Sie sind auf Seite 1von 7

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES

“EZEQUIEL ZAMORA”

VICERECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL

PROGRAMA CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

SUBPROGRAMA DERECHO

Delitos Contra la

Cosa Pública (Parte II)

Profesor (a). AUTOR (A):

Francis Cárdenas Márquez R., Rosalba C.I. N° 24.612.211

Año 3ro sección Fs-01

Subproyecto:

Derecho Penal II

Módulo IV

Barinas, julio del 2020.


Delitos de Ultraje y otros Delitos Contra las Personas Investidas de Autoridad Pública

Este delito se encuentra tipificado en el Código Penal Venezolano.


Capitulo XI

Artículo 222: El que de palabra u obra ofendiere de alguna manera el honor, la reputación o
el decoro de un miembro de la Asamblea Nacional de algún funcionario público, será castigado
del modo que sigue, si el hecho ha tenido lugar en su presencia y con motivo de sus funciones:
1. Si la ofensa se ha dirigido contra algún agente de la fuerza pública, con prisión de uno a
tres meses.
2. Si la ofensa se ha dirigido contra un miembro de la Asamblea Nacional, o de algún
funcionario público, con prisión de un mes a un año según la categoría de dichas
personas.

Artículo 223: Si el hecho previsto en el artículo precedente ha sido acompañado de violencia


o amenaza, se castigará con prisión de tres a dieciocho meses.
Cualquiera que de algún otro modo y fuera de los casos previstos en el Capítulo anterior, haga
uso de violencia o amenaza, contra un miembro de la Asamblea Nacional o algún funcionario
público, si el hecho tiene lugar con motivo de las funciones del ofendido, será castigado con las
mismas penas.
Artículo 224: Cuando alguno de los hechos previstos en los artículos precedentes se haya
cometido contra algún funcionario público, no por causa de sus funciones, sino en el momento
mismo de estar ejerciéndolas, se aplicarán las mismas penas, reducidas de una tercera parte a la
mitad.
Artículo 225: El que de palabra o de obra ofendiere de alguna manera el honor, la reputación,
decoro o dignidad de algún cuerpo judicial, político o administrativo, si el delito se ha cometido
en el acto de hallarse constituido, o de algún magistrado en audiencia será castigado con prisión
de tres meses a dos años.
Si el culpable ha hecho uso de violencia o amenazas, la prisión será de seis meses a tres años.
El enjuiciamiento no se hará lugar sino mediante requerimiento del cuerpo ofendido. Si el
delito se ha cometido contra cuerpos no reunidos, el enjuiciamiento sólo se hará lugar mediante
requerimiento de los miembros que los presiden.
Este requerimiento se dirigirá al Representante del Ministerio Público para que promueva lo
conducente.
Artículo 226: En los casos previstos en los artículos precedentes, no se admitirá al culpable
prueba alguna sobre la verdad ni aún sobre la notoriedad de los hechos o de los defectos
imputados a la parte ofendida.
Artículo 227: Las disposiciones establecidas en los artículos precedentes no tendrán
aplicación si el funcionario público ha dado lugar al hecho, excediendo con actos arbitrarios los
límites de sus atribuciones.
Artículo 228. En todos los demás casos no previstos por una disposición especial de la ley, el
que cometa algún delito contra un miembro de la Asamblea Nacional o cualquier funcionario
público, por razón de sus funciones, incurrirá en la pena establecida para el delito cometido, más
el aumento de una sexta a una tercera parte.
Ultraje en Derecho

En el ámbito jurídico, como ultraje se denomina todo acto de injuria, desprecio, ofensa o
menoscabo, de obra o de palabra, que se haga a una persona o cosa. Como tal, es considerado en
muchos países como un delito y, dependiendo de su gravedad, puede ser severamente castigado.

Ultraje al pudor público

Como ultraje al pudor público se conoce todo acto que ofende al pudor y atenta contra la
moralidad sexual, y que es efectuado públicamente, bien en un lugar público, bien a la vista del
público. En un ultraje al pudor público, la parte ofendida es la sociedad. Como tal, es
considerado un delito.

Ultraje a la autoridad

Como ultraje a la autoridad se denomina todo aquel acto que suponga una ofensa, insulto o
agresión, de forma física o verbal, dirigida contra un agente de la autoridad o un servidor
público, con motivo del cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de ellas. Como tal, es
considerado por muchas legislaciones como un delito.

Delitos contra la Administración de Justicia.

