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BIOTIPOLOGIAS

Aunque realmente no hay personas con una tipología


correspondiendo a un sólo elemento, se puede realizar un
primer diagnóstico a través de la observación de la constitución
física según los 5 elementos en la Medicina Tradicional
China (MTC). Además se puede observar cómo están las manos y
los pies. En este caso he intentado detectar la constitución física de
personajes famosos, estudiando la constitución de las manos.
El tipo MADERA tiene la musculatura dura, apretada y fuerte. La
tez es verdosa o púrpura. Es una persona organizada pero tensa. Los
movimientos son súbitos y rígidos. La mano recuerda a las ramas de
un árbol, con muchas arrugas profundas en la palma y en los dedos.
 
El tipo FUEGO tiene los rasgos bien perfilados con la frente amplia
y los huesos malares altos. Su cara es roja. Su actitud es nerviosa y
la de un aventurero. La mano es alargada, con dedos más largos que

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la palma. Suele ser una mano bonita aunque con tendencia roja y los
dedos se pueden separar ampliamente.

El tipo TIERRA tiene una tendencia a ser obeso. Tiende a tener


sobrepreso y la tez cetrina o amarilla. Sus movimientos son lentos,
tranquilos y prácticos. La mano es gruesa, corta y cuadrada.
 
El tipo METAL suele ser de constitución alta y delgada, tiene la
espalda ancha pero a menudo con el pecho hundido y con los
hombros hacia delante. Es una persona delgada. Tiene la tez blanca
y pálida. Se mueve con cuidado, gozando con la inmovilidad. Es una
persona racional y ligeramente melancólica. La mano es delgada y
alargada, especialmente la palma que a veces es más larga que los
dedos.

El tipo AGUA tiene la tez oscura o azulada, a veces con ojeras.


Suele ser de constitución alto y delgado. Los rasgos suelen ser
pronunciadas y la nariz puede tener un pico de aguila. Tiende a ser
perezoso, lento y adaptable. La mano es corta con dedos también
cortos.

La Constitución y el temperamento.

Desde la medicina china, la observación de una persona contempla


múltiples detalles sobre los cuales trabajar y diferentes análisis en
función de la teoría de base con la que se interprete la

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observación.  Según la teoría de los cinco elementos el
temperamento y la constitución se describen del siguiente modo:

Tipo Madera (Hígado): Persona más bien fuerte, de cuerpo recto con


más tronco que extremidades, como un árbol. Los hombros son
anchos acorde con su tronco y  la cara es alargada (similar a un
tronco de madera) y de color gris verdoso.
Suele tener talento y bastante capacidad, es dinámico y activo y si
está equilibrado es un líder flexible, sereno y calmado. Por el
contrario, si se desvía puede volverse  pensativo, preocupado, que se
afecta por cualquier banalidad, se sulfura, se vuelve nervioso,
intolerante, rígido e irritable.

Tipo Fuego (Corazón): Persona de cuerpo bien formado y


desarrollado, especialmente los músculos de los hombros y parte alta
de la espalda que son fuertes. Tienen la cara delgada, puntiaguda en
forma de llama –estrecha de la barbilla y más ancha de arriba- y de
color rojo. Tienen poco pelo (habitualmente son calvos o de pelo
rizado). Marchan con pasos firmes, seguros y ágiles y caminan
rítmicamente, se mueven mucho y continuamente.
Suelen ser personas nerviosas, impacientes, valientes y con mucho
coraje. Ven las cosas rápidamente (Shen despejado) y son
determinados aunque no suelen mantener sus promesas. Son
optimistas y alegres, honrados, intachables para y con los suyos si
están equilibrados. Pero si se desvían son agresivos e intolerantes,
pudiendo llegar a extremos máximos.
Tienden a morir jóvenes (se queman) o a enfermar de forma brusca,
no son muy longevos.

