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Desarrollo
Principales fuentes del Derecho Musulmán
El Corán
El fundamento del Derecho Musulmán, al igual que toda la civilización musulmana, es
el libro sagrado del Islam, el Corán (Qoran), constituido por el conjunto de
revelaciones de Allá al último de sus profetas y enviados, Mahoma.
Por otro lado, el juez musulmán no está obligado a interpretar el Corán; los doctores
han llevado a cabo una interpretación autentica del mismo, y el juez debe referirse a
las obras de estos doctores.
La Sunna
Esta representa el modo de ser y de conducirse del Profeta, cuyo recuerdo debe servir
de guía a los creyentes. Está constituida por el conjunto de los h'adith, es decir, las
tradiciones relativas a los actos y palabras de Mahoma, según han sido transmitidos
por una cadena ininterrumpida de intermediarios.
El Idjma
Es la tercera fuente del Derecho Musulmán y está constituido por el acuerdo unánime
de los doctores. Ni el Corán ni la Sunna, pese a la extensión adquirida por esta podían
ofrecer respuesta a todos los problemas. Para poner remedio a su insuficiencia en el
caso en que no se encontrase resuelta una cuestión, y para explicar ciertas aparentes
derogaciones a la doctrina, se ha desarrollado el dogma de la infactibilidad de la
comunidad musulmana cuando la opinión de esta es unánime.
“Mi comunidad nunca será unánime en el error”; “Aquel que sigue un camino distinto al
de los creyentes está condenado al infierno”. El Idjma fundado en estas dos máximas,
ha permitido conferir autoridad a soluciones que no podían derivarse directamente del
Corán ni de la Sunna.
Para que el Idjma admita una norma jurídica, no es necesario que la multitud de
creyentes le preste su adhesión o que responda al sentimiento unánime de todos los
miembros de la comunidad.
El idjma no tiene nada que ver con la costumbre de nuestro derecho. La unanimidad
requerida es la de las personas competentes, la de aquellos cuya misión consiste en
elaborar y revelar el Derecho: Los jurisconsultos del Islam ( fouqha). “ Los sabios son
los herederos de los profetas”; el acuerdo de Doctores y jurisconsultos, mezclando
tradición, costumbre y práctica admitida mediante su acuerdo unánime una fuerza
autentica de verdad jurídica.
Conclusión.
El Derecho Musulmán es parte integrante de la religión islámica; es inmutable,
participa del carácter revelado de esta, no existe, por tanto ninguna autoridad en el
mundo que pueda modificarlo. Quien no obedece las normas del Derecho Musulmán,
es un pecador que se expone, así apenas ultramundanas; para el Derecho Musulman
el Soberano, ya sea un monarca o un parlamento no es, en la concepción islámica, el
amo, sino el Servidor del Derecho. No puede por tanto legislar, sin embargo, posee un
poder de policía (siyasa) y debe cuidar en particular, por la buena administración de la
justicia.
Es por ello que el Derecho Musulmán, y las categorías y conceptos tomados de los
Derechos occidentales y de los métodos de razonamiento y formas de pensamientos
propios de la tradición jurídica musulmana conservan y conservaran durante mucho
tiempo todo su interés, desde el punto de vista internacional y del Derecho
Comparado.
Bibliografía.
Los Grandes Sistemas Jurídicos Contemporáneos, (Derecho Comparado). René
David,
Segunda Edición, Editorial Aguilar,1973.