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La corona cabalística de J. G.

Hamann
Miguel Ángel Rodríguez

Para Sandy, Meztli y Frida: flechas de resurrección

D
esde el primer encuentro fragmentario con
la vida y el pensamiento de J. G. Hamann
(1730-1788) me obsesioné con la idea de
acercarme a sus textos. Nada encontré en castellano,
excepto referencias sueltas de los propios románticos
alemanes, del primer periodo, a su hermética obra. El
mago del norte... de Isaiah Berlin, me afirmó en la idea
de continuar buscando los utensilios usados y las sus-
tancias vertidas y mezcladas por Hamann en su afán
por encontrar la “alquimia del oro prometido”.
Un par de años atrás conocí a Andreas Kurz, crí-
tico literario y, por entonces, profesor universitario
de la UDLA de Puebla. Hablamos de los románticos
alemanes por correo electrónico. Luego tomamos
café y, meses después, le propuse que realizara la
traducción de alguno de los ensayos más relevantes cias de tres meses de visiones irracionales y diálogos
de Hamann. Tardó en contestar, como estimando la sorprendentes y misteriosos, con el mago Merlin. Eran
enorme carga, y me contestó que traduciría La Ahe- recuerdos, como los sueños, nebulosos y poco o nada
stetica in nuce. Rapsodia en prosa cabalística. coherentes. Cuando Emmanuel Kant afinó su ironía
El escrito de Hamann es un ensayo prodigioso so- contra el estilo y maneras rapsodas de su interlocutor
bre la revelación poética que muy difícilmente podría le solicitaba no responderle el lenguaje críptico.
ser leído al margen de la tradición socrática, la cábala, En la carta que Kant envía a Hamann le suplica
las escrituras sapienciales, el Libro de Job, la alquimia, que le responda “dentro de lo posible en el lenguaje
la magia y los misterios del éxtasis dionisiaco. Próximo de los hombres […] pues yo, pobre hijo de la tierra, no
a Shakespeare y Milton: muy lejos de la voluntad del estoy organizado para el lenguaje divino de la razón
sistema (Urizen). intuitiva. Lo que todavía alcanzo es lo que se me pue-
No resulta difícil imaginar que para la rigurosidad de deletrear a partir de los conceptos generales según
conceptual de Emmanuel Kant los escritos de Ham- reglas lógicas.”1 La carta anterior, referida por Rudiger
man fuesen como un viaje a la Cueva de Montesinos.
En ese viaje místico de Miguel de Cervantes, el Quijote 1. Rüdiger Safranski, Schiller o la invención del idealismo alemán,
de la Mancha vivió y sintió, en tres horas, las experien- Ed. Tusquets, 2006, Barcelona, p. 264.

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Safranski en Schiller o la invención del idealismo, retrata cercanos a los designios divinos aparecen en el diá-
claramente las diferencias epistemológicas incompati- logo platónico “Cratilo o del lenguaje”.
bles entre el proyecto moderno de la razón y el proto- Pero es en el diálogo socrático de “Ion o de la poe-
proyecto romántico de las intuiciones y la celebración sía” donde mejor puede leerse, en mi opinión, el sen-
del lenguaje de finales del siglo xviii en Europa. tido y el espíritu que J. G. Hamann desea imprimir a
Por su parte, G. Herder pensaba que Emmanuel su rapsodia. En ese diálogo platónico Sócrates muestra
Kant era un policía del pensamiento y que su Crítica —y Platón también— su perfil irracional y poético. Los
de la Razón Pura era “palabrería vacía”. Desde Los más rapsodas fueron los herederos y albaceas de los prime-
antiguos escritos del género humano Herder —alumno ros poetas griegos: Arquíloco, Hesíodo y, el más alto
de Hamann— se autodefinía como un libertino teo- de todos ellos, Homero. Cada cinco años los rapsodas
lógico y sostenía que en la Biblia, particularmente en se reunían en Epidauro, en el templo de Asclepios,
el Génesis, vivía “la tradición de un jeroglífico místico para mostrar sus interpretaciones poéticas y escuchar
todavía más antiguo.” Pero es en Ideas para la filosofía a su vez las de los otros. Se trataba de divulgar la obra
de la historia de la humanidad donde más claramente de los poetas mayores entre el pueblo: “Porque jamás
la razón intuitiva, de signo contrario a los racionales será buen rapsoda el que no tenga conocimiento de las
y progresistas ensayos de Kant sobre el porvenir de palabras del poeta […] Todo esto es muy de envidiar.”
la historia (Filosofía de la historia, fce, 1974), donde las ¿Qué es un rapsoda para Sócrates?
diferencias entre ambos se vuelve más nítida. Una raíz Ion es la figura que, por ser el mejor rapsoda de toda
pluralmente pitagórica, donde la contradicción y las la Hélade, sirve a los fines de Platón para desentrañar
paradojas se resuelven en la imagen poética: inteligen- —por voz de Sócrates— la misión de los rapsodas y los
cia de la inteligencia, / que nada sabe y todo lo comprende. poetas en la tierra. Cada poeta pertenece a una musa, de
G. Herder concibe una historia que registra con res- igual manera que los rapsodas que interpretan y cantan
peto la diversidad de las culturas y las expresiones sus poemas. Por ello Ion no puede más que sentirse con-
históricas plurales: se opone a la visión identitaria fundido cuando se le pide que cante a un poeta distinto
y monocultural en la que una oculta ley natural (E. a Homero. De igual manera, la elocuencia con que lo
Kant) fatalmente lleva el carro de la humanidad de hace no proviene de la ciencia o de la razón:
menos a más y con la vista fija en el progreso.
El mago del norte —como Goethe bautizó a Ha- Ese talento que tienes de hablar bien sobre Homero, no es en
mann— se figuraba a sí mismo como un rapsoda que ti un efecto del arte, como decía antes, sino que es no sé qué
cantaba la sabiduría de Dios en un estilo aforístico, virtud divina que te transporta, virtud semejante a la piedra
libre y, como sucede en las rapsodias, con ritmos al- que Eurípides ha llamado magnética, y que los más la llaman
ternativamente lentos y vertiginosos y con letras mu- piedra Heraclea. Esta piedra, no solo atrae los anillos de hierro,
chas veces confusas, sin armonía entre las partes. El sino que les comunica la virtud de producir el mismo efecto y de
frenesí con el que Hamann hurgaba en los laberintos atraer otros anillos de suerte que se ve algunas veces una larga
teológicos era una voluntad de libertad ajena a los cadena de trozos de hierro y de anillos suspendidos los unos de
principios del pietismo. Era el Oráculo, a la manera los otros, y todos estos anillos sacan su virtud de esta piedra.
de los inspirados. Los inspirados que Sócrates intuye En igual forma, la musa inspira a los poetas, éstos comunican
a otros su entusiasmo y se forma una cadena de inspirados. No
es mediante el arte, sino por el entusiasmo e inspiración, que los
2. Platón, Diálogos, Ed.Porrúa, México, 1969, p.98. buenos poetas épicos componen sus bellos poemas.2

