua en las proximidades. La plata era cuadrada en
época republicana y rectangular en época imperial.

Para su construcción se comenzaba por excavar un foso y levantar una empalizada sobre un terraplén, ésta medía de 3 a 4
m y estaba formada por troncos atados entre sí. Para la muralla se empleaba la técnica del emplectom. La construcción se
terminaba añadiendo torres, sobre todo en las esquinas y puertas. En el interior, el cuartel general se situaba en el centro, en
torno a él se distribuían las residencias de los comandantes(praetorium) y los graneros; a continuación los barracones,
almacenes y talleres; quedando en la zona perimetral las letrinas y los establos. 

La expansión del poder romano se basó en la fortaleza de sus legiones. Los campamentos de legionarios aseguraban la
protección de las provincias de tan vasto territorio, que abarcaba 60 millones de habitantes. El campamento militar,
organizado siempre de la misma manera, era un reducto que imitaba la ciudad de Roma, un espacio romano asentado en
medios provinciales. 

Al final de la marcha, las legiones levantaban campamentos siempre con el mismo trazado, aunque el tamaño variaba según
albergase una cohorte, una legión o un ejército entero. Si el ejército quedaba estacionado durante mucho tiempo, el
campamento se convertía en semipermanente o permanente, siendo levantado con materiales más duraderos. 

Rodeado por un foso y un muro y de planta rectangular, lo cruzaban dos grandes vías, que daban a su vez a cuatro puertas.
Las partes principales eran el praetorium, donde se asentaba el Estado Mayor, el forum, para celebrar las asambleas
militares y la sala de los estandartes, aedes signorum. También se situaba el tribunal, donde el gobernador administraba
justicia, y el auguratorium, para la consulta augural de la voluntad de los dioses, que era realizada por el propio gobernador
sirviéndose de manuales al uso. Las legiones se disponían en hileras paralelas de tiendas, en cuyos extremos se situaba la
del centurión. 

Según los relatos de los autores antiguos, en los campamentos romanos había buhoneros y prostitutas indígenas. También
nos hablan de la baja moral de los soldados, que no tenían excesivo interés en volver a Roma para pasar a engrosar las filas
de los desheredados de las ciudades. Además, muchos de ellos establecían sólidos vínculos con las poblaciones locales.

VIDEO ROMA

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INFRAESTRUCTURA DEL TERRITORIO

Calzada romana a su paso por Mérida

Al principio, los romanos construyeron sus carreteras con fines exclusivamente militares, siendo los legionarios los
encargados de su construcción y mantenimiento. Desde Roma salían 29 caminos dispuestos en abanico que enlazaban la
ciudad con las provincias italianas y, tras sobrepasar los Alpes, se extendían por los países circundantes. Estas carreteras
eran llamadas consulares, y la red se complementaba con las calzadas secundarias, de carácter provincial. El uso militar
pronto dio paso al económico, incrementando el tráfico comercial. Pronto se exigió el pago de un peaje en los pasos entre
provincias y, a finales del Imperio, se designaron funcionarios para inspeccionar los vehículos e impedir su sobrecarga.

Las calzadas tenían en general la parte central reservada a los carros y animales, siendo los laterales, más altos, exclusivos
para el paso de peatones. Por ellas circulaba el correo imperial (cursus publicus) por parte de funcionarios autorizados. Los
gastos de correo, muy elevados, eran sufragados por las provincias, pues era necesario construir diversa infraestructuras
para su correcto funcionamiento. Así, junto a las calzadas se levantaron mansiones, albergues, stationes o caballerizas.
También las provincias debían costear el salario de los funcionarios públicos encargados del mantenimiento de la calzada:
obreros, arrieros, veterinarios, conductores, etc. Igualmente, los gastos inherentes a la estancia de personas y animales
estaban a cargo de las provincias.

Frente al Estado, también había organizaciones particulares que alquilaban coches y animales y que hacía frente al
transporte del coreo particular.

Las paradas se hacían cada 5 kms., recorriendo unos 30 kms. diarios. En cada parada el viajero podía comer o beber en los
figones que estaban al lado de las oficinas de correo. Al llegar la noche podía dormir en un albergue oficial -si era funcionario
del Estado- o en uno particular.

A pesar de una red tan eficaz de carreteras, el transporte resultaba lento y caro, en especial en relación con el transporte
fluvial o marítimo. Por este motivo, la gran mayoría del tránsito de mercancías era de escala local.

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LA CIUDAD EN EL IMPERIO ROMANO

¿Cómo era una ciudad romana?

Los primeros asentamientos romanos carecían de planificación y su trazado respondía a la adaptación al medio físico, lo que
determinaba una estructura caótica.

La planificación

La planificación urbana, que se observa en las diferentes ampliaciones de Roma y en las ciudades de nueva creación,
utilizaba el modelo hipodámico partía de un trazado rectangular y geométrico con calles paralelas y perpendiculares entre sí.
Cada cuadrado formaba una manzana, ínsula.

Los romanos aprendieron el urbanismo de los etruscos que gobernaron Roma en el s. VI a.C., convirtiéndola en una gran
urbe, con alcantarillado, puentes, edificios públicos y murallas.

Sin embargo, el modelo de plano geométrico que adoptaron los romanos procede de los griegos. Cuando los persas
destruyeron Mileto los griegos encargaron su reconstrucción al arquitecto Hipodamo que la planificó siguiendo una estructura
reticular . El éxito de este modelo fue inmediato, los griegos lo aplicaron en sus nuevas fundaciones o ampliaciones urbanas
(puerto del Pireo). Posteriormente, los romanos lo descubrieron, a través de los etruscos, y lo emplearon tanto en sus
campamentos militares como en las ciudades que fundaron. En España por ejemplo Emérita Augusta, en África Timgad,
Palmira en Asia.

El urbanismo fue uno de los principales logros de los arquitectos romanos, pero preocupándose siempre del aspecto práctico
más que del estético. Roma creó una civilización urbana que a diferencia de las conocidas hasta entonces, tuvo una
preocupación especial en mejorar la calidad de vida del ciudadano. La ciudad romana, urbs, ha pasado a la historia como un
modelo de eficiencia y buen sentido.

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Para conseguirlo, el Estado invertía en infraestructuras que garantizaban a los habitantes de la ciudad comodidad (agua en
abundancia gracias a los acueductos, calles empedradas con aceras, incluso con pasos de peatones), higiene
(alcantarillado, baños), abastecimiento (mercados), seguridad (murallas) y entretenimiento (teatro, circo, anfiteatro).

Roma fue extendiendo su modelo urbano a los territorios conquistados, sobre todo en el Mediterráneo Occidental, habitado
mayoritariamente por pueblos rurales. En las zonas conquistadas reformaban las ciudades si existían y, cuando no había,
las fundaban, colonias, siguiendo el modelo hipodámico.

La urbanización de los territorios conquistados era un medio para:

Controlar mejor a la población, antes dispersa.

Uniformar culturalmente a las poblaciones sometidas. Para los pueblos del Mediterráneo occidental la romanización consistió
en pasar de un modelo de vida rural a otro urbano.

INFRAESTRUCTURA DEL TERRITORIO Los Puentes

Puente romano sobre el río Erjas, Segura de Toro, Cáceres

LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PUENTES ROMANOS

Aunque los puentes romanos más antiguos de los que tenemos noticia fueron de madera, los ingenieros romanos mostraron
su maestría en la construcción de puentes de piedra.

 Su diseño consistía en uno o varios arcos de medio punto (semicirculares) apoyados sobre pilares alineados. Encima de
esta estructura de arcos discurre la vía que atraviesa el río. A menudo construían en los pilares, tajamares salientes
contracorriente, para reducir la erosión producida por el agua.

Empleaban en la construcción bloques grandes, escuadrados en forma de sillares, que formaban los paramentos externos, y
rellenaban el interior de mortero cementado con puzolana. Para izar los bloques empleaban grúas, movidas por esclavos,
situados dentro de una rueda.

Extraían la piedra en canteras próximas, donde cuadrillas de canteros especializados tallaban con cinceles los sillares. Otras
cuadrillas de obreros se encargaban del transporte en carretas hasta la obra. 

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La construcción del puente empezaba por los cimientos una vez seleccionado el terreno más firme y comprobada la
resistencia del subsuelo. El problema más importante era el agua. Para resolverlo utilizaban ataguías. 

Las ataguías eran empalizadas dobles, cilíndricas o prismáticas, hechas de troncos, firmemente clavados en el suelo, unidos
e impermeabilizados mediante pez y arcilla, de cuyo interior estanco extraían el agua mediante un tornillo de Arquímedes.

En el interior de las ataguías se procedía a la construcción de los pilares. Los canteros los construían hasta el nivel de las
impostas, repisas salientes que marcaban el comienzo de los arcos. Dejaban entonces paso, durante algún tiempo, a los
carpinteros que colocaban las cimbras, la tablazón que servía de apoyo a la construcción de los arcos y se retiraba una vez
terminados. Sobre las cimbras se construían los arcos, disponiendo las dovelas hasta completar la curva.

Terminados los arcos, se terminaba la superficie de la calzada, se construían las enjutas, se levantaban los parapetos para
la seguridad de los usuarios y se consagraba el puente por el pontífice.

Acueductos Infraestructura del territorio

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Roma, Acueducto, detalle Acueducto de Les Ferreres (Tarragona)

EL AGUA PARA LOS ROMANOS


EL AGUA DEL PODER

En época de la República se construyeron cuatro acueductos. Su creación fue debida tanto al aumento de recursos
económicos, fruto de las conquistas, como a las necesidades de las ciudades. Cinco fueron los que se construyeron en la
época de los Julio-Claudios, ya en época imperial, que respondían a las necesidades de la capital. Con Trajano comenzaría
a gestionarse todo el sistema de abastecimiento de aguas. Alejandro Severo fue el promotor del undécimo y último
acueducto de Roma.

El mecenazgo de las aguas sólo podía ser desempeñado por el Estado, ya que la construcción de los acueductos era muy
cara. Se convirtió en un medio privilegiado de promoción personal.

Tras la caída de Roma, los acueductos lograron sobrevivir hasta el año 537, cuando el bárbaro Vitiges, para asediar la
ciudad defendida por Belisario, cortó las traídas de agua para acelerar la rendición.

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La administración de las aguas

La vida de los acueductos no sólo dependía del talento de los ingenieros, sino también de una voluntad política eficaz, de la
continuidad de una administración cualificada, como los curatores, y de su personal, como los acuarii o “funcionarios del
agua”. Las principales tareas de esta administración eran velar por la construcción de los acueductos, mantener
regularmente en buen estado las canalizaciones y administrar las concesiones del agua. Para evitar los posibles fraudes, en
época de Frontino existía ya todo un sistema de inspección y represión.

El primer paso antes de comenzar un acueducto era buscar un punto de partida idóneo, preferiblemente en un lugar elevado
donde el agua fuese siempre pura, abundante y regular. Una vez garantizado esto, se construía un embalse, si era
necesario, cuya agua pasaría a un depósito donde se acumulaba y reposaba antes de partir hacia el acueducto. Los
estanques donde se recogían no eran muy diferentes a las grandes cisternas, aunque de menor tamaño. Su función principal
era elevar un poco el nivel del agua inicial y decantarla. Después, el agua circulaba por el specus, que eran canales
cubiertos, herméticos y la mayoría de ellos eran subterráneos.

El siguiente paso era calcular la pendiente y trazar el recorrido del specus. El agua correría por él sin presión, únicamente a
favor del potencial gravitatorio. Para hallar la pendiente se servían de la groma y el chorobates, utilizados en los trabajos de
nivelación.

Los obstáculos unas veces eran evitados y otras salvados directamente por medio de grandes obras como puentes, sifones,
túneles. A veces aparecían algunos defectos como malas elecciones del terreno, rupturas de la pendiente, etc.

