Kutxi sino un poeta de mierda en un lugar en el que cuando el mismo dios en calzoncillos falta un penalti le escarnian con un <¡Dedícate a la poesía! >?. Incluso a alguien como yo, el prologuista más chungo que podía haberse buscado, y al que, por su vocación, ajustar cuentos, arrojar palabras como piedras contra las ventanas, cabrían suponérsele inclinaciones a ese tipo de "aberraciones", la poesía, lo confieso, se le resistió durante años, bien dinamitada con el zafio mecanismo de relojería que nos vendían en la escuela, como si debajo de cada verso se enredaran hilos inertes que hacían funcionar calculadamente cada figura, cada rima, bien vomitada con repugnancia (como "cribada por un ano", que diría un poeta de mierda, y nunca mejor dicho, como Kutxi) en cada uno de los horribles pareados con que algunos adolescentes embadurnaban sus carpetas, confundiéndolos con las primeras y empalagosas sacudidas de sus hormonas; o bien, eso era la peor, despanzurrada sádicamente por aquel asesino en serio que bajo la apariencia de actor de teatro se colocaba ante un atril, a media luz, en el ¡horror!, programa de María Teresa Campos, y declamaba versos con una pretendida sensibilidad que en realidad sólo era un combate a muerte contra su estreñimiento. Si en verdad aquello era la poesía, yo prefería meterme a picoleto. Sin embargo, los caminos del demonio son inescrutables y en ellos terminan confluyendo las direcciones de todas las balas perdidas, así que un buen día se cruzaron en mi trayectoria, gracias a dios, o en este caso al diablo -pues en realidad uno aspiraba a hacer méritos beneméritos para subir dinamitado al cielo pestañí- poetas que me enseñaron que no habían aprendido sus versos en libros de texto como condenas, sino en otros lugares donde se pagaban bolas de verdad, como David González, en las cárceles de menores, Alimotxe, en manicomios y centros de desintoxicación...o Kutxi, en los andamios, las calles del barrio o bajeras de grupos de rocanrol... A Kutxi lo conocía antes de conocerle, ciertamente; había visto su foto cuando ganó el concurso de cantautores del gobierno de Navarra y apareció en los periódicos, en una de esas entregas de premios casi insultantes en las que los políticos juntan en rebaño a todos los artistas premiados a lo largo del año y les arrojan los flecos de sus presupuestos como quien da de comer a los pollos, con ese desprecio garrulo hacia la cultura, sobre todo si es la propia cultura. En esa foto, entre todos los satisfechos premiados, aparecía él en un rincón, con una sonrisa marciana y una camiseta subversiva con la que quedaba como feo junto al presidente. Y mientras el resto de artistas, sonrientes y maqueados, parecían agradecidos, quizás domesticados, Kutxi maquinaba en qué transformar el pienso que, de mala gana, esparcían los políticos (gracias a aquel premio, de hecho, se grabaría "La patera", el primer disco de "Marea", grupo en el que Kutxi despelleja corazones con las zarzas de su voz). Es la misma actitud retratada en esa foto la que supuran las dulces heridas de sus versos, ese tipo de versos gracias a los cuales la poesía comenzó a dejar de resistírseme, quizá no tanto como para escribir prólogos, pero en fin... Porque Kutxi es poeta, pero no va de poeta, no quiere ser poeta con los que quiere, no se siente especial, ni elegido, pues frente a la auténtica poesía, la que hay en los callos de una mano, en las manchas de una pared, en algunas miradas, se siente insignificante, sólo un "orgulloso excremento de vida", como decía en "Ruidografías", su anterior libro; Los versos de Kutxi son dignamente humildes y dolorosamente optimistas, de los que se mueren por vivir, como aves fénix que resurgen de sus propias heces, como corazones de mimbre que se doblan pero que no se doblegan... Los versos de Kutxi, un gato callejero que se pone las botas zampándose ratones de biblioteca (devora glotón dos o tres libros cada semana) , van directos por "El sumidero" al corazón mismo de la poesía, a sus temas clásicos, universales e intemporales, como el sueño, o mejor dicho, el insomnio, la soledad, los abismos de la locura, a los que Kutxi no puede evitar asomarse -la mirada abismal de su admirado Leopoldo María Panero- aún sabiendo que "el fracaso es algo hipnótico/y absorbente/que da pie/a la magnificación/de los interrogantes"; como, la escatología en sus dos acepciones, como la muerte, inquietantemente omnipresente en estos poemas, como una novia enlutada a la que Kutxi mira de frente, tranquilo, con la cabeza alta, con la dignidad que quien aunque sabe que le arrastrará inevitablemente al sumidero, morirá matando; y la mierda, esa tormenta de excrementos, anémonas de barro y semen infecto que se merecen estos tiempos igualmente de mierda, de dioses en calzoncillos. En definitiva, hagamos pues la pregunta de otra manera: ¿qué otra cosa sino un poeta de mierda poesía haber sido un tipo como Kutxi, que escribe sus versos con las tripas?
