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La Católica en 16.664 palabras

Año 3 N0 71 / Perú
Del 26 de marzo al 1 de abril
puntoedu@pucp.edu.pe
Distribución gratuita

Publicación de la Pontificia
Universidad Católica del Perú

Comunicado a la
opinión pública
POSICIÓN: La PUCP se manifiesta
oficialmente en la defensa de
su derecho a la propiedad y a la
autonomía universitaria. [PAG. 5]

“Aprendí que la
pintura no es una
profesión, sino una
manera de vivir”
PERSONAJE DE LOS 90 AÑOS:
Fernando de Szyszlo cuenta cómo
descubrió su vocación
artística en unas clases
nocturnas de la
Escuela de Arte
de la Universidad
Católica. [PAG. 16]

Futuros líderes
con nueva carrera
NOTICIAS: Este ciclo 2007-1 se
iniciaron las clases de la flamante
Facultad de Gestión y Alta Dirección
de nuestra Universidad. [PAG. 6]

suplemento

Consensos. Reciente publicación del Fondo Editorial PUCP trata el tema de la tolerancia . [FOTO: GIOVANNA FERNÁNDEZ ]

CASA ABIERTA

Entender al otro
Este sábado 31 de marzo,
la PUCP abre sus puertas a
toda la comunidad.

ÁTOMOS A LA VISTA
Presentamos el modernoo
Laboratorio de Resonancia
El concepto de la tolerancia abordado desde un punto de vista
Magnética Nuclear de la
PUCP, único en el país. filosófico para construir pactos sociales comunes
 Informe Tolerancia
Respeto a la
diferencia
Filósofos de diversos
países y culturas
se reunieron hace tres
años en dos congresos
organizados en nuestra
Universidad. Entre los
temas tratados estuvo
la tolerancia. Las
ponencias presentadas
entonces han dado
lugar a una reciente
publicación del
Fondo Editorial de la
PUCP, Interpretando la
experiencia de la tolerancia.
Ideas y perspectivas
valiosas que se deben
tener en cuenta en
sociedades necesitadas
de diálogos y
consensos.
2/ / Lima, del 26 de marzo al 1 de abril del 2007
escribe Diego Avendaño
Egresado de la especialidad
de Periodismo
N
o es novedad que somos distintos
unos de otros. Esto, que para mu-
chos es una bendición, también
puede resultar un problema si no
sabemos aceptar las diferencias y
dialogar para generar un consenso y resolver los
conflictos que puedan presentarse. La otra cara
de la moneda la representan el fundamentalis-
mo, el racismo y todas aquellas manifestaciones
que, a lo largo de la historia, han generado hechos
repudiables, como el Holocausto de la Segunda
Guerra Mundial o los conflictos del Medio Orien-
te, de naturaleza política y religiosa. Sin ir muy
lejos, basta ver la discriminación que sufren mu-
chos peruanos, no sólo en el extranjero, sino en
su propio país, cuando deben convivir con gru-
pos socioeconómicos o culturales considerados
dominantes.
Todos estos casos –cada uno en su nivel– son
algunos ejemplos de la falta de tolerancia que hay
en el mundo. Pero qué pasaría si las personas res-
petaran aquellas ideas, creencias y prácticas dis-
tintas a las suyas. Es muy probable –y eso quisié-
ramos creer– que este mundo sería un lugar me-
jor para vivir. Aquella maravillosa capacidad de
apertura hacia lo que es distinto o ajeno a lo pro-
pio es lo que llamamos tolerancia.
EL ORIGEN DEL TÉRMINO. Podría pensarse que la
tolerancia se hace necesaria en un mundo glo-
balizado donde las distintas cultu-
ras se ven obligadas a convivir
y relacionarse, sea a través del
comercio, el turismo o las co-
municaciones. Sin embargo,
la historia de esta palabra se
remonta a siglos atrás. Espe-
cíficamente, el término “tole-
rancia” nació tras la Reforma
en el siglo XVII, cuando se pro-
dujo el cisma entre los dominios
de la Iglesia Católica y el Estado.
Para el filósofo Gonzalo Gamio, do-
cente de la PUCP, “las culturas premodernas se
describen esquemáticamente como más homogé-
neas. El planteamiento moderno de tolerancia tie-