EL COLISEO

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Su verdadero nombre es Anfiteatro Flavio, la denominación de Coliseo se le dio posteriormente, se cree que hace referencia
a la colosal estatua de Nerón que se encontraba en sus proximidades. Es sin duda la obra más representativa del arte
romano, y que representa a dicho arte siendo símbolo de la grandeza y poderío del imperio romano. Su construcción se
realiza por mandato de Vespasiano en el año 72 d.c, y se inaugura en el año 80, bajo el reinado del emperador Tito, la
historia de sus añadidos y restauraciones es continua. Disponía 80 filas de gradas y albergaba 109.000 espectadores.

Se trata de un edificio monumental, cuyo radio mayor tiene 188 m y el menor es de 156. La altura del edificio es de 57
metros. El anfiteatro es de planta elíptica, con una estructura curva que le confiere un gran sentido espacial.

En su interior bajo las gradas quedaban enormes pasillos que permitían una rápida evacuación y facilitaban la entrada al
anfiteatro. La mayoría de los palcos tenían una antesala y estaban distribuidos según su estatus social.

La arena esta formada por unas vigas de madera bajo las cuales hay un sótano con pasillos, jaulas, almacenes, cárceles, y
demás elementos necesarios para el desarrollo de los espectáculos.

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El problema que presenta la enorme carga de la cávea o espacio de gradas destinado a los espectadores, se resuelve
mediante la inclusión de poderosos arcos de medio punto que sostienen las bóvedas anulares, sobre las que se asientan los
diferentes niveles de gradas. Al exterior tres líneas de arcadas superpuestas articulan el muro, correspondiéndose con los
tramos abovedados del interior. Los arcos se encuentran flanqueados por semicolumnas y rematados por dinteles, que
sirven de cornisa de separación con el piso superior.

En el Coliseo Romano se realizaban sangrientos espectáculos públicos. Este tuvo especial crueldad en tiempos
paleocristianos, es decir en los tres primeros siglos de nuestra era.

Fue habitual la lucha de los "gladiadores", los cuales luchaban literalmente hasta morir. En ocasiones, si la gente lo pedía y
la máxima autoridad lo permitía, se perdonaba la vida de ambos luchadores. Para ello debían hacer un muy digno combate.
Complementaba el espectáculo batallas navales y enfrentamiento entre animales salvajes y personas.

VIDEO COLISEO

EL COLISEO

http://youtu.be/_eB_LkWHfEo

PANTEÓN DE AGRIPA

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PANTEÓN DE AGRIPA

Se trata del edifico religioso ( templo) más importante de época romana, situado en Roma. El templo es el edificio religioso
romano. Este tipo de edificios adquiere rasgos etruscos, pero en lo esencia se asemeja mucho al templo griego. Su finalidad
sigue siendo la misma, morada de los dioses.

El Panteón de Agripa fue mandado construir por Agripa en el año 27 a.C., pero reformado en el 120 d.C. por Adriano. Nos ha
llegado casi intacto. Desde el exterior no se aprecia la magnitud del templo, que sin embargo en su interior se muestra
majestuoso.

Es un templo de planta circular, pero que presenta un pórtico de planta rectangular que nos tapa las características del
mismo. En el pórtico se aprecian 8 primeras columnas de grandes dimensiones, más de 12 m. de altura que le da el carácter
de pronaos. Este pronaos presenta la típica fachada de los templos con tímpanos, arquitrabe, friso, techo a dos aguas.

Pero lo grandioso es su interior. Presenta una planta circular, grandiosa y sencilla. Su diametro y altura son de 43 m. ambos.
Es la mayor cúpula de la Antigüedad que hace al fiel o al espectador verse empequeñecido. En su parte inferior existe un
gran tambor, que es lo que sostiene realmente a la enorme cúpula. Este enorme tambor presenta huecos aprovechadas
como si de capillas se tratasen, en las que existen dos columnas corintias que sostienen la parte superior del tambor. Se
alternan co esos huecos pequeñas hornacinas. Éstas estan también delimitadas con pilastras con capiteles corintios, sobre

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ella arquitrabes, frisos, cornisas, pero formando parte del tambor que se sobreeleva, alternando grandes hornacinas con
casetones. Termina la fusión del tambor con la cúpula con un juego de cornisas.

La cúpula es de grandes dimensiones y, por lo tanto, muy pesada, cubriendo la totalidad del templo de la naos.

El equilibrio y perdurabilidad de la obra se aseguró por el procedimiento de aligerar la construcción todo lo posible sin reducir
la resistencia de la estructura. En el muro que forma el tambor de la cella se practicaron capillas y hornacinas que redujeron
el peso. Toda la obra se estrecha a medida que progresa en altura. En las zonas más bajas se incorporaron al hormigón los
materiales pétreos más pesados y resistentes a la compresión, mientras que las zonas superiores incluyen otros más ligeros
y porosos. En algunos puntos se aligeró la obra mediante la incorporación de ánforas cerámicas en el mortero. Los
casetones de la bóveda de media naranja permiten reducir el peso sin debilitar la cubierta. Las capillas y casetones
facilitaron el secado de las enormes cantidades de hormigón empleadas.

En el centro de la cúpula un gran óculo, que permite la claridad y servía para la salida de humos.

Este templo se levantó a todos los dioses por lo que fue de los más concurridos y famosos de Roma. Pero su gran
aportación a la Historia del Arte es que rompió el concepto religioso griego-romano, pues incita al intimismo religioso ya que
no sólo servía como morada de los dioses, sino también para la celebración de cultos.

TEMPLO ROMANO: El Panteón

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Sistema constructivo de arcos y bóveda con casetonados y una estructura de encofrados en madera, se utilizaron diferentes
tipos de mezclas y sucedáneos del hormigón alivianado con piedras puzolanicas (lava volcánica)

LAS TERMAS ROMANAS, OTRA OBRA SINGULAR

Termas llamadas Hercolaneum. Entrada

El modelo de terma imperial quedará establecido en las de Nerón y Trajano. Las de Caracalla, aunque sólo conservamos
restos de sus muros y algunas bóvedas, nos ofrecen una perspectiva de su monumentalidad.

En realidad fueron iniciadas por Septimio Severo y finalizadas por Alejandro Severo hacia el año 240. El edificio de las
termas se inscribe en un recinto cuadrangular y está rodeado de jardines.

El acceso se realiza por un vestíbulo que da paso a la sala de vestuario y a la palestra, que tiene otro vestuario en la zona
norte. Al sur de la palestra encontramos el baño y el laconicum o baño turco. Dos nuevos baños completan la distribución de
esta zona.

El centro del edificio está presidido por el frigidarium, piscina de agua fría, cubierto por enormes bóvedas de arista
sostenidas por columnas adosadas que se coronan con elegantes entablamentos. A ambos lados se situarían las salas
anejas.

Al sur del frigidarium se ubica el tepidarium, sala con calefacción de aire caliente bajo el pavimento, y el caldarium, sala
circular dedicada al baño de agua caliente, de vapor y al masaje.

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Al norte del frigidarium se halla el natatio, gran piscina.

El esquema del edificio es simétrico, por lo que las mismas dependencias que nos encontramos en el ala oeste se repiten en
el ala este. De la misma manera, la exedra con salas anejas que se halla en el recinto que rodea a las termas en sí se repite
en las dos alas. Sí es único el amplio graderío que se establece en el lado sur del conjunto.

TERMAS

En el imperio Romano los baños eran una actividad social por excelencia. El baño no sólo cumplía una función higiénica,
sino que era un nivelador social al que concurrían hombres y mujeres, libres y esclavos. Era además asociado al placer y en
las ciudades grandes como Roma era frecuente que el baño implicase promiscuidad, por lo que los cristianos y los filósofos
se negaban a participar de él y acudían a bañarse un par de veces al mes. La relación con el paisaje existía, pero más que
localizar los baños en un lugar especial en el paisaje, como en los casos anteriormente mencionados, el paisaje era creado
artificialmente para deleite de los bañistas.

El caso que nos ocupa es el de los baños de Caracalla, las termas más grandes que sobreviven hasta hoy y las segundas
más grandes en haberse construído, después de las de Diocleciano (en español, estos baños "termas", voz que proviene del
griego "thermos" (θερμός), que significa "caliente").

Tamaño comparativo de algunas de las Termas construidas en Roma.

Este complejo fue iniciado por el emperador Septimo Severo en 206 D.C y completado por Caracalla entre 212-217 DC.
Posteriormente, otros emperadores como Elagábalo y Alessandro Severo complementaron la obra o la refaccionaron. El
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edificio fue destruído por un terremoto en 847, aunque ya desde 537 no podía ser usado ya que los canales de agua fueron
destruídos por una guerra.

Las Termas en ruinas en el siglo XVII, enterradas varios metros.

Grabado de Giovanni Battista Piranesi (1720-1778)

El conjunto ocupa una extensión de 13 hectáreas y se ubica al inicio de la Vía Apia. El edificio principal tenía 228 m de largo
por 166 de ancho y 38.5 de alto.

Ubicación de las Termas de Caracalla al inicio de la Vía Apia.

Además de los baños, incluía espacios de reunión, bibliotecas y hasta un pequeño estadio, pudiendo albergar hasta 1700
bañistas.

El recinto se hallaba definido por un cerco cuadrangular. El diseño, como en muchos otros casos en la arquitectura romana,
seguía un patrón simétrico.

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En el noreste se ubicaba el ingreso principal, flanqueado por pórticos en dos niveles que contenían locales comerciales. Tras
atravesar los pórticos de ingreso, se encontraban breves jardines que precedían al cuerpo central. Tras el ingreso se llegaba
a los vestuarios (apodytera), donde el usuario luego de despojarse de su ropas las dejaba en un estante. Posteriormente
hacía ejercicio en el gimnasio (palestra) o recibía un masaje en alguno de los cuartos conexos. Las termas contaban con tres
tipos de baños: fríos, calientes y tibios.

En la parte anterior se halla el Frigidarium, un gran salón conteniendo los baños fríos y que tenía una enorme piscina
descubierta o natatio. En medio del edificio se hallaba el Tepidarium, que eran los baños tibios. Posteriormente iba al
Caldarium, una especie de baños sauna, cuyas paredes eran calentadas a través de tubos huecos de terracota y cuya figura
cilíndrica cubierta por una cúpula dominaba la parte posterior del conjunto.

A los costados se encontraban dos grandes salientes semicirculares que conformaban las bibliotecas. Al fondo, se ubicaba
el estadio que sólo tenía graderías por un lado, escondiendo tras sí las enormes cisternas.

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Uno de los aspectos que más llamó mi atención fue la impresionante escala del edificio. Este no era un templo o un palacio,
era un equipamiento de uso público. Sin embargo la impresionante monumentalidad de la escala deja claro el mensaje de la
arquitectura como instrumento simbólico del poder imperial.

El sistema constructivo combinó el uso del ladrillo cocido con el hormigón (opus caementicium) el cual era una mezcla de
pequeñas piedritas y un mortero de arena y cal. Pero aun más impresionante es el complicado sistema hidráulico que servía
a los baños.

El agua era traída de los manantiales de Subiaco, a 100 km de Roma, a través del acueducto Aqua Marcia y de allí se
abastecía un ramo especial llamado Aqua Antoniniana. El agua llegaba a una enorme cisterna dividida en 18
compartimentos y una capacidad de 80,000 m3. Desde allí bajaba por gravedad a unos tubos y atravesaba los jardines
rumbo al edificio.

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Existían tres redes de túneles, hechos para facilitar la inspección y mantenimiento de las instalaciones: para agua, desagüe
y almacenamiento de madera, que era usada en cerca de 50 hornos para calentar el agua.

El interior de las termas era magnífico. La piscina o natatio era descubierta y decorada con cuatro columnas de granito.
Existían tambien grandes espejos de bronce para reflejar la luz solar. Las paredes tenían recubrimientos de mármol o
estaban decoradas con frescos y cientos de estatuas se ubicaban en nichos en varios niveles.

Interior de las termas

Imagen 3D cortesia de Gordana Beaulieu

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Interior de las termas - Imagen 3D cortesia de Altar4 Multimedia

Los pisos eran cubiertos de mosaicos blancos y negros, algunos de los cuales aun pueden ser apreciados en el lugar.