Tipo Tierra (Bazo-Páncreas): Persona de barriga voluminosa, cara


redonda y cabeza grande. Músculos más o menos bien
proporcionados y cuerpo equilibrado. Caminan con pasos firmes,
suaves, tranquilos y calmados, aunque muy frecuentemente

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presentan un caminar lento y pesado, desplazándose lateralmente sin
trabajar la rotación de las cinturas.
Suelen ser honestos, fieles y leales. Les gusta ayudar y colaborar, no
les gusta mandar, son amigables, pacientes y discretos. En general
no tienen maldad pero si se dejan llevar son lentos, ineficaces y
espesos, piensan despacio y cualquier otro ritmo  que no sea el suyo
no son capaces de llevarlo a cabo. Sus formas son casi siempre
correctas no así el fondo ya que si están cansados no comprenden
otro biorritmo que no sea el suyo propio.
Frecuentemente viven muchos años.

Tipo Metal (Pulmón): Persona longilínea como una espada, de


espalda estrecha y barriga pequeña. Su cara es poco musculosa y de
tez blanquecina. Caminan firmemente con pasos fuertes y ruidosos,
levantando bien los pies y con estilo elegante.
Suelen ser elegantes, solemnes, serios, libres e intuitivos pero si
están desequilibrados son ingratos, desagradecidos, duros y crueles,
son peligrosos (te apuñalan).

Tipo Agua (Riñón): Persona de cabeza grande excepto el mentón


(similar a una gota de agua invertida), pómulos anchos, tez negruzca
y hombros estrechos. El sacro y la columna vertebral son alargados
y la pelvis en su conjunto es plana en el plano sagital y aumenta
bastante su diámetro en el plano frontal. Caminan con gran
gesticulación y les gusta mover mucho las manos y los pies.
Suelen ser personas que fluyen como el agua, es decir, siempre
encuentran por donde pasar mejor, puede ser cortés, tranquilo y a
veces imperturbable, satisfecho de sí mismo y con cualquier
circunstancia. Pero, por el contrario, son lábiles y volátiles como el
agua presentando un aspecto infeliz, depresivo y disgustado,
pudiendo llegar a ser envidioso, deshonesto y miserable.
Habitualmente son personas longevas (Riñón es el Jing, la esencia). 

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EL DIAGNOSTICO A TRAVÉS DEL HARA
Hara significa literalmente «centro vital». Significa el centro de
gravedad. Hara es el punto de equilibrio de nuestra vida física,
mental, emocional y espiritual. Cuando se dice que alguien está
centrado, equilibrado y enfocado, está en contacto con Hara.
El Hara, además de centro vital, es también una zona del cuerpo, que
ocupa la zona general situada entre el plexo solar y el hueso púbico.
El Hara se considera como un segundo cerebro; también se lo llama
«el cerebro pequeño». Directamente detrás de la zona en que está
situado, debajo del plexo solar en la columna, hay un haz de nervios
que representa la mayor concentración de nervios que existe fuera
del cerebro. Esta concentración de nervios es responsable de muchos
de los movimientos de la parte inferior del cuerpo.
Podernos comenzar a aprender la diagnosis del hará dándonos
cuenta de cómo respiramos nosotros y los demás, es decir, dónde
tenemos el aire o aliento una vez que lo inspiramos. ¿Lleva el aire
inspirado hacia la parte inferior del cuerpo, es decir el estómago y la
zona del intestino, o lo deja en la parte superior del pecho?. Cuando
se respira profundamente, llevando el aire hacia esa zona de abajo,
se nutre y se desarrolla el Hara. Cuando el hará se hace más fuerte,
uno se siente más relajado, capaz y confiado. Las personas cuya
respiración es más superficial, es decir, que dejan el aire en la parte
superior del pecho, son más nerviosas, emotivas, inseguras e
inciertas.
Diagnóstico del Hara.
Le pedimos al receptor que se eche en el suelo, de espaldas sobre un
futón. Nos sentamos a su lado y bajamos nuestro Hara hasta el suelo
o lo más cercano a él. Antes de extender nuestras manos para tocar