PATXI IRURZUN El Sumidero
Ten por seguro
que no recordarás que te pasó por encima mi escuálida palabra ella siempre fue un escanciar agua en los charcos ten por seguro que no te dolerá otros serán tus estigmas mi palabra tal que la tuya nada es has de saber. Fluye la tinta entre líneas y sin yo quererlo queda erigida una invisible estatua un transparente monumento al parecer en honor a la literatura en realidad a su detrimento jamás se vio el verbo tan desvalido como hoy en mí De nada vale que una vez decapitada llore tiemble como espadaña. Soterrada se engrandecerá. Mira si no mi cuerpo acribillado por esquejes de soledad. Creo que observé demasiado a los despojos el fracaso es algo hipnótico y absorbente que da pie a la magnificación de los interrogantes estoy seguro que ante semejante duda Bécquer no sabría qué responder y Neruda se desangraría en versos de una tristeza infinita. Al mismo tiempo es férrea y etérea esta prisión construida por carceleros de carácteres signos y letras más que una prisión una coartada para el día en que salten en mil pedazos las cadenas. Escondo en mi lomo tal que un libro antiguo un pútrido dios y en mis manos faltas de arado y laya una hedionda y divina aparición pero es en mis pupilas donde hiere mi tesoro ellas son quienes ocultan y contienen un río de lava repugnante como cribado por un ano que en un mirar de soslayo desata cotidianamente el infierno. Y fue mi poema impío desterrado sí mi pequeña deidad sueño que lo diviso infatigable aun fuera del desfile rompiendo el compás para lamento de unos para el resurgir de otros. Agrio el nacer de la palabra Mísero Don el del Verbo cuando la platea hierve ruge esperando el titubeo del lanzador de cuchillos y él sumiso se deja hacer como besado por Baco creando nada por siempre a cambio de nada. Sólo mostrando mis bienes convenceré falto de llaves y abalorios me muestro ante las dunas de este mundo redoblan los tambores y sólo un hombre solo sólo el sisear del batir de alas de los insectos ¿qué esperabais? claro que no hay nada he ahí mi fracaso. Miro absorto la sombra del ciprés cuánta angustia alberga en su sucio paraje cuánto deambular alrededor de la gruta guardián de oropeles y miserias de vidas fundidas en futuros de keroseno ha de ser pues mi último confesor a la par que inocente verdugo. Aunque somnoliento entiendo el no dormir del siglo como es imposible detener el alud de llanto del bolero tan insomne como los pueblos como los arrabales de la opulencia entiendo el pesar de su negra conciencia como entiendo el cruel letargo de este homicida calendario. Solloza la vida como lloraría yo no es una acto de cobardía ni mucho menos sólo es el reventar del desarraigo el sonido del palpitar de la raza HUMANA malditos seáis y bastardos desde el vientre trocáis otra muerte por semen infecto no hay ni habrá perdón en éste último juicio que no es otro que el de ayer y el de la mañana. Y seré absuelto seguro porque mi pecar fue liviano somero. Si mi embriaguez fue cuan Diógenes sin tinaja si ya rendí cuentas a mi calumnia al mío existir dejad inamovible mi catrera ya habéis lapidado suficiente a esta inofensiva anémona de barro. Dentro como fuera del poema es donde yerra el ser por el ser porque el flujo es flujo y jalea real en el letargo y en este insomnio. Así como los sueños copulan con mis demonios también dejo en sus manos esta desagradable contienda. El ajusticiamiento de ese prófugo destino por siempre sueño de mi poderío. Ha de ser mañana cuando cese el oleaje cuando en su cresta no exista un yo oh, súmmum de la ORIGINALIDAD maestros en la docencia del malditismo si eso habéis de ser sedlo mi yo ha de velar por la más pura beldad vuestro fallecer en vida la esencia de mi continuo