Sie sind auf Seite 1von 2

El incumplimiento del Estado ante la primera sentencia

condenatoria por violencia de género a Venezuela


Este 16 de noviembre se cumplen 2 años desde que la CorteIDH publicó la primera
histórica sentencia condenatoria por violencia de género contra el Estado venezolano,
al hacerlo responsable de las diversas violaciones de derechos humanos cometidas en
mi contra, por un particular. Esta sentencia explica como: la tortura y esclavitud sexual
e igualmente todos los ataques a mi integridad personal, dignidad, autonomía y vida
privada, son delitos que no podían quedar sin ser sancionados ejemplarmente, tal y
como lo establece la Convención Americana sobre los Derechos Humanos y la
Convención Belem Do Pará, Convenciones de las cuales el Estado venezolano forma
parte.

Han transcurrido 2 años desde la publicación de la sentencia y el Estado venezolano,


aún continúa en desacato; dando libre paso a un sistema de impunidad que no
reconoce los derechos humanos de las mujeres, un Estado que se declara defensor de
nuestros derechos, es más bien un Estado violador de los mismos. Realidad que nos
impide lograr alcanzar lo que establece nuestro ordenamiento jurídico: una vida libre de
violencia.

Son 2 años más que el Estado venezolano persiste en el incumplimiento de esta


sentencia, son 2 años más que el Estado venezolano sigue siendo cómplice de las
violaciones a los derechos humanos ocurridos en contra de mí familia y míos, son 2
años más que el Estado venezolano nos niega las justicia a las mujeres y sigue
posibilitando la violencia contra las mujeres.

Es suficientemente conocido que la violencia contra la mujer, es una de las mayores


tragedias y catástrofes humanas, que puede tener una sociedad. En nuestro país esa
violencia se sostiene en la impunidad, a pesar de que constituye el primer delito que
debe ser prevenido y sancionado, pero la realidad, es que en Venezuela la justicia
existe solo para favorecer a los agresores de las mujeres.

El desacato a esta sentencia de la CorteIDH solo da espacio al incumplimiento de una


ruta con estándares internacionales para la investigación, prevención y sanción de los
delitos contra las mujeres, este incumplimiento persiste junto a un sistema de justicia
inoperante y discriminatorio, en el cual las autoridades no tienen la intención y voluntad
de crear políticas públicas verdaderas y serias, para erradicar la violencia contra las
mujeres y niñas, como si esto no fuera responsabilidad y obligación del Estado. A pesar
de todo esto, no dejaré de reclamar al Estado su obligación de cumplir con la sentencia
condenatoria que le dicto la CorteIDH.

Linda Loaiza López


16 de noviembre 2020

#VzlaEnDesacatoAnteLaCorteIDH

Das könnte Ihnen auch gefallen