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Ion se encuentra fuera de sí mismo cuando inter- lo que repite la opinión pública. El pensamiento es
preta los versos de Homero. Poseído por el entusias- acunado por “ídolos de mercado” y se convierte en
mo divino tiembla, llora, ríe y amenaza a su auditorio una fuente constante de error y falsificación de la ex-
para transmitir el sentimiento poético. Y Sócrates le periencia. El error no proviene de los sentidos, sino
revela su virtud: del pensamiento socializado que, además, muy regu-
larmente integra los intereses particulares a su paso.
El rapsoda, tal como tú, el actor, es el anillo intermedio, y el pri- La tarea de filosofar consiste en eludir ese laberinto
mer anillo es el poeta mismo. Por medio de estos anillos el dios de errores a través de experimentos intuitivos. Con
atrae el alma de los hombres por donde quiere, haciendo pasar esa Idea en mente Rudiger Safanski escribe, hablando
su virtud de los unos a los otros, y lo mismo que sucede con la del romanticismo alemán, que “Las pulsiones se con-
piedra imán, está pendiente de él una larga cadena de coristas, sideran ahora como los elementos fundamentales de
de maestros de capilla, de submaestros, ligados por los lados a la realidad moral y social.”
los anillos que van directamente a la musa. Un poeta está ligado J. G. Hamann dice que el entendimiento necesita
a una musa, otro poeta a otra musa, y nosotros llamamos a esto destruir su propio engaño para que la experiencia sen-
estar poseído, dominado, puesto que el poeta no es, sui generis, sible renazca como centro auténtico del ser humano.
sino que pertenece a la musa […] Unos se sienten poseídos por La revelación sensual que coronaba la creación divi-
Orfeo, otros por Museo, la mayor parte por Homero.3 na y constituía la pieza maestra de la creación era la
humanidad. J. G Hamann fue el primer escritor ale-
Una inspiración divina permite a Ion de Efeso in- mán que la emprendió por vez primera de manera
terpretar y elogiar a Homero y ser un anillo intermedio franca y abierta, entre la intelectualidad de su tiempo,
entre la voz de Dios, el poeta y el pueblo. Al final de contra las ilusiones abstractas y desmesuradas de la
diálogo Platón no desaprovecha la ocasión para definir razón ilustrada, representada muy cercanamente por
a los poetas como seres proteicos, que adoptan toda Emmanuel Kant.
clase de formas y giros en los sentidos de las cosas J. G. Hamann rapsoda:
para escapar a la verdad de la razón, pero puesto que
lo hacen no por la ciencia sino por inspiración divina, La poesía es el idioma materno del género humano; como la
no encuentra motivos para reclamarle nada. horticultura es más antigua que la milpa; la pintura más antigua
Si la inspiración le viene a Sócrates de la boca de que la escritura; el canto que la declamación; los símiles que las
Eutrifón de Prospalte, Hamann reconoce a Francis deducciones;4 el trueque que el comercio. La tranquilidad de
Bacon como una de sus fuentes de inspiración. La sa- nuestros antepasados era un sueño más profundo; y su movi-
biduría divina de Bacon, que funde la fe con la cien- miento, un baile extático. Siete días en el silencio de la reflexión
cia, se apropia no sólo de los oídos sino incluso de su estaban sentados; -y abrieron su boca para dichos alados.
espíritu, como él mismo reconoce. Para Francis Bacon Los sentidos y las pasiones no hablan y no entienden sino
la experiencia sensible era más relevante que el pen- imágenes. Todo el tesoro del conocimiento y de la felicidad
samiento. El pensamiento, subraya el filósofo, repite humanos consiste en imágenes. La primera erupción de la
creación y la primera impresión de su historiador; la primera
aparición y el primer goce de la naturaleza se unen en estas
3. Ibid., p.100.
4. Georg Hamman, Ahesthetica in Nuce. Rapsodia en prosa caba- palabras: ¡Hágase la luz! Con ellas comienza la percepción de
lística, Caja negra 6, 2007, p. 9 la presencia de las cosas.5
5. Ibid.

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Hamann es aquí un primer anillo, un rapsoda Hamann no sólo quiere restaurar la sabiduría de los
que interpreta originalmente el canto de los poetas. antiguos, quiere hombres con almas nuevas. ¿Dónde
La poesía como senda del “dulce porqué”. También buscar las palabras?
es el fuego de Prometeo vuelto llama. Las imágenes En su respuesta el rapsoda busca y encuentra, lejos,
como recurso supremo de la comprensión. en Arabia y Egipto, en la reconstrucción de la magia
Encuentro la escritura de Hamann muy relacio- oriental, un pasaje a la comunión y a la cura de la amar-
nada con las teogonías órficas, cuyo renacimiento gura. Se trata de la renovación del espíritu y la profecía
Werner Jaeger ubica por el siglo vi. socrática. J. G. Hamann sugiere la resurrección del Hijo
Las teogonías órficas concilian el dogma religioso del Hombre, pero ya nunca condenado a siervo.
y la reflexión filosófica con el carácter orgiástico del Las palabras de sus ensayos son flechas para el com-
culto a Dionisos. El mundo occidental se enriqueció bate contra las luces ingenuas de la razón ilustrada. Y
con la renovación oriental que los misterios de Eleu- sus metáforas son “los fuertes clavos que fijan la cons-
sis le aportaban. El propio diálogo socrático con Ion trucción del reino de la poesía”. Son pues la imágenes
recuerda dos revelaciones homéricas pertenecientes la fuente primordial de la sabiduría:
al campo de los adivinos. La de Teoclímenes, de la
raza de Melampo, dirigida a los pretendientes de Pe- La primera erupción de la creación y la primera impresión
nélope, es particularmente plástica por la lucha entre de su historiador; la primera aparición y el primer goce de la
el águila y el dragón. En Hamann conviven Grecia y naturaleza se unen en estas palabras: ¡Hágase la luz!6 Con ellas
Oriente en una propuesta de pluralismo y sincretis- comienza la percepción de la presencia de las cosas”
mo cultural. Exorcismo y purificación. Werrner Jaeger y se hace visible el hombre a imagen de Dios.
habla de las formas rapsódicas en que estaban escritos
los sagrados discursos. Es en buena medida el estilo Como en las visiones pitagóricas Dios es para Ha-
de Hamann y, después, de Friederich Nietzsche. mann una presencia que se encuentra fragmentada en
Johann G. Hamann nació en Königsberg, la ca- la naturaleza, en movimiento contradictorio y perpe-
pital tanto de la Prusia Oriental como del pietismo. tuo. En ese sentido el mundo no es otra cosa que los
Según Isaiah Berlin provenía de un ambiente poco versos del poeta desmembrado. Y “coleccionarlos es
proclive al mundo intelectual. La familia cultiva ritos tarea del erudito; interpretarlos, del filósofo; imitarlos7
y conductas profundamente religiosas. Todo parece o —más atrevido aún— darles forma8, es el trabajo
indicar que su entorno familiar era poco aficionado modesto del poeta.”
a los libros y hasta con claras actitudes antiintelec- La formación intelectual de Johann Georg Ha-
tuales. Eran puritanos al estilo de Kant. Exaltaban mman pasa por los filósofos presocráticos, clásicos
las pasiones religiosas y perseguían, por la vía de la griegos y latinos. Homero, Sócrates a través de Platón,
palabra y la oración, la reconciliación con la divini- Aristóteles y los trágicos griegos. Cicerón, Terencio,
dad. La Unidad con el Todo. Esa herencia quizá haya Jenofonte y Plutarco. También es lector atento del
sido el puente de conciliación con los pitagóricos. J. G. alma del hombre que imprime Maquiavelo. Ya en la
Edad Moderna conoce los clásicos del jusnaturalismo.
Thomas Hobbes y John Locke. Francis Bacon, Mon-
6. Ibid., p. 10 tesquieu y David Hume. Los argumentos contra la
7. Ibid.
8. Ibid.
pretensión de objetividad de la ciencia, por ejemplo,

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provienen de David Hume. En Montesquieu encon- un pensamiento nuevo y liberado, altanero y lúdico,
tró Hamann un sentido histórico tendiente a la reva- sacro, socrático y aberrante. Imágenes místicas junto
loración de lo particular, opuesto a la universalidad a sensaciones y placeres dionisiacos.
abstracta tanto del jusnaturalismo de Emmanuel Kant Escuchemos:
como del ideario actual que uniforma al mundo con
“ídolos de mercado”. No os atreváis a entrar en la metafísica de las bellas artes sin ser
Las fuentes espirituales de Hamann le permiten perfectos en las orgías9 y los Misterios de Eleusis. Los sentidos
voltear al Oriente en busca de otros sentidos. Gottfried son Ceres y Baco es la pasión: antiguos padres tutelares de la
Herder desarrolla más profundamente esta intuición naturaleza hermosa.
Hamanniana en sus estudios sobre filosofía de la his- ¡Ven a nosotros, Baco, con el racimo de dulces uvas que penden
toria universal. de tus cuernos, y, Ceres, teje tu templo con tus espigas!10
¿Cómo ocurrió la deserción de Hamann de las fi-
las ilustradas? Los misterios de Eleusis. La fecundación del racio-
Isaiah Berlin hace coincidir ese acontecimiento con nalismo griego con la magia-religión de los pitagóricos.
la profecía de destrucción y renacimiento de la verda- El esplendor de un mundo oculto, al margen del pensa-
dera iglesia (anunciada por Swedenborg para 1757). miento y la razón, es una luz silenciosa, sublime o aterra-
Ese mismo año Hamann fue enviado a una misión co- dora, o ambas, de quienes alcanzan el vuelo supremo en
mercial o diplomática —el asunto es controvertido- por la iniciación. La revelación de la voluntad divina. Esa es
diferentes ciudades de Alemania y Europa. Será Ingla- la luz que vio Platón la noche de Eleusis y a la cual Pín-
terra el país que marque su destino. La obra de Shakes- daro bendice en su canto: “Bendito aquel que después
peare y la poesía de John Milton, que Hamann leyó con de haber visto eso entra bajo la tierra: conoce el fin de la
avidez de juventud en Londres, se corresponde con el vida y conoce el principio dado por Zeus.”11
sentido hermético y cabalístico de su poesía en prosa. Vale la pena traer a cuento igualmente lo que Gior-
Pero también en Londres conoce, resucita y muere en gio Colli refiere de Aristóteles como informante de
el amor. J. G. Hamann se enamora de un músico inglés. los ritos que los iniciados en los misterios eleusinos
Tiempo después, cupido ciego y caprichoso, lo lleva al “debían sentir, sufrir, experimentar ciertas emocio-
desengaño y al desamor. El filósofo permanece mucho nes y estados de ánimo trascendentes.” Se trataba de
tiempo sombrío, taciturno, desolado: melancólico. Su propiciar la desaparición de la conciencia. El éxtasis
fe en la razón empieza a resquebrajarse. Las leyes de dionisiaco se muestra así como “una santa locura en
la ciencia no curan los males que lo atormentan, la de- la que las almas, fuera del cuerpo, se unen con la di-
sazón culposa, íntima y desgarradora, el sentimiento vinidad.” Robert Graves ha emparentado los ritos del
oscuro y desamparado de la soledad. culto a Dionisos con las celebraciones prehispánicas
La angustia y la miseria lo regresan a sus fuentes en honor a Tlaloc, deidad de la fertilidad y el paraíso
teológicas. Pero ya no era el pensamiento siervo, era en las culturas mesoamericanas.12 ¿Se asomó alguna