El diseño paisajista era notable, los jardines rodeaban al edificio siguiendo patrones geométricos e incluyendo estatuas,
fuentes y lugares de reunión y conversación.

Hoy en día, además de ser un atractivo turístico importante, las termas viene siendo en las últimas décadas un escenario
incomparable para representaciones culturales, teatrales y musicales.

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FORO

El Foro

Todo era formidable en esos espacios públicos: las amplias calles tenían pavimento de travertino, lo mismo que las plazas,
que solían estar presididas por enormes estatuas; en los edificios se alternaba el brillo de los bronces con los tonos grises,
blancos y ocres de los mármoles. Cada detalle se había dispuesto cuidadosamente para durar e impresionar, tanto en las
construcciones religiosas como en las civiles. Entre estas últimas destacaban por su prestancia las basílicas, en las que se
celebraban los juicios y se realizaban transacciones comerciales. Su interior era muy amplio, con el espacio distribuido en
naves separadas por columnas. En el exterior tenían dos pórticos laterales bajo los que se alojaban, en hilera, numerosas
tiendas que vendían todo tipo de productos. Los restos de la basílica de Majencio y Constantino dan idea de las enormes
dimensiones que llegaban a alcanzar estos edificios.

Los monumentos conmemorativos y las estatuas que adornaban los foros no tenían, en cambio, ninguna finalidad práctica,
al menos inmediata. Los más llamativos eran las columnas, como la de Trajano, y los arcos de triunfo, como los de Tito,
Septimio Severo, Constantino...

FORO ROMANO

Con la República aumentó la actividad política, y el Foro se fue poblando de construcciones destinadas al gobierno y la
administración. Todavía hoy se conserva

en buen estado el de la Curia, donde deliberaba el Senado. En cambio queda muy poco del Comitium, la plaza circular en la
que se reunían las asambleas para elegir a los magistrados. También son escasos los restos de la tribuna llamada de los
rostra -o espolones-, desde la que se arengaba al pueblo. Los episodios más cruciales de la historia de Roma durante la
República tuvieron su origen en esta zona del Foro: los discursos de los Gracos para mejorar la situación de la plebe; la
polémica entre Mario y Sila; las soflamas de Cicerón contra Catilina; la decisión del Senado para exigir a Julio César que
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abandonase el mando militar, orden que éste desobedeció cruzando el Rubicón y tomando la Urbe; y la concesión del título
de Augusto a Octavio en el 29 a.C., que se considera el inicio de la época imperial.

El nuevo cambio de régimen trajo consigo ampliaciones y mejoras cada vez más espectaculares de los foros. Junto al
antiguo Forum Romanum, fueron surgiendo los llamados Foros Imperiales, construidos por César, Augusto, Trajano, Nerva y
Vespasiano

FORO y MERCADO

El Foro Romano (del latín forum, 'plaza de mercado' o 'lugar al aire libre') es una plaza de mercado y centro de negocios
privados y públicos de la antigua Roma. La palabra 'foro' era el término usado por los antiguos romanos para referirse al
espacio grande, abierto y rectangular, en la parte central de una ciudad, un lugar público donde tenía lugar la asamblea del
pueblo.

 En un principio era un espacio abierto, sin edificios, en el que la gente se reunía los días de mercado y en las fiestas
religiosas, para las elecciones y para otros acontecimientos públicos; con el tiempo, se convirtió en el centro político donde
estaban los edificios civiles y administrativos y los templos más importantes. Con frecuencia tenía arcos en ambos extremos
de las calles o carreteras que lo atravesaban.

 En tiempos antiguos, cada ciudad tenía un foro, que no sólo servía para transacciones legales, actividades políticas y
negocios comerciales, sino también como zona para juegos públicos, entretenimientos, representaciones teatrales,
combates de gladiadores y de lucha, y para carreras.

 El foro principal de Roma, el Forum Romanum Magnum (el Gran Foro Romano), era de este estilo, y encima de las
columnatas que lo rodeaban había galerías para los espectadores. Sin embargo, al crecer las ciudades, se hizo necesario
crear un foro independiente (forum civile), para los asuntos legales y administrativos, así como foros comerciales (fora
venalia), cada uno especializado en la venta de un producto.

 Las tiendas estaban situadas alrededor de la plaza del foro comercial y con frecuencia en las calles que conducían a él.
Además de los foros abiertos, algunas ciudades también tenían mercados cerrados.

 El término forum (foro) se convirtió de forma progresiva en sinónimo de mercado y se usaba como un epíteto descriptivo en
los nombres de los mercados de muchas ciudades, tales como Forum Appii y Forum Julii.

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 Los templos del foro con frecuencia satisfacían más que un propósito religioso. En Roma, el Templo de la Concordia lo
usaba el Senado como lugar de reunión, y el Templo de Saturno servía como tesorería del gobierno y alojaba los archivos
financieros del Estado, hasta que fue sustituido por el Tabularium.

 El centro del foro normalmente estaba tan lleno de estatuas, altares, arcos y otros monumentos, que obstruían las
transacciones comerciales. En respuesta a este problema, de vez en cuando se ordenaba que se despejara.

 El primer foro de Roma estaba entre las colinas del Palatino y del Capitolio y la colina del Quirinal. Antes del 500 a.C., se
desecó la tierra pantanosa y se creó un mercado con tiendas alineadas. En la parte noroeste de la ciudad había una zona de
reunión.

 La belleza del foro se intensificó de forma considerable con la construcción de los templos de Saturno, Cástor y Pólux, y de
la Concordia. El primer palacio de Justicia, la basílica Porcia, fue construido en el 184 a.C.; le siguieron los de Emilia,
Sempronia y Opimia.

 Las basílicas le dieron al foro una apariencia característica de columnata. En el 54 a.C., para aliviar la gran congestión del
Forum Romanum Magnum, Julio César comenzó la construcción de uno nuevo con su nombre, Foro de César. Era un foro
amurallado, en el cual el edificio principal era el templo de Venus Genitrix.

 Cerca de este foro nuevo, hacia el 20 a.C., el emperador Augusto construyó un foro aún más grande (Foro de Augusto), que
contenía un templo dedicado a Mars (Marte) Ultor.

 Posteriormente, se construyeron otros foros, como el del emperador Vespasiano, rodeando a un hermoso templo de la paz;
el Foro de Nerva que comenzó el emperador Domiciano y que completó el emperador Marco Coceyo Nerva, en él había un
templo consagrado a Minerva; y el magnífico Foro de Trajano, que incluía la basílica Ulpia y la Columna de Trajano, a los
que más tarde el emperador Adriano añadió el Templo de Trajano.

 Estos cinco foros imperiales estaban comunicados con el Forum Romanum Magnum en una línea continua que se extendía
al norte y al este del mismo.

En el Foro Romano también se encuentran el Templo de Venus y Roma, construido por el emperador Adriano en 121-135
d.C, y la Basílica de Majencio, comenzada por Majencio en 308 d.C. y concluida por Constantino en 312 d.C. El Coliseo se
encuentra al este del Foro.

http://dlib.etc.ucla.edu/projects/Forum/timemap

MÉTODOS CONSTRUCTIVOS

MATERIALES Y MÉTODOS DE CONSTRUCCIÓN.

Los griegos utilizaron gran variedad de materiales de construcción para realizar sus edificios, usaron adobe, madera.
terracota y piedra. En los primeros momentos se utilizó el adobe y la madera, posteriores elementos en piedra recuerdan ese
precedente de madera, como los triglifos, que se corresponden con los extremos de las vigas, las metopas, los espacios
entre ellas y las gotas que serían los listones utilizados para realizar el montaje.
El material mas usado fue la piedra, desde calizas duras, conglomerados  y el mármol. Este material abundaba en el
Mediterráneo, en Asia Menor y en la propia Atenas siendo de excelente calidad en canteras como las de Paros, Nasos y
Tasos. Las cornisas y tejas de los edificios se realizaron en terracota, pero  con el paso del tiempo se usó el mármol.
La información sobre los métodos de construcción que usaron ha llegado a nosotros desde el estudio de las canteras y de
algunas inscripciones que han sido encontradas en los mismos edificios. Muchos de estos escritos son una sucesión de
extractos que detallan los gastos en materiales y  en sueldos de operarios, contratos y otras especificaciones. Otra fuente
fundamental es el libro de Vitrubio, aunque se Arquitectura fue redactada en época de Augusto, tenía acceso a fuentes
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perdidas para nosotros.
Realizar un edificio de piedra era costoso y  dilatado en el tiempo. Se comenzaba por conseguir los sillares que lo
componían. Primero se tallaban de forma tosca en la cantera, una vez separado de la roca se deslizaba montaña abajo y se
solía transportar en vagones para llevarlos a pie de obra.Para colocar cada piedra en su lugar  se usaba una alzaprima con
muescas superficiales o agujeros profundos en el sillar por donde se pasaba una barra o cuerda.
Se prestaba mucha atención a los puntos de unión de los tambores de las columnas. Se hacia de  una forma especial. Se
tallaba en cada tambor un agujero  y se encajaba un listón de madera.
Luego se hacía un agujero en el centro exacto de cada listón, en el que se instalaba la barbilla  de madera que unía los
tambores contiguos. Se dejaba  que sobresalieran unos realces para facilitar su manipulación. En las piezas mas cuidadas
era casi imposible ver las uniones en la distancia. La parte inferior y superior de las columnas se labraban antes de ser
colocadas, pero el resto se  esculpía después.
 
Las incisiones  que nos encontramos en los bloques indican los sistemas que se usaban para izarlos. Existían tres tipos
principales para colocarlos:

   Un agujero tubular tallado en el centro de la pieza.

   Muescas en las cara laterales.

   Una incisión a lo largo del sillar.

Estas se solían usar con las piedras blandas. El mármol por su dureza permitía usar tenazas par colocarlo en su lugar.
Las incisiones para las tenazas se solían realizar en el lecho del sillar o en los lados, cera de la parte superior.
Para unir las piedras entre si se usaban grapas para unirlos horizontalmente y  clavijas para uniones verticales.

Hubo varias formas de estas piezas y varió según diferentes periodos.


   En el siglo VI  y a comienzos del V a.C.  tenían los extremos doblados formando ángulo recto.
   En época de Pericles se uso las grapas en forma de T o H.
   La grapa de garfio se usa a partir del s. VI a.C. La cola de milano se uso durante todas las épocas, en piedras blandas

LA VIVIENDA EN EL IMPERIO ROMANO

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LA VIVIENDA EN EL ÁMBITO ROMANO: DOMUS, INSULAE Y VILLAE.

Para estudiar el desarrollo de los tipos domésticos en la cultura romana hay que referirse incuestionablemente a Pompeya, y
las demás ciudades sepultadas, en el caso de las domus y las villae, y a Ostia, en el caso de las insulae, o casa de alquiler,
ya que Roma conserva muy pocos restos de estas unidades de habitación debido al desarrollo que como núcleo urbano ha
tenido, destacando los de la Via Biberatica (en los mercados de Trajano), los de las escaleras del Ara Coeli, los hallados las
laderas del Palatino, las ruinas de la Via dei Cerchi y las de la Galería de Piazza Colonna.

Sin embargo, contamos con un elemento esencial, la Forma Urbis Marmórea, conocida simplemente como la Forma Urbis,
que se encontraba expuesta en la Biblioteca del Foro de la Paz, y que no es más que la plasmación sobre una inmensa
placa de mármol de un plano detallado de la ciudad de Roma, mandado levantar por Septimio Severo en el siglo III d. C.
(hacia el año 200), en el que se recogieron los diferentes edificios singulares (templos, termas, mercados, edificios lúdicos,
etc) así como las diferentes tipologías de domicilios de los romanos, es decir domus e insulae, sabiendo que el número de
las primeras era de 1.797 y que las segundas alcanzaban la cifra de 46.602.