En la Biblioteca PUCP
Identidades asesinas, capítulos 1 y 2 agosto al 8 de setiembre del 2001
Amin Maalouf / Biblioteca de Ciencias Cecilia Anicama Campos / Biblioteca
Sociales / Código: CP 103 Central / Código: 342.104 A584
Tolerancia y diversidad: visión para el Escritos sobre la tolerancia
siglo XXI : tercera conferencia mundial John Locke / Biblioteca Central / Código:
contra el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y otras formas de
B 1298.T P86
Tratado de la tolerancia
intolerancia. Durban, Sudáfrica 31 de François Marie Arouet de Voltaire / Biblio-
ne que ver con la irrupción de nuevas visiones del
cristianismo a partir de la Reforma. Una vez que
estas versiones cobran una mayor adhesión po-
pular, y asumen un rostro político, se hace nece-
sario el respeto de la diversidad como una virtud
política para acabar con las guerras de religión
que azotaban Europa en el siglo XVII”.
Así, la tolerancia se entendía ini-
cialmente como una habilidad para
soportar con resignación las dife-
rencias, sobre todo, las religiosas.
El objetivo de dicha práctica era
construir un régimen político ba-
sado en el respeto a las libertades
y los derechos fundamentales. Un
segundo paso fue ampliar ese con-
cepto inicial y llevarlo más allá de la
simple resignación, de tal manera que se
pudiera generar el diálogo entre las distintas
ideologías y cosmovisiones para encontrar ele-
mentos comunes.
CHOQUE DE CULTURAS. Pero las relaciones intercul-
turales en la actualidad tienen otra significación.
Lo que ha hecho la globalización ha sido alterar
dramáticamente cualquier proceso de intercam-
bio, de tal manera que las distintas culturas no só-
lo se encuentran, sino que también chocan entre
sí. Es entonces cuando propiciar el diálogo se ha-
ce más necesario. “En el mundo contemporáneo
se hacen más notorias las diferencias y es más ur-
gente la necesidad de entablar puntos de contacto
y diálogo con quienes suscriben otras visiones del
mundo”, afirma Gamio.
teca Central / Código: B 2173 T
Tratado sobre la tolerancia
Michael Walzer / Biblioteca Central /
Código: FIL 122 W22T7
Convivencia democrática: libertad,
diálogo y tolerancia
Jurado Nacional de Elecciones / CEDOC
/ Código: 04.2373.1
FOTOS: GIOVANNA FERNÁNDEZ
Podríamos pensar que la tolerancia no forma
parte natural de la conducta humana, lo que abre
otra discusión aun mayor: ¿qué es natural al ser
humano? Para el filósofo Fidel Tubino, decano
de Estudios Generales Letras, la tolerancia no es
algo que se produzca por naturaleza. “Son las so-
ciedades, las instituciones religiosas o po-
líticas, las encargadas de que la gente
reciba una formación que determi-
ne si es tolerante o no”, señala. En
ese sentido, la intolerancia, básica-
mente, está ligada a la creencia que
pueden tener muchas culturas, re-
ligiones e ideologías políticas, de
que sus perspectivas son las únicas
posibles, cuando más bien podrían
plantearse como una mirada más. De
esta manera las otras visiones del mun-
do son concebidas como perspectivas erradas a
las que hay que corregir, muchas veces emplean-
do la fuerza. “El contacto intercultural tolerante”,
nos dice Gamio, “asume una actitud pluralista,
que no es lo mismo que relativista. La diversidad
no es síntoma de irracionalidad y raquitismo mo-
ral, sino una fuente de libertad y solidaridad”.
Muchas conductas intolerantes podrían atri-
buirse a la desconfianza que suele haber ante la di-
ferencia (lo otro) y el temor al ver amenazado el or-
den establecido (el llamado status quo). Para el Dr.
Tubino, “es una reacción natural dadas las circuns-