9. Ibid., p. 12
10. Ibid., p. 11 gos enteógenos y de los misterios eleusinos en Grecia, Rusia,
11. Oscar del Barco, Exceso y donación. La búsqueda del Dios sin India y México, sostiene que después de un viaje de hongos con
Dios. Ed. Biblioteca Internacional Martin Heidegger , Buenos María Sabina, en Oaxaca, encontró que los niños y niñas que
Aires, 2003, p. 63. juegan y cantan en la Iglesia de Santa María Tonantzintla, en el
12. Y el estudioso Gordon Wasson, gran conocedor de los hon- estado de Puebla —muestra sublime del barroco popular indí-

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vez Hamann a la revelación de los misterios eleusi- humana, son los lugares desde donde únicamente
nos? Nunca lo sabremos, pero las artes mágicas si se pueden los hombres elevarse al ideal y “sólo el des-
entrelazan con sus escritos cabalísticos. La invocación censo a los infiernos (höllenfahrl) del autoconocimien-
salvadora de Ceres y Baco, más allá de los viajes de to construye el sendero para transformarse en divino
Hamann, se elevan como valladares contra el tedio (Vergötterung)”.13
grisáceo de la razón geométrica de la ilustración. El En la visión de Hamann el pudor era un hábito
espíritu de sistema, con Urizel al centro, jamás respon- que se correspondía con el vano convencionalismo
dería las interrogantes fundamentales del ser huma- sostenido de espaldas a la voz de Dios, a los instin-
no. La fría soberbia del sistema era incapaz de saciar tos. Más aún, pensaba que las pasiones de nuestros
la sed de lo sacro. Menos capaz aún de ser un bálsamo organismos están tan fuertemente vinculadas a los
de serenidad. En la lectura de la Biblia y los autores secretos más íntimos de nuestro corazón y de nuestro
sapienciales, como Job, encontró descanso para su cerebro que cualquier pretensión de ruptura era una
agitado espíritu. Un reposo en movimiento. blasfemia contra la unidad natural creada por Dios.
El rechazo de los racionalistas a las pasiones y a los Lejos, muy lejos, del ser humano pensado y encarna-
sentidos le parece la castración a la imaginación y a la do por el asceta Emmanuel Kant.
fantasía. J. G. Hamann creía que no hay argumentos J. G. Hamann pensaba que, a la manera del pueblo
más vívidos que los que se encuentran en las hondo- Judío, los hombres caminaban de la oscuridad a la luz
nadas espléndidas del alma. El poeta es el que mejor sólo de la mano del Omnipotente. Almas errantes, con
puede comprender el lenguaje misterioso de Dios. caídas y renacimientos, sin reposo y sin brújula capaz
Sus filias dionisiacas son claramente expresadas de encauzar sus pasos. El nomadismo, la peregrinación
en la revaloración de la naturaleza inferior del cuerpo de los israelitas era su “ejecutoria vital”. Solo la fe y la
de los seres humanos. En una carta dirigida a Herder confianza en Dios, que se comprende y adquiere en el
nuestro autor escribe lo siguiente: “Siempre he pre- denso interior, los mantiene en movimiento. Esa era la
ferido identificar y reconocer los inferna de un torso vía para la propia plenitud.
mejor que los superna de un busto... mi imaginación Para el mago del norte Dios estaba fragmentado
vulgar nunca acertó a representarse un espíritu crea- en la Naturaleza y en los seres humanos, que, apenas
dor sin genitalia.” ¡Sócrates! sabían deletrear, y, por ello, eran incapaces de leer la
Los defectos y los vacíos, estos es, el conocimiento escritura divina. Así pues, había que aprender a es-
de lo más alto y de lo más profundo de la naturaleza cuchar todas las voces para encontrar el sentido de

gena— son los mismos que entre risas responden las preguntas eleusinos. Brotan de los ojos azorados de los ángeles. Una con-
más abismales del ser humano. La iglesia de Tonantzintla, con clusión que traza un arco cultural entre Hamann, Nietzsche,
cuyas imágenes ilustramos este número de Caja negra, es entre Dinosisos-Tlaloc y la Iglesia de Santa María Tonantzintla. Todos
otras cosas el paraíso del mundo prehispánico: el Tlalocan. Es envueltos en la loca ingenuidad de la niñez. Oscar del Barco cita
el quinto cielo que reúne, a la hora de la muerte, a los músicos, el libro Los griegos y lo irracional de R. Doods para mostrar que
poetas, artistas y seres humanos dedicados a los placeres dio- Platón habría tardado una década en descifrar ciertos dichos
nisacos. Ahí, entre divinidades naturales como Tláloc (dios de Sócrates, como aquel que señalaba “la psique humana tiene
del agua), ocho serpientes que ascienden y/o descienden de algo de divino” y que la relación de Sócrates con los pitagóri-
la cúpula con rostros infantiles, nidos del ave fénix y frutos cos “fertilizó la tradición del racionalismo griego cruzándola
delirantes de mil colores, arden voluptuosas las antorchas de con ideas mágico religiosas”. Estoy alelado, Mirando el paraíso,
la imaginación y se ven y se escuchan, por la mañana muy (BUAP, 1999), con Julio Glockner.
temprano y al atardecer, los ecos enigmáticos de los cantos 13. Isaiah Berlin, El mago del norte, op. cit., p .209.

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su escritura y, con ello, el camino a la comunión. La otras digresiones [...] hasta que después de un largo pasaje

comprensión de la compleja variedad de hilos que teje de conexiones subterráneas, la continuidad del pensamiento

la vida cotidiana y la bifurcada historia de la carne y resurge donde menos se espera, para ser enseguida y de nuevo

el espíritu. La recompensa es la celebración de la co- enterrada bajo la irrefrenable, caótica, y dispersa de las ideas e

munión con Dios a través de la sustancia poética. imágenes de Hamann, que estimulaba al tiempo que enloque-
cía incluso a sus amigos más fieles e incondicionales.16

El Libro de la Creación contiene ejemplos de conceptos


generales que Dios quiso revelar a la criatura a través de la
criatura. Los libros de la alianza contienen ejemplos de artí-
culos secretos que Dios quiso revelar a los hombres a través
de hombres. La unidad del Creador se refleja hasta en el
dialecto de su obra, en todo un tono de una altura y de una
profundidad inconmensurables. ¡Una prueba de la majestad
más espléndida y de un altruismo total! ¡Un milagro de una
tranquilidad infinita que asemeja a Dios a la nada; de modo
que hay que negar su existencia a plena conciencia, o ser una
bestia;14 pero al mismo tiempo de una fuerza tan eterna que
realiza todo en todos, de manera que uno no puede salva-
guardarse de su afectación más intensa!15

Johann Georg Hamann sabía que las letras venían


tatuadas de fuego divino. Luz de oscuridad que ha-
bía que aprender a sentir. Quizá por ello su palabra
no fue, no quiso ser, un compromiso con la claridad.
Al respecto del estilo escribió: “lo que para otros es
estilo, para mí es el alma.” El hermetismo era él mis- La traducción de la Ahestetica in nuce... muestra la
mo. El misterio le atraía tanto como le repudiaba la enorme y diversa cantidad de referencias simbólicas
claridad y coherencia del sistema kantiano. que habitan y dialogan con el autor. Gottfried Herder
Su oscura prosa abordaba la voluntad y el cuerpo. confesó las dificultades que las herméticas escrituras de
La salvación del hombre, la creación y las pasiones. su maestro le procuraban. Goethe fue quien encontró
Isaiah Berlin describe así la escritura de un rapsoda, mejor sentido de unidad a las ideas de Hamann.
fuera de sí, envuelto en su locura religiosa: El autor de Fausto leyó a Hamann por intermedio
de su amigo Herder. Mirando hacia Italia, Goethe
El hilo de la argumentación se rompe continuamente con sostenía que Giambattista Vico era el antepasado del
otros argumentos u otros temas, con digresiones dentro de prusiano. Los une la crítica radical a la des-aprehen-
sión del método analítico cartesiano, las relaciones
agonistas entre la teología y la religión paganas al
14. Georg Hamman, Ahesthetica in Nuce... op. cit., p. 14.
15. Ibid. igual que las que se tejen entre judeocristianismo y
16. Cfr. Isaiah Berlin, El mago del norte. J. G. Hamann y el origen poesía son posiciones comunes en ambos pensado-
del irracionalismo moderno, editado por Henry Hardy, Tecnos,
Madrid, 1997. res. Las imágenes polimorfas y vertiginosas de las