Una última consideración antes de entrar a describir con detalle cada uno de los tres tipos de vivienda: la propiedad y
posesión de una domus, y/o una villa, era el reflejo simbólico de una riqueza fundiaria, riqueza tradicional basada en la
tenencia y explotación de la tierra, y que sus habitantes formaban un conjunto familiar asociado a ese edificio por
generaciones. En cambio, la posesión de las viviendas de una insula estaba temporalmente en manos de los inquilinos, ya
que la mayor parte de las veces la propiedad de esos edificios inseguros e incómodos la ostentaba la gente que vivía en el
reducto seguro y cómodo de una domus. Aunque posiblemente esto no fue así siempre, como se verá más adelante en un
caso concreto de Ostia.

TIPOS DE CASAS URBANAS

DOMUS: este tipo de vivienda se levantaba sobre una superficie media de 800 – 900 metros cuadrados, teniendo un
desarrollo fundamentalmente en horizontal.

Este tipo de residencia giraba en torno al atrium, ya que hacia la calle presentaba un muro ciego y macizo. Era el lugar
central, donde la familia realizaba las actividades domésticas y colectivas. Podría ser el recuerdo del espacio único de las
cabañas primitivas; en este lugar se conservaba el fuego, y tal vez del hecho de que el hollín y el humo ennegrecieran las
paredes y el techo tomó el nombre, derivando de ater, negro en latín. Fue también el sitio donde se comía y se guardaba el
agua, en un principio.

En las casas más antiguas el atrium tenía sólo una apertura hacia la calle, la puerta, que servía tanto de paso como de
lucernario; el sistema de entrada estaba constituido por varios elementos como: - el vestibulum, espacio existente entre la
puerta principal y la calle, lugar de refugio, protección y resguardo del ajetreo de la vía, así como sitio de espera de los
clientes para la salutatio diaria al patrón; - las puertas de la fachada: eran normalmente de doble hoja, encuadradas entre
pilastras, que a su vez servían para ocultar los batientes una vez abiertas, y que desembocaban en el último elemento, - las
fauces, corredor en pendiente ascendente que unía el vestibulum con el atrium, protegido éste de las miradas indiscretas
procedentes de la calle mediante otro par de puertas, más bajas que las de la fachada para poder tener un segundo foco de
luz en el interior.

En algunos de estos pasillos se abría una dependencia, conocida como cella atriensis, ocupada por el portero, ostiarius o
ianitor, que era el encargado de hacer pasar a los clientes a la salutatio, así como controlar la entrada y salida de la gente de
la casa.

Con el paso del tiempo, y debido a la ampliación del tamaño de la casa, la función de pozo de luz fue realizada por una
abertura que se tuvo que realizar en el tejado, naciendo así el compluvium, que además fue utilizado como lugar de escape
del humo procedente del hogar y como sistema de provisión de agua procedente de la lluvia, recogida en un estanque
rectangular, impluvium, que se hallaba en la vertical del hueco, donde se retenían aquellas impurezas que pudieran ser
arrastradas con ella, antes de ser depositada en una cisterna bajo el pavimento de la estancia, ella, antes de ser depositada
en una cisterna bajo el pavimento de la estancia, constituyendo el primer recurso hídrico doméstico. El agua era sacada del
depósito subterráneo a través de un brocal de pozo, el puteal; este sistema fue utilizado hasta la generalización de las
fuentes públicas, y hasta que las conexiones privadas a los canales de distribución de los acueductos se hicieron comunes.
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Una vez el agua se pudo obtener del servicio general hidráulico, la mayoría de los impluvia se convirtieron en un elemento
puramente decorativo, adornándose con surtidores y estatuas.

En el atrium se hallaba el lararium, lugar donde se rendía culto diario a los dioses Lares, representados como dos
adolescentes con un rhytion y una patella realizando una libación, así como el Genius de la familia en forma de serpiente con
cresta, que fue en épocas posteriores representado por un varón togado. Los lararia podían ser meros nichos en la pared,
decorados más o menos profusamente, y coronados por un frontón, o bien verdaderos templetes de madera con un armario
inferior, donde se recogían los elementos necesarios para el culto una vez usados.

DOMUS ROMANA

Como ejemplo clarificador de las reformas introducidas con la aparición del peristylium se puede tomar la Casa de Salustio,
Regio VI, insula 2, domus 4 (Adam: 1990, 330):

El núcleo original de la casa se fecha en el siglo III a.C. y se correspondería con la letra A, y los números:

1: las fauces.

3: atrium tuscanicum .

4: tablinum.

5: alae.

6: cubicula.

9: hortus.

El número 2 corresponde a un thermopulium abierto en una de las dos dependencias que la casa tiene en la fachada.

En el siglo I a.C. la casa de tipo itálico sufrió una gran reforma, consistente en el añadido de un pequeño peristilo, se levantó
un triclinium estivo en el hortus, cuyo muro de conexión con la casa fue abierto en una columnata, para poder disfrutar de las
vistas desde el tablinum, así como desde las dos habitaciones laterales, a una de las cuales se le cerró el acceso desde el
atrium, y se amplió del número de habitaciones, gracias posiblemente a la compra de pequeñas casas adyacentes, que
fueron transformadas, ya que estos nuevos cuartos no tienen relación directa con el antiguo núcleo central de la casa. A este
momento pertenecen los números:

7: comedores.
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8: la nueva culina, que posiblemente se mudó a la nueva localización desde el atrium al emprender las reformas.

11: peristylium.

Las letras B corresponden a un thermopolium, con dos habitaciones en la trasera, probablemente la vivienda del que lo
atendía, así como otra dependencia sin uso tipificado, un tienda, con la vivienda del que la regentaba en un piso superior no
conservado, que queda de manifiesto por los restos de escalera que se conservan en el ángulo superior derecho.

La letra C es una panadería, también independiente de la casa, constituida por

12: área con los molinos de piedra volcánica para moler el trigo y obtener la harina.

13: el horno de cocer el pan.

14: el laboratorio donde fermenta la masa.

15: el despacho de los panes una vez cocidos.

16: el acceso a la vivienda de los panaderos.

Por último, cabe destacar que esta vivienda, tras el terremoto del 62 d.C. perdió su finalidad de lugar de habitación, para
convertirse en un restaurante, transformándose las dependencias en salones para comer.

INSULAE

La vivienda colectiva romana

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Las fuentes clásicas, en concreto los Regionarios –listas de monumentos, casas, termas, etc. realizadas por funcionarios
encargados de hacer los recuentos y estos listados a principios del siglo IV d. C.-, nos dan la división básica entre los dos
distintos tipos de vivienda romana, ya que registran en Roma 1.797 domus y 46.602 insulae.

Las insulae eran los bloques de casas que ocupaban una manzana entre calles. Las viviendas de las insulae tenían
ventanas a la calle y sólo si eran de gran tamaño y tenían en su interior un patio cuadrado abrían ventanas y puertas al patio
interior. Las distintas divisiones de una insulae se denominaban cenacula, es decir, viviendas independientes con algunas
dependencias cada una de ellas –como los pisos de un bloque de viviendas actual-, por lo que su concepción es vertical. Ya
en el siglo III a. C. se conocían en Roma insulae de tres pisos de altura (llamadas tabulata, contabulationes o
contignationes); Cicerón, De lege agraria 2, 96, decía Romam ... cenaculis sublatam atque suspensam (“Roma sometida a
los cenacula y suspendida”). Dado el riesgo que suponía la elevación de los edificios, fue necesaria la regulación de la altura
de los mismos, prohibiéndose la construcción de insulae superiores a los 70 pies (=20 metros) de altura. Así encontramos
testimonios de insulae de más de tres pisos (Marcial, Juvenal, etc.), en concreto de cinco y seis pisos.

No obstante, las insulae también se dividían en dos tipos: primero, las suntuosas que reservaban la planta baja como
vivienda de algún individuo acomodado, gozando del prestigio y de las ventajas de una domus –de hecho, esta planta baja
recibía el nombre de domus, en oposición a los demás pisos que seguían llamándose cenacula-; después, las humildes,
cuya planta baja se reservaba para tabernae, locales para almacenes y tiendas.

Estas tabernae estaban completamente abiertas al exterior –unos batientes de madera permitían abrirlas por las mañanas y
cerrarlas por las noches- y tenían el espacio limitado para albergar un almacén, un taller de artesanía o un mostrador de una
tienda. Generalmente, una escalerita al final de la tabernae permitía el acceso a la vivienda del inquilino de la tienda, los
guardas del almacén o los obreros del taller; esta vivienda generalmente era única estancia donde se dormía, cocinaba,
trabajaba, etc.

Las insulae generalmente ocupaban una superficie entre 300 y 400 m2 y tenían sus paredes hechas de ladrillo aparejado o
también podían estar hechas con el más barato opus craticum –un armazón de madera relleno de piedra de machaqueo y
mortero-, con numerosas y amplias puertas y ventanas. La línea de fachada de las tabernae estaba protegida por unos
pórticos; al mismo tiempo en las calles anchas las insulae podían tener logias o pérgolas –pergulae- que reposaban sobre
los pórticos o balcones –maeniana- de madera, ladrillo, etc.; las pilastras de las logias y balcones se decoraban con plantas
y las ventanas con macetas. Los suelos de las insulae más suntuosas se revestían con baldosas y mosaicos, mientras que
sus paredes podían estar cubiertas por pinturas de colores vivos. Sólo en la planta baja había retretes y quizás agua
corriente, por lo que eran viviendas miserables e insanas. En contrapartida, las insulae solían tener poca solidez en su
construcción, escasez de mobiliario y deficiencias de iluminación, calefacción e higiene.

La desproporción entre la superficie y la altura de las insulae las hacía inseguras, siendo muy frecuentes sus
derrumbamientos; así se legisló sobre el grosor de los muros para lograr una mayor base de apoyo para los distintos pisos
(45 cms. en época de Vitruvio). Otro problema eran los frecuentes incendios. Las insulae eran construidas con vigas de
madera, pero para cocinar y para calentarse se usaban infiernillos portátiles, velas, lámparas de aceite, antorchas, etc.; a
ello se suma que el suministro de agua rara vez llegó a las insulae, de modo que los incendios estaban a la orden del día y
su sofocamiento era una tarea bastante ardua, por cuanto se propagaban con gran rapidez a otros cenacula y a otras
insulae.

PROBLEMAS

Generalmente el lote era comprado por un empresario que invertía en la insula y trataba de sacar el mayor provecho de
estas. Era una inversión especulativa donde se trataba de invertir lo menos posible, ahorrando en materiales y calidad de
construcción y a la vez aprovechando el espacio de la mejor manera posible, construir más y más plantas. Esta búsqueda de
una mejor rentabilidad del suelo adquirido llevaba a que algunas insulas superaran los 7 u 8 pisos y los derrumbes se
hicieron eco de esto.

Los incendios, como dijimos, eran moneda corriente. Uno de los factores que promovió la propagación del impresionante
incendio que tuvo suceso durante el imperio de Neron fueron las insulas incendiándose una tras otra. Luego de este
incendio, y es por lo que se sospecha que fue provocado intencionalmente, se construyó una ciudad mejor planificada arriba
de las ruinas.
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RESTRICCIONES Y LEYES

Julio César, quizá por haber vivido en una insula en su juventud, fue uno de los primeros lideres en ver los problemas que
traían a la salud pública. No solo en la cantidad de pestes y enfermedades que producía el hacinamiento en tan incomodas
condiciones de vida. Una de las mayores causas de muerte eran los incendios y derrumbes que había como ya hemos
mencionado. El hecho del poco espacio entre estas estructuras hacía que el fuego se propague de una a otra como en un
efecto domino. Para evitar esto con el tiempo se fueron decretando leyes para regular su construcción, aunque era muy
difícil que alguien las tomara en cuenta. César estableció una altura máxima de 8 plantas -19 metros- que fue rectificada por
Augusto. Otro emperador en ver los problemas de las insulas fue Trajano quien limitó la altura de las insulaes a 6 plantas.
Luego cuando se comenzó a utilizar ladrillo y concreto aumentó nuevamente la altura. El ladrillo se comenzó a usar
posteriormente, y también una versión primitiva del concreto, por orden de las autoridades.

