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CLAUDIA PATRICIA VERTEL ALTAMIRANDA

ANALISIS JURISPRUDENCIAL SENTENCIA C-086/16

DR. ALVARO CHICA HOYOS

DOCENTE

DERECHO PROBATORIO

UNIVERSIDAD REMINGTON

SEDE MONTERIA – CÓRDOBA

FACULTAD DE DERECHO

MONTERIA

2020-2
IDENTIFICACION DE LA PROVIDENCIA

No. de Sentencia: C-086/16


Despacho Judicial que la profiere: Corte constitucional
Magistrado Ponente: JORGE IVÁN PALACIO PALACIO
Lugar y Fecha: Bogotá D.C., veinticuatro (24) de febrero de dos mil dieciséis
(2016).
Radicación: Expediente D-10902

HECHOS RELEVANTES

Los accionantes Alejandro José Peñarredonda Franco y Helena Carolina


Peñarredonda Franco. Haciendo uso de la acción pública de constitucionalidad
deciden demandar parcialmente el artículo 167 de la ley 1564 de 2012, por la cual
se expide el código general del
proceso (CGP), argumentando que la expresión “podrá” vulnera el derecho a la
tutela judicial efectiva, ya que consideran que esta contraviene los artículos 2, 29,
228 y 229 de la Constitución Política de Colombia.
Los Accionantes en un cargo único, consideran que la expresión “podrá”, contenida
en la norma acusada, “otorga al juez discrecionalidad para la distribución de la
carga de la prueba entre las partes, cuando en realidad, de conformidad con el
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva consagrado en la Constitución, tal
proceder es una obligación”.. Agregan que entregar esa discrecionalidad, desvirtua
el principio de “onus probandi incumbit actoris” el cual se define en el sentido de
quien debe soportar la carga probatoria es quien se encuentre en la condición mejor
de hacerlo.

ASPECTO JURIDICO CONSIDERADO

Distribución de la carga dinámica de la prueba por parte del juez entre las
partes de un proceso.

PARTES

 Sujeto Activo. A y B demandantes de la norma


 Sujeto Pasivo. parcialmente el artículo 167 de la ley 1564 de 2012.

PROBLEMA JURIDICO

Determinar si la norma procesal contenida en el artículo 167 de la ley 1564 de


2012, que faculta al juez para hacer una distribución razonable de la carga
probatoria según la posición en la que se encuentren las partes en cada caso, al
emplear la expresión “podrá” y no la expresión “deberá”, ya que esta es violatoria
del acceso a la tutela judicial efectiva, por cuanto está consagrada en la
Constitución y por lo tanto es obligatoria.
DECISION DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

La corte declaró “EXCEQUIBLE” la expresión “podrá” contenida en el inciso


2º del artículo 167 de la ley 1564 de 2012, “por medio de la cual se expide el
Código General del Proceso y se dictan otras disposiciones”.
Ha dicho que la norma demandada no es violatoria del derecho fundamental de
la tutela judicial efectiva, ya que es el mismo artículo 167 quien consagra de
forma enunciativa los supuestos en los que se considera que alguna de las
partes puede estar en mejor posición de probar determinado hecho: “en virtud de
su cercanía con el material probatorio, por tener en su poder el objeto de prueba,
por circunstancias técnicas especiales, por haber intervenido directamente en
los hechos que dieron lugar al litigio, o por estado de indefensión o de
incapacidad en la cual se encuentre la contraparte, entre otras circunstancias
similares.” (Ley 1564, 2012).
Según la Corte Constitucional la carga de la prueba es un elemento
característico de los sistemas procesales de tendencia dispositiva. Se conoce
como principio “onus probandi”, el cual indica que por regla general corresponde
a cada parte acreditar los hechos que invoca, tanto los que sirven de base para
la demanda como los que sustentan las excepciones, de tal manera que deben
asumir las consecuencias negativas en caso de no hacerlo.
Como consecuencia de esto el juez en cada caso debe hacer un análisis
valorativo el cual le permite llegar a la conclusión de a que parte se le facilita aún
más el probar ese determinado hecho y así proceder a distribuir la carga de la
prueba.

ACLARACION DE VOTO

Aclaración de voto de la magistrada GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO


“Corresponde probar a quien tiene mayor facilidad para hacerlo y no a quien
alega el hecho, pues de esa manera se restablece la igualdad en un proceso
judicial”

ANALISIS CRITICO

La carga dinámica de la prueba representa una obligación para el juez, debido a


que debe contar con la capacidad de estructurar los hechos jurídicamente
relevantes y la respectiva parte a la que le incumbe probarlos, en este sentido el
juez es un ente activo que debe repartir las cargas probatorias. Lo que significa, que
es el juez el único responsable de repartir la carga de la prueba, pues las partes no
tienen deber u obligación de llevar la prueba y más allá del carácter de actor o
demandado, la carga de la prueba recae sobre ambas partes, en especial sobre
aquella que se encuentre en mejores condiciones para producirla.
Según Fernández (2010) esta doctrina, se inspira en el valor justicia y en los
principios de solidaridad o efectiva colaboración de las partes con el órgano
jurisdiccional en el acopio del material de convicción, el cual proclama un nuevo
modo de reparto del onus probandi, que significa un desplazamiento de la carga
probatoria del actor al demandado o viceversa, en aquellas situaciones en las
cuales, en virtud de las peculiaridades del caso, no funcionan las reglas rígidas que
distribuyen el esfuerzo probatorio.
C. RATIO DECIDENDI

En el artículo 167 del Código General del Proceso se establece la posibilidad


con la que cuenta el juez para que según las particularidades de cada caso pueda,
de oficio o a petición de parte y en cualquier momento del proceso antes de fallar,
distribuir la carga probatoria, con lo cual le asignará el deber de probar determinado
hecho a la parte que se encuentre en una situación más favorable2 para aportar las
evidencias o esclarecer los hechos controvertidos. Aspecto que constituye más que
una facultad, un deber para quien administra justicia tal como se estableció en
sentencia C-086 de 2016: Es necesario aclarar que la norma acusada no puede ser
interpretada al margen de los fines y principios que orientan el Código General del
Proceso y que por lo mismo tienen fuerza vinculante. Ello significa que el juez, como
director del proceso, ha de estar vigilante para dar cumplimiento a su misión en el
marco de un Estado Social y Democrático de Derecho, ya sea al acudir a sus
atribuciones oficiosas en el decreto y práctica de pruebas, o bien para hacer una
distribución razonable de la carga probatoria según la posición en la que se
encuentren las partes en cada caso (…) para la Corte es claro que en algunos casos
el decreto oficioso de pruebas o la distribución de su carga probatoria dejan de ser
una potestad del juez y se erige en un verdadero deber funcional.”

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