resucitar. Sé de un alba que no deseo ni para el más lúgubre de mis anhelos como no deseo ser célebre en la aurora del poeta la iluminación el resplandor no he galopado durante tanto tiempo como para ser atrapado tan fácilmente en el ruido de los tacones dejadme a oscuras sólo quiero fundirme con mi propio humo. Tan sólo el abrir y cerrar de las bocas despierta en mí un tenue recuerdo como tenue migraña que ha de ser como hurgar en excrementos supongo como medir en milímetros la existencia el debatir desesperado en la memoria de un primerizo beso salvaje como un nunca. El día que no amanece hoy es salimos abandonamos la sombra confortable de muerte y sumisión y volvemos con nuevos trucos. Nos cambiaron el relincho por trueno la brisa por humo. No habrá historia sin arruga habrá historia con venas como cuerda de laúd. Quedará constancia de nuestro paso. Pero como mancha de arcilla. Como lágrima de carbón. Si mi persona hiede no será una declaración de principios sino una justificación de los medios que utilicé al trasegar por La Vida ¿ y cómo explicar cuando parta que el pañuelo de la despedida estaba seco? Me preguntan por mi sonrisa. Cuántas fueron las nieblas que la hicieron desertar no sé sólo soy un funambulista que no se dio cuenta del momento en que se partió el cable de acero. De la caricia temprana del lampiño beso de barrocas declaraciones abocadas al olvido... ...al ígneo recuerdo en líquido de adormidera en ovaladas frutas pisadas para en la eterna madrugada con un esbozo de sonrisa fallecer con él o quizá revivir en el delirio del despertar y librar una nueva batalla. Disculpad que no salga a recibiros presiento que tanto a mí como a mis ventanas este cruel día nos gangrenará los cristales el alféizar. Hemos de marchar mientras el tango de Discépolo nos dibuja en la sonrisa un antiguo credo aquel que reza que el mundo fue y será una porquería. En mi sueño plagados están los estercoleros de plegarias colmados los féretros de lenguas camaleónicas tierras que por fértiles fueron asaltadas por ciempiés humanos y que hoy hacen que mienta con versos desde sus entrañas de ciénaga. Ya he clausurado las puertas fuera de mi vista rompí el impetuoso ademán y aquí estoy he vuelto y mi espantosa desnudez te sigue avivando el recuerdo Vida te susurra y corta como el cierzo en verdad que fue agrio nuestro idilio. Enfrentados yo y mis demonios con dinteles esperanzas y promesas del primer mundo del segundo tras el segundo crujiendo al envejecer del tercer día en el que nadie resucita del cuarto oscuro del quinto mandamiento. En la muerte del poeta no en su sinvivir en su muerte existirá sentencia si fue suicida confeso o discurso feriante para forraje de almas si cabalgó como poeta loco por el desespere de la noche en una existencia de motor de explosión o ajado desesperante y silencioso como el curtir del cuero. Que caigan las puertas revienten sus goznes en nuestras fauces como de termita quede libre el laberinto que oculta al Alma Asesina que nos negó posada que lea en nuestras faces desencajadas que el día siempre vuelve siempre desde la noche de los tiempos. No te ofrezco como presente un corazón arraigado más bien una oculta y estéril simiente aguardando el surco sabiendo que sepultada tendrá que batirse en duelo. Otros o todos serán los jueces en ese combate tuyo contra ti. Ahora que me fue extirpado el tumor de redención hoy que descuartizo el minutero indago sobre el pretérito arcón del recuerdo lo seguiré encontrando lleno de vacío lo sé sé que no me puedo salvar de su embocadura melodía. Son eternas sus mil puñaladas a un tiempo. Embarrados los caminos no queda más que aguardar con un plante estúpido al reconocimiento a mi obra inacabada. Me sumo a sus