tancias históricas actuales, puesto que las relacio-
nes interculturales siempre comienzan con el des-
encuentro”. La historia no hace sino confirmar esta
afirmación. Muchos hechos actuales reflejan esta
Informe Tolerancia
Punto de vista
Gonzalo
Portocarrero
Sociólogo
“La sociedad
peruana está llamada
a reconciliarse
consigo misma”
¿Somos tolerantes los peruanos?
Somos tolerantes con quienes queremos y
conocemos. Les perdonamos llegar tarde, no
ser cumplidos y poco efectivos en el trabajo.
Pero tendemos a ser intolerantes con aque-
llos a quienes no conocemos. No tratamos de
comprenderlos, los censuramos y pensamos
mal de ellos. Hay tolerancia para quien tiene
rostro conocido e intolerancia para la perso-
na anónima.
En Lima conviven personas de diferentes lugares,
muchas veces en conflicto.
Al comenzar las migraciones entre las déca-
das de 1940 y 1950, el migrante llega con mu-
cho temor. No se siente con derecho a estar
donde está y el ambiente que lo recibe es hos-
til. Poco a poco comienza a apoderarse de la
ciudad y a hacerla suya. En los años ochenta
el migrante se convierte en protagonista en
términos no sólo demográficos, sino también
políticos y económicos. No sucede lo mismo
en el campo cultural. Hay un arte migrante re-
lacionado con el complejo fiesta-danza-músi-
ca, pero no en la literatura, la poesía o el teatro.
¿Desde qué punto de vista el racismo es una
muestra de intolerancia?
Lo que está en juego es no aceptar al otro. No
aceptar sus diferencias o ver esas diferencias
como algo inferior, que no es prestigioso, mo-
ral, estético, fecundo ni confiable. Es un este-
reotipo que fragmenta a la sociedad peruana,
donde, a diferencia de Estados Unidos, co-
existe el racismo con el mestizaje. Todos esta-
mos mezclados en distintas proporciones, de
manera tal que un rasgo de más o de menos
es motivo de una diferencia o jerarquización.
Mucha gente para “mejorar” su apariencia fí-
sica se pinta el cabello de rubio.
Últimamente se han puesto en boga íconos que
son fruto de la migración. ¿Es esa una muestra de
real tolerancia o es sólo una moda pasajera?
Creo que es un signo que forma parte de todo
un cambio que implica la reconciliaron con no-
sotros mismos. La sociedad peruana está lla-
mada a reconciliarse consigo misma, pero es
un proceso lento. La mayoría de personas pre-
fiere no pensar mucho al respecto. Aun así, la
tendencia de la sociedad peruana es otra: ha-
cia una integración y diversificación.
¿Cuáles son las perspectivas?, ¿estamos avan-
zando o sólo caminando en círculos?
Estamos avanzando, pero no con la velocidad
ni el ritmo debido.
Lima, del 26 de marzo al 1 de abril del 2007 / /3
 Informe Tolerancia
En foco Rosemary Rizo-Patrón
Doctora en Filosofía. Secretaria del Círculo Latinoamericano de Fenomenología
(CLAFEN) y del Círculo Peruano de Fenomenología y Hermenéutica (CIphEr)
“La tolerancia está ligada a la conciencia de la falta de absolutos”
Su artículo que aparece en el libro Interpretando la
experiencia de la tolerancia habla sobre la cons-
trucción de la verdad. ¿Existe una verdad?
Siempre se trata de una aproximación. En el ca-
so de lo moral y lo práctico, esa aproximación
es más evidente que en el del trabajo científi-
co. El carácter aproximativo del científico no
se nota tanto y se tiene la impresión de que la
objetividad es blanca o negra. Pero el conoci-
miento humano es siempre un acercamiento.
Entonces, ¿qué pasa con esa distancia que nos fal-
ta para llegar a la verdad?
Allí hay un elemento de tolerancia ante lo que
no podemos alcanzar para la construcción de