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metáforas son semejantes a “nuestra condición caída elevado para la comprensión del hombre y la historia.
de estar en el cuerpo. Estar en el cuerpo, según Vico, J. G. Hamman escribió:
implica sufrir una condición donde vivimos en ig-
norancia de las causas y los orígenes, y sin embargo Hablar es traducir, de un idioma angelical a uno humano, es
estamos embarcados en la búsqueda de éstos.” Pero decir, pensamientos a palabras, objetos a nombres, imágenes a
algo más cercano quizá sea la visión de Vico en la signos, que pueden ser poéticos o quirománticos17, históricos,
que expresa que “el verdadero Dios” fundó la reli- simbólicos o jeroglíficos, y filosóficos o característicos.18 Esta
gión judía “sobre la prohibición de la adivinación manera de traducir (es decir: hablar) concuerda, más que
que era su base en todas las naciones gentiles.” Con cualquier otra, con el revés de los tapices, 19
esta perspectiva se arrebató el sentido divino al len- “And shows the stuff, but not the workman’s skill” (Y muestra el
guaje y la expresión fantástica fue sustituida por la material, pero no la destreza del artesano [Earl of Roscommon.
pretensión de alumbrar la naturaleza de las cosas. Poemas, 1717]); o con un eclipse de sol que se observa en un
Contra la metafísica de lo racional, propuesta por el recipiente lleno de agua.20
Adán de los hebreos, Vico piensa que El “[…] hom-
bre en su ignorancia se convierte en la regla del uni- Mientras algunos ilustrados declaraban desde
verso […] esta metafísica de la imaginación muestra Thomas Hobbes la muerte de las metáforas e incluso
que el hombre se convierte en todas las cosas al no las prohibían por llevar la ambigüedad en su seno,
comprenderlas […] cuando no entiende, construye Hamann las vivía como recurso epistemológico su-
las cosas a partir de sí mismo, y se convierte en ellas premo. La oposición de Hamann al espíritu ilustrado
al transformarse a sí mismo en ellas.” Así pues, en partía de la crítica a sus virtudes. La razón cartesiana,
lugar de darle el nombre a las cosas en correspon- que pone en duda los axiomas de la fe o la metafísica,
dencia con la naturaleza de las mismas, se trata de le parecía una herejía contra el hombre y contra Dios.
la revaloración del lenguaje primordial, figurado El problema de los juicios de la Ilustración (Aufklären)
y analógico. Como bien sintetiza Harold Bloom: la era que se sostenían sobre falsos cimientos. La com-
propuesta de Vico es el tropo. prensión (verstehen) no puede alcanzarse como re-
La lectura de los lenguajes míticos y la lectura del sultado del conocimiento preciso de las matemáticas
hombre por los ritos homéricos y cristianos también y la desmembración de la naturaleza que el análisis
emparentaban a Vico y a Hamann. Goethe veía también de la razón clara y distinta perpetra contra la unidad
el común sentido de la historia entre el germano o/y el del cosmos.
autor de la Scienza Nuova. Pienso ahora en la idea de Aunque la apasionada e intolerante teosofía de
que cada cultura tiene su propio centro de gravedad Hamann tiraba el agua sucia junto con el niño, al
y que, como ya dijimos, es complementaria con el es- no reconocer ningún mérito ni nobleza a la idea de
píritu historicista de Montesquieu. Gottfried Herder progreso científico, su percepción era incuestionable.
desarrolló sistemáticamente esta intuición haman- El autoritarismo político derivado de la percepción
niana, ¿estamos también frente a un precursor de la
diversidad y pluralidad cultural? Yo creo que sí.
Especulaciones al margen, lo que verdaderamen-
17. Georg Hamman, Ahesthetica in Nuce... op. cit., pp. 10-11.
te despierta la admiración de Goethe por Hamann es 18. Ibid.
la mutua comprensión de la poesía como medio más 19. Ibid.
20. Ibid.

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científica y monocultural del mundo, de la confu- dad. Las impresiones de nuestros sentidos, de nues-
sión de los conceptos con la realidad, como es sabi- tras creencias primero. Así es posible mostrar que la
do, bañó de violencia la historia de la modernidad. capacidad del entendimiento humano es limitada por
El siglo xx y su nube púrpura constituye una de las la vía racionalista.
experiencias históricas que deben ser contrastadas Pero más allá de la manera en que pudiera apro-
contra la propuesta comprensiva de Hamann para vechar la formación filosófica de sus amigos para
percibir, así, la dimensión social de su pensamiento, debilitar el edificio kantiano, J. G. Hamann sostiene
que proponía el respeto a las diversas culturas. que la comprensión crece sobre una sustancia básica
La Biblia y el empirista escocés David Hume anterior a la razón. Son los sentidos y las sensaciones,
(1711-1776), de quien tradujo los Diálogos sobre la re- se trata de “un instinto natural, que ningún razona-
ligión natural, forman la amalgama desde donde Ha- miento o proceso de pensamiento puede producir o
mann debate contra la teoría del conocimiento de la impedir.” Es un sentimiento intenso y fácilmente di-
Ilustración. ferenciable. “Nadie duda, como en el amor, a la hora
Para David Hume la preeminencia de las creencias del odio”. Las ideas están en relación directa con las
que somos no mantienen ninguna relación de causa- sensaciones y las impresiones.
lidad con nuestra inteligencia; el fundamento de las Para David Hume las ideas innatas son inexistentes.
creencias es tan subjetivo e individual como el de los Y las ideas le resultan confusas y débiles porque sólo
sentidos, como el gusto. son las copias y los recuerdos de las sensaciones. En su
De las creencias, la voz bajo la piel, emergen los opinión, conocemos mejor el significado de las pala-
valores, la moral y el mundo real. Las conexiones bras investigando mejor la impresión, la sensación o el
entre causa y efecto no son el resultado de las cog- sentimiento que las origina. Las proposiciones que nos
noscibles fuerzas físicas, sino que poseen un conte- acercan al conocimiento son de dos tipos: relaciones de
nido espiritual ininteligible. La necesidad de orden ideas o cuestiones de hechos. Las primeras admiten un
lógico entre las cosas existentes en el mundo no son método demostrativo, las matemáticas o la geometría,
más que vínculos simbólicos de nuestras creencias. por ejemplo. Las cuestiones de hechos son indemostra-
Creemos que existen leyes, pero son de facto hábitos bles, porque sólo son creencias, asociaciones de ideas
mentales, individuales o colectivos, de los cuales es extraídas de la regularidad de la experiencia. La idea de
absurdo derivar el conocimiento claro y distinto del necesariedad es mental, pero no trasciende la dimen-
mundo; más aberrante resulta aún atribuirle un orden sión de los supuestos. Lo probable con sustento en la
necesario y racional. regularidad. La probabilidad que implica una mayor
A David Hume le sirve el ejemplo del choque de las variabilidad del suceso. Escuchemos a Hume:
bolas de billar para mostrar, por igual, la imposibilidad
de conocer las fuerzas físicas y las cualidades del azar Estamos determinados sólo por la costumbre a suponer que el
de manera matemática. Al mismo tiempo, para enten- futuro es conformable al pasado. Cuando veo una bola de billar
der la formación de costumbres y hábitos en las que se moviéndose hacia otra, mi mente es inmediatamente llevada
basan las expectativas de conexión necesaria. por el hábito al usual efecto, y anticipa mi visión al concebir a la
El pensador inglés sostiene que sólo después de la segunda bola en movimiento. No hay nada en estos objetos, abs-
impresión de regularidad, grabada en la mente por tractamente considerados, e independientes de la experiencia,
los sentidos, es posible construir la idea de cientifici- que me lleve a semejante conclusión; e incluso después de haber

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Miguel Ángel Rodríguez

tenido la experiencia de muchos efectos repetidos de este género, en los sueños, en las revelaciones, en los misterios
no hay argumento alguno que me determine a suponer que el eleusinos de los iniciados. La ebriedad de los gigan-
efecto será conformable a la pasada experiencia. Las fuerzas tes abrazados de sus musas. Se trata, como más tarde
por las que operan los cuerpos son enteramente desconocidas. escribirían Wagner y Nietzsche, de volver a la inge-
Nosotros percibimos sólo sus cualidades sensibles; y, ¿qué razón nuidad y la risa de la niñez para recibir la palabra de
tenemos para pensar que las mismas fuerzas hayan de estar Dios. Escribe Hamann:
conectadas con las mismas cualidades sensibles?21

