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HITLER EN ESPAÑA

(Y en Argentina)
NUEVA TEORIA: NO SE SUICIDÓ

Un investigador argentino ha conseguido documentos que supuestamente sustentan la tesis de


que Hitler nos e suicidó, sino que huyó de Alemania hacia Argentina a través de España. ¿Qué
hay de cierto en esta nueva hipótesis? ¿Es algo más que una leyenda?

Por Bruno Cardeñosa


Tomado de Historia de Iberia Vieja No. 61

La sospecha de que Hitler no se suicidó en el bunker de Berlín el 30 de abril de 1945 siempre


ha estado presente, pese a no contar con el apoyo de investigadores estudiosos. El mito se ha
perpetuado gracias a determinados grupúsculos que se mueven entre el esoterismo y la
ideología nazi. Ninguna de las dudas que se han planteado logró alcanzar en el pasado el
mínimo crédito necesario. Las tímidas sospechas de algunos sectores de los Aliados y las
confusas informaciones que sitúan en diversas partes del mundo a refugiados nazis son, hasta
ahora, el único asidero para la tesis, pese a que el análisis de los restos del cráneo atribuido a
Hitler que se encontraba Moscú no sirvió para aclarar la incógnita, al descubrirse que el cráneo
pertenecía a una mujer (¿acaso Eva Braun?). Aunque aquel estudio mostraba alguna
incoherencia –parte del cráneo y la mandíbula no parecían pertenecer a la misma persona. Lo
cierto es que en el sofá en el que oficialmente se suicidó el matrimonio, y que se conserva en
los almacenes de la antigua KGB, si se hallaron restos de sangre de un hombre.

Los estudios, que se efectuaron en la Universidad de Connecticut, no han


podido esclarecer casi nada. Tampoco es extraño, porque el periplo de los
restos óseos atribuidos a Hitler no fue el más adecuado para una
investigación. Dichos restos fueron recuperados por las tropas soviéticas
tras la caída de Berlín, se encontraban en el bunker donde se refugiaba la
cúpula del poder alemán. Tras ser trasladados a Moscú fueron
conservados en un lugar secreto hasta que en 1970 el presidente soviético
Leónidas Brezhnev los mandó a incinerar. De este modo, fueron reducidos a cenizas los restos
de Hitler y Eva Braun junto a los del ministro de Propaganda Joseph Goebbels y su mujer,
originariamente enterrados en un cementerio soviético de Alemania Oriental, y que también
se suicidaron tas envenenar a los seis hijos de la pareja que también estaban refugiados en el
búnker. Sus padres no querían que los pequeños vivieran en un mundo que no estuviera
dominado por el nacionalsocialismo… Fue en el año 2000 cuando el FSB, la antigua KGB,
mostró al público por primera vez los únicos restos que se salvaron de la quema y que son,
precisamente, los que se analizaron en Connecticut.

EL EXILIO DE HITLER

Pero no se había escrito el ultimo capitulo, que ha sido propuesto por Abel Basti, director del
diario Periódico del Sur de Bariloche (Argentina), que acaba de publicar el libro El Exilio de
Hitler. Basti ya había escrito varias obras sobre la supervivencia de la ideología nazi en algunas
reuniones de Argentina a la que habrían llegado jerarcas de la Alemania de Hitler tas la derrota
en la Segunda Guerra Mundial.

La huída hasta Argentina de algunos de los líderes


nazis estaba documentada. De hecho, por los
servicios de inteligencia de Israel ejecutaron allí a
Adolf Eichmann tras seguir sus huellas por medio
mundo. También se sitúa en el continente
americano a Martin Bormann y a Joseph Menguele.

Miembros de la SS en Bariloche Tampoco es de extrañar: en los orígenes de la


ideología nazi, décadas antes de alcanzar el poder en Alemania, se llevaron a cabo algunos
experimentos sociales como la creación de una comunidad alejada del mundo que se llamaba
Nueva Germania en Paraguay, cuyo objetivo era crear comunidades arias puras. Este tipo de
“utopías” se mantuvieron en la región tras la derrota de 1945, con la creación por parte de
elementos nazis de grupúsculos sectarios como Colonia Dignidad en Chile. También fue allí
donde encontraron “clientela” las teorías de algunos autores como Miguel Serrano, que
mantuvieron durante toda la segunda mitad del siglo XX que el IV Reich se había perpetuado
en secreto en el Cono Sur esperando el momento para emerger de nuevo.

Abel Basti ha recopilado algunas de las pistas que situaban a Hitler vivo tras su –para él- falso
suicidio. Heinrich Müller, jefe de la Gestapo, había sostenido la idea en uno de los
interrogatorios a los que fue sometido tras la Segunda Guerra Mundial. Además, también
alude a las sospechas que tuvo Stalin en su momento y el propio Eisenhower, que en 1952 no
tenia del todo clara la muerte de Hitler. Sin embargo, las afirmaciones de Basti se basna
fundamentalmente en la aparición de documentos secretos del FBI, que señala que el Ejército
norteamericano estuvo buscando a Hitler en España durante el año 1947 y que el dictador
alemán podría haber llegado a Argentina en submarino tras la derrota en la guerra. Además,
otros documentos secretos guardados en Alemania harían alusión a su huido a de Berlín
cuando la ciudad estaba asediada por los soviéticos y la derrota germana era solo cuestión de
días.