La Administración, como instrumento esencial de todo Estado para desarrollar sus políticas,
es uno de los elementos más determinantes a la hora de conseguir la justicia para los ciudadanos,
evitando que éstos se vean tratados de forma distinta por circunstancias ajenas a las permitidas
constitucionalmente; cuando hablamos dela Administración de Justicia, como poder del Estado,
estamos ante una situación mucho más importante. En este ámbito, los delitos contra la
Administración de Justicia, en su heterogeneidad, son verdaderos cimientos del Estado Social y
Democrático de Derecho, pues en ellos se sustenta la posibilidad de evitar una actuación
penalmente responsable de una persona que contaminaría el buen nombre dela Justicia. En la
actualidad, por desgracia, hemos vuelto a retomar estos temas con fuerza, por las actuaciones de
ciertas autoridades, funcionarios y terceras personas, que olvidan los fines dela Justicia y actúan
a favor de otra u otras personas determinadas, utilizando su posición para cargar sobre la política
o la economía.
Negativa de servicios legalmente debidos

Este delito se encuentra tipificado en el Código Penal Venezolano.


Título IV
Capítulo I

Artículo 238: Todo individuo que llamado por la autoridad judicial, en calidad de testigo,
experto, médico, cirujano o intérprete, se excuse de comparecer sin motivo justificado, será
castigado con prisión de quince días a tres meses. El que habiendo comparecido rehúse sin razón
legal sus deposiciones o el cumplimiento del oficio que ha motivado su citación, incurrirá en la
misma pena.

Además de la prisión se impondrá al culpable la inhabilitación en el ejercicio de su profesión


o arte por un tiempo igual al de la prisión, terminada ésta.

Las penas establecidas en este artículo no se aplicarán sino en los casos en que disposiciones
especiales no establezcan otra cosa.

Dentro de la negativa de los servicios legalmente debido encontramos:

El sujeto activo: De este delito ha de ser, necesariamente, uno de los funcionarios públicos
temporales: testigo, experto, médico, cirujano o intérprete.

 Testigo: Es el individuo que, por haber estado presente en el lugar dónde y en el


momento cuándo acaece o se produce un hecho determinado, está en condiciones de
relatar la manera cómo se ha desarrollado el mismo.

 Experto: Es el individuo de reconocida competencia en una ciencia, arte, industria o


cualquier otro tipo de conocimiento, capaz, por esto mismo, de dictaminar ante un juez
acerca de un determinado hecho que se investiga judicialmente, relacionado con su
actividad.

 Médico: Es el individuo que, mediante los estudios correspondientes, ha alcanzado los


conocimientos y el título requeridos para ejercer la ciencia y arte de precaver y curar los
males corporales y psíquicos del hombre. En pocas palabras, es el egresado de una
facultad de medicina.
 Cirujano: Es el que profesa la cirugía y, según el significado de ésta, el facultativo
especializado en curar las enfermedades por medio de intervenciones ejecutadas con las
manos o utilizando determinados instrumentos. Tradicionalmente el título que confieren
las facultades de medicina de las universidades venezolanas es el de Médico-Cirujano.

 En cuanto al intérprete: «Interprete es el que explica o declara el sentido de alguna


cosa, y el que traduce de una lengua en otra». En el aspecto judicial, la función del
intérprete se confunde con la del traductor.

Son dos las hipótesis previstas en la disposición legal en estudio, a saber: el desacato de la
orden de la autoridad judicial por parte del ciudadano que ha sido llamado por ella en cualquiera
de las calidades indicadas y la negativa a rendir el informe pericial, la declaración o la
interpretación que requiera dicha autoridad, sin causa alguna que justifique tal omisión. En la
primera, el sujeto no comparece ante el magistrado que ordena la citación; en la segunda,
concurre al Tribunal en la oportunidad que le ha sido señalada, pero se niega a rendir la
declaración, a practicar la experticia o a traducir algún documento o la exposición de un
deponente, según la actuación de que se trate.

En uno y otro caso se impondrá al culpable, junto con la prisión por tiempo de quince días a
tres meses, la inhabilitación en la profesión o arte por un tiempo igual al de la pena mencionada,
desde que ésta termine. Pero estas sanciones «no se aplicarán sino en los casos en que
disposiciones especiales no establezcan otra cosa».

La persona llamada por la autoridad judicial en calidad de testigo, si se excusa de comparecer


sin motivo justificado, o si, habiendo comparecido, se niega, sin razón legal, a rendir su
declaración, viola ciertamente un deber ciudadano, pues con una u otra de esas actitudes
negativas dificulta o entorpece la actividad de los Tribunales de Justicia, y en los procesos de
carácter penal su conducta puede acarrear la condena de un inocente o la impunidad de un
culpable.

El interés social: Protegido por esta disposición legal es el relacionado con la correcta y
eficaz administración de justicia, para la cual es preciso asegurar la honesta y decidida
colaboración de los ciudadanos.

El delito es imputable a título de dolo genérico : Representado por la libre y consciente


voluntad de regir la comparecencia ante la autoridad judicial, en la primera de las hipótesis
señaladas; o de negarse a cumplir el servicio que legalmente le ha sido solicitado. Y se consuma,
tan pronto transcurre la oportunidad señalada para la comparecencia sin que haya sido acatada la
orden respectiva; o cuando, a pesar de haber sido atendida ésta, el compareciente se niega a
rendir la declaración, el informe pericial o la interpretación exigida por el Juez.