Una restricción muy importante fue la de ambitus que dictaba una separación mínima entre cada edificio, de esta manera se
evitaría la propagación espontanea de incendios, esto logró evitar en parte los incendios. Recordemos que estas viviendas
no tenían cocinas ni baños y generalmente la gente para calentarse o cocinar empleaba braceros, los cuales eran un peligro
mortal en una estructura de madera -esta fue otra de las razones por las cuales se comenzaron a utilizar otros materiales en
períodos posteriores-.

Dichas restricciones y leyes mejoraron en gran medida la calidad de las construcciones. Se limitaron considerablemente los
incendios y derrumbes que tanto eco hacían en los escritores de la temprana República. Hoy en día sobrevivieron algunas
edificaciones, obviamente de las mejor construidas lo que no nos da una visión objetiva de como era las construcciones más
precarias.

FUENTES:

- CARCOPINO, Jerôme: La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio, Madrid, 1993

- CONNOLLY, Peter y DODGE, Hazel: La Ciudad Antigua. La vida en la Atenas y Roma clásicas, Madrid, 1998

- PAOLI, Ugo Enrico: URBS. La vida en la Roma Antigua, Barcelona, 1990

www.imperivm.org

VIDEO VIVIENDA

LOS MUEBLES EN LA ROMA ANTIGUA

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EL MUEBLE EN EL IMPERIO ROMANO

La casa romana, austera exteriormente, disponia de una riquisima variedad de mobiliario en su interior. El protagonismo de
la madera y el bronce.

Roma conquistó y domino todas las tierras del Mediterráneo y doto a esta diversidad de pueblos de una cultura común.

Gracias a las excavaciones de Pompeya y Herculano podemos hacernos una idea de cómo era la vida hace veinte siglos, en
los restos arqueológicos encontrados figuran muebles de madera: camas, mesas, armarios y otros objetos que nos permiten
imaginar como era su ambiente.

El romano fue un pueblo eminentemente poderoso y practico, culturalmente la influencia de Grecia es importante y se llegan
a repetir exactamente algunos tipos de mueble; pero destaca el empleo de bronce con elementos originales.

Los muebles de bronce, cuya decoración es muy rica, unas veces se cincelan y otras se recubren o incrustan de plata y
metales preciosos. Otros complementos de la decoración fueron el uso de telas y de tapices, llegados desde pueblos mas
alejados del Imperio.

Los romanos gustaban de usar pocos muebles en sus casas. Se daba importancia a los ambientes diáfanos, aunque esto no
quiera decir que no existiera una gran variedad de muebles. Los romanos empleaban hasta cinco tipos de mesas de
diferentes, todas de origen griego y de diferentes formas geométricas, rectangulares, cuadradas o redondas, también se
diferenciaban por el numero de patas, tres o cuatro.

Gracias a los artesanos y tallistas las patas adquieren formas de animales. Contaban con un gran numero de asientos,
taburetes sin brazos o respaldo, sillas entronizadas, pesados sillones y lechos para acostarse durante los banquetes.

La decoración, en la mayoría de las viviendas y siempre en las casas nobles, era extraordinaria. Se empleaban molduras
con diferentes motivos, la mayoría florales, relieves de estuco, etc. Grupos de estatuas, murales al fresco y mosaicos, con
escenas de la vida cotidiana acompañaban a los romanos en su vida diaria.

En Roma encontramos la silla en forma de tijera, que se repite en Egipto y Grecia, a veces plegable y de bronce (bisellium) y
que servia de taburete y apoya pies. A veces los laterales o brazos de los bisellium eran rematados con un relieve de cabeza
de animal.

Había sillas de piedra con respaldo cóncavo, y que al contrario de lo que pudiera parecer eran cómodas, decoradas con
relieves o inscripciones. Los sillones de piedra o mármol, ricamente ornamentados y tallados en sus laterales con motivos

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alados o con representaciones de animales, pero el asiento mas característico de la época fue el (curul) reservado para
personajes públicos, algunas tienen las patas de doble curvatura con anillas para ser transportadas y ricamente decoradas.

En los lugares públicos eran corrientes los bancos (scamun) de bronce o de piedra. La mesa ocupaba un lugar importante en
la casa, eran rectangulares con soportes de piedra, bronce y con tablero de maderas exóticas. En otras, los pies eran
torneados o estriados con terminación en garras.

El (cartibulum) era la mesa característica con soporte de mármol, generalmente dos patas simulando dos leones con
terminación con garras y entrelazados con hojas y volutas. Los (lararium) eran unos pequeños armarios que ocupaban un
lugar en el atrio de la casa, donde se adoraban a los dioses domésticos. Los arcones eran similares a los griegos y egipcios
con rasgos idénticos. El (lectus) lecho romano con armadura de bronce o madera con soportes torneados y brazos curvos.
El (triclinio) lecho grande con capacidad para tres personas utilizado tanto por griegos y romanos para comer, todo decorado
con telas y almohadones. Existían otros muebles secundarios como veladores, candelabros, etc...

ROMA: ARTESANIA Y CONSTRUCCION

Escuadra de albañil procedente de la necrópolis de Attino

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Decoración del hipogeo de Trebius Justus en la Via Latina (Roma), Albañiles trabajando

La artesanía

Zapateros, orfebres, alfareros, tejedores, etc. trabajaban en talleres, en los que solían también vender sus productos.
Muchos de ellos eran muy pequeños, aunque otros podían llegar a reunir hasta 70 trabajadores. No debemos olvidar que
también se realizaban trabajos domésticos como la panadería, confección, etc. elaborados en su mayoría por los esclavos
en las grandes casas señoriales, alcanzando algunas a ser autosuficientes.

Normalmente existían dos tipos de talleres: los destinados al consumo local, que producían objetos menos elaborados y más
baratos, y los destinados a la exportación, que servían productos sofisticados y a precios elevados. Algunas ciudades solían
especializarse en productos concretos, alcanzando fama la cerámica de Arezzo o los bronces de Mantua. Los talleres solían
ser propiedad de hombres libres, mientras que la mano de obra era en su mayoría esclava. Tejidos, vidrio, calzados,
monedas, cerámica,... todo tipo de productos podía encontrarse en la mayoría de las ciudades del Imperio, ciudades que
debían su urbanismo y la edificación a un amplio número de artesanos que demostraron su buenas maneras. El trabajo en la
construcción solía ser realizado por hombres libres, aunque también encontramos esclavos y asalariados.

La mayoría de los artesanos se unían en "collegia" o agrupaciones para la defensa de sus intereses, germen de los gremios
medievales.

LA ESPADA ROMANA

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Introducción
La Gladius no sólo fue la espada legionaria, también fue una espada legendaria. Recuentos históricos nos hablan del terror
que los demás pueblos sentían en el campo de batalla ante ésta formidable arma. Sin embargo los Romanos no eran ajenos
a este pavor, ellos mismos lo habían sufrido en el pasado al encontrársela por vez primera durante la Guerra Púnica -siglo III
AC-. Cuando estas mortales espadas eran empuñadas por los Celtíberos, quienes causaron tantas bajas y heridas que los
generales Romanos no lo dudaron y decidieron adoptarlas inmediatamente. Un ejemplo de su efectividad lo obtenemos de
los épicos recuentos de Livio los cuales nos dan una imagen descriptiva y detallada del terror que los Macedonios sufrían al
ver las heridas infligidas a sus camaradas por los Romanos. Pero qué era lo que hacía mortal a la gladius. Ni más ni menos
el que ésta era ideal para las legiones Romanas. La gladius era una espada para ser utilizada en equipo, por una tropa
disciplinada y obediente, cuyo ataque rápido y mortal daba una ventaja sin igual. La gladius no fue tan solo un mera arma
sino que también fue el reflejo de una época, la época dorada de Roma. Como hemos dicho era una pieza de armamento
que debía de ser utilizada por una tropa obediente, de lo contrario su efectividad, si bien útil, se reducía en gran medida.
Esto hace que no nos sorprenda el que fuera reemplazada por la spatha cuando el caos sumió a Roma y las legiones ya no
eran lo que alguna vez fueron, disciplinadas y entrenadas como en los tiempos de gloria Imperial.En este artículo veremos
no solo las características técnicas. Sino que también analizaremos las diferentes ventajas tácticas que la gladius le ofrecía
a las legiones. Muchas veces estas ventajas eran críticas para lograr la victoria. También observaremos un análisis
estratégico sobre su utilidad y uso.

Orígenes
Actualmente se consideran cuatro tipos, o variantes, base de gladius. La gladius Hispaniensis -la más antigua y heredera
directa de las portadas por los Celtíberos-; la gladius Mainz -Maguncia- sucesora de la primera; la gladius Fulham y la
gladius Pompeii. Los nombres, o si así lo prefieren denominaciones, de cada variante de la espada, por cuestiones obvias,
no son idénticos a los utilizados por los Romanos en su tiempo, salvo el de Hispaniensis. Cada tipo de gladius fue nombrado
en base al lugar geográfico donde ha sido hallada, arqueológicamente, la primer pieza de dicha variante. En la actualidad
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nos encontramos con que hay un gran debate y confusión sobre el nivel de parentesco entre la Mainz y la Hispaniensis.
Durante muchas décadas algunos estudiosos llegaron a creer que ambas eran la misma espada, solo que con simples
variaciones en la hoja. Sin embargo actualmente esta idea ha sido abandonada y se ha optado por concluir que la Mainz,
sucesora de la Hispaniensis, es en realidad una espada puramente Romana. Si bien claramente fuertemente basada en la
Hispaniensis, sus elementos y forma son claramente propios de Roma y sus necesidades. No hay una confusión así con las
variantes Fulham y Pompeii. Ya que sabemos, con seguridad, que son variaciones de la Mainz que se fueron dando con el
tiempo, y sobretodo con los cambios estratégicos en la manera de hacer la guerra. Si bien tenemos algunas con puntas más
cortas y diferente moldeado de hoja, otras con hoja acinturada y variaciones en la empuñadura. Es indudable que al fin todas
son correspondientes al mismo tipo de espada.Pero veamos dónde y cuándo es que los Romanos la descubrieron por vez
primera. Esto ocurrió en el siglo 3 AC, en pleno calor de la Guerra Púnica, cuando las tropas de mercenarios de la Hispania,
comandados por Aníbal, lograron hacer tales estragos en las filas Romanas que varios legionarios se negaban a continuar
luchando. Esta espada presentaba un tipo de combate totalmente diferente al visto hasta el momento. Era ideal para
formaciones compactas y cerradas de ataque frontal -algo que a los Romanos les agradaba en exceso-. Su utilización no
sólo era eficiente en el ataque de penetración y perforación, ataque para el que esta espada fue creada, sino que también
era una excelente espada de corte cuyo doble filo daba una ventaja sin igual. Estas y otras razones fueron más que
suficientes para que los ejércitos de la Urbe las adoptaran sin dudarlo.

Etimología
Si bien la palabra gladius nos trae a la mente a los gladiadores, esta espada no tiene nada que ver con estos combatientes.
En el combate los gladiadores utilizaban unas largas dagas de unos 30 centímetros. Gladius, en Latin, significa ni mas ni
menos que espada. Mucha gente suele confundir conceptos e interpretar gladius como gladiador. Pero gladiador significa
simplemente "espadachín". También suele existir confusión con los gladíolos, cuya flor asemeja pequeñas espadas. Gladíolo
-gladiolus- significa, aproximadamente, "espadita" y obtiene este nombre por la peculiar forma de sus hojas puntiagudas. La
gladius se convirtió en una espada tan popular y extendida por el Imperio que cuando fue reemplazada la palabra "espada"
-gladius- ya se había convertido en su nombre propio. Por lo que su heredera, la spatha, daría el nombre genérico a las
espadas. Pero la gladius, como una reina entre las espadas, conservaría su nombre para si misma.