BARCELONA VIA AUSTRIA

Según el documento secreto alemán, el 23 de abril de 1945, Hitler, su mujer Eva Braun y una
docena de mandatarios nazis abandonaron el búnker de Berlín –Basti sostiene que para llevar
a cabo la operación se utilizó a varios dobles del Führer- rumbo a Linz (Austria). Tras cuatro
días allí, la comitiva viajo a Barcelona en el avión Junker 290, serie 0163, código PUIQ, pilotado
por el oficial Werner Baumbach. Según esas informaciones, Hitler permaneció en España algo
más de un mes, hasta que junto a su equipo pudo abandonar Europa desde el puerto de Vigo
en un submarino que lo condujo hasta la Patagonia.

A partir d las informaciones que contiene el informe, el periodista argentino busco huellas de
la presencia de Hitler en España durante esas fechas. Encontró dos testimonios que, a su
entender, ratificaban la validez de la información. El primero conduce a Raul López Rouco, un
soldado de la División Azul y agente de la Gestapo que sostiene haber visto a Hitler en
Barcelona en abril de 1945. El segundo es un sacerdote jesuita cuya familia mantenía una
estrecha relación con Hitler y que afirma que el führer viajó desde Barcelona a Cantabria para
permanecer allí escondido durante un mes, hasta que la flotilla de submarinos estuvo
dispuesta en Vigo, extremo este último que tampoco es una novedad. Quien fuera alcalde de A
Coruña y actualmente embajador de España en el Vaticano, Francisco Vásquez, consultó en los
archivos de la Fundación Wiesenthal documentos que certificaban la salida de numerosos
submarinos desde Vigo con destino a América repletos de nazis que huían del continente.
Entre esos huidos existían nazis importantes, pero en ningún momento se hacía alusión a
Hitler.

ESTANCIA EN CANTABRIA

Durante la presunta estancia de Hitler en Cantabria las pistas condujeron a Basti hasta la
localidad de Somo, en donde existe un hostal-balneario llamado Las Quebrantas, en donde
durante los años cuarenta se reunieron en numerosas ocasiones dirigentes políticos españoles
así como intelectuales y empresarios afines al poder. De hecho, según la teoría de Basti,
durante el tiempo que permaneció Hitler en España hubo una negociación secreta entre
Alemania y Estados Unidos mediante la cual se permitiría la huída de Hitler a cambio de la
entrega a Washington de los científicos más promitentes del régimen nazi. El ministro de
Asuntos Exteriores de España, Ramón Serrano Súñer, sería el enlace en esta operación y el
hombre que habría permitido a Hitler estar en España sin ser capturado hasta que se concretó
la huida a Argentina.
La teoría de Basti es endeble. Por un lado, es bien conocida la “captura” de los científicos
alemanes por parte de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. De hecho, las
aportaciones de estos técnicos fueron muy importantes en el desarrollo de tecnología nuclear
y espacial. El caso más conocido es el de Werner Von Braun, cuya aportación fue fundamental
para desarrollar los cohetes que permitieron a la NASA conquistar la Luna en 1969. Sin
embargo, que la llegad de científicos nazis a Estados Unidos se produjera en el marco de una
negociación secreta no está respaldada por pruebas.

Con objeto de averiguar algo más, con la colaboración de Silvia Casasola del programa La Rosa
de los Vientos de Onda Cero, localizamos a la nieta del dueño del hostal Las Quebrantas de
Somo (Cantabria). Efectivamente, el lugar existió u era un importante centro de reuniones al
que acudían españoles, polacos y alemanes de alto poder adquisitivo. Por aquellas fechas
regentaba el balneario un hombre de origen suizo-alemán llamado Enrique Ranz Lorenz. Según
nos contó Pilar Suárez, en aquellas fechas un alemán –sólo recuerda vagamente su apellido:
Nackey- bien relacionado que vivía en la zona pidió a su abuelo alojar con reservas y discreción
a un matrimonio alemán. Días después se registraron en Las Quebrantas con el nombre de
Condes de la Torre.

Lo sorprendente es que durante los días en los que este matrimonio estuvo registrado en el
hostal se extendió el rumor de que los Condes de la Torre eran, efectivamente, Adolf Hitler y
Eva Braun. La propia Pilar Suárez nos lo confirmó personalmente. Incluso una polaca que
estaba en el hotel mostró su alarma al dueño de las instalaciones ante la presencia del führer y
amenazó con denunciar a las autoridades. “Esta señora bajó al día siguiente de la llegada de
este matrimonio, diciendo que eran Hitler y Eva Braun. Mi abuela pensó que aquella mujer
estaba sugestionada, pero mi abuelo se preocupó y se puso en contacto con Nickey, pero él le
dijo que no era Hitler, sino un alto mando de la SS, pero que no tenía motivos para
preocuparse”.

“Sobre este asunto siempre hemos hablado en la familia, pero realmente nunca hemos sabido
la identidad real. Había parecido físico, desde luego, incluso algunos rasgos como una cicatriz
en el hombre que al parecer también tenía Hitler, pero nunca lo supimos realmente. Al cabo
del tiempo, Nickey dijo a mi familia que el matrimonio no había tenido suerte en el viaje”, nos
señala Pilar Suárez, quien sin embargo, señala que no todo encaja. Por ejemplo, el hecho de
que el hostal abría sus puertas en junio y la estancia de Hitler en Las Quebrantas habría sido en
mayo.

Aunque los datos aportados hasta ahora siguen invitando a la duda, la supervivencia de Hitler
sigue siendo un mito sin demostrar. Hubo nazis huidos, muchos de los cuales atravesaron
España; los hubo también que estuvieron en Cantabria algunos con un gran parecido físico al
dictador. También se sabe que desde el puerto de Vigo salieron algunos submarinos germanos
que escapaban. Todo eso está documentado., El resto son sospechas, algunas de las cuales
también han sido manifestadas por autoridades servicios de Inteligencia. Pero en ningún caso
las sospechas son pruebas; al menos, hasta ahora.

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