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La decisión de Putin de ordenar a sus cazas derribar los aviones norteamericanos que

suministren armas y pertrechos de guerra al Estado Islámico y al denominado


“Ejército Libre de Siria” ha creado una tensión extrema entre Estados Unidos y Rusia
que no se vivía desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962.

La orden dada por el presidente ruso ha transcendido durante la reunión anual del foro de
inversiones VTB Capital “Kalling Rusia”, celebrado el martes 13 de octubre en Moscú.
Fuentes diplomáticas europeas señalaron a MIL21 que el dirigente ruso afirmó en su
intervención que habían solicitado a Estados Unidos un listado de los objetivos que
consideraban cien por cien terroristas, y la respuesta fue que no estaban preparados para
facilitar esa información.
“Entonces les preguntamos dónde debemos golpear [a los terroristas] y tampoco hubo
respuesta, no es broma, no estoy inventando nada, es lo que propusimos a los
estadounidenses”, comentó Putin ante un millar de empresarios.
El presidente ruso desvela que Washington no quiere facilitar información sobre los
terroristas en Siria
Añadió que los aliados occidentales no tienen conocimiento de lo que realmente está
pasando en Siria, y que el único objetivo de Rusia es luchar contra el terrorismo “que es un
peligro para Estados Unidos, para Rusia, para los países europeos, y para todo el mundo en
general”.
Solo cooperación militar, no de Inteligencia

Tras la intervención del Presidente ruso, diplomáticos presentes en el foro con acceso a los
ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa indicaron que Putin había dado orden de
disparar a los aviones que transporten suministros para los grupos terroristas.

El dirigente ruso se había quejado durante su intervención de que los contactos entre Rusia
y Estados Unidos se mantenían solo a nivel militar “intercambiando información sobre los
sistemas amigo-enemigo de nuestros aviones, pero esto no es suficiente”.

Putin dio a entender que faltaba la colaboración en el campo de los servicios de


inteligencia. Un día después el ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov confirmaba
ante el Parlamento ruso que los Estados Unidos no tenían interés en cooperar en el campo
de la Inteligencia.

La CIA fleta vuelos con aviones de carga de compañías civiles que efectúan los
lanzamientos de armamento, munición y pertrechos al Estado Islámico y Frente Al-Nusra,
nombre de Al Qaeda en Siria. Fuentes de inteligencia europeas confirman que también han
sido utilizados aviones de la US Air Force.
Conversación con Obama

Putin subrayó en su intervención la necesidad de extender la cooperación entre Rusia y


Estados Unidos al campo político, como única forma de resolver el conflicto en Siria.
Desveló que había sugerido a Obama celebrar una reunión de alto nivel en Washington.
“Le dije que estamos dispuestos a enviar una gran delegación a Washington para discutir,
en primer lugar, las cuestiones de la liquidación de Siria. Creo que puede ser una
delegación seria, encabezada por el primer ministro Dmitry Medvedev, y podría incluir
militares de alto rango como el subjefe del Estado Mayor General y agentes de seguridad.
Hasta ahora no ha habido ninguna respuesta”, afirmó el dirigente ruso.
Tensión y acusaciones mutuas
Reconoció que “Sí, hay muy muchas sospechas mutuas y acusaciones mutuas, pero si no
trabajamos hacia una solución, nunca se podrá encontrar”. En este ambiente de crispación,
el miércoles 14 de octubre, el ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov anunció en la
Cámara Baja que Washington no quería recibir a la delegación rusa, ni tampoco enviar una
a Moscú.

El enfado del jefe de la diplomacia rusa era evidente. En la sesión reveló que habían
invitado a los norteamericanos a unirse al centro antiterrorista con base en Bagdad, y que
obtuvieron “una respuesta poco constructiva”.

Moscú envía más cazabombardeos


Para llevar a cabo los ataques contra los aviones de suministros norteamericanos, el
Ministerio de Defensa enviará a Siria 30 cazabombardeos Sukhoi SU-30 de combate aire-
aire, que se unirán al medio centenar de aparatos ya desplegados en la base siria de Latakia.

En apenas dos semanas de bombardeos, la fuerza aérea rusa ha destruido el 40% de las
infraestructuras y puestos de mando del Estado Islámico y del Frente Al-Nusra, algo que en
año y medio no había logrado Estados Unidos.
Los pilotos norteamericanos y aliados recibieron la orden de no atacar al Frente Al-Nusra
Poco a poco trasciende que, en realidad, el Pentágono ha retrasado la derrota del Estado
Islámico al tiempo que difundía una versión manipulada de la campaña militar ocultando
que apoyaba a los combatientes yihadistas para que dirigiesen sus ataques contra el ejército
de Damasco y facilitar así la caída del dictador Al-Asad.
Prohibido atacar a Al Qaeda
La revista francesa “Le Canard Enchaîné” desvela en su edición del 6 de octubre que desde
hace más de un año los pilotos norteamericanos y de los países de la coalición que operan
en Siria e Irak recibieron la orden de no atacar al Frente Al-Nusra.
“Turquía (miembro de la OTAN), Arabia Saudí y Qatar (aliados y clientes de EEUU y
Francia) arman y financian este Ejército de la Conquistas”, asegura la publicación gala.
Los cuatro ejes de la “línea roja”

La estrategia desplegada por Washington chocó con los intereses de Rusia, que se ha
volcado en la defensa de su aliado el presidente sirio. Putin puso en Siria la “línea roja” que
Estados Unidos no debía traspasar. Ésta engloba básicamente cuatro aspectos, según
fuentes de inteligencia europeas:

1 - Tartus. Esta base naval en la costa siria es imprescindible para que la Flota del Mar
Negro pueda operar en mares abiertos sin depender de un eventual cierre del Bósforo por la
OTAN.
2 - Terrorismo yihadista. Moscú necesita derrotar al Estado Islámico en los territorios de
Siria e Irak ocupados, y evitar así que los islamistas se extiendan por el Cáucaso ruso.