Características
En el campo de batalla

Como hemos mencionado la gladius es una espada excelente para formaciones compactas. Su cruce de hoja romboide le
daba una estabilidad óptima para ser alineada con el codo y el hombro en un ángulo de 90 grados, correr el largo escudo
-Scutum-, y provocar una herida perforante en el abdomen del enemigo, que en la gran mayoría de los casos si no mataba
instantáneamente lo hacía posteriormente. Su tamaño, de unos 60 centímetros, la hacía ideal para esta tarea. En si la
ventaja táctica de no estaba, enteramente, en la destreza personal del combatiente. Sino en la disciplina de la fila de
hombres. Cuyo ataque primario consistía en protegerse de forma mutua con sus escudos y, corriendo éstos ligeramente
para crear una diminuta abertura, apuñalar a sus contrincantes. Dicha estrategia los hacía no sólo mortales sino que también
les otorgaba una defensa superior. Tal estrategia se puede ver claramente durante la Guerra de las Galias. Las legiones de
César, atacando de forma compacta y escalonada, podían sincronizar las filas para rotar, durante el mismo combate, a los
hombres agotados y heridos de las primeras lineas por hombres frescos de las traseras. Esto ponía en serios problemas a
los desorganizados Galos que debían enfrentarse constantemente contra hombres frescos y de espíritu renovado. Sin
embargo decir que la gladius era útil sólo en combate cerrado sería una injusticia para con tan formidable pieza bélica. Esta
no sólo era útil en el ataque de perforación. Por ejemplo si ocurría un flanqueo por parte del enemigo y la estructura
compacta de la cohorte se veía comprometida, la gladius servía perfectamente como una espada de lucha y corte, dándole
así al legionario la oportunidad de seguir combatiendo, eficientemente, en caso de que las cosas no resultaran como el
General o Centurión lo desearan.

La hoja

La hoja de la gladius era su principal y más importante ventaja. Su diseño variaba dependiendo del tipo de gladius pero
mantenía una línea general. Veamos sus características principales:
De unos 60 centímetros de largo
Hecha de hierro tratado por carbunización -como la galvanización actual pero con carbón-
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Hoja de doble filo, de cruce de hoja romboide. Esto la hacía un poco más pesada pero le daba la estabilidad necesaria para
un ataque alineado con el codo
Diseñada para perforar. Pero Además era eficiente en combate cortante
Recta y ancha, pero esto variaba dependiendo del tipo. Algunas gladius tenían su hoja acinturada
Punta en V alargada, esta era su principal característica de perforación. El largo de la punta le otorgaba menor superficie de
contacto y por ende menor roce. Ideal para traspasar una cota de mallas o un escudo de madera.

La empuñadura

Era regla que, a diferencia de las espadas largas medievales, se hiciera aparte de la hoja. Esta generalmente podía ser de
madera aunque versiones más distinguidas, para rangos más altos, la tenían de hueso o marfil. Las que se hacían con
madera generalmente eran tratadas con distintos aceites para evitar que la madera se pudriera y además darle una mejor
textura y resistencia. El pomo, es decir la pelota que aparece al final de la empuñadura de la espada, era esférico -salvo en
algunas Pompeii que era un círculo chato- cuya función era la de evitar que la espada se zafara de la mano del legionario.Al
guarda-mano, o sea figura romboide que esta entre la empuñadura y la hoja, y que protege la mano del soldado,
generalmente se le colocaba una pieza de latón. De esta manera si se entraba en un combate de espada contra espada
intenso y se sufría un golpe recto en el guarda-mano propio, la espada enemiga no atravesaría la madera infligiendo un daño
terrible en la mano del legionario que la empuñaba. Más allá de que en algunas películas se muestren las empuñaduras de
las gladius talladas y decoradas esto era extremadamente raro. Y el hecho de que la gran mayoría fueran de madera,
lamentablemente, hizo que sólo una extremadamente pequeña cantidad de empuñaduras lleguen a nuestros días. Un detalle
que se hace reconocible instantáneamente en las gladius es que el mango de la empuñadura estaba formado por medios
círculos pegados unos con otros. Esto no era meramente decorativo sino que le otorgaba un agarre y comodidad sin igual,
además de limitar o eliminar la posibilidad de que corriera la mano por el mango tras un golpe fuerte.

MAQUINAS DE GUERRA ROMANAS

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http://yademas.blogspot.com/2010/02/hbyh-y2a-maquinas-de-guerra-en-la.html

Máquinas de asedio

Otro tipo de máquinas de guerra que utilizaron los romanos fueron las utilizadas durante un asedio.

Para abrir brechas en los cinturones defensivos enemigos utilizaron el ariete, en sus distintas modalidades y formas.
Sustancialmente consistía en una viga larga y robusta de madera en donde el extremo que soportaba el esfuerzo era
revestido de metal, generalmente hierro o bronce, con forma a veces de cabeza de carnero. Este era empujado hasta la
base del objetivo de varios modos, pero el sistema más simple y primitivo era el llevado al hombro por soldados que luego
procedían a golpear el muro. Cuando el ariete era suspendido a un armazón de madera —aries pensilis—, se ataba la parte
posterior de la viga con sogas, se tiraba de él, y se soltaba produciéndose el golpe contra el objetivo. Si era provisto de
ruedas o troncos para facilitar el desplazamiento del mismo se le denominaba aries subrolatus. El sistema más complejo y
seguro para los soldados que estaban al servicio del ariete fue el testudo arietata, los soldados estaban protegidos bajo una
marquesina móvil de madera, revestida por materiales resistentes al fuego, y la percusión del ariete era provocada a través
del empleo de dos fajas de sogas que tiraba del ariete adelante atrás contra el objetivo.

Procopio cuenta de un ariete movido por cincuenta hombres, y Vitruvio de otro en donde cien hombres fueron dedicados a
su servicio.

Para defenderse de la acción de los arietes, se usaba un instrumento parecido a una gran tenaza o garfio, el cual intentaba
atrapar la cabeza del ariete, y retenerlo levantado para impedir el uso del mismo.

Para el asalto de las murallas enemigas utilizaron las torres móviles. Estas estaban construidas de madera, con una altura
superior a la de las murallas a las que se quería acceder, y eran revestidas de material refractario, incluso se tiene noticias
de torres revestidas de metal. Por su interior se accedía de un piso a otro a través de escaleras, y se disponía de numerosas
troneras por las que se podían hostigar al enemigo. Las torres eran montadas sobre ruedas o troncos de madera, y
empujadas por soldados, o con el auxilio de animales con poleas y manivelas. Algunas torres de grandes dimensiones
tenían en la base un ariete. Estas estructuras tan grandes y pesadas solo podían moverse sobre terreno llano, lo que

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requería de una preparación del terreno, y por supuesto se anulaba el factor sorpresa en el ataque, por lo que el enemigo
podía tratar de cavar fosos o agujeros ocultos sobre el terreno, de modo que se hundiera con el peso e inutilizarlo.

Para el asalto también se utilizaban escalas de madera, cuerda o cuero. Vegezio también cita los scalae speculatoriae, una
especie de carretilla con un entablado enclavado en la cumbre, sobre la que un soldado era puesto con funciones de
observación. Otra máquina para alcanzar las murallas enemigas era el tolleno, una máquina parecida a un ascensor,
formado por una viga vertical en cuyo extremo superior se encontraba otra viga horizontal, los hombres se subían a un
cesto, y mediante el uso de sogas el cesto era subido a la altura deseada.

Para acercarse a las líneas enemigas con el menor peligro posible se construía una serie de mamparos de madera,
recubiertos de pieles. Si eran fijos recibían el nombre de vinea, y si era móvil, porticus. Pero el más sencillo era la tortuga,
formada por los escudos de veinticuatro soldados.

Otras armas de defensa pasiva puestas frente a las fortificaciones para evitar las cargas enemigas eran: los tribulus,
formado por cuatro brazos de madera o hierro, con las puntas afiladas, atadas de modo que cayese como cayese siempre
se encontraba una punta hacia arriba, también se utilizaba clavos desparramados sobre el terreno, y que pretendía
contrarrestar las cargas de caballería, o se clavaban en fosos o agujeros cubiertos grandes estacas con la punta hacia
arriba, estas estaban afiladas y calentadas al fuego para endurecerlas.

En el sitio de Alesia (la Galia), Julio Cesar ideó una doble línea de fortificaciones que habrían de servir para defenderse del
ataque de los sitiados en Alesia, como de los que acudieron en ayuda de los mismos. Los legionarios cavaron un foso de 6
m de anchura, y a unos 400 m de este, otros dos fosos paralelos de 5 m. de ancho para protegerse del ataque exterior. El
foso más exterior se excavó en forma de U y se lleno de agua, y el otro en forma de V. La tierra extraída de los fosos se
utilizó para realizar unos terraplenes coronados con una empalizada de madera, y cada 25 m se levantaron torres de tres
pisos de altura. En lo alto de la empalizada se clavaron horizontalmente estacas afiladas, y delante de los fosos se
excavaron cinco zanjas de 1,5 m de profundidad, donde se colocaron filas de gruesas ramas puntiagudas formando un
cercado. Delante de este cercado se excavaron ocho hileras paralelas de hoyos, en cuyo interior se clavaron gruesas
estacas afiladas, y que fueron camufladas con ramas y maleza, y frente a estos se colocaron miles de tarugos de madera de
30 cm de largo con una lengüeta de hierro, esta sobresalía del suelo en forma de garfio, y estaba preparada para ser pisada
y clavarse en el pie.

Pagina recomendada 
http://www.legionesromanas.com/

EL EJÉRCITO ROMANO

El ejército romano se hallaba muy estructurado, aunque su organización cambió con el paso del tiempo. En tiempos de
César, la unidad mínima era la centuria, compuesta por 80 hombres y mandada por un centurión. Dos centurias hacían un
manípulo; tres manípulos componían una cohorte, con 480 legionarios, y diez cohortes integraban una legión, que, en orden
de batalla, formaba en tres filas. 
El equipo básico de un legionario se componía de un yelmo, un protector dorsal o cota de malla, un escudo circular o
rectangular, una daga, una espada y una lanza arrojadiza. 
Los legionarios se incorporaban al ejército, tras un periodo de dura instrucción, para servir durante veinte años. En caso de
necesidad, Roma podía ampliar los contingentes reales de tropas de cada legión o bien enviar a uno de sus dos cónsules,
ya que los cónsules tenían mando sobre dos legiones. Así, se calcula que se emplearon en el cerco de Numancia a unos
20.000 hombres. 
En Hispania, la conquista de la Península no fue llevada a cabo sólo con las tropas romanas, sino con el apoyo de los
indígenas. Ya desde la época de la II Guerra Púnica, las legiones romanas comenzaron a contar con los celtíberos, que se
situaban junto a las tropas auxiliares. Los cartagineses se sirvieron igualmente de hispanos, de unos como aliados que se
costeaban su equipo y sus gastos, pero de otros como mercenarios. Las malas condiciones económicas de algunas
poblaciones obligaban a que muchos buscaran en la guerra un medio de subsistencia. La guerra de conquista contribuía a
disolver las tensiones sociales de Italia. Además, los soldados legionarios encontraban pocos estímulos para desear el fin de

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las operaciones militares, ya que la guerra les ofrecía al menos un medio de vida.
La defensa de Roma y de Italia permaneció muchos años con la estructura creada por Augusto. Roma contaba con siete
cohortes, con un contingente de 480 hombres por cohorte, además de sus mandos, conocidos con el nombre de guardianes,
vigiles, con funciones análogas y mixtas a las de los bomberos y policía municipal de nuestras ciudades. Ocasionalmente
cumplieron otras funciones como la de apoyar a las tres cohortes urbanas, también de 480 miembros, que tenían una clara
misión militar. 