estertores y espero cegado por el torbellino girando en la vorágine de los muertos poetas vivos cretinos. Escatimaron precauciones las gotas de lluvia en su impactar contra el asfalto y al clarear sólo su suplicar se escuchaba soluble del mandado rumor y sería la Lengua de Brea la que vería otra lid sería el Burdel Universal tristemente vencedor. Estrepitosa mi carcajada mientras agoniza mi santoral e hímenes sin vírgenes proclaman la demencia absoluta en este verso que unificado con todas las muertes en sí será pétalo o no será. Intuyo que mañana no han de hacer falta hombres y mujeres para engrendar vida porque ya no afloran vidas no serán amor y hambre los que inicien revoluciones no será un continuo divagar el porqué de los poemas jamás les hizo falta trascender serán pues como hoy clandestinos inservibles. Es temprano todavía para decapitar a la hidra dejémosla por ahora ulular con sus innumerables lenguas alimentémosla con lo poéticamente correcto para en medio de su discurso cenital descubrirnos invisibles y en su enmudecer arrebatarle la palabra. Es mi trabajo desdeñar poeta y poema por livianos nimios por insultantemente humildes porque en su belleza reside el yo verdadero desconocido baladí. Aún entre rejas en la verticalidad de un hoy diviso perfectamente el guadañar de mi adorado ser en los restos pilosos de otras supuestas vidas imaginario quehacer en un no haber inútil y mentiroso como un Freud eunuco mi sangrienta lucha contra el canto de sirena del sumidero que me ha de arrastrar inevitablemente. Un anhelo como semilla ha de ser desde un conuco desde donde espigue y venza no en millares de acres donde su ser mute en abandono en el desespere de aniquilar la imagen de un bello existir alimentando una vez más la árida vida de un cuerpo baldío. No daré lugar a vuestro exigir en el instante de mi muerte. Quedará latente mi postura con La Dama en este otro trasegar en este novísimo vals ha de ser la imposición de mi constante negación. Que no es otra que un morir matando. - Aprieta tus puños hasta el blanquecino nudillo remendado proscrito de la losa nada hay que perder más que lo difuso irremediablemente por otra parte Dios, pero duele que entre cientos de miles de millones de corazones te cayera en suerte puta y maldita un tic tac imperceptible un pecado insomne es es insomne deshaciendo tu pecho. - Tan simple como un simple abandono de ti mismo o de toda la HUMANIDAD solamente en eso se encierran los misterios de la locura y la cordura un simple abandono como una simple persiana que inexplicablemente encierra el secreto de la inmortalidad de la noche. Enloqueced como los que no encontraron los caminos que tornaron púrpuras sus miradas trocando deslumbrante sino en baratas realidades. Locura de sudar en sombra. Locura de estar vivo. Locura de palabras. Locura que engrende la locura de continuar de amor para conmigo eternamente despierta. - ¿Existe un interminable quehacer en los tejidos del alma? claro que sí interminable e inútil grotesco y cotidiano enloquecedor eso o la verdadera senda de los valientes el derecho indiscutible de la autodestrucción eso o la sugerente espera en la mullida vagancia eso o que se delaten vida y muerte en el silbido del gas. Amaneció frío. Muerto por fin estalló el júbilo y todos aplaudieron una nueva era un nuevo tiempo no mejor que el que falleció al alba. Tiempo de enmudecer yunques. Tiempo de mierda. Llueven mendigos de pluma y verso hijos bastardos de la sabiduría deudores del alba de fruncidos ceños de imponente ademán perdido en el tintineo de infinitas voces en resabidos caminos a consabidos caminos a premeditados destinos solapados con mentiras siendo todo uno poetas. - Antes de fallecer antes de perecer mi yo escuchar