Y, verdaderamente, tenemos que ser niños si queremos recibir


David Hume niega la necesaria universalidad de el espíritu de la verdad que el mundo no puede captar, ya que
las leyes de la Ilustración y su fuente de argumen- no lo ve, y si lo viera, no lo conocería. Perdone la ingenuidad
tación era, como queda claro, el propio empirismo de mi manera de escribir que no va conforme ni con el pecado
sensible. La lectura de David Hume, que declara a la original matemático de sus escritos más antiguos, ni con el
costumbre como guía de la vida para mirar al futuro renacimiento ingenioso de los más recientes, si tomo prestado
y afirma que “la razón nunca sería capaz, ni en toda un ejemplo del abecedario que, sin duda, podría ser más viejo
la eternidad, de llevarlo a cabo” es aprovechada e que la Biblia. ¿Los elementos del ABC pierden su significado
incorporada maravillosamente por Hamann en sus natural si, mediante la combinación interminable de signos
ataques contra la Ilustración. La razón no podrá des- arbitrarios nos recuerdan ideas que, si no están en el cielo, sí
cifrar ninguna sucesión necesaria de acontecimientos, se encuentran en el cerebro? Mas: si se fundamenta toda la
sólo la costumbre, la tradición ritual. justicia meritoria de un hombre de letras sobre el cadáver de
Johann G. Hamann adopta como parte fundamen- la letra, ¿qué dice el espíritu respecto a eso? ¿No será más que
tal de su filosofía a la tradición. Ahí se concentran el lacayo de la letra muerta, o, más aún, el escudero de la letra
nuestras creencias. Pero el alemán cree en la dicha y que mata? ¡Lejos de mí eso!24
el gozo del oráculo, el conocimiento por revelación:
La existencia y la fe preceden a la razón. Más to-
¡Virtuosos del eón presente, sobre los que Dios el Señor dejó caer davía, la razón se sostiene sobre la fe. Esa existencia
un sueño profundo! ¡Vosotros, los pocos nobles! ¡Aprovechad pre-racional, a la que la razón no tiene acceso, es or-
este sueño y construid de una costilla de este Endimión la más denada conceptualmente de manera arbitraria y con-
nueva versión del alma humana, que el rapsoda de cantos noc- vencional por los individuos. Para Hamann la verdad
turnos ha visto en su sueño matutino,22 aunque no de cerca.23 El del árbol de la ciencia y sus fríos conceptos no tienen
siguiente eón se despertará como un gigante de su ebriedad raíces objetivas. Entre las verdades de razón y las
para abrazar a vuestra musa y gritarle este testimonio: ¡Esto verdades de hecho se abría un aterrador abismo. Los
es hueso de mi hueso, y carne de mi carne! romanticismos posteriores, con apenas matices me-
nores, coincidieron en este respecto. Para ellos, como
Una nueva versión del alma humana con centro para Hamann, no había una sola verdad, ni siquiera
la de Dios. En un poema clásico de Jean Paul Ritcher
(1763-1825) la existencia divina es negada por el propio
21. David Hume, “Compendio de un tratado de la naturaleza Jesucristo que visita el cielo en busca de Dios y regresa
humana”, en revista Teorema, Valencia, 1977, p. 16-23
22. J. G. Hamman, Aesthetica in nuce... op cit., p. 14.
desolado para darnos una mala noticia: en el cielo no
23. Ibid. hay nadie. Lessing, por ejemplo, en el mismo senti-
24.Ibid., p. 13

32
La corona cabalística de J.G. Hamann

do se preguntó por la validez de las verdades eternas Escribe Hamann “tres cosas las que no puedo
que se sustentan en hechos empíricos: ¿es creíble que comprender, posiblemente cuatro: un hombre de sano
aparezca un Dios hablando igual, la misma verdad juicio que busque la piedra filosofal, la cuadratura del
para todos los hombres? La respuesta negativa abrió la círculo, la extensión de los mares y un hombre de genio
puerta al reconocimiento y respeto a la diversidad de que siga la religión de la sana razón.” Para Isaiah Berlin,
caminos que las religiones persiguen en la búsqueda historiador de la ideas, Hamann es “la fuente olvida-
de la Verdad. No hay duda de que Hamann sostiene da” de un movimiento que se extendió por todas las
una idea de pluralidad civilizatoria. europas. A México llegó el romanticismo por Francia
Fines y visiones del mundo distintas dan lugar a mo- y España, a principios del siglo xix con José María
dos múltiples de vida. La diversidad cultural de Montes- Heredia e Ignacio Rodríguez Galván (1816-1842).
quieu lo había alertado contra un destino homogéneo de La filosofía de la historia proveniente de la Ilus-
la historia y G. Herder enfatizaría esa idea en sus escritos tración le parece a J. G. Hamann una maquinaria que
sobre los caminos de la historia universal. condena al hombre al fatalismo moral. Es la subver-
En esas circunstancias será Gottfried Herder quien sión de los valores de la ciencia, que de complemen-
herede lo mejor de “el fauno socrático” —como también to de la creación se convierten en sus dictadores. G.
llamó Goethe a Hamann. Ahí reside el origen y la rique- J. Hamann negaba la posibilidad de que el lenguaje
za vigente de su pluricultural perspectiva de la filosofía lógico diera cuenta de las conexiones ontológicas de
de la historia. Entre otras cosas Hamann legó a Herder las esencias eternas. Se opuso siempre a la pretensión
las exquisitas viandas de la literatura inglesa e italiana, de explicar el mundo moral como un sistema, expre-
junto con la enseñanza de sus respectivas lenguas. sado en un lenguaje claro y distinto. Las conexiones
Como ya hemos visto, el lenguaje, los símbolos necesarias fueron criticadas por Hamann, como ya
de Dios se encuentran en cada expresión de la natu- reiteramos, desde el empirismo sensible de David
raleza; los ríos, las piedras, las montañas y todas las Hume.
creaciones del Señor. Son voces que nos revelan el La separación racionalista entre la ética y la políti-
verdadero conocimiento, que no es la claridad con- ca, lo necesario y lo contingente, le parecían abstrac-
ceptual del sistema sino la densa expresión de una ciones analíticas conceptuales criminales. El resultado
voluntad inescrutable. Para J. G. Hamann la pers- del análisis, de la desmembración del todo, le parecía
pectiva racional no es más que “un velo destinado una amputación de la vida interna del hombre.
a ocultar el espectáculo aterrador de la verdadera
realidad, que no tiene estructura alguna, sino que La naturaleza opera a través de los sentidos y las pasiones. El

es un salvaje remolino [...] del espíritu creador que que mutile sus herramientas, ¿cómo podrá sentir ésta? ¿Acaso

ningún sistema puede captar.” Es la presencia de los tendones paralíticos se mueven? [...] Vuestra filosofía men-

Dios en cada individualidad de la creación la que tirosa ha aniquilado la naturaleza. ¿Por qué, entonces, exigís

impide la universalidad de la norma científica. Por que la imitemos? Para que tengáis el placer de ser también los

eso la utopía del progreso le merecía desprecio, por asesinos de los alumnos de la naturaleza.25

la ingenuidad en la que pretendían fundamentar el


conocimiento científico. No es destrozando la naturaleza como mejor
aprendemos. En el análisis kantiano se desaprende a
medida que se destazan los objetos de estudio. Seguir
25. Ibid., p. 15.

