Sie sind auf Seite 1von 1

Estudiante: Alan Manuel Jiménez Calle

Educación básica alternativa Aula: P8 Curso: Historia

CAPITULO 10

LA ESTRUCTURA EDUCACIONAL DE LA PRIMERA REPÚBLICA DEL PERÚ

La Constitución de 1823, en su artículo 181, declaró que la instrucción era una necesidad común y que la República la debía
igualmente a todos los individuos. El decreto supremo de 23 de febrero de 1823 ordenó a los conventos de regulares existentes
en el territorio de la República a abrir escuelas gratuitas de primeras letras, debiendo los prelados respectivos designar como
preceptores a los religiosos más dignos de confianza. Dentro del propósito de divulgar la educación primaria dispuso la circular
firmada por el ministro José María de Pando en 1826 la organización de dos escuelas lancasterianas normales en Lima, una para
varones y otra para mujeres; planteles de idéntico tipo debían establecerse en las capitales de cada departamento y cada
provincia. Para el sostenimiento de escuelas y colegios fueron aplicadas, aparte de las rentas provenientes del Virreinato,
algunas de establecimientos de beneficencia. Tampoco había centralización administrativa ni aparato estatal relacionado con el
funcionamiento educacional. La Dirección General de Estudios careció de eficacia. Y quedó como una de tantas medidas
inaplicadas. . El Gobierno dispuso la reapertura del Convictorio de San Carlos el19 de noviembre de 1822 y aprobó su plan de
estudios que no cambiaba, en lo sustancial, el anterior. Otro plan, aprobado en 1826, acentúo en él la orientación humanista en
las materias que hoy podrían considerarse de enseñanza secundaria. A pesar de las preocupaciones y dificultades de la guerra, la
semilla de la educación superior comenzó a esparcirse en provincias. Ya se dijo que a la época del Libertador corresponde la
fundación de la Universidad de Trujillo que hasta ahora subsiste y el decreto de Bolívar el 6 de agosto de 1825 dispuso la
creación de varios establecimientos públicos en Arequipa, entre ellos de un colegio y universidad. El 17 de setiembre de 1822 se
efectuó su solemne inauguración. Sirvieron como base para la Biblioteca Nacional todos los libros de la Universidad de San
Marcos, Los primeros bibliotecarios fueron Mariano José de Arce y Joaquín Paredes. El nuevo establecimiento quedó abierto a
cualquier persona sin gasto alguno, de ocho de la mañana a una de la tarde y de cuatro a seis de la tarde. La República del Perú
se constituyó socialmente por medio de aportes suministrados por la experiencia histórica ocurrida en su territorio desde siglos
atrás. Los hombres que fundaron la República fueron generosos, idealistas y patriotas; pero les faltó tener una conciencia plena
del Perú en el espacio y en el tiempo. Tampoco tuvieron una conciencia plena del Perú en el tiempo. Creyeron inventar un país
nuevo. Ignoraron que este país tenía precisamente un privilegio envidiable: el privilegio de una vieja cultura. El Perú era un país
nuevo en el sentido de que se iniciaba en la aventura de crear un Estado libre y una Constitución democrática en el continente
americano a principios del siglo XIX. La Emancipación había traído la conciencia de la soberanía y de la independencia nacional.
La religión católica siguió como la religión oficial y el clero conservó su influencia, tanto sobre las clases populares, como sobre
las clases acomodadas. Cabe igualmente señalar de inmediato, que no hubo solución de continuidad entre la educación colonial
y la educación republicana. Perduraron el analfabetismo popular; la tendencia clásica y formalista en la instrucción, en todos sus
grados. Perduró también el descuido en la preparación intelectual de la mujer.

LA EDUCACIÓN LANCASTERIANA

Así se explica que el campo y las ciudades importantes del Perú presentaran a comienzos del siglo XIX una fisonomía propia. La
realidad histórica del Perú era, pues, el resultado de las distintas etapas que, a su vez, habían creado confluencias o
superposiciones de estratos culturales y sociales a veces integrados, a veces mal soldados y hasta separados por aislamientos y
divergencias. Podría suponerse que el país que presenta mayores semejanzas con el Perú es México, Sin embargo, ambos países,
después de la independencia, toman rumbos divergentes. Es con Chile y con Bolivia con los cuales el Perú republicano presenta
los más evidentes sincronismos o coincidencias. Chile y Bolivia, son, precisamente, los países con los que más ha guerreado el
Perú durante el siglo XIX. La independencia de las tres repúblicas tuvo fastos y personajes comunes. La época de 1869 a 1879 es
una era de negocios y especulaciones. Lima y Santiago logran progresos notables y en ambas ciudades se realizan suntuosas
“Exposiciones”. Sangrientas guerras civiles surgen en Chile en 1891, en el Perú en 1895 y en Bolivia en1900. Después de ellas,
viven en la aparente estabilidad política y despunta el capitalismo industrial. El transcurso del tiempo no había dejado un
producto armonioso. En vísperas de la Independencia, el Perú tenía una población de algo más que un millón de habitantes. En
la cumbre de la pirámide social, españoles europeos y criollos de la aristocracia luchaban por el predominio. Indios había que
estaban mejor ubicados en lo concerniente a sus rentas que otros sumidos en verdadera servidumbre. La trayectoria de la
independencia hispanoamericana llegó hasta las áreas periféricas del Virreinato con los movimientos de Tacna en dos
oportunidades, Huánuco y Cuzco, el último el más formidable de ellos. Criollos y mestizos provincianos. La economía del
Virreinato hallábase en mala situación, creada por el establecimiento del de Río de la Plata, que implicó la pérdida del Alto Perú
y la muerte del monopolio comercial limeño. El Perú se convirtió, así en el bastión contrarrevolucionario en América, vencedor
primero, tambaleante después de que San Martín llevó al éxito en 1817-18 sus planes de llegar hasta aquí por el camino del mar

Das könnte Ihnen auch gefallen