De la simulación de hechos punibles

La simulación de hecho punible se refiere a aquella conducta, acción u omisión tipificada por
la ley donde la persona aparenta que se ha cometido un delito en su contra. Esto tiene como
objeto dar a entender a las autoridades que se ha producido un hecho cuando en realidad jamás
sucedió. Dichas acciones de los hechos punibles tienen por regla general implícita la noción del
daño, la falsedad y el daño moral. Las cuales tienen como objetivo crear una situación falsa para
lograr un beneficio personal, muchas de ellas para presionar a otras personas a cancelar a alguna
cantidad de dinero..

Este delito se encuentra tipificado en el Código Penal Venezolano


Título IV
Capítulo II

Artículo 239: Cualquiera que denuncie a la autoridad judicial o a algún funcionario de


instrucción un hecho punible supuesto o imaginario, será castigado con prisión de uno a quince
meses. Al que simule los indicios de un hecho punible, de modo que dé lugar a un principio de
instrucción, se le impondrá la misma pena.

El que ante la autoridad judicial declare falsamente que ha cometido o ayudado a cometer
algún hecho punible, de modo que dé lugar a un principio de instrucción, a menos que su
declaración sea con el objeto de salvar algún pariente cercano, amigo íntimo o a un bienhechor,
incurrirá igualmente en la propia pena.

La simulación de hecho punible puede ser objetiva y subjetiva. La primera se clasifica en


directa o formal, que ocurre cuando el agente informa o comunica a la autoridad judicial o a
algún funcionario de instrucción, un delito supuesto o imaginario, vale decir: que no ha sucedido;
e indirecta o material, que es la cometida por quien simula los indicios de un hecho punible de
modo que dé lugar a un principio de instrucción.

La simulación formal comprende:

1. Una denuncia formulada ante la autoridad judicial o ante un funcionario de instrucción.


2. La declaración ante la autoridad o el funcionario predicho de que se ha cometido un
delito que en realidad no ha sido consumado. Debe ser «un delito supuesto o
imaginario», como dice la disposición legal en estudio

Supuesto es lo falso, lo fingido; Imaginario:

Y el delito denunciado será imaginario, según Maggiore, tanto si el hecho que lo constituye
no se ha efectuado de ninguna manera, como si el denunciado es esencialmente distinto del
hecho perpetrado.
En la simulación real o material el sujeto activo: Ha de simular las huellas de un delito,
debiendo entenderse por éstas los rastros materiales que ordinariamente quedan en el lugar en
donde se perpetra un hecho delictuoso, como sangre, las señales de haberse arrastrado un
cadáver, fractura de una puerta, ganzúa o el instrumento llamado pata de cabra o bien cizallas, o
escalas de cuerdas, etc. Simular dice tanto como fingir, aparentar. Simular los indicios de un
delito quiere decir dar apariencia de dichos indicios a lo que en modo alguno puede tenerse como
tales. Se requiere, además, en la última de las expresadas simulaciones, que los indicios
simulados presenten tal grado de verosimilitud que den lugar a un principio de instrucción. Si no
llega a iniciarse la averiguación, porque los rastros fingidos sean por demás burdos, como
cuando se deja en un lugar adecuado, cubierto de sangre uno de esos cuchillos d plástico,
flexible, con los que juegan los chicos, o si el líquido rojo con el que se ha querido representar la
sangre tiene el olor característico de anilina, o si por cualquier otro medio se descubre que
aquéllos son fingidos, no podrá considerarse consumada la simulación. El principio de
instrucción sumarial constituye una condición objetiva de punibilidad

El objeto específico: Que este artículo protege es el interés por el funcionamiento útil de la


autoridad judicial y el mantenimiento del acatamiento debido a esa misma autoridad, porque él
tiende a impedir que, mediante simulaciones de algún despreocupado, pueda ser determinada
aquélla a la averiguación de un delito que no ha sido perpetrado.

Delito de simulación subjetiva: Que la doctrina llama auto calumnia, porque el agente se
atribuye haber cometido él mismo, o haber ayudado a cometer un hecho punible. Si la auto
calumnia se comete con el objeto de salvar a un pariente cercano, a un amigo íntimo o a un
bienhechor, no será punible, o por mejor decir: no constituirá delito alguno.

La simulación formal y la real o material: Se consuman en el mismo momento en que el


agente formula la denuncia de que se ha cometido un delito que en realidad no se ha ejecutado,
sino que ha sido supuesto o imaginado por él, o cuando son advertidos o descubiertos los
indicios o huellas de ese delito inexistente.

Simulación subjetiva: cuando el sujeto activo se atribuye falsamente la comisión de un delito


o el haber ayudado a cometerlo.

Das könnte Ihnen auch gefallen