en las tardes trinos salvajes quisiera melodías de testamentos de tristeza en el oído un aliento de obsoleto amor el discurso sentado del poeta que supuestamente habita en cada ser ver semen como piedra piedras como mares mares como yo vencidos reflejados en sí mismos en su propio tiempo y sentir al nadie al que amé en vida sea quien sea fuere quien fuere dentro de mí mil veces maldito. Mi voz hirviendo aceite por demasiado limpia quizá por tan pura al final blasfema por vital muerta y muerta por tan solitaria condenada al devenir del gentío. - Vuelve La Luz en el escalofrío al contacto con el azulejo cual bujía y empiezan los fuegos de artificio y a la par la telepatía con cárceles y sanatorios que encierran al hombre y al secreto de los poemas. Caen las musas por su propio pie yo me repongo en un madrugar y busco la inspiración ingrávida que no me fulmine tan real como un mesar en los cabellos un blanco certero en un parasiempre. El insistente goteo de tinta no alcanza a vernos será un insistente pitido el que delate nuestra presencia y él será Bálsamo de Comprensión ante la corriente de aire del mal fario social y serán los brazos ininteligibles sin atisbo de rencor los que nos recompensen acunados en nenúfares con la resurrección de la memoria de los mitos. Ojalá muriera en el rugir del depredador nocturno paralizado lo vital en calles anegadas del supurar del Vino y no en este vegetar por la asfixia de las bambalinas. Vamos a empuñar el serrucho ignominioso del presente vamos a romper la sirga a invocar al alarido asomándonos al balcón de la locura esparcir el serrín después de la derrota antes de la derrota que quede escrito en el asfalto como a fuego que vinimos buscando pelea. Lo pero no es cambiar las luces de neón por el cieno. Lo peor es cuando la pestilencia y los espejos no cesan de preguntar si realmente mereció la pena. Tal que un trompo danza la miseria en las grietas de la desidia y yo...con ella cual tornado se agita la locura en pupilas de alfiler y yo...contigo muriendo. En mil tempestades el todo soy en la calma silencio barro al sol. He visto a la libertad ebria en tugurios enloquecer entre eslabones nunca entre páginas nunca en Montmartre nunca poetisa entre poetas ni entre nadie jamás vuestra ni mía. Quieres observar mi derrota palparla besarla airearla espera...tiempo mientras balancéate un poco sobre la multitud vamos ahora mírala ahora que murió la luz. Lo siento no puedo es inútil no vuelvas a sugerir que cabalgue sobre tus días en tus besos vivo enjuto famélico mísero rey en míseros reinos poderoso en silencios poderoso en soledades nada... ...a tu lado. Hay algo que se tambalea en las mentes de los GENIOS ONANISTAS LITERARIOS cuando afirman que su escritura se debe al reclamo de que vuelvan los Dioses. Hijos de perra. Yo escribo para que mueran definitivamente. - Epílogo
Pues esto fue todo, esto ha sido todo...hasta aquí el
Sumidero, la segunda entrega ¿poética? del Kutxi, el poeta de cañerías de manos vacías, el trovador de contenedor, según habla de sí en sus canciones; y ¿qué decir, cómo intentar a modo de broche final la tarea de recoger el espíritu de la obra?. Está claro que estamos ante un sumidero peculiar y particular, el de Kutxi Romero, en el que el bandolero de Berriozar lo mismo es capaz de revolcarse en el lodo que de bailar en su propio fango haciendo de tripas corazón o, si es preciso, ... de aquel casquería, si así lo dictó la vida, ante un sumidero de versos a manera de vertedero incontrolado por el que todo corre y todo cabe, todo tipo de restos, recuerdo de estados anímicos y demás residuos: momentos vividos varios, resquicios de aguas pasadas que con toda seguridad siguen moviendo molinos, reminiscencias de alguna