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a la persona, meditamos, despejando nuestra mente de todo
pensamiento y haciéndonos más receptivos a las apacibles
vibraciones del Universo. Le pedimos que haga respiraciones largas
y profundas y adaptamos el ritmo de su respiración a la nuestra.
Le pedimos que separe levemente las piernas y se las levantamos de
modo que los pies queden apoyados en el suelo y las rodillas
flexionadas (o bien colocamos las piernas sobre un cojín). Esto va a
abrir el Hara; los músculos del vientre van a estar sueltos y flexibles.
La persona debe de estar lo más relajada posible.
Colocamos las manos sobre el abdomen y exploramos la zona
comprendida entre la caja torácica y el hueso púbico. Palparemos
diversos grados de tensión y relajación. Siempre usamos las dos
manos sobre el abdomen, de manera coordinada, de modo que
mientras una explora la otra tranquiliza. Una mano es yang,
explorando suavemente la zona, descubriendo sus resistencias y
debilidades. La otra mano es yin, relajando, suavizando las energías
y dando seguridad a la persona sobre las intenciones curativas
( restablecer el equilibrio del cuerpo; moviendo el Qi, llevándolo
hacia los lugares donde falta y quitándolo de los lugares donde es
excesivo). Esto nos revelará el estado de los órganos concretos del
abdomen.
Secuencia de diagnóstico del Hara
1. Comencemos por el lado derecho del cuerpo. A las 12.00, en el
plexo solar, está la zona de Corazón, siguiendo las 11.00 con
Vesícula Biliar, y las 10.00 con Hígado y terminando en las 9.00 con
la zona de Pulmón. Se explora cada zona del órgano para ver si está
jitsu( en exceso) o kyo ( deficiente), diagnostico Hara 2. A la
izquierda de Corazón, y sobre las 1.00- 2.00-3.00, se encuentran

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respectivamente la zona de Estómago, Sanjiao ( o Triple Calentador)
y Pulmón nuevamente.
4. A las 8. 00 y 4.00 en el reloj del abdomen está el Intestino
Grueso. A las 7. 00 y a las 5.00 está la zona del Intestino Delgado. 3.
Directamente bajo el punto del Corazón hay otro punto del Corazón,
llamado Pericardio, que es un meridiano que nutre y protege al
Corazón. Directamente en la zona del ombligo está el punto del
Bazo, y más abajo, el punto de los Riñones y Vejiga.
A medida que vayamos palpando cada uno de estos puntos, tenemos
que poner toda la energía en la exploración. Moveremos nuestro
cuerpo por encima del de la persona para explorar en profundidad,
con suavidad y cuidado. Miraremos la cara del receptor para
comprobar si le duele cuando le palpamos algo. Mientras le
aplicamos las manos, podemos hacerle preguntas relativas a la
información que estamos recibiendo del masaje. «¿Hay algún
problema digestivo?», podemos preguntarle, si la zona del Intestino
Grueso o del Intestino Delgado parece desequilibrada. Cuando
hayamos realizado la evaluación, podemos continuar dando un
masaje suave, redirigiendo las energías según convenga.
Ejercicio para fortalecer el Hara.
Para cultivar la estabilidad, equilibrio y seguridad, deberíamos
practicar diariamente ejercicios de respiración profunda y
meditación. Puede hacer el siguiente ejercicio, durante 5 minutos.
“Visualice su Hara como un punto de luz situado bajo el ombligo.
Inspire profundamente hacia el Hara, al mismo tiempo que visualiza
cómo el punto de luz se hace más potente y vivo con cada
inspiración. Vea cómo la energía del Hara se expande en todas
direcciones y llena todo su cuerpo con energía, vitalidad y vida.

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Continúe respirando y llevando Qi a su centro vital. Con cada
inspiración, visualice su Hara que se nutre y enriquece, de modo que
el centro vital se va haciendo más potente con cada inspiración.
Acabe el ejercicio haciendo una larga inspiración hacia el Hara y
reteniendo allí el aliento durante 5 segundos. Espire y relájese.
Vuelva a inspirar y a retener el aliento en el Hara durante 5
segundos más. Espire y relájese.”

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