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Miguel Ángel Rodríguez

el método científico significaba para Hamann desin- de todas, sin embargo, la más íntima- de una comunicación

tegrar y asesinar a la naturaleza. Alejarse de la com- y participación de las energías e ideas divinas. Todo lo que el

prensión, pues todos los aspectos de la vida resultan hombre, en el principio de los tiempos, oyó con sus oídos, vio

comprensibles como unidad orgánica. No es extraño, con sus ojos, contempló o tocó con sus manos, todo esto era la

por ello, que la división entre las esferas de lo público palabra viva. Pues Dios era la Palabra. Con la Palabra en sus

y lo privado le pareciera una blasfemia que separaba labios y en su corazón, el origen del lenguaje era tan natural,

al hombre de su creador. La unidad orgánica estaría tan cercano y tan fácil como un juego de niños.27

presente en todo el romanticismo alemán, recuerdo


a Schiller, Herder, Fichte y Schelling y, fundamental- La razón fue la causante de la desdicha. Los sen-
mente, al poeta de los poetas: Hölderlin. tidos y la percepción directa fueron desplazados por
La comprensión (verstehen) juega en la visión de las construcciones conceptuales de la razón. Pensa-
Hamann un papel de primer orden. La compren- miento y lenguaje son para Hamann una identidad
sión de los fines del hombre en la tierra pasaba por que se comprende en relación con Dios, los otros y
la comprensión profunda de uno mismo. Sin em- la naturaleza.
bargo, a ese conocimiento se llegaba sólo a partir de Los tiempos nuevos debían traer la traducción de
la comprensión de los otros, a través del lenguaje y la lengua angélica a la lengua de los mortales. Pero
el pensamiento basados en símbolos. Como es sa- ello sería el resultado de entender la palabra de Dios
bido los mitos se elevarán en Friederich Hölderlin que permite “...transformar pensamiento en palabra,
a la Belleza: la voluntad de estetizar al mundo.26 objeto en nombre.” Jamás deben confundirse, por lo
Para Hamann la posibilidad de comprender, amar tanto, las palabras con los conceptos. Mucho menos
y sentir de acuerdo a la creación se encuentra en la éstos con la realidad. Ese dislate es para Hamman
lectura de la Biblia. Historia individual e historia co- uno de los orígenes del falseamiento y pérdida de
lectiva son las voces del creador. El mago del norte la fuente de realidad. Ahí están los científicos que
quiere comprender a los otros, penetrar sus pensa- construyen, en la abstracción, la realidad que desean
mientos, y encuentra una manera: “Con la pasión de pero sin el ancla del sentimiento individual. Lejos de
un amigo, de un íntimo, un amante.” Un diálogo de la gracia divina.
los sentimientos que Herder sintetizó en la Einfühlung Lo que a J. G. Hamann le interesa es arriesgar
o feeling into, sentir con empatía. una respuesta para las preguntas trascendentales:
El tiempo anterior a la caída conoció la identidad ¿Cómo es que estamos aquí? ¿Cuál es nuestra finali-
entre la inmediatez de los sentidos y el pensamiento. dad? ¿Cómo apaciguar la angustia espiritual, el des-
Lenguaje y pensamiento vivían en unidad. asosiego de los que se preguntan por tales cosas? La
respuesta, a diferencia del sacrilegio que es la tragedia
Cada fenómeno de la naturaleza era un nombre: el signo, el griega o el propio Empédocles de Hölderlin, es la fe o
símbolo, la promesa de una unión -fresca, secreta e inefable, la creencia. Con la mirada puesta en Dios.

26. Precursor de Max Weber en la Verstehen. Hölderlin era ene- de la particularidad procura. En uno el triunfo del mito en
migo acérrimo en la perspectiva especializante. En Hölderlin otro el tipo ideal racional.
la Unidad con el Todo, en Max Weber el mundo desencantado 27. Isaiah Berlin, El mago del norte. J.G. Hamann y el origen ... op.
por la razón y la plenitud que sólo el conocimiento profundo cit., p.160.

34
La corona cabalística de J.G. Hamann

Esta analogía del hombre con el Creador otorga a todas las criaturas La voz poética puede ser buscada en el canon pla-
su esencia y su sello, del que dependen la fidelidad y la fe en toda la tónico o en el aristotélico. J. G. Hamann recurre, en
naturaleza. Cuanto más viva se encuentra en nuestra alma la idea cambio, a la visión de los gnósticos y a la interpreta-
de ser el fiel retrato del Dios invisible28, tanto más capaces somos ción medieval del Antiguo Testamento: la cábala. Te-
de ver, sentir, mirar y tocar con las manos Su benevolencia en jida de elementos gnósticos y neoplatónicos, la cábala
las criaturas. Cualquier impresión de la naturaleza en el hombre explora la subjetividad autoconciente con espíritu de
no sólo es un recuerdo, sino una prenda de la verdad profunda desaprehensión y recursos retóricos extremos. Se trata
de quién es el SEÑOR. Cualquier reacción del hombre hacia la de descifrar el sentido originario del lenguaje bíblico a
criatura es carta y sello de nuestra participación en la naturaleza través de la desaprehensión tanto de la Biblia como del
divina29, de la que somos parte, de su género.30 Talmud. “Un nuevo impulso religioso” que propicia la
emergencia de grandes posibilidades creativas con la
Tal vez sea la idea del profeta vuelto poeta. El que emanación del sefirat.
conoce la historia pretérita y prevé el futuro en su con- Y las sefirats son expresiones lingüísticas paradóji-
dición de testigo privilegiado de la unidad orgánica de cas, antitéticas, en vertiginosa transformación, ilumi-
Dios y el hombre. Las pasiones y el azar son parte de naciones y revelaciones de la creación, “metáforas de
esa unidad y ese lenguaje. Quien así lo contemple en- tal magnitud que se convierten en poemas en sí mis-
contrará la comunidad de sentido. Es un profeta que mos” y que corresponden con los atributos del genio
nos cuenta la historia pasada, la que acontece y la futu- de Dios y de Adán Kadmon.
ra, ofreciendo la comunidad de sentido que, generosa,
mana de leer la historia como el discurrir de la palabra
de Dios. Es en las palabras del pasado donde mejor
se puede comprender su sentido y “la historia de un
pueblo está en su lenguaje.”31 Se refiere a la gramática
que mira a la particularidad compartiendo el discurso
universal sin violentar su autonomía. La autenticidad
del escritor estriba no en el seguimiento puntual de las
reglas de las academias, sino en ser capaz de conver-
tirse en “señor de sus palabras”, incluso para escribir
incorrectamente, si esa es su voluntad.

28. Cfr. Georg Hamman, Ahesthetica in Nuce..., op., cit., p. 16 médula de la Patria es guadalupana”. Igualmente explora los
29. Ibid. alcances del lenguaje, los gritos belicosos y encendidos. ¡Los hijos
30. Ibid. de la chingada!, la mujer violada por los chingones: los políticos,
31. Octavio Paz comprendió pronto esta visión romántica de la los caciques, los militares; en pocas palabras, por los machos. El
historia. El laberinto de la soledad es un ensayo que interpreta la laberinto de la soledad es, siguiendo en ello a José Vasconcelos,
historia del pasado mexicano a partir del romanticismo alemán. Alfonso Reyes, Antonio Caso y Jorge Cuesta, una crítica román-
Habla Octavio Paz de un vaivén entre la soledad y la comunión, tica de la modernidad. David Brading, en un espléndido ensayo
la reconciliación con el mundo, la hora en que los mexicanos, sin reciente, apunta que “Ésta era la tradición en la que Paz figuró
dejar de pisar suelo nacional, nos fundimos a la universalidad: cuando escribió sobre el pasado mexicano [...] es una desencanta-
“[...] la universalidad es el fruto de la nacionalidad”. Pienso en da versión mexicana de los Discursos sobre la nación alemana de
el nacionalismo que emerge del romanticismo, en especial de Fichte”. En ese trabajo el historiador inglés no duda en reconocer
Fichte. En la obra de Paz es la imaginación viviente la que rescata en la interpretación que Paz realiza de la historia de México un
los mitos. Las fiestas, las ceremonias, los rituales, las máscaras poeta al tiempo que un profeta. Cfr. David Brading, Octavio Paz
y, sobre todo, el alma colectiva que identifica en la religión: “la y la poética de la historia mexicana, fce, México, 2002, p. 100.

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Miguel Ángel Rodríguez

En esa idea el mundo y el ser humano fueron crea- ¡Observad! Los grandes y pequeños escribanos de la

dos por Dios a partir de sí mismo y de la nada pri- sabiduría profana han ahogado, como un diluvio, el texto de

mordial. El Keter —sefirat central de la cábala— es la la naturaleza. ¿No debían hacerse agua todas sus bellezas y

aureola de Adán Kadmon antes de su expulsión del riquezas? Pero hacéis milagros más grandes, que nunca han

paraíso: la corona cabalísitica: J. Georg Hamann cabría hecho los dioses, cuando trataban de convencer al género

muy bien entre los escritores tocados por el anillo de humano, divirtiéndose35con encinas36 y columnas de sal, con

esa corona cabalística. Un rapsoda socrático. fábulas y con metamorfosis petrificadas y alquímicas. Vosotros

Para Hamann la razón es biográfica y narra todas enceguecéis a la naturaleza para que sea vuestra guía. Más

las acciones individuales de una existencia que uni- bien os habéis quitado los ojos por el epicureismo, para que

da a las demás narrativas particulares configuran la se piense de vosotros que sois los profetas, quienes succionan

realidad, la compleja red de palabras entre Dios y el la inspiración y la interpretación de sus cinco dedos. Queréis

hombre. Discurso de comunidad, el pueblo de Dios. gobernar sobre la naturaleza y os atáis las manos y los pies con