que otra insensatez o desvarío...todo ello plasmado en unos poemas de apariencia frágil y liviana pero dotados de un alma en ocasiones más o menos existencial pero siempre emocional y con un marcado sabor a algo así como a poso, a sobra, a algo quedó ahí de especial recuerdo...como si de un lixiviado de la vida se tratara. A algo más que a poesía de poeta, sabe a existencia, a cosa vivida, como pasa siempre con todas las composiciones que nuestro amigo acostumbra a perpetrar; porque es ahí, en la vida, donde Kutxi encuentra la poesía en su esencia, su razón de se, es ahí donde la busca y la encuentra, no en sitios como las pomposamente autodenominadas Casas de Juventud y similares, ricas la mayor parte de las ocasiones en tipos de perilla y repelús de esos que van de lo que no son...mientras pasan la vida y por la vida entre supuestos lamentos y presuntas aureolas de malditismo haciendo ripias y juegos florales a la espera de cualquier premio o reconocimiento institucional, ¿a qué? ¡Perillanes!. Ahí están los que van de poetas y la "jumentud", si acaso, pero no la poesía, para nada. Esta y sus distintas manifestaciones se encuentran más a flor de piel, de calle: incluso a pie de obra o en el andamio, como en presente caso, no sólo en los guiños cómplices que a los noches nos cruzamos en los bares...en cualquier caso, en el día a día del barrio y el barro, porque de eso estamos hechos, eso somos en esencia: barro y barrio; Y así es como surgen estos versos, estos poemas en ocasiones altivos y desafiantes, profundos y reflexivos en otras, más o menos irónicos o sardónicos pero siempre callejeros y humanos, sin mayores pretensiones. Por otra parte, si muchos nos vemos reflejados aquí es porque en el fondo nos sentimos partícipes de ellos, de lo que nos cuentan, y yendo más lejos...algo así como hijos pródigos suyos, del sumidero...porque todos llevamos o tenemos uno dentro, todos somos uno, un sumidero, porque eso es la vida, un sumidero, el sumidero por excelencia, algo así como un riachuelo más o menos contaminado que sin prisa pero sin pausa, día tras día, se va tragando nuestras miserias y alegrías y que tarde o temprano nos arrastrará y terminará por desaguarnos en el mar; El Sumidero, he aquí las metáfora perfecta, el Sumidero como metáfora de la vida... Ni soy Jorge Manrique ni es mi viejo el muerto, es más, no hay muertos en esta historia, pero esto es lo que hay y son nuestras vidas, los desagües en los que nos toca bucear: sumideros que todo lo tragan, que se van tragando todo hasta acabar engulléndose a sí mismas...Sí, aunque quede un final agridulce o agrio sin más...He aquí la grandeza del título elegido para el poemario. Aún recuerdo aquellas melodías que sonaban en mi niñez, aún recuerdo aquellas melodías... Eskorbuto, y sí, de ellas, todavía recuerdo una muy especial... Aprovechando que estamos en un libro de poesía y que por tanto se va a enterar poca gente, voy a haceros una confidencia, una confesión: os voy a contar una cosilla de esas que sólo se cuentan a los más allegados; ¿sabéis allá en mi infancia cuál fue una de las primeras canciones que realmente me impactó?.Era de Leño y se titulaba "Todo es más sencillo"; si tienes ocasión, después de leer esto la escuchas y te quedas con el estribillo. Porque sí, porque puede hacerlo: puede salir el sol. Por muy negro que lo veas, por más que te arrastre o pienses que lo haga el río de la vida...puede salir el sol, puede hacerlo y puedes hacer que salga, siempre queda la esperanza, la posibilidad. Puede salir el sol y seguro que sale, cuando menos te lo esperes, aunque claro, tú también tienes que hacer algo y poner de tu parte por ver su halo, su haz. Hazlo. El Sumidero, como la vida misma, en fin...