Inicialmente, estas cohortes urbanas eran la única cobertura militar estable de la ciudad de Roma, ya que las nueve cohortes
pretorianas estaban distribuidas por Italia. Bajo Tiberio y a instancias de Sejano, se construyó en Roma un gran
campamento militar, el Castro Pretorio, capaz de albergar al conjunto de los componentes de esas cohortes pretorianas. Una
cifra de 10.000-11.000 pretorianos en Roma era suficientemente importante como para no tener incidencia en la vida
política. Sólo en el siglo I, Sejano, como prefecto del pretorio, ya pretendió desbancar a Tiberio del gobierno, los pretorianos
fueron quienes proclamaron a Claudio; intervinieron en la crisis del 68-69, y contribuyeron al derrocamiento de Domiciano y a
la imposición de Nerva, en este caso con el apoyo del Senado. 
El peligro potencial de los pretorianos quedaba disminuido por varios factores. Disfrutaban del privilegio de tener el más
corto período de servicio militar, dieciséis años, y, con frecuencia, recibían donativos extraordinarios de los emperadores.
Pero también entre sus tropas terminaron estando reducidos grupos de elite y de la máxima confianza del poder imperial
como los espías, speculatores, y la guardia personal del emperador. De ahí que el prestigio militar de los emperadores,
unido a su hábil trato con los mismos, consiguieron controlar ese potencial peligro que se manifestó como tal en el siglo I. 
La consolidación de la romanización del Imperio fue modificando las preferencias sobre los centros de reclutamiento
legionario. Cada día fueron entrando más provinciales en las legiones. Desde Adriano se tendió incluso a que el
reclutamiento se hiciera en lo posible en la propia provincia donde estaba asentada una legión. Ello abarataba
considerablemente los costos de desplazamientos de los soldados.

LA CUADRIGA Y EL CARRUAJE ROMANO

Cuadriga

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La cuadriga (del latín, quadri-, cuatro, y jungere, uncir, unir mediante una yunta) (quadriga), en tiempos del Imperio Romano,
era un tipo de carro tirado por cuatro caballos en línea. El vehículo fue utilizado por los generales cuando entraban
triunfalmente en las ciudades.

De los diversos juegos que atraían la fama entre los aficionados y que llegaron a afición de las masas romanas, sin ninguna
duda, fueron las carreras de carros. Por esa razón, el escenario de estos espectáculos, el circo, se convirtió en el mayor de
los edificios de la arquitectura romana: el Circo Máximo, el más grande de todos ellos, daba cabida a 385.000 espectadores,
frente a los 50.000 que podían llenar el Anfiteatro Flavio o Coliseo. Además, las carreras hípicas serían prácticamente las
únicas en sobrevivir a la caída del Imperio romano de Occidente —en el año 476—, convirtiéndose en el juego preferido por
las masas de Constantinopla y su heredera, Bizancio.

El auriga o cochero no tenía necesariamente la condición de esclavo que predominaba entre los gladiadores; hubo aurigas
incluso que alcanzaron la cumbre de la fama entre los aficiondos y que llegaron a amasar verdadeas fortunas,
Diocles,lusitano de origen se conviertió en el héroe de las carreras en los tiempo de Trajano y Adriano; su inscirición
funeraria recuerda que obtuvo 1.462 victorias y las fuentes literarias hablan de los 35 millones de sestercios a que ascendía
su fortuna personal. Otros se convirtieron en los favoritos del emperador de turno, como en el caso de los amigos de
Calígula o el de Asiático el emperador Vitelio.La afición de los espectadores hacia las carreras en el circo les llevaba incluso
a disfrazarse con uno de los cuatro colores factiones en que se dividían los aurigas y a tomar partido violentamente en los
enfrentamientos que, en ocasiones, solían destacarse al término de la competición. Otras veces, la reunión de muchos
partidarios de un color determinado se transformaba en una manifestación de carácter político o reivindicativo.

INDUMENTARIA Y ACCESORIOS EN ROMA

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Introducción

En Roma la vestimenta tenía una misión concreta, comunicar el status social del que vestía la prenda. La stola cumplía esta
misión. Su objetivo era mostrar, manifestar a simple vista, que la mujer estaba casada. La prenda era más bien formal y
sobria comparándola con otras túnicas como el chiton o el peplos. Como acabamos de decir esta túnica pertenece a la
familia de las túnicas. Era larga y se extendía de los hombros hasta los pies, en los hombros se unía por dos tiras breves. La
mujer generalmente complementaba con la palla. Un manto rectangular que podía ser utilizado como velo o bufanda. De
finos materiales y confección este variaba mucho dependiendo la clase social de la dueña. A lo largo de este artículo
veremos otras prendas como el ricinium, que era similar a la palla pero utilizado por las matronas y luego tenemos el
Supparrum, un velo que caía de la cabeza hasta la cintura.

La stola

La stola era una variedad de túnica, que como indicamos la mujer empezaba a vestir inmediatamente después del
matrimonio. Esta se ponía por sobre otra túnica, la subucula o túnica interior, de seda o lino ya que eran materiales livianos y
quedarían mucho más confortables luego con la stola arriba. Tener una túnica interior era muy conveniente en los días fríos
ya que la stola era un vestido liviano y poco abrigado. La túnica interior generalmente era de una sola pieza y con mangas, lo
que otorgaba mayor comodidad. Las stolas podían ser de seda, lino o algodón. Aunque las de seda eran las preferidas en
las clases altas. Sus colores iban del blanco crema -el color natural de la lana- al gris, el rojo y el purpura. Colores obtenidos
con diferentes tinturas naturales. Se distinguía y valoraba a las mujeres con muchos hijos. Cuando estas tenían más de tres
hijos podían vestir la stolae matronae que les otorgaba orgullo y prestigio en la sociedad.

Era normal adornarla con un patagium. Este era una especie de cinturón que se ponía sobre la stola. No muy ajustado y
podía estar teñido de purpura, una tintura bastante costosa y -simbolo de riqueza- o estar bordado con hilo de oro y otros
arreglos. Era considerado muy elegante y el usarlo le daba prestigio social a la mujer que inmediatamente la distinguía como
una persona adinerada o de buen pasar.

Palla, ricinium y supparrum

Era utilizado por las matronas. Era un manto cuadrado, o rectangular perod e poca extensión horizontal. Este manto indicaba
prestigio dentro de la familia y como tantas otras prendas era un indicador de status instantáneo. La mujer que lo utilizara
quedaba inmediatamente señalada como una matrona. Iba de la cabeza hasta los pies, ya que generalmente se utilizaba
enganchado al pelo formando un velo trasero. El ricinium no tuvo una vida muy larga, comparado con otras prendas.

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Rápidamente fue reemplazado por la palla. La palla también era un velo pero más práctico. Generalmente se podía utilizar
como bufanda, como chal o como capucha. Era de gran popularidad entre las mujeres.

Cubrirse la cabeza estando en el exterior de las casas no era por motivos religiosos como podemos ver hoy en las
comunidades musulmanas donde se obliga a las mujeres a cubrir su cuerpo. Las romanas usaban estas "capuchas" por una
cuestión social. Era considerado de buen gusto y apropiado para una mujer de clase alta cubrirse.

El supparrum era más que nada una capa que iba desde los hombros a los pies. Se enganchaba de la subucula y su
característica era que lograba cubrir los brazos de

Ropa interior y antecedentes de la bikini

En lo que se refiere a ropa interior encontramos varios referencias. Las mujeres para levantar el busto solían utilizar el ascia
pectoralis. Una especie de corpiño que ayudaba a darle mayor firmeza al busto. El strophium y la mamillare eran también
dos prendas interiores utilizadas por las mujeres. Estas eran más semejantes a los corpiños actuales. Estaban compuestas
por tiras de cuero que cubrían el busto sosteniéndolo y afirmándolo.

En murales podemos ver el equivalente a bikinis. Sabemos que estos eran utilizados en competencias atléticas por las
mujeres dado que las pinturas encontradas las simbolizan cargando una rama de laurel.

Características generales y prendas más utilizadas

La lana era el tipo de material más utilizado para confeccionar las prendas, dada su abundancia y fácil manejo. Esto no
quiere decir que no se utilizaran otros materiales. Dependiendo del poder adquisitivo de la persona en cuestión las prendas
podían ser de algodón, lino o seda. Las mujeres patricias de buen pasar prácticamente utilizaban exclusivamente seda para
sus chitones. Como es lógico asumir las decoraciones eran un punto importante a la hora de definir el gusto de los romanos.
Los adornos de perlas -uno de los tipos preferidos de joyas por las mujeres- eran muy utilizado para adornar desde los
broches en las túnicas hasta las mismas sandalias o zapatos. Diferentes tinturas eran utilizadas para decorar la ropa. La
purpura -una tintura muy costosa obtenida de los moluscos y considerada de excelente gusto- y otras tinturas de origen
vegetal, también eran utilizadas para embellecer las prendas.

No hay evidencia de un uso muy difundido de ropa interior -indumenta, como se la llamaba- hasta antes de la República.
Sabemos que los trabajadores utilizaban un subligar o un subligaculum para proteger sus genitales, el cual era una prenda
rectangular de lino o lana que generalmente cubría también el vientre. Posteriormente surgen dos nuevos tipos de ropa
interior. La subucula, que asemeja una camiseta, la cual era normalmente hecha de lino; y la camisia, que su nombre ya nos
deja claro que era similar a una camisa. También vemos que estas prendas podían tener distintos modelos, encontramos el
campestre entre ellos que era muy utilizado en días calurosos. Por otra parte podemos encontrar la mamillare en las
mujeres. Una tira de cuero que sostenía el busto y se asemejaba al corpiño actual.

La toga

Entre las prendas que distinguían a los romanos se encontraba la toga, la cual se convirtió no solo en una prenda de vestir
sino que también en un símbolo nacional, ya que solo podía ser utilizada por un ciudadano romano. Aunque en el principio la
vestían tanto hombres como mujeres esta luego pasó a ser de uso exclusivo de los hombres. Por otro lado las mujeres
vestían la palla que era una especie de capa o velo que se podía armar como una toga, pero no era normal, vestirla
simulando una toga, ya que las prostitutas anunciaban su oficio utilizando una prenda similar toga por las calles. Esto hacía
que las mujeres utilicen su palla como una capucha y no como una toga en miniatura. Esta prenda, la toga, fue tomada de
los etruscos y adaptada a las necesidades romanas. En un principio su utilización era simple y solamente enrollaba el cuerpo
del que la vestía. Como todo proceso en la civilización, a medida que pasa el tiempo y se innova o cambian las costumbres,
diferentes patrones y reglas sociales se crean en lo que se refiere a la etiqueta y el buen gusto. Por lo que ponerse una toga
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pasó a ser un arte. Complicados pliegues y dobleces hacían requerir algunas veces de la ayuda de un esclavo
especializado. La incomodidad que presentaba este proceso llevó a que con el tiempo se dejara de lado y se convirtiera más
que nada en un "uniforme" para reuniones formales o eventos importantes.

La túnica

La túnica era otro elemento de vestir de significante importancia en el romano. Esta fue tomada de los griegos y adaptada a
las diferentes necesidades de la sociedad. Por ejemplo los trabajadores utilizaban una túnica de una tela de mayor
resistencia que les permitiera realizar los duros trabajos del campo. Los soldados también tenían sus túnicas especiales que
le otorgaban comodidad y resistencia a las duras condiciones de los terrenos extranjeros donde combatían. En el plano
social la túnica era una prenda de entrecasa. Para salir la túnica quedaba cubierta con la toga. Si bien algunas familias
patricias tradicionales se negaban a vestir túnica y preferían solo utilizar la toga, para así demostrar su apego a la tradición.

Esta podía variar mucho de modelo a modelo pero su confección era prácticamente similar en todos los casos. Dos piezas
de tela las cuales eran cosidas a sus costados y se dejaba un espacio a cada lado para los brazos y otro para la cabeza.
Algunas presentaban mangas y había versiones de mangas largas. Se ajustaba con un cinturón por la cintura -aunque
muchas mujeres lo hacían por debajo del busto- y algunas versiones con pantalones añadidos también han sido
encontradas. Aunque el uso de estas especies de pantalones no era popular y posiblemente considerado de mal gusto.