Discurso de la individualidad y sus pasiones. Dueño el estoicismo, para poder tararear con más conmoción en vues-

el hombre de una interpretación subjetiva y pasional tros poemas sobre las ataduras diamantinas del destino.37

en plena libertad. La autonomía del individuo para


elegir su deseo. Lo elige desde el lenguaje, desde los Es la letra de la razón contra la letra de las escritu-
símbolos. Por ello esos símbolos se encuentran antes ras. Las imágenes contra el poder de las abstracciones
que el pensamiento y el conocimiento racional, son conceptuales.
el campo donde crecen y no pueden ser objetivados. Isaiah Berlin escribe que para Hamann “El len-
Inspiración y creación de símbolos y lenguajes. Las guaje es el primer y último órgano y criterio de la
musas y el creador. razón.” Los símbolos del lenguaje tienen su origen
en las imágenes que aparecen antes que las pala-
¡Oh, una musa como el fuego del orfebre, y como el jabón bras. Tales imágenes, a la manera de Hume, son
de las lavanderas32! Ella se atreverá a purificar el uso natural creadas por las pasiones. Es entonces un lenguaje
de los sentidos, del uso innatural de las abstracciones33, por de símbolos que modifica sus tonos en la experien-
el cual nuestros conceptos de las cosas se mutilan tanto, cia sensible. Conceptos y categorías, para seguir la
como el nombre del Creador se subyuga y blasfema. Hablo interpretación de Berlin, provendrían de la ordena-
con vosotros, griegos, ya que os pensáis más sabios que los ción de los símbolos. Cualquier habla, reflexión o
chambelanes con las llaves gnósticas. Tratad de leer la Iliada expresión estética puede expresarse por medio de
después de haber filtrado, por la abstracción, las dos vocales ellos, pero se trata de experiencias no universales
alpha y omega, y después comunicadme vuestra opinión de que, por ello mismo, mucho menos pueden ser re-
la razón y de la armonía del poeta. ducidas a sistema.
C-nt-, Di-s-, el v-l-r de -quiles, el hij- de Pele-.34 En pocas palabras, se trata de la fe que es el presu-
puesto básico sobre el que se desarrolla la razón y la
conciencia. En ese contexto la predominante cultura
francesa le parece atea y disolvente. Algunos autores
32. Georg Hamman, Ahesthetica in Nuce..., op. cit., p. 16
33. Ibid. que siguieron la polémica que sostuvo Hamann con
34. Ibid. Mendelssohn encuentran en sus argumentos algu-
35. Ibid.
36. Ibid. nas expresiones de antijudaísmo. Isaiah Berlin, por
37. Ibid.

36
La corona cabalística de J.G. Hamann

ejemplo, sostiene que Hamann pensaba que la tole- lenguaje: el lugar donde habita la autonomía. Vivir
rancia a los judíos constituía una condescendencia por sí mismo, sin tutelas: “quien confía en el juicio de
innecesaria. otro más que en el suyo, deja de ser hombre.” Sólo
El genio creador es una figura central en el pensa- en libertad aparece la comprensión y la inspiración.
miento de Hamann y lo será después —con excepción Sólo en libertad para experimentar los frescos aires
de Goethe— del pensamiento romántico. En el genio de la cima y/o los nauseabundos venenos de la sima
vive la voluntad de oír todas las voces y comprender la es pensable el genio. Es una falta capital apartar la in-
palabra. El lenguaje de Dios que cantan los orates, los teligencia de los “abismos más profundos de la más
miserables y los malditos. La voz de los viciosos igual tangible sensualidad.”
que la de los cuerdos, los poderosos, los bondadosos Es una libertad que simultáneamente hace del
o los virtuosos. De la misma manera que Dios apren- genio un maestro y un alumno. Con una condición
dió el lenguaje de los hombres para comprenderlos irrenunciable. La fidelidad a sí mismo. La autentici-
en su fragilidad y comunicarse con ellos, el hombre dad. La dignidad de las artes reside en su libertad y
debe escuchar y aprender, a su imagen, de todos los fantasía. El genio vive en el lenguaje y desdeña las
idiomas. Suenan a posmodernas estas ideas de diver- normas académicas que limitan la creación a formas
sidad cultural y credo barroco. Julio Seoane Pinilla nos por el tiempo consagradas. Hablar y pensar la pala-
recuerda de Hamann que: bra corresponde a los poetas y a los profetas. El genio
romántico los fusiona, sería capaz de cantar como el
Pensar es traducir de una lengua angélica a otra humana, poeta y pensar como el profeta. Lenguaje que hace
esto es, transformar pensamiento en palabra, cosa en nombre, sensible a la razón.
imágenes en signos que pueden ser poéticos o quirománticos, Es un ser particular porque Dios nos habla en par-
históricos o simbólicos o jeroglíficos y filosóficos o característi- ticular. Siguiendo la metáfora de Hamann, el genio
cos. Este género de traducción acuerda más que con cualquier aporta las vocales de un alfabeto de consonantes. Da
otra cosa, con el reverso de una alfombra.38 sentido al lenguaje divino y lo hace compartiendo el
sentido de la comunidad desde su poderosa e invul-
El símil de la complejidad del lenguaje en la his- nerable subjetividad. El Creador y el genio en escritu-
toria con la trama de una alfombra es una metáfora ra a cuatro manos, unidad de los anillos y el pueblo.
también utilizada por Kant. Una obra con hilos tejidos Como bien lo subraya Julio Seoane Pinillla:
por locos. Sin embargo, en Kant aparece por todas
partes el privilegio de la razón práctica. En Hamman, Hablar desde sí, pero hablar siempre con alguien, oyéndole,
por el contrario, el sentimiento y el deseo. Hamman siendo sensible a sus palabras, ésta es la virtud moderna que
decía, con razón, que Kant había renunciado a la ciu- el genio representa. Pues bien, sólo el genio, el poeta-profeta,
dadela interior. es capaz de hablar y entender un discurso que hablando de
La filosofía libertaria de Hamann mira exclusiva- cada particular habla en toda palabra.39
mente el interior, individualmente, libre incluso del
Por ello la política, que es el arte de estar todos en
el mundo, descifra el discurso. El poeta-profeta es un
38. Julio Seoane Pinilla, La ilustración heterodoxa: Sade, Mandeville legislador que busca una idea perfecta de lo social.
y Hamann, Espiral Hispano Americana, España, 1998, pp.203-
204. En este número en la página 10. Lenguaje y acción son reflejos en la óptica de Ham-
39. Ibid., p.200.

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Miguel Ángel Rodríguez

man. El político debe ser capaz de comprender por El equilibrio entre el genio filosófico y el poético
la poesía el lenguaje de la comunidad. Nos dice Ha- encuentra sustento en un orden social. El genio es un
mann que no puede restringirse a lenguaje racional: ser que une la palabra con la acción, de ahí su carácter
político (leben ist actio). Pero el Estado es un ente está-
El disparate de confundir las lenguas y la fe ciega con ciertos tico. En Hamman, como es común también al ensayis-
signos y fórmulas representa a veces golpes de Estado que ta político Whilelm Humboldt y a los poetas Schiller
tienen más importancia en el reino de la verdad que las raíces y Hölderlin, el Estado resulta una fría máquina que
más fuertes y desenterradas a lo vivo de una palabra o que la amenaza la pródiga fertilidad creativa del individuo,
infinita genealogía de una idea; son golpes de Estado que ni la espontaneidad de sus pasiones. Sus abstractas leyes
en los mejores sueños le surgirían a un politicastro versado o no dan cuenta de la vida que circula en los frutos de
a un artesano parlanchín.40 los jardines del lenguaje. Como casi siempre en este
tipo de pasajes recurro a Isaiah Berlin, quien observa
La vida de la palabra no anidará en la lengua de los que la raíz de esta idea antiinstitucional podría ser de
insensibles al sentido de comunidad. No los concep- origen pietista. La pasión no es un pecado.42
tos del argumento, la narración que devela y aclara. Hamann consideraba que nadie tenía derecho a
Los tres tiempos unidos en la figura del genio crea- imponer cómo debemos actuar. Menos aún la elite de
dor. El presente del poeta y el ausente de la profecía. cortesanos franceses que dictaban leyes de ciudada-
El erudito reúne los fragmentos de la unidad rota, el nía y madurez. Entre la ilustración y el despotismo
filósofo los interpreta y el poeta, a través del lengua- las diferencias eran menores. Sólo cambiaba la figura
je, de la forma, insinúa el retorno a Itaca. El paraíso de la potestad. Al final el hombre terminaba subyu-
recobrado. Continúa Hamann: gado. El reclamo de libertad individual de Hamann
simpatizaba más con el pueblo, con los humildes de
El espíritu de observación y el espíritu de profecía son los corazón y su grandeza y, como ya Sheakespeare ha-
aliados del genio humano. Al dominio del primero pertenece bía observado, su propia tragedia. Hölderlin escribi-
todo el presente, al dominio del segundo todo aquello que rá con el mismo espíritu contra el Estado y a favor
está ausente, el pasado y el porvenir. El genio filosófico ma- del pueblo.
nifiesta su potencia en el hecho que se esfuerza, por medio de El argumento kantiano que dividía el imperativo
la abstracción, en dejar ausente todo lo que es presente [...] el categórico del funcionario público que tenía que obede-
genio poético manifiesta su potencia en el hecho de que, por cer a su señor, fuese la orden que fuese, y, por igual, la
medio de su ficción, transfigura la visión de un pasado y de un del criticar privadamente esa acción como ciudadano,
futuro ausente hasta hacerlos llegar a ser una representación le parecía un garabato que degradaba la libertad. No
presente. La crítica y la política se oponen a la usurpación de era posible que simultáneamente fuese amo y esclavo.
cada una de estas dos potencias y proveen a su equilibrio.41 Hamman es elocuente cuando escribe:

40. Ibid., p.203.


41. Ibid, p. 211. sus fuerzas el puritanismo de los pietistas, la noción de que
42. Aunque es evidente que se trata de una coincidencia mar- el hombre sólo es un vaso impuro, un amasijo de pecado y
ginal, considerando en especial la tolerancia hamanniana corrupción que debe arrancar de sí todo deseo natural puesto
con los inferna , es importante añadir lo que el propio Berlin que está bajo la maldición del pecado...” (Cfr. Isaiah Berlin, El
destaca del pensamiento de Hamann: “Rechaza con todas mago del norte. J.G. Hamann y [...] p. 182).

38
La corona cabalística de J.G. Hamann

Sin libertad para ser malvado no hay mérito, y sin libertad Edmund Burke, romántico inglés de lo bello y lo su-
para ser bueno, no hay ninguna atribución de culpa, por blime, también sostenía que “[...] la filosofía mecánica
tanto, no hay en absoluto ningún conocimiento del bien y del de nuestras instituciones no puede encarnarse —si me
mal. La libertad es el maximum y el minimum de nuestras es lícito usar la palabra— en personas” y por ello los
capacidades naturales, cimiento y fin de todo su sentido, sentimientos más nobles —el espíritu caballeresco y la
desarrollo y alcance. religión— son exiliados de las modernas instituciones
Ni el instinto ni el sensus comunis determinan al hombre [...] públicas. ¿Cómo amar así a la patria? El inglés confía por
Cada hombre es su propio legislador, pero también el primero ello en la prudencia de los poetas para descifrar el len-
y el más inmediato de sus súbditos.43 guaje de los Estados y la particularidad de costumbres
o conductas nacionales: “para amar nuestro país, nues-
El Estado le parecía a Hamman una máquina ar- tro país debe ser amable.” No cabe duda que Edmund
tificial manejada por demagogos incapaces de ima- Burke, de profunda influencia en el pensador mexicano
ginar, ni en sus mejores orgasmos, la riqueza extática Lucas Alamán, sintetizaba magistralmente en estas pá-
de la libertad individual. Para Hamann la caridad y ginas el espíritu del romanliberalismo europeo.
la autoridad son incompatibles en el Estado moder- Para Isaiah Berlin la visión histórica de Hamman
no. Déspotas y sofistas contra los que él, Sócrates de revelaba la defensa de una región atrasada de Prusia
Alemania, levantaba su verdadero lenguaje. La sép- en vísperas de ser absorbida por el Rechtsstaat y por la
tima de las Cartas sobre la educación estética del hombre, ambición cosmopolita y uniformante de la Ilustración.
de Friedrich Schiller, levanta una crítica semejante G. Herder compartía con su maestro Hamann la pre-
contra el poder estatal. ferencia “[...] por las costumbres y las canciones de la
Para ellos el Estado naciente es ambición de di- costa del Báltico que por el nuevo Estado, moderno y
nero, simulación y sangre: los símbolos del poder bien administrado” que los racionalistas proponían
estatal. La nobleza y el honor del antiguo orden so- como ideal de convivencia. Tanto para uno como para
cial estaban amenazados, como ya también Edmund otro el monismo era el enemigo fundamental. Provi-
Burke (1729-1797) observaba en Inglaterra, por “[...] niese de la Iglesia Romana o de la Ciencia.
este sistema de filosofía bárbara, hijo de corazones La vida debe vivirse en libertad, lejos de cortesanas
fríos y de inteligencias cenagosas, desprovisto de ambiciones, lejos de “[...] la peste de morir en los con-
sabiduría sólida y de todo gusto y elegancia, las fines y vísceras del Estado.” Quizá rememorando su
leyes se van a apoyar únicamente en el terror que propia biografía, J. G. Hamman observa en el edificio
siembran y en la preocupación que todo individuo institucional la muerte del lenguaje y de las pasiones
podrá encontrar en ellas hacia sus propias especula- del cuerpo. Una manera de declarar su rebeldía a la
ciones privadas o la que pueda distraer de sus pro- autoridad es la confesión de su incapacidad natural
pios intereses particulares. En los bosquecillos de su para la adulación:
academia, al final de cada avenida no se encuentran
más que cadalsos.”44 He aquí que mi interior está como vino sin escape, / que hace
reventar los odres nuevos. / Hablaré, pues, para desahogarme
/ y abriré mis labios para responder. / No haré excepción de
43. Ibid., p.211. personas ni adularé a nadie, / porque yo no sé adular, / y me
44. Edmund Burke, “Reflexiones sobre la Revolución Francesa”,
en Textos políticos, FCE, México, 1984, p. 18 soportará por un poco mi Hacedor.

CajaNegra 39
Miguel Ángel Rodríguez

Piensa que la expresión de la virtud se guía por métodos inducidos de locura. En ese tenor Hamann
las creencias y costumbres que permiten comprender llega incluso a compartir la idea de Heinse de explorar
el mundo de los sentimientos. Pluralidad de lengua- la acción hasta el extremo del “escándalo de los bien-
jes que Julio Seoane aproxima a las condiciones de pensantes”: “la belleza es la apariencia de nuestro ser
la política moderna, de la democracia. Sólo que no a entero no falsificado” habría escrito Heinse. Lo suscri-
partir de leyes o ficciones institucionales, sino sobre bía Hamann completamente. La vida es una arena de
su integración a la experiencia vital. Inútil aprehen- antítesis que ninguna teoría puede suavizar.
derla o uniformarla por los caminos de la razón. Es El genio es un loco desde la estupidez de la vigilan-
imprescindible aprender a escuchar todos los idiomas te cordura, padece “una divina enfermedad” que los
y todas las voces del lenguaje. exhibe como ignorantes, en particular a la hora que los
La vida cotidiana y sus redes de comunicación a orates sugieren, por la palabra, la reunión del cielo con
las que nosotros podemos agregar las letras faltantes la tierra. Aunque Berlin sabe de la risa que este genio
del alfabeto, las vocales del alma. Pero no a partir de provocaba en Kant, y hasta encuentra cierta razón en
la enajenante teoría, sino de la libertad de la vida sen- su descalificación, vislumbra en Hamann “los mundos
sual y el sentimiento. La acción que incluso nos lleva de Herder, Friederich Schlegel, Tieck, Schiller e incluso
a cohabitar con nuestra abuela la naturaleza, como también de Goethe.” Jacobi y Herder. Los hermanos
recomienda el Corán, para celebrar la comunión con Schlegel, en la siguiente generación, son los protago-
ella. La reconciliación entre carne y espíritu (unity), nistas de esta tradición rebelde contra el racionalismo y
“la unidad interna (oneness) de la vida.” La conseja es el clasicismo Europeo. Tradición de ruptura a la que se
proverbial: “piensa menos y vive más”. adjudican todos los bienes y todos los males de nuestra
Nietzsche hablará un siglo después de desplazar historia contemporánea.
el pensar peligroso por el vivir peligroso. El hombre Henry Hardy escribe que el romanticismo alemán
de acción es comparado, por Hamann, con un sonám- altera la relación del conocimiento. No es el sujeto
bulo que actúa con mayor sentido y audacia ante los externo que ordena y explica desde ring side la com-
peligros de la existencia que un hombre con los ojos pleja lucha de la naturaleza. Es el hombre inserto en
abiertos. Su confianza proviene de su ceguera. De su la naturaleza y mirando para todas partes en busca
fe en los sentidos y no en la razón. Por ello se deben de una respuesta que no ignora su raíz, aunque des-
romper los artefactos de la razón que mantienen des- conoce su profundidad. El resultado de ese esfuerzo
piertos a los hombres. La arrogancia de la vigilia les no es conocimiento, es creación. No se traduce en co-
impide y obstaculiza las bellas acciones sonámbulas rrespondencias o regularidades, sino, como en J.G.
del hombre. De ahí el aprecio por el conocimiento de Hamann, en la comprensión del alfabeto hermético
los sueños entre los románticos y surrealistas. O los y el goce eleusino del lenguaje de los dioses.

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