una verdad objetiva y científica. En el caso de
las ciencias prácticas y hechos humanos mo-
rales, hay mucho más conciencia y claridad
de que esta aproximación queda más o me-
nos abierta y es perfectible. Es lo que se llama-
ría una aproximación “asintótica”, es decir,
que no logra nunca tocar la meta. Eso, sin em-
bargo, no quiere decir que sea falsa, sino que
siempre se pueden encontrar caminos no pre-
vistos. Si esto pasa en las ciencias duras, con
mayor razón pasa cuando hablamos de ver-
dades que tienen que ver con hechos huma-
nos, hechos morales que pudieron haber sido
de otro modo. El acercamiento fenomenoló-
gico permite notar eso, que también en las lla-
madas ciencias duras hay una aproximación
y que la tolerancia es un elemento en la cons-
trucción de toda verdad. La tolerancia está li-
gada a la conciencia de la falta de absolutos.
¿Cómo se puede llegar a la verdad?
La verdad se construye cuando hay varias vo-
ces diferentes que concuerdan. Para poder
construir un país, hay que aceptar que somos
diferentes y que necesitamos que las diferen-
tes voces entren en consonancia en acuerdos,
en pactos sociales comunes. Es necesario que
haya diálogo, conocer al otro y, sobre la ba-
se de las diferentes versiones, tratar de cons-
truir algo común. Mi texto en este libro trata
de aclarar el concepto de la tolerancia y del
uso de esta palabra para comprender el traba-
falta de diálogo para comprender las diferencias
e integrarlas con la finalidad de construir un hori-
zonte común. Lo que ha ocurrido, entonces, ha si-
do que una cultura ha logrado predominancia so-
bre otra. De esta manera, por ejemplo, si bien nota-
mos que vivimos en un país pluricultural, la len-
gua que cuenta con un mayor uso y prestigio so-
cial es el castellano, de ahí que se margine a aque-
llos que no lo hablan o escriben “correctamente” o
“bien”. La educación y la legislación, por su parte,
son las mismas en todo el territorio nacional, sin
considerar los diferentes matices ni integrar todas
las cosmovisiones. La discriminación es otro evi-
dente rasgo de la intolerancia. “Existen muchos es-
tereotipos que impiden el reconocimiento recípro-
co y la comunicación”, explica el Dr. Tubino.
En el libro Identidades asesinas, el ensayista
Amin Maalouf señala que el fundamentalismo
islámico de las últimas décadas es el resultado de
la presencia cultural dominante de Occidente, su-
mada a la pobreza y a la exclusión, dado que en la
Edad Media se practicaba la tolerancia. “La tesis
de Maalouf es que no se trata de una actitud en-
démica del Islam”, explica Gamio, “sino que está
vinculada a fenómenos políticos y económicos.
4/ / Lima, del 26 de marzo al 1 de abril del 2007
ANA LÍA ORÉZZOLI
Para poder construir un país,
hay que aceptar que somos diferentes y
que necesitamos que las diferentes voces
entren en consonancia en acuerdos, en
pactos sociales comunes ”.
jo de la Comisión de la Verdad y de la Reconcilia-
ción (CVR) desde el punto de vista de la construc-
ción de una verdad moral. La CVR quiso cons-
truir una verdad objetiva, pero a la vez un relato
de hechos que tienen que ver con la conducta hu-
mana y con cuestiones morales. La CVR, cruzan-
do las diferentes voces, trató de construir un re-
lato verosímil y común. La tolerancia es funda-
Desgraciadamente, es posible ver al otro como
una amenaza y esto es parte de una actitud dog-
mática y fundamentalista que hay que combatir
con los recursos de la razón”, indica.
¿TODO VALE? Si bien la tolerancia implica no im-
poner las propias ideas sobre las de los demás,
tampoco significa otorgar carta blanca a todas las
prácticas y evitar una visión crítica. Por el contra-
rio, el diálogo debe involucrar una discusión en
un clima de respeto para alcanzar el consenso.
“Es evidente que los usuarios de una cultura pue-
den calificar como extrañas o censurables ciertas
costumbres de otro grupo. No obstante, cualquier
cambio cultural genuino requiere del debate, la
persuasión y la crítica”, afirma Gamio.
Es en este diálogo que los interlocutores cons-
truyen una visión común que asegura una con-
vivencia pacífica que debe seguir construyéndo-
se a lo largo del tiempo. “Para lograr relaciones
interculturales transparentes debemos empezar
mediante una educación antidiscriminatoria que
propicie la deconstrucción de estereotipos y ge-
nere el encuentro de una manera menos rígida”,
finaliza el Dr. Tubino.
mental porque eso implica que yo escucho al
otro y sobre esa base podemos construir algo
que podamos compartir. Para ello es necesa-
rio que dejemos de parapetarnos en nuestros
guetos y dar un paso hacia fuera.
¿Qué nos hace falta para vivir con una tolerancia
mayor?
Creo que el Perú tiene problemas estructura-
les desde su nacimiento. Esos problemas nun-
ca han sido encarados de manera sincera y cla-
ra. No creo que ahora haya una mayor intole-
rancia, sino que estamos en camino a resolver
problemas que el país tiene desde su indepen-
dencia o desde antes. Nuestro país ha nacido
con muchas etnias interiores y la unidad ha si-
do impuesta por la fuerza. Desde la vida repu-
blicana, con la imposición del castellano como
la lengua oficial, de una ley común, símbolos
patrios, una educación unificada sin tomar en
cuenta las diferencias y las lenguas, no se ha
reconocido al otro dentro del Perú. Eso ha cau-
sado una violencia permanente en la historia
republicana, que explotó en su momento, y
la respuesta no ha sido tratar de entender por
qué pasó, sino aplastar las diferencias.
El momento político parece no ser favorable para
encontrar una solución…
Tras la caída de Fujimori, en el gobierno de
transición y el comienzo de la gestión de Tole-
do, hubo un momento propicio en el que pare-
cía que había una voluntad de encuentros en-
tre los peruanos, de mirarnos de frente y cons-
truir un país en común. Pero luego, al parecer,
ha habido un resurgimiento de los sectores
conservadores –parapetados en el poder en
la época del fujimorismo– a través de la cap-
tura de ciertos medios de prensa, dominando
un sector de la opinión pública. Eso marca un
retroceso con respecto a las conquistas demo-
cráticas que se hicieron desde la aparición de
los vladivideos hasta los primeros años de Tole-
do. Estamos en un mal momento. Los sectores
de la corrupción están recuperando espacios.
Pero son momentos pasajeros. Creo que, en
general, la situación no es desesperanzadora.
Publicación
Tolerancia: Interpretando la
experiencia de la tolerancia
Editora: Rosemary Rizo-Patrón
Fondo Editorial PUCP. 604 págs.
Este volumen reúne, en seis capítulos,
35 trabajos de igual número de autores
provenientes de México, Portugal,
Argentina, Colombia, España, Estados
Unidos, Irlanda, Egipto, Canadá y Perú.
Cada trabajo se presenta en su idioma
original (inglés, castellano y portugués)
y cuenta con una introducción bilingüe
elaborada por la editora. Este es el
segundo volumen de una serie de cinco
libros sobre la tolerancia –el primero
aún no se ha publicado– coordinados
por el Centro de Estudios Filosóficos.
Recoge trabajos presentados en el XV
Congreso Interamericano de Filosofía
y en el II Congreso Iberoamericano de
Filosofía, realizados en enero del 2004
en la PUCP.