La paenula

Era en si un manto con una abertura, podríamos decir que asemejaba a un poncho dada sus características. Lo
encontramos cuadrado o rectangular, de dimensiones ajustables al tamaño de la persona. Si bien no era exclusivo de los
pobres era extensivamente utilizado por éstos. Había paenulas con capucha y sin capucha. Por los ricos y pobres era común
utilizarla en viajes y en días muy fríos. Se podía vestir tanto sobre la túnica como por sobre la toga.

Diferencias sociales basadas en la vestimenta

Como mencionamos a lo largo de este artículo las diferencias sociales se acentuaban en la ropa. No solo por una cuestión
de materiales y calidad sino también por una cuestión de simbología implícita en las prendas. Era la misma sociedad la que
imponía estas reglas de vestimenta que permitían ver el poder o clase del individuo. Por ejemplo solo los senadores podían
usar una túnica laticlavia -con dos anchas líneas a cada lado naciendo verticalmente desde los hombros-. Estas distinciones
se conoce como el latus clavus, de aquí el nombre de laticlavia. Por otro lado solo los ecuestres podían usar la túnica
augusticlavia -similar a la laticlavia pero con líneas más finas-. Estas franjas se conocían como angusus clavus. Algo similar
se daba con las togas. La toga praetexta, la cual contaba con un borde purpura en uno de sus extremos, solo podía ser
vestida por magistrados. No solo en la ropa se daban estas diferencias. Los calcei senatorii, y como se hace evidente en su
nombre eran vestidos por los senadores, eran teñidos de una tonalidad roja para que puedan ser distinguidos fácilmente. Es
importante remarcar el esfuerzo que se hacía no solo por mostrar riqueza con la vestimenta, sino también poder demostrar a
simple vista el poder de la persona y las divisiones de poder incluso en ese mismo rango social. Por ejemplo los calcei
senatorii si eran adornados con una lunula -un adorno plateado- indicaban que este era un oficial importante. Las
distinciones también se hacían a la vida personal. Con la stola se distinguía a una mujer casada de una soltera, y con la
stolae matronae a una mujer que había tenido más de tres hijos. Hecho que le daba prestigio en la sociedad. Algunos
oficiales de alta importancia que no eran magistrados, como por ejemplo los Pontifex Maximus, y que por ende no podían
llevar togas de borde purpura, igualmente demostraban su Posición por el cuchillo de hierro conocido como Secespita, que
éstos cargaban exclusivamente.

Volvamos otra vez a los materiales. Es evidente, y como ocurre en todas las sociedades, que las clases se pueden
diferenciar por la ropa que visten. Una persona de mayor poder adquisitivo obviamente recurrirá a su riqueza para comprar
una vestimenta más acorde a su rango en la escala social. Esto también ocurría en Roma. Los esclavos y libertos, así como
los plebeyos más pobres, no vestían toga. Los dos primero porque no tenían derecho a utilizarla, ya que como dijimos era un
distintivo romano que simbolizaba la dignitas y la gravitas. El último porque muchas veces podía ser una prenda costosa.

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Si bien el detalle que mencionaremos a continuación no se expandió como el uso de la toga praetexta para diferenciar a los
magistrados de los demás nobles. Con el tiempo se agregaron ciertos colores a las togas para remarcar la profesión de la
persona que la vestía. Por ejemplo los filósofos llevaban detalles en color azul, los médicos el verde y los teólogos el negro.
Esto fue más que nada un motivo de decoración y no es un dato muy conocido y referenciado, pero es importante aclararlo.
más Características que podemos encontrar a la hora de señalar el status social de un individuo se encuentran en los
libertos. Era costumbre que algunos libertos usaran sombreros y esto los hacía fácilmente reconocibles como libres. Las
mujeres esclavas también solían utilizar sombreros pero para tareas agrícolas.

EL CALZADO ROMANO

Introducción

La televisión ha hecho creer a la gran mayoría del público que los romanos exclusivamente calzaban sandalias. Esto no solo
sería un bastante monótono sino que también poco practico y hasta peligroso en climas fríos. La civilización romana contaba
con una gran variedad de distintos tipos de calzado, desde botas y zapatos hasta sandalias de todo tipo, los adornos como
perlas o hilos de oro también jugaban un rol importante en las clases altas. Por la natural eficiencia y funcionalidad romana
los diferentes calzados en gran parte adaptaciones de otras culturas, por ejemplo los zapatos calcei provienen de ciertas
tribus etruscas y las sandalias sin duda alguna de los pueblos helénicos. Gracias a la literatura, la pintura y los relatos de la
época hoy podemos saber como eran los tipos distinos tipos de calzado utilizados. En este artículo además incluiremos un
listado con los principales.

Características

El material mayoritariamente utilizado en la confección del calzado era el cuero. Era normal que todo tipo de zapatos, botas y
sandalias estuvieran hechas de este material dada su resistencia y practicidad. Como en todas las prendas había diseños

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dirigidos a lo utilitario y diseños dirigidos a la elegancia y la clase social. No era raro ver mujeres de la nobleza vestidas con
sandalias las cuales estaban decoradas con finas perlas y ornamentos de oro.

Podemos encontrar tres tipos principales de calzado de los cuales se desprenden varios subtipos. Los zapatos -calceti-, las
sandalias -soleae-, las botas y una especie de zuecos que eran comúnmente utilizados por la clase trabajadora. Es notable
que la utilización de cierto tipo de calzado estuviera establecida socialmente, es decir. que cada calzado tenía su lugar al ser
utilizado. Por ejemplo las sandalias eran el calzado propiamente de trabajo. Trabajadores y soldados las usaban
cotidianamente para realizar sus tareas. En la nobleza este calzado era más que nada el calzado para uso en la privacidad
del hogar y no era normal ver a alguien con sandalias por las calles. Cuando los patricios, y ciudadanos de un nivel
económico más elevado que la media en general, salían a las calles solían vestir zapatos de cuero. Si éstos iban de visita a
lo de un amigo o anfitrión importante solían llevar un esclavo que cargara sus sandalias por ellos, al llegar a destino
reemplazaban su calzado por las sandalias nuevamente. Era normal que para comer, ya estando en lo del invitado, se
utilizaran los zapatos. Una vez terminada la comida y sentados en los sillones o en los parques de la villa, los esclavos
cambiarían sus zapatos por sandalias nuevamente. La bota era un calzado casi exclusivo de los climas fríos, dada la
protección que estas ofrecen.

Si bien en la vestimenta la diferencia entre hombre y mujer era notable, esto no ocurría en el calzado. En este terreno
podíamos encontrar una similitud muy marcada, salvando los tamaños y formas del pie. Aún hoy no esta claro si los
romanos utilizaban o no calcetines. Si se sabe que se solían utilizar tiras de cuero en los climas fríos para cubrir las
articulaciones y los dedos del pie. Por otro lado los pobres utilizaban piezas de cuero sin curtir para proteger sus pies en los
arduos trabajos que realizaban.

Tipos de calzado

Entre las ramas principales tenemos el calcei. Este era el zapato por excelencia de los romanos, cubría todo el pie
encerrándolo en una cobertura de cuero unida a una gruesa suela. Como se usaban primordialmente en terrenos al aíre libre
algunas suelas tenían clavos unidos a ella para mejorar la tracción y así facilitar el camino por terrenos resbaladizos.

Confección del calzado y términos aplicados a este

Los zapatos eran confeccionados por el calceolarius -zapatero-. Dependiendo la habilidad de este artesano en su trabajo, y
asi como la calidad y terminacion de la prenda se daba el costo, y como es regla a mejor calidad mayor precio. Cada
zapatero elegía sus materiales y tenía sus secretos de confección guardados como tesoros. Generalmente se utilizaba una
forma -que era una pieza de madera con la forma del pie- en la cual se iba construyendo el calzado por sobre esta por
partes que se unian. Una vez lograda la forma básica, se introducía en una pieza de hierro donde con un cincel y un martillo
se iban retocando las partes duras y dando forma o clavando las uniones. Era un oficio bien visto en la comunidad y podía
otorgarle un buen pasar al que lo ejerciera con habilidad.

Las partes del zapato eran las siguientes. Vincul eran el equivalente a nuestros cordones; los corriagiae eran cuerdas
utilizadas para sostener el calzado al pie; también encontramos la lingula que era el equivalente a nuestras lengüetas.

Clases de Calzados

Calceus/calcei

Sus orígenes se encuentran en el calzado etrusco. La diferencia es que el calcei, si bien había versiones de punta curvada,
en su mayoría su punta era en forma de U. cubrían todo el pie y eran ajustables por correas y cordones.

Calcei senatorii Eran de color rojo muy oscuro, esto ayudaba a distinguir a los senadores de los demás nobles. Su forma era
una especie de botas muy corta, por el tobillo, acordonadas. Cubría todo el pie y se acordonaba por el centro. Si estos
poseían una lunula indicaban que el que la usaba era un político importante; eran acordonados. Los cordones se conocían

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como vinculus se utilizaba una para ajustar el calzado al pie corriagiae -pequeñas cuerdas que servían para ajustar mejor el
zapato.

Calcei patricii Eran en forma idénticos a los calcei senatori. La diferencia es que estos eran de un color amarronado.

Calcei muliebres Versión femenina del calcei  Su cuero era más suave y liviano

Calceolii Botas cortas utilizadas por las mujeres. Su uso generalmente se daba cuando la mujer se dirigía a algún territorio
silvestre o embarrado.

Calcei repandi De las primeras versiones de calcei tomadas de los etruscos. Su punta era elongada y curva.

Caligae Caligae Era el zapato utilizado por los trabajadores y esclavos. De diseño resistente y fuerte le daba la utilidad para
poder llevar a cabo sus tareas. Acordonados por vinculus -cordones- estos podían ser también sujetados con correas. Para
otorgar mayor utilidad se agarraba al tobillo apretándose para evitar deslizamientos Su diseño era parecido a un híbrido de
zapato y sandalia. cubría todo el pie y se extendía hasta el tobillo pero había varías aberturas, de hecho la mayoría de estos
estaban diseñados en tiras.

Las suelas para otorgar mejor tracción ofrecían diseños de patrones con clavos que se ajustaban al terreno en que se
usaran.

Caligae Speculatores Estas sandalias eran especiales de los Speculatori Augusti. La sección elite de la, ya de por si elite
Guardia Pretoriana que tenía bajo su directa responsabilidad la seguridad del Emperador.

Caligae muliebres Era la Versión utilizada por la mujer, mejor adaptada al pie femenino.

Campagi Campagus Eran los zapatos de las legiones. Su flexibilidad, comodidad y resistencia los hacían un gran aliado al
arsenal romano La Versión imperial, que utilizaba el emperador cuando se encontraba en frente de batalla, estaba adornada
con finos hilos de oro y ornamenta.

Baxae Sandalia hecha con fibras vegetales

Crepida Sandalia acordonada que cubría gran parte del pie. Utilizada en gran medida por la clase trabajadora.

Carbatina Zapatos de pieza simple. Estaban construidos con un único pedazo de cuero y los detalles eran agregados arriba
de este. Eran acordonados.

Solaeae/solea Las sandalias por excelencia de los romanos consistían de una suela a la que se unían tiras de cuero que al
juntarse en el centro abrazaban al pie formando un confortable calzado. Su uso, en la clase alta, se limitaba al interior de la
casa y estaba mal visto que alguien salga a la calle con estas.

Sclponeae Utilizados por pobres y esclavos. Era de madera similar a un zueco.

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PAGINAS CON BUEN MATERIAL

http://italicaromana.blogspot.com.ar/

http://romaayeryhoy.blogspot.com.ar/

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https://www.youtube.com/watch?v=aGitmYl6U90

https://www.youtube.com/watch?v=pqfOGIwcK1Q&feature=related

http://www.historia-roma.com/index.php

https://www.youtube.com/watch?v=PSy_MTXzGe8

http://www.hipernova.cl/…/Historia/L…/VidaCotidianaRoma.html

http://www.romanorumvita.com/

http://www.romanorumvita.com/?tag=sociedad_romana

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