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Cambios óseos

El desarrollo esquelético implica tres componentes interrelacionados pero disociables: aumento


de tamaño (crecimiento), aumento de madurez y envejecimiento. La maduración esquelética es
"la metamorfosis del esqueleto cartilaginoso y membranoso del feto en los huesos
completamente osificados del adulto". Sin embargo, el estado esquelético no se corresponde
necesariamente con la altura, el peso o la edad. De hecho, los cambios madurativos en el
esqueleto están íntimamente relacionados con los del sistema reproductivo. Estos, a su vez, son
directamente responsables de la mayoría de los cambios discernibles externamente en los que se
basa generalmente la estimación de la madurez corporal general.

Periodos de maduración.
Periodo embrionario: Este comprende las primeras ocho semanas postovulatorias de desarrollo.
La clavícula, mandíbula, maxilar, húmero, radio, cúbito, fémur y tibia comienzan a osificarse
durante las dos últimas semanas de este período.

Tipo de osificación

La osificación endocondral es uno de los procesos en el desarrollo del sistema esquelético en los
fetos, y que concluye con la producción del tejido óseo a partir del tejido cartilaginoso.
Ejemplos:

Mandíbula

Maxilar
Período fetal.

Esto comienza a las ocho semanas postovulatorias, cuando la longitud coronario-rabadilla ha


alcanzado unos 30 mm. Los siguientes elementos comienzan a osificarse al principio del período
fetal o, a veces, al final del período embrionario: escápula, ilion, peroné, falanges distales de la
mano y ciertos huesos craneales. Los siguientes elementos comienzan a osificarse durante la
primera mitad de la vida intrauterina: la mayoría de los huesos craneales y la mayoría de las
diáfisis (costillas, metacarpianos, metatarsianos, falanges), calcáneo a veces, isquion, pubis,
algunos segmentos del esternón, arcos neurales y cuerpos vertebrales. Los siguientes comienzan
a osificarse poco antes del nacimiento: calcáneo, astrágalo y cuboides; generalmente el extremo
distal del fémur y el extremo proximal de la tibia; a veces la apófisis coracoides, la cabeza del
húmero y el hueso grande y ganchoso; raramente la cabeza del fémur y la cuneiforme lateral.

Tipo de osificación

Siguen en el mismo proceso de osificación el cual comienza en el centro de esa primitiva


estructura y gradualmente se extiende hacia los extremos del mismo. La porción central de hueso
osificado se denomina diáfisis, mientras que el extremo del hueso que todavía está formado por
cartílago se llama epífisis, parte que se "alarga" a medida que el bebé (y luego niño) crece.

Ejemplos

Calcáneo
Extremo distal del fémur

Periodo de Infancia.

El período desde el nacimiento hasta la pubertad incluye la infancia (es decir, el primer o los dos
primeros años posnatales). La mayoría de las epífisis de las extremidades, junto con los carpos,
tarsales y sesamoideos, comienzan a osificarse durante la niñez. Los centros de osificación
generalmente aparecen uno o dos años antes en las niñas que en los niños. Además, aquellas
epífisis que aparecen primero en un elemento esquelético suelen ser las últimas en unirse con la
diáfisis. Están ubicados en los llamados extremos de crecimiento (por ejemplo, hombro, muñeca,
rodilla).

Tipo de osificación

La osificación intramembranosa es la que produce preferentemente huesos planos y, como su


nombre indica tiene lugar dentro de una membrana de tejido conjuntivo. En este proceso, algunas
de las células mesenquimatosas que forman las membranas de tejido conjuntivo son
transformadas en osteoblastos constituyendo un centro de osificación alrededor del cual se va
formando hueso.
Ejemplos

Sesamoideos

Carpos

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