3 - El pivote sirio. Mantener a Siria como régimen amigo permite a Moscú (además de
contar con la base naval de Tartus y la aérea de Latakia) proyectar su presencia en la
estratégica región de Oriente Medio y convertirse en un actor regional de primer orden.

4 - Gasoducto Qatar-Europa. Washington planea construir un gran gasoducto que desde el


emirato qatarí atraviese Siria y Turquía hasta Europa con el objetivo de asestar un golpe
mortal a las exportaciones gasistas rusas, una de las fuentes de financiación de la economía
de Rusia.
Todas estas razones impulsaron a Washington a acabar con la dictadura de Bashar al-Asad
para establecer un “régimen amigo” que impidiese la presencia rusa y facilitase el tránsito
del oleoducto.

Washington trata de emplear en Siria el mismo mecanismo que utilizó para acabar con
Gadafi en Libia
El mecanismo empleado por Washington en Siria estaba calcado del que acabó con
Muamar Gadafi en Libia. Mercenarios yihadistas como fuerzas de choque (Estado Islámico
y Frente Al-Nusra), creación de una fuerza militar paralela (Ejército Libre de Siria),
constitución de una plataforma política que agrupe a la totalidad de las fuerzas de oposición
(Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria) e intervención
de unidades de operaciones especiales para neutralizar las infraestructuras militares y de
seguridad. Todo ello, bajo el asesoramiento y coordinación de las agencias de inteligencia
norteamericanas, con apoyo británico y abundante financiación de Qatar y Arabia Saudí.

Los yihadistas se refugian en Turquía


Este colosal choque de intereses económicos, estratégicos y militares determinó que Putin
decidiese intervenir en Siria facilitando, primero, asesores militares, misiles de defensa
aérea de última generación y datos de Inteligencia.
Al comprobar que no era suficiente, a finales de septiembre el dirigente ruso envió a su
fuerza aérea para laminar al Estado Islámico. En apenas dos semanas de certeros
bombardeos gracias a los datos de inteligencia de los servicios rusos, sirios, iraníes y
Hezbollah, los cazas han destruido casi la mitad de las infraestructuras del Estado Islámico
y puesto en fuga a miles de islamistas, que se refugian en Turquía.
Pero los servicios de inteligencia observan que Washington sigue facilitando desde el aire
armamento, munición y pertrechos al Estado Islámico y al ilusorio Ejército Libre Sirio.

La mayor tensión desde la crisis de los misiles


En este contexto se produce la decisión del presidente ruso de acabar con los suministros,
aunque ello suponga un enfrentamiento directo y sin precedentes entre Rusia y Estados
Unidos, situación que no ocurría desde la crisis de los misiles en Cuba, en octubre de 1962,
el momento de mayor tensión de la Guerra Fría.
Las relaciones Washington-Moscú han sufrido un brusco deterioro tras conocerse hace una
semana que tres miembros de las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses que
asesoraban al Frente Al-Nusra resultaron muertos por los bombardeos de la aviación rusa.

El escenario de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos es calificado por las citadas
fuentes de inteligencia europeas de “esquizofrénico” y aportan, a modo de resumen, los
siguientes datos:

* Solo existe coordinación militar, acotada al intercambio de información para que los
cazas rusos y norteamericanos no se derriben entre ellos, como reconoce Putin.

* No existe ningún nivel de cooperación entre los servicios de inteligencia estadounidenses


y rusos, como asegura el ministro Lavrov. Éste es un aspecto crucial en los teatros de
operaciones modernos para hacer un uso eficiente de los recursos militares, evitar bajas
entre la población civil, derrotar al enemigo y reducir la duración del conflicto.

* No hay diálogo político ante la desconfianza de Obama de que la propuesta de Putin de


enviar a Washington una delegación encabezada por el primer ministro Medvedev sea una
operación propagandística del Kremlin con el fin de tomar la iniciativa y acorralar a la Casa
Blanca.

* Militares de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos que asesoran a los
yihadistas resultan muertos en los bombardeos de la aviación rusa.

* La CIA prosigue con los suministros de armas a las fuerzas opositoras al régimen de
Bashar al-Asad, lo que frustra los esfuerzos de Putin de acabar rápidamente con el Estado
Islámico.

* Decisión de derribar los aviones que suministran armamento a todo opositor al régimen
de Damasco.

Para las fuentes consultadas, y a la luz de las noticias que se van sucediendo, en estos
momentos una sola chispa puede prender la mecha de una guerra de consecuencias
imprevisibles.

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