J. ÓSCAR BEORLEGUI Contraportada
Me dijo el Kutxi que le contraportadeara sus
sumideros y a golpe de water me enfrentó a ellos hasta que se esparramaron las hojas por el suelo, espatarradas, desordenadas como los dientes de una boca pateada: con el blanco ensuciado de tinta que sabe a sangre. Estas no son palabras gratuitas "QUE DIGAN, QUE DIGAN, QUE ME DA IGUAL, YO AL CAMPO, A LO ANIMAL". Como a la serranía el bandolero. Versos salteadores de caminos. No hay en este libro indulto en su ateísmo soterrado, eso se agradece. Por el contrario sobra la honestidad del que se toma su poesía lo suficientemente en serio, con orgullosa e injustificada humildad. Husmeando y rebuscando entre los despojos de los juntaletras, ante el vertedero del que se compone un poeta: sanguinario. Lo escribió Cervantes: "por haber sido salteador y bandolero la justicia mandaba ahorcar un hombre". "QUE LLORAN, QUE RÍAN, QUE YO NO ENTRO, NO QUIERO GLORIA, TENGO MI CUENTO". Si no hay sueño no hay habla. Si no hay escritura no hay entendimiento. Si no se visitan las tinieblas, la luz, al final, te ciega. Y los perros sin collar aúllan mejor. De eso, aquí, mucho. De todas formas, uno de poesía no entiende; de locura algo y de sentimiento mucho más. Eso se huele. Apesta. Queda claro: va a MORIR matando. Gracias Kutxi. Por el vomitao. Tiene clase la papilla.
KIKE BABAS Citas
Que anda me interesa de alrededor
y me subo a lo más alto de la locura que no me da la gana pasar media vida buscando esa frase que, tal vez, no exista. ROBERTO INIESTA
Por querer conocer algunos lugares a los que
sólo se han referido ciertos amantes, filósofos y poetas, y los santos verdaderos, huí de la Sociedad, de sus conveniencias, y defraude algunas de las expectativas que había depositado en mí. Y ese lugar no es otro que el templo de la Cárcel y los Prostíbulos, la flor de loto, la belleza más pura, nacida entre el fango. Lo abandoné todo para ir a visitar ese lugar, siempre demasiado cercano. MARÍA ANTONIA ORTEGA
Salir de la cloaca es sólo un artificio
es nuestro destino vivir entre las ratas LEOPOLDO MARÍA PANERO
Algo siempre oculto se ha quebrado.
¿Tal vez el abandono repetido?. Esta pregunta la formulo con la autoridad que nos confiere el fracaso total. CLAUDIO RIZZO Cuando nada se desea todo se posee JOSÉ HIERRO
La lámpara del cuerpo es el ojo.
Si tu ojo es limpio, todo tu cuerpo será luminoso MATEO - 6 – 22
Las máscaras no ocultan: protegen de
ciertas exaltaciones de la inteligencia. MIGUEL GALANES
Y en mi locura encontré la libertad y la seguridad:
la libertad de la soledad y la seguridad que da el que no le entiendan a uno, pues quienes nos comprenden esclavizan algo de nosotros. KHALIL GIBRAN
Quien desea y no actúa, cría pestilencia
WILLIAM BLAKE
Yo soy el que tiró los dioses al suelo
porque son los dioses de los que viven en mí. SERGIO ESPINOSA