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El texto nos habla de una visión inefable que el profeta Ezequiel recibió de
parte de Dios.
El resplandor de la gloria de la Majestad Divina se manifestó ante la mirada
atónita del vidente y en medio de ese resplandor observó cuatro seres vivientes
con cuatro caras cada uno. “Rostro de hombre, Rostro de buey, Rostro de león
y Rostro de águila”.
Estos rostros están relacionados con los cuatros evangelios; cada evangelio
enfatiza cierta particularidad de Jesucristo:
El Rostro de Hombre: Está relacionado con el Hijo del hombre y corresponde
al evangelio según San Lucas.
El Rostro de Buey: Relacionado con el Siervo y corresponde al evangelio San
Marcos.
El Rostro del León: Está relacionado con el Rey y corresponde al evangelio
de San Mateo.
El Rostro del Águila: Está relacionado con el Hijo de Dios y corresponde al
evangelio de San Juan.
Miremos estas revelaciones:
ROSTRO DE HOMBRE
El evangelio de Lucas enfatiza toda la trayectoria terrenal de Jesús desde su
genealogía, su nacimiento, su infancia, niñez y hasta su madurez.
Lucas presenta a Jesús participando plenamente de la vida humana, en otras
palabras el real énfasis de este libro es la humanidad de Jesucristo.
El apóstol Pablo nos habla de la autodegradación que Jesucristo por amor a la
raza humana experimentó. Es decir una metamorfosis de forma de Dios a
forma de Hombre.
Filipenses 2: 6-7 “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres;”
En el nuevo testamento aparece 78 veces este termino de “Hijo del Hombre”.
Jesucristo se identificó con nosotros los seres humanos en dos cosas. En
nuestras aflicciones y Tentaciones.
En el primer caso Jesús nunca experimentó hambre, cansancio, desaliento,
tristeza, angustia. Porque la Biblia dice que en la presencia de Dios, es decir en
la gloria de Dios hay gozo, no hay ninguna emoción ni aflicción. Pero aquí en la
tierra lloró ante la tumba de Lázaro, lloró ante la dureza de los fariseos, se
agotaba, sufrió de hambre, de sed, se auto limitó al tiempo y al espacio.
En el segundo caso leamos Lucas 4:2 “por cuarenta días, y era tentado por el
diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre”
Lucas 4:13“Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él
por un tiempo” Jesús, antes de hacerse hombre, es decir, antes de la
encarnación nunca había sentido tentaciones pero en esta ocasión al hacerse
hombre fue tentado psicológica, física y espiritualmente.
Hebreos: 4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo
según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Hebreos: 2:18 “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso
para socorrer a los que son tentados”
Todo el que lee este evangelio es motivado a imitar a Jesús como un siervo,
como un buey que no vino para ser servido sino para servir.
Filipenses 2:8 “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”
Isaías 53:5-6 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó
por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”
Cuando Jesús dijo YO SOY los judíos que estaban oyendo alrededor
comprendieron que esa declaración era una proclamación de deidad absoluta.
Su comprensión del asunto les hizo reaccionar de tal modo que estaban listos
para cumplir la ley de Moisés referente a la blasfemia decidiendo ejecutar a
Jesús. Sin embargo Jesús pese a que esa afirmación le acarrearía una
sentencia de muerte siguió diciendo que él era Dios.
Para nosotros los cristianos, él es todo lo que necesitamos que sea. Si estamos
moribundos él es el “pan de vida”.
Si estamos viviendo en tinieblas él es “la luz del mundo”. Si no sabemos qué
camino tomar o por cuál puerta entrar él es la puerta, si nos sentimos solos,
desamparados, él es para nosotros “el buen pastor.”Si no sabemos cual es la
verdad, “él es la verdad y la vida”
Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí.”
Debemos pues conocer a Jesús como el Hijo de Dios.