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Proyecto Final
María Alejandra Mora
Las primeras preocupaciones de las civilizaciones primitivas eran mayoritariamente
cuestiones de supervivencia; la agricultura, el vestuario, la vivienda y demás suministros
necesarios para el sostenimiento del cuerpo humano eran las que ocupaban las
prioridades de su tiempo. A medida que aquellas comunidades se fueron aglomerando para
el trabajo conjunto, en el que a cada individuo se le asignaba entonces el oficio que mejor
sabía hacer, comenzaron a surgir también más necesidades entorno a las mismas
herramientas que se iban construyendo para facilitar la supervivencia. Una vez las
obligaciones terrenales fueron una despreocupación para unos cuantos afortunados, cuyos
nuevos oficios exigían talvez hasta cierto nivel espiritual, el tiempo libre que el hombre
tenía para explorar en vez de simplemente subsistir, creó la curiosidad que nos ha llevado a
todos los descubrimientos de la humanidad y su consecuente evolución. Se podría decir que
aquel tiempo libre dedicado al juego espontáneo y a un cierto aburrimiento que permitía al
hombre divagar por otros rincones del pensamiento, fueron las bases para establecer
ciertas ocupaciones del ocio que más tarde serían necesidad dentro de una sociedad donde
la comida y la vivienda no fueran término de supervivencia.
El ocio, era un modo de jugar con el tiempo libre, y aquel juego terminó siendo el principio
de las mayores creaciones artísticas de la historia, en la literatura, en el arte, en la
música, etc. También otras que surgieron como sencilla forma de pasatiempo, como el
cigarrillo, el alcohol, el juego, no por ello inferior a las demás, sino como placeres que
sumergían al hombre en otra clase de experiencias. Hoy en día, con la revolución
tecnológica que estamos viviendo y las grandes cantidades de poblaciones e individuos en
el mundo, los trabajos son tan diversos como las personas y las culturas,
y las modernas formas de comunicación han permitido que surjan las más extrañas formas
de ocio dentro de este mundo tecnológico, y también que se hayan globalizado hasta el
punto en que lo que algún un día fueron simplemente necesidades básicas, tales como la
comida y el vestuario, se han convertido también en mundos de ocio y completa
experimentación.
Tomaría foto entonces de objetos tales como cigarrillos, cervezas, libros, parlantes,
celulares, que estarían aislados de cualquier otro elemento externo, y haciendo una
intervención con fotograma, haría una figura humana que se relacionara con los elementos
de alguna forma, como por ejemplo, un hombrecillo tratando de abrir una botella de
cerveza siendo la tapa de ésta más grande que su cabeza, mostrando también como el
hombre se crea sus propias necesidades con artilugios tan sencillos y banales, pero que en
un sentido psicológico los veneramos